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ENSAYOS SOBRE DRAMATURGIA CONTEMPORANEA CiaBaup, DUBATTI, GARCIA BARRIENTOS, GUTIERREZ O.M., KARTUN, OBREGON, PARTIDA, SEDA. LUIS MARIO MONCADA Compn.avor VERSUS ARISTOTELES, IAN DR EDICIONES 1 Eicidn, marzo de 2008. DAR. © De los textos Jaime Chabaud, Jorge Dubati, José Luis Garcia Barrientos, Luis Enrique Gutiérrez O.M., Mauricio Karun, Luis Mario Moncada, Rodolfo Obregén, Dr. Armando Pana, Dra, Laurietz Seda. DR. © De la presente edicién: Ansnimo Drama Ediciones, 2004, Glosolatia —sislogo entre lenguas. seo en trite México, DF. cel (044 55) $413 5785, E-mail anonimodrama/aterra.com.m VERSUS ARISTOTELES se edita gracias al acuerdo suserito entre el CENTRO CULTURAL HELENICO y ANONIMO DRAMA EDiCIONES. Impreso y hecho en México Printed and hound in Mésico, «Mop0s» ARISTOTELICOS Y DRAMATURGIA CONTEMPORANEA. José LUIS GARCIA BARRIENTOS 1 Ly reer ntti itl satepra de omenne tec tan excepcional que conserva hoy, casi dos mil custrocientos aos, después de ser perfilada, todo su valor explicativo. Es mais, pocas herramientas conceptuales podran acreditar mayor utitidad que ésta, tan antigua, a la hora de intentar comprender y explicar los cambios que, en Jo mas hondo, definen el teatro y el drama contemporineos, incluso 0 en particular los de ultimisima hora. Asombra, al mismo tiempo, constatar Ja poca atencién que ya el propio Aristteles y tra él toda la tradicién teérieo-lteraria prestaron a este concepto y, por tant, el escasisimo desarrollo de sus implicaciones hasta fechas muy recientes. Me refiero a fa categoria de modo de imitacin; que resulta germinal en ta “narratologia’ de Gérard Genette (1972 y 1983) —elfruto més depurado ‘quizas del paradigma formalista-estructuraista, que es sin duda el mas fecundo del pensamiento literario del siglo XX, aunque se encuentre en crisis desde los aflos setenta-— y sobre la que yo mismo he intentado construir una ‘dramatologia’ (Garcia Barrientos, 1991 y 2001), en paralelo y, sobre fodo, en contrast con la anterior. Como es bien sabido, el principio fundamental de la Postica es la identificacién entre poesia (poiesis) e imitacién (mimesis) La poesia es, pues, para Aristoteles representacién (de mundos imaginarios) 0, si se quiere, fiecién. EI siguiente paso, en el desarrollo logico de la teoria, cconsiste en establecer los criterios que permiten diferenciar entre sf las artes representativas, Son tres: los medios con que se imita, los objetos imitados y los modos de imitacién. Aunque nos interese aqui silo el liltimo, no estar de més recordar que los medios son a su vez tres, el ritmo, ef lenguaje y la armonia, que pueden usarse separadamente 0 ccombinados, asi como la observacién de que “el arte que imita solo con el lenguaje. en prosa 0 en verso” —lo que entendemos hoy por literatura. “carece de nombre hasta ahora’ (47428-4769), observacién ‘que permite subrayar que para el Estagirita la tragedia y Ia comedia, es decir el teatro, no podian reducirse a “Iiteratura’ en el sentido de “letra de meto lenguaje (escrito), come tampoco, por otra parte, Ia epopeya: ¥ recordar también que, en cuanto a los objetas imitados, se nos ofrece s6lo esta distincién un tanto decepcionante a primera vista: que pueden hhacerse mejores que los reales, peores o semejantes a ellos. LLiegamos asf al centro de nuestro interés, los modos de imitar, que son dos, segiin Aristoteles: el primero, narrando lo imitado, de dos maneras posibles, “convirtiéndase hasta cierto punto en otro” (hablando por boca del personaje) © bien “como uno mismo y sin cambiar” (voz del narrador);y el segundo, literalmente, “presentando a todos los imitados como operantes y actuantes” (48a19-24), que es el modo de imitacién propio de la tragedia y la comedia, comin a Séfocles y Arist6fanes en cuanto imitadores, “pues ambos imitan personas que actian y obran. De aqui viene, segin algunos, que estos poemas se llamen dramas, porque imitan personas que obran” (4828-30) En definitiva, el modo narrativo. y el modo dramético, que hoy, con el semtido etimolégico de ‘drama’ ‘muy desvaido o del todo olvidado, resultaria mas expresivo denominar -modos de la narracién y de la actuacion. GY queé tiene de extraordinaria esta distincién?, se me podré decit. ,Les, parece poco proporcionar al conocimiento estético una categoria pplenamente vigente todavia, cerea de dos milenios y medio despues de ser puesta en circulacién? Lo asombroso es esto: 1°) que Aristateles ve, con una perspicacia esplendorosa, que a la hora de representat universos de fiecidn, fabulas o historias, habri que elegir uno de estos caminos posibles, que son dos y slo dos: contarlos (modo narrative) o actuarlos, ¢ decir, presentarlos, “hacerlos presentes”, ponigndolos ante los ojos de los espectadores (modo draméticoy, 2°) que esos dos modes no han dejado de practicarse, desde Grecia hasta hoy, a la hora de representar ficciones, con géneros tan vigentes y de salud envidiable como la novela ‘© el cuento, que han conocido transformaciones notables, la principal de las cuales es seguramente haberse identificado cada ver mas con ta “literatura (eserita), de una part, y de otra, con los géneros teatrales, de salud més problematica, pero tozudamente fieles a su raiz modal, a su ser actuacion; y, sobre todo. 3°) que, al preguntas si con el paso de {antisimo tiempo —ya que no han desaparecido los dos modos aristotélicos, como acabamos de ver— han surgido otros nuevos, como, parece logico pensar que deberia haber ocurrido, estoy convencido de ‘que la respuesta correcta. v bien sorprendente, es: no, Asi que, si tengo razon, la teoria de los dos y solo dos modas de representacion se acercara ya ala mitad del tercer milenio de validez o vigencia, lo que no cst nada mal, y la prodigiosa inteligencia det Estagirita habrd quedado tuna vez mas archiacreditada, La primera objecién, y la mas clarficadora, sera sin duda la que plantea el cine. ;No es éste un nuevo modo de imitacion de mundos fieticios, que por muy Idcido que fuera, y lo era mucho, no podia Aristoteles de ‘ninguna manera imaginar? Es un nuevo arte sin duda, una nueva forma de especticulo o un nuevo género representative, que se basa ciertamente en el empleo de nuevos medios (en el sentido aristotélico): ‘pero no es, a mi entender, otro modo de representacién, categoria ésta ‘més abstracta y general, més “tebrica’ que las anteriores, lo que conviene nno perder de vista. Basta, de momento, que lo admitamos como hipétesis. Pues ello nos obliga a plantear en cual de los das modos encuadrarlo 0 de cual de los dos considerarlo manifestacién particular. Quizis salte mas a la vista (en efecto, literalmente) la similicud entre cine y teatro. Peto, a poco que ahondemos en ella, constataremos que lo que emparenta @ uno y otfo arte no es el mado dramético, sino los rmedios, especiaculares, que ambos emplean en sus representaciones: imagenes de personas, cosas, lugares, etc. que entran, como se dice, por los ojos, frente a la narrativa literaria, que se sustenta s6lo en el lenguaje © esté hecha sélo de palabras, Mas dificil resultard quizds advertr la afinidad que existe entre cine y narracién literaria o verbal. Porque se trata seguramente de una similitud ‘mds sutil, y también a mi juicio més decisiva, Aunque. a poco que pensemos en ello, veremos que no escasean precisamente los sintomas 0 Jos indicios de un parentesco radical entre lo narrative y lo cinematogréfico. Por ejemplo, si nos fijamos en las adaptaciones de cobras literarias al cine, estoy seguro de que las basadas en textos narrativos ganaran por goleada a las que parten de obras dramaticas 0 teatrales, también en términos cuantitativos, pero sobre todo ‘cualitativamente, en el sentido de que parecen ‘encajar’ mucho mejor aquéllas en el cine que éstas, que en mayor o menor medida causan siempre una sensacién de impropiedad o extrateza, de forma que el calificativo “teatal’ aplicado a cualquier elemento cinematografico y en particular a la estructura de una pelicula presenta casi siempre una connotacion negativa, més alarmante que tranquilizadora, Lo mismo puede decirse del confortable acomodo que encuentran en la narracion y cn el cine la expresién de la subjetividad, el acceso a la vida interior (pensamientos, sueftos, imaginaciones, deseos... no exteriorizados) 0 los juegos con la focalizacién o el ‘punto de vista’, frente a la resistencia, que llega en ocasiones a la pura imposibilidad, que encuentran estos recursos en el modo de la actuacion, en el drama, en el teatro, Pero éstas ‘no son sino las consecuencias, los efectos. ;Cual es la causa, la raiz que permita (reldetinir la oposicién modal de la forma a la vez més general 1 més rigurosa posible? A mi entender, el rasgo constitutivo y diferencial del modo narrative no es otro que el caraeter mediato de la representacién, sto es, la presencia

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