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CAPITULO 23 Glandulas mamarias “Hablais del fuego del genio. Mas de una bendita mujer, muerta sin gloria y sin ser recordada, ha brindado mds del verdadero calor vital que guarda Ja vida en las almas humanas, sin una chispa que pase fugaz por su humilde chimenea para contarlo al mundo, del que haria humear a una docena de teorias, 0 arder a un centenar de odas, en las mentes de tantos hombres de genio. La glindula mamaria es un cuerpo glandular par ubicado entre abundante grasa y tejido conectivo en la mama (lat. mamuma, gr. mastos). En la mujer, la glén- dula alcanza su completo desarrollo en la pubertad y en relacién con el ombarazo y la lactancia, En el hombre permanece pe- quena durante toda la vida. Histogénesis Las gléndulas mamarias son gléndulas cuténeas modificadas y se desarrollan a partir del ectodermo cuténeo. En la vida intrauterina se forman dos engrosamien- tos lineales del ectodermo cuténeo, las Ife neas mamarias, que se extienden a ambos lados desde la axila hasta la regién ingu nal. En el ser humano, las Iineas involue cionan, salvo las correspondientes a la z0- na pectoral, donde a ambos lados crece un botén epitelial epidérmico profundo, que se rodea por una condensacién del mo- sénquima subyacente. Hacia la mitad de la vida fetal, de la parte profunda del bo- t6n aparecen unos 20 botones secunda- rios. que contintian el crecimiento en pro- fundidad como cordones epiteliales que se canalizan y se transforman en conduc- tos, y antes del nacimiento se ramifican un par de veces. Cada uno de los 20 con- ductos representa el primordio de un 16- bulo mamario, El mesénquima dérmico que rodea los conductos se diferencia on tejido conectivo laxo, que rodea los con- ductos y sus ramificaciones (corresponde a la capa papilar de la dermis, véase cap. 17, pg, 455), y en tejido conectivo denso, que forma los tabiques entre cada primor- dio de conducto y divide la glindula on l6bulos (el tejido conectivo denso corres- ponde a la capa reticular de la dermis) Al nacer, las mamas de ambos sexos son de mayor tamafio que en la primera infancia y a menudo aparece secrecién de la papila, que recibe la denominacién po- pular de'“leche de brujas”. Estos signos de actividad se deben a la estimulacién de Ja mama por la gran cantidad de estroge- nos producidos por la placenta que Megan con la circulacién fetal. Después del naci- Oliver Wendel Holmes miento, la parte secretora del primordio glandular sufre una répida involucién y en varones no se observa desarrollo ulte- rior importante del tejido glandular du- rante el resto de su vida. Por el contrario, en las nirias se produce un crecimiento en Ja pubertad, como consecuencia de la es- timulacién por los estrogenos ovaricos. EL crecimiento conduce al desarrollo ulterior del sistema de conductos, donde las ter- minaciones de cada ramificacién forman pequefios engrosamientos, que son_pri- mordios de los alvéolos. Los verdaderos alvéolos secretores recién se desarrollan en relacién con el embarazo. El cre miento en tamafio de la mama, relaciona- do con la pubertad se debe, sobre todo, a desarrollo del tejido adiposo y aumento del tejido conectivo. Papila y aréola mamaria Las papilas mamarias o pozones y las, aréolas mamarias (la parte redondeada y pigmentada que rodea el pezén) estan re- vestidas por epitelio plano seudoestratifi- cado. Las papilas dérmicas que contiene son muy altas, por lo que trasluce la he- moglobina de la sangre capilar y confiere a la aréola un tono rosado en los nifios y fen las personas de tez.clara. Con la puber- tad la piel se pigmenta, debido a que las hormonas ovaricas, sobre todo los estroge- nos, estimulan los melanocitos de la aréo- la, Lo mismo ocurre con el aumento de pigmentacion durante el embarazo (véase cap. 17, pag. 453). El pez6n contiene can- tidades importantes de musculatura en disposicién circunferencial y lon; dinal. Por contracci6n de la musculatura (p. ¢).. en la lactancia) se produce la erec- cidn de le papila. En la periferia de la aréola se encuen- tran las gléndulas areolares o de Montgo- mery, que sobresalen a través de la piel como pequefios nédulos. Producen una secrecién rica en grasas, que protege a la aréola durante la lactancia, cuando les glandulas son mas prominentes. Ademés, en la aréola se encuentran gléndulas sebé- ceas y sudoriparas comunes. GLANDULAS MAMARIAS. 679 La piel de la papila posee una rica iner- vaci6n, cuyas fibras sensitivas represen- tan la via aferente de los reflejos de erec- cién de las papilas y la liberacién de pro- lactina y oxitocina por la pars distalis y la pars nérvosa de la hipéfisis, respectiva- mente, Caracteristicas histolégicas La gléndula mamaria es una glandula alveolar, compuesta por tnos 20 Iébulos, separados por tejido conectivo interlobu- lar denso y grasa. Cada I6bulo contiene una glindula independiente, cuyo con- ducto excretor, el conducto galactéforo (lat. fac, leche; ferre, portar), posee su pro- pia desembocadura sobre ia papila (fig. 23-1). En consecuencia, la glindula ma- maria esté compuesta por 20 glandulas independientes. El conducto galact6foro esta revestido por epitelio de dos eapas, cuyas células basales son ctibicas, mien- tras que las superficiales son cilindricas. En la desembocadura, el epitelio se trans- forma en plano estratificado. A nivel de la aréola, el conducto galact6foro se ensan- cha y forma un seno lactifero, que sirve como reservorio de leche. La abertura s0- bre la papila mide unos 0,5 mm de diéme- tro, por lo que se distingue a simple vista. Las ramas de los conductos galactéfo- ros forman conductos interlobulares re- vestidos por epitelio cilindrico simple (fig. 23-2), que disminuye paulatinamente de altura hasta ser cibico en los conduc- tos excretores intralobulares més peque- ios. Entre el epitelio y la membrana basal siempre se encuentra una capa de células mioepiteliales (corresponden a las células mioepiteliales de las glindulas sudoripa- ras, véase cap. 17, pag. 476, y las gland Jas salivales, véase cap. 18, pag, 488). Las ramificaciones del conducto galact6foro estdn rodeadas por tejido conectivo laxo muy celular, sin contenido de grasa. Gada Isbulo se compone de numerosos lobul Mos, formados por las ramificaciones mas pequefias con el tejido conectivo laxo in- tralobulillar circundante (figs. 23-2 y 23- 3). Cada lobulillo recibe un tinico conduc to terminal. El conducto galactoforo se ra- mifica por dicotomfa, del mismo modo que el Arbol bronquial. Un conducto ter- minal penetra en un lobulillo y se ramifi- ca en forma irregular (no sdlo por dicoto- ‘mfa) hasta alcanzar cierto niimero de con- Fig. 23-2. Fotomicrografia de una seccion de un lobule de una gléndula mamaria en repo- ‘80 (es decir, de una mujer en edad féril, no ‘embarazada ni lactanta). Corte coloreado con hematoxilina-eosina. »S5. 630 GLANDULAS MAMARIAS Lobulllo vacio Conducto galactétoro Seno galactotoro Espacio entre tabiques de tejido conectivo ductillos intralobulares. EI conducto ter minal con el lobulillo correspondiente re- presentan Ia unidad funcional de la ma- ma 0 unidad ductulolobulillar terminal, que mide menos de 1 mm en la mama en reposo (véaso mas adelante). Los lobulillos estén separados por tejido conectivo inter/obulilfar denso. El tejido conectivo denso que rodea todas las rami- ficaciones de un conducto galactéforo, se denomina interlobular, dado que se} Ios lobules individuales. Cabe destaca in embargo, que los 1ébulos no son unidades bien separadas, sino que presentan cierto grado de entrecruzamiento, como se obser Va en las intervenciones quirdrgicas. En la parte mas profunda respecto del tejido Fig. 23-1. Dibujo que muestra en tres dimensio- nes las principales ca- racteristicas histolégi- ‘cas de la glanduta ma. ‘maria (la glandula pre- sentada esta en fase do lactancia). (Segan Gray.) ‘Tejido glandular (alvéolos) Lobuillos Tejido conectivo intralobulilar Tejido conectivo interiobutilar Conducto excretor interiobular CAPITULO 23 —— Célula rmioepitelial Conductos Tejido conectivo intralobuillar Telido conectivo interiobuillar Ted conectvo o wterlobulillar Lobulllos Tejido conectivo intralobuiliar Alvéolos: CAPITULO 23 glandular, pero mas superficial a la fascia sobre la musculatura pectoral se encuentra una condensacién de tejido conectivo, la fascia profunda de la mama, desde donde se extienden gruesas hebras de tejido co- nectivo entre los Isbulos do la glindula, para fijarse a la piel suprayacente. Estas he- bras de tejido conectivo se denominan, en conjunto, ligamento suspensorio de la ma- ma o de Gooper. Después del embarazo y la lactancia, cuando el tejido glandular au- ‘mont6 notablemente su volumen, estos gamentos quedan estirados en exceso y no recuperan su longitud original. por lo que el busto cuelga hacia abajo. Las porciones terminales secretoras se componen de alvéolos revestidos por ep! telio eiibico 0 cilindrico (fig. 23-3). Al igual que en los conductos excretores, hay tuna capa de células mioepiteliales entre el epitelio glandular y la membrana basal, Las células mioepiteliales rodean los. al- véolos glandulares con prolongaciones ra- mificadas_y corresponden a las células mioepiteliales de las gléndulas sudoripa- Fig. 23-3. Fotomicrogratia de un lebulille ma- mario de una glandula en Nétese e! telido conectivo laxo intralobulillar rico en célu- las, comparado con el tejido conectivo denso interiobulllar. Corte coloreado con hematoxilina- ‘eosina. <240. ras y salivales. Alrededor de los conduc- tos excretores las células mioepiteliales estén menos ramificadas y se disponen en sentido longitudinal. La estructura descrita se refiere a la gléndula mamaria de una mujer en edad {fértil, no embarazada ni lactante. Este es- tadio se denomina mama en reposo. Un corte histolégico de una mama en reposo muestra predominio del abundante tejido conectivo denso interlobular. El parénqui- ma epitelial se localiza en pequeiios islo- tes de tejido conectivo laxo (el tejido co- nectivo intralobulillar), bajo la forma de un pequeiio grupo de conductillos y, en ocasiones, con alvéolos rudimentarios (fig. 23-2) Ademés, se observan ramifica- ciones mayores y menores del sistema de conduetos excretores interlobulillares. Rara vez se distinguen alvéolos con luz verdadera, dado que en este estadio la ma yor parte de los alvéolos son pequeiios en- grosamientos epiteliales masivos, sin lu- Ces, en los extremos de los conductillos. Glandula mamaria durante el embara- zo y la lactancia (glandula mamaria acti- va). El embarazo conlleva un notable cre- cimiento del parénquima epitelial. con disminucién simulténea de la cantidad de lejido conectivo intralobulillar primero y luego interlobulillar. En el primer trimes- tre del embarazo se observa un notable in- cremento del sistema de conductos escre- tores, que forman numerosas ramificacio- nes terminales nuevas, los conductillos intralobulillares, sobre los que se generan gran mimero de alvéolos, aunque atin sin luz. visible. El crecimiento relacionado con el embarazo se debe ala estimulacion por estrégenos y progesterona producidos en mayor cantidad por los ovarios (en el cuerpo hiteo de la gestacion) y la placen- ta. El crecimiento disminuye luego, y en la segunda mitad del embarazo el aumen- to continuado de tamafo de la mama se debe a que las células epiteliales alveola- ros crocen en altura hasta ser cilindricas y a que los alvéolos se ensanchan y adquie- ren luz (fig. 23-4). La luz esté ocupada por Fig. 23-4. Fotomicrogratia de una seccién de tuna glandula mamaria de una embarazada, Nétese la mayor cantidad de tejido glandular, ‘que ocupa casi todo el lobulllo, ademas de los rides aivéoios llenos de secrecion. Corte colo- reado con hematoxilina-eosina. «110. GLANDULAS MAMARIAS. 681 una secrecién eosin6fila rica en proteinas, que conforma ol calostro (lat. colostrum, primera leche). El calostro es la primera leche secretada en los dias posteriores al parto. En algunas especies animales (en especial yeguas, cerdas y vacas), el calos- tro se compone de gran cantidad de inmu- noglobulinas, que en estas especies son absorbidas del intestino del recién naci- do. De este modo, las crias obtienen la in- munidad pasiva contra las enfermedades que en muchas otras especies, entre ellas el ser humano, se obtiene por pasaje de: de la madre al feto, a través de la membra- na placentarfa, en el perfodo fetal (véase placenta, cap. 22, pag. 674). Desde el punto de vista histolégico, la glindula mamaria de la embarazada se caracteriza por la presencia de cantidades crecientes de tejido glandular y decre- cientes de grasa y tejido conectivo, dado que, como se describié antes, hay una mo- difieacién gradual do las intorrolacionos. Durante la lactancia se modifica el aspec to de los alvéolos en distintas secciones de la gléndula, dado que se encuentran en distinto estado funcional. Al comienzo de un ciclo secretor los alvéolos son peque- fos y estén vacios, el epitelio suele estar plegado y las células son cilindricas. El extremo apical es irregular y sobresale ha- ia la luz. El nticleo se localiza en la por cin basal del citoplasma eosindfilo, pero con cierta basofilia en la parte basolateral. Durante el transcurso del ciclo secretor, las Iuces de los alvéolos se lenan de le- cho, que se distingue como un material granulado eosindfilo, en el que se encuen- tran gotas de lipido. El alvéolo se dilata y crece en tamaio, y el epitelio se transfor- ma on ctibico bajo, con una superficie lisa y regular hacia la luz (fig. 23-5). Durante al proceso de secrecién, en el citoplasma apical se distinguen grandes vacuolas r dondas vacfas, que han contenido gotas de Iipido extrafdas durante la prepar cin, A menudo las vacuolas sobresalen hacia la luz. También se pueden ver pe- quetios granulos eosinéfilos de secrecion, El mecanismo de secrecién es distinto para las proteinas y las grasas, lo cual se demostré por investigaciones con micros copla electronica (ig. 23-6) La proteina de la leche se sintetiza igual que las demas protefnas, en el reti- culo endoplasmético rugoso, y se empa- quota en el aparato de Golgi en vesiculas redondas, que se liberan del apice de la célula por exocitosis, es decir, por secre: cién merocrina. Varios otros componentes de la leche, entre ellos la lactosa, también se libera por exocitosis, al igual que la IgA. que, después de ser sintetizada y secreta- da por las células plasmaticas del tejido conectivo intralobulillar es incorporada 682 GLANDULAS MAMARIAS Fig. 23-5. Fotomicrogratia de una seccién de tuna glandula mamaria en fase de lactancia. Nétese el tamaio variable de los alvéolos. Ade- mds, obsérvese el tejido conectivo intralobulllar © interlobulllar, muy escaso y casi totalmente

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