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Division de unidades estratigriticas en el anilisis de cuencas (A. Vera, Ed.) ESTRATIGRAFIA SiSMICA DE ALTA RESOLUCION EN MARGENES CONTINENTALES PASIVOS: FACTORES DE CONTROL DURANTE EL CUATERNARIO B. Alonso, M. Farrén y A. Maldonado(*) | (*) Institeto de Ciencias del Mas, CSIC, Paseo Nacional s/n, 08003- BARCELONA RESUMEN La estratigrafia sismica aplicada a perfiles sismicos de alta resolucién muestra que las secuencias deposiciona- les del Cuatemario presentan caracteristicas diferentes a los modelos establecidos a pattir de sismica de multica nal. Asi, el desarrollo de sistemas turbiditicos puede estar asociado, no sélo a una primera fase de descenso hasta el borde de la plataforma (tipo 1), sino también a los tiltimos estadios evolutivos del cortejo de borde de platafor- ma en los descensos de tipo 2. El desarrolio de cortejos de borde de plataforma esta relacionado con descensos de tipo 2y se manifiesta por la formacién de depSsitos deltaicos que aparecen con clinoformas oblicuo-tangenciales en sismica de alta resolucién, mientras que en la sismica de multicanal predominan las configuraciones sigmoida- les por superposicién de sucesivos sistemas deltaicos. Los cortejos transgresivos estan representados por facies lito- rales con escaso desarrollo vertical, mientras que los cortejos de alto nivel del mar estén representados por facies prodeltaicas o litorales. El desarrollo de secuencias deposicionales en mérgenes continentales durante el Cuaternario es fundamental- ‘mente el resultado de la interaccién de dos factores de ambito global: el clima y las oscilaciones del nivel del mar. Otros factores, como son la tecténica, subsidencia, fisiografia, y aporte sedimentario, s6lo modifican los anterio- res a nivel de cuenca o de ambiente deposicional. La interaccién entre estos factores queda registrada en las dife- rencias que presentan las secuencias deposicionales en los distintos tipos de mérgenes continentales. Ademds, las coscilaciones del nivel del mar y el aporte sedimentario, que actuan sinerénicamente, condicionan el volumen relati- vo de los distintos cortejos. | La s{smica de alta resolucién permite la identificacién de ciclos de variacién del nivel del mar de alta frecuen- L cia que estén por debajo del limite de resolucién de las técnicas de multicanal, que puede condicionar el replantea- miento de la correlacién precisa de los depésitos con los ciclos globales de cambio relativo del nivel del mar y el desarrollo conceptual de la estratigrafia sismica, Pal as clave: Estcatigrafiasismica, Cortejos Sedimentarios, Cuaternario, Cambios del nivel del mar ABSTRACT ‘The stratigraphy and growth patterns of high-tertigenous-influx progradational continental margins are analysed on the basis of high resolution seismic profiles with the concepts of depositional sequences analysis. The available ‘models ae largely based on multichannel seismic records, but significant insights into the conceptual models may be gained by examination of modern marine environments and the Plio-Quaternary sequences by high resolution seismic techniques. We propose a more precise evolutionary model for continental margin development that can ‘be summarized in the following conclusions. ‘The base of turbidite deposits corresponding to the lowstand systems tract has ben defined by type 1 sequence boundary. The turbidite systems can overly, however, type 2 sequence boundary as shwon by the Quaternary turbi- dite systems of the northwestern Mediterranean. Mass-movements occur during both type 1 and type 2 sea level falls. These processes are controlled by important sediment input off the shelf-break and mass-unstability on the upper slopes is due to the high giadients. The development of lowstand wedge are related to prodeltaic de. posits on the upper slope/shelf edge. The are characterized in sparker, seismic profiles, by sigmoidal confi. guration. The transgressive systems tract in the continental shelf is represented by reduced coastal facies develop. ‘ment (0-10 m thick) and large lateral variability of facies as result of the complexity of nearshore environments ‘The highstand systems tract is represented by the Holocene prodeltaic facies or coastal facies located in the inner shelf. They are commonly sedimentary wedges with parallel reflectors and locally opaque facies due to gas accumulation Rex. Soe. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) 270 B, ALONSO, M. FARRAN y A. MALDONADO ‘Two main global factors have controlled the development of depositional sequences in the continental margin during the Quaternary: climate fluctuations and sea level changes. Second order global cycles of sea level (more than 10 m.a.) can be be well stablished by the interpretation of multichannel profiles, whereas those of third or- der (less than 10 m.a.) ate betier defined on the basis of high resolution seismic profiles. Third order global cycles Cf sea level (high frequency) are developed by climatic events, that control both sea level fluctuations and sediment input. The interplay of these two factors result in the differences of the geometry of systems tract, as revealed by the great thicknees of lowstand systems tract in comparison to transgressive systems tract. Moreover, the influen- ce of climate and sea level fluctuations can be modified by local [actors such as tectonic, subsidence, physiography and river input. As result of the interplay between these factors, third order cycles may have different expression in the continental margins around the world. ‘We conclude that the analysis of depositional sequences, for high resolution seismic techniques allow the iden- tification of high frequency sea level cycles that can not be detected with the resolution limit of most multichannel seismic techniques. The interpretations and evolutionary models developed from high resolution profiles improve ‘some restrictions to the previous interpretations and several of the concepts of seismic stratigraphy need to be re- Viewed, mainly those related to correlation between third order global cycles and the development of depositional sequences. Key words: Seismie Stratigraphy, Systems Tiact, Quaternary, Sea Level Fluctuations, Continental Margin. ‘Alonso, B. Farsi, M, y Maldonado, A. (1989) Estatigrafia sismica de alta resolucin en margenes continentales pasivos: Facto res de control durante el Cuaternario, Rev. Soc. Geol. Esparta, 2: 269-289 ‘Alonso, B. Farin, M. y Maldonado, A. (1989): Passive Continental margins high-resolution seismic stratigraphy: Controlling factors during the Quaternary. Rex. Soc. Geol. Espana, 2: 269-289, 1, INTRODUCCION Los estudios de estratigrafia sismica han incremen- tado significativamente en mimero durante los ultimos 12afos debido a su interés desde el punto de vista cien- tifico y aplicado para la interpretacién gcoldgica de ccuencas sedimentarias (Frazier, 1974; Payton, 1977; Em- brey, 1983; Hardage, 1987). El gran desarrollo de esta disciplina ha sido iniciado principalmente a partir de la industria del petrdleo, en especial por su interés pa- ra la interpretaciOn de medios sedimentarios y por su potencial aplicado en la prospeccién de hidrocarbu- ros (Brown y Fisher, 1980; Berg, 1982; Balch y Lee, 1984; Hubbard ef al., 1985). Subsecuentemente, estos estu- dios han dado lugar al establecimiento conceptual de factores de control y evolucién a escala global de pard- metros tales como cambios eustaticos (Miall, 1986). La estratigrafia sismica es la disciplina que pretende la interpretaci6n y modelizacién estratigréfica de las fa- cies sedimentarias y su historia geoldgica a partir de los datos de sismica de reflexién y en relacién con cam- bios globales y al nivel de cuenca (Cross y Lessenger, 1988). El método de estudio comprende la identifica- cidn de facies sismicas y el establecimiento de secuen- cias de unidades. El andilisis de secuencias stsmicas con- siste en la subdivision de la seccién sismica en conjun- tos de depésitos limitados por superficies de disconti- nuidad y que comprenden grupos de reflexiones més ‘0 menos concordantes y de caracteristicas similares. El andlisis de facies sismicas consiste en la descripcién ¢ interpretacién del ambiente de depésito a partir de las caracteristicas s{smicas de las reflexiones que constitu- yen la secuencia. Estas caracteristicas incluyen: confi- Rev, Soe. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) guracién, continuidad, amplitud, frecuencia, velocidad de intervalo y geometria. El desarrollo de las secuencias esté relacionado con la interaccién de factores giobales y regionales tales co- ‘mo ciclos globales de cambios de nivel del mar, dias- trofismo, subsidencia y aporte sedimentario. Los cam- bios eustiticos relativos en una cuenca desarro- lados por la interaccién de estos factores, se materiali- zan en una predecible distribucién espacial de litofa- cies relacionadas genéticamente, denominadas sistemas deposicionales (Fisher y McGower, 1967). El conjunto de sistemas deposicionales contempordneos es denominado con el término cortejo sedimentario (Brown y Fisher, 1977; Posamentier et ai., 1988). Los modelos concep tuales de los distintos tipos de cortejos sedimentarios son interpretados en base a sus limites, posicién en la secuencia, geometria y facies representadas en la suce- sin de sistemas deposicionales que constituyen cl corte- jo. Cada tipo de cortejo sedimentario identificado se asocia a un determinacdlo segmento de la curva eusta cca, aunque su caracterizacién debe ser independiente del mecanismo que ha controlado su desarrollo, El con- junto de cortejos formados entre dos minimos relati- vos del nivel del mar de un ciclo eustético definen una secuencia deposicional. En este articulo se discute la metodologia estable- cida para el andlisis secuencial de cuencas basada en la sismica de reflexiOn de multicanal (baja resolucién) Y se pretende establecer una aproximacién entre los conceptos analizados en dicha metodologia y en la geologia de campo. Esta aproximacién se basa en la observacién de perfiles de sismica de reflexién obteni- dos mediante sistemas de alta resolucién (sparker, boo- ESTRATIGRAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION am SECUENCIA DEPOSICIONAL SUPERFICIES Ls = LIMTES DE SECUENCIA (s1}TFO 1 ar (82)=T1FO 2 ‘SB8=SUPERFICE DE BISELAMENTO BASAL ‘sm=superficie de maxima iundacion sta~supericle dei techo del abanico ste=superfice del techo del canal evel 'SFSUPERFICIE TRANSGAESIVA (s2) + PROFUNDIDAD — CORTEJOS SEDIMENTARIOS (CAN- CORTEVO DE ALTO NVEL DELMAR Fig. 1- Representacin esquemética de la Secuencia deposicional y Secuencia Estratigréfica Genética asi como de sus limites (Modiicada de Hag et al, 1987), Fig. 1 Depositional sequence and genetic sequence-concept (modified from Haq eral, 1987). The depositional model showing systems tracts and development of type 1 and type 2 sequences is also shown, ‘mer, cafiones de aire), que presentan una escala de re- solucién (de 2 a 20 m) intermedia entre la del aflora- ‘miento (milimétrica) y la de los perfiles sismicos de baja resolucién (50 m aproximadamente) con los cuales se hace una comparacién de resultados. 2, ANALISIS DE SECUENCIAS SiSMICAS El término de secuencia sismica fue introducido por Vail y colaboradores (1977) como una modificacién del término de secuencia deposicional. Mitchum y colaboradores (1977), retomando las ideas de Sloss (1963) y Frazier (1974), definen el término de secuencia deposicional, como una sucesidn continua de estratos, genéticamente relaciona- dos, limitada en el techo y el muro por discontinuida- des 0 por continuidades correlativas (Fig. 1). La secuen- cia se desarrolla entre los dos minimos eustéticos rela- tivos de un ciclo eustético y comprende varios cortejos sedimentarios correspondientes a los diversos segmen- tos de la curva eustética (Posamentier et al., 1988). El concepto de secuencia deposicional es aplica- ble a sondeos, diagrafias y afloramientos, sin embar- 420, es en los perfiles de sismica de reflexion donde la aplicacién de dicho concepto resulta més evidente. Las reflexiones sismicas estdn compuestas de reflexiones in- dividuales originadas por superficies que separan de- pésitos con diferente impedancia acistica. Por este mo- tivo, las reflexiones sismicas suelen coincidir con super- ficies de estratificacién o discontinuidades y tienen el mismo significado cronoestratigrafico que éstas (Mit- chum er ai., 197). El equivalente de una secuencia deposicional en es- tratigrafia sismica recibe el término de seewencia sismica (Fig. 1). La secuencia sismica se define, segtin las revi- siones més recientes (Vail ef al., 1977; Brown y Fisher, 1980; Cross y Lessenger, 1988), como un conjunto de reflectores continuos en el espacio y en el tiempo gené- ticamente relacionados, que estan limitados en su base y techo por discontinuidades 0 por sus continuidades correlativas. 2.1. Limites de secuencias Los limites de las secuencias estan definidos por discontinuidades, continuidades correlativas o hiatos Para Brown y Fisher (1980), estos pueden ser erosiona- Rex. Soc. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) —=—=<=<—————S=_—=_== AWLINOS OLNIN T3sI8 “IWNOISOH] NOIOVONNEL Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) ESTRATIGRAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION, 213 les, no erosionales y continuos. Las discontinuidades, que limitan tanto las secuencias como los cortejos, es- ‘tn representadas por la superficie envolvente de las te minaciones de reflectores. Por encima de la discont nuidad, son posibles tres tipos de terminacién: bisela- iento basal y solapamientos expansivos costeros y dis- tales. Por debajo de la discontinuidad, son posibles otros tres tipos de terminaci6n: truncacién erosional, bisclamiento somital y truncacién aparente (Fig. 2) (Mitchum et al., 1977). Ademas de éstos, encima y debajo de una discon- tinuidad, puede existir una disposicién concordante que puede corresponder a una continuidad correlativa la- teralmente con una discontinuidad, un hiato 0 une sec- cién condensada. El solapamiento expansivo costero y Ia truncacién erosional coinciden siempre con limites de secuencia por implicar la existencia de una discon- tinuidad producida por un cambio relativo del nivel del ‘mar. Las otras geometrfas pueden corresponder a limi- tes de secuencia sismica, de depésito o de cortejo sedimentario. La definicién de secuencia sismica implica la exis- tencia, en su base y su techo, de discontinuidades de- sarrolladas durante cambios consecutivos, del nivel del mar. Vail y colaboradores (1984) definen dos tipos de discontinuidades en funcién de la velocidad y extensién ala que se produce el descenso eustatico (Fig.l). Las discon- tinuidades de tipo 1 se carecterizan por una etapa de erosion submarina y, subaérea en el techo de la secuencia. Es- tas se forman cuando la velocidad de descenso del ni- vel eustético excede a la subsidencia en el borde de la plataforma continental. Bajo estas condiciones se pro- duce un desplazamiento del solapamiento expansivo costero por debajo del borde de la plataforma, produ- ciendo la exposicién subaérea de la plataforma y enca- Jamiento de los valles fluviales, por rejuvenecimiento & IDENTIFICAR LA CONTINUIDAD Y CONFIGURACION & DEFINIR LA GEOMETRIA DE LA SECUENCIA & IDENTIFICAR LAS FORMAS Y AMPLITUDES DE LOS REFLECTORES del perfil de equilibrio, y formacién de caftones sub- marinos en el borde de la plataforma y talud que con- trolan el desarrollo de abanicos submarinos en su base, Las discontinuidades de tipo 2 presentan tinicamente erosién subaérea en la parte interna y media de la pla- taforma sin alcanzar el borde. Son formadas cuando Ta velocidad del descenso eustatico es inferior a la sub- sidencia en el borde de la plataforma, pero excede a la dela parte interna. En estas condiciones se produce un desplazamiento del solapamiento expansivo costero ha- cia el borde de la plataforma con exposicién subaérea de la parte interna. El desplazamiento de los depocen- tros hacia el centro de la cuenca se puede traducir en un solapamiento expansivo distal. Las discontinuida- des de tipo 1 y tipo 2 constifuyen la base de las secuen- cias deposicionales de tipo 1 y 2 respectivamente, defi- nidas por Vail y colaboradores (1984). Galloway (1989) introduce un nuevo concepto en el andlisis estratigrafico de cuencas. Este nuevo concepto hace referencia a la secuencia estratigréfica genética la cual se diferencia de la secuencia deposicional en sus limites, los cuales en lugar de estar constituidos por su- perficies de discontinuidad, estn definidos por las su- perficies de mdxima inundacién desarrolladas al final de los episodios transgresivos (Fig. 1). 3. ANALISIS DE FACIES SiSMICAS Las facies sismicas son la respuesta actistica de una litofacies de un sistema de depésito a una determinada sefial actistica de caracteristicas controladas (Brown y Fisher, 1980). Una facies sismica es una unidad tridi- mensional, compuesta por reflexiones sismicas, cuyos pardmetros aciisticos (amplitud, frecuencia, continui- dad, velocidad de intérvalo) difieren de los correspon- LINEA DE COSTA BORDE DE PLATAFORMA FRENTE DELTAICO to) BORDE DE C PLATAFORMA DESLIZAMMENTO Fig. 3- Crlterios de identficacién de facies simicas (De Hubbard er al, 1985). Fig. 3> Seismic facies recognition criteria (from Hubbard etal, 1985). Rev, Soe. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) 26 1. ALONSO, M. FARRAN y A. MALDONADO dientes a las unidades adyacentes dentro de una mis- ma secuencia (Fig. 3)(Sangree y Widmier, 1977; Mit- chum et al., 1977). La interpretacién de una facies sis- mica en términos de litologia, estratificacién y ambiente deposicional, constituye la unidad litosismica. La deduc- cién de las unidades litosfsmicas constituye el fin mas inmediato del andlisis de facies sismicas. Los principales criterios empleados para identifi- car, clasificar, cartografiar e interpretar las facies sis- micas son tres: (1) la geometria y terminacién de la re- flexié con respecto a las superficies de discontinuidad que limitan el cortejo o la secuencia, (2) la configura- cién de la reflexiones en la facies sismica (e). paralela y divergente hacia la cuenca, progradacional, monticu- lada o laminada y solapamiento expansivo), y (3) la for- ma tridimensional, tales cémo lamina, cufa, lentején, banco, monticulo y relleno (Cross y Lessenger, 1988). La geometria y la forma sitdan a las facies sismicas en un contexto de sistema deposicional, cortejo sedimen— tario o secuencia deposicional, limitando el espectro de posibles ambiente deposicional y litologias relaciona- das con una determinada geometria. La configuracion de las reflexiones permite la deduccién de procesos y topografia del ambiente deposicional a partir de las ca- racteristicas de la estratificacién impedancia actisti- ca, mientras que la forma tridimensional informa acerca de la cuenca de depésito y del posible ambiente de depésito. La consideracién de todos, y cada uno de los an: teriores criterios, ademds de otros pardmetros actisti cos (amplitud, frecuencia, continuidad y velocidad de intervalo) conducen a la correcta interpretacién de la facies sismica. Para la lista completa de los tipos de fa- cies sismicas remitimos al lector interesado a los traba- jos de Mitchum y colaboradores (1977), Sangree y Wid- mier (1977, 1979), Bubb y Hatlelid (1977), Brown y Fis- her (1977, 1980) y Hardage (1987). MECANISMOS DE EVOLUCION DE LOS SISTEMAS DEPOSICIONALES Y SU RELA. CION CON LAS FLUCTUACIONES DEL NI- VEL RELATIVO DEL MAR: CORTEJOS SEDIMENTARIOS. ‘La mayoria de los sistemas deposicionales desarro- ados en el margen continental aparecen en sucesiones de facies contempordneas, interrelacionadas entre sf, ‘que responden a una determinada posicién del nivel del mar. Cada una de estas sucesiones puede delimitarse mediante superficies de inundacién marina y se deno- mina parasecuencia (Van Wagoner, 1985). El conjunto de parasecuencias asociado a un segmento de la curva de nivel relativo del mar constituye un cortejo sedimen- tario, Estos cortejos estén delimitados por discontinui- dades que se desarrollan en los momentos de desequi- librio entre las subsidencia, a oscilacién eustitica y el apor- te sedimentario. Si bien las fluctuaciones glacio- eustiticas tienen un Ambito global, los otros dos facto- res tienen valor local 0 a nivel de cuenca. Por este mo- Rev, Soe. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) tivo, la evolucién de los cortejos no sigue las mismas pautas en distintos margenes, ni en sectores relativamen- te préximos de un mismo margen. ‘Van Wagoner y colaboradores (1988) emplean los cortejos sedimentarios para establecer tres subdivisio- nes en cada tipo de secuencia. La secuencia de tipo 1 est formada por los cortejos: de nivel bajo del mar, transgresivo y de alto nivel del mar. La secuencia de ti- po 2 esta formada por los cortejos de borde de plata- forma, transgresivo y de alto nivel del mar. 4.1-Cortejo de Bajo Nivel del Mar. El cortejo de bajo nivel del mar esta asociado a un descenso de tipo 1 (Van Wagoner et ai. 1988), rela- ciondndose tinicamente con este tipo de descenso la ma- yoria de los depésitos acumulados en el margen conti- ental distal. La acumulacién de depésitos en la base del talud continental no es considerada en los descen- sos del mar de tipo 2 por los referidos autores. El cor- tejo de borde de plataforma no se incluye en la asocia- cidn del cortejo de bajo nivel del mar, aunque se ha de- sarrollado en el mismo segmento de la curva eustatica. El ciclo deposicional durante un cambio eustatico puede describirse conceptualmente a partir de un nivel bajo del mar (Vail ef al., 1984), cuando la linea de cos- ta se aproxima al borde de plataforma continental. El desplazamiento de los depocentros se produce en fun- cin del balance entre las velocidades de descenso eus- tético y subsidencia en el borde de la plataforma, que pueden dar lugar a descensos relativos de tipo 1 y tipo 2. Un descenso de tipo 1 favorece la transferencia di- recta de materiales terrigenos al talud y base de talud, principalmente a través de caflones que entallan la pla. taforma. Durante esta fase de bajo nivel del mar se desarrollan dos conjuntos separados no contemporé- neos: sistemas turbiditicos (Mutti y Sgavetti, 1987) y cortejos progradantes en cufia (Vail, 1987). 4.1.12 Sistemas turbiditicos Posamentier y Vail (1988) consideran que los sis- temas turbiditicos se desarrollan en una primera fase del descenso de tipo 1, y que la progradacién de la cu- fia de facies prodeltaicas y de flujos gravitativos sobre el talud es posterior. Sin embargo, se pueden desarro- lar, también, sistemas turbiditicos durante las fases de ascenso del nivel mar debido a la existencia de pendien- tes elevadas en el frente de progradacién de la cutia so- bre el talud, que favorece la inestabilidad sedimentaria de los depésitos (Galloway, 1989). La formacién de sistemas turbiditicos tiene lugar también durante los tltimos estadios evolutivos del cor- tejo de borde de plataforma, en los descensos de tipo 2 (Alonso ef al., 1989). Ein este tipo de descenso, la li- nea de costa se sitia inicialmente en la plataforma media-externa, desarrollando depésitos agradacionales o progradacionales en funcién del aporte sedimentario (cortejo de borde de plataforma) (Van Wagoner et al., 1988). Estos depésitos pueden progradar sobre el bor- de de la plataforma y sobre el talud superior. En éste ESTRATIGRAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION 25 SISTEMA CANON-ABANICO SUBMARINO PROFUNDO : ¥ Fig. 4 Bjemplo de abanico de fondo de cuenca correspondiente al cortejo turbiditico de bajo nivel del mar: A) blogue diagrams del sistema eanén-canel de abanicos profundos con la representacién de sus facies sismicas (gin Mitchusn, 1985); B) regisz0sismico de alta resolucidn (sparker 3,000 joules) del abanico profundo del Rédano (De Droz y Bellaiche, 1985). Fig. 4 Example of basin floor fan related with the turbidite lowstand systems tact: A) seismic faces diagram of idealized cenyon-fan system (from Mitchum, 1985); B) sparker seismiceflection profile of Rhone deep-sea fan (from Droz y Bellaiche, 1985). estadio de evolucién, la transferencia de sedimentos al talud y ascenso continental se inicia en el trénsito entre Ta fase de delta de plataforma y la de delta marginal. Por tanto, el desarrollo de los sistemas turbiditicos pu de producirse tanto en descensos de tipo 1 como de t po 2, y puede tener lugat en cualquier estadio del des- censo. Durante un descenso del tipo 2, asi como en el tipo 1, se favorece el desarrollo de destizamientos en ma- sa debidos al importante aporte de sedimentos en el bor- de de plataforma-frente deltaico y ala inestabilidad li- gada a la elevada pendiente del talud continental. Es- tas condiciones pueden dar lugar a la formacién de co- rrientes de turbidez que actiian de mecanismo de exca- vacién provocando el inicio de una fase de retroexca- Rex, Soe. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) vacién en la zona de maximo aporte sedimentario que alimentaria el sistema turbiditico. En la terminologia de Van Wagoner y colabora- dores (1988), los sistemas turbiditicos son subdivididos en dos tipos: abanicos de talud y abanicos de fondo de cuenca. Los mismos autores consideran que el abanico de talud est formado por depésitos de turbiditas y flu- jos en masa, desarrollados en el talud medio e inferior, ¥ cuyo techo est delimitado por el biselamiento basal ae los reflectores de los complejos progradantes en cu- fia. Estos depésitos de forma prismatica alargada es- tn constituidos por canales y por levees (0 diques), sin llegar a desarrollar abanicos. En consecuen- cia, el término “abanico de talud’” es inapropiado y de- 276 ', ALONSO, M. FARRAN y A, MALDONADO SISTEMA CANON - COMPLEJOS TURBIDITICOS Fig. 5- Bjemplo de complejos de canal-leveecorrespondientes al cortejo turbidtico de bajo nivel del mar: A) bloque diagrama del sistema ceanén-canal de sistemas turbiiticos, B) registro de alta resolucfn (sparker 3,000 joules) de los complejos de canal-evee de los sistemas turbiditicos del Ebro (De Alonso etal, 1989). Fig. 5- Example of channel-levee complexes related with turbiite lowstand systems tract: A) seismic facies diagram of idealized canyon- channel of turbidite systems; B) sparker seismic-reflection profile of Ebro turbicite systems (from Alonso ef al, 1989). be ser utilizado el término de complejos de canal-dique (Nelson y Maldonado, 1988). El concepto de abanico de fondo de cuenca concuerda con el modelo clésico de Normark (1970). En los registros sismicos de alta resolucién de los depésitos Plio-Cuaternarios, se identfican los sistemas turbiditicos por la presencia de facies de canal, de di- que sedimentario y de lobulo en la base del talud yen la cuenca (Figs. 4 y 5) (Normark, 1970). La mayoria Rev, Soe. Geol. Espana, 2, 3-4) (1989) de estos sistemas presentan las tres facies sismicas que definen el abanico de fondo de cuenca (Fig. 4). Sin em- bargo, en algunos sistemas turbiditicos los parémetros, deposicionales pueden impedir el desarrollo de facies de lébulo (Shanmugam y Moiola, 1988). Por ejemplo, Ia Depresién de Valencia ha inhibido la formacién de Igbulos en los sistemas turbiticos del Ebro (Fig. 5) (Nel- son y Maldonado, 1988), mientras que en el Atlantico nor-occidental la corriente de fondo ha condicionado ESTRATIORAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION. 27 la morfologia del sistema turbiditico de Willmington (Cleary et al., 1985). ‘Los sistemas turbiditicos presentan una disposicién discordante respecto a los depésitos infrayacentes con solapamiento expansivo en la parte distal del talud y biselamiento basal sobre el ascenso continental. Sue- len ademés, presentar superposicién de fases de erosién y sedimentacién como respuesta al desplazamiento de los centros deposicionales. La morfologia de los siste- ‘mas turbiditicos estd condicionada por el tipo de des- censo relativo del nivel de mar o la acomodacién en la plataforma. En una plataforma afectada por un descenso de tipo I no existe suficiente acomodacién y por lo tanto se produce el encajamiento de cafiones que canalizan sedimentos terrigenos hacia la base del talud durante las sucesivas fluctuaciones del nivel del mar. En esta situacién, en el ascenso continental, se desarrolla un apilamiento de complejos de canal-dique, alternando con depésitos hemipelagicos desarrollados durante los maximos eustiticos. Dependiendo de la estabilidad y morfologia del margen y aporte terrigeno, los canales- diques pueden evolucionar a abanicos submarinos. Si la plataforma es afectada por un descenso de tipo 2, con mayor subsidencia y espacio de acomoda- cién suficiente, es posible la sedimentacién en la plata- forma durante los minimos eustaticos relativos (Fig. 6) (Farrin y Maldonado, 1989). Esta sedimentacién mo- difica la morfologia preexistente y elimina los condi- cionamientos morfolégicos, que conducen al estable- cimiento de un solo sistema de drenaje coincidente con cl previamente establecido durante el anterior descen- so relativo. En esta situacién, la ubicacién de los depo- centros terrigenos sobre el talud varia de un descenso @ otro, y actia durante un lapso de tiempo més corto, que en una plataforma sometida a un descenso de tipo 1. Por tanto, los complejos canal-dique presentan una disposicién aleatoria en el espacio a lo largo del talud condicionando la morfologia general del sistema y no permitiendo por lo general la formacién de abanicos submarinos con Iébulos deposicionales. 41.2. Cortejo Progradante en Cuiia Los cortejos progradantes en cufia son una suce- sin de sistemas deposicionales regresivos acumulados A EROSION Equilibrio suz sutesu: E EROSION Poligenstica Tipo 2 i EROSION EL) Bao nivel det mar uperficie de Maxima Inundacién Fig. 6 Representacion esquemdtica de una plataforma afectada por un descenso de tipo 2, con subsidencia y acomodacién suficiente para la posible sedimentaciéa en plataforma durante minimos euséticos (De Farrén y Maldonado, 1989). Leyenda: Su, subsiden- cia; NM, nivel del mar, Fig. 6 Generalized cross-section of depositional units during eustaticlowstand across a shelf affected by type 2 unconformity, with ac- commodation space available for sedimentary fill (ftom Farrén y Maldonado, 1989). Legend: S , subsidence; NM, sea level. Rev, Soc.'Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) 218 B. ALONSO, M. FARRAN y A. MALDONADO en los cafiones y en el talud, al final de un rapido des- ccenso relativo del nivel del mar, cuando la linea de cos- ta se desplaza al talud superior. Estos complejos pro- gradan, bien sobre abanicos submarinos, bien sobre complejos canal-dique, 0 bien sobre el limite de la se- cuencia inferior (Posamentier y Vail, 1988). El limite inferior es un biselamiento basal sobre cualquiera de os mencionados depésitos, como consecuencia del ini- cio de su desarrollo a partir del momento en que la sub- sidencia supera a la velocidad del descenso eustatico del nivel del mar. Presentan una estructura agradacional y progradacional con solapamiento expansivo de las ter- minaciones de capas hacia tierra. Estos depésitos se acumulan en condiciones de alta tasa de sedimentacién, favorecidos por un ambiente de alta energia (corrientes y oleaje) sobre el talud superior que favorece la inestabilidad sedimentaria en los depo- centros someros, asi como la dispersién de estos depd- sitos a lo largo del borde de la plataforma por deriva litoral (Posamentier y Vail, 1988). En los perfiles de sismica de alta resolucién, se identifican grupos de reflectores con solapamiento ba- sal distal y solapamiento expansivo proximal que defi- nen cuerpos agradacionales con forma de cufia sobre la mayoria de taludes. Estos cuerpos se pueden corre- lacionar con dep6sitos de relleno de la parte préximal de los cafiones y valles que presentan una configura- Fig. 7-Corteo progradanteen cua (CPC) asociados a un cor- tejo de bajo nivel del mar y desarollado en la platafor- ma del Golfo de Caz Fig. 7. Lowstand wedge associated to @ lowstand systems tract evelopment on the Cédiz shelf edge. Rev, Soc. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) cin progradante regresiva. Otra consideracién a tener en cuenta, aceptada Ia hipétesis del origen submarino para algunos cafiones (Carter, 1988), es su no necesa- ria correlacién con un descenso de tipo 1. En este caso, se plantea la posible formacién de cufias progradantes en descensos del tipo 2. En el registro sismico de alta resolucién estas cu- ‘has aparecen restringidas al Ambito de las cabeceras de cafiones y su manifestacién mas extendida son los de- pésitos agradacionales, transgresivos desarrollados en la parte alta del talud, intercalados entre depésitos pro- gradacionales desarrollados en sucesivas fases de bajo nivel del mar (Fig. 7). 4.13 Cortejo de Borde de Plataforma. Se define como el conjunto de sistemas de depési to acumulados sobre la plataforma continental exter- na y el talud. Es el cortejo asociado al segmento més bajo de la curva de descenso relativo del nivel del mar de tipo 2. Su desarrollo tiene lugar desde el punto de inflexién de la curva de descenso eustatico hasta el m{- nimo eustatico. Su base esta constituida por el mite de la secuencia de tipo 2, y el techo esté representado por una superficie transgresiva que constituye la base de un cortejo transgresivo (Posamentier y Vail, 1988). Los cortejos de borde de plataforma difieren de los cortejos progradantes en cua en que los primeros se edifican sobre la plataforma media y externa, como consecuencia de un descenso relativo de tipo 2, y los segundos sobre el talud superior y en los cafiones exca- vados sobre la plataforma, como consecuencia de un descenso de tipo 1. Los cortejos de borde de plataforma se definen co- mo cuerpos regresivos de configuracién sigmoidal con tun gradual aumento de espesor de los topsets, debi- do al progresivo aumento de espacio de acomodacién a medida que el ascenso del nivel del mar progresa. Al alcanzarse la maxima velocidad de ascenso se desarro- Ian sistemas transgresivos sobre los anteriores (Posa- mentier y Vail, 1988) La configuracién sigmoidal es caracteristica de me- dios de baja energia (Brown y Fisher, 1980). Esta con- figuracién se observa en sismica de multicanal s6lo cuando existe la suficiente duracién de las condiciones que contribuyen al desarrollo de un depdsito de espe- sor superior a la resolucién del sistema empleado (ge- neralmente unas decenas de metros). En consecuencia, su desarrollo implica una baja tasa de sedimentacién ¥y por tanto un largo perfodo con acomodacién cons- tante, suficiente para que quede constancia en el regis- tro estratigrafico. Estas condiciones no se han dado en el Cuaternario debido a los frecuentes cambios climatico-eustaticos y en consecuencia no suelen estar representados en los perfiles de sismica de alta resolucién. En el Cuaternario, los descensos relativos de tipo 2.en zonas con suficiente aporte sedimentario se mani- fiestan por el desarrollo de depésitos deltaicos en la pla- ESTRATIGRAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION. Fig. & Depésitos de deltas de plataforma (DP) y deltas marginales (DM) en la plataforma Delta del Ebro (A) y en la plataforma del Golfo de Cadiz (B), en ambos casos correspondientes a un cortjo de borde de plataforma asociado al segmento mas bajo de la curva de descenso relativo del nivel del mar de tipo 2. Fig. &. Shelf deltas and shelf margin deltas deposits in (A) the Ebro delta shelf and (B) the Gulf of Cz shelf, These deposits are associa- ted to shelf margin systems tract related t0 Type 2 eusatic fll taforma media y externa, sobre limites de secuencia de tipo 2 (Fig. 6F) (Farran y Maldonado, 1989). Este tipo de depésitos est4 ampliamente representado en la ma- yoria de plataformas con influencia deltaica y suficiente acomodacién, durante los tltimos descensos eustaticos, tales como la plataforma continental de Texas y Loui- siana (Suter ef al., 1987), Plataforma Oeste de Africa (Mc Master ef al., 1970), Plataforma de Delta del Ebro (Fig. 8) (Parran y Maldonado, 1989), Plataforma del Golfo de Cadiz (Fig. 8B) (Checa, com. pers) y Plata forma sur de Barcelona (Fig. 8) Los cortejos del borde de la plataforma del Cua- Rev, Soc. Geol. Espaha, 2, (3-4) (1989) 280 . ALONSO, M. FARRAN y A. MALDONADO Fig, 9 Cortejo transgresivo (CT) del Llobregat y delta marginal correspondiente a cortejos de borde de plataforma y prodelta actual de! Llobregat asociado al cortejo de alto nivel del mar (CAN), Nétese que la presencia de gas ( # # )inhibe la identificacion de los reflectores en el prodelia. Leyenda: M, n plo; PL, Plioceno; P, Pleistoveno (Modificads de Checa aly 1989, Fig. 9- Highstand systems tract (actual prodelta) cransressve systems tract and shelf margin systems tract in the Liobregat Delta seit “The lack of reflectors in prodelta area is due to the prosence of gas ( # # )in the sediments. Legend: M, multiple; PL, Pliocene; P, Pleistocene (Modified from Ceca etal, 1989), ternario, se encuentran apilados generalmente sobre cor- tejos del mismo tipo acumulados en la parte externa de la plataforma en anteriores descensos. Esta disposi- cién es debida al escaso desarrollo de los cortejos de alto nivel del mar, los cuales estan restringidos en la par- te més interna de la plataforma, sin alcanzar la plata- forma media-externa donde se desarrollan los cortejos de borde de plataforma, Los cortejos de borde de plataforma presentan cli- noformas oblicuo-tangenciales u oblicuo-paralelas y se desarrollan en dos fases, en funcién de su localizacién, fisiografica: fase de delta de plataforma y fase de delta marginal (Lehner, 1969). En la primera fase, el delta pro- grada sobre la plataforma media y/o externa, y en la segunda sobre el talud superior. En la primera fase, el desarrollo es similar a la mayoria de deltas actuales, ca~ racterizados sismicamente por clinoformas de bajo an- gulo (Prior y Coleman, 1978). Estas clinoformas pre- sentan un aumento de inclinacién progresivo hacia el talud. Mougenot y colaboradores (1983) muestran en la plataforma cantébrica espafola clinoformas desarro- adas en el Mioceno superior por basculamiento tec- tOnico de la plataforma. Estos depésitos, que estén co- nectados con antiguos cursos fluviales erosionados du- rante los descensos, pueden ser interpretados como del- tas marginales (Suter y Berryhill, 1985). Los depésitos de delta de plataforma tiene un es- pesor limitado a la profundidad de acomodacién du- rante su desarrollo. Por ejemplo, en las plataformas del Missisippi Suter y Berryhill, 1985), en el Delta del Ebro (Farran y Maldonado, 1989), en el Golfo de Valen Rev, Soe. Geol. Expara, 2, (3-4) (1989) (Diaz del Rio et al., 1986) y en el Golfo de Cadiz, estos depésitos presentan espesores entre 20 y 50 metros. La apariencia sismica de estos depSsitos esta condiciona- da en gran medida por la resolucién del sistema sismi- co. En registros de sismica de multicanal de la plata- forma del Ebro aparece una sucesidn de reflectores ho- rizontales y paralelos, en el techo del Cuaternario, que constituyen el techo de la Unidad Arenas del Ebro de configuracién sigmoidal (Fig. 10) (Stoeckinger, 1976; ‘Watson, 1982). Sin embargo, en perfiles sismicos de alta resolu- cién esta unidad del Cuaternario presenta un apilamien- to de deltas de plataforma separados por superficies transgresivas desarrolladas sobre estos (Fig. 8A). Estas superficies aparecen progresivamente hacia la platafor- ma interna fosilizadas por cortejos transgresivos, y en la parte externa estén afectadas por superficies de erosién de tipo 2 que afectan igualmente a los cortejos trans- gresivos (Fig. 6C). Estas superficies de erosidn o limi- tes de secuencia de tipo 2, son las que probablemente constituyen en los perfiles de sismica de multicanal los reflectores horizontales, que podirian ser interpretados como ropsets de una tinica secuencia. 4.2- Cortejo Transgresivo. El cortejo transgresivo es el conjunto de parase- ccuencias retrogradacionales desarrolladas durante un as- censo relativo del nivel del mar. La base es una super ficie transgresiva desarrollada sobre el techo de corte- jos de borde de plataforma o de bajo nivel. El techo Fig. 10. Diferencias de configuracién de ls refletores al aplcar In metodotogia sfsmica de ba Fig. 10. ESTRATIGRAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION. 281 alta resolucién: A) aparente configira- cin sigmoidal det registro sismico de multicanal ena plataforma del Delta Ebro (De Watson, 1982); notese la sucesion de reflecto- res horizontaes yparalelos en el techo del Cuaternario, que constituyen el techo de la unidad de Arenas del Ebro (ES), de configu racién sigmoidal; y B) predominio de configuraciones oblicuo-angenciales en el registro de alta resoluciGn de la plataforma del Delta del Ebro, que representan distintos deltas separados por dicontinuidades (Farrin y Maldonado, 1989). ‘Comparation between reflector configurations in (A) multichannel (Watson, 1982) and (B) sparkerseismie profiles of the Ebro Delta shelf. The flat-parallel reflectors ofthe sigmoidal configuration in the multichannel profile correspond to the Ebro Sands unit that appears as unconformity surfaces bounding oblique-angental reflectors in the high resolution profiles (From Farran y Maldonado, 1989). Rex. Soc. Geol Expat, 2, (3-4) (1989) 282 1 ALONSO, M. FARRAN y A. MALDONADO Fig. 11 A) Cortejos transgtesivos (CT) desarollados durante un ascenso relativo del nivel del mar en la plataform continental det Ebro (De Facrin y Maldonado, 1989) y (BC) faces ltorlestrangresivas al norte dela plataforma de Barcelona (De Diaz y Maldonado, 1989) y en la plataforma del Gerona. Leyenda: M, miltiple 1 5 level rise inthe Ebro continental shelf (from Farrén y Maldonado, 1989), Fig, I-A) Teansgressive systems tract developed duri ‘and (BC) transgressive coastal facies noth of Barcelona (from Diaz y Maldonado, 1988) and in Gerone continental shelf, Legend: M, multiple. lo constituye la superficie de biselamiento basal de los reflectores de cortejo de alto nivel del mar. Esta su- perficie, denominada superficie de maxima inundacién, representa el trdnsito vertical brusco de parasecuencias retrogradacionales a progradacionales. Las parasecuen- cias, que constituyen el cortejo transgresivo, presentan una configuraci6n paralela, de bajo angulo, que termi ran hacia tierra en un solapamiento expansivo y hacia ‘mar en una truncacién aparente (Van Wagoner ef al., 1988). Rev. Soe. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) La denominada superficie transgresiva es en reali- dad una superficie de origen mixto, por cuanto en su desarrollo han intervenido varios procesos. En princi- pio, la transgresién se produce sobre la superficie de erosién correspondiente a un descenso relativo del ni vel del mar. Sin embargo, los procesos litorales permi ten una sucesion de eventos deposicionales y erosivos antes del trénsito al ambiente deposicional netamente de plataforma, donde se inicia el desarrollo de los re- flectores agradacionales con solapamiento expansivo so- ESTRATIGRAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION, 283 Figura 11: Continuacion bre una superficie erosiva irregular (Nummedal y Swift, 1987; Kraft ef al, 1987). La truncacién aparente, que aparece en la parte distal de los reflectores debida a la, retrogradacién de los depocentros, corresponde en rea- lidad a una seccién condensada, formada por depési- tos marinos originados por suspensiones de baja den- sidad (Loutit et al., 1988). La distribucién superficial de los cortejos trans- aresivos depende del tipo de descenso (tipo 1 0 tipo 2) previo a la transgresién, En una secuencia del tipo 1, Jos depésitos aléctonos (Nittrouer y Swift, 1989) tien- den a concentrarse en los valles excavados en Ia plata- forma, mientras que en el tipo 2 su dispersién superfi- cial puede ser mayor dando lugar a depésitos mas del- gados (Van Wagoner y Vail, 1988). En el registro sismico del Cuaternario, Ios corte- jos transgresivos estén en general, represeritados por fa- cies litorales poco desarrolladas (Fig. 11). Estas facies tienen escaso espesor y en muchos casos con distribu- cién en mosaico, relacionada con pulsos en Ia veloci- dad de ascenso del nivel del mar y/o con periodos de mayor aporte sedimentario durante la transgresién (Nit- trouer y Swift, 1989). Los depésitos transgresivos apa- recen sobre la superficie de las actuales plataformas co- ‘mo facies relictas litorales, que se acumulan sobre su- perficies de erosi6n, con espesores variables, compren- didos entre 0 y 10 m (Swift ef al., 1972; Pilkey et al, 1981). Son frecuentes los cambios laterales de facies en respuesta a la gran variedad de ambientes de depésito transgresivos, tales como: islas barrera, dorsales de are- na, estuario, lagoon y relleno de canal, arrecifes y fa- cies asociadas (Van Handel y Lianos, 1984; Berryhill y Suter, 1987; Nummedal y Swift, 1987; Pars y Yoo, 1988). También, es posible el desarrollo de configura ciones progradacionales en situaciones de alta tasa de sedimentacién y ascenso lento del nivel del mar (Cu- rray, 1964). Los episodios transgresivos quedan regis- trados en ambientes de talud y ascenso continental por el desarrollo de facies hemipelagicas que forman un re- cubrimiento relativamente continuo con reflectores pa- ralelos entre si. 43-Cortejo de alto Nivel del Mar. Es el cortejo de parasecuencias desarrolladas en- tre las dos inflexiones de la curva, entre un ascenso y un descenso relativos del nivel del mar. Su base corres- ponde a una superficie de biselamiento basal o a una seccién condensada. El techo de este cortejo esta aso- ciado a superficies de discontinuidad de tipo 1 0 tipo Rex. Soc. Geol Espana, 2, (3-4) (1989) 284 B, ALONSO, M. FARRAN y A. MALDONADO Fig. 12- Distribucion de ios tipos de sistemas de cortejo sedimen: tarios en un margen continental en relacién con Ia ve Tocidad de subsidencia, velocidad de cambio del nivet del mar y el tiempo. Leyenda: SC, seccin condensada; CBN, cortejo de bajo nivel; CAN, cortejo de alto ni vl, CPC, complejo progradante en cua; CT, corteio transgresivo; CBP, corieo de borde de plateforma de bajo nivel; SMI, superficie de maxima inundaci6n; DP, Gelta de plataforma; DM, delta marginal. 1, disconti- ‘uidad de tipo l; 2, discontinuidad de tipo 2. A, ascen- 50, D, descenso, Fig. 12- Distribution of sysems tract in the continental margin inrelation with the rate of subsidence and sea level fluc- ‘uation as function of time. Legend: SC, condensed sec- tion; CBN, lowstand systems tract; CAN, high systems tract; CPC, lowstand wedge; CT, transgressive systems tract; CBP, shelf margin systems tract, SMI, marine- flooding surface; DR, shelf delta; DM, sheff marigdel- ta. 1, type I unconformity; 2, type 2 unconformity. A, rise; D, fall Rex, Soc. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) 2. Estos cortejos presentan un amplio desarrollo de las facies progradacionales en consonancia con el nuevo perfil de equilibrio aleanzado (Posamentier y Vail, 1988). En condiciones de aporte suficiente se desarrollan deltas. Estos depésitos pueden llegar a progradar so- bre el talud en funcién de la duracién del periodo de alto nivel del mar, condiciones hidrodindmicas y aporte sedimentario, como el caso del actual Delta del Missisippi (Stuart y Caughey, 1977; Penland ef al., 1988). En algunas plataformas, esta progradacién se produce sobre la cabecera de cafiones submarinos que surcan la plataforma, en esta situacién son frecuentes los deslizamientos submarings que dan origen a corrien- tes de turbidez y a un desarrollo continuado de abani- cos submarinos durante todos los segmentos de la cur- va eustitica, Este es el caso de los abanicos del Congo y Magdalena que contintian recibiendo corrientes de turbidez y deslizamientos en masa debido a la préxi- midad de la cabecera de cafiones submarinos a los ac- tuales depocentros deltaicos de la plataforma (Shanmu- gan et al., 1985). En otros casos, la combinacién de fac- tores tecténicos y oceanograficos permite el transporte de importantes volimenes de sedimento al fondo de la cuenca (Field y Edwards, 1980). En sismica de alta resolucién los depésitos de pa- rasecuencias de maximo eusttico estn representados por facies prodeltaicas y litorales de mayor o menor de- sarrollo, basicamente de edad holocena (Fig. 9). Estos depésitos, restringidos a la plataforma interna, presen- tan acufiamiento interno de los reflectores subparale- los a la superficie de deposicién. En las zonas con ma- yor tasa de sedimentacién son frecuentes las facies opa- ‘cas originadas por la presencia de gas. También son fre- ccuentes en los prodeltas formados por sedimentos limo- arcillosos los fenémenos de inestabilidad sedimentaria, que dan lugar a una configuracién almohadillada en al frente de progradacién (Fig. 9). 5. DISCUSION Y CONCLUSIONES 5.1. Consideraciones sobre la sismica de alta resolucién Las caracteristicas actisticas de los pertiles de sis- mica de reflexién de alta resolucién permiten general- mente una correlacién precisa entre las facies sismicas y los depésitos atribuibles a ambientes concretos (Got et al., 1987). Ello es debido a la escasa distorsién de las propiedades geométricas de los estratos y a st res- puesta en términos de impedancia aciistica que suele corresponder a litologias especificas. La alta resolucion facilita ademds el reconocimiento de cambios laterales y verticales de facies sedimentarias, asi como de varios tipos de discontinuidades que pueden o no ser limites de secuencia (Figs. 8, 9, 11) as limitaciones mas importantes de este sistema estén en su capacidad de penetracién y, cuando se tra- baja con sistemas analdgicos, en la presencia de mili ESTRATIGRAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION, 285 ples, La identificacién de depésitos en zonas de poca profundidad queda restringida por la existencia de muil- tiplos acisticos, aunque los cortejos del Pleistoceno son identificables en sus facies més distales (Fig. 9). Estas caracteristicas impiden la identificacidn de secuencias de depésito mas antiguas en los perfiles sismicos de al- ta resolucién, y es por este motivo que la mayoria de autores aplican la metodologia de sismica de multica- nal para el andlisis de cuencas. El andlisis estratigréfico a partir de la sismica de alta resolucién consiste fundamentalmente en la carto- grafia de algunos reflectores singulares que suelen co- rreponder a los de mayor impedancia aciistica y de ex- tensién mas 0 menos regional a nivel del drea de estu- dio, y en la identificacién e interpretacién de las facies aciisticas y sistemas de depésito delimitados por estos reflectores (Alla e¢ al,, 1972; Got et al., 1987). En con- traste, el método de sismica de multicanal, al tener me- nor resolucién, filtra informacién a nivel de secuencias de depésito y facies sedimentarias, pero pone en evi- dencia discontinuidades de cardcter mas regional lo que facilita la identificacién de grandes unidades de depé- sito del margen continental y su correlacién con even- tos globales. 5.2. Factores que controlan el desarrollo de secuencias deposicionales durante el Cuaternario. El desarrollo de las secuencias deposicionales en maérgenes continentales es el resultado de la interaccién de varios factores: tecténica, subsidencia, fisiografia, aporte sedimentario, condiciones hidrodinémicas, cli- ma y oscilaciones relativas del nivel del mar (Burk y Drake, 1974). De estos factores, el clima y las oscila- cciones del nivel del mar relacionadas con éste, han ju gado un papel predominante en el desarrollo del regis- tro sedimentario del Cuaternario (Maldonado y Stan- ley, 1976; Nelson y Maldonado, 1988). La importancia de estos factores esta relacionada con las oscilaciones eustéticas de alta frecuencia carac- teristicas del Cuaternario, que tienen émbito global mientras que la tecténica, fisiografia, subsidencia y aporte sedimentario sélo modifican los anteriores a ni- vel de cuenca 0 de ambiente deposicional. La interac- ci6n entre estos factores queda registrada en las dife- rencias que presentan las secuencias deposicionales del Cuaternario en los distintos mérgenes continentales. Durante el Cuaternario, existe ademas una mayor sincronia entre las oscilaciones del nivel del mar y el aporte sedimentario debido al origen climético de am- bas variaciones. Ast, existe un paralelismo entre perio- dos de mayor carga sélida de los rios y determinados segmentos de la curva glacio-eustética del Cuaternario (Nelson y Kulm, 1973; Vail et al., 1977). Esto condicio- na el volumen relativo de los distintos cortejos sedimen- tarios, tal como se manifiesta por las diferencias entre los delgados espesores de los cortejos transgresivos de alto nivel del mar y los potentes espesores de los corte- jos de bajo nivel del mar (Fig. 12) (Coleman Roberts, 1988; Farrdn y Maldonado, 1989; Alonso ef al., 1989; Berryhill y Suter, 1987). La preservaci6n del registro sedimentario en mér- genes progradantes, con suficiente aporte sedimenta- rio estd condicionada por la fisiografia, tecténica y cam- bios relativos del nivel del mar (Stow, 1985). Por ejem- plo, la subsidencia continuada, debido al ajuste isosté- tico del sedimento acumulado, favorece el apilamiento de depésitos progradacionales en médrgenes continen- tales, tales como los del Ebro y Rédano (Maldonado, 1985). En contraste, los margenes abruptos e interme- dios (Stanley e¢ al., 1976), con escasa subsidencia, no pueden presentar importantes espesores de sedimento en la plataforma, al estar sometidos a erosiOn durante los descensos del nivel del mar. Ejemplos de esta evo- lucién son, el margen cantébrico (Mougenot et a 1983) y algunos sectores del margen catalan septentrio- nal (Serra et al., 1979; Mediaidea, Maldonado et al, 1989). En consecuencia, las diferencias entre la sub- sidencia y las caracteristicas de los distintos tipos de mérgenes, condicionan la acomodacién y por tanto, el tipo de descenso del nivel relativo del mar segtin la definicién de Vail (1987). El descenso de tipo 2 es pre- dominante en mérgenes progradantes (Farrén y Mal- donado, 1989) y el descenso de tipo 1 se da preferente- ‘mente en mérgenes abruptos ¢ intermedios. 5.3 La influencia de la frecuencia de los eventos que controlan Jos cambios del nivel del mar. Las variaciones globales del nivel del mar presen- tan varias escalas temporales y Srdenes de magnitud de variacién absoluta del nivel del mar (Vail e¢ a/., 1977), Estos ciclos registran eventos geotecténicos y climéti- cos que pueden tener escala global o a nivel dela cuen- ca. Vail y colaboradores (1977) establecen tres érdenes de magnitudes de ciclos globales de cambios relativos del nivel del mar: primer orden (200-300 m.a), segun do orden (10-80 m.a) y tercer orden (10 m.a). Los ult ‘mos son solo identificables a nivel de afloramiento, son- deo y registros de sismica de alta resolucién (Vail ef al., 1977), Sdlo los cambios glacio-eustaticos son lo sufi- cientemente breves y de amplia magnitud para dar lu- gar a ciclos de tercer orden y a algunos de segundo or- den (Coleman y Roberts, 1988) Estos eventos glacio-eustaticos de alta frecuencia han sido relacionados con variaciones de la drbita te- rrestre (Hay ef al., 1976; Pisias y Shackleton, 1984) pro- ducidos por la combinacién de varios pardmetros (ex- centricidad, inclinacién, precesién) que fluctéan con distinta frecuencia. El resultado de la combinacién de estos Factores es una secuencia de variaciones del nivel del mar durante el Cuaternario, no establecida atin con precision pero cuya evolucién puede ser préxima a'las curvas de variacién de5"O establecidas a nivel global (Shackleton y Opdyke, 1973; Trainor y William, 1987). Los estudios realizados en el Cuaternario superior in- dican que los descensos se producen a mayor velocidad que los ascensos por lo que las pulsaciones de mayor frecuencia en el registro estratigrafico pueden ser en- Rex. Soe. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) 286 , ALONSO, ML FARRAN y A. MALDONADO ‘mascaradas durante los descensos (Coleman y Roberts, 1988). Los ciclos globales del nivel del mar de segundo orden han sido tomados frecuentemente como referen- cia para el establecimiento de la estratigrafia sismica, entendida como un método para el andlisis de cuencas. Estos ciclos se interpretan en los pertiles s{smicos de ‘multicanal a partir de desplazamientos de solapamien- tos expansivos costeros hacia el centro de la cuenca, co- ‘mo consecuencia de descensos del nivel del mat. Los ciclos de segundo orden (baja frecuencia) estén relacio- nados con eventos tecténicos y en algtin caso climati- cos, mientras que los ciclos de tercer orden (de alta fre- cuencia) estin fundamentalmente relacionados con eventos climéticos, que conlleva una interelacién entre la variacién del nivel del mar y el aporte sedimentario. Las secuencias deposicionales de tipo 1 correspondien- tes a estos ciclos se caracterizan por una sucesién de reflectores con solapamiento expansivo hacia tierra co- rrespondientes a cortejos de sistemas turbiiticos progradantes ‘en cufia de bajo nivel del mar, transgresivos y de alto nivel del mar, situados en el ascenso, talud y plataforma conti- nental, los dos tiltimos respectivamente. En las secuen- as de tipo 2, el solapamiento expansivo esta consti- tuido por las terminaciones hacia tierra de los cortejos, de borde de plataforma, transgresivo y alto nivel del mar respectivamente. ‘Asi en ambos casos, la base de las secuencias de- posicionales esta constituida por reflectores con solapa ‘miento expansivo. Esto sugiere una escasa variacién en el aporte sedimentario, o una duracién del periodo de ascenso del mar suficiente para la acumulacién de es- pesores de sedimentos superiores al limite de resolucién del sistema de multicanal. A su vez, para el desarrollo de cortejos de alto nivel del mar es necesario la sufi- ciente duracién del periodo de alto nivel del mar para que el efecto continuo de la subsidencia dé lugar a la configuracion sigmoidal caracteristica de este tipo de cortejo (Fig. 10). En contraste a este conjunto de caracteristicas ob- servadas en los perfiles de multicanal, las secuencias del Cuaternario registradas en los perfiles de alta reso- luci6n raramente presentan en la base solapamientos expansivos, excepto en la base del talud, donde apare- cen asociados a sistemas turbiditicos. El solapamiento expansivo costero aparece relacionado bien con el cor- tejo progradante en cufia desarrollado en el borde de la plataforma o bien de forma local con algunos depé- sitos dispersos y poco potentes, que constituirfan el cor- tejo transgresivo. La relativa ausencia de solapamien- tos expansivos en el registro sismico de alta resolucién esta asociada a los constantes cambios en el aporte se- dimentario durante el ascenso de! nivel del mar, asi co- mo a Jos pulsos climéticos de mayor frecuencia y a fe- némenos de erosién costera, El desarrollo de solapa- mientos expansivos en un cortejo de alto nivel del mar solo podria darse con alta subsidencia o bien con sufi- ciente tiempo, siempre con una tasa de sedimentacién baja con predominio de procesos agradacionales sobre los progradacionales. Rex, Soe. Geol. Espana, 2, (3-4) (1989) Las secuencias potentes del Cuaternario en mér- ‘genes terrigenos progradantes estan caracterizadas en la plataforma continental por predominio de las con- figuraciones progradantes, con solapamiento basal y truncacién erosional o biselamiento en el techo. Los so- Iapamientos basales se desarrollan sobre cortejos trans- _gresivos (poco potentes) y de alto nivel del mar o sobre superficies transgresivas. Dichas superficies transgresi- vvas se han desarrollado sobre cortejos de bajo nivel del mar. En el talud superior alternan los biselamientos ba- sales con disposiciones concordantes, las cuales se ha- cen predominantes hacia las zonas distales, donde pue- den encontrarse solapamientos expansivos correspon- dientes a sistemas turbiditicos. ‘Asi, en zonas de influencia deltaica y con acomo- dacién suficiente, la configuracién de las teflexiones en perfiles sismicos de multicanal es predominantemente sigmoidal, mientras que en los de alta resolucién pre- dominan las configuraciones tangenciales y oblicuo- tangenciales (Fig. 10). La diferente geometria entre los dos métodos sismicos (alta y baja resolucién) esta rela: cionada con la acomodacién y la frecuencia de los ci clos de variacién del nivel relativo del mar. Para que un descenso del nivel del mar quede re- gistrado en forma de depésito es necesario la creacién de un espacio entre descensos sucesivos. Por tanto, de- be de existir una subsidencia que permita la acomoda- cin en un tiempo relativamente breve (Watts, 1982). Las limitaciones reales de la subsidencia, no permiten grandes espesores en las secuencias deposicionales sobre la plataforma continental (Aloisi, 1986; Farran y Mal- donado, 1989). Los espesores de las secuencias deposi- cionales se encuentran en consecuencia préximos 0 por debajo del limite de resolucién de la sismica de multi- canal. La superposicién de limites paralelos de secuen- cias da lugar a la aparente configuracién sigmoidal ob- servada en estos perfiles mientras que en los pertiles de alta resolucién los depésitos de deltas de platafor- ‘ma y marginales quedan representados por la configu- racién predominantemente tangencial de los reflecto- res (Fig.10). Por tanto, el cortejo de alto nivel del mar, definido a partir de sismica de multicanal se atribuye, al aplicar la metodologie de alta resolucién, como un. apilamiento de secuencias constitufdas fundamental- mente por depésitos desarrollados durante minimos eustaticos y fases de descenso del nivel del mar (Farrén y Maldonado, 1989). El estudio de las secuencias deposicionales a partir de perfiles de alta resolucién, pone en evidencia ade. mas una serie de caracteristicas en los depdsitos que di- fieren de los modelos establecidos a partir de la inter- pretacién de la sismica de multicanal. La sfsmica de alta resoluci6n permite identificar ciclos de variacién del ni- vel del mar de alta frecuencia que de otra manera no pueden ser reconocidos en perfiles de multicanal por Ja falta del poder de resoluci6n del sistema y de la su- perposicién de reflectores y pueden ser interpretados como un tinico ciclo de mayor duracién. La definicién de ciclos de cambios del nivel del mar y la estratigrafia sismica asociada a partir de perfiles de sismica de mul- ESTRATIGRAFIA SISMICA DE ALTA RESOLUCION 287 ticanal debe ser considerada con gran cuidado, en fun- cidn del poder de resolucién del sistema, en gran parte ligado ala banda de frecuencias utilizada y escala ver- tical, por la posible existencia de cicios de alta frecuen- cia por debajo del limite de resolucién de los registros, que pueden dar lugar a interpretaciones parciales. La comprobacién de estos ciclos en sondeos, afloramien- tos y perfiles de sismica de alta resolucién pueden con- dicionar el replanteamiento de los procesos que han controlado el desarrollo de un margen continental y de la correlacion precisa de los depésitos con los ciclos de cambio relativo del nivel del mar. BIBLIOGRAFIA. AllaG., Dessolin.D., Leenhardt©. y Pierrot. 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