A menudo nos relata Virgilio cmo Aeneas, hroe romano, tena el
don de lgrimas; cmo ellas se derramaban naturalmente, sin ser retenidas; ante circunstancias que no exigan, ni podan, ni queran tener otra respuesta que las mismas. Ms an, Aeneas no dice que ciertas cosas sean lloradas por el hombre; sino que las cosas mismas y no slo las dolorosas tienen sus lgrimas y que quiz pudiera suceder que no sean aplacadas, o conocidas, o amadas de otra manera que por ellas
Sunt Lacrimae rerum
Hay lgrimas en las cosas, escribe Virgilio en un hemistiquio dulcemente trgico, y es precisamente trgico porque las cosas son, y porque esa res que nosotros reservamos para esas otras combinaciones imposibles ya de repetir son en la cultura romana Todo. Nuestro todo.
Bajo el palio secreto y amable de las lgrimas
hemos vivido. Deja amor mo, que quiera recorrer el dominio de las cosas hundidas, entre las cuales puso mi corazn su reino. V.N.