Psiconeuroinmunoendocrinologia
Aspectos Epistemoldgicos,
Clinicos y Terapéuticos
Andrea Marquez Lépez-Mato
Oscar Boullosa
Marcelo Cetcovich-Bakmas
Gabriela Corbella
Marta Cortelezzi
Carlos Cozzani
Guillermo Dorado
Alberto Ferndndez Labriola
Eduardo Gonzélez-Toledo
Gonzalo Illa
Lisandro lla
Coral Marquez
Luis Alberto Semper
Carlos Soria
Fernando Taragano
Gustavo Vazquez
Liliana Vene
Alejandra Vieitez
POLEMOS3. Neuropsicoanatomia funcional
Luis Semper
Partiremos de un concepto frecuentemente dejado de lado, hasta olvidado, en la participacién del
cerebro en la conducta humana y mas atin en la patotogta
‘No podemos olvidar que todo comportamiento y experiencia es mediado por el cerebro. No exis
te comportamiento, pensamiento 0 emociGn que sea posible sin una correspondiente reaccién cere
bral. Las anormalidades del comportamiento humano, son frecuentemente reflejos de una funciGn,
cerebral anormal, expresién, muchas veces de una estructura cerebral anormal
Esta premisa no niega la influencia de aprendizajes, educacién, hechos cotidianos o de la dimen-
sion sociocultural de la existencia humana.
Estos factores crean el contexto del comportamiento y ejercen poderosas influencias evolutivas y
situacionales.
En toxios los casos, sin embargo, los efectos socioculturales son mediados por funciones cerebra-
les, De este modo, un acercamiento al comportamiento humano demanda, necesariamente, compren-
sion averca de las bases neurol6gicas del conocimiento, emocidn y por supuesto de la psicopatolo-
gia.
Deseribit la anatomia neuroendocrinol6gica implica una tarea relativamente sencilla, en razén de
‘que contamos con muchos aportes en relacién con el sistema hipotélamohipofisiario.
‘Sin embargo caerfamos en el torpe reduccionismo de “disecar” a estas estructuras aislindolas det res-
to de cerebro, atribuyéndole s6lo un papel homeostético, aunque relevante para la vida; por el contrari,
“imtegradas se perfeccionan”, constituyendo entonces centros emocionales y motivacionales,
Como veremos, nuestro protagonista seguird siendo el hipotilamo, pero ahora, trataremos de ex-
plicar como este participa en rendimientos de estructuras jerarquizadas que repercuten en la toma de
decisiones, en definitiva en la conducta humana,
Mirando desde esta perspectiva, al agregar los aspectos emocionales y motivacionales, desde el
hipocampo a Ia corteza y centras subcorticales y desde estos al hipotélamo, entramos en el terreno
de la psiconeuroendocrinologia.
Se supone que el sistema inmunitario es sensible a circunstancias externas captadas por mecanis-
‘mos neuronales receptivos. Sabemos de potentes fuerzas, no inmunol6gicas, que infTuyen en el de-
sarrollo y la expresin de Ia inmunidad (ciclos biol6gicos, estados de énimo, sentimientos, etc.). Se
describen respuestas inmunitarias fortalecidas a partir de situaciones mentales favorables encauza-
das a través del hipotilamo,
Para la descripcién anatSmica del sistema neuropsicoinmuncendocrinol6gico, no usaremos una
‘anatomia topogrifica y/o descriptiva (descarnadamente estitica y cadavérica), por el contrario trata~
remos de describir una neuropsicoanatomia funcional, que se aproxime a la conducta por la signifi
ceacién antropolégica que tiene, al ser desarrollado por un “ser en el mundo”. En suma, una anato-
‘mia en accién, sencilla y comprensible.
Para nuestro cometido, dejando sentada la nocién de unidad e integridad del sistema nervioso,48 Psiconeuroinmunoendocrinologia
didéeticamente nos limitaremos al estudios del sistema nervioso central y dentro de éste, ala por-
cin alojada dentro de Ia caja craneana, es decir, no estudiaremos los nervios periféricos ni la mé-
dla espinal ;
Haremos un repaso de la porcién del sistema nervioso central, alojada en la caja craneana para
detinir algunos términos admitidos en la nomenclatura anatGmica elésica,
+ Durante cl desarrollo nos familiarizaremos con las distintas estructuras cerebrales haci
ccapié en aquellas que se encuentran directamente relacionadas con nuestro tema,
Denominase encéfalo a la porcién del neuroeje alojado en la caja craneana. Comprende todo el
sistema nervioso central, menos Ia médula espinal
Dentro de la caja, el encéfalo esté dividido en dos grupos de elementos unidos entre sf por una
orci mas estrecha: los pediinculos cerebrales. Estos elementos, superior e inferior estin separa-
dos por un tabique meningeo o tienda del cerebelo, Su borde libre forma un orificio 0 foramen o-
vale de Paccioni, por el que pasan los referidos pediinculos cerebrales.
EI grupo inferior (infratentorial) comprende el bulbo, la protuberancia, los pediinculos cerebra-
les y el cerebelo. Delmas. citando a Degerine, denomina tronco cerebral a la reunién del bulbo, la
protuberancia y los pedkinculos cerebrales; c itsmo a la parte del encéfalo que al atravesar el aguje-
+0 oval, une la porcién cerebelosa con la porcidn propiamente cerebral (pediinculos cerebrales, pe-
dinculos cerebelosos superiores y tubérculo cuadrigémino). Esta poreiGn no es més que el mesen-
Lalo de los embriGlogos.
Podemos proponer al techo del mesencéfalo como un cerebro primitivo, ya que precede en tiem-
po y espacio al proceso de telencefalizacién.
El grupo superior (supratentorial) recibe e1 nombre de cerebro propiamente dicho. Esté dividido
en tres partes, una media impar llamada cerebro medio, talamoencéfalo 0 diencéfalo; y otras dos
partes pares y simétricas (separadas por la hoz del cerebro) los hemisferios cerebrales telencéfa-
lo,
ido hin-
Antes de seguir avanzando, debemos recordar que en el seno del encéfalo se encuentran unas ca
vvidades que se comunican entre si y que contienen liquido (cefalorraguideo). En la poreién infra
tentorial se encuentra el IV ventriculo, situado detrés del ronco cerebral, comprendido y formado
entre este y el cerebelo que le hace de techo,
Por abajo el IV ventriculo recibe la desembocadura del conducto del epéndimo (médula espinal)
Yy por arriba se comunican con el IH ventriculo a través del acueducto de Silvio, También se comu-
nica con los espacios subaracnoideos de la cisterna magna.
En la porcidn supratentorial existen tres cavidades, una media (III ventriculo) con forma de em-
bbudo, aplanada por los lados con el vértice dirigido hacia abajo y la base hacia arriba. Se encuen-
tra atravesado en su parte media por una columna de sustancia gris, que une a ambos tlamos. El
Ill ventriculo se comunica como vimos caudalmente con el IV ventriculo ~a través del acueducto
de Silvio- que desemboca en la pared posterior,
Los agujeros de Monro o interventriculares, situados por delante y a cada lado del III ventricu-
Jo, comunican con los ventriculos laterales, excavados en lo profundo de cada hemisterio cerebral.
Los ventriculos laterales, son dos cavidades dispuestas simétricamente a los lados de la linea me-
dia (en cada hemisferio) extendiéndose longitudinalmente del Iébulo frontal al occipital.
El diencéfalo constituye menos del dos por ciento del neuroeje, formado por el Il ventriculo y
las estructuras que forman sus limites; debemos recordar que estas divisiones se hacen por conve-
niencia desde el punto de vista funcional, ya que las fibras nerviosas atraviesan libremente sus li-
mites.
Reconocemos cuatro regiones: epitélamo, subtilamo, télamo e hipotdlamo,
El epitilamo consiste en las habénulas con sus conexiones y la epifisis o glindula pineal, En
el humano la habénula esta formada por un nécleo medial pequefio y otro lateral més grande: re-
ciben aferencias a través de las estrias terminales (de la amfgdala) del trigono (del hipocampo) ¥‘Neuropsicoanatomia funcional 49
4e Ia estria medular (del télamo). Sus vias eferentes pasan al ncleo interpeduncular y a las ni-
cleos del raf.
Los ntcleos habenulates son centros de convergencia de las vias limbicas, que conducen impul-
sos a as porciones rosrales del mesencéfalo,integrando vias olfativas, viscerales y somsticas.
La gkindula pineal es un cuerpo pequeo deforma e6nica adherido al techo de II ventriculo en
la regién posterior, consiste en una glindula de tejido conectivo ricamente vascularizada, con dos ti-
pos de células: los pinealocitos y ls eélulas gliles.
‘A pesar de su prematura calificacion, es una glindula endocrina, capaz de interfer en las acti
vidades de la hipofiss, slotes de Langerhans, paratiroides, suprarrenales y g6nadas.
Las secreciones pineal llegan alos érpanos blanco a través de! torrente circulatorio o del lig
do cefalorraquideo. En general sus acciones son inhibitoras, ya sea sobre la producciGn o indirecta-
‘mente inhibiendo la secrecin de factores de lberaciGn por parte del hipotalamo.
Los pinealocitos estan relacionados con fotorreceptores neurosensibles, modulando la luz su ca-
pacidad secretora
Las secreciones pineales mejor conocidas son las aminas biGgenas: serotonina, noradrenalina y
rmelatonina, pero se encuentran en la glindula concentraciones signficativas de péptidos hipota-
micos, hormona liberadora de tirtrofina (TRH), hormona liberadora de hormona lueinizante (LH
RH) y somastotatina (SRIF).
La pineal sintetiza melatonina a partir de la serotonina por aecién de dos enzimas sensibles la
variacién de luz diurna (N-Acetiltransferasa e Hidroxi-indol-O-metiltransferasa)
{La fluctuaciones de la sintesis de:melatonina son ritmicas y estén en relacin directa con el ciclo
iario del estimulo luminoso. La actividad de Ja N-acetil-transferasa esté elevada durante lan
y la exposicién a la luz produce el cese de su actividad.
Las lesiones del nicleo supraquiasmatico del hipotalamo que recibe el haz retino-hipotalémico,
suprimen Ia actividad enzimatica altrando el ritmo circadiano.
La glindula pineal parece ser un transductor neuroendocrino, que convierte seiales nerviosas en
tun egreso endocrino: la melatonina,
Las secreciones pineales que alteran las funciones hipotalimica lo hacen por via sistémica, 0 a
través del Iquido eefalorraquideo, las oscilaciones de serotonina y melatonina pineal son ritmicas en
respuesta al ciclo luminoso, Estos cambios sugieren que la ghindula cumple un rode reloj biol6gi-
co, que emite sefales que regulan procesos fisiol6gicos y la conducta
El subtélamo se encuentra ene el tlamo y Ia ealota del mesencéfalo; en sentido eréneo medial
se relaciona con el hipotélamo encontrindose por ders y afuera
De estructura comple, se encuentran varios nicleos vineulados al control de la actividad muse
lar (nicleo rojo, sustancia negra, cleo subtalémico). Ademés pasan por él, haces desde la calota ha-
cia los nicleos talimicos (terminaciones crancales de 1s lemniscos medial, espinal y trigeminal.
~ El tilamo es un grueso nicleo de sustancia gris, situado a cada lado de tercer ventriculo, Tiene
forma ovoide con el eje mayor dirigido de ats hacia delante y de afuera hacia adentro.
Se encuentra en una posicién tal, que toda la informacion que trate de llegar a la corteza cerebral
vo la olfatoria, iene necesariamente que hacer una estacidn talamica. Esta estacin no es indife-
rente, por el contrario, desde all se encauza esa informacin a sus destinos cortiales precisos,esta-
bleciendo cireutos con dreas conicales especificas para el procesamiento de la misma,
Por ot lado hace de filo, jerarquizando lainformaci6n, dejando pasar 0 modulando lo que pue-
da ser representativo para la corteza cerebral. Por tltimo, en él se adquiere un primer nivel de con-
iencia sensorial
Si tuvigramos que sintetizar sus funciones, éstas serfan:
estacién activa de relevo 0 paso informativo,
filtco sensorial
asiento de una conciencia elemental50 Psiconeuroinmunoendocrinologia
El télamo es fundamentalmente una estacin de relevo de toda informacién sensitiva y sensorial
on destino a la corteza cerebral. También interviene en otros circuits relacionados con la moti
dad, vigilancia, atenciGn y memoria,
Mencionamos que el télamo vuelca a sus diferentes destnos cortcales (distribuye de manera ade
cuada la informacién para cada modalidad sensorial) pero adem, dispone de somatotopfa, de mo-
do que en su proyeccisn cortical, dirige las seiales de forma selectiva, aquellas que requieren de ma-
‘yor discriminacin o sensibilidad (cara, mano) las envfa a un érea somatoestésica més amplia. En su
Proyeccién cortical observamos Ia desproporcién del humtineulo,
En su papel de filtro de sensibilidades, el tilamo hace que Tos estimulos por debajo de cierto um-
bral no accedan a un nivel de penetracién cortical; dicho de otra manera no les permite el acceso
Ta conciencia
En lo referente al dotor, el télamo nos protege cortando el paso a aquello que no tiene suficiente
significacién como signo o sefial.
‘Como conciencia elemental, se reserva en el hombre el chequeo inicial y hace que el process
miento de la informacién que pasa por él adquiera un cardcter personal, intimo, afectivo y patico
Hasta llegar al talamo la informacién sensorial transita por nervios ofibras en forma ajena e imper-
sonal, en él, ésta informacidn es vivida como propia, recibida con personal agrado o desagrado, tras-
‘cendiendo por otto lado al tono vital de cada dia en el fondo de la actividad (talante).
Comparada con la conciencia definitiva, a sensibilidad se viveneia aqui de manera difusa, bur-
da, protopatica, inconereta
En el sindrome taldmico, el deterioro estructural del tdlamo Hleva a la pérdida de os roles que le
hhemos atribuido con incremento de la sensibilidad dolorosa e hiperpata,
Estimulos banales se vivencian como intolerables con graves repercusiones afectivas, brote de ri-
sa 0 ldgrimas no justticadas son también aribuidas a su disfuncién.
Se comprende que la sensibilidad dolorosa, que tan solapadamente cala en nuestra afectividad,
tenga en el tdlamo un campo para ser vivenciada como algo que trastora el humor.
Enel télamo encontramos desde el punto de vista préctico, seis conglomerados distintos: anterior,
‘medial, lateral, inferior, posterior e interlaminar. Los cinco primeros son nicleos especificos y el Gi-
timo inespecifico. A su vez, los especificos en los nticleos de empalme y los de asociacién.
‘Niicleos especfficos de empalme cortical transmiten los estimulos alas dreas corticales primarias
(latero-ventrales: anterior, intermedio, posterior) los cuerpos geniculados (talmicos inferiores) y el
niicleo anterior. Este dtimo recibe la informacién del hipotélamo (fascfculo mamilotaldmico y las
cenvia la corteza del cingulum - sistema limbic).
De los latero ventrales, el anterior estéintegrado a circuitos extrapiramidales, el intermedio reci-
be fibras cerebelosas; el posterior es el gran centro sensitivo del télamo (recibe toda Ta informacién
‘ partir det emnisco interno).
Los cuerpos geniculados lateral y medial, adosados ala cara inferior del pulvinar, reciben infor-
macisn visual y auditiva, transmitiéndota alas respectivas éreas primarias, como asf también al pul-
Los niicleos de asociacién NO reciben conexiones de las grandes vias sensitivas 0 sensoriales -
sino intrinsecas - desde los nicleos de relevo vecinos, enviando luego el resultado de su andlisis a la
reas asociativas corticales.
Es aqui donde se establecen los primeros niveles de conciencia personal y afectiva. Son los ni-
cleos dorso medial, dorso lateral y pulvinar. El dorsolateral asocia aferencias del nicleo ventro la-
teral posterior y el pulvinar de los cuerpos geniculados.
EI dorsomedial recibe informacién de centros corticales del érea de la emocién (corteza fronto
temporal, amigdala, Idbulo olfativo y piriforme) y especialmente el hipotélamo. Esto permite enviar
tuna generosa informaciGn intima o personal a la corteza prefrontal (especialmente ala regién orbi-
taria) para matizar el proceso elaborativo intelectual del mas alto nivel con su aporteafectivo.Neuropsicoanatomia funcional 51
Los micieos inespecficosllamados retculares 0 de proyeeci6n talémica difusa estan integrados
Por los micleos paraventriculares, los intralaminares, el reticular lateral y el ventromediano,
Significan estos nicleos a continuacién de la formacién reticular del tronco cerebral, influyendo
«en el control y la activacién global inespecifica de la corteza cerebral
A través de estos nicleos el télamo establece numerosos circuitos, especialmente con la corteza
posterior o senstiva,
Desde los ndcleos de empalme, cl latero ventral posterior se proyecta en circuitoreverberante so-
bre la conteza parietal postrolndica; de los cuerpos geniculados extero e interno, circula la infor-
rmaci6n a las cortez visuales y auditivas, el gusto para la corteza de la insula.
Entre los nicleos de asociacisn, el dorsolateral y el pulvinar, alas reas secundarias respectivas,
todas ellasdreas asociativas gnésicas, especializadas en la recepcién de esa informacisn ya algo ela-
borada
Las sefiales palpitan para su andisis en los repetidos circuitos talimicocorticales, inicindose ast
un proceso mental conciente que llamamos percepcin,
Por otro lado el nicleo dorso mediano se integra en citcuitos afeetivos hipotdlamo-cortcales.
‘cleo anterior en el circuito limbico para el aprendizaje e impresién emocional. El latero ventral
anterior en circuitos de base extrapiramidal y el latero ventral intermedio en circuito cerebelo cort-
cals.
Diremos que el télamo otorga un tono vital talémico que tiene caracteristicas de inconciencia,in-
determinacién y no vinculado a ningin estimulo concreto. A este nivel se esté consolidando la per-
cepein (es atin una ineleccin fra, timida) ya que slo tiene el matz afectivo talémico, La autén-
‘ica formalizacién perceptiva se da en éreas conticales prefrontales, slo étas estén en condiciones
de aleanzar Ia autoformalizacién, de modo que relacionemos con nosotros mismos el significado de
Jas cosas y de los hechos.
‘Gcupa el hipotitamo una antigua regicn diencefélica central en la base del cerebro, Relaciona-
do intimamente con las funciones viscerales, autondmicas y endocrinas; ellas estén estrechamente
vinculadas con la conducta emocional y motivacional.
Situado en las paredes del III ventriculo, formando su piso, en su cara inferior emerge el infundi-
bulo, el cual esta unido a la hipofisis. Una porcién igeramente abultada detrés del infundibulo es el
tubercinerium.
Los tubérculos mamilares se encuentran en posicién posterior, proximos a la fosa interpeduncu-
lar. La saliente ventral de! hipotdlamo y el receso del II ventriculo, forman ef mencionado infund-
bulo, La porcién més distal del proceso infundibular es la neurchipéfiss, el resto se denomina tallo
‘otronco infundibular.
La eminencia media representa el punto final de convergencia de las vias del sistema nervioso
central en el sistema endocrino perifrico, considerindose la intrfase anatGmica entre el cerebro y
la hipofisis anterior
’s importante destacar que este centro anatémico y funcional de primer orden forma parte de la
Inds alta encrucijada entre la corteza cerebral y los centros subcorticales, el sistema neuroendocrino,
el sistema vegetativo, contribuyendo asf a lograr la unidad funcional orgdnica, manteniendo inter.
conexiones que aseguran la armonia homeosttica individual.
‘Se ocupa pues (como un homedstato) del equilibrio del medio interno, gracias a su regulacién au-
‘omitica, para los desequilibrios pasajeros, pero informando a la corteza cuando deban instalarse
conductas adecuadas de satisacci6n o compensacién,
Esta accidn sobre la cortez, siempre a través del tdlamo,estdrelacionada como veremos con el
circuito limbico.
La conducta es siempre motivada y el hipotélamo es un centro motivacional, ya que las exigen-