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(Extracto tomado de Fundamentos de Psicologia de Ia Persona de A. POLAINO, J. CABANYES y A. DEL POZO, Madrid: Ediciones Rialp, 2003, pp. 40 a 51) 6. Algunas notas caracter{sticas de la persona 6.1. La persona tiene insimidad La intimidad supone un interior que s6lo conoce uno mismo. La in- timidad es lo que permanece en el interior y es opaco e invisible a la mi- rada del otro, sea o no psicélogo. La intimidad sélo se desvela cuando la propia persona decide libremente manifestarla a alguien. La intimidad manifiesta que la persona tiene un centro. Plantearse alguna cuestién acerca de sf, supone iniciar una cierta apertura hacia el centto de si mismo. La intimidad es el niicleo de la persona de donde brotan las innovaciones, los proyectos, la creatividad, las ilusiones, los de- seos, los compromisos, etc. La persona es la intimidad creativa con capaci- dad de crecimiento, «Todo lo que es propio de la persona forma parte de su intimidad». La intimidad es inviolable y, por eso, fundamento de de- techos inalienables (Yepes Stork, 1996). La presencia de un mundo interior abierto para la propia persona y oculto para los demés es el grado maximo de iamanencia, La inmanencia es una caracterlstica de los seres vivos que asienta en lo que permanece dentro y es consistente con el propio ser. Sélo los seres vivos tienen un dentro. Las piedras no tienen un dentro. Hay operaciones que son més inmanentes que otras. Pensar y querer son operaciones mds inmanentes, por ejemplo, que tespiar y comer, porgue son mds interiores, més {ntimas al ser que las realiza y en ellas les va mucho mas a su entera subjetividad. Por las operaciones inmanentes acontece que cuanto realiza la persona re- obra sobre ella misma y le constituye en lo que es. Cuando la persona adquiere un valor, a wavés de un determinado y reiterado comportamiento, el valor encarnado en ella misma y del que dispone se lama virtud. En cuanto tal valor realizado en sf misma opera como un Adbito, una aperacién inmanente por la que se lo apropia, le per- tenece y le constituye en lo que es. INTRODUCCION AL. w ONC BP EO DE PERSONALIIAD 44 ie UNC Jeti Adz guna person Saal cla pea: Vem gee g de seme cath Cee 2 Tay ee arate ' ‘ oy xt trek fare ‘eo ~~ fee Dy ca TA ry UW ee fey Pp exergy rh arse CON Dine Lifka OYA. OY €sO £¢ Btwioy LEULRS 24h LFRLE GE PE at ellas no puec ce igual es (nica © IPF epeti i 1 ue le singulariza respecto de lo ete nocidd. vostro ete tiene un nombre, my gt po. if gees ate) ia DeTSona Quc Oh, Y msi Cn etislas s, Wl clones las personas ne son 3 je we sain % oS & oe oS = para ee Bt Sorat B oes eon jot an mS ve = an iaterc “ambiubles + ni + gucticuibles Ia persona tiene conciencia de gue lene conciencia Y, por eso, es irreductible » caaiquier otra. Ser cr persons es dispo- ner de una intimidad iknica —y en ‘grap parte ‘acon nicable-~, que le hace decir “yor y y que, en clerte to modo, es absoluca, vebitivamente abso naclie puede leer los pensamientos ce offo, ni tener un ya percep a rosa de su querer. «Los hombres -—escribia San Agustin-—— pue se les puede “pen ug eT SUS gestos ye cuchar sus palabras penetrar en los pensamientos de otra, cn qué corazén puede penerrarse: 4 Ww “td a la wes see ey cay lererinme le mo putelaree HS en qucn Dy iQuicn sabe lo que alberea - en sti interior, lo que quiere o no quiere?» Fi ¢} (Ean, én Psaly GS} fo ae Be ane maby papa dang peter sagt apap Od. Lé fp DOYSOH1E ES UNE SEY IF restt ‘clantienie ablerte meaekon ed of ee acne we vial aa ae ee cay eee La capaciiad Ce apertura ce. scr humane es une note que, £ apa se xe Wry gr dri: I osteo “t ; J oy he ey Ae etn BEN ee Des rary dg, tm ot ge Le. 1 CEE ED “eta dy Oe Via, Casi podria cejat aqui cco meucionarse. b crores probable que sea con~ veniente recordarlo a algunas personas, a pesar de su obviedad. El mismo “ ~ tas yer e r - Se a Gage z oe age impuiso a conocer lo ine no es ella rrisma, ya esta eritando acerca de esa apertura, Lo mismo sucece si conternplaros cémo es el comporiamicrite Aumano 1G respecto cel querer. Cierto que ca ada persone se quiere sobre codo a si muisma; pere mo es menos cierto que cada persona necesita igual- mente ¢ fel querer ¢ de los demas (ch, Polai aino-Lorente, 2003b). Esta capacidad de a sienificacign mi ; . ‘i am todo io que se refic “Te a Tm iy f el otro. En ef encuentro in- 3 * tery Oe ersonal Las cis Shee ChoSPparecen, Cuaric co UP i- que ya se trata en otro tiger nb Le orente, Fina Be w 4 Habay GUC lo propio ¢ we Soak POLS HG Saterp ersonal 42 FUNDAMENTOS DE PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD quien le delimita quién es, al misrac tiempo que, tomando ocasién del otre, brinda la posibilidad a la persona de que se identifique como un “yon, En el dmbito de la conciencia del «yo» —no de la conciencia de la persona— el encuentro con el «tu» es anterior y condicién de posibilidad de la conciencia del «yo». Dicho de otra forma, sin la conciencia de al- gulen que no sea el propio yo, la conciencia del «yo» se ofuscarfa y sofo- caria sin encontrarse con el propic yo. En este sentido se afirma que el encuentro con el atti» desvela la conciencia del «yon. El «yo se desvela y ropustece en la telacion con ek «ti», porque es precisamente en el «ttn, en «lo-que-no-es-yo», donde reverberan los primeros destellos balbucientes del ya. «El yo —escribe Ferrer, 2002— es la actualizacién propia y retrore- ferencial de quien es ya persona en su realidad, aun antes de ser conscien- te.» Cuando la persona dice «yo» es porque experimenta la necesidad de relacionarse con otro interlocutor que no es yo, que es el «ttn. La comunién —-que funda la comunidad de personas— acontece no cuando lo que une a las personas es el mero interés personal, sino cuando lo que los retine es la achesidn en su conciencia del bien o el valor qu, personalizado, tiene también una dimensidén extrapersonal, es decir, comu- nitaria, consolidande un motivo que justifica la dedicacién en comin. Cuando esto sucede la vivencia personal se convierte en con-viven- cia, la unién en comunién y la existencia en co-existencia. En ese caso ya no hay pertenencias en solitario e incomunicables, sino que todo el «ha ber» de cada persona, en su singularidad, se transforma en una co-perte- nencia que sirve de fundamento a Ja emezgencia del «nosotros». Y¥ ese «nosotros» es algo mejor y mds poderosamente fundado que los meres encuentros inesperados y fugaces, por muy impactantes que sean. La emergencia o eclosién del «nosotros» surge y va pareja con la concien- cia del compromiso con los otros, que tanto se aproxima al entrecruza- miento biogrdfico y vital, donde si se aisla cada vida individual puede Ile- gar a perder por completo su sentido y significado (Nédoncelle, 1997). 6.3. La persona es un ser cuya singulavidad ontoldgica es incomunicable Posiblemente, una de las paradojas mds hondas de la persona es la conttaposicion entre esa apertura irrestricta que le caracteriza, al mismo tiempo que la trcomunicabilidad de su ser personal. Esta paradoja se po- aria formular en otros extremos también antitéticas como, pot poner un ejemplo que aqui conviene, entre su identidad personal y su necesidad de relacién interpersonal! INTRODUCCION AL CONCEPTO BE PERSCNALIDAD AS La perspectiva fenomenoldgica en que nos sittia la observacién de esta antitesis irreductible demanda un principio ontoldgico que de cuen- ta de ello. La solucién aportada por la definicién de persona, segtin Boe- cio (sustancia individual de naturaleza vacional), no acaba de satisfacer la zozobra de esta conjuncién de opuestes. La apelacién genérica al concepto aristotélico de sustancia (lo que estA bajo los accidentes) no se muestra suficiente para dar razén de la in- dividualidad de la persona. De aqui que diversos autores hayan propues- to soluciones diferentes, a fin de rebasar este escollo. Siguiendo a Ferrer (2002), quien hace una revisidn muy atinada del tema, conviene seguir el modo en que algunos fildsofos recientes se han planteado la solucidén de este problema. Asi, Zubiri (1989), establece el constitutive de la persona en Ja sur- dad («ser suya»), «Persona —escribe— es justamente ser suyo. No es sim- plemente ser de suyo. De suyo son todas las cosas reales: en ello consiste ser veal. Pero solamente la realidad abierta es la que reduplicativamente y formalmente no solamente es de suyo, sino que ademas es suya». Por aqui quedaria explicada la incomunicabilidad de la sustancia individual, pero no la relacién personal. Segtin este mismo autor, «la relacién no se afiade conceptual ni realmente a la subsistencia, sino que la intensifica haciendo de ella una realidad «suya» o en posesién de siv. Con ello se es- tablece una cierta articulacién entre la incomunicabilidad de la singulari- dad ontoldgica y la apertura a la relaciédn interpersonal. Para Polo (1996), en cambio, «persona significa subsistencia. El no estar sujeto a la necesidad de mantenerse recurriendo a lo ajeno es el sen- tido estricto del subsistim, que es lo propio de la sustancia individual de la persona, es decir, el modo peculiar de existir que es privativo de su in- timidad. Ahora bien, ;cémo se articula esta subsistencia incomunicable con la comunicabilidad exigida por \a relacién interpersonal? Polo entien- de la segunda como coexistencia. Ein efecto, afiade, «la persona es el ser donal. Segtin su cardcter donal, el hombre es tanto en sf como en rela- cidn: coexiste. El descubrimiento del ser va mds alld de la sustancia por- que atranca mas acd de ella —en este sentido se dice que la persona sub- siste». - Esta subsistencia en que consiste la singularidad ontolégica de la per- sona es también coexistencia, y por ello mismo abierta a la relacidén inter- personal. Subsistencia y coexistencia constituyen la explicaciédn de la inco- municabilidad (singularidad ontolégica) y comunicabilidad (relacién) de la persona. Desde esta perspectiva, jserfa vdlido afirmar la persona como subsistencia abierta a la coexistencia 0 como coexistencia subsistente, en funcién de que se enfatizara una u otra de estas propiedades en frontal oposicién? As FUNDAMENTOS DE PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD aE 6.4, fa persond es un yo corpéres Gracias a la corporalidad, es como se mos manifiesta la persona. «B} cuerpo es la condicién de posibilidad de la manifestacién humana (...) Por eso tenemos un cuerpo cenfigurado de tal modo que puede expresar- la» (Yepes Stork, 1996). De hecho, la persona no puede re resentarse a sf I P j I , misma © a cualquier otra persona sin que comparezca ante ella (mental o realmente) fa imagen del rostro o cuerpo de la persona que recuerda 0 se representa, £ “1 + = ¥ 63 « & « Las relaciones entre el «yo» y Ja corporalidad han sido bien estudia- das en el Ambito de la psiquiatrfa (Lépez Ibor y Lépez-Ibor Alifio, 1974). El yo no és el cuerpo, pero tampoco es concebible un cuerpo sin yo. E] Clicrpo mo cs una pertenencia del yo, aunque el yo en cierta manera le xX esté someticde. El yo se hace presente al mundo a través del cuerpo; pero a su vez el mundo se hace presente al cuerpo a través del yo. Es el cuerpo la instancia que media la relacién entre el yo y el mundo (Polaino-Loren- te, 1975 vy 1993a y bi). sin la corporalidad seria imposible estar en ef mundo y establecer re- laciones con él. La intimidad se manifiesta al otro a través del cuerpo, tk aunque sea empleande el lenguaje o Is accidn. Entre otras cosas, porque i todo lenguaje o accién precisa de un cuerpo para llevarse a cabo. Pero el cuerpo no es la intimidad. EL dewere de la interioridad y el es- cenario de la conciencla —ni siquiera la conciencia corporal— no son el cuerpo. Y, sin embargo, serfa falso afirmar que e! cuerpo es algo adventi- clo o yuxtapuesto a la intimidad. | En cierta forma, el yo tiene al cuerpo y es tenido per él, Como en otro cierto sentide podria afirmarse que el yo es cl cuerpo ——aungue no t . .: _ scan perfectamente superponibles— y el cuerpo es el yo. Dicho mds bre- fa pow farm s c vemente: el yo y el cuerpo io que ponen de manifiesto es la dualidad conformadora y constitutiva de la persona 0, si se prefiere, que la persona cs un yo corpéreo, una carne espiritualizada o un espiritu encarnado. No toda la anatomfa corporal tiene la misma relevancia respecto de la intimidad, como tampoco respecto de las relaciones interpersonales y manifestaciones culturales. De esto ultimo podrfan dar razén mds que suliciente las mujeres, mucho mds sujeras a las modas y modelos cultura- les que los hombres. | We la amplia geograffa anatémica humana, ef rostra constituye la porcion mas relevante para nuestra intimidad y la vida de relacién. Los animales no disponen de rostro; las personas sf. Como esctibe Marfas (1973), el rostro es «una singular abceviatura de la realidad personal en su i Intesmead (...) La persona esta presente en su cara, esta viviendo en ella... Le * - 4 £ La cara es lo persona misma, vista, ws , Noh woof: “ee hed hong a — sO SHR my os eg a o 2 ee xg iat i ees % MI * | Q a! ot me hae a be oo A 7 © 3 a fe A mg ch oe we Bo ia a a SA og & gee a a & soo wel gt eR BS og POE oe “ . me % FOS wee see I st SS “a 00 8 a Oo, i GS a 8 a 8 OS o ome ot mane 3 io ee est ay so x3 “sy c ao. So ©) fd 4 Be ve OS eS te5 8 oy SY a gt Eas = A ow oo 8 = O » eu 4 4 a 4 : : a3 { oo Fa a wy my ae W f ‘ a3 Soe SEE Rees Sek aad eS a 8 n| #928 mo f -S 25 BB SS & 6 g 38 “ fe one 43 = % at oe OES max fore, O0 a . oa sa) ‘aa AOR zat ee teed moog: ih ae py 4a vd PUD . ‘ 2 Se og oe LP me Foe a eed 7 a Q — wo we fOS *s ey sity iota hm rd Oo ¢ 5 © wy er wo “A mw qa « Rb weet C 1 pa eet , & si en “TH oO OS 3 my oot es a, 4 © aq 8 a OS we 1g i he wa S 1a ae Sa eB fot te og | a oO 3 “you PSF fw Se & 3 a3 care i - ad ay & : G © = oe z QO Ps wpb ge wey tad . Be a oO & wipe mee So nad Saad rh oa f et 3d ser me ot tel eS ie t, my eS ‘ne? a werent] of as b Ba é S 7g a0 a f Bag se oe fe 2 o o x ws 8 Poe Ry a @ S Pt d ay aed isa “eal a om on Reagan o @ ocd ee ee i we “ o a>) * ie ee a3 mo? ot = et me O ao * ct 43 “ Soe os a oO Be oy oe GB acm BO 9 Y og gt >» & SS |e ® “ wo 2 os 8 e og’ & m A a a “ eee UO Q ee et < oe ied ant a OS a3 € vant ‘oomprend gence 8 Sb oe het Ps we Se oO Sod & Se ey iy Sky ° S-A & apes > 8 oe 5 SPR SSeS a 72a 08 g 84s gE y t : deny * “2 3 . f ( - : — Sree G3 oo i wD aA cy ey med wage FS “a ao mn ‘ ct ft aA ery on Led ped ua wt . : 4 i) : my fal i pel a ie Pog ff afoe 4 82 a 5 2 oO "8 i 5 S8ast So, 8 x 2 AB 2S bet yh fet my Soa em cao ee 3 oer ~e Ou & cy Tb et cs a 2 8 } a4 eg 43 perk a a ‘ ‘ 33} pram a3 Bom & Qo 8 » a ~ Sou es G& 8 es gOS & Ca ¢ oO 9 nw { * ® Pay se ° o oa ° , a. ee 4 3 go om™t . : - mm pao 48 ca ee a eo Ou a) og Ieee mst ge aq 2 a2 2 O = ao 8 oO eS ay =e om & Bog os © et a 4 of “8 tn ha ae or rn we 4 co et ov tft wo Send ie omen L rj tad Seer $ jy cl Me eg n ‘i ne) Gs osc Cy ~ ‘. da & took ep Pee Set a} , uy OS oT 88 ely es a ma o’g & ye 28 8 Sf dag « a 2 Be Si a = ow a vo i) fe eo Go wm & © ~ & & we Me Core 5 RS a 4 m2 oo & “aS OC oe OO pel cl bs 7 met Ba a. ‘2 se fat OBR ‘2 Oye me ey oy wy weg ey ee | mo : an aa s * 2 mo © OS a a a ey A my Sopa ie Ai wo bays qd sed Cy m Seed Va , O ct “; 13 o 3 eet ind |) fy seed 8 2 peek Clee ke a ci rae “S Aca & oD sas rea OD Rd my wo OG uD Sac Ce a we £F QUE Ff mS 4 3S cg TC > ke OL ey Me QF} a beg won) tsi ° ce hel 4 ba he od ™ oy oy Poi “goed nd tS Som oS pees et re co 2} a mS ory A RS fat * oa e 3 & Sos OS 4 z c ce] ees 3 % tom sep =m oO Gg a) Le ply “TP od Sf & Va Se Sy oY gia & Sg Lb ta be wt ed mes ee } ed “tea en x . gi ay BD 4 ered a? , ae, Send “ey a3 G ecibir r ser or a & pasta 20nd, D 3 " 4 x no ich ” * Cle ddr-te. come darse) y 3 onal, cus im ae 5 Lo ot DAD x se s af a ia per w PERSOMNALI Ht oot p S$. f ao z A c a i 2 Sage enteric Se £ ssonal. 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L ar x ap P At 7 46 | , . : | : ; Y we 43 i Sa } h ue 3 hy, 4 «a By k i 3 ‘ 4 a t z # oe, wo Pe , = oy : wa wus ee fog mat A oO eam pel ox ge x a Fy oo Ce ee = a3 ga : 120 cr mt tong MAE ORG het ao | bag fs an oo Spel yemend ‘ ci gS wre ancnak f ‘ ay . o mud steed top] ag RG Lg beg ded fe cS ed = % : > C8 & og Oe 226 JF ACER SR BE B o> a Ste go wey fis . mi ea werd SOT RS 3 } + omy Oe 5 a Ld i a, Sea e BS CRB SEs woES SS REET S288 5 mh eet OD OM Eee | a al ee oe oS oe fF oe FS a aad Sam weal Sooke ay aah ° 4 gt est 2 , Ste me Ge Es wey SE G2 % wf ok ee aw we ie 3G ae ees 7 6 Ge Ys et oS COL eo ff Ton "a w« & & . oS £ S45 jet ws Qe 3 ; elf a ot oe : more OB pomees to Shr 5 Sa f eS st Bernd C4 Ve eet A op ogy fad 4 pm thes 4 t . tad seg , heey a ns x es Fiat Gy ° Spe bed ER bug Be Hered tet a i; Rest ao Sy 0 Ay WG gs x és ee GF Sw oe ey TRO py gy BH “No eo GC 8 my WO Sd & 248 s Saf yet “ te ED SU ke oF Ris bio ww SE et gt md ee? 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Roe ee © my) oO” 2S ee S @ nee He ee @ 6 BP OTS OQ i as : oS Sa a i. a Y soe 8 Se soe & a R Loss a ek EB oR OS me MS ee J OO Mo Gh mw oa o oO 8S - oom lL BR oY 42 OU fF a3 a a eer Py pawl ‘ “ » ne rT jes " Se cee | AD Aes ©, Se SUS S se ses Y SOR Es EBA S&S BEE eB ¢ R a Ag S o y “ , Og ‘ i ‘ pas aye) 2 : : ~ eA) uy — 8 28 mem of Ss Boy Yas be ws ao ay a & a on ms Bags ~ 2 ae tae 1 wet + Fe fh mas “ual Ws ¢ es f ne t ey te ete wn tt a ~ py RM sae gets Po get ded, gel | dag led riyath * : C2 co + ag € bee TH af Of i aa GB Ve OS es. 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El didlogo es el instrumento util para la comprensién, para sentirse com- prendido, para tomar conciencia de que no se esta solo, de que lo mas la- cerante o lo mds gozoso reobra sobre la persona con un dlistinto significa~ do cuando se comparte con otra. Sentirse comprendide es como hacer pid en la propia existencia, experi- mentar que lo que nos afecta también le afecta —y no sabermos con que in- tensidad— al otro con el que se comparte la intimidac. Pero si se com-par- te, el peso de su contenide también se fracciona y distribuye de otro modo. Puede afirmarse que cuando el dolor se comparte, disminuye su inten- sidad; por el contraria, cuando la alegria se comparte aumenta su intensi- dad y extensiéa. En el caso de esta ultima, habrla que decir que la dlegria se acrvece en la medida que se comparte, y disminuye en la misma medida que la persona se la reserva para sh sola, De nada servirfa abrir ese didlogo, fecundo y majestuoso, si el otro no escuchase. Dialogar tiene mucho que ver con saber escuchar y tambien, aun- que un poco menos con saber abrivse. En el didlogo es mds importante escu- char gue tomar la iniciativa, atin cuando esta Ultima sea muy importante. Nos hallaraos aqui ante una paradoja: la intimidad cs lo que natural- mente esté a recaudo de la persona, respecto de la percepcidn del otro. Pero al misma tiempo, la intimidad no se basta a si misma, sino que anbela ver- tirse a la intimidad de otra . persona, a fin de compartirla y encontrar un punto de equilibrio, en el que comprenderse y autoexplicarse la persona a Sin comunicacién no es posible ni la vida personal ni la vida social. ¥ es gue, como escribe Yepes Stork (1996), «el conocimiento de la propia identidad, la conciencia de uno mismo, sélo se alcanza mediante la inter- subjetividad, es decir, gracias al concurso de los otros» (Taylor, 1994), . 6.7. La persona es libre La libertad cs una de las notas mds radicales —-y hoy mds defendida, aunque no muy bien entendida en la sociedad de Ja persona, La liber- tad se hace patente en él actuar humano. En efecto, la persona reconoce _-y se reconace, alinque no siempre-—~ en les actos que realiza. La perso- na es duefia no sdlo de sus actos, sino del principio de sus actos, de «aquello cuyo principio estd en uno mismo» (Yepes Stork, 1996). Por eso, precisa- mente, cada persona elige Ja trayectoria biogrdtica que constituye su vida 2 y hasta su propio destino. 48 FUNDAMENTOS DE PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD rset nmin th MA tener rere rrearnntertpnh hrth rho arpa mint te A eR Een rrr PR Algunos autores han reducido la persona a sus actos, sin precisar ni adentratse, como deberfan, en la explicacién de algo que es mds relevante y fundamental: sde dénde procede esa capacidad para actuar libremente? En cualquier caso, como escribe Ferrer (2002), comentando a Berg- son, «el acto libre es irreductible a los intentos de explicacién desde den- tro o desde fuera de su agente, sencillamente porque es un acto que en su realizacién no puede ser objetivado, ni a fortior? reducido a unos factores explicativos»..- EI hecho de que la persona esté dotada de vida inieligente es lo que puede explicar la procedencia de esa capacidad para comportatse y actuar libremente. En efecto, la persona no depende tanto del medio y/o del apren- dizaje como es cl caso del animal. Igual sucede respecto de la relativa e im- portante programacion filogendtica con que llega a este mundo (instintos). «Lo propiamente humano —-escribe Yepes Stork, 1996— es la capa- cidad de darse a st misme fines y de elegir los medios para levarlos a cabo. Esto és la libertad: el hombre es duefio de sus fines (...) En ef hombre ef « pensamiento es tan radical y tan natural como la biologfa». Esto quiere decir que la persona es capaz de asumir los motivos por los que opta, motivar con ellos su comportamiento y dirigirse a los fines que se ha dado a s{ misma. | | La conducta libre, como nota caracterfstica de la persona, manifiesta y relrenda al mismo tiempo otras notas.a las que.antes se aludid. Siguien- do a Scheler (1960), este es el caso de su singularidad (ninguna persona se reduce a un caso de la ley general) e identidad (a pesar de la multiplici- dad y diversidad de sus comportamientos, permanece como la misma persona —-lo que resiste a los cambios), lo que le remite precisamente a su. ethos. | Desde este horizonte resulta mejor explicada la accién humana libre, pues como afirma el autor antes mencionado, tal comportamiento «se efec- tua segtin la idea y el método de una persona, que acta segtin su esencia como la misma en todas sus manifestaciones, cualquiera que sea el modo como estén dispuestas espacial y temporalmente y cualquiera que sea la cla- se de mecanismos fisicos y corporales mediante los que se realizan». 4 6.8. La persona es un fin en st misma La distincién entre medios y fines resulta imprescindible para entender la accidn humana. El ctiterio para esa distincién es respectivo casi siem- pre de la persona. La persona ne es un medio, sino un fin en st misma. Esto se sabe ——o debiera saberse— desde Kant, quien postuld lo que sigue: «Obra de tal modo que trates a la humanidad, sea en tu propia go Aha? ee x - , cd “Sy a S Fa 4 oO gor oy > 2G mtg : a3 spood Pm, Ty nee a = Pe ee 1 fe aw OS A LS ee OF fom Oy oO Soa male a3 4 et oe aa ser eng ae * : (o ie * fi eg he tS < EE Te ett a None fe oe em esa ere ’ a) a farts cond Qe eu 4 serene et ee gat a2 fad cme eS “a fend = i : wepek 4 Sow — ton UO oa TM ow SOAS ne me oo $f “ . © aos a oH om £3 a SOS so OS on an 3 oa is ae my > ae tt nay] sso St > “3 rs pone Po . 2 ony omens 1. eg ES See sy “ane SM gp pd he re BES rae ‘eae saps fr ed eS : front . a 4 aed On “a “web eee: ‘abd a a ~ ot bet ra GP ae MS ne ee a OS vt wm a my dS 3 ij ey oy . e ~4 em : {3 way we Q = ge Sh orl te ei OE) bs i i Gs “= Cy se may e “eek Rad on 5 hay : fi OGM Ao f ; pot ad Sega e aot S Mines on a ae Pe cr at Qe - es en a) ped ‘i oS eomnig i Saat brent serh g ry os a wt ay Teed, & a Be Sag Nod eS ao Scere” pani Z) Yee gn ey, > y oes = a snd ~~ ‘ = : 3 i sa . } gy . La a mee eg eu Skat 4 oS wry » © wm &) Om a: Go RS é | 63 fe 4200 04 a nn rr fy bet By sy Lu} ee UME ast wen pool Saad a ps os a) "ey cee ‘peed wr, Pres sonal a ee 3 ewe a roland 4. Rey Se “yey ge oy “i shoe =O fy Ym cog Ve ots a oS : ns mtg sed SD Se ee ba oo nn en ep et Ba pera mt a A} Rs wo es C} Gy ke we ON = od rd ae OR ey i Sm eg a * Naat “rant Ak bend wey 4 " a ‘ena of =~ Bru toad | <3 mt w oe a @ Ge Ua ty 2S A Wy Sq * i a “ eee Sa tw el RS i oe Co abet ae Sng ' a i = ‘ea \ seat py Arey, Ly ‘ ‘s a ne 4 a a) = my Ot Si ms m4 Qe oa, Ay eat Om Oo og a3 A mt OS es eo Og tea beh we OQ fet oO rus eet = = be . th w a ~_ oe rant % ae a é Thy ew i: ey ee ‘> ® pene ot Kas a es ped a ee one? o inet oA wccag | tad ex mt Need 7 Q Mt 8 ca og eats send ra Bd * ed oct gy “Se «dS uO Pom. 8 SS mod OU ny os e decd ot ~ Feed gu weed mi , rt Bh ead aecame fe oe te & peed 2 Soe =} mw Toa, og FS eo OS se GB ON eg i Bey one a we : Le a a aS ra sy BS ext ged Ld weet ke OM 4 Sep coe ON Ry cr Sof Ome “Re ome A QO" SA og & ee a i . es a i ¢ ~d bout Sancd ga O onl oe oe 4 4 amt eS ie od wed ~ = : Fee wee ? . : ins 3 * ’ ‘. or oa ; anf es eh wei ed es te 4 2 wy mee ay . me dosot ed % i pal oe , us es a “ pote , er et rr Cy son ee fy Od “oo 7. a3 ss Te men eee wt oe or wo . ¢ ~. £ wd sid 8 Sesame! * estoy, Nees “— y amet a : oy Sy ee deg es} em 4 ae 4 uo Sed : : om py “4 Sad ; By a 3 ” a oro ey : | mh “oa eS oS -@ & vent gmat “Oo ai Co an 3 “7 i ved CO eg Ate “0 “CO & a 6 OG Ry @ wa a os Scale : % Ve ory Sod St hey, te, Nene! ut raed meet i a3 ge ‘ foot 4 : : — ary a3 Meet at end ps pl put ; 44 ° re ae ee es out) Gy owt oye fang ome ed St 42 Z| aig fs Ge & 4S § od | ole Qa°o w at nt Ss ine - i 5 : ai | ‘ ae gad 1 . i Ea . ued 3 a ty i} e ot pet beg ey ae pl send Ay rea a Keng i paca | ed +f Ep owt ab ous ‘ Ly eS =“ xy we venyen} mo to aa 3 | M4 _ & @ a “a ry} 5 og YO : ne 8) wi . * teed tng r ¢ sont — a \S oo i es a 3 a oo ~ Fete co ro eG t a 9 be a a s at weed og te ° a AY ¢ th, r" om, | aa a Sat ‘i 3 tech oO 5 So + ened ee ws yn “ae et r 3 ay a , os gy SS Cea hug aah “ ~ a Pe Rep ey so. I f ~ CG ve Sond : bag f ® Ned wa we se ‘. my eS ‘ aa gol Crs ted we, C3 wed ' . ey rs eg “ Se ded = a OG 5 8 ~~ a NOG et OS OS gk “4 7 send : my * os a foe sents spared ae So fal | a Gog Bg ved ay gs ey ays A @ os a — wd bet OR tay » © om ES wet a & ' os fee 8 5 = pe 2 nO 8 Sf mG = OTS Pe a DO Yo gS hs Fn zed rm w Sank in ay Ae pean os Se eye Na m= ed = £ a Sn ey oY o-oo a Fo eG 8 » 6S oS EE mb YS ‘ a) £3 Pan s + OS ~ te wtf Sh ai” : " t 1] a eee gu 8 Gf a 8 © Sm 8 . of 8 OS ges s a & eS mom Y me ™ ° ° nS a @ Su ft ao ws > ea “= fet a eet os Le = Ye ae 6 ° eh “ bas i . 2 .. = red a i 2 Ai 6B BR OR BO Ss ab wth € Oo & S . £8 & ty ; E : ‘ Tip “ fer, . ca wl ? t a feed | 5, & g np RD SaaS oe § 9g? B- ao f° a ; | a ea ms Boo Ss ms FS oO = i & OS a) us et if “ ar = gieed . ‘ i ran 2 uc e pes 8 ee a & KF < peererh “ 3 oe en re A wt aed , oe So en mend «J gfss ve a3 nha 3 SA ben “ee a s a le me & : woe J gh ot fos me ee aye Ek Gime ey do aS a um 6 ot OY Ree” a) = fl oed JSS a ots “, : ten Ned ve 3 em Fane po vam RD a) © © . 4} s pe eg BAL ay Say rs = ax a3 es : : ! , “n LL or Sao 8 & a > eg Ee OD a O8. Se DR 8 &. Ooo og * oS a Si \ 4 a a me 4 7 pad “a we, wooo 6g} fi fet G3 Ned oe : ed A BON SR ee a » 28 wee Aa a Cos Bie SS ©) Sep eel Sou OB Oo em A a ge ON ek wy =a Meg a ay mS a Chey sent ed = oa es a3 pe a c ‘wt oS os i po ee om “3 il I 3 ‘ea at 4 mS let 4} tO = = a ees : : wt way a om OF & Shee = ee apy OO a oD oO 8 Oo goo & ar i vet tN phe sp ome fo 8 os a ie a os Woe fe O wm O f "Co > Ry "kN a Lo og gh word gd mt Ss drord . eo ie “™ B&D of ogy wep RS 5 we ° w Me te of an eet (O'R , 2 2 As xed rem g cmmd * zi ead + +48 4 gent ae 4 ri M3 EA OB: ¢ Fieve oe raat my 43 a rd a3 z et pease fy, senad ny tem 5 we eg tomy - n ; ed mi SE wea uF ‘ereloa! gee Hroetad Nef ‘et i Qi} “ tend ne 3 ~ ‘4 rah 4 ‘, YM ; f q ‘i io v0 Pua Net on : & e os 0 Ore wy TS sf o oy oe fs ee ca on wid Se a c em a3 want _ a fe “ Ss sand / + ey ? val } fed YY 4 Mime } on gop gs ‘ Gee & Soe us 2 et oo Ss 5 Oo ge Deo & o 8 eo, a 22 o & om cm . & Os 2 a a MA rR Ow ef OO 8 2 8 8 gf “Dg SOPs a me oa ‘ES kk ok oy fj Of , Os * bert - yd “4 ON wecpend ed Pr ed * ‘ng ia! a4 = Ph tag J 2 a kn wT A CP ele ET} Pio om ay. oS re a Qo Oh +3 Soa ° Be 0 8G & ote “@ AeA” Bee Ss Oe mw SO By ae 8 SG Bh * a a at cad we y ia a md - el i ine ph: " ft # cet ty 2 na wi ny 3 ey mat 2 gee et Sa 3 4 toy ~ tad Pa vs mae & om ged ; Re, poatena esi - a2 t 3 Snel Ba, 3 Bee, - a my ra aed we I got Pe a! “ 13 ‘ech ey 4 wa : “2 apraned 4 4} mR pt eal RS i ‘se C ‘“ So ee “a & othe SQ 2 og ow ¢ ‘ et US ma Te oy a fh Gea we 3 oS oor a za Gad ties i ae} cag 2 23 os pact at np oe potest 5 1 a mt mo & O 2 & oS = = “ta =i : £ Go & “S &.2 0 0 & og 59 FUNDAMENTOS DE PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD cer en ella una inclinacidén natural y mds fundamental que aquellas a las que, precisamente, unifica e integra teleoldgicamente, por constituir en ere odo caso meros fines sectortiales, parciales y siempre transitorios, que a sf misma se cio. Cualesquiera que fueren los fines parciales y subordinados que jalo- nan la existencia personal —a veces como verdaderos y relevantes hitos biogrdficos——-, el hecho es que la nocién de fin en st misma, preside, orienta, integra e identifica la totalidad de las tealizaciones llevadas a cabo por ella. Este principio unificador sale garante de la unidad ¥ unici- dad, de la singularidad e identidad personales. Lo que demuestra que ninguna de la acciones emprendidas por la persona es absoluta, a pesar de los intencos de absolutizacién de Ia accién levados a cabo en algunos sectores de la posmoderidad. Porque ninguna de ellas es fin en sf misma de la persona. Sdlo la persona en sf misma tiene un cierto cardcter absolute, al que naturalmente han de estar sometidos cualesquiera otros fines que se proponga alcanzar, por ser relativos, 6.9. La dignidad de la persona Una vez se han expuesto las anteriores caracterfsticas de la persona, atirmar la especial dignidad que le compete resulta una cuestién casi ob- via. En efecto, las notas a las que aqui se ha aludido adornan a la perso- Ha, presentindola a nuestra mirada como el ser mas valioso, sublime y noble de cuantos existen en la naturaleza. | La excelencia se realiza en la persona en un modo cualitativo y cuan- titative sin parangén alguno en la natutaleza. Esa grandeza es constituti- va y, por consiguiente, le pertenece y le es propia, por el hecho de ser per- Sond, con independencia de cudles sean las metas que alcance o no en el cecurso de su vida (Mclendo, 1999), La dignidad tiene mds que ver con la intertoridad de la persona que con los resultados que obtenga: con lz singulavidad ontoldégica irrepetible, que le caracteriza, que con el alto nivel de calidad de vida que pueda ob- tener, por muy clevade que éste sea; con fa irrestricta apertura a la verdad que con la acumulacién de la cuantiosa informacién de que pudiera dis- poner; con la capacidad de davse a los otras que con el mero recibir a tra- vés de Jas transacciones que haya realizado, por muy generosas que éstas fueren; con el hecho de descansar-en si-mmisma, en. que consiste (Spaemann, 1989), que con el refugio en la fortaleza social mejor blindada; con la ca- pacidad activa de ser (autonormia) que con la poderosa magnitud y rele- . ope i y . . i lene mete 4 yy ae _Vancia gratificadora del modo en que responda al flujo estimular; con da libertad personal, que le hace experimentar que tiene ia vida en sus manos INTRODUCCIGN AL CONCEPTO DE PERSONALIDAD WAY — que con la seguridad y dependencia que le proporciona la estructura so- cial mds poderosa en que pueda cobijarse. Esta dignidad constitutiva atraviesa e ilumina el entero vivir de la persona, desde su inicio hasta su término, y esto con independencia de que la persona se deje guiar o no por ella, o acttie para consolidarla y acrecerla o para disminuirla y quebrantarla. Pero mds alld del actuar y del comportarse humano, la dignidad constitutiva resiste todos los embates. Siempre quedard un residuo de dignidad —por mucho que cueste recono- cerlo, en ocasiones— a donde la persona puede volver una y otra vez, para desde alli tratar de nuevo de encontrarse con quien realmente es. Como psiquiatra —préximo ya a las cuatro décadas de ejercicio pro- fesional ininterrumpido— he de constatar que por muy variadas, desa- lentadoras, antinaturales e inhumanas que hayan sido las peripecias de la persona a lo largo de la travesia de su vida, tengo observado que siempre ha podido volver sobre sf —dejo a un lado el sufrimiento que este sende- ro comporta— para encontrarse y reconocerse como quien es, como ese alguien remoto cuya grandeza y rebustez cualitativas todavia alza su voz para hacerle consciente de su dignidad. La persona, qué duda cabe, puede des-hacerse a st misma al hacer su vida. Pero esa hechura de que naturalmente esté hecha —su dignidad— es muy dificil de acallar y, desde luego, imposible de extinguir por completo. Permanece siempre un eco lejano de la dignidad, presuntamente perdida, en el honddn del corazén humano que, apenas se le permita expresarse, se transforma en voz clamorosa, animante, vigorosa y verdadera que persua- de a la persona a ser quien es: «Recomienza —-dice en su interior—, deja el pasado, crece, octipate del futuro, trata de rehacerte, aprende de tu ex- periencia y sirve con ella a los otros, procura comportarte de una forma mds digna y as{ «merecerte» la dignidad de que fuiste dotado, dbrete a la verdad y al encuentro con los otros, haz uso de tu libertad restaurada, no te dejes esclavizar por lo que fuiste, sé fuerte, tti puedes, inténtalo una vez mds, comienza, toma ya una decisién, prueba a hacerlo, persuddete de que todavia puedes ser quien eres, quicn quieres ser, quien debes ser. En cierto modo, habria que concluir aqui, que esta es una de las mds importantes funciones de la psicoterapia: ayudar a las personas que se han des-hecho al tratar de hacerse (erréneamente) a si mismas, a que rebagan sus vidas al tiempo que re-hacen su dignidad de personas.

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