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BIOL Stic MEY: PSICOLOGIA %... EDUCATIVA © ROBERT CRAIG WILLIAM MEHRENS HARVEY CLARIZIO De 1a Universidad Estatal de Michigan Grupo Noriega Editores ediciones Ciencia y Técnica, S. A. Calle Centroamérica No. 11 Fracc. Las Américas $3040, Naucaipan, Edo, de México. Tel: 373-50-33, 11 CAPITULO Providencias educativas segin las diferencias individuales a Definict6n, tipos y alcance de las diferencias individualés, El valor de las diferencias individuales t BIBL ay Las diferencias intelectuales Las diferencias intraindividuales Providencias educativas para las diferencias individuales Las diferencias individuales de los maestros OBJETIVOS DEL CAPITULO 11 En los capitulos anteriores nos hemos concentrado en algunas. caracteristi- cas generales de los alumnos y algunos ptincipios globales de Ia psioologia que valen para todos los individuos. El conocimiento de estas caracteristicas y principios generales es vital para una docencia lograda. Esperamos, con todo, que no fe hemos llevado a pensar que en fo que se refiere a propésitos educativos todas las personas son iguales. Este capitulo se centraré en torno a las diferencias entre y dentro de los individuos y en el significado que tales diferencias tienen para el educador. ——— 1. Conocer la definicién, tipos y aleances de las diferencias indivi- duales. 2. Describir y defender los valores que usted mantiene referente a las diferencias individuales. 3, Saber de las diversas definiciones de inteligencia. 4. Cerciorarse de las conclusiones generales ¢ implicaciones referentes a la estabilidad de la inteligencia. 5. Conocer, escoger y aplicar diversas providencias educativas segtin las diferencias individuales. 6. Estar a a las diferencias individuales de los maestros y a las implicaciones educativas de tales diferencias. Se gut 295 Sar @ FA ch 296 Aprendizaje ¢ instruccién DEFINICION, TIPOS Y ALCANCE DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES “Sostenemos que estas verdades son evidentes de por si... que todos los hombres son creados iguales”. Palabras conmovedoras. Pero. jqué significan? ;Niegan la existencia de la individua- lidad innata? Es claro que no, Lo que los redactores tenfan en mente era la frase expresa- da en el proyecto de Ley de Virginia, escrito tres semanas antes. “Todos los hombres son por naturaleza igualmente libres ¢ independientes.” Si igual significa idéntico, simplemente no hay duda de que la gente nace desigual, La individualidad es tan inevitable como el hecho de que todos somos humanos, y nunca se logra obliterar (William, 1967, p. 5). Los nifios no solo son creados desiguales, sino que a medida que crecen se diferencian més, Para cuando entran en la escuela, las desigualdades que existen entre ellos han aumentado en buena manera. En efecto, los problemas mis persistentes y descora- zonadores a que se ehfrentan Jos maestros son fos que se refieren al hecho de que los alumnos difieren de muchas maneras entre si (Thomas y Thomas, 1965, p. V). Si los maestros quieren enfrentatse efectivamente a las diferencias indi- viduales que hay entre los alumnos es esencial que entiendan las clases y alcance de las diferen- cias individuales que existen, Definiclén y tipo de diferencias individuales El término diferencias individuales se refiere a las desemejanzas de los diversos miembros de un grupo respecto a cualquier caracteristica que se pueda advertic. Tales diferencias pueden ser fisicas, como la estatura, el peso y la acuidad visual o auditiva, o bien psicolégicas, como la estabilidad emotiva, 1a motivacién, Ia agresivi dad, la dependencia, los intereses o 1a persisten- cia. Todas las caracteristicas sociales, personales, intetectuales y académicas son parte de las diferencias individuales. Alcance de las diferencias Individuales Aunque existen diferencias en muchas caracte- tisticas. para propésitos ilustratives discutire- mos algunas diferencias fisicas y cognoscitivas. Habré otras que son igualmente importantes, pero dado que nuestras mediciones de tales variables no estdn tan perfiladas, es més dificil de documentar dichas diferencias. LAS DIFERENCIAS FISICAS Quizé una de las diferencias fisicas ms palma- rias sea la estatura. A medida que Ia gente crece, la variabilidad aumenta. Para la pubertad, algu- nos muchachos son el doble de altos que otros de Ja misma edad y sexo. Al estudiar las diferencias sobre cualquier caractetistica, es de notar que existe considerable variabilidad incluso en lo que se podria denomi- nar los extremos de la distribuci6n. Dicha varia- bilidad si bien es relativamente intrascendente, puede volverse importante en ciertas circunstan- cias. Ejemplo de esto es la variabilidad en 1a estatura. El diez por ciento promedio del adulto notteamericano varén mide entre 1.60 y 1.80. Pero la estatura del 10% mis alto de la pobla- cién esté entre 1.80 y més de 2 metros. Y esta variabilidad es muy importante en la universidad ‘oen el baloncesto profesional. El mismo concep- to hay que aplicar cuando se trata de otras diferencias. Una persona cuya motivacién, crea- tividad 0 capacidades intelectuales la cok shlo en el S% superior de la poblacién difiere considerablemente de la persona que excede a 9999 de cada 10000. ‘Aunque las magnitudes de las diferencias externas observables de Ia estructura del cuerpo son enormes, las partes internas todavia son mAs variables. Williams (1946, 1953, 1956, 1967), notorio bioquimico, es uno de los escritores mAs prolificos sobre el alcance e importancia de Ia individualidad bioquimica. En su libro You are extraordinary (1967), presenta ilustraciones de muchas de esas diferencias. Por ejemplo: Providencias educativas segin las diferencias individuales 297 1. Cada uno de nosotros tiene un olor’ tan peculiar que un sabueso puede rastrear nuestra pista ¢ identificarnos. 2. Los jugos géstricos de una 5000 personas que carecian de malestares estomacales conocidos variaron mil veces en su contenido de pepsina. Como Williams sefiala. “Si los rasgos faciales normales variaran tanto como los jugos gastricos, las narices de algunos serian del tamaiio de una habichuela mientras que las de otros serian como una sandia de 9 kilos.” (p. 13) 3. Las gldndulas sexuales de los varones “nor- males” varian entre los 10 y los 45 gramos. Los varones hipogonddicos pueden tener glindulas que pesen solo 4 gramo. Kinsey, al investigar la frecuencia con que el semen es eyaculado, encon- tré s6lo a un hombre “sano”, en quien ocurrié esto solo una vez en 30 afios. En el otro extremo habla un abogado que estimé una frecuencia de 45000 veces en un periodo de 30 afios. 4. Hay personas que carecen por completo de receptores del dolor. La densidad (frecuencia) de los receptores del dolor varia considerablemente. EI filtimo ejemplo dado se refiere a las diferencias en los nervios receptores. Como Wi- Tiams sefiala, las personas difieren notablemente respecto al néimero y distribucién de las termina- es nerviosas. Como esas tetminales nerviosas son Ja Gnica fuente de informacién, tales diferencias son en extremo importantes. También se comien- za la vida con cerebros que difieren enormemen- te en ndmero, tamaiio y disposicién de las neuronas. Esas diferencias fisiolégicas del siste- ma nervioso nos llevan naturalmente la consi- deracién’ de algunas de las diferencias cognos- citivas. LAS DIFERENCIAS COGNOSCITIVAS Mientras que las diferencias fisicas externas pue- den ser en extremo obvias, las psicolégicas que existen en los nifios pueden ser incluso de una significacién educativa mayor. (Sin duda algunas de esas diferencias psicolégicas tienen que ver con fas diferencias fisicas.) Es algo més dificil documentar las. diferencias en variables como la motivacién, la perseverancia o la creatividad, puesto que los psicélogos no han desarrollado medidas muy refinadas al respecto. No obstante, cualquier maestro observador se percataré de que los alumnos difieren enormemente en tales variables. Los psicblogos poseen algunos proce- dimientos bastante bien fijados para medir la aptitud y el rendimiento, por 10 que podremos dicutir tales diferencias. Téngase presente que la variabilidad de muchas otras caracteristicas de las personas probablemente seré tan grande como la variabilidad en actitud. Esas otras caracteristicas, Jo mismo que la aptitud, influyen en los niveles de rendimiento. LAS DIFERENCIAS EN LAS APTITUDES Un modo de ilustrar de la variabilidad de 1a aptitud es aplicar ef concepto de edad mental. Mientras que la mayor parte de los tests moder- nos sobrc aptitudes no informan de la edad mental, hay algunas medidas que lo hacen, asi que podemos emplear esos resultados como ilus- tracién. Una persona que recibiera la misma pun- tuacidn en un test que un nifio de 8 aiios pro- medio, tendria una edad mental de 8 afos; si una persona recibiera una puntuacién igual a un nifio promedio de 10 afios, se le asignaria la edad mental de diez afios, etc. Al igual que en el caso de la estatura, la variabilidad en la edad mental se incrementa a medida que aumenta la edad cronolégica. Para los 12 aiios, algunos alumnos intelectualmente son como los nifios promedio de 9 afios, mientras que otros se desempefian como muchachos de 16. (El incremento en la variabili- dad de una caracteristica no es argumento suficiente, como parecen haber pensado algunos, sobre la importancia de los efectos ambientales. Si una persona se desarrolla en una proporcién més lenta que otra, las diferencias incrementa- rin con ef aumento en Ia edad, independiente- mente de la raz6n genética o ambiental, para su desarrollo més lento, Quiz un modo més impresionante de ilustrar las diferencias extremas en el funclonamiento 298 Aprendizaje ¢ instruccién intelectual es discutir algunos de los logros de tas pocas personas muy dotadas. Terman (1917) informa de algunos de los iogros tempranos de Mi querida Adela: Sir Francis Galton, psicélogo de fines del siglo XX. Antes de cumplir los cinco afios, Francis escribié la siguiente c.rta a su hermana. ‘Tengo 4 ator y puedo leer cualquier libro de inglés. Puedo decir todos los sustantivos y adjetivos latinos y lox verbes actives, ademss de 52 lineas de poesta latina, Puedo sumar ‘cualquier rimera y multiplicar por 2, $, 4, 5, 6. 7, 8, 9, 10, 11 ‘Puede decir también la tabla de peniques. Leo algo de francés y conozco el reloj. Los alumnos de segundo aio de universidad gue tienen que lidiar con Homero suelen quedar desconcertados con Ia siguiente anécdota de Galton: “A los seis aiios... conocia a fondo la Iliada y la Odisea. Cuando tenia esa edad, un huésped que leg6 a ta casa de Galton cans6 a Francis con preguntas sobre puntos de Homero. Por fin, el muchacho replicé: ‘Por favor, sefior Horner, mire la ditima linea del libro XII de la Odisea'’, luego salié corriendo. La linea en cuesti6n dice: *Pero ;para qué repetir todo este cuento, cuando fue incluso ayer que te lo conté a ti y a tu noble esposa en tu casa, si no me gusta contar dos veces un relato sin complicacién?” (Citado por Terman, 1917) Un segundo ejemplo de un alumno muy talentoso es Mike Grost. Mike empezb su carrera universitaria en la Universidad Estatal de Michi- gan cuando tenia diez afios. Obtuvo el grado de bachiller a los 1S y el de maestria a los 16. Al escribir este libro ya ha entrado en Yale y espera obtener su doctorado en mateméticas antes de los 19, Cuando estaba en kinder, su maestra le pregunt6 qué clase de flores se encuentran en Michigan. Mike respondi6: “En terminologia bo- Francis Galton 15 de febrero de 1827 ténica, la palabra ‘flor’ se refiere s6lo a la floracion de la planta. A la planta que tiene hojas, flor, raiz y tallo se le llama fanerégama. Sin embargo, un jardinero quiz4 denomine flor a toda la planta. En nuestra zona geogrifica encontraremos gran variedad de bosque y de pradera, adems, es claro, de especies de flores importadas..." (Grost, 1970. pp. 42-43) En este punto la maestra le interrumpi6. Si queremos ejemplos del extremo opuesto hay personas que jamds aprenden a hablar, que ‘no logran ser educadas en el aseo personal y que son por completo incapaces de cuidarse. ‘Aun admitiendo que existen tales extremos, el maestro escéptico quiz4 piense que no es proba- ble que se encuentre con tales diferencias en el aula, Sin duda, es en extremo improbable que se encuentre a un nifio en la clase que no pueda hablar en absoluto. Y hemos de conceder que la probabilidad de toparse con un Galton o un Grost es pequeiia. De todas formas, en la escuela elemental existen nifios como Mike Grost. No hay duda de que las variaciones en la capacidad mental, aunque sean pequefias, tienen un im- pacto importante en el rendimiento académico. DIFERENCIAS EN EL RENDIMIENTO 4Qué clases y grados de diferencias en el rendi- Providencias educativas segin las diferencias individuales 299 miento podemos esperar en las escuelas pdbli- cas? Considerable, ademis de que la variabilidad en el rendimiento se incrementa a medida que es mayor la edad cronolégica. Algunos lo interpre- tan como pruebas de los fracasos de la escuela. Opinan, sin embargo, que e] incremento en la variabilidad de la estatura es “el modo de operar en la naturaleza”. Esta diferencia en la interpre- tacién de datos muy semejantes es dificil de sostener. Una regia de cajén sobre las gamas esperadas de rendimiento es la siguiente. Si se excluye el dos por ciento de cada extremo de la distribu- cién, la gama de rendimiento serd de dos tercios de Ia edad cronolégica del alumno normal co- rrespondiente al grado en cuestion (Cook y Clymer, 1962). Asi, en el 4° grado, cuando la edad usual es de 9 afios, hemos de esperar una gama de 6 afios (2/3 x 9) en rendimiento. En el filtimo afio de primaria, cuando la edad prome- dio es de 12 afios, hemos de esperar una extension de 8. afios (2/3 x 12) en rendi- miento. ‘Como resume Cook (1941, p. 29): “A partir de cualquier grado posterior al 4°, ef maestro puede esperar encontrarse casi toda la gama completa de rendimiento de la escuela elemental”. Los datos del Proyecto Talento (Flanagan et al., 1964) ilustran claramente que en la escuela secundaria hay considerable némero de alum- nos de 9° grado con nivel mds alto que el pro- medio de los alumnos de 12°, en cualquier asignatura. 10s ser convincentes. Existen diferen- cias individuales respecto de cualquier caracte- tistica concebible. ;Qué deben y qué pueden hhacer las escuelas.con respecto a este fen6meno? EL VALOR DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES 4Es cierto, como Whitehead aseveraba, que los ‘americanos se preocupan més por la igualdad que por la libertad? Hasta qué punto queremos ser iguales? ,Qué tan iguales podemos ser? gPodemos ser iguales y excelentes ademés? {Cudles son Iss dificultades que la democracia encuentra al buscar la excelencia? A éstas y a otras preguntas tan intrigantes se enfrenta nues- tro pais. John Gardner (1961) discute estas pre- guntas admirablemente en un libro titulado Ex- cellence: Can We Be Equal and Excellent Too? Tres maneras de enfocar Ia sociedad Gardner discute tres filosofias contrastantes: 1a estratificacin hereditaria, el igualitarismo y el desempetio competitive. El principio de la estra- tificacién hereditaria, es decir, el ocupar un fugar ena sociedad en virtud de la regalia del naci- miento, si bien se practica algo en Estados Unidos nunea se ha considerado como principio, 1a socie- dad ha de decidir qué hacer con las apabullantes diferencias individuales en capacidad y desem- pefio que campean por doquier. “Un modo es fimitar 0 actuar en contra de tales diferencias individuales, protegiendo a los corredores lentos y agobiando a los presurosos. Tal es fa senda del igualitarismo. El otro modo cs simplemente ‘dejar que gane el mejor”. (Gardner, 1961, p. 5) Gardner clasifica los tres principios como sigue: 1. Hincapié en el desempefio individual competi- tivo. 2. Restricciones al desempefio individual. a) Estratificacién hereditaria, 4) Igualitarismo. Aunque la estratificacién es aristocritica y el igualitarismo antiaristocrético, en ambos se im- ponen restricciones al desempefio de las aspira- ciones individuales. Gardner reconoce que tanto al igualitarismo como el desempefio competitivo se pueden Ilevar a extremos, pero parece que él favorece la segunda posicién. “BI hincapié en el desempefio individual, si se realiza de forma moderada permite el juego

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