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j de la historia Pee ee Bee ee aie Tho) sus protagonistas Tt Bice ee eens Pomoc ae ae ane Feo ella ar ieee SOc er aa am! reece mia an ee Oren acer wT ns aumento een! Perego nS eae an Los datos biograficos de Pitagoras Cree co Oa ee ier) eer ane nee) eee aia) Eee ara ee Wey Nee Oe ree Cremeans ae) cea can Cie we mtea ea oar? rte eee nT Pee ona Cee eects emer ears un circulo mas amplio de oyentes Crean mar cers is Beco Uncen) Eee Rss) Peeing me Cee ager cee wa ec me) ees aU CME ee Ca Sea) Po Mace Cee cs eee Creare een Ewer) Crewe eee ina ere annette tary Preece uns anes eres Pere new men earl is CeCe eae eater ey SURO a ue ms Cerna em anata ease Cary Dene ON Cy a Moree Noe eee) Prete me we doctrina del maestro se -dispersaron Bear aca Reae mys eee aes su potente vitalidad, fueron eee een ae See a Ren ae es eC eee Es Coosa rig eer Eee rue! Pou e ied Ua cae) Sacer cr Ty eror tr ec aed eared 112, Lutero Emer erry Ect eye Tent errr ee remit Sears coos creme me ore) anaes CAD ore Eee SMES an on) res Eomerurri Saeed crear) ee eee Reese eon Ta ae eS Tara Pere ea errs Piper es erry Ca een it area Te Ue eee area Pee ec Seer teen a) Pa ee es Po area rie ca tt enna se reset ees ocean) Te era ae nae Pac eREKC) Chea eee eee emcees p. 130-181 (12) Dee ae mein eect PU LA ty ee eet Peco) ermneetee eeieea PCC wo) ee nears Porc one tert Oe ne ey Se Cet) ea Re etn Cen eae Ree Cee eter ceed Ceara a ene rent) erent ae Pere Coen ree “Se indiean acé, en parte con valor aproxi ~-ativo, los puntos de referencia nocesarios ‘para encuadrar el nacimiento y el desarto Uo del caso pitagérico. 00 4.6. Jas colonias griegas del Asia Menor nace pensamiento filosifico cientifico rep estado por Tales de Mileto (040/30.540/ 45), Anaximandro de Mileto (610- poco is de 547/46), Anaximenes de Mileto 1585/84525/24), Hericlito de Bfeso (flo. i hacia 504-501) se convierte en tirano de Samos. sciin de Pitagoras desde Samos a en Ia Magna Grecia, Consttiucién Js hormandad pitagérica. eC. x20 de la sublevacién democriticn = el partido aristocritico y las comu. des pitagirieas, Pitégoras se retira al donde muere algunos atios des. del incondio de 1a casa de tuna rounién de pitagbriens. Ta diispora de los pitagéricos de Grecia y la constitucién de nuc- des en Grecia y on otras Io. de a cuenca del Moditerrineo, ‘Alomeén de Crotona, fisidlogo y Pilagoras Maria Timpanaro Cardini 450-430 2. C. ‘Vive en Atenas ol mercader Hipécrates de Quios y se convierte en gedmetea genial 430.365 aC. Florece en Tarento, Arquitus, matemético, fEsico, hombre de estado, Segunda mitad del siglo w a.C. Los siracnsanos Hicetas y Ecfanto desarro- Tan las observaciones colestes, Eofanto des ceubre que Mercurio y Venus giran alrede- or del sol 428/27-34 0.C. Vida de Platén de Atenas, Después de su primer viaje a Sicilia (alrededor de 389) funda Ia Academia, 300 aC, Alrededor de esa fecha se vibiea Buclides de Alejandra, el autor de los Elementos, donde se incluye y se sistematiza la geo- smetris elaborada por los pitagérios. Alrededor de 310-230 a. €, Vida do Aristarco de Samos: fue el primero que formulé la hipétesis astronémica helio. cfntrica, 278.212 aC. ‘Vida de Arquimedes de Siracusa, tt siglo aC. Nacimiento del neopitagorismo. 239-169 aC. Ennio, Siglo 1 a.C. Nigidio Figulo Siglo r Ta secta de los sextios; Apolonio de Tiana. Siglo Nicémaco de Gerasa; Teén de Esmira. 282/33-901 (4) Porfirio de Tiro, neoplatinico, bidgrafo de EI ambiente cultural Para reconstrir los origenes do aquel com junto de doctrinas eosmoligieas, matemét- a, éticozeligiosas que iniian con Pitagonas tana _de las concepeiones del mundo més vitales y fecundas'e influyen y determinan corsientes de pensamiento posteriores hasta Jo edad modems, e: necesario romontarse mentalmente basta Ja antigua Jonia y con- siderar el papel que ésta desempend en la historia de la Hélade desde el siglo x alve En Jonia, agotado el_ gran periodo épico, nace la zellesion filoséfica. En esta region, centro de actives intereambios y donde se eruzaban diversas poblaciones debido a las relaciones comerciales entre orlente y occ dente, entre las costas de Asia Menor y las iss Fgeas, entie étas y Grecia continen- tal y los palses costeros del Mediterrineo occidental, se desarzollaba uw vida activa, vivaz, audaz, ioquleta, curiosa, amante de Jo naevo y dela aventura, Junto a. los productos comerciales ciculabin las ideas provenientes del Medio Oriente, del Asi Menor, del Beipto, que en las eiudades de Jonia eneontraban 1m terreno rico en fer= tents y en extremo propieio para Ia erea- cin de formas de pensamiento tendientes dar una explicaciin tmitaria y coherente del mundo y de sus feodmenes. “Todas los hombres, por su naturaleza ase piran al saber", dice Aristételes al comien- 2 de su Metafisica; vel primer saber e3 ol do comprender Ja naturaleza que nos rodea aya incosante variodad_ do formas .en el espacio y on el tiempo deberé, sin embar- gp, conducir « una ley, a un principio w fario que en germen le contenga toda, Ja disciplin, Ia explique. A parti de agi comienza_ el proceso evolutivo del pensa- mmiento flosético griogo que s0 recoge in statu nascendi (en estado naciente) prec samente en Jonia, en esa zona que sélo aparentemente esti en Ta. periferia de Ia lade, pues bistiricamente era muy een- tral en la poca que estames considerando. {Ls exigenci filoséfica de um principio uni. tario se orienta primero, como es natural ails bisqueda de una materia 0 tinica que constituya el trasfondo 0 trato permanente de todas las c 1. Pitdgoras y Euclides. Miniatura del siglo XIV. Florencia, Biblioteca Nacional Central, BR 88, e, 330. (Scala). ‘existen, Es decir, se piensa que existe una ‘substancia clemental finica de la cual han “tenido Ingar todas las cosas y que perdura “en ellas como clemento unificador de todo fe] universo, Nace asi el problema de la queda del “principio” que para ‘Tales ide Milcto, uno de los siete sabios (siglos Wievi a.C.), sera cl agua. Para el més ori -zinal y profundo de los filésofos milesios, Anaximandro (siglos vu-vs a.C.) sera el in Frito, 0 mejor 1o indefinido, una substan. ‘Ga tan primigenia que carecia de toda “Geterminacién cualitativa 0 cuantitativa y “Silo estaba dotada de inmortalidad ¢ in- estructibilidad, con lo cual quedaba_ga- antizada su unidad y permanencia. Para “Avaximones, el tercera de los milesios (si- ele vi a.C.) sera el aire y para He de Efeso, seri el fuogo. Ahora bien, re. falta claro que esta substancia clemental Gallada en la naturaleza, pero cargada de ‘wna presencia etema tan compulsiva, iba allé de la esfora natural y asurnia un “Siznificado metafisico y divino. ‘Sin embargo, la presencia de un principio terial, aunque sea eterno e indestructible, 1S bien podia aceptarse como substrato de J materia, dejaba sin resolver la cuestién Ta variabilidad de las cosas y de los .enos, el nacer y mori, €] movimiento or 16 tanto, estos pensado- Investigadores de faturaleza, impelidos por Ia exigencia Tlevar Ia Drisqueda més allé del primer sultado aleanzado, insuficiente para. ago. (“pera procediendo as, la cosa mis. ‘se abrié camino y Tos obligé a buscar” dice Aristétcles com si cficacia F experiencia de estndiso) sinticron Ia ne- “esidad de otra causa que pucliese explicar §e “movimiento” en ta naturaleza, en su do mais amplio: cambio, desplazamien. alleracién, crecimiento, dismimciém, fase de la bisqueda aparece Piti- ess con Ia doctriva del nimero. rafia de Pitigoras ‘dates biogrificos de Pitégoras que nos Tegado son cl nombro do su padre, co y el de su patria, Samos. De ‘modo aproximado se puede fijar el na- ento alrededor de 580 a 575 a.C. y la gaciin desde Samos a la Magna Grecia del aso 530, La muerte es de ‘mis incierta: entre fines del siglo vs cipios del v. A mediados del siglo vi, de Samos gozaba de gran poder y vor La caida del reino de Lidia con de Sardis (548 a.C.) por Ciro, dio resultado Ta sujectin al yugo persa ‘Ess cludades griesas del Asia. El gene- ‘pest Harpagin recibié del rey el en ide someter a las ciudades griegas, preseniaron una resistencia valiente, ineficaz, y una tras otra, sucumbieron 2b ocupaciin. Las islas Leshos y ‘se sometieron a Harpagin antes de 2 ello, pero Samos, la tercera Pitigoras ‘Menor, mantuvo su autonomfa, lo qué con- ‘tribuyé en; mucho a convertifla en uno de los estados mis poderosos de la Hélade. Como lo testinonian Herddoto y Tucidides, hhabia legado a ser bajo el tirano Policrates una fverte potencia naval y habia adqui- ido una vasta supremacia sobre las islas ‘egeas y también sobre las ciudades de Ja costa, Los afios que Pitigoras pas6 en su patria ‘antes de emigrar a Occidente, afios de Ia javentud y de la primera madurez, deben hhaber sido sus Wanderjahre [atios de va gabundeo]. En efecto, la tradicion Ie atri- buye grandes viajes a Oriente y a Exipto ‘Una critica demasiado eauta y suspioaz Ios hha nogado considerindoles una invencién 44 posterior! para explicar la “mult de Pitigoras que Hericlito critics. Pero, ademas del hecho que la acusacion de Hericlito dobia tener un ciorto fundamento coneroto, hay que recordar que Samos era lun contro activisimo de eneuentros y de intereambios entre pueblos que descansaban sobre el Mediterrinco oriental y no es plau: sible que Pitigoras permaneciese indife. rente a los estimulos y a los amados de tuna vida y de una sociedad tan variada ycompleja. Ademis, sus viajes y contactos ‘con poblaciones de Tracia, de Asia Menor y de Egipto, fueron presupuestos necesa. iamente por algunos testigos dignos de fe. Contra esta hipétesis de los viajes a Egip. to, nada prucha el argumento que se uti lizé; a saber, que los egipcios desconoclan Ta metempsicosis en Ia forma pitagérloa de experiencia moral purifieadara del alma, Esto, euanto mis, prucba que Pitgoras no tomé la idea de Ta metempsicosis de los egipetos, 9 bien que supo adaptarla de un moda totalmente original a los fines de si censefianzs, Por otra parte, los testimonios de Herfclito y de Herédoto atestiguan que cen las diversas Jocalidades de Jonin y de ‘Tracia ya era conocida Ia actividad de Pi igoras en sus aspectos de erndicion y de actitud piadosa. Fericlito, “soberbio y des. preciador de todos”, como lo definié Did. genes Laercio, afiemé que la “multiciencia no ensefia a tener inteligencia”, reuniendo fen esta denigracion a Pitigoras’ y a Hess. do, Xendfanes y Hecatco y acusé a Piti- goras de ser “inventor de complicaciones” ‘También Xendfanes, como afirma Diégenes, habia aludido burlonamente en una elegia ‘a Ia creencia de Pitégoras en Ia metemp: sfeosis relatando este episodio: “Se dice aque eierta vez. al pasar por un lugar donde ‘maltratsban a un perrito, pronuneid apia dado estas palabras: Deja de pegarle por- ‘que con seguridad es cl alma de un amigo rio: lo reconoef por su vor”. Y Herédoto testimonia en Ia narracién de Zaknoxis (IV, 95) ta presencia en Tracia de la doc- trina de les reenearnaciones: “He ofdo de. ir a los grieas que habitan el Helesponto y el Ponto que este Zalmoxis vivia como tesclavo en Samos y era slervo de Pitégoras, hijo de Mesarco. Decian que mas tarde, ya libre acumulé grandes riquezas y re- s1es6 con ellas a la patria, Alli este Zale moxis que, por haber vivido eon los griegos ¥ con Pitigoras, uno de los mis sibios entre los griegos, habia aprendlide el modo de vivir de los jonios y conocido costum- bres més eivilizadas que las de Tos tracios, gente pobre y tosea, se construyé una mo- ada hospitalaria en la cual al convidar 2 los principales conciudadanos, es enseiiaba ‘que ni , ni sus convidados, ni aquellos que on el tiempo de ellos nacerian, habrian de morir, sino que irfan a un Ingar donde vivirian para siempre, en posesién de tados sus bienes. Al mismo tiempo que procedia y diseurria as, se constrain una morada subterrinea. Cuando ésta estuvo lista, des aparecié de entre los tracies, descendié all ssubterrineo y moré alli por tres afios, mien- tras aquellos lo oraban por miterto. Pero, al cuarto afto reapareeié a la vista de los tracios y asi Hegaron ellos a creer lo que afirmaba Zalmoxis’. Sobre lo que Pitégons narraba acerea de sus propias reenearnacio- nes, hay un relato de Heréclides del Ponto referido por Didgenes do Laercio. “Cuenta Hericlides del Ponto que Pitigoras acos- tumbraba a rolatar e6mo habia vivido un tiempo bajo el aspecto do Etélides y tenido por hijo de Hermes, y cémo Hermes Te habia concedido el solicitar cualquier os excepto la inmortalidad. Habia pedido en. tomces el poder conservar, vivo o muerto, fl recuerdo da las cosas sucedidas, y asi durante su vida habia conservado memoria de todo y la habia mantenide durante Ta muerte, Algin tempo después, se reencar. 1nd en Enforbo y fue herido por Mencla. Euforbo relataba edmo habia sido en un tiempo Btilides y habla obtenido de Her- mes ese don y cimo habia peregrinado su alma y en ewintos animales y plantas habia renacido y las vicisitudes por las que habfa pasado en el Hades a las que estaban s0- metidas las otras almas. Al mori, su alma pasé a Hermétimo, el coal, queriendo tam. bién dar fe de ello, fue a Branquida, ented en el templo de Apolo e indio’ el eseuda de Euforbo que Menelao habia dejado en voto (en efecto, deen que éste de regreso de Troya, habia consagrado el eseudo a Apolo) que ya estaba podride y al cnal silo Je quedaba la parte externa de marfil. Cuando Hermétimo murié renacié como Piro, pescador de Delos que a su vez re- cordaba todo, es decir, cémo habia sido primero Etillides, luego Hermétimo y des pués Pirro. Al morir Piro, so reencamé en Pitigoras que conservaba el recuerdo de todo To que se ha dicho” Acerca de la eausa de la partida de Pitt oras do Samos, Aristoxeno, semiin Porfirio, decia que “Pitigoras a los euarenta_aiios viendo que la tirania de Pollerates se hacfa més dura de lo que un hombre libre pie de soportar de un gobierno absoluto, partié hhacia Italia". No sabemos si los motivos de disentimiento con Polierates eran de naturaleza politica 9 personal. Sin embar- 0, pese a la inseguridad de Ta Fecha (530 a), este hecho es el primer aconteci 1, Estatua de Hora det Heraion de Samos, siglo VI a. C., Paris, Louore, (Alinari). miento seguro de Ta biografia de Pitégoras y marca Ta iniciacion de wna. actividad comprobada histéricamente, Crotona era Jn segunda de las colonias aqueas funda das en el golfo de Tarento hacia fines det siglo vm (709-708 aproximadamente). La habia precedido Sibaris y le sucedieron Tarento y Metaponto. No sabemos. qué ‘motivos determinaron que Pitagoras eligic ra como residencia Crotona: puede haber tenido selacion con el hecho que ya flo- recia en Crotona wma escuela médica y también oon la tradiciin del origen délfico de Crotona; en efecto, el tripode délfico aparece ya en las primeras monedas at adas por Crotona”ycontinué siendo el cemblema de la ciudad hasta la época r0- mana. Las vineulaciones de Pitdgoras con cl culto de Apolo fueron atestiguadas por Aristoxono: “Pitigoras recibié de ‘Temisto- ‘lea, sacerdotisa de Delfos, la mayor parte de los preceptos morales". Debe de haber ccomenzado ya en Samos su oficio de macs- tro, porque el testimonio de Iséerates pa- rece referirse a aquel periodo: “Pitigoras de Samos introdujo en Grecia el amor al conocimiento y se distingnié particularmen- te on la clenela de los sacrficios y de los ritos celebrados en las soleronidades x slosas, consideranda que, aunque no obtu- vera por esto ninguna recompensa de Tos loses, recibiefa grandes elogios de los hom- bres. “Asi Je sucedié, en efecto, y por su fama super6 tanto a los otros, que todos los jévenes aspiraban a ser sus discfpulos y los ancianos velan con mejores ojos que sus ijos pasaran el tiempo con él a que se focuparan de los intereses familiares. No se puede negar fe a estas noticias, pues aan hoy son més admirados los que se en sus diseipulos, aun si _mantienen el silencio, que os que aleanzan_grandisima fama con la palabra”, No hay que excluir que precisamente esta actividad coronada do tanto éxito hubiese suscitado eelos y sospechas por parte del tirano y hubiese intentado por ello ponerle absticalos. Este amor del “saber” estrechamento umido al ceulto de Apolo, el dios de la ciencia, es- taba dirigido hacia Ia bisqueda del “prin- ipio” o hacia las ciencias en las que este principio manifestaba su validez, que fue- ron la geometria, Ja misiea, la astronomia, 1h medieina. Pitégoras en Crotona Cuando Pitégoras fue a Crotona, en el pa trimonio cultural que Tlevaba consigo apa. reefan ya dos elementos que babrian de constituir los ejes de la eseuela futura: el problema del destino del alma y la ext encia de un saber teérico que sobrepasera Jus finalidades pricticas y fuera coronacién y bien supremo de la vida. Aportaba una personalidad rica de eneanto que ya en Jonia habia despertado asomibro y quizés también desconfianza, Se lo definié como ‘un aristéceata que, surgide del mundo J nico, renegabs de la tradieién del daminado Thumanismo de los jénicos para pasar al 6 irracionalismo de las poteneias misticas. Se contrapuso Pitigoras a Homero, a Tos fil6- sofos milesios. En esto hay algo de ver: dad, pero es necesario agregar que Ta responsabilidad de haber planteado el pro- blema del destino del alma no es sélo suya pues la comparte con la misteriologia drlie ca. Por el contrario, lo que es exclusiva- mente suyo es el reseate del alma de sus vielsitudes dolorosas mediante Ja potencia liberadora del saber, Ls idea de la metemp. sicosis tiene un origen complejo all cual concurren varias corrientes y exigencias espitituales. A Pitigoras Te corresponde hhaber hecho de ella un motivo de perlec- ionamicnto moral, haberle asfgnaclo cons cientemente el caricter de fundamento del respeto debido a todo sor viviente: Pitt goras cree en la metempsicosis porque en primer Iugar eree en Ia suya: habia sido Etilides, Enforbo, Hormétimo, Pirro; aho- ra ora Pitigoras y ensefisba que cualquiera ‘eon s6lo quererlo puedo intensificar y pro- longar sus experioncias de vida. La ascesis que él ensefiaba se distingue netumente de Jas otras formas do ascesis mistica porque tiende al conocer, al saber: colocaré a las ciencias como eimientos de su escuela, Su ios es Apolo, el dios de Ja fuerza intelec. tual, y si en la Magna Grecia parecté esta Dlecerse wna. afinidad 0 un intercambio de ritos y de ereencias entre las comunidades Grfieas que ya existion y Ta pitagériea, en parte esto sucedié porque las primeras eran también de origen spolineo: Dionisio apa- rece posteriormente en su misterfologia. Es comprensible que pronto se tejiese una Teyenda alrededor de Pitfgoras, favorecida ppor el aspecto fascinante y mistico de sus poderes sobrenaturales. Esta leyenda, a1 41 mismo impulsé con el relato de sus re- fencarmaciones, tendia a exaltar en él po- eres extraordinarios, debidos a su natura Teza extraordinaria, Aristteles, el. primero que tecogid estos elementos fabulosos en tun libro Sobre los pitagéricos (desgraciada- ‘mente perdido), relataba que “aquellos hhombres (los pitagéricos) guardaban entre sus secretos mis arcanos Ja distincién si- ‘guiente: el ser dotados de razén tiene tros fspectos: uno es dios, oto es hombre, un terooro es como Pitigoras”. Un extracto do este Hibro aristotélico os relatado por Apolonio, el de las paradojas: “Pitigoras, hijo de Mnesareo, en un principio dirisié su mento a las ciencias y a los niimeros, pero Tuego no se abstuvo de hacer mila fos... En cfecto, cierta vex on Meta ponto cuando una nave cargada de mer ‘caderfas estaba entrando al puerto y los presentes hacfan votos para que Hogase sana y salva por el cargamento que llevaba, Pitigoras adelantindose dijo: “Veréis que festa_mave os trac un cadiver. Otra vez, fen Caulonia preanuncié Ia osa blanca. ¥ el mismo Aristételes, entre las muchas y dife. rentes cosas que escribié sobre él, relata que en Tirrenia Pitigoras mordi6 a wna serplente con mordedura mortal y Ja mat6, Habria predicho a Ios disofpulos Ta rebe- Tién que tuvo lugar y por eso, sin ser visto por nadie, emigré a Metaponto, Al pasar por el rio Kasa, él y otras personas oye- ron una vox més poderosa que la humana que grit6: ‘/Salve, Pitigoras! y los presen tes fueron presa de gran temor. Una vez aparecié en Crotona_y en Metaponto el mismo diay hora, Avistételes relata que Cierta vez, estando sentado Pitigoras en el teatro, se levantd y mostrd a Jos asistentes que su muslo era de oro”. Naturalmente, Gstas eran fantasias de pueblo exédulo, pe to Empédocles de Agrigento (que en cier tos aspeetos se le asernej6) dio una inter. pretacion digna de Pitigoras: se lee en Porlitio que “Pitigoras ofa la armonfa del tuniverso, es decir, percibfa Ja armonia uni- versal de las esferas y de los astros que se movian con ellas, a las que nosotros no fofmos por las limitaciones de nuestra na- turaleza”. Esto lo testimonia también Em- pédocles al decir de él: “Entre ellos habia tun hombre de extruordinaria sabidueia que poseia realmente inmensas riquezas de in- eno y era valiosisimo en obras. varias. y sabias: tal que cuando tendia todas las fuerzas de su mente, vela fitcilmente todas Jas cosas que aparecen en el curso do diez, de veinte edades humanas”. Porfirio, oo ‘mentando alunos. términos raros usados por Empédocles, dice que sobre todo ex- presan adecnadamente la constitucién de Ta vista, del ofdo y de Ia inteligencia de Pitégoras que en él era exeepcional y mis aguda que en los demis, Cuando Pitigoras pasé a Crotona, Ja_ciu- dad se habia repuesto de la derrota sufrida fen el rio Sagra, por parte de Locris, colo. nia ubieada mas al sur sobre el Jénieo, y tendia shora a expandirse hacia el norte, hacia el valle del Crati donde Sibaris os- tentaba la modernided de sus costumbres y Tas formas libres de su ordenamiento politico. Dicearco testimonia el éxito obte- hide por Pitigoras: “Luego que Pitigoras Tews a Italia y se divigibd a Crotona, por set un hombre a quien la fama de largos viajes hacfa aparecer extraordinario y que |i fortuna habia provista de bellas dotes personales (en efecto, era de aspecto gran- de y noble y tenfa gracia y dignidad cn la vor y en sus maneras y en todo el tenor de su vida) pudo ganar el favor de Ia cindad de Crotona a tal punto que luego de haber conquistado los dnimos del Con- sejo de los Ancianos con muchos y hermo- 05 razonamientos, dio, por orden de los ‘magistrados, discursos. educativos destina- dos a los jvenes; después hablé a los ‘muchachos que acudian en tropel desde Ta eseusla y finalmente a Tas mujeres. Por festos hechos, su fama aumenté mucho y ‘muchos entraron_en relacién con él, sea de Ia misma ciudad (y no solamente hom Ibres, sino tembién mujeres, una de las ‘euales, Teano, se hizo famosa), sea tam- bign muchos reyes y jefes de los paices ‘vecinas no griegos. Pero, nadie podla de. tir con seguridad qué decia a sus oventes, ‘porque entre ellos el sileneio era observado Pitigoras rigurosamente. Sin embargo, algunos de sus dichos eran universalmente conocides: ante todo que el alma es inmortal; Inego, que ella trasmigra a otras especies de seres vie vientes y ademés que lo que una vez exis. 116 vuelve de acuerdo a determinados pe- odes de tiempo; que nada es nnevo en sentido absoluto y que todas los seres ani rmados deben considerarse de igual natura- leza. Al parecer, Pitigoras fue el primero que introdujo esta doctrina en Grecia”. La escuela: organizacién ¥ vieisitudes politicas La tradicién ha conservado la noticia que guenes segnian a Pitigoras se dividian en matemiticos y acusmaticos. Es’ verosimil ‘que esta distincién tuviera su origen en el hecho que Pitigoras usaba dos métodos de fianza: uno exotérico para un efreulo mas amplio de oyentes, que habla. vuelto ids accesible a Ja compreasién recurtiendo 1 Ia analogia y al simbolo, y otro esotérico que comprendia las doctrinas més dificiles ¥y mis heterodoxas con respecto al pensi- miento comin. Debfa guardarse el mis riguroso secreto acerca de todo y se san- ionaba con eastigos a quienes divulgaban oetrinas de Ia escuela. Se hizo famoso fl cago de Hipaso de Metaponto, el més Inteligente de los primeros_disefpulos de Pitigoras, de quien se dice que por haber sido el primero que divulgé Ia construc. Gidn de la esfera de dace pentigonas (el odecaedro) perecié en el mar como im- fo. Jimblieo también dice: “EL primero que revel6 Ta naturaleza de Tas magnitudes conmensurables © inconmensurables a Tos indignes de participar de tales conocimien- tos, dicese que mezeeié tanto odio que no s6lo fue excluido de toda compatiia y con- vivenefa, sino que se le constrayd tna tum. ba, como si en verdad hubiese dejado de existir aquél que alguna vez habia sido tun compafiero, Otens dicen que también Ja divinidad se enojé con los divulgadores de la doctrina de Pitigoras. En efecto, pe- recié en el mar como impfo el que revel6 ima se inseribe en la esfera el ieosigono, fe decir, el dodecaedro, una de las cinco figuras sélidas". Sin embargo debe supo- nerse que debieron divulgarse seeretamen- fe noticias, no obstante Ia _prohibicion, Herdclito, Xen6fanes, Parménides conaeian octrinas pitagéricas. De esta divalyacién clandestina tuvo seguro origen aquella tra. dicién oral que tomé tres direcciones: ere6 y desarroll6 el aspecto maravilloso de la leyenda, divulgé Ia preceptiva ritual y Ta tmistiea de los niimeros, transmitié Tas doc- trinas de la matemética, Ia astronomia y la actstica musical. Esta disciplina de ensonanza diferenciada y de silencio respondia 2 un principio aris. tocrético, establecia una jerarquia de va lores. Por ello, se explica que en un primer perfodo la institucién pitagtrica fuese tan bien recibida en Crotona donde dominaba luna aristoeracia terrateniente, Pero Tas aspi- raciones de expansién de ésta hacia el nor- ur te, sobre la Hanura de Sibars, fueron pre arardo poco a poco aquella guerra que concleyé con Ia derrota de Sibaris sobre él rio Trente y la destruceién de la ciadad (510 aC.). Diodoro reata que la ocasién Inmediata fue el hecho que el gobiemo popular de Sibaris habia deeretado el des tierro de quinientos cludadanos y habia confiscada sus bienes. Estos solictaron ast Jo en Grotona. Sibars exigia su restitueia bajo amenaza de guerra y la asamblea de Crotona se inclinaha a acoeder, pero Pic goras wconsejé la defensa de lox. profugos y se decid entonces afrontar Ia guea, La batalla sobre el Traente fue memora. be: Diodoro dice que 300.000 sibaritas se enfreotaron con 100.000 erotoniatas conduc ides por el atleta Milén, quien segin ps rece, eta yerna de Pitigoras. Milén, que ya habia venekdo seis veces en los Juegos Otimpieos, obtavo una espléndida victor €l ejército sibarita fue destrozado y Ia ded cxterminada y reducida a un paramo, Pero, como suede a menudo, la guerra Victoriosa contra Sibaris habia predueido tna transfusién de pesiones y de ideales politicos desde el vencido al veneer. Ade- ‘mis, también en Crotona Tos tempos ya (staben macros para aquella transforma. cigm democritica que estaba operando en otras ciudades dela Magna Grecia. Ta divisign de Ins ters conquistadas a Sib vias en la batalla de Trucnte constituyé un motivo de rovuslta, Se enciende entoncos Ta primera hoguera de aquella sublevacion contra los pitagéricos que en varias oca- siones, desde fines del siglo v1 a medindos del siglo v, habria de onducir al extermi tio de todas las hermandades pitagéricas de la Magna Grecia. Existe gran inseaur dad cronolégica acerea de las fases de este conflicto: asi, uno de los episodios més tipieos, el incendio de la casa del atleta Milén durante una zeunién de pitagérlces, es ubieado por alunos en el primer penfodo de la revel, estando vivo y presente Milén, pero en ausencia de Pitfgoras, quien habia emigrado a Metaponto y todavia vi via o habla muerto haela poco. Otos, gquiendo al Tineo, tansportan el. episodio a Ta mitad del siglo v, ya mnerto Milén, pero cuando su casa era todavia famosa ¥ lugar de reunién. Diversos y_ complejos motives contsibuyeron a cambiar en hos- tilided y_perseeneién el favor del que bs bia gozado durante més de dos décadas, la hermandad pitagivica. Tin este periodo, clacucrdo entre cl estado aristoceitico y la poliiea de Ia hermandad, que en aparien- Gia tendia a un mismo fin conservador, dlebia habor trasuntado ya wna profunda Iheterogencidad, 0 s6lo porque los inte. roses de uma aristocracia de Ia cultura puc- den coincide slo en parte com Tos de una aristoemcia nobiliariay del dinero, sino también porque la hermandad pitagSriea se asemejaba menos a una aristoraeia conce- bbida para conservar el orden antigo a favor de sus privilegios, que a uma teoera- cia con Ta cual tenia en comén el eoncepto 1 Resto de columna del tomplo de Hera Lacinia en Crotona. Siglo VI a. C. (Alinasi). 2,8. Moneda de Crotona. Alrededor i de 530 a.C. De R. Carrucci, Le monete dell’ Italia antica, Roma, 1885. 4,5. Cara de los didracmas de Velia con la figura del pentégono estrellao, eps do verdad revelada (ipse dixit), Ie sién absoluta al ser superior, del deriva, Ia renuncia a ke propia mia espiritual. Pitégoras, si mo es famente un dics, es un ser divino, e todos modos, es tinico y, como se be: dicho, constituye une de los’ tres aspecton: del ser racional. Se trataha de una especie de orden religiosa laica, cuyos artienlos fe eran en parte normas de vida, en parte Prineipios de ciencia, y que tenia en eo ‘min con la religign el concepto del valor: absoluto y universal de su verdad, la cual pese a no poder sor comprendida a fonde: Por todos, concierne sin embargo ideslmen. te a todos los hombres. Todo hombre es participe de su verdad y puede caer por sus enlpas, pero también puode volver @ elevarse a Ia divinidad de Ta cual descem dié. Y la metempsioosis reumia en una: sola Tey —Ia rueda de las reencarnaciones= no silo a los hombres, sino a todos log seres. vivientes, En Is poblacién también debié crearse una atmésfera de suspicacia y de descontento al ver a estos condiseipulos en el apariae tiento de una rica vida interior, de Ia cual los otros se sentian excluidos,* Si modo de vida, vuelto mis singular porque se visumbraba a través do Ia. obligacién del silencio, ese roferirse a Pitigoras sin ‘nombrarlo, asi como si el pronunciar su nombre constituyese una impiedad, debian suseitar mal humor y eelos. Segtin el relato de Jimblico, basado en Aristoxeno, una de Tas causis que condujeron a la conjuraciém fue ef resentimiento del eiudadano Cilén, timo de los més renombrados de la ciudad, que habia solieitado con toda insistencis su admisién en In comunidad pitagériea, pero que habia sido rechazado por su ricter sediciose y violento, Cilén y_ sus secnaces provocaron por este rechazo une guerra despiadada contra Pitigoras y sus compatieros, de la que no desisticron des. puds de la decisiin de Pitigoras de reti- arse a Metaponto. Por el contrario, la ucha continué y se extendié contra otras cofradias pitagéricas on Ia Magna Grecia asta que culminé en el ya mencionada incendio de la casa de Milén, Del incene dio se salvaron solamente Arquipo y Lisi Este diltimo emigré a Tebas y fund6 allé tun freulo pitagérico al que en los. tiem. os de Platin pertenocfan Filolao, Simias y Gehes. Arquipo pas6 a Tarento donde el freulo fundado por 4 florecié poco tiem, po después por obra de Arquitas. Otros pitagéricos diseminados aqui y alld por la Magna Greeia se reunieron en Reggio, don. de constituyeron una eaftadia, pero con el ‘ranscurrir del tiempo se sintieron poco se. ur0s, aunque los pitagéricos hablan aban. onado toda actividad politiea desde el comienzo de Ia persecucién. Abandonaron Ttalia_y se dispersaron, manteniendo. sin embargo entre ellos el vinculo de la doe. trina comin y de Ia observaciin de los receptos y el signo de reconocimiento al | ue después nos hemos de referir: el pen- tagrama, Sogin la tradicién, Pitigoras desposé a la ‘que ha quedado como la mis célebre de lis mujeres pitagéricas, Teano, hija de Pi. tonates, eretense de nacimiento. Tavo de ella un hijo, Telauges y una hija, Myia, aque Iuego fue la esposa del famoso atleta de Crotona, Mil6n, ya mencionado. Esta hija, educada también ella segin las formas pitagéricas, dirigié en Crotona en su infancia el eoro de nifias y, ya easada, cer Ia primera mujer que se acercaba a los altares. Los habitantes de Metaponto, en- tre Tos cuales se habia refugiado Pitgoras ¥y donde, sogin so dico, murié a los no- venta aiios, conseevaron su reeuerdo largo tiempo despnés de su muerte © hicieron de su casa un templo a Démeter y del andrén, un lugar consagrado a las musas. ‘Pitigoras no eseribié ningsin libro; los “tres libros” que se le atribuyeron después (una “Pedagogia”, una “Politica”, una “Fisica”) son una invencién alejandrina. EI primer Hibro escrito que contiene doctrinas_ pita ‘gérieas se debe a Filolao y es posterior (mediados del siglo v). La enseianza de Pitégoras fue oral y se confié a la memoria, ‘eaya ejercitacién ora una parte importante de Ia educacién pitagérica. Sin embargo, debe recordarse que se prepararon forma Tiros ayuda.memoria, memoriales y que oda cofradia que se constitula tanto en Ja Magna Grecia como fuera de ella tenfa el suyo qu servia_para Ta conservacién Anteriormente, al esbozar el problema de Js basqueda del “principio” de la natura: Jeea, hemos dicho que Pithgoras se intro- yee en esta bisqueda emunciando como Principio de todo, el mimero. Conviene feder aqui la palabra a Aristétcles, que vo un investigndor estudioso y agudo. de Js doctrinas pitagérieas. Después de. ha- Ber expuesto la teoria de los filsofos que ‘ceyeron on tn principio material, contin: AContemporineos a étos y tambign ante- ‘stores, los filsofos lamador pitagéricot, al plicarse al estudio de las matematieas fue- fon oe primeros en hacorlas progres, y al profundizadlas, creyeron que su_princ- (Be foers el de todas las coms. Y puesto ‘que por naturaleza, los nmeros son lor eimeros de lov princpios matemsticos y lls erelan descubrir en los nimeros mux icbas semejanras con los seres y con los fendmenos, més que en el fuego, en la ‘Serr o.cn cl agua (por ejemplo, una cier- 1 propiedad de los rimeros era para ellos esti, ofra el alma y la mente, aquella cl memento oportuno y asi de seguio todas ellas); y como también veian, Tos ‘mimeros Tas notas y Ios intervalos ls cscalas musicales, y como, por ofa Jes paredia que toda la naturaleca To demis estaba hecha = imagen de ‘imeres, y que Tos nimeros son los Pitiigoras primeros en la naturaleza, supusieron que Jos elementos de los miimeros fuesen los elementos de todos los seres y que el uni- verso entero fuera armonia y miimero. Y todas las concordancias que podian demos- tuar en los miimeros y en las armonias eon, Jas condiciones y las partes del universo ¥y con su coordinaciém total, las recogieron y ‘oordinaron”. Y mis adelante: “También cellos, al suponer pues el nfimero como prin- cipio parecen entenderlo sea como materia de las cosas existentes, sea como sus deter. minaciones y propiedades. Parece que ellos consideran clementos del mimero el par y 1 impar, y de ellos, el primero ilimitado y 1 segundo limitado. El Uno participa de ambos porque ¢s al mismo tiempo par © impar. De la unidad surge pues el mim oy, como ya se ha dicho, todo el Ur verso es nimero”. Un comentador de Aris {6teles, Alejandro de Afrodisia, al comen- tar estos pasajes aporta ejemplos: asi, pues. to quo el caricter peculiar de Ta justicia la recompensa y Ta igualdad, los pitagé. ricos consideraban que ol mimero de la justicia oraun nvimero cuadrado: el cu fro, euadrado de dos, primer nimoro par y también duplo de dos; y también el mue- ye, euadrado del primer nimero impar. EI nimero siete era particularmente ico en significados, pues expresaba el punto etico y decisive de muchos fenémenos re- lativos a determinados periodos de la vida Tuumana. EI nimero de las bodas era el cinco igual a 8 +2, es decir el primer im. par y el primer par, de los que el varén fra par y la majer impar. Los euerpos celestes estaban regulados en su orden y distancia reefprocas por wna Tey numérica. La esencia del nimero se pre- sentaba, sobre todo, en los intervalos mu- sicales, por cuanto el diapasén u octava es. taba expresado por Ia riz6n 1:2; el dia. pente 0 quinta por 2:3; el diatessaron o cuarta por 8 : 4. Y por eso Ta biveda celeste y lo que estd en la naturaleza esti const tnido por una determinada relacién armé- nniea, porque esté formada por mimeros ‘y de acuerdo con niimero y armonia. La Diisqueda del “principio” babfa soguido, ppor Jo tanto, en Ja doctrina pitagériea este proceso: partiendo de las cosas sensibles, mediante um proceso que eliminaba todas has eualidades accidentales, so extraian los datos permanentes, es decir, los entes arit- méticos y geométricos; de éstos, 2 su vex, ‘sus principios: por un lado Tos miimeros y por el otro, punto, linea, superficie, séll do; y como los principios geométrioos tam- bign estin expresados por mimeros (1 es el punto, 2 la linea, 3 la superficie, 4 el sélido), los mimetos resultan ser Tos pil mero’ prineipios de todas las cosas. Pero, el némero no es en sf inerte e inmu. table. Por un dinamismo interno propio se dialectiza en sus elementos que son el par y el impar; y el mimero, a través de la ddialéctica del par y el impar y a partir de los miltiples aspectos que ol par y el im. par y sus miltiples relaciones pueden pre- 9, sentar, acta como principio y causa de las ‘cosas, determinando la multiplicidad y va riedad, no sélo en euanto impar y par, si ‘no también segin el grupo al cual perte. neve cada uno de ellos: mimeros lineales, panos, sélides, cuadrados elelieos y asi sucesivamente, segyin sus relaciones rec. procas e interdependencia de polaridad, co rclatividad, conmensurabilidad, eteétera, Hay que tener presente que en In concep- iim pitagérica, Ta aritmétien y la goome. tila estin estrechamente rekiclonadas en tuna visién unitaria: se trata de una verds- dera aritmogeometria en la cual el nimero es coneehido espacialmente y se tienen asi los mimeros triangulares, cuadrangula- res, pentagonales, heragonales, ete, y los cibicos, piramidales, ete. segin el niimero de vértices y su ubieacién en el espacio. La casufstiea de Tos niimeros se enriquecié con el tiempo y se complieé a medida que iba adquiriendo significados cabalisticos y migicos; pero su raiz esti en la doctrina original del nimero como esencia de las cosas. La pareja par-impar contiene aque- io de ilimitado-limitado, en cuanto el m ‘mero par permite la dicotomfa hasta el i finito y corresponde, por Jo tanto, al ili- mitado, en tanto que el impar, all oponer Ja unidad a Ia dicotomia, impide el proce. 0, Véase ol esquema siguiente: ee ee ee cece ee oe Nimeros pares = ilimitado. eee eer oes > e ere eo ec eee Niimeros impares = limite. Que Ja_antitesis, la oposicién de los con- ‘trarios fuese una Jey del mundo fisieo, era también doctrina de la escuela médica de Grotona, anterior a la legada de Pitigoras y de Alemoin, su representanto més ilns- ‘re, contemporineo, aunque més joven, de Pitigoras, quien sostenia que las cosas hu- ‘manas eran en su mayor parte wna duali- dad, por ejemplo, blanco-negro, dulee.amar- 0, buene-malo, grandepequelio y otros contrarios, que él enunciaba al azar sin corden preestablecido. Pitigoras tavo la misma concepeién polar de la naturaleza, Ia que proporcioné una ase tedrica a Ix doctrina de las oposicio- ‘es al eqquipararlas a la oposieién fundamen tal par-impar inherente al concepto de nt mero espacio. Mis tarde, Ia doctrina, pro- bablemente en tiempos de Filolao, cristali- 2 en un canom de dicz oposiciones que fueron: Timtiadeitimitado, imparpar, uno- i doeiiccililiaiaaa > — derecho.iaquierdo, varén-mujer, | MUieto-en movimiento, rectc-curvo, luz-ti- nicblas, bueno-malo, cuadrado-rectangulo. Bn estas parejas de contrarios, la serie for- smada por el primer elemento representaba Ta perfeccién (o finito, lo limitado y deter- aminado y, por eso mismo, concluido y per- fecto): Ia serie opuesta, Io imperfecto en ‘si, To no terminado, cuya funcién es la de realizar, junto con su término polar, las cosas y los fenémenos de la naturaleza, Sobre esta concepcién, monistico-dualistica de Ia naturaleza se apoyaban los fundamen. tos de las clencias iniciadas por Ia ense- flanza de Pitégoras. Una tradicién afima que Pitigoras fue el primero que inventé el nombre de Filosofia y de Filésofo cn el sentida etimolégico de amante de Ta cien- ci, que, para él, fue esencialmente cien de los mimeros. “Pitigoras, hijo de Mne- sarco de Samos, el primero que dio a In filosofia este nombre, establecié como prin. ipios Tos mimeros y sus relaciones (que 41 también lama acordes) y aquellos ele- ‘mentos compuestos por ambos que se Ila. man geométricos. Establecié, pues, entre los prineipios Ja unidad y la diada indefi | Mida... Decia adermis que Ia naturaleza Ae] niimero es Ja década; en efecto, todos, : sriegos y birbaros, cuentan hasta diez, y Megndo a éste, vuelven al uno. ¥ afirma que, a su vez, In potencia del diez est en el cuatro y en la tétrada y Ia eansa ex ésta; si se suman los nimeros hasta cuatro comenzando por la unidad, se obtiene el mimero diez (1+2+8+4—10), si se Sobrepasa ¢l cuatro, se sobrepasani tam- bién el diez, Por lo tanto, en cuanto a Te tunidad, la esencia del nimero esti en el diez y, en cuanto a Ia potencia, en el cua. tro. Por esta causa los pitagéricos tambign juraban por Ja tétrada considerindolo el ju Tamento més solemne: “....por aquel que hos confis la Tetractys, Fuente y raiz de Ji naturaleza siempre fluyente”, Y la histo- el alma, dice, esti formada por la ‘Tetractys, es decir, mente, conceimienta, ‘opinién, sentido, de ella proviene todo ar. te y ciencia ¥ por ella nototzos tismos os. amos provistos de razin”, Puede resultar sorprendente que si el némero par estaba fn Ia scric de lo imperfecta y de lo inde. Finido fuesen precisamente dos mimeros pa. res, el cuatro y el diez, Tos que tuviesen ‘un significado sacro tan pleno. EL hecho @ que tanto Ia Tétrada como Ia Década expresaban leyes y relaciones fundamenta. les de estructura _ Las experiencias musicales Las primeras experiencing musicales de Pi. _ Ségoras hacen de la Tetrartys una sintesis de las tres consonancias de activa, quinta ¥ cuarla determinadas por é1 con las lon. gitudes de les cuerdas (2:1; 8:2; 4:8) Por otra parte, su conexién con la década segin. la formula ya vista (1 +2-+9 +4=10, transforman a la década en el fequivalente de la tétrada, en sw desartollo Tineal; y la tétenda conticie Ia década en otencia, es decir, es su equivalente es. pacial. ° Figura de la Tetractys Sin embargo, las dos concepeiones nacen juntas y esto explica por qué los testimo. nios antiguos oscilan entre suponer que ha ya sido la década que eres la tétrada 0 que sucedié a Ia inverse. Proclo, recor dando un antigua himno pitagérico Al nii- ‘mero, dice que “del intimo retiro de Tas ‘ménadas” se llega a Ia “sncrosanta tétrada” y ésta genera la década, “que es la madre e todas las cosas". Las propiedades sor- prendentes de las décadas fueron expuestas osterionmente por Espeusipo (sobrine de Platén y su sucesor on In Academia) en librita titulado De los miimeros pitag ricos en un pasaje que se consetvs en Theologumena Arithmeticae*, en que ex: onla su estructura peculiar, as analogias y correspondeneias secretas con los entes geninétricos, su significado cosmolégieo, Pe- ro esta teorizacién es fruto de una clabo- racién posterior pues se remonta a la époce de Filolao. De Pitégoras es la Tetracty= con su valor sagrado, por eusnto contiene Jos mimeros de las consonancias que cons- tituyen la armonia. Sele debe el descubri. miento del planteo matemstico de la esca Ja musical que €1 encontré experimentands y verificando sobre las relaciones de longi tud de las cuerdas, las razones numéricas ya indieadas. Por lo tanto, el sonido era nnimero, razén numérica, eantidad y cons tituia una de las pruchas mas evidentes de Ia comrespondencia entre Tos néimeros y las ‘cosas. Estas primeras relaciones habrin de. ‘mostrado que cuanto menores eran los ni- ‘eros que las expresaban, tanta ms perfec. ta era In consonancia: as{ era perfsctisima entre todas Ia octaya 2:10 diapasén, que al_comprender en ella Ins otras dos (3/2 4/3 = 12/6 =2/1) encetraba por analo. sia Ia armonia del univers. Esta figura reproduce un esquema de Ta Tra con Ins cuatro cuerdas fundamentales de la roporeién musical deseubierta por Pitigo. as. (Tomado de Ia Vita Pythagorae [Vida de Pitégoras] de Jamblico, pig. 68. Deub- ner.) * EI contenido del silo se refine @ invest- saciones acerea de Dios y de las cosas, 130 —— EL orden de los valores numéricos seiila- ddos mis arsiba en el esquema es el adop- ado por los autores posteriores, 0 sen enan- do después de Arquitas las relaciones de las velocidades vibratorias sustituyeran en or den inverso a las longitndes de las eucrdas espectivas, que en la proporeién de Pith. goras eran 12, 9, §, 6, desde la nots mix baja Chypate) hasta Ja mis alta (nete). Los valores numéricos representan en mi ‘meros enteros os valores minimos dé las tes consonancias (2, 8/4, 4/3, 1) mult plicados por 6. EI problema de las con. Sonancias era un aspecto particular del pro. blema general de las proporciones, euyo es- todio comienza precisamente con Pitégo. mas. Lay “medias” (conjunto de tres nis ‘meros en proporcién) fueron: la aritmeti. ca (6), 4, 8, 2) y ln geométrica (8, 4, 2). Ta tercera, mada subcontraria 0 armé nica (6, 4, 8) fue encontrada por Hipaso de Metaponto, uno de los primicros discipu: Jos de Pitigoras y ol de més notable per. sonalidad, que elabord con su_maostro la teoria musical. Otras “medias” fueron des. ccubiertas poco después y su descubrimien to debié dar lugar a celos y euestiones de prioridad entre los pltagéricas, En el acor de de octava, la media aritmétiea, entre los extremos 12 9 6, era nueve; la media arto nica era 8. La media geométriea no se podia obtener en la eseala pitagériea por. que planteaba un problema insoluble, Ia ruiz de dos. 1. Figura del tetraedro, De: L, Pacioli, Divina proportiones, Venecia, 1509. Figuras del numaro y su desarrollo 8) ndmeros twiangulares (1, 2, 3, 4 etc) b) nlimores cuadrados (1 + 9 +547 atc) Pitdgoras ©) nimoros recténgulos (2 + 4 + 6 + Betc) 2) nimeros_poligonsles cy Pentagonales (1, 4, 7, 10 ete) wn exagonalas (1, 5, 9, 13 ete.) ee a2 23 38 33 BS a SECVNDVS n Stra pofitorum fitequalis angulo.e.€ ipfatotalisfuperficies ficcqlus Tungale dedi at becasg.2quialne Daur ter uns foparficici descnbede sciicetlinea,a b.ibt auténullam . Cumergo 0 [ucro facereadiungo lineam.a g.lintee.a b.fim rettitudinemtquam po’ no equalem linee.ef. haf erianguli dai fuper quam conflituo tanga smum ci cqualem ff equilaterum.quod hoc modo facto. Conffituo an ‘gulum.a.g Beequalem angulo.e.€ angulun.g.a.keequalem angulo.£p 23-f quia.g a.pofira frerat equalts.e frit per+26.triangulus.gea.Rcq’ us equilaterus triingulo.c-t-d.diuidam ergo.ga.per equaltain paito b.tprotrubam.k.b tt producant a panfo.#-lincam.m, R.n.equidiffan tem lnee.g bueritq pet.38 -trianguluis.a h.R.cqualts tnangulo.g b.K.tiic fuper pendtumn.a.imee.g a.faciam angulum.g.a.l.per.23.equaler an’ gulo.c.datortf complebo juperFafim,a h.finterlineas.gb.ff.m.n-equi iflntesfoperfcienn equdiftantim Lrenamum.Llea sue per-qicda" pla critadmangulum.Rh.a.quare equalisrotali triangulo.K.ga.quare rriangulo.d.c-£.Propofitorprotrabam ergo.ban.equidifiantem.al-€ producam dianietrum.n a.quam protrabam quousq, concurrataum.m hun punélo®.o.f compicbo fuperficiem cquidiflanium Litcrum.m.o.n LLaausqad. p.crty, per precedentem fupplementum.a.b P-9.cquale fupplemento.m.Lb.2.quare triangulo.d.c-f.f€ quia per-16 angulur.La.b.eftequalis angulo.b.a.p.¢f ideo angulus.b.a.p.cft equa’ lis angulo.c.pitet fuper data lineam.ab.dercriptam ce fuperficern equidiftirium laterum.a.b.p.q.cqualem ditofriangnlo. 4.duorum angulonam contra k pofitoram qui funt.2-€-4. fo.angulo.c.quod uit propofitam. — @Walligatoz. 2 €€conaufusillenon yobanar ab alore ed fectiiar nama nfl triangulus fp -«7.huiuts duo anguli-Ln.time mnores duobus rettis § pet feaundam pareem .29. buius angulus.Lextrinfcus equanur angulo.m, inmnkco ergo duo anguli.m n.funt munores duobusrettis quare per pe rnuleamam petitionem.m bef a.conaurrét ad ptem illam in pitto.o, “Poopofino 45. oe patalineaguacranumaciebere. 5 PEFR | € Sit dara linca.ab.cx'guolo qdratiidescribere: A pi” Efi... bfinee.ab.ccluco p.11-lineas-ac.€.b.d,perpen ialarsad lineam-ab qacermt eqidifeants pr at Imam partern.28 ff pono utrdg.carum eidem.ab.perter Gam equate § promaholincam.cd.crngipla equals ‘fequidiftanslince.2 b-per.33.f quia teerq, duorumanguforum.a.f6.b- flrettus.erituterq, i.¢-f-d.reEhas per ultimam partem.29.0rg0 ae are ce enna 10d eft propofitii. 7 Idem ali fer fit... perpendiculans fuperlineam.a b.per.1 1 fit ci equalisut prins {€.2 pundfo.c.per 3 t-ducaur.c.d.equidiftans.a.b-f ponatur equalis ei € ducatur linea.d.b.que per-g 3 crit equalis § equidiftans.a.c.f ommeran, uli reth perultmm ptem.29.are per diffmiticem babentus ppofii. _ “Bowpofitio 46. ‘omni triangulo rectangulo quadratum quod alatere rectoangulooppofitoin femenipfo Ductod FER) fcribitur equum ett: Revealer A eenebeng or ‘UD £4} bus reliquis latcribus.confcribuntur. | €{ Sittriangutas.a.b.c.onins angulus.a fit reékus dicogp 3 Boal} quirdearumlateris.bc.cquumé quadritoab-€ quidrato 2 cfr fempris. FQuadtabo ergo bec tia latera fim dottema precede fifty, quadeatum.b cfoperficies.b.cad.e-f quadratum.b auperhcies, b-fg.a. quadratt.a c.fuphicies.a.c.h.fab angulo.a.refto-ducim ad ba fim ebsfimenanin’quadeat tes linens equiifenter trig a ter.b d.fi-ce.que feect.bc.in pantto.m.€ ypotherifas.ad.f6.a ete, a duoburrequirangeireangal quit. .cdacam ad daor ange Pitigoras fo: duonum quadratorm minoy dus’ lineas feinterfecantes intr: fof quiauterg duoram angulonum.ba celinea tna: idem ration crit.b. inergo fuper -b-Fconfheuta -4ipuratcliogra 4&1 g: fed triangulus.b.f.ccfFequalis ti angulo. batd.per.4.qui: cra primé fant equalia.acb.fib, 4 dlateribuspoftrmttfanguias.bprimi eff equats igulo.b poten 0 gputergpconffat exanguio reéto f angulo.a.b.c.communi.ergo paralel fogrammum bg asf duptum ad tiangulun..b.ds fed palelograms. b.d.l.m.eff duplum ad eundem trianguium, per.4s.quiaconffituti fimt 44 faper eandem bafim sclicetbd inter lizcas equidiffantes que'fa ergo er cdem scientiam quadramm a.b.£.g.6 paralellogram iutlunpeeceeiemsrcentaain uiidclicet'prediéti trangul ‘hint equalia Eodem modo ff per easdem propofitiones mediantubus tri angulis.K.b.c t£.a.¢.¢ probabimus guadratum.a.c-h.Resieequale para Iellogramo.¢.clan.quarepatet poh @Laftigator © EL conelaric poreftaddi exquo patctg quadranimdiametriad qua dratum cofteeft daplum quo applicato conclufio probatarin lateribus quadrati f diansetzi que faciune yfochclem quia.ad Specialiter,tenderet conclafio ut patet per applicationem in corclario fadtam fiigitur huts . € ‘modi yfochces.a.b.¢.6 fint.a.c.-b.c.continentiaangulam.crefhum e* 4 qualta &.2:b,fie maximum Linis quod opponitur angulo refto.e.dico spquactrarana buias maxims laters ff equale diiobus quidratis religues © um laterum sctlicet.quadeato: rod eff quadratum Lateris.2.¢. ! g — Equadrato.b.c.e.g.quod eff qu lateris.b.c. Eftenim quadra’ ftum.a.b.c.ddunijuntin quator trangulos equales per duns diametros ff.b.d.quoram duo finttmedictater maiorum daonam quadratord scalice tiangult.a.e.d.th.b.c.cficur wider fed tangul9 princip liss.ae bac. trangulis et oppofis puta-cd.esime equale.alts medctattbus @ o duabus quadratorum minonim que funt extea quidr tum maximum juoniam omnes iffiin.6.triangulos equ ils dinififime ficut pater expe kis igitar quadrati lateris.a.b.cff cy ile duobus qurdratis reliquoye c lateyut dic prima ps theorem ts Ep cdjequcnsa.d ddan ef dupiary ad quadr.rum alterius Liters €f ita quadranum diametm erie duplam ad quadrari coffeue dicit corelariam.qui.tlatus maioris quadrant eff dia’ meter minoris € lamas minoris eff Kinidiameter m iorsexgo.€- "Pevpofito .47. ¥.duodab mnotangulitarcre infeipfum oucto.p itur:equu fireritouobus quadratis quea d1D busreliquislateribus defcributur.rectus cltangu } wscuilatusilludopponitur. 15] Linear in feapfam ducere eff cius quadratum descri- bere. Sittriangulus.a.b.c.fitg, quaciratum lateris.a.cce o.b.extrabalineam.b.d.per..prpendicularem fuper ineam.b-c.gid Pono equalem a.b-E producolineam.d.crieqp precedétem quadrati py d.ccequale duobusquadratis duaram linearunid.b.€-b.cé quia bed. ppofita ef equalis.b.asenmtpercommunem scientiam que eff ineanum, quali qualia erfequadratarquadrata duanam lineay.a-b.f badvequa iarqua propeer exit quadrarum.d,c.equale.quadrato.a.c.crgo per alla ¢Smunem scientiam¢ eff coner(a proriescilice linear quay qudrata fire cquaia of equiterseritd.c. cquali-acquacepa8-angul.be tiaguabcafretsquodel popeiam, 4 politi 48. ee a En las péginas anteriores: La demostracién det toorema de Pitdgoras dada por Euclides. De: Euclidis Opera... Venecia, 1509. En las pdginas centrales: La tabla. pitagérica, De: P. Calancti, De Axithmetica, Florencia 1491, Biblioteca Nacional Central (G. B. Pineider). af a aaa er & ‘ u L (oetava) e {eo foe to fos too foos 1, 2,8. Monedas de Metaponto. 4, Ruinas del templo de Apolo en Metaponto. (Instituto arqueslogic germinico, Roma), 5, 6, 7, 8 EI Templo de las Tablas Palatinas en Metoponto (Instituto arqueclégico germinieo, Roma). 9. Plano de Mtetaponto, De: P. Castagnoll en Rendiconti dell’Acc. dei Lincei, 1959. ‘in unidos al cerebro, donde terminan “Ios ‘poros” que tronsmiten las sensaciones, De Jos Grganos sensores, estudi6 en especial Jos ojos y dio una deseripeién precisa de sm estructura interna, llegando a identifi. car el nervio éptica, que interpretaba como fun canal o “poro”. En sus investigacio nes so sirvié de la diseceién y mediante ella legs a establecer que el cerebro es el centro de la sensibilidad. Alemedn oeu- pa un lugar eminente en la historia de la medicina antigua. Sus vineulos con el pita sgorismo son de caricter teérico: tiene de feointin con él ef concepto de ciencia fun. dada en prineipios; comparte Ia concep- cidn de la naturaleza constitwida por opo- Siciones de términos (“hr mayoria de las ‘cosas humanas es dualidad”) de cuya com- ‘postcién arméniea depende Ia salud: “Lo que mantiene Ta salud es ‘el equilibrio de Tas potencias’: hrimedo-seco, frio.caliente amargo-dulee y asi sucesivamente, En cam bio, el predominio de una de ells es eansa de enfermedad porque el predominio de fun opuesto sobre otro es micidial... la sa es In mezcla proporcionada de las cua Tidades”. Ahora bien, estos conceptos de equilibrio® y de “mezcla proporcional” son Peculiares de les pitagérioos, son una spli- feacién y una verificacién en el dominio de a ciencia médica del prineipio del mii. mero y de Ia rohcién cnantitativa. Por ‘otra parte, un estudio cuidadoso de Tos es- fritos médicos griegas revela _numerosts mas Iuellas de los conceptos pitassricos aplicados a interpretar la condicién de Tos enfermos y“el curso de su enfermedad. Filolao Después de la muerte de Pitdgoras y la iispora causada por la persecueién, ni la Palabra nila doetrina del maestro se dis. ron. Por el contravio, tras una trayec- foria que demuestra. su potente vitalidad, fueron conservadas celosamente por los “septos de Ta primera hora, que crearon fadias alli donde establecleron su resi y ransmitieron In ensefianza a los adeptos. Fue famosn In cofradia Tebas, en la cual se refugiaron Lisis y lao, cnyos alumnos fueron Cebes y as. Platin ha confirmado su existen- y su fama en el Fedén. Dos enestio. ‘importantes se vinculan al nombre de Ta primera os Ta de sil escribié @no cl libro que Ia tfadicién Je atribuye; ‘caso afirtnativo, habria sido el primero ppublicé doctrinas pitagéricas. El hecho si no tiene nada de inverosimil, si se que babfa pasado més de medio desde la prohibicion primitive de ro. algnas de Ias doctrinas secretasy Jos castigos 2 Ios transgresores como ¥ que durante este periodo, a pe. el silencio, se habian filtrado 'y qui eformado muchas noticias. Ademis, centonces ya habia entrado Crecia en ‘Siglo de las Inces: el ambiente cultural ‘exiremadamente favorable y estaba bien = recoger las doctrinas, aun las Pitigoras innovadoras, sin prejulcla ni escéndalo, Por Jo tanto, es comprensible que un pitagéri de genio creyese oportuna recoger y coor. dinar en un solo libro el patrimonia, doo. Itinario de la escuela. Pero Ja hipétesis de la existgncia de un libro escrito por Filolao ha sido vivamente combatida entre los es. tudiosos, porque algunos testimonios dicen que Platén, en la época de su primer via. je a Sicilia, eneargé a Dién de Siracusa que Te adquiriese el libro de Filolao, que com. pr6 por cuarenta minas y que habria sica- do de este libro los temas tratados en el Timeo. Una. acusacién de plagio contra latin pareeia ona ofensa tall que fue ne cesario nogar directamente Ia existercin de ese libro. Este no es Iugar apropindo, para desarrollar estas cuestiones: bastard decir que de una indagacién mas enidadosa y objetiva sc trasunta la magnitud de la dea: da de Platén hacia los pitagéricos en Io que respecta a sus doctrinas mateméticas y cosmolégicas sobre Tas que tuvo informa. Clones precisas, Por otra parte, no le des- merece el haberse proeurado un libro en 1 eual estuviesen contenidas las doctrinas pitagérioas, El libro de Filolao, coma todas estas obras de os presoeriticos, se titulaba De la na. turaleza y, segiin nos ha legado, comenza ba asf: “La naturaleza en el universo es ta compuesta de cosas ilimitadas y lim {adas, asi como todo el tmiverso entera y todas las cosas en 1 contenidas”. En este principio se reconoce Ja oposicién iimitado- do, equivalente al par-impar de la primera concepeién del mimero, También para Fi- Tolan “todas las cosas conocidas rmimero, porque sin él no seria posible que nada fuese conacido ni comprendida”. La ‘oposicién ilimitado-limitado tiene sin em- bargo para Filolao wn valor mas amplio que Ia de parampar. Se ha dicho anteriormente que el nimero pitagérico se plantea desde el comienzo como niimero-espacio, nimero-figura: como ben se ha dicho, se trata de una aritmo- eometria. Las cosas mismas son reduci- bles todas a mimeros enteros y a relaciones entre nfimetos enteros que expresan su esen- cia; asi, el cubo esté expresado por los ni eras 6 (caras), 8 (vertices), 12 (aris. tas), que forman entre sf una’ proporcién arméniea, Esta eoncepeién primitiva del espacio como suma de puntos 0 ménadas extendidas presuponfa que debia exist siempre una medida comin minima para Jas lineas y superficies de moclo que fresen respectivamente conmensurables entre sf En cambio, ya hemos visto que Pitégoras se habfa enfrentade- con las cantidades in. conmensurables: canon musical, hipotenusa y lado del semicuadrado, seccién Aurea en el pentigono. Ademfs, en el semicnadra- do se verificaba el hecho extrafio de que los cuadrados do dos magnitudes incon. mensurables entre si fuesen conmensura- bles. EI descubrimiento de este aspecto uevo e insospechado de la realidad revo Iucionaba tanto Ta doctrine del niimera que debia ocultarse a los profanos. Pero, de al- guna manera, fue revelado (reeuérdese a Hipaso) y suscité en los oleatas, especial. ‘mente en el joven Zenén, dialéetico genial y temible, fa ofensiva de sus argumentos tendientes a demostrar los absurdos a los ‘que se legaba partiando de la concepeién ploralistica del ser. Los matemiticos pita bricos advirtieron la fuerza do la critica, pero no abandonaron el prineipio del mi. ‘mero que era la base de su sistema. Com. prendieron que la nueva realidad no debia nnogarse, como haclan los eleatas, sino que debia ser profundizada y comprendida. Y procedieron asf: Ta vieja visién del mximero. espacio no fue repudiada sino que quedé como instmmento vélido en €l ambito de los ntimeros racfonales. Por el momento se dejé de lado para los jrracionales la ari mética, Impotente para expresar lo inexpre. sable y se desarrollé Ia geometria que po. dia expresarlo mediante liness. Pero, en la geometria misma, a través de los problemas clisicos de la cuadratara del chreulo, de Ia duplicacién del cubo, de la triseecién el éngulo, que no eran solubles con regla ¥ compis,'se bused de sondear en qué con- sistia verdaderamente la irreductibilidad de ciertas lineas 0 freas a tener una medida comin con Jas otras, hasta qué limite se podia Hevar le aproximacién y se encontrs que era el infinito. Se advirtié entonces claramente que Ta realidad verdadera no can las magnitudes numérieas 0 espacia- les, sino sus razones, es decir, entidades in dependientes y vilidas para cualquier con ccepoién de la realidad. A fines del siglo, el nsamiento pitagérico ha triunfado com Ar- ‘quitas veneiendo a Tas dificultades: Arquitas puede haver asi el elogio de la aritmétrica y eclararla superior a la geometria porque puede dar razén de las mismas insuficlencias de la geometria. Su discipule y colaborador Eudoxo libe sistematizac razones, independientemente de Ta posi dad do pensarlas como nimerox. A él le atribuyen Jos estudiosos en fornia undnime el material del libro V de Enclides, En este proceso, que se eitiende desde principios hasta fines del siglo v, Filolao re- presenta el momento de la revisién de la Felacién entre lo ilimitadoclimitado en Ia estructura del universe, En la_primitiva cosmologia pitayirica, lo ilimitado envol. via exteriormente a Ia esfera césmicay, respirado © inhaledo por ésta, entraba en ta esfera de Io Timitado dondo determinaba Jas casas y constitufa Ja esencia:numériea En cambio, segin Filolao, To dlimitado po. nefra en ef interior del cosmos mantenten do su naturileza, no sélo como eacio que elimita y distingue una cosa de otra, sino entrando a formar parte constitutiva de las cosas mismas, sea como miimero par en re Jacién con el impar, sea como Teracional 0 ‘como incommensuable. EI cfreulo, forma perfecta, revela Ja presencia delineonmen. surable 'y del mismo modo Io hacen el cuadrado y el pentagrama, De esta manera, lo ilimitado adquiria derecho do ciudada- nfa en el cosmos y su contraposicién polar acquirla en el limite valor de nocesidad ligics. Filolio expresaba este concepto ccon las siguientes palabras: “Es necesario que Tas cosas estén todas limitadas o ilimi- fadas, 0 limitadas e ilimitados conjunta. ‘mente, pero todas limitadas 0 todas ilimi- tadas solamente no serfa posible, Porque, como es posible observar que las cosas no constan solamente de todos elementos Ii mitados ni de todos elementos iimitados, 5 evidente por ello que el universo y 10 que esté en él, resultan del acuerdo entre los elementos limitados e ilimitados” La revisin de la estronomia constitaye otro titulo de gloria ce Filolo. Constrayé una Inueva mecinica celeste que saloaba los némenos mejor que el primer sistema pita. Birico, es docir, explicaba el comport. tmiento de los planetas, los que, como ya se ha dicho, tenfan un movimiento propio desde el poniente al levante, contrario al de la esfera de las estrellas fas y segin 1 cfrculo zodiacal. Filoleo sacé a la Tic. sa de su posicién inmévil en el centro del cosines y puso en ese luger al fuego que amé “hogar del universo” y taribién “se. de de Japiter", “ t ‘madre de los dioses”, “Al. y también “Vineulo y medida de la aturaleza”. Tl cosmos era esférico y es. taba limitado por la esfera del Olizpo. Al rededor del fuego central giraban diez eu pos divinos: el més extemo era el Okimpo con sus estrellas fija, Iuego los cinco plane. tas y el Sol y Ia Luna en el orden siguien. te: Satumno, Jipiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio, Luna, Tierra y Inego de la Ti ma, un décimo cuerpo, la Antitier gi do entre la Tierra y el fuego central. La Tierra giraba en el mismo sentido que los planetas y el Sol y la Luna, es decir, de oniente a levante. La vuelta de la Tierra alrededor del fuego se cumplia en el té- ino de un dia y esta condicién unida a Ja otra (que la cara de Ia Tierra estaba sempre dirigida hacia el exterior) produ: cia el dfa y la noche y Ja revolucién diana aparente de todos los astras eomprendidos entre el Sol y la Luna, La Antitierra se comportaba del mismo moda que la Tica, pero habiéndosela imaginado dirigida en sentido opuesto a Ia Tierra, e¢ decir, dit sida hacia el fuego central, no se la vela desde la Tierra, (Todavia no se habfan des. ccubierto las antipodas.) Estas son las It nieas generales del sistema, del cual Arist5- teles (seoeéntrico por principio) quiso sub. tayar los aspectos aprioristicos y los pre. conceptos: el haber colocado en el centro, ‘como Tugar de honor el fuego divino, en ccaento éste es més digno de honor que la Tierra (pues para Ios pitagéricos el limite vale més que las cosas intermedias y Tint tes son los extremos y el centro, el Olimpo y el fuego) y, sobre todo, el haber inven. fado Ia Antitierra para aleanzar el néme- 10 diez, perfectisimo como sabemos y expre. sién de Ja divina Tetractys. Ahora bien, INENTVR HAEC |OPERA QVAE IN ACIRCVLIS. SVNT. A A 1, 2. Los Versos dureas de Pitégoras traducidos por Maralio Ficino. Florencia, Bibliotoca Medicea Laurensiana (G. B, Pincider). Pitigoras SQUSUGENITIIIIT sn duda Filolao tuvo que recurrir a mo AU RCA BRAECORTA AvncaPReCEe TARY THAGORETAADMETA AMARSILIO FiCINOTLOREN TENG AD IOHA ALC NET Bom se esq fe Tale ten om ef Fe Tae ure Se primum some pende-luyouragr acim Nib mepe commicasne conn als ecm Ma aoe age eee (i sn nacke pore comlare:a¢rarfs cam ree enggee i. fo Corumaue firme ext ade ak minibus fortem habuers fine pene hes frre Mader opr quoad pois Sito ns mal go is sorbominibas vas fom poton pbg et tivos doctrinarios y religiosos para justif. car la gran audacia de hacer la Tierra excéntrica_y mévil, un planeta entre Jos planetas, contra Ia ereencia general y tra. dicional de una Terra central e inmévil, la cual, por obra de Aristételes, persistié y tuvo come bien sabemos una vida largut. sima y tenaz. La nneva teoria debia tener tuna base ético-rligiosa firme que la pu- siese al abrigo de la. acusacién de impie. dad, Pero la finalidad de Filolao era la de salvar los fenémenos del modo més con veniente. Y, si bien es verdad que la An titierra completaba el niimero diez, fue escogida para explicar por qué para determinado lugar de la Tierra, eran mis frecuentes os eclipses de Tana que los de Sol. La astromomfa después de Filolao Es oportuno completar aqui el desarrollo sueesivo de las doctrinas astronsmicas pi- tagérfeas para poner en evidencia la posi- cién que ccupa el sistema piroeéntrico de Filolao como antecesor de Ja teoria helio. céntrica de Aristarco do Samos. Los pita. ssorieos Hicetas y Eelanto, ambos do Sira ccusa, representan dos momentos. sucesivos en este desarrollo ouya Tégica interna ha sido delineada con profundo sentido histé- rico por el gran astrénoma Giovanni Schis- arelli. Cuando, por efecto de los viajes més allé de las Columnas de Héreules (es- trecho de Gibraltar) y de las relaciones cada vez més extendidas con Asia_y con el norte de Africa, se amplié el horizonte eourdlico y se lleyé a intir In existencia de las antipodas y a dudar de que exis tiera una Antitierra yun fuego central in- visibles, el sistema de Filolio fue variando de acuerdo con las nuevas observaciones vy Ja Tierra y Ja Antitierra, casi como dos he- misferios dirigidos en sentido opuesto, se soldaron en una tinica esfera, encerrando en ¢l interior ol fuego central De este modo, la Tierra retomaba el pues. to central pero conservaba el movimiento de rotacién que ya tenia en el sistema de Filolao, sélo que en éste giraba alrededor de un eje exterior y contemporineamente al movimiento de rotacién alrededor del Fuego central (en forma andloga a la rota cid tunar), en tanto que ahora la Tierra pasaba a girer alrededor del mismo oje celeste Rsta_es Ta fase representada por Hicetas de Siracusa, Un paso mds fue dado por cl pitagStico Eefanto, que desvinenla Ia Tierra de aquella suerte de aferramiento al centro del efe celeste y Te asigna un eje propio alrededor del eual gira de poniente a Tevante “a manera de mieda”, Con Eo- fanto se cierra Ia especulecién astronémfea de los pitagéricos puros. Pero éstn habla influido profundamente en Platén. Herd. clides del Ponto, que se habfa formado en el ambiente de la Academia y habla apren. ido allia Ia astronomfa pitagériea, cono- i6 Ja doctrina ya madura de Ecfanto y, 1. Sarcéfago romano con figuras 3. Presunto retrato de Pitdégoras, de poetas y filésofos. atendidos Quizés se remonte @ un original vor las Musas. Roma, Museo Torlonia etrusco.itdlico de los siglos IVT a.C Instituto arqueolégica germéinica, Roma). Ostia antigua. Museo de Osta, (Gabinete fotogrifico nacional) 2. Presunto retrato de Pitégoras. Roma, Museo Capitolino (Anderson). confirméndola en Jo que respects ‘iento diumo, pas6 a observar cfimo so comportaban les movimientos planctarios a Ja Iuz do Ia nuova teoria de la rotaciin te- rrestre. Lleg6 asi all gran descubrimiento de que Mereurio y Venus no giran alro- dedor de la Tica sino que tienen una rotacién que les es propia alrededor dol Sol, Introdujo en astronomia Ia idea de Jas excéntricas para explicar Jas pequedias elonguciones de Mercurio y de Venus con respecto al Sol, En esta genialisima hipote. sis se encuentra el primer germen del sis tema helfocéntrico de Aristarco de Samos “(siglo m a.C.), el Copémico de Ia anti- aliedad. Hip6erates de Qui ‘Durante el siglo v florecieron otros das cen- tos de matemticos y astrénomos: en la isla de Quios y en Citene. Quios, que por su posicién geogrifica era activo centro de fntereambios comerciales entie oriente y fcoidente, era muy riea en el siglo vy hhabia entrado a formar parte de la Confe eracién de Delos. Al igual que Samos, festuba abierta a las grandes corrientes de Th cultura y ambos centros eben haber mantenido intercambios muy activos va en Th época en que Pitagoras todavia no hal abandonado Samos. En Quios forecieron dos pensadores eminentes: Enépides ¢ Hi Picrates. Estos no fueron adeptos pitagé: ricos, pero los doxéarafos afirman que se relacionaron con Ts ciencia pitagérica en Ja discusién de algunos problemas, quizés al constituirse una cofradia pitagoriea en Quios. Endpides reivindieaba para st el descubrimiento de In oblieuidad del 20d 9, mientras que los pitayéricos se decian Jas deseabridores. Habia diseutido con ellos acerca del origen de la galaxia (Via Life fea) y estuvieron de acuerdo en considerar fqne era un antiguo camino reeorride por el Sol, pero no coneordaban en Ia causa del Aesplizamiento de la érbita solar. Las ree Taciones de Hipdcrates con la yeometria Dilagérica fueron més estrechas. Hipécrates de Quios, lamado el matemé. fico 0 el geémetra 0 también “el de Ins Fiinulas” para no confundirlo con el eélebre ‘médico de Cos, era comerciante, pero ha. bia estudindo astronomia y conocfa bien la ‘geometriz pitagérica que, después de la Publicacién do Ia obra de Filoko y de ‘otros, se habia difmndide. Acerca de la tnaturaleza del cometa adopté la opinién de Tos pitagéricos: que el cometa fuese un sexto planeta. Dicese que habiendo ido a Atenas, se volvié tan experto en geometria como para intentar Ja euadratura del sfrculo, Este problema que ya hemos re- ‘eordada, se relaciona con el capitulo de Ta ‘geometria griega que versa sobre Ta apli ‘eacién y Ta transformaciin de lex dreas, ‘exyo origen, segiin palabras de Proclo, se debe a la “musa de los pitagéricos". Este ‘capitulo presupone bien conocida la distin. ‘ciim de los conceptos de semejanza y equ Pitigoras: valencia de dos figuras y abarea dos sexies de problemas: 1) Transformar una figura en otra equi valente, 2) Constrair una figura semejante a una dada y oquivalente a otra también dada, Los grieyos resolvieron oon este método geométrico ecuaciones de primero y de segundo srado. El descubrimiento de Jos inconmensurables habia intensificado estas investigaciones € ‘impulsado a Ia verifiencién de los entes sfoométricos en sus zelaciones reciprocas: lus magnitudes son comparadas entre si ‘transformadas una en otra, para ver como reacciona el espacio a estos cambios de ‘una figura en otra, Abora bien, el circulo fra Ia forma que so mostaba reacia a transformarse en figura rectilinea equiva. Tente o sea, a cuadrarse. Todo poligano pue- de ser reducido a una forma cuadrangular, no asi el cireulo: un quid un algo irracional fnterviene para impedir que la razin en te el radio y la circunferencia pueda ex Dpresarse en una magnitad racional. Otros dos problemas, ol de Ta duplicacién del cubo y el de la tiseccién del Angulo, se agregaben a este eélebre problema cuya solucién no silo eseapsba en el dominio aritmstico, sino también en jurisdieién geo- étriea, con regla y compds, Estos pro- Diemas estaban a la arden del dia cuando Hipéerates egé a Atenas para entablar fuicio a ciertos corsarios que habian cau. sado grandes dafios a sus mercaderias. Co. mo, a causa del proceso, tuvo que perma. never un certo tiempo en Atenas, frecuenté as filésofos_y se hizo tan experto en geometria que intenté encontrar la euadra- tura del cireulo. Pronto Tlezé a Ia conch sign que el problema era insoluble y de- most su inventiva genial plantedndose Ja enestiin de si todas las dreus compren- didas entre areos de cfrcules eran no cua. ables (es decir, si esto era una propiedad de 1a linea circular), 0 bien, si existon al- gunas cuadrables, Concluyé que porciones de plano comprendida entro dos aroos de freulo con sus concavidades en el mismo sentido, especies de biingules Hamados me- niseos (hoces Ianares 0 Kinulas), resultan ‘euadrables, es decir, equivalents una figura rectilines. Afortunadamente conoce- mos el-método seguido por él en la inves tigaciény sus resultados por un ergo pasaje de la Historia de Ta geometria, de Eudemo, conservado por Simplicio, Hipé: crates no procedié mediante tentativas al azar, sino que planted racionalmente. el problema del siguiente modo: el arco cx. temo de toda hinnla seri o igual a un semicireulo 0 mayor @ menor que éte Logré encontrar le cuadratura para Ios tres casos. Adomds, leg’ a demostrar que, si el cireulo no es euadrable por si. mismo, agreaindole una determinada Iinula, Vega a serlo, En ste brillanto domostracién, Hipécrates aplioa el teorema de Pitégoras ¥¥ vatias otras proposicionos y equivalencias y demuestra plena posesién de la geome: 133 luia pitagérica y Ta facultad de extender su aplicacién @ otros campos de investi. cin, No fue menos genial al afrontar 1 segundo problems, el de Ia duplicacién del cubo. Este problema tenia una larga historia: se decla que um antiguo poeta trigico News a escena 2 Minos, rey de Greta en el acto de constrair wna tamba a Glauco, su hijo; pero, al ver Minos que ésta habia sido proyeetada con un lado de 100 pies, le dijo al constructor que era demasiado pequefia para un rey y que la duplicase manteniendo la forma etbiea En seguida se duplicé el lado de Ia tumba E] problema asi escenifieado era probable ‘mente el eco de una euestiin debatida entre los gebmetras a la que se atribuia un origen sagrado: los habitantes de Delos habjan recibido del orfculo Ia orden de

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