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Roea'ecumen fearon oor nae 2 RASGOS GEOMORFOLOGICOS MAYORES DE LA PENINSULA DE YUCATAN José Lugo-Hubp* José Femando Aceves-Quesada y" Ramén Espinasa-Perenat RESUMEN Elandisis de 165 mapas topogttices de escala 150,000, que cubren la peninsula de Yucatén, Permits la olaboracisn de sels mapas on escala muy pequeta, a saber: !—morflsohipsas, 2—alturas ‘méximas, 3—ampit cel releve, 4—geomorfologia general, S—formas céraicas y €—ineamientos, La peninsula consiste en dos unidades principales; la sepientional, del Cuatemario, muy joven, con planicios de menos de 50 m s.nmm.; la meridional, més antigua, con relieve y desarrollo do un karst {ue niciasuformacién onel Miocene y contin en a actualidad, doo que sultan panices y iomerios e hasta 400 m s.n.m.m. En ambas, la morologia estécontrolada por estructura geokgca profunda, YY) tempo de lormacién del relieve, Los ineamientos hacia el neror de a peninsula predominan en ‘ireccién NE, con sus cortespondientes al NW; hacia la costa orlental son paralols aésta (NE y NE), La zona ge mayor concentracion de doinas se observa enlaparte septentional,y se considera debida 2 fractures provocadas por domos salinos profundos. Por su desarrollo, las formas eérsticas oe la ‘supericiey 6 subsvelo corresponden a distintas etapas, custemariasy precuaternaias,enlo que han infludo a neotecténica y las esclaciones del nivel del mar por las glaciacones. Palabras clave: geomorologia, karst, Yucatin, México, ABSTRACT ‘The dotalled analysis of 165 topographical maps ata scale of 1:50,000, which cover the Yucatén Peninsula, alowed the elaboration ofthe folowing sx maps, at a vory smal scale: !—morpholsohypsas, ‘2—maximumbeights, cell! amplitude, 4—general geomorphology, §—karstlandforms, and6—lnga ‘ments. The peninsula consists of two main unts; the northern, lato Quaternary in age, with plains of at least 0 mas. and the southern, older, with karst and rele that began its development during the ‘Miocene and continues today, wih plains and ils that reach upto 400 m above sea level. On bath, tho ‘morphology is controled by the deep geologic structure and the ime elapsed since the formation ofthe felt. Lineaments within the peninsvafolow a NE direction, with corresponding lineaments to tho NW. “Towards the eastem porion they are paral to the coastine (NE and NNE). Te largest concentration ‘of dona in ne northem portion, anditis considered due to fractures caused by deep evaporite dap. ‘Superficial and subsurace karst forms were formed at diferent stages, during the Quatemary or even re-Quatemary times, and have been influenced by neotectonics and glacation-elated sea lvel scilations, ey words: geomorphology, karst, Yucatan, Mexico, InTRODUCCION El tema sobre el relieve de la peninsula de Yucatan, inclu- yyendo el conjunto de las formas de origen carstico que dominan ‘enel paisaje de la misma, ha sido escasamente tratado. Por esta razén, los autores de este estudio proporcionan una informacion variada en una escala pequefia. La regién estudiada, situada en el extremo oriental de la Repablica Mexicana (Figura 1), consiste, desde el punto de vista ‘geoldgico, en una plataforma con potentes estratos, principal ‘mente de rocas carbonatadas. En la superficie, éslas son reco- ‘nocidas en una clara secuencia que va desde el Paledgeno hasta ‘ Cuaternario (Figura 2). Desde otro punto de vista y de acuerdo con diversos, autores (cf. Raisz, 1959), se trata de una provincia fisiografica. La, topogratia tiene poco contraste en altitud, resultando asi singular dentro del contexte nacional. Carece de una red fluvial. El escu- rrimiento es casi totalmente subterréneo, lo que ha dado origen a Un gran sistema de formas cérsticas, que incluye los cenotes, poliés y sistemas de cuevas, con incluso cientos de metros de profundidad y decenas de klémetros de longitu. “insttuto de. Geograta, Universidad Nacional Autonoma de México, ‘Ciudad Universitaria, Delegacion Coyoacdn, 04510 DF. Loanterior tiene estrecha relacién con elclimay la actividad tecténica del periodo Cuatemario. En el primer caso, la alternar cia de las épocas de glaciacién y deshielo corresponde a descen- ‘S08 y ascensos del nivel del mar, respectivamente, lo que es mejor ‘conocido para la itima glaciacién que culminé hace aproximada- mente 18,000 aos. La precipitacién pluvial media anual (Vidal-Zepeda, 1989) varia, desde menos de 125 mm en el extremo occidental de la peninsula, hasta més de 1,500 mm en a costa opuesta, incluyen- do ala isla Cozumel. En la mayor parte de la superficie, el valor vva de 800-1,200 mm. La actividad neotecténica vuelve evidente la constitucién ‘geolgica de la peninsula. Las rocas sedimentarias marinas ter Clarias atestiguan un levantamiento gradual, por lo menos desde el Oligoceno. La porcién septentrional de la zona estudiada es. tuna superficie nivelada de poca atitud, elevada sobre el nivel del ‘mar seguramente en el Cuatemario. Por lo mismo, ha estado sujeta @ transgresiones y regresiones. El final del Pleistoceno signifieé un ascenso del nivel del mar, de 130 m segin Emery (1977), que cubrié grandes extensiones de tierras emergidas de la Florida Yucatén. La plataforma continental excepcionaimente ‘ancha—mas de 180 km al occidente de Yucatan—es una eviden- cia de lo expuest, 144 LUGO-HUBP, ACEVES-QUESADA Y ESPINASA-PERERA Figura 1.- Locaizacion de la zona estusiada (en negro) en ta Repubiica Mexicana. Lo anterior es de importancia, porque la evolucién de! relieve, especialmente del karstde la peninsula, esta relacionada Con la neotecténica y las glaciaciones. Los mapas topograticos fen escala pequefia que cubren el teritorio nacional, con curvas de nivel sucesivas de 100, 200 6 500m, representan con fidelidad @l relieve montaioso dominante del pa's, pero resultan pobres para la peninsula de Yucatan, Por ello, se realizé el andlisis del relieve con todos los mapas topograficos de escala 1:50,000 que cubren la peninsula (Figura 3), con el objetivo de obtener una informacién més amplia sobre et relieve, por medio de diversos métodos cartograticos geomorfol6gicos. GEOLOGIA Los estudios geoligicos més detallados de la peninsula de ‘Yucatn son los de Butteriin (1958), Bonet (1963) y Lépez-Ramos. (1975). Figura2.-Geologiadela peninsula de Yucatan tomado de Lépez-Ramos, 1975). C_Cuatemario; N2—Neogeno superior: Phoceno; Ni—Nebgend Inferior: Mocano: Pg2--Paladgeno superior. lgocana, Figura 3.-La zona estudiada divicida en superficie que corresponden les mapas de escala 1:50, 000 que la cubren La plataforma de rocas sedimentarias mesozoicas y ceno- 2zoicas presenta un grosor de incluso mas de 3,500 m, descan- sando sobre un basamento paleozoico. Encima de éste se inicia la columna con rocas jurasicas, reconocidas en el subsuelo profundo de la porcién controseptentrional de Belice (Lépez-Ra- mos, 1975). El Cretacico forma parte de toda la plataforma, en ‘especial con la formacién llamada Evaporitas Yucatan (Lépez- Flamos, op. cit), para la cual e! mismo autor elabor6 los mapas estructural y de isopacas (Figura 4). El espesor de las Evaporitas Yucatan demuestra que éstas tuvieron su origen en dos cuencas principales. La primera, en el ssur de la peninsula y con extension hacia Guatemala, donde el {grosor de mas de 2,000 m refleja un prolongado hundimiento— Subsidencia—que se reduce gradualmente hacia el norte, siendo cl espesor de unos 1,000 m hacia el centro de la peninsula y menor que 500 m en el oriente de la misma, Las isopacas indican un hundimiento mas intenso—basculamiento—de sur a norte en la parte sudoccidental y otro en sentido nororiental en la otra regién de la peninsula. La secuencia de rocas paleogénicas se encuentra en todo «1 subsuslo y consiste principalmente en caliza, arenisca y eva- porita (Lépez-Ramos, op. cit) del Paleoceno y Eoceno. El Oigo- ‘ceno esté ausente, excepto enla parte nororienta (calizay lutita), donde se reconoce a los depésitos marinos del Nedgeno y las coalizas de la Formacién Cariilo Puerto, Durante el Mioceno, fueron depositados los sedimentos calcareos dela Formacién Rio Dulce, en el orente (Estado de Quintana Roo}. Enlas zonas de relieve més alt, las capas cretécicas estén ‘a menor protundidad—500 m—to mismo que en la planicie noro- ‘iental. En las zonas interiores continentales, estos valores au- mentan a 1,000-1,500 m. Es muy probable que estas ltregularidades sean producto de la configuracién de los bloques del basamento, de acuerdo con Lépez-Ramos (1975). La peninsula de Yucatén muestra dos unidades morfologi- ccas principales: la primera esta ubicada en ol norte, y en ella predominan las planicies y las rocas sedimentarias neogénicas; fen el sur, las planicies alteman con lomerios de hasta 400 m s.n.m.m, nrocas sedimentavias oligocénicas. Esta configuracion expresa un levantamiento a partir del Mioceno en la porcién RASGOS GEOMORFOLOGICOS MAYORES DE LA PENINSULA DE YUCATAN, 145; Figura 4.- Protundidad—en metros—del techo de la Formacién Evapontas Yucatan (tomado de Lopez-Ramos, 1975), ‘meridional, mismo que continéa en o!Plocenoy enel Cuatemaria fen direccién al NE- Lo anterior permite suponer que el levanta- mmiento de mayor duracién en la parte meridional estéafectado en mayor grado por una erosion diferencia que origina un relieve do lomas y panies; mientras que en el nore se produce un relieve muy joven de planicies basculadasy, por suconstitucign de rocas muy resistentes, una diseesién en ei subsuelo, contolada por ia fractura de las rocas,resultando un sistema completo de formas cérstcas, La estructura general del relieve de la peninsula tione una relacin estrecha con la estructura geolégica profunéa, aparente- ‘mente constitvida en dos grandes bloques. Lo anterior se preten- de demostrar con la elaboracién de una serie de mapas ‘morfométicos que rflea lo anteriormente expuest. El estudio del relieve se hizo desde los punios de vista morfomético y moroldgice. Para contar con una informacién topograica mas completa, tuerontomados datos delos 165 mapas de escala 1: 50,000 que cubren la peninsula (Fgura 3), los cuales permiteronelaborar mapas tematicos geomorfolegioos, CARACTERISTICAS MORFOMETRICAS. Con el fin de reconocer la relacién posible entre el relieve ya estructura geologica, se elaboré ol mapa de morfoisohipsas, para lo cual se hizo un mapa topogrético de escala 1:2'000,000, ‘con curvas de nivel sucesivas de 10, 20, 50, 100, 150, 200, 250 y 300 m. Posteriormente, se simpliicé el trazo de las curvas de nivel, eliminando los contoros irragulares producidos por la erosion de la superficie, de tal manera que las curvas reflejaran Principalmente la estructura geoldgica (Figura 5). De acuerdo con ‘Atistarkhova y colaboradoras (1970), éstos son los mapas de morfoisohipsas, Plataforma Icontinental ae. a Figura 5 Mapa de mortoisohipsas. Las isolneas representan una ‘goneralzacion de las curvas de nivel. El mapa se elaboré con base en os mapas topagtaficas dol INEGI de eacala 150,000. El mapa muestra dos unidades morfolégicas principales: la primera, en el sur, orientada al norte con ligera desviacién al ‘este; la segunda, en la porcién nororiental de la peninsula, con orientacidn al NE. Esto apoya los conceptos sobre la estructura de la peninsula en dos grandes unidades, que corresponden a dos etapas principales de formacion del relieve, a partir del Mioceno y del Cuatematio. Evidentemente, este método no es de aplicacién universal, pero en la peninsula de Yucatan resulta muy favorable por la juventud del relieve, que expresa las estructuras geoldgicas me- yores. Parattener una informacién complementaria de a altimetri fue elaborado un mapa de alturas méximas, obteniondo en cada uno de los mapas topograticos de escala 1:50,000 la altitud ‘maxima abscluta, misma que se ano en la superficie correspon diente, pero de escala 1:2'000,000. Posteriormento, contand con todos ios datos, se realiz6 el mapa que sintetiza con detalle los cambios de altitud en todo el torttorio (Figura 6). Este mapa ‘muestra, en términos generales, dos zonas de alfitud: una corres- Pondiente a la porcién septentrional, con menos de 50 m: y otra meridional, dehasta 400m, Enestailtima, seapreciaun aumento ‘gradual de la alttud de norte a sur en una clara alineacidn. Este metodo fue aplicado para todo el teritorio nacional (Lugo-Hubp et al, 1990), pero con menor detalle que en este estudio. Tedri- ‘camente, la alttud expresa la intensidad diversa del levantamion- totecténico. Aun cuando se haya producido una fuerte erosion en la porcion meridional, ésta es de tipo diferencial y es poco praba- ble que llegue a eliminar una capa completa de roca con un espesor considerable. 46 (ee ot i Figura 6- Mapa de alturas mximas—valores en'm s.n.m.m. La diferencia maxima de alturas en una superficie determi nada es un parémetro importante en un estudio de este tipo, por fo cual se elabord el mapa de ampltud 0 energia del relieve (Figura 7), también con base en el mapa topograico de escala 4:30,000. Los cambios de alitud extremos tienen relacion con los movimientos neotect6nicos, con la erosion 0 con ambos, lo cual 188 de interés en la zona de estudio, porque en la parte septentric- ral los efectos de la erosién fluvial son minimos y se explica las tiferencias de attud por movimientos de levantamiento de distn- tas magnitudes. Por otro lado, por contar con informacién escasa, infortunadamente no fueron consideradas, para la elaboracion de teste mapa, las profundidades de las depresiones carsticas. En la parte meridional de la peninsula, se conjuga los movimientos verticales que han originado las superfcies més tlovadas, con la erosién que forma depresiones en las zonas de debildad estructural EI mapa de amplitud del relieve proporciona una informa- ccién semejante al anterior y también se elabor6 originalmente para el teritorio nacional (Lugo-Hubp y Aceves-Quesada, 1990). EL KARST De acuerdo con Robles-Ramos (1950), la primera publica cién de importancia sobre el karst de ta peninsula de Yucatan es la de Cole (1910). Por otra parte, Gerstenhauer (1969) llevé a ‘cabo un estudio que comprende una regionalizacién geomorfolo- {gica€ interpretaciones sobre la evolucién del karst; es parte del Sistema hidroldgico de la peninsula, y casi en su totaldad es subterréneo. El origen y la evolucién de las formas cérsticas de la peninsula son todavia problemas no resueltos completamente. La ‘actividad neotecténica (Ne6geno-Cuaternario) y las osciiaciones: del nivel del mar en el Cuaternario son elementos que ayudan a explicar estos problemas. ‘Sin embargo, hay evidencias de que la emersion no es un proceso ininterrumpido. La glaciacion que marca ia etapa final del LUGO-HUBP, ACEVES-QUESADA ESPINASA-PERENA Figura 7.- Mapa de ampltud—o energia—de! relieve. Los valores en Iretios representen dierencias maximas vericales en cada hoja {opogrifiea do 150,000. Pleistoceno en el océano represent6 un descenso de su nivel, en promedio de 110 m, segun Emery (1977). Elfin de a glaciacién, hhace 18,000 aos, pravocé un ascenso del nivel del mar, inun- dando sobre todo las amplias planicies de la costa atlantica, lo cuales claramente observable en Florida y Yucatan. Ademas de To anterior, debe considerarse lainfluencia de la actividad neotec- ténica que ha provocado el levantamiento en forma basculada, ‘de mayor intensidad en el sur, lo que origina sistemas de fractura ‘orientados al norte y al noreste (Figura 6). La estructura geolégica de la supericie y el subsuelo, demuestra que la plataforma que consiituye la peninsula actual inicio su emersién sobre el nivel del mar durante el Oligoceno y Miocene en la porcién meridional. El resto selevant6 gradualmen- te.a partir del Plioceno, y en el Cuatemario el ascenso continu al norte y hacia la periferia, ‘Aparentemente, e karstse ha presentado en elreleve poco tiempo después que los sedimentos marinos se elevan, constitu: yyendo la tera fie. El desarrollo de la peninsula, desde el Mioceno hasta nuestros dias, permite suponer que la porcién ‘meridional ue, en ese perfodo, semejante alaplanicie septentrio- ‘hal actual, por lo cual es probable que el karst se haya iniciado ‘con dolinas. Ena medida que se produce el ascenso continental, elrelieve pasa planicies onduladasyy, finalmente, alomerfos. En esta iiltima etapa, los movimientos verticales contibuyen a la fractura, favorecen el desarrollo ulterior dol karstsubterraneo y se inerementa la disolucién de a roca en la superficie, en forma diferencial. ‘Gerstenhauer (1969) considera que en la peninsula hubo | dos etapas de generacién del karst una antigua, paleogénica, en luna superficie elevada, con formas propias de cima tropical {conos cérsticos); otra joven, en la planicie, de hasta 25 6 30 m de altura. El mismo autor considera que las formas carsticas tuvieron su origen por un ascenso gradual de las aguas subterré rneas de hasta 20-100 m. Esta consideracisn corresponde con él [RASGOS GEOMORFOLOGIOOS MAYORES DE LA PENINSULA DE YUCATAN “7 ea oe ca Plataforma continental Figura 8 Lineamientos principales determinados por dstintosrasgos del relieve. 1—dolinas; 2—valles cérsticos; 3—lomerios; 4—laderas; ‘S—escarpes; 6—inea de costa, relieve que, asimismo, se puede clasificar en joven y antiguo; aunque este Ultimo haya iniciado su desarrollo posiblemente ‘durante el Mioceno, adquirié su aspecto actual en el Cuaternario. Las rupturas de las rocas—fisuras, fracturas, falas y dia- ‘lasas—son los elementos que controlan la posiciin de las for- mas carsticas, sobre todo las subterraneas, ya que en ellas se produce la disolucién con mayor intensidad. El ipo de karst que '5e desarrolle dependera, fundamentalmente, de otros factores ltol6gico-estructurales, como el espesor de las capas, la inclina ‘én y la composicion mineral6gica, ademas de las condiciones, ‘geohidrol6gicas y climaticas. En la zona de aeracin—vadose zone—las cavernas for madas por disolucin y erosi6n mecénica presentan un desarrollo principalmente vertical y estan controladas por las fracturas ma- yores. Debajo dol nivel fredtico, las cavernas se forman casi exclusivamente por disolucién y, dependiendo de la densidad de las fisuras, son profundas cuando ésta es bala, y viceversa (Ford, 1971; Ford y Ewers, 1978; Ford y Williams, 1889). Aparentemente, la mayorfa de las formas cérsticas subte- rréneas de la peninsula se ha formado en el nivel fretico. Todas las cuevas de la sierita de Ticul, asi como las conocidas en la planicie de! norte—con excepcién de algunos cenotes muy pro- fundos—se han desarrollado en sentido horizontal, muy cerca del nivel freatico, En todos los casos, se trata de cavidades que aprovechan los pianos de estratficacién de las rocas. Los siste- ‘mag de cuevas profundas, generalmente inundadas, deben co- responder al desarrollo cérstico mas antiguo, y el hecho de ‘encontrarse cubiertas por agua pudiora explicarse por el ascenso del nivel del mar que s@ inicié a finales del Pleistoceno. Sin ‘embargo, debe tenerse en cuenta que, por tratarse de formas antiguas del relieve, pudieran ser heredadas y haberse formado ‘urante ol Cuaternario o antes. También, hipotéticamente, puede ‘considerarse que una parte del karst se haya formado debajo del nivel del mar actual durante la ultima glaciacién, oincluso durante las anteriores que ocurrieron en el Pleistoceno. En el caso de un descenso del nivel del mar, se favorece la formacin de estalagmitas; posteriormente, las cavidades se inundan al fin de la glaciacion (Lazcano-Sahagin, 1986; Lazca- ‘no-Sahagun y Basteris, 1987; Coke, 1988). Las estalagmitas no indiean, entonces, que dichas cavemas hayan sido formadas tencima del nivel freatico, como sugieren Gaona-Vizcayno y cola- boradores (1980), ‘White (1988) y Ford y Willams (1989) consideran que los, ‘camblos en el nivel freatico producen el colapso del techo de las ccavidades al eliminar el soporte ejercido por el agua. Si éstas estén cerca de la superficie, como sucede en la peninsula de ‘Yucatan, el colapso crea comunicacién con el subsuelo. Sie! nivel {reatico esta encima de las galerias 0 se eleva hasta ellas por un ‘ascenso del nivel del mar, se forma un cenote tipico; por otra parte, cuando las galerias Se secan, ee trata de una cueva. En ol primer caso, se tiene el ejemplo del cenote Sac-Actzn (Coke, 11988) y en 0} segundo, la caverna Aktzn Kaua y otras descitas or Redell (1977). Eltérmino “cenote"—del maya dzoanot, que significa hoyo en ol suelo—se aplica a cualquier salén inundado que contenga ‘agua; es la forma tipica del karst del norte dela peninsula. Desde el punto de vista geomorfolégico, la palabra cenote debe reser- varse para las cavidades vertcales de dimensiones grandes 0 pequenas, de paredes en forma de campana, verticales 0 igor ‘mente incinadas, que desembocan en un acuifero. Hay cenotes de poca profundidad que generalmente comunican con galerias horizontales, parcial o totalmente inundadas; mientras que otros son grandes chimeneas verticales, nundadas, en ocasiones con ‘mas de 100 m de protundidad, Queda por explicar el origen de los cenotes muy profundos, con mas de 100 m, especialmente abundantes en los alrededores de Valladolid, en el norte del Estado de Yucatan. De acuerdo con White (1988), a disolucién de evaporitas| puede realizarse en los planos de estratficacién, aun cuando a ‘capa superior sea considerablemente gruesa. De esto, resultan dolinas de hundimiento cuando es areal, y de chimeneas de ‘colapso cuando es puntual. Ford y Willams (1989) describieron ‘esas titimas con didmetros de 1 a 1,000 m y hasta con 500 m de profundidad, con relleno del material colapsado. Enia regién de Valladolid, Lope2-Ramos (1975) mencioné laexistencia de un minimo gravimétrico que pudiora corresponder ‘a una serie de pequefios cuerpos diapiticos de las Evaporitas ‘Yucatan, que se introducen en las rocas carbonatadas terciarias. Esta zona corresponde con una zona de alta densidad de cenotes ‘profundos. Por otro lado, Villasuso (in Lazcano-Sahagun, 1985) report la presencia de iones sulfato y dcido sulthidrico disueltos ‘en el agua mas profunda del cenote Xkolac. Es posible que estos conotes se hayan originado como, ‘chimeneas de colapso encima de grandes espacios vacios, crea- {dos por la disolucién de las porciones mas someras de diapiros. ‘de anhidrita, Los materiales producidos por el colapso—caliza— pueden ser disueltos posteriormente, gracias a la presencia de Acido sultirico, causado por la disolucion de la anhicrita, por los Acidos carbénico y sulfhidrico, producto de la descomposicion en Condiciones euxinicas de la materia organica que cae al fondo al morirlos organismos que habitan las partes més superficiales del cenote (Gaona-Vizcayno et a, 1980) y a la mayor superficie que presentan estos fragmentos a ia disolucion respecto a la roca sin alteracion, Los cenotes estén represeftados por miles én ta peninsula, y ante la imposibilidad de hacerlo en escala de milones, se Considers conveniente expresarios por zonas, de acuerdo con luna cuantiieacién en tres categorias (Figura 9). Las concentra- clones mayores estan localizadas al norte. 148 [LUGO-HUBP, ACEVES-QUESADA V ESPINASA-PERENA ” opr oe - ” a Plataforma continental Figura 9. Formas carstioas y concentracién de dotinas en 1,000 km 15100; 250-100; 3 <50, EL RELIEVE DE LA PENINSULA El estudio general del relieve de la peninsula de Yucatéin tiene su mejor antecedente en dos publicaciones de Robles-Ra- ‘mos (1950, 1958). En la primera, este autor reconace tres zonas rmorfoldgicas, mientras que en’la segunda nueve; en ambos studios, hay informacién sobre morfologia, geologia y karst. En tn estudio posterior, Wilson (1980) hizo una zonificacién geomor- foldgica—distits fisiogréficos—basada fundamentalmente en las formas dominantes del reliove en superfcies amplias; econo- i6 14cistritos, aunque para una regién considerablemente mayor que abarca Belice y parte de Guatemala y de los estados de Chiapas y Tabasco, no incluidos en este articulo. Por su parte, uch (1988) elaboré un amplio y detallado estuaio fsico-geogré- fico del Estado de Yucatan. Con base on la morfologia superficial dela peninsula y de la altura sobre el nivel del mar, se elabor6 un mapa geomorfol6- ico de escala muy pequefia (Figura 10). Los cfterios aplicados tienen relacién con las edades relativas del relieve; es decir, as porciones mas bajas y planas son las més jévenes, mientras que fag mas antiguas corresponden a las mas elevadas y de mayor contraste en alitud (amplitud o energia del relieve). Las formas cesta vatian de una zona a otra, estando presentes en toda la peninsula (Espinasa-Perefia, 1990, 19906). En el norte y noroeste de Yucatan, en la estrecha planicie dde acumulacion marina y en el Itoral, dominan los manantiales y las resurgencias, en general pequeras. Representan el proceso dde descarga del agua submarina hacia ol mar, misma que se ha calculado en aproximadamente 8,6 millones de metros cubicos por kilémetro de costa cada arto, de acuerdo con Lazcano-Saha- ‘gan (1986). Laporcién noroccidental de la peninsula, donde predomina laplanicie con menos de 10 m de alttud, presenta pocas eviden- clas de un relieve carstico, reducido a lapiaz, del tipo de tinalas y algunos cenotes de boca ancha, con nivel somero del agua. Hay cuevas pequetias de origen frestico que culminan en sifones a Plataforma Figura 10.- Mortologia de la peninsula de Yuoatén, 1—Ptanicle de ‘acumulacicn mana, forada principalmente en el Holocano, Plan ‘estructurales: 2—casihovzonial, de hasta 10 m de aitud, marginal ala ‘costa; 2—casl horizontal, do 10-20 m de alivd: 4—casi horizontal, en localades con lomerios, ait de 20-50 mn; 5—planice con lomeris, marginal ala costa, elevaca, 10-50 m, 6—plaricies ylomerios con alttud {d9. 50-100 m, Lomerios: 7—menores, e100 a 200 m ce alitud; ‘8 -mayores, de 200 a 350 m do aliud. Dindmiea dela linea de costa: ‘9envetrocesohaciaelcontinent, por sumersiéno por ascenso denivel «el mar; 10—avance hacia el mar por emersion y/o por acumlacién \ettaica: 11—avance hacia el mar por depdstos itorales; 12—neutal 0 no diferenciada; 13—Procesos dominantes en la costa: A ‘2curulacién; AA, acumulacéa y abrasion (erosion marina) E,erosi. unos 10 m de profundidad. En apariencia, el desarrollo cérstico ‘escaso se debe a cuatfo factores: (a) poca preciptacién; (b) relieve muy joven (Cuaternario); (c) débil contraste (Figura 7): y (d) una estructura geol6gica que consiste en caliza dispuesta en estratos delgados. En la planicie nororiental, con una altitud de 10 a 50 m, el relieve carstico tiene un desarrollo amplio, sobre todo con ceno- tes, hoyas y aguadas. Se hace referencia con estos términos a 262. Lazcane-Sehagin, Carlos, 1985, The deep cenotes: Association for Mexican Cave Studies, Actviios Newslter, nim. 15, p. 7.75 1086, Tres abismos nundados de Yucatan: Mexico Desconacido (México, DF), num. 108, p. 6-8. 1986, Los manantials dela costa de Yucatan: México Descono- cid (México, DF), dm. 112, p, $2-55. 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