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G.N. FischeR Campos de coat KI cologiA © SSobial GRUPO - INSTITUCION CULTURA AMBIENTE S@€IAL narcea Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizacién escrita de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las feyes, la reproduc— cién parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, com- prendidos la reprogratia y el tratamiento informético, y la distribucién de ejemplares de ella mediante alquiler 0 préstamo piblicos. © NARCEA, S.A. DE EDICIONES,1992 Dr. Federico Rubio y Gali, 8. 26039 Madrid © BORDAS, Paris,1990 Titulo original: Les domaines de la psychologia sociale: le champ du social Traduccién de Guillermo Solana Cubierta de Fernando Garcia de Miguel ISBN: 84-277-0976-5 Depésito legal: M-7956-1992 Impreso en Espafia. Printed in Spain Fotocomposicion EFCA. Dr.Federico Rubio,16.28039 Madrid Imprime GAYHUR. Fuenlabrada. Madrid. Indice PROLOGO ..... u 1. CULTURA ... 15 Noci6n de cultura ... 16 Contenido de la cultura 28 Dimensi6n intercultural 48 Conclusién 60 Bibliografi 61 2. COGNICION SOCIAL ........ 63 Naturaleza del conocimiento social... 65 Mecanismos del conocimiento social ‘0 Conclusié1 97 Bibliografia 98 3, EL GRUPO... 101 Nocién de grupo. 102 Perspectivas tedricas . 110 Principales fenémenos de grupo. 127 Conclusion 162 bli 164 4. LA INSTITUCION.. 167 Concepto de institucion 168 La nocién de organizacién 181 Conclusién 212 Bibliogra! 214 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Prélogo Abordaremos en esta obra la psicologia social a través del estu- dio de los componentes del campo social; se trata asi de llevar a cabo un anilisis de los principales dominios de la psicologia social y esta aproximacién constituira una de las partes de ese anidlisis. La idea de campo social designa la trama basica en cuyo interior se constru- yen y expresan los fenémenos sociales con referencia a una proble- matica relacional que es la de lo individual y lo colectivo en toda sociedad y en todo grupo. Perseguimos aqui una sensibilizaci6n hacia la psicologia social iniciada con los Conceptos fundamentales '. Su objetivo es propor- cionar los conocimientos tedéricos mas aceptados, determinar unos tipos de cuestionamiento y unos modelos de anilisis a partir de las experiencias e investigaciones mas sefialadas. Un manual asi no pre- senta pues el estado de la cuestién sobre los diferentes puntos abor- dados. Esta opcién significa: — por un lado, que no pretendemos en modo alguno exponer para cada cuestién tratada la evolucién de la: investigacién, ni siquiera en sus lineas generales, pues nuestro propdsito es ante todo pedagdgico; — por otro, que no nos proponemos proporcionar una informacion ex- haustiva sobre los diferentes temas, pues nuestras propias opciones | FISCHER, G. N. (1990): Psicologia social. Conceptos fundameniales. Narcea, Madrid. © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 1. Cultura La nocién de cultura, ampliamente difundida en el discurso so- cial, no ha hallado todavia un lugar claramente reconocido en los enfoques de la psicologia social, que sigue estando ampliamente ca- racterizada por una concepcién etnocéntrica en el anilisis de los di- versos campos de la psicologia social (Greenwald y Ronis, 1978). Han sido las investigaciones antropolégicas las que han sensibilizado la reflexi6n sobre la importancia de las variaciones culturales del comportamiento social. En psicologia social numerosos trabajos se limitan a estudiar los efectos de los factores culturales, considerandolos como unas dimen- siones entre otras en la comprensi6n de ciertos aspectos del compor- tamiento social o en la de los procesos de integracién (Horney, 1937; Bruner y Goodman, 1947; Allport, Bruner y Jandorf, 1953). Pero es el andlisis de las significaciones socialmente compartidas en una si- tuaci6n por unos individuos, unos grupos o una sociedad, el que hace de la nocién de cultura un modelo de comprensién de las expericn- cias, de las actitudes y de los juicios de otros y de nosotros mismos, referidos a los acontecimientos. La cultura designa pues, sumaria- mente, un conjunto de saberes y de practicas ampliamente compar- tido y que representa un modelo de significaciones para el] sistema en cuestion. Presentaremos sucesivamente la nocién de cultura, su contenido y algunas de las dimensiones esenciales en torno de las cuales se desarrollan enfoques recientes de la psicologia social, tales como la interculturalidad. © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 19 CULTURA distinci6n introducida en Alemania, por los historiadores primero y después por los socidlogos, entre cultura (Bildung) y civilizacién (Kul- tur). La cultura se define alli como el progreso intelectual y social del hombre en general, de las colectividades, de la humanidad. Esta concepcién sera asumida por la sociologia norteamericana (Merton, 1940) que definira la cultura como el conjunto de los me- dios colectivos de que dispone el hombre (0 la sociedad) para con- trolar y manipular el ambiente en que vive, y que utilizard la nocién de civilizacién para designar una cultura caracterizada por un gran mimero de elementos y por una disposicién compleja de éstos. En el contexto de la sociologia francesa, la cultura ha sido defi- nida como «las reglas de conducta, las creencias, las técnicas mate- riales e intelectuales caracteristicas de un conjunto social» (Mendras, 1986). Mantendremos de estos elementos que la concepcién sociolégica de la cultura destaca el hecho de que ésta constituye un ingrediente de todo fenémeno social; la dimension cultural reside en la relaci6n de las conductas y de los modos de vida con normas sociales. Permite en consecuencia comprender los modos colectivos de actuar como unas respuestas socialmente aceptadas segtin unos valores comunes a un grupo. Concepcién psicoanalitica Freud (1930) proporcioné a la nocién de cultura una definicién que se emparenta con la idea de superego. «La cultura humana (...) comprende, por una parte, todo el saber y el poder adquiridos por los hombres para dominar las fuerzas de la naturaleza; y por otra, todas las organizaciones necesarias para fijar las relaciones entre ellos». En esta perspectiva la cultura se traduce por las diversas formas de interdiccién que se establecen, sobre todo respecto a la pulsi6n de muerte y al deseo de incesto. En el pensamiento freudiano estas prohibiciones resultan indispensables para el desarrollo de la huma- nidad, que tiene lugar cuando se interiorizan las constricciones vin- culadas a estas prohibiciones; en otros términos, la cultura aparece como una interiorizacién de las prohibiciones necesarias para la su- pervivencia de una sociedad. © natcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 23 CULTURA junto social se halla penctrado por los mismos elementos culturales que la cultura global en la que se integra; pero se manifiesta por unos aspectos secundarios especificos en cuanto a las ideas, los va- lores y las ambiciones. El conjunto de estos elementos revela que la cultura es una caracteristica de un sistema social determinado. Sin embargo, la observacién de aspectos culturales particulares no da nunca integra cuenta de una cultura en su conjunto; hemos pues de tratar con unas construcciones efectuadas a partir de la observacién de las formas concretas de vivir en un grupo dado. Para dar cuenta de los diferentes aspectos de la cultura, Linton (1945) distinguié la cultura real de la cultura construida. La cultura real, consiste en la totalidad de los comportamientos de los miem- bros de una sociedad; en cambio, la cultura construida es un modelo que define la media de las series finitas de variaciones y que se emplea como simbolo de la cultura real. La cultura construida no puede, pues, corresponderse exactamente con la cultura real en to- dos sus detalles, pero proporciona una construccién que repres ma una categoria finita de comportamicntos en cuyo interior se sitdan las respuestas de los miembros de una sociedad dada en una situa- cién dada. Retengamos pues, que, en cuanto fenémeno social, la cultura designa un conjunto de conductas socialmente reconocidas y com- partidas. La cultura como modelo El concepto de cultura designa también el hecho de que los com- portamientos estan estandarizados, es decir que se hallan «construi- dos» en conformidad con un modelo més 0 menos flexible, pero reconocido como normativo y eficaz en la orientacion de las conduc- tas. El modelo aparece como un referente que se impone al indivi- duo y que, por un lado, trata de reducir las dificultades que encuen- tra en la elaboracién de una forma de vivir, mientras que, por otro, propone un codigo establecido de la mejor manera de proceder en cada situacién. La nocién de modelo indica ademas el hecho de que en toda sociedad no existen comportamientos totalmente aislados; nuestras actitudes, nuestras actividades y nuestros juicios resultan al menos parcialmente idénticos a los de los otros. Importan no sdlo sus caracteristicas en cuanto tales, sino el hecho de que se trate de elementos que, a través de la realidad social, implican una cierta © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 27 CULTURA. cuales ésta construye sus modos de vida, estableciendo los cdnones que presidieron su organizacién como marcos que conforman las con- ductas de cada uno. La cultura en este sentido posee un papel inte- grador que socializa los comportamientos y un papel econémico que sistematiza la conducta social, de tal suerte que la expresién de los comportamicntos no se ve sometida a un reaprendizaje permanente de las maneras de comportarse. La cultura contiene y reinterpreta los valores de una sociedad de modo mas o menos sistematico, ofrecien- do a los individuos elecciones y opciones entre valores dominantes y otros, de modo que la variacién constituye a la vez un umbral de adaptacién y un tipo de distribuci6n de comportamientos culturales cuyo valor es mas 0 menos limitado. . Finalmente, toda cultura conforma la personalidad, imprimiéndole unas maneras de comportarse, orientando sus gustos, dictandole unas preferencias por ciertos objetos y una indiferencia o un rechazo por otros, etc. En este sentido, la cultura aparece como la traduccién de todos los hechos y gestos, modelados por los cédigos sociales, en un universo cognitivo que determina los modos de comunicacion, las for- mas de reconocimiento de los intereses 0 de las divergencias y cons- tituye asi una manera de vivir en sociedad. La cultura da, pues, una gran coherencia a las conductas de los individuos, confiriéndoles una personalidad basica constituida por el conjunto de los elementos culturales que van a conformar los rasgos de la personalidad de cada uno (Kardiner, 1939). Asi, sus compo- nentes principales son: — los sistemas de pensamiento en virtud de los cuales cada uno actia sobre la realidad; — los sistemas de defensa que son el conjunto de los medios institucio- nales que permiten resistir las angustias creadas por las frustraciones de la realidad; — el superego que define la tendencia a ser reconocido por los demas; — las actitudes religiosas. En consecuencia, la cultura tiene como funcién dinamizar las conductas a través del apoyo cognitivo y afectivo que les dispensa. © narvea, s. a, de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 31 CULTURA 2. Los sistemas de valor: Los valores de una sociedad no se hallan jamas aislados o sim- plemente yuxtapuestos; tienen entre si nexos complejos y forman globalmente una coherencia que constituye, en su conjunto, lo que se llama un sistema de valores. Un estudio comparativo ha permitido destacar el sistema de valores en cinco poblaciones muy distintas de los Estados Unidos: los indios navajos, los indios zunis, los mormones, los norteamericanos de Texas y los mexicanos de Texas (Kluckhohn, 1956). Este estudio se basaba en la siguiente hipétesis: toda sociedad debe aportar unas respuestas a algunos de los grandes problemas humanos fundamentales, pero las soluciones a estos problemas son limitadas y es precisamente la articulacién de las soluciones conside- radas lo que caracteriza al sistema de valores de una determinada sociedad. Los investigadores establecieron una reja de sistema de valores a partir de la cual aplicaron unos cuestionarios a esas pobla- ciones. Los resultados de esta investigacién muestran en primer lugar que ninguna de estas culturas manifiesta las mismas preferencias que otra en cuanto a sus orientaciones axiomAticas. En cambio, dentro de cada cultura, el sistema de valores forma un conjunto coherente en donde se entremezclan valores dominantes y valores variantes. La importancia relativa de los valores y las relaciones entre variantes y dominantes constituyen indicadores de la evolucién de esas socie- dades. Esto ha permitido deducir el hecho de que todo cambio de valores determina mas una variacién del puesto relativo de éstos en una jerarquia que la emergencia de nuevos valores. En otros trabajos se han estudiado los sistemas de valores en funcién de las clases sociales (Hyman ef al., 1958), partiendo como hipstesis del hecho de que el fenédmeno de la movilidad inferior de las clases sociales desfavorecidas se hallaba ligado no sélo a unos obstaculos econémicos, sino también a factores tales como la exis- tencia de valores inclinados por su naturaleza a frenar toda implica- cién para mejorar la situacién presente. Este sistema de valores, segin Hyman, esta determinado: — en primer lugar por la importancia otorgada a la educaci6n; — después por unos objetivos perseguidos en la busqueda de un trabajo; — finalmente por los medios aplicados para alcanzarlos. © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 35 CULTURA El enfoque de Parsons trata asf de integrar los niveles culturales sociales e individuales en una teoria general referida al sistema social que estaria basada en el modelo de orientacién de los valores, el cual designa entonces las caracteristicas de un actor social, congruen- tes con las expectativas ligadas a su rol; estas orientaciones de valo- res son interiorizadas durante la socializacion y se convierten en ras- gos de personalidad. Los trabajos de Sarbin y Allen (1968), que utilizaron la idea de consenso de los valores en psicologia social, han mostrado que la identidad social podria ser interpretada como una evaluacién social del rendimiento que un individuo logra en un status asignado o en- tendido. Desde este punto de vista, lo que hace actuar a un individuo parece ser su necesidad de obedecer a las normas y de compartir los valores ampliamente admitidos; los comportamientos humanos se ex- pican entonces por el modo en que los individuos se conforman a lo que se puede esperar de ellos. Asi, las diferencias de actitudes entre los individuos de una misma cultura procederian de diferencias pree- xistentes en su modo de ver las cosas: no todos los individuos orien- tan de la misma manera los valores difundidos en la sociedad en que viven. Frente a esta perspectiva que define el valor como la materia consensual de una sociedad, otros enfoques insisten mas en la di- mensi6n conflictiva de los valores. Desde este punto de vista, Tou- raine (1974) considera que la sociedad no es un conjunto homogéneo y no se reduce al denominador comin de los valores compartidos por sus miembros. Seguin él, constituye un conjunto penetrado por conflictos internos y cabe describirla contentandose simplemente con relacionar los valores compartidos que deben ser considerados como el producto de interacciones. Del mismo modo la cultura es captada como un producto del ambiente al que se refieren los individuos para determinar sus conductas. Prolongando esta perspectiva, cierto nimero de trabajo (Gould- ner, 1959; Myrdal, 1969) se preguntan por el lugar y el rol de los valores propios de los investigadores y tratan de captar en qué me- dida pueden influir en su enfoque. Este esfuerzo por definir el rol mismo del cientifico con relacion a su propio saber y objeto de in- vestigaci6n constituye una dificultad suplementaria para el estudio del concepto de valor, pero representa quiza también una nueva via para la psicologia social en la medida en que ésta integra en su © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 39 CULTURA trascendencia, sino que trata especialmente de la organizaci6n social y politica de las sociedades. A partir de estos elementos, la ideologia es considerada globalmente como un sistema de representaciones que proporciona una interpretacién de la realidad. Segtin los autores, se destacard un aspecto especifico de este sistema. Dumont (1974) designa la ideologia como un sistema de ideas y de juicios que sirve para describir, explicar, interpretar 0 justificar la situaciOn social, inspirandose en sus valores, para lograr una orientacion de las conductas. Por su parte, Berger y Luckman (1966) describen la ideologia como la definicién particular que una agrupacién da de la realidad. Consideran asi que la ideologia sdlo funciona en un nivel social, no individual; existe ideologia, en este caso, cuando uno sc halla en una situacién de grupo o en una orga- nizacién. Schurmann (1968) estudia la ideologia en el marco de las organizaciones y la considera como una manera de pensar propia de una organizacién, siendo su funcidn la de servir los intereses de los que tienen el poder. Wilson (1973) designa la ideologia como una serie de creencias sobre el mundo social y sus acciones; tales creen- cias contienen unos enunciados sobre la adecuacién de ciertas orien- taciones sociales y de las actividades que de éstas se deducen. Esta concepcidn de la ideologia se refiere a la idea de definicién de si- tuaciones (Thomas, 1977), es decir, a la manera en que un grupo comprende e interpreta la situacion en la que se encuentra. En una perspectiva mas especificamente psicosocial, la nocién de ideologia ha sido objeto de investigaciones diversas (Aebischer, De- conchy, Lipianski). Las investigaciones de Deconchy (1989) han apor- tado especialmente una luz y una profundizacién a esta nocién, apo- yandose en sus trabajos anteriores (1980) segtin los cuales el sistema de creencias religiosas constituye un clemento «prototipico» de la definicién de ideologia: «Todo conjunto organizado de representaciones y de explicaciones del mundo y en especial del mundo de las interacciones sociales en donde el movil primero no es desde luego de orden verificador; sin embargo, en este géncro de sistema sociocognitivo, la informacién en torno de la cual se esta blece el consenso del grupo es percibida y planteada como portadora de un alcance potencialmente universal» (Deconchy, 1989). A partir de estas bases conceptuales, el autor propone el anilisis de la ideologia como fenémeno psicososical, considerando varias orientaciones. © narcea, s, a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 43 CULTURA c) La idcologia politica funciona igualmente sobre un principio reductor de la realidad; su valor o su eficacia no reside en su rigor intelectual sino en su capacidad operatoria basada en una esquematizacién de la realidad en categorias elementales, por ejemplo, derecha/izquierda d La ideolgia es, finalmente, un enmascaramiento de la realidad a tra- vés de la aparicién de tipologias fragmentadas cuyo sentido es Ia sal- vaguarda de los intereses que sc defiende. En esta perspectiva, la fabricacién de las ideologfas politicas se opera hoy a través de las mediaciones culturales de los que dominan los sistemas de comunica- cién y tienen la posibilidad de manipular el «capital simbélico» de una sociedad. Componentes de la ideologia Se pueden considerar dos tipos de componentes: estructural y justificativo por una parte, fundamental y operacional por otra. 1. La ideologia estructural y justificativa: Este primer componente muestra que en toda ideologfa hay ele- mentos estructurales que determinan una situacién y producen unos tipos especificos de accién; en cambio, los elementos justificativos constituyen el conjunto de los medios, que varian segin las circuns- tancias y las necesidades y permiten legitimar una situacién definida por la ideologia, recurriendo a la racionalidad, a la emoci6n y a toda forma de racionalizacién. Seliger (1976) establecié para cada componente los enunciados ideoldégicos referidos: — los componentes estructurales se hallan formados por descripciones, andlisis, directrices morales y técnicas, acciones y rechazos; — por lo que se refiere a los componentes justificativos, estan consti- tuidos por enunciados de justificacién, de simbélica racional, de co- herencia légica, de atracci6n emotiva y de mito justificativo. Para Seliger estos componentes son interdependientes. Aunque la ideologia sea a menudo captada como una unidad, representa en realidad un sistema de componentes asimétricos y fluctuantes. Asi, los principios 0 componentes estructurales de una ideologia particu- lar pueden no corresponder a los componentes justificativos del mis- © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 47 CULTURA 3. La creacién de mitos: La ideologia opera a través de un cierto nimero de mitos cuya funcidén es especialmente la de servir de soporte y de orientacién a las actividades y las creencias. Barthes (1973) mostré cémo el mito es un instrumento de la ideologia y un elemento de su eficacia. Distingue varias funciones: — la eliminacién de la historia: cuando las cosas son presentadas de una manera intemporal, la historia desaparece; — la identificacién: se trata de una generalizacién que permite asimilar un elemento particular a un tipo ideal por la creacién de estereotipos; asf deja de ser amenazadora una caracteristica reinterpretada de un determinado objeto social; — el «ni uno ni otro»: este mecanismo anula dos elementos contradic- torios, permitiendo huir de una realidad intolerable mediante el re- chazo de dos soluciones propuestas, pues toda eleccién supondria un compromiso; negandose a toda eleccién, se refuerza la ideologia del statu quo; — la cuantificacién de la calidad: se trata de un mecanismo por el que se pretende comprender mejor la realidad, apoyéndose en hechos mensurables como el éxito, la popularidad, los honores. Aunque la mencionada realidad se reduce asi a sus elementos mds externos, éstos son, sin embargo, los que aparecen como mis reales; — las verdades irrefutables: es el mecanismo por el cual se presenta la realidad a través de formulas previamente elaboradas y consideradas como universalmente aplicables y que basta calcar sobre la situacién en la que uno se halla. Las diversas funciones del mito muestran de qué modo opera toda ideologia como un sistema de justificaciones y como una forma de neutralizaci6n de las contradicciones inherentes a los comporta- mientos, a las situaciones y a la realidad social en general. Estos diversos aspectos de la ideologia permiten comprender su importan- cia y su lugar en el interior de la cultura; la ideologia no es coex- tensiva a una determinada cultura; no cabe asimilar ideologia y cul- tura. En cambio, la ideologia constituye una dimensién esencial de toda cultura; a través de aquélla construye una sociedad su conoci- miento de la realidad al tiempo que una imagen de si misma que forma un sistema explicativo propuesto a sus miembros. El estudio de las ideologias permite, pues, captar concretamente cémo en una cultura determinada los valores y las normas actian y constituyen factores esenciales de los fenémenos psicosociales en la medida en © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 31 CULTURA, hipstesis de la semejanza de creencia: los individuos tratan de enten- der las disarmonjas interculturales en términos de desemejanza ase- gurada en el sistema de creencia de los grupos en relacién. El con- cepto de cultura subjetiva (Triandis, 1972) desarrolla la misma idea, considerando que los diferentes grupos étnicos poseen una percepcién idéntica de su entorno social. 3. Un tercer enfoque esta basado en las teorias del aprendizaje social y de la socializacién; considera la cultura como una matriz de reforza- miento de las conductas. Un individuo situado en un contexto cultural inédito tiene que hacer frente a nuevas contingencias y, mientras que no las haya dominado, viviré una experiencia de confusién y de estrés (Guthrie, 1975). La teoria del aprendizaje social ha sido también utilizada para explicar el desarrollo de la conciencia racial en uno mismo y en los demas. Algunas investigaciones (Pushkin y Veness, 1973) han mostrado que unos nifios de cinco afos eran conscientes de su identidad étnica y ca- paces de identificar las caracteristicas raciales de otros. Enfoques centrados en un factor de situacién Para analizar las relaciones interculturales, estas orientaciones toman en consideraciOn los siguientes factores: las percepciones so- ciales, las atribuciones y los indices de comportamiento. 1. Las percepciones sociales: Las actitudes adoptadas por los individuos hacia otro se hallan determinadas por el modo en que se le percibe. La nocidn de este- reotipo es asi empleada para dar cuenta de las imagenes que los individuos tienen en su cabeza cuando entran en contacto con otros. 2. Las atribuciones: Se trata de un proceso mental por el que establecemos unas inferencias sobre las causas del comportamiento de otro cuando nos encontramos en interaccién con él; nos preguntamos cual es la razén, © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 5S CULTURA ferenciadas que se establecen sobre una separaci6n clara entre «ellos» y «nosotros» (Bochner, 1976). La mayoria de los conflictos bélicos en el mundo explotan las diferencias raciales, lingtifsticas 0 religio- sas. En lo que concierne a las relaciones entre miembros de socic- dades diferentes, los andlisis revelan que difieren cualitativa y cuan- titativamente de las que tienen lugar entre grupos de una determi- nada sociedad multicultural. La diferencia media entre estas dos for- mas de relaci6n se basa en la intensa distincién entre los inmigrados y los visitantes (Heiss y Nash, 1967). Los procesos en acci6n en las relaciones interculturales se apo- yan en estudios y experiencias clasicos (los presentaremos mas deta- lladamente con ocasién del estudio de los grupos) que muestran que los miembros de un grupo tienden a exagerar y a deformar sus di- ferencias con otro grupo, traduciéndolas en imagenes negativas 0 estereotipadas. La célebre experiencia de Sherif (1970) puso de re- lieve ta existencia de conflictos inter-grupos engendrados por sus miembros a partir de un proceso de diferenciacién «ellos»/«nosotros» que permiticra saber quién pertenecia al grupo y quién era excluido. La categorizacién del mundo social en tales oposiciones resulta, segtin Sherif, de la competencia entre los grupos para obtener los recursos, metas deseadas por todos pero que sdlo uno de ellos puede alcanzar. Se propugna la interdependencia entre los individuos cuan- do los dos grupos se ven obligados a cooperar para que cada uno triunfe (Edney, 1976). Después de Sherif, los trabajos de Tajfel (1970) pusieron de re- lieve que la simple distribucidn de los individuos en el interior de un grupo, al margen de todo conflicto social u hostilidad, basta para provocar distinciones y comportamientos de discriminacién. Indica que los individuos construyen un orden social subjetivo basado en la diferenciacién nosotros/ellos y aprenden asi unas actitudes apropia- das para considerar a los miembros de su grupo y para desconsiderar a los demas. En consecuencia, el hecho de revelar un comportamien- to discriminatorio tiene lugar en ausencia de toda actitud hostil pre- via hacia los miembros de otros grupos y antes incluso de que se haya formado una actitud negativa. Otras investigaciones muestran que, en ciertas condiciones, algu- nos extranjeros son tratados favorablemente, sobre todo al transgre- dir costumbres locales por desconocerlas y no haber podido aprender las normas de las conductas apropiadas (Feldman, 1968). Finalmen- © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 59 CULTURA El principio de la asimilacién descansa sobre la hipétesis de la supe- rioridad de una mayoria cultural con relacién a una minoria. Ciertas investigaciones clasicas (Bettelheim, 1943) han mostrado que la asi milacién no es un proceso satisfactorio desde el punto de vista psi- quico porque suscita un sentimiento de inferioridad y el rechazo de sf mismo. 3. La segregacién. Es una politica que consiste en organizar una sepa- racin fisica entre dos grupos raciales; define sobre estas bases la evolucién de su modo de vida. 4. La integracion. Existe integraci6n cuando diferentes grupos se sumen con su identidad cultural en otro grupo mas fuerte y que posee otros valores y otras costumbres. Este proceso se refiere a unas situaciones en donde una sociedad de acogida propone un modelo de identidad social en cuyo interior se rednen las diferencias; éstas pueden con nuar existiendo y manifestarse en el seno de marcos definidos validos para todos. Impacto a nivel individual Las repercusiones de las relaciones interculturales a nivel indivi- dual han sido analizadas tanto en términos de aceptacién como de resistencia o de rechazo a ser uno mismo multicultural (Taft, 1981). Los campos que conciernen a estos efectos son variados: aprendizaje de una segunda lengua, escolaridad en otro pais, matrimonio con una persona extranjera, etc. Desde un punto de vista psicologico, estos efectos quedan explicados por diversas formas de respuesta a la influencia social, en el sentido en que los individuos implicados abandonan el dominio cultural que habian experimentado y adoptan otras maneras de ser y otras practicas; pueden manifestar asi varias posiciones: valorar la cultura de origen, dudar entre la cultura de origen y la que les es propuesta, rechazar la cultura de origen, lograr una transacci6n entre las dos. Asi, en cierto nimero de casos, los individuos tienden a rechazar su cultura de origen por una nueva. Esto sucede, por ejemplo, en los programas de intercambio de estudiantes en donde se observa que algunos no desean volver a su patria antes de haber concluido todos sus estudios en el pais que les ha acogido. En otros casos, unos individuos que han entrado en contacto con otra cultura la rechazan y se hacen militantes nacionalistas y chovi- © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 2. Cognicién social Hay en psicologia social un campo que cobra una importancia cada vez mayor; es el que se refiere a los mecanismos psicosociales de nuestro conocimiento social. Concierne a nuestra forma de com- prender y de juzgar las opiniones de otros y las nuestras, nuestro modo de explicar lo que nos sucede 0 los acontecimientos del mundo exterior. Este nuevo campo de conocimiento y de investigacién ha sido progresivamente estructurado a partir de teorias como las de la atri- bucion (Heider, 1958; Kelley, 1967), teorias implicitas de la perso- nalidad (Bruner y Tagiuri, 1954), de control interno/externo (Rotter, 1966, 1975), de psicologia del sentido comuin (Moscovici, 1984), de psicologia cotidiana (Beauvois, 1984), de psicologia del control (1987) o de cognicién social (Codol, 1989; Fiske y Taylor, 1984). Parte de que la manera en que conformamos nuestras ideas, es decir, lo que pensamos de los acontecimientos y de los individuos, constituye la base de nuestro comportamiento social y de nuestras reacciones fren- te a las diversas situaciones. No se trata aqui de presentar un estado de la evolucién de las investigaciones sobre este punto, sino de de- limitar algunos logros que permitan circunscribir este dominio y tra- ducir los principales conceptos al marco de una accién pedagégica. El desarrollo de Ja nocién de conocimiento social se inscribe en la prolongacién y sobre la base de un cierto nimero de enfoques en psicologia social, algunos de los cuales podemos recordar someramen- te. © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 67 COGNICION SOCIAL tra historia por el universo de valores en el que hemos estado sumi- dos y que ha generado nuestro modo de ver el mundo. El sentido comin comporta dos formas esenciales (Moscovi Hewston, 1983): 1. Un sentido comtin de primera mano, que es el conjunto de los cono- cimientos espontaneos en accién en un grupo y basado en la expe- riencia de cada uno. 2. Un sentido comin de segunda mano que esta compuesto por el con- junto de los conocimientos de contenido cientifico, que son transfor- mados en imagenes y empleados en la vida cotidiana. Asi, a través de los medios de comunicacién de masas y de las lecturas, cada uno de nosotros posee, por ejemplo, un conocimiento mas 0 menos exacto del psicoanilisis y de las ciencias humanas. La psicologia cotidiana La nocién de psicologia cotidiana ha sido desarrollada por Beau- vois (1984) y permite precisar desde otro 4ngulo el conocimiento social. Se trata de un concepto que designa una explicacién de las conductas (de uno mismo y de los demds) basada en una psicologia ingenua ejercida por el hombre banal en su existencia social. Este término revela la actividad psicolégica cotidiana que permite descri- bir un conjunto de conductas que implican procesos de inferencia. Segtin Beauvois, la psicologia cotidiana funciona segtin dos facto- res: — el primero concierne a la movilizacion de un corpus de conocimientos formados tanto por saberes como por representaciones; — el segundo se refiere a unos mecanismos de tratamiento de las infor- maciones que el individuo posee o se apresta a recibir. Por lo demas el interés de este concepto reside en su funcién social y Beauvois muestra la importancia que tienen las actividades en cuestidn para estabilizar cognitivamente la existencia social; cons- tituye una manera de pensar, inseparable de conductas sociales esen- ciales para el buen funcionamiento de la sociedad o de las institucio- nes. En este sentido, Beauvois considera que el recurso permanente a esta psicologia cotidiana puede ser interpretado como un proceso ideolégico que, al producir un modo de ver las cosas conforme a las © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. n COGNICION SOCIAL Procesos de inferencia causal El primer tipo de elementos se refiere al valor que los individuos atribuyen a influencias realmente experimentadas y a la evaluacién que hacen de ellas. Una experiencia de Nisbett y de Schachter (1966) muestra que cuan- do unos individuos sufren influencias diversas, desarrollan un proceso de inferencia causal para buscar las razones de su comportamiento. La ex- periencia se referfa a la administracion a unos estudiantes de una serie de descargas eléctricas de una intensidad creciente; previamente, algunos ido una pila falsa de la que se les dijo que provocaria taqui- cardia, irregularidades respiratorias, etc. Los investigadores hicieron la hipotesis de que esos estudiantes Ilegarfan a atribuir los sintomas a la pila falsa mas que a las descargas y que, en consecuencia, tolerarfan descargas de una intensidad mayor que los que no recibieron esa pila. Los resultados mostraron en efecto que los estudiantes receptores de la pila soportaron una descarga cuatro veces mayor que los demas. Tras informarles de que habjan recibido una descarga superior a la media, se les pidié que explicasen su comportamiento; las respuestas revelaron que no sélo no hicieron alusi6n a la pila sino que negaron toda influencia de ésta. En otros estudios Stone ef al. (1985) y Wilson et al. (1982) se pidio a los sujetos que durante dos o tres meses anotaran su humor cada dia, asi como los factores que podian influirlo: dia de la semana, condicion climaticas, duracién del suefio, etc. Al final de cada estudio los indivi- duos evaluaban el nimero de factores que habian influido en su humor. Los resultados mostraron que s6lo existia una relacién débil entre su percepcién de la importancia de cada factor y su influencia real. Shrauger (1983) pidié a unos estudiantes que hiciesen predicciones sobre una docena de acontecimientos diferentes en el curso de los dos meses siguientes como, por ejemplo, enamorarse, enfermar, etc. Parece que sus predicciones no fueron en modo alguno mas precisas que las basadas en la experiencia del promedio de los individuos. Asi pues, los procesos sociocognitivos de inferencia causal en particular proporcionan unos sistemas explicativos erréneos en cuanto a lo que en realidad nos habia influido. Wright y Rip (1981) explican estos sesgos por el hecho de que cuan- do las causas del comportamiento no son evidentes, nuestras propias explicaciones se hacen atin més falsas; llegan a la conclusién de que los estudios sobre la percepcién y la memoria muestran esencialmente que © narcea, s. a, de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 1S COGNICION SOCIAL El conocimiento social descansa asi sobre la idea de que los in- dividuos recurren permanentemente a su intuicién, a su experiencia presente o pasada para evaluar sus sentimientos y orientar sus con- ductas. Estos procesos nos informan sobre el hecho de que tales construcciones subjetivas son otros tantos sesgos que no dejan por eso de representar una estructura operante de nuestra relaci6n con la realidad. EL CONOCIMIENTO SOCIAL, COMO CREENCIA Puede definirse ¢l conocimiento social como un sistema de creen- cias y como una estructura que crea ilusiones. Este enunciado desig- na el hecho de que, en su confrontacidn con la realidad social, los individuos la construyen, como hemos visto, en categorias y en re- presentaciones compartidas por los demas; esta participacién social de nuestros conocimientos, en la medida en que se elaboran en re- presentaciones, conforma nuestras explicaciones del mundo. Mostra- remos a través de unas cuantas experiencias cé6mo determinan las creencias la manera de percibir, de interpretar la informacién que se nos proporciona. Estructura cognitiva de las percepciones sociales Vallone, Ross y Lepper (1985) han estudiado el impacto de las creencias sobre nuestras precepciones sociales. Presentaron a estudiantes proisraelies y prodrabes seis documentos dc informaciones procedentes de agencias que describian la masacre de 1982 en Beirut. En razén de las percepciones sociales en presencia, es decir que una informacién procedente del exterior s6lo podia ser desfa- vorable, cada grupo encontr6 a las agencias de informacién hostiles a sus posiciones y probablemente inclinadas a adoptar las del adversario. La existencia y el peso de creencias anteriores sobre las percep- ciones ha permitido determinar lo que se ha Ilamaod el fenémeno de la perseverancia de la creencia (Lord, 1979), es decir, la tendencia de los individuos a aferrarse a sus convicciones anteriores, incluso frente a una realidad totalmente contraria. © nareea, s. a, de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. oo) COGNICION SOCIAL Mecanismos del conocimiento social EI andlisis de algunos mecanismos esenciales de! conocimiento social nos permitird precisar su funcionamiento a partir de los ele- mentos presentados anteriormente. Hemos visto hasta qué punto toda cognicién social esta formada por lo que pensamos a partir de nues- tras experiencias sobre otro, sobre nuestro pasado, sobre los acon- tecimientos que se producen a nuestro alrededor. Todo conocimien- to social traduce asi la importancia de las actividades subjetivas in- ternas que no permiten en absoluto fijar unos criterios objetivos para decidir acerca del conocimiento bueno o malo de la realidad. Los mecanismos que constituyen la base del conocimiento social condu- cen a la produccién de diferentes sesgos y ahora consideraremos los procesos psicosociales que implican. Desarrollaremos sucesivamente tres tipos de mecanismos: — en primer lugar, el error fundamental; . — después, el tratamiento psicosocial de la informacién; — finalmente, la confirmacion de hipotesis. EL ERROR FUNDAMENTAL Se trata de un proceso sociocognitivo por el que aportamos a los fenémenos con que nos enfrentamos una serie de explicaciones que sobreestiman ciertos factores ligados a nuestras disposiciones perso- nales mas que a las caracteristicas de una situacién. Estos procesos se manifiestan a través de varias modalidades: — la sobreestimacién personal por un lado; — las ilusiones de correlacién y de control por otro. El fenémeno de la sobreestimacién personal Se trata de la tendencia a sobrevalorar la validez y la precisién de nuestros propios juicios. Este proceso ha sido puesto de relieve a través de miltiples experiencias. Asi, Kahneman y Tversky (1979) plantearon a unos estudiantes una serie de cuestiones facticas como, por ejemplo: © nareea, 5, a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 83 COGNICION SOCIAL que Londres fue mds tarde dividido en pequeiias conas geograficas) co- trespondian a un modelo puramente aleatorio. La ilusi6n de correlacién determina, pues, que cuando nos en- frentamos con acontecimientos aleatorios tendamos a buscar unas causas 0 a atribuir esos hechos a una razén explicativa. Otorgando asi una causa a la realidad, ponemos orden en nuestros mundos; nos parece entonces que podemos predecir con mayor facilidad las cosas y que son mas controlables. 2. Las ilusiones de control: Nuestra tendencia a percibir dos acontecimientos aleatorios como si existiese entre ambos una relacién se basa en otra ilusién segin la cual los acontecimientos debidos a la suerte serfan el resultado del control que ejercemos sobre ellos. Los antropdlogos han observado de este modo la funcién de ciertos ritos como control ejercido sobre la Naturaleza; en determinadas culturas las danzas de la lluvia se suceden con tanta frecuencia que a veces son seguidas del efecto deseado. Langer (1977) hizo una demostracién de la ilusién de control a través de las experiencias realizadas sobre el comportamiento de ju- gadores. Advierte que los individuos resultan facilmente seducidos si se les hace creer que pueden controlar la suerte. Los que elegian por si mismos su ntimero de loterfa apostaban cua- tro veces mas dinero que aquellos cuyo numero les era atribuido por el experimentador. Por lo demas, cuando unos individuos participan en un juego de azar contra una persona torpe y nerviosa apuestan mucho mas que cuando juegan con un adversario despierto y seguro de si mismo. Estas experiencias confirman, pues, el hecho de que los indivi- duos se comportan como si pudiesen controlar unos acontecimientos puramente aleatorios. Las observaciones practicadas en situaciones teales con jugadores han respaldado los resultados experimentales: los que juegan a los dados se comportan a menudo como si pudiesen controlar el resultado, lanzddolos, por ejemplo, con suavidad para con- seguir numeros bajos y con fuerza para lograr altos (Henslin, 1967). Ademias, la esperanza de los jugadores de poder dominar las leyes del azar refuerza su dedicaci6n al juego. narcea, . a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 87 COGNICION SOCIAL Impacto de las informaciones anodinas Cuando tienen que evaluar una persona o una situacién, los in- dividuos tienden habitualmente a retener y a explotar informaciones aparentemente sin valor. Varios estudios lo demuestran. Kahneman y Tversky (1973) efectuaron un tipo de experiencia idén- tica a la precedente y suministraron a unos estudiantes unas informacio- nes anecdéticas y sin importancia sobre individuos de una muestra de ingenieros y de abogados. Por ejemplo: «Jacques ha cumplido 39 anos, esta casado y no tiene hijos; es un hombre muy dotado y muy motivado que promete tener mucho éxito en su trabajo; sus colegas le estiman». Lo cierto es que, aunque llegasen a reconocer que esta informacién no aportaba ninguna indicio para determinar si Jacques era, ingeniero 0 abo- gado, los estudiantes respondieron en un 50 % que Jacques era letrado y en un 50 % que se trataba de un ingeniero. Esto prueba la importancia atribuida a unas informaciones sin valor y revela al mismo tiempo el hecho de que los individuos igno- rasen e incluso negaran una informacién mds formal, por ejemplo, el dato estadistico relativo al porcentaje de abogados en la muestra. Otra experiencia (Zukier, 1982) ilustra el poder de ocultar la informacion util y de emplear la informacion inutil. Presentaron a un grupo de alumnos dos series de informaciones re- lativas a estudiantes. Una de éstas estudiaba fuera de clase un promedio de tres horas semanales. La otra invertia también igual tiempo fuera de las clases; ademas vivia en una casa de cuatro plantas; una vez a la semana se acostaba a medianoche; tenia un hermano y dos hermanas; el periodo mas largo durante el cual salié con un chico fue de dos meses. Se describia a si misma como una persona a menudo alegre. Sobre la base de estas informaciones, los alumnos tenian que indicar la media de notas obtenida por cada una de las estudiantes durante el afio escolar. Los resultados revelaron respecto de la primera chica, sobre la que se suministraron escasas informaciones ttiles, que se la consideraba como merecedora de notas mediocres; a la segunda se le atribuyeron también calificaciones mediocres; pero veamos la raz6n esencial de que los alum- nos pensasen de ese modo. Aunque en los dos casos se indica que las estudiantes s6lo trabajan tres horas por semana, en el segundo se pro- porcionan, ademas de esta informacién itil, ciertos datos que no estan ligados al tiempo de estudio (familia, salidas, etc.). Resulta que este tipo © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 91 COGNICION SOCIAL considerando que ésta se parecia mds. En un estudio complementario esta investigadora actué con el mismo grupo de estudiantes pero se com- porto de manera hostil con la mitad de los sujetos. Cuando mas tarde se pidié a éstos que eligieran de nuevo entre las dos fotografias, casi todos optaron por la que se le parecia menos. Mc Cauley e¢ a/. (1985) ilustran este fendmeno a partir de la experiencia particular y a veces tinica que tienen unos pacientes du- rante una hospitalizacién. Asi, enfermos operados con éxito de un trasplante de rifién expresan con relacién a este tipo de intervencién tasas de éxito superiores a las de los pacientes en quienes el trasplante ha fracasado. Ello destaca hasta qué punto podemos generalizar datos sobre la base de una sola experiencia vivida. Un estudio de Borgida y Nisbett (1977) muestra cOmo se estruc- turan unas creencias a partir de una informaci6n puntual; confirma en el proceso de generalizaci6n la valoracion de informaciones inci- dentales y relativas a unas caracteristicas personales. Se trataba de saber c6mo se forjaban los estudiantes una opinion acerca de los profesores. Tras haber sido informados del promedio de resultados obtenido por un profesor cn uno de sus cursos, que se hallaba constituido por 112 alumnos, resultados que se situaban entre «muy bien» y «excelente» (en Norteamérica todos los profesores son evaluados por los estudiantes sobre la base de un cuestionario que se les distribuye), algunos oyeron a dos o tres estudiantes que habjan seguido el curso expresar su sentimiento personal en términos negativos. Estas dos o tres declaraciones tuvieron sobre la opinién que los estudiantes se formaban del profesor un impacto mucho mayor que el resumen estadistico global de las evaluaciones realizadas por el conjunto de los alumnos al final de! curso. 3. Valoraci6n del testimonio personal: Esto permite determinar otro tipo de informaciones que inter- vienen en la estructuracién de nuestro conocimiento social; se trata del valor otorgado al testimonio personal. Como mostraron Reyes et al. (1980), este tipo de testimonio es mucho mas convincente que una informaci6n general y abstracta, en parte porque comporta un tono de persuasién asi como informaciones de carga afectiva que se © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 95 COGNICION SOCIAL Se revela asf que el proceso que consiste en actuar de manera que nuestras expectativas se vean confirmadas se lleva a cabo como un proceso de interacci6n que muestra una acci6n reciproca de las expectativas. Autorrealizacion de nuestras expectativas En la vida cotidiana llegamos a veces a pensar que lo que cree- mos va a poder realizarse. Asi observamos que la creencia que te- nemos de las cosas crea su propia realidad y, por via de consecuen- cia, va a efectuarse de hecho. Un estudio de Miller y Turnbull (1986) muestra que tendemos a obtener lo que esperamos, ya se trate de nosotros mismos, ya sea respecto de otros. Por eso, las personas que poseen un hondo sen- timiento de su propia eficacia, que creen en su competencia y en sus capacidades para alcanzar sus objetivos, obtienen de hecho mejores resultados que los que tienen expectativas mds débiles respecto de si mismos, Durante una experiencia, Kelley y Stahelski (1970) mostraron que el hecho de adoptar una actitud de hostilidad engendra casi siempre hostilidad, pues la percepcién de esa hostilidad induce en el otro un comportamiento de ausencia de cooperacién. Y esto ha sido comprobado, especialmente en situaciones reales de conflicto; se re- vela que el hecho de concebir al otro como atacante, rencoroso, vengativo, impulsa a aquellos a quienes se atribuye ese sentimiento a desarrollar unos comportamientos de autodefensa, con lo que se crea un circulo vicioso que se reproduce a si mismo y se perpettia. El estudio de Snyder (1984) mostr6 el modo en que, una vez formadas, las creencias sobre el mundo social pueden inducir a los otros a confirmarlas. Se cre6é una situacién experimental en la que unos estudiantes man- tenfan una entrevista telef6nica con unas mujeres a las que imaginaban, después de habérseles mostrado fotografias en que aparecian como se- ductoras 0 feas. Se trataba de averiguar sobre qué bases iban los estu- diantes a evaluar a esas mujeres y qué influencia alcanzaria esa evalua- cién sobre la percepcién que tuvieran las mujeres de si mismas. Los resultados revelaron en primer lugar que fueron esencialmente los co- © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 99 COGNICION SOCIAL Copot, J. P, (1989): «Vingt ans de cognition sociale». Bulletin de psychologie, 390, XLI, 472-491. Descuamps, J. C. y CLEMENCE, A. (1987): L’explication quotidienne. Perspectives psychosociologiques. Del Val, Cousset. Dusois, N. (1987): La psychologie du contréle. Presses Universitaires. Grenoble. Fiske, S. T. y TAYLOR, S. E. (1984): Social cognition. Addison-Wesley, Reading, Mass. JopeLet, D. (1987): Représentations sociales. PUF, Paris. MILLER, D. T. y TURNBULL, W. (1986): «Expectancies and interpersonal proces- ses», en ROSENZWEIG, M. R. y PoRTER, L. W.: Annual Review of Psychology. Annual Reviews, Palo Alto. Moscovici, S. y MuGNY, G. (1987): Psychologie de la conversion: études sur V'in- fluence inconsciente. Del Val, Cousset. Ross, L. D. y Lepper, M. R. (1980): «The perseverance of beliefs: Empirical and normative considerations», en SCHWEDER, R. A.: News directions for metholo- logy of behavioral research. Jossey-Bass, San Francisco. SNYDER, M. (1984): «When belief creates reality», en BERKOWrTZ, L.: Advances in Experimental Social Psychology. Academic Press, New York. © narcea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. CAMPOS DE INTERVENCION 104 un grupo restringido de dos a diez personas aproximadamente. En este sentido debe reunirse en una misma categoria al grupo primario y al grupo pequefio: — el grupo primario es restringido y se caracteriza por unas relaciones afectivas; — el grupo pequefio se define por una dimensién numérica que permite a cada uno de sus miembros entrar en relaci6n con los demas. El grupo secundario es definido por la nocién de organizacién (que desarrollaremos luego) que coloca a los individuos en el interior de sistemas sociales, reglamentando sus conductas mediante costum- bres formales y convenciones. Agrupaciones sociales La idea de agrupacién social nos remite al hecho de que en cada sociedad la mayoria de los individuos se unen a otros en un momento determinado de su vida para alcanzar algunos de sus objetivos. La agrupaci6n social responde asi a unos intereses comunes que se pro- pone satisfacer; se caracteriza por las principales funciones sociales que los individuos deben cumplir en la vida colectiva para que la sociedad siga existiendo. Implica pues la idea de que los seres hu- manos cooperan de una cierta manera para satisfacer varias de sus necesidades. Fichter (1957) ha proporcionado una tipologia de estas agrupacio- nes: — grupo familiar; esté compuesto por individuos implicados en la satis- faccién de las necesidades fundamentales: procreacién, cuidado de los nifios, afecto mutuo de los miembros, relaciones sexuales, etc.; — grupos educativos son aquellos cuya funcién social esencial es trans- mitir la cultura; — grupos econémicos son aquellos cuyos miembros buyen los bienes materiales y los servicios necesari — grupos politicos son los que tienen como funcidn la gestién de la comunidad; — grupos religiosos son los constituidos por personas que comparten unos valores religiosos y los traducen en reuniones diversas; — grupos recreativos, que se componen de individuos que se retinen para relajarse, dedicarse a un juego, a un ejercicio fisico o recreativo. roducen y distri- © nareea, s. a. de edi aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. (CAMPOS DE INTERVENCION 108, en un grupo de trabajo, por ejemplo, se espera que el jefe asuma cierto nimero de iniciativas: convocar a los miembros del grupo, proporcionar informacién, etc., y esto en raz6n de la posicién que ocupa (Mansz y Sims, 1984). Diversas investigaciones han analizado la funcidn de los roles desde dos angulos: el conflicto y la ambigiiedad. 1. Conflito de roles. Para Kahn (1964), hay cuatro tipos de conflicto de roles: — el conflicto personal: cuando las expectativas de un indi son incompatibles con los valores del grupo; — el conflicto intro-emisor (intra sender conflict): en el caso en que el emisor enuncie directrices contradictorias a alguien que se ve obligado a contravenir una parte de las exigencias; — el conflicto inter-emisores (inter sender conflict): cuando dos 0 mas emisores dirigen a un individuo demandas contradictorias; — el conflicto inter-roles que nace de la presencia de dos emisores que obligan a un individuo a adaptarse a un determinado papel y le impiden adaptarse a otro. Las demandas, por ejemplo, de la vida profesional, social, cultural o familiar hacen que una sma persona ejerza multiples papeles cuyas prescripciones son diferentes. Greenhaus y Beutell (1985) han puesto de relieve la existencia de ciertos conflictos latentes en individuos que trata- ban de hacer compatibles trabajo y familia. luo 2. Ambigiiedad del rol. La ambigiiedad del rol se refiere al hecho de que un individuo asuma un rol cuyas expectativas estén vagamente definidas 0 que lo interprete falsamente en el campo de sus respon- sabilidades. Los resultados de ciertos estudios indican una correlaci6n positiva entre ambigiiedad del rol y nivel de tensién y una correlacién negativa entre ambigiiedad del rol y-satisfaccién o estima de uno mis- mo (Kahn, Wolfe, Quinn, Snoek y Rosenthal, 1964). Otra investigaci6n ha comparado la ambigiiedad del rol y el con- flicto de roles (Shuler, 1975), sefialando que los conflictos de roles se hacen sentir mds entre miembros de un grupo situados en los escalones inferiores de la jerarquia; en cambio, la ambigiiedad del rol se hace sentir mas en los escalones superiores. Objetivos Los objetivos de un grupo son siempre més 0 menos manifiestos y a veces resulta dificil determinarlos. La nocién de objetivo sigue siendo, pues, vaga; existe en el espiritu de los miembros, pero éstos © natcea, ». a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. CAMPOS DE INTERVENCION 112 este caso destaca un nivel de aspiracién originado por la modificacién de nuestra actitud dindmica frente a esa tarea. La concepcidn lewiniana del grupo procede directamente de este marco. En efecto, Lewin aplicara al funcionamiento del grupo la noci6n de campo dindmico definido por la interdependencia de sus miembros y en el que se manifiestan las fuerzas que les ligan entre si y aquellas que unen a cada uno de ellos al grupo. «La esencia de un grupo no reside en la semejanza o en la desemejanza de sus miembros sino en su interdependencia. Es posible caracterizar a un grupo como un todo dindmico, lo que significa que un cambio en el estado de alguna de sus partes altera el estado de todas las demas subpartes» (Lewin, 1948). Esta definicién muestra claramente que el grupo es para Lewin en primer lugar una totalidad cuyas propiedades no se reducen a la yuxtaposicién de sus partes ni tampoco a uno u otro de sus compo- nentes. Constituye, por tanto, con su entorno, un campo dindmico especialmente integrado por subgrupos, miembros, canales de comu- nicacién y barreras. Todo grupo aparece en si mismo como un sis- tema de interdependencia y ello en un doble nivel: interdependencia entre los miembros del grupo, interdependencia entre los elementos del campo (metas, normas, representaciones, distribucién de roles). La nocién de interdependencia revela la naturaleza dindmica de las relaciones entre esos diferentes elementos, de tal modo que la mo- dificacién de uno de éstos entrafia un cambio del conjunto. Los trabajos de Lewin permiten determinar varias caracteristicas propias del funcionamiento de los grupos: el juego de las interde- pendencias, la nocién de equilibrio y la de campo dinadmico. 1. Juego de interdependencias: El estudio de las relaciones dindmicas en el interior de los gru- pos mostraré el juego de las interdependencias y su influencia sobre el cambio. En 1943 se liev6 a cabo una experiencia relativa al cambio de los habitos alimentarios. Se trataba de recomendar a unos grupos de amas de casa norteame- Ticanas el consumo de despojos (rifiones, pescuezo de cordero). Se reu- © narcea, s. a, de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. CAMPOS DE INTERVENCION 116 un dominio cada vez mayor de sus decisiones y eso se lleva a cabo por la autorregulacion. Este proceso tiene lugar en la fase de inter- comunicacién comprendida entre la descristalizaci6n y la recristali- zacion del nivel de equilibrio del funcionamiento del grupo. La no- cién de autorregulaci6n supone, pues, que los miembros de un grupo pueden aprender a conocer y a dominar los factores que determinan su funcionamiento. Lo consiguen reduciendo los fosos entre los di- ferentes elementos de la situacion, por ejemplo, entre la percepcién de si mismos, de los roles de cada uno, de los objetivos perseguidos y reajustando después los roles y los medios. La autorregulacién asi concebida implica un campo de grupo en donde todos los elementos son idénticos y pueden ser dominados. La autorregulacién es efec- tuada por los individuos considerados, segin hemos dicho, como agentes de cambio. En el grupo, éstos no son, pues, observadores pasivos, sino que desempenan un rol activo: el agente de cambio asegura el dominio de los procesos de cambio, no por la induccién de sus propios valores u opiniones, sino por el ejercicio de su com- petencia, de su objetividad. La eficacia de su accién se basa en la hipotesis de que todo grupo contiene de manera latente unas posi- bilidades de autorregulaci6n que puede movilizar y orientar. El grupo es aqui definido como un lugar de aprendizaje y de cambio, pero en la medida en que es también un referente normativo e ideolégico que repressenta el funcionamiento hacia el cual se su- pone que ha de conducir el cambio: un sistema social autorregulado y democratico del que constituye el arquetipo. El grupo ocupa un puesto estratégico en la perspectiva de un cambio social, en la me- dida en que es el crisol en cuyo interior se elaboran nuevas actitudes que a partir del cual se difunden progresivamente en conjuntos or- ganizados cada vez mas amplios. Esta concepcién del grupo se refiere en definitiva a una idea de la sociedad en donde las estructuras sociales son consideradas como productos de lo que sucede en el nivel de los grupos primarios; esta concepcién implica igualmente que son las interacciones entre indi- viduos en el seno de los grupos las que producen las normas y los valores y que, en consecuencia, la sociedad es la resultante de estos procesos de relacién. En definitiva y conforme a la perspectiva le- winiana, los grupos pueden ser estimados como un microcosmos en donde se desarrollan relaciones sociales cuyos elementos esenciales reproducen. © nareea, s. a. de ediciones aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. (CAMPOS DE INTERVENCION 120 En torno de esa persona se producen un cierto numero de reacciones emocionales que revelan la estructura afectiva del grupo. Los trabajos de Bion (1965) aportan una contribuciGn especial a la comprensién de los fenémenos de dependencia asi como a los problemas de emociones de grupo. Estas investigaciones estan basa- das en los enfoques de Freud (1921, 1927, 1930) y Klein (1970), pero desarrollan un conjunto tedrico nuevo. Bion parte de dos enunciados fundamentales para entender el funcionamiento de un grupo. Exis- ten segtin él dos niveles distintos en todo grupo: — el de las tareas; — el de las emociones. El nivel de la tarea es el del trabajo que hay que efectuar y comporta unas reglas de funcionamiento y un sistema de control; se trata de un nivel racional y consciente. El otro nivel, afectivo, es el que se halla caracterizado por unos procesos psiquicos «primarios». También llamado nivel de la valencia, muestra que todo grupo fun- ciona sobre un sistema emocional inconsciente. A partir de esta distincién, presentaremos lo que Bion llama las hipstesis de base. El término de hipétesis de base puede ser definido como un esquema organizador del comportamiento que muestra que unos individuos reunidos en un grupo entran en relacién con los demas y actian de manera espontanea e involuntaria en funcién de los estados afectivos del grupo. Hay, segtin Bion, tres hipétesis de base, ligadas entre si, y que un grupo utiliza de manera alternativa sin darse forzosamente cuenta. 1. Dependencia. Este esquema de funcionamiento indica que el grupo busca la protecci6n del lider; su conducta se orienta a ser nutrido y asistido por él. Tal estado de dependencia, sin el cual no puede so- brevivir el grupo, implica que el dirigente acepte el papel protector que se le atribuye. En este caso el resultado es que el grupo se instala en la euforia pero no progresa verdaderamente. En cambio, si el lider no cede, el grupo se sentir frustrado y abandonado. 2. Ataque-huida. Este esquema analiza el comportamiento del grupo frente a un peligro. En este caso se comporta como si sélo pudiese sobrevivir a través de la lucha contra este peligro, bien mediante el ataque o por la huida. Este tipo de actitud puede orientarse hacia diversos blancos: contra el lider que rechaza la inseguridad o contra un miembro del grupo al que se considera como desviado. En este nes. © narcea, s. a. de edi aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached 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Cada uno de ellos es objeto de un capitulo que sintetiza las corrientes tedricas y las investigaciones mas importantes. Realizado con la misma intencién pedagégica que el vo- lumen anterior (Psicologia social. Conceptos fundamentales), este manual proporciona a los interesados en las ciencias hu- manas y sociales (tanto estudiantes como profesionales) la teoria y los instrumentos de anilisis indispensables para co- nocer a fondo y dominar los fenémenos sociales. GUSTAVE-NICOLAS FISCHER es profesor de Psico- logia Social en la Universidad de Metz, donde dirige el De- partamento de Ciencias Humanas y Sociales. Su prolongada practica pedagégica le ha permitido realizar este libro, ver- dadero material de apoyo para trabajadores sociales, futuros socidlogos y psicélogos, y profesores universitarios. ISBN 84-277-0976-5 9 IM

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