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\MODERNIDADES COLONIALES: ‘OTROS PASADOS, HISTORIAS PRESENTES // Saurabh Dube, Ishita Banerjee Dube y Walter D. Mignolo coordinadores i (CENTRO DE ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA EL COLEGIO DE MEXICO toe : Ie : Us 309 qaa9 Modernidadescoloniles:ottor pasado, historias presents / Saurabh Due, lshita Banerjee Dube y Walter D. Mignolo coordinadores, Mésica + El Colegio de México, Centro de Estdioe de Asay Africa 2004 306 p. 21 em ISBN 968-12-1133-2 1, Hiern idence. Dube, Saurabh, coord. II: Dube, Ishita Banerjee, coord TL Mignolo Waler D, coord ial Siglo «2. Postmodernism 3. Oriente y Oc Portada de Irma Eugenia Ala Valencia Primera edicién, 2004 D.R.© El Colegio de México, AC. ‘Camino al Ajusco 20, Pedrogal de Sant Tress 10740 Mexico, DE. srocolmer x ISBN 968-12-11332 Inmpreso en México oaypoqoa KM 205658 CONTENIDO. Prélogo Introduccién. Cuestiones acerca de las modernidades colonials, Seurthh Dube Lectura de un silencio: el “indio® en la era dl zapatismo, Josefina Saldaia-Portillo Entre la antropologa y la historia: Manuel Gamio ‘yl moderidad antropolégca mexicana (1916-1935), Guillermo Zermefio Espucios encaneados y lugares moderns, Sauntbh Dube Geografias posmodernas, ‘Madi Dubey Oriencalismo, antiorientalismo, relaivisme, Rubin Chuagui Dominacién imprecisa: el Estado colonial y sus contradieciones ‘Sudipta Sen Henry S. Maine: historia y antigtiedad en el derecho, André Lira Sistema-mundo y “tansmodernidad", Enrique Dusel Capitalismo y geopoltica del conocimiento, Waker D. Mignalo urocentrismo, saberes modernos y natualizacién del orden global dl capital, Edgar Lander Ciencias sociales, violencia epistémica y el problema de la “invencién del oto", Sensiago Castro-Gémex a) 9 B 9 ” 9 ns 5 165, 13 201 27 261 287 PROLOGO* El problema con las conferencias es que se multiplican ficilmente y se perpetan sin cera, Los talleres engendran auevas reuniones, Las con- venciones invocan nuevos seminaros. A veces son de cert uilidad o va- lor, pero es igualmente frecuente que no lo sean. En cualquier caso, los ‘espacios de trabajo de los académicos y los eruditos son poco efetivos ‘cuando el fin de un encuentro se convierte en el medio para faciliar nuc- Ante el inquietante fantasma de un ritual que simplemente intro- duce una nueva ceremonia, tieubeamos bastante antes de decidir —Ie- hhiea y Saurabb— organizar un eller sobre las historias y las modeeni- daces, el cual finalmente dio pie «los textos incluidos en el presente volumen. Otrarazén que inspiraba nuestra duda se debiaa una dificul- tad de naturaleea puramente préctica. En el Centro de Estudios de * Tnduesin de A Ba. "Bae vlumen el aad en lll “Intrecting Hire and Other Moderi- tics que seer cabo en Bl Colegio de México en junio del ao 200. Tao eer ‘como presente volumen deen se vss comeenpere que pcan mess ‘labia, Losers eran agadece sql parclaments Andis Lira Conse Benjamin Pecido,Edgndo Lander Divid Lorenzen, Par Camacho, Anglia Varga, [ra Gonler Varela vdeo que putiparon ene ler ineajend squire ys ponencarepraeacia no ein repraenaafrmalnente en exe amen, Tambien ‘econocemas con grind el impornte apoyo nticuconal que nos propecionaron Cento de Eudis de Asay Aaya Cotiaaign de Evento spel de El Cae de Mexico. Las iniciones is els pertnecen ls invadas extanjets propor "Sonron los cuss nance para puga ls belts de vie ent l,l (Cos ‘jo Latinoamericano de Ciendar Sociale) las univendades de Duke, Brow Syracue. Hl deerpet de Lair Carballo como inveigadoraadjunta a sido sea plus Finalmente, e dill encontrar palabras par expreae nian gain’ Bape Hera, exaodinaiaeditra Lo mimo queen pad x abajo hao ico, = rota ve Ineralmente ha alvado ete proyecto de sucambi bao el peso deus des (esestsy ots impress. Como hem dicho sty on oto cane secon. ‘alos editors prec conn pate de tpl andes genset ene ello. ~ muy entusarta que nos permitié cecbiry alojaea los pavicipances,y también obtavimos las facildads insttucionalesapropiadas para llevar a cabo el taller. Sin embargo, dispontamos de escasos recursos financie~ tos para transportar a fs partcipantes ala Ciudad de México, lo cual sélo podia slucionarse mediante el apoyo externo, wn proceso largo ¢ Finalmente nos sobrepusimos ala indecisin ya la inguietad y de- cidimor que aller no desmereta nuestro exfuereoe, que vals la pe- tna realizar el encuentro y organiza el alee. Nuestro impulso y entu- siasmo nos llev6 a tomar dos determinaciones claras. Por una parce, hhablamos notado que apenas exista ddlogo entre los eruditosltino- americanos y los estudiantes de Asia y Africa, sobre todo teniendo en ‘auenta que nos encontrabamos en un centeo de estudios sobre Asia y ‘Afsica en México. Esto cra particularmente evidente ala hora de discu- tir ls cuestiones eruialsy los puntos convergentes de la colon y la ‘odernidad, ls tcori la histori. Si bien se daban muchas convers- cones relevantes pero individuales entre cierto eruditos, hacia fat le- vara cabo un intercambio sistemético dentro de un fro estructurado, (Como cabia expera, Asia y Africa eran vistas como tiertas muy temo- tas, Latinoamézca se estaba volviendo demasiado insular. Por todo e= to, nos parecié que el verano de afi 2000 era un buen momento para solucionar este problema y entablar una conversacién dentro de fron- {eras aparentemente bien enmarcadas: El Colegio de México en Amé- rica Latina? or ora pare, la conferenca sobre “Genesogia cruzadasy formas de conocimiento subalternas, que tuvo lugar en fa Universidad de Du- leea fines de 1998, ns revels ls psibildades concrete gran poten- dial de este tipo de diflogo Se etaba de a quinesreunign dl Grupo de Estudios Subslteros Latinoamercanos, la cal asisticron varios endi- tos involucrados en este proyecto. La uni, que pretendla servi como tuna plataforma para data conocer la revista Nepenla, se comvetié en un “aller incernacional interdisiplinario". Para nosotros, estos modelos “paalloe eran lor atcbutos entzlazados de un encuentro que se carac- 2 Exo se di sobre adoa quel dpc en qe organza cl le foe mo me orl misma en qo esta conateranl pont El Colegio de México par format pte del Clas, tambidn bao apres de a mporancia del dilogo Sut Sue rmovogo I tering por la intensidad de ls ideas y la energla del debate, las idles y las metas que en otro espacio, nuestra tera, valial pena promover? En tdrminos generale, invitamos a erudite selectos radicados fuera dde México —an par de ellos provenian de Sudaméricay los dems ea- bajaban en Norteameérica— a paricipar en el aler (nos habria gustado invitar a muchos otros, peo pedir asistr a un encuentro sin propor- cionarles fondos para cl viaje oda haber parecido algo no solamente poco cortés sino también bastante herético). La respuesta fue abrumado- ra, También les pedimos a eruditos de la Ciudad de México y académi- cosde El Colegio de México que presentaran ponenciasy presdiean as sesiones, Su respuesta nos alent6 ain més. Un seminario que se sostiene Fandamentalmente en la fuerza de una idea, la energa de una propuesta y¢l entusiasmo de los participants es como wn suefio hecho realidad, El ealler se lleva cabo del 26 al 27 de junio de ago 2000 en El Co- legio de México. Asisceron historiadores, antropélogos,filésofos, socid- logos y eruditos en literatura y cultura, que habian realizado extudiosso- bre distintos dmbieos del “Sur global” —América Latina el sur de Asia, el sur de Estados Unidos y el este de Asia Con ponencias en inglés y en espaol, a reunién fue verdaderamente memorable: los debates Fue- ron duras pero no descorteses as discusionesintensts pero amistosas. Hubo gran dspendio de delberaciones —incluso a la hora del café, la sobremesay las comidas. Que nosotros sepamos (regresando a nuestros temores nical), aller no ha generado otras conferencias con el sim~ ple propésito de suscitar nuevas reuniones, En cambio, ha dado a luz ‘nuevas amistades, ha cukivado conversaciones y ha producido trabajos realzados en conjunto,ente ellos el present libro. Vas, ahora nos oct~ paremas justamente de las conjunciones eruciales que se dan entre las Fundaciones de la colonia y ls formaciones dela madernidad. ‘SauRABit DUBE Istrra BaNERjee DUBE 2 WalerD. Migolo,“Incedscsin: Frm cos geealage and saber know: ledge Nepal, Nepal Views om South 1 pp 1-2 “Ades de ls atores dels ensyoseomprendidosen ee vlumen lle con ‘6 canis prescla y paripacin de Lorenzo Meyer, rsmed Mia y Hao Zemelan, ‘ys ponent no pier er inchias ag, Joscia Sada Polo nope sisi ‘al, pro rave bondad de mandarnr su eso, INTRODUCCION. CUESTIONES ACERCA DE LAS MODERNIDADES COLONIALES* Saurabh Dube En ls ilkimos vente afos diversas perspectva rtcas han cuetionade el papel de Occidente como e centro de a historia, la modernidad y el destino." En el contexto del presente volumen bastaré tes ejemplos; sin ‘embargo, cabe hacer una aclaracin: as posiciones analitieaspresentadas ‘onstituyen una serie de orientacionesteéricas que coinciden en varios puntos la razén por a cual ls presentamos por separado es fundamen- talmente heurstica? En primer lugar, en afos recientes las concepciones univocas dela histo- ‘ia universal han sido vehementemente desfiada bajo los téeminos de la ‘modernidad. Se trata de explocaciones imaginarias de pasados bien defi- rides que fieron claborados denteo (y como partes consticutivas) de grandes matcces de poder enlazadas entre si. En breve, ales énfasis han cuestionade los imperatvos del progreso histéricoy lx naturalea del at- ‘Tdi de A Bact " Aligual que ear "Itenctng Hirer and Otber Moder desi en el logo, niece to dean eas conju, Sn embargo slo une de or ‘toes responsable de traci, misma gue quire expen au apadecininto 4 Egan Lander ite Banesee De Walter Mignlo por suvaloa ayudh * Esa evenaciones tras an sido express de diversas manera, yconiayen sun ename capa oll lr ota queen daa sl algunos jpn repe senior decd nade eas rendenci cys importa panes ens incuies eh crewmen crcl 3) 14 suum pune chivo académico, los cuales estén estrechamente vinculados con repre sentaciones enaltecedoras de una Europa reificada En segundo lugar, hasta poco antes de nuestra época, los disefios pre~ cdominantes de una modemidad en singular estaban siendo cuestionados cada ver con mayor Fecuencia por insinuaciones rivals de modernidades Inererogéneas. Tales exploraciones han considerado de manera critica las antculaciones divergentesy las representaciones discretas de lo moderno yy la modernidad que dieron forma y sucuraron al imperio, la nacién y la slobalizacién. A resultas de esto as) propia(s) modernidad(es) ha(n) de- ‘mostrado ser procesos contradictorios y contingentes de culeura y con~ trol, historias disputadas y abigarradas de significado y dominio, en lo aque se refiete as formacién, su sedimentacién y su elaboracién. De es, to tambien resulta que las cuestiones dela moderidad hayan podido es- capae cada ver con mayor frecuencia de los limites del formalismo socio legico, rebasando los confines de una abstracci6n a priori emergiendo como cuestiones de pasados pariculares y aributos de histo 13s, definidas por los proyectos del poder y modeladas por las disposicio- nes del progreso.* Por iltimo, desde hace un tiempo las efticas del mundo académico than desafiado las antiguas antinomias —por ejemplo, entre tadicién y ‘modernidad, ritual y racionaidad, mito ¢ historia, Este y Oeste— que han modelado las maneras ms difundidas de comprender los pasedos y las concepciones clave de las culeuras. Por un lado, estos textos ebricos han sido respaldados por las erftcas de una r226n centeada en el sujeroy ‘una racionalidad legsladora del significado, las mismas crtcas que han teflerionado sobre lor dualitmos del pensamiento occidental y as tradi- cones posteriores ala TlustraciSn. Por oto lado, discusioneserticas so- bare las cultura y los pasados también han cuestionado las antinomias analiticas de le disciplinas moderna, desafiando las representaciones crcncializadas de Is otedad y cuestionando las representaciones ain vi- sgentes del progreso, que estin vinculadas de diversas maneras alos mo- + Amin, 1995 Banyjoe Dube, 1999; Chakrabary, 2000; De, 1998; Fabian, 2000; loi, 1995; Harman, 1997; Klein, 199; Miglo 1995; re, 1990; Rapa prt 1994, Sear, 1998. Ves ambi, Axl, 2001; Mehta 199, Toul, 1995 “Chace, 1993; Cooper y Soler, 1997: Carol 1997; Comal y Comal, 1997; Dalen pes Ferguson, 1999; Glo, 1993 Gupta, 998; Hansen, leh, 1999; Pc, 1998; Tig 1987, Vex ambien, Appa 196; Ec Haroomnan, 2000; Be, 1999, Rd 1989, vrRoDUCGON 15 delostotalizadores de I historia universal y las imagenes ideolgicas de la modemiad occidenal> Sin embargo, las flexiones sobre una modernidad dni, las repre- sentaciones de la historia univers y as reificaciones de las oposiciones primordiles no son simples expectos del pasado, exocizador reciente mente mediante epistemologasextics y conocimientos subversivos, ‘mis bien, son proyectos duraderos que contindan engafando y sedu- ciendo, presents de manera palpable en el aquly el ahor:le sucess del 11 de sepriembre de 2001 y sus secuelas, includ la operacién “Jutcia dluradea’ —como frase y como programa-—, son ejemplos notorios. Al arcculat as radiciones predominanes dela teria socal etimulr los téeminosheredaos del discurs coidiano, esas catografaslisicas y sus reelaboracionesdeterminadas viven sin mayor conteatiempo denteo ¥ mds alld del mundo aadémico, en contexts tanto ocedentales como no accidentals. ‘Ahora ben, ese libro no propone una solucién general a ales pro- blemas sus contibuciones — el tale en el cual esin baadst— see tenderin mejor si consderamos que se derivan de una propuesta mis modest Laincencién de Medernidade colonialeresanalizat algunas de las cuestiones ya mencionadas, destacando lor propios érminos utlia- dlosen ls reflexiones sobre las modeenidades colonisles, una fase de ‘moda que nos sefala un horizonte una perspectiva y que inclye lo mismo problemas que posbilidades, En exta Introduccion tendremos mis cosss que deitrexpect alas modernidades colonials y las orienta. ciones spetfias de ete volumen. Por ahora, lo nico que importa es ‘que comprendamos que este ncologismo de dos caas vuelve palpables ‘lertasconsidracionesrelativas as conjuncioneseiticas entre el poder colonial y las modernidades verndculas, a como conexionescrucales ‘entre una modernidad dominant y los pasidossubalernos. Estas cuestiones tienen un peso considerable que puede ser expre- sado mediante dos series de preguntas significativas. Por una part, zon los intcncoe por pluraliarla colonia, l modernidady la historia simples cjercicios de refinamientoacadémieo? 0 permiten otras manerasdeco- * Asad, 1993; Burman, 1992 Comarfy Comat 1992; Dube, 198; Errington, 1996; Gay, 1995; Lander, 2000 Miglo, 2000; Sa, 1978; Rey 1989; Seas, 1996, “aun 1997. Ves también Lowey oy, 1997, y Sent, 1999. Pare una vera me labora dele mins dees dui, wae Dube, 2002. 16 saurase DUBE nocer el mundo contemporineo, con opcién a nuevas ortedoxias ext cas que convierten tales categorlas en cotalidades “dist6picas"? Por otra parte, zeudles con las diferencias clave de significado y poder que pue- den destacarse mediante la elaboracién de la tradicin y la comunidad, To local y lo subalterno como categorias opuestas?z¥ tales categorasri- vales deben tener la misma funcién que los detalles, como antidocos priori concta la auroridad, en los espejs de ls formas erlticas de com- prensiént Plantcar las cosas de esta manera nos abre dos grandes posibilidedes, ‘que implican varios imperativs dela ceoriayla politica de conocimien- to, La primera se tfiere a la importancia de aprovechar, pero al mismo tiempo rebasar —en términos de extender y exceder—los eximenes an- teriotesy las enrcas contemporincas de los sistemas de conocimiento ddominantes,incluido el papel central del Occidenteespectaly palpable dela grandes cartografias del mundo, La segunda se refiere a la impor- tancia de reconocer la imposibilidad de escapar ficilmente ala moderni- dad y la historia mediante cura habladas oremedioseseritos. Esto impli- ca tener muy presente la seduccién que ejercen los nativismos acechantes, la atrccign de lor nacionalismos vecermundistasy las afagazas de aque- Ios esfuetzos que aspitan a huir del presente volviendo la espalda al aqui yal ahora. En su conjuno, estas dos series de consideraciones ponen de relieve la imporcancia de dscutir los sistemas de conocimiento dominan- tes sin converts en terrenostotalizados, y de explorar las posibilidades de recurtca formas de comprensién alrernativas que evadan las trampas de ls detalles no recuperados. pena conde nt maner,inencién noes rei oserminos elo “nivel Estos rings han sido forms povoenderamente en Chaka, 2000, yom sca claciin Je una manera incre en les ensye de Case tmery Dowel (qi explorn lr ceiones dela "etl, y de Chung (quien sali ‘is octons del ichviemo”, en l presence volume. Po el conti, lo que al pretend cy sar importania de cuexonar lor proyector module ya taco feat prni ne rad en lo queerefeea sv infuenciaen le madera le hisoria Yel coloniliomo yal mim tempo hae lterpetaions que muesen un esprit ‘hice ecuperadon sobre aden as cron sre el poder lndferencia. Tales cus ‘ons hun si expr dento de un conto erpefco en Dube, 2002, Dube, en pres. INTRODUCCION 17 (CUESTIONES CRITICAS Las preocupaciones eshozadas se entenderin mejor si considerames que consticuyen el context teérico general de los ensayos de este volumen, como horizontesabordados de manerasforzosamente distinas en estos csertos. En efecto, por medio de consieraciones ertias de las moder- nidadescolonales nuestas conceibuciones buscan aticulat ks cuestio- nes de la diferencia, el pode y el conocimiento, Seria equivocado dale una connotacién transparenteo una condicién precisa alas modern des colonials como categorfa. Es certo, como ya mencionames, que es- ‘a acufacin corrente hace resalar los grandes vericuetos de las deter- ‘minaciones dela colonia y la formaciones de la modernidad; ése es especialmente el caso cuando las modernidades colonials son vistas co- ‘mo una gran rdbrica que sefala al mismo tiempo procesoshistricos y perspectivascrlticas que implican una localizacién espeifica de la enun- aly on infec eis dela moderna, ln lblizciny a povmoderidd, psn ore filtro dela postr cade nani de Bus Come reste su prints agen Rds yen 5 ganda encrnciondomiane fa moderna octenl aparece ida Sechamertel poder colonia ys temins desu cen ine Woe del en da asmoderoidad™ aes de Dus! slo senile en aparenci, Comin con el moment de prime earcentima’, qu fe forlado «Bes dels Jo dente de is eorcmes dela Isai francs ingles ye Romantcam seman y mi tarde elsborada por lege Masry Wes, tote eon Ee eurecneno presetaba a Eup consid Sin tical que shal evgd ast isa ena pea cently fn dela Tora tive! su maniercion mero pall stmpre Baba tre ligada ns supucton vga igs aloresy sepia Stan si productos aparntrent hs propo itrioe Duc ye que out Europe ide-imapnara tan inuyent legs er desi Jor les mane de comprende sitcna global props por Imma tel Walesen La noon dl stn ll eels qu a domination Sl mundo modcro por ls europeos datas de apenas 50D ae, gue ema ena psion ened depen preponderantmente del“ Brin ds Ames No obsess ie, Duel arguye que aul una inerpreacionnoeuocene slo pot Uesinesbobonenos aun spundeevocen” at eons rand console) lo mined beeen eropen abe esi toe ghia on ne propési,scandoaclcn yl mismo tempo ampin- dolor anne nied Ache Guns Fan ty xine Tug de China en sien gba ded leg hava so 0.7 Brak, 198, ermopucciOn 39 Enrique Dussl,asumie que, desde el siglo xvi, tras el “descubsi- ‘miento” de as Américas, Europa seconvité en el centro del sistema glo= bul escxer ene “segundo curocentrismo”. Por el contrat, hasta bien en- trada la segunda mitad del siglo xvi, China —al igual que India— sguié desernpefando un papel fundamental en el sistema global de la produc- idm yl intecambio, y durante esta ‘primera’ modernidad esaban muy «lars os limites de la dominacién europea, que er bisicamente un fené- meno del Adintico, De acuerdo con esta interprtacin, Europa so le- 6. suplantara China (ya India) como procagonista principal en el ste- ‘ma global tras a revolucién industria yla"segunds” modemidad de aera de la lustracién, lo cual revela que el papel central de Europa en el mun ddo moderno no tiene mis de 225 aitos de antigiedad. ara Duss las implicciones de todo esto son de vital importancia. Pues el mismo hecho de que la hegemonta europea sobre el sistema glo- bal colonial/moderno sea tan reciente abre una gran variedad de posibi- lidades“civilizacorias” para trascender la modernidad y la globalizacién Sin embargo, su ensayo no se explaya discuiendo esta alternativa me- cliante propuestas posmodernas. Ciertamente, el fildsofosugiere que de- bido a que las formas de conocimiento posmodernas emergen del inte- rior de la modemidad, son emblemdtias tan séo del criss estructural de los egimencs globalizadores contemporineos. Para dectlo de forma ‘mis sencilla, as rticas posmodernas ala modernidad siguen confinadas dentro de premisas eurocentristas duraderas. En cambio Dussel encuen- «1a futuros altrnativos dentro de los términos y la ica de la “transmo- dernidad”, incorporando culturas de la mayor parte de la humanidad ‘que han sido excluidas dela modernidad, una condicién de “exterior- ‘dad” que vincul el pasado, el presente y el Futuro mediante sus posibi- Tidades precisus, Pes esta extevioridad alternativa “ain posce un pocen- «al humano capaz de contribuir de manera erucial la eonstruecién de tuna culeura humana Fucua, mds all del fin de la moderna y el eapi- talismo". Extendiendo¢ inspitindose en el argumento de Dussel sobre las li imitaciones de ls crticas posmodernas a la modernidad basada en pre~ misas eurocéntrcas, Walter Mignolo destaca la urgencia de reflexionar desde la periferia sobre los margenes del conocimiento epistémico para claborar tina critica a la modemidad que vaya més allé del eurocentrs- ‘mo, Sein Mignolo, esa critica debe emerger a partir de formas de co- ‘nocimiento subalternzado y basarse en la diferencia colonial Sélo una 40 sauRADH DUBE epistemologa subultemizada que surja dels fronteas del conocimiento Beare cRs pn deems hgenln cpt des moder: nidad. Pare fundamentae su propuesa, Mignolo ace referencia ala obra de Immanuel Wallerstein, Anfbal Quijno y Enrique Duss, y alas po- neni de nose un eer sobre *Capitalismo Hexic, colonia del poder y transmodernidad”, en el que se pusieron de relieve las dife- tcoduecn ln posts de Qijenoy Duel, porn dy de alee tein, por el otto, ye recaleé el papel central y la imposbilidad de ven- cera diferencia colonial, Wallerstein previene contrac! peligro de citicar el eurocenttsmo bajo premisaseurocéntricss, pero no logra conocer el Togocentrsmo inherente en ls cincias sociales ye sistema global. Dus- sel en cambio sefiala la posibildad de una dable critica, observa que la cies poameerna dela moderne e neces po inset, y labora su propio concepto de tansmodernidad. También enconttamos tn dbl areuacidn muy similar en noon de Quin abe co: Tonialidad del poder, la cuales anlizads por Mignolo detalladamente al final de su ensayo. La mediacién dela diferencia colonial en la constitu- cin del eurocentrismo, evidente en las proposiciones de Dussel y Qui- Jano et signficativamenteausente en las de Wallerstein quien desstro- Hina ine del eurcenismes Para Mignolo, el poder y la importancia de ladtferenca colonial y la formas de conocimiento marginal exterior manifesta en ls cr ticas la modernidad que surgen no sélo de las ciencias sociales sino de Iateotia feminist, Cita a Donna Haraway, Pala ML. Moya y Chanda Mohanty pata evidenciar el potencialliberador de la critica feminists propuesta por las “mujeres de color” —Moya y Mohanty—, mujeres que ho secolocan a si mismas en el “Sut” y el "Tercer Mundo” geogréficae ‘mente sino epistemoldgicamente, En breve este potencial influyeen la “intelectuslidad” emergente que reflexiona desde ya través de una pos- ‘ura de marginalidad y diferencia coloniales —en América Latina, en el Caribe, ene sur de Asia yen la América negra. Segin Mignolo, todo et- to apunta al surgimiento de una eritica postocidental una ertica que no esti definida por los distincs y bien definidos periods dela deso- lonizacién ni limitada por sus vinculos con el orientalismo y el colonia- lism brtinico, sino por la diferencia colonial ‘Los énfasis de Dusel también son aticulados de manera discreta en los ensayos de Edgardo Lander y Santiago Castro-Gémez, en los que anaizan las premisasepstemoligca, las pretensiones universes y los ermopuecion 41 linitespalpables del conocimiento eurocéntrico bajo los regimenes del ‘capital pobal. Lander explora las implicaciones geopoltcas dels formas de percepcidn eurocencristas en el mundo contemporineo, insinuando «que exe tipo de conacimiento es de naturaleza colonial debido a las pre- sunciones subyacents ya su impulso totalizador, que en conjunto con tvibuyen a las moxlalidades enaltecedorasy autriaras del significado y el poder Pra este propésito, analiza l manera en que el conocimiento eurocentrstanavuraliza el sistema global capiclista contemporineo pa- ra legitimado, particularmente mediante ls consolidacién de un nvewo sistema legal transnacional que entenderemos mejor si lo considerames como la misma “constituciéa’ del nuevo orden global del capital El ensayo comienza con una breve consideracién de las dualidades ques hallan en el nileo del conocimienco eurocentrista Esto srve de ‘marco para el andlisis de las presunciones, con fecuenciaexplicitas, que respaldan y apuntalanciertasdeliberacionessignifcaivs recientes que refiren a la inversin y el comerci, a saber, el Acuerdo Multiateral de Inversones (a) y las medidas prepaatoras para la creacin de la Or- ganizacién Mundial de Comercio (OM). El andisis de Lander de estos textos reveals maners en que los acerds relatvos las bases globules paraelcomerco ylainversin proyectan una construccién particular del ‘orden liberal en l.que éte aparece como la forma de onganizacién social mis avanzada" y deseable, el in irevocable e incuestionable de toda la hhumanidad. Agu libre mercado se nos presenta como el estado natu- ral” del sociedad. Cualquier oposicin ale reivindicacén de los proce- dlmientosuniverslizadores del mercado, sobre tod si se basa en crite tios no econémicos, es entendida inmediatamente como una distorsién “anormal”. Eso es lo que subyace en a consolidacin de un orden glo- bal legallpoltico disefiado para asegura y garanczae una libertad impla- cable para la inversiny el comercio mediante seveas prohibiciones con tra todo esfuerz0 pablicooaccién colectiva que pueda limitarlaabsoluta libertad del capital. El ideal de una sociedad plobl libre” ex de hecho la insctucién de un orden social en el que el capital tenga libertad irestic- 12, que niegue toda posibildad de soberania y de democracia El conocimiento eurocentrista, como la cortiente principal de los iscursos hegeménicos del capital global, fomenta la polarizacién de una minoriaprivilegiada y una mayora exluida —en el Sus, claro ese, pe- ro también alo largo y ancho del planeta. Tambin legtima un modelo de cvilizacién rapaz, ue amenaza con destuir ls mismas condiciones 42 savrane DUBE, «que hacen posible la vida en la Tira. Por ell, noes de sorprendsr que en este ensayo la cia l eurocentrismo y la eonstruccin y reeupert~ ln de las formas de conocimiento alteenativas sean mucho més que un tjerico de erudcién interesante. Para Lander este esuerzo rico cons- tiuye un esfuerzo politico vel vinculado de manera intrinseca is exi- gencias “locales” y “plobals” de aquellas comunidades y orgaizaciones gue desaflan el creciente dominio del eapial ansnacioal En un ensayo muy variado, c eruditocolombiano Santiago Castro- Gémex cea una dissin sobre los mutuosenredos ene la nacin-Es tao, las cenclas sociale, la “clonialidad” dl pode y el sistema global, ‘pitas en la aiulacidn de la modernida, explorando ademés los tétminos del conocimienocitico que ms se adecuan aa epoca presen- te. Asi cl ensayo comienza por la cris conternporinea dela modernidad [Aiigual que Enrique Dusel, pero con éfasis diferentes, Casro-Gémez arguye que ls eeientesprocamaciones sabe el “fin dela modernidad” robre todo las que proven del ilosfla posmoderna y los etudios caltrls—en read conta a ide ua configure his {del poser del sister global capt. Delo anterior se desprende Gushoy dala tree cualquier cori crea dela sociedad esestamen- telade earar que lacy el fia” de la moderidad implican nuevas onfiguracones del poder global, que no se basen en la tepresn sino cn 1a produccién de a diferencias {Cémo puede el ensayo llevar a cabo esta tara? En primer lugar, Cas- tro-Gémer cueiona el “proyecto dela moderna”, sefialando el papel, tena dl Estado en aquellas pricticas de a medernidad que buscan de- fencantaty destrurla magia —para controlar y dominar—~ del mundo natural y socal en el espe del “hombre” y mediante la reificacion dela “ard. Como un proyecto del poder que pretende organizary ordenar ta vida humans papel central del Edo también implica la presencia cttca de las cencas sociales dento de la modernida. Tabsjando en onjunto, divdigndose el trabajo, la nacién-Esado las cenciassocises onstituyen en st unién una dsposcién para el conocimientolpoder, y producen perilescoordinados de subjeividad que levan al “invencién del ot", Catt Gomer enriqucce ets propuestas con elementos extra dos de la obra dela pensadora venezolana Beatriz Gonzalez Stephan relae tives la formacin dela nein y dela ciudadanla, una obra que se ba- sen los principios de Foucaulesobze el andlisisgenealpico,Valiéndose de esos procedimientos, el ensayo acetal confecrién del figura det INTRODUCCION 43 ciudadano —y lainvencin desu otro— en la América Latina del siglo 0X, mediante las priticas discplinarias de laconsttucin nacional, los manuals sobre urbanismo/urbanidad y las gramccas del lenguae. Por otra parte, satin Castro-Gémez i bien tales interpretaciones sobre la “microffsica del poder” son valios, los rérminos de las formas de comprensién genealdicas del conocimiento/poder exigen que se les dé mis profundidad mediante una perspectiva geopolitca. Espectfica- ‘mente, ncuestién dea “invencién del oto” debe ser articulada junto con consideraciones sobre ls “macroestructuras de la duracién prolongad’. ‘Aqui, una dels concribuciones mas importanes dela teorfaposcolonial ha sido lade revelar que, aunque ls naciones-Estado de Europa y Amé- fica aleanzaron el dominio mundial en el petiodo que va desde el siglo vt hasta el siglo x08, no se taté ce un proceso aurénomo sino de uno barado estructuralmente en la consolidacin del colonialism. As, Cas- tro-Gémer arguye que la persistentenegacién de los vnculos mas im- portantes entre el colonialismo y la modernidad por las ciencas sociales ha consttuido una de su limitaciones conceptuales mds graves. No 6- Iolasformaciones colonales desempeiaron un papel eco en el engen- cdramiento del poder disciplnario que caraterza alas instiucionesy las socidades moderas; tambien ha sido el caso que desde 1492 el Estado ‘moderno mismo ha funcionado como un vector interno del sistema glo- bal moderno/colonial. Hasea aqui hemos dejado en claro que el ensayo cstien deuda con ls obras de Walter Mignolo, Encique Dussel e Imina- ‘uel Wallerstein, ero Casto-Gémer también desarrolla de manera rea- siva la formulacién de Anibal Quijano sobre la “colonialidad del poder”, sugiriendo que las dsposicionesdisciplinaras de la modernidad como proyecto estin ancladas en una “gubernamentalidad juridica" doble —na de elles ejercida por lanacién-Estado desde dentro, y a otra arti- culada po los términos hegemdnicos del sistema global colonial/moder- ro desde fuera, Peto esto no es todo, Pues es desde el interior de a din ‘mica estuctaral nica de estos procesos gemclos que las ciencas sociales 1 la tora socal han sido consticuidas a partir del siglo xv. Sus catego- Flas binaris y sus imaginatios del progreso, su respldo ala historia uni- versal y su involueramiento en la modernizacién del Estado, todo ello forma parce de una dispsicén singular del poder que produce alterida- des desde dentro y desde fuera. Para decirlo brevertent, tanto la “colo- nialdad del podee" como Ie “colonislidad del conocimiento” derivan de tuna misma matri genética 44 saurann DUDE ‘Aa lux de esta discusibn, zodmo debemos entender esa nocion del “fin dela moderidad” con la cua el ensayo da inicio y oneluye? Sgn Casco-Géiner el proyecto de Ia modernidad lega a su fin? cuando la naci6n-Estado piene ou capacidad ara organiza avid social y mate- Tal de los sujetoe humanos. Ahora bien, lo que sustiuye al proyecto de la modernidad so ls fenémenos de la globaliacién, basadosen el cam- bio eualitaiv en lat relacionesglobales del poder. En la globalizacisn, Iagubernamentaidad no neces un punto de Arguimedes, un mecanis- imo central de contol socal. Por ef contrario, la glbalizacién implica tina gubernamenalidad sn gobierno, una dominaciénespectraly nebu- losa el poder libidinal de a posmoderniad que en verde reprimir las diferencias las estimlay las produce, lo cual entona perfectamente con Tos nuevos requisite de fa acumulacin de capital. Todo eto ha dado lu- fgara.un “cambio de paradigma” en las ciencis sociales y las humanid- ts uo asain olen acd cons eigenen site del capital global. Agu, Caso-Gmer considera con un enfoque crite estedners mules eyed we cond pose: ‘dea’ —y algunas orientaciones prominents dentro de ls esudios taarses— yarguye que el () fin(s) de ls metanaraciones dela rid oe) ei) ing mane aes Jmplique la mueree del propio sistema global capitalise, Asi, la concla- Sib dl enay e quel tars de tlic cova erica def sociedad detual es dara conocer ls nuevos mecanismos de produccin de ifren- ins en I rade la glbulizacién [UNA ULTIMA PALABRA ‘ora qu hemos terminado ea dcp de ruta fos eins por los sue Moderidede ebay vi nico qe fae parcel pret vlumen enna or dicing nue in Ctaecin wo nod capa de event Al gu gus diferencias oa onentaciones teres yas poscones ditty, contribu sions includ one veumen tambien ex mead por itis Celerra ose seca en mayor deo cs Saeco; pero lo es an ms ul en nue empress Si Ae ls contibuione qv aqui pesentaros eon eadsidas dl ngs, Sn echo que seg ne prece no hace tno efor as leclaciones vrropucaion 45 clivergentes que dan forma alos escrtos. Fsta pluralidad también esca- racterstica de las posbilidadesy los aparos que nos esperan en el (los) viaje(s) que ain tenemos por dente. IBLOGRAFIA ‘Amin, Shahid, 1995, Beens, Metaphor, Memory: Chauri Cheune 1922-1992, Berkeley, Univerty of California Pres ‘Amin, Shahid, y Diposh Chaleabarty (eds), 1996, Subalere Studie I: Wenge ‘on South Arian Hlstory and Socer, Deli, Onford University Pes Appaduai, Asun, 1996, Modernity at Large: Cultural Dimenion of Globalis ‘ion, Minneapolis, Univers of Minnesoea Pres ‘Arnold Davi. y David Hardiman (eds), 1994, Subalern Stdies VIE: Bayi Honour of Ranait Guha, Delhi, Oxford University Pres. ‘Asad, Talal, 1993, Geneclogies of Religion: Dicipline and Reason of Power in (Chrsianiey and Lam, Baltimore, The Johns Hopkins University Pres. ‘uc, Bran, 2001, The Nation Tortured Bais Violence, Representation, and the “Formation of Sikh *Diaspon’, Dusham, Duke Univers Pes. 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Ennesto Lactau, Emancipation() Los editores de este volumen sobre las modernidades coloniales propu- sieron alos autores consierarcusles eran las implicaciones de conjun- tarlo colonialcon la modernidad en pariculat cules seria ls “marcas de distncin” y los “lineamientos de podee” que podtlan exclarecerse mediante eta conjuncién, En otros téeminos: qué marcas de diseincién cengendré el colonialismo, y de qué manera estas diferencias siguen mo- dulando los lineamientos del poder en el interior de las naciones-Estado rmodernas? Durante 300 afios el sistema de gobierno colonial espaol logréac- ticular exitosamente ls procesos de explotacin imperial en el consinen- te american mediante procedimientos de formacién cultural que enget- deaban diferencias éenicas yraciales. Estas diferencias dieron su estructura «las identidades nacionales modernas de la mayor parte de los pases a- tinoamericanos. Dicho esto, me gustaria ahora explorar ls conjunciones productivas que consituyen el neo de las “modernidades colonials", Esta unin de términos paecierainsinuar que lo colonial modifica a la modemidad. Hay que reconocer que las colons espaol, a psat de "Trades de Ar Bare, 49) 50 Joserna ALDARA FORT haber paticipado plenamente dento del sistema mundial, no eran ni tmodeas i apts! Decale forma, a moderidadlatnexme ficana, incluyendo sus numezosas varantes lternativas, lev li impron- ta del colonaiamo expafol, aun despojindol de sus modalidades, Ba- sindome en eta interpretacin de la modernidad, me gustaria replanteat la figura del “india” como una creacién colonial, reinterpretando sas lend, tan externado por el zapatisme, como la esencia dels represen- taciones alternatvas que se producen en el seno de a nacién moderna y el nacionalismo mexieanos. -MODERNIDADES COLONIALES Y CUESTIONES “INDIGENAS™ En este andlsis de la moderidad colonial haré particular hincapiéen los pueblos indigenas de Mesoamérics. Creo que es importante hacerlo, pues las earactristieas que hoy se nos antojan como atibucosauténticos ela cultura indigena mesoamericanasiguen mostrando las insignias de la explotacién colonial. Tomemos, por ejemplo, la formacién de las co- munidades indigenss que salpican con miles de puntos el paisaje que se cextiende desde el valle de Osxaca hasta los Altos de Guatemala. Cada ppucblo cuenta con su propio concejo de ancianos como autoridad nor- ‘mativa supetior, su propio sistema de asumblea y de toma de decisiones, sus propiasobligacones, rituals y santos, su tajetpico “tradicional”, su lengua dstntivay su plaza cencrl, alrededor de la cual se organiza la vi- da social y mercantil del pueblo. Precsamente por eta raz6n, durante la primera ronda de negociaciones sabre “Cultura y derechos indigenas” sostenida en 1995, los zapatistasexigieon al gobierno la autonomia co- ‘muna (y no la regional) en Chiapas, conscientes de que son las comuni= dades ls que sustentan Ia identidad y el modo de vida indigenas. Sin * Lacan desl colonia cpl ra modero ope ser mk precios cas) fs fete de dite con baane ecuenca, Rent alto linea Eos il ieresoce ques dio en tomo a ema poémica ene Andté Gander Frank (1966) y Erno Lala (1971) soe natuzs dela mano de obra es colo- rin espa [i iterrogane desi fom ere Heo feudal. Tambien es ineesant levélcadenmanvel Wallersin (197) aos argumente de Lads conta Frank: We llentein et de seer con Lda eng la anode obra en I xonias no rate sie nol pr mine nq pa de ll a colonia epals oan pe del di {0a capilin mundi SLANDIO"ENLAESADELZAMATISO 51 cnbzg, la comunidad ndigen como complerentoonaizatvo dela vide delos indigenes un producto confeeconadoergnalment por Sema de gobieme y de exploracin conde de coon espa? ‘Ao tg deloe sos Sh fx Corona espaol pereecion tos més par la adminisrain de sn poston ms vasa ene INacvo Mundo: a mano de br indgea, Se reaon Intacone paca sxjmgae ala polacon indigenay acta on xpleacn Lam x adn erin cn ssn or 5 comunidades indigent ys conjuno de so eta epee fc nl primer mid del sig, Corona puso en pret el sen des" qv gs nde fe co Guinaoreseptles coments ingens cuyos miembros crn it. Taos emo meno de aay como servidumbre on sis mina hacen das. Los "encomenderos" ean bajo fut dl conquer os ert remind ee porns hua en pro del Corona) y ena de eset enegarala Corona ebro deen abojadores nin? En la segunde mit dl siglo xv dos pg dicamarn aa poblacén indigen,preipando near eubicaones concentaciones ajo supervisin deo cerigo fs Covon inoduj cl ema de les “cngrgacones, que consi nl concenacin foeda dea po Bain ingen, Tabi implement fa eae de as “ecto * Dia Placa, 197, 9. 24 "Amediades d sigl preaipad pl dmincin dees de mano debra ingen ls enomendc Cros ois acne eon ep ‘reac quel alorenconeners net tao on dopa dese ‘res, Tavesreme and ecomieda no una forma de ees no oll ranma heredenamente ew lho deg eos prem ee Forme tna cl sand sacra utes pened asa Hime gt mano dea cng mtr de pera enone a efemas de 150 ftemarn rer lcaploacon dla mated slippers epee 5" lsimere der pone dela Cann no Noew Manto. Dl Rann, 1957, 9.2934 Elmimo Dar Ponce ca rf con ites pate Snel de fede abso puta manor del gen pide moment. Lox ncamenderorenfn gop pro soe enone es par expla a seb indgens nus pois ence Logie cian dl ura de isin ei que pope y fea Prtenseanasuencomlnda Lan fa oan neriion ds actament engi dei sors concen fe abso Teds enor air bentonite gen exec au col cee ‘ico pico x sda colle ies a caida de enone San pple iba Cd 52. Joserma ALDARA FORTILO net, que consistia en reubicar comunidades entera “voluntariamente” luna vex convertidas al crstanismo-* En realidad las “congregaciones" y la “reducion, implementadas confines upueamente mins y cevangelics, tuvieron més efcacia en la teorganizaci6n del mundo indi- fgena que las “encomiendas", en la medida en que aseguraban una fuerza de trabajo extable que pagaba tiburo a la Corona. ‘Estos tres sistemas de apropiaciéa del trabajo indigena parclan de la reconstruccién de las comunidades prehispénicas como pueblos fiag- mentados: El cambio entre ls comunidades prebisplnicasy as cudades colonia] conan en convert el ncleo comunal ene medio nce de a ena in- igena dada la eliinacén denivelesprexistenes superiors de organiza- cin politi, socoeconémicay cultural y la reducién de territorial, La justin dela jerarqutaindigena (nobles y otos miembros de los ‘oncejos de los pusbls) ge imité a un mundo commana ada vex mis este cho, Cada nico por su ldo establecé sus propio vinculos con el poder ‘patil sin la mediaci de ninguna exteuctra polite incermediaia que sirvier como I expresién de una auroridadsupracomuna En efecto lrégimen colonial rebjé la specificidad indigena al nivel de pucblovaléndose de un sinniimero de resoluciones administatvas, co- ‘mo laincroduccién de un tae “pico” para cada comunidad como méto- Lalinitaiones que me impel fa dl arco nome permite ear rea bein ened ot eine Ek ami on Crayon una a dala al en Meso; sa genesis de es dos wings de Thus que hiram aio ha ado sila de manera caja, Ps Iino amplig snes manor en qe el mene yl india conan c= trom meatus del dade cla tj Pride Revlon sito (rin east cepa i foe Th ree sy mnt nth Art and te Ae of Deepen prepa. 0 "Wht {beta nA cra Regs), The Ltn dren Subir Si Rae 2003 EL'NDIO“ENLAERADELZAMATII 6 ‘CONTRAPOSICIONES ZAPATISTAS Fstacleologia desarrollsta fue interrumpid por los zapatstasy sa insu rreccién. Rechazaron la lgicabiologizada y colonial de la ciudadana me- xicana moderna, pero haciéndolo en e interior del nacionalsmo revolu- cionario, dentro de los términos de la modernidad colonial. Ast como las auténticas identidades y comunidades indigenas surpieron a partir de la politica colonial de recreacin de la comunidades indigenas, los zapatis- tas lo hicieron a partir de —o fueron producides por— la politica desa- tvollista de los proyectos de construccién nacional y reacién ciudadana del Partido Revolucionario Insticucional (Pa). Las comunidades indige- nas dela selva Lacandona que constituyen el Ejército Zapatista de Libe- racién Nacional (E2LN) no quedaron excluidas del modelo de desarrollo dle ma, por una u otra razén, y algunos criticos consideran que fue esto lo que as motivé a rebearse. Es més, se beneficiaron drecramente del de- sarrollo de Chiapas en la década de 1970 y principios de la década de 1980, durante los gobiernos de Luis Echeverria y José Lépex Portilla Los proyectos de desarrollo auspiciados por los intereses petroleros permitieron a estos dos gobiernos consecutivos evadie la redistribucién de teras en Chiapas mediante dos vilvuls que iban absorbiendo ala ca- ‘da vez més numerosa poblacién sin tierra La primera fue el eabajo por salario en los yacimientos petoliferos dela cosas del Golfo y en los pro- yectos hideoelétrios financiados por la produccién petrolera, impues- toa las poblaciones indigenas de los Altos que ya no podian set incorpo radas en las ain existentes pero sacuradas granjas comunales. Como una segunda valvula, com los ingress petroleros se Financié tuna politica agra- ria que pretendia hacer viable largo plazo una producciga campesina de ppequefiaescala, lo cua asu vee fornenté la ininterrumpida colonizacién dela selva Lacandona.” Desde la década de 1950 la selva Lacandona ha- bia representado para los campesinos indigenas sin tierra de todo el su reste mexicano la zona limierofe de la agrcultura. Pero en la década de 1970 aument6 dristicamente la migracién a la selva de la poblacién de los Altos de Chiapas.” Mientras tanto, ls poiticasagrarias del at oor- aban créitos alos productores campesinos de la Lacandona, subsidia- Burachy Rosse, 194, pp 56 2 Cale, 1994 pp. 91-94 11 > Rus, 1994p 236 [Harvey 1998 p. 60) 62 josemasunaserorLio tan la dversificacisn desu produc yfciaban a dibucién desu Caley a ganado en losmetados aconle cineracinaes” En bre- sea plende darllen cab digi al eampesin- “oindigens yet hit de produccidn en pequeta cas algo prove Choro per lnvorteibeenel rg ecosinema dels. Ta coloizcin dela selva lcandona mare um importance diane cianiento de a erganzain “adcona” dels comunidades indie fs local conloyé ala creacn del 2UN yo enructra democt- tien. Las comunidades ein formas emf acandona Yao ean ompiisasde una nea mia Grapot ela, ele, chokes jo- Table incluso odigenas mccoy sates andaton eomunic deamlincas Haye dela represion de loscaciquesindigenas que fabian monopoizad cl poder de lor consn en us comunidades de tigen, mich de exes personas redefinieron las exructres gbena- tenes horizontals dentro dey ene le comontdade ies qu Conte como nuevas comunidades faut eabe mencionar queef PZLN rem esa creacin colonial 1s conejo comnaly per la revlon poniendoénfsis en 5 potecialdemecrtio,devoliendlea ls reuniones yal consenso de Fe comunidad su papel central como fundamen de ls formas de fe prasentacién de les concejos comunales>" Lo extequiadors casi eeay protestants indgeae ambien parsiparon en este proceso pro tmovendo formas demociticas de comuniacign ene Tos grupos inion dessa! Par an grupo de personas rca emigrads la tava Lacandonay que apenas aor bian seguro epresntacion Sirecl Exacta shoe de comuniacényclaboracgn subs i ‘Tapensble como medio de presionar etszmente al gobierno pars ‘hut otorara cuss, De hecho tron eit, rai 450 mace Aitscrttsn ate el Estado desl, Por ejemplo, enw inno vor raiontzarlaproducidn Bchevera incentd las rains omc tales dndoler eros ysubsiios para que se euniranyformasen 2 Cale, 194.93 Hany 96 9. ca 98 Ee nts ais Hades Nor nic cnn modi nse nnn genie os ransom ci eat kona pd ie amo eb od eee pated e950 83) Tei, ioe pp 276 EL'NDIO"ENLAERADELZARATIO 63 cooperativas de “segundo nivel”. Al xérmino de su mandato, las gran- js comunales de segundo y tercerniveles mas poderosas en el estado dle Chiapas se encontraban en la Lacandona.”> ‘Cuando los precios del petréleocayeron sibitamenteen 1982, a f- ranciacién del sector agricola disminuyé de manera deéstica; mientras tanto, Miguel dela Madzid implementaba por primera vez ls politicas dle ajuste estructural (Pa®). Afbos més tarde, Carlos Salinas de Goreari convertra ls tat en ley internacional, negociando deneto del marco del Tratado de Libre Comercio (110) la eliminacién permanente de los sub- sidios al campo y el apoyo alos precios, as{ come el final de It reforma, agraria. De esta manera, el nealiberalismo de Salinas rompié un contra~ to socal de desarrollo ofrecido anteriormente por el Estado desarolisa del px y aceprado por productores campesinos indigenas de todo el pals, incluyendo aquellos lacandones que més adelante fundatfan el EZIN.* Los créitos y os subsidios desaparecieron de la Lacandona, pero las co- ‘munidades multiétnicas eecreadas permanecieron, Nuevamente, aqut lo que quiero es destacar la manera en que un proyecto modernizador de incegracin econémica del campesinado se unié a un proceso de forma- cidn cultural de diferencia indigena para dae como resultado alos zapa- tistas, una comunidad nueva y multinica. Los zapatstas fueron engen- drados dentro del desarollsmo estatal, aunque desbordaron sus limites. En érminos intelecrualeselzapatsmo es un producto (aunque tam- ‘algo més) de esa modernidad colonial que representa el naciona- ismo revolucionatio mexicano. Los zapatistas se lucid que conjugaba un régimen colonial de di ‘moderno del nacionalismo revolucionario mexicano. Un alto porcenta- jede a poblacién mexicana considera que los indigenas ya no represen tan una fila de idencidad nacional, sino suejeysostén, Esto es algo que Jos zapatistas han recalcado en los dltimos ses aos, lo cual les a valido cl apoyo de a sociedad civil. Han convocado a miltipes foros naciona- lese internacionales sobre democraciay justcia; miembros de todos los niveles dela sociedad civil mexicana an participado en las negociacio- res zapatistas con el gobierno, y, lo mas significative, han logrado evitar ser aniquilados miliarmente galvanizando a la poblacién general para que actie en la defensa fiscay politica del EZLN. Aunque quid se trate hid, pp. 127-146. Haney ef, mana indi pp 9-10, 64 jostnasaoasnronrino deunlga comin, me gustaria sguiéndoa Ereso Lac. averguar tnt fondo emo fe qu ene 1994 y 1996 ls tapas scone: ton en lagna vt del comunidad meena, Cmenzarécon Trinerpreccign de uno de ator ate de ideniad nacional een Cos por los mapas. : Tarde de 2? dejo de 1996 unos 5000 vistas provenintes de 4 ates nor mio ajo ccd dad y elo de Oren tis Chapa, initads po 22 para celebae el "Bnewentointera- ‘onl por humanity conta neoliberal. Tavmos qu acer tan vale de crea de 12 hors en cami pata llegar asta el luga. Tam- Bien Nios ua lr ila ar qu ow apis reviran nets er tonasy pervencnatminuioement, pet querancercorarte de que adic Icrare armas drogas ala convecisn, Despue scapamo yh Corque acer muchas ors fe pars al bao, doch y recibir ura bets merienda de ecomacadas attr, joes, cafey pose Al ial de Ts cea non wurimos en medio de un rd card pase encue- tro Eva estoy hacia co a gee eva muy aimadaynueto foro ineraciona erative empersba a lbortre un poco. Loe trembros dei dlegacionfelannentonaron canciones antlascvas tiintas que en les enclaves ngentinosycilenos se toaba la guia: todas pare agente git viae PP Dar carne comandante Divi habia subido al esuedoy pe dla silencio, los vcore al EAL y lencacnto parectan ireprimibles. Logramos alanos un poco, pero pesstae umbido grave dels contertaciones ara nosotros exo ca ext ellados, per el coman- dante David no estaba de acuerdo. Volvié a pedir silencio; de hecho, ini en que pardisemos lnc absolut, epitiendo la frase "has th que gueden silencio no podemos empeat” y “hay que guardat 10 minutos de silencio ances de poder empear™. Tanto ls eutopeosco- tho los lrinoamerizanosy los estadunidenses que nos eneonerdbamas Stns quam de que est no er slo inca, sno hasta un poco autoitaio, Unos 13 minutos mis ade, cuando fnalmente cal tron ena cuenta se que o haba cr opin de que ba en serio y Ge quel yer tenfa adn, sedi, Noseallames. Gtardamos silencio sbsoluo, Nin sspte iu ssa, sigue el chiredo de ana ‘ill. > Lach, 1996, EL'NDIOTENLAERADELZARETIMO 65 AA principio ¢ escuchaba eéme la gente procuraba sofocar sus pro- pias voces, absteniéndose de hacer comentarios sobre lo que estaba pa- sando. Dos minutos después los susurros se habian vuelto ensordecedo- res y yo me dije que no lo lograrlamos, que no podriamos mantener el silencio, Pero al cabo de otros dos minutos reflexioné: sia my a un gru- po de 5.000 personas nos rsultaba tan difeil guardar silencio durante 10 minutos, cuinto més diflil no habri sido para los zapatstas y sus simpacizances guardar silencio durante 10 afios —un minuto nuestro por cada afio de ellos. Poco despues de tener esta revelacin sobre el dis- curso mecaférico del EZiN, observé que los zapatstas hactan fila p ‘cupar las cibunas al aire libre que estaban alrededor de la plaza central donde nos encontrabamos los vistantes. Las tribunas se habianllenado casi por completo cuando descubri, en la oscuridad, que ahi extaban: hombres y mujeres vestidos con huipiles y ponchos, sus rosttos cubier- tos por pafiuelos de colores y pasamontais, Fue impresionante. Mien- tras nosotros esperdbamos sentados y haciamos nuestro mejor esfuerzo por mantenernoscallados, ls 2apatatas habian legado sin hacer prict ‘amente ningtin ruido. Yo no habla advert a ls cients de zapacstas sentats alrededor de nosotros, y me parece que lo mismo le pasé al res- to de los vistantes. Cuando ls zapatstas tomaron asiento, todos nos ex amos durante uno o dos minutos. En esos 10 minutos en los que apa rentemente no pasaba nada, en realidad pasé mucho, ;Cémo interpretar la plenitud de es silencio? “Ahora —dij el comandante David— pode- ‘mos empezar” Estudios recientes sobre la historiografia subalterna han arrojado luz sobre lo complejo que pueden ser los posibes significados codifcados en dlsilencio subalterno.® Algunos tedricos de la subjetividad subalterna, como Gayatri Chakravorty Spivak, eambién han estudiado los limites absolutos del conocimiento occidental confrontado por el silencio y la iteracin subaleernas.” El ensayo de silencio de Rigoberta Mench en ‘Me Wamo Rigoberta Menchi y at me nacié la conciencia... «= wn claro «ejemplo de estos limites del conocimiento occidental. Mencht insiste en hacer que los lectores occdentales se interesen en sus secrets.™ Esto es parte de un proyecto politico mediante el cual Menchii pretende estable- © Guha, 197; Pandey, 200; Sco, 1989; Gaba, 1988. © Spe 19883 * Somme, 1991 66 yoserau suoararomnio Sridhar Be acpi pen pall ghee peta Se etrp eda oe spereelana re erence heer irae ee To crnoehinkoea lees ene we ce ie 1a es asin pti seston ean ny diktiewe Co ere emcee or athlon ni » Sadat Pri, 1994. “Ye he mero quel proyecto de Menei es un icento por prserar un epi no madris ubaerea dante la negoaién de teminos qu De {ln one pricpan iitada deo de Is podria, Semel to once = ‘Minardi eno debe a cic coma pig ee fin polio: 0 ‘lon punmyasen Guster som acdc pots inl de Mench (Wate, 1998), HLNDIO"ENLABKADELZATATIO 67 durante 10 minutos, Lo mds dif fue guards silencio cuando notamos que ls zapatstas se unlan a nosotros. Nuestoe 10 minutos de silencio éran una metoninmia dl silencio impueso los pueblos indigenas de ‘América alo largo de las ikimos 500 sfos. Cabe mencionar que nue tro silencio de aquella tarde no fue precisamente voluntatio, pues esiba- 1mos imitando el silencio esructrl impuesto a la subalrerndad en el Farle Seger, low ates deata Nuon Exp, qu si a me scans ese le haben a serra cde Mehcan,y todo los dem die dais secs, ed ue ter haswvdo en grande nies de n= Field ella en que dexaron retarted com td dao foe wast: scrip y pure toe lirica en que habe has gon. Véne Marie a 1998p. 217 Rent 2001 > Rodeiguen, 1998, 94 GUILLERMOZERMERO ‘aunque con otro signo y otros alcances— dela imagen del inteleceual Fancionario del antiguo régimen colonial 4. Existe, sin embargo, un hecho més que distingue la empresa na- Pande conus una ahora de eos arguments sus ii baci x Die en pene, paramere el primer ep, ESPACIOS ENCANTADOSY LUGARES MODERNOS 115 zn la autonomy a intridad del sujeto singular y la denied y a tnifrmiad de storia Corren al pao pete tabi se dancin de aque endencias inflyentes qu roduc a hetrogneiad eo in parclares no recuperado clanidto con los nos dlp der? Abogan ms ien a vor dela consinicon de loss det de ls relconer scales, defn por las dgposcones design rales dentro dele cites dl poder. En haga de caer ena concep ‘fond la diferencia como una ine dosealwabjo de razon ya prods del pve aq lo tines dels hecrogeeidad son sembrador dentro de iim ya prt de lor uo oie, Si bin ls price connttatas de lo sujetos soi ex in taseny a erin aves de la densidad del sigitcado aro 4 pester medaldades de sigitcad yale pees de poder cas runes lgan ser conchidos, sempre estan syjets a laden tpleamienc yl empl. Ag emportante ue bseremos eine ‘Erapaionado, la inctabldad incest ya anbivlencasormentaa Gu podemer fallen el corean mismo de los proyectos dominantes de Sica y poder. Pr es gamente importante rconocer qe les peaciones etn condcionata por las seins contador y cone ‘Stud los sjeron sexier, En apf, anacbinaién epee lary reales pore se conjntaa con ie termine el poder ss rina criinas pueden desbora ls signiftcaos dominates sat Coin sete acambonytvsions sempre mares por las por ds gucofecen nenronacn deverdader mie vigary inl de ce teas mis nucras Ante cl neste clamor por In autonomy empo- drains mismasdefnicions des democrac, losin de Ie moderidad y lox prose dl pulmo no pueden Ser cpeedos de as formacone intsnsearment fens de lessees soe en ‘mundos neviablementeheteropencn maken por el paso y ener genes en el futuro, Ms all def sone angus fos proyectos teonocrtics ys vaniads acidic los eins par rear Chara lo mings def modern I play a demoutac se ‘poyan en easy polices qucinyen ens prccas dels ejetos hese l agol yd shore figada al pasado, de care al presente yc pecilndo cone atu, "La eleminos dos provenen de McGowan, 1991 pp. 15-16 pesim, 116 saURasH DUBE Dicho de oo modo 6 vamos explora antec nt el po- der ys izes ana as xis de lnc ea der los tgucs moderne ro que es impernivo ena ppd Sal goer det dela abr dea derenciy areal lugar de a i fen cncl waaj del poder: per diferencia juntos amd epart dr por emp cntedaados. 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