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MANUAL PARALA PRACTICA De LA RVESTIGACON SOCAL 343 los entrevistadores planteen las preguntas y registren las respuestas. Esta ‘ltima técnica puede utilizarse en entrevistas cara a cara o telefGnicas. Exa- ‘minaremos todas esas posibilidades y después consideraremos los pros y Ios contras de cada una de ellas. 342 oeirono cea RNcuESTA En este caso, el'encuestador no fue George Gallup sino Karl Marx (1880: 208). A pesar de que s .000 euestionarios, no hay constancia de ue se devolviera ningun : ‘Tom Smith ha seguido el rastro, de la historia de las elecciones politicas americanas desde su fundacién como nacién hasta 50 aflos después! Las elecciones de 1824 marcaron el final del primer sistema americano de partidos, formado en 1790 cuando el gobierno de unidad nacional de George ‘Washington comenz6 a dividirse en los federalists, dicigidos por el Vicepis, sidente John Adams, y los demdcratas-tepublicanos del Secretario de Estado ‘Thomas Jefferson, : (1988:22) Smith sefiala que la mayoria de los sondeos de opinién se dirigieron a. de Ias encuestas se ha convertide en un importante aspecto del método de la encuesta, y es particularmente itil para los estudiantes y para todos aque- los con escasos fondos para Ia investigacién. TEMAS ADECUADOS PARA EL METODO DE LA ENCUESTA En tna asamblea Jevada a cabo en el Maj. Win, Watfard s, Condado de. Bertie, el 17 de Sulio por la tard, se propuso recoger la opiniGn de la compadia en relacién a Ta cuestiGn presidencial,siendo la votacién como sigue: Jackson 102 Crawford 30 ‘Adams 1 Clay 0 (Smith, 1988:26) tigador elige una muestra de encuestados a los que se les administra un cuestionario estandarizado, Algunos de Jos elementés bésicos del método de la encuesta han sido ya ttatados detalladamente en este libro, por lo tanto, posee ya ciertos conoci- ‘mientos en relacién a este importante método de investigacién. En el Capi. tulo 6, hemos estudiado la lbgica y las tSenicas para la construccién de un cuestionario. Ademés, en el: Capftulo 8, dedicado al tema del muestreo, se hha hecho también referencia a las encuestas, iti i wertido en tema de debate pliblico a la ‘propia técnica de investigacién, como podemos ver en los siguientes ttulares de periddicos: 344 BL GTO00 DEA ENCLESTA MANUAL PARA LA PRACTEC BELA VEIN SOCAL 345 * “*La Divergencia en los Sondeos Desconcierta a los Expertos”” CUESTIONARIOS AUTOADMINISTRADOS “Por Qué Confiar en las Encuestas?"” Precisas las Restricciones en las Encuestas del Dia de las Elec. ciones?”” * “Los Encuestadores se Preguntan Por Qué les ha Sorprendido la Aplastante Victoria”? Tal vez mi articulo favorito, a este respecto, sea el que aparecié el 20 de ‘Mayo de 1985 en The New York Times bajo el titulo “Los Encuestadores citan las Encuestas para Sefialar la Confianza en Su Trabajo". Adam Clymer ‘comenz6 su crénica sobre los encuentros de la American Association for Public Opinion Research del siguiente modo: Dos de los principales responsables de los sondeos de opi dicen que sus ncuestas muestran que el pdblico esté bastante satisfecho con Is exactitud y uilidad de estas téenicas. Pero discuten tanto sus conelusiones con sus colegas ‘ue parece como si no se flaran mucho de sus propios resultados, a opinién del piblico sobre el estudio de la opinisn pablica se complica és con las “‘encuestas” cientficamente poco sélidas, pero que sin embargo Existen tres métodos fundamentales para edministrar cuestionarios a una muestra de sujetos. Esta seccién se ocupard del método en el que se pide a Jos encuestados que completen ellos mismos los cuestionarios —euestiona- rios autoadministrados— y las secciones siguientes se ocupardn de las en- ‘cuestas que son administradas por un entrevistador bien cara a cara o bien por teléfono. investigacién utilizados por Hite, sus 4.500 encuestadas no representarian a ‘as mujeres americanas, del mismo modo que la enorme muestra del Literary Digest de 1936 no representaba al electorado americano cuando sus dos ‘millones de votantes sefalaron que Alf Landon venceria a FID. Roosevelt por una abrumadora mayoria, En resumen, existen grandes diferencias en cuanto a Ia calidad de las 346 BL METODO DE LA BREUESTA MANUAL PARA LA RACICA BELA BEETONC aK 347 serfa muy importante que recordara las razones por las que no lo hizo —y ‘que las tenga en cuenta cuando planee enviar cuestionarios a otros. probablemente le resultard més sencillo el empleo de sellos cuando realice encuestas a pequefiaescala, Control de los Cuestionarios Reenviados El envio postal de los cuestionarios nos plantea una nueva pregunta que puede resultar muy valiosa para el estudio. Una vez devueltos los cuestio- alcular | franque ponetle los sellos. {Existirfan muchas posibilidades de que sted ‘cuestionario? ‘Ahora quisiera hacerle un breve comentario en relacién 4 las distintas } , i tales envios. (Las fechas de los envios posteriores deberfan ser anotadas en ‘peiones de que dispone a la hora de enviar y de recibir los cuestionarios. el grafico). 348 FL dz000 BS LA CUESTA ‘A medida que se reciben los cues ‘uno de ellos sea abierto, examinado y qu tificacién, Estos ndmeros deberi ser asignad 5 preciso que cada signe un niimero de iden- erie, a medida que se van margen de que otros nimeros de identifi. 4 Ventajas de este sistema por ‘Supongamos que estuviera estudiando las actitudes hacia un determinado politico. En la mitad de la recopilacién de los datos, imagine que se descubre ico tiene una amante. Conociendo la puede suponer que aquellos que no reenviaron el cuestionario se asemejarian mds a los que se retrasaron mucho a la hora de responder que a los que respondieron enseguida. Un andlisis de los cuestionarios recibidos en dife- sesgo de la muestra, Por ejemplo, si el promedio de estudiantes encuestados va disminuyendo gradualmente a met recogiendo los datos, teniendo los que responden ensegui més altas que Jos que responden més tardiamente, entonces, provisional, podria concluir que aquellos sujetos que no han enviado su cues- il tionario tendrfan un bajo promedio en sus calificaciones. Aunque no seria “= preparativos para dichos envios se harfan a medida que se fueran recibiendo Jos cuestionarios. Trataremos este aspecto con més detalle a propésito de un caso que estudiaremos més adelante, Envios Posteriores Los nuevos envios pueden realizarse de diversas formas. La més sencilla consistirfa en mandar una carta a fos sujetos que no han contestado al cues- tionario animéndoles una vez més a participar. Pero un método mejor es enviar una nueva copia de la encuesta con Ia carta complementaria, Si los posibles encuestados no han reenviado sus cuestionarios en el transcurso de dos o tres semanas, lo més seguro es que los hayan perdido. segunda carta, los sujetos podrfan sentirse motivados para b nario original, pero sino lo encuentran fécilmente no serviri La literatura que existe en tomo a la metodologia de los MANUAL PARA LA PRACTICA BELA WESTIN CUAL 349 i -voluciones en las encuestas por correo. En general, se puede decir que cuanto més se retrase un posible encuestado en responder, existen nos posibilidades de que lo haga. Los envios posteriores que se realicen en el tiempo correcto, proporcionarén un estimulo adicional para responder al cuestionario. Las efectos de los envios posteriores se reflejarin en las curvas de res- uestas que hemos obtenido durante la recoleccién de los datos. Los envios iniciales irdn seguidos de un aumento y de posteriores descensos en las de~ voluciones; posteriores envios estimularén el resurgimiento de nuevas res- puestas. En la préctica, parece que tres envios (el original y dos postetiores) 8 lo més eficiente. Es muy importante también el plazo de tiempo que se elija para los -nuevos envios. Aquf la literatura metodolégica no nos es de gran ayuda pero, puedo afirmar que un espacio de dos o tres semanas s Tazonable. (Podria aumentarse en algunos dfas este pe- tardara més de dos o tres dias en llegar a su destino). Cuando los investigadores dirigen diversas encuestas a una misma po- blaci6n a lo largo del tiempo, al final podrén desarrollar pautas de funcio- namiento més concretos. El Survey Research Office de la Universidad de Hawai con frecuencia dirige encuestas a los estudiantes consiguiendo per- feccionar notablemente el procedimiento de envio y reenvio postal. De he- cho, se ha encontrado un modelo constante de devoluciones que, segiin pa- rece, va més alld del contenido de Ia en a, de la calidad del instrumento, etoéterd, Aproximadamente un 40 por ciento de Jos cuestionarios son rem tidos a lo largo de las dos semanas que siguen al primer envio; se recibe un 20 por ciento més en las dos semanas posteriores al segundo envio; y un 10 Por ciento més tras el tercer envio, en las dos semanas siguientes. (Estos indices de respuestas suponen el envio de nuevos cuestionarios, no sélo car- tas). No hay motivo para suponer que en encuestas dirigidas a una poblacién diferente aparecerta el mismo modelo, pero este ejemplo pone de manifiesto el valor de la tabulaci6n de los indices de res Es importante que los cuestionarios estén identificados, de otro modo no seria posible realizar los nuevos envios tinicamente a los sujetos que no hhayan respondic al caso, tendrfa que dirigirse a todos los miembros de sus encuestas y animando alos otros a que . (En el caso que presentamos més a se describe otro método que puede emplearse en las encuestas ané= nimas). Niveles Aceptables de Respuesta Una pregunta que, con frecuencia, se plantean los investigadores. que ‘emprenden esta tarea por primera vez es la que concieme al porcentaje de 350 sLnérapo beta ENCUBSTA DOMUALPARALA PRLCTCA LA RETICISOC 351 respuestas que deberfa lograrse en una encuesta por correo. Hay que sealar discusién previa sobre las opciones existemtes a la hora de enviar y de recibir ‘que, desde la estadistica deductiva que se utiliza en el andlisis de las en- los cuestionatios. Los investigadores han elaborado ingeniosas técnicas part 5: estamos dispuestos a pagar’ 9B dores han adjuntado dinero doblado. Don Dillman (1978) ha levado a cabo un magnifico estudio sobre las distintas tenicas que los investigadores utilizan para aumentar el nivel de correo, v . representatividad de la muestra. Si se obtiene um elevado nivel de respuestas, disminuyen las posibilidades de que el sesgo de las respuestas sea signifi. respuestas de las encuestas enviadas por correo, valorando cada una de ella, cativo. Ahora bi guntarse qué es un nivel de respuestas elevado, ¥ Jo que es més importante, Dillman pone el gnfasis en la necesidad de Por el contrat, ivel de respuestas es una seal peligrosa, pues lo restar més atencién a ‘odos los aspectos del estudio —es lo que él denomina mis probable es yjetos que no responden se diferencien de los que “Total Design Method”— en lugar de a una 0 dos cuestiones especificas, aspectos ademds de en lo referente a su buena o mala plo, encontré que aquellos sujetos que menos respondian en los sondeos previos a las elecciones acudfan # votar en un porcentaje inferior al de aque ios sujetos que sf respondian a los sondeos. Calculando el indice de parti- cipacin en las votaciones a partir de las respuestas que nos aportaran nues- tros encuestados, estarfamos sobreestimando el mimero de personas que acudirian a votar. Una répida revision de la literatura existente sobre encuestas pondré de ‘manifiesto una amplia gama de niveles de respuesta. Cada uno de estos puede en di Sus conclusiones son demasiado complejas como para que puedan ser te~ ‘sumidas con facilidad, pero, si lo desea, puede encontrar en ellos orientacion a la hora de disefiar una encuesta, Un Estudio de Caso Son muchos los pasos que hay que dar en ta administracién de una gncuesa por Coreo, de modo que podremos apeciarlos mejor a través dela Se selescioné alrededor de 1.100 alumnos por medio de un procedimiento de muestreo estratificado, Por cada alumno elegido, se imprimieron seis et. uetas autoadhesivas, Como puede imaginar, uno de los debates que més se repiten entre los investigadores est4 relacionado con las posibles vias para el aumento do los niveles de respuesta, Recordaré que éste era un aspecto importante en Ia natios a los 1.000 alumnos. (Los costes relativos a la impresidn de los cues- tionarios eran mAs elevados de lo que habfamos supuesto). En conseeuencia, 352 vero be CANOSA UYTAL PABA LA RACTCADBLA VEIN SOCAL 353 seleccionamos dos-tercios de Ia muestra inicial, resultando una submuestra de 770 alumnos. Previamente, habfamos deciido que la encvesta fieraanGnima con Ja Estos pasos se Uevaron a cabo por medio de un sistema de cadena de Aunque el sistema habia sido en cierta medida organizado por anticipado, necesitamos un tiempo hasta lograr una idénea distribucién de tareas y per- & sonas. _Es importante también sefialar que el proceso se retrasé unos dfas porque FH twvimos que cambiar los sobres iniciales por otros més grandes. Esto podria i i hhaberse evitado si, de antemano, hubiéramos hecho un repaso de todo el dando nuevas ‘arias Gnicamente a aquellos sujetos que no hubieran respon proceso. : El envio de 1og cuestionarios se hizo por correo ordinario, Una vez in- ‘7am sleinzat ambos objeivos, © ide6 un método especial do tajon 22 i i postal. Se envié a cada alumno un cuestionario que no portaba ningiin tipo de identificacién, més una tarjeta postal que iba dirigida a la oficina dela investigacién —con una de las etiquetas del alumno pegada en el reverso de Ja tarjeta. La carta introductoria pedia al estudiante que completara y reen- a pignn 92 del cucstonao esabe impresa en forma de fll. Una tapa triple —como ya hemos descrito anteriormente— permitia que se reen- = viara el cuestionario sin necesidad de sobre. 2 La carta introductori del estudio y de sus objetvos estaba impresa en ya ous cueoionaies, pro que ra muy importante gue los ove laa Io hicieran. Este segundo envio, como ya esperdbamos, trajo consigo nuevos reenvios de cuestionaros a los que aplicamos el sistema de registro ya mencionado, Las tarjetas postales, ademés, nos daban cuenta de qué nuevas etiquetas de- fan ser destrufdas. Por desgracia, presiones de tiempo y de dinero impicie- ‘on la realizacién, como inicialmente habfa sido planeada, de un tercer envio; 20 obstante, ef nivel de devoluein tras los dos envos fue do un 62 por ies “Confoen qe et ejemplo le hays aportado una cierta nocién de lo que supone la empresa de los cuestionarios autoadministrados y enviados por correo —un método de encuesta muy frecuente. cia de que se respondiera a los cuestionarios y los mecanismos de éevolucién, Se les sseguraba qu sus respuesas permaneceian ene norma por sobre el estudio, (Llamaron alrededor de cinco alumnos solicitando infor- macic 4 “A hxprinir I carta de insodoccin en ef mismo euestionro,eviita é ‘mos Ia necesidad de incluir una carta diferente en el sobre, simplificando asi LA ENTREVISTA 1a entrevista es un método diferent para la recog de datos. En lugar de pedir a los si een envian a entrevistadores para que planteen! Jas preguntas verbalmente y registren las respuestas de los sujetos. Es carac- teristico de Ia entrevista que se realice cara a cara, sin embargo, y como ya ‘veremos, la entrevista telefnica sigue también las mismas pautas. Ademés, un titimo vistazo que el nombre dé Ia taj yo dl sobre soil 354 BL NerOD9 DEA BeESTA NASAL ABA LA PRCA DLA VESTA GOCE 355 aunque Ia mayor parte de los estudios requieren més de un entrevistador, en luna investigacién a pequefia escala podria tratar de realzacla usted solo, En una parte de esta seccidn abordaremos los métodos que existen para el ens tigacién social, es importante tener cierta sensibilidad en. relacién a este as- ecto de la investigacién, Examinaremos més en detalle este tema en el Capitulo 18. renamiento y Ja supervisiGn de los entrevistadores que participan en lain. ® EI método de Ia encuesta estd neces: ‘basado en una teorfa de vestigaci6n, cognicién y de conducta, : ue es muy poco realista. Es preciso suponer que ignificard lo mismo para todos Jos sujetos, y que un pues ue significar lo mismo cuando la dan diferentes enenestados. Aunque se trata de una meta imposible, las cuestiones de la encuesta estén disefiadas de modo que se aproximen a este ideal tanto ‘como sea posible. El entrevistador tiene también que acomodarse a esta situacién ideal. La presencia del entrevistador no deber‘a afectar ni a In percepcién que el en- trevistado tiene de una pregunta ni a la respuesta que dé. Por consiguiente, cl entrevistador deberia ser un medio neutral a través del cual se transmiten Jas preguntas y las respuesta. Si se alcanza con éxito este ol EI Papel del Entrevistador Tiene muchas ventajas el hecho de que el cuestionario sea administrado ‘Por un entrevistador. Para empezar, en las entrevistas se consiguen indices ‘ruccién de la urbanizacién en su zona, mientras que, en realidad, la aparente resistencia no reflejaria més que las actitudes del entrevistador. ‘Normas Generales para la Entrevista El modo en que deben dirigirse las entrevistas.variard un tanto en funcién de Ia poblacién y se verd también influfda, en cierto modo, por Ia naturaleza del contenido de 1a encuesta. Sin embargo, es posible proporcionar algunas autas generales que sean aplicables a la’ mayoria o, incluso, a todas las situaciones de entrevista, 356 a Nev0n0 BELA ENCUESTA Apariencia y Conducta Como norma general, el entrevistador deberfa vestir de forma parecida a la de las personas que va 8 entrevistar. Es muy probable 4que un entrevistador vestido con ropas muy elegantes se tope con dificullades “En la medida en que la ropa y el cuidado personal del entrevistador difieran de los de los encuestados, deberia serlo en Ta direccién de la limpieza yy de Ia pulcritud de una ropa modesta. Parece que la limpieza esté mAs cerca de la neutralidad. Y aunque ta uedan no ser aceptadas por todos los sectores de tn sociedad americana, siguen siendo la norma fundamental y lo més probable es que sean aceptables para la mayorfa de los encuestados. La forma de ¥ Jas actitudes y tendencias de una persona. En el momento en que esto esté siendo escrito, llevar unos vaqueros rotos, el pelo verde y una hoja de afeitar a modo de pendiente, pueden transmitir —correcta o incorrectamente— que Fa ST SANA PARA LA PRCA LA ESTING SOCAL 357 sn ideologia potitica es radical, que cree en la permisividad sexual, que esté 1 favor del consumo de drogas, etcétera. En cuanto al comportamiento, los entrevistadores deberfan mostrarse to que se van a entrometer en la vida privada y en las actitudes Pero sin ata imprsin de qu etn mis c6modo, el tipo de persona con la que el en gusto. Esto tiene dos vertientes. Es evidente que la tisfactoria si el entrevistador se puede convertir en el tipo de persona con la que el encuestado se siente cémodo. En segundo lugar, ya que se pi macién personal, se merécen la experiencia més agradable que el investi- zgador y el entrevistador puedan proporcionarle. Familiaridad con el Cuestionario Si un entrevistador no esté familiarizado el entrevistador no puede familiarizarse con el cuestionario leyéndolo por encima un par de veces. Debe estudiarlo cuidadosamente, pregunta por pre~ syéndolo en vor. alta. sin trabarse con las palabras o las frases. ‘Un buen modelo para los entrevistadores es el actor Jeyendo su papel en una obra de teatro o en una pelicula. El texto debe leerse con naturalidad, como sise tratara de una conversacién normal, pero esa conversacién deberd seguir exactamente el lenguaje que aparece en el cuestionario. Del mismo modo, el entrevistador ha de estar familiarizado con las es- pecificaciones de que consta el cuestionario. Es inevitable que algunas pre~ guntas no sean muy adecuadas para una situacién determinada, y el entre- vistador debe determinar el modo en que dicha pregunta debiera ser traducida en esa situacidn, Las especificaciones que se le facilitan al entrevistador dcbieran aportarle una orientacién adecuada para es0s casos, pero el entre- vvistador ha de conocer la organizacién y los contenidos de las e nes suficientemente bien como para poder utilizarias con eficiencia. Es pre~ ferible que se deje una pregunta sin responder a que el entrevistador se pase cinco minutos buscando, entze las especificaciones, las aclaraciones que pre- cisa o tratando de descifrar las instrucciones. Siguiendo la Formulacién de la Pregunta En el Capitulo 6, me he referido a la importancia que tiene la formulacién de la pregunta en relacién a las, MANUAL PARA LA PRACTICA DELA MVEETIOASIE SOCAL 359 358 BL METODODELA BNCUESTA ‘espuestas obtenidas. Un ligero cambio en la formulacién de una determinada pregunta puede levar al encuestado a responder sf en lugar de no, ‘Aunque tenga un gran cuidado a la hora de redactar los ftems del cues. i er Ta informa ‘como respuesta una de las categorias proporcionadas. $i, con todo, ef sujeto se nioga categéricamente a elegir, cl entrevistador deberia escribir la res- puesta textual del encuestado. Anotacién Exacta de las Respuestas Siempre que el cuestionario contenga preguntas abiertas, ésas en las que se pide al sujeto que dé su propia res- ucsta, ¢s muy importante que el entrevistador registre la respuesia del modo exacto en que el sujeto la ha dado, No deberfa tratar de resumir, parafrascer © comregir errores gramaticales. Esta precisién es particularmente importante porque el entrevistador des- ‘comoce el modo en que se codificarén las respuestas antes de que se procesen, Algunas veces, el entrevistado puede tener tantas dificultades di sién que la tuna pregunta no deberia ser ni iosa ni parcial, es esencial que a cada entrevistado se le presenten las ‘mismas preguntas, incluso las tendenciosas. margen, en los que se refleje tanto su interpretacién como las razones que ha tenido para llegar a ella, En general, los investigadores pueden hacer uso de las observaciones al ‘margen que aclaran aspectos de la respuesta no incluidos en el registro ver- bal, tales como las dudas del sujeto al responder, el enfado, la vergiienza, ete, No obstante, en todos los casos debe anotarse también la respuesta verbal textual. Coordinacién y Control la y se paga msacando las Respuestas ve — pao nie eae ‘se trata de una investigacién levada La sesién de formacién deberia empezar con una descripcién en tomo al objeto del estudio. Incluso si los entrevistadores participan tnicamente en la fase de recopilaciGn de datos, seré muy til para ellos saber lo que se va a hacer con sus entrevistas y para lo que sirven. Normalmente, la moral y la motivacién suelen ser bajas cuando los entrevistadores desconocen los pro- pésitos del estudio. La formacién en tomo al modo de Hevar a cabo una entrevista deberia 5 ‘com fa.en el’ = plicada: manéjela y expliquela més tarde, Es irrelevante el hecho de que la persona que esté usted entrevistando dé respuestas verdaderas 0, por el con ‘rario, adopte una identidad hipotética, siempre y cuando las tespuestas sean coherentes, ‘Tras las entrevistas de prueba, se distribuiria a los entrevistadores por parejas para que practicaran entre ellos, Una vez rellenado el cuestionatio, se invertsfn ls roles y se empezarfa de nuevo. Hacer entrevstas es el mejor poder deecminar st fo etén hacienéd ben,’Al tenminat exe ceri, ‘grupo entero hablaré de sus experiencias y, plantearé las preguntas que h~ bieran surgido. El paio tltimo en el adiestramiento de entrevistadores supondré la rea- lizacion de entrevista “real. Px aoe sje gus even a abo algunas 2 didos y los errores que algunas veces no aparecen al comienzo del estudio. 362 sLaveron0 De La ENCUESTA MANUAL PARA LA PRACTICA BELA RESTIGACN SOCIAL 363 no son relevantes para usted. Pero esto no es exactamente ast afios, este método producfa un considerable sesgo social al excluir de las cencuestas a los pobres. Esto qued6 vividamente demostrado en el fracaso del Literary Digest de 1936, Aunque el contacto con los votantes se haba hecho por correo, la muestra habia sido seleccionada, con parcialidad, entre los abonados al teléfono —los cuales no eran mayoria en una nacién que estaba tratando de recuperarse de ia Gran Depresién, No obstante, a medi vertido en un aparato canos. E] Departamento de las casas tenfa teléfono en del que se hablaba en un pri sustancial. Por ejemplo, también usted debe conocer la importancia de las especitica- ciones para resolver posibles dificultades en las preguntas de su cuestionsio, 0 de ir tomando decisiones sobre la marcha que idard o lamentar4. Ademés, el énfasis que hemos puesto en tanto al proyecto de estudio que inctuya a un solo en- ‘al complejo estudio dotado de un gran ntimero de entre- que el tiempo ha pasado, el teléfono se ha con- te en la mayorfa de los hogares ameri- 1992:551) caleul6 que el 93,6 por ciento por consiguiente el sesgo de clase social jo se ha visto reducido de una manera muy LAS ENCUESTAS TELEFONICAS Existe un problema con las muestras obtenidas a partir de los niimeros AI principio, las encuestas se realizaban siempre cara a cara y, normal- mente, en la casa del encuestado. Sin embargo, a medida que el teléfono se . fue popularizando y se hizo omnipresente en la sociedad americana, los in- vestigadores comenzaron a experimentar con este nuevo medio. Durante atios, las encuestas telefénicas tuvieron tacién bastante i encuestas te 1d el tnico entrevistador de su estudio, puede pensar que estas Jefénicas estén limitadas a la gente que tiene teléfono. Por tanto, hace algunos t Las encuestas telefonicas presentan mumerosas ventajas que subyacen a la creciente popularidad de este método. Probablemente las mayores ventajas tienen que ver con el dinero y el tiempo, en ese orden. En una entrevista cara a cara, en la casa del encuestado, quiza tenga que recorrer varios kil6- metros para llegar hasta alld, podria ocurrir, ademés, que no hubiera nedie en casa, entonces volveria usted a la oficina y al dia siguiente recorreria los mismos kilémetros y es probable que, una vez més, no hubiera nadie en casa. Es mucho més barato y fécil que sean sus dedos los que vayan de ex- cursién, Las entrevistas telefGnicas le permiten vestirse del modo que le plazca sin que ello afecte a las respuestas del entrevistado, Ademés, en ocasiones, los entrevistados serén més honestos a la hora de dar respuestas rechazables si no tienen que mirarle a usted a los ojos. Del mismo, tal vez favorezca acceder a cuestiones mas delicadas, aunque esto no siempre sea asf. (En cierta medida, las personas desconfian més cuando no pueden ver a la per- sona que les esté haciendo las preguntas —quiza consecuencia de las “en cuestas”” destinadas a la venta de suscripciones para revistas y apartamentos ‘en multipropiedad). Las encuestas telefonicas pueden conferitle un mayor control sobre la recogida de datos cuando el proyecto cuenta con diversos entrevistadores. Si todos los entrevistadores Haman @ la oficina cada vez que se les presenta un problema, la persona encargada puede aclarérselo. Pero el entrevistador tra~ 366 aL NeT0D0 ELA CUESTA esfuerzo Hlevado a cabo para el perfeccionamiento de esta técnica ha tenido lugar en Berkeley —en el Survey Research Center de la Universidad de California—, algunas veces, en colaboracién con el Departamento de Agri. 3 cultura y otros organismos estatales. J. Merrill Shanks y Robert Tortora (1985:4) han pasado revista a algunos ~ de los modos en que ellos han integrado la informiética en los procedimientos cuestionarios: redaccin, puesta a prueba, correccién y presentacién del for- ato, Los problemas logisticos det proceso de la entrevista (per ejemplo, la = formacién, organizacién y supervision de los entrevistados) pueden mane- “~ jarse a través del ordenador. Como veremos en el Capitulo 14, la codificacién ide las respuestas abiertas puede también computerizarse, lo mismo que la prevencién y/o correccién de errores. ‘Shanks y Tortora, no obstante, fueron més alld de CATI y empezaron a = hablar de un modo més general de los métodos de encuesta asistidos por ordenador. Muchas de las técnicas que anteriormente hemos sefialado pueden aplicarse a las entrevistas cara a cara La creacién de los ordenadores por- titles permite, hoy en dia, 2 un entrevistador montar una oficina en la casa del entrevistado, leyendo las preguntas en 1a pantalla y registrando las res- ppuestas como hemos descrito més arriba. ‘Ademés, algunas veces es adecuada la utilizacién del ordenador para la > autoadministracién de los cuestionarios. En ocasiones, se puede pedir al en- CATI prepara autométicamente los datos para el andlisis y, de hecho,,el centrevistador puede empezar a analizar los datos antes de que se haya ter- ‘minado la entrevista —obteniendo asf una visin adelantada de c6mo resul- tard el andlisis, trevistas telef6nicas, su potencial va mucho mis alld. COMPARACION DE LOS TRES METODOS. Hemos visto que existen diferentes métodos para la recogida de los datos de la encuesta. Aunque he mencionado algunas de las ventajas y desventajas de cada uno de ellos, detengémonos unos minutos para compararlos més directamente. Los cuestionarios autoadministrados generalmente son més ba- ratos y més répidos que las enirevistas, Es muy probable que estas const MANUAL PARA LA FRACTIA BELA BVEETICACON SOCAL 367 Geraciones sean muy importantes para un estudiante que desea emprender ‘ona encuesta en relacién a un trabajo trimestral o a una tesis. Ademés, si podria llevar 2 cabo una encuesta postal razonable, en cualquier cas0, no subestime el trabajo que supone. [Las encuesias autoadministradas que ofrecen un total anonimato son tam- bién muy adecuadas para abordar temas particularmente delicados. Muchas veoes los sujetos son reacios a informar a los entrevistadores sobre sus ac- tides 0 conductas desviadas 0 controvertidas, pero estin dispuestos a res- ponder a wi cuestionario anénimo autoadministrado. “También las entrevistas tienen mumerosas ventajas. Por ejemplo, nor- autoadministrados sean més efectivos para tra- duda de que las entrevistas son més efectivas Un excelente ejemplo serfa la enumeracién de Ta determinacién de si una casa determinada mente inferior. Por dltimo, los entrevistadores que se hallan cara a cara frente a los cencuestados son capaces de realizar observaciones importantes al margen de a instancia, usted deberd hacer un balance de todas estas ventajas y desventajas de los tres métodos en relacién con (1) las necesidades de su investigacién y (2) sus recursos. PUNTOS FUERTES Y PUNTOS DEBILES DEL METODO DE LA ENCUESTA Las encuestas, al igual que otros sistemas de observacién en la investi- ‘gacién social, tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Es importante ‘conocerios a fin de determinar si el formato de la encuesta es adecuado para Jos fines de su investigaciGn, Las encuestas son especialmente titiles a la hora de describir las carac- teristicas de una poblacién amplia. La cuidadosa eleccién de una muestra ‘matrimonio— pueda proporcionar una precisién similar en un pequefio miimero de temas, ningdin oto método de observacién puede ofrecer esta capacidad general. Las encuesias —especialmente las autoadministradas— hacen viable et estudio de muestras muy amplias. No son inusuales las investigaciones en observaciones reales. Por tiltimo, los cuestionarios estandarizados, por lo general, cuentan con una importante ventaja en relaci6n a la medicién. En capftulos precedentes ‘abordar temas complejos. A pesar de que este problema se pueda compensar pparcialmente por medio de sofisticados andlisis, es inherente al método de Ia encuesta. 370 EL asToD0 BELA BNCURSTA MANUAL PARA LA MUCTICA BELA BVESIOACEN SOCIAL an afios de trabajo y la participacién de un personal numeroso e internacional. Una vez completadas las entrevistas, proceso los datos (véase el Capitulo 14) y Jos analizo, contestando a las preguntas de Ia investigacién que guian cel estudio desde el comienzo. estigadores, de otra, los han empleado los profesores para ensefiar los métodos de investigacién. Permitame que lo ilustre con un personal. en sus ejemplo Siendo estudiante de posgrado en Berkeley, me interesé por los articulos de Charles Glock sobre las causas de la participacién religiosa (recuerde la iscusién del Capftulo 2 en toro a la ““hip6tesis confort”). Como recordaré, Glock proponfa que las personas que se sintieran capaces de alcanzar solu- 3n sa etrono LA CUESTA ciones laicas a los problemas sociales buscarian estos medios. Aquéllos que ‘no vieran soluciones laicasirfan a la iglesia. Pese a no contar con los recursos a {Que no vefan soluciones polticas estaban més implicadas religiosamente que las que sf vefan ese tipo de soluciones. Dado que la serie de datos habia sido adguirida para mi clase de métodos de investigacién, podta emprender mi estudio sin que-me supusiera coste alguno. intensamente en un tema concreto y adquirir un amplio conocimiento del mismo. Sidad de Chicago). Con estos y otros archivos repartidos a lo largo del pais, ‘endré acceso a una extensa variedad de series de datos, incluyendo la gran zantidad de datos disponibles de los sondeos de Gallup, Harris, Roper y Yankelovich.

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