Prdlogo
mi vuelta de vacaciones vi la maqueta de
este libro y tuve la satisfaccién de que
me pidieran prologarlo. Los autores
argumentaron que si Valverde estuviera vivo se
lo hubieran encargado a él, pero, desgraciada-
mente, no siendo asi, les parecia que el actual
director de la Estacion Biolégica de Dofana
debia cumplir ese papel y como tal, estuve de
acuerdo. Sin embargo, no es esta mencion de
Valverde por los autores la que me ha traido el
recuerdo intenso del fundador de Dofiana al ini-
iar este prélogo, sino mis propios recuerdos de
como he sentido yo la aventura y la consolida-
cién de la Estacién de Campo de Roblehondo. A
finales de los setenta, el brillante investigador de
la Estacién Biolégica de Donana que ya era Car-
los Herrera, decidié buscar un area de estudio
cuyas caracteristicas fueran las adecuadas para
desarrollar investigaciones a largo plazo sobre
las interacciones entre plantas y animales. Acabo
abandonando Dofiana y escogiendo Cazorla,
territorio que Tono Valverde habia recorrido y
prospectado a principio de los cincuenta, Tono
habla mostrado su capacidad innovadora en el
panorama de la zoologia espafiola de su epoca
descubriendo alli una lagartija nueva para la
ciencia y realizando interesantes estudios sobre
diferentes vertebrados. Carlos se adentraba en
las mismas sierras con otra vision radicalmente
diferente que le alejaba de la vision zool6gica de
su “jefe”: buscar entre las interacciones de plan-
tas y animales los mecanismos evolutivos que
generaban la biodiversidad, Pero como aquel en
Dofana, a éste le preocupaba la consolidacion
de su instalacién y la conservacién del entorno,
y para conseguirlo buscé la interaccién entre
gestores y cientificos utilizando las_mismas
herramientas que Valverde: inteligencia, trabajo
y teson. Con ellas consiguié, como podran ver
en este libro, consolidar una de las mejores ins-
talaciones para estudiar ecologia en el mundo y
una plataforma decisiva para influir en las medi-
das de conservacion que se tomaran en el area.
Pero como Tono, Carlos es innovador aun sin
proponérselo; quizas por ello la coincidencia
entre la Reserva Biologica de Dofiana y la Esta-
cién de Campo de Roblehondo sea sélo el que
ambas son instalaciones modélicas, pero mode-
los diferenciados y diferentes de conseguir un
mismo fin: un lugar abierto para realizar buena
ciencia en el campo de la ecologia, y donde la
interaccién entre cientificos y gestores contribu-
yen a mejorar las expectativas de conservacion
del espacio natural donde se situaban
Creo que todos los cientificos que hemos tra-
bajado en espacios naturales protegidos nos
hemos visto envueltos en el, para mi falso, dile-
ma de sien estas areas se debe hacer ciencia
bésica o aplicada, 0 poco de una y mucha de la
otra. Al respecto, no recuerdo a quien le oi o lei
por primera vez una frase que desde entonces
he repetido en numerosas ocasiones: "sélo hay
dos ciencias la buena y la mala; la primera siem-
pre es aplicable y la otra nunca”. Este libro es un
magnifico ejemplo de como los buenos trabajos
cientificos se pueden aplicar a mejorar la conser-
vacién de un area con independencia de su
cardcter inicial de basico 0 aplicado, Lo es tam-
bién de cémo los cientificos estan dispuestos a
realizar aplicaciones de la ciencia cuando un ges-
tor los requiere para abordar un problema de
conservacion candente, Las investigaciones reali-
zadas en Cazorla que se muestran en este libro,
contribuyen a conocer las especies que habitan
los ecosistemas; al estado de sus poblaciones y2)
por ende cuales de ellas estan o pueden verse
amenazadas; identifican sus problemas de con-
servacion actuales 0 potenciales y sugieren for-
mas de combatirlos; muestran procesos ecologi-
os complejos, los factores que pueden contri-
buir a su alteracién y los posibles caminos para
mantenerlos. En suma, aportan informacion
indispensable para conocer los ecosistemas, su
funcionamiento y las acciones naturales 0 de ori- |
gen antrépico que pueden alterarlos y dan la
informacién necesaria para interpretarlos y hacer
asequible su conocimiento al gran piiblico. En
pocas palabras, no cierran el debate al que me
referi al inicio de este parrato, pero si muestran
el camino claro que se debe seguir en la interac-
cién ciencia/gestores en un espacio natural pro-
tegido: realizar ciencia de calidad, favorecer la
transmision de los conocimientos adquiridos al
mundo de la gestion generando interacciones
entre gestores y cientificos para identificar los
problemas de conservacién y abordar su conoci-
miento y posterior solucion de la forma mas ade-
cuada posible
Evidentemente la realizacion de este libro solo
ha sido posible por los trabajos realizados por un
buen numero de cientificos y posteriormente
por la capacidad de sintesis y el convencimiento
de jovenes cientificos, Conchita Alonso y José
Luis Garrido, de que poner a disposicion del gran
publico los resultados de 25 afios de investiga-