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Un antiguo profeta dijo: "Donde no hay visin la gente perece." Este dicho, en verdad, puede ser
interpretado
tanto literal como
figuradamente. Desde un punto de vista literal, los que no pueden o no
quieren ver son incapaces de enfrentarse a muchos de los problemas
que los rodean y, al mismo tiempo, incapaces de aprovechar las
oportunidades que se les puedan presentar.
Una interpretacin an ms amplia no limita este dicho al simple acto
de ver con los ojos, sino tambin a tener una visin que constituya un
ideal que facilite a los individuos el ver ms all de la simple ejecucin
de los actos que constituyen su vida diaria, y a hacerlos capaces de
formar opiniones y convicciones que estn ntimamente ligadas a las
aspiraciones y propsitos de su existencia.
En este sentido, la visin hace posible el pensamiento creador continuo;
capacita a los seres humanos para disponer las diversas partes de su
existencia para que completen un todo. La visin ilimitada nos permite
ver ms all de las cosas evidentes que tenemos a la mano. Casi todas
las cosas que podemos concebir son diferentes, cuando las
consideramos como un todo, a cuando las consideramos en las partes
que las componen.
Una gran orquesta sinfnica produce una msica basada en la
cooperacin de cada ejecutante y en la necesidad de que cada uno
toque su parte. La eliminacin de cualquier seccin o parte de una
orquesta cambia el resultado total. Es interesante notar cmo la misma
meloda puede cambiar desde una forma muy sencilla hasta una
complicada.
Tomemos una meloda cualquiera y toqumosla con un solo dedo en el
piano, y la impresin que recibiremos ser muy diferente a la que nos
produce esa misma composicin ejecutada por una orquesta o por un
gran rgano o an por un pianista consumado, y sin embargo, est
claro que la meloda no ha cambiado; est claro tambin que el tema
fundamental es el mismo. En otras palabras, el mismo tema existe sin
tomar en cuenta el que est presentado en su forma ms sencilla o en
una muy complicada.
Este mismo principio se ha demostrado frecuentemente en otras
manifestaciones artsticas.
No podemos apreciar un cuadro clebre examinando muy de cerca una
parte de la tela.
Comprendemos su belleza cuando nos separamos a cierta distancia de
la pintura y la vemos en su totalidad. Aunque es cierto que el todo es
una combinacin de las varias partes que lo forman, no se ve siempre