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AOMNOZ “A “HOLATMHOSNOK ‘4 “V ‘IVT INNOL“V-W ‘RAUEL VY ‘NOLVL "W 'AVALAALA TF “TAONO 'f “AZVYOW “HO ‘AGT T ‘now af ‘SANDOVE T GAVL AVN a NOUN "A GNVANG'W'SVWAVE Ww ‘SIOWAVA"D “TAHVISOO A 'NIHOO WT 'XAVANSAHD 7 ‘AAITIAVD “W ‘WAH TIA NYO "9 ‘VIVA Nad “d °UANVE “A 'AADNY “T DAISY a TAVTTY “*D nod XIX OTOIS TA 'T VANYYOdNALINOO VIONAD V’ Hl NAWNTOA Vuao } CAPITULO PRIMERO APOGEO E INCERTIDUMBRES DE LA MECANICA CLASICA Am fandamentos tan inconmovibles como aquellos en los que Enel jeu racional daba curso al armonioso desarrollo desu ey tumultuozo de las ciencias fsicas, scabé perc inguictar aquella seguridad... (Bolution de la mécanique (voluctin 1, 1903) Este juicio, admirablemente formulado, no da, como es natural, en su ele- gante brevedad, razén de In complejidad de las cosas, pero si pone de relieve Jo esencial, Apenas entrada, con Lagrange, por la via de un método que reclama de por si desarrollos propios del Anilisis matemético, la Mecinica clasica tro- pieza con dificultades Iogieas. Mientras que su organizacién racional se per- feceiona, sobre todo gracias a la atencién prestada al sistema de referencia de Jos movimientos, y mientras se multiplican sus conquistas, se promueven en el la Mecénica, entre sus mis brillantes paladines, discusiones sobre los principios, nuevamente avivadas, en Ia segunda mitad del siglo x1x, por Jos pro- blemas planteados por el desarrollo de Ia Fisica, Tales discusiones tienen toda- via un valor actual, pero no incluyen, naturalmente, la relatividad, la cual trac consigo la impronta de lo imprevisible y constituye una gran leccién para Iaciencia en marcha. I. DESARROLLO DE LA MECANICA ANALITICA EI genio de Lagrange se habia impuesto gracias a la niti- Principio de la Mecinica analitica dex. y firmeza con que habia coneebido la naturaleza ma- temitica de Ia traduccién de la equivalencia del sistema de fuerzas y el sist trabajos virtuales, Si la configuracién y posicién de un sistema material dado 0 HISTORIA GENERAL DB LAS CIENCIAS pueden definirse, en un instante también dado, por un cierto mimero finito de pparimetros (distancias y angulos) y de parimetros independientes una vex que se han tenido en cuenta las ligaduras impucstas al sistema, la ecuacién de Io jos virtuales que expresa la anterior equivalencia para toda variacién inf nitesimal arbitraria de los parémetros, se traduce por Ia igualdad a cero de tuna forma lirieal y homogénea de las diferenciales de los parameteos. Esa igual- dad tiene que verificarse, cualesquiera que sean los valores de esas diferen- ciales, De aqui la necesidad de que la forma lineal y homogénea tenga todos los coeficientes nulos. Asi, la ecuacién de los trabajos virtuales se divide en tantas ecuaciones como parémetros independientes hay, 0 sea, en las ecuacio- nes que expresan la nulidad de los coeficientes y que son, respecto de los pari ‘metros, ecuaciones diferenciales de 2.° orden. En realidad, Ia Mécanique analytique de Lagrange respondia a Ia decla- racién de su “Advertencia previa”: era una rama del Ai matemitico, ¥ su método, “como no exige construceiones ni razonamientos geométricos 0 me- cinicos, sino solamente operaciones algebraicas sujetas a un proceder regular y uniforme”, serfa para siempre una conquista indiscutible, y ejerceria sobre los tucesores un atractivo definitivo. En su Traité de mécanique céleste (Tratado de Mecinica ce- leste) (libro I, aito VII), Laplace recoge la ecuacién general de abajos virtuales en la forma dada por Lagrange, pero sustituyendo la coordinacién fuerza-aceleracién por lo que lama “todas las relaciones matematicamente posibles entre la fuerza y la velocidad”. Esta ge- Generalizacién ‘de Laplace "a que permite discriminar euél es realmente la ley de la “fuerza” eumplida por la Naturaleza en la perficie de la Tierra, y esta ley es una simple propo: erréneo deduecir de esto que Laplace vuelve asi a una coneepeién aristoté por el contrario, sigue fiel a Ia tradicién de D'Alembert, para el cual la fuerza no es una nocién primera. Como matemitico que dinimicamente el movimiento a base de la velocidad, earacteristica también La fuerza de Laplace es una integral de lo que Ia Mecini nos ha acostumbrado a considerar. La ecuacién general de Ia dindmi jemas, ala que asi Hega Laplace con Ia hipstesi ‘cualquiera entre fuerza y velocidad, es, segiin propia confesién, muy dificil de resolver. Pero es posible deducir de ella teoremas generales anélogos a los de Ia Mecinica cl LA MBCANICA “1 principio de conservactén de las fuerzas viva las leyes mateméticamente posibles entre la fuerza y In velocidad, siempre que se por fueraa viva de un cuerpo el producto de su masa por el doble de Ia integral Toeidad, maltiplieada por I diferencial de le funcién de In velocidad que exp Laplace generaliza también el teorema de las cantidades de movimien- to, Ia ley de las reas, el principio de minima accién, Asi, formula con un siglo de anticipacién una Mecénica general con la cual la relatividad pro- tenta muchos rasgos comunes, pero con la diferencia de que para él Ia masa Sigue siendo una constante, pues la cantidad de movimiento deja de ser pro- porcional a la velocidad, mientras que pera los fisicos relativistas, In ma te convierte en funcidn de la velocidad, y la cantidad de movimiento se manticne proporcional a dicha velocidad, Segin una perspectiva también muy matemitica, Fourier ‘yrabajos vimmales; perfecciona hacia la misma época el principio de los trab. Fourier y Gauss jog virtuales (Mémoire sur la statique, aio V1), redu dolo, Kégicamente, al principio de In palanca y basindose en Ia imposibilided de variaciones de as distancias entre los puntos materiales de un sistema en equilibrio, Su enunciado, sustancialmente idéntico al que sucle utilizarse hoy Mel trabajo virtual de Ias fuerzas dadas para un sistema en equilibrio es nulo © negative paar todo desplazamiento virtual compatible con las ligadu- ras” —, permite distinguir entre ligaduras bilaterales y ligaduras unilatorales, 0 sea, susceptibles de ruptura, El trabajo no puede ser negative més que con estos siltimos. Para Gauss —Ueber ein neues Grundgesets der Mechanik (Sobre una nue- va ley fundamental de la Mecénica), 1829 —no se trata de discutir que el prin- cipio de las velocidades virtuales’reconduzca toda la Estitica a una pura cuestin de Anilisis; pero la extensién a la Dindmica exige, sin embargo, un tratamiento particular, Por exo prefiere Gauss el enunciado siguiente: produce en cada instante, bejo la constrieciin mie débil posible; Ia medida de In constriel fen cada intervalo de tiempo elemental ex la suma de los productos de la masa de punto, por el cuadrado de eu discrepancia respecto del movimiento libre. La deduecién de este enunciado a partir de los principios ya adquiridos es el resultado de un ealculo bastante ma pues el trabajo virtual para un desplazamiento compatible con las a partir de la posicién en el instante 1, se presenta como una diferencia entre Ja suma que define la constriceién y 1a misma suma para Ia posicién infinita- mente préxima, Gauss subraya lo notable que resulta descubrir asi, con el prin- we HISTORIA GENERAL DE LAS CIENCIAS cipio de constriccién minima, un maravilloso acuerdo entre la Naturaleza y las Matemiticas. Del mismo modo que los geémetras modifican, por el método de los minimos cuadrados, los resultados de las experiencias para hacerlos compatibles con una relacién necesaria entre las magnitudes medidas, as{ tam- bién Jos movimientos libres de un sistema, cuando son incompatibles con las ligaduras impuestas, se modifican de modo que te haga minima una suma de . No puede asom- jos sobre el método de los minimos bido dar ese sesgo a sus investigaciones mecinicas. Pero esto, naturalmente, no quita nada a la elegan ica de su descubrimiento, Esa misma elegancia se encuentra en los trabajos de Poisson, que continiian directamente, en 1809, dos me- morias de Lagrange suscitadas por las necesidades de Js teoria de las perturbaciones en Mecinica celeste. Poisson simplifica la nota- cién de las ecuaciones de Lagrange al introducir la suma de Ia semifuerza viva ¥ de la funcidn de fuerzas, y muestra con las ecuaciones obtenidas, muy simples, que las constantes arhitrarias que intervienen en dos integrales primeras poscen una propiedad muy notable. Expresadas en funcidn de las variables, esas cons- tantes satisfacen una relacién en derivadas parciales particularmente sencilla, Hamada paréntesis de Poisson. El resultado se generaliza luego para el caso de un sistema sometido a fuerzas perturbadoras. Su aleance priictico es limi- tado, pero las especulaciones matematicas sobre la transformacién de las ecua- ciones de Lagrange, especulaciones en las que se funda, no serin ya trabajo perdido. Casi al mismo tiempo que desarrollaba sus trabajos de Optica, intentando dar a ésta Ia misma “belleza, potencia y armonia” que a Ia Mecénica, W. R. Ha- milton (Philos. Trans. of the Roy. Soc., 18341835) vuelve a considerar los re- sultados de Lagrange y Poisson, y pone de manifiesto iplificaciones. de forma que suministra a las ecuaciones Ia introduccién de una funcién Hamada principal y que es Ia integral de la considerada por Poisson. Mediante adecua- dos cambios de variables, anilogos a los ya contemplados por sus predecesores, Hamilton Hega Ia Hamada forma canénica de las ecuaciones generales de la Dinémica, especialmente simple y del primer orden, desde el punto de vista diferenc cuadrados hay: Poin, Haman, Taco coordenadas finales en el sentido de Lagrange; T es la semifuerza viva, H la funcién T—U (U es la funeién de fuerzas). LA MECANICA a La integracién de esas ccuaciones candnicas depende de la funciéa prin cipal que se trata, en definitiva, de determinar. El problema general de la Di- nimiea queda asi reducido a la busqueda de una funcién vinica que satisfaga imultineamente dos ecuaciones en derivadas parciales. Por desgracia, esta Ultima dificultad s6lo puede resolverse, en general, mediante aproximaciones sucesivas, En resolucién el formalismo matemitico aleanza con Hamilton —en el terreno de Ia Mecéi sa y en equivalencia con el principio de D’Alem- hert —una poderota extensidn, que los fisicos de la relatividad sabran utiliz Jacobi — Vorlesungen itber Dynamik (Leceiones de Dinémica), 1842-1843 — aporta a Ia teoria de Hamilton algunas modificaciones, destinadas a hacer ri- gurosas las demostraciones y a eliminar consideraciones superfiuas; escribe las ecuaciones canénicas en una forma més general, que no supone Ia existencia de una funcién de fuerzas, y completa asi la elaboracién del instramento formal ica. Por diltimo, da una forma mis geométrica, sin inter- des, al principio de minima accién, ya liberado por La- grange, y, sobre todo, por Hamilton, de toda nocién metafisica acerea de la economia suprema de Ia Naturaleza. Las trayectorias de los puntos méviles te prefiere, ‘que corresponden, ces decir, maxima o minima) de una integral que afecta a una funcié coordenadas. Esta nueva forma del principio de minima accién desempei Sencin Sas 7 sack chet do ores txbajo' om Ja segunda (4879), Levisvita (1096). IL. MECANICA DE LOS MEDIOS CONTINUOS Desde mediado el siglo xv, los mateméticos se habjan dado Datos previos: eyenta de la necesidad de un tratamiento especial en la meci- comtinuos, pues para tales sistemas mate- ametros de posicién, Euler (“Principios ge- nerales del movimiento de los fluidos”, en Memorias de la Academia de Berlin, 1755), y Iuego Lagrange en su Mécanique analytique, mostraron que puede orillarse Ia dificultad tomando como incégnitas variables—que hoy Hlevan sus nombres —, que son a la ver funciones del tiempo y de las coordenadas de posi- cidn, Las variables de Euler son las componentes de la velocidad del elemento material, cuyas coordenadas son x, y, % y son funciones del tiempo y de esas coordenadas. Las variables de Lagrange son las coordenadas, en el instante t, del elemento material, y son funciones del tiempo y de las eoordenadas iniciales

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