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FIELES DIFUNTOS 8 Hermanos y hermanas: nos hemos reunido hoy para celebrar la Eucaristia en este dia que dedicamos a recordar a nuestros hermanos que han muerto. Hoy recordamos de un modo especial a nuestros familiares y amigos difuntos, pero también a todos los demas difuntos que quizé nadie conoce ni recuerda. Hoy pediremos por ellos, para que Dios los tenga en su Reino. Y al mismo tiempo afirmaremos nuestra fe y nuestra esperanza én la vida etema que Dios ofrece a sus hijos. En la Eucaristia, Jess muerto y resucitado se hace presente entre nosotros, y nos hace participar ya ahora de su vida plena. Oremos: Oh Dios, que resucitaste a tu Hijo para que, venciendo la muerte, entrara en tu reino, concede a tus siervos: difuntos que, superada su | condicién mortal, puedan contemplarte para siempre como su Creador y Salvador. Por NSJC. , Primera lectura. San Pablo nos invita a reafirmar nuestra fe. Estamos llamades por Cristo a emprender una vida nueva, la vida de resucitados. La muerte del cristiano es la culminacién de un pro--ceso comenzado en el bautismo. ARTA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS: Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con EI en la muerte, ppara que, asi como Cristo fue despertado de entre los muer- tos para la gloria del Padre, asi también nosotros andemos en una vida nueva. Porque, si nuestra existencia esta unida a él en una muerte como la suya, lo estard también en una resurreccion como la suya. Comprendamos que nuestra vieja condicién ha.sido cru- cificada con Cristo, quedando destruida nuestra personali- dad de pecadores y nosotros libres de la esclavitud del ado: pou el gus muere ha quedadoabeuoto del pecado, Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere mas; la muerte ya no tiene dominio sobre El. Salmo responsorial Desde lo hondo a ti grito, Seftor. A nuestros hermanos difuntos y acuantos murieron en tu amistad recibelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, VOLVERE Y 0S LLEVARE CONMIGO | Evangelio. Jestis es el camino’hacia la casa.del Padre, nuestra meta. Pero es camino para el ‘camino, para recorrerlo como una verdadera familia unida en el amor. JUAN 14,1-12 En aquel tiempo, dijo Jesis a sus discipulos: No perdais la calma, creed en Dios y creed también sina lo hb te, yee) a propa ste sino, os ,, y me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy también onatee Ya donde yo voy, ya sable l camino, Tomés Ie dice: Sefior, no sabemos adonde vas. gCémo podemos saber el camino? Jest le responde: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mi ACUERDATE DE JESUCRISTO Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos. E] es nuestra salvacién, nuestra gloria para siempre. Si con él morimos, viviremos con él. Si con él sufrimos, reinaremos con él. En él nuestras penas, en él nuestro gozc En él la esperanza, en él nuestro amor. En él toda gracia, en él nuestra paz. En él nuestra gloria, en él la salvacién. . “ESPERO LA RESURRECCION DE LOS MUERTOS Y LA VIDA DEL MUNDO FUTURO” EL “MARCADOR" DE LA FE Si vives de espaldas a Dios; tendrés el marcador a cero Si vives de vez en cuando con Dios; subirés _2igtin punto Si pretendes ser como Dios; tu marcador se volver loco Si quieres ser s6lo hombre; tu marcador duraré lo que respire tu vida Si quieres ser frio y calor a la vez; tu marcador sera variable Si anhelas el triunfo; tus puntos quedaran en el olvido Si crees en un mas alld; tu marcador tendré puntuacién eterna Si crees en Jestis; tus puntos seran anotados en el cielo Si esperas en Jestis; tu marcador seré la alegria y la fraternidad eternas Si te fias de Jestis; tus puntos serdn la justicia y el perdén Si sigues al Sefior; tus nimeros seran la fe y la esperanza Si escuchas a Jesus; tu marcador sera la Palabra que ilumina Si acoges al Sefior, tu meta final sera la salvacién Si, en tu vida, caminas con el cédigo del Evangelio jno lo dudes! Lejos de ser sancionado por Dios, encontrarés la formula para ser feliz y el premio de ver -cara a cara- al Sefior. Y, esto éno merece la pena conservarlo, cuidarlo y actualizarlo? Sefior, dame a gustar tu Espiritu. No consigo entender las cuentas de mi vida. Intento arrepentirme. encajar mis errores y mis culpas, introducirte a ti, mi Dios, para que equilibres mi «debe» y mi

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