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UNIVERSIDAD CATOLIGA DE VALPARAISO ESCUELA DE AGRONOMIA APLICACION DE ACIDO GISERELICC A SEMILLA Y PLANTULAS DE TRES CULTIVARES DE PALTO, (PERSEA AMERICANA MILL) USA- DOS COMO POATAINJERTC, PARA CBTENER UN MAYGR CRECINIENTO EN ALTURA Y DIAMETRO EN EL MOMENTO DE SER INQERTADOS . TESIS DE GRADO PRESENTADA COMO PARTE DE LOS REQUERIMIENTOS PARA OPTAR AL TITWLO DE INGENIERD AGRCNOMO, Profesor Gufa: Ing. Agr. Sr. DOMINGO REYES Cy GUILLERHO HILLIGER ROIAS QUILLOTA - CHILE 1976 1. 2. 3e & 5e 6. Ve B. INTRODUCCION REVISION 8IBtIi INDICE OGRAFICA MATERIAL Y METCDD 3.1 3.2 9 Invernade: 3.3 Suelo 3.4 Macetas 3.5 Semillas 3.6 Tratamien 3.7 Acido Gib 3.8 Siembra 3.9 Controles 3.1D Manejo de 3.10.1 3.10.2 3611 Medicione 3.12 Disefio Es PRESENTACICN Y¥ 4.1 Efecto de germinaci 4,2 Dasarrolli 4.3, Resultado: Ubicacién del Ensayo ro y Pléntulas to de la Semilla erélico de Temperatura Plantulas Riego Desinfecciones s y Controles tadistico DISCUSION DE LUS RESULTADOS 1 &cido giberélico en la 6n de la semilla o de las plantulas s de la aplicacién de 4cido piberélico a semillasy pl4ntules de tres cult. Duke y Me: 4.3.1 CONCLUSIONES RESUMEN SUMMARY BIBLIOGRAFIA, ivares de palto, £1 Abuelo, xicola. Efecto de époce de aplicacidn y dosis de &cido giberélico sobre el cultivar El Abuelo, Efecto de época de aplicacién y dosis de 4cido giberélico sobre el cultivar Duke Efecto de época de aplicacién y dosis de 4cido giberélico sobre el cultivar Mexicola. Pg. 17 17 17 18 18 18 19 19 19 19 20 20 20 2a) 22 22 27 28 43 50 52 54 55 ae INTRODUCCION El palto chileno es un cultivo comercial, releti ~ vamente nuevo en el pals, Fue introducido en Chile a mediedos del siglo pasado y su origen proviene de semillas trafdas desde el Peri, Su desarrollo comienza en el afio 1930, durante el cual se inician las selecciones de los primeros cultivares chilenos en diversas par- tes del pais, y a la vez se traen nuevos cultiveres de California, usA. £1 plan Nacional de desarrollo Frut{cola program la plantacién de 600 H4s. de paltos en el perfiodo comprendido entre los afios 1970 2 1975. Sin embargo estas metas han sido superadas am pliamente, por el gren increnento que ha tenido este cultivo en este (timo tiempo, CORFO (9). Informes del Catestro Fruticola, en eleboracién’ , en la actualidad existen 4.687 Hés. de paltos en produccién, que pro- ducen 17,505 tonelades, las cuales son consumidas cesi en su totali-~ dad dentro del pais, ya que se han iniciado exportaciones a pequeha escale del cultiver Fuerte a Europa, El sistema tradicional de propagaci6n de paltos en Chile, en los Giltimos afios ha sufrido un vuelco espectacular, redu - ciéndose este proceso de 30 meses a solo 8 meses, con un notorio me- joramiento de la calidad de las plantas. Estos logros se hen obtenido en sucesives investi- gaciones hechas en la Estacién Experimental de la Escuela de Agrono- mia de la Universided Catélica de Valparaiso, "La Palma", Quillota. Pizarro (28), en 1972 modificé fundamentalmente las condiciones de propagacifn, con el uso de invernadero, sembrado en bolses de plietileno, controlendo la temperatura y humedad, lo ~ gr6 obtener plantas aptas para plentaci6n definitiva en solo 14 me- ses. Labre(21), en 1973 inicia las injertaciones de pléntulas, cuando el portainjerto estaba comenzando su crecimiento, aprovechando asf el vigor iniclal para el crecimiento y desarrollo del injerto, Se redujo el tiempo totel desde siembra, @ plantas ap- tas pera plentacién a 8 meses, En los ensayos realizados en la Estaci6n Expe ~ rimental "La Palma", se usaron como protainjertos semillas de pal~ to de los cultivares Ouke y Mex{cola. (Pizarro (28) y Labra (21). En propagaciones posteriores, se us6 una selece cién local de cultivares chilenos de la localidad de Dofiihue, Sex- ta regién (O'Higgins y Colchagua), portainjerto que se denominé "El Abuelo". Estos tres cultivares presentan caracter{sticas comunes, como una germinacién y un crecimiento m4s bien de tipo desuniforme, lo que trae consigo un menor rendimiento y uniformi~ dad en la obtencién precoz de plantulas de peltos para injertacién. Debido a estes caracter{sticas es necesario hacer nueves investigaciones en la propagacién de paltos, con el fin de mejorar las técnicas empleadas.anteriormente, para lograr un mejor desarrollo en el crecimiento en altura y diémetro de los portainjer tos, en forma uniforme y en el menor tiempo posible. Uittuer, S.H. (61), sefiole que el uso de los regu- ladores de crecimiento ha interesado al hombre desde mucho tiempo atras, con el fin de encontrar algéin medio de controlar el desarro~ llo de las plantas, Los requledores de crecimiento son un recurso para alcanzar esta finalidad. Por esta raz6n se programé el siguiente ensayo cuyos objetivas son: 4.- Uniformar la germinaci6n de las semillas de tres cultivares de palto, mediante la aplicacifn de distintas do- sis de 4cido giberélico a la semilla, 2.- Incrementar el crecimiento en didmetro y al- tura de plantas de palto, con aplicaciones de 4cido giberélico a plantulas nuevas. 3.- Comparer la accién del 4cido giberélico al a- plicarlo a semilla o a pléntulas nuevas de palto, 4,- Comparar la germinaci6n y crecimiento de tres cultivares de palto, al ser tratada su semilla y sus pl4ntulas con altas concentraciones de 4cido giberélico. -4e REVISIGN BIBLTOGRAFICA 2.1. Aspecto Histérico RUEDA D, (30), sefiala al palto como un 4rbel de origen tropical, cuyo primitivo centro de dispersién se cree fue la América Central, (Guatemala, Las Antillas, Panamé, ete., gue son productores innatos), de ah{ fue extendiéndose primeremente a México y Sudamérica, luego a California, para ir ocupando los terrenos semitropicales de diversos puntos del globo. Actualmente hay plantaciones en el continente Africeno, en Marruecos, e Israel donde se han obtenido culti- vares notables como el "Ettinger". 2.2, Aspectos Bot4nicos £1 palto pertenece a la especie Persea Ameri- cana Mill (P. gratissima Gaertn), de le familia de las Lauré - ceas. £1 género Persea consta de unas 50 especies. Para los fines hort{coles se han distinguido tres razas de pelto: La Mexicana, la de Guatemala y la de las indias Occidentales, CHANOLER W.H. (6). Este esquema de diferenciacién se hace ca~ da dfa menos (itil, por el aumento de los cultivares h{bridos, entre las diferentes razas. RUEHLE G.D. (32), afirma que segfin los culti~ vares, el palto abarca plantas de poca altura y follaje fron- doso, hasta plantas altes y esbeltas, Su matlera es ligera y bastante frégil. Sus hojas j6venes a menudo son pubescentes y de color’ mas o menos rojizo o bronceado, pero, en la madurez, son lisas y verdes. £1 largo de las hojes puede llegar hasta 40 centimetros, variands la forma desde 1a ovalada hasta la lanceolada o elfptica, Las flores son de un color verde p&li~ do o verde amarillento, se producen en inflorescencias termi- nales muy ramificadas. €1 fruto es una baya que consta de una sola semilla grande, con una gruesa y carnosa pulpa, estos di- fieren en su tamafio, color y otras caracter{sticas segin los cultivares a que pertenezcan. RUEDA F, (31), asevera que la semilla madura de palto esté constitufda por dos revestimientos semajantes a pergaminos y dos grandes cotiledones hemisféricos, que encie~ rran un pequefio embrién, localizado en el extremo basal de la semilla. Esta es poliembriénica pudiéndose originar varias pléntulas en su germinacién. 2.3. Propagacién Hasta hace unos 60 afios, el palto se propagé exclusivamente por semilla, siendo todavia el método usual en los pafses tropicales. Pero como los huertos de plantas de semillas presentan una gran variedad de caracter{sticas, como en calidad y produccién de frutos, en la actualided se emplea la propagacién vegetativa para asegurar le reproduccién de un cultivar determinado. RUEHLE G.D. (32). Las estacas con hojas de algunos cultivares de paltos, pueden arraigar, pero no lo bastante bien para que R We la propagacién a base de ellas resulte econfmica. CHANOL He (6). Por esto CAMERON S.H, (5), recomienda el uso de patrones de vivero, que luego sen injertados, obteniéndose asf plantas en corto tiempo, Sistema que se usa hace bastante tiempo como medio de propagacién comercial en California. 2.3.1. Seleccién de semilla. Se ha determinado que las pl4ntulas son mas vigorosas cuando provienen de semilles grandes y de mayor pe~ 80. Siondo seleccionadas de frutos libres de pudriciones. Estas semillas no deben presentar manchas de hongos, ni pice- duras de insectos, las que presenten estas onormalidades de~ ben desecharse, RUEDA F. (31). CHALKER F.C, (7), corrobors lo anterior, afirmando que hay una relaci6n directa entre el tamajio de le semilla y el vigor de la planta. 2.3.2. Manejo de la semille. Las semillas pueden almacenarse durante varios meses a una temperatura que puede fluctuar entre 4,50 y 72 C PLATT y FROLICH (29), RUEHLE GD, (32). HOGSON R.W. (17), comprobé que las semilles germinan més pronto, si se les remueven la testa y se cortan los cotiledones. KADMAN A, (20), obtiene mas del 90% de germi- nacién a los 91 dfas de haber sembrado las semillas, a las que le habfa removido la testa, compareds con un 12,2% de germina cifn en semilles que no se les removid. En 1963, FOGUET y TOLL (13), cortan 3 a 4 mi- lSmetros la base y 1,5 a 2 cent{metros el épice de semillas de palto, obteniendo excelentes porcentajes de germinacién. Otros autores como ZENTMYER et al, (42), HARTMANN y KESTER (16), corroboren lo anterior que removiendo la testa y cortendo los cotiledones en su base y Spice se fa- vorece la germinacién de la semille de palto. ZENTMYER et al (43) en 1958, realizeron expe- riencias con semillas de palto, en agua caliente para el con- trol del hongo Phytophthora cinnanomi, y observaron que les semillas no se ven dafiadas con tratamientos a temeraturas en- tre 46 a 520 C, durante 30 minutos, que la germinacién tampoco se ve afectada si se les ha removido la testa antes del trata- miento con agua caliente. 2.3.3. Uso de Macetas. £1 uso de bolsas de polietileno esté bastan- te difundido en los viveros, por su bajo costo y su facilidad de manejo, Adem&s las rafices se ven menos dafiadas, conservan- do su vigor al momento da ser trasplantedas a terreno defini- tivo, FRANCIOSI R, (14), APONTE E, C. (1). Una de les precauciones que se debe tener al utilizar bolsas de polietileno, es de otorgerles un buen drena~ je. BURNS ReM. (4). En Chile PIZARRO (28), y LABRA (21), en 1972 y 1973, useron bolsas de polietileno negro, abteniendo resulta- dos bastante favorables. 2.306. MM 0 de Germinacién. E1 suelo como medio de germinacién puede con- tener semillas de malezas, nematodos y cientos de hongos y bacterias nocivas para las plantas. Por esto se recomienda fumigar el medio de ger- minaci6n de las semillas, con compuestos quimicos geseosos tales como Bromuro de metilo, Vapam o Cloropicrina. PLATT y FROLICH (29), HARTMANN y KESTER (7). 2.3.5. Siembra, La semilla germina bien cuando s6lo se la cu- bre con une capa de suelo o de arena, de un poco més de 2,5 centimetras, Se siembra con la base, que es generalmente la parte mas ancha, hacia abajo, CHANDLER W.H. (6). 2.3.6. Uso de Invernsderos, El uso de invernaderos permite controler la temperatura y humedad del medio donde van a crecer les plén- tulas, déndole las condiciones ideales para su desarrollo. PLATT y FROLICH (29), El uso de invernaderos cubiertos con polieti-~ leno, para propager paltos ya fue usado con éxito por PIZARRO (28) en 1972 y LABRA (21), en 1973. Sus mejores ceracter{sti- ces son su bajo costo, facil construccién y manejo. 2.4, Las Giberelinas 2.4.1. Historia de la investiqscifn de les Giberelinas. La primera sugerencia que se encontré en la literatura, del efecto de una enfermedad llamada bakanae, cau- sada por hongos, aparecié en 1912, 1a cual praducfa un desa~ rrollo anormal en plantas de arroz. En un trabajo realizado por el Fisiclogo vegetal japonés, Sawada, informa que en la observacién microscépica de los tejidos de plantas enfermas, se encuentran que estos contienen micelios de hongos. Se cree que las plantas crecen mas alto debido a algtin est{mulo que proviene de este micelio, THE BOYCE THOMSON INSTITUTE FOR PLANT RESEARCH (36). En 1920 se conoce 1a acoién que produce uno de los productos metab6licos del hongo Gibberella fujikuroi, (en estado conidial: Fusarium moniliforme), que es el causan- te de la enfermedad bakanae, que atacaba el arroz en Japin y Formosa. El hongo penetra por las rafces y por la ba~ se del tallo, causando una necrosis local, al extenderse por los tejidos del hospedante, el sistema vascular del véstago se vuelve pardo y la planta se agosta, muriendo muchas de las pléntulas infectadas. Existe un sintoma temprano tipico: el tallo y las hojes de algunas plantas infectadas se alargan con mayor rapidez que en las plantas sanas, de forma que los campos infectados presentan el aspecto de un sembrado mixto de variedades altas y bajes de arroz. GRIAN P.U. y GROVE 3, F. (2). El Fitopatélago jeponés £, Kurosawa descu- brié en 1925 que los filtredos libres de células que se ohte- nfan de cultives puros de hongo Gibberella fujikuroi en medion sentéticos producsan al aplicarse a plantulas los sintomas de alargamiento caracteristico de esta enfermedad. Probando que es un producto metab6lico del hongo el causante del crecimien- to anormal de las plantas, crecimiento que solo se reducfa al véstago no afectando las rafces. FOGG G.E, (12). Yabuta y Sumiki en 1936 empiezen a aislar las sustancies metab6licas del hongo Gibberella fujikuroi. La pri- mera giberelina que se aislé fue la giberelina A. Luego se descubren tres sustencias ectivas, que eran afines a la Gibere- lina A y se les denomin6 Giberelina Ay, Ay y &cida Giberélico © GA,. Le primera Gibereline A era una mezcla de estas tres @times sustencies, UWITTUER S.H. (41). Fuera del Oriente el primer trabajo sobre gi- berelinas fue realizado en los laboratorios de la Asociacién Quimica, en el campo Detrick, Maryland, U.S.A. Lo hizo el Doctor J.£, Mitchell en marzo de 1950, en una conferencie so~ bre el aspecto estratégico de las giberelinas en Corea, ante la Sociedad Fitopatolégica Americana, durante la guerra contra Estados Unidos. THE SOYCE THOMSON INSTITUTE FOR PLANT RESEARCH (36). El origen de las primeras giberelinas como se ha mencionado anteriormente fueron aislades del hongo Gibbe~ rella fujikuroi, luego se encontreron en plantas superiores donde la mejor fuente de giberelinas son las semillas inmadu~ ras de estes plantas, Varias giberelinas se encuentran también en hongos y plantes superiores, siendo una de les hormonas vege- tales mas importantes en el control de crecimienta de las plantas. Las giberelines han sido identificadas con la deno- minacién de Giberelino Ay, Ap, Azeeeseeeeseesehasta Ale Existiendo en le actualidad cersa de 40 de estos compuestos, 1a mas importante es la GA; o cid giberé Jico que ha sido el mes efective dentro del campo de la inves- tigacién, ya que sélo muy pocas te las otras giberelinas han sido usadas con los mismos propisitos., UEAVER R.J. (39). Frutos (15). - 10 - 2.4.2. Caracter{sticas de las Giberelinas. WEAVER RJ. (39), define a las giberelinas, co= mo comuestos que tienen un esqueleto “gibbano", formado por &tomos de oxigeno, hidrégeno y carbono, que estimulan la divin sign celular o elongacién celuler o ambas cosas. 2.4.2.1. Formula Quimica del Acido Siberélico. = Formula Empfrica: B15 Hoe - Férmula Estructural: of ECM, IMPERTAL CHEMICAL INDUSTRIES (18). 2.4.2.2. Propiedades Fisicas del Acido Giberélica. = Punto de Fusién: 233 = 235 00, = Densidad : 1,34 gr/co. -1- = Solubilidad : Ligeramente soluble en agua y éter et{lico. Soluble en meta- nol, etanol, acetona, acetato de etilo, bicarbonato de sodio, acetato de sodio, etc. + Es opticamente prsee activo : 2 860 2.4.2.3. Propiedades Quimicas del Acido Giberélico. - Inestable a los alcalis y 4cidos. Se oxida en pre~ sencia de K MO, (Permanganato de Potasic). = Su peso molecular es : 346,17 gr/mol. = Su estructura corresponde a un &cido tetraciclico dehidroxilectémico. MENA A, (26). Segiin THIMANN K.V, (38), 1a Giberelina A, es le que muestra la actividad mas alta y uniforme de las gibere~ linas. Por esto se le di un valor numérico de 100, en pro~ porcién el écido giberélico tendria un valor 78, 2.4.3. Efecto del Acido Giberflica. Para BRIAN y GROVE (2), 1a forma en que se aplica el &cido fiberélico no tiene importancia. Se obtienen reacciones esencialmente similares si se rocia el véstago en su totelidad, si se aplica a cualquiera de les hojas, 0 si se trata con é1 las rafces poniendo 4cido giberélico en el suelo 0 en solucién de cultivo al aplicar micragotas a las hojes, rosulta conveniente cuando se trata de estudios cuantitativos. -12- Al hacer aplicacicnes en plantulas de trigo estas aumentaron su crecimiento en altura, debido al aumento de la longitud de los internudos. Algunas hojas aleanzaron un tamafio mayor en un 50% a las de las hojes no tratades. LOOMIS y WILLIAMS (23), han corroboredo 1o anterior y agregan como un efecto secundario de les gibereli- nas en las plentas, el incremento de su peso seco y verde, debido al aumento del 4rea foliar y otras superficies fotosin- téticas. Se ha demostrado que las giberelinas estimulan la divisién celular en el v4stago inmediatamente debajo del merisma epical. £s en esta zona de la planta donde ocurren las suficientes divisiones para proveer una gran fraccién del total de célules comprometidas en el wecimiento primario del véstago. WEIR (40), JONES RL. (19), agrega a lo anterior, que la elongacién del véstego no s6lo se debe al hecho que el écido giberélico estimula la divisién celuler, sino que también au- menta el crecimiento de estas, IMPERIAL CHEMICAL (18), informa que el efec~ to mas caracteristico del 4cido giberélico sobre les plentas, es el acelerado crecimiento que provoca en el vastago, cau do elongacién de estos y un mayor desarrollo vegetative. Las plantas tratadas pueden alcanzer un crecimiento en altura dos 0 tres veces mas que las plantas normales, siendo los cultiva- res enenos los que responden mejor al estimulo, perdiendo di- cha caracteristica. BRIAN y GROVE (2), manifiestan que el écido giberélico no estimula el crecimiento radicular, en ninguna circunstancia conocida, Esto nos sugiere que la requlacién del crecimiento del vintago y de les rafces es esencialmente diferente en algunos aspectos fundamentales, ya que el écido giberélico en concentraciones relativarente altas inhibe li- geramente el crecim’ ento de lns races en las plantas. -B- Segtin SCOTT (33) y WEIR (40), podemos encon- trer giberelinas, en raices, en hojas, en semillas y en 4pice de plantas. La funcién de las giberelines sintetizadas y transportadas al véstego no ha sido enclarecido en la actuali- dad. Con respecto al rol, WEAVER R.J, (39), sefiala que los véstagas asperjados con esta hormona, resultan mas ler- gos, debido al est{mulo del crecimiento de los tejidos en los internudos jévenes y frecuentemente la longitud de éstos aumen- ta en forma individual mientras que su néimero permanece sin cambios. Hey une induccién celular en los meristemas subapicales, as{ el répido crecimiento que ocurre es un resul- tado del mayor nfmero de células formadas, y a un incremento individual del crecimiento de las células j6venes. Otro de los efectos del &cido giberélico en las plantas, es la induccién floral, Hay plantas fisiolégica- mente muy bien definidas, que pasan por perfades en los cuales permanecen en forma completamente vegetativa. Las giberelinas son capaces de reemplazar ciertas condiciones especificas del medio ambiente, que controlan la formacién de flores, rompien- do el estado vegetativo. En Rudbeckia, el fcido giberélico sustituye el est{imulo de dfa largo, que necesitan estas plantas para florecer al deserrollarse bajo condiciones de dfa corto. En Rhododendron esta hormona de crecimiento reemplaza el estimulo frio, que necesitan los botones florales pare abrirse, dismi- nuyendo el perforo de ocho semanas de fr{o que necesitan es - tas plantas pera florecer, STEWARD F.C. (35). TURNER JM, (38), atribuye e@ las giberelinas la aceién de liberar azicar en la planta, debido al incremento que producen en la formacién de un enzima denominada alfa-ami- lasa. Esto explicaria el cambio de dormancia estacional a la etepa de crecimiento activa inducide en las plantas por el - 1% 4cido giberélico debido a la movilizacién del almidén de reser- va y a la transformaci6n de éste en azicares productores de energ{a necesaris para acelerar el crecimiento y la divisién celular. MARCUS A. (24), sostiene que el modo de accién del &cido giberélico en 1a semilla implica 1a inducci6n de una serie de inzimas en las células aleurénices, involucre la par- ticipaci6n del 4cido indolacético y Kinetinas. Argumenta que a funcién del embrién en la germinacién parece ser la forma - cién de giberelinas y su liberacién a les capas de aleuronas. Estas aseveraciones proceden de las observaciones extractedas de estudios de los Factores que gobiernan el aumento de les enzimas amilasas y proteolasas, que son las enzimas necesarias para convertir las reservas poliméricas destinadas a proveer las necesidades de los 4pices de crecimiento, De todos los companentes de le semilla los niveles mas altos de giberelinas, se encuentran en los tejidos enbrionarios. Es la etepa de dormancia de la semilla, donde el embrién se encuentra inactivo, para quebrar este estado se recomienda la estratificacién a bajas temperaturas 0 a la in- mersién en 6cido giberélico. En semillas de gram{neas se sabe que la eta~ pa reguladora crética en la germinacién es la produccidn de giberelinas en el desarrollo del embrién. La transferencia de la hormona a las células de la capa de aleuronas, y la pro- ducci6n resultante de elfa-amilasa y otras enzimas hidrolizan- tes las cuales acttian sobre las reservas de almacenaje conte~ nidas en el endosperma, y de este modo se producen los nu= trientes para el desarrollo del embrién. Investigadsres ac- tuales han estudiado si el mecanismo descrite en cereales es similar en paltos, y se ha llegado @ las siguientes conclu siones: “Las funciones de la envoltura del endosperma en lo semilla de paltos, es le induccién de la hidrolosis da almidén al comicnzo de la germinacién, siendo similar a la funci6n de - 15 - capa de aleuronas de las semillas de cereales, existiendo una analogfa fisiolégica pero no anatémica, LESHEM Y. (22). Sobre el transporte de giberelinas, MC READY (25) y GRAFTS (10), nos dicen que si bien es cierto que el &cido giberélico aplicado exégenamente se mueve por la co - rriente de translocacién del sistema vascular, no est& claro que las giberelinas endégenas lo haran neceseriamente asi. De hecho no hay ninguna evidencia directa, que nos diga que las giberelinas endégenas se muevan de alguna manera, Algunos estudios adicicnales agregan una nueva teorfa en el transpor- te de giberelinas exégenas, y es que estas se pueden mover por un mecanismo activo independiente del sistema vascular. El uso de 4cido giberélico para estimular ar- tificialmente ciertos procesos fisiol6gicos en cultivos, en los que se hace necesario corregir defectos o acrecentar carac~ teristicas deseables, est& bastante difundido en la agriculturay La accién de esta hormona ha revolucionado la preduccién de uvas sin semillas, aplicacién en cultivares Thompson y Corinto Negra ha logrado mejorar el tamafio del gre- no y de los racimos. El tratamiento de narenjas Nabal impide el envejecimiento de la céscara por un perfodo prolongado, alar- ganda el perfodo de almacenaje y el tiempo de la fruta en el mercado. Aplicaciones de Acido giberélico en apio aumentan le longitud del tallo, obteniéndose una mayor produccién, Las elcachofas son asperjadas extensamente con fcido giberélico en U.S.A, e Israel, logr4ndose el mojo~ ramiento del desarrollo de los botones florales ademfs de adelantar la cosecha. En semillas de tomates, esta hormona rome la dormancia abteniéndose una emergencia uniforme de les pl4ntulas, La produccién de azicar en plintules de cajie de azticer se incrementa aumentendo los rendimientos de su produc ci6n, cuando se le aplice écido iberélico tres meses antes de su cosecha, WITTUER S.H. (41). = 16 - En California, en el ajo 1965, al remojar se~ millas de palto del cultivar Duke en altas concentraciones de &cido giberélico durante 24 horss antes de sembrarlas, se obtu vo un incremento en el porcentaje de germinacién, en la altura y en los diametros de los véstagos de las plantules. BURNS et al. (3). ~W6 3, MATERIAL Y METODO 3.14. Ubicaci6n del Ensayo Se efectué el ensayo en el vivero "Las casas del Bosque", ubicado en la parcela NQ 1, Santa Carolina, comuna de Talagante, Santiago. Su tiempo de duracién fue del 30 de Mayo de 1975, dfa en el cual se sembrarén las semillas, finalizando el 18 de Diciembre del mismo afio, fecha en que terminaran las mediciones y controles de los diferentes tratamientos. 3.2 Invernadero La propagacifn se realizé bajo condiciones de in- vernadero, el cual est& construfdo con una estructura de madera y alambre, cubierto con una pelicula de polietileno transparen- te de 3.4 m, de ancho y 0,6 mm. de espesor., La parte de polie tileno que cubre el techo est& fijo y las partes laterales es - tan sueltas para ventilar el invernadero cuando este lo reque - ria. 3.3. Suelo Como medio de germinacién se ds& un suelo virgen, que se encuentra en la parcela, bajo un bosque de Eucaliptus (Eucalyptus spp), este fue arneado para darle firmeza, densi~ dad y porosidad necesaria para mantener las semillas durante el proceso de enraizamiento y emergencia de las pldntulas. Posteriormente el suelo fue fumigado con Bromuro de Metilo (N.C. Haltox), a raz6n de 0,45 Kor. por 2m3 de suelo. El Bromure de metilo mata la mayorfa de los nematodos, insectos, semillas de malezas y algunos hongos y bacterias nocivas pa= ra lus plantas, - B= 3.4. Macetase Para hacer germinar las semillas se usaron bol - sas de polietileno negro, con agujeros en el fondo para el ese currrimiento del agua, se ocuparon 610 bolsas, cuyas medidas fueron 50 centimetros de alta por 20 centimetros de didmetro y O,1 mil{metro de espesor, © Su peso con el suelo fumigado fue aproximadamente 10 kilos. 3.5. Semillas y Pl&ntulas Se usaron semillas y pl&ntulas de tres cultiva~ rea de platos. Las semillas de los cultivards Duke y Mexico- la se obtuvieron de huertos ubicados en Quillota, y del cul~ tivar "El Abuelo" de la localidad de Dofiihue. Las pl4ntulas se seleccionaron de estas semi - llas germinadas, pl4ntulas de crecimiento y desarrollo uni - forme para cada 6poca. Se eligieron estos tres cultivares como porta- injertos, por sus caracter{sticas. El cultivar Duke tiene cierta resistencia al hongo Phytophthora cinnamomi, que causa la enfermedad que Produce mas dafio en los paltos. Los cultivares Mexicola y El Abuelo poseen rusticidad y resistencia a las heladas. Sin embargo estos cultivares presentan en co- min, una germinacién y crecimiento de tipo desuniforme. 3.6. Tratamiento de la Semilla. Antes de la siembra a la semilla se le despe- g& su testa, y se le hicieron dos cortes, uno de 1,5 a 2 cm en el fpice, y otro de 4 mm. en su base. - 196 (FOGUET y TOLL (13), Luego la semilla se desin- fecté con sales de mercurio (N.C. Agallol), sumergiéndose du- rante 15 minutos en una solucién de 12 gr. de Agallol por 10 litros de agua. 3.7. Acido Giberélico Como fuente de &cido giberélico se usaron pas- tillas de 1 gramo, del producto comercial denominado Activol. Las semillas se sumergieron durante 24 horas en soluciones de 10, 100, 1.000 y 10.000 ppm. de 4cido giberé lico disuelto en agua destilada y un testigo se sumergié por el mismo tiempo anterior, pero solo en agua destilada. 3.8 Siembra La semilla se sembr6 en las bolsas de polietile- no negro, se coloc6é apoyadas sobre su base, que corresponde a la parte mas ancha y luego se cubrieron con una capa de 2,5 centimetros de suelo. 3.9. Controles de Temperatura Se controlé la temperatura del interior del in- vernadero, con dos termémetros de bulbo, colocado uno al cen= tra del invernadero en un poste a 1,5 metros de altura del ni vel del suelo, y el otra entre las bolsas a nivel del suelo. Se mantuvo la temperatura entre los 15 a 289 C, 3.10. Manejo de Plantulas Las pl&ntulas obtenidas de semillas que no fue- ron tratadas con 4cido giberélico, Se seleccionaron cuando presentaron el desarrollo y el crecimiento en altura corres- -20- pondientes a las pedides para cada époce. Plantulas de 5 8 40 centimetros de altura para la primera época y pléntulas de 45 a 20 centimetros de altura para la segunda época, Estas se asperjaron con las soluciones correspondientes a 10, 100, 4,000 y 10,000 ppm, de 4cido giberélico y el testido con aque destilade, para esto se utiliz6 una bomba manual de 1 litro de voldmen, Las aplicaciones se hicieron el 24 de Septiembre de 1975 pare la primera época y el 8 de Octubre del mismo afio para la segunda época, 3.10.1. Riego. Se realiz6 con mangueras. En los primeros me ses, se hizo una cada mes, luego fueron mas frecuentes, lle~ gfndose a un riego semanal al final del ensayo, Para regar se us6 agua de pozo. 3.10.2. Desinfeci ES « Se hizo una sola aplicacién para controlar un ataque de pulg6n, Se us un producto fosforado de accién sis- tem&tica y de contacto (N.C. Tamaron), en dosis de 10 a 15 cc para 15 litros de agua, aplicado con una bomba de espalda. 3.11, Medicior y controles Se pesaron las semilles, antes y después de ser extraidas la testas, también después de hacer los cortes al &- pice y a la base, ademés se pesaron las semilles el ser reti- radas de las soluciones de Acido giberélico y agua el testido, con una balanza de 1 Kor. - 246 Se midi6 el largo y el diametro de las semillas, antes y después de efectuar los cortes al fpice y la base. A las plantulas emergidas se le hicieron medi~ eiones semanales del crecimiento en altura y en diémetro, se us6 un metro Lufkin y un pie de metro Meter. Finalmente se efectué un control de germinacién para cada cultivar, toméndose el porcentaje de germinacién, Velocidad de germinacién y el Coeficiente de Velocidad. 3.12, Disefio Estadistico. €1 disefio experimental utilizado fue un facto= rial 3 x 5 (3 6pocas y 5 tratemientos), Se aplic6é por sepa- rado para cada cultivar, Para aquellos casos en que el F calculado supe=- raba al F tabulado, tanto para las dosis como para las épocas, verificéndose la existencia de diferencias significativas en- tre los tratamientos, Se us6é el Test de Tukey para la compa- racién miltiple de medias, en el caso de las dosis, y el Test de Student para las épocas. La raz6n de recurrir a diversos test de comparaci6n se debié al némero de grados de libertad. (OUNNETT Cu. (11), STEEL G.D. (34), CHIN CHUN LI (8).). Donde hubo una interacién significativa para las dosis con las 6pocas, también se aplic6 el Test de Tukey, para hacer una comparacién méltiple de todas las dosis dentro de las épocas. - 226 PRESENTACION Y DISCUSION DE LOS RESULTADOS 4.1, Efecto del Scido giberélico en la germin nacién de la semilla. En los cuadros 1,2, y 3 se presentan los resulte- dos de la germinaci6n obtenida en los tres cultivares. Los con- troles se efectuaron entre los 60 dfas y los 140 dfas después de efectuada 1a siembra. Se puede apreciar que mediante el sistema de siem bra directa, en bolsas de polietileno negro, de semilla con le testa removide, con el 4cide y base seccionados, remojadas duran te 24 horas en distintas soluciones de 4cido giberélico, con dosis de 10.000, 1.000, 100, ‘10 ppm. y O ppm, (solo con an gua destilada), y creciendo bajo invernadero de pléstico. A los 60 se logr$ la germinaci6n mas temprana en los tratamientos cuya concentrecién era de 10,000, 1,000 y 100 ppm., de Acido giberélico, destacéndose el tratamiento mayor de 10.000 ppm. que obtuvo el mayor nimero de semillas germinadas, En esta primera etapa se ve también que las dosis mas bajas de 0 y 10 ppm., no presentan ninguna semilla germineda. Estos resultados se dieron en los tres cultiva- res, pero esta primera evaluaci6én mostré que el porcentaje de germinacién mas lato lo tiene el cultivar Mexicole, luego el cultivar Duke y Finalmente el cultivar €1 Abuelo. Los cuadros muestran que la germinacién parte en forma muy lenta en una primera etapa, luego aumenta el nim mero de semillas germinadas, disminuyendo la tesa hocia el final. = 236 La velocidad de germinaci6n mayor se present6é en los tratamientos en que se usaron las concentraciones més altas de &cido giberélico, ademés mostraron una mayor fuerza germinativa. El incremento en los porcentajes de germinaci6n observados en los controles subsiguicntes no mostraron una significaci6n préctica, - 2h CUADRO 1 : Tiempo de germinacifn de la semilla tratada con fcido giber$lico para el cultivar " £1 Abuelo" Joras vesrues|wo SeMmLLAS OUSTS DE NO PLANTULAS DE StEmaRA |SEMaRADAS pA: EMERGIOAS —_PORCENTAJE 0 o oO 10 0 o 100 1 4,1 0-60 90 4,000 1 4.11 40,000 a 2 2 2,22 o 12 13,33 40 3 4h Wh 100 14 15,56 61-80 90 4,000 5 16,67 40,000 16 12,78 70 77,78 0 7 18,89 10 18 20,00 400 16 17,78 la1-100 90 4,000 8 20,00 10,000 18 20,00 87 96,67 o 18 20,00 40 18 20,00 400 16 17,78 401-120 90 4.000 18 20,00 10.000 18 20,00 88 97,78 0 18 20,00 10 18 20,00 400 16 47,78 21-140 90 4.000 18 20,00 10.000 18 20,00 88 97,78 1 - 25 - CUADRO 2 : Tiempo ce germinacién de le semilla tratada con &cido giberélico para el cultivar Duke. DIAS DESPUES] WO SEMILLAS OOSIS DE Ne PLANTULAS ~] IDE STEMaRA | SEMGRADAS AG. EMERGIDAS © PORCENTAJE ppm. . 0 oO 0 10 oO o 400 2 2,22 0-60 90 4.000 3 3,33 10.000 a Att 6 6,66 oO 12 13,33 10 1m 15,56 100 16 47,78 61-80 90 41,000 15 16,67 40.000 2 40,00 66 73, 3h o 18 20,00 410 17 18,89 400 16 17,78 81-100 30 1,000 7 18,89 410.000 is 17,78 Bh 93,34 o 48 20,00 40 47 18,89 400 16 17,78 401-120 90 4.000 18 20,00 10,000 18. 20,00 87 96,67 a 18 20,00 10 17 18,89 100 16 17,78 424-140 90 4.000 18 20,00 10,000 Je 20,00 87 96,67 = 26 - CUADRO 3: Tiempo de cerminacién de la semilla tratada con &cido niberélico pers el cultiver Mexfcola. oras DESPUES|N2 SEMILLAS ODSIS DE NO PLANTULAS De stemara | ScHaRADAS AG. — EMERGIDAS PORCENTAIE ppm. o 0 0 10 0 0 100 4 4411 0-60 90 4.000 7 7,78 40.000 a 4,1 9 40,00 o 4 15,56 40 4 15,56 100 15 16,67 61-80 90 4.000 17 18,89 10.000 am 15,56 7 82,24 o . 18 20,00 10 18 20,00 400 7 16,89 81-100 90 4,000 8 20,00 10.000 7 18,89 aa 97,78 oO 18 20,00 10 18 20,00 100 47 18,89 401-120 80 1,000 18 20,00 10.000 a7 18,89 8a 97,78 o 18 20,00 10 18 20,00 400 18 20,00 21-100 90 4,000 18 20,00 10,000 av 18,83 89 98,89 ~ 27 - 4,2, Oesarrollo de las Pléntulas. El niémero de semillas que se us6 dentro de las tres épocas, en los diferentes tratamientos, de cada cultivar, y el némero de plantas que se obtuvieron al final de los con- troles, 198 dfas después de siembra se indica en el Cuadro 4, Se observa que el cultivar Mexfcola sufrié m4s pérdidas de plantas al final de las evaluaciones. Todos los cultivares presentaron en la segunda época de tratamiento, (pl4ntulas entre 5 y 10 centimetros de altura), un mayor nimero de plantas dafiadas por quemaduras en apice y hoas, en los tratamientos que se usé la désis m4s alta, 10,000 ppm. de 4cido giberélico. Este dafio puede deber se a que las plantulas utilizadas en esta época presentaban un menor desarrollo vegetativa, en el momento que se le hicie- ron las distintas aplicaciones de fcido giberélico, ya que las quemaduras en los tejidos nuevos no se vi6 tan marcado en la 6poca 3, donde se usaron pl4ntulas de 15 a 20 centimetros de altura. CUADRO 4 : Oesarrollo de plantes, CULTIVAR No DE N@ PLANTULAS | PORCENTAJE| N@ DE PLANTAS SEMILLAS EMERGIDAS. EPOCAS 4 2 3 El Abuelo 88 89 90 Duke 98,15 87 88 90 Mexfcola 97,04 69 84S

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