Escribir, gun verbo intransitivo?
1, Literatura y Iingiiistica
‘Allo largo de sigles, la cultura occidental ha concebido I
ratura, no a través de una prictica de las obras, los autores
escuelas —como hoy en dia se hace— sino a través de una
tica teoria del lenguaje. Teorfa que tenia un nombre: Ja Retdrica,
y que ha reinado en Occidente desde Gorgias hasta el Ren:
Iniento, 0 sea, durante dos milenios aproximadamente. La reté-
| amenazada desde el siglo xv por el advenimiento del racio-
nalismo moderno, acabé de arruinarse por completo al transfor-
marse el racionalismo en positivismo, a finales del siglo 20x. En
‘esos momentos puede decirse que entre la literatura y el lengua-
je no queda ya ninguna zona comiin de reflexi6n: la literatura ya
hho se siente Ienguaje, excepto por lo que respecta a algunos ¢s
critores precursores, como Mallarmé, y la Jinglifstica reconoce
no tener sobre la literatura mas
mitados, encerrados en una di
estilistica, cuyo estatuto, por otra part
Es cosa sabida que esta situacién est cambiando, y en parte
‘me parece que nos hemos reunido aqui algo asf como para levan-
tar acta de ello: Ia literatura y el Ienguaje estén en camino de
lejos son los factores de
tos: por una parte, 1a
ina filolégica secundaria,
resulta incierto.
volverse a encontrar. Diversos y
este acercamiento; citaré los més manim
accién de algunos eseritores que, después de Mallarmé, han em-
Prendigo una exploracin radical de i escrvura ha ‘convect
do su obra on la misma investigacion del Libro total come Peewee
7 doyees por otra parte, el Gesarrol de in propia ingen
dura ptr de este momento Tacluye on st domino af fool
t,o sea, el orden de los efectog relationados con ol meade y
to con st referente, Ast pues, hoy existe una mucva pospeew,
de Fellexion, que, inssto, es comin sla lteravuray oa hoe
mente estancas, comienzan a comunicarse, quizds incluso hasta
4 confundirse, al menos al nivel del ester aura acted nae
de ser definida eada vez mas como uga critica dl longeate Rete
ee
unas cuantas observaciones braves, prospectivas 9 en abealony
conclusivas, de qué ianera Ia actividad de la ecertae seeks
hoy en dia enunclarse con la ayuda de certs eategortag Unoteg
2. El lenguaje
A esta nueva conjuncién de la literatura y Ia lingiifstica a Ia
que acabo de referirme se la podria Hamar, provisionalmente,
semtioeritica, desde el momento en que implica que la escritura
€5 un sistema de signos. Pero no hay que confundir la semiocrfti-
ca con Ie estilistica, ni siquiera con su renovacién, o al menos la
estilistica est lejos de agotarla, Se mata de una perspectiva de
muy distinto alcance, cuyo objeto no-puede estar constituldo por
simples accidentes de forma, sino por las propias relaciones entre
el escritor y Ia lengua. Lo que implica que si uno se coloca en
semejante perspectiva no se desinteresa de lo que es el lenguaje,
sino que, por cl contrario, no para de volverse hacia las cade: por lo
forman parte de la misma pertinencia.
in entre estos dos sistemas no recubre en absolu-
to la Que tradicionalmente se hace entre discurso y dis-
tivo, pues 20 deberial confundirse la
guajel han sido poco p
iderada 1a expresion
jempo Hamado objetivo (0 tiempo crénico), ya sea de la
‘dad psicol6gica, es decir, mientras ha estado sometida
feologia totalitaria del referente. Hoy en dia, no obstante,
reratura descubre, en el despliegue del di
ymaria sutilezas fundamentales: por ejemplo, lo
de manera aoristica nunca aparece inmerso en el pasado, en «10
jo lugar», sino tan sdlo en la no-persona, que no es
‘a mi parecer, no puede contentarse con expresar st
propio presente sein un proyecto lirico: hay que ensefarle a
distinguir el presente del locutor, que sigue estande estable
sobre una Pik
faurada una coinci-
ra, la literatura, al menos en Io que es investigacién, sigue
wilistica cuando Guillaume la hace in-
terrogarse sobre el tiempo operativo, o tiempo de la enunciacion
en sf.