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que no exista, sino que se desconoce su existencia -entonces no podr comprobar su inexistencia-, por lo
tanto usted deber responder "no s"; as que las posibles respuestas son "s" o "no s": si me responde
"s", buscara otras cosas y le preguntara si conoce su existencia hasta que me diga "no s" puesto que es
muy difcil que conozca todo, menos algn objeto que yo invente. Ahora piense, existan los Volplas
para usted antes de que yo le mencionara ese nombre?, la respuesta es "no", y a pesar que ahora que ya
conoce el nombre Volpla tampoco sabe si existe o no, por lo menos dice "no s", le cabe la duda, pero
antes de que yo le mencionara el nombre, para usted, simplemente, no existan. Siguiendo con esta lnea
de razonamiento, decimos entonces que para cada unos de nosotros existe lo que conocemos, es decir,
nuestro mundo est limitado por nuestra concepcin de l, lo que conocemos de l, qu sentido tiene
decir que los Volplas existen para fulanito si l mismo desconoce su existencia, si no conoce siquiera el
nombre Volpla?, por lo tanto, para fulanito los Volplas no existen. Si llevamos esto a toda la humanidad,
es decir, si hay algn objeto que no pertenece al conocimiento de absolutamente nadie, que no forma
parte de ningn mundo, podemos decir que ese objeto no existe para NADIE, entonces ese objeto
simplemente no existe. El que no haya ningn hombre significa que no hay nadie para poder tener
ningn objeto en su mundo, por lo tanto no existe nada, ni el propio y solitario Dios.
Es claro que hay quienes puedan decir que una silla existe porque est ah, y la puedo tocar,
mover, etc. sin importar si fulanito la conoce, pero entonces yo le podra decir que esa silla existe para l
y no para fulanito, si llevamos esta ignorancia a toda la humanidad, entonces esa silla no existe para
NADIE.
En conclusin:
Si no lo conozco, no existe, por lo tanto, si no conozco a Dios no puede existir. Si no hay hombres
para conocer, Dios no existe.