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\MODERNIDADES COLONIALES: ‘OTROS PASADOS, HISTORIAS PRESENTES // Saurabh Dube, Ishita Banerjee Dube y Walter D. Mignolo coordinadores i (CENTRO DE ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA EL COLEGIO DE MEXICO toe : Ie : Us 309 qaa9 Modernidadescoloniles:ottor pasado, historias presents / Saurabh Due, lshita Banerjee Dube y Walter D. Mignolo coordinadores, Mésica + El Colegio de México, Centro de Estdioe de Asay Africa 2004 306 p. 21 em ISBN 968-12-1133-2 1, Hiern idence. Dube, Saurabh, coord. II: Dube, Ishita Banerjee, coord TL Mignolo Waler D, coord ial Siglo «2. Postmodernism 3. Oriente y Oc Portada de Irma Eugenia Ala Valencia Primera edicién, 2004 D.R.© El Colegio de México, AC. ‘Camino al Ajusco 20, Pedrogal de Sant Tress 10740 Mexico, DE. srocolmer x ISBN 968-12-11332 Inmpreso en México oaypoqoa KM 205658 CONTENIDO. Prélogo Introduccién. Cuestiones acerca de las modernidades colonials, Seurthh Dube Lectura de un silencio: el “indio® en la era dl zapatismo, Josefina Saldaia-Portillo Entre la antropologa y la historia: Manuel Gamio ‘yl moderidad antropolégca mexicana (1916-1935), Guillermo Zermefio Espucios encaneados y lugares moderns, Sauntbh Dube Geografias posmodernas, ‘Madi Dubey Oriencalismo, antiorientalismo, relaivisme, Rubin Chuagui Dominacién imprecisa: el Estado colonial y sus contradieciones ‘Sudipta Sen Henry S. Maine: historia y antigtiedad en el derecho, André Lira Sistema-mundo y “tansmodernidad", Enrique Dusel Capitalismo y geopoltica del conocimiento, Waker D. Mignalo urocentrismo, saberes modernos y natualizacién del orden global dl capital, Edgar Lander Ciencias sociales, violencia epistémica y el problema de la “invencién del oto", Sensiago Castro-Gémex a) 9 B 9 ” 9 ns 5 165, 13 201 27 261 287 PROLOGO* El problema con las conferencias es que se multiplican ficilmente y se perpetan sin cera, Los talleres engendran auevas reuniones, Las con- venciones invocan nuevos seminaros. A veces son de cert uilidad o va- lor, pero es igualmente frecuente que no lo sean. En cualquier caso, los ‘espacios de trabajo de los académicos y los eruditos son poco efetivos ‘cuando el fin de un encuentro se convierte en el medio para faciliar nuc- Ante el inquietante fantasma de un ritual que simplemente intro- duce una nueva ceremonia, tieubeamos bastante antes de decidir —Ie- hhiea y Saurabb— organizar un eller sobre las historias y las modeeni- daces, el cual finalmente dio pie «los textos incluidos en el presente volumen. Otrarazén que inspiraba nuestra duda se debiaa una dificul- tad de naturaleea puramente préctica. En el Centro de Estudios de * Tnduesin de A Ba. "Bae vlumen el aad en lll “Intrecting Hire and Other Moderi- tics que seer cabo en Bl Colegio de México en junio del ao 200. Tao eer ‘como presente volumen deen se vss comeenpere que pcan mess ‘labia, Losers eran agadece sql parclaments Andis Lira Conse Benjamin Pecido,Edgndo Lander Divid Lorenzen, Par Camacho, Anglia Varga, [ra Gonler Varela vdeo que putiparon ene ler ineajend squire ys ponencarepraeacia no ein repraenaafrmalnente en exe amen, Tambien ‘econocemas con grind el impornte apoyo nticuconal que nos propecionaron Cento de Eudis de Asay Aaya Cotiaaign de Evento spel de El Cae de Mexico. Las iniciones is els pertnecen ls invadas extanjets propor "Sonron los cuss nance para puga ls belts de vie ent l,l (Cos ‘jo Latinoamericano de Ciendar Sociale) las univendades de Duke, Brow Syracue. Hl deerpet de Lair Carballo como inveigadoraadjunta a sido sea plus Finalmente, e dill encontrar palabras par expreae nian gain’ Bape Hera, exaodinaiaeditra Lo mimo queen pad x abajo hao ico, = rota ve Ineralmente ha alvado ete proyecto de sucambi bao el peso deus des (esestsy ots impress. Como hem dicho sty on oto cane secon. ‘alos editors prec conn pate de tpl andes genset ene ello. ~ muy entusarta que nos permitié cecbiry alojaea los pavicipances,y también obtavimos las facildads insttucionalesapropiadas para llevar a cabo el taller. Sin embargo, dispontamos de escasos recursos financie~ tos para transportar a fs partcipantes ala Ciudad de México, lo cual sélo podia slucionarse mediante el apoyo externo, wn proceso largo ¢ Finalmente nos sobrepusimos ala indecisin ya la inguietad y de- cidimor que aller no desmereta nuestro exfuereoe, que vals la pe- tna realizar el encuentro y organiza el alee. Nuestro impulso y entu- siasmo nos llev6 a tomar dos determinaciones claras. Por una parce, hhablamos notado que apenas exista ddlogo entre los eruditosltino- americanos y los estudiantes de Asia y Africa, sobre todo teniendo en ‘auenta que nos encontrabamos en un centeo de estudios sobre Asia y ‘Afsica en México. Esto cra particularmente evidente ala hora de discu- tir ls cuestiones eruialsy los puntos convergentes de la colon y la ‘odernidad, ls tcori la histori. Si bien se daban muchas convers- cones relevantes pero individuales entre cierto eruditos, hacia fat le- vara cabo un intercambio sistemético dentro de un fro estructurado, (Como cabia expera, Asia y Africa eran vistas como tiertas muy temo- tas, Latinoamézca se estaba volviendo demasiado insular. Por todo e= to, nos parecié que el verano de afi 2000 era un buen momento para solucionar este problema y entablar una conversacién dentro de fron- {eras aparentemente bien enmarcadas: El Colegio de México en Amé- rica Latina? or ora pare, la conferenca sobre “Genesogia cruzadasy formas de conocimiento subalternas, que tuvo lugar en fa Universidad de Du- leea fines de 1998, ns revels ls psibildades concrete gran poten- dial de este tipo de diflogo Se etaba de a quinesreunign dl Grupo de Estudios Subslteros Latinoamercanos, la cal asisticron varios endi- tos involucrados en este proyecto. La uni, que pretendla servi como tuna plataforma para data conocer la revista Nepenla, se comvetié en un “aller incernacional interdisiplinario". Para nosotros, estos modelos “paalloe eran lor atcbutos entzlazados de un encuentro que se carac- 2 Exo se di sobre adoa quel dpc en qe organza cl le foe mo me orl misma en qo esta conateranl pont El Colegio de México par format pte del Clas, tambidn bao apres de a mporancia del dilogo Sut Sue rmovogo I tering por la intensidad de ls ideas y la energla del debate, las idles y las metas que en otro espacio, nuestra tera, valial pena promover? En tdrminos generale, invitamos a erudite selectos radicados fuera dde México —an par de ellos provenian de Sudaméricay los dems ea- bajaban en Norteameérica— a paricipar en el aler (nos habria gustado invitar a muchos otros, peo pedir asistr a un encuentro sin propor- cionarles fondos para cl viaje oda haber parecido algo no solamente poco cortés sino también bastante herético). La respuesta fue abrumado- ra, También les pedimos a eruditos de la Ciudad de México y académi- cosde El Colegio de México que presentaran ponenciasy presdiean as sesiones, Su respuesta nos alent6 ain més. Un seminario que se sostiene Fandamentalmente en la fuerza de una idea, la energa de una propuesta y¢l entusiasmo de los participants es como wn suefio hecho realidad, El ealler se lleva cabo del 26 al 27 de junio de ago 2000 en El Co- legio de México. Asisceron historiadores, antropélogos,filésofos, socid- logos y eruditos en literatura y cultura, que habian realizado extudiosso- bre distintos dmbieos del “Sur global” —América Latina el sur de Asia, el sur de Estados Unidos y el este de Asia Con ponencias en inglés y en espaol, a reunién fue verdaderamente memorable: los debates Fue- ron duras pero no descorteses as discusionesintensts pero amistosas. Hubo gran dspendio de delberaciones —incluso a la hora del café, la sobremesay las comidas. Que nosotros sepamos (regresando a nuestros temores nical), aller no ha generado otras conferencias con el sim~ ple propésito de suscitar nuevas reuniones, En cambio, ha dado a luz ‘nuevas amistades, ha cukivado conversaciones y ha producido trabajos realzados en conjunto,ente ellos el present libro. Vas, ahora nos oct~ paremas justamente de las conjunciones eruciales que se dan entre las Fundaciones de la colonia y ls formaciones dela madernidad. ‘SauRABit DUBE Istrra BaNERjee DUBE 2 WalerD. Migolo,“Incedscsin: Frm cos geealage and saber know: ledge Nepal, Nepal Views om South 1 pp 1-2 “Ades de ls atores dels ensyoseomprendidosen ee vlumen lle con ‘6 canis prescla y paripacin de Lorenzo Meyer, rsmed Mia y Hao Zemelan, ‘ys ponent no pier er inchias ag, Joscia Sada Polo nope sisi ‘al, pro rave bondad de mandarnr su eso, INTRODUCCION. CUESTIONES ACERCA DE LAS MODERNIDADES COLONIALES* Saurabh Dube En ls ilkimos vente afos diversas perspectva rtcas han cuetionade el papel de Occidente como e centro de a historia, la modernidad y el destino." En el contexto del presente volumen bastaré tes ejemplos; sin ‘embargo, cabe hacer una aclaracin: as posiciones analitieaspresentadas ‘onstituyen una serie de orientacionesteéricas que coinciden en varios puntos la razén por a cual ls presentamos por separado es fundamen- talmente heurstica? En primer lugar, en afos recientes las concepciones univocas dela histo- ‘ia universal han sido vehementemente desfiada bajo los téeminos de la ‘modernidad. Se trata de explocaciones imaginarias de pasados bien defi- rides que fieron claborados denteo (y como partes consticutivas) de grandes matcces de poder enlazadas entre si. En breve, ales énfasis han cuestionade los imperatvos del progreso histéricoy lx naturalea del at- ‘Tdi de A Bact " Aligual que ear "Itenctng Hirer and Otber Moder desi en el logo, niece to dean eas conju, Sn embargo slo une de or ‘toes responsable de traci, misma gue quire expen au apadecininto 4 Egan Lander ite Banesee De Walter Mignlo por suvaloa ayudh * Esa evenaciones tras an sido express de diversas manera, yconiayen sun ename capa oll lr ota queen daa sl algunos jpn repe senior decd nade eas rendenci cys importa panes ens incuies eh crewmen crcl 3) 14 suum pune chivo académico, los cuales estén estrechamente vinculados con repre sentaciones enaltecedoras de una Europa reificada En segundo lugar, hasta poco antes de nuestra época, los disefios pre~ cdominantes de una modemidad en singular estaban siendo cuestionados cada ver con mayor Fecuencia por insinuaciones rivals de modernidades Inererogéneas. Tales exploraciones han considerado de manera critica las antculaciones divergentesy las representaciones discretas de lo moderno yy la modernidad que dieron forma y sucuraron al imperio, la nacién y la slobalizacién. A resultas de esto as) propia(s) modernidad(es) ha(n) de- ‘mostrado ser procesos contradictorios y contingentes de culeura y con~ trol, historias disputadas y abigarradas de significado y dominio, en lo aque se refiete as formacién, su sedimentacién y su elaboracién. De es, to tambien resulta que las cuestiones dela moderidad hayan podido es- capae cada ver con mayor frecuencia de los limites del formalismo socio legico, rebasando los confines de una abstracci6n a priori emergiendo como cuestiones de pasados pariculares y aributos de histo 13s, definidas por los proyectos del poder y modeladas por las disposicio- nes del progreso.* Por iltimo, desde hace un tiempo las efticas del mundo académico than desafiado las antiguas antinomias —por ejemplo, entre tadicién y ‘modernidad, ritual y racionaidad, mito ¢ historia, Este y Oeste— que han modelado las maneras ms difundidas de comprender los pasedos y las concepciones clave de las culeuras. Por un lado, estos textos ebricos han sido respaldados por las erftcas de una r226n centeada en el sujeroy ‘una racionalidad legsladora del significado, las mismas crtcas que han teflerionado sobre lor dualitmos del pensamiento occidental y as tradi- cones posteriores ala TlustraciSn. Por oto lado, discusioneserticas so- bare las cultura y los pasados también han cuestionado las antinomias analiticas de le disciplinas moderna, desafiando las representaciones crcncializadas de Is otedad y cuestionando las representaciones ain vi- sgentes del progreso, que estin vinculadas de diversas maneras alos mo- + Amin, 1995 Banyjoe Dube, 1999; Chakrabary, 2000; De, 1998; Fabian, 2000; loi, 1995; Harman, 1997; Klein, 199; Miglo 1995; re, 1990; Rapa prt 1994, Sear, 1998. Ves ambi, Axl, 2001; Mehta 199, Toul, 1995 “Chace, 1993; Cooper y Soler, 1997: Carol 1997; Comal y Comal, 1997; Dalen pes Ferguson, 1999; Glo, 1993 Gupta, 998; Hansen, leh, 1999; Pc, 1998; Tig 1987, Vex ambien, Appa 196; Ec Haroomnan, 2000; Be, 1999, Rd 1989, vrRoDUCGON 15 delostotalizadores de I historia universal y las imagenes ideolgicas de la modemiad occidenal> Sin embargo, las flexiones sobre una modernidad dni, las repre- sentaciones de la historia univers y as reificaciones de las oposiciones primordiles no son simples expectos del pasado, exocizador reciente mente mediante epistemologasextics y conocimientos subversivos, ‘mis bien, son proyectos duraderos que contindan engafando y sedu- ciendo, presents de manera palpable en el aquly el ahor:le sucess del 11 de sepriembre de 2001 y sus secuelas, includ la operacién “Jutcia dluradea’ —como frase y como programa-—, son ejemplos notorios. Al arcculat as radiciones predominanes dela teria socal etimulr los téeminosheredaos del discurs coidiano, esas catografaslisicas y sus reelaboracionesdeterminadas viven sin mayor conteatiempo denteo ¥ mds alld del mundo aadémico, en contexts tanto ocedentales como no accidentals. ‘Ahora ben, ese libro no propone una solucién general a ales pro- blemas sus contibuciones — el tale en el cual esin baadst— see tenderin mejor si consderamos que se derivan de una propuesta mis modest Laincencién de Medernidade colonialeresanalizat algunas de las cuestiones ya mencionadas, destacando lor propios érminos utlia- dlosen ls reflexiones sobre las modeenidades colonisles, una fase de ‘moda que nos sefala un horizonte una perspectiva y que inclye lo mismo problemas que posbilidades, En exta Introduccion tendremos mis cosss que deitrexpect alas modernidades colonials y las orienta. ciones spetfias de ete volumen. Por ahora, lo nico que importa es ‘que comprendamos que este ncologismo de dos caas vuelve palpables ‘lertasconsidracionesrelativas as conjuncioneseiticas entre el poder colonial y las modernidades verndculas, a como conexionescrucales ‘entre una modernidad dominant y los pasidossubalernos. Estas cuestiones tienen un peso considerable que puede ser expre- sado mediante dos series de preguntas significativas. Por una part, zon los intcncoe por pluraliarla colonia, l modernidady la historia simples cjercicios de refinamientoacadémieo? 0 permiten otras manerasdeco- * Asad, 1993; Burman, 1992 Comarfy Comat 1992; Dube, 198; Errington, 1996; Gay, 1995; Lander, 2000 Miglo, 2000; Sa, 1978; Rey 1989; Seas, 1996, “aun 1997. Ves también Lowey oy, 1997, y Sent, 1999. Pare una vera me labora dele mins dees dui, wae Dube, 2002. 16 saurase DUBE nocer el mundo contemporineo, con opcién a nuevas ortedoxias ext cas que convierten tales categorlas en cotalidades “dist6picas"? Por otra parte, zeudles con las diferencias clave de significado y poder que pue- den destacarse mediante la elaboracién de la tradicin y la comunidad, To local y lo subalterno como categorias opuestas?z¥ tales categorasri- vales deben tener la misma funcién que los detalles, como antidocos priori concta la auroridad, en los espejs de ls formas erlticas de com- prensiént Plantcar las cosas de esta manera nos abre dos grandes posibilidedes, ‘que implican varios imperativs dela ceoriayla politica de conocimien- to, La primera se tfiere a la importancia de aprovechar, pero al mismo tiempo rebasar —en términos de extender y exceder—los eximenes an- teriotesy las enrcas contemporincas de los sistemas de conocimiento ddominantes,incluido el papel central del Occidenteespectaly palpable dela grandes cartografias del mundo, La segunda se refiere a la impor- tancia de reconocer la imposibilidad de escapar ficilmente ala moderni- dad y la historia mediante cura habladas oremedioseseritos. Esto impli- ca tener muy presente la seduccién que ejercen los nativismos acechantes, la atrccign de lor nacionalismos vecermundistasy las afagazas de aque- Ios esfuetzos que aspitan a huir del presente volviendo la espalda al aqui yal ahora. En su conjuno, estas dos series de consideraciones ponen de relieve la imporcancia de dscutir los sistemas de conocimiento dominan- tes sin converts en terrenostotalizados, y de explorar las posibilidades de recurtca formas de comprensién alrernativas que evadan las trampas de ls detalles no recuperados. pena conde nt maner,inencién noes rei oserminos elo “nivel Estos rings han sido forms povoenderamente en Chaka, 2000, yom sca claciin Je una manera incre en les ensye de Case tmery Dowel (qi explorn lr ceiones dela "etl, y de Chung (quien sali ‘is octons del ichviemo”, en l presence volume. Po el conti, lo que al pretend cy sar importania de cuexonar lor proyector module ya taco feat prni ne rad en lo queerefeea sv infuenciaen le madera le hisoria Yel coloniliomo yal mim tempo hae lterpetaions que muesen un esprit ‘hice ecuperadon sobre aden as cron sre el poder lndferencia. Tales cus ‘ons hun si expr dento de un conto erpefco en Dube, 2002, Dube, en pres. INTRODUCCION 17 (CUESTIONES CRITICAS Las preocupaciones eshozadas se entenderin mejor si considerames que consticuyen el context teérico general de los ensayos de este volumen, como horizontesabordados de manerasforzosamente distinas en estos csertos. En efecto, por medio de consieraciones ertias de las moder- nidadescolonales nuestas conceibuciones buscan aticulat ks cuestio- nes de la diferencia, el pode y el conocimiento, Seria equivocado dale una connotacién transparenteo una condicién precisa alas modern des colonials como categorfa. Es certo, como ya mencionames, que es- ‘a acufacin corrente hace resalar los grandes vericuetos de las deter- ‘minaciones dela colonia y la formaciones de la modernidad; ése es especialmente el caso cuando las modernidades colonials son vistas co- ‘mo una gran rdbrica que sefala al mismo tiempo procesoshistricos y perspectivascrlticas que implican una localizacién espeifica de la enun- aly on infec eis dela moderna, ln lblizciny a povmoderidd, psn ore filtro dela postr cade nani de Bus Come reste su prints agen Rds yen 5 ganda encrnciondomiane fa moderna octenl aparece ida Sechamertel poder colonia ys temins desu cen ine Woe del en da asmoderoidad™ aes de Dus! slo senile en aparenci, Comin con el moment de prime earcentima’, qu fe forlado «Bes dels Jo dente de is eorcmes dela Isai francs ingles ye Romantcam seman y mi tarde elsborada por lege Masry Wes, tote eon Ee eurecneno presetaba a Eup consid Sin tical que shal evgd ast isa ena pea cently fn dela Tora tive! su maniercion mero pall stmpre Baba tre ligada ns supucton vga igs aloresy sepia Stan si productos aparntrent hs propo itrioe Duc ye que out Europe ide-imapnara tan inuyent legs er desi Jor les mane de comprende sitcna global props por Imma tel Walesen La noon dl stn ll eels qu a domination Sl mundo modcro por ls europeos datas de apenas 50D ae, gue ema ena psion ened depen preponderantmente del“ Brin ds Ames No obsess ie, Duel arguye que aul una inerpreacionnoeuocene slo pot Uesinesbobonenos aun spundeevocen” at eons rand console) lo mined beeen eropen abe esi toe ghia on ne propési,scandoaclcn yl mismo tempo ampin- dolor anne nied Ache Guns Fan ty xine Tug de China en sien gba ded leg hava so 0.7 Brak, 198, ermopucciOn 39 Enrique Dussl,asumie que, desde el siglo xvi, tras el “descubsi- ‘miento” de as Américas, Europa seconvité en el centro del sistema glo= bul escxer ene “segundo curocentrismo”. Por el contrat, hasta bien en- trada la segunda mitad del siglo xvi, China —al igual que India— sguié desernpefando un papel fundamental en el sistema global de la produc- idm yl intecambio, y durante esta ‘primera’ modernidad esaban muy «lars os limites de la dominacién europea, que er bisicamente un fené- meno del Adintico, De acuerdo con esta interprtacin, Europa so le- 6. suplantara China (ya India) como procagonista principal en el ste- ‘ma global tras a revolucién industria yla"segunds” modemidad de aera de la lustracién, lo cual revela que el papel central de Europa en el mun ddo moderno no tiene mis de 225 aitos de antigiedad. ara Duss las implicciones de todo esto son de vital importancia. Pues el mismo hecho de que la hegemonta europea sobre el sistema glo- bal colonial/moderno sea tan reciente abre una gran variedad de posibi- lidades“civilizacorias” para trascender la modernidad y la globalizacién Sin embargo, su ensayo no se explaya discuiendo esta alternativa me- cliante propuestas posmodernas. Ciertamente, el fildsofosugiere que de- bido a que las formas de conocimiento posmodernas emergen del inte- rior de la modemidad, son emblemdtias tan séo del criss estructural de los egimencs globalizadores contemporineos. Para dectlo de forma ‘mis sencilla, as rticas posmodernas ala modernidad siguen confinadas dentro de premisas eurocentristas duraderas. En cambio Dussel encuen- «1a futuros altrnativos dentro de los términos y la ica de la “transmo- dernidad”, incorporando culturas de la mayor parte de la humanidad ‘que han sido excluidas dela modernidad, una condicién de “exterior- ‘dad” que vincul el pasado, el presente y el Futuro mediante sus posibi- Tidades precisus, Pes esta extevioridad alternativa “ain posce un pocen- «al humano capaz de contribuir de manera erucial la eonstruecién de tuna culeura humana Fucua, mds all del fin de la moderna y el eapi- talismo". Extendiendo¢ inspitindose en el argumento de Dussel sobre las li imitaciones de ls crticas posmodernas a la modernidad basada en pre~ misas eurocéntrcas, Walter Mignolo destaca la urgencia de reflexionar desde la periferia sobre los margenes del conocimiento epistémico para claborar tina critica a la modemidad que vaya més allé del eurocentrs- ‘mo, Sein Mignolo, esa critica debe emerger a partir de formas de co- ‘nocimiento subalternzado y basarse en la diferencia colonial Sélo una 40 sauRADH DUBE epistemologa subultemizada que surja dels fronteas del conocimiento Beare cRs pn deems hgenln cpt des moder: nidad. Pare fundamentae su propuesa, Mignolo ace referencia ala obra de Immanuel Wallerstein, Anfbal Quijno y Enrique Duss, y alas po- neni de nose un eer sobre *Capitalismo Hexic, colonia del poder y transmodernidad”, en el que se pusieron de relieve las dife- tcoduecn ln posts de Qijenoy Duel, porn dy de alee tein, por el otto, ye recaleé el papel central y la imposbilidad de ven- cera diferencia colonial, Wallerstein previene contrac! peligro de citicar el eurocenttsmo bajo premisaseurocéntricss, pero no logra conocer el Togocentrsmo inherente en ls cincias sociales ye sistema global. Dus- sel en cambio sefiala la posibildad de una dable critica, observa que la cies poameerna dela moderne e neces po inset, y labora su propio concepto de tansmodernidad. También enconttamos tn dbl areuacidn muy similar en noon de Quin abe co: Tonialidad del poder, la cuales anlizads por Mignolo detalladamente al final de su ensayo. La mediacién dela diferencia colonial en la constitu- cin del eurocentrismo, evidente en las proposiciones de Dussel y Qui- Jano et signficativamenteausente en las de Wallerstein quien desstro- Hina ine del eurcenismes Para Mignolo, el poder y la importancia de ladtferenca colonial y la formas de conocimiento marginal exterior manifesta en ls cr ticas la modernidad que surgen no sélo de las ciencias sociales sino de Iateotia feminist, Cita a Donna Haraway, Pala ML. Moya y Chanda Mohanty pata evidenciar el potencialliberador de la critica feminists propuesta por las “mujeres de color” —Moya y Mohanty—, mujeres que ho secolocan a si mismas en el “Sut” y el "Tercer Mundo” geogréficae ‘mente sino epistemoldgicamente, En breve este potencial influyeen la “intelectuslidad” emergente que reflexiona desde ya través de una pos- ‘ura de marginalidad y diferencia coloniales —en América Latina, en el Caribe, ene sur de Asia yen la América negra. Segin Mignolo, todo et- to apunta al surgimiento de una eritica postocidental una ertica que no esti definida por los distincs y bien definidos periods dela deso- lonizacién ni limitada por sus vinculos con el orientalismo y el colonia- lism brtinico, sino por la diferencia colonial ‘Los énfasis de Dusel también son aticulados de manera discreta en los ensayos de Edgardo Lander y Santiago Castro-Gémez, en los que anaizan las premisasepstemoligca, las pretensiones universes y los ermopuecion 41 linitespalpables del conocimiento eurocéntrico bajo los regimenes del ‘capital pobal. Lander explora las implicaciones geopoltcas dels formas de percepcidn eurocencristas en el mundo contemporineo, insinuando «que exe tipo de conacimiento es de naturaleza colonial debido a las pre- sunciones subyacents ya su impulso totalizador, que en conjunto con tvibuyen a las moxlalidades enaltecedorasy autriaras del significado y el poder Pra este propésito, analiza l manera en que el conocimiento eurocentrstanavuraliza el sistema global capiclista contemporineo pa- ra legitimado, particularmente mediante ls consolidacién de un nvewo sistema legal transnacional que entenderemos mejor si lo considerames como la misma “constituciéa’ del nuevo orden global del capital El ensayo comienza con una breve consideracién de las dualidades ques hallan en el nileo del conocimienco eurocentrista Esto srve de ‘marco para el andlisis de las presunciones, con fecuenciaexplicitas, que respaldan y apuntalanciertasdeliberacionessignifcaivs recientes que refiren a la inversin y el comerci, a saber, el Acuerdo Multiateral de Inversones (a) y las medidas prepaatoras para la creacin de la Or- ganizacién Mundial de Comercio (OM). El andisis de Lander de estos textos reveals maners en que los acerds relatvos las bases globules paraelcomerco ylainversin proyectan una construccién particular del ‘orden liberal en l.que éte aparece como la forma de onganizacién social mis avanzada" y deseable, el in irevocable e incuestionable de toda la hhumanidad. Agu libre mercado se nos presenta como el estado natu- ral” del sociedad. Cualquier oposicin ale reivindicacén de los proce- dlmientosuniverslizadores del mercado, sobre tod si se basa en crite tios no econémicos, es entendida inmediatamente como una distorsién “anormal”. Eso es lo que subyace en a consolidacin de un orden glo- bal legallpoltico disefiado para asegura y garanczae una libertad impla- cable para la inversiny el comercio mediante seveas prohibiciones con tra todo esfuerz0 pablicooaccién colectiva que pueda limitarlaabsoluta libertad del capital. El ideal de una sociedad plobl libre” ex de hecho la insctucién de un orden social en el que el capital tenga libertad irestic- 12, que niegue toda posibildad de soberania y de democracia El conocimiento eurocentrista, como la cortiente principal de los iscursos hegeménicos del capital global, fomenta la polarizacién de una minoriaprivilegiada y una mayora exluida —en el Sus, claro ese, pe- ro también alo largo y ancho del planeta. Tambin legtima un modelo de cvilizacién rapaz, ue amenaza con destuir ls mismas condiciones

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