HOJA PARROQUIAL, Domingo 24T. Ordinario B
Como cada domingo nos reunimos en asamblea de
bautizados para escuchar la Palabra de Dios y par-
ticipar de la mesa de la Eucaristia.
El Sefior nos convoca y nos preside para alimentar-
nos con la palabra que sale de su boca y con el pan
de vida, su cuerpo y su sangre entregados para la
vida del mundo.
Que esta Eucaristianos haga avanzaren fraternidad
y nos dé fuerzas para construir una sociedad més
justa, mds solidaria y més humana
ORACION
Oh Dios, creador y duefio de todas las cosas,
miranos, y para que sintamos el efecto de tu amor,
coneédenos servirte de todo corazén. Por nuestro
Sefior Jesucristo.
Primera lectura. El siervo del que nos habla Isaias,
entre otras cosas, es un inocente que ha sido persegui.
do sin compasion por los hombres, pero ha confiado en
Dios y el Seftor le ha demostrado ser su fuerte valedor.
SAAS 505-10
En aquellos dias dijo Isafas:
“EI Sefor Dios me ha abert el odo; y yo no me he rebe
lad ni me he echado atrés.
‘free a espalda a los que me golpeaban,
a mjila a fos que mesaban mi barba.
[No oculté el rostro ainsuitos y salvazos.
Mi Sefior me ayudaba, por e80 no quedaba confundido;
or eso ofeci el rostro como pedernal,
186 que no quedaré avergonzado.
‘Tengo cerca a mi abogado, .quién pleteard contra mi?
‘Vamos a enfrentamos:;quién es mi val? Que se
soars.
Mia mi Sor me ays; an probard que sy cupa-
Salmo responsorial
Caminaré en presencia del Senor,
en el pais de la vida,
‘Segunda lectura. Santiago quiere dejar claro que el
cristiano tiene que probar su fe con hechos. En este
fragmento que escuchantos lo expresa de manera bien
conereta. Toda discusién sobre el asunto vendré des-
pués, cuando la cosa principal se haya hecho realidad.
‘SANTIAGO 2,14-18
Hermanos mio: ,De qué le sre a uno deci que tiene
fo, sino tiene obras? ZEs que esa fe lo podrd sahar?
‘Supongamos que un hermano o una hermana andan
sin ropa ytltos del aimento diario, y que uno de vosores,
les dice: «Dios os ampare:abrigaos y lenaos el estdmagon,
Y no es dais lo necesaro para el cuerpo; ade qué sive?
Esto pasa con la fe: no tiene obras, esté muera por
dentro.
‘Aguno dir:
=Tu tienes fe y yo tengo obras. Enséitame tu fe sin
obras, y yo, por as obras, te probaré mite.
Evangelio. La confesion de Pedro debe ayudarnos a
expresar nuestra propia fe. Tras ello, vienen los hechos:
quien se confiesa cristiano, tiene que seguir el camino
del Maestro.
Y vosotros, gquién decis que soy?
MARCOS.8,27-95
En aquel tiempo, Jesis y sus discipulos 2 dlrigieron 2
las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino pregunté a
‘us discipulos:
=LQuién dice la gonte que soy yo?
lls le contestaron:
~Unos, Juan Bautista; otros, Elias, y otros, uno de fos
Profetas.
Elles pregunté:
=Y vosotros, zquién deci que soy?
Pedro le contesté:
Tit eres el Mesias.
Elles prohibié terminantemente decirselo a nadie,
Y¥ empez6 a instrurtos:
EI Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, tiene
{que ser condenado por los senadores, sumos sacerdates y
letrados, ser ejecutado, y resucitar a los tres dias.
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se
{o levé apartey se puso a increparlo, Jest se volvié, y de
‘cara a los discipulos increpé a Pedro:
~Quitate de mi vista, Satands! (Td plensas como los
hombres, no como Dios!
Después llamé a la gente y a sus discfpuls y les dijo:
El que quiera ‘conmigo, que se niegue a si
‘mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que
‘quera salvar su vida, la perdoré; pero el que pierda su vida
por el evangelio, la salvard.
Sefior, haz que, a pesar de mi,
no me engafie a mi mismo.
Hazme sentir esta desagradable verdad:
‘soy insolidario a pesar de mis buenas palabras,
de mis reflexiones sociales,
a pesar de mis oraciones y de mis limosnitas.
Sélo tengo una «buena voluntad»
que es la negacién practica de mi fe.
Siento justificado todo lo que tengo
y merecido el tren de vida que llevo.
No creo deber nada a nadie,
en todo caso, a la suerte.
Inquiétame, Sefior, para que termine
mi ceguera y pueda ser de verdad
un hermano entre los hermanos,
El pueblo sabio que te escucha
sigue tus sendas al andar.“SIN DIOS EL HOMBRE NO SABE DONDE IR NI TAMPOCO LOGRA SABER QUIEN ES”
(Benedicto XVI)
La fe es la condicion imprescindible para
la actuacién de Dios. Y, hay que reconocerlo,
preferimos abandonaros en manos de lo inmediato,
echamos en los brazos de la simple y pura ciencia
antes que confiarnos exclusivamente al Seftor.
Pidamos al Sefior que nuestra fe sea inconmovible y
confiada. Que nada ni nadie nos aleje de El. Solo El
puede sacamos de situaciones que dificultan
nuestra felicidad.
éTienes fe? nos pregunta el Sefior; sanaras, te
reouperards, brillaré de nuevo en ti la alegria de
vivir.
éTienes fe? Entonces no te faltaré auxilio en los
momentos en los que, por debilidad o enfermedad,
veas que la vida se te escapa irremediablemente
zTienes fe? Cuidala. Con una oracién sincera. Con
la escucha de la Palabra de Dios. Con la
contemplacin. Con el agradecimiento a Dios por
haberte hecho hijo suyo por el Bautismo.
eTienes fe? No te des por vencido en las causas
nobles. Lucha con toda tu alma para que, el mundo
que te rodea, deje de ser un flujo de injusticias, de
sangre 0 de desencanto.
éTienes fe? jEntonces, el Sefior, te necesita! Eres
de los suyos. Ofrécele, tu fe, como respuesta.
éTienes fe? Entonces pidele a Cristo que te
conceda vida abundante y de la buena. No esperes
a estar enfermo para recurrir a El y, si te llega la
debilidad, entonces que te encuentre fuerte en tus
convicciones y confiado en su persona.
A lo dicho que, nuestra Iglesia, no es un servicio de
Pompas funebres sino una casa donde la vida
sacramental nos llena de ilusién, valor y coraje en
todos los instantes de nuestra vida. gSu secreto?
iCristo sanador! |Cristo salvador! Javier Leoz
El Sefior, a través de la voz del Evangelio, lama a to-
dos los hombres para que vayan a él y su voz resuena
en el mundo entero: Venid a mf, todos los que estdis
cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Venid y bebed
del agua viva. «Venid y conoced que os amo. Sino os
amara, no os llamarfa, No puedo soportar que se pier-
da ni una sola de mis ovejas. Aunque sea por una sola,
el pastor va al monte y la busca hasta encontrarla, Ve-
nid, pues, a mi, ovejas mias. Soy yo quien os ha creado
y 0s ama, Mi amor por vosotras me ha hecho venir a
la tierra, y todo lo he soportado por vuestra salvacién.
Quiero que conozcdis mi amor y que digéis como los
apéstoles en el monte Tabor: Seftor, qué bien estamos
aqui contigo»,
(San Sitvano.
leer, releer, orar y difundir
LA FE ILUMINA LAS CEGUERAS
LA FE NOS LLEVA A VIVIR
LA CERCANIA DE DIOS
Ante el Santisimo
"eQué es para ti la adoracién al
Santisimo y qué ha supuesto en tu
vida?", le pregunta el padre Javier:
"Todo, La Adoracién para mi es
simplemente todo. Es estar cara a cara
con Jesucristo. No le puedo ver (sélo
tengo delante de los ojos materiales un
trozo de pan), pero mi alma sabe,
misteriosamente, que ese trozo de pan
es todo un Dios. Asi que frente a una
custodia, yo sé que estoy, cara a
cara, con Cristo. Es rozar el cielo. Es
saber que me mira, me observa, me
ama... Es mi trozo de cielo en la tierra"
"La vida es preciosa, pero es dura...
Pincha y muchas veces hiere... Pero
hay un final: y ese final debe ser la
eternidad junto a Dios", concluye Maria:
“Vivir puede llegar a ser tarea muy
ardua, pero si se vive con Cristo, la
montafia se hace colina. Slo hay que
tener los ojos fijos en El y todo se
hace Ilevadero. Y al final... Bueno, al
final, slo estaré El"(De una entrevista a
Maria Vallejo-Najera)