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Cousccios Fueuo0 Lacan Erik Porge Dinigida por Roberto Harari TRANSMITIR LA CLINICA PSICOANALITICA Freud, Lacan, hoy Ediciones Nueva Vision Buenos Aires Porge. Erk “Transmii le einiea psicoanaites. Froud, Las Busnos Aes: Nuova Vision, 2009, 240 ps 20x13 om. (Feeud® Lacan, degida por Roberto Haran) oy 1a ‘Taduccion da Viviana Ackerman LSB, 978.950-602:559.9 1. Pelcaandis |. Ackerman, Viana (rad) I. Tito Goo 180.198 ‘Titulo del original en francés Transmettre ta clinique psychanalytique, Freud, Lacan, aujourd’ hus Point Hors Ligne © ditions érde 2005 ‘Traduecidn de Viviana Ackerman ‘ods reprodiuccién total o parcial de esta obra por cualquier sistema ineluyenda el ftoeopise fo que no haya sido expressiiente autorieada por el editor eonststuye sna infraceiin Toe erochos dol autor y sera repeimsas con panas ehasta seve anosdeprisin artcula G2 de laloy 11.725 y areiculo 172 del Codigo Penal Nueva Visiéa SAIC, Tusumén 3748, 1189) © 2007 por Edicion Buenos Aires. Repablion Argentina, Queda hecho el depocito que mates la ley 11.723. Impreso en In Argentina / Printed in Argentine AGRADECIMIENTOS Agradezco a todos los participantes del seminavio “Cus Jes son los limites de la clinica psicoanalitiea”™” que tuvo lugar entre 2002 y 2004 en La lettre lacanienne, ine éeole de la psychanalyse, cuya presencia ¥ cuyas inberveneiones me han alentado @ escribir este bro. Agradezeo tambien a Sopine Aouillé, a Anne-Marie Braud, « Rainier Lanselle, a Sophie Pierre, a Michel Plon, a Simone Wiener por haber acepiado leor algunos eapituios y por haberme comuniea- do Sus observaciones INTRODUCCION Se ha comprobado que el pricoanslisis eonsigue resulta- dios terapeuticos. Lo que queda pendiente es establecer la ‘manera como To logra Freud y después Lacan han subrayado que la cura venta por afadidura, Bsto quiere decir que puede products, Dero por ora wns qu ay gue apustarian dieetarnte Sina mejora sintomitca: por vias que imphiean desvios, ‘que abordan enn prudencia Ta cura pues no ex necesatia mente lo que el sujeta pide (dado que Ta cura de un sintoma puede precipitar also mas grave), que ao Ayan por adelan- tado ‘un objetivo, que insiauran una suspension de la espuesia a la demanda, Buade pensarse que ti el psicoandliss consigue cures por otras was que la psteoterapia, la psiguiatriay la magia. st ie orga ala. cura un estatula mas “personal” es porque desde e principio y en el transeurso de su ejereicio procede a establerer clerlas coordenadas elinieas diferentes yhget se #8 el puta crucial gue motive el presente Por de pronto, hay que ponerse de acuerdo en lo que se sienomina sintomna yen el metodo para ealifcanio para qa luego la palabra ‘cura’ tenga algtin sentido. La constitu. cign de una verdadera clinica psicoanalitica espectiia es ung de lot mayores desaffos del psicoandliss. Br Ia actualidad se empieza a'cobrar conciencia de ta importancia de expaner la espeeifieidad de 1a elinien psicoanalitica » de dar eucnta de ella. Lamentablemen beta buena valuntad caruce de metodo y por ella toma Fientaciones que podrian resultar coniraproducentes En lugar de teatar de definir nuevas patologias, habria que interrogarse sobre las nuevas demandas y afinar lo tibiearidn de Tos elementos de la estructura, Asisbimos a especializaciones que toman par objetivo un sintoma, una edad: el psicoanalisis del adoleseente, del autismo, del ducia . lo cul eulmina en ana fragmentacién de Ia clinica y, por lo tanto, en un abandana de su voesetor general clinica” y estructural En Iigar de reconacer Is division del sujeto en sus diferentes estructuras, se mul: Uiplican supuestas nuevas. patologias. El ejemplo de la personalidades amiltiples” que reemplaza a la histeria es caracteriaticn, pera estan tarbién los estadas Kimites, 1a hiperactividad... Todo esto favorece quia los intereses de readaptacion social de’ instituciones especializadas garantiza los beneficios de las compafiae dle seguros y brinda grandes ganancias a los laboratorios que inventan patologias como caartada para la venta de medieamento (es la que ocurre, por ejemplo, von la ritalina para la hiper- actividad), pero no contribuye demasiado al avance del psicoandlisis, Dicha nuova patologia no sucle ser tan nuova como parece cuando ee la examina de cerca, o entonces corres: ponde 2 los limites dle los diagnésticos que siempre han existide, Mas que de nuevas patalogias, se trata de nuevos estados o tiempos de In demanda, que hay que situar ex relacién con ideologias. Hacer de ellos nuevas patologias pone de manifiesto una necesidad de nosografia que queda Inscripta en la tradiesn psiquidtrica en el momento en gue, justamento, esta ullima se est derrumbando, en par Hoular con lee alaques brutales del DSM" en eonsectien- “Bneloviginal generale que sgrlien"clinco”yconlienela desde va generaiidad IN se In) ae ebinansticant Sttstcat Momunof ental Diordersen ingle ela TT Gia, se trata mas bien de un intenta de ios psicoanalistas de salvar a la psiquiatria, Io cual no es condenable en sf mismo. El problema es que dicho intanto deja intacta la cuestion de una clinica snalitica especifica En Jo que atarte a la existencia de una “nueva economia psiquica’, en la cual creen algunos psicoanalistas, suscti- bimos a la hipstesis que Ia preside, es decir que "ia orga: hizacién colectiva puede modificar la estructura psiquica de los sujetos”, Pero, para ser operativo, un enunciado tan, general exige precisiones, salvo que se caige nuevamens te en el holismo sociologica. En particular, cabe aclaray. la validex de los términos “individuo" y “colectivo® y sabre todo su articulacién. Ahora bien, las mis de las veces no se Supera el nivel poco explicito de una “resonaneia”, de un “ee0", de una “correspondencia", de un “redoblamiento", inclaso de una *misma estructura”; gpero cual, jastamton. te? La nocion de “nueva economia peiquica” impulsa la correspondencia del individuo con ef colectivo al extreme, v8 que “homogeneiza” la economia psiquica con la ecaro: ‘mia de mercado. Bsta respuesta plantes mas cuestiones de las que resuelve. Qué sucede con Ia estructura desde al punto de vista econdmico? Esta nueva economia, ces tn Siscurso? {Cusl? Si es equivalente a “la ideologia de la economia de mereado", {como ne confundir le ideologia y el diseurso del sujeto que se confronta con ella? Lae nexign de la economia mereantil y pulsional” es una ilu sidn efectivamente producida por el discurso capitalista, ‘Tomaria como una realidad efectivizada en un individuo, ino fs acaso rechazar al sujeto? La eseritura de log cuatro dis, cursos organizada por Lacan es la inversa de una articula: cidn de Io individual y lo eolective que integra al sujeto dividido, sobre todo porque ningiin disewrso funciona sin, articulaciones con los otros tres, lo cual no es el caso del discurso de la nueva economia, que tiene sana pretensién al ‘menas globalizante, cuando no hegeménica "Dany-ttobert Dur, Lor de ture len tes, Paris, Deno, 2003, Lo esencial de muestra critica de las pretendidas mucvas atologias radica en el método o mas bien en la ausencia, de metodo con el cual se establocen, sv presentan, se inter pretan, se transmiten Ios heels elinicos, No hay hecho clinico'espontaneo, “los hechos dependen siempre de la rred con la que ge los atrapa”? ‘Sin querer edificar un muro entre peicoterapia y psicoande Hisis, hay que reconocer que una “red! psicoterapéutica no va 4 engendrar la misma eliniea que una “ed” psicoanalitiea La psicoterapia -es su mérito pero tambien su limite, tione un aleance adaptativo, segiin una finalidad {jada (ineluso preseripta) de antemano. No dispone de una doc. trina suficiente como para superar wna mejoria sintoma. tica a veces pasajera y sostener la posicién del sujeta deseante mas alla de la demanda, No se trata da desva. loriear a la psicoterapia y sus efectos, sino de plantear gue hay una diferencia fundamental incluso en fa inane ra de situar los sintomas y en el valor que se les eoniier en cada una de las opciones: no gerd lo mismo devidir por adelantado y tener ante si una opeisn psicoterapeutice © tuna opeion psicoanalitica Asimilar el psicoanalisis a una psicoterapia seria, ade- mis, reducit I cuestion de la formacion del analisea al ‘modelo de una formacién profesional que se conformaria con recotas térnicas, morales y de comportamiento combi. nadas con un eclecticisme psteologico de buena ley. Desde el surgimiento del psicoandlisis, los psieoanalistas no han Gejado de reflexionar y de debatir, en inoumerables publi- «ationes v eoloquios, hasta la escisin, euestiones relativas la formacién del psicoanalista, al punto que la euestion, en su agudeza, es parte de la formacién del psicoanalista, ia £ Povohotogie clinique, nt 17, "Quies-ce qu'un fat clinique?” bao I sivecein de Stephane Thibserge, Christin Holfinan. Oliher Doras Pari. U/Harmattan, veranede 2008 Vase ambien Paul Berehene coe rugue paychintrigue, clinique payehanntytgue Paste, Hiarmattan 3005 P67, para su critics del pretend atecanie el bth ares o behaviorismel,y Jenn-Frangois Courier, “A propos ul Essevns 15, Toulouse, Brés, 2005, que también mucste su escaoe sented. uull hu de ser entondida, en eansecuencia, en el sentido de Farmacién del meonsciente. Una formacién impuesta sobre tcl inodelo de le formacién profesional, que da @ priori fespuestas y que puede ser evaluuada segtin eriterios ajenos ‘Al pstcoanalsis, por lo tanta segain una metodologia falseada, po tendeia ningzin sentido, "EI amalgama del peicoandlisis y la psivoterapia de hecho os daaino para amboe: en él el psigoandlisis pierde su alma y Is pateoterapia (al menos algunas de ellas) pierde una forma degarantia externa, Esto los vuelve mas valnerables frente al diseursa que predica soluciones individuales psiquicas Frente al malestar en Ja eullura, un diseurso que, en nombre ile referencias cientifieas, pragmaticas, adaptativas, instax- a Uns reglamentacign de Ia atencisn psiquica, evaludndola Seguin etiterios propins de Ia economia de mereado que trans- Torman a les pacientes en “usuarios” de Ia salud. La formula que se ha impuesto entre nosotros es que la espreifictdad de la eliniea anolitica, del establecimienta de ln hecho elinico psicoanalitico, de una verdadera nueva lnniea, reside en ef rastodo de su transmistén. Se trata de encontrar ef laze adecuado entre la elinica y lo que se transite de ella El metodo constituye ese lazo. Partimos de la hipdtesis, que debe ser verifieada, de que oxiste una clinica analitica y de que existe su transmisién, "Qué 3 la clinica psicoanalitiea? ~se preguntaba La. can. No es complicade. Tiene una base. Es lo que se dice en un psicoandlisis. [...] La clinica es lo real en tanto im- posible de soportar.”* ‘La referencia a lo real guiaré nuestros pasos, Puede hacerse la lista de ana multiplicidad de vias de transmision: por el analizante, dentro y fuers de la eura, pat los controles... y por las publicaciones de los analistas Esta es la via euyo examen he de privilegiar ‘Tradicionalmente, la referencia clinica, en las publica Incques Lacan, “Duvestute de Ia gession clinique”, Orsone?, n° 9, Parte WS 10 eiones, puede tomar varios rostros: fa etiqueta clinica, La extraccion de constantes a paviir de varias curas o incluso Pl relate de easo de wna eura en su camjunta (lo cual supen gue haya lerminado, problema que no es trivial). Esta l- tima modalidad ha jugade can Freud un rol fundador para el psicoandlisis, prosentandase como garante del laze de lps terminos de su tripods que define el psicoandlisis de 1923: método terapentico, métoda de investigacion octrina.# Sin embargo, como la veremos, en la actualided este no puede renovarse idénticaments, intre los prablomas planteados por la transmision de 1a slinica paicoanalitiea desde Froud, esta el del pasaje de la d mension individual, privada, de Ia cura, a la colectiva de to que 36 ha vuelto publica. ,Como hacer para no desviar la IRabilidad micial. apropiarseia, inelusa demunciarla trans tiéndola? {Cémo hacer para yue el pasaje de lo privado a lo pAblico ne refueree la vieja apasieisn individual / eoloetivo” {Come ineluir al lector en la transmision y no ponerlo en posicida de apéndice, de sobrante? Hs necesario que de alguna manera existe, va ampheado cn la habilidad ind ual, un mas alla de lo colecuivo, segin modalidades atin no definidas. En la transmisién de la clinica psicoanalitiea, hay que contar con lo que se transmite, ol hecho elinico 0 supues: tamente tal, y ean el media de transmitivlo, Por atra parte. apodria ser considierade cory hecho establecide si no fae ta transmisible? Es posible focalizar Ia manera de transmitir ¥ hacor de ésta un objeto de estudio, incluso teniendo en cuenta los aspectos mas matenales de esta transmision: paginaciin caracteres tipograficos. tapas, formato, referencias biblio: frifieas, ilustraciones... El medio do transmitir forma parte de lo que se transmite, y a veces es difiel distinguir uno del otro; acta en el lector, a tal punto que, con frecuencia, el medio de transmision, el soporte del mensaje, es el mensaje * Joan-Frangate Chiamtaretn, Lierture de caw ches Freud, Vari, Aner, 1990 u Bl medio de transmit determina la comprensién de lo ‘que se transmite y cede el paso a mensajes imnplicitos, por ejemplo sobre To que sucede con una oposicién entre teoria y'praetiea, ¢ entre lo individual y lo colectivo. Algunas pr Sentaciones de vinetas clinieas’ muchas veces no tienen mas objetivo que afirmar la existeneia de estas oposicio- hes sin tener que justificar su articulacion, Primera examinaremos eémy Freud se ha confrontado ‘con la cuestion de la transmision de la clinica y con el modo como ls resolvi6 por la puesta en relato del caso, privile- fiando la verdad por sobre la exactitud. Entonces tropezé ton eontradieciones en la relacion entre la verdad y el Saber Su recorrido constituye, con todo, un primer des- plazamiento de la oposicién entre la teoria y la préctica. ‘Siguiendo el hilo de Freud, Lacan ha encontrado una soluciin para los atalladeros del padre del psicoanstisis: no pablicar casos (fuera de su tesis de psiquiatria) sino poner el acento en el estilo. Esto nes impulsaré a explicitar las relaciones entre La verdad, el saber y lo real del sexo tales como Lacan las hha planteado. De ello resulta que la referencia freudiana a los modelas espaciales del inconsciente (primera y se- gunda t6pica) es sustituida por la invencion de una nueva eeeritura que, por otro lado, proviene del signifieante. Esta es una de las leceiones de Ia ensenanza de Lacan: mas que multiplicar nuevas patologias, cabe desarrollar las consecuencins clinicas de esta nueva escritura, incluso de otras por venir. ‘La eseritura que propone Lacan contribuye a la supera- cign tanta de la oposicién filoséfica entre teoria y practica “Ganina en este sentido, inhibitaria, que hace creer que la ‘tworia deberia ser “aplicada”~ como de la de Ta oposicién entre lo individual y lo colectivo. Bsta superacién fue inaugurada por Freud. por otras vias que las de la socio logia, y Lacan dio un paso suplementario al elevar el es + Acerca del uso dela viteta, véase Guy-Féix Duportail"Pendtre sur ‘oure's Caters pour une ool. 12, La letere lacsnenne, 2008. 2 quema freudiano de la hipnoais a la dignidad de wn algo: ritmo, abriendo la via a una clinica del no-todo ‘Presentaremos algunos abordajes que nos hardin con. clair que la intransmisibilidad esta en el corazon del deseo de transmitir no como inefable perdido en las are: rnas sino como umbral de la invencion 13 1 EL RELATO DE CASO EN FREUD Segiin una idea simple, transmitir la realidad de la experien- ia clinica en psicoandlisis podria tomar la forma de un primer tiempo que consistiria en una toma de apuntes Gurante las sesiones para luego extraer de ellos un informe comunieable. Es esta practiea, preeisamente, In que Frewd reluta y desaconseja, en multiples ccasiones, especialmente fen “Consejos al médico en el tratamiento psicoanalitica™® ‘Tomar notas durante la sesin con el paciente se podria jas- bier poraldesgntadgconvotrelcasotracndpentena dena publicaciincientiica. En prep, no slo podria prohibit. No Dbstante, se debe tener en cuenta que ungs protocols exacts ‘oun historial clinic anatiticerinden menos de lo que se espe seri de ellos, Bn gro allenan con esa paeuoexacitd de la que tantos ejemplos Hamativos nos ofrece Ia psiquiatiia “motlarna™ Por lo general, son fatigosos para el lector y no consiguen sustituirle su presencia on el ausisis Freud aporta numerosos argumentos contra la toma de apuntes durante las sesiones. Amén de los mencionados mds simiba, considera que es desagradable para el enfermo, ¥ que "Sigmund Froud, "Conseils aus médecine” (1912), en Le fcnigns psehnatytigus, Paris, our, 1961 [Consejos al mica sabre el tata: Intenis peteosnaitten"en.6. C, Amorvorta ely Buenos ites, 1976.1 P. 1). Vease tambien Los promuers pychacalystas™ Minutes dele tts paychanalstrque de Vienna, Path, Galligan, 1918.24 4 cl analista, al hacerlo, despordicia una parte de su achvidad intelectual en lugar de prestarse a “la ateneisn flotante’ (gleighsehivobence Aufinerkambeit, os decir, de igual nivel © fambien planeante), La precision que se consigue mediante teste tipo de estenografia es de orden “psiquiateieo", afirms. ¥y, por sllime, no lene valor demostrativo. La transmisién de In verdad: ficeién y divisién del sujeto Muy pronto se pone de manifiesto que la exactitud, a Ta que no rechaza en s{ misma, es sustituida por Freud por otra nocidn, la de verdad o de verasidad, punto en el auc zo variara. A partir de la primera publieacién de su "Prag- mento de andlisis de un easo de historia (caso ‘Dora cuyo verdadero nombre era Ida Bauer, en 1905, empieza por entinctar: "En euanto al historial elinico mismo, lo re dacté sélo después de coneluida la cura apoysindome ex ri memoria, cuando atin tenia su recuerdo fresco y avivado por el interés de la publicacién. Por ello el registro no es absolutamente ~fonograficamente— fiel, pero puede recla- mar una gran confiabilidad (Verlasslichke” El analisis es una experiencia de palabra, discontinua, con efectos ligades al tiempo, a la antieipacién, al aprés-coup. con distancias entre el enunciads y la enunciacién, con intervenciones del analista.... Una estenografia lineal, cronoligica, no daria cuenta de los efectos de verdad que se producen en el sujeto. Tal os Ja dificultad del analista. Si quiere permanecet en Ia verdad de su experiencia, no puede confiar on la exaetitud de una toma de apuntes. Ademas, se sabe de los multiples problemas de interpre: tacién que plantean las transcripcianes, de seminarios 0 de presentaciones de enfermos, por ejemplo + Sigmund Freud, “Pragmant dune analyse dhystere™,Cing pavcho: natssee, Pavia, nr, 1967. 4. [*Beaginents de amare de wm eave de histenaDoras0'.t-c1 p98} En su primer diseurso de Roma, en 1953, Lavan retoms por su coenta la distincién entre la exactitud y la verdad, y la ilustra por medio de un ejemplo extraido det analisié de quien los analistas, desde Freud (pero nunca el propio Breud, contrariamente a lo que puede hacer ereer la tradue- son en franeés de los Cing psychanalyses), Laman “el hom- bre de las ratas’, euyo verdadero nombre era Ernst Lanzer, Froud va hasta tomarce lihertades eon Ia exactitud de los hhechos, cuando e trata de aleanzar la verdad del sujato. En tun momento, pereibe el papel determinante que desempenc la propuesta de matrimonio presentada al sujoto por su matire en el origen de la fase actual de su neurosis. Tiene, Sdemas, a iluminscién de esto, como lo hemos demostrads en nuestro seminar, en virtud de su experiencia personal ‘Noobstante,no vacla en intorprotar para ol sujeto su efecto como el de-una prohibieign impuesta por su padre difunto ontta sa relacign con la dama desus pensamientos. Esta no ts edlo metersalmente inexacto, La es tantiien, peicoldgien mente, pues laaccion eastradoradel padre, que Preudafima Aquiesn una insistencia que podria juzgarse sistematica, no esompené eneste caso sino un papel de sogundo plano, Pero Ja percopeidn de la relacién dialectica es tan justa que la interpretaciin de Freud expresada en este momento desen tadena el levantamienta decisivo de los simbolos mortifores ‘ue ligan narcsistamente al sujeto a la ver con su padre ‘huertey con ia dama ldealizada, ya que sus dosimagenes se ostionen, en una equivalencia caracteristiea del bsesivo, 13 tuna por agresividad fantasiosa qual perpetia.la otrapor el fulto mortiicante que la transforma en idolo Freud, en este caso, hace emerger la verdad del sintoma por medio de una interpretacién que no se justifica por la fexactitud de los hechos objetivas. {Bs por ello que la verdad se opane a la exactitud? No se puede legar a semejante afirmacion, En el easo del “hombre de las ratas”, Freud tenia lun conocimiento exaeto y literal de los diehos de’su analizan- * Jnonuee Lacan, Eefte, Paria, Le Seuil, 2086, p. 202. (Beritos, Sigla ss, Buono Aires, 1990, 1, p90) 16 te, pero no los interpreta en funcién de la psicologia ni de la stricta correspondenecia von los hechos. La verdad product- da tiene otra exactitud, surgida al comienzo, Llegamos asi al descubrimiento de Freud en el campo abierta por la psiquiatria. Asi como existen rodeos en el aandlisis para que la verdad se abra un camino, es necesario tun rodeo para que esa misma verdad pueda transmitirse ‘asin publieo, amplioo restringido. Bste rodeo se llama: pues ta en relato, Hace una seleccién del material, reordena su igposicién y su cronologia, es decir procede & deformacio- res que restituyen le temporalidad del develamiento de la verdad. “La verdad no sale'a la superficie sino en el universo de la ficcién y se sustrae al expediente naturalista del fragmento de Vida y del registro sincronico. Freud debe me- ditse oon su propia habilidad de exposicién, con sus dates de escritor....° De entrada, en el informe de su experienia tliniea nécesario para hacer reconocer la dignidad cientifica {el psicoanalisis, Freud tuvo que hacerse novelista. No sin ‘sorpresa descubre Io que le remiten sus contemporancos: ‘Al gual que otros neurdlogos, me acostumbré a referieme a ioe diagndstios locales y seatablecer prondstices whlrzando Ia eleetroterapis. Por eso me extrafia mucho comprobar que ‘is observacionss de enfermos se lean eonio novelas (Nove lion que no lleven, por asi decir el selio dela seriedad pro: pia de los eseritos eruitos. Me eonsuelo diciendome questo stado de cosas evidentemente es atriuible al naturaleza ‘niema del tema tratado j no a.m eleccién personal." La afirmacién de que sus obsorvaciones se leen como novelas, 9 nouvelles. encuentra su ilustracion en el ugar mismo donde comunica su sorpresa, es decir su relato del * Mario Lavagetto, Freud @ Uipoque de io etéracure, Pars, Le Sei, 2002, 227 Wi Sgmund Freud y Joseph Breuer, Etudes aur Phystérie (1695), Pari, fur, 1967, p 127 Betas som le palabras con las qoe se abr in epierie fel casoBisabeth von R- Cuando oe sabe, porotma parte. que Preus ha ‘Sultesoel seeming slemanronan (en “roman femal tnovela fens Srnovelahiatorcay lnteaduceon de Nouvellenpor*nouvallasseancas Serta maa sptopinda, (En enstellano se ha tomado el vocablo frances, u caso llamado "Elisabeth von R.* (llona Weiss!) en Bstu: duos sobre la hesteria En el caso de “Catalina” (Aurelia Ohm), por ejemplo, también ineluida en Estudios sobre la histeria, une joven a Ja que Froud conoce en una exeursién en la montaria yen la cual reconstituye una escena de abuso sexual por el padre, se encuentran los rasgos de los cuentas natiralis- las de'la segunda mitad del siglo xtx, comparables a los de Maupassant. De wna manera general, “Ias historias de esos enfermos, lyanseriptas en un estilo noveleseo, contribuyen a dar vi- da a figuras lemeninas parceidas a las que deseribe Gus- lave Flaubert (1821-1880) u Honoré de Blazae (1799 1850)". Lacan no duda, por su lado, en afirmar que la abserva- ign de Dora “alza este texto” al “tono de una Princesse de Cleves presa de una mordaza infernal”. Por este elogio, subraya la presencia de Freud en el texto que redacta, haciéndolo vibrar con un “estremecimiento”, La noveliza ion, si se nos permite Ia expresion, de Ia observacion de Dora por Freud, constituye una manera particular de in- cluirse, é1, en el caso. Ya se ha destacado al respecto la complejidad de los lugares enunciativas hacia su discurso que el autor ocupa en un relato™ sujeto de Ia enunciacién, del enunciado, autor, narrador, personaje. La novela per- vowelle, para designar tas narraciones que correeponden sla nouvel beeodichatcrminoconvivecontapalabrevcusnto’ conelcusliaconeide Poecomplete iN. de te? © Flies Roudinecoy Michel lon, “Etadessurthyatére", Diction naure dea peyenahelyse, Paris, Payer, 1997, 2000 eon corres y Sigmund Freud, idem, p, 98 "at Lavageti, ab. tt pp 957-268, ‘«Bliasbeth Rovdinescoy Michel Pon, obi “Etudesaurhystér dacques Lacan “Intervention sure tranetere" 1951), ‘LeSeull 1966, 229 ntarvonctenedbrelatranalerencs Beran a8, stot p.213) Doni Kudehe Fernandes, "Payehanalys bj a titecasn de Pnere Kaufmann, Pari, erdeit" Lapport freuen, rousse, 1008, 9. Bea, 8 mite una plaraiidid de niveles enunctativos y, un este sentido, sigue sicndo fio! al process del analisie ‘Varios autares han observado que In vasta cultura lite ravia de Freud eva sobre tado clasiea y que se mantenia bastante al margen de las corriontes innovadoras de su 6poca (Joyce, Mallarmé, Ins suxvealistas...). En efecto, es notable que haya inaugurado una literatura tan innovado- fa tomando como referencia una literatura eldsiea Para aleanzar ta verdad del eso, Freud le hace sufrir a Ja observacién un trabajo de “novelamicnte”, segiin el neo- Togismo de Lacan en Les complexes familieus, es decit un trabajo de escritura EI caso del “hombre de las ratas” es particularmente propicio, pues so dispone del diario del andlisis, redacts- 40 por Freud y publieaco despues de au muerte, asi como del texto publicado en 1903. Tanto los apuntes como cl Sanilisis” contienen cesuras, bajo forma de enunciados metanarratives de Froud, sobre la puosta en relato que tfectiin; resulta instrisctive sehalarlas y compararias, Fo Jos apuntes hay una cesura al final del informe de la séptima sesién, la tiltima sesién numorada, aunque las si- guientes siempre estan fechadlas, Freud eseribe: “De las Sesiones siguientes no quiero retener mas que algunos hhechos esenciales sin reproducir toda 1a evolucién (Gang] del analisia”." Bata frase traduco un eambio de la enunicia- ion de parte de Freud, pues desde el punto de vista del contenido, 1a informacion de las sesiones siguientes no varfa ni cualitativa ni euantitativamente. Lo que importa fs que en ese momento Freud nos signifiea que se pone en tung posicion de narrador, del eseritor que anticipa Ia redacetén de un relate de easo clinico ™ En el historial propiamente dicho, se encuentran al menos dos ceguras donde interviene Freud en posicién tercora sobre el relatn que ost eseribiendo. Primero, esta la division "Sigmund Freu, Uhommeasras. Journald une analyse Pans, 3074p. 91.('A proposita dean caso a neurosis obsesiva cel hombre de ins ass en GC. Amorcortu ed, Buenos Atves,t XI Bt Lavaguttocb tsp 72 19 en das grandes eapitulos (a su vez divididos en subeapttulos): [Dei historia elénico y UL Sobre la teoria. Esta divisién da a entender que estariamos frente a una distincidn nitida entre la historia y la teorfa que la interpreta, Ahora bien, nos da~ ‘mos cuenta de que, en el canjunto dei texto de Freud, no puede trazarse una frontera entre elementos ficticos de la Fistoria, ya sea Ia del syjeto, de Ia enfermedad o del trata- mionto y Ia toria que las abarea. Los distintos registros se entremezelan en forma permanente. [La teoria esta mas presente [en las *Observaciones” que en “Dora'ly vincula mas estrechamente historia de enfermo e hhistona de tratamiento, Io cual queda do manifesto en la hnovion de “historia de enfermedad (enfermol y do tratamien: {o> Laretonsteuecion delacuraTabistoriadel tratamiento") {Ya seconstruccién de lo infantil en Ta cura en tanto eulmina “la historia de enfermo” son elementos que resultan ex ‘licitamente intrincados ¥ ordenades en los aprés-cuup de 1s Exritura por el procedimiento Ledrico dal analista." Al respecto, obsérvese por otra parte que en Freud el término historia” (Geschichte) puede signifiear eventual mente “teoria”.™ ‘La segunda cesura en Del historial elinico se siti en el interior del eapitulo 1: “Aqui coneluye la historia eapaz de ser expuesta detalladamente y de un modo sostenido y continue. Esta exposicién corresponde aproximadamente fala mareha {was ioh,.. erzalhen kann, con la exposieiin de) de todo el tratamiento, cuya duracion estimativa fue de once meses". Esta easura es interesante: no corresponde a la ccesura de los apuntes, ya que cubre todo el tratamiento y por consiguiente supera Ia séptima sesién de la cesura del diario del tratamiento. Es una cesura que reine tanto ' Jean-Frangois Chiantartto, Lderture des eas chee Freud, Paris, ‘Anthropas, Beqnomien, 1099. p25, ‘Parga Cotte “The history ofthe hibde's development: evidence Soom reud eared Pchoniaien itary Bsn, 2008 "Sigmund Peeud, Cing psychanalyse, ob cil. p. 220, 20 come separa, En su enunciad, Freud hace corresponder~ 5e subrepticiamente la historia de la enfermedad y la del tratamiento (en el texto aleman hay “exposicion’ del tratamiento y no “marcha” del tratamiento). Esta cesura, al situarse en el interior del capitulo “La eausacion de la enfermedad”, muestra claramente que esta iltima se mez~ cla con Ia Leoria, De hecho, Freud procede luego @ agrupar datos histéri- 0s, dispetsos en el anexo, segiin tn punto de vista tedrica (por ejemplo, sobre la compulsion a proteger) ‘Las cesuras mareadas por Freud, intervenciones pro- pias de la puesta en relato, hacen aparecer diferencias de hhiveles y de terrenos que meaclan las referencias entre lo ‘que seria del orden de la teoria y de la préctica, No per- tinentes para diferenciar teoria y préctica, wstas cesuras traducen, a nuestro entender, la division del sueto Freud. tal como se juega en y por la puesta en relato, Esta division se sittia en el cruce de las exigencias terapéuticas y eientifieas, de observacion y de explic: ida. Results, come lo veremos, de la relacion entre éstas, Si, para Freud, transmit la verdad clinica pasa por la puesta en relato, con su dimensién de ficcién, y en conse: €uencia por sus restriceiones formales propias, nadie pone en duda que se vio empujado a ello 'no sélo por su ‘objeto, el material clinica, sino también por lo que se puede lamar su deseo como hombre de letras. FREUD LETRADO* Para poder apreciar mejor la originalidad de Freud, no hay que olvidar que ge inseribe en una tradicion psiquia- rica para Ja cual la literatura jugé un papel historica su obra Lire fe delire.”! Juan Rigol, profesor de hite- vatura en Suiza, desarrolié muy bien los multiples on. trecruzamients entre literatura y medicina y su contri bbucisn al modelamiento, en la primera mitad del siglo xix, del saber psiquiatriea incipiente. Para los psiquiatras, en general letrados, los escritos de log enfermos internados constituyen un lugar de expre- sidn privilegiado de la locura, mientras que ésta puede ser Inaparente en otros lugares, y también una actividad rapdutica, directa o indirectamente, en la medida en que clenferme sabe dar cuenta de gus sintomas de manera particularmente ilustrativa, en todo caso afin a las des: Eripeiones psiquiatricas. Los escritos de los pacientes mucha veces 20 consideran como modelos de observacién medica, Esto da origen a tin nuevo género literario: la li teratura de los alienadas, @ la cual Raymond Queneau otorgé sus cartas de nobloza (Les enfants de Limon). © Aligual que en el orginal, etre vocab “etrado"sugiore “hums: nist “erudite “sain hombre cult: soeriter” Bate termina juegs fon presindad de-honbre delatras”y"Weereto",cuya sinonimin con ‘Sseror” no os absolute IN de aT) Sfegn Rigo Lire ledeire, Fayard, Pte, 2001, = Sobre ese hermazo libro barvac, lege el aricula de Dominique do , algunos psiquiateas abrevan en los textos de ios escritores modelos de tipos elinicas: Pinel en La Bruyere, Esquirol en Cervantes 0 en el Tasso, Balzac es particularmente apreciado. Esta intrusion de la mirada Cliniea en Ja literatura modifien a esta tltima la cual, & cambio, asimila seetores del saber psiquidtrico: Balzac, en Lucien Lanibert, Nodier en Lae foe aux Miettes, Nerval en At relia, Guy de Maupassant -. Ultimo punto de canvergen: tia entre medicina y literatura: el médico que se vuelve estritoy de st propia locura, Es el casa que’so registra a Imediados del sigin six con Moreau de Tours, quien describe Tos efectos del hachis en ol mismo. Juan Rigoli demuestra que.es asimismo ¢] momento on que una parte importante de Ia psiguiatvia toma sus distancias respecte de la Iite- ratura Desde las alienados pintados por ellos mismos hasta el retrata del alienista como eceritor. la trayectoria que se tesboraes laden eonacinsiento redoblade por una conqusta Elcamoadellengumjeseenriquees, para! aienista,con una hucta dimension ganade, en suconjanta, sobrelaexpresion| Geta locura y sabe (a nstitucion hteraria, aquellode locus! Inigo un signo con toda ss aplicaeign y que mas tarde pass a Serna sustiterin de una experiencia se convierteen inode Tos modos particulates de Ie vexposieion” médica: paralela- inentecluitereanibiecon la heratura, dela quoelalienismo txtrae a la vez ratifieneion ¥ prestigi (como por ejemplo ‘Morea de Posrs, pero tambion Brierre de Boismont, dems: Sati feliz por haber recthido"In aprobacion casi general de i prensa clentfieay literaria”, paea a ser el instrumenta de Gna anexién dla Heeratura por la medieina y de una inte $racion desta ultims en cl espaciocultural. Una sociedad de hediens letrados, expertos on la lectura y en la apreeiacion fislas obras, capaces de ubrevare ellas una materia comp Fable con la que se desprende de la practica médiea, pero Ccapaces tambien de sustitute ellos mismos a los textos que Teen, este es el modelo, en el fondo, o la utopia, que subyace ‘dge "On nest amaislionavee Quoneau”,Revuedu ttora, "96,1990, Pats ‘Ia actividad de escritura a la cusl se entvegan los propies alenistas" Que la casuistica adquiera Ia forma de la novela es un Justo retorns de las cosas, pues histéricamente una de las rralces fecundas de la novela es, precisamente. la casuisti- ca. La casuistica empozé a aparecer en el cristianismo hhacia el sigio xan y eabr6 impulse en el siglo xvit Tomé la forma de relatos de casos de conciencia narrados de mane ra novelesca, que produeian una verdadera “literatura de Jos casos de conciencia". Va a agotarse con la aparicion de Tos diccionarios de casos de conciencia, los que no eran mas que las ilusiraciones “de una doctrina organizada semiin reglas abstractas”. Entonces ia novela viene a ocu- par ese lugar: “La Princesse de Cleves [no o4 easual que Lacan la haya tomado como referencia) de Madame de Lax fayette en 1878 0 las Letires d'une religious» portugaise en 1669, hoy atribuidas a Guilleragues, pueden cousiderarse ‘como casos de conciencia dirigides al pablico de ios lecto- res, pitblico que sustituyé al doctor en fa funcién de sancio- nar Ia legalidad de una accién. Otras vias colaboran con el Impulso de la novela maderna: los relatos de casos médi «08, sobre todo entre los protestantes, donde existe un lazo entre medicina y direccion espiritual, asi como la literatu- Fa mistica, Paralelamente a la novela, la literatura psi- ‘quisérica se desarrolla, en el siglo xm, como hemos visto, al unto que ambas se recubren. Asi, por ejemplo, la novela de Barbey @Aurevilly, Une histoire sans nom, curiosamen- te le dio su nombre en psiquiatria al sindrome de Lasthe- ze de Ferjol, Luego, la crisis de a novela de los afios 1920- 1930 quizd no fue ajena a cierta desafeccién respecto de las grandes novelas de casos. Freud no contraviene la tradicién del médico Ietrado sino que sobre todo la renueva. Sus dotos literarias han Juan "tra ata praia segutmes el estudio bilante y documentade de Jacques Lebrun, "Un genrelttaraite locas” LaJoutoanceet lerouble Geneve, Dees, 2008, 2 sido reconocidas por el premio Goethe en 1930 y saluda. das por janumerables contemporaneos y no de ios meno- res: “Admiro muy especialmente sus logros, le escribe Albert Binstein a propésito del Moisés, y todos sus escr tos en el terreno literarie. No conozeo a ninguno de mis contemporaneos que haya sabido presentar su tema en lengua alemana de manera tan magistral” => ‘Marthe Robert también fue sensible al deseo de escribir de Freud ya su amor por la lengua: ‘A Freud le gustaba apasionadamente escribir: sus toxtos @enotanun amor porlas palabras, unamecesidad de deseribir ye hacer vivir asus personajes que, como él mismo lo com Boke una ve, to emparientan mia con et novelist qu con 0 también: Elartesegutasiendo para élun puntosensible,algocomo una, antigwanostalgia(...Jeseconflite nconfesadoy seaso incon” Teeablo a sus ooe, que Preud resolvie mediante un acuerdo originalentrelalizraturay la iencia, uniendoala veracidad fexigida por eu tarea los dones de imaginacion y de estilo con ls que se sabia favorecido [..]. La alogria de escribir, que Freud conocia en el mas alto grado, es probable que la encontvava menos en sus eseritos puramente teoricos queen ‘sus observaciones. Eltalente de Freud! ofrece al lector Io ‘que é lama en su psicologia “ana prima de placer" * En una carta dirigida a Arthur Schnitzler, vienés y mé- ico también, pero a quien nunca conocié personalmente, Freud reconoce que lo consideraba como su “doble Carta de Binstein a Freud del 4 de mayo de 1989, citada por Ernest Jones: La vieetanuorede Sigmund Freud. Patis,rur 3, 1969/9 Patrick ‘1’ Mahony vend Perisain, Paris, Les elles eto, 1980, p38. * Marthe Robert La revolution peychanaiytique, Paris, Payot, 1964, Citadsendanine Althounian, sereurede Freud, Paci, rur. 2003; pp. 26 338 Sigmund Froud, Correspondance Paris; Gallimard, 1960. pp.270 970, eartne del 8 de mayo de 1908 ydel lade mayo de 1922 25 No es casual que los conceptos analiticos forjados por Freud ~el Undeiwussee, la Ubertragung, la Trieb-... hun. dan sus rafees en la lengua alemana y la hagan resonar. Al respeeto, tambien habria que hablar del yiddish La ra- zén del inconsctente es, para retomar Ta palabra de F. Ponge, su resonancia.* Por ende, no es posible interesarse cen el paicoanslisis sin valver al texto alemdn y éste es uno ‘ie log sentidos del retorno a Freud hecho por Lacan.” Par tra parte, es un material inagotable y una fuente de pla~ for para tnvestigadores y traduetores..” Salo In correspondencia de Freud bastaria para docu: mentar su pasiin por la eseritura. G, Fichtner estima en lvededor de veinte mil la cantidad de cartas eseritas por Froud, de las que al menos se conservaria la mitad, no ne- ‘riamente publicada.”” Alain de Mijolla, por su lado, muestra cusinto cuidado le dedicaba Freud a esta corres: pondeneia (de Ia que levaba un registro), incluso qué ritos In rodeaban, preocupandose por Ia caligrafia (a mayor parte de las eartas estan escritas en earacteres goticos), por el eneabezamiento, por el papel de carta (‘ehjo otra papel porque quiero hablar con usted sin restriceiones”, le vser hea Jung el 7 de abril de 1907), por los sobres... “nada del Soporte de su artesania es totalmente indiferente al eseri- ot de cartas, quien tiene la obligacién de hacer notar cualquier alteracién del rito asi como también muchas veces menciona sus restvieciones”.” * seo de pala Venn los trabajos de Mae Cohn, Freud ee Viddisch, Beonomi, ashen 208, Pipe Raabe, aoe de chen Exam 6 SrA Sturn, Le sear dipors, Part, Le Seuil, 2004, p. 243, Gites los iba rotten pubieador: Janine Althountn, Lfriture ie Proud. Para, up. 2008, A- Goldschmidt, Quand Feu! ot a mer, Tuchet /Chastel, 1988 Quand Freud avend a verbe, Buchet Chase, 1396) "Fichtner, “Leg letires de Fraud en tant que source historique”, equeinternononaled hetoredelapaychanalyse, Parts, 1989, P0099. “Aine Mili, Tonages de Freud auteaveredesa orrespendance’ ob. sted pasado en la homofonia entre raison Crazén") Gran eseritor, Freud era un gran lector, 9 las referen: cias literarias surgen a cada paso en la obra publieada, Hay que leer los indices. Froud tambien tenia un trate muy éntimo con algunos textos literatios a euyos autores Hamaba sus amigos, ya estuvieran vivos 0 muortos. En respuesta @ una carta del editor y librero Hugo Heller quien le pedia @ Freud ~y a otros eseritores, attisias ientificas que le indicara “diez buenos libros®, Freud ve acts una respuesta el 1" de noviembre de 1906, en la cual dice entender el término “buen” no en relacién con las obras principales de la Iiterataca mundial [Homero, Séfo- cles, Goethe, Shakespeare) ni con las obras més significa tivas (Copernico, Johan Weier, Darwin... mi siqutera con sus obras favoritas (Bl paraiso perdido de Milton, Lace rus de Heine...) sino en el sentido que Je da en “bue-nos amigos". Cita entonces: Muleatult, Cartas y obras, Ki pling, El libro de la jungla, Anatole France. Sobre la Piedra Blanea, Zola, Fecundilad. Movejkavski, Leonardo da Vinci, Gottivied Keller, La gente de Seldwyla, Conrad Ferdinand Meyer. Los uftinios elias de Hutton, Macauley. Ensayos, Gompere, Pensadares gnegos, Mark Twain, Es bozos." El aporte de la literatura al psicoanslisis Para dar euenta de Ia verdlad de Jo que exeuchaba de la boca (de sombra) de sus pacientes, Froud subi6 a la escena ltera- ria, A cambio, abrev6 ol estimule de una verdad equivalente ‘ala que transmitia a partir del decir de sus pacientes Varios textos de Freud estan totalmente dedicados @ obras literarias o 2 eseritores y artistas. No todos tienen €l misma estatuto y no pueden situarse al anismo nivel ni ¥ Sargin Paulo Rouaner. Os letras, 2 vole, S30 Palo, 2003, umigos de Freud, Companhia das ger roageupados en la misma rbriea, La rounion no exten Se datos of ediciones especiales ha eoneribuido a induct Grror ales lectores y 8 mezelar las pistas en cuanto al valor Peleoanaiticy de estas obres. Bl fenomeno se produjo ya eh Eompes de Froud, por gemplo, con la publicacian en 1924 tn lu IPV do los Peyohoanaryisehen Studien an Werken des Bichnine and Kunst, que comprendia: Der Dichier und das Pirantasoron (que so tradsyo sl eastllane corno “Bl ereador Titerano y el fantaseo™ {Le ergation litéraire et le reve fveie), de 1008; El motivo de In elecign eel eof” 1913) SEI Moist de Migmel Angel 1914; "Algunos tipos de eardc ter diluedades par el trabajo peicoansitco™ 1916; “Un re- uordo de infancia on Poesta verdad! [de Goethe), 1917; Des Tinheindich Lo omminoe’y, 1919. ‘En Francia, las ediciones Gallimerd primero publica- ron en una edicion de bolle ealescion kdées),en 1933, un olumen tlulade Bosaie de peyehonalyse apptiquee, trax Gucife por Marie Bonaparte'y E. Marty, que inclais: “El ‘Noiste’de Bliguel Angel y su Apéndice: “El poicoanalisis diel diagnatico de los hechor en los procedimientos Judiciales “Sobre el sentido antiético de as, palabras Drimitivas’; “EI cresdar litera Yel Tantaseo” ‘Der Dé Ehtar unel das Phantasioreny;*Paralelo mitelepico de una Fopresentacion obsesiva plastica’, “E) motivo de Is el {ide dal eofte™, “Algunos igos de eardcter dilucidados por SI trabajo poicoanalities “Una difcuited en psicoansli- Sst; “Un vecuerdo de infancia en Poesia y verdad", de Goethe, “Lo ominoso®, “Una neurosis demoniaca en el Sion Sin 2001, Gallimard publica una ediién bilingue, en la coleccion de bolsillo oho. con una nueva traduccion fecha por F. Canon, revisada por J.B. Pontalis, de alga- fos de os toxtos anteriores bajo al titulo Lingusstante Soangett et eutres textes, suprimiendo por ende la men- lon esafartunada de "paicoanslisis aplicade™ En dicho Solumen figuran: “Le ominoso", 1919; "EL motivo de la ‘loceloo del cafe", 1913; "Un recuerdo de vafancia en Pocoie» verdar? 1917, "El ereador literary el fantases” 28 Le eréaieur lietéraure e¢ activity imasinative|, 1908 (ob Sérvese el cambio de traducein del Litula) ‘Algunos estudios no han sido objeto de tal reageapa- miento, Citemos: “Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinei", “B} presidente Wilson” (escrito en colaboracion con el embajador Bullit); "Dostoievski y el parricidio™ (1928), texto de prefacio para Los hermanos Karamazov Esta hista de publicaciones no es exhaustiva y por sux puesta hay que agregar “El delirio y los suetios en la Gra diva de W. Jensen’, que retomaremos mas adelante Este breve panorama de las publieaciones de lus textos gue atafien al arte y a la literatura tiene la finahdad de mostrar cémo algunas decisiones editoriales influyen en In Jectura y en la comprension de las obras de Proud. En este caso, las eitadas elecciones cortan la relaeién natural que existe entre los relatos de casos de los Cing paycha rralyses y los personajes hiterarios. Nos parece esencial trabajar sobre ‘una comprensién de esta articulacién que permite las idae y vueltas entre la literatura y los casos de In practica para delimitar mejor el objeto mismo de la eliniea. psicoanalitics. En efecto, no es posible satisfacerse con la nocién de “psicoandllisis aplicado” bajo la cual suelen estar ordena- dos estos textos [en francés], salvo, por supuesto, si se considera, con el propio Freud, la cura misma como parte Gel psicoanalisis aplicado: “Por razones practicas, nos hemos acostumbrado, incluso en nuestras publicaciones [isobre todo en nuestras publicaciones, me animo a deci!) 2 distinguir un andlisis médico de ias aplicaciones dei fanalisia, Esto no e8 correcta, En realidad, ia linea de de- ‘marcacién se sittia entre el psicoanslisis eientifico y sus aplicaciones en los terrenos méclica y no médica" Los estudios de casos literarios publieados por Freud son psicoandlisis en el mismo sentido que sus relatos clinicos. Su lectura de las Memorias dei presidente Schreber os una. jgmund Freud, Lequestion deta paychanatyreproane 1926), Goltimard, 1886p. 163 Puedenloategos eerer st patconnsias?™on re TMinscrores dB Asst 3X1 29 prucha de ello y con toda razén figura en los Cing psycha- hiafyses y no ea una reeopilacién de supuestos textos sobre arta, cuya finalidad es sobre todo comercial Froud no aplicé a la hteratura un saber adquirido por adelantado, pues ese saber se elaboré de manera concer tada con otras, a través de la escucha de sus pacientes, de las manifestaciones de su inconsciente y de la frecuenta- ‘ein de sus buenos amigos eseritores ‘La leeeién que puede extraerse de Freud es que una buena novela hace mas en pro de la transmisin de la clinica que muchas iustraciones pretendidamente realis- tas, ‘Al adoptar el recorrido inverso de un modelo de psivoa- nalisis aplicado a la hteratura ~os decir el de literatura aplicada al psicoandlisis~, y al reconocer el Iracaso de este intento, P. Bayard® muestra, sin saberlo, Ia inadecuacion ide ese modelo y Te hace lugar a la idea de la intrincacién radieal del psicoandlisis y la literatura, en todo caso en fo que concierne a Freud, ‘Para anticipar un pocg nuestros propésites, remito a un, hermoso articulo sobre “Jeunesse de Glide ou la lettre du desir", en el que Bric Marty recuerda el rechazo de Lacan por Ia practiea del psicoandlisis aplicado y en el que sobre todo muestra una forma de separacién entre su practica y la practica literaria: “Ya no una separacién donde la li- teratura seria, por su estructura de ficeidn, superior a cualquier otve diseurso para designar la verdad (por siemplo segin la cual no habria relacién sexual) sina donde Ia literatura a eu vez seria capturada por el deseo do una relacién, de una produccidn, de una obra de la que Lacan, por su lado, se abstiene. P Bayard, Peutomappliguerta tttraturedtapaychanalyec?, Pari, Mints 2600 “BvieMariy "Lacan etGide,oul'gutracenle",en Lacon efalittrature, estos reunidos y presentades por Evie Marty, Hovilles, Ba. Manueie, 0 3 FREUD NO ES UN ESCRITOR DE CASOS Bs importante evitar un mslentendide que podria surgir del desarrollo anterior: el de considerar a Freud como in eset de caso, un iterate que hare cane ‘Una primera razin por la eaal no es asi y que examina. remos-en detalla mas adclante~ se debe a que el relato de aso no tiene solo la finalidad de transmitir una verdad Sine tambien wn saber Bor ahora nos detendré una segunda razén, la. cusl surge de un cucstionamiento, que ha sido el de Freud fobre el misterio de la ereneidn hteraria: {Como y a partie de qué consigue el escritor escribir un texto que hos legs, hos transporta, nos cauliva? ‘Amén del interés propio. de este interrogante general, nog parece que para Freud, y por to tanvo tambien para Sosotros, lene seaonaneins particulgses. Si el analista se tonvierte en escritor al informar un eas0 por eserito y si el eseritor, para conmovernos, debe modelar algtn elemento de un cago, jestn quiere decir que la posicién del analista {yin del ezerior son homdlogas? ZEl analista es un eseritor de casos y el everitor an analista que se ignora a el mismo? * Come, por nom pl,Ltis Bduarde Prado de Obweira, Freuitt Sreber Lesaooranstorsendudlive entrepuyehoneet culture, Tous, Be, 1997p 25; quicneacibe“Foeud sparsce fo cone prune peosnalsta nt came ‘eof sun como pasta qu situa & Bion, @ antigo ya Hamlet en ws ‘unde dominate por Don Quijote, Don Juan Fausto” st Los estudios sucesivos de Freud sobre la ereacidn litera- Ha, finalmente, nos permiten responder por la negativa. El trayecto que hace pasar de la observacidn al relato no fs el mismo que el que hace pasar del relato de un eseritor al tipo de caso que se desprende de su texto, Entre ambos trayeetos hay una grieta gue es la del misterio de la crea- ion literaria, En 1897, Freud le eseribe a Flies que “el mecanismo de la creacisn postica es el mismo que el de las fantasias hhistéricas’,”* fo cual permite pensar que una ereacién lite- aria seria andloga’ a una formacion del inconsciente. Luego, Freud se afana por rectificar este punto de vista demasiado globalizante, especialmente on 1908 en Der Dichter und das Phandasieren CE} ereador hiteranio y el fantaseo") y en 1909 en las reuniones de los miércoles de la Sociedad Peicaanalitica de Viena. En Der Dichter Freud emite la tdea de que el eseritor. particularmente el de novela (roman), donde se reconoce "3a Majestad el Yo, el héree de todos Ios sueiios diurnos fast coma de todas Tas novelas." opera un trabajo (ors ‘poetica) a partiy de sus suenos diurnos, es decir de sus Fantasias (das Phantasieren), pero que la transiormacion en abra literaria procede por otras vias que las que producen Ing formaciones del inconsciente, es decir, esencialmente por medio de la Verhullung, velo (del verbo verhullen, eubrir, envolver, velar, ocultar). Mario Lavagetto observa con razén que el vacabulario utilizado por Freud no es el mismo para referirse a la deformacién del sueto (Trav mentstellung) y a la deformacién artistica (Kunstertste- Hung)! Freud concluye Der Dichter del siguiente modo: Podernos sospechar parala téeniendelarspoetica dostipos de meds. el ereador Iiterario atenta ¢) cardcter dal sueno "Sigmund Breud, Bife an Withem Flees, 1887-1904, Ungokurzte usgabeved JM Afsgeon, Braneforesurle-Main, Fischer, 1985,p 258 ‘3 Sigiund Proud, "Le create literate et Facts magiaave” Liunquutante derongsté et qutres tests. Pari, Gellimayé, Poli. 2001, p. 253 (7B ereada iteraro yo antases", ob. ei tp 199) Mario bavagetio. ob ct p. 968, 32 dvumno egoista mediante sus modifieaciones y velos, y nos Seduce mediante una ganancia de placer [Lusigewvnn] pure mente formal, es decir estétiea, que nos olvece a raves de la procentacicndesus fantasmas.‘Talgananciado placer quese nos ofrece para hacer posible por su intermedio la liberacion, etn placer mas grande, queemana defuentes psiquicasmas profundas, es lo que se llama una prema de seduceson 9 9m placer preloninar [Volust]-Pienso que toda el placer estatic> {que nos procura el ereador lterarioconlleva sl eavaeter de (se placer proliminar,y quel goce propio dels obraliteraria Surge de la velajaeidn de las tensiones internae & nuestra lena, Acaso contribuya ea no menor medida a este resultade {que el posta nos habilite para gozar en lo sueesivo, sin re- Jrordiehento mt vorgUenza slgunes, de nuestra propias La moncién del “placer preliminay” es una referencia al mecanismo del chista, el Wit2, que Froud analiza en el teapitulo vi de su libra sobre el tema, publieado en 1905. En cuanto ala “gananeia de placer”, se sabe que para Lacan seré uno de los nombres del objeto a (el plus de goce). Pero nos estamos anticipando. Si para Froud la erezcién litera- ria debia ponerse en paralelo con una formacién del in: consciente, entonces habria que buscar por el lado del chiste, de To que Io hace posible. Sin embargo, no se puede infenir a partir de esto una equivalencia, pues ia creacién literaria también pane en juego ese pracedimiento espe- cial que Freud llama encubrimiento. Freud vuelve a ello fen los debates de las reuniones de Ios misreoles. El 31 de marzo de 1909, en respuesta a una exposieién de Stekel sobre la psicopatologia de Griselda de Hauptmann, Freud interviene del siguiente mado: I arte del poeta eonsiste en conseguir efectos posticos a parur do estos problemas [las de Griselda Ia experiencia Iostra quo, para producir tales seston, los problemas dehen disfracaree y quo el efecto ne queda dismsinsida en absoluto si silo ee presionten los problemas yst ninguna de “Sigmund Proud, "Le erdatourlitéraie,. 0... 268 3 los ectores u ayentes advierteclaramente en qué consiste el sfecto. El acte del poeta conaiste pues, eseneialmento, en Sela. Logue es tconscionte no debe hacerseconsciente di ‘ectamionte; pr supuesteestodebehacsrveconscients hasta, therto grado ves dovir hasta el punta en que adn nos afecta, Sin que nos preoeupemos par ello en nuestros penaamientoe Goustienter® i donde esto se wuolve poaible, el arte 36 Sctiene Tenens el davacho de analsar la obra de un poeta, pero a poeta na tiene derecho a hacor poesta con nuestros Maisie: No obstante, éste parece ser un Tango de nuestra Spoca Siguiendo 1a misma lines, el 22 de diciembre de 1909 ‘eu interviene en un debate sobre un novelista inglés jnmander “El verdadero arte empieza con la disimula- ida del ineonseiente" * Nos parece que Freud no hizo la metapsicologia de lo {que él llama el encirbrimiento, que difiere de la represién, dle la denegacion, de Ia forclasién o de la mentira. Este termina no deja de evocar la interpretacién neoplaténica (Porfirio) de la eélebre frase de Hersclito: “a la naturaleza Te gusta ovultarse”, que se transforma en “a la Naturaleza le gusta envolverse™. La primera de estas envolturas, que Corresponde al primer nivel de degradacién del alma en rolieidn con Ia pura espiritualidad, es precisamente la Imaginacién (phantasia)."® Bs ast como Calipso (etimolo- gicamente, "la que enewbre"), quien retiene a Ulises pri Sionero, encarna una figura de la Naturaleza, Si esta convorgencia se demostrara en Freud, lo distinguiria de Goethe, quien fue para él un modelo de erudito y de es- critor y cuya lectura publica del ensayo La nature deter- miné sv inseripeién en Ia facultad de medicina.* “Lea premiers peyehanalystas” Minutce dele Socitépoychane ques Visnne,t m Pane, Gallsmars, 3H de mares do 1910, pp. 180° Toldow, 29d dicterabre do 1808, 6. ‘Piers tao Le vote dst. Bsoas tur Vhistoire de Vd de Notre, Pare, Gallimare, 2008, pp. 73 80 EenestJones, Cava et oeusrede Sigmund Freud, vam, Pars, 34 ‘al vez el mecanismo det encubrimiento se asemels lo aque Lacan llamar el desis a medias, pero tina sez mis estamos anticipando, Fn todo exso, parece que de todas inaneras la posibilidad del encubrimiento depends de procedimientas literarios, gtamaticsles, semanticos, sin {cticos, y que comparte rasgos con la figura de estilo de la metonimia. De ello resulta que el texto no debe se considerado como velado pues l mismo es el tai (et mologia de festa) del velo enesbridor El encubrimiento presentifien 1a dimension fies del testo, en la medida en que ef falo "no puede dosempons supa io elad Bs wo operador or mo dl cua sens, escribe Lacan). ° ae i ara atenernes a la cusstién que nos oeupa, la afirme cién de Freud segun la cual "no tenemos derecho a ha poesia con nuestras andlisi” constitaye tuna suerte de Bivertencia a los analistas ~que an hoy existen~, que estarian tentados a convertirse en eseritores. de. casos Froud no se consideraba tal. Contrariamente a la mancra camo comprende la posicisn del artista. su antencion Jus tamente ho es disimular el inconseiente a partir del memento en gue ha no recoadeida, Hay oa aerenea tntre revelar el inconsciente eneubierto y enebrir fo que hha side reconacide como tal, entre reconocer lo encubierto y gpeabrit lo feannnei.atubos pus eoecsh, pe 8 © Jooques Lacan, “La signification du phallus” (1958, Bors ob ot 692: T-La sgnuicaciin ae io” Suerte ob ik. ST 35 4 UN DESEO DE, TRANSMITIR UN SABER INEDITO. Freud es psicoanalista, y Ia gran diferencia entre el psi- coanalista y el escritor de casos es que no trata solamente Ge transmilir una verdad sino también un saber. que tiene fun propdsito cientifico. Per cierto habré que esperar a Lacan, después de Hegel pero sin la perspectiva del saber absoluto, para encontrar Una articulacién entre los planos de la verdad y del saber como tales. Pero es cierto que Freud plantea la existencia de estos dos planos en su leetura de las obras de arte y en sus informes de casos, 1907 es el ano. en que Freud comienza su serie de cestudlios de obras de arte en las cuales asocia ia literatura fon sus investigaciones. Como ya lo hemos sostenido, la Frecuentacion por parte de Fred do las obras artisticas participa de su inveneién del psicoandlisis. contribuye al Cardeter laico (eientifieo) de éste, més alld de sus “aplica- iones” médicas a religiosas (como eseribira a Pfister el 25 fe noviembre de 1928) A veces Ia literatura sélo desem- pea un papel de confirmacién, lo cual no es despreciable, pero también Ie sirve come fuente de revelacién, como por Gemplo la obra teutral de Séfocles, Falipo Rey, cuyo impac- to testretecedor” en si mismo confiess a Fliess. La litera tura provee asimismo modelos para su comprension de los “La correspondance de Siginund Freud aveele pastes Pfister (1909 1930), Parte, Gallipard, 1966, 36 ca508 clinicos, por ejemplo con la nocién de “novela’ familiar. En 1907, Froud publica en Ia editorial de Hugo Heller y compaaia en Viena su estudio "El delirio y los ‘suefios en Ja To de los Schriften 2ur angewancléen Seelen de psychologic appliquée!; 1a novela de Wilhem Jensen (fallecida en 1911) se habia publicado en 1903, Contra los prejuicios medicas de su época, Freud sostie ne con esta obra el valor elinico cientifico de la literatura, a condieion de que se la sepa leer; puede confiemar el ca: récter cientifico del psicoandlisis, mas precisamente una verdad del saber del psicoandlisis (las observaciones de- bben transmitir el saber de esta verdad). Despuss de haber resumido en un primer capitulo la historia del libro de Jensen, Freud ascribe: Nuastras lectores habrin notado con extratiezs que hasta ahora hemos tratado a Norbert Hanold y Zoe Bortgang en todas sus exteriorizaciones y actividades antmicas, como si fieran individuos reales yno eriaturas de un autor, y como silamente del poeta (uese un medio sbsolutamente transl ido y norefractara u opacara el sentido. Y mas exteano ain Aeberd parecer nuestro procedimiento, dado gue el propio fstorrenuncia de manera expresa descr algoreal, desde slmomentoen que titula “fantasia” asurelata. Sinembargo, Ihallamos que tndas sus descripciones son fel refleo de le vealidad, atal punto que no manifestariamos contradiecién flguna si Gradioa no se lamage "fantasia", sino “estudio piquiatrico" ‘Yun poco mas adelante sigue machacando: Preguntémonos on primer lugarle quela ciencia psiquidtrica ppensaria de los primeros frutos del novelista relativos a 1a ‘tiologia de un doliie, qué actitud tiene hacia la represion, ' Sigmund Freud, Dirt rfve dans la ‘Gradiva' de Jensen, Pars Gallimsrd lsor, 1949, pp 1717172. Lnedicn francesa ex procedida fel taro dels novela de Jensen, cay copyright no esta sealado.-EL feline y los suetonenla-radiva'de W densen” ch citt p35) 3 Lunvonsciente el conflictoylaformacién de compromise, En tuna palabra, la genesis del delisia admitida por el novelista, (se snstione ante el veredicto de la ciencia? Nucstia sespues tadecepeionard acaso cualquier expectativa, pues desgyacia- Ganente en realidad es necesano jnvertir los roles” 28 fa biencia fa que no se sostiene ante la ubra dal novelist [el Subrayado es nuestro] [ -] El novelista gee levantaria a3, Solo, contra toda la eiencia? En modo slguno, sel Drapio Autor de este estudio puede ealificar sus propios trabajos de lontificns No se puede ser mas claro para promover Ia alianza de la literatura y el psicoanslisis como verdadera ciencia, contra todos los prejuicios. La literatura es roconocida con plone derecho en tanto instrumenta de investigaciin cien- tifiea que produce soluciones y no simplemente como reproduetora de observaciones. Lalinca de domarcacign no puedeser més nitida:poruntado, la*Talsa” erencia, La “eiencin oficial” que se conforma con deseribiry con clasifica, porel otro, laverdadera cencia que va en busqueda de explicaciones, que no duda en hacer slisnza con la Hiteratura, en adoptar y en reclaborar les procedimientos y las modelos. Segun Freud, esta admision Sesenfadadacontienela premisadesu fdelidad alas cencias naturales” Al recurrir a Ja forma novelesca para transmitir Ia verdad de su clinica, Froud expresa al misino tiempo su deseo de hombre de ciencia, es decir transmitir un saber inédito, ‘Sucede que se puede captar esta conjuncién tal como se a, coma en el easo de las tres versiones del alvido de Sig norelli.* Entonces es interesante observar el tipo de disyun- ML, Lavogatio, ob it pp. 242-264, 5 Se trata primera de la ear 4 Fines dst 22 de septiombre de 1898, acerea del artieula "Sabre sl mecsnirmo psiguico dela desmemnaris Publicado sn 1895 en el Monatschrt fur Peyehiatrie und Newroogis ltradueid en Resuttos, deen, problemas, |, Paris, Pur 1984) y luego en 1801, dol primer capitulo de la Psicopatlagta de le vide cotstiana. La ‘omparaciin doetas trea versiones revela suchas otra sorpresas;como 8 cign que conlleva usta conjaneian: en al articule de 1898, “Sobre el mecansimo psiquaco del elvido", que se dirige tun piblico restringido do especialistas en psiguiatria y on neurnlogia, Freud presenta el alvido bajo una forma nove Jasea, mientras que en la Psicopatalogta dle fa vida oottdia ria, que se dirige a un publica de alta nivel eultural, hace tuna presentacion on un estilo csquematica con un perfil iiuche mas cientifieo Las dos dimensiones, la del saber y In dela verdad, con inseparables para Freud, aunque haya desacuerdos entre fellas. Su practica misma da pruebas de ello en la medida fen que hace participar a sus pacientes en sus descubri- mientos y trata de ganarse su conviecién. Desde el prineipic de “Fragmento de andlisis de wn caso de histeria” (1905), Freud argumenta sobre su deber hacia Ja ciencia para superar las abjeciones que ee le podrian oponer en cuanto a la publicacion de un caso: Noabstante, say de la opioiin de que el médica tiene deberes hose hacia el enferme sino tambien hacia la ciancia, Hers Ieciencia sigitica. onal fondo, hacia muchos otros enformos {que sufrene sufvirig del msmomal La pubhcacidn de lo que Seeree saber sobre 1a causa y Ia estructura de la histeria se fonvierts en un debet; su omisién, en una eobardia vergon asa, a condicisn, sin embargo, de que se evste un perjutao ‘irecto al enorme Seria una cobardin moral guardarse para si un saber que puede servir para curar a olros anfermos, (Pero, en esta transmisin, cqué se ha hecho de la verdad de este enferme de donde proviene el saber? gNo resultard da- Hada? Bsta es la tension que veremos mas adelante, Con el psicoanshisis, Freud descubre un saber de alean- ce universal que, como tal, debe ser eomunicado pues no puede apropiarselo en cl doble sentido de guardarselo para si y de ser su poseedor. $1 no, habria una suerte de robo, o de dosvio. ‘Sigmund frove, ‘Fragment a'uneanalyse dhystéee" ob. tp 2 La misma razén lo decidio a vencer su pudor para publicar la Traumdeutung que pone a deseubierto la int midad de sus semis y entroga su “basura”: “Que el suerio sea... Es mi propia basura, mi semillero y ademas una nove epevies miht" (carta a Fliess del 28 de mayo de 1899). Freud no entrega, como algunos, su cuerpo a la medicina sino su mente a la ciencia, como un abono para hacer acer una Tueva. Bs uno de los sentidos de su sueno Mamado de ia “preparacion anatémica": “El viejo Bruc ke debe haberme asignado no sé qué tarea; Io que es de la mas extraio, tiene que ver con la preparaciin anaté: mica en la parte inferior de mi propio cuerpo, cadera y piernas, que veo ante mi como en la sala de diseccion, Sin sentir empero Ia falta en mai cuerpo, como tampoco hay huellas de horror...” "Bs eso en mas de un sentido: tun cumplimiento de deseo (Wuneoherfiulling)", prosigue Freud en eu interpretacion, "La preparacion anatmiea significa el autoanélisis que cumplo, por asi decir, por la publieseién de mi ‘libro de los suefos’, a cual me results fn realidad tan penosa que diferi en’mds de un afo la Impresién del manuserito que va estaba listo” Obsérve- se que Freud no sostiene que la Traumdeutung (lamada “Libro de los suenioa” y no “Libro sabre los suesios”) publica su autoandlisis sino que la publicacién cumple este autoa: nilisis. Es en este sentido que el deseo es su interpreta cidn, come dice Lacan, La Traumdeutung no publica un andlisis de su deseo de hombre de ciencia sino que su publicacion es su deseo de hombre de ciencia. También odemos referirnos, yendo en el mismo sentido, al deseo del sueno Ilamade de la inyeceién de Irma y a a bella prosopopeya de Lacan que lo amplifiea, en su seminario Sobre Le moi" y al que retomaremos. ® Sigmund Freud, Osuares comptes ts, Lintorprétation drive (1898), Pane, ue, 2008, pp 41062, 901-504, 528 "La incerpretacion de los setae en OC, Amorfortu ed, Buenos Aires mos 1V-VI SGacques Lacan, Lemo dansia thriece Freud et dana a teckaegue tte tapeyshaniyss 1984-1988), Pare, Se Sexi, 1978. p-203 [ET open la Isoriade rend ys la tsios pricoanaitcs, Seminar i, Pada, Bueae ‘iver, 19811 40 Es justamente la retoncién de un descubrimiento lo que Freud no entendio en Brewer: *..como tumpoco pit de comprender por qué habia manienida tanto tiempo secreto su descubrimiento, que me parecia inestimable, ‘en lugar de enriquecer con él a la cieneia”.* En el deber de transmision que se impane a Freud se mezclan factores, a menudo presentes en los descubrido- res de un saber inédito, en particular los matemiticos, que hacen que el momento del descubrimiento se acompaie subjectivamente de una desposesién de este deseubri- miento. En la medida en que el descubrimiento participa Go un Bien general, algo se invierte, Coma si al beneficiar- se con el Bien general no perteneciera mas a su inventor sino que tuviera una realidad ({platéniea?) euya inventor hho seria sino el mensajero y en ningtin caso sl ductio. ‘B] mandato de un deber de transmision parece origi narse en la imposibilidad de nombear el origen de la invencién: cel sujeto inventa algo que no existia antes de él, garantizado por ningun olro sueto ya supuesto saber, no escrito en el cielo de las verdades sternas, pero con Ia promesa de acceder a ellas? ;O bien deseu- bre lo que ya esperaba en algiin lado a su Champollion? Freud, inventor det psicoandlisis, no condesciends esta vacilacign subjetiva. Ora se presenta como el fun: dador del psicoandlisis (El psicoandlisis es, en efecto, mi ereacién”) que realmente es, ora pone en ese lugar a su colega y amigo mayor, Josef Breuer: “Si es un mérito haber dado vida al psicoandlisis, éste no me co- rresponde”.” © incluso: "Si la presentacién que hice hasta aqui ha suscitado en el lector la expectativa de que los Estudios sobre la husieria gon esencialmente, en todos ‘Sigmund Freud, Sigmund Freud aréeentspartusidne( 1925), Pars, Gathmard, 1984p. 86, CP resentacion sutabogesficn” en C..Amorror tug) Buenos Aires, "Semund seud.Surthstoreduemoucementpeychanalytique 191), Paris, Gallimard. p. 13: *Contribnelgn a la haart dl momento Dslesanaltica™,on OC. Amorrorsu ed genoa aires, XIV) “Sigmund Freud, Surapeychanalyee. Cing covfarencee(1910), ark Ganimaré,1981,p 28coalanatade 1923 quecontrodiceesta afirmacien. Jos puntos de su contenide fictico, propiedad espiritual de Brouer, puvs bien, e8 exactamente el punto de vista que Siempre defends y que esta vez queria volver a expresar”.® El desea de Freud es el deseo de un hombre de ciencia Tetrado. Va mas allé del deseo de curar, aunque lo sosten- ga “Quievo estar seguro de que se impedira que la ters peutics mate a la ciencia™.® Un mais alld del relato de caso La publieacién del relato de easo constituye, para Freud, la afirmacion de eu eso, mas alld de lo terapéutico. Para Eno se trata de transmitir la verdad de un sujeto, a partir {de sus formaciones del inconsciente, para la “ganancia de placer”, como un novelista, sino porque ese movimiento es parte activi del acceso a un saber inédito. Freud quicre convener a sus lectores, més alld de la comunidad cientifica por otra parte, ¥ para conseguirlo re- arte a ua vetsriea, a un arte de la persuasién, por lo tanto ‘1 procedinientas literarios. La manera como ei easo clinico obra la forma de relato forma parte de esta retdrica, él no lo beulta, aunque al mismo tiempo reeanoce sus limites: No puudo eseribir la historia de mi paciente (se trata de Serge: Panieje, llamado “el hombre de los los") ni desde tl puropuntode vista istéricom desdeel puro puntedevista prayindsicn, No puedo hacer un relato seguido ni dela his- fontadel tratamiento ide a dela enfermedad, pero me veré bbligudio combina ambos tipesde exposicidn. Bssa-bidoque oesiste ningun media para transmitiren laexposieion deun Snalisis1s faerea convineente que resulta del analisis mismo. ‘Algunos formes complejos de Tas sesiones de andlisis cier~ famente no serian de ninguna utilidad, por otra parte, Ia “Sigmund Frend, SymudFreudpréentéparlut.méme,ob itp. 28. ‘Sigmund Freud, bo question de Fanalyse profane (920), Part, Gallamacd. 1085, pp 48-147. (*Pueden ls legos oreer el andliss™ en OC. Amsreurti od, Buenos Aires, XX] 42 emia propia del testament hari imposible manten aquellos cuya actitud hw sido hasea catonces negausea feseeptica, Nose puede sina aportar novedades acest experiencia cinica™ La retérica de la persuasion empieza desde el momenta en que 3¢ inicia In cure. Preud quiere convencer a als pacientes del fundamentn tedrica de sus interpestacrones yconstrucciones Asi, en su diario del andlisis de aqucl a guien lama Dr. Lehrs, alas Brnst Lanzer, eanoeido el “hombre de las ratas", Freud observa: ‘Traa estas palabras pronunciidas eon un ereciente impetu. creo necesario proporeionario un fragmento de la teora.L teoria afirma que, ya que toda angustiacorresponde a Wn antiguo deseo reprimido. se debe suponer exactamente lo eantrario. Tambien ex ererto que elinconsciente es entonc justo lo eontrario de lo conaclente. Esta muy quebrad, © inuy icp sige nerandas de gue un dene de muerte del padve] sea posible, yaque presisamenta'su padre traparaélelsermasquendo. : Segun Froud, la area del unalista “se cumple si aporta al aprenchiz Ia frme eonviccién de Ia existencia del incons siento, si Te procura en su emergeneia de lo reprimido las Pereepeiones de si por lo comin indignas de fe Gnglawb urdigen’ si gracias a un primer muestrano, le indica la tWeniea que es in Unica cn haber dade sus pruebas en la actividad analticn”* + Signnund Freud, “Extras une névros inane", Cing payohanaly sesso pp 383500. Sigmin Freud, Chon aux ras, Journal dune analy, ex sting enables por San Hite Hawelkay Pare Ur, 1870 siete ges Se ere de 1 ™ Sigmund Freud “Lanagae vee it Tanabe ans Ha (19 ‘Rett prblemes Pare, 1889 eh PA rae Sntormiabie'en © Aimrrrts ed: Busnes Avesta 43 lgunas piginas mas adelante, se lamenta de la inutili- dad ‘de say cofucraos reiterados para veatvencer @ Tos floinbres de que una posicién pasiva hacia el hombre no Sempre tient la signfieacign de una castracion y de ane se mBpeneable en muchas relaciones de la existencaa’ Freud no eatablece une separacién entre la fimalidad terapoutics y Ta finalidad didetica y cientifica. Asocia y Haopparticipar ya a sus pacientes, durante el andlisis, en Iwodieaeidn de ta nueva cieneia. Por eonsigwiente, la atic Teacien de los relatos de caso con fines demostrativos osulla echo mas comprensble, De elguna maners, le “blfencldn ya esta inseripea on la conduesion de la cir Eomovaparead em el Dierve que Freud ilev6 del andlisis del thom fe la ratas, Freud e auorizd enh, pues eatabe cn posieign de inventar Ta préctien que ejereia con sus fuclente yell olorga asus Feates una onginalidad una Fiqueza y upa fuerza ineomparables. Bsto ‘explica que, si bien el ejemplo de Freud siempre esté preside de ensefanzas, en la actualidad no se lo Suede aprovechar para publicar relatos de cura. Salvo st ESemeg’s coloearnow en posicign de iavencién ya probar Jac aports algo nuevo al objetivo cientifico del psicoand- {isle ly cual es mds bien infrecuente, ‘Froud puede cor tanto menos imitado, incluso copiado, custo que al mismo, despues de 1918, dejé de publicar feleten Be cura, aunque siguiera insertando de vez en Stan fragmentos clinicos en sus textos, Hay varias Sazones para ello, Primero, por supuesto, el hecho de aue, tivalverge cada vex mas célebre, cada voz le resulta mas ine prescrvar of anonimato ao los pacientes si piensa Shana publicacion, Ya hace alusiOn a esto en "Remarques Sue an bas do névroce obsesionnelle” ("A propésito de un aso de neurosis obsesiva’)*" Bata razén es vélida pero no fe impidig publicar, después del caso del “hombre de las atau! et del hombre de los lobas”. Empero, se trata cier- dom, p, 267 Sigmund Freud, “Remarques ab. eit, pp. 199-200, 44 itn tamente del ultimo de los cinco psicoanatisis publieadas y quiz no sea casual. En ningma otra parte Freud llevo nas lejos, en lo que hace @ una politica del psicoanslisis entre otras ~y por diversas razones-, cl intento de conci- liar le que plantea de entrada, con su publicacion del caso Dora: el dilema entre el deber cientifico de elaboracién y de transmision de la teoria y el deber practice. ético y te- rrapéutieo respecto del paciente sobre de la no divalgacion de sus dichos a tereeras personas y acerca de Ia preven- tidn de ls efectos de esta divulgacién en el propio pacien- te. "Pampoco en ningsin otro lugar como en el caso del “nombre de los lobos” este dilema habra aparecido mas irresuelte, come Jo prusba Ia continuacién de la vida y de los testimonios de Sergei PankejefT después de su primer andlisis con Freud, ya sea que éstos emanen de él o de los {nterlocutores con fos que se encontré." 8. P. queda shiena- do para siempre, él y su nombre, en ei caso del “hombre de Jos lobos” (jun caso de metempsicosis inducida por el ‘sndlisis?) que su andlisis con Froud le endoss para ia pos- tevidad, pese al meritorio trabajo analitico de Ruth Mack Brunswick. "Los recuerdes del hombre de los lobos” en si mismos *han de leerse como una convalidacién autobio- grifica del easo freudiano”#* Se comprenden las precauciones de R. Loewenstein, quien fue el analista de Lacan, en un articulo sabre el eacto Gonde comuniea sus preoeupaciones [.-Jmuy tegitimas, sin embargo, que,sin que el analiste se dé fuenta de ello, pieden actuar desfavorablemente en la mar~ ‘cha del tratanuento, Una de estas preocupaciones es el deseo ‘tel analista de encontrar en sleaso del que se cupa “un bello taso para publicar” Bote daseo crea en ol snalista una impa- "Citemos pringipalmente Lone aus loups parses paycharalyntes par larimdme, Tewton reunideny presoatodos por Muriel Gardiner Petts, Gaitimord, 1961, Karin Oblilzer, Buireens avec E-homime aut loupe; Pari, Gallimard, 1951 ‘Moan Frangois Chinatareis, terre de caschex Freud, ob.cit.p.43 45 iunets por conocer los menores detalles de la historia del tentorma, impaciencia que se coneilia diffelmente con la nnecesidad en la cia os encontramos de recoger al material Uhlepor brignas, Bstedeseo puede provacar enel analisea una ‘unosidad desplazada, que erears difcultades al paciente ‘uy resistencias sole podraa vencerse muy lentamente." 10 freudiano es ol lugar donde la oposi- ‘warts ¥ préctica tiene cl mérito de plantearse, fe manera renovada en relacién con la tradicién filosofiea (que la abords —de Platén a Marx, pasando por Aristoteles, Kant, Hegel y muchos otros pera que también tiene el meaaveniente de ne poder resolverse, tal como lo demues- tracl-caso de S. P. A nuestro entender, este conflieto entre tooria, deber de tranemisiéa de un saber surgido de la cu- ray practien, deber terapéutica y de respeto de Ia verdad de! pacionte, puede leerse en funcién de la dialéetica del saber y Ia verdad, que, como lo veromos mas adelante, Lacan renové en particular en relacién con Hegel Preud se tops con lo real de una imposible adecuacién de Joe dos werminos, al tratar de hacerlos converger en la publicacion del relato de cago. Aunque no se lo haya formulado como tal, es impensable que el curso de la publicacisn del "hombre de los lobos” no le haya hecho tomar eiertas medidas ‘Adomas, tenemos derecho a encontrar una relacién entre, por un iado, ef eese de publicaciones de cura, ‘despulés de la del "hombre de los lobos” en 1918, y por al otro la publicacion, dos anos después del “Mas alld del principio del placer” (1920), eon la consiguiente introdue- tion de la pulsion de muerte y la compulsicn a la repeti- tion, Bn el eapitulo tt, Freud expone las razones de un giro fen su practiea del andlisis, a saber, la constatacién en ste tle que no solo la repetician sustituye a la rememoracién (ya lo habia dicho en “Recordar, repetir y reelaborar’, en R. Lagwonstoin,*Remarques cur le act dans a technugua peyche nalytiae”, vue frangarede psychanatyoe, 1. R?2, 1930-1981, Pare 48 191d) sina que corvesponde a li drbita de una dimensivr especifiea, la de la pulsiin de muerte. Esto lo cunduce a Garle tna vuelta & una “especulacisn psicoanalitica’ (co- mienzo del capitulo 1v}, no por gusto de la especulaeion en Sintisma, sino para arientarse mejor en la practica Se trata de una manera de reconneer la disyuneién en- te la verdad y el saber laqui denaminado “especulacion por Freud), después de haher querido tanto conectiarlos en la publicacien de relatos de caso. Esta conciliacién aparece con Tetroactividad lapre-cop| respecta del orden. del_princi pio del placer. Bn ese momento, Freud advierte“quie cl Aeber de transmisién del saber sungido de la clinica pasa por un rodeo apareatemente alejado de la eliniea "Teansmilir es querer tansmitir. Pero este deseo txo- pieza con lo imposible. Con Io imposible imherente al de- Sep de nambrarse a si mismo y con lo imposible relativo al objeto que se trata de tranamitir y alos medios de hacerlo, Ey ese imposible Cla reel os fo imiposiile", sostiene Lacan, del que hemos tenido wna vislumbre, lo que va a transcu- fren las paginas que siguen. Transmitir es desear transmitir y encontrar in imposible de bransmitir. Trans mitir es transmitir Io imposible de transmitir LACAN, DE LA FICCION AL ESTILO Fuera de sus tesis De la psicosis paranoica en sus retacio- nes con ta personalidad escrita en 1932, cuando era psi quiatra, y Vuelta a publicar “no sin reticencias” en 1975, acan, ya psicoanalista, no publicé relatos de casos como Freud. Aun cuando raramente, comunica algunos rasgos linicos surgidos de su préctica, Lacan no eligid, como Freud, el relato de caso para transmitir la cliniea psicaa- nnalitien, la verdad de la que ésta es portadora, Sin embar~ go, no se puede afirmar que Lacan no baya contribuide a esclarecernos en la préchea clinica. {Cémo? {Cusles son Ins vias que tomé? Como Freud, Lacan se confronté con el deber de la iserecin en proporeién directa con el acrecentamiento de su notoriedad, Un dia, en su semmario, hizo una alu- Sion a la embarazosa eituacion de haber tenide que afron- tar los reptoches de la madre de uno de sus pacientes, quien habia reconocide a su hyo en la corta anotacién que El habia hecho en "L'agressivité en psychanalyse” (1945). ¥ entonces se jur6 no referirse nunca mds a esos ejemplos, ‘Al crear la revista de la Escuela Freudiana de Paris, Seilicet, en 1968, ano de los argumentos para justificar el principio de no firma de los autores al final del articalo —Ias ‘Jacques Lecan, Berto et. p- 10d (La agrosividad en psicoand lise Beoritos, bce 1; p94) 48 frmas tenfan que figurar en una lista aparte al final de los yolumenes, y en consecuencia, no se trataba de anonima- to- es precisamente la “seguridad” que surgiré para la publieacion de un *rasgo de caso Encontraraquiel medio dereanimarla publicacién psicoana- IMtiea Para eontribuur a ell, se adopta el principio dela no- firma: tn equipo va a encargarse de dar eso paso. Esto fqiuivale a apostar ala formalizaciontedrica gue hace conce- bible este paso: anticipar quizdsu establecimienta, perotam- bien poner fuera de moda eierte estilo de velteretas que de hhecha ya no earreaponde. Menos alactaciones y estiramen fos de autoridad. Mas seguridad para invorar lo peasonel en Ia practic, y especialmente los mangos de caso." A continuacién de au experiencia desdichada es asi como Io entendemos- Lacan refiere el problema de Ia ublicacion de rasgos de casos no tanto al hecho de “que El sujeto se reconozea, sino a que otros lo ubiquen por su psicoanalista”.” Lacan no deja de mencionar aqui lo que puede tener de denunciadora la referencia al caso: “Re- Fereneia, como se sabe, siempre presta a delatar lo que sostiene tun radeo tan comtn que se apoya en el rasgo mas particular” ‘Los argumentas que invoea Lacan, por supuesto, tienen 5u pertinencia y au legitimidad, pero ha basta con citarlos para darse cuenta de Ia positividad de las otras vias elegidas por Lacan para transmitir la clinica, De estas ‘vias sélo Fetendremos aquallas que se sittian en el mismo terreno que Freud: la publicacidn, la eseritura, la literata- ra, Por otto lade, suponemos que Lacan fue instruido por ls atalladeros eneontradas por Freud, aunque no los haya formulado como lo hemos hecho nosotros, y que esto lo jncité a dar un paso a.un lado, ‘Sustendremos gue Lacan guiso una transmision de la "Jacques Lacon, contrataps de Selice, Pari, Le Seuil 1968, Saciues Lacan, “introduction de Seikeet™ See 1.ab. itp 5 Tye: p 5 ey clinica no como Freud, por intermedio de la publicacién de relatos elinieos, sino por medio de su estilo, justamente plunteada en referencia a la verdad, como eseribe al final de "Psychanalyse et son enseignement™ “Todo retorno a Freud que de materia a una ensenanza digna de ese nom- bbre se praducira dnieamente por la via por la que la verdad mis escondida se manifiesta en las revoluctones de la cultura sta via es la unica formacién que podemos ‘anemitir a aquellos que nos siguen. Se llama: "Hl estilo es para Lacan un operador situado en la conflueneia de la verdad de la cura y el saber transm sible de esa verdad ‘Alli donde Freud pasa por el relato de easo para trans: iv la verdad, eulminando en la verdad como flecion, Lavan pasa por un trabajo sobre el estilo, modificando asi, or otva parte, el estatuto de Ia verdad, Bl resultado es {us si la referencia principal para Freud es Ia novela, para Lacan pasa a eer la poesia, sin que por ello sea menester considerar estos términas como géneres literarios prede- Rinidos Robert Desnos habla de la novela como de un “manstruo informe, un género sin limites”. Roland Bar~ thes ha demostrado que acaso desde Mallarmé se ha horrade la frontera entre los generas, no sélo entre nove. Listas y poetas sina también entre eseritores y criticos: "El hibre, para el autor, aparece en una posieién invertida; ya nno hay mi postas ni novelistas: ya no hay sino una sola nseritura’” En consecuencia, daremos el nombre de poe- Sia mas bion a esta transgresién de los géneros donde el objeto ee el lenguaje. ‘Lacan Ie otorga al estilo un valor elinico enunciative agregado al cnunciado y con efectos subjetivos propios en Jggues Lacan, “La payehanalyee et son erity het. p 458 -Blpsconnalinsy suensenan Rolert Dass, “Notes sure roman", Oxuores, Pare, Quart, alli- vag 1090, 1150 ‘island Rarthes, Cetique eb veri, Ocuoree comptes, bajo la Aivecton de Barty tt, 1989-1967, Pars, La Soul, 2003, p TS ignement” (1951), TBeonton,ob-e1) 50 los Jectores, Bs por ello que hablo de clineidad del estilo de Lacan. Si pera Freud aon los relatos de caso los que tienen wn valor fundador. para Lacan el estilo tiene wn valor formador. Anado que esta clinicidad reside esoncial mente en el moda de instanraciin de una relacion eon a vertiad del deseo dol analista en tanto “los psicoanalistas forman parte del concepto de inconsciente, puesto que constituyen aguello @ lo gue éste se dirige’," y todo ello en Ta linea del discurso analizante. Refiriendose a su estilo, Lacan ha sehalado -volveremos a este punto~ que sus dificultades responden al objeto mismo del que se tra oe. ‘Para que una verdad del analizante se tranamita por el analista, cate debe ajustarse también en esta dimension, aunque la verdad no sea la misma para ambos, tiene lit misma estructura Por ende, en esta transmision debe operar la relacién con Ia verdad del analista, Primers, porque entiende la verdad del enalizante desde el punto fn que él mismo esta situado por su verdad de analista. os decir desde el punto en que él se autoriza como analista (lo ‘que ha constituido su pase), desde el punta de Ia verdad de su fin de andlisis. Luego, porque como analista esta inclu doen el caso del que quiere dar cuenta. Por lo tanto, transmitir la verdad del caso del analizan- te es transmitir al mismo tiempo la verdad del semblante de objeto a que cl analista encarna para el analizante durante e} tiempo de su aniiisis hasta el momento de se- paracién de este objeto. A nuestro entender, es en relacisn €on esta problemitica como funciona el estilo de Lacan, al que Hamamos su climidad. Volveremes al asunto Jacques Laces, “Postion del inconecient” (1964), eri, oe. 884, MPostegn del inosctente™Bsertor,ob ei, 9-813) "Jacques Lacan Las formation del inconseint 387-1999), Paris, Le Seu, 2908, p. 40 Ida ormcionesdle! nconsciente Seqnnanie®, Pasioa, Buenos aie 2Cémo ha eyolucionado la euestion dela verdad de Freud a Lacan? Al haber planteado al comienzo de su ensefianza que la verdad tiene una estructura de fiecidn, Lacan recoge la he- rencia del pensamiento freudiano. En un primer tiempo, compara 1a ficeién eon el mito, centrelazado con la literatura, Fl titulo de su conferencia "Le mythe individuel du névrosé ou ‘Poésie et vérite’ dans la evrose” MEI mito individual del neurdtico o ‘Poesia y ver~ dad’ en la neurosis")” esta angpirado en las famosas memo- vias de Goethe, Dichtung und Warkeit.* pero también en Freud y tal vex en la recopilacion de Paul Eluard, “Poésie et verité 1942", en la cual aparece por primera vez el célebre poema "Liberte", Lacan elige dos ejemplos: la escena de Aevolucién de dinero de Ernst Lanzer y un agregado fantas- ‘matien de Goethe a las lagunas de sus recuerdos. La eleccion tle este ejemplo constituye un redoblamiento del homena- je de Lacan a Frend, ya que este altimo publieé en 1917 un ‘arliculo titulado "Un, recuedo de infancia de ‘Poesia y ver~ iad”, en el cual analiza atro recuerdo de infancia de Goethe {el lanzamiento de vajila por la ventana) al que porotra parte califiea de acto “simbolico” (eymbolische).” {Por qué no contentarse con el vorablo fantasma, término hheredado y cargada de sentido, y sustituirlo por el de mito? ‘Ami moda da ver, esto es el resultado de una lectura cruzada de Freud y LéviStrauss (al menos) y preludia una revi ‘ién de la hoeién de fantaema que vera Ia luz hacia 1957" * Jagques Lean, Ornicarf at 118, Pars, Lyse, 1979, 3 W won Gootho, Ses mancirerstan oie Pocneet writs, 9x0. Paris, Le signe, 1919. "fouund Freud, “Un souvenir denfanco do ‘Pols et véité Jinguadiance trangt® et sutrorfxtes, Pars, Gallimard, Ba bling, trad’ Cambor, 2001. pp, 214-216. 'S Sobrelneelasones dea gbrade Lev Strauss onlade Lacan, véase la tevisds Carina Basualdo, Lacan (Sreud) Lov. Strauss Ilny pas de ‘anpoe gpntemolosiquss drigads por Markos Zafiropouos ydefendida Tae diciembre de'2063 en Paris. 8 El texta de Lacan es un ejemplo de Ia complejidad cle su. lectura de Lévi-Strauss, En 1949, Lacan introduce la nocién de simbélico, paraddjicamente en su articule sobre Clestadio del espejo, refiriéndose explicitamente a la “ef facia simbdliea”, expresién que btula el articulo de Lévi Strauss del mismo aiio" Mas tarde, Lacan no retoma por Su cuenta esta expresion, quizas a causa de las confusiones entre psicoandlisis, magia y organicidad a las que ésta da pie en el articula de Lévi-Strauss, En 1953, hablando del finite individual”. Lacan utiliza, por cierto, una expresién introducida por Lévi-Strauss en su articulo de 1949, pera en rigor se Tefiere a una concepcién de la estructura de euatro términos del parentesca anunciada por Lévi-Strauss fen 1945, 7 a una concepelén de los mitos que al antropdlozo ecién publicara en 1955. Interrogado a) respect por Garina Basualdo, Lévi-Strauss respondio primero que, conoeiendo a Lacan desde 1949, bien habris podido hablar Ge ello, y Inego que ya habia empozado a referirse al fandlisis estructural de los mitos en su curso de 1952- 1953" ‘Al reemplazar el iérmino “Fantasma” por ol de “mnito’ ‘Laean, en 1953, pone el acento en la estructura histories familiar en la cual se inscribe el fantasma del sujeto, y sta se planten camo cuaternaria; por otro lado, para él se trata de poner el acento en la cuestién de la verdad del fantasma, De Lévi-Strauss Lacan toma un abordaje que ‘adelante le permitira decir que “el mito es el intento de dar forma épiea a lo que se opera de la estructura” * En 1970," sigue avonsejando calurosamente la lectura de la Claude Lévi-Strauss, “Leen _pegtrusturale| Paria, Plsn, 1988. Claude Lér-Strause, “La structure des msthes" (1955), ob. Corina Barualde 98 et p13 spnstetugs tna evn” (2, Autres et, Pai, Le Seu 1 Seeques Lacan, Lenvtrs de fo psychanalyse, Pasio, Le Soul, texto estatestdopor Jacques Alain Setcinee del 11 de marta de 1870, 188) Pre 1 eymboique” (194, Anthropol 53 Anthropologie structurale, No obstante, la cuestién de la verdad esta ausente de log textos de Lévi-Strauss sobre los mitos y, por lo tanto, el haberla vineulado eon el mito es un aporte propio de Lacan. Por lo demas, fo hace de une manera que anticipa la euestién de la yelacién de lo verdadero con lo real -I9 real como imposible~ enuincian- do que el mito se sitda en el punto de imposible donde la verdad no puede dar cuenta de si misma! “El mito es lo que confiere una formula discursive a algo que no puede transmitirse en la definicién de la verdad, ya que la de- finicién de la verdad no puede apayarse sino en si misma ¥ porque Ia constituye en tanto y en cuanto progresa la pslabra. La palabra no puede ni eaptarse asf misma, ni captar el movimento de acceso a ia verdad, como una verdad objetiva, Solo puede expresarla ~y ello, de una ma- era milica="." ‘Obsérvese que al referirse al mito, Lacan puede reto- mar asi, en un mismo movimiento, el mite que Freud forj6, el mito liamado de Edipo, y que este reanudamiento sera Jn fuente de nuevas interpretaciones y do oerta decons- El mito no es la Unica forma de “fiecionalizar” Ia verdad y Lacan se apoyé mucho también en obras literarias, en particular en el cuento “La carta robada” de Edgar A. Poo ¥ lo hizo eon el objetivo de demostrar que el automatism de repeticin (la Wiederholungswang) traduce la insis- teneia, o instancia, de la letra, "verdad que hace posible la existencia misma de Ia feeion”* La verdad es en Lacan una suerte de palanca que a st vor constituye una exigencia en la operacién de dat cuenta de Ia experiencia. A'lo largo del tiempo, variog seran los enunciados que intentaran mseribir su légica: “Yo, Ja vor~ * Jacques Lacan “Lemythe nivel dunéveos ob city 292. sto ital del nouress sh ftosensons 9 fon Maui Butnos Aten tomo Epp 3930) soi iat U8 sama sur‘ eter le” 1956), Bo, Farin be Seas 1860, p12 CH seminar soe We care robe Brerttos. ob eit. t. 1, p 6.1 7 a dad, hablo” (2956), “Slo se puede decir Io verdadero sobre To verdadero” 11960), “Hay una division entee el saber y la verdad” (a partir de 1961), "La verdlad se soporta en un decir medias” (1970), > La referencia ala ficeion sigue siendo un punto de anclaje, pero se aleja de le forma literaria de la Rovela para acurearse a la forma de la poesia y para asi centrarse muis precisamento en In cuestiOn del estilo. ‘Lo que esté on juega sigue siendo cierta adecuacién centre aquello de la que xe habla y le manera de hablar de tllo. Pero si aquello de To gue #e habla es la verdad, y =1 Ia Serdad no puede eaptac ln que la funda, si na existe To v Gadero de lo verdadero, si la verdad habla en lo que es fesencialmente lo menos verdadero los suettos, los lapsus, las formaciones del inconsciente-, entonces, esta adecus ign no coincide con la tradicional adecuacion de ta cosa y del espirita sino que rovela una vadical inadecuacién fentre las palabras y Ja cosa, entre la palabra y aguello de To que se habla. Tender (asinisticamente) a acercarse a la realidad de la observacwin clinien consistira en tomar la me- dida adeouada de esta inadecaacion, en transmitir la existencia de esta incomensurabilidad que forma parte de la verdad del caso, tanto en la palabra dal analizante ‘camo en To que eseucha el analista ¥ en el esfuerzo de dar euenta de ello, Por otro lado, os la razén por la cual hay que ineluir en Ta verdad del easo To que atane propiamente al deseo del analista y al objeto causa de deseo, llamado par Lacan objeto a.** TE] aporte de Lacan consiste en significar que el estilo permite asegurar esta (runsmision problematic. Exami- hemos algunos de los momentos par los cuales ha pasado, En “Intervencion sobre la tranaferencia’, en 1951, La- ‘can relee la absorvacién de “Dora” y mas particularmente las diferentes ctapas de su transferencia con Froud en termings de tres “inversiones dialéeticas” y de tres “desa- rrollos de Ia verdad”. Subraya que en la observacién de Balas puntos sesdin desarsollades en los eapitloe siguientes. Ratomaremas eae punt en ceapitulo 16 Freud, el relato es adscuado a Ja cura: “Es decir que el ‘concepto de Ia exposivién es idéntico [hacemos nuestro al Subrayade} al progreso del sujeto, o sea a la realidad de la curacion”.® Por consigmiente, convalida la puesta en rela- to de la cura, yendo hasta astablecer uns homologia entre ‘ambas, La ficeién (relato) por la cual Freud da cuenta de la verdad de In cura ce confunde con esta verdad. Desta- quemos que este resultado no fue posible sino porque Freud se incluye en la transferencia, Lacan no dejé de ven- dirle homenaje apaydindose en que su participaciOn perso. nal hace vibrar la observacién con unt “estremecimiento” gue “alza este toxto” al “tono de una Princesse de Cleves, presa de una mordaza infernal” Hablando de “identidad”, Lacan da un paso suplement rio en relacién con Freud, y hace del relato el Iugar de pleno derecho donde se aprecia la cuestidn de la verdad. ‘Se podria retomar eon el mismo hile el andlisis de las Memorias de Daniel-Paul Schreber. libro que se confunde, fen su eseritura y su publicacién, con el proceso y Ia estructura de la psicosis.”* En el seminario EI deseo y su interpretacién, Lacan franquea una nueva etapa: “El anélisis no es una simple reconstitueidn del pasado; el andlisis tampoco es una treduceién a normas preformadas; el andlisis no es un epos, el anslisis no es un ethos. Sie lo comparara con algo es con ‘un relato que seria tal que el relato mismo sea el lugar del encuentro del que se trata en el relato’.”' Esta afirmacion constiluye tuna inversién respecto de las posiciones ante- rhores, tanto de Freud como del propio Lacan. No se trata Jacques Lacan, "Intorvention eur le transfor” ons obey 218, (CIntervencion sobr in transference’, Bverios,t Tob. st, p27] S thiden, p.229 (pp. 212-2181 "Jaques Lacan, “Du traitement posible de ln psyehose”, Beit, ob sit, 9 598: [Bservee,"De una euestton preliminar todo teatamionto posite dela putcace” ob cits 2p. 8141 we Jncques Lacan, Le dst e! son interprdtation, 1 de julio de 1959, incdity BocLenythe isivuduel unéeraee scan define el ta como ‘Serta representaconsigetin denen Porotantoesposbectbar 56 piers: solamente de interrogarse sobre ol pasuje de la cura s su relate aino de decir que la cura misma eneuentra su razon, osu verdad, en cierto tipo de relato. No relato de un en- Guentro o enenentro de un relato, sino encuentro en el telato del encuentro, Lacan redefine el andlisis desde el pun- to de vista de la puesta en relato, como retroaccion sobre Si mismo de ese relato. En este viraje que Lacan le hace sufnir tanto a Freud como a si mismo, la nocién de reiato cambia de sentido. Se convierte en el representante de Soa division, Ya no ge trata solamente de la distancia entre la realidad y eu relato sino de que el relato lieva en Si mismo el lugar de la division de 1a que se trata en el andlisis, Esto es lo que podemos llamar un estilo. 1 ESTILO, (UN SUPLEMENTO DE DESEO Bn un estudio enbre el estilo, Antoine Compagnon indiea que la Tesitimidad tradicional de ia nocidn de estilo depende del clualismo del lenguaje y del pensariento, que repercute en ppisiciones binanas: fondo ¥ forma, contenido y expresion, ‘materia y mancra. "Por ends, of axioma del estilo es éste: hay Vrias maneras de decir lo mismo, maneras que el estilo distin sue, Por consiguiente, el estilo, en el sentido de ormamento y de distancia, presupone la sinonimia™ ‘La binariedad fondo y forma ha side atacada poralingats- tica a partir de los afios 1960 y se ha llegado a plantear que decir de atro modo lo mismo es decir otra cosa. Por ello, la nnocién de estilo perdia su pertinencia y la estilistica se volvia obsoleta para fundirse en la semantica, el estudio de Jas wariaciones de sentido, de las maneras de decir cosas con sentidos diferentes. Antoine Compagnon, por su lado, trata de vehabilitar Ia nosién de estilo, de mantener una distineién entre Io que se dice y Ia manera de decirlo, pero sin caer en las falencias del duslismo. La solucién que propone parece, rho obstante, un poco escueta. Se resume en una nueva pro- puesta: “Hay maneras bastante diferentes de decir mas 0 znienos lo mismo"” También retoma por su cuenta la frase de Aby Warburg como el lema de todo estilista: “God is in the A. Compagnon, Ledénton de fa zhéore, Pris, Le Soul, 1998p. 182 ec detail”. Aunque se suseriba 2 ella, esta fhuse sigue siendo Gemmasiado general para rehabilitar el estilo ‘Afirmar que hay vurias maneras de decir lo mismo o mas 9. menos lo mismo, o que mancras diferentes dicen cosas Giferentes Lambién es quedarse preso no del dualismo forma Fond sino de otra cosa que no es mucho mejor: del sentido, ‘Ahora bien, el psicnanlisis revela que Tos efectos de sen~ tido son efectos de no-senvico pas-de.sens] donde el no [pas] Gebe entenderse en su doble sentido: un sentido nuevo resulta de dar wn paso (pes) en relacién con al sentido convenido o previsto, paso que on si esta relacionado con eonexiones de elementos que, por sf mismos, no [pas] tienen Sentido, ya sean signiieantes, imaginadas «i ohjetales. ‘El no-sentid es suplementario del sentida. Este suple- mento ¢3 falta de sentido y le falta sentido. Como tal, este Vinculado con un deseo, wina falta en ser euyo abjeta @, me tonimico, es el soporte en el fantasma 'Si se puede sostener la sfirmacion segin la eual decir de otra manera io misma es decir otra cosa, es desde el punto Ge vista del deseo y no desde el punto de vista del sentido, Esa “olra cosa” ropresents al lugar del deseo. El deseo es Ievado por la manera de decir de otro modo lo mismo. ‘Dicho desplazamiento en relacién con el sbordaje lin gufstico del estilo coincide con las declaraciones que Lacan colgca a modo de epizrafe de los Eseritos en su “Obertura’, prueba, por si hacia falta, de la importancia ‘que concede a esta nocidn. “[...] el estilo es el hombre [...) Al que nos dirigimos", escribe. prolongando la frase de Bu- ffon referida en In obra postuma (1801) de Herault de Séchelles (guillotinado on 1794), y “Es el objeto quien responde a la pregunta sobve el estilo que planteamos de entrada, Bn ese lugar que designaba al hombre para But fon, la llamamos li caida de ese objeto, reveladora de lo que aisla, a Ia vez como causa del deseo en donde el sujcto se eclipsa y como sustentando al sujeto entre verdad ¥ saber" “Jacques Lacan, Eerie, oe, p- 10 [Bserto,ob ett 1. pp. 3-41 Ledivinundelayetoontresnberyverdadexpare Lacan lamanara come 39 Alelacionar la euestién del estilo con el objeto @, Lacan. desplaza el primero hacia el lado del desea, ya que el objeto a es causa de deseo. El estilo es esa dimension su- plementaria en el sentido de que tiene que ver con la manera de decir y se hace a la vez el soporte dei deseo y causa de division del sujeto, Esta es la razén del monierismo de Lacan, Bs en él donde enewientra tn estile que responde al objeto del que se trata en palcoandlisis, para hablar ‘siguiendo a la palabra” Lo amento, no puedo hacer nada —mu estilo es lo que es~. AL respecto, les pido que hagan un esfuerzo, He de anadir Simplemente que, sean cuales fueren las deficiencias que Duedan intervenir por lado, porrazones personales, en las [ifleultades de este atilo también hay ~acaso puedan entre- Serlo~ algo que respond al abjoto musroo del que se trata. Ya fque se trata, en efecto, de hablar de manera valida de Ins Rinciones ercadoras que ejerce el significante en el significa ‘do, 23 desir, nose trata simplemente de hablar dela palabra, tino de hablar siguiendo a la palabra, si se me permite la expresign, Para evocar sus funeiones mismas, quizas hay hnevesidadies intesnas de estilo que se imponen la coneision, por ejemplo, la alusion, ineluan la agudeza~ las cuales son eros tanvog elementos decisivos para entrar en el terreno fuyas avenidasy euya textara gobiernan en su totalidad. La, fontinuacion de mi exposicion de este afo, as To espero, 50 lo mostrard. Valveremnas a allo a propdsito de cierto estilo ‘que nodudaremosen ilamarpor sunombre, por ambigwo que Sueda parecer: el manserssmo. Tratare de mostrarles quen0 Solo tiene detrés deaf una gran tradicion sino que ten uns foncidn irreemplazable.” ‘Laujstodelinconstientesevinevlasonelsutodelacencia, identiicdo Scnelaujeta dal engteeaetesiana,ctayeadvenimientohizerupturacon la Epuseme clisten Bl aujeto eta divadido ent la verdad garantizade Dor Shossyel saber det sujet desfstonseate sug dl eng. Bt objeto aes f lave, causa de division del sjetoy suplencia de este ene fantasma, deli ye escrito, Tate Lacan, Lee formations de Finconsctnt, clase del 18 de n0- wiombre de 1987. Le South p80. oo El estilo: entre texto, libro, leetura La cuestién del estilo, para Lavan, desde su, “Obertura’ asta los Bsericos, esta elaramente relacionada con la de Gfigirse el otro: “El estilo es el hombre [...] al que nos d- Higimos® seguido de: "Del itinerario del que estos escritos Son jalones y del estilo determinado por aquellos a los que se iairigieron, querriamos llevar al lector a una consecuen: fia en la que le sea preciso poner de su parte” "Ya se habia subrayado que el hecho estilistico no era inicamente de orden linguistico ¥ psicoldgica sino tam- bign social” El paso suplementario de Lacan consiste ©) dafirmar gue él estilo no es el signo de la destinacién del tuitor a su lector sino que le es “ordenado” al autor por esta Gestinacién al lector. Le destinacidn tiene un efecto inver fo, retroactive, de bucle ‘Un estudio que se limitara a.un punto de referencia for~ mal, literario, del estilo de Lacan solo habria hecho la fnitad del easing si no 2e eompletara con el del movimien- {fo inverso por medio del eval el lector debe encontrarse en poniendo de su parte, Resumiendo, digamos que el estilo conjuga el nudo del sujeto con el atro cuyo deseo se sostiene, Lacan inventé una formula para decir este anudamiento, la del fantasma, $0, B deseo de a, 0 ¥ corte de a, Noes easual, una vez mis, que en la eseritura misma de esta formula figure el vocabio estilo. “Figura” literalmen- te, pues la palabra no se ha pronunciado sino imaginado, ideografiado, por medio del pequeno losange, 0, al que La~ ean denomina punzdn, El punzén es la figura del estilo stilo viene del latin séus, nombre de un punzon de hierro © de hueso que servia para eseribir en las tablillas de cera, y que luego design6 la escritura misma, Stilus se an, Berita, ob, stp. 10.{Evertos ob. et... [ety sus trcknuques, Pari, rr, 1980 6 vineula con sfimadas por Ja raiz -sti, picar (distinguir, instinto} El punzén (de punetiare, picar) designa, @ la vez, el ingtrumento terminado en punta para perforar y la marca resullante, que eortifiea Ia calidad o 1a procedencia, El estile aetia coma un punz6n, simulténeamente ins- tramento pava picar y resultado’ del picado, escritura, mar-ca eertificante. Bl estilo es aquello por’ lo cual se punza la relacién dal sujeto con el objeto. '$0.a puede leorse del siguiente modo: el sujeto estila al objeto a, 0 a la inversa, frase en Ia cual el vocablo estilo seria la tereera persona del verbo “estilay” (volver estila- do Es muy importante para nuestros propésites tener en. euenta que, como lo subrayé el propio Lacan, el punzén “compe el elemento fenematico que constituye Ia unidad significante hasta su atomo literal”. EL punzén es un elemento de escritura, pera no fonemiatico: es ideografico fs In manera de los caracteres de la eseritura china. Intro- duce en Ja eseritura de los sonidos una diseontinuidad y tuna dimension de feono (segain Pairee, el feono esta en re- Incion no arbitraria sino mativada con los objetos del niindo}. La palabra que signifies el estilo es un ideograma, Faguf algo que debe emanciparnos de una concepcion demasiado lingufstica y fonocéntrica de la nocidn de esti- To. Y ello os asi tanto més euanto que ese lasange se presta ‘a eqnivacas que nada tienen que envidiar a los equivocos: Significantes, "Bsta hecho para permitir veinte y cien Tec- turas diferentes”, afirma Lacan. En efecto, si al principio, * Bl verbo “astilar, que existe en cactallano aunque no con I signi {cn puntyal que cobra ea eats enatexto Cextender ana evetura. un flospacho, ee, conforme a estilo foemularo que corresponce. "Ustr, fenge por eontumbre, pratisar°/ "Disko de una cua: Ser costumbro 0 Sstnr de mods" DRAB) en francés or una acufgcon del tutor Cuando dice onion ol seni sang eld ext Retendo un ue jacrtementeteanstav del verbo, a desir qus este poniendode relieve objeto directa algo ella alge) [N dela? ] e en 1958, e] punzon ea identifcaco por Lacan eon ol esque sha L, liege sera de bet Enna deseompuesto (come los Gnracteres chinos) on "=" y "oe sdentiieada con la dive Sian del Otro por la Demanda, de In que Sy a sén respec Elvamente el costente y el resto; un corte en doble buce del Tano proyective; la disysineion J conjuneion; el maa gran- Bev elias pequelio, eve! de la alenacién y el borde de fa separacign en la interseccisn y la reunidn de eonjun tng; fa tinplicacion y ta exclusion Siiel estilo debe vehieulizar la posibilidad do todas estas operaciones, se pucite comprender que ~como tra faremos de sostenierlo~ su leorta debe ingluir otros el Mentos ademas de los rogistrados por un examen {0r- nal que solo dbarque lor giros feastieos, por ahadidurs En furneidn del sentido "Yello sobre todo porque el abordaje del objeto « ho eho por Lacan evolueroné cuando pasd de la topologie de {as Cuperficies tel plano proyective prineipaimente) —2 la que se refiere todavia In formula del fantasma @ la {Gpblogta del mudo borromeo, Con este ultimo, aparece tna mucva presentacién del objeto a. en Ta cual este no tiene mi siquicra la sustancia de una superficio sin Imagen espejo (dado que es simsleica) sino que correspon: Go al vacio del lugar de interseccion del rmudo borromeo compuesto de lo imaginario, lo simbslico y to real: 2) Asi definido como objeto de interseceién, el abjeto « esigue respondiendo a la pregunta sobre el estilo, como lo Sfirmaba Lacan en su ‘Obertura”? 53 Si, yo diria, a condicién de integrar on Io que se Hama estilo la escritura ideografica, ciertamente, pero también el hecho mismo de Ia edicién ¥ de la publicacién.™® Me vi lievado a esto por los trabajos de los historiadores moder- hos sobre Ia leelura, Roger Chartier ha observado, con to- da razén, que los autores no escriben libros, sino textos {que otros transforman en bros. Cedémosle a palabra: Contra a representacién, elaborada por a literatura misma 'yretomada poria mas omunmente aeeptada delas historias det iibro,segim la cual el taxto existe en stmisto,separado de foda maisrialidad. se debe recordar quenohay texto fuera del Sovocte que da a leer (0 escachar),¥ que por lo tanto no hay fomprension de un escrito, cualquisra sea éte, que no de- pendaenalgunamedida deine formas pormediodelas cuales Elcanea a sw lector. De af In distineion nocesari entre dos Conpantos de sispositivos: Ios que tienen que ver con Tas steatagiag de eseritara y con las intenciones del autor, y1os ‘Que resultan de la decisiones editariales o de [as imposicio nes det taller [Eps autores no eseriben libros: no, eseriben textos que se transforman en abjetos esentos, manuscrites, grabados, impresos thoy electromicos) Estadistancia.queesjistamen- teelespacioenal qvoseconstruyecl sentido, tiasidoolvidada tlomastado'a menudo, no sole porta bistorialterariaeldsica {tue piensa a la obra como wn texto abstractn cuyas formas ‘Spogrsfieas no tienen importancia, sino incluso por la este- thea dela recepeidn", que postula, pese asu deseo dehistoriar In experiencia que hacen los lectores de las obras, una re- lacion pura e inmediata entre las "senales” emitidas por el tento-que uegan con las convenciones iterariasaceptadas~ Yel shorseonte de expectativas” del publica al que estan dic Figidas, Bn tal perspectiva, vel efecto productdo™ no depende ten modo alguno de las formas materiales que vehiculizan al texto, Sin embargo, también eontribuyen plenamente a mo- ‘elarlas anticipaciones del lector yaapelar a nuevos publicos © publication ‘Lage serve puller esyle de aca Sermde 2001, Toulouse Er ini scticul sobre a selacin de Lacan con in ediign conte "Ensoon. nT. prima 64 q Henos aqui, por lo tanto, nuevamente frente a nuestro teiangulo de partida, define porta relacion anudada entre eltexta, el bro yla leetura. Las varvaciones de usta relacien perfilan algunas figuras elementales de la relacion entre Fespacio legible” y efectuacion’, relomando los mismos términos de Michel de Certeau,"" Por mi lado. prefiero hablar de tridngulo enunciativo ara recordar gue exite el sujoto en el naunte ‘Pianiso la hipotesia de que este triéngulearacteriza el estilo y que eada tino de sus lados corresponde a una de lat Sonsistencias del muco borromnes ‘Ani pues, el texto correnponderta a lo simbalieo, ode los signtieantes y Tas letras que se disponen. Bl ibro corre ponderia a lo imaginario, seria su soporte visual, apee Renate, roproductible. ba iectura estania del lado de To Teal. Pcs, sungue sea efeetiva, es hipatstiea, smprevisible, Isterions en su operacion, Es necesario un “eomprender Yun spaso para comprender pero siendo incluigo (ere Zomprisl™. 2aign puede decir “yo roy lector" ai el que lee te el inconaciente? El lector no deja munca de ser sujeto Supuesto ler. {IY leer qué? Un mensaje que suple el silencio de los aigaes. Me refiero en particular @ Ios trabajos de Anne Marte Christin sobre el nacimiento de la esertura, Seg she ln eseritora naeié de lasmagen en a medida en quela imagen ‘misma habia surgigo anteriormente dal descubrinsento ser decir dela tnvencionde lnsuperfiw: ese producto directo delpensamientodelapantaila |. |Procede por ntersogaciin ‘iswal de una superficie para deducir ous relaciones existe tesenre os tstzog quan aera onclay,evenunimente bu aistema, Foes! haber pensado en desplazar alas Sguras ‘mismas de las imagens las interrogacionss que suscitaban Roger Chartier, Culture deruteetstceté Lode des lures svt), Paris, Allin Michel, 1996, p. 140-141 {Bl orden de los ltbrow.Lectores Aiiore, bibhdecnsen Burgpaenteiossigie ey mv Gedae, Batclen, 1904, pp. 20-50 Traduecgn: Viviane Ackerman) ca la visiin de su soporte lo que permitié coneebir esas figuras, Como slgnos y signos sufieientemente ambiguos y pregnan- tes para que no 96 los intervogara solamente en términos de igmilieaciones sino asociandolos tambien, comoaunsistema de otto tipo, can los sonidos de la lengua, La ginosis de las esenituras ideografieas confirma esta hip6 tect, ya que se sabe que la mesopotémica y la china se han formado en el mavimienta de la adivinacién. La advinacién, {2 su vez, es ina forma de pensamiento de la pantalla: estat fundada en el examen de soportes particulares donde estsn inscriptes, destinados a ser deselfvadas, ya que se trata de Imensajes dirigidos por ellos alos hombres, signos de La len- gua de os dioses." A partir de alli, AoM. Christin explora ta literatura francesa para encontrar en ella las formas que se separan del imperialismo fonoeéntrico (la escritura estaria hecha para anotar los sonidos) y se acercan a un intento de decir El espacia. Uno de los ejemplos mas representativos es La poesia de Mallarmé, de la que Paul Valéry, hablando del Coup de dés, decta: "Pienso que por fin tratd de elevar una pagina la potencia del cielo estrellado”."™ ‘Ast camo el marco de] andlisis (el tiempo de sesién, por ejemplo) no esta fuera de la interpretacién analitica (en el ‘caso de las sesiones puntuadas), las formas mas materia {os de publicacién ~paginacion, caracteres, ilustraciones..— por las ewales un texto se da 2 leer participan en los efectos Oe sentida del texto ve Anne Marie Christin, Liimageteriteouladsraison graphique, Paris, iammarion, 1905, 5.6 Pal Valery, Paice 1, La Pléiade, Gallamard,p. 624 «6 EL ESTILO DE LACAN Lacan ha dado algunas indicaciones sobre la manera como se representaba su estilo, lo cual no abbiga a conformarse ton esas apreciaciones, pera Lampoco puege preseindirss Ge ellas. Si se lo ubica on la linea del manierismo y tambien, fn la del baroce,"™ es por su arte de la coneisién, de la slusion y de la agudezs, el concetfo, que consiste en con: Centrar en un espacio textual reducide y en un tiempo breve toda la energia y la agudeza de una figura. ‘A menudo se ha comparada cl estilo de Lacan con el de Mallarmé. Curiosamente, no es con este poeta cen quiva Lacan se ainti¢ deudar, sino con Géngora: *.. el Gongora del psicoanslisis, segun dicen, para serviries** En 196: fen Problemes eruciauy pour Ie psychanalyse, rinde hom: naje especialmente al pooma “La tabula de Polifemo y Ga- Tatea” en e cual, afirma, “se ha formade”. Lo vuelve a citar en 1971 en un “Entretien A Tuniversité de Tokyo". Al respecto, es asombrosy que el nombre de Géngora no figure ni siquiera en el indice de los Bscritos. Lacan no es el unico en haber reconocido la actualidad del gran poeta * Ygase al artculo de Denise Mairane, “Briss maniéeisme et bar sus, quelques considerations sur le atsle tls joutaance dane Ista Sisson dela peychanalyse™ Eesevm,a¥ 12, Toulouse, Bree, primavera Sm Jacques Lacan, Bers, hit, p. 467. Vinge también “la agers més gongorina™ p10 p. 393 cordobés det Siglo de Oro espanol, Robert Desnos, en sus Réflexions sur le poésie, escribe: “Villon, Gérard de Ner- val, Gongora me parecen, junto con el gran Ba(fo, temas de reflexion aetuales en cuanto a la téeniea poética [...] Gon- gora [...] ¢l poema sigue su camino derecho a través de la Selva oscura y tupida, por una gran aventda, pero a la de- recha ¥ a la izquierda, parten unas alamedas transversa- les, senderos sinuosos hacia los bordes, y ello Géngora no To Suprime: lo absorbe, lo conserva, Io lleva como un pri sionero perseguide que levaria consigo los eampos mis- ros y no su Have". Gongorismo es el nombre que se Je ‘oourve @ Roland Barthes cuando invitaba a mas ironia, definida como “la euestion planteada al lenguaje por el lenguaje": Se puede imaginar otra ironia que, a falta de slgo mejor, amaremos barroca porque juege con formas 3 Ro eon seres, porgue expand l lenguaye eo lugar de ‘Sean cuales fueren sus referencias, Lacan prefiere la forma postica y no Ia novelesca para transmitir lo que recoge de su experiencia. ‘No estamos frente a una easualidad. Al igual que el psicoanalisis, ya volveremos a esto~ la poesia moderna es hija de la ciencia moderna, del momento eartesiano que hhizo nacer al sujeto de la ciencia, aquel sobre el que ope- vamos en psicoanslisis, Bs lo que han comprendido muy bien, entre otros, Jean Starobinski y Roland Barthes. El sentida de la palabra “poesia” ya no es el mismo on la poesia clisica y moderna, que comienza con Rimbaud y es anunciada por Hugo, Cambia en el siglo x1x, en el momento del impulso de Ja industria y de la técnica. Seguin Barthes, es una poesia “de In explosién de las palabras”. Presente- ‘mos algunas eitas: > Robart Deano, “Reflexion aur la poste” (2044), Oewore, Paris, Gallimard. Quarto, 1998, p1200, ‘Roland Barthes, Criaque e vérité (1866). ob. ct.,p. 798. ‘daca Lavan, “Laotence avers" (2986) feritsob cit.» B58. [La Gloneiny la vordad® Beene, 08 nt 2, p 838] cy | 1La poosta moderna. en efecto, ya que hay que oponerla a la poesfa eldsiea ya cualquier ara tipo de prise, desteuse Ia na- teraleza eepontsneamente funcional del lengusje-¥ no deja subsistir de al sino fas bases léxicas, De las relaciones, s5lo eonsorva su movimiento, su musien, no-st verdad. La Pala hbraestalla por encima de una inea de rlaciones vaciadas 1a gramdtica queda desprovista desu finalidad, se vuelve proso- fia, ya noes sine una inflesion que duva pata presentay ala Palsbra.(...] En la poesia moderna, las rlaciones son Unica ‘mente una extension dela palabra, sla Palabra"la moreda" [iT Lasrelaciones fjas quedan abolidas, a palabra ya noes sino un proyecto verticel, es camo un blogie. un pila que se hhunde en uns totalidad de sentido, de reflejosy de cemanen- fas: un signo de pe. (.. J Asi pos, cada palabra postica es tun aljeto inesperado, una caja de Pandora de donde se es ‘capan todas las virtualidades del lenguaje. [-.] La poesia madernaes una poesa objetva.(...|Flestallidede a palabra poética instituye entonees un objeto absolute. [..] No hay ‘humanist poetice de la modernidad." Adviértase que estas frases anticipan el “es el objeto el, que responde a la pregunta por el estilo” de Lacan. ‘Jean Starobinski se muestra aun mis explicita que Barthes en su puesta en relacion de la poesia moderna, la de Yves Bonnefoy, particularmente representativa (*uno’de Jos ejemplos mas ‘comprometides y mis reflexionados' con el nacimiento de la ciencia moderna. La poesia se sittia “entre dos mundos” en ese “reino intermedio" (Freud) del fantasma, en el espacio no geometrizable (no geadomina- ble)" del que Lacan hard la topologia: 12 poesia observa-, al hacerse cargo del mundo de los sparienciss, no se limita a recoger Ja hereneia del mundo sensibleal queelpensamientocientiico vuelvela espalda. El triunfo de la fisiea y de la cosmologia matematien (rao a= parejada la desaparicién de las vepresentaciones religions = Homofonia entee gdometieable "geometrisabe"l y séomaciriable (esodominable'l IN dela T) wr Woland Barthes, Le degrézér de ¥rtture (2953), Pari, Gonthier, 1969, pp 49-47 69 Sneuladas con la antigua imagen del casmos: mas all de tas Gtbitasplanctariaa ya nehay empires, habitacul de los Sngeles| bide Dios Nada, nel universo,differe de aqut abajo el nico freneficiane dela splieacgn de la raconalidad cientiica es el unde profs, Lo sagvado, sino debe desaparceer, se refuina hlaexperiencia'intertor"2eyelacionaconelactode vivir, con in eomunicaeion, con el smor compartido ~y asi Loma’ por ‘movado sensible, el Jenguaye el arte~ {sta es, mi modo de ver la condicion paraddjies en que se encuentran poesia desde hace manos de dossiglos:condicisn, precaria, ya que no dispone del sistema de pruebas que Rhegura la auloridad del diseurso clentifio, pero que es, al cme tlerapo, uaa condieién peivilgiada donde fa poesia sume conscientenente tna fareidn ontologica ~quiero de- fir, odo junto, una experiencia del sery una reilexion sobre lser= cuye peso 7 euva preceupacion no habia tenido que Shbrellevar en Ins siglos anteriores, Tiene detrés de si un ‘pune perdido, an orden on ol cual estaba inelusda al que Sbbe que ya no puede hacer revivis. Lleva en sila esperanza Ge un nuevo orden, de un nuevo sentido, cuya instawracién dlebe imaginar. Pone todo en marcha ‘para apresurar la {legada del mando auninexpresade, ques el conyunto de las Tulactones vivas en las cuales encontrariams la plenitud de tuna nueva presencia. Asi, cl mundo del que se hace cargo La pucsia te piensa en fatto, como la recorpensa del trabajo postico ‘Rimbaud uno de los que mis contribuyeron 3 Imponer esta nueva acepei6ade a palabra murnlo~constata! "Na estamos en sl mundo", invoea: "jh muna! y el eanto claro de las desdichas nucvns” Ea un espacio anslogo al que Gesigna el Weltinnenraum, hasialecualise dinge aT espera mas sensible, el ponsamiento de Rilke." Si la morada del hombre “entre dos mundos” es el lenguaye, entonces el hombre es habitado por In poesia y 61, al mismo tiempo, habita la poesia No se puede dejar de pensar, en este sentido, en el poema de Holderlin ‘ Jean Stvobinghy “La posse entre deux mondes", Prfacio a Yves onnefoy. Potmen Pavia, Galimaed, 1989, pp. 10-1 leno de mecitos pore conus poeta El horabre habita en esta teres, transformada por Heidegger an “el hombre habita er posta” para significar que "la puesia es el verdadero hacer Rabitar"'"' Lacan habita la poesia, » 63 un “stabitat™ "= lo que descubrimos al leor su prosa, incluso su poesia. Existe Gina eonocida: el sonata aserito vi 1922, Panta rhet (“Todo Maye"), publicada en 1929 en Lv phare de Newilly bajo el nuevo titulo de Hiaius irrafinnatis!” Lo retomaremos mas adelante." Bm su prosa, Laon es an poota que avanza enmascara- do, Veamos algunos ejemplos. Lag tltimas lineas de La chose frendicnne estin disnuestas en un euartet de sle- jandrinos Actein, daniasiade eulpable de acocar ala diosa, ppresa en que re pretide, razador, la gombra en que te deja i's la aria an que tu paso se upresu, Diana reconocera por lo que valen a los perros. ‘Varios lectores han buscado, en vano, de dénde venia la ita con Ia eual Lacan ilustraba la metafora en La instancie de la letrn en el inconscvente (p. 5O8h "El amor es wn su Jarra que se rie en el sol” Ip, 488), Bs de él "También hay an alejandvine oculto en la frase siguiente: “Hay que segui’ cn las rodeos admirablemente urgentes Ge las linens de este libro [ET chuiste y su relacién con el Bl veybo latino “sini uns condenssevin de stab [eatabe"l = obatae Phabita') IN dela TT SM Hendler, Boces econfioners, Pars, Gallimard 1888, p22 ts Jaeguca Lact, L ctowrdt Autos cert, bet ov gaa el artical de Annick Allagredium “A propos du sonnet de Lacan E Uneboouer 7, Prumaversde 2001, arts, Bd. L'Unebevue, cue Feprodace Ins doe versiones del poems slp sahze " Yease el apical 10 Jacques Lnean, La chose freudhenne”, Berte,ob eit. p 496.(-La sos feadina” Bseay, betty p48 | ineonscrente] el paseo al que Freud nos errastra por ese Jardin escogido del mas amargo amor". Louis Soler fenconéré en los Eseritos muchos otros alejandrinos asi co mo ritmos ternarios, decasilabos, octosilabos... a gra el." ‘La figura del quiasmo, particularmente apreciada en la pocsfa manierista y barroea, es muy frecuente en Lacan. Bor ejemplo, en el titulo del Discours de Rome en 1953: “Funcion y campo de la palabra y del lenguaye", En cuanto a los gitos gongorinos, abundan: *...pues el orden simbolico exige tres términs por lo menos, lo cual impone ai analista no olvidar al Otro presente, entre los fos que por no estar alli envuelven al que habla” recuer~ Gael comienzo de Polifemo y Galatea: “Estas que me dicts, rimas sonoras/ Culta si aunque bucdlica Talia...” TEL libro sobre los 789 neologismos de Lacan'"* rovela que a téeniea poetica del estilo de Lacan ‘no se desplegaba solamente en un arte de la sintaxis, de la gramaties, de la ideografia (con sus matemas, que requieren demasiado es- pacio como para que nos refiramos a ellos aqui, pero que Forman parte de ella), de la puntuacion, sino también de la invencign verbal que ponia a la lengua'a pracba de la mas extrema flexibilidad. Estos pocos ejemplos nos sirven para signifiear que la poesia ent Lacan no es un ornamento sino que juega un rol estructurante en su slaboracion. Es lo que ha comprendi- {do Soraya Tlathi Cuanto mas se aleja de 1a Lingtistica, més utiliza como rgumento de autondadla poesia. Elpunioimportante para fosotros ey el siguiente. en "La instancia de Ia letra” ya no fay separacion entre el diecurso postico y el discarso incons: 1 Jacques Lacan, Brits ob. it p.270-[Bscrifos ob lt t-2,p. 25911 "Lous Soler “Lacan ecevsin” 3001, Lacan dane tsi, Paris, Bd, a Cham Lecanion. 2002, Si eques Lacan Berita, ob cit p. 484. [Bsertosp. 446.) "3 Benebousb Corned, D.deLitge, ¥ Posner, 789 ntologismesde Jacques Lacan, Pais, BPEL, 2002 2 ‘ente. Logue te dice do uno vale tambien para el otro Por Joanto de ra ang mal de Btn osteo de "vases comunicantes" Lacan plates como ley el lengusys quello que aslo queda demastrado a partir do sn oda prwilegiadodellenguajecel oda de poesiwavieeveacions Ya en su confarenet inaugural en 1953. “Lo simbstico, Jo imaginario, lo real", Lacan mostraba la via: "Tenemos aqui (en el sintomal una concurrencia, una superposicion de simbolos, tan compleja como To es una frase postin que vale a la ver por su tono, su estructura, sts juegos de pa labras, sus ritmos, su sonoridad” =" Tacan asta la funcion del significante en el lenguaje constr pecicamente, Asi puch vamos «vara manera como al nombre del padre es promovido como signiticante tmetaforico enlazado con la presencia de la metatora en el pooma de Vietor Hugo, "Boor endiormd™ ‘= Soraya Tlatli Lepayehiatre fs pottes, Parte, Tees, 2000, p. 28 = “ podtas, Pare, Teho, 2000, p. 23, parudacais cia, Le symboligas imoginave ete el" (1958) en ssnome-du-pore, Pavia, Le Seu, 2005.37 8 BL INCONSCIENTE ESTA ESTRUCTURADO COMO LA POESIA Lia formula de la metéfora paterna aparece en el articulo “De Una cuestign prelimninar a todo tratamiento posible de 1a ancis™ redactado entre 1957 y enero de 1958, es decir Jarunte'el seminario Los formaciones del inconsciente y después del articulo "La instancia de la letra” (9 de mayo de {5571, que provee formulas generales de Ia metdfora y Tas Testra don el poema de Vietor Hugo “Booz endorm". En sit Snatio anterior, Les peyehoses, Lacan utiliza la expresién. ‘Nombre del Padre” e insiste particularmente en el signifi- tants padre, en el ser padre y'su rol en el determimismo de {a paicosis, pero la formula de la metafora paterna aun na ha Exh unventada, La janeién entre el signifieante padre y a for- AiMla general de la metafora, de la que resulta 1a de la iutafora paterna, tiene hagar en el seminario Las formacio- Res del inconsciente, Esta ultima hace pasar de la nocién de padre como signifieante a Ia de padre como sustitucion OS significante y metafora en tanto tal ‘Gostener que I padre es un significante quiere decir que, para que tenga an sentido para el sujeto, le atribucion dela procteacién al padre es un hecho del lenguaje, como fe deniuesira lo creencia de ciertas tribus en una paternt Gad telacionada con el encuentro de una mujer con un Copieita o con una fuente, cuando en rigor dichas tribus Schen que esa paternidad resulta de un eotto. Observes ue para Lacan la palabra padre esté tomade en referen- tica'la procreacion, cuando puede tener otras connatacio- / i / Eeuetpter tue vocal ioe Fupitor pote fl pace gs shimentay Que cl padre un agente de th procrention no ee fina verdad emanada de la experiencia, ela consecuenecia Seton fcr Ta ncn pvr rt arent co, distinto de aquel del testimenio de los sentidos. : Apsara de el pad ea signi tnrde mds estrschnmente ol padre con ellenguae , at precaneiy la psi, ls dae ose Baten tua inslancia dota leea”y on Lon frynocones del ‘onsite Bl pouma mforize a paternidad de Bose tn tadoe Ton tents dl trminn En Ie medida en qu Ia Mactien os un engondeamnte de eontda noevar el pon oes Siplement asses de gna eto nidad como metafora. ® ee Betenpimonts pues un romento en el posta de Vito Hage en la lecture que de! hace Lacan. Encba mstanesa dee letra Lacan ae ufugia detras de Ta cleetin del de flonucio Quilt por haber seltrionago el verso oat gai {ito era avara‘n|odxee” como qonplo de metafora” En thet, Guile ct ele worse’ pre inoducindolo cnn tlsorvoctn: Las mstators se prtsentan a vote bajo afr tha de ung elianaa do paltbrae®, que no sla soncopeion do Treat do'n motafiva. Aunque arate dn pon egsco 7 ‘muy conoco. nas pander que Lacan no tenga ninguna Fesgonsaviligad en su eleccion, pues el poema Te viene comme tnilo a deco par vince tetéforn con pater wiialada por Benveniste ‘establocide por Jacques Alain Miller, 1988, pp, 174-175, beset "que es en la sustitueton del signdieante por el signifieante donde Jim un estudio sobre Baudelaire, que era su poeta prefe- ride Marcel Proust eseribe que ese poema es el mas bello Helsiglo any hace observa fnalmente que Vietor Hugo se Gbjetwa en Te figura del anciano Booz. (Por ejemplo: ‘haa mujeres miraban « Booz més que #n joven, Boe el joven es belo, pero el anciano es grande) a muedsprane fama nen ee ys ex ute padi cue © ne ae ae gers pameanains deo ues eee dlegoese Caan In lin de Lace ea nue Bs wee shonin a nae Tee eee ee oe crecan te xe ie or He neo i ete ie ca fe gov Coe pa te ae ae sei Le ae ee er ce Eat al 90 ee re es Sree ea Gal de ge a ee ade Potent (La Poteral) o Padre UE Se anion pen 8 sot st dy 2 pce ltr ent er et Nee tea feu tua te hcl one ole ime ae Le enn seri Come pa sm Eno dpe wren Ce eee : fe prema l m 25aa o mai ya 5c lpm "Boor endo a eo a ea ee sienna de eto gm ead ral or nen Sr ee eh can la 16 sa, habida cuenta de la edad de Booz. Billo significa quo pence del sigmificante y no tnieamente de la biologia. En {{964, Lacan insistig en el “caracter transbioldgico ide la paternidad”, su sentido permanece geulto, espera su efecto fe sentido. Se trata de una procreacién sexualizada, No obs- tante, lo sexual esta enearado desde el punto de vista de la procreacion més que de la relacion sexual entre Booz y Ruth, Bungue ésta esté implicita. Bl padre simbdlico es Dios que espera tna descendencia, una. posterioridad de Ruth. La smetifora es aquello mediante lo cual adviene la significacion Ge Ia paternidad; esta altima no est dicha como tal, como si ho pudiera serlo sin perder, justamente, su significacién. En. teste advenimiento, la palabra “gavilla” (que evoca un conjun- to de cosas reunidas) ocapa un lugar estratégico, "Noe la comparacign de Booz oon la gavilla como dice Quillet) Jo gue define ala motafora, sino una identficaciin.* ‘Ai respecto, no se puede dejar de eenalar que Booz es, como por easwalidad, el palindrome de “zoab", palabra de origen arabe (lengua en la cual, por otro lado, es objeto Ge una prohibieion de pronunciseiin). ;Qué zo0b es Booz! ‘Booz hace advenir el signifieante falico que actiia, como siempre, de manera velada. ‘La idéntificacién se produce gracias al tinieo artificio de la sintaxis, del pasicionamiento de “gavilla” como sujelo de los predicativos subjetivos “avara” y “odiosa”. Una ga walla en la realidad no puede ser califieada ni de avara m de odiosa: simplemente, se trata pues, en esta frase, de una palabra por otra, como en la obra de Tardieu. La naturaleza significante de gavilla se debe a este orden gra- matical por el cual el poeta separa el sujeto de sus pred eativos,” Aunque este vocablo mo esté elegido al azar por Victor Hugo, aunque esté utilizado en otros lados, aunque rime de forma consonante con “verge”, lo esencial del * Lafuncitn prdicatvosubjetiva se denomina en franeéactribut cual permite un juogn de palabras entre "peedeativayabibutos” (N-deln) TB Scquos Lacan Les papehoses Banta Le Seu 1981 testa sete sie por dacques-Alain Miller, pp. 267-248, (Ens Parco, Seminar 3 Patios, Be. As. 19841 7 Ihctor significante, fuera de sentido, depende de su lugar tn nelaeign con otrde, Ea por ello que siempre hay una Rnown metonimica asgciada a Ia metafora, Por lo tanto, Lucan puede escribir al respecto- “HI efecto de sentida se iacen'el sentido del no sentido, por la simple razén de que SS trataba de una gavslla como cualquier otra, més tonta due una marmota"="* ‘En relacion eon el sentido oculto, huidizo, de la paterni- dad le metdfora es creadara de sentido: “Fiene un efecto Ge‘significacion, que es de pocsia.o de creacin, dicho de Stea manera, de advenuniento de Ie significacién en cues- fine O8 Be gracias al voeablo “gavilla”, como metafora, que tn'"Boor endermi” adviene la significacion de la paterni- Gnd. “Bou metafora esta precisamente alli para mostrar cMfavenimiento de un nuevo sentido alrededor del perso- fiaje de Boge, que parecia excluido, forcluido de él. Es en Tavelacion de sustitueién donde yace el resorte ereador, la fuerza ereadora, la fuerza de engendramiento, si se me permite la expresiOn, de la metafora’.! Metafora y padre Eomparten ia miema facrza de engendramiento, He por ello que si la metdfora es iertamente una ope- acide que estructura el inconseiente como un lenguaje, el Temple de "Boor" nos hace concluir gue lo estructura otra’ un lenguaje postiea. Es porque el inconsciente esta Sstructurado como un lenguaje poctico que es accesible a ta interpretacion y que el sintoma se define como el campo tis lo interpretable. “La poesia es efecto de sentido pero EEmbien efecto de agujero. Slo 1a poesia, como les die, permite la intepretacion y es en este punto donde no Einaigo, en mi teenica, que se sostenga: no soy Io suficiente pucta Ipoudte), no estay puettzado [powatassé]."™ * ungo de palabras vtraducible, donde Hane lugar un efecto de pnonan senrepaceylainsojeeeapoun queasu vezeehom6ons Rohmute pear depon Cla pee'LIN dela) Peale tees Roop Sale 2/8, Pare Seu. 7,9. 9 roojteldee cen bigatane dea lettre’ Bers, ob ei 5 915, tages oo ct 1p 498) Sacues cn, Bes formations de fineonseent ob. itp. 2 2 aetats Caeany Lins gu ai de une bovue sailed mourre, 17 ao i : Si Lacan sw buss despoctivamunte del posta, en el moe merisen vena ei, rn den ra de ac Gnivelazmitionto entre saber thenmesiente y poesia, Al qve tl cujeto parece mas bien somtetidn, del que no tiene el ontrol-yn quo ev define como ropreseatado por un sige feante'y par otro sytieante, La que instcuve al aapeto Get inconteiente. al sujeto dividide, 08 eso misma que 10 destituye de Ia represenegeion yal dominio {metirse] Por ende, weiste wna desubyetivizacian relacianada con el EJvenimiente del sujotocietdido, En el pooma de Fiago, 1a Shispa postien se croduce, Por sbra_ dal reemplazo. del Sbmbre'propin Boor por el término “gavilla” La. poesin Jebe ou Calidad a este borranscnto del nombre propio por at teato. Lo que concieme ul nombre propre ea el postna pode extendereo tl nombre propio del poeta. Desde este Panto do vista, no es falso decir que el poeta esta engen- Eade por sus obras (j no-a In mverse). Su nombre e9 atl, Be ast como interpretamos esta observacion de Le fan cn su prefacio a In edicxon ingles de,Los cuotro Eoncepton fundamentalee del psrcountiix: “No soy un poste sino un porma. qe ae escribe, pose a que tenga Ia Spariencta de swto™! i Lacan no ss toma come wn poeta sina en rigor por um agente dela poosta, ia literatura quo produce tlene ua Ii dar aparte, 950 le poede aplicar el nomore de “heuratien Fra"; donds se Toe la letra del objeto, del objeto cad, Ie Iituras cl objeto aque responde «ta pregunta por el estilo a Hteraturn analitiea ce una fituretierrr una postice del doseeho.” i el estiin de Lacan esta faneide conta poe Sia hoes para haver de él un poeta sino un anatista, dade Gue la clinicrderd del estilo ex el indice del deseo del Snalista, eje de cada cura pricoanakticn ‘ayo de 1977 (aqui sogun in vermin de Monique Challe, publcadoen Pileboson 08s term de 2000-9004, Pari, Umeda er obSnequas Lacan, 1971, Oricnr? 12 1p. 124 cbt dosecho'| homtnoderebys ron}, igniieantecon el veel autor trabajars nar edeante (den TT ® HACIA LA VERDAD En los capitulos anteriores se traté holgadamente de 1a cuestién de In verdad y este mismo término sirvie de hilo raja a nuestros estudios sobre Ia cuestion de la transmi- sidn de la clinica en Freud y en Lacan. Por lo tanto, legs el momento de definir con mayor precisién emo entende- ‘mas la verdad y aquello con Jo cual se articula ‘Hemos visto que en Freud, en sus relatos de caso, Ia verdad surgia en los limites de cierta tension entre lo que se formula como exigencia teérica y exigencia préetica Para nosotros, lo que hace tensién es la relacin entre ver~ dad y saber. La problematica de la verdad y del saber models de alguna manera la intrineacion, rica y compleja, entre teoria y practica en los relatos de caso en Freud. La verdad es aquella, singular, del analizante que en un relato el analista tiene Ja obligacion de transmitir, para hacerlo debe ajustarse él mismo a esa verdad pero tam- bien a cierta concepeién de la verdad, Asimismo, el saber fs esa ganancia que un analizante extrae de Ia elucidacion de su sintoma, de saber algo de él, de saber hacer algo con €l, pero es también lo que el analista es eapaz de transmitir y de transformar, de inventar en términos de principios ‘universales (deseo, demanda, goce, sujeto...) a partir de la experiencia particular que eomparte con un analizante, ‘Todo el trabajo de Lacan consistio en mostrar que el sa~ ber y la verdad estén en una relacion de division irreduc- #0 | | | | | tible. Tenemos que admitir que en el pstcoandlisis « cada verdad no reeponde un sabet, observa Lacan ™ ‘En ef mismo orden de ideas la experiencia muestra que no hay medida comtn entre Ia verdad del sujetoy el saber due de ella elabors el analista, que hay entre ambos tn abismo que no puede ser colmado; justamente, tampoco puede serio por todos fos relatos de caso qu se quer Este punto, a ri entender, esta en el origen de lo que Lacan llama el horror del analista ante su acto y da tos. fimonto de su castracion “Todo ccurre como si Freud, al davie un rol fundador al relato de caso, hubiera querido abtener una suerte de ade- uaein entre el saber y la verdad. En lo que atafe a la tranmision de la verdad del easo, descubre que la ceva ig cumple. Ya.es un paso considerable, Pero al querer. en cl mismo relato de easo, hacer responder al saber, Freud confiere a este ultimo una suerte de Tuneiin complemen {aria que engendea la idea, Ia suposicion de su complet Es por ello que aun hoy el feudismo sigue engendrando usalabundarcia de publcaciones que no enen oro aheto aque completa los casos de Freud, agregande en particular informaciones biografieas, con la finalidad, a veees, de orientarlas contra las interpretaciones de Freud. Bs lo que algunos denominan hacer iw historia del potcoanalisis ‘Alretomar al objetivo centfica de Frend yal deseubri la division entre el saber yla verdad, Lacan no padia confar en fl relato de enso, en la feeon novelesea, pare truncmutr ut Saber, un saber precisamente sobre la cian del saber de Ja verdad. Es por ello que, entre otras razones, Lacan toms vias diferentes alas de Preud para la transmigion de la el hia, vias que no pasan por la puiblieacién de los relatos de Gaso, tal comme Io hemos Weta en os capituloe anteriores. Pero, {qué es la divisiin entre el saber y la verdad? La- can nevesité varias eseansiones antes te formular su fecuacion, En este eapftulo empezaremos a recorrer algu- ‘as elapas preparaterias tacques Berite,0b et. p 868. [Berita abet. 2.p 847] st de Roma, en 1953, Lacan califiea al'paicoanalista como "duet de la verdad”, tal vez fefirendose a la tradieiin presoeratica de la alethera Empero, no hay que equivocarse acerea del termino “due: hurly deducir de el que el analista tendvia una propiedad Stalguicra sobre la verdad. Muy por el contrario, esté so- snetido y expuesto a ella en su practica. Por lo tanto, esto Ghumcladlo debe ser confhsntado con las affrmaciones mds {irdias, segun jas cuales “la verdad puede preseindir perfectamente de nosotros" y eon el-hecho de que el Znalista no esta casado con la verdad: "Es que con la ver dad no hay relaeion de amor posible, ni matrimonial ai tinién libre. Solo hay, si ustedes quieren, una relacion de lanjor segura que enegje bien can ella: a eastracién, la de us- tedes, por supuesto, ¥ eon ella, nada de piedad”™ ‘Hl analista esta confrontado tedos los dias con verdad. paiéiieas © "indomables""" S| puede eeperarse algo nuevo {inno es tanta wn eoneepto (Bear. lo que se puede capa) de tn verdad sino mas ben clerta manera de entenderla, de situar ti juger-de donde viene ye donde saca consecuencias Por cierto, esti obligado a no ignorar las concepeiones trauteionales de la verdad, al menos Tas que prevalecen en nuestra cultura grecolatina, y-ello, entre otros motives, para no ceder a los prejuteios que se desprenden de ella fia primera fila de diehas eoncopeiones ge sitian las que han sido encarnadas por esos Tamosos duefos de la ver= diad, los potas inspirados, los adivinos, los reyes justicie- tos antes de la inauguracton de Ta ora del logos en el siglo antes de Cristo. Bn esta tradiciin, que se refiere esen- Siatmente al mite, la'verdad, Hamada aletheca, esta rela Desde su primer discur * Jacques Lacan ibidem, p18. (Bsertae, ob. ett 2p. 90.) ‘Jacques Lacan, undncoursguheserai pasdasomblant,96ejon0 de 1971, nese. ‘iNJacques Lncan,"*Radiophonie"| 1970) Autrerderte, Parts, LeSeutl Jaoguee Lacan, Lesnondtopserrenclaaedel desbyilde 1974 india, cionada con vl wjervicie de un tipo de palabra dotada de oficacia por su prucunciaein misma, constitutiva de un plano de realidad," No sometida a la temporalidad, es tuna palabra de memoria, que no se opone ala mentira sino al olvido (ethe', E incluso éste no es contradictaria sino cor trario a la verdad: hay una zona intermedia, el olvido “le hace un doblez a ja verdad, es su sombra inseparable” * Heideuger ha ohsnrvado con razon que “develamiento y velamiento [son|, no come dos acantecimientas diferentes y simplemente yuxtapuestos, sina como tina sola y misma cosa", a Io cual Lacan. a su manera (jugando con I Tenguas) da. su aquiesceneia’: "Que nada oeulte tanto camo lo que devela, como la verdad, Aletheia = Verborgen eit" (Felia (ad-leeuacion! La contradiccidn, donde lo falso y el error contradicen alo verdadero, reeién aparecera en un iempo posterior al dela palabra mitiea ¥ para otra logiea, Esqueradticamente se pueden distinguir dos direcciones: la de la verdad em: piniea, conforme a Ja realidad, adeouada a las casas, y la de Ja verdad conforme a prineipios ligiens, al eneadenamien: to cohorante de propasiciones. Estas dos direcciones han coincidide mas 9 menos con la geomelria griega (relacicn de las definiciones y de las figuras de laa propuestas de Euclides) pero tendieron a diverger respects de Ta Tgien Esta dualidad, sin embargo, es problemstiea en varios niveles:en el interior de eada una de esas vias que encuen- tran limites (por ejemplo, la del Leorema de Gédel para la verdad formal, la'del testimonio para la verdad de los * Literalmente hay una relaoién da homofonia entre gut est.ce ment ‘ra qutén miante es") yacqutescement raquescencia*) (Nd lat) "Maree Détisnne, Lesmattrerdevcrsdansta Grieeorehalqu, Pat, ‘a Deeouverte, 190 Redes i tbidemn: 9 SM Heriggze 1965, p26. "> Jaca Lacan, L’etourdit" (1972), Autre dette, ob, p48 ‘Robert Blanche, Enstonatique, Pari ur, 1898; 24 ethos", Bisas et conferonees, Pana, Gallas, 33 hechos}, en el eruce de las dos (pues Ia verdad no siempre respeta justamente esta dicotomia), y por wltimo en la houesidad de tener en euenta un tercer termino, el incons- Giente que, en la vertiente Logica, ignora la contradiceién, Yen la vertionte de la realidad no es mimético. De mas esta ‘decir que el inconseiente no es impermeable a la verdad- Gevelamiento, a la verdad-empirica y a in verdad-formal “Esta vacilacién ante el umbral de la verdad podria motivar tuna actitud de abstencion e incitar a lavarse las manos a la manera de un eélebre personaje, 0 practicar una politica pi Troneana. Pero seria privarse de una nocién operative y entrar en confusiones eon recaidas clinicas entre, por ejeni- plo, Ia certidurnbre y la verdad, la angustia y la duda. ‘Si. pero equé pasa con [a verdad? Sin duda se puede entender el articulo segin Ia definicion que dan de él Damourette y Pichon Hamandole equilibrio notoria, dis- tinguiéndolo del equilibrio ilusorio, transitorio, para de- Signar la especie en su generalidad, exista o no." Pero para tener en cuenta algunas abjeciones que po- dvian hacerse respecto del /a, retomo el termina destaca- Go por Lacan de varidad, es decir la verdad variable." ‘Gon esta verdad / varidad Lacan nunca se sintio en paz. Siempre lo torturd. De ella derivé una serie de enuciados al respecto que no constituyen un corpus ni una doeirina Sino maneras de no arrojarla aun pozo. Voy a hacer una recopilacion de ellas, no exhaustiva pero si lo suliciente- mente representativa, tratando de sefialar como difieren inas de otras traduciendo, empero, una continuidad de la problematiea. Cada una de los enunciados sigue siendo Yordadere después del siguiente ¢ incluso esta sluminado por él. En otras palabras, esbozan una figura mas eireular, ‘en espiral, que lineal. Hacen la ronda, ‘m Jacques Damouretiey Edouard Pichon, Des mots le pensie, Essai cde grammaire dela langue Pangoise 1911-7037, tame primero. Pars, Baltons arerey, 1088, i Jocues Laan Lut que saiéde Pune Béoue sled mourre, 900 iri de 1947, neato, a | | | | | | Bl primero de estus enunciatlos es que la verdad tiene una estructura de ficeion. Dicho enunciado no tiene nade e escandaloso. Ya era admitido por los juristas de la Edad Media y justificaba la ereacién de asuciacianes camo persona legal, persona fieta dotada de una verdad y de una vida pro- ia. También podia servir para aprehender una institucion ‘como la Iglesia. “Hs por ello que Tomas de Aquino podia afirmar que la ficcién, lejos de ser una mentira, por el contrario, tenfa que ser considerada como una figura verita: ‘as sin Ia cual, segiin su argumentacidn, todo lo que los sabios ¥ los santos o incluso el Senor en persona habian dicho de- bberia considerarse como mendaz” Retomado por Lacan, este enunciado se sitvia en la lines de la invencién freudiana, en particular la de la realidad psiquica. Recuérdese la manera como Freud ve en 6! la so: fucin de Ia ewestin, de otro modo insoluble, sobre 1a verdad 0 la falsedad de los recuerdos infantiles Las experiencias vividas en a nfanciaque se construyen ose rememoran en el andlisis son una vez indiscutiblemente falsas, pero otra-vez,con igual certidurabre, exactas, yen lt mayor parte de fos easos, son una mezcla de verdad y falsedad. | propuesta de colocar en el mismo plano fan {asia y realidad y de comonzas por no proocuparse por saber Silasexperiencias vividas en lainfancia que se esta tratando de elucidar son una u otra cosa, durante mucho tiempo no fencuentra en l (en el analizantel ninguna commprension. Y ho obstante, éea es evidentemente la iniea postion jsta en relacion con estas producciones psfquicas, lasewales tambien poseen una suerte de realidad [| Dichas fantastas paseen ‘una realidad psiguica que se opone ala realidad material, ¥ ‘poco a paco empezamos acomprendar que,en el mundo dela euros, eta reatidd paiquca la qu resulta determenen ve: Emat H. Kantarowice, “Le souveraineté de Vartiste, Mourir pour a pase et ouiras texto, Parts Payard, 2004, p. 51 "s'Sigmund Freud, Confrence dintodaction a paychonatose (1917, trad, F. Canton, Pate, Gallimard, 1999, pp. 467-408. [Conferncies do mn. C. Amorore ed Bs. As, XV-RVIL | ntroducsien a pateoandtia : 85 Ya hemos vista en el capitulo anterior eémo Lacan, en un primer momento (en 1953), sustituye el fantasma por el into, preeisamente como figura diseursiva de la verdad. Cabe sefialar que, desde ese momento, Lacan incluye en la scepeian de 1a palabra “mito” textos literarios, como por Sjemplo el de las Memorias de Goethe. En consecuencia, ho hay ruptura cuando en 1955 (oralmente) y en 1956 (por | serita) se reliere al cuento de Poe “La carta robada” para demostrar que la insistencia de la letra, es decir la deter tminacidn que el siijeto recibe del recorride de un signifi unte, es una verdad que hace posible la existencia msma de la fiecion," Esta primera aproximacion a la verdad revela una relacion eon la palabra pero también con la letra, En aque- Ha spoca, Ia letra no se distingue nitidamente del signifi- ante, e, come sostiene Lacan, su “estructura esencial- fonts Iotalizada’. La letra no esta tomada en una oposi- cidn entre la palabra y el escrito nj esta concebida como “déntiea a sf misma. Lo que le interesa 2 Lacan son sus cambios de higar (su insistencia) y los efectos subjetivos tque de ella resultan para aquellos que la detentan o a los cuales se divige, ss Jacques Lacan, “Le ségminare su ‘La latte woe”, Berte,ob et p12 Tel ominarioonbve Le carta robadia" Beorwoe, 9b. 1, p-Gd 86 10 NO EXISTE LO VERDADERO SOBRE LO VERDADERO En virtud del desarrollo anterior, cuando en La cosa freuchano, en 1955, Lacan le hace decir aq verdad, en una Yarga prosopopeya, “yo, Ia. verdad, hablo", no hay que entender un privilegio dado a la palabra por sabre lo e: trite. Lo que #e pone on juego en asta enurteiacidn esta en ptra parte Esta en el cambio que transforma a la verdad hablada, o eserita, on verdad hablante, o literante. Es el signo en ol cual se la reeonoce. Esto no significa que ya no se pueda hablar ceo andre {a verdad, sina que adenids se Te puede hablar, o egeribitle, dingirse a ella y tambien tra tar de ofrla, Habla en lo que se considera lo menos verda- ero por esencia: "Yo vagabundes en Io que vosotros considerais la menos verdadero por esencia. en el sue, en el sentido del desatio a la agudeza mas gongorina y el onsense del juego de palabras mas grotesco, en el azar, ¥ no en sit ley, sina en su contingencia, y no procedo nunea con mas seguridad a cambiar la faz del mundo que cuando dey el perfil de la nariz. de Cleopatra’. En “Yo, la verdad, hablo”, ol acento recae también en cl yo" Uiel. Lacan vuelve a ello varios afios después de la publicacisn del texto: "La vérité parle je” “La verdad hi bla yo" y *Volvemos a enunciar propiamente en el yo [el lo Jacques Lacan, “La chose freudienne 04 Sens du retour & Froud an peyehanalyse" (1965), Serene cityp 4M) La mea freudiana osentide Betretorno Froud on peloranains® Evwrtos, ob ets p 991] olden, p 10 it ds ue propiamente da fonda de la verdad en tanto ésta habla Solamente”'™ Eee yo es un yo cuya identifeacion y cuya Signifieacion estan agujercadas y que incluso se organiza alrededor de ase agujero. Bl ejemplo que en aquel momen: to se le ocurre a Lacan es el do la formulacion del yo de Dios como respuesta a Moisés, quien le pregunta sw nom- bro (Exodo, 3). Desde Ia zarea ardiente Dios le responde hie asher chic, sintagma que admite varias traduecrones, fentre las euales Lacan elige "yo cay lo que say" y "yo soy el que yo es", y cuya significacién es claramente para él ‘Nayuse al carajo" "Yosoy elque sy" Lesuiscelus qui suis}noquiere decir nada, Gene a odiesba roms Lita a atoncon cob el hecho de que yo crete que habla que entender say To que soy” En fetta, todo esta iene al menos un valor de pudetaa0 en la ‘arg, Ustedes me preguntam cual es mi nombre yo cones. tor "Soy lo que aoy"Y vayange al carao. Es lo que eat Iaciendo el pusble judio desde aqusl momenta" En 1975, al presentar la tapologia del nudo borromeo, Lacan vucive 4 ese acontecimiento de nominacion que identifica con un agujero: “Yo say lo que soy", es un agu- Jer, ino? Se trata’ de un movimiento inverso, pues un ‘agujero, si ustedes les ereen a mis esquemitas, un agujero se arremolina, més bien devora. Y después hay momentos fen que escupe. {Qué escupe? El nombre, Es el padre como nombre". Decit que la verdad habla yo tiene conseouencias, En primer Ingar, “quiere decir que se la puede tutear’." No para entablar no sé qué didlogo en el que Lacan no cree sino para, justamente, salir de la palabra e interrogar lo que se sostiene 0 no, 0 constituye una paradoja, en un ‘Jacques Lacan, DunAulrea Voutr clases del 4y del 11 de disianbre i 1868, inet " Thidem, clase del 4 de diciembre de 1968 we Jacques Lacan, RST, clase del 15 de abril de 1975, indo "Jacques usean,Dhn dicours qui neserartpas du semblant clase del 17 debrero de 1971, mneite, 88 escrito, Lacun elige Jo que hay de mda escrito, un texto de logics. La métamathématigue (Metamathematik, 1962) de P. Lorenzen, cuya traduceidn francesa fue publicads por Gauthier Villars y Mouton. Al cabo de un extenso comentario sobre el razonamiento de Lorenzen sobre la verdad, concluye: [No s6 si los parecer pertinente, pero esto esté diciendo ‘quello que experimentamos permanentemente, ye: qu hecho de qu la verdad sea ecquiva me sive para algoces con esto con lo que tenemos que viésnoslas tndo el tempo en el analisis, Peto que la verdad se abandone, que acepte mis ceadenas, sean éstas cuales fueren. bueno. pues entonces a noentiendomasnada;en otras palabras, esto medejacen las iganas, me pone en una postesén de demandante. ,O sera que ‘me equivoto al pensar que puedo tratar a na verdad ain que sdlo puedo reconocer deseneadenada ymostrarlesen que desencadenarionta parteipan ustedes Elyo de la verdad hablante no es un yo péenso saturado por tun 90 sav. Debe situgrselo en la ausencia y en el desencadie- nnamiento de toda adecuacién de la verdad del pensamiento 4 las cosas. Pues las cosas, o mas bien la Cosa, das Ding, alrededor de la cual Lacan hace girar eu seminario La étice fen 1960, es lo que se entrevé en el agujereamiento del yo, Das Ding es “lo real que padece el significante”,™ es diferente de la cosa simbolizada, trasladable a palabras, die Sache! es 1a Cosa anterior a la represién, En el Proyecto, Freud la vinewla con la actividad de juieio frente al préjimo (Neben Mensch) en el nino: el complejo del projimo se divide en dos partes, una que puede ser entendida gracias a una actividad mnemonica {el sujeto recuerda, por ejemplo, el movimiento de la ma no) Y que es la réplica del cuerpo propio del sujeto, ‘tide ‘2 Veaso capita 1, Jacaues Lacan, Dithigue de la pexchanalyse (1960), extn erable ‘ido por Jacques Alain Miller. Pari, Le Soul, 1986, p12 loa sicedel Deicoanalisia, Seminario , Pade, Bo As” 1988), 89 mientras que la otra da una improsion de estructura constante, como Ding que permanesio conjuntamente ‘ia Cosa ev una no cosa, una vacuole en el sujeta, una fella en el prineipia del placer, un mas allé de la organi- zacion de gus representantes de la representacign. que gnivitan alrededor de ese ngajero; fa Cosa constitu fina zona de extimidad del suoto.™ La vasija, por ejem- plo, significa “la identidad entre el modelamiento del Bighifieante y la introduccign en lo real, de una hiancia, deun agujero” ‘Bin el agujero del sujeto, en lugar de la Cosa, se van a ubicar Ins cosas que dicen Ia verdad. fo 1985, Lacan parece sorprendide por este estado de cosas al punto de Jugareon la palabra frebus"™ como si) mismo fuera jugado pot ln palabra: “El comercio de largo aleance de la verdad Foie or ol pnsamieno- coat extra, parece gu ex fo sucesivo pase por las cosas: rebus, es port por quien me comumico, como Freud lo formula al final del sexta eapitu Ioveonsagrado al trabajo del eno, de 80 trabajo sobre To die et suetio quiere deci ‘Aigunas paginas mas adelante aparece otro juego de palabras altededor de la cosa, situada, obsérvese, bajo el Signo del enigma: “Adequatio ei et inieleetus: el enigma inamoninico que podemos hacer brotar del genitive ret, fue sin cambiar siquiera de acento puede ser ol de la palabra reus, que quiere decit parte en causa en un proce- Ens mas particalarmente el acusado, y metaforicamente ai gue esta en dewa por algo, nos sorprende dando fiw mente formula a la adecuacion singular cuya euestion plantesbamos para nuestro intelesto y que encuentra su Tespuesta en la deuda simbdlica de la que el sujeto es * Rebus eigalen “jenoglificen francés yes tambign el dativo plural del yocabo latina x En sl DRAE reba remitem rokue((De rehaser) 1 te Desecho, dosperdiio JIN dela T | "Bodom, p46, "Jacques Lacan, “La chose freudienne™ en Bert, ob cit p. 410. ep. 3801 ea responsable comy sujeto de la palabra”. $i debe habe adecuacisn, ésta se encuentra ontze el sujeta de la palabr y la culpabilidad, es decir entre ol sujeto ¥ Jo simbolico. Veintides aos d Ligcan retoma esta homonimia pero desplazéndola al lugar de esta culpabilidad hacia lo real: “No hay verdad sobre lo real, ya que lo real se esbozs excluyendo el sentido. Seria exersiva decit que ‘existe lo real’ porque, para afirmar esto, de eualquier manera hay gue suponer algun sentido. La propia palabra real tiene vin sentido. Ineluso en su momento yo me permitt jugar con ‘lla, quiora decir que, para mvocar las cosas, evoqué en eco la palabra reus que, coma ustedes saben, en latin quiere deci culpable. ‘Se es més a menos culpable de lo real. Por otro lado, es por esto que el psteoandhisis £8 tuna cosa seria’. Estas dos versiones (1955 y 1977) pueden hacer ereer que existe un Lazo de la simbélico can fo real. =. s ‘Nucio borramea de lo simodiico, 1 maginano la reat Por otro Jado, es la pregunta que formula Lacan wn aiio iis tarde y a la cual responde nogativamente: St anudamos, como aqui esta representado [por win nudo "= Ibidem.p 434. (8 1,9 417) Jacquan nea, rc gurant,.semnngeiadel1Sdernaraode 19770 ct a borrome, véase el dibujo anterior} la stmbstio con lo xe, io'que por supuosto seria el ideal, a saber que ya que las palabras hacen a a cona, la Cova freudsana, la escupicora Erachose] feudlana, quiere decie que es jastamente de [a snaclecuacion de las palabras alas eoses aqaclo eon To ue tenemos que vémosiag; lo que denominé la Case freudona ‘uel pales se mean ta cons pro enunhecho ue tuo no pase, que ni hay eacupida mi escupscosa y que la ‘Sdecuaciin del sinblicesdlo nace lan cosas fantastmation ‘mente. De rnodo que la rlacion, el all que seria ese sre [ito en relacwon con lo real o'e80 real a relaeion con simbético, no se soatiene “La interpretacion de este pasaje es diflel dado que “escu- picosa” parece designar a la ver la adecuacién de las palabras 2's cosas y su contraro, Tal ver esto refleja precieamente i cambio de posieion de Lacan entre 1955 y 1977, Por certo, “escupicosa freudiana", no cbstante, ese! nuevo nombre que dg le “Cos fears por fo tanto se poe doeir a ‘erad escupe so". Por otva perte, no se puede dejer de se- Falar el mismo término “eaeupir™ cuando. Lacan, en RSI, habla del aguiero que “reeseupe el nombre” enigma de la cosa se remonta muy lejos en Lacan, Incluso tomé al comienzo una forma postica con el poema Panta rhe (Fado luye) escrito en 1922 y publicado en 1929 en Le phare de Neuilly bajo un nuevo titulo, Hiatus irrationatts Cosas que hace fir en vasotras el sudor ola envi, Furmes, aacidas de la forjao de In sangre, ‘Wuestro torrente no ex mas denso que mi sue; ‘Yosino os golpeo con un deseo ineesante, Cruzo vuestras aguas, yeaigo en el arenal, Donde me atrae el peso de mi demonio pensante Solo, tropieza con el suelo duro en el que el ser se eleva, Con el mal eiego y sordo, eon el dios peivado de sentido. ° dnoques Lacan, Le moment deconolure, clase del 6 de noviembre a0 3977 neta 2 ero no bien tado verbo pereeis en ani garganta, Cosas que naciais dela sangre ode la for, ‘Naturaleza, me pierda en sl flujo de un elemento: El que erece on mi, el mismo os eleva, Formas, que hace fluir en vosotras el sudor ola savia Bs el fusgo que me vuelve vuestre inmortal amante,™ Dany-Robert Dufour ha mostrada!™ que este poema se inspiraba en Ia lectura de Ia tesis de Alexandre Koyré so- bre la filosofia de Jacob Boheme. Segin este ultimo, sl alma humana es depositaria de la firma de las cosas, como el luthier de los sonidos, ¥ el Espiritu de verdad que manifiesta la poteneia del Altisimo es cl dueno de hacer vibrar las cuerdas."™ La coneiliacian de los contrarios es también una de las tesis del tedsofo aleman, Lacan, en su poema, preseinde de Dios pero retoma los otras temas bo- hemianos. El torrente (el agua y lo trrido, la tierra) condensa a los contrarios y el poeta deja su yo atrapado por las cosas ("El que crece en mi, el mismo os eleva"), El segundo titulo del poema sugiere que la continuidad todo Muy") entre el yo y las casas se ha roto y que hay un hiato, Pero el lugar de éste no esta determinado; puede Choserquecouleen vous sueur outa ste, | Forms, qutvousnaisiez dsl forge ou du sang, |Votretorrenen stpatplus danse gua man ioe) Etsijeneoous ated un der nctaone jJotratersewtrereuevombevars lagrive / Ou m attrelepoidade mon démon ponaant, Seal heuriece toldurrquotltreser, onal avecaiec cour au dcuprictdesens {Mats io queso verbenpertdansmosorge | Chases qus ous ae? asangoudeta forge, 1 Natures ge meporcs fara unatoment. Cees ‘uecouveon ma, lemémevoussailese, | Formesuccoulsen vous faste Sate sve, este fuss me fal vireimmortet amt 'C€ ot axtculo de Annick Allaigre-Duny. “A propes du sonnet de acon’ L"Unabeueirimaverade2001 Para Blcones Uneberon, {ie reproduc ins dos versiones del pocma yhaes un minucioso anaes Seek us © D-R. Dufour, Lacan e fe mira sophionique de Bohéme, Pris, ‘ahierade LOncbavae, Bt, 1988, Sac Boheme, De Ta signature ds chavs, Pais, Grastt, 1998 osprey esta mas wn relalin con esta perdi me oFlo%en et ayo de un elemento” que el sujeto exper Bughta en él por el hecho misma de esta identidad con las Cosas de las que forma parte Ts ferent a Boheme os muetza gue por omslee original y evolutiva que sea, Ia posicion de Lacan no deja Gotener vosonancias de otros autores. Puede pensarse al ‘apectn en la poesia china, exya leetura aconsejo con par- treuler Gnfasiy para seguir su ensefanza."" Esta poesia iStiduye una inveraecion permanente entre los seresy las Cine net fa emouin sunjtiva y Ia Raturaleza. Bn wn rapectiva mis tadical, se puede considerar que “el Foci co independiente, como'acontecimienta, del carée- Ie dividual de los factores que participan en su mank festacion’ y que, segun un texto de Song (siglo x0, es com- parable com las arragas que se forman en la superfite del Ryu con el pasaje del viento. Resulta muy asombroso fue sea esta mista "imagen’ Ta que se le ocurre a Ferdi- fland de, Saussure para representar al signe: “Que se Nipresente el aire en contacto een una mapa de agua: sila jpronion atmostériea eambia, i superficie del agua se des- Eompone en una sorte de aivisiones, es decir de las, son Stns ondulaciones las que daran une iden dela unin, ¥ por Sai decir del acoplamiento del peneamiento con la materia “Joan-Clnude Miner considera este pasaje de Saussure come tina desmentida de la proposieion de Roland Bar thes en Lec chambre claire sequin Ta eual “lo que esté oeallo bs para nogotros,occidontales, mas verdadero’ que Io que te tote La “eseupieosa’, como signo de la verdad, no supone *© Por ejemplo, oa las eases del 19 de abril y dl 17 de mays de 1977 128 Prangnts dul, La ualeur olluse, Pars, er, 2008, p. 81. ‘s-Foetinanel de Ssuasure, Couredelingustigue gensrale, Edition de Tull de Mauro, Parts, Payot 1978. nj: Mines Le pophilosophuguede Roland Barthes, Pars, Verdes, 003, p38 nada de oculto pero participa vn una instanera del signo que hace acontecimiento, ueoritechmento de sujeta para otro acontecimiento: su frecuente apariencia de contencr To oculto es en reulidad una insistencia, un retorna (de lo reprimido, de lo fureluido), retarno qu haee alas, olas en tuna superficie que concilia a los contrarios a la manera de a banda de Moebius. cayo envés lenvers) ~que presenta una aliteracién respeeio de verdad’ [verité)-"" prolongs xy dosplioga el lugar donde ya se encontraba, El enunciads no se puede devir ta verdadero sobre lo verdadero as el que sigue a la verdad tiene estructura de fiecién ¥ a Yo, la verdad, hablo Data de 1960 y tiene un festatuto especial, pues surgié dal suefo de un analizante Ge Lacan, Jean Laplanche ¢ Joan-Berirand Pontalis: Uno de mis amigos ¥ pacientes vna vex tuva tn suefe que llevaba las huellas de no a6 que sed despereada en ] por las Tormulaciones del seminario.y dande alguien que me conc nla exelamaba: ,Pere acoso no dicy la verdadero sobre fo verdadero? Lo cito porque senti on muchos expresarse una impacieneia ppor otras ianumerables vias distintas a Ios suenos. Esta formula es verdadera hasta siesta puntn tal ver no digo le verdadero sobre la verdadero Pero, cobservaron ustedes ‘ue, alquerer diel, locual esa ocupseion principal delo que Sodenomina los metafisicos, sucode que de lo verdadero 7 noqueda gran cosa Cuando alguien anuncia que va a decir la verdad: va verdad, es porque siente perfectamente que la verdad carece de gavantias Sin embargo, el hecho de que Lacan retomara este enunciado no esta despojado de cierta earga. polémica Contra los metafisicas sabre todo, pero sabiendo que s6lo 2 Jacques Lacan, Lbnvers de fo payohanatyse ob. et» GL 0 Jacques Lacan, Lveique dh fa peseaanatese, 0b oie 216. Jos filésofos Jo son. Esta formula interpela a los psicoan: listas y a los psicoanalizantes que estarian tentados de tener el mismo sueno. También interpela a Lacan, ‘Primero, le permite valver al enunciado anterior, “Yo, In verdad, hablo”, que, después de todo, podia entenderse del siguiente modo: “Yo, la verdad, hablo para decir Ia verdad”, Bs lo que refuta Lacan en 1969: Lehice decir ala verdad “yo,laverded, hablo" Paronolebhice cit "yo, la verdad, hablo, por ejemplo, para decirme como Quieredecirguedigala verdad. Eela verdad, habla. Encuanto logue dice, son ustedes los ue tienen que arreglarselasc so, Bsto puede querer decir “hablo diciendc cualquier cos Entoncos siempre se puede decir: lo que hacen algunos, “Sigue hablando. es 0 unica que wabes haces” (eausecoujo urs. si ebsttout ceque tients (aire). la verdad leconcedi, Sime permiten Ia expresion, un poco mas: an verdad, desde fntonens le concedt que habla, en efecto, y no simplemente (uel sentido de que responde al “sigue hablando", de que ‘igue hablando con todas as fuerzas, Quierodecir queen ese ‘memo articulo, reoedé una frase do Lenin sobre la teoria ‘oarsistade lo social que, dice, triunfara porque es verdadera, pero no necesariamente porque dice la verdad, esto se aplica fqetambien. No es menos cierto que las menciones de Lacan poste- riores @ 1960, de Ia férmula “decir lo verdadero sobre lo verdadero” hacen pensar que acerté. Pues si le es facil rechazar la idea de un metalenguaje en el que se sosten- ‘via dicha formula," también tiene que tener en cuenta la relacién con el saber, "No existe lo verdadero sobre Io verdadero” también quiere decir “no hay verdad sobre el saber de la verdad”. Jacquet Lasan, Dan trea autre clase del 12defebrerode 1969, Vacques Lacan, “Lascience ola vents" (1966), eres ob... p 867. Ira cientay laverdag™, Broros, ob. ett 2, 847 96 a DIVISION ENTRE VERDAD, SABER Y SEXO El final del capitulo anterior conduce a Ja cita que Lacan nos da con la divisién del sujeto entre verdad y saber: “El punto donde les he dado cita hoy, por ser aquel donde los dejé el ano pasado (En 1965, en el seminario Problemas ceruciales para el psicoandtisis}: el de la division del sujeto entre verdad y saber, es para ellos (los psicoanalistas] un Punto familiar”. La problemstica de la divisién del sujeto entre verdad y saber ha sido trabajada por Lacan durante mucha tiempo y fs posible remontarse a 1961, cuando, en su seminario La ldentificacion, empieza a reinterpretar el cogito cartesia- no, principalmente a partir de las Meditaciones. Recon- fortado por los andlisis de muchos filésofos, en cuya pri- mera fila debe situarse a Alexandre Koyré, Lacan ubica la emergencia de la ciencia maderna en el acto enunciativo del cogito de Descartes. Pero mas que eso, ve en él Ia condicion de posibilidad (o mejor alin: la verdad) del origen del psicoandlisis, y afirma que “el sujeto sobre el que operamos en psicoandlisis no puede ser sino el sujet de la ciencia”. No puedo detenerme aqui para detallar las etapas de la argumentacion de Lacan y me voy a con- formar con un resumen sucinto, ‘Jacques Lacon, Berte.ob.eitp- 864 [Escrito abet $2, p. 842. ‘Thidem,p- 858, (Mbiders, 2,7 837] a Lacan no eonsidera el yo pienso como un pensamicnto sinu como una palabra, un significante {se puede recono- Cor en el una tradicién estoiea), que se reescribe en fan- ‘on del algoritmo saussuriane: significante yo pienso significado yo soy Jo cual genera una divisién entre el yo de sentido y el yo ae existencia. Pane el acento en el punto de desvanecimiento del eouito. del que depende la certidumbre, 9 considera que Descartes cometio el error de transformarlo en saber |. su ervor consist on erear que ése es un saber. Consiste feudectr que sabe algo de esa certidumbre. En nohhacsr del Yo pienso"un simple punta de desfallectmionte, Pero loque pasa, Eeaue hizo otra cosa, que tiene que ver con el eampo, que no hnombra, donde yerran todos fos saberes de los que aio que {omventa dejarlos en tn suspenso radical. Situa el eampo de {eos saberse al nivel de eae mas vasto sujeto, el sujeto su puesto saber, Dios” Dios esta plantendo como garante do las verdades eter- nas porque tas quiere tales. La division del sujeto entre Verdad y saber se inseribe en este corte al mismo tiempo que lo cuestiona, Al endosarle Dios la carga de garanti- var la verdad witima del saber, “Descartes. inaugura las bases de partida de una cieneia en la cual Dios no tiene nada que ver" De hecho, los grandes inventores cien- Hficos (Newton, G. Cantor, Binstein...) necesitaron pro- clamar su ereencia en Dios’0 en alguna forma de trascen, Sencia garante dela verdad del saber, Al plantenr que las ‘Jacquos Lacan, Lesquateeconceptefondamentaucdstapsychanalyee (aghé) tettoesableeido por Jacques Aleuniler, Paris, Le Seuil, 1978, 1 208 Laveautre conceposfandamenues del ptcoondics,Som0a0i0 Ti Paulie Be Aw 19801 ‘iden, 9 205 95 | vordades eternas dependen de Divs, Ia ciencia puede progresay como acumulacion de saher, “sin cargarse con Sus fandameritos de verdad" Hay forelusion de la ver dad come cause” o Cosa [res Por consiguiente, se cumple con Ia condicién de un etarno de Io que se ha rechazado, un retorne de la verdad Separada dil gaher. Esta retorna en el aintama flo consti- tuye por este rolorno) y més precisamente en le real sexual del goce del sintoma!" Este retorna justifica al psi coanlisia ¥ explica que cl sujeto en el cual operamos sea tl sweto de la cicncia. La division del sweto, introducida por el costo y reforzada por Ja separaciin entre Ia verdad Fel saber, se convierte, con el retorno de la verdad en y por er sintoma, en una sivisian entre el saber y el retorno de Ta verdad en cl sintoma, El sujeto esta dividido por el sintoma. Su divisién no resulta del mera onfrentamiento fan el saber sino de ese enfrentamiento al que se agrega lo real del sexe. La division del supetoy del sintoma es la encarnacion de ese nivel donde a verdai!secobra sus derechos y hyo forma de ou real no sabi, dese real le imposrblecolmamiento, que fs ote real del sexo al que haata ahora todes accedemos Snicamente por ls travesti, por suplencias, por a transpo~ eign de fa Opasieion masculine / fortenun, en oposicton fetive /pasiea par ejemplo, 9 visto /no visto, ete, es decir. Ihablando con propiedad en esta fneton que ha dado tanto dolor decabeza al fandadorde indialoetiea,a saber la funcion dela dieds.!” E} sujeto, el saber y el sexo constituyen, para Lacan, en 1965, una triads que define lo que llama “las pasiciones subjetivas del ser” (16 de junio de 1965), a tas que ordena camo los tres bortles del pliegue de una banda de Moebius: *Jacaues Lacan, Probiemescruchus pour lapaychanolyse caso del 8 dejunia de 1965, nadia acne Lavan, sha eciencs ot Ia wénite, ob et, p. S74 "Jacques Lean, Problems erectus pour Ta psychanalyse clase del gp de 195, neon 99 Saver’ (saber) si (208) Igbo ait, Cvdnite verdad) Esta banda le sirve para dar cuenta de la estructura de Gwvisién (denominada Enezweiung, un nombre, incluso tuna letra, *2",¥ de In eastracién) entre el sujeto y su. sintoma (llamado Zwang), a saber ese lugar donde re- torna la verdad (en los lapsus, intervalos de palabra, iversos tropiezos. formaciones del inconsciente... en sintesis, alli donde cae lo no sabido del error {l'insu de Tune béouel)” por otra via que la del enfrentamiento del sujeto con un saber constituide, sabido, consciente ‘Como en una banda de Moebius ese lugar del sintoma se manifiesta precisamente como el envés de este onfrenta- ‘miento, pera un envés que se revela come continuidad con el derecho; Ia linea divisoria (né2weiung) por donde se tunen esta en cada punto de Ia superficie. In fine, Lacan reduce ol retorno de la verdad al objeto “Dondequiera que el sujeto encuentre su verdad, lo que encuentra to convierte en objeta a”. Este objeto viene al lugar y en reemplazo de lo imposible de la relacian sexual, de ia asimetria de los dos (Zwet) sexos, del limite del sentido sexual de los sintomas. En 1965, ¥ lo repeti- rd-en 1969, Lacan reconoce a este objeto a cuatro formas + Recuérdeseque ‘une béeu,litaralmente “la una-eguivocacién”. es Un homfonointerlenguasde Unbewaste“inconeeience'onatemin ary "Como i Sarazine de Balzc, segin el comentario de R Barthes ‘ Jacaues Lacan, Prbtimeseraciaupourlaprychaatyse, 9 dejuno de 1068, neato 100 pe topolgicas (esfera, toro, botella de Klein y cross-cap), que corresponden a las cuatro formas de objeto: seno, excremento, mirada, vo2. ‘La nocién “de un anudamiento original entre sexuali- dad y saber”! es uno de los grandes descubrimientos de Freud. Plantes el primero y comenzé a explorar su camps con el término de Wissentrieb (pulsién de saber). "La pul- sidn de saber atrapa entonces al mifio en su mas tersprana edad, confrontado con la cuestién-enigma del origen de los nitios, de la procreacién, de Ia sexualidad” = La invencién de lo que Froud no duda en Hamar teorfas sexuales infantiles, al volverlas andlogas a las soluciones geniales de los investigadores adultos, “reconoce su or gon en Jos componentes de la pulsién sexual que estan en plena ebullicidn en el organismo del mio”. Brigitte Lemérer observa que cuando Lacan retoma Ja cuestién del deseo de saber en 1966, sostiene: “Ly que Freud nos aporta es la designacién del lugar de inciden- cia de un desco particular, y que es el punto por donde Ia sexualidad entra en juego como fundamental en el te- rreno que se trata de definir: ese punto se denomina el deseo de saber. Es porque la sexualidad entra en juego primero a través del deseo de saber que al deseo del que se trata en Ia dindmica freudiana es el deseo sexual”™ ¥ que se trata del punto de encuentro de la verdad con el saber. También Lemérer observa que “tres atios mas tarde, (Lacan] vuelve a ese deseo que entonces propone escribir como «deseo (de saber’s, 0 sea deseo pracedente del saber en falta en su juntura con la verdad: +E! punto de origen, que no ha de entenderse genética sino estructa- ralmente cuando se trata de comprender el inconsciente, ' Brigitte Lemérer, “Désir de savoir", Benim, n° 6, tote de 2000, ‘Toulen srs, po2, * Tatdom, ‘ Sugmund Frend, "Théries sexuelle infonile", Vie sexuelle, rr, 1910, 19 “is Saeques Lacan, Linbjet dela peychanalyse, clase del 29 de marzo do 1966, neato, Citado en el ariculode 5 Lerner 101 ea que es on aste punto nodal de un saber desfalleciente, ‘iatle nace ~bajo la forma de fo que se puede Hlainar, & ehateiun ce poner sus utimas dos palabras en una sterte GRiparentesnd th deseo de saber): es el deseo inconscien- ie P Scenes en su estracturan' Hacer del deseo de saber Mouse ineoasefente: como tal “conatituye la respuesta iheSoinna’'e Ta hipotests freuciana de tna pulsion de saber" Estos puntos de roferoncia son importantes para orien arse reapecto do aquello alrededor de lo cual giran, con Msuindos graces de temor, ls analizantes, sea cial fuere iv eutruetura. tratanda do saber To que eoncierne al deseo {Is Sas padres. No solamente al deseo de cada uno de los pa- ‘ives abpacte del sujeto, sino al deseo de cada tno de los nares por ef otro, Como si Ia respuesta fuera poder darle Ua reontidg a su llegada.al maundo. Pera no hay respuesta, if doweo de cada uno de fos padres entre si no crea el SosJunto de signifieantos de donde emergeria para el nifio {respuesta para el emgma de sa prosreacion. El saber Sobre Felacon sexual entre los padres que sguiereado pura sempre, ose agupero_s6in podra ser atenuado, mix tigado mediante un objeto fantasmatico. No obstante, la Iiisqueda de saber no sblo pormmenece sino que es relanza- da por ello “Benito del que cada uno de nosotros surgié es algo aque no pederos dominar, que no podemos Tepresentar~ tie [Sel encuentro sexual entre nuestro padre y nuestra madre nes perturba tanto es porque venimos de Sna'escuna. donde ‘nosotros. no estdbamos.""" De ese Umpostble de reprosentar surgi6 el sueno de Sergei Pankejet? de los tobas biancos vistos por la ventana. Tia division entre. el sujeto y el sintoma, por donde rotorna la verdad (ex par ello que estamos en una Jaques Lncaa, Din Autre 4 autre, clase él 29 de abril de 1968, neato. mB. Lemerer, ob cit. pp. 27-28 'S Fonte Maer Labsctne Lamarta ocuore, Foogires,encre maine 2004, p18 102 topologiay por otra via que Ie del enfventauniente cos Saber, condujo a Lacan a renombrar al Unbewust v0 conseiente) freudiano cum Mitsu que saiz de Fare bévwe Formula que hace trabajar ol termino saber (wissers) imtpli- cado en ella y que resulta Lorpemente traducida por ei raneés inconseient y por el castellang ineonsciente. Hste ‘no sabido (inst) es un suber, es deeir al menos dos signif antes cuyo azo actua sin saberlo el sujeto [a [insic du Sujetl; estan en la misma faz de la banda de Moobius, qu Sélo tiene una, pera separados por vueltas [fours]. Su eo hexién permite al sujeto cambiar de espacio, pasar de un espacio de burbuja a un espacio de entre dos, lo que el nicamente se traduce en un factor de sentinienta de des. personalizacton. La cura analitica reabre el doseo de sa ber con su origen pulsional, y Ia transferencia encuentre en él su motive. Es por elld que esté gobernada por c! significante del sujeto sapuesto saber. ‘Cuando la existencia de este uleima viene a ger cuestio nada ¥ eiando este scontecimionto anuneia el fin del ans Tisis, gaué sucede con el saber que la cura hubra revelady siya no esta el sujeto supuesto saber, si ya dey6 de ser el Gepositaria de su verdad? (En qué nuova articulacién con In verdad se sostendra exe saber? Bae saber ya no puede busear su validacidn en la mera acumulaciin de saber. Debe instaurarse una nueva relaeion entre verdad y saber que tenga en cuenta [a pulsién original. Tenemos pues con ué angustiarnos. No solo por el analizante, pues la cues: Han se le plantea a todo aguel on quien se invents algun saber. sLinseque neitdel une bios ended purrs nombredelseminarig2s do Lacon, so trades como Ie Tracaso del saconaetota es aor, 2) Slonpsabido quo sabe de ly uns-equreacation exe amor hemofona as seede 3)-liracase dl inconstinte oe argpata en lamorea, ye te [Bgeaso de la unacoynvoeacion es el amor Proponamos saint [a ESpuicntesefrmulacin,8)"lono sabido quesabedelnana-equivocacton Sepone baj el ala del azar" Notoce que fe morea es un antigo juego de Sear el qua dos personas se mucstran reciprosa y sumultanaetmoste Uterta canta fa dedos Iovantadoe grtand una etre quo puede expr= areca cantig (ol que da con ls cra exacts, ganal (W- dola T] 108 custdese a Georg Cantor, quien pag con Ia locura Ia Roctdad de hacer frente @ aig cambio de rel ampefol saber (de los nimeros transfinitos) con Ia verdad isn {straseendencia divina) cuando invents los néimeros ae a eee Pde sostener ese ineento colo al precio de trasiss delitios, especialmente el de coats atios (shakespeare es un nombre preseada de Francis Fe ae se scheas del nombre Ge, Shakespeare esta la Bacon, A jel Senor Francis Bacon, Lord Verulam, El gran sonic See frome Seen de su desea mavsto on la lectura que hace (en 1896) de una elegia para icon de Th. Randolph, un poeta inglés del siglo xv1 a tor esctibe: “Francis Bacon es reconocido no sélo como Gantfador del periodo isabelino iin aus verdaderamente el Siamaba Shakespeare; pues Quirinus (a quien se en- 5 are al latice we) ignites clarsmente en ingles cat oak uleneeatoso sendin on. s Gor Conas. ba Mon Bacon Shera Ladraesubect fun “ite peutiney prewnadon yr BPoge Clyeane, 1096, sistedsporeta 30 12 ACERCA DEL DECIR A MEDIAS Lacan no dejé de poner a trabajar la eseritura de esta nueva relacion entre verdad y saber gobernada por el cuestionamiento del sujeto supiiesto suber en relacion eon sus origenes pulsionales. Sélo daré un ejemplo de ello, instructivo en el sentido de que va acompanado de un rasgo de su método, el cual consiste en tomar ala letra lo gue en una primera instancia se presenta como metalen~ guaje, en este caso el término “division”. ste gemplo, también es significative por su fecha, ya que proviene del seminario Den Otro al ofro, que tiene lugar en 1968-1959, es decir después de los acontecimientos de Mayo del “88, después del articulo “La science et la vérité’, después de Ja instauracidn del procedimiento del pase que somete a la prueba de dar testimonio de lo que sucede en ese momento de ia desuposicién del saber al sujeto cuanda el anslista se sutoriza asi mismo. Lacan plantea que “en esta parte que lamamos ineons- viente se enuncia una verdad que tiene esa propiedad de Ja que nada podemos saber. Entiendo que este hecho en 3 ‘mismo constituye un saber”. Esto puede escribirse a la manera de un rébus, saber "sobre" In verdad “menos” el 1 Sacques Lacan, Dun Autre tre clase dl 5 do marao de 969, 105 Verdad verdad-saber ata fracciOn eseribe Iu verdad sobre el saber Verdad saber Lacan eseribe entonees: Saber verdad verdad-saber saber Si se quisiera escribir Io verdadero sobre lo verdadero ta manera, seria igual a 1. ‘Sucede que al reemplazar el saber por a (el abjeto a) ¥ la verdad por 1, Lacan puede reeseribir la ecuscion ante- La, ssta wmueva eeuacién tiene por solucién a, que es el nximero de oro. Gy 2 por lo general designada por Ia letra pi; @), msimero ‘Reonmenvurable, aacional, eélebre, gue ha side muy Los utilizado en pintura y en aequileciura, y que tiene 1a Propiedad notable de que su serie es a la vez geomebica ¥ arlimetica con uina razon eomstante igual a st misma, ®. Bs notable que este numero pueda tanto dvidir la unidad como agregarse a ellu. Tambien 2s el limite interno de la serie de Fibonacci, serie aritmética de nuimeros enteros (cada ntimero entero es la suma de los dos anteriores 112358... cuanto mas progress la serie, mas se aproximma, su razén al niimero de oro, sin aleanzarlo jamis. En este sentido, este numero constituye el abjeto metonimice por excolencia. A partit de 1967 (Seminario La légica del fantasma), Lacan se tomé In costumbre de identifiear el numero de ora(o mas bien su inver~a) Gon el abjeta a, y e8 por ello que To eseribe con esta letra, en vez do, como suale hacerse En la segunda ecuacian, a reemplaza el saber de la prinie ra, pues es el objeto metonimico causa del deseo de saber qué objeto desea el sueno cuando dice lo que dice? mientras que 1 reerplaza a la verdad pues ésta se plant en el lugar del Otro, lugar del lenguaje, supnesto garante ge la buena fe, que representa la unariedad de un rasgo “Tratemos de Saber, observa Lacan, lo que quieren decir estas relaciones. Esto quiere decie que el saber sobre el inconscionte ~0 soa que hay un saber que dice: “En algan lugar hay una verdad que nn se sabe’ y que es la que se articula a nivel ineoneciente— es el lugar donde tenemos gue eneontrar la verdad sobre el saber” ‘Lacan subviorte Ia adecuacién supuesta del intelecto y Ja cosa para proponer una nuova (ad-lecuacién, mas lite- ral, donde la cosa hace a la palabra (rébusl y sobre todo, por el hecho mismo de ser planteada, hace surgir una radical Inadecuacion, es decir la inconmensurabilidad de lo que esta en ol lugar de la Cosa, el objeto a, irracional (hiatus lrvationalis) que no tiene ninguna medida comin con el Tino de la verdad, El objeto a viene al lugar, como suplente de la no relacién sexual, de la ineonmensurabilidad del Jacques Lagan, Din Aue air, eloge del 26 de ebro de 1969, 101 dos de a diferencia sexual. Desde este punto de vista, {Lacan queda justificado al decir que el saber y la verdad no mantienen relaciones.* En 1969, en su seminario Lenvers de la psychanalyse (donde observa que envers [envés") mantiene una rela ion de asliteracion con vérité ['verdad’)), que viene des. pues de Diun Autre & Vautre, Lacan asevera que fa verdad pifo oe sastiene en un decir a medias, De alguna manera, fal donde este enuinciado se acerearia mas a los anterio- fos, introduce diferencias, Gon la introduecion del decir a medias, la referencia a lo real sexual en su relacién con Ja verdad se torna mas explicita y sin duda a la topologia, Tuya flesibilidad implica el cuerpo, le cabe la funeién de significarlo. ‘fn la vertiente del “a medias” [mi-], de la mitad, el decir a medias {midire] evoca el cuerpo, el que sale del pozo 0 Gide la Hsfinge. Lacan juge asimismo con la homofonia fon médire” hablar mal de"), “méditer” (meditar"} y fnuchas otros otros “atolondradichos” [dies d'tourdil que ho necesariamente le busean la quinta pata al gato." La de nai reeuerda que la hora de la verdad forma parte de la Gelidad de verdad, De alguna manera el decir a medias Contribuye a alejar [essaimer]*” la funcidn de la homofo- hla, atribuyéndole por ende indirectamente una funeién de verdad. El formante mi- [a medias") nos lleva iguslmente a la contighidad [métoyennete] entre saber y verdad, que tiene por consecuencia que la verdad no puede decirse toda, que Eo diee a medias. La division del saber y la verdad cons- © Cheroer mid & quatoree hauressigalfealiteralmente Yousear el fa cuandosonaseatoree horas" *buseae dcultades donde nolas scan esta uganda con mide (N- dea] "tim calejar'en gu ugo transtiva.Essoem, cuyo signiieadoos eqgmnin, es homatanode'S, (N dela TY aes Lacan, “Radsophonse (1970), Autres ert, ob ct, Ques tion 2 0, sted por Lagan en si clase del 11 de enero de 1877 ‘uj dequet Lacan, Leencors dela pesehanalyse, ab ep. 38 ob ibs 90,9 Tatuston ‘i Jacquee Lasan, Leweers 108 chuesuna ran ext oecin Ip muta une relacién con el suber ae ° ifdecira medias cs también una manera de vineular ta verdad'con Ie lotro elo ia do la eriografty gue satin: uc lus homofontss sino tambien ln dee Logica ineluan la Soa matemdtica, La felon dele verdad: esbernacn por fo simbolca, ge yucive ‘sion on el sent al ealmion tn'le cueston de su nite con ie foul es dete con To {mnpoibl, lo imposible de demestea en lo sisi por Ip aimbolco! “Lo que consttaye To rel esque por el edo dol logica algo curve Tn gus demassta Ha gee ain von P’y-no p sean tals, sino quo ti uno ni ory punde Ser Setitad ticameni dengue mange decir atnediae jain verdad et ou nie con lo real de in divisin, de ia ng rlacn'ssalacion tnconmensura: blots verdad ye ser pro tame ore cine nutve escitura gue Laced propone simultancamente en Lenvers de la psychanalyse, Finds Jos cuatro “discursos”, ipa necién hd Wiroduclie previamence el ano anteriot {pero sin esebira) en sa eminario Duan Autre 6 eure ins cists egcroy son in eerie, 9 mae examen tela topalogta de tanto rman las letras Stl sani canto unario), 8, (el saber), a (el objeto a). 8 (el sujeto vidios: os cules ccupen cuatro lugares, agente otro verdad produesion 3 que pueden permtare de manors circular prod cigndo en consecuencia Ia “eevolucion’ de eaatro con raciones'™ de “matemas” Ilamadas: ae speitdsees aca, Ler no dpeserent clase del 8 defaberade 1974, Jacques Lacan, Lenvers No he reprasentado tad ob eit pas iad leche entre los termine. Después 109 Discurso del ame: a $8 Discurso de la histérica: wo a 8 a 4 Discurso del analista: aan 5 8 ene Discurso universitarie: a 5 8 fistos evatro diseursos son cuatro modalidades de lazos somalee que olargan a is diekos sentides diferentes segun int iugands desde donde se emston y seguin a quienes estan die gui Definer modaldades de lezoe enire hablantes desde Upanta de vista del deseo, pres si estos discursos son Slitrentes no son situables sina en el aprés-coup del sire Sr ileger el discus del masta, que por otro lado emerge Cats Sambo de diocarso. Los uatro diseursos deben ser stiowprotados eda uno-en se sineronia con los demas. Nin- wets ie dloeuraus, puede ser Teigo independientemente Sites ote, La cotructra es fa del conjunto de la ertcula- ttn su tos evar daseureog mantienon entre i La ecn ego ae fos ticoursos puede superporerse con la de ero, Sin ‘coca necerariamenta, Guy Leste enconrd 1a palabra sUactdda par deoignar la essa al smvocar tra “memoria de los Iugaves"™ incluso una *cdpula discursiva’."* Esta debe ser de Laan, seatribuyeronotros nob alos hgares, Por sino esrb eee ee geunecaptasiee copeacnte ea por tie pte mauerga el dara sro, 110 considerada par comprunder ol swcyrmisnte del diseurs capitaista x pare del diseurse ain at convo Yo que se Ham Insterszacion. dol disearso en stro iseutse dsvinés del digeurse histérico El conjunto de los lugares donde ae especifican I dichos es del orden del decir Extos discursos han sido talificados por Lacan en De un Otro al otro come “disc sts sin palabras’ Son diseursos del decir. Para funeionar Tequieren evidentemunte seres hablantes, Por 1a tanto aio signifien, a mt entender, que una vex ms inseriben ei docir'a medias de ha verdad en una division, Ia de lo dicho flo que es enumciado) "del deve tel hugar del diacurso de donde proviene el enineiado) Los diseursos son dichos sown ison ators lv a Gt medias por si mismos tiempo que sittan a ! erdad como decir a media jose que no la sitgan en {goto térmno sino en tanto nombre de un lager. De un diseurso al oto los terminos que fo cepa varian: se erat delavarddad. Bate lagar es la boca de donde sale Ia verdad Gacaso Freud no era atecto a ts Bocon della wera en Bo: ma?) En el diseurso analiicn, por empl, el nombre del padre se ubica a nivel donde el saber hace funcién de verdad" Tiacan menciona tres figuras emblemsticas de un decir samen ce In verdad ol enngrna el que lantea la Bangs « Eiipo), la ita y ol mito. "El enigma vs una ebunciacion Sy arvéglenselas con el unticiade~ bn sites plantea sl nena y para lo demas rnewentren ustedes mhismos wn Sélido apoyo'en el nombre del autor, euya resposabilidad Jes endoso” > Bn lo que atafe al mito, Lacan remite una sermas a LeviSwrause y a su artieolo “en strocture dos Iythes". "Ei decir n medias es la ley interna de toda es Nominations, Pari, la ltre Iacsnieane, une dole de la paychanales Guy Lévés, "Copulation discursive, Esain, ni? 15; olaio de 2005, ‘Toulouse, Eres Te Taeaues Lacan, Lenores oi 125, = Tisdem: p40 pecie de enunciacién de la verdad, y lo que mejor la encarna os el mito El término “decir*, introducido al mismo tiempo en los cuatro discursos, no es totalmente sinonimo de “hablar” o de “enunciacién”, aunque puede recubrir estas acepcio- nes. Es portador de una sighificacién suplementaria: 1a de la earga de real que bordea la verdad, en particular por el hecho de que es imposible deciria toda. El decir es suple- mientario a los dichos, como el recuenta de Tas vueltas (le comptoge du tour) del agujero central de tun toro [tore] (refiriendose al deseo) debe contarse ademas de las vuel- tas del agujero periférieo (refiriéndose a la demanda): agujero periférico (demanda). agujero central (deseo) Un toro @s el circulo de as wuetas (impares) de demandas Ded apa aes eee ie eae eben aaa na ogee am manor te een nl dl ee Larisa coer eenaeheel aoe eae ate eee aaa aad tras de lo que se dice en Jo que se oye [...)""" se plantea en verdad, aunque sea para no superar ninea in| dicho a medias (tal como me express), el decir na se neopla eIbidem, p. 127 Jacques Laean, Sétourdie? 1972), Autres rte, ab eit, 2.449. a2 i sino existiendo en él, 23 decir no sienido la dimencion {i mention] de Ia verdad. Hs fie! hacer esto sensible en el dlscurso de la matemdtica donde, constanteriette el Aco se venueva al referirse aun decir mae que a ninguna otra realidad, a riesgo de obligar a ese decir a la continnidad propiamente logiea que implica como dicho Y para terminar: El decir de Freud seinfieredelalégiea que tiene come fuente el dicho del inconsciente. Este dicho existe en tanto yen ‘cuanto Froud fo deseubrid Rostituirle este decir es necesario para que el diseurso se eonstituya en el analisis (es lo que estoy haciendo posible), ello a partir de fa experieneia donde revsia existir ‘Aste deci se lo puede traduesren tarminos de verdad ya que de Ia verdad s6lo hay decir a medias, bien recortada. pero que haya este midié net” (se conjuga para arriba, ta mites, {yo médis)sélo cobra sentido en gue decir Ese decir noes libre, pero se produce por haber desplazado.a otros que proceden de otros discuraas. Es terrancose en el anilists(vease mi ftadiophonte,el mimerojustoanes deeste aperiédico (se trata de Sevicet3/3]} donde su ronda sia los lagares en los que se delimita ese decir Lodelimitancomo real, es deeimporible, ol cual seanuncia del siguiente modo: no hay relacion sexual °* No hay relacisn sexual pues no hay huellas de lo que po- aria negarla, como tampoco, por otro lado, de lo que podri permitir escribirla en el diseurso bajo la forma de una aplicacion biunivoca entre dos conjuntos, uno represen. tante de lo masculino y el otro de lo femenino, 0 incluso, en el borde del lenguaje, bajo la especificacidn de dos xoces 2 Mid net neologismo creado pore autor. Midi significa Mteralmente ‘cho a medion" ynet"itidamente’“rotunde?,ctategerie” elatoncae tuna vee euyo primer formance es homdfond de mad redial y Baronimo de medire Chablar tal de siguien”.ccriticer “ditamar"t ‘dems, midat net ws tometono dendineiecaskuretarmodeats’ oven ‘obrerao vendedara pariinas (Md lat Teigem, p. 432 >" Tbidem:p. 134 a3 complementaring. Cada uno de los sexos tiene que vér~ Sclas eon el falo pero este no hace cépula. La funcidn de detumescencia del pene en ef momento del orgasmo mar- ea un limite al principio del placer y designa la existencia He un goce mas alld, para los dos sexos, cuyo falo se convierte en significante frente al eval enda uno de los Soxos tendra una relacién diferente (de todo o de no-todo), pere que no have relacisn entve ellos. La formula “no hay felacion. sexual” constituye la versién lacamana de Ia tracién, fandada no en la probibictdn [inter-dit], como fh el complejo de Edipo, sino en Io real, 1a imposible conjuneién de los goces. “Rlgunas lineas después de la altima frase de Ia cita, Lacan plantea una pregunta: Pero, le qué se trata? De In relaci del hombre y la mujer en tanto justimente serfan adeeuados, por habitar el lenguaje, ‘para counetar esta relacin. {[Scrala nyconcia desta relacin lequelosexilinenelstabita? (Sora por habitarls que esta relacion no puede sino ser “inter. ‘ctw? [Neves dca la euestin es ms bien la respuesta, la respuesta five la soporta a er ee0 qu la eatimula para repetirse~es 10 fal se Vease la ord Gisble Cheboudet, Reppore seul et rapport des seve, Pani, Deno, 2004, SEidequas Lacan, ound ob. cle, p12 na 13 HABITAR LO ESCRITO La euestidn de lo real, como ta del estilo, nos orienta hacia laveseritura. a eserisra, no solo como vehiculo, grande 9 pequemio, de un pensamienta, de un mensale. de un tnfor ze, por ojemplo el dela clinica, sina como tugar donde se jega Ia euestign de las rolaciones de la verdad y de loreal de sta clinica, Tratems de delimitar como hetmos Hegade hoy a este punto y qué es To que esto sigaifiea Ba primer lugar. nn hay’ que desestimar el hecho de que Lacan’ esta en contonaneis cot su época, Teniendo ‘en caenta algunas eonsideraciones sabre ia eseritira, en 1a sufualidad tiende a superarse la distinciin entre los gene tos literarios “novela, poesta~ asi como las oposiciones entre autores, eceritores y etiticos, al punto que Barthes habla de una'“criis gencral del comentario" Para hee cerle Frente, clabors sina “tearia del texto" especialmente a partir de fos trabajos de Julia Kristeva sobre a intertex ialidad, “Todo texto es un intertesto", un tejido tetmold Sicamenia) de otros textos, presuntes en ely por eh a nic ‘eles variables. "Bl concepts dy intertexto os fo que aporta ala teoria del texto el vohumen dela socalidad, os todo el lenguaje, anterior y contemporineo, que viene al texto, no segun la via de una filacion situabie, de una tmnitacion soluntaria, sino segtin la de una diseminacion “imagen due aseguva al texto el estatuta, no de una reproduceion, ae {Boland avthesCrtucet vet” b,c p 759. ease convenzo us sino de una productividad-™ El texto es productor de otros textos ¥ de un sujeto que no es solamente el autor sino tambien el lector. El devenit de esta teoria del texta, escribe Barthes, es la escritura misma. ‘Sin vetomar el eonjunto del recorrido de Lacan en y con la eseritura, recorrido que se confunde con su obra, nos Ihmitaremos a lo que tiene que ver con nuestro evestiona- miento de la transmisién poética de la clinica. ‘Retomemos la formulacién del capitulo anterior, segiin la cual el hombre y la mujer “habitan el lenguaje” y residir en “stabitat” es un “exilio” debide a la susencia de relacion sexual,® sin que sea decidible saber qué se sittia primero, Es tuna manera de correlacionar la cuestion del ser con la del ‘goce del que ests exclude, Lacan ha ilustrado un aspecto de ello con 5u trabajo sobre Jayee,*” quien eseribio justamente ese libro que llevaba el titulo “Exilios”. “Exilios” es verdade- ramente al abordaje de algo que para él es el sintoma central por supuesto aquello de lo que se trata es el sintoma hecho de In carencia propia de la relacién sexual, pero dicha carencia no adquicre cualquier forma, Es necesario que esla earen- cia tome una forma y esta forma es la de lo que lo anuda con su mujer, con Nora, durante cuyo reinado elucubra los “Bxilios” 29 Mas alla de este caso, “Habitar el lenguaje” es el fondo de los trabajos de Heidegger, “Batir, habiter, pensar” [*Construir, habitar, pensar") ¥ también "Lhomme habite fen poete...” ("El hombre habita como poeta..." Construir os, on su ser, hacer habitar. Realizar el ser del construtr es edsficar lugares por el ensamblado de sus espa- fos. Recign cuando pademos habitar es casndo podesos tonstruir. Pensemos an instante en ina morada campesina 2 Roland Barthes, Text (Théorie du), O.C, IV, ob ei. p. 451 2 Jacques Lacan, “Lstourdie oct. 485, ‘ Jacques Lacan, Le sinthome 1de enere de 1976, Libro xi texto tstableide por Jacques Alain iter, Parts, Le Sei, 2008 (Bt suathome, Bede, Pade, 2006) “i tbtaem, 16 de Ia Selva Negra, que un ‘habitar’ eamposing eonstruta| todavia hace dascientos sits." Si Heidegger otorga este relieve al habitar es que para é “habitar es el rasgo fundamental del ser (Seo) en eonformi- dad con el cual estan los mortales™” Nosotros lo semxnremos fen este punto. Existe una complicidad entre el vocabulario Gel habitar y ia definicién del ser que se arraiga en el len- guaje, La palabra del antiguo alto sleman buan que significa “nabitar” y “construir”, observa Heidegger, est también en elongen del bin en ich bin, du bist: soy, eres. Elser dal sujera ‘50 inscribe en y por el lenguaje con los términos del habitar, En este sentido, la poesia aborda esta cuestign de una ‘manera privilegiada. Heidogger confia en Holderlin, y, modi ficanda ligeramente su texto: Lleno de métitos pero come posta El hombre habita on esta tierra extrae esta especie de maxima: “El hombre habita en poeta”, que, segiin él, dice: “Es la poesia lo que, en primer lugar, hace de la habitacién (morada] una habitacion Imoradal. La poesia es el verdadero ‘hacer habitar™.°"" ‘La complicidad entre el vocabulanio del ser y el del habitar se produce en otras lenguas: en griego, con otkein (ser, habttar) y eshos (morada y también manera de ser, eardcter) En italiano, stanze designa “la pieza de estar” y la estrofa postica que para los poetas del siglo xit aludia al elemento constitutivo de su poesia, al hogar del joi d’emor, Ainico objeto de Ia actividad postica." Bl voceblohobation en francés signifies “*morada”, asa", rivien 4a" La consecvamos, pere al equivaca qua genera, an vitad de toda os ungoe qua con el hace el autor (Ne lv Et Martin Heidegger, Eosiset conferences Pari, Gallamard 1958, pp, 175, 191 Venoe ef aetcalo do: Anne Mare Braud Stabitat, Essa 15,otone de 2005, Toulouse, Bras que habla del habitat da engusje del sictia en las presentaciones do ener. ‘ Tbidem, p.192 2 Toidem, pp. 226-227 1G. Agamben, Stonze, Paris, Payot ot Rivages, 1994 ut bn francés, los seras (de extera, us, lo que esta en el exterior) tambien son una disposicién de los lugares en luna construecién, El "nudo” primitive entre el habitar y el ser del sujeto se declina en una lengua en numerosos sustantivos referidos ‘lu habilacion que designan modalidades diversas e in- tentas de estar en casa. En francés, los nombres genéricos que presentamos # continuncidn tienen, cada uno, su con~ hotacién particular y poscen ademAs cierta cantidad de Sinonimos: habitacion, eaza, vivienda, techo, domicilio, residencia, morada, hogar, nida, en-casa (chez soi]. Esta liitima expresidn es particularmente demostrativa de la tunidad entre el sf mismo [soi] y el lugar [chez], el lugar Como constitutive de la identidad, ya que la. preposicién hes, en franeés, es una forma dtoria del antiguo francés “cies, que significa “casa”, del latin, casa. ‘Acstas lugares genéricos ¥ generales hay que suregar la lista de los lugares elegidos del sujeto sequin las estructu- ras linieas, esos lugares que crean las estructuras para {que el stjeto trate de alojar en ellas un goce desbordante: tis plazas pablieas en la agorafobia, el laberinto 0 los ce: raderos pata el obsesiva, las bambalinas o el escenario del teatro en la histeria, el altar, el reducto escondido para los perversos, las partes comunes, la calle en Ia psicosis.*" Tas novelas modernas confieren un importante lugar a Jas dificultades de log seres hablantes [pariétres] para ha- bitar st lugar. Citemos a Amélie Nothomb: “Nunca era el pais donde habitaba. Era un pais sin retorno. No lo que- Fla.’ Y mas adelante: "De todos los paises donde viv, Belgica es el que menos entendi. Tal vez sea eso ser de algtin lugar: no ver de qué va la cosa”? «Perla Serfaty-Garzon, Chez ai Les erritires de Fintona, Paris, Ayman Calin, 2008 fea abovda Ia cussion al final de su sominario Lo figion del fantastu, sla eage del 21 de jana de 1967, jugand por ctr parte con {ee palabras loge rmorada “enna /Togigue (agin ‘Ama Noth, Baar de faim, Paris, Albin Biche, 2004 pp ‘35 S20" BIhuneat nos ace penser ol Novers de Marguerite Durss 18 puis Wiese ae El construi-miento / miente [bétt-ment]. ante dee {eTaenues Lacan Encore toxtoestablesid po JacquesAlain Mile Pari be Seu 1083, 9 1 pees wu ‘sacques Lacan, “eto”, Autres sett, Parte, Soul, 2001 9.472 ne opera una torsién que pane interior y exterior en contin ‘dad, ya que la extimidad es ciertamente el extremo (extimus) pero on el interior, es el extremo de lo intimo del sujeto. A penibio, abre La puerta, si eabe la expresicn, a que lo exterior, fo mas fuera dei, sea, sino reconocido, vivido en la alucina- cian, por ejemplo, como intima, y a la inverse. Bele suo tan particular y estructural del sujeto lleva otro nombre. das Ding, a Cosa, término extratdo por Lacan de Heidegger y del Proyecto (1895) de Freud y al que hos hemos referido en el capitulo tres. Se trata del sitio de Un goce intimo del sujeto, en exclusién interna con los ‘Simifcantes quo lo ciermen. A partir de su seminario La Shon del psicoundilisis, 1a nocién de extimidad esta rela- Clonada com la de la Gosa, e incluso la caracteriza. “Hste its Ding esta justamente en el centro en el sentido de que Geta exeluido. Es decir que en realidad debe ser planteado Gono exterior, como Otro prebistérico imposible de olvi- Gar, del que Freud nos afirma la necesidad de 1a posicion primera, bajo la forma de algo que es entfremdet, extraro Int pero al mismo tiempo estando en el corazon de ese yo [moth algo que al nivel del ineonsciente solo representa tuna represesttacioa.”™" también: “Tal ver io que estamos Hescribiendo coma ese lugar central, esa exterioridad in- Uma, esa estimidad que es la Cosa, esclarecerd para ‘nocoiros lo que sigue haciendo euestién, incluso misterio, A quienes se interesan en el arte prehistérico, 9 saber Precisamente su sitio” Bn el seminario Dun Autre & Vautre, el término "extimi- dad” es relomado para designar el lugar del objeto @ en tanto “ealoniza’™ 6 “cosquillea desde el interior”™ como tun otolito el campo (del goce) “vacuolar”.** de das Ding: + Jacques Lacan Lthigue dba paychanalyse, clase dal 29 dedicom bre de 1959, ob ity p AT Vesce tombutn p. 122. “uidem, p. 184 ‘Jacques Lacan, Dun Autre 0 autre, p. 119. ‘iden lase del 12 d mareo de 1960, Sh El uanmino aparece primera en Leaque, p. 179, yes etomads en Dion Autre Cautre clase de 12 de marco de 1969. 320 fei dl campo det Oty so alo nslase oa pol tel campo del Otrocome ug des paora cms Looe lente det goce es una erates opaagsat Sn tancoets taut um eromesap diborane ge repre Sitio lio pre ot siputante que earn uss clot noes rn Wn a nl dss aa ee en tanto el objeto a es éxtimo, esta aoa ite en ta ‘Shcnitisrsdsdbleinctacndaoocomectecode or ore de extimidad. ae 7 i SS rs tio... para delimitar la extimidad del stabitat del sujeto, a ial punto que a este witimo no se le nusde ceiger on fal pong oe 2 teens not ie pancreas ot es a a ap eee See ea eenesiace ciranier aa cae es Si ope Tease ee tae at tage caer gpa ee Secale MME Sin fancion de extimidad. ‘ fae snsimac una sncibacaves can, Dun Autres astra clas de 26 de marzo de 196, "2 Jean-Pierre Cleo, Les ratsons de a fton. Le philosophies et. sathomatgner Pers Armand Cains psig meee eee wt 14 POPOLOGIA DE LA EXTIMIDAD © Sigmund Frou, Linguietanee diranged e autres textes, eden butengtetradueida or F. Cambor, Pars, Gallimard, 2001, p51. ("Lo Cinnose, er, Amorrorey ed, Ba. As. XVI0) soem 981 12 escribe “Les fous muattirent® (Madame Hermet) también fe un maestro del Uukeratich. En Letire dun fot, que anticipa Le fora. nos hace participar en la experiencia de un hombre a quien el pasije de lo Invisible oculta st imagen en el espeyo Parafrascanda a Freud, diremos que to éxtimo Unheimli: ch) es de alguna manera una especie de intima (keimlich) gExiste alguna representacion de este éxtimo unhetmte oh? Las leyes de la geometria permiten hacer los planas de Tos miltiples sitios donde se reslizan conjunciones apa rentes, imaginarias, del ser y del habitar’ el castillo, Is easucha, la barraca, Ia choza de paja.. Pera, gexisten planos geométricos de ese lugar de lo extimo donde el ser en su mayor intimidad no esté en adecuaciéa eon habitar. donde haya algo agujereado? La Divina Comedia de Dante, que se imspira en In casmogonia circular de su Spoca, gresponde por ello a un plano de mngeniero? ‘Si existe un plano posible de lo estima, no puede sor geométrica, Necesariamente requiere una tapologia, que no taza por adelantado las fronteras entre interior exterior, adentro y afuera, st mismo y no sf mismo (Yo es yo y ti eres tH, t0 te ti [for tars foil, familiar y extrane, heinlich y unheimlich. Et pasaje de uno a otro se efeckia fen continuidad. La banda de Moebius representa justa- mente esta continuidad del derecho y el reves, En Jo que hace precisamente @ Ia experiencia del Unheiny lick, Lacan propone 1a topologia de la botella de Klein, que, estructuralmente, corresponde a una sutura de dos bandas de Mosbius que hacen una superficie sin hordes donde el adentro esta en continuidad con el afuera, dispo- niendo un espacio de entre-dos donde el adentro sirve de Goblez al fuera” Pass or cllate Juego depalaboras“t,t, slate" It. [N-de a 2 Dest uo punta davista que se podria ealiies de apistemelogo, Ja rforoneia a fa sututa modbica aperada por la botella de Kletn 3 {ncerbe en In continuidad do Ia rupeura del patallisme (psiloc) Gntea micro-y eyacro conan ruptura insenarada porelengiearesian, endo la aparcncta de proceder s una suerte de envolovmienee ae ‘eeverda larmonia del cosmos az SCO Formactn de una total de Kien ‘olunonporauentavesamenta las cos oxramidades co un tore cota, fuera. — Adentro——__ on Adontro Adentro—__ Afuera Adentro—__ Afuera Esquemas de una botella de Kiein vista en corte La estructura de esta superficie es una sutura entre “la pie) externa del interior y la piel interna del exterior”? 23 decir una definicidn propiamente de la extimidad. La >" Jacques Lacan, Probleme cruciaus pour fa payehanalyse,elage del 6 de enero da 1985, iddita Unkeimlih, lo éxtimo, Ia Otra escena del sueno, de io extraiiamente familiar, es ese lugar del entre-das de la Botella de Klein, Loque el psicoanalisis nos descubre es, en primer lugar, exe ‘pasaje pordondesellegaal entre-dos, del otro lado del dobles, Gonde es percibido ese intervalo, que parece ser Toque funda Jn correspondencia del interior con el exterior” Ese es el mundo del suefo, dela Otra escena. Lo heimtich de Freud “Yes por ello que es al mismo tiempo wnhcumlich--es eco. ¢5 esa casa, ese lugar, ese eapacio secreto donde ustedes se pasean:lasealles.. Bsa ealidadsingular tan singularqueen Cllas me detendré a proxima vee para comenzst= {por que e2 necesario dar nombres propios alas calles?” Lacan no respondera directa sino indirectamente a esta pregunta, explicando la funcion suturante del nombre propio en relacion con la falta que caracteriza al sujeto del Inconsciente. Presentaremos el problema en el capitulo sobre el recuento del nombre “propio”. La referencia a los nombres de las calles puede explicarse por la experiencia personal que refiere Freud en Das Unheimtich. Un dia estaba paseando por una pequena ciudad italiana, se perdié, y buscando el camino volvia siempre al mismo ugar, una callejuela de mala fama en la eual le lamaron la atencion las mujeres asomadas a las ventanas, Es lo que 41 denominé un “retorno no intencional”®® Por consi guiente, el nombre de las calles seria una manera de su turar el entre-dos donde a veees se pierde el sujeto, una manera de hacer limite al enves de la escenografia urhana, cuando Ia angustia se escapa por las ventanas, Sin embargo, existen ciudades (Bogot4, por ejemplo) don- de las calles no tienen nombre sino que se localizan en faneidn de un cruce con otra calle en un barrio dada, La persona que no eonoce el barrio se torna entonces partieulas- mente dependiente de las otras, que saben indicarle el bidem., 16 de diciembre de 1964, "Sigmund Preud, Linquaétantegtrangetob ct, p85, 125 sste punto, retornemas a la cuestidn sobre el stabitat cn el lenguaje, coma exilio de la relacién sexual ‘La topolosia. aqui la de la botella de Klein, es una localizaciéin de ia extimidad del ser de deseo y de goce del sujeto, de sui exitio de la escritura de la relacién sexual, del exilio do au gaco en relacién eon su determinacion de sujeto. La topologia os la eseritura (matematiea y figura. Eva) de ese exilio en tanto es su localizacion. En ‘La finstancia de la letra en el incansciente o la razén desd Freud’, en 1987, Lacan escribia que la letra es “Ia estruc- tura esencialmente localizada dal significante"®" Esta Gefinicion siempre debe sor tomada a Ja letra. En tanto lo- alizaeién del stabitae en el lenguaje, la topologia es eseri 2 Coa la novedad, a partir de 1965 mas o menos, de que po es tantn eseritura del significante como mas bien seritura del exiho del sujeto del significante en relacién con la imposibilidad de inseribir toda la relacion sexual en [a logiea del significante. Ln botella de Klein no es tuna representacién, imagina- rig, de un entre-dos donde se alojaria el objeto a. Bs el objeto mismo, su eseritura. Al final del seminario Proble- mas eruciales para el psicoandlisis, Lacan identifica cus tro formas topologicas, cuatro escrituras, de la funcién del ‘objeto a, que correspanden a los cuatro abjetos de la pul Sion, los cuatro objetos que representan las “posiciones Subjetivas del ser”, a las que lama tambien "harapos” {hodflons|:* el seno, los excrementos, Ia mirada y la vos." Se trata de los cuatro objetos topoldgicos siguientes, pro- yectados en In superficie, en dos dimensiones solamente mientras que la botella de Klein y el cross-cap requieren ln existencia de cuatro dimensiones), y acompaiados de su “patton” que indica los empalmes necesarios. * Hutton, *harapo?,entra on un uega eon maitton“eslaboa” (N dela 1 » Jucquas Lacan, Bers ab. p- 501 Ss Tnoquta Lavan, Problems cructeun pour la psvchanatyse clase det 6 dente de 1965, smote 126 El globo ola esfera >) El tora 0 el anillo La botella de Klein El eross-cap. ES En 1969, en De un Otrv al otro, y cuando esté definienda Ja extimidad del objeto, Lacan tetoma estas cuatro es- crituras de la funcidn del objeto a, estas cuatro correspon: doncins de lor objetos de Ia pusin eon Tos euatr objotes ya mencionados: ‘Ahora bien, os facil darse cuenta de que estas cuatro estruc ‘tras topoligieas lester, torn, crase-eap y hotella de Klein los objatosartal como funcionan efectavamente en las relacio- nes engendradas del sujets eon el tro en loreal, ls abjetos a etlyan uno por uno “también hay coat eta cunt 2 Jacques Lacan, Dun Aurea autre, clase del 26e marzo de 1969, aor 15, ‘UNA ESCRITURA QUE VIENE DE OTRO LUGAR DISTINTO DEL SIGNIFICANTE, Para volver a la naturaleza de la eseritura tal como Lacan Tetpropone, data no eo Gectriptiva, iguraciva de wn gar Hat wer ino que constituye por st mista un antogo della. Gar del gor de gooey de Geneo, es su stzbiiat en exilio deh foe del relacion sexual Bl hela oe esrtara del tt Fefaren ol lengua, ea an tabst a, ha topologin es eseritura de a funein de eve siabit a, na ecritura donde lo itera proviene de un giro del litoral entre saber ¥ goce "muse entre ausoncia, entre saber) goee, est el titoral due'na vira a lo Mteral sino en este gio, para que ustedes {Medan capearfo como lo mismo en todo momento, Bs lo aloo ca ly que ustedes podran considerarse agentes que Jo sostengan = tha uate bordaje de lo tera, det viraje a to literal. ponte comproner frases, cyando,no tan sorprendentes Romo datas propsito de las formulas de la sexacién: "St eas hubiora cacrito,csortasgualmente certo que el ser SSxudo solo se atorisa en si misma?" Canna Lacan la eonfirmard, la topologia, ¥ més particu lormonte la del nado borromeo, es una escritnra awe, por ttre lado, proviene enoness del signieante. "Por cons 2 Jacques Lacan, Lituraterre (97D), Autres derts, Pars, Le Sou 2o0l,'p 18 . Sh Ficgues Lacan, Les non dupes erren, clase del 9 de abril de 1974, ined, 1s guionte, uma eseritura ws un hacer que otorga sopurte al pensamiento, A decir verdad, el nuda bo en cuwstion car bia completamente el sentido de la eseritura, Esto le confiere a dicha escritura una autonomia” 1a sola introducion do esos ods bo de aden de gue om uma, soporten un hueso, un bueso que sugiere ~= puodo AlecirSuffcientemente algo que llamaré en esta veasion os eto URueso-bjeto} In letra a:y 3 reduzco ese hueso->jelo a ‘esa a, es precisamento para marcar que la lea, en est ‘easidn, no hace sino toetimoniar la intrusion de una seers ‘acomo tro autre) eo, presisamente, ana a minvisel eseritura en cuestion otene de otro lugar distinga del signif. De otro lugar, es decir, {de dénde? Como suele suceder con Lacan, somos nosotros los que tenemos que dar la respuesta. Con la ayuda, no obstante, de Io que nos dice, Primero, descartemos la idea de que la eseritura esta solamente destinada a transeribir los sonidos de la pala- bra, Ello no signifies, por otro lado, que la escritura se oponga a la palabra. Puede advertirse esto eon lo que sucede con el acento en una lengua. Ciertamente, hay un correlato con un lugar de origen, con una geagrafia. Sin contar la impartancia de los tonos particularmente impor tantes en algunas lenguas, como el chino. Si Ilegamos a desprendernos de nuestra concepeién estrictamente “alfabetizada” de Ia eseritura, que hace olvidar 1a dimensién del espacio sonora, una primera respuesta para ese otro lugar es la pista que hemos seguida y que se ha resumido en la formula del giro del Iitoral (entre saber y goco) al literal. La escritura es el ugar de exilio de stabir's en el lenguaje ‘Se nos ocurre otra respuesta, que coincide con Ia ante- rior, pero por diferentes vias, Esta respuesta consisio en sostener que Ia eseritura que viene de otro lugar distinto 4 tome Lacan Lesinthome, clase del 1 demayo de 1876, iro cbse pas 19 do] significante viene del diseurso analttics. En Aun, La- can distingue dos grandes tipos de escritura, Ia alfabétiea J lachina, sogiin un ofigen que debe buscarse en un efecto die diseurso: "La letra, empieza diciendo, es radicalmente ffecto de discurso” ‘Ea eseritura allabétiea, primero identificada en las ce rémicas egipeias como marca de fabrica, procede del dis- purse del mercado, mientras que los earacteres chinos han Sahdo de un disearso “diferente” del que Lacan no da mas precisiones, Sogun Rainier Lanselle, podria tratarse del fiseurso histerico portado por los letrados al servicio del amo sobre el que pretenden reinar. La eseritura china hhacio en ol siglo xii a. C.,en la edad de bronee, en at seno fe une sociedad dominaida por los reyes jefes de las co- fiadias de forjadores y un diseurso magico-religioso ‘En cuanto a las letras, los matemas que inventa Lacan, proceden de otro discurso que los dos anteriores, es decir Bel discurso analiticn que tiene su especifiedad pero puede “toner cierta relacién de convergencia™™* con la Teoria de los conjuntos. Lo cual explica que el discurso fnalitico pueda abrevar en él (los mimeros trracionales tal tomo el nlimero de ora) 0 inspirarse en él (los nsimeros tranafinitos) El hecha de que para Lacan los discursos se pecriban con matemas, en particular el objeto a, coincidié on la primera parte de nuestra respuesta, "Asi, cuando Lacan retama el eéleulo de la divisién arméni- cea insertando en ella aa como medida del efecto de In pérdida {fe goce debida 2 la incidencia del significante, del rasgo u- nano, en lugar del Otro, observa que “hay algo muy extrato, ts que esta proporeién, esta medida, ya esti en los cifras, lguiero decir en los signes eacritos con los que se articula la ‘ea mista de la medida’ La cantidad de esta medida es, en efecto, la cantidad ineonmensurable Hamada ntimero de fro, que Lacan hace equivaler literalmente al objeto a se Jacques Lacan, Bneors,clata det 9 de enero de 1979, 0b. et. p. 3B. pido, 8S So jacques Lavan, Dun Autre autre, clase del 22 de enero de 1968, 130 que podria lnsrse Ia ehuscin ‘de In tetra ya en Is Bald‘Mfetac pov gempte so aponn wna eausaida act, tualertal por virtua propia dein letra (aa onigen divine, Stonces)' una causeitad pact (amen eon Die), po Inelaein oon el siune que vale para otro sign ycon aque pagal aie gen Fn ralnentarnor tan Iejos, se puede medie el paso que colar en Freud aa El eatrte sabia del sor del sujto, susitay Ia noetén treudiana do realidad pesjace. ba topologia a0 8 ona sseritura'o ua esquemd de ia roaitdad patguien, coma = Se fuera un lugar Healy toric, sina que eonstitue por at susma, sn restidad operaigcia qe no tiene Pot ue Tlamarse peiquica (Freud dice tanto seeich, del thins, coma palchiseb) mae que materia, sabre todo st hos extamoe-etisondo aloe sentides primeros de peyche imagen invisible, doble del vo, que libera la muerte *“! Local os una puerta abierta la doctrina dela metemp- Ta ocion de aparato psiquica, comrelativa de 12 de realidad pstquca, ae inventada por Froud para dar ene ta de los'agpecion economics, dnainicos topics de Ia vida pelguica, En el capitulo sr de la Praumdeutuna Ftd fee una potontaricn ny datalady 9 empoes ‘Vamos a evitar esidadosamente Ia tentaciin de determinsr Inlocalrzactin peiquiea ipsvehschel snatimica de cualquier tipo. Nos quedaremos en el terreno peiealogico ¥ esperamoe Oguir solamente Ia invitacion a represeptarnos el instr mane que sirva a las operaciones del alma. [Sevle: Psique] fomo por ejemplo in tierarcopio compuesto de diversas Vago I hormona abr de rte Roser Catach, La para effiace rituel, soeré, Paris, Le Sewil, 2004, 2 ‘Sterne Poe Eutectmes Se sGreceet leur erovonee piezas, un apsrato fotogrstica, te. La loealizneién psigutca Eonvesponde entonees aun lugar en el interior de un aparato onde ‘se produce uno de los estadios preliminares de la ‘magen = En su iiltimo libro, que quedé inconeluso, el Esquenia del psicoundlisis, Freud empieza recordando lo que Hana su hipétesis: Admitimos quela vida psiquiea esta fanciénde un aparatoal {Que atribuimos una extensién espacial y al que suponemos: {Bimado por varias partes. Noa lo higaramos asf como una. fsuorie de telescopio, de micrascopio 0 de algo semejante.*t Deataca ol cardeter metatirico de sus eomparaciones tisees {aptieas) o biolégicas. Son “constractiones ausxilia- For" oro, ibutari de estas constractiones, el aparato Siguico joo ce transforma acaso as Yea en sina construe- Eistianaiay? ta nocion, de mparato responde # modelos Seebicos (aparate digestive, respiratorio.) e implica Ia TaiSioncia ge rganoe sscondidos en el interior de ws of Ganlamo. De all im idea de que el psicoandlisis pueda sor Ene patcologia de las profundidades rbad prepuco esquemas espaciales, tpios, del apara to patquize, En la primera tépica se anseriben el preeons, Fedele inconsciente yo consciente, ordenades Seguin el Siguiente grafico Sigmund Froud, Linterprétation di $99 Cha isterpretscin dos suesos for ev . Te Sigmund Froud, Abrégd ce payehonalyse (1998), Pais, nor 1987, bf. Bosuemna del pienanatisis' en OC. Amortortaed, Bs. As, 1978, Eos so Vease Ia carta Fliess del 6 de diiembre de 1898 ye! apstulo vt ela Pramdeutune 192 Pe= W= porcepaion 5 = Enmerungspur = huslias mnemicas ies = Ubn = neanscente Mi mowoaea Freud sigue poniendo el énfasis on ol eardeter esquems- tice de estas representaciones: "No hay que tomar al an- damigje por la construccién", observa, al tiempo que re- chaza toda veleidad de localizacién anatomica. Pero si el andamiaje no se sostiene, gla constructidn no termina por derrambarse con él? Freud percibe la necesidad de locali- zacién del aparato psiquico y recurre al dibujo, al esquema, que supuestamente solo provee una idea de localizacion. El aparato psiquica, en el fondo, noes mas que un pensa” miento, cuando se esperaria que, a lu inversa, el aparaio psiquico estaviera dotade de una consistencia tal que fundara la realidad del pensamiento inconsciente. En. su segunda topiea, que completa a la primera, el modelo espacial es mas bien de orden bioldgico pues tiene forma de huevo, Existen dos versiones publicadas de este esquema, una en El yo y el ello (1923) y la otra las Nucvas conferencias sobre psidoandlisis (1933) % Sigmund Proud, “Le moi ot le ga, Basa de paychanalyse, Parts, Payot, 1081-enp.s, CElyoyelello'en dC, Amorortued "Ba AS 1975) LIXIN) Noutueles conférences dntroduction @ la pavehanatyee, Pars Gallimard, 1084 o1-eanference,1 PNucvasconterenciasdeintroduction flpsitoandline" en OC, Amorvortued, a. As. 1970,¢. XXII }Gubrich Siti Fraud: refouraus manuserste Pari, ro, 199%. p- 184, reprode Insotras versiones que ce ancuentran en Tos manustritos de Freud. 133

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