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DIMENSION PERSONAL Objetivo: Que los participantes en la catequesis PRIMERA CATEQUESIS Somos personas q fuimos creados por amor y para amar men canciencia de que han sido creados a imagen y semejanza de Dios, mediante la reflexion en la palabra de Dios y en la Doctrina de la Iglesia, a fin de que valoren su mision que Dios les encomendar oma esposos dignidad como personas y en el conocimiento mutuo afiancen su amor y cumplan con la ¥ creé Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le cre6, varén y mujer los creo. ¥ los bendijo Dios. (Gn 1, 28) Oracién inicial: “Oracién de los novios" (Anexo No. 1) INTRODUCCION, Por su misma naturaleza, por la misma fuerza de pertenecer a la especie humana, por su particular potencial genético, todo ser humane es en s{ misma digno y merecedor de respeto. La dignidad propia del hombre es un valor singular que facilmente puede reconocerse. Lo podemos descubrir en nosotros 0 podemos verlo en los demas. Pero ni podemos otorgarlo ni esté en Nuestra mano retirérselo a alguien. Es algo que nos viene dado. Es anterior a nuestra voluntad y reclama de nosotros la actitud de reconocerlo y aceptarlo como un valor supremo. Este valor singular que es la dignidad humana, se nos presenta como una llamada al respeto incondicionado y absoluto. Un respeto que, como se ha dicho, debe extenderse a todos los que lo poseen: a todos los seres humanos. Por eso mismo, atin en el caso de que toda la sociedad decidiera por consenso dejar de respetar la dignidad humana, ésta seguiria siendo una realidad presente en cada persona. Ain cuando algunos fuéramos relegados a un trato indigno, perseguidos, encerrados en campos de concentracién © eliminados, este desprecio no cambiaria en nada su valor inconmensurable en tanto que somos seres humanos. La constitucién pastoral “Gaudium et spes" en su capitulo primero, aborda el tema de la dignidad de la persona humana y nos recuerda que el hombre ha sido creado a imagen de Dios: " ... Muchas son las opiniones que el hombre se ha dado y se da sobre si mismo. Diversas e incluso contradictorias Exalténdose a si mismo como regia absoluta © hundiéndose hasta la desesperacin... La Iglesia siente profundamente estas dificultades, y, aleccionada por la Revelacién divina, puede daries la respuesta que perfile la verdadera situacion del hombre, dé explicacién a sus enfermedades y permita conocer simultaneamente y con acierto la dignidad y la vocacién propias de! hombre. Por su parte la Sagrada Escritura nos ensefia que el hombre ha sido creado “a imagen de Dios” con capacidad para conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido sefior de la entera creacién visible para gobernarla y usaria glorificando a Dios. Pero Dios no creé al hombre solitario. Desde el principio los hizo hombre y mujer (Gen 1, 27) Esta sociedad de hombre y mujer es la expresion primera de la comunién de personas humanas. El hombre es, en efecto, por su intima naturaleza, un ser social, y no puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demas. Sin embargo, en las relaciones interpersonales, los seres humanos quedamos expuestos al atropello de nuestra dignidad y de la de los demas, por ello es de gran importancia que, quienes se estén preparando para recibir el sacramento del matrimonio, tomen conciencia de su propia dignidad y de la de aquellos con los que conviviran de una manera mas cercana. Los seres humanos hemos sido creados por Dios, como seres personales, con una dignidad, a su imagen y semejanza, fuimos creados por amor y EN LA PALABRA DE DIOS Génesis 1, 26-28 para amar. Para que fuéramos capaces de amar, quiso el creador dotar a cada persona con las capacidades necesarias como el entendimiento y la voluntad, a partir de las cuales, siendo auténticamente libres, los seres humanos tenemos la posibilidad de conocernos y amamos. En efecto, el presupuesto fundamental del amor humano es el conacimiento de si mismo y de los demas; nadie ama lo que no conoce 0 a quien no conoce. Por ello, podemos decir que estaremos en mejores posibilidades de amamos a nosotros mismos y de amar a los demas, si nos conocemos y nos reconocemos como Io que somos, si conocemios y reconocemos a los otros como lo que son: seres personales, Unicos e irepetibles, imagenes de Dios, creados a su imagen y semejanza (Cfi No. 58). Dicho conocimiento es el fruto de! proceso. gradual y progresivo, de maduracién de las mismas personas. BUSCAMOS LA LUZ PARA NUESTRA REFLEXION Y Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cield, y en las bestias y sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arastran sobre el suelo’. Y creé Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creo, varén y mujer los cre6. Y los bendijo Dios. EN LA DOCTRINA DE LAIGLESIA Discurso del Papa Benedicto XVI a parejas de Novios durante su viaje pastoral a Ancona (Italia) Como novios se encuentran viviendo una etapa Unica, que abre a la maravilla del encuentro y que hace descubrir la belleza de existiry de ser valiosos, para alguien, de poder decir reciprocamente: tl eres importante param. Vivanconintensidad, gradualidad y verdad este camino. iNo renuncien a perseguir Un ideal alto de amor, refiejo y testimonio del amor de Dios! ¢Pero cémo vivir esta fase de su vida, dar testimonio del amor en la comunidad? Quisiera ante todo decirles que eviten encerrarse en relaciones intimistas, falsamente tranquilizadoras; hagan més bien que su relacién se convierta en levadura de una presencia activa y responsable en la comunidad. No olviden, ademés, que para ser auténtico, también el amor requiere un camino de maduracién: a partir de la atraccién inicial y del “sentirse bien” con el otro, ediiquense a “querer bien’ al otro, a “querer el bien" del otro. El amor vive de gratuidad, de sacrificio de si, de perdén y de respeto del otro. Queridos amigos, todo amor humano es signo del Amor eterno que nos ha creado, cuya gracia santifica la decision de un hombre y de una mujer de entregarse reciprocamente la vida en el matrimonio. Vivan este tiempo del noviazgo en la espera confiada de este dan, que debe ser acogido recorriendo un camino de conocimiento, de respeto y de atenciones que no deben extraviar nunca: s6lo con esta condicién el lenguaje del amor seguiré siendo significativo también con el paso de los arios. Edviquense, por tanto, desde ahora en la libertad de la fidelidad, que lleva a custodiarse mutuamente, hasta vivir el uno para el otro. Preparense para elegir con conviccién el “para siempre” que distingue al amor: la indisolubilidad, antes que una condicién, es un don que debe desearser pedirse y vivirse, mas alla de cualquier situaci6n humana cambiante. Y no piensen, segun una mentalidad difundida, que la convivencia sea una garantia para el futuro. Quemar etapas acaba por “quemar” el amor, que en cambio necesita respetar los tiempos y la gradualidad en las expresiones; necesita dar espacio a Cristo, que es capaz de hacer un amor humano fiel, feliz @ indisoluble. La fidelidad y la continuidad de su querer les hardn capaces también de estar abiertos. a la vida, de ser padres: la estabiidad de su unién en el Sacramento del Matrimonio permitira a los hijos que Dios quiera darles, crecer confiados en la bondad de la vida. Fidelidad, indisolubilidad y transmisién de la vida son los pilares de toda familia, verdadero bien comun, patrimonio precioso para toda la sociedad. Desde ahora, funden sobre ellos. su camino hacia el matrimonio y den testimonio de 6| también a sus amigos: ies un servicio precioso! Sean agradecidos @ cuantos con compromiso, competencia y disponibilidad les acompajian en la formacién: son signo de la atencién y del cuidado que la comunidad cristiana les reserva. No estén solos: busquen y acojan en primer lugar la compara de la Iglesia Quisiera volver atin sobre un punto esencial: la experiencia de! amor tiene dentro de si la tensién hacia Dios. iE! verdadero amor promete lo infinito! Hagan, por tanto, de este tiempo suyo de preparacidn al matrimonio un itinerario de fe: redescubran para su vida de pareja la centralidad de Jesucristo y del caminar en la Iglesia. DIMENSION CONYUGAL y de SEGUNDA CATEQUESIS Klos acercaremos al Sacramento del Matrimonio que Cristo dejé como fuente de amor vida para los esposos Objetivo: Que los participantes en la catequesis tomen conciencia de que el sacramento del matrimonio es fuente de amor y de vida para los esposos, mediante el estudio de la Palabra de Dios y la Doctrina dela Iglesia, a fin de lograr que los novios canfirmen su decisién de celebrarlo consciente y responsablemente La gracia propia del sacramento del Matrimonio esté destinada a perfeccionar el amor de los cényuges, a fortalecer su unidad indisoluble. (Catecismo de Ia Iglesia Catélica No. 1604) Oracion inicial: “Oracién de los novios” (Anexo No. 1) INTRODUCCION Después de haber reflexionando en la dignidad del hombre y de la mujer, ahora vamos a profundizar en el Sacramento del Matrimonio, en el que la Iglesia deposita su esperanza para que los cényuges descubran la luz que les permita caminar con certeza al encuentro de Dios y puedan cumplir su Mision como esposos. No podemos dejar de mencionar, por lo preocupante que resulta, el poco aprecio que los jévenes de Nuestro tiempo le dan al Sacramento del Matrimonio, Manifiesto en el gran numero de parejas que deciden Vivir juntos, haciendo a un lado el Plan de Dios; por ello nos parece valioso reconocer a aquellas parejas, de novios que ven en el Sacramento del Matrimonio €l principio de toda familia cristiana y no se han Gejaco infiuenciar por las ideologias y las practicas que menosprecian y denigran este sacramento. En el niimero 3 de la exhortacién apostdlica Familiaris Consortio, la iglesia iluminada por la fe nos da a conocer la verdad acerca del bien precioso de! matrimonio, de la familia y acerca de sus significados mas profundos, y nos habla del deber gue siente, una vez mas, de anunciar el Evangelio, 2810 8s, la «buena nuevan, atodos indistintamente, en particular a aquellos que son llamacios al matrimonio y Se preparan para él, a todos los esposos y padres del mundo. Esta intimamente convencida de que sélo con la aceptacién del Evangelio se realiza de manera piena toda esperanza puesta legitimamente en el matrimonio y en la familia Sélo porque desde un principio el Creador habia definido la diferencia entre elhombre yla mujery, mas atin, habla hecho de ellos seres complementarios, dijo: “No es bueno que el hombre este sdlo”, Para procurar que dicha diferencia y complementariedad entre el hombre y la mujer fueran armoniosas, inspird Dios a los seres humanos para que elaboraran las leyes que les permitirian convivir en una sociedad conyugal que facilitara el desarrollo y el crecimiento de cada una de las partes, Asi, nuestro Sefior Jesucristo quiso elevar y, por lo tanto, distinguir el contrato por el que se unen los esposos para que fuera un sacramento; a esto es a lo que llamamos “Matrimonio Cristiano” Este sacramento, pensado por Cristo para santificar la vida de los esposos, lo celebran legitima y validamente, un hombre y una mujer que, liamados por la experiencia del amor mutuo y sin estar impedidos, quieren respgnder generosamente al Dios de la vida, auxiliados por la gracia que solo El les puede dar. Cristo pens6 el Sacramento de! Matrimonio como un contrato indisoluble, en el que, lo que Dios unié no puede ser separado por el hombre, evidentemente, para ello es necesaria la experiencia de la fidelidad nacida del cultivo de! amor de los esposos. Por desgracia no todos los que se casan tienen suficientemente claro lo que es el matrimonio y las implicaciones que conlleva. Desafortunadamente, en muchos de los casos, quienes se van a casar, no siempre tienen claros los motivos por los que lo quieren hacer. Hay a quienes los empuja la tradicion, hay quienes se ven atraidos por el deseo y la atraccion sexual, hay quienes lo buscan por el, temor a quedarse solos, hay quienes lo buscan por el compromiso de! hijo que ya viene o que desde hace afios lleg6. Muchas veces al preguntarle alos novios “épor qué desean casarse por la Iglesia?”, la respuesta es: “para que Dios nos bendiga’. Indudablemente que ésta es la disposicion general de Dios, bendecir; pero no termina todo ahi. Se pueden bendecir los objetos, los animales, las mismas parejas; pero no a toda pareja que se bendice, automnaticamente se le une en matrimonio; équé es entonces lo peculiar del matrimonio cristiano?, 2Por qué y para qué te quieres casar ti? BUSCAMOS LA LUZ PARA NUESTRA REFLEXION EN LA PALABRA DE DIOS Lectura del libro de Tobias 8, 5- 10 La noche de su boda, Tobias se levanté y le dijo a Sara: “iLevantate, hermana! Supliquemos al Sefior, nuestro Dios, que tenga misericordia de nosotros y nos proteja’. Se levant6 Sara y comenzaron a suplicar al Sefior que los protegiera/diciendo: “Bendito seas, Dios de nuestros padres y bendito sea tu nombre por los siglos de los siglos. Que te bendigan los cielos y todas tus creaturas por los siglos de los siglos. TU creaste’ a Adan y le diste a Eva como ayuda y apoyo y de ambos pracede todo el género humano. TU dijste: ‘No es bueno que el hombre esté solo, Voy a hacer a alguien como él, para que lo ayude' " ‘Ahora, Sefior, si yo tomo por esposa a esta hermana mia, no es por satisfacer mis pasiones, sino por un: fin honesto. Compadécete, Serior, de ella y de mi y haz que los dos juntos vivamos felices hasta la vejez" EN LA DOCTRINA DE LA IGLESIA Familiaris Consortio No. 13 Jesucristo, esposo de la Iglesia y el Sacramento del Matrimonio En virtud de la sacramentalidad de su matrimonio, los esposos quedan vinculados uno a otro de la manera mas profundamente indisoluble. Su reciproca pertenencia es representacién real, mediante el signo sacramental, de la misma relacién de Crist con la Iglesia. Los esposos son por tanto el recuerdo permanente, paralalglesia, delo que acaecié en |a.cruz; son el uno para el otro y para los hijos, testigos de la salvacién, de la que el sacramento les hace participes. De este acontecimiento de salvaci6n, el matrimonio. como todo sacramento, es memorial, actualizacion y profecfa; «en cuanto memorial, el sacramento les da la gracia y el deber de recordar las obras grandes de Dios, asi como de dar testimonio de elias ante Jos hijos; en cuanto actualizacién les da la gracia y el deber de poner por obra en el presente, el uno hacia el otro y hacia los hijos, las.exigencias de un amor que perdona y que redime: en cuanto profecia les da la gracia y el deber de vivir y de testimoniar la esperanza del futuro encuentro con Cristo». ‘Al igual que cada uno de los siete sacramentos, él matrimonio es también un simbolo real del acontecimiento de la salvacién, pero de modo propio. «Los esposos participan en cuanto esposos, los dos, como pareja, hasta tal punto que el efecto primario e inmediato del matrimonio (res et sacramentum) no es la gracia sobrenatural misma, sino el vinculo conyugal cristiano, una comunion en dos tipicamente cristiana, porque representa el misterio de la Encamacién de Cristo y su misterio de Alianza. El contenido de la participacién en la vida de Cristo es también especifico: el amor conyugal comporta una totalidad en la que entran todos los elementos de la persona —reclamo del cuerpo y del instinto, fuerza del sentimiento y de la afectividad, aspiracién del espiritu y de la voluntad—; mira 2 una unidad profundamente personal que, més allé de la unién en una sola came, conduce a no hacer més que un solo coraz6n y una sola alma; exige la indisolubilidad y fidelidad de la donacién reciproca definitiva y se abre a la fecundidad (ett. Humanae vitae, 9). En una palabra, se trata de caracteristicas normales de todo amor conyugal natural, pero con un significado nuevo que no sélo las purifica y consolida, sino que las eleva hasta el punto de hacer de ellas la expresién de valores propiamente cristianos»

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