You are on page 1of 117
Ue Se Va) SO é " tases i CEC Cm Crue ts te i > Ne a Biblioteca Atrium de la ~ CARPINTERIA 3 COLECCION TECNICA DE BIBLIOTECAS PROFESIONALES OCEANO/CENTRUM i ____ Sumario 1. CARPINTERIA DE TALLER Y CARPINTERIA DE ARMAR ~ Marcos de puertas, ventanas y balconeras Generalidades ‘Gases de marcos Marco de tabique Marco de tabicén Marco de lado plano = Marco de duella Marco de pestana Construcoién de un mazCo ss “Bnsamble de maroo de ladrillo plano Ensamble de marco de tabicsn Ensamble de marco de duella ... Ensamble de marco de pestafia Marcos decorative - Los premarcos - Dispostives de giro ~ Bisoaras Tipos de bisagra - Bisagra plana. Bisagra de codo © pestafia Pernioe Otros herrajes de los marcos ~ Cerraduras - Fallebas ~ Muelles hidraulicas Cerraduras compuesias 2, HOJAS DE PUERTAS: GENERALIDADES Definicién de las partes de una puerta Hoja de puerta plana ‘Alma lena ‘Aima alveoiada ‘Alma alistonada Puerta de relieves Bastidor = Parte cential ‘Canteado ete. -Denominacién de las puertas seqrin su estructura ~ Puerta almohadillada ~ Puerta de barrotes ~ Puerta de bastidor RBBB REVRRRES ~ Puerta ala catalana - Puerta claveteada - Puerta de cuarterones ~ Puerta chapeada 0 contrachapeada + Puerta a la francesa + Puerta a la italiana’ * Puerta mixta + Denominacion de las puertas segiin ‘su accionamiento Puorta de oje vertical normal Puerta de vaivén 0 doble accién ~ Puerta pivotante - Puerta corredera’ + Puerta corredera articulada Puerta de guillotina senna - Puerla giratoria ~ Puerta basculants ‘Observaciones especiales sobre puerias ~ Mano de las puertas = li disposicién de la herrajaria en las puertas Emplezamiento de las puertes - Algunos consejos sobre las puertas lia construccién de puertas externas Puertas sencillas ~ Puerias de calle Puertas de terraza - La construccién de puertas internas Puerta de dos o més paneles ~ Puertas de superficies lisas ‘8. HOJAS DE VENTANA Y BALCONERAS ~ Hhojas de ventana Elementos principales de una ventana Posicion de una ventana Denominacion constmuctiva de la ventana + Sistemas bésicos para la abertura de ventanas ~ Sistema de eje vertical normal + Sistema de eje horizontal ‘Sistema basculante de eje horizontal vertical - Sistema de accién compussta Garacterstieasconsnscves par as ventas exteriores + Las junturas entre dos iojas, SSSeSSGGSeSEEESSESERE BE BBBBBB88 as Sumario + Junturas en una ventana que abre Al exteMi0F nnn - Junturas en una ventana que abre al interior - Acabados y proteccién de una ventana ~ Hojas de balconeras. 0 . “la baloonera de corredera = Ia baloonera sencilla - Persianas. . ~ Persians de tabla fia ~ Colocacién de las tablilias + Persianas de tablila mévil + Persianas de tablilas enrollables ‘Marco para persiana enrollable ~ Marco para persiana embutida Marco para persiana semiembutida 4, CARPINTERIA PREFABRICADA ~ Paneles prefabricados: Puertas prefabnicadas Puerta con alma de viruta ~ Puerta con alma de listones Puerta con alma de laminas ~ Enoofrados para la prefabricacién de piezas ~ Encofrado volumétrico envolvente .... ~ Bncofrado para vigas de acero + Encofrado para escaleras - Encofrado para columnas Encofrado superficial * Encofrado superficial para forjados pianos Encofrado superficial, vertical y curvo 8, RECUBRIMIENTOS Recubrimiento interno Rovestimiento de zicalo 0 arrimadero - Revestimiento de altura, parcial y total Revestimiento de altura con paneles ~ Revestimiento de altura con tablas machihembradas ~ Revestimiento de techo o artesonado ~ Artesonado de techo real ~ Ariesonado de tabla machihembrada ~ Artesonado de tablero i ~ Artesonado en piso de madera + Techos rasos de tablero agiomerado El tablero aglomerado como cielo ras0 en diferentes tipos de techos Revestimiento de tabiques con tablero aglomerado TRevestimiento con tablaro agiomerado clavado a rastreles é ~ Relacion entre revestimientos de techo y muro ‘Techo y suelo Solo muros ~ Muro y suelo = Arrimadero y ‘echo - Recubrimientes en relacién con el tabique ‘Acondicionamienio del muro macizo + Tabiques con revestimiento consiructivo + Enlramado de los tabigues Propiedades de un tabique ~ Recubrimientos externos ~ Recubrimientos de tablas “ La tabla machihembrada ~ Ta tabla solapaca Elrecabrimiento dé tabla y listén ‘Tejas de madera o tejuelas - Empleo del tablero contrachapado fen Yevestimiontos de exterior ~ Preparacién de los tableros para ser Dbuestos en obra Eneamblaje y montaje de los paneies ~ Acabado de os tableres - Estanquided de las uniones 6. SUELOS Entarmados ~ Durmientes (estructura del entarimado) + Bnvigado de suelo Las cadenetas - Estructura para el aislamiento Suelos mixtos ~ Madera-madera © Madera-hierro + Madera-viges de hormigén Madera-losas de horrmigén ‘Tipos de entarimado + Entarimado simple u ordinario Procedimiento de instalacion B SRSSeaaSSN SARS + Bhtarimado a la francesa . Entarimad a la inglesa Entarimado de juntas al sesgo alternadas Enlarimado de punta de Hungria Enarimado de taracoa ‘Tralamientos de los entarimados ‘Kslarriento del entarimado ‘Terminaciones de la superficie + Parcués El parqué de mosaico las tablas de parqué - Tas paneles de parque El parqué decorativo + OOS SUSI05 os ~ El suelo entarugado El suelo entablonado + El suelo integrado 7. ENMADERACION DE CUBIERTA os elementos de la estructura de cubiaria Ta cercha El entramado El caballete [Encuentros en una estructura de cubierta ~ Uniones en la cumbrera - Uniones de costaneras. Uniones de pares - Uniones en el pendolén ~ Unién de las correas con la Gercha - Unién de las correas con las costaneras + Clases de cerchas y armazones ~ Cercha sencilla * Gercha con una correa Gercha con dos correas ~ Cercha de Palladio Gercha a la americana * Cercha Polonceau CCorcha para cubiortas asorradas - Tipos de cubierta Cubierta a una pendiente ~ Cubierta a dos pendientes Cubierta con faldones 0 a cuatro aguas Cubierta de pabellon seat = Cubierta de crucero Gubierta de mansarda © buhardila é SISRSLSBRAS 102 - Pendiente en las cubiertas ~ Bntramado de cubierta ~ Arriostramiento de la cubbieria - Céleulo general de una cubierta ~ Calculo de la presion ejercida por el viento + Galeulo de la presién cjercida por la nieve + Carga total sobre la cubierta - Célgulo del entramado de una cubieria ~Clculo de los Iistones Galculo de los cabios + Calculo de las correas culo de las cerchas Relacién escuadria Iuz 8, CIMBRAS Partes de una cimibra Cases de cimbra Cimbra fia = Cimbra volante Cimbra giratora ~ Cimbra suspentia 0 aérea Aplicacién de cimbras ~ Cimbra para boveda de pequetio arco ~ Gimbra para ventana - Cimbra para puerta con arco de medio punto + Cimbra para arco = Cimbra para arco resisiente Descimbrado Descimbrado de arco + Descimbrado de béveda Descimbrado por medio de levas (0 movimientos excéntricos Descimbrado por medio de uf Dascimbrado por medio de cajas lienas de arena o agua 102 103, 104 105, 108 108, 107 107 108 109 109 10 1a us. 14 14 14 14 18 18 18 18 18 18 118 ur uz ut ut us 18 ug | ne se = Cuando hablamos de carpinteria, nos referimos a una relacién que, desde la antigtiedad, ha tenido el hombre con la madera. Es casi inimaginable la evolucién del hombre en pos de una civilizacién sin la intervencion de esta materia prima que tanto en interiores como en exteriores ha sido vital para convertir el "afuera’ inhés- pito en espacios hospitalarios y el ‘aden- tro” en un conjunto de objetos de madera que han ayudado a que los oficios sean la expresién productiva del hombre. Alo largo de la historia, el ser humano, en aquellos lugares donde ha sido facti- ble, ha explotado el arbol indiscrimina: damente para convertir los bosques en madera de construccién de casas y ha: bitéculos varios, encender hogueras y 10° dearse de “ingenios’ de madera, as cabafias ancestrales eran espacios magices y circulares que tenian el fuego como centro, los angulos acordes con los puntos cardinales y una ventana al cielo como techo. Paulatinamente, esta primi- tiva forma de construccién en redondo fue adquiriendo énaulos y, asi, de las ca- bafias c6nicas se pasé a la cabafia de tronco de base ortogonal y, por tanto, a un volumen interior de las mismas carac- teristicas, con lo que los objetos que evo- lucionaban como muebles también se volvieron cuadrangulares. El hecho de que el interior fuese espacio mensurable y el objeto mueble ammable sefialé un paso definitivo en la relacién del hombre con la madera, ya que Ja carpinteria seria conocida en dos modalidades principales segin el espacio y la forma en que inter- viniera: la carpinteria de taller o de "puer- 1 Carpinteria de taller y carpinteria de armar tas adentro” y la carpinterfa de armar 0 de “puertas afuera’, cuya diferencia ra- dica en que la primera se hace dentro y Ja segunda fuera del taller, por la simple razén del tamafio de las piezas, la herra- mienta que se necesita para trabajarla y Ja comodidad para armatla y transportar- Ja. Se determina de esta manera una co- rrespondencia entre muebles, marcos de ventana y de puertas, terminaciones en general y la carpinteria de taller, mientras que todo el Ambito de la construccién de espacios habitables, tanto de elementos 2 Ja vista como estructurales, se denomina carpinteria de armar. En definitiva, la carpinterfa se define, actualmente, como el arte o la ciencia de proyectar y construir en madera, El tér- mino carpinterfa viene del latin carpen- tum (carreta) y carpentarium (el que hace canetas) por lo que parece que puede deducirse que, en la antigledad, los constructores de carretas fueron consi derados como buenos conocedores de la tecnologia de la madera, Dentro de los in- ‘genios que ha inventado el hombre es sin duda la rueda de madera la que deter- miné un gran avance en el desarrollo de la humanidad, al permitir el desplaza- miento de grandes pesos con menores esfuerzos y, lo que es de mayor impor- tancia, porque se generaba una transfor- macién de los movimientos mecénicos, La tueda, desde el siglo tv a.C,, forma parte de todas las méquinas que el hombre ha elaborado, Por otto lado, las carretas, en su estnicturacién frente a los diferentes esfuerzos dindmicos a los que estaba s0- metida, debian exigir desde antafo un Antiguamente se ajustaba la hoja de la puerta directamente al espesor del muro, sin que mediara arco Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 buen conocimiento de las maderas, sus cortes, sus ensambles y su elaboracién Posterior (figura 1). En Ja medida que la historia del hom- bre requeria mayores conocimientos de las propiedades elésticas de la madera uitilizada, los disefios de las carretas fue- ron haciéndose més ligeros y répidos, las tuedas més livianas y el comportamiento de la madera desde un punto de vista di- ndmico més eficiente y resistente. Uno de los oficios que histéricamente refine conocimientos sobre la madera es el de ebanisteria, rama de la carpinteria que comprende las construcciones con madera fina. Los ebanistas conocieron bien la geometria, los ensambles, los em: palmes y el dificil arte de la preparacién y colocacién de colas. Otro de los campos donde la carpin- tera de armar tuvo gran actividad fue en Ja construccién naval y civil, que trabajé preferentemente con tres maderas: ci- prés, pino y roble, Los ebanistas traba- jaron con las maderas finas y los constructores de carmuajes utilizaron to- das las maderas, colocando cada una de ellas en la parte del carruaje donde su comportamiento era éptimo. La construccién de aviones también eli- gié la madera para ser el primer material utilizado en tales menesteres, lo que dio tun gran impulso a su conocimiento téc- nico, no s6lo para conocer sus propieda- des fisicas sino también su relacién con el peso. Fue asi como la madera se usb en consirucciones aeronéutices hasta la Tl Guerra Mundial En la medida que s han ido introdu- ciendo nuevos materiales y productos de- tivados de la madera o afiadidos a la misma, la carpinteria ha evolucionado hasta convertirse actualmente en la prin cipal modalidad de autoconstruccién en Figura 2 muebles de hogar o revestimientos tanto interiores como exteriores, ya que pro: ductos como tableros contrachapados, ta- leros de fibras, tableros de particulas y tableros de fibras de densidad media, en tre otros, permiten una variada aplicacion en carpinteria de taller y en la de armar, El estudio y consiguiente conocimiento de las llamadas tensiones basicas de la madera, es decir, de sus propiedades mecénicas, de forma cientifica ¥ garanti- zada, frente @ los valores empiricos que se venian utilizando, le permite alcanzar €l punto més elevado de su tecnologia con la aparicién de la madera laminada, con lo que se devuelve a la carpinterfa su presencia en las grandes construcciones, que habia mermado en los inicios de este siglo. Por todos estos cambios y elemen: tos incorporados en los titimos cincuenta afios, la carpinterfa se conoce también como ingenieria de madera. Claro esta que, actualmente, atin es importante la re lacién del hombre con la madera, sin que intermedie maquinaria alguna, como es el caso de la manufactura de barriles para vinos y licores, ya que este producto ar- tesano todavia es el més valorado por su calidad y buen mantenimiento y mejora- miento del continente (figura 2) MARCOS DE PUERTAS, VENTANAS Y BALCONERAS Son elementos relativamente moder- nos, ya que en la arquitectura primitiva tanto las puertas como las ventanas se su- jetaban directamente en la obra, donde Nt te en cada bisagra se unia a la pared o vano a través de unos tacos de madera, clavados © empottados en el espesor de la con tmccién. Hubo dos factores que motive ron el desarrollo de una cierta técnica de marcos: el primero la seguridad, pues puertas y ventanas necesitaron elementos perimetrales de madera en los cuales ins ‘alar pasadores, trancas, cerrojos y cerra- duras, de tal manera que se garantizara ‘ma mayor proteccién contra los robos; la segunda motivacién fue la necesidad de hacer impermeable el interior contra el agua, el viento, la luz y posteriormente también contra el ruido de la calle. En principio, la misién de las puertas y ventanas es la de cerrar todos los huecos de acceso, ventilacién e iluminacién na- tural de la vivienda, mediante elementos practicables y féciles de manejar, para aislarlos del exterior o dejarlos libres se- gin sea la necesidad. En la mayoria de Jos casos, los marcos de puertas y ven- fanas no cumplen una funcién estructura siendo su funcién principal la de servir de nexo entre e] elemento mévil (puerta 0 ventana) y el estatico (obra de fabrrica), En este capitulo analizaremos los mar- cos de las puertas, las ventanas y las bal- coneras, dejando claro que habré una mayor diversidad de marcos de puerta en madera, ya que en comparacién con los de las ventanas son de una mayor diver- terior y de interior y, por lo tanto, enfrentadas a condiciones con el medio totalmente distintas; en el caso de las ven- tanas serdn siempre exteriores y comple. tadas por postigos o persianas sequin el caso y el clima, Las puertas son tan di vversas en sus formas y caracteristicas que més que una forma o materialidad deter- minada, lo que las define es su capacidad mévil de abrir o cerrar, juntar 0 separar espacios, o como en el caso de una puerta de un recinto para animales, su utilidad de introducir o sacar animales sin cumplir con ninguna otra funcién (figura 3) Figura 3 Asi como la puerta o la ventana res- ponderén a diferentes funciones, también el marco complementaré dicha funcién permitiendo, especialmente en el mo: mento de "cerrado", que las superficies abatibles formen una continuidad con el tabique o pared sobre la cual estén en- marcadas. Generalidades Algunas generalidades de estos mar: cos son el hecho de estar constituidos por cercos de madera, donde se sujetan las hojas de las puertas y ventanas y la es- tructura de las balconeras Los marcos de ventana estan formadas or dos largueros unidos por dos travie- sas. Los de las puertas carecen de travie- sa inferior, ya que la puerta, una vez abierta, tiene que producir una total con tinuidad a nivel de piso, En el canto interior llevan un rebajo para el cierre perfecto en los cantos ex teriores, una canal o un list6n para su ma: yor adherencia al material de obra. Lo importante de las piezas que forman el Carpinteria de taller y carpinterfa de armar Amita, detalle del marco de una ppuerta tallado a ra n Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 4 marco es que sean listones fuertes, per- fectamente planos por sus caras, rectos y escuadrados (figura 4) Para la sujecién de marcos, puertas y ventanas en las paredes se deja un poco mas de madera en las traviesas horizon- tales, que sobresalen hacia los lados; es- tos salientes se llaman cogotes. En los cuadiros de los bastidores tam- bbién se deja un poco de cogote hasta que se termine de constmuir, con el fin de que cuando se mete a presién la espiga en su agujero sea més dificil que la madera es- talle por excesiva presién, También es mejor dejar ese exceso de madera en la testa, a la que de esta forma se le puede hacer un bisel en el borde para que entre mejor; ademés, siempre estamos a tiempo de cortar y es preferible hacerlo cuando las piezas estan ajustadas, porque asi no hay errores y se sierra exactamente lo que sobresale. En el marco de una puerta los cogotes van en la traviesa e inferiormente en los largueros; adems de dichos cogotes, el albaiil se sirve de unas piezas de hierro Travesafio 0 traviesa a Caen Altura de vano Medida total Z Medida tot Medida de luz Medida de rebelo_ T Medida de Wiz Ancho de vano jbo cosas ‘Ancho de puerta la Trabas Cogote ‘300 mm Linea de tierra Figura 3 llamadas gafas, que clava en los cantos exteriores del marco para una mejor su- Jecion (figura 5). Para proceder a la suiecién de estos maroos se aploman los largueros y se fijan al canto de la pared con clavos o gafas, que sobresalen por los lados del marco y entran en huecos entre las piedras, los la- drillos 0 el mortero. El espacio vacio en- tre la pared y el marco se rellena con mortero 0 yeso, Los cogotes de las travie- sas de puertas y ventanas cuelgan y su- jetan el marco en la pared. Las puertas carentes de la traviesa in- ferior empotran en el suelo unos centi- metros del larguero (el cogote de los largueros), hasta lo que se llama la linea de tierra, la cual se marca con el serrucho por el canto interior para que no se borre en la obra, Los marcos de madera colo- cados en paredes de madera se fijan por ensamble y clavazén. as trabas son listones que van clava- dos de traviesa a largueros a modo de tor- napuntas y que mantienen el marco a escuadta hasta su colocacién definitiva, después de la cual se quitan, Es impor- tante ponerlas, sobre todo, cuando hay que transportar el marco, Para tapar Ja unin del marco con la obra se suele poner un listén moldurado que recibe el nombre de tapajuntas o MARCOS DE INTERIOR guamecido. A menudo se utilizan dinteles O viguetas de madera para sustentar los Moora, ebale de medacata ladrillos y piezas sobre las oberturas de | las puertas y ventanas, Como estas piezas Hoja de puerta Carpinteria de taller y carpinterfa de armar son fijas, han de ser maderas duraderas | Muro para resistir tanto tiempo como la obra: se vsen maderas duras y resistentes a los alaques de hongos © insectos xiléfagos, tales como el roble y la encina, Las partes de estos dinteles que van embutidas en la pared deberdn ser tratadas especial- ee eerie eet mente con sustancias protectoras que evi- ates ten que la humedad que contenga el muro pueda terminar pudriendo la pieza Gigura 6). Hoja de puer Muro Clases de marcos Bisagra Segin el tipo de pared y la prepara- cién que lleve, los marcos tienen diferen- ty Sooeidn'aal wares’ as kee tes nombres que indican el material em- pleado y el tipo de unién que se produce entre el marco y la pared, Las molduras son de diferentes formas y escuadrias, determinando perfiles muy variados, y las ensambladuras se pueden hacer de va- ros modos, lo que define los distintos t1- pos de marcos utilizacios para las paredes interiores (figura 7): | MARCO DE TABIQUE, i Molgura Muro Es el que se coloca en los tabiques in- }_texores de ladiilo, tabique de madera o | —¢) geceién del marco de ladrilio. 7 ea tabique de planchas. Las escuadrias y a Ce | suslen ser de 70 x 68 mm, 70 x 88 mm yx 45 mm, Figure 7 5 rows MARCO DE TABICON Es el tipo de marco que se utiliza en paredes interiores de ladrillo hueco, de canto 0 ladrillo de 10 cm de espesor. Su encuadria es de 70 x 105 mm. MARCO DE LADRILLO PLANO ! Este marco se utiliza en aquellos vanos abierlos en paredes de ladrillo plano [donde el espesor del muro puede alcan- zarlos ld om este tipo de pared también , se denomina de media asta, con una e: i cuadria del marco de 70 x 160 mm, que es conocido también como marco 3/4 Peril vierteaguas Marco ~ < anal de drenaje Muro 70mm Bi, 35 mm Figura 8 Ensamble a tope del marco de tabique Figura 8 Los marcos utilizados en paredes ex- teriores son el marco de duella y el de pestafia (figura 8) MARCO DE DUELLA Se utiliza en vanos de puertas y venta- nas, donde el albefil forma un Angulo en- trante, una duella, para que asiente con mayor rigidez y solidez. La escuadria del marco en estos casos es de 70 x 70 mm. MARCO DE PESTANA, ‘También conocido con el nombre de tapabocas, es el que lleva um saliente en Jos larguetos y en la traviesa superior. La es de 70 x 95 mm. Para el caso de marcos de ventanas y balconeras, la traviesa inferior del marco recibe el nombre de vierteaguas, ya que mediante un perfil exterior se consigue que el agua que desciende por la hoja en caso de lluvias pueda escurrir lejos de la zona de juntura entre el marco y el bas- tidor. El marco lleva en la traviesa inferior un canal que vierte el agua que se pueda introducir en el interior. La escuadria de vierteaguas seré de 70 x 95 mm. CONSTRUCCION DE UN MARCO Hay una diferencia igual al espesor de los largueros entre las medidas denomi- nadas de luz o total (figura 4). En las me- didas totales no se incluyen los cogotes, ‘cuyo largo suele ser de cinco centimetros en los largueros y de siete a diez centi- metros en las traviesas, Como la escua- dria de un marco es el ancho y grueso que se obtiene al coriar transversaimente en uno de sus largueros, ésta se verd de- terminada por la forma én que se aloja el bastidor de puertas y venianas. El rebajo para el alojamiento de una puerta o ven- tana en los marcos es de 11 mm de ancho por 25 0 36 mm de fondo. Cuando se trate de una ventana de dos hojas y de una ma- yor hermeticidad con respecto al exterior se hard en los largueros una canal de unos 15 mm de diémetro llamada cieme de borjas (figura 8). Si se quiere hacer un marco de tabique para una puerta de tamafio esténdar (1,98 X 0,80 m, por ejemplo) se procedera de la siguiente manera: una vez que se ob- tienen las escuadrias anteriormente des- critas, se pasa a preparar la madera, marcando las sefiales convencionales y fi- jando el lugar de las espigas y escoplea- duras. Toda la ensambladura se hard a caia y espiga (figura 9), teniendo el cui dado de sefialarla; luego se habré de dis: mimiir su ancho en 11 mm que el rebajo comerd a la espiga, y unos 1] mm apro- yimadamente que le comeré la canal. Al marcar la espiga por la cara del rebajo se le dard el aumento correspondiente para que no quede hueco alguno. Posterior- mente se hace el rebajo para la puerta y a continuacién la canal, dejando 10 mm de reborde y 10 mm de profundidad, o bien una mediacafia (figura 7 a). Una vez comprobados los ensambles, se pulen los canios interiores, se monta el marco de- finiivamente para acufarlos y repasar las caras para su terminacién, Hecho esto, se rebajan los cogotes unos milimetros por cada cara, para que cuando el marco esté empotrado no salgan estos topes al ex- terior. En todo caso, a los cogotes se les a una textura mayor por medio de gol- pes de formén de manera que se facilite Ja adherencia al material de obra (figura 8 detalle a). Una vez colocados los marcos encua- drados entre muros, no necesitan ser en- colados, Por ell, Ios ensambles se hacen a caja y espiga, reforzados con cuifias, Los marcos de escuadrias mayores, que se componen de piezas pesadas, es muy conveniente que al montarlos leven las caras interiores ya pulidas, para no tener que desmontarlos luego, con lo que se ahorra tiempo y trabajo. En los ensambles de otvo tipo de mar- cos podemos distinguir los siguientes (f- ura 10} Ensamble de marco de ladrillo plano En estos marcos se puede dejar sin la- brar la cara que ha de ir adherida al ma- teal de obra, Este tipo de marco se caracteriza porque los largueros llevan dos espigas que estén separadas entre si unos 60 mm. Las escopleaduras y las es- pigas, para ser resistentes, tendrén que hacerse en madera dura 0 semidura (f- gura 10a). Ensamble de marco de tabicén Este marco tiene dentro de su escua- difa las mismas caracteristicas que el de ladrilo plano. El ensamble es por contra- moldura del larguero con la traviesa su- perior, Al igual que en el caso anterior seré necesario usar maderas duras 0 s2- miduras (figura 10 b). a) Ensamble del marco de ladrillo plano ) Ensamble de contramoldura del marco de tabicén Figura 10 Ensamble de marco de duella Este tipo de marco se usa para puertas, ventanas y balconeras, que dan al exie- ior ¥ que tienen que soportar las incle- mencias del viento y la llvia, En los marcos de ventanas y balconeras, la tra- viesa inferior donde va el vierteaguas puede ensamblarse de dos maneras. una de ellas serla ensamblando el marco y dejando los cogotes como una continui- dad de la traviesa inferior (figura 1] a), y laotra posibilidad es que los cogotes sean Ja prolongacién de los larguetos (figura 11 ‘by, en todo caso la traviesa superior siem- pre lleva la escopleadura Carpinteria de taller y carpinterfa de armar 18 Marcos de duella para ventana Figora 1 Ensamble de marco de pestafia Estos marcos son una variante del mar- co de duella, ya que en los largueros y en Ja traviesa superior llevan un rebajo de 18 X 60 mm por la parte del angulo que da ala obra, Este marco, que tiene una escuadria de 70 X 95 mm, permite hacer una moldura en Ia cara opuesta al rebajo. El ensamble del larguero con la traviesa superior es por medio de una espiga y suele hacerse con maderas no tan duras, ya que la es- tructura es sencilla y los cortes no tienden a debilitar la traviesa ni el larguero Marcos decorativos Los marcos de madera no s6lo cumplen una funcién préctica en el mecanismo de cierre y sujecién de los batientes de puertas y ventanas, ademés pueden ser elementos decoratives que tealcen el motivo que, por ejemplo, propone en su superficie o forma una puerta (figura 12). Actualmente, los marcos de puertas estén muy incorporados en el disefio de inte- notes, a través de complejas molduras y de oramentaciones que en algunos ca: sos pueden ser hechas a mano, especial- mente si se trata de puertas de acceso a espacios interiores tales como comedo- es, salas de juegos y bibliotecas, El he- cho de que un marco se pueda apreciar y valorar por la calidad de sus molduras ‘y materiales no cambia en absoluto las es- ‘cuadrias, es decir, que un marco rico en ormamentaciones no tiene por qué diferit de uno sencillo por lo que se refiere a su aspecto técnico y a su forma de construc: cién y montaje. De manera que en todas Jas escuadrias dadas se pueden variar las molduras. Si bien se han descrito los principales tipos de marcos que se utilizan tradicio- nalmente, no podemos dejar de nombrar los casos especiales de puerias y venta- nas como pueden ser las ventanas de gui- llotina, las puertas correderas y otros ‘mecanismos que se han ido incorporando a las nuevas utilidades y formas arquitec- tonicas en boga, Por ejemplo, a partir de la transforma- cién de las buhardillas en espacios ha- bitables se ha desarollado una ventana que es proyectante, pivotante y basculan- te, donde el marco es tan importante den: tro del mecanismo como la propia ventana, ademés de convertirse el marco en revestimiento de espesor de muro, sin Figura 12, Figura 13 que haya tapajuntas 0 molduras, como puede apreciarse en la figura 13, Es asi como los marcos han evolucio- nado y han tendido a formar un todo con la ventana o la puerta. Aunque el gusto por las molduras y marcos ornamentales aiin se mantiene, estos marcos tienden a ser cada vez mas superficiales en su es- cuadria y menos volumétricos, ya que el costo es cada vez mayor. Los premarcos El hecho de abaratar costes y al mismo tiempo procurar que la apariencia deco- reliva se siga manteniendo ha generado ‘que, actualmente, en el mercado se cuen- te con los denominados marcos de taco, © premarcos. Este tipo de marco cuenta con un alma de madera de bajo costo, que general- rente es de pino, y que constituye el taco que seré posteriormente recubierto por piezas tipo laminas de maderas finas y de tm alto valor decorativo, El taco también podra ir revestido por chapa o aglome- ado chapeado, con lo que se obtiene un resultado que én apariencia es muy vis- toso y elegante, pero que en términos econémicos representa un 50% 0 60% menos. EI cuerpo del premarco se coloca du- rante la obra, en cambio el recubrimiento se pone antes de instalar y fijar las puer- tas y con la obra concluida, Las escuadrias del premarco son: para tabique, de 58 x 45 mm; para tabiobn, de 80 x 45 mm; para ledrillo plano, de 130 x 45 mm; todas estas medidas son aproxi- madas y deberén verilicarse en la obra Una de las caracteristicas del premarco es que se utiliza sélo en interiores, pero a Ja hora de colocar las piezas hay que re- cordar que las dos piezas laterales llevan molduras.y que la pieza que va en el can- to lleva el rebajo para la puerta. Otra de las ventajas que tiene el pre- marco es que al tener un revestimiento sobre el alma de pino, este mismo ma- terial sirve de tapajunta eliminandose asi Ja unién que se produce entre el premar- co de pino y el muro. DISPOSITIVOS DE GIRO En esta denominacién caben todos aquellos elementos que permiten que el marco de puertas, ventanas y balconeras se articule con los bastidores segin co- rresponda. Normalmente, estos elemen- tos articuladores son metilicos, y su tamario dependerd del tamatio y peso de Jas estructuras en que se colocan. Para los bastidores que tienen movimiento de ro- tacién se requieren herrajes combinados que faciliten este movimiento y no desen- tonen en su presentacion exterior. Los dispositivos de giro més usados son las bisagras y los pernios. Bisagras Son las piezas de rotacién més comu nes y utlizadas (figura 14), constan de dos ppiezas, una unida al soporte y la otra a la parte mévil, y ambas entre s{ por un eje fijo o mévil desarmable. Las alas se fjan a las piezas soporte y a las batientes con tirafondes por la cata exterior o por el canto; a menudo se embuten en la ma- dera. Las alas pueden ser sencilias 0 do bles y el eje, fijo o movible. Se hacen laminadas de hierro, de latén, latonadas, fundidas 0 forjadas. Generalmente se pi: den por milimetros de lonaitud y por la anchura de las alas abiertas, ‘Al marcar la colocacién de las bisagras en un bastidor de puerta o ventana, se ajusta siempre bien el bastidor contra el ‘marco fjo por la parte de arriba, y se uti lizan cufias para que, de esta manera, se mantenga un poco elevado, ya que el peso del bastidor siempre tiene tenden- cia a vencerlo. Carpinteria de taller y carpinterfa de armar Figura 14 Bisagra pana con remate Colocacién de una bisagra plane Posicion de una bisagra rolada Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 TIPOS DE BISAGRAS SEGUN EL MARCO Y EL BASTIDOR “ex Bastidor Marco a) Bisagra embutida por la car (ee Bastidor Marco ©) Aplicacion de la bisagra de tapabocas Figura 15 TIPOS DE BISAGRA Existe una gran variedad de bisagras, pero, dentro de las més utilizadas, se pue- den distinguir aquellas que se denorminan segiin su colocacién respecto al bastidor yal marco (figura 15} Bisagra plana Las chapas van enrolladas y prensadas alrededor de la espiga. Su rotacién vale tanto para la izquierda como para la de- Techa. Este tipo de bisagra no se utiliza para instalaciones finas y delicadas. Si se quiere tener una mayor presentacién se pueden usar espigas de cabeza redonda 0, como se ve en la figura 14, con remate. Para colocar este tipo de bisagra sin em- bbutir se juntan dos piezas sefialando el si- tio donde se instalar4, posteriormente se sitia la bisagra de modo que el centro del nudo coincida con el centro de las piezas, y se atornillan los tirafondos, Si se quiere un acabado més fino y que el espesor de las alas de la bisagra no moleste en ab- soluto el funcionamiento del abatimiento se embutiré la bisagra, procediendo dela manera que se indica: se juntan las piezas y se sefiala el sitio donde iran, Iuego se qita la madera con un formén, en una su- Bastidor Marco »b) Bisagra embutida por el canto 4) Aplicacién de una bisagra quebrada perficie eguivalente a la dimensién del ala de la bisagra. Si fueran embutidas por el canto se pueden profundizar algo mas or la parte correspondiente al nudo colocar la bisaara con las alas paralelas, de esta manera, cuando la bisagra estA oblada, s6lo se verdn el nudo y los bo- tones, mejoréndose la presentacién (il- guras 18 ay 18 b). Bisagra de codo o pestaiia La caracteristica de este tipo de bisa- gra es que tiene el nudo descentrado y su aplicacion tiene como objetivo articu- Jar bastidores que no quedan en el mismo plano. En la figura 15 c se puede ver cémo la caja para embutir la bisagra se ha hecho solamente en el bastidor-puerta La ven- taja que tiene este sistema es que en tra bbajos corrientes permite una economia de tiempo y colocacién més facil. ‘Tra- téndose de bastidores mAs salientes con Tespecto al marco con el cual forman an- gulo, se emplean bisagras de codo, que- bradas, determinando el desfase la mayor 0 menor dimensién de las alas de la bi- sagra, En la figura 18 d se puede ver c6mo una bisagra quebrada articula un marco en un anaulo de 90° con su respec- tivo batiente, 18 eden Dice saiiataie Tin aebe nln tn tiebeeeh Figura 16 Pernios Este mecanismo de giro es muy pare- ido a las bisagras y con la misma final dad, teniendo como caracteristica la de que el nudo va incluido en una de las alas (gua 16), también los podemos encon- tar en una gran variedad dependiendo del tipo de unién y articulacién entre mar- co y batiente o bastidor. Existen los pernios con codo, que son aplicables a las caras sin embutir, y tie nen tn ala mas ancha que la otra: $2 uti- lizan en los bastidores con pestafias (igura I). Hace falta especificar si son para derecha o izquierda y para saber si lun bastidor necesita pernios de una wotra mano basta mirarlo del lado (interior 0 exierior) desde donde estos herrajes serén visibles. El pernio plano tiene las alas iguales, es desmontable y se coloca sin embutir. El pernio acodado se carac- teriza por tener el eje de movimiento de rotecién en la arista exterior del bastidor, por lo que al abrirse se ve su extremo, motivo por el cual suele ser més deco- rativo. El pernio quebrado, llamado también pernio de escuadra, lleva un ala mayor que laotra, y su altura depende de la pro- fundidad del rebajo en el marco. El pernio colocado por el canto suele ser de construccién més sélida que el que se coloca por la cara. Las alas pueden ser iguales y rectangulares 0 ser cada una de ellas més angosta en su mitad inferior que en la superior, como se ve en la figura 16. Este tipo de pernio es desmontable y se usa mucho en puertas de interior y exte- rior, siendo de perfil torneado cuando queda a la vista, como es el caso de la Figura 18 figura 18, donde en una puerta de acceso Jos pernios se hallan en el interior para asi ‘quedar protegidos de la intemperie. En este caso, no nos referimos a otros dispositivos de giro que también permi- ten que puertas 0 bastidores giren y ro- ten, como puede ser el caso del pivote 0 Jos goznes, ya que estos ingenios no con- sideran el marco como uno de sus ele- mentos de sujecion. Por ejemplo, el pivote se utiliza mucho para puertas de armario, y en ese caso cualquier superficie cortada angularmen- Carpinteria de taller y carpinterfa de armar Aplicacién del pernio con codo Marco Pernio quebrado [Esa Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Cerradura de carpinteria con manubrio Figura 19 Figura 20 te, ya sea de madera maciza o material aglomerado, servira para fijar el pivote. En el caso de los goznes, desde muy anti: uo estos elementos cumplen la funcion de permitir la rotacién de grandes supe: ficies abatibles, como los portones, me- diante el empotramiento en la pared de espigas metélicas que recibirdn el botén ya sujeto en el bastidor; por lo tanto, en este caso, también se prescinde de may- cos de sustentaci OTROS HERRAJES DE LOS MARCOS Existe todo un conjunto de elementos de seguridad, como cerraduras, pasado- Tes y cerrojos, fallebas, cierres de vaivén, deslizadores para puertas correderas y muelles hidrdulicos, que necesitan para su funcionamiento y fijacién, al menos de una de sus partes, el soporte que facilita el marco de madera para puertas, ven- tanas y balconeras. La mayorla de estos mecanismos estén pensados para ser fijados contra madera, ya que los tornillos y tirafondos completan su instalacién, A continuacién se describen los siste- mas de seguridad y cierre en los que més interviene el marco de madera, tanto en uertas como en ventanas y balconeras. Cerraduras Es uno de los herrajes mas utilizado en la fijacion de puertas y ventanas La pieza elemental de este mecanismo es el pes- tillo, que con un movimiento rectilineo se desliza introduciéndose en una armella, la cual a su vez va asegurada a un montante fijo. Las cerraduras en carpinteria se pue- den embutir por la cara y por el canto y hay otras que, sin embutir, solamente van fijadas por tornillos. Las formas son varia- das y el grado de ornamentacién de éstas, depende del tipo y calidad de la puerta y el marco en los cuales estén instaladas, Los materiales también son muy diversos ¥ estan en relacién directa con el grado de seguridad que se quiera conseguir, ya que una cerradura de hierro es por lo ge- neral mucho mas segura que una latonada © niquelada La cerradura embutida es la mas se- gura (figura 19), ya que tanto la parte de Ja cerradura que va en el bastidor como Ja que va en el marco o montante quedan ccultas si la puerta o batiente est cerra- do, quedando sdlo a la vista el escudo- placa para la cerradura. La parte de la cerradura que queda en el marco es de Tipos de fallebas Figura 21 construccién sblida y dispone de nume- rosos puntos de fijacién que la aferran fenazmente al marco (figura 20). Por su- puesto, esia modalidad requiere que el espesor del larguero sea suficiente para aloar la armella y no debilitar la estruc- tura del montante dentro del cual va in- cmustada, Existen también unas cerraduras, lla- madas de carpinteria, empleadas para puertas de pisos, despachos y locales, donde no se requiera cerrar cada vez.con lave. En este caso, el pestillo va accio- nado con dos vueltas por llaves de se- guridad y para cierres definitivos se hace corer también el pestillo. La caja del pestillo va colocada por la cara de! ba- tiente y la armella también se instala su- perficialmente en el larguero, lo cual Tequiere necesariamente que el marco tenga una superficie suficiente como para poder alojarlo. Falleba sobrepuesta Nariz de falleba Pesto Fallebas las ventanas y balconeras suslen ce- marse por medio de fallebas de muchos tipos (figura 21). Consisten en una vanilla metilica rematada en sus extremos por ganchos que encajan en el marco me- diante herrajes preparados. La varilla va sujeta con dos chapas atornilladas llama- das puentes. Una manilla solidaria con la varilla la gira para abrir 0 cerrar los gan- chos y va entre dos puentes. Para su colocacién, las fallebas pueden ir sobre- puestas o embutidas, Para embutirlas basta hacer una mediacaiia en el larguero y sujetarlas mediante unas chapitas ator- nilladas (puentes), en nlimero variable se- gin la altura de la hoja de ventana o baloin, La falleba va provista de una ma- necilla o pestillo que la hace girar y se introduce en una pieza llamada nariz de al Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 22, falleba, Lo importante es que el mecanis- mo permita que los extremos de la falleba puedan encajar sin ningtin problema en el marco por medio de las chapas de hie- ro fijadas a una distancia prudente del canto del marco para evitar esfuerzos de corte en la masa letiosa. La falleba se sos- tiene por uno de los puentes, en el que ‘se apoya la manija. De la recta colocacién de este puente depende el buen funcio- namiento de la falleba. Hay tambien fallebas embutidas por el canto, de las que sélo aparece al exterior Ja empufiadura ‘Mnuelles hidraulicos Son un mecanismo muy usado en puer- tas que tengan mucho trénsito, y para evi- tar que el viento las cierre con violencia ‘© que queden abiertas se colocan los lla- mados muelles hidréulicos (figura 22). Es- tos elementos constan de una caja en la que est4 encerrado el muelle, que es una lamina de acero con una pestatia en cada extremo, arrollada en tomo a un cilindro, que tiene en su parte superior una rueda dentada. La caja inferior del muelle es un epésito de aceite, con un tornillo al ex- tenor para graduar la velocidad del cie- me, Sobre el muelle actian dos brazos articulados: uno sujeto en el eje del mue- Ile y otro en el marco, el cual tendré que ser de una escuadria considerable para que la palanca que hace el batiente no lo date. La caja junto con el muelle se sujeta en la puerta. El buen funcionamiento del muelle depende de su exacta colocacion, que esté en relacién con la apertura que Figura 23 deba tener la puerta y con la fuerza que tenga el muelle. Cerraduras compuestas Actualmente la seguridad, especial- mente de puertas, ha aumentado por el uso de mecanismos que combinan en un batiente el efecto de una cerradura em- butida con el de una falleba, tanto de en: caje vertical como horizontal (figura 23). Todo este mecanismo requiere, espe- cialmente de los marcos, un refuerzo de acero en el larguero o montante que con- tiene el sistema de armellas. El refuerzo metélico también se incluird en Ja parte del batiente que contenga el sistema de cierte, eviténdose asi que se pueda abrir ste mediante ataques con ganzias y lla ves falsas. E] marco que se ve en la figura 23 tiene como refuerzo en su traviesa su- perior un encaje metélico, al cual llegaré una espiga también metalica que se ac- ciona desde la cerradura. Las puertas se construyen, desde la antigtiedad, con todo tipo de maderas, desde pino hasta roble y nogal, siendo en 1m principio de madera maciza 0 piezas de la misma unidas entre si, Durante la Edad Media, muchas veces la victoria 0 Ja derrota en un asedio dependian de la resistencia que podia presentar la puerta de madera principal de acceso al recinto sitiado. Actualmente, la puerta de madera tal como la conocemos, formada por tabbleros encolados sobre un bastidor y un alma, es de hace treinta afios a lo sumo. Hoy en dia, lomés corriente es que se haga sobre un marco, el bastidor, para rellenarlo con placas de madera contrachapada o pa- neles de otro tipo; también puede estar formada por un tablero contrachapado 0 chapa sobre alma de pino. Las puertas pueden ser de una o de varias hojas, con tableros o vidrieras, lisas u ornamentales, de madera, hierro, acero, vidrios y mixtas (madera y laton, madera y hierro, madera y materiales pldsticos, entre otros). Las 2 Hojas de puerta: generalidades_ puertas podran ser de muchos tamafios y formas, lo que generalmente viene deter- minado por el estilo de la arquitectura tanto interior como exterior. Es justamen- te en interiores donde la puerta puede al- canzar su méxima expresién decorativa ya que se puede llegar a complicadas combinaciones de diferentes maderas 0 la utilizacién de chapas de madera para generar més superficies simétricas en cuanto a la veta expuesta, en donde se puede jugar, como se aprecia en la figura 24, con una misma madera, empleando para el marco del batiente madera de ukola del fuste, mientras que para el pla: fon se utiliza madera de raiz de ukola Otto de los elementos que puede alcan- zar un elevado nivel decorative son las molduras o relieves, que, como elemen- tos decorativos, pueden ir en la superficie de la hoja, Actualmente, el tamatio y las dimensio- nes de las puertas estan normalizados, y en la construccién de edificios o casas en serie ya se siguen ciertas medidas para cada recinto en el que vayan a colocarse, Cuadro | como se describe en el cuadro I. DIMENSIONES MAS USUALES DE PUERTAS SEGUN SU EMPLAZAMIENTO Denoninactn ic aivee| | Sesin leetoen |e oa ia es iee Ears ee Peneee a eee eee Peon eg ere eae Figura 24 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 26 Figura 25 Testero 2.05 m Ama Refuerzo [pata la cerradura | Largueros Testero 080m Paramentos DEFINICION DE LAS PARTES DE UNA PUERTA Independientemente del estilo de la puerta, en este punto definiremos aque- os elementos que son mas o menos co: mmunes a todas las puertas, aunque hay algunas de ellas que escapan de toda ge- neralizaci6n, por lo que se estudiarén més adelante como casos particulares. Como regla general podemos decir que una puerta esté constituida por una hoja, es decir, la parte mévil que permite el acceso a un espacio, y por un cerco 0 marco, que seré la parte fija, unida a la obra y a la hoja. La hoja a su vez podré ser plana o de relieve. Hoja de puerta plana Es la hoja de puerta hecha principal- mente de madera, derivados de la misma y ottos productos lignocelulésicos, for: mada esencialmente por dos paramentos planos y paralelos, encolados sobre un alma y bastidor (en la figura 25 podemos ver una puerta plana con alma alveolada y formada en tablero contrachapado). Para que haya una correcta compren- sién de los elementos de una puerta plana de madera se definird el bastidor como el marco de madera que forma el perimetro de la hoja en el que se sitiia el alma, Esta compuesto de cuatro piezas de madera las dos de mayor dimensién se denomi: nan largueros y las otras dos testeros. luego tenemos los paramentos, que for: man el conjunto de elementos encolados sobre el alma y el bastidor, cuya super. ficie exterior constituye la cara o las caras, de las puertas. Fl canto seré la cara es trecha perpendicular a los paramentos. Los cantos paralelos a la mayor dimensi6n se llaman costados. Por iitimo esté el re- fuerzo para la cerradura, que serd el en- sanchamiento del larguero para permitir la fijacién de la cerradura y de sus ac- cesorios de cerrajeria (figura 26) Una de las partes més importantes de una puerta plana es su interior, el alma, sobre la cual se encolardn los paramen- tos, Segin sean la materialidad y densi- dad, el alma se denominaré ‘ALMA LLENA Es el alma de construcci6n homogénea que presenta una superficie continua en el plano de encolado de los paramentos. ee | - Figura 27 Figura 28 Figura 29 ALMA ALISTONADA Es el alma de constitucién andloga a la del tablero alistonado. Puerta de relieves Es la hoja hecha principalmente de madera o derivados de la misma, cuyos paramentos presentan combinaciones de- corativas de varias superficies planas y molduras, En las hojas de puertas de car interia en relieve se distinguen dos par- tes fundamentales: el bastidor y la parte central. BASTIDOR Esid formado por piezas de madera 0 derivados de Ja misma u otros productos lignocelulésicos que constituyen la es tructura principal de la hoja. Las piezas de mayor longitud son los largueros y las perpendiculares a éstos, los testeros, a unién entre larguetos y testeros se puede realizar de muy diversas formas, si bien predomina la forma a base de falsas ‘espigas encoladas. Los bastidores de una hhoja pueden tener éngulos rectos interio- res, como se puede apreciar en la figura 27, donde un marco de madera de ukola presenta molduras decorativas que aco- gerén la parte central; de igual manera, en la figura 28 se ve cémo en el testero superior se ha hecho una terminacién curva, la cual una vez colocada la parte central dard una sensacién de puerta mas pequefia. El bastidor de dos hojas tam- bién podré permitix formas curvas, como se ven en la figura 29, para lo cual la ma- dera de ukola es muy efectiva, En esta fi- gura se observa que el bastidor, hacia su parte central, puede romper la ortogo- nalidad que condicionaré el funciona- Hojas de puerta: generalidades ‘Tres tipos de acabado de un tablero central para una hoja de puerta de carpinteria ALMA ALVEOLADA ‘Se denomina alma alveolada aquella en Ja cual la proporcién que hay de huecos es grande en relacién con el volumen total de la misma. Los alveolos © huecos a que nos esta- mos refiriendo pueden estar limitados tnicamente por tabiques, perpendicula- 18 a los paramentos 0 bien en todos los sentidos, presentando en la superficie un plano de encolado continuo. 5 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 miento y el movimiento propios de una puerta batiente. PARTE CENTRAL La constituyen los plafones de madera © derivados de la misma, de espesor in- ferior al del bastidor y unidos al mismo, bien por un sistema dé cajeado, bien por encolado a tope o simplemente sujetos mediante molduras. En la figura 30 se puede ver el detalle de construccién que muestra c6mo un bastidor de perimetro variable (interiormente) acoge, mediante un ensamble encolado, la parte central de Ja puerta CANTEADO Esta formado por los elementos enco- lados o clavados sobre los cantos, desti- nados a disimular la heterogeneidad del bastidor de la puerta, a variar sus medi- das o a proteger los cantos. DENOMINACION DE LAS PUERTAS SEGUN SU ESTRUCTURA Existe una gran variedad de sistemas de construccién de puertas, de acuerdo con la funcién que desemperian y el estilo que se le quiera dar a cada una de ellas. Si bien es cierto que en casi todas ellas se mantiene la idea de bastidor y parte ccenttal, la materialidad y forma en que se unen estos dos elementos determina una denominacién de las puertas sein su construccién. A continuacién se exponen Jas principales modalidades con sus res- pectivos nombres comerciales. Puerta almohadillada En este caso, los paneles o parte cen- tral sobresalen del bastidor en términos de espesor, produciéndose una textura 0 relieve. Puerta de barrotes Se trata de la puerta que lleva elemen- tos verticales que forman un conjunto de- corativo, pudiendo ser imitacién de balaustradas o barrotes verticales que pueden ser de hierro, de modo que estas 26 puertas sean de uso exterior, para entra~ da de parques 0 jardines. Puerta de bastidor Es la puerta de construccién més sen- cilla y corriente, formada principalmente por largueros y traviesas con los paneles parte central remitidos Generalmente este tipo de puerta, por s1uso corriente, no utiliza madevas finas y tiende a presentarse de color lacado, como se ve en la figura 31. Puerta a la catalana Es la batiente que esta constituida por ‘ablas machihembradas verticales sobre tun bastidor con travesatios en diagonal, para evitarse asi el descuadre o defor- maciones del marco (figura 32). Puerta claveteada Es aquella en cuya superticie del bas- tidor destacan los clavos que refuerzan la estructura de la puerta, siendo estos ele- Figura 34 Figura 33 mentos decoratives en su acabado y en su ordenacién sobre la superficie. Puerta de cuarterones Se denomina de esta manera cuando sobresalen los paneles de forma cuadra- da o rectangular, entre las traviesas y los peinazos. Esta ordenacién de elementos cuadrangulares seré en general de forma simétrica con respecto al eje de la puerta, como se puede apreciar en la figura 33, Puerta chapeada o contrachapeada Es la que esta formada, en ambas caras, or superficies planas. Estas puerias ge- neralmente tienen un marco de pino o de sapelly, cubierto por una placa de con- trachapado que da a la puerta una apa- riencia mas fina y robusta, como se ve en 1a figura 34. Puerta a la francesa Es la que esté constituida por dos 0 més tableros que en su ancho llegan a tener Puerta de diez paneles para una entrada principal, con molduras encontradas a 45° er mB iia | eee fete eel 11 See la misma dimension que la distancia in tema entre los largueros del bastidor (fi- gura 35), Puerta a Ja italiana Esté formada por dos hojas decoradas con abundantes molduras y figuraciones complejas y curvas. Muchas veces en este tipo de puerta se aprovecha para en- marcar con las molduras, a modo de cua- dro, algunas maderas de diferente naturaleza que la del bastidor. En la figura 36 se puede ver oémo una puerta de bastidor de roble aloja entre las. molduras una parte central de madera de ralz de ukola Puerta mixta Esta puerta esta compuesta de madera en su bastidor y otro material en su parte central, como puede ser hierro, metal, acero, entre otros. En la figura 37 se pue- de observar cémo una puerta mixta, que mezcla madera y vidrio, permite que en este ultimo material se incluyan decora- ciones talladas sobre vidrio. DENOMINACION DE LAS PUERTAS SEGUN SU ACCIONAMIENTO Resulta muy importante la colocacién de los herrajes para el adecuado funcio. namiento de las puertas, ya que una mala colocacién podria sionificar una defectuo- sa circulacién entre los espacios que se quieren conectar, o dentro del mecanis: mo propio de la ‘batiente se podria ge- era un comportamiento defectuoso entre la hoja y el marco. ‘Las puertas se pueden clasificar en va- rigs tipos segtin el sistema de su funcio- namiento (figura 38). Puerta de eje vertical normal En este caso, Jas hojas funcionan por medio de bisagras, pemios y goznes, en- tre otros sistemas de articulacion, de tal manera que el abatimiento se produce en funcién al larguero del marco soportante (ligura 38 a). Puerta de vaivén o doble accion Este sistema de abatimiento puede aplicarse a una 0 dos hojas, y consiste en que cada puerta gira en dos direcciones mediante bisagras especiales que arti culan la hoja indistintamente en el sentido de la fuerza que la mueve (figura 38 b) Puerta pivotante Este sistema se utiliza cuando se tiene muy poco espacio para el abatimiento to- tal de la puerta; en este caso, los pivotes que se articulan estan situados mas o me- nos distanciados del extremo, con el fin de reducir el emplazamiento de la puerta (figura 38 ©). Puerta corredera Es aquella cuya hoja se mueve despla- zandose horizontalmente por rieles, guias re ey ee ee 2), y poleas. Generalmente, al desplazarse queda a uno de los lados del marco (fi- gura 38 d), aunque si se tienen paredes Jo suficientemente gruesas se podrd es- conder entre ellas, Puerta corredera articulada Esta formada por hojas estrechas que se articulan entre si al estar montadas so- bre guias, que podran estar colocadas en sentido horizontal 0 vertical, como se ve en la figura 38 e; también hay variantes ‘como la puerta telesc6pica, formada por hojas estrechas o montadas en una guia horizontal, que pueden plegarse sobre sf tmismas hacia uno o los dos lados del mar- co (figura 38 1). Hay también la puerta corredera ple- gable, que tiene la guia en el centro o en el lateral, siendo sus hojas también arti- culadas (figura 38 9). Puerta de guillotina Este modelo se sirve, para accionar la puerta, de un sistema de pesos y contra- pesos, guias y poleas, que permiten que Ja hoja, con un minimo esfuerzo, se pueda desiizar descendente 0 ascendentemen- fe, como se ve en la figura 38 h. Puerta giratoria ‘También conocida como puerta de tor- hiquete, generalmente consta de cuatro hojas que giran en torno a un eje comin, ypemniten el acceso a un recinto sin que éste quede en ningun momento abierto por el giro de la puerta, Esia puerla es muy utilizada en el ac- eso a Tecintos con aire acondicionado y donde no es posible abrir pasos de aire natural (figura 38 i). Puerta basculante Este tipo de puerta consiste en una hoja de grandes dimensiones (generalmente se utiliza en los garajes) que, colgada ho- rizontalmente del dintel, puede ser rigida y tener la guia en los largueros del marco ala altura del dintel o ser plegable, sien- do la hoja articulada en al menos dos hojas, con la guia en los largueros y con bisagras entre las superficies articuladas (igura 38 7). a) Eje normal ) Doble accion (valven) _¢) Pivotante 4) Corredera ©) Corredera articulada _) Telescépica 9) Corredera plegable, h) Gulllotina 1) Giratoria de guia central )) Basculante plegable Figura 38 OBSERVACIONES ESPECIALES SOBRE PUERTAS Aparte del aspecto estrictamente cons- tructivo y estilistico de una puerta, tam- bién es necesario conocer su situacion en funcién del espacio, asi como la disposi- cién de los accesorios segun sea su ta- mafio. Con ello se conseguiré que un espacio arquitecténico sea més 0 menos habitable, ya que, por ejemplo, una mala colocacién de una puerta puede hacer que la condicién de habitabilidad de un recinto sea muy deficiente a) Puerta de mano izquierda Cerradura izquierda ) Puerta de mano derecha CCorradura derecta La disposicion de la herrajeria en Jas puertas ‘Toda puerta, ademés de su hoja y mar- co, contiene un conjunto de herrajes que para su buen funcionamiento tendran que estar bien dispuestos. Bisagras planas, pemnios, goznes, cerraduras por la cara y el canto, fallebas y mirillas serdn coloca- dos segiin el caso que coresponda, man- teniéndose ciertas normas, de manera que pernios y goznes, por ejemplo, no pueden colocarse indistintamente en el marco 0 en la puerta, como se hace con las bisagras ordinarias. La parte inferior, 9 sea el pernio, se coloca en el marco y la superior, en la puerta. Algo que es muy importante cuando se van a encargar co- mercialmente los herrajes para una puer- taes tener muy claro la mano para la cual se necesitan dichos elementos. (Cuando se trate de dos hojas, habr que distingur para la denominacién de Figura 49 los herrajes tres casos: la puerta de dos has con peinazo (figura 40 a), la puerta de mano derecha de dos hojas (figura 40 Manodelanpoertas by la puerta de mano izquierda de dos hojas (figura 40 c). Un caso particular 1o Si una persona se sitda frente a una _ tenemosen la figura 40d, donde la puerta puerta, por su cara principal, y la abate —_abre hacia el exterior, de modo que, aun- hacia fuera o hacia dentro, definiré con que la puerta sea de mano derecha, los esta accién el que la mano sea izquierda _pernios y el picaporte de la cerradura tie- 0 derecha (figura 39). nen que ser de mano izquierda. La di- Si la puerta es de una sola hoja resulta mensién de los herrajes dependera de muy sencillo saber de qué mano es; en _factores de seguridad, materialidad, tipo cambio, cuando se trata de dos hojas, la de uso, peso y sistema de abatimiento de que manda es la que primero se abre. la puerta en cuesti6n. 2) Puerta de dos hojas con peinazo CerrauraCerradura Taquierda,._ aerach Pernios \ Fone lzquierdos VI desechos Hoja de mano © Hoja de mano a Tzquierda Serecha Pemios | Poros izquierdos i derechos cere oo ‘zquierda ) Puerta de mano derecha de dos hojas Pomios at ‘equerdos Pemios «) Puerta de mano inquerda de dos nojas ©) PUEt# de mano derecha que abre al exterior ay ‘ iequterdos Cerradura Picapotis iaerdo Figura 40 a 30 La distancia y la distribucién de los herrajes en una puerta estaran condicio- nadas a ciertas normas y especificaciones técnicas, las cuales se resumen en la figura 41 Emplazamiento de las puertas Dentro de un proyecto de arquitectura yen especial su distribucién interior, es de vital importancia la situacién de’ las puertas, ya que su utilizacion y buena dis posicion podrén permitir que el transito propio del uso de la vivienda no se con- traponga con aquellas zonas de perma: nencia que se crean en todo interior construid. Como norma general, las puertas de- ben abrir hacia dentro y a la derecha, y Ip mismno si son de dos hojas (figura 42) No obstante, segiin convenga estas nor- mas pueden variarse en beneficio de una mejor distribucion espacial, ya que las poerfas tendrén que disponerse en fun- cién del proyecto arquitecténico y no al contrario. En todas las puertas de acceso a edi- ficios piblicos se usardn, por ley, puertas, que abatan hacia el exterior, de mane. 1a que si existiera una salida masiva la presiin de las personas no obstruyera el paso a través de las puertas. Ora de las disposiciones que pueden producix problemas son aquellas que presentan una esquina de 90° en la que se encuentran dos puertas; en este 0250, se tendra que evitar por todos los medios que ambas se abatan hacia el interior del Angulo recto, ya que seria imposible aba- tw las dos puertas simulténeamente por falta de espacio, siendo la solucién que se abran hacia el exterior de la esquina (f- gura 43). Ouro caso importante se dard cuando existan puertas con salida a un corredor, ya que éstas deberén abrirse con prefe- rencia hacia dentro, si bien, a veces, 1o reducido de la habitacién exige que se abran hacia fuera; y si este fuera el caso se procuraré que n0 impidan sino que fa- cliten la salida al exterior. Si se abren ha- cia dentro, el mejor aprovechamiento del espacio exigiré que se abatan hacia la pa- red, ya que asl no se usard un espacio ex: cesivo en cada abatimiento, Dos puertas que estén separadas por una pared y que comuniquen a dos es- pacios menores, como podrian ser habi- laciones, siempre se abatiran de forma "encontrada’, de tal manera que al estar abiertas ninguna de ellas impida quedar frente al espacio total de cada habitacién (figura 44). rf 3 mm 250 nh i Pale Fit Mirilla H i Bee E iH | g He a a pala ¢ g | 8 i |e ‘ ' et E & ie a pp _ a ee | Fea Pig 2 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Una puerta vidriada se puede convertir en una verdadera ventana interior que ilumina y amplia los recintos Figura 43, Algunos consejos sobre las puertas Las puertas lisas contraplacadas estan particularmente indicadas como aislantes actisticos, cuando se rellenan de corcho aglomerado o con algiin aislante pléstico entre tableros Deben proscribirse y evitarse por com- pleto las puertas que tengan una sola de sus caras lisas, pues al no compensarse los espesores de tablero (entre una cara y la otra) se tienden a alabear con mucha temperatura 0 Se debe evitar la colocacién de trave- safios a la altura normal de la cerradura (2,10 m), pues su encaste elimina la ac- ion sujetante de 1a espiga, La puerta vidriera en interiores de piso, aparte del concepto decorativo, resulta eficaz para facilitar la iluminacién de pa- sillos, salas de distribucién y otros recin- tos que no reciben suficiente luz natural, siendo el travesafio inferior de la puerta el que efectia Ia mayor accién resistente de la misma, por lo que conviene darle més anchura que la de los largueros. En puertas interiores 0 exteriores que precisen seguridad, es eficaz la coloca: cién de dos tableros 0 paneles de la mitad del grueso deseado, y entre ellos una plancha de hierro de | a 2 mm de espe. Sor, y si se quisiera una mayor seguridad se pondré entre dos muletones o tendidos de algodén para impedir la accién de sie- ras 0 taladros, La colocacién de bisagras ofrece una mayor resistencia a la caida de la puerta si se hace por el plano. Colocadas por el canto, quedan ocultas las alas y son mas resistentes a la accién de la palanca. La principal propiedad de una puerta es la de ser perfectamente plana, lo cual dependeré del cuidado en su montaje y de la sequedad de los largueros. Es im- Portante que en el momento del armado —-— 30% ‘arganioto Largo ancho (vaiaciones) 0.1% 20,15 % 0.15% 2.025% pear (raced B%ad mask Puerta prefabricada de ‘contrachapads liso con molduras sobrepuestas Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Fresadora para marcos de ppuortas prefabricadas 8 Ge Figura 79 © el bamiz si la superficie esté confor mada por tablero contrachapado, que puede dar a una puerta de entrada una apariencia maciza y de madera muy fina (figura 79). ENCOFRADOS PARA LA PREFABRICACION DE PIEZAS En este caso, la madera actiia como molde para dar forma, volumen y medida a materiales tan diversos como pueden ser el hormigén y el adobe. Para esta clase de encofrados se tiene que hacer un estudio muy detenido del proceso de desmolde, ya que si se quiere usar el encofrado muchas veces sin que se deteriore habré que hacerlo resistente al uso y, principalmente, a la humedad, que todos los materiales puestos a fraquar contienen en el interior 0 en la superficie de estos moldes. BAsicamente, existiran dos modalida- des de uso del encofrado en relacién al material que soporta: un encofrado volu- métrico y otro superficial. Encofrado volumétrico o envolvente Es el mds tradicional y empezé a usarse en la antigiledad, principalmente para la confeccién de ladrillos de adobe; poste- iormente, con la aparicién del hormigén ammado, se generalizé el uso de tablas de madera para los encofrados, teniendo como inconveniente su dificil utilizacién posterior, salvo que no se usen maderas de buena calidad. Segiin el trabajo que se tenga que ha- cer, se preparard el tipo de estructura de molde, al igual. que se tendran que pre parar las paredes interiores para recibir el material, segin sea el caso. En las obras de hormig6n armado se tienen enoofrados de grandes dimensio- nes, por lo que su estructura tendré que ser muy fuerte, ya que ademas de sopor- tar el peso muerto del hormigén y de las armaduras tienen que resistir las cargas méviles producidas por el paso de los ‘operarios con carretillas y tiles, dando origen a vibraciones que tienden a se~ parar los ensambles y a aflojar las dobles cutias, ‘Al colocar el encofrado en la obra seré de suma importancia que su situacion y disposicién sea la exacta, ya que cual- quier movimiento de la estructura conti- nente, en el momento de ser vertido el hormigén, podria causar deformaciones en la pieza una vez fraguada, Por ello, serd importante asegurar el armazén de madera con tornapuntas, riostras, cruces de San Andrés y todo tipo de elementos de fiiacion estructural, El uso de un mismo encofrado no de- beré exceder las seis u ocho veces, ya ‘que el trabajo de limpiarlo y el tiempo ne- cesario para desmontarlo y montarlo no justfica mas vida sti, la madera que se emplea para este tipo de encofradios volumétricos tiene dos maneras de preparacion: con los cantos de los tablones labrados y a escuadra, por lo que la superficie de encofrado quedaré marcada con la separacién en- tte cada tabla; con cantos machihembra- dos, con lo que se obtienen superficies lisas, pero se disminuyen las posibilida- des de teciclaje de la madera, puesto que las ranuras de las tablas se llenan de hormigén. ENCOFRADO PARA VIGAS DE ACERO En la figura 80 a podemos ver cémo se reviste con hormigén una viga de acero, En este caso, y dada la naturaleza del ver- tido de la mezcla, habré que sustentar el encofrado con tornapuntas, de manera que el hormigén vertido no desplace las paredes laterales. Este tipo de encofrado queda unido a Ja viga de acero por medio de alambres trenzados que a su vez sustentan trave- santos de soporte, y de esta forma la es- Carpinteria prefabricada Figura 80 4) Encotrado para una viga de acero Hormiggn ) Encotrado para una escalera ©) Encofrado para una columna con enlace de vigas 'Viga de sustentacién Viga de retuerzo Zanca dentada Pasadores Enlace de vigas. Hormigén Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 ‘Tablero para encofrados con madera aserrada y tratada contra el ataque de la humedad Detalles de acabado del forjado, hecho por medio de tableros de cchapas encontradas tuctura de madera permite que hormigén se aplique en la viga puesta € instalada donde corresponda. ENCOFRADO PARA ESCALERAS Ena figura 80 b se muestra el encofra: do para la construccién de una escalera de zanca recta. Al construir las piezas de madera que marcan la huella y contra- huella se debera tener el debico cuidade para que los peldaos resulten siempre totalmente regulares, El procedimiento consiste en colocar en primer lugar las vigas y el tablero que serviré de base a los peldafios. Seguida: mente se col cas dentadas, que serviran de soporte a Jas tablas que dardn el nivel a la contra ella una vez vertida la mezcla. Sila es- calera tuviera mas de un metro de ancho sera preciso instalar en el centro de la es: tructura una viga con los apoyos necesa- rios para impedir que se deformen por flexién las tablas que sustentaran y con- formarén la contrahuella. La huella se for- marA por simple nivelacion gravitacional ENCOFRADO PARA COLUMNAS En la figura 80 ¢ vemos cémo puede ser encofrado para un pilar que se dispone con sus vigas correspondientes. Para un mejor comportamiento, los lados de la es- tructura continente ademés de clavarse se refuerzan mediante unas abrazaderas sujetas por dos pasadores. Segtin el peso del hormigén que deba soportar el en- cofrado (aproximadamente 2.400 ko/m’) oe a se distribuyen las abrazaderas, colocén. dose usualmente de 50 a 90 cm una de otra, Las cufias dobles, que se disponen entre los pasadores y los laterales del en: cofrado, ayudan a la indeformabilidad de bss caras, Sila seccién de la columna es pequefia, ios soportes pueden ir clavados 0 sujetos con alambres de tensién provistos de un tomiquete que permita regular la presi6n de sujecién que necesite la columna, pecialmente durante las primeras horas del vertido. Siel pilar tiene més de 3,6 m de altura. se debe dejar uno de los lados del en cofrado abierto, para poder ir rellenando por tramos cortos (de 1 a 1,5 m cada vez); de esta manera se evita que la mezcla quede poco homogénea. Encofrado superficial Esta modalidad de encofrado estable- ce una relacién superficial de soporte, ya sea para estructuras modulares de forja dos planos ya sea para recubrimientos de encofrados verticales y curvos En todas estas modalidades la base es un tablero contrachapado con recubri: miento superficial a base de particulas de resinas fendlicas, realizado en caliente bajo presién, con lo que se obtiene una superficie resistente a la abrasién y el desgaste, permitiendo que se utilice en jumerosas oportunidades, ENCOFRADO SUPERFICIAL PARA FORJADOS PLANOS Se trata de un tablero que admite car- gas importantes de trabajo a flexicn en los dos ejes de su plano (longitudinal y trans: versal). Cuando se instalan los encofrados en una estructura metélica, tanto las fibras paralelas a estos vanos como las perpen- diculares estan preparadas para recibir el volumen y peso de la mezcla de hor- migén (figura 81), aracias a la distnibucién de las ldminas de madera con bras al- temadas y unidas por un encolado fend- Carpinteria prefabricada Pigura & Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 82 Cuadro VI ENCOFRADOS CURVOS jedades mecanicas del tablero ‘contrachapado de eapas encontrada para Longitudinal Transversal fencotrado del foriado Tensién rotura flexion 560 kg/om® 400 kg/cm? Médulo elasticidad 105,000 ka/em® 155.000 kg/m? TTensi6n admisibie-construccién, 140 kg/om? 100 ko/em® Mio, inercia (1 m seccién, 22 mm) 58 cm* 350m" Mio. inercia (1_m seccién, 27 mm) 402 cm* 80 om* Cuadro VI Figura 83 lico, generéndose un material homogé- neo en toda su seccion. En el cuadro VI describimos algunas caracteristicas mecénicas de un producto como el que se ha detallado, Uno de los factores importantes para la prolongacién de la vida til de este tipo de tablero es que su canto mayor vaya re~ cubierto de un perfil metélico, que lo pro- teja de los choques o golpes (figura 62). Este perfil ayuda mucho en el proceso de desmontaje del forjado, ya que presenta tun perfil de mayor contacto para hacer palanca y asi desprender el tablero de una forma limpia y expedita (figura 83). Una de las ventajas més destacables del tablero de capas encontradas con respecto al de madera aserrada es que Espesor 7a | Oo Te (STE Radio de las curvaturas (m) Doblado en sentido longitudinal alas fbras Dob en sentido vansversa alas fbras 1 2 a 4 | 45 ors | 15 | 2 a | 35 ‘Neti Es muy Ul moj as supericios posterior on vacccn para fait dobado en el iltimo penetra répidamente la hu- medad, produciéndose tensiones que pueden afectar a las uniones entre tablas, acelerando su deterioro, lo cual a su vez puede llegar a afectar a la calidad del for- Jado, después de pocas instalaciones. El tablero contrachapado disminuye mucho el riesgo de afecciones por humedad. ENCOFRADO SUPERFICIAL, VERTICAL Y CURVO Es un tablero de caracteristicas muy si- milares al anteriormente descrito, que se fabrica con recubrimiento a base de pe- liculas de resina fendlica en una o dos caras, con diferentes resistencias super- ficiales al desgaste segin su utilizacién y | mimero de puestas necesarias, obte- niéndose la maxima rentabilidad en los encofrados de superficies verticales de muros de contencién, edificios y cual- quier paramento vertical de gran escala. Para el caso de los encofrados de super- ficies curvas tenemos el comportamiento indicado en el cuadro VIL 58 ——7E . Lad rate non 5 Recubrimientos ERE S be . ele LF iias¥ oat nel, oe Pe cs aac ee road tata na a ia a vvvyv.evyy \d poy ee ope ee Tee er LT Cae ed Este capitulo hace referencia a los re- vestimientos interiores y exteriores de madera, los que se pueden encontrar in- corporados a la arquitectura casi desde los comienzos de su desarrollo, ya que desde muy antiguo se supo valorar las condiciones de la madera como material de excelentes caracteristicas aislantes, tanto térmicas como actsticas. Si se tienen las debidas precauciones en usar Ja madera adecuada en los re- vestimientos exteriores, se podra elabo- Figura 84 tar todo tipo de piezas para lograr que tna obra de arquitectura pueda resistir techo de un recinto gracias a la ortogo- los embates del tiempo. En la figura 64 —nalidad especial predominante en dichos podemos ver cSmo una antigua iglesia es- espacios. Actualmente esta diferencia no candinava se ha recubierto de un sinni- es tan notoria, ya que los espacios inter- mero de piezas de madera en forma de nos son més iregulares e interconecta- escamas, llamadas tejas de madera, para dos, por lo que la tradicional diferencia proteger tanto sus muros exteriores como entre revestimientos de muro y arteso- su fechumbre, nados (revestimiento de tech) ya no es Con respecto a los recubrimientos in- vigente (figura 85). teriores, parece ser que su origen se halla ena necesidad de ocultar las huellas de humedad que frecuentemente aparecen ena parte baja de las paredes. Por lo tanto, podemos considerar el re- cubrimiento de madera como toda pieza de madera de naturaleza superficial que sirva para proteger tanto el interior como elexterior de los muros, de diferente ma- terialidad, RECUBRIMIENTO INTERNO Histéricamente, ha existido una clara diferencia entre los muros interiores y el 89 De todas maneras y a modo de refe- rencia historica daremos algunas nocio- nes de este tipo de revestimiento, distinguiéndose una diferencia entre el revestimiento de zicalo, que alcanzaba de 0,80 a 1,5 m sobre el nivel del suelo, y el revestimiento de altura, que llegaba a cubrir los dos tercios de la habitacién 0 ‘su muro completo. Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Revestimiento de zécalo o arrimadero Este tipo de revestimiento tiene un ar- ‘maz6n sobre el cual se disponen tablas 0 Figura 86 tableros moldurados en diferentes escua- 2) Corte horizontal de un revestimiento de zécalo at an : rE Taco Inferior Taco de fiacién Pinto: drias y perfiles, ademas, en la parte su- perior del armaz6n va una comisa moldurada, y como terminacién inferior jira una pieza que recibe el nombre de. pinto 0 zécalo bajo El nombre alternativo de arrimadero se debe a que en muchas ocasiones este tipo de revestimiento sirve para proteger Ja pared del roce ocasionado por mue- bles, tales como mesas, respaldos de silla y oles imuebles de adosamiento, por ello la altura del revestimiento tendra que estar en proporci6n con la altura de la ha- bitacién y la funcién que ella desemperie y los muebles que contenga. General- mente, la altura convencional fluctia en- tre un cuarto y un tercio de la altura total de Ja habitaci6n. Actualmente, y por ra- zones de economfa, en muchos lugares de uso publico se mantiene la cornisa moldurada para evitar que el respaldo de sillas pueda dafiar el pafio de la pared. Elrevestimiento de z6calo con armaz6n tiene un conjunto de tableros separados por peinazos a la manera de una puerta de entrada, donde de igual manera el di- sefio y tipo de tablero y molduras res- ponderan al ambito estético que quiera presentar el conjunto de la habitacion. Para su construccién se deberdn tomar Jas medidas de la habitacién para cons- tmuir en el taller el armazén, que tendré como grueso de 18 a 25 mm. Una vez ar- mado este bastidor se montardn los table- Tos para ser encuadrados por la cornisa y el plinto (figura 86 a). Para la fijacion en Ja pared se usardn tacos de madera, tanto a la altura de la cornisa como a la altura del plinto; estos elementos de termina- cién iran fijos con tornillos al armazén, y Jos peinazos que sujetan los tableros, como se indica en la figura 86 b, seran también fijados por tornillos a los tacos que corresponda. ‘Sera recomendable dejar los tacos sa- lientes de la pared de 8 a 10 mm para evi- tar que el 26calo, al ser fijado por medio de clavos, quede en contacto directo con Ja pared. Cuando en la cornisa hay una moldura que cubre el canto del armazin, como se ve en la figura 86 b, puede fijarse el z6calo mediante una pata o gafa me- télica, que se atornilla al armaz6n por su canto superior. Revestimiento de altura, parcial y total Este tipo de tratamiento de muros po- dé hacerse cubriendo las paredes total- mente 0 silo las dos terceras partes, 1o que da una apariencia de decoracién y proteccién contra la humedad. Figura 87 Existen dos modalidades, una por me- io de tablas machihembradas de colo- cacién facil y sin mayor célculo previo que la medicién de superficie que haya de cubrirse, y el revestimiento de altura por medio de paneles, el cual sera de un txslo mAs elevado y con mayores célcu- los previos al tratarse de un armazén y re- vestimiento a modo de una puerta de paneles. Actualmente, el revestimiento de altura més usado es el de tablas ma- chibembradas tanto para intericres como para exteriores (siempre y cuando estén tratadas), REVESTIMIENTO DE ALTURA CON PANELES Este proceso constructivo se ha ido ha: ciendo cada vez menos usual, ya que re- quiere una mano de obra especializada que sea capaz de hacer un estudio previo de las dimensiones de la habitacién para la recta distribucién de los tableros y re- ‘cuadros, los cuales tendrdn que ser todos iguales a pesar de los huecos de puertas e irregularidades de la habitacién. En al- gunos casos, se ha hecho coincidir el es- tio de los muebles arrimados a la pared con el revestimiento de altura que esta presente (figura 87) tanto en sus superfi- Ges estaticas (muros) como en las mévi- les (puertas de corredera). Este revestimiento se podré hacer con armazén real o simulado, En el primer caso constara de largueros, peinazos y traviesas, que alojaran los paneles 0 ta- Dleros correspondientes con sus respec- vas molduras. Figura 88 Si el armazén es simulado, los recua- dios irén sobre un emparrillado que se fi jaré a la pared mediante Jos suficientes tacos, para que a su vez los tableros pue- dan clavarse por sus cuatro lados. La re- lacién entre el empamillado y los tableros tendré que ser la adecuada para que las superficies de contacto permitan generar mas superficies rigidas y completamente a escuadra. Siel reve por placas de contrachapado, el empa- niillado tendra que estar dimensionado en su trama para permitir la adecuada union entre paredes y su perfecta fijacion superficial y para evitar curvaturas 0 zo nas propensas a la hendidura en casos de presién 0 golpes. En general, convendré aumentar los listones de sujecion para dar a las placas una buena estructuracin. Cuando se usan estas placas se obtienen muros planos sin relieve, a excepcion de la unidn de los muros con el piso donde suele ir un 26calo inferior o plinto que re mata dicha unién (figura 88) Una vez clavados los tableros, primero se colocan los lisiones verticales, que se An todos de una pieza, y a continuacion Jos horizontales, que seran listones inter: calados a tope. Finalmente, se coloca la comisa, si corresponde, y el plinto en el caso de las placas lisas REVESTIMIENTO DE ALTURA CON TABLAS MACHIHEMBRADAS En este caso podemos distinguir el re vestimiento sobrepuesto y el revestimien- to constructivo. En el primero, las tablas Recubrimientos Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 89 machihembradas se fijan a una pared ya estructurada y llena, con listones en forma horizontal sobre tacos si se piensa reves tir en forma vertical, y con listones en for- ma vertical, si se reviste con tablas pues- tas en horizontal. Estos listones reciben tablas que tendran de 100 a 140 mm de ancho y de 12a 17 mm de grueso, y con perfiles muy variados. Una vez colocadas todas las tablas, se aplican al revesti- miento la corisa y el plinto, procurando clavar las puntas donde sean menos vi sibles, aprovechando los entrantes 0 cur vas dé las molduras. Sera conveniente dejar en el empat lado horizontal algunos huecos por don- de la madera del machihembrado pueda Tespirar por su cara interior (figura €9 a) Si el largo de las piezas no lo permitiera la pared soportante fuera de un material 62 leno (no de estructura de madera), se po- rian colocar los listones y el soporte intercalados, de tal manera que se ase- te “ail Ee He Sobrecimiento imiento Soest 2) Revestimiento exterior b) Revestimiento exterior a base de tablas verticales a base de tablas 1c) Maderas con uniones de horizontales traslapadas — machihembrados Figura 98 Figura 91 -| i i | a) Diferentes tablas machihembradas con sus respectivas fijaciones Chillado Agua de tuvia Ht b) Diferentes tablas traslapadas con sus respectivas fijaciones Tablas contraidas Exterior | i + ©) Diferentes casos de recubrimiento de tabla y listén miento interior interactuaré con otros elementos para formar un paramento con- sistente, impermeable y apto para la Vi vienda. En la figura 97 podemos ver cosmo es la unién de paredes en edificios que se recubren de diferentes maneras para obtener de este modo un adecuado ais: lamiento del exterior. Recubrimientos de tablas Las tablas se colocan tanto vertical ‘como horizontalmente sobre el entrame: do de los tabiques, y dependeré del sis- tema de unidn entre estas tablas que se prefiera un sentido u otto, ya que con los diferentes perfiles de encuentro se pre- tende tener un pafo por el cual pueda es- currir el agua de lluvia, evitandose al méximo la posibilidad de filtraciones por junturas a causa del viento o la simple ca: pilaridad de cada pieza. Por ello, ofrecen una mayor seguridad aquellos sistemas que hagan de sus encuentros un dificil re corrico para los agentes externos. De la inmensa cantidad de variaciones que hay en la practica, podemos distin- guir cuatro sistemas de recubrimientos de tabla, que unos més y otros menos ase- guran la estanquidad de la pared donde se aplican: LA TABLA MACHIHEMBRADA Este revestimiento (figura 98 a) puede ir instalado tanto en sentido vertical como 0 Inrizontal, y la unién entre las tablas es muy semejante a la caja y espiga, ya que un canto de la tabla tiene una ranura y el cro una lengiieta. Virtualmente es mas hermético y sélido que el sistema de tabla lise, adomés que no se pierden las cua- lidades tas experimentar una contrac- ‘én moderada, Esta manera de ensam- bar controla ademas el alabeo de las pie~ zs a causa del secado, ya que la unién ‘Sempre permite un juego entre una y otra pez. Laaplicacién de este entablado se ex- tiende a suelos y cubiertas con ventaja so- he el sistema a tope porque a través del machihembrado el conjunto actéa homo- géneamente para que, al recibir una so- lictacién superficial, parte de la fuerza sea transmnitida a las tablas adyacentes Elancho de las tablas fluctéa en la ma- yoria de los casos entre 15 y 20cm, y a la hora de hacer el pedido se debe tener en cuenta que la ejecucién de la lengiieta y layanura supone reducirla anchura de las tablas casi un centimetro, por lo que se solicita con un margen adicional. Es im- porlante también que antes de ser usadas estén lo mds secas posible. Los espesores mas usados para esta clase de tablas fuo- tian entre 1,8 y 3 cm. LA TABLA SOLAPADA. Este revestimiento (figura 98 b) se co- loca preferentemente en forma horizontal ytiene como caracterfstica que las tablas se montan, en mayor o menor grado, unas sobre las otras, para que al solaparse se evite (en menor grado que en el caso an- terior) el flujo de corrientes de aire y agua de Ihivia; esta instalacion es de mas répida gestién y de més oSmoda fijacién, la variedad de tablas solapadas va de Jas simples tablas aserradas sin ningin secado (chillado), puestas unas sobre otras, a otras con perfiles més complejos qu incluyen vierteaguas y sistemas de semimachihembrado, la apariencia que da este sistema de cerramiento, sea cual sea el tipo de so- lape, es siempre una textura endentada (figura 99). Tanto en las tablas machihembradas como en las solapadas, existen procedi- mientos para enfatizar y remarcar las jun- tas de modo que se conviertan en un elemento decorativo; entre estos proce- dimientos esté el de practicar acanala- duras en forma de V, generadas por ambas piezas que se juntan, disimulén- se con esto los intersticios que se ge- neran inevitablemente por la contraccién ydilatacién de la madera. En algunos ca- Figura 99 sos las junturas estén prensadas para pa- sar desapercibidas junto a la textura que presenta la tabla (figura 100) EL RECUBRIMIENTO DE TABLA Y LISTON Este sistema se usa en los casos en que sea forzoso emplear madera sin el debido tratamiento contra la humedad y que atin esté verde, para construir un recinto que, Recubrimientos Figura 100 con acanaladura en V Aqua de iva Sistemas que acentuan la juntura entre tablas Recubrimiento en solape Machihembrado con acanaladura en V : Sistemas que disimulan a juntura entre tablas Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 sin embargo, pueda soportar las incle- mencias atmosféricas una vez que la ma- dera esté completamente seca. Este tipo de cerramiento se realiza con tablas de tuna anchura minima de 20 cm y listones o listoncillos de 28 x § cm 28 x 7,5 cm de seccién. Para su instalacién, un borde de la tabla se clava a la estructura mien- tras que el otto se deja libre para que se mueva al contraerse por secado, pero se mantiene en posicién con el liston. Si las tablas son demasiado anchas, de 38 cm 0 més, se emplean unos clavos adicionales a 18 cm del borde fijo. La situacién de los listones esta determinada por la que ten- ga entramado de madera que le haré de soporte, El listén que soporta las tablas puede estar en algunos casos reemplazado por ‘una tabla igual a la que se soporta, de esta forma Ja trama generada es més apretada al ser Ja distancia entre tabla y tabla mas regular y tupida. Lago dof teva ‘ne dot tjta | eS I ag en 20 om loom oom 23am aisen 0 om a0 em 23 om Cur Vil Es importante observar que cuando s3 usen tablas de igual escuadria para com pletar este recubrimiento debe tenerse el cuidado de colocar las tablas encontradas (as superiores y las inferiores) en funcién de sus fibras tangenciales, de manera que cuando la madera se contraiga, se: giin su estructura lefiosa, las curvaturas propias de la deformacién de una tabla descentrada ayuden a que exista mayor contacto y presién entre tablas solapadas (figura 98 c). ‘TEJAS DE MADERA O TEJUELAS Es un sistema de cerramiento muy ca: racteristico, y en cierta medida es de la familia de los recubrimientos mediante tabla solapada, ya que esté constituido por elementos de formato rectangular, de diferentes maderas resistentes a la inter erie, como pueden ser el cedro rojo, la acacia, el alerce y en general cualauier madera que no sufta grandes transfor maciones con los cambios de tempera tura. La relacién entre el largo y el ancho de cada tejuela sera la que se muestra en el cuadro VII. Figura 10 Diferentes tipos de tejas Colocacion de las tejuelas en trastapo y endentado Colocacién simple de la tejuela Perfil de colocacion sobre emparrillado m2 Come las tablas solapadas, las tejuelas én sobre un emparnillado o estructura de listones sobre el muro que haya que revestir; sequin la forma o terminacién de cada tejuela se van ordenando y trasla pando, a fin de lograr efectos decorativos muy elaborades (figura 101). as posibilidades de terminacién para esie sistema de cerramiento son infinitas, ya que depende de la forma que tome la parte visible de la tejuela, pudiéndose en algunos casos hacer combinaciones en un mismo paramento, de diferentes tipos de tejas de madera, enriqueciéndose asi las posibilidades expresivas que puede al- camar un recubrimiento, més allé de su mueva funcién préctica (figura 102) Una de las ventajas que tiene este sis- tema sobre otros (como el machihembra- do) ¢s el grosor que pueden alcanzar las fejuelas superpuestas, que en muchos ca- ss y segin la forma de su disposicién puede ser equivalente a dos o tres piezas, consiguiéndose con esto un revestimiento ‘grueso, impermeable, compacto y a la vez muy eldstico, En contrapartida la ins- talacion es més ardua y lenta que en los recubrimientos anteriores, ademas de ser ‘més costoso tanto el soporte coms los ele: mentos que componen su superficie. Otra de las ventajas seré la de que los clavos de sujecién quedan muy protegidos entre el solapamiento de una pieza y otto, evi- téndose con esto que el clavo, al oxidarse, pueda tefiir la cubierta. Empleo del tablero contrachapado en revestimientos de exterior Los contrachapados exteriores se utili- zan para resistir la accién permanente del agua y de la humedad. Para los paneles de fachada y otras aplicaciones recientes de la industria de la construccién, en los cuales los tableros estén expuestos a la intemperie, a me nudo se utilizan chapas gruesas y sin fen- as més un acabado en forma de un ntado de resina sintética o de laminadbo, Para los usos en que tengan que so- portar esfuerzos, la composicién, la es- ecie, el nimero de capas y el grueso de cada capa estén en funcién de un empleo particular, teniendo en cuenta la resisten: cia mecdnica exigida, por ejemplo, en la construccién de cascos para embarca- cién y competicion, la de vehfculos como vagones de ferrocarnil, en la fabricacion de vigas 0 elementos de estructura En todos estos casos de solicitacién particular, el usuario acordaré con el fa- bricante el contrachapado exterior que se adecue @ cada caso. El radio de cur- EE Oe ae 20 2 Ke Por le page Las tah penny Huan Pr a eee ery Figura 102 vatura o de puesta en forma, la carga es- tética y el esfuerzo dindmico que estos tableros tienen que resistir depend al mismo tiempo de la especie de madera, la calidad del desenrollo, el grueso de la chapa y la composicién del tablero, Los tableros que soportan esfuerzos frecuen- tes deben tener, para un mismo grueso, un mayor nlimero de chapas que los ta- bleros corrientes 0 aquellos utilizados para fachada, exigiéndose un minimo de cinco chapas para un gmueso superior a 6 milimetros. El grueso individual de cada hapa no pod ser superior a 36/10 mm. PREPARACION DE LOS TABLEROS PARA SER PUESTOS EN OBRA Los planos de ejecucién se concebirén para penmitir una disposicion que evite odo estancamiento 0 acumulaci6n de ‘agua sobre los cantos, ensambles o juntas de los tabletos y se pueda asegurar un drenaje y una citculacién eficaz. El tablero no debe empotrarse en mu- tos revestidos con yeso 0 muros de hor- mig6n o albafilerfa, si no ha recibido un tratamiento especial. Para la instalacién en paramentos exteriores se usan table- 10s, secos al aire, con una humedad entre el 10 y el 15%. Los poros de los cantos son cuidadosamente tapados con un hi- dréfugo o con varias manos de una buena pintura exterior. El mismo tratamiento se aplica sobre todas las superficies expues- tas a la intemperie e inaccesibles des- pués de su montaje y en las que el agua pueda estacionarse. Recubrimientos la tejuela cumple la funcién de Jas escamas de un pez en el Tecubrimiento exterior de un edificio i dil Ml | a mrt Pie derecho del emparrilado ‘@) Junta de barco| ») Junta con cubrejunta Viertegguas ¢) Junta con chorro de agua 4) Junta sobre albanileria Pancha metilica ¢) Junta sobre albanileria S3brecimianto ‘con fleje interpuesto 4) Junta en V con canalén de estanquidad m ENSAMBLAJE Y MONTAJE, DE LOS PANELES En el momento de ensamblar y montar los tableros sobre la estructura soportante emparrillado se debe dejar una sepa- racién de 1 mm entre un panel y otro a modo de junta de dilatacion. ‘Todas las juntas, asi como los espacios intercalados que existan en la instalacién ¥ orificios de penetracién de las puntas 0 tornillos de gran diémetro, son imper- meabilizadas con alguna sustancia o ma: terial tapaporos. a fijacion de los tableros sobre sus so: portes puede efectuarse por encolado, clavado 0 atornillado; si se emplea una técnica de encolado, debe asegurar una resistencia y una duracién, por lo menos equivalente en su fuerza de fijacién 2 los encolados de las chapas entre si. ACABADO DE LOS TABLEROS Las superficies expuestas a la intem- perie se pueden proteger con una o va- rias manos de una solucidn oleaginosa y de conservacién o de una buena pintura para exteriores, mediante una capa de impregnacién bastante fuida més una capa de acabado cargada de pigmentos Si se quiere mantener la apariencia maderera de las superficies, se puede utilizar revestimientos como bamices ara- sos 0 sintéticos. Existen tableros contra- chapados recubiertos de fabrica con bamiz 0 productos sintéticos, en forma de un untado liquido o en forma de una pe- Icula. La utilizacién de estos tableros per- mite una economia de mano de obra, ESTANQUIDAD DE LAS UNIONES: Dentro de los principales empleos de los tableros exteriores, los muros verti cales y los tejados presentan problema: de impermeabilidad, por lo que se har desarrollado varios tipos de encuentos tanto entre paneles como entre los ele mentos de la construcoién, como pueder ser sobrecimientos, vierteaguas y empa millados (figura 103) En todo caso se puede hacer una pro yeecién de la vide itil de un panel con trachapado para exterior, si es que se bar tomado todas las medidas para evitar s deterioro precoz Figura 103, La madera se emplea para suelos en aquellos pafses donde abunda este ma- terial, aunque se uliliza con costos mayo- ze en construcciones de lujo ubicadas en todo el mundo. El suelo esté formado por un conjunto de piezas, tanto en formato de tabla como en formato de parqué, que se ubicarén sobre estructuras de madera, como pue- den ser vigas, ristreles 0 entarimados. La venlaja que presenta este revestimiento es su facil colocacién, su propiedad de aglante térmico y aciistico, pero sobre todo sera su calidez ambiental, como pro- ducio natural tanto en interiores como ex- teriores. En edificios que se encuentren en un enforno muy natural y boscoso se puede contar con una superficie de terra- za.o baloén en madera ristica que per- mite establecer un nexo entre el interior autifical y el exterior natural (figura 104). Segin la distribucién, forma y clase de madera que se emplee, los suelos se pus: den clasificar en estos tres tipos: suelo en. tarimado, suelo entablonado y suelo entarugado, ENTARIMADOS El entarimado est4 formado por tablas de 7 a 18 cm de ancho, con un espesor de 2,8 a 3,8 cm, con las cuales se reviste el suelo de los edificios en construccién Estas fablas van usualmente unidas unas con otras mediante el sistema de machi- hembrado y descansan sobre listones gmuesos, los durmientes o ristreles. Suelos 6 El entarimadé 0 entablado de suelo puede ser sencillo, usindose para ello ta- bles de un largo estandar (3.0 m), 0 con dibujos, mosaicos y otros disefios que se pueden lograr con piezas mas pequefias lamadas usualmente parqué ‘Durmnientes (estructura del entarimado) Esta forma de resolver un pavimento de madera, muy usada hasta la década de Jos cuarenta, comenzé a ser reemplazada por un sistema completamente nuevo, el parqué de madera sobre hormigdn. Anti- guamente se colocaba el parqué, en ge- neral de madera muy fina, sobre un entablado corriente, que descansaba, como los otros, sobre un durmiente. En cuanto el nuevo sistema comenzé a igua- lar en costo al antenor suelo de tablas, se generaliz6 su empleo casi de inmediato. En la actualidad, ademés de esta especie de baldosa de madera existen la baldosa de plastico, la de goma, las de tejidos sin- téticos y, desde luego, la de cemento, to- das con el factor comin de requerir una base plana de hormigén. Solucién com- pletamente diferente a la de! durmiente, Sin embargo, para el caso de viviendas de madera 0 edificaciones que precisen un pavimento més flexible, se justifica la construccién de un durmiente Los durmientes 0 vigas maestras se co- locan aproximadamente a 1,5 m entre si y tienen una escuadria de 7,5 x 15 cm. El nivel de su cara superior es aconsejable Figura 104 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 105 que quede a Ja misma altura de la cara superior de la solera de los tabiques, para apoyar en estas iiltimas el envigado pro- piamente, Dichas vigas maestras pueden descansar en sobrecimientos corridos 0 puntales, siendo la distancia entre este timo apoyo de hormigén igual a 1,5 m (f- gure 105). El mismo envigado va aproximadamen- tea 0.45 mde cada eje y la escuadria de cada viga seré de 5 x 10 cm, y como se indica en la figura sus extremos van apo- yadlos en la solera del tabique, tratando de distribuirlos entre los pies derechos, que por lo comtin van a distancias dife- entes. La unién enie las piezas del en- vigado se hace cruzéndolas, una al lado de la otta, frente a una viga maestra Para la colocacién del entarimado debe tenerse la precaucién previa de pu- lir la cara superior del envigado, de tal modo que exista una superficie nivelada de contacto Hay que tener presente que el enta- lado se coloca a lo largo del eje mayor de la superficie que ha de revestirse, mientras que el durmiente se dispone a Jo ancho. Como hay plantas de casas 0 edificios que no son perfectamente cua- dradas ni rectangulares, se tendra que cambiar de sentido el durmiente segin corresponda, lo cual determina un cam- bio en el sentido del entarimado, Por esto no se debe cambiar la direccién del en- tablado dentro de una habitacién, sino que se debera hacer coincidir la unién exactamente debajo del dintel de la puerta. La colocacién de los durmientes es dis- tinta, segtin sean en planta baja o alta, de- nomindndose envigado de suelo, 0 sim- a isos) Lie) emacs eee) et | a Pies derechos Sobrecimiento corrido ‘Apoyo puntual de hormigén ntablado 6 plemente suelo, al durmiente para nive- les superiores. Envigado de suelo Se denominara de esta manera el en- tramado que va entre dos pisos de un edi- ficio. Por no tener apoyos intermedios —salvo que convenga poner vigas maes- tras entre los apoyos ms proximos—, son por lo general de escuadrias bastante mayores las vigas mantienen en su espesor los 8 cm, variando solamente el ancho de la escuadirla, segiin la luz que se desee cu- brit. Esto es debido a la mayor influencia que tiene la altura en una viga que trabaja a flexién. La distancia entre una y ota viga es, como en el caso del durmiente, de 0,45 m, medida de eje a eje. las luces méximas que se pueden cu- brir, para soportar una carga de 200 kg por m’ (estipulada como minima resisten- Cia al peso de una estructura de piso en altura), son las siguientes, con las escua- drlas que se indican: envigados de § x 20 centimetros, hasta una distancia méxima entre apoyos de 4,20 m; envigados de § 25 cm, hasta 6,30 m y de 5 x 30 cm, hrasta 6,20 m. Es necesario insistir, frente a las escua- drias que acabamos de sefialar, que de- ben cumplirse tres condiciones pare que estas sean vélidas: que las vigas sean de roble, que la distancia entre ellas sea de 043 m de eje a ele y que la carga que ecibe el suelo sea de 200 kg/m’. Como es natural, se trata de disponer el envi- gado en el sentido de la menor luz del recinto que se cubre. En una vivienda se trata por lo general de que todos los entablados estén en una misma direccién. Cuando hay recintos de formas diversas, no siempre se puede dar al envigado la direccién de la menor luz. Una solucién a este problema puede hallarse en la utilizacion de vigas maes- tras en pisos superiores. Se tratarla de disminuir las luces con dichas vigas de modo que quedasen distancias iguales salvadas por el envigado en un mismo sentido. las vigas maestras deben tener mayor espesor lateral, para no aumentar dema- siado su altura y, por igual motivo, se co- locan al mismo nivel del envigado, dejando cortadas las piezas que se apo- yan en ellas (figura 106). Es importante re- calcar que si el envigado esta compuesto ppor piezas continuas en vez de estar cor- tadas, trabajaré mejor, pero esto no se hace porque se tendria que colocar en- cima de la viga maestra, con lo que la al- lviga maestra Envigado Viga maestra Fgura 106 ‘ura aumentaria y el sistema se haria mas complejo; ademés, no siempre es facil conseguir maderos muy largos. LAS CADENETAS Si analizamos la seccién de una viga, vyeremos que la mayor altura de estas en. relaciin a su espesor hace aparecer en ellas el peligro de volcamiento o el de torsion. Para evitarlo es necesario poner entre una y otra un sistema de amnostra- miento transversal llamado cadeneta, y con el cual se logra tener una superficie ms estable ¢ indeformable para el re- vestimiento que lo cubrird. Este refuerzo puede estar formado por trazos de vica de la misma escuadrla, co- locados de tope entre ellas, a una distan- cia de 1,8 a 20 m, entre una cadeneta y otra. Para poderlos clavar de cabeza, se ponen ligeramente desplazados unos en relacién con los otros, como se puede ver enel detalle b de la figura 106. Esta mo- dalidad se suele llamar cadeneta lena Existe otro procedimiento llamado en cm, en el que en lugar del trazo de ma- dero leno, cuyo uso sélo se justifica en caso de que se produzcan suficientes despuntes 0 puedan aprovecharse ma- datos defectuosos, se colocan dos listo- nes cruzados en forma de X, para lo cual basta preparar un listén de 2 x 8 cm, como plantilla, para repetirlos después en serie, en la cantidad necesaria, ‘Sentido det entabiado ston para suplir a altura (5 x 5 cm) Detalle b Cadenetas, ESTRUCTURA PARA EL AISLAMIENTO En algunos pafses se suele lamar en- sordinado al entablado intermedio que va entre las vigas, a mitad de su altura y ala Capa de material aisiante que se apoya en 41 con el fin de reducir la transmisién de Tuidos que se produce entre un piso y otto, Esta estructura suele estar constituida por un entablado ristico, en el que se aptovechan los trazos de tablas sobrantes de los moldajes, sostenido entre dos lis- tones, clavados lateralmente en las vigas (figura 107 a). Los listones que sirven de apoyo al entablado pueden ser de 25 x 25 om, y las tablas que descansan en ellos pueden hacerlo sin necesidad de estar clavadas, En un principio, el aistante usado era el barro, en una capa de unos 5 a 6 cm, sien- do su inconveniente principal el excesivo ‘peso adicional que le agregaba a la es- fructura del suelo, ya que significaba in- crementarlo en 85 kg/m’. De manera que tuna habitacién de 6 x 4m soportaria por este concepto tun peso muerto de 2,040 ki- Jos. En la actualidad hay aislantes més efi- cientes y livianos que el barro, que hacen bajar los 85 kg/m” hasta 1 kam! Algunos de los materiales aislantes mas usados actualmente son el poliestireno expandido, cuyo nombre varia si est4 en forma granulada, También hay aislantes granulados a base de una lana obtenida Suelos Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 107 Disposicién de los durmientes para pisos que no transmitan ruidos Enfablado’ riistco Listox%e Cintas de ‘material / Material_—/ aislante entre tablas de machihembrada de la escoria de la fundici6n del cobre o la lana de vidrio. Sin embargo, es bueno advertir que todos estos materiales son mejores aislantes térmicos que actisticos. Antes de colocar el material aislante, con- viene colocar papel sobre el entablado del ensordinado, ya que si se emplea un material granulado de relleno, éste pue de filtrarse por alguno de los intersticios del entablado si existe algiin desplaza- miento de las piezas. En general es bastante dificil anular los, muidos de pasos 0 pequefios golpes que se puedan transmitir de un piso a otto. Hoy dia se recomienda clavar el entabla- do independientemente en listones que descansan sobre una cinta de material Material aislante Entgrimado ‘Separacién entre fa tabla y la pared aistante B flexible, que lo separe del envigado re- sistente o amortigie las vibraciones pro- ducidas por el ruido (figura 107 b). Estas Cintas pueden ser de espuma flexible de poliuretano, la misma que se usa para el telleno de colines de muebles, o cintas que se venden especialmente para este cometido en el mercado. En a figura 107 ¢ podemos ver otra mo: dalidad de aislamiento donde, mediante la colocacién de planchas de material ais ante entre dos durmientes y el entabla- do, se puede lograr un buen indice de insonorizacién, ya que al quedar una do- ble camara de aire, se incrementa la ca- lidad del entarimado como barrera aciistica y térmica. ‘Suelos mixtos Hasta ahora sélo se han tratado los sue- los donde interviene en mayor grado la madera, tanto en la estructuracién como en el revestimiento, Pero existen otros tipos de suelos, en Jos que junto con el entarimado se em: plean otros materiales de sustentacién, como hormigén, ladrillo o envigados me- télicos, En cada uno de estos casos exis- ten medios y sistemas adecuados para unir estos diferentes materiales con el re- vestimiento de madera. MADERA-MADERA Cuando se trata de pisos con vigas de madera no hace falta colocar durmientes, siempre y cuando no se trate de un pisd superior, en todo caso las mismas vigas sirven para clavar las tablas, como se ve en la figura 107. Se debe tener el cuidadc de que las vigas estén bien cepilladas y niveladas para obtener un entarimado pa: rejo y a nivel, MADERA-HIERRO Si el piso tiene vigas de hierro, los ris treles se sujetan mediante tomillos, cor ‘un agujero previo en la viga (figura 108 a) Otra modalidad es la de usar placas me: télicas soldadas a la viga metélica y ator nilladas a la viga de madera (figura 108 b). Si nos interesa dejar la viga metélice en contacto con el enfarimado, de mode que se encuentte junto a la viga de ma dera, al mismo nivel, se coloca una place metdlica de la forma que se indica en i figura 108 c. MADERA-VIGAS DE HORMIGON Siel piso est constituido por vigas de cemento armado, se colocara el entari- mado casi en contacto directo con dichas vigas, mediante abrazaderas de hierro sujetas con tornillos de cara al entablado, 'y embutidas en el interstico entre la viga y los paneles, de cara a la estructura de hormigén. Es una unién que en términos de aislamiento puede resultar muy efec- tiva, ya que la estructura de cemento ar mado cuenta con cémaras de aire que, jun- toa la separacion generada por las abra- zaderas, constituyen una buena barrera contra ruidos y golpes (figura 108 d). MADERA-LOSAS DE HORMIGON Para esta union de materiales hay va~ rias modalidades, variéndose la seccién del envigado, su posicién con respecto al entablado y el sistema de fijacion a las lo- sas de hormigan, El primero de ellos con- siste en un entablado de listones o flletes de madera, por lo general achaflanados y empotrados en el hormigén, formando una solera. Una vez colocados los filetes o piezas de madera bien nivelados y en- nostrados se vierte el hormigén hasta la altura conveniente, cuidando de imper- meabilizar adecuadamente todas aque- las caras de los listones que queden en contacto directo con el hormigén, ya que el agua contenida en esta mezcla puede pudrir rapidamente la madera. Por esto se emplea un hormigén lo més seco po- sible y se incluye en el curado de la ma- era un tratamiento con creosota. Sobre Jos filetes de madera se clava el entabla: do que se haya elegido como pavimento (igura 108 e). Para evitar la posibilidad de que la ma- dera pueda pudrirse con el contacto del agua contenida en la mezcla de hormigén se emplean otros sistemas de fijacién, ‘como puede ser el de abrazaderas que se fijan al hormigén muy férreamente, que, al sostener al envigado fuera de la mez~ cla, permiten que las piezas queden més aireadas, siendo més facil de vigilar y de cambiar cualquiera de ellas si se presen- tan s{ntomas de descomposicion. Estas abrazaderas pueden ser de mu- cchos tipos y formas, siendo la més usada la llamada de punta de lanza, que lleva unas patas o alas de forma anéloga a su nombre, de manera que por unos resaltes que tiene se fija al hormigén por su parte inferior, mientras que superiormente lle- va unas orejas, en donde penetra el listén Sujecion de ristreles para vigas de hierro Tomillo Placa 1) Sujecion de ristreles para vigas de hormigén Abrazaderas de hie Camara de aire Entarimado AIS Entarimado cin SN aa Losa de hormigén Abrazadera de punta de lanza © pieza de madera, que se clavan a nivel una vez que estas piezas metdlicas estén bien fijas al hormigon fraquado. ‘Una manera de instalar las abrazaderas en el hormigén puede ser mediante la uti- lizacién de una plantilla formada por dos tablones largos, separados adecuada- mente para que las abrazaderas penetren entre ellas, alinedndose y fijéndose a las medidas requeridas. Sobre la plantilla se hacen unas muescas 0 marcas que indi- ccan las distancias a las que queremos dis- tibuir las abrazaderas (cada 40 cm, usualmente), que se irén colocando des pués de ser vertido y nivelado el hormi- gon, de manera que las patas de las abrazaderas puedan penetrar en el hor- ‘migon atin tiemo, lo que permite su co- rrecia colocacion mediante ajustes tanto Figura 108 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 110 verticales como horizontales Posterior- mente, y al igual que en todos los casos anteriores, se procederd a la fijacién del entarimado. ‘Cuando un edificio tenga més de un piso, donde no se empleen losas de hor- migon para el suelo de los niveles inter- medios, existe una solucién basada en la utiliaacién de un forjado aligerado con piezas de cerémica, donde el empotrado de las abrazaderas metdlicas se efectia en la capa de compresién del hormigén. TIPOS DE ENTARIMADO Para la construccién de entarimados suele emplearse madera dura, como pue- de ser el roble, el haya, el eucalipto, el nogal o la ukola, entre otras. Si se utiliza la madera del pino, es necesario que no ccontenga nudos, ya que dichos acciden- tes se convierten en monticulos con el roce del uso, por ser zonas més duras. Con referencia a las escuadrias elegi- das, tienen un mejor comportamiento me- ‘cAnico aquellas que son estrechas, ya que su contraccién es menor, con lo que se puede lograr una perfecta y constante unin entre las piezas. Hay entarimadios o solados cuya escua- dria es muy similar a la empleada en el revestimiento de muros y cielo, variando sélo el espesor (de 2,2. a 37 cm), ya que en todos estos casos se pueden usar ta- Das con sistema de machihembrado y de 2,50 a 3.00 m de larao (figura 102) Por la ordenacién y disposicién de las tablas 0 dibujos formados, los entarima: dos reciben diferentes denominaciones: Entarimado simple u ordinario Se entiende por entarimado simple la isposicién de un entablado de piezas de 10.a 18 cm de ancho, que se unen unas a otras mediante el sistema de machihem- brado, dispuestas linealmente unas al lado de otras y sin otto orden que el de poder cubrir la méxima superficie en el sentido transversal a la colocacién del en- vigado (figura 110). La separacién de los durmientes para este tipo de entarimado dependera del ‘espesor de la tabla y del destino de la ha- bitacién. Dicha separacién, en corredo- res, dormitorios, salas de estar y espacios afines, es (de eje a eje) de 60 cm. En re- cintos de oficina y dependencias de no- table movimiento, de 60 cm; en cines iglesias y locales piblicos, de 40 em. La escuadria de estas vigas seré de 7,5 x 5 centimetros para las plantas bajas de un edificio y de § x 3,5 cm en el caso de las plantas superiores. PROCEDIMIENTO DE INSTALACION Como primera medida se elige un fren- te de la habitacién para empezar el tra- bajo, colocando la tabla junto a la pared; Juego se clava esta primera tabla al dur- miente, metiendo el elemento metélico de fijacién llamado punta en la lengiieta inferior del machihembrado. En el con- tacto entre la tabla y la pared se puede clavar alguna punta por encima y muy al ras de esta primera pieza. A continuacién se procede a colocar la tabla siguiente, debiéndose tener en cuenta que en ade- lante todas las tablas se apoyen en al me- tos dos durmientes, aun a riesgo de perder madero por los despuntes que puedan quedar al no coincidir el largo de la tabla con las distancias entre la estruc- {ura soportante. Una vez hecha la primera hilera, se co- Joca la segunda comenzando por donde se acabé, pues es necesario que los cor- tes de las cabezas no coincidan en hileras continuas; para ayudar a insertar una ta- bla con otra se utilizaré un martillo, que mediante golpes ira interponiendo una pieza de madera entre el instrumento y la tabla para no estropear ni moler los labios dela ranura. ‘Una vez terminado el entarimado se hija @ mdquina toda la superficie. Para una mejor terminacién del encuentro entre el piso y la pared se coloca un 26calo de ma- dera en todo su perimetro de contacto, el cual se fija a la pared mediante tacos co- Iecados de antemano. Una de las razones por las cuales se instala este 26calo es que se puede dejar a modo de junta de dilatacién una separacién de 15 mm de expansi6n, en el caso de que se hinche la madera. Entarimado a la francesa Este tipo de entarimado se utiliza mu- cho en aquellos recintos muy cuadran- gulares y de dimensiones discretas, en donde se quiere lograr un efecto de di- namismo y fuga en el sentido de la dimension mayor del suelo, ya que las ta- 'blas son colocadas al sesgo, de modo que formen con la linea de la pared un angulo de 45° (figura 11). Este revestimiento esté formado por tablas de 6 a 8 cm de ancho, cuyos ca- bezales tienen que coincidir con la ubi- cacién de los ristreles o envigados. En las tablas no sdlo se machihembran los can- tos sino también las cabezas, a no ser que su fijacion ordinaria (realizada mediante clavos en diagonal o lanceros) sea prolija y segura. El procedimiento para la colocacién de este tipo de revestimiento comienza por dar un corte a inglete a las testas de las tablas que coincidan con la linea de la pa- red. A partir del angulo elegido, se coloca Ja primera pieza, cuya cabeza descansa sobre el correspondiente durmiente. To- mando como punto de referencia los dos vertices de este extremo, se trazan, a todo olargo del durmiente, dos rectas que sir- ven de guias y permiten que se pueda co- Jocar exactamente el resto de las tablas. ‘Una vez terminada la operacion de re- cubrimiento, se procederé a completar Jos huecos que pudieron haber quedado en el principio y al final de cada serie de tablas, con segmentos y piezas que pre- viamente se habran elaborado especial- mente para este fin. Existe otra variante de esta modalidad, llamada entarimado doble a la francesa, gue se diferencia del entarimado simple solamente en que la figura de zigzag esté formada por dos tablas encontradas en vez de una. Con este sistema se debe te- ner el cuidado de instalar unos ristreles mas anchos, para asi recibir con més hol- gura el doble entablado. Entarimado a la inglesa Consiste en un entablado, cuyas juntas son alternadas y que se constituye Por ta- las machihembradas de 6 a 12 cme an- ‘cho y de una longitud muy variable, con el imico condicionamiento de que en cada unién de testa haya como soporte una viga o ristrel la altemancia de las tablas puede ser regulada, y en el caso de los parqués sera ‘mas irregular por tener un sistema de co- Jocacién sobre un basamento més conti- nuo (figura 112). En este tipo de dispo- sicién es recomendable que cada tabla lleve una rama tanto en un lado como en Ja testa, y en los otros dos cantos una len- giieta, de manera que puedan asegurar ‘na total ensambladura perimetral de una pieza con la otra, También puede usarse €1 acoplamiento de juntura de alma, don- de la tabla lleva sélo una ranura por sus cuatro cantos y dispone de pequetias ta- blillas que sirven para unir una tabla con Suelos Figura 112 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 la siguiente en todos los sentidos de la ex- tensién del entarimado. ‘Teniendo en cuenta la disposicién de estas tablas, todas ellas se pueden pre- parar en el taller, con la longitud y los sis- temas de unién requeridos. Entarimado de juntas al sesgo alternadas En este caso cada tabla cuenta en su testa o cabezal con dos cortes de 45°, que generan una punta de 90°, la cual se iré uniendo con sus similares de forma alter- nada, cuidandose de que estos encuen- tros se hagan con el debido soporte o refuerzo del envigado, de manera que el ancho de la viga 0 ristrel al menos coin- cida con la zona de interseccién de las piezas (figura 113). 4) Entarimado de juntas ‘al sesgo alternadas Detalle (separacion dois tabias) ») Entarimado de punta de Hungria Figura 113 Entarimado de punta de Hungria Al igual que el caso anterior, se pro- cura que la trabaz6n entre una testa y otra quede soportada por un durmiente de un ancho (en su lado de contacto) igual a la mitad del ancho de la tabla que se esta usando como revestimiento, En cierta medida este entarimado es ‘una variante del entarimado a la francesa, ya que las tablas se colocan oblicuamen: te, formando éngulos de 36 a 45° con res- ecto al eje del durmiente (figura 113 b). Para su construccién y disposicién se procede de la siguiente manera: las unio- rnes de las testas encontradas son unidas por la juntura de alma, sobre una guia que 5e matca a modo de eje sobre el centro de los durmientes, y luego se coloca la primera hilera de tablas de modo que los cabezales se ajusten a la medida trazada, Una vez colocadas en su lugar, las tablas se completan con el alma de una en una ode varias piezas. A continuacién, y de forma simétrica, se coloca la siguiente hi lera de tablas. Este procedimiento se re- pite hasta haber completado todo el entarimado. Para evitar que la contraccién afecte mucho a las piezas se emplean tablas es. trechas, para que las alteraciones queden més repartidas y absorbidas por un ma- yor nimero de uniones, que quedarén menos abiertas en el momento de pro- ducitse la desecacién. En el detalle de la figura 113 b se pue- de ver cémo la deformacién, producto de Ja péidida de humedad, genera separa- ciones triangulares en los encuentros del entarimado, cuando el recubrimiento esté formado por tablas con anchos mayores de 12 om. Entarimado de taracea Esta configuracién se conoce también con la denominacién de entarimado sin fin, ya que esta formada por médulos cua- drados de 25 x 25 cm o de 60 x 60 cm, todos ellos fabricados en el taller, y pu: diéndose adquirir por metros cuadrados. Las maderas que més se utilizan para confeccionar estos mini paneles son el ro ble, el melis, la caoba, el haya, el nogal, el fresno, el ébano, la ukola y el castaii, entre las més usuales, que tienen como caracteristica ser resistentes, estables, duras y de hermosa apariencia, Existe una estrecha relacién entre los dibujos formados por estas placas prefa bricadas y la estructura de los durmientes para evitar que queden junturas al aire. Se pueden lograr atractivas combinacio- nes en cada pieza, siendo la més sencilla Ja unién de tablas machihembradas y en- coladas entre si, formando cuadros de di- ferentes tonos y sentido de vetas, Otro modelo de taracea es el que se puede ver en la figura 114, donde los cuadiros es tén compuestos por tablas del mismo an- Figura 114 82 eee ee eee ee ee cho con series de cuatro tablas, que presentan la misma longitud, a excepcién de la pieza central, que es cuadrada y iinica, Como estas piezas por s{ solas 7 co: locadas directamente sobre los durmien- tes no pueden resistir el peso de una persona, se procede a dar un refuerzo a dichas piezas compuestas, que se puede integrar al entarimado de dos maneras: la primera es la de afiadir un entarimado or- dinario de las mismas dimensiones del cuadro mediante tornillos o clavos, para posteriormente fijar esta placa reforzada a los ristreles correspondientes, consi- guiéndose con esto un pavimento resis- tente e igualmente atractivo. La segunda soluci6n consiste en instalar un ent mado de pino ordinario sobre el dur- miente que haya que cubrir por el entarimado de taracea, de manera que se obtenga una superficie periectamente ni- vyelada y fuerte para recibir los cuadrados co paneles preparados de antemano. ‘Actualmente, muchos entarimados de este tipo ya vienen de fébrica con el de- ido refuerzo, siendo en el campo de la habilitacion y configuracién de oficinas donde se ha avanzado mas en este tema, desde un punto de vista tecnolégico. Por esto hoy en dia se puede contar con pa- vimentos elevados que permiten hacer todo el cableado bajo el suelo, mediante una estructura metdlica regulable en su altura y nivelado, que soporta placas cua- dradas, al modo del entarimado de tara~ cea o también en otros materiales como Figura 115 la baldosa de cerémica (figura 118). Lo importante es que mediante un debido refuerzo, como puede ser un tablero iner- te de conglomerado de cemento y poli- merizado, se da a la cubierta de madera ‘una resistencia en su punto central de 800 kilos, y frente a una presién, superficial tna resistencia de 2,000 ka/m’. TRATAMIENTOS DE LOS ENTARIMADOS En general, todo entarimado puede ser mejorado, tanto en su calidad aislante ‘como en su presentacién como superficie de uso maltiple. Con respecto a los tratamientos de ter- minacién, analizaremos el entarimado por ‘sucara oculta (espacio entre revestimien- toy suelo) y su cara visible (superficie de exposicién y uso). Aislamiento del entarimado En algunos casos y circunstancias, con- viene aislar el pavimento del suelo para tener un mejor comportamiento térmico Gi se trata de un primer piso) y aislar actisticamente un entresuelo. Lo primero se consigue aposentando los rastreles sobre betiin de asfalto, tal como se puede apreciar en la figura 116 a, en donde se sefiala e indica cual ser Ja distribucion més adecuada. Encima de ‘una cama de hormigén se esparce el be- ttin, colocandose los rastreles a media al- ura para que entre la capa aislante y el entarimado queden huecos, a modo de ca- maras de aire. Existe otra manera de ais- lar el entarimado del suelo firme de hor- migén, y es mediante la intercalacién de una capa de asialto caliente sobre la cual ‘se aposenta el entablado, sin existir como en el caso anterior la mediacion de es- pacio alguno. Para la mejor fijacion del entarimado al asfalto no se pule la cara de contacto, con la finalidad de que la tex- tura sirva de anclaje en el proceso de fra- guado del asfalto. En las construcciones de interior, se re- comienda un método que es menos en- gorroso y més limpio que los dos ante- riores, el cual consiste en proteger el en- tarimado por medio de hojas de carton embetunado o papel embreado 0 cual- quier membrana aislante, que se sitéan entre cada dos rastreles, tal como se pue- de apreciar en la figura 116 b, con los ex- tremos de las léminas traslapados y formando concavidades. Suelos Figura 116 bbotun y camara de aire Entai Rastrel 4) Aislamiento de un entarimado por medio de una capa de jmado Carton embetunado Cama delhormign ») Aislamiento por medio de hojas de cartén embetunado Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 117 Terminaciones de la superficie En algunos casos se denomina ‘reco- rrido” a la operacién de emparejar y ho- mogeneizar la superficie total de un entarimado terminado de construir, para que éste aparezca sin imperfecciones 0 alteraciones superficiales. ara esta operacion se comienza lijan- do el suelo con tna maquina especial- mente habilitada para ello y se terminan Jos éngulos y rincones con la cuchilla y el Papel de hija. De esta manera se logra li- mar cualquier aspereza imperfeccién, producto del montaje y la posterior fija~ cién del entablado. Si existieran muescas o separaciones indebidas entre pieza y pieza se emplea ‘masilla del color de la madera, a base de esinas y ceras calientes que se aplican ‘en los sectores defectuosos. Es importan- te hacer notar que para un correcto ce- pillado habré que mojar Ja superficie. Posteriormente se aplica el encerado al entarimado, para darle color y brillo a la ‘madera, junto con una capa deslizante que facilita la circulacién y evita la acu- mulacién del polvo. La mayor 0 menor efectividad del encerado depende de la adecuada preparacién, por parte del car- pintero o el pintor, del producto que sirve para este fin, Bésicamente, esta sustancia que hay que aplicar se hace mediante la disolucién de cera amarilla en aceite de trementina, en un recipiente que no esté en contacto directo con la llama, es decir, calentindolo al bafio Maria. Esta sustan- cia también se puede adquirir directa- mente en el comercio, pero si se quiere dar una terminacién més espectfica en cuanto a colocacién y espesor, se reco- mienda hacerla artesanamente. El encéustico preparado esté a punto cuando su consistencia le permita ser aplicado a pincel o brocha. El tiempo de secado es al menos de un dia y una noche y el brillo que se pueda obtener esta en directa proporcién al tiempo e intensidad del frotado por medio de un cepillo y una textura de tipo gamuza. ara tapar los intersticios, que sin duda se habrén provocado al secarse y con- traerse el entarimado, se recomienda aplicar en dichas separaciones una pasta hecha a base de aguarrés, resina, cera y aserrin de la misma madera, que permite que el material auxiliar tenga la misma coloracién que la madera completada, ara la buena presentacién y conser- vacién de los entarimados se encerarén periddicamente, teniendo el cuidado de hacerlo en condiciones atmosféricas es- tables y normales, es decir, sin una hu- medad alta 0 un calor excesivo. Para evitar la deformacién de los en- tarimados durante su vida titil se procura ‘emplear tablas lo mds estrechas y secas posible, ya que estas piezas tenden, siempre que aumenta la humedad, a cur- vvarse hacia la albura, por lo que hay que compensar esta tendencia colocando las tablas con el corazin hacia arriba. Roble Fresno Haya Arce Havea Cerezo PARQUES Se denomina parqué a un entarimado de lujo constituido por maderas diferen- tes y de buena calidad: por lo que esta denominacién es una variante de los ca- sos anteriores, que ha alcanzado una no- toriedad particular por el grado de sofisticacién que se ha logrado en el ma- nejo de figuras geométricas y combina- ciones de colores y texturas naturales, Basicamente, el parqué es un revesti- miento realizado con elementos sueltos denominados tarimas de parqué o sim- plemente parqué, aunque esta tiltima de- nominacion es muy genérica y también designa al pavimento completo. La tarima de parqué es una pieza fabricada de ma- dera maciza que tiene los lados fresacios mutuamente paralelos y los bordes per- {ilados, por los cuales la pieza se une con otras similares hasta formar el pavimento de paraue. Las tarimas de parqué en piezas se fa- brican de madera de fresno, arce, roble, haya, havea, abedul y cerezo, entre otras maderas duras y atractivas (figura 117) El parqué en piezas (tarimas) se sub- divide segin el tipo de bordes y perfiles en: tarima con lengteta y entalladura en las caras estrechas y en los topes opues- tos y, la mas usada, la tarima con lengiieta en una cara estrecha y entalladura en la otra y en los topes. las tarimas se fabrican de 18 a 160. cm de longitud y con un ancho de 6 a 20 om; Jas tarimas fabricadas con madera de es- pecies foliéceas curas tienen un espesor de 18 mm y las de especies coniferas de 18 mm, El ancho de las lengtietas de unién es usualmente de § mm y su es- pesor de 4 mm, Con respecto al perfil de Ja unién hay que destacar que este as- ecto es el ms importante y decisivo a la hora de sopesar la duracion y presen- tacién de un parqué, ya que la homoge- neidad de las juntas del entramado del suelo es en definitiva la calidad de éste En la figura 118 se puede apreciar ‘émo un machihembrado, hecho con ma- quinaria de precisién, permite tener un fesado ligeramente redondeado, lo que unido a la diferente dimensién entre el sa- liente macho y el hueco hembra genera un sistema de perfecto ajuste de los bor- des, Es importante que la unién sea de un ‘contacto superficial y no lineal, ya que al lar el parqué repetidas veces no apa- recen ranuras ni separaciones. E] parqué como tal puede presentarse en diferentes formas y-variarén sus sis- temas de uni6n con el suelo y entre piezas individuales, A continuacién se detallan las princi- pales modalidades en que se puede ha- liar y aplicar este revestimiento. El parqué de mosaico Este tipo de entarimado se hace con piezas de diferentes clases de madera, como pueden ser la encina, el melis, el nogal, la caoba, la tuya y el olivo. Con to- das ellas se disefian combinaciones de- corativas de gran efecto, al mezclarse colores, tramas y dibujos propios de cada especie en funcién de un dibujo geomé- tice. Por el método de fijacién de estas tarimas, para formar el pavimento, el par- qué se subdivide en los siguientes tipos: ‘) pegado por la cara al papel, el cual se quita junto con la capa de color des- pués de entarimar el parqué sobre el ba- samento del suelo; 'b) pegado por el revés de cualquier material eldstico que se deja en la estruc- tura del suelo después de entarimar el argue, La tarima del parqué de mosaico es una pieza fabricada de madera maciza con lados y bordes correspondientemen- te paralelos y perpendiculares. Suelos Figura 118 Parqué en piezas Figura 119 El cuadrado elemental del parqué de ‘mosaico es un juego de tarimas de igual anchura, colocadas borde con borde, for- ‘mando un cuadrado cuyo lado es igual a Ja lonaitud de la tarima (figura 119 a) El pavimento de parqué de mosaico se monta con cuadrados elementales que se disponen en orden escaqueado, secrin la especie y la colocacién de las maderas de las tarimas que forman el cuadrado elemental Las maderas que mas se utilizan para Ja confeccién de este revestimiento son de roble, haya, fresno, arce, ol mo, casta- fo, acacia blanca, abedul y pino, Con res- ecto al indice de humedad que debe contener una pieza de parqué de mosai- co, fluctuaré entre un 9% y un 3%, En todo caso, y para su mejor conservacion, previa colocacién es preciso almacenar elparqué empaquetado y colocado en hi- eras correctas por tipos, dimensiones, especies de matiera y variantes de co- Joraci6n, en recintos, sin humedad relati- va superior al 60% para evitar cualquier circunstancia desfavorable. a) Parqué de mosaico Material elastico 5 E Las tablas de parqué Preferentemente, este entarimado se usa para construir pavimentos en edificios de vivienda. Segin la estructura de las ta- las podemos reconocer dos tipos 1) entablado sobre las vigas y dur- mientes que separaran el parqué del sue- Jo que haya que cubrir; 2) colocadas las tablas directamente sobre el suelo y el basamento continuo. Si analizamos una seccién transversal de una tabla de parqué nos encontrare- mos con dos capas, la superior formada por laminas rectangulares iguales y la in- ferior formada por listones de madera ordinaria pero sana. Ambas capas estén unidas mediante colas que son resistentes al agua y que estén formadas por resinas sintéticas. La tabla de parqué, del mismo modo que el parqué en piezas, tiene en los bor- des de la base por el largo y el ancho ra- nuras y en los bordes opuestos lengiietas, por las que se une cada tabla compuesta con otra, En lo que se refiere a las dimensiones de estas piezas, tendremos que el ancho de un tablén en su base es miltiplo del ancho de la tabla (figura 119 b). Con el fin de prevenir el alabeo, en todo el largo del list6n se hacen aserraduras no ma- yores de 16 mm de profundidad, para el caso en que el parqué se instale direc- tamente sobre el basamento del suelo, y 9 mm para cuando exista entre el entari- mado y dicho basamento una capa elés- tica, Entre las aserraduras se deja una distancia de 20 a 30 mm. Las tarimas de Parqué que usualmente se colocan en sentido transversal al basamento de los listones tienen un ancho de 20 2 60 mm, yun largo de hasta 20 cm. Existe otra modalidad de tablas de par- qué, la de que en lugar de colocarse ta: rimas sobre los listones se coloquen placas cuadradas de enchapado que se pegan sobre el listén de base con una di- reccién de las fibras mutuamente per- pendicular. En la figura 120 podemos apreciar una lémina de enchapado tenida de color rojo para lograr revestimientos de tablas de parqué tan singulares como modernos. La tarima de parqué se fabrica de ma- dera de roble, haya, fresno, arce, olmo, castafio, acacia blanca, abedul y alerce, entre otras maderas que, por sus propie- dades fisico-mecénicas, dan un buen 1e- sultado como pavimentos. La resistencia ala separacién de la union pegada de las tarimas de parqué o del enchapado no ha de ser menor de 6 kg/cm! Figura 120 Los paneles de parqué Son muy utilizados en el revestimiento de suelos y pavimentos de edificaciones publicas, Basicamente el panel esté for mado por tna base sobre la cual se pega el recubrimiento, constituido por tarimas de parqué o laminas cuadradas o rectan: gulares de enchapado con un dibujo de- ierminado (figura 119 ¢). Los bordes de los paneles deben tener ranuras para unir los paneles entre si con ayuda de lengitetas; es usual que se fa- briquen paneles con ranuras y lengietas en los bordes opuestos, como en el caso singular de las anteriores modalidades, En funcion de la estructura que tiene la base y de los materiales empleados, los paneles se clasifican en’ paneles con base de marco; paneles con base de lis- tones sobre la que se pega el enchapado; paneles con base de tablero aglomerado pegado con enchapado; paneles con base de listones de dos capas. A su vez, segtin él revestimiento del panel, éste se subdivide en revestidos en tarimas de parqué y revestidos con piezas cuadran- gulares de enchapado, Con todas estas variaciones la gama de combinaciones es muy amplia, y permite adoptar este sis- tema de entarimado en una gran cantidad de circunstancias constructivas, convir- tiéndose, en definitiva, en un sistema ver- sitil y, dentro del mundo del parqué, en el mas rapido y practico. los paneles suelen fabricarse de 30 milimetros de espesor, con unas dimen: siones més superficiales, mostradas en la figura 119 c. Los paneles de forma rectangular con base de marco deben tener la vigueta del ‘medio con un ancho igual al doble del an- ccho de la vigueta del marco. Las holguras entre las tarimas de parqué o entre los cuadrados de enchapado deben ser de no més de 0,3-0,5 mm, Los listones y las viguetas de la base se fabrican de madera de pino, abeto, aler- ce, pinabete, cedro, adebul, entre otras maderas blandas, que no podrén mez- clarse en el momento de constituir la es- tructura del panel de listones, ya que si esto se produjera, la superficie de susten- tacién del parqué no actuaria de forma homogénea. Las chavetas se fabrican de madera dura, mientras que las lengiietas serén de contrachapado, ya que la pieza hembra suirird menos solicitacién en el momento de la unién de los paneles. El rango de tolerancia con respecto a Jas tarimas de parqué y las laminas de en- chapado permite que por la cara oculta pueda tener ciertas torceduras, rizos y excentricidades de corazin, mientras que en los cantos puede haber astillas suelias, pequefias muescas y fendas con tuna profundidad no mayor de 0,2 min. Se aceptarén en la fabricacién de los paneles nudos sanos, fuertemente adhe- ridos a la masa lefiosa, de hasta 15 mm de radio, sin que estos afecten a los cantos tanto de tarimas de parqué como de las laminas cuadrangulares de enchapado. En los listones que conforman la base no se aceptarén signos de podredumbre, gemas y nudos cuyas dimensiones supe- ren la mitad del ancho de! lisién. Piezas rectangulares de enchapado sobre listones, formando un entarimado ala francesa Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 Figura 121 El indice de humedad en los paneles que estén por instalar no puede superar el 8%, y las uniones encoladas se haran mediante resinas sintéticas que aseguren Jas ensambladuras ante solicitaciones ex- ternas de mediana y alta intensidad, El parqué decorative En este tipo de pavimento es corriente emplear, en lugar de tablas dispuestas segiin los modelos citados en los casos anteriores, piezas sueltas de formas geo- métricas muy diversas, acordes con un di- sefio de dibujo previo. ‘Los entarimados de parqué decorativos © finos llevan, generalmente, una cenefa 0 ‘cerco mas o menos ormamentado en todo el perimetro del recubrimiento, el cual muchas veces actiia como elemento vir- tual que une el suelo con el muro, ya que tanto el z6calo como la cenefa hacen de nexo (figura 121). a) Pieza entallada (detalle) Nexo entre pared y suelo »b) Pieza embutida (detalle) Entarimado ordinario. Cuando se incluya una cenefa en el proyecto del parqué, se tiene que pre- parar la estructura de los ristreles para ‘soporiar convenientemente esta franja de entarimado, Elmodo més sencillo para llevar a cabo este tipo de revestimiento es el de em- butir las piezas pequefias en las piezas mayores, que tienen un espesor de 20 mi- limetros para recibir los detalles en més entalladuras que ya se han hecho previa mente a la instalacién; después de enco- lar estas incrustaciones superiiciales se lleva a cabo el entarimado cuidando la exacta colocacién para que salga él di- ujo deseado, También cabe la posibil dad de hacer los detalles con madera ‘maciza sin entallar una mayor, pero sies- tos detalles son muy complicados, se Te- comienda el primer procedimiento, ya ‘que las uniones son menos y las variacio- nes de la madera afectaran a un niimero menor de piezas. ‘También se puede dar el caso de un entarimado con parqué central, cenefa y un pasillo a su alrededor, con lo cual s tiene que conformar una triple distribu- ion de los durmientes, porque cada en- tarimado debe ser sustentado de una manera diferente. El entarimado de lujo también se usa en el revestimiento de ciertos muebles como mesas de despacho, altares, estra- dos y otras superficies de objetos que permitan, por la envergadura de su uso, a incorporacién de entarimados portéti- les, lamados tarimas, En general las uniones de las tarimas son a base de machihembrados o con jun- tura de alma. OTROS SUELOS Existen dos grupos de suelos que, junto al entarimado, conforman la familia de pa- vimentos de madera. Son los suelos en- tarugados y adoquinados, que actual: mente no son empleados en la magnitud con la que se utiliza el entarimado en to- das sus modalidades, pero es interesante conocer estos sistemas mas simples y ma- cizos en sus elementos. El suelo entarugado El nombre de este suelo proviene de que cada pieza de madera es un bloque que se instala sobre una superficie de hormigén, de manera que recuerda, en pparte, la colocacién de los adoquines. Las piezas son prismaticas, de secciones di- Relleno de brea Figura 122 versas, siendo las mas usadas la cuadra- da, la rectangular y la triangular. Con el fin de que trabajen mejor ante los esfuer- zos de compresién a los que estaraén ex- puestas, cada pieza se coloca de manera que sus fibras sean normales al esfuerzo, es decir, con el sentido de las fibras en vertical Con respecto a las dimensiones, se conserva como constante una altura de 10 a 12cm, y el ancho promedio es, en pie- zas rectangulares, de 8 cm, siendo el lar- go no mayor de 15 cm. En algunos casos y para aumentar la superficie de contacto entre los bloques y el pegamento se ha- cen unos sacados en las cuatro caras la- terales, de modo que las juntas entre piezas (de 8 a 10 mm), que se llenan de arena fina, creosota y brea, puedan tener ‘ms contacto en el momento del endu- recimiento de la mezcla (figura 122). Estos bloques se fabrican de madera de pino, abeto, cedro y alerce. Se im- pregnan con antisépticos aceitosos, ya que su contacto con el medio seré una fuente de riesgos. Tienen como ventaja que constituyen una gruesa barrera tér- mica y actstica y, como inconveniente, su elevado costo y su corta vida util. El suelo entablonado Es un pavimento muy parecido al en- tarimado, tanto en disposicién superficial (aun largo), como en la éstructuracion del soporte; la mayor diferencia entre ambos sistemas es la superior escuadria del pa- vimento, ya que sus tablones tienen de 3 a7 cm de grueso, con un ancho de 10 a 18cm, Por lo general, y si van situados en in- teriores (figura 123), los tablones van uni- dos por medio de machihembrados para ser fijados posteriormente por medio de clavos al envigado de suelo. Para este tipo de suelo se acostumbra a emplear maderas de abeto, pino rojo y similares. Si el entablado va en exteriores estas maderas tienen que ir debidamente im- pregnadas, ya que se pueden usar en te- Suelos Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 = Figura 125 —s Figura 124 rrazas y balcones, donde se separan de 1 a 2 cm cada tablén o tabla para ast ase- gurar el drenaje del agua de lluvia y evi tar el estancamiento del agua. La union del entablonado con el envigado, en este caso particular, se hace por medio de pemnos y tuercas, que permiten cambiar fécilmente una pieza que se viera alec: tada por el medio ambiente (figura 124) ‘Aunque este tipo de suelo es el que emplea piezas de mayor ancho, es con- veniente, si el espesor lo justifica, reducir esta escuadria y tender a tablones estre- cchos, ya que asi se puede reducir el ala: 1beo propio de la propiedad higroscépica de la madera. El suelo integrado Actualmente los suelos de madera han entrado a formar parte de un sistema constructive que incluye diversos mate- riales que aportan sus mejores caracte risticas para dar como resultado una construccién efectiva y funcional. Es asi como el parqué se usa en pavimentos de edificios, cuyas estructuras son de hor- migén armado, con muros de ladrillo y ta- biques de tablero aglomerado o planchas de yeso estructuradas por perfiles meté- licos. Todo un conjunto de materiales he- terogéneos en su naturaleza, pero muy homogéneos en su funcién de optimizar el nébitat, En la figura 125 podemos ver, a manera de ejemplo, cémo la madera en forma de paneles de parqué descansa en una serie de capas que los separan del forjado de hormigén, compuestas por planchas de aislantes, espuma de alta densidad y ab- sorbentes de humedad granulados. Es un buen ejemplo de la integracién de la ma- dera en los nuevos métodos de construc cién y una clara muestra del aspecto de Ja madera del cual se sirve actualmente la edificacion de interiores: su calidez vir tual y la necesidad ontolégica del hombre por rodearse de alain material natural. ey A er a La aplicacién de la madera en cubier- tas responde a la necesidad de proteger, cubrir o cerrar una edificacion por su par te alla, aislandola del extenor y evitando que los agentes atmosiénicos como la Ih via, el frio, el calor y el viento puedan da- far el habitat En términos generales, entenderemos por cubierta la estructura de madera so- bre la que se coloca el tejado de un edi- ficio; sin embargo, en algunos casos también se denomina cubierta el reves- timiento externo de la cubierta 0 techum bre. Por lo tanto, en el tema de la enma deracién haremos una distincién cuando nos Tefiramos a uno u otro caso, llamén- dolas estructura de cubierta y revesti- miento de cubierta, respectivamente. 7 Enmaderacion de cubierta_ Es importante observar que tanto el re~ vestimiento superficial de la cubierta como todos los elementos estructurales que la soportaran pueden ser construidos, salvo las uniones metélicas, integramente de madera. LOS ELEMENTOS DE LA ESTRUCTURA DE CUBIERTA. La rama de la carpinterfa denominada de armar trata de la construccién de ar- maduras para cubiertas, y la denomina- cién de sus distintas piezas se especifica en la figura 126, a través del ejemplo de una cercha tradicional Elementos de una cercha tradicional Pendolon . Tabla ripia Teja arabe \, trate Mangueta Toinapunta Parylera ICornisa Figura 126 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 3 La cercha Es uno de los principales elementos que forman la cubierta, también llamada Cuchillo, Se trata de estructuras triangu- Jares que constituyen la base de la ar- madura, y se colocan en un plano vertical, de trecho en trecho seaiin el peso de la techumbre y la escuadria de las piezas. Estas estructuras se colocan sobre los mu- ros Jongitudinales y estén formadas por: — Los pares, que son piezas inclinadas que forman la pendiente del tejado, di- ferencidndose de las costaneras en que esias slo estén sometidas a la flexién, mientras que los pares estén fuertemente comprimidos. Esta diferencia de trabajo influye en el disefio de sus uniones 0 apo- yos, siendo Ja distancia entre una y otra de 0,80 a 1,0 m. — Los tirantes, que son piezas robustas que atraviesan la luz apoyandose por sus dos extremos en los muros laterales, im: pidiendo la separacién de los pares. —El falso tirante 0 contratirante, que es una pieza intermedia que se utiliza para refozar el tirante en luces muy gran- des que haya que salvar. —EI pendolén o péndola, que es la pieza vertical de mayor longitud y que une la parhilera con el tirante, actuando a la compresién con respecto a este ultimo, ya que generalmente por medio de abra- zaderas descarga parte del peso de la te- chumbre en el punto medio del tirante. —La tomapunta, que es una pieza in- clinada que generalmente se coloca en forma simétrica en funcién del tirante, y que ayuda a triangulizar la cercha al ha~ cerla indeformable frente a una solicita- cién longitudinal a ella. — Las manguetas, que son piezas ver- ticales que ayudan a la tornapunta en su funcién de dar firmeza a la cercha, y cuyo rmimero depende del tamafio y altura que haya que cubrir, aunque generalmente van colocadas en cada uno de los extre- mos de la cercha, — los tirantillos, que son piezas metd- licas de hierro, de seccién tubular, y que cumplen la funcién de contrarrestrar la ‘compresiGn ejercida en el tirante por el pendolén, por lo que deben estar muy bien fijadas a las dos piezas de la cercha que comprimen, El entramado Se denomina entramado a todas aque: llas piezas que permiten a las cerchas mantenerse en su lugar de forma trans- versal, y que ademds son el apoyo del material que constituye el tejado. Sus principales elementos son: — La cumbrera, que es a viga superior donde van ensamblados los pendolones y que ademas sitve para acoger a los ca~ bios, ya que marca el punto més alto de Ja cubierta. Esta pieza trabaja a flexién como una viga, por lo que se coloca siem- pre de canto, Su seccién depende de la distancia de sus apoyos, ya sean vertica- Jes o inclinados, — Las correas, que son las viguetas que se colocan en las pendientes del en tramado, de forma paralela a la cumbre- 1a, sobre las cuales se apoyan la totalidad de los cabios, — lias cufias de anaquel o egiones, que son los topes donde se fijan los pares y que sirven para fijar a las correas. — Los cabios, que son las viguetas que constituyen la pendiente sobre la cual se coloca el revestimiento del tejado. — los listones, que son las piezas que unen a los cabios en sentido horizontal y sobre las que se colocan las tejas plana —la tabla ripia, que es una tabla que se coloca en lugar de los listones si el te vestimiento de la cubierta es teja arabe. —La carrera, que es una pieza hori- zontal colocada sobre los muros estruc- turales y que permite fijar los extremos de los cabios. — La limatesa, que es una cumbrera in- clinada y que esté dispuesta en la inter- seccién de dos pendientes de la cubierta tales que formen un angulo con la arista saliente —la limahoya, que es la versin in- versa de la limatesa, ya que también es una viga inclinada que se coloca en el en- cuentro de dos pendientes que forman un angulo entrante — El cuadral, que es una pieza que va oblicuamente de un tirante a otro en los ngulos entrantes — Eljabale6n, que es una pieza muy si milar a la tomapunta, y que sirve para triangular y mantener rigido un 4ngulo, triangulizando la estructura. —las cruces de San Andrés, que son piezas formadas por otras dos que se cru- zan en su punto medio, y que sustituyen, €en los casos requeridos, a los jabaloones y tornapuntas. El caballete Es el vértice que se forma al encon- trarse el pendolén, los pares y los cabios, y que se traduce en una cubierta en el canto superior de una techumbre, Otras definiciones que son de utilidad 92.

You might also like