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ir en una cparar las demniza- dos sobre CaPtTuLo I ‘TERMINOLOGIA Una de las m: mentales radica cn la gran variedad de términos usados en la actualidad para aludir a los derechos del hombre. Se habla de derechos humanos, derechos del hombre, derechos fundamentales, derechos constitucionales, derechos individuales, derechos piblicos subjetivos, derechos de la persona (humana), derechos mora- les, derechos naturales, libertades piblicas, libertades fundamentales, derechos naturales, derechos civiles (cot! rights), etc. Esta variedad de alternativas constinu- ye una dificultad desde cl momento en que nose trata de la mera acumulacién de nombres para aludit a un mismo objeto, sino que cada una de estas denominacio- nies suscita controversia respecto de su sentido. L pluralidad de términos signifi- ca aqui desacuerdo en torno a los conceptos®, vores dificultades que enfrenta el estudio de los derechos funda- § 12, DERECHOS HUMANOS JUN TERMINO PARA LA FILOSOFIA DEL DE HO? EI problema puede plantearse a partir de aquella denominacién que parece asumir un caricter de mayor generalidad, la de “derechos humanos”. El té:mino ha alcanzado tales niveles di precisién que se llega. afirmar que la denuncia de su oscuridad y ambigiiedad constituye un lugar comiin en los estudios sobre de rechos humanos®, ‘Para una exposicién del problema en tomo 2 los términos “derechos humancs”, “derechos funda tales” y “detechos morales’ en Espafia se puede consultar el trabajo de Barsanco Avis (1996). Ya antes, Antonio E. Pérez Luo, en el capitulo primero de su obra Deveckas Humenes, Estado de Derecho y iin, Madi, Tecios, 1* edicidn, 1984, pp.21 y ss Hay uns 7+ edicién de 2001, que es a que s¢ citaen este rabajo. También, en una aproximacién linguistica, Peces-Banna (1991), pp, 21 ys. Eltrabajo de Cruz Farcsxo (2007) contiene un inceresante desarollo $0} icas derechos subjecives, dere 308 sociales derechos coletivosy entice al lenguaje de los derechos 5 (1996), 4 6 Dentro de un concepro que agrupe al menos los elementos de consenso, el contenido de la expresién “derechos humanos”, en sentido restringido, alude a cicrtos atributos, facultades o capacidades que son reconocidos a todos los indivi- duos de la especie humana, y cuya consagracin positiva y respeto efectivo se reclaman de todo sistema politico-juridico™., Este reclamo se articula a nivel dela comunidad internacional desde 1948, en declaraciones y acuerdos, por lo que el uso de la expresién “dereches humanos” es propio (aun cuando no ne riamen- tc exclusivo) de este émbito. Constituye de esta forma un concepto que une as pectos morales y aspectos juridicos, ya que, si bien predica estos atributos como adscritos de manera directa a todo individuo humano (y por lo tanto no depen dientes de su teconocimiento positivo en cada caso), persigue precisamente su concrecién en los ordenamientas juridicos posi de “derechos humanos” es también una pauta o criterio para la evaluacién de la legitimidad de un sistema politico® En un sentido més amplio, el uso de la expresién “derechos humanos” puede vos. En esta funcién, el concepto cubrir un universo mucho menos exigente desde un punto de vista conceptual, a saber, simplemente, la suma de las aspiraciones humanas, como conjunto de pre~ tensiones legitimas, aun cuando ellas no puedan entenderse como atriburos de todo individuo (ya sea porque se reconocen sélo a algunas categorfes de individuos, como ‘iter colectivo) los derechos de la mujer, o del nifio, ya sea porquese reconocen con c: ni puedan vincularse ala especifica forma de configurar la legitimidad del poder polt- tico, Se tate de una suerce de “programas sobre lo deseable”, que en oportunidades tienen como destinatario al Estado para oriencar sus posibilidades materiales de accién (como en el caso de los derechos econdmicos, sociales y culturales), yen otras casos la comunidad internacional como principios directrices dela actuacién a nivel de relaciones internacionales (por ejemplo, la idea de un “derecho al desarrollo” Se hasugerido, de acuerdo a lo anterior, reservar Ia expresién “derechos huma- nos”, que no corresponde a un lenguaje juridico, sino aun lenguaje vulgar, para @ Chia propuesta de definicion de Pérez Luno, pars quien lo derechos humanos sprcecn wn conjunto de faculades ¢ institaciones que, en cade momento hietirico, concretan las exigencias de la ddignidad, la libertad y le ip cordenamieatos juidicos a ni |dad humana, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los cional e internacional”, en PEXEZ LuNO (2001), p.48, 6 Aludiendo 3 Luis Preto expesa Baranco que para este autor, los clementos que configuan el “nucleo de cereeza’ de laexpresién “derechos humanes” son dos. El primero nsistsiaen que ellosconsti cuyen ‘el vehfeslo que ca les ilkimacs siglo ha intentade conducir dexerminadas sspirsciones importante elas personas desde el mundo de a meralidad ala érbita de a legalidad’y el egundoes que “sumen una cualided legitimadora del poder, que se erg foumas de onganizacién polities y par en regs fundamentales para medit hagan acreedovas aa 0b justifiacion de las cia voluncaia Epvagoo At su usoen por objet ser recon¢ su.vers de qué aspec que debar camente) se radicar derechos constituc mentales de ciertos Ouay aquellos « nomnas p mero hec ciernen ~ expresion subjetivas perionss, haa e cn le filecof nosloyque: AexiSn sob °F § Buses Kawasici Laide cosas a a do derechos hu Consttacis scogidoest 7 Fern onsenso, el ido, alude a s los indi | efeetiva se anivel dela wor lo que el cesariamen- que une as butos como » no depen- isamente su el concepto uacién de la anos” puede onceptual, a into de pre- atos de todo iduos, como ercolectivo) 1 poder poli- wortunidades rateriales de 5), yen otros aciin 2 nivel esarrollo”) chos huma- vulgar, para ot pate migenciss de la mente por los © configuran. el ue ellos consti- tes impertantes ificin de las nis voluntaria su.uso en cl dmbito de la filosofia del derecho™., A ésta le tocarfa, en cuanto tiene por objeto de estudio los derechos humanes, examinar cudles atributos pueden ser reconocidos a todo individuo de la especie humana por el hecho de set tal ya su vez, dentro del universo de posibilidades de desarrollo pleno del ser humano, qué aspectos deben ser reconocidos como derechos (en contraposicién a aquellos que deban permanecer como meras intereses 0 aspiraciones no protegidos juridi- camente) y, por lo tanto, reclaman una consagracién positiva. El andlisis juridico se radicaria, luego, en el plano teminolégico de los derechos fundamentales, como derechos humanos pesitivados. § 13. DERECHOS FUNDAMENTAL La expresidn “derechos fundamentales” apunta a un concepto juridico”. En un sentido general, y que es el ms difundido, se usa para aludir a aquellos dere- chos de la persona que han recibido consagracién positiva, cn particulay, a nivel constitucional®. En este sentido, el criterio para el uso de la voz “derechos funda- mentales* es meramente formal, y consiste en el reconocimiento constitucional de ciertos derechos, no importando la entidad de los mismos®. Otra postura, en cambio, expone la idea de “derechos fundamentales” como aquellos derechos de los ques titular el hombre, no por graciosa concesién de las normas positivas, sino con anterioridad e independientemente de ellas y por el mero hecho de ser hombre. Se trata de derechos fundamentales en cuanto con- ciernen “las dimensiones mds entrafiables de la peronalidad de mado que con tal expresién queremos destacar gue se trata de unos derechos diferentes de otras facultades subjetivas gue no atafien sino a circunstancias contingentes, particularizadas de las personas, no siendo atribuibles sin més a todo hombre*”, Se traca de aquellos atribu- Esta cs una propursta de crigen hispanico, y segin Barancy se justficaen que no existe, al menos en a filosofia del derecho espafcla, una expresicn que sirva de sinénimo perfeco ala de “derechos hur nos’, ¥ que permia conjuger el émbito moral, politico y jurdico donde se mueve, precismente, la te Aesign sobre clloe. Cf. Basuance Avie: (1996), pp. 75,76 fr. PALOMBELLA (2006), p. 27, Baanunco Avutés (1996) pp. 33, 37, en referencia G. Poces-Barbs, p. 79; STERN (1988) p. 221 Kivaanscs (1973). pp. 62 ys. a identifies tre derechos Fandamentales con desechot consagnados pottivamente en laCons ticucidn coresponde precisamence a a Ley Fundamersal de Boan:los Grundrechteliteralmente, derechos fundamentales) son, precsarente, les derechos gurancizadas por Gichs Ley Fundamental. Esto facia las cose al dectsina alemana y2 que, para el crstamiento del cema solo recure, en general, a dos categortss derechas humanos (Menscheneechte) y erechoe fundamentiles (Crundrachte). A partic del rexto dela Constitucién de 1978 (Tieulo |, “De les derechos y deberes furdamentales’), le doctrina espafola ha acogido este mismo sentido para a expresiga “derechos fundemertales Feminder Galiano, A citado en BaRRANCO Avis (1996), p. 4. tos vinculados directamente a la dignidad humana y que constituyen un conjun- to limitado en su extensidn sélo a aquellos que son condicién para la satisfaccion de las necesidades inherentes a una vida digna’™. Esta vision podria sintetizarse, entonces, en la idea de derechos fundamentales como derechos que junto con considerarse naturales 0 innatos, tienen un carécter primario o bésico; su cardcter fundamental alude a su importancia o trascendencia para el desarrollo de la per~ sona, Para efectos de claridad, en el presente trabajo se aludird aeste sentido de los “derechos fundamentales” con la expresién “derechos esenciales” Como una tercera alternativa, se ha propuesto reservar la utilizacién tedrica (como opueste a dogmitica) de la expresiGn “derechos fundamentales’, en un. sentido formal o estructural, para “aguellas derechos subjerivos que corresponden universalmente a «todos» los seres humanas en cuanto dotados del status de personas, de ciudadanos, de personas con capacidad de obrar’7?, El rasgo definitorio de los derechos fundamentales seria, segiin esta posicion, su universalidad, sin avender a a naturalera o importancia de los intereses protegidos bajo este concepto”® La divergencia entre estos tres sentidos s6lo es comprensible a partir del fend- meno de inflacién de los derechos experimentado durante cl siglo XX, especial- mente a partir de su segunda mitad, donde se incorporan a los textos constitucio- cchos que carecen de la trascendencia, o bien de la universalidad de aque- en cambio, la no- nales de: Ilos contenidos en las primeras declaraciones. En sus origene cin de derechos fundamentales tiene rasgos de las tres acepciones enunciadas pre- cedentemente, pero con una nota adicionals se trata de ciertos derechos que corres- ponden a todos los seres humanes, o bien a todo ciudadano en cuanto micmbro activo del Estado, y que se considcran tan relevantes que se estima necesario fijaslos por escrito (en declaraciones © constituciones) a fin de plasmar, en el respective documento, los fundamentos de la organizacin politica. Este es el sentido sesialado en el propio predmbulo de la Declaracion francesa de 1789, para los derechos que llama “naturales, inalienables y sagrados’, y es asi también como las “disposiciones fundamentales garantizadas por la Constitucién’, en la francesa de 1791 son, preci- samente, disposiciones sobre derechos del hombre. En consccucncia, son funda- mentales, no tanto desde la perspectiva del individuo (aunque también lo sean para Baaanco Avuts (1996), p. 43. 7 Berratout (1999), p. 37, ® Sebala Ferrajoli que si el derecho a fumar se estbleciese como un derecho univers, seria funds rental en cl sentido gue el propone pura I expresin “derechos fundamensales’, Fensajoli (1999) p. 38. 0. Pen o “derechos fundamentales” en Francia, hacia * Péjer Lun sia la apa Luso (2001), p.30, él) sino d legitimid la france principic enuna p Una ¢ puestos § menaalic consagea una posi tos const ritucions exigenci aspecto 1 clement texto co: funcién. to a par construi de no s« fundam: abierta kes para daments obra de AL © Gos ral el cuslmente mated La bao lame enel pode come der un conjun- ‘itetizarse, junto con su cardcter o de la per- ntido de los i6n teGrica les’, en un orresponden de pervonas, rorio de los in atender a epto” fr del fend- X, especial- constitucio- lad de aque mbio, la no- nciadas pre- : que corres- to miembro rio fijarlos 1 respectivo ido sefalado lerechos que isposiciones 1 son, preci- son funda- lo sean para cl, seris Funda. Us (1999) p.38. a 176, Penez 1RDo ALOUNATE LiZAxA &) sino desde la perspectiva de la organizacién politica cuya base o fundamento de legitimidad van a constiruir. Y esto explica que encontremos una declaracién como la francesa de 1789 compuesta, casi por mitades, de derechos individuales y de principios de organizacion politica (ver § 9). Este seria el sentido propio, al menos en una perspectiva hist6rica, de la expresin “derechos fundamentales” Una solucién a la dificultad que plantea la actual pluralidad de sentidos pro- puestos para la expresion “derechos fundamentales” podria consistir en distingu entre un aspecto formal yun aspecto material del cardcter fundamental o “fund: mentalidad”?? de los derechos. El aspecto formal de esta fundamentalidad se en cuentra asociado a su constitucionalizacién ¢ implica: a) que los preceptos que consagran derechos fundamentales, en cuanto preceptos fundamentales, gozan de ‘una posicién de supremacia en el ordenamiento jurilico; b) que en cuanto precep- tos constitucionales se ven afectados por los requisites expeciales de la reforma cons- titucional; c) que como preceptos que da origen a normas cexigencias materiales del ejercicio de las comperencias de los érganos puiblicos”®. El aspecto material de la fundamentalidad alude al caricter de ciertos derechos como elementos constitutives del orden politico, se encuentren 0 no consagrados en el texto constitucional, Cuando ellos estén en el texto constitucional, asumen una fancién especial, distinta de otros derechos “meramente constitucionales”, en cuan- to a partit de los derechos fundamentales en sentido matetial se pucde llegar a construir una eoria de limites implicitos al poder constituyente derivado, Cuan- do no se encuentran consagrados en el texto constitucional, la idea de derechos fundamentales en sentido material justifica lo que se ha denominado la *cldusula abierta” de derechos fundamemales, aludiendo a la apertura del sistema de fucn- tes para considerar, como parte del ordenamiento consticucional, derechos fun- damentales aun cuando no incorporados en el texto de la consticucién inculantes consituycn celano de ls expresién usads en el original en alemdn dela Canorie> (2002) p. 377. Este autor agrega como nota distintiva de la fundamentalidad echo de que los derecho: 1s constitucionales se pueden alzar, even tualmente, como limites al propio peder conuciruyente. En mi opiniéa, sco sélo ocurr= cuando aparce de ogides en el texto constitacional, tienen o caricter de derechos furdamentalesen sentido sagrados en disposi 7 La distincidn conceptual adoviere agul una evidente dimensién priate: Ia cléwsulasbierta n0 constitaye una nabiltacién limitads al intérpree constiuciona, oa respective dxgano de jai consttuional, para “decutvit™ un cardlogo de derechos Fundamentalesimplicios en una constivucién, efecto dereducit as fieultades dela mayecia ovdamenval eademosable purder postulase bajo la mera exc de Is aperrura de dicha cliusula ycor ene! poder lpisaciv, Solamente derechos cuye materilidad ‘como derechos fundamentals implicitos 2 -ASCHOS FLNDAMENTALES § 14, DERECHOS CONSTITUCIONALES El concepto de derechos constitucionales es mucho més acotado, y presenta tuna menor ambigtiedad, en cuanto alude siempre a los derechos contenidos en un determinado documento constitucional, usualmente, en un catdlogo o listado de derechos, el que puede inrentar extenderse a todos los derechos esencizles, 0 bien exchuir algunos, y puede también incluir @ otros que no pueden ser calificados nit como derechas esenciales ni como derechos fundamentales en un sentido material ‘eje derecho a indemnizacién por error judicial). En Chile, esta nocién de derechos constinicionales resulta congruente con el nombre del capftulo ITT de la Consciru- cién, “Delos derechos y deberes constitucionales”. Los problemas de nemenclaru~ ta derivados de la utilizacién de diversos términos en nuestra carta constitucional ge tratarin mis adelante, en el apartado dedicado a los derechos fundamentales ea la Constitucidn, Para evitar desde ya la posible confusién, se uclizard en adelante la cxpresiin derechos fundamencales constitucionales para significar derechos fur damentales en su aspecto formal, esto ¢s, derechos fundamentales que se en- cuentran expresamente reconocides en e! texto constitucional § 15. DERECHOS MORAL En el Ambiro anglosajén, pero con ocasional recepcién en la doctrina de habla hispana”®, se encuentra el término “derechos morales’. No obstante la distincién cerminolégica, su concepro no se aparca sustantivamente del expuesto antes para os derechos humanos: se trataria de exigencias éticas que la filosofia de los dere- chos humanos concederfa en llamar derechos, porque el derecho positivo no pue- de crear 2 su voluntad su propio sistema de derechos fundamentales. El concepto ya visto de derechos humanos, entonces, se desglosaria en dos momentos: el de como exigencias éticas de reconocimiento, y el de los dere do alcanzan consagracién los derechos moral chos fundamentales, como las mismas exigencias cua positiva”? Una altemativa en la comprensién de este sérmino es aquella que entiende los derechos morales como derechos humanos fundamentales en su acepcidn de de- rechos esenciales®, Desconociendo el origen histérico de le expresidn “derechos * Yor wodos, con abundance bibliograie, Caz Panceno (2 Bunaxy Caviros (1993) con referencias a Carlos Nino (Intraduecon al andlss del Derecho) y Busedio Feinindea (Teoria dela jsticia y derechos humane) en el caso deste dltimo, seg lo plantea Bu ‘Aviuts (1996), la expresion derechos morale seiiasindnimade derechos humans fundamensals. feménd, E,, ctado por BAIRANCO Av (1998) p.5) LENE NER moral pudo s derech sencia del po al inte de esp dentr los qu Es sean c subjet yresenta tado de ts dos ni naterial erechos onstiru- nelatu- ucional tales en delante 10s Fun- se en es para as dere- no pue- incepto s: el de as dere- inde los de de. erechas y Eusebio Sana: les. Epurapo ALDUNATE LizaNa morales”, podria aventurar como hipotesis el que, en este significado, el término pudo surgir en una cultura juridica que, ante le inexistencia de declaraciones de derechos como derechos fundamentales, y en algunos casos, incluso, ante la au- sencia de una consticucién escrita como base suprema de la institucionalizacién del poder, cual ¢s e! caso en el Reino Unido, estima nevesario hacer la distincién, al interior de los derechos de los individuos todos los rights- de ciertos derechos de especial entidad (aquellos para cuya existencia se pueden dar razones morales) dentro de este universo, en el cual no existen otros criterios de distincién, como los que han surgido a partir del consticucionalismo continental § 16. DERECHOS sUBJETIVOS ?URLICOS Es frecuente que los derechos fundamentales, 0 los derechos consticucionales, scan considerados como derechos subjetivos 0, mds precisamente, como derechos subjetivos publicos. La expresién contiene la de derecho subjetivo, nocién que, segin Guzman (refutando a Villey®") nace en el pensamiento de los canonistas del siglo XI™, y que posteriormente es desarrollada por la Segunda Escolastica, pasando por la Escuela del Derecho Natural y de Gentes (en especial Wolff), hhasta legar a Kant, Hegel y, tras Savigny, a la Pandectistica de Puchtay Winscheid! En todos ellos, la evolucién es el paso continuo @ través de un hilo conductor, que va desde la definicién de Ockham, de ius como “potestas... qua quis sine culpa sua et absque causa rationabili privari non deber invieus” (la potestad... de la cual nadie debe ser privado en contra de su voluntad sin culpa suya a no ser que medic una causa racional)® a la nocién de derecho subjetivo como poder de la voluntad (una Willensmacht, segin Winscheid). En una direccién de rerorno a la idea ro- mana de ius como cosa®*, Ihering sugeriré un concepto distinto de derechos sub- ietivos, como intereses juridicamente protegidos, punto de partida, sino del término derechos subjetivos piiblicos, al menos de su difusion, se encuentra en la obra de Georg Jellinek, System der subjetiven offentlichen Rechte (Sistema de los derechos piblicos subjerives)®*. Este auror aleman © Segin el cual la idea de derecho subjesive se crigina en el pensamiento de Ockham. Cfe, Visiey 1976) 2 Gua % Gozsan Burro (2003), p. 415, Cirado en V (0976) p.2 *9 As la incerpretacicn de Vixev (1976), p. 230 $612 Bdiidn de 1892, 2 Beicién de 19 edicign de Tubingen, de 1919, Eaitcial 9. Se ha tenidoa la vist la ceimpresién de 1964, dela 2* ia, Aalen NDAMENTALES Eowiany recoge la categoria de los derechos subjetivos y sistematiza una distincién entre puede derechos paiblicos subjetivos y derechos subjetivos privados, Puede decirse que es j interés 2 partir de su influencia en la doctrina alemana del siglo XX (en especial, después i const de Ia entrada en vigencia de la Ley Fundamental de Bonn), su acepraci6n por la doctrina extranjera, que la expresién “derechos subjetivos puiblicos” se establece cn el lenguaje del derecho constitucional para aludir a los derechos fundamenta- les, Valga la precisidn en el entido que el término, tal como lo emplea Jellinek, es de traduccién mis precisa en la expresin “derechos publicos subjetivos” que en tivo) € su variante “derechos subjetivos publicos” *”, como resulta de lo que se explica a agorari j concep i j i continuacién. | subjeti Sin specif radicar La obra de Jellinck es un intento por ordenar el complejo sistema de fuentes iertas resultante de la evolucién alemana en la formacién del Imperio Aleman en 1871. La formula imperial era particularmente compleja en términos de derecho publi co, de titulares de la soberanfa y de las potestades publicas. En este contexto, Jellinck introduce la nociéa de derechos piblicos subjetivos como categoria uni- taria que permita explicar las posibilidades de accida al interior de las relaciones person: jurfdicas de derecho ptiblico. De este modo, la nocién de derechos ptiblicos sub- individ jetivos adquicce en este auror una precisién que no permite identificarla sin mas Ap con las diferentes acepciones que de “derecho subjetivo” se han dado en la evolu- derech cidn del concepto, en el Ambito del derecho privado®. En su Sistema intenta do un conciliar las concepciones “voluncaristas” de derecho subjetivo con las ideas de nomen Ihering, seitalando que el derecho subjetivo como interés constituye el necesario identifi complemenco de una nocién de derecho subjetivo como voluntad, la que nunca “derech contrad * Sobre exe punto pedis debatinc, pero laexpreion subjeivenofenliche Rete puede traducrse este aut iblios aubjetivos" cuanto como “dererhos subjecvos pics. Ea un priser lancci¢ ‘momento, me parecié que la traduccién cocteeta era la segunda, por no set nce la categoria de derechos plier" por et propio dearrallo que Jelinek hace dela nocién de deecho subjcvo para tio pare precisrlacacegovta que ular. Sin embargo, cuando se apreci la obraen st conjunto e observa que el - inzento de ellinelva rig a explicarlae condiciones en gue dl derecho publicn, 0 méeprescament®y a oe divers de posicionesjuridicasrgidas por el derecho pdblice, pueden se “acruadas" x “operada’ pot dost tr sujto que es parte des relaciones en que dichas posciones juridicas se actualizan. En ete sentido, sich in de auizds sea ads precisa la waducion “derechos publicossubjeivos” samivel © El mismo Jelinek exprese que su intent ¢sanaliaar “1a totalidad del derecho pbico desde el sedate punto de vse de los derechorsubjetivos, Un corte trannersal dl derecho piblica mosttrk cSme su noe ‘completa estructura se encuentra horadada en todos sus puntos por la articulacién de los dereches subje- Tivos, los que en todo caso, se cferencian en su naturaleza esencialmente de aquellos que se denominaa de igual modo en la teotls del derecho privado™ (Ei soli mis einem Worte das gesamte Ofensiche Recht wnter De dors Gsichspurhtedessubjohrinns Dechus brracteswerders. Eine Quetschniteleichuam durch de iferastche cotidad x Recht wind eign, dass eine ance Srakrer an allen Punen vue dom Ceflecheeaubjeiver Rechte durchgozigen relacin d 'st diallerdings in bres Eignare nom der, ans man in der privazrechelichen Thearie leo nenns, sith wesenilich el dereche unserscheiden”,JeLunex. (1964), p.8. dade: 50 icién entre citse que es al, después cién porla w establece ndamenta- Jelinek, es ‘os" que en se explica a de fuentes contexto, egorfa uni- ; relaciones blicos sub- ila sin més nla evolu- ma imenta as ideas de A necesario que nunca ede traducinse En sn primer 2 categoria de subjecivo para observaquee! wcisamence. Is ‘operadis por iblico desde! lerechos subye denominan de she Rech ner das ofontliche oe darchgeengmn sich west Epcanoo Arpunate LZaNa puede simplemente querer, sino solamente querer algo, siendo ese algo el bien, interés o valor protegido por €l derecho. De esta forma, el poder de voluntad constituirfa ¢l elemento formal, el interés, 1 elemento material de un mismo concepto de derecho subjetivo. Sin embargo, y més allé de su desarrollo de la idea de derecho subjetivo, lo especifico y particular de la nocién “derecho puiblico subjetive”, segiin Jellinek, radicaria cn la capacidad de poner en movimiento las normas (del derecho obje- tivo) en beneficio individual. Por lo tanto, este derecho (ptiblico subjetivo) se agotarfa en la relacién del individuo con cl Estado®®, Mientras que los derechos subjetivos privados se reficren al petmiso otorgado por el derecho para realizar iertas acciones juridicamente relevamtes (Diiifén), y por tanto no afectan a la personalidad del sujcto, sino que se refieren a otra personalidad situada en un plano de igualdad, los derechos puilicos subjetivos s¢ reficren a.un “poder hacer” juridicamence garantizado, una auibuciGn de poder (énnen), y son definitorios de la personalidad juridica®; los derechos puiblicos subjetives no pueden modificarse sin altcras, al mismo ticmpo, la personalidad juridica del respectivo individuo o entidad ‘A partir de esta formula de Jellinck, la denominacién © calificacién de los derechos fundamentales o constitucionales como derechos subjetivos ha obteni- do un gencralizado reconocimicnto, Sin embargo, la forma en que se adopta la nomenclatura de Jellinek -usualmente en desconocimiento de su obra suele identificer sin més la nocién de “derecho subjetivo puiblico” con la nocién de “derecho subjetivo” que se maneja en el derecho privado, lo que implica una contradiccidn o, al menos, una incongrucncia con la nomenclatura propuesta por este autos, por varias razones: a) para Jellinek no existe un vinculo necesario entre la nocién de derecho piblico subjetivo e individuo, rasgo que parece ser definito- rio para quienes han adoptado el rérmino para aplicérselo a los derechos funds- Jeunes (1968) p. 90: “Allen das aubjerine Rech des cinzeinen auf dm Gebiee ds offensihen Rechts besiche suschleslch in der Fabighet, Rechosrormen in individuellon Inserase in Bewegung zu sezen. Da e sich in der Beniehueg ds Individuaons 2am Staaie erchiplt, 1 ist in ston bein Moment emhalen, welcres snmsslba ein Verblens zx anderen subjizirten Persintchketten berverrafen kinnie” “El derecho sabe vo del individuo en el imbiro del derecho piblico consiste exclusivamence en be faculed de poner en. ‘movimiento noeas en beneficio del interés individual, Puesto que s© agota en Ia relacié del incividuo ‘con l Estado, no contiene ningtin momente que haga presence una relacion inmedi lidudes someriss (el Evade) 5 otras persona ® Del individuo que cumple con los sequisicos pasa ser calificado como persona, 0 de cualquier xa entidad cor woluntad 2 que se le reconozes personulidad. La personalidad misma seria inv public. una relacién delindividuo respecto cel Estado, relaciin que lo calificaen un detetminado status: mientras que cl derecho se tiene, e 2s persona: el derecho tendria un haber por contenido, la personalidad wn ser. JHLINEK (1964), pp. 83, 84 mentakss, Todo érgano del Estado, toda corporacién, sea de derecho privado, sea de derecho piblico, puede gozas, segtia Jellinek, de estos derechos puiblicos sub. jetivos; b) todas las facaltades de acruar juridico (Kénnen) son derechos pablicos subjetivos, por lo que no se puede distinguir entre derechos fundamentales y, por cjempl, la solicitud de una certificacién ante la autoridad administrati pecto de un acto electoral que se estima subjetivos, por ejemplo, las Facultades de a) reclamacién (juridicamente regulada) viciado, También son derechos pubblico una autoridad pablica pata demandar cl pago de los impuestos; c) Jellinek exclu- ye de la nocién de derecho publico subjetivo elementos tales como el derecho ala jgualdad, al jucz natural y a la publicidad de los procedimientos judiciales?!, que hoy se suclen incluit, sin objeciones 0 discusién doctrinaria relevante, dentro del listado de derechos fundamentales; d) an iltimo punto, y quizds en el que mis se aparta el uso actual del término derechos subjetivos publicos de la nomenclarara propuesta por Jellinek, radica en que, con esta denominacién, en la doctrina ac- tual, se quiere significar que el individuo es ticular de derechos fandamentales respecto de la autoridad, asi como tambiga respecto de los particulares. Este pun- to €s incompatible con el concepto de derecho piblico subjetivo de Jellinek, en cuanto, y como se ha mencionado, éste se agora en la relacidn del individuo con cl Estado y no contiene momento alguno que haga presente Ia relacién del indi- viduo con otras personas sometidas al Estado, La calificacién de los detechos fundamentales como derechos subjetivos ha sido objeto de criticas’, Por una parte, por las dificultades intrinsecas que plan- tea la terminologia del derecho subjetive para describir adecuadamente la rela- cidn entre un individuo, titular de atributos que deben serle respetados, y faculta- do para actuar en'su defensa, y un Estado que es al mismo tiempo posible amens- vay garante de su proteccién, Por otro lado, porque estas dificuleades han dejado ‘i Jeansex (198) p.72:*So bergen Sitas wie die, welhe de Richeglichbee dev Biiger. das Verboe von Ausnabmengerchtenstareieren..die Pinsipen der Mirndbchkeis und Offemslichteis des Gerichuverfebens asprechen, nur objetives, aber nicht rubjetins Recht in sich". “ASI, preceptos que consagran la igualdad trigica de les ciudadanos, prohibicion de ribunales de excepcién...0 que expresan cl principio de oraidad ¥ publicidad de los procedimientos judiciales, silo ensierran on sf derecho objetivo, mas nc derecho sub ® Respecto del derecho piiblico subjecivo, Peta Freire expres: “la superacién del modelo literal y legilativo de Estado es también la superacisn de la figura del derecho pablico subjesivo que aa determina do el pregresive abandono de ests teora para explicar el sentido y funciones de os derechos fandamentales en ol Extado constitucional de derecho.” Pests Fazine (1997) p, 135: y luego, respecto del derecho subje tivo, expone en p. 142 vs. las dficuleaces einconvenientes de stuara les derechos subjetvos como ee del sistema de garantfas. Pueden mencionarse también la objeciones de Pérez Luft, canco respecto del par “derechos humanos y derechos subjeivos’ como del par “derechos humanos y dereches publicos subjet vos", Pexez Luno (2001), pp. 31-34 a Euan al des mena rol qu del res mente recon te, sin del po que en pri gober cepto sentid templ politic marse dual y cas. D funda yendo esearal result cuent damei cipio festaci defen: propit chos ¢ cho n aquell sanci¢ interv 1 como f rec 1, Sea sub- llicos 5 por ola ima es de xclu- pala que o del 1ds se acura aac- itales pun- subje- fel par abjei | | Eouanoo Axounart LiZANa al descubierto, de manera cadz vez mds evidente, el rol que los derechos funda- mentales juegan como derecho abjetivo respecto del ejercicio del poder estatal, rol que su tratamiento como derechos subjetivos tiende a oscurecer. Lo particular del reconocimiento de los derechos en e! Constitucionalismo (y aqui, especifica- mente, en Francia) no corresponde a la idea, ya conocida en la Edad Media, de reconocer o garantizar ciertos derechos de personas o grupos frente al gobernan- te, sino a su funcién dentro de un cambio en la idea de la fuente de legitimidad del poder estatal. Este aspecto basico sue ser postergado a un segundo plano, ya que en su desarrollo, desde fines del siglo XVIII, pasando por el XIX, y hasta nuestros dias, la lucha por el reconocimiento de estos derechos siempre aparcee, cn primera linea, dirigida a cumplir una funcién limitadora de los poderes éel gobemante respecto de los individuos (y éste es el aspecto que enfatiza un con- cepto de derechos fundamentales como derechos subjetivos). Sin embargo, en un sentido més profundo, su funci6n es politica; los derechos fundamenteles con- templados en un texto constitucional definen el objeto y fin de a organizacién politica, las condiciones bajo las cuales el ejercicio del poder estatal podré esti- marse legitimo, sobre la base del principio del consentimiento o adhesin indiv dual y la posibilidad de participacién en los procesos de toma de decisiones pabli- cas, De este modo, la funcién primaria (aunque no aparente) de los derechos fundamentales es que ellos forman parte del principio de legitimidad, constiey- yendo el poder. El carécter de los derechos fundamentales como limites al poder estatal, como “derechos de defensa'®? aparece s6lo en un segundo momento, como resultado de la percepcién de las inclinaciones “demoniacas” de quienes se en- cuentra en posiciones de poder, hacia su abuso, De este modo, los derechos fun- damentales no se dirigen contra el poder del Estado que actia conforme al prin Cipio de legitimidad, incluso cuando los afecta, sino contra aquellas de sus mani- festaciones que se apartan de dicho principio. Es aqui donde aparece el deber de defensa por parte del Estado que, en este contexto, se dirige en contra de sus propios agentes. Los derechos fundamentales, incluso considerados como der chos de defense, no son, por tanto, derechos a un no hacer estatal, sino que mu- cho més, derechos a un hacer positivo: proveer mecanismos efectivos para que aquella actuacién que vaen contra de la base de legitimidad sea superada, bien, sancionar a aquellos que actuaron en contravencién a la misma (y aun cuando la imtervencién en el respectivo ambito ya no sea reparable) 73 La Fancidn de los derechos fanclamentales como limive a ls actuaciSn del Estado, lo que se soncce como funcisn de defensa, es considerada por algunes autores como la fancién “clésica” 9 liberal de los derechos fundamentales. Ch. Scutink (1984); Gunes (1994). Denrcuios sunpasinrices 4 §.17. :DERECHOS FUNDAMENTALES COMO DERECHOS PERSONAL!S? | Una demoseracién de lo nocivo que puede llegar a ser el intenrar extrapolar la categoria “derecho subjetivo” del derecho privado a la dimensién de los derechos fundamentales se encuentra en un trabajo de Alejandro Guzmdn Brito. A partir de una concepcida de los derechos fundamentales como derechos subjetivos en el do, se llega a plantear la proveniente del Dere- 1s personales. Guzman sentido en que se ocupa esta expresién en el derecho priv cuestign de determinar su ubicacién en la nomenclatu cho Romano, que distingue entre derechos reales y det esctibe: “Le Constituciin, pues, estd inmersa en la forma téenico-ideldgica de los derechossubjetivas, Las garantias que oftece estén planteadas por regla muy constante, desde el punto de vista del individuo ypara & no desde el punto de vista de principios einstituciones, (..) Ahora bien, esta ttenica escogida por la Constitucién...conduce a plantear el problema de la nasuraleza real 0 personal de los derechos declarados en ella. Este planteamiento es ineludible, sin que valga decidirla a priori con la afirma- cid de que esa dualidad es inaplicable a tal género de derechos, ln cual no & mds que una manera de esquivar el problema” °4Y, remitiendo al lector, en cl desarrollo de la cucstidn, a su obra Las cosas incorporales en la doctrina y en el derecho positive”, afirma que los derechos humanos son personales. S no obstante, de deicchos personales con una especial caracteristica, y es que serfan reclamables de rataria todes y cada uno de los miembros de la comunidad nacional Sin perjuicio de quc esta mutacién del concepto de derechos personales parece un poco Forzada respecto del propio derecho privado, a cuestién misma de clasi- ficar los derechos fundamentales como derechos reales 0 personales carece de sentido, Esto no significa esquivar un problema real, sino que denunciarla coma aparente. Si bicn el uso del lenguaje ha permitido una cierta usin de continui- dad respecto de la figura conceptual de los derechos subjerivos, no es posible establecer una identidad enue la moderna nocién de derechos fundamentales, incluso calificados como derechos subjetivos publicos, y la nocién tradicional de derecho subjetivo. Su clemento comtin se limita al teconceimiento de poderes al nes radicalmente distintas en uno y otro caso. En individuo, pero en con efecto, micnwas que cl individuo puede en cualquier momento de su vida adqui- se en la mayor tir derechos subjetivos privados, reales o personales, o desprend parte de los casos de ellos, sin que se vex afectada su calidad de persona ni su dignidad, los deicchos Fandamentales corresponden a aquellos arriburos que se le * Guzan Bravo (2001) pp. 3 Guz Barro (1995), pp. 83-85. cna tal (par sélo pu quisici¢ tener en un ¢ wrechan blico, x cipios f Der culeura gorias « derech ode lo correct chos p den pr politic previar inclas =O PH precend concept rales. La eabjetive sos objet se aband LES? xerapolarla os derechos A par etivosenel \phintcarla e del Dere- Guaman sgiva de los constante, le principios conduce a sclarados en 1 la afirma yes mds que esarrollo de > positivo®, bstante, de lamables de rales parece nade clasi s carece de arlo como. e continu | es posible iamentales, dicional de poderes al © caso. En vida adqui- nk mayor os que se le EDUARDO ALDUNATE LiZava reconecen a cada individuo en el ordenamiento juridico, por el solo hecho de ser tal (para muchos, como concrecién de su dignidad). Juridicamente hablando, s6lo pueden ser afectados 0 lesionados, pero no se concibe una “pérdida’ o “ad- quisicién’ de derechos fundamentales”®. Siendo asi, e incluso constatando lz co- min referencia asu cardcter de derechos subjetivos, parece mas conveniente man- tener una separacidn entre un concepto, el de derecho subjetivo privado, nacido en un contexto juridico determinado, especificamente, el derecho privado, y es- trechamente ligado al ambito patrimonial””, y otro, el de derecho subjetivo pt- blico, nacido en un contexto distinto, el de los derechos del hombre como prin- cipios fundantes del derecho publico contemporénco. § 18. DERECHOS CIVILES, DERECHOS POLITICOS, DERECHOS SOCIALES, DERECHOS ECONOMICOS Dentro de la terminologfa corriente para aludir a los derechos individuales se encuentra la distincién entre derechos civiles, politicos, sociales, econémicos y culrurales. Podria estimarse que, més que denominaciones especificas para cate- gorfas determinadas, se trata simplemente de una clasificacién al interior de los derechos fundamentales (sede usual para ubicar a los derechos civiles y politicos) 0 de los derechos humanos (en la cual, a los anteriores, se agregan los derechos econdmicos, sociales y culturales). Esta apreciacién, sin embargo, no es del todo correcta. Por una parte, ya al interior del clésico binomio derechos civiles y dere- chos politicos se encuentra una diferencia estructural esencial: los primeros pue- den predicarse de todo individuo, en cuanto parte del género humano, Son, si quiere, los derechos innatos en su sentido mas preciso. En cambio, los derechos politicos corresponden a los individuos en cuanto éstas califican para un estacus previamente definido porel ordenamiento de la respectiva comunidad politica: la inclusi6n en la comunidad, en cuanto nacional del Estado, y la incorporacién ola postura del mismo JeLuivex (1964), © Cir al resp prevendido ingresat Ia categoria de os d cnalidad (la mis ceca coneeptualmentea ede derechos fundamentals) dentro de a clascacién dels derechos eles y perso aalo, Ls tess de Guzman no s sino indicativa del problema conceptual ms profaudo al que ha cosduc- .chos 0 atributos do el uso del nombre "derechos ubjetivar” en el campo de loe derechos Fundamentals, y que ¢¢ st ‘sastancializacién” “cosficacidn”: Ios derechos Fundamentales,ingresando a discurto de los derechos jstivos, empiezana ser apreciados como “bienes”. Estos bienes pasan a st consideradas luego verdade. ros ebjers en Felacicn su sujecoritwia (como pueden seio los derechos reales y los personales).Con esto ce ahandona wna sana estructara concepeval en gus los derechos Fundamentales se aprecian an lo que son ‘Samus lingisticas pars aludir 2 dimensiones del propio sujetojuridicamente cuteladas (j no aculcades de! individuo definidas en tomo objets disintosa€) como miembro activo de la misma, en cuanto ciudadano. Estas calidades no son innatas y de hecho no las puede reclamar todo individuo sino de acuerdo a ciertas definiciones convencionales adoptadas por cada Estado. Asi, por ejemplo, sibien se predica a nivel de derechos humanos que todo individuo tiene detecho a una nacionalidaé, este predicado no le habilita para exigir una nacionalidad determi- nada si no cumple con los requisitos de adscripcién del respectivo Estado, Even- tualmente, podria quedar en condicién de apatrida sin que se pudiese acusara un ordenamiento juridico en particular de lesionar el “derecho” del individuo a su nacionalidad: no hay un derecho humano a una nacionalidad ororgada necesaria mente por ius salis 0 ius sanguinis, u otra fuente cualquiera de la nacionalidad Cosa parecida ocurre con los derechos politicos: si bien es deseable como princi- pio la idea de una ciudadanfa extendida, se sigue reconociendo a los Estados la facultad de definir el conjunto de requisitos necesarios para incorporarse plena- mente a la comanidad politica. Es aqui entonces donde resulta necesario discutir Ja terminologia, ya que mientras los derechos civiles pueden considerarse funda- mentales en el sentido de derechos innatos o esenciales, los derechos politicos sélo lo son en su sentido material, esto es, en cuanto bases de un ordenamiento constitucional. Distinta es la siruacidn que se plantea respecto de los dereches econémicos, sociales y culturales, Dentro de las muchas diferencias que es pesible azar en relacién con los dereches civiles y politicos, puede destacarse en particular su. estructura légico normativa. Ella se refiere ala condicionalidad intrinseca de estos derechos, Bien puede sostenerse que la dependencia de los recursos econémicos es comtin para la vigencia de todos los derechos: por ejemplo zcémo podria darse un adecuado proceso sin los medios materiales para el funcionamiento éel érga- no jurisdiccional? Sin embargo, este argumento, que atafe al problema de la ga rantia de los derechos”, pasa por alto que la diferencia va més alli de la efectiva satisfaccién del derecho, y se radica a nivel légico. Los derechos civiles y politic son exigibles siempre y en todo caso en el nivel de recursos econdmicé y, por lo tanto, son independientes de los mismos. Si un sistema judicial opera con poces recursos financieros podri set, en los hechos, insatisfactorio, pero la demanda normativa que emana de la garantia del debido proceso permanece inalterada. En cambio, los éerechos econémicos, sociales y culturales involucran en la mayor patte de los casos una condicionalidad econdmica como parte estruc- tural de su contenido normativo. Por lo demis, no puede ser de otra manera mientras que los derechos civiles y politicos disponen, en su contenido, s6lo so- existentes ® Sobre el tema de los derechos sociales y sus garantias, ve bre recur sdlo disp El pre internaci liticos s¢ con carac las oblig. sociales y los recur Dent el campo destacar tante air que en si inflacion corrieate ottos, en puede en un prime entre eli chos), pa macisn ( generacic rasgos di La pri chos civil del Ciude mia de le rechos de 1 derech peeiere la cxf priv recaudacién ides no son doa ciertas plo, si bien echo a.una ad determi- tado. Even- acusara un ividuo a su a necesaria- cionalidad. ymo princi- ; Estados la rarse plena- rio discutir arse funda- 0s politicos jenamiento condmicos, le trazar en articular su. eca deestos econdémicos vodria darse to del orga na de la ga- e la efectiva s y politicos Is existences dicial opera rio, pero la permanece ; involucran parte estruc- tra manera: ido, sélo s0- EDUARDO ALOUSATE LtZANa bre recursos juridicos, los seguades involucran justamente un contenido que no s6lo dispone respecto de recursos juridicos sino, también, econémicos”. El predicamente anterior se registra de manera parente a nivel de ebligaciones internacionales contraidas por los respectivos Estados. Los derechos civiles y po- liticos slo admiten condicionantes provenientes del propio sistema politico y con caracter excepcional (articulo 4° del PIDCP, articulo 27 CADH); en cambio, las obligaciones contraidas por los Estados en materias de derechos econémicos, sociales y culturales se encuentran, de entrada, condicionadas a la medida en que Jos recursos permitan satisfacerlas (articulo 2° PIDESC) § 19, LAS GENERACIONES DE DERECHOS Dentro de la evolucién de los derechos en los siglos XIX y XX, y en especial en el campo de los derechos humanos entendidos en su sentido mis amplio, se sucle destacar por alguna doctrina su cardcter progresivo, esto es, una tendencia cons- tante a incrementar el listado de los derechos que se considera debido proteger (y que en su grado mas acentuado ha Ievado a hablar de una verdadera tendencia inflacionaria de los derechos humanos). Dentro de esta expansién se ha hecho cortiente distribuir los derechos mencionados en el parrafo precedente, y algunos otros, entre diversas “generaciones” de derechos del hombre, de forma tal que se puede encontrar lz mencién a derechos de primera, segunda generacién, etc. En un primer momento corresponden a sendas ctapasen la concepcién de la relacién centre cl individuo, el Estado y la comunidad (primeras eres generaciones de de: cchos), para aplicarse, a continuacién, a drcas tematicas en el proceso de su proch- macién (derechos de cuarta y quinta generacién). Sin lcgar a constituir la idea de gencracién de derechos un concepto juridico, las distintas gencraciones mucstran rasgos diferenciados desde el punto de vista de su estructura La primera generacién de derechos es la que corresponde a los llamados dere- chos civiles y politicos, contenidos en la Declanacié de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, consistemes cscacialmen cn cl sesguardo de émbitos de autono- mia de los individuos (liberrades) y dereches de participacién politica, Estos de rechos de primera generaciGn scrian definitorios de la sclacin enue individuo y 2 _caiee kp derchins Racaea o politica y ls derechos sociales hay uaa diferencia profunda. Los derechos politica. son ante todo derechos frente al Estado. Y éste puede hacetlos respetar aus foncionaties por medio de su sola y exclusiva actividad. Para que subsiscan basta la voluntad estaalo,sise prefers, Ia voluntad del sistema politico, El mentenimiento de os derechos «sociales», en carabio, exige cscacialmente una actividad meta-esatal. Afectin ala economia, y precisan por canto el concurse dela csfera privada, Sélo se pueden mantener en determinadascircanstancits, pues coma minimo precisan una recaudacign fiscal suficente para financiat las pp. 204, 205. Cf. ambién waciones que les dan contenido’. Cazezia (2001) cia Awabo (2007), p. 263. 3 Estado. Una segunda generacisn correspond a Jos denominados derechos socia~ les, consistentes en demandas de prestaciones dirigidas hacia el poder politico cuyo fundamento seria la necesidad de satisfacer las carcncias materiales més ur genes de [os individuos, para, de esta anancta, ubicarlos en una posicién que les permita el ejercicio efectivo de los derechos de libertad, que se presentan como mneramente ilusorios para aquellos que no logran satisfacer sus necesidades mini- mas. Los derechos de la segunda generacién expresan asi un concepto sobre lt relacidn entre cl individuo y lo que a éstc le debe la comunidad organizada. Lue- go, encontramos los derechos de tercera gencracién, que son calificados como derechos difusos, dentro de los cuales se comprende cl derecho al desarrollo, a la paz, ala proteccién o conservacida del medio ambiente, etc. y que son vistos como derechos de los pueblos frente ala comunidad internacional. Su caracteris- tica principal esa discusién que motivan, tanto respecto de sus titulares, como en relacisn alos obligados, asu objeto, en fin, asu naturaleza como categoria juridi- ca, Mas alld de estas tres gencracioncs, usuales en el tratamiento del tema, apare- cen otras, como una cuarta, llamada por algiin autor “derechos del iusnaturalism libertario, continente de los derechos al crotismo, ala libertad de relaciones sexu: les, a a homosexualidad, a la contracepcisn subsidiada, etc., y una quinta, de “de- rechos infrahumanos’, cuyos titulares ya no pertenecen al género humano (por cjemplo, derechos de los animales) o bicn ai siquiera al reino de los sexes vivos (derechos de los rios, montafias, mares, ctc.).1 Los efectos de esta tendencia expansiva son nefastos para el tratamiento de los derechos humanos. Como sefiala Massini, las distintas generaciones de derechos catecen de elementos en comin, tanto respecto de su ticular (que va desde el hombre a les seres inanimados, pasando por los grupos sociales y los animales) del sujeto obligado (cl Estado, ka comunidad de naciones, losindividues) asf como respecto de sur objeto, que en algunos casos (como en el derecho a la par. al desarrollo) ¢s imposible de determinar. [gual cosa sucede respecto de su funda- mento (la nacuralcza humana, la animalidad, las pulsiones ersticas, etc.)*. Todo sm no puede sino conducir, en elorden de la praxis humans, ala degradacién de una idea que a fuerza de querer signifcarla tod, termina no significando nada. En fect. si bajo el concepto de “derechos” intentames subsuomir libertades, reclemas, aspiracio- nes legitimas, deseos urdpicos, deberes de moral personal con animales, pulsiones ins- tintinas ¢ ideales conservacionistas, no pueden quedar dudas acerca de la vaguedad, indefinicion y ~por consiguiente inutilidad prdetica a que se verd abocado ese con- cepto. Y serd muy dificil que se tome en serio una nocién de esas caracteristicas, sobre THE Mans Conness (1994), pp. 173-176. @ puis ado an suji Las muy g “genera rechos socia- der politico, tales mds ur- icidn que les enran como idades mini- pro sobre la nizada, Lue- cados como sartollo, a la i son vistos u caracteris- ies, comoen gorta juridi- ‘ema, apare- mnaturalismo jones sexua- inta, de “de- amano (por | seres vivos jento de los de derechos va desde el xs animales) os) asicomo ala paz, al lc su funda- exc.)* Todo wcitn de una la. En efeceo, ', aspiracio- tbsiones ins- b veguedad, wad exe con- isticas, sobre todo cuando su acepracién implica siempre obligaciones, a veces muy gravosas, para sun sujeto 0 un grupo de sujeros’ 3° Las dos primeras gencraciones de derechos se suelen vincular, en técminos muy generales, 2 dos conceptos 0 modelos de Estado. Los derechos de la primera generacidn o derechos y libertades “clisicos’, se inservan dentro del surgimicnco del Constitucionalismo clésico que, a su ver, se asocia al nacimienco de la nocién de Estado de Derecho, y con més precisidn, de Estado Liberal de Derecho. Los dere: chos de segunda generacién, econdmico-sociales, marcan lo que, segiin Vanossi se hha denominado el “Constitucionalismo Social”, y se encuentian intimamente ligados a una de las concepciones del Estado Social de Derecho. Un andlisis de la terminologfa usada para aludir a los derechos y libertades clésicos, y a aquellos ‘ondmico-sociales, no cs completo sin una consideracién, aunque sélo sca preli minar, del sentido de les respectivas nociones y de la forma edmo, dentro de ellas, los derechos individuales se ubican y proyectan respecto del orden estatal 9° Massst CoRsEAS (1994), p. 176 92 Vancst (2000) pp. 537 ys. Los derechoseconsmicosy sriles (pp. 540, $41,544, 547, et) se Social’, incorporaéas ea incluisfan dentrode una categoria mayor, as “eldusulasde concenidoe las consituciones en visas a establecer a “democracia social

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