échantilon 2 léments tous distincts (Journal de la Socété de Statist
{que de Paris, 1981); el nimero 1” dela Revue de Statetique applique
Sreétra, En inglés existe unerosas obras, de las que. charemes:
FF. Sremmax y P. J. MoCanmmy, Sampling opinion: an analyse of
suroey procedure, Nuava York, 1958; W. tec
niques, ‘Noeva York, 1953 y las obras citadas en la pég, 262. Pod
falerse una bibliografla detlada ene betrror Inremecniowas De Sti
egos eM. Set Bilge mr le meiode tune
“pplication: lute des principany bvorages en langue frangnise,
oon Stoel Femed k f nnrs epee Balen de
Sciences sociales de la Unesco, consagrido x les Investigaciones sobre
In opién piblies, 1953, n° 3; el preatado Hbro de F. Yares, y el
13 de 1053 de Sondge: rou fet de Fopntn pub (ch
tada por el Instituto francés de Opiniin Public). Et problema de
rmuestreo se encuentra en el mismo centro de In teria estadistica y
es un problema especialmente matemico (wlvo coando’ In mucsta
tiene detemminada por metodo de cuots)
Sobre el srteo de mucstras controls, véase el artieulo de Bow-
uxy en el Bulletin de Tinstitut internat. de Statistique, 1920, pigs. Si
¥ cs Sobre las mucsiras “compensadas", of. R. Cooouan y by Kian,
The use of controle beyond. simple. swatfication tn the probabil
selection of sample (Journal of the Americ. State. Assocaty 1050,
Pore S087, abe sorte de lh muetarlamadas, “ule
alas" cf. la obra de Yares ya eitada. ~ Sobre los sondeus en varios
grades, Fs Crantten, Les sondages & plusieurs degrés, Pais, 1955
ENS. EE). *
Meron0s wnosasnstas ¥ “cuoTas”.— Fl conficto entre los mi
todas probabilitasy el sistema de lar cuots, tas la vielenla de hae
tlgunos aos, tienda aplacarse. Sabre las tritcas del sistema de les
tuotas, cf MH Hasta y W. Ne Honwrrz, The problem of non
response tn sample surceys (Journal of American sate. asocit, 1946,
pigs 517 y ss}p D. Masausnarn y 2. Hruss, Interolower performan-
{e's are sampling (Puc Opinion Quart, 1013, pgs 829
stodtera. La delenaa ha sido efoctunda epecialinente por. Srowrzx,
{La connalsaance des opinions (en M. Puinon, P. Prctior, J. M Pavence
y'].Srontass, Méthodologie pychotechwigue, 1051, t Ul del Traté de
éjchologic appliquée) y W. Es Desawe, On errors tm suroeys (Amer
fain soctolog. Hees 1948 pg. 958) Este lino, tas consdetar 19 fac.
tores principales productores’ de errores en lex sondeos, no. coloca les
trrores en ef muestreo mis que en el 11 lugar y concluye: "Los ertores
n los nwestecs, incluso pata pequetias musstis, son a menudo los mis
Dequeiios de los errores presentes". También puede consultase su gbra
Inds reciente: W. E. Dewivo, Some theory of sampling, Nuova York
1850. CE. igualmente el articul sobre el nimero de fas personas inter
gaa cna encode opin, (Sordage, 1055, pags 05)
Foy iis trent ti ay pect» i hal
tada mis adelante a propésto dl error del Sondeo electoral de I
pag. 2,
228
Doverger, (0 (489)
Nélodes de las Geucras S: ales
BareeQere : Aried
Srccrén IT
Los métodos de interrogacién
El procedimiento tipico de las encuestas por sondeos es
Ja consulta por cuestionario, variedad de Ia técnica general
de la entrevista que estudiaremos mas adelante (pag. 282).
‘A veces sv le usucian otros procedimientos, como por ejem-
plo tests o métodos proyectivos, empleados sobre todo en Ja
observacién intensiva y analizados como tales en el capitulo
siguiente. Pero estos procedimientos desempefian un papel
claramente secundario en relacién con la consulta por cues
tionario, pues por lo general su finalidad es dar confianza al
sujeto de la encuesta’ y proporcionar datos que completen
los del cuestionario,
Vamos a estudiar sucesivamente la preparacién del cues-
tionario y su aplicacién a las personas interrogadas.
$1. La preparscidy pet, cuEstIoNanio
La preparacién del cuestionario en una encuesta por son-
deo es una operacién compleja y delicada, La naturaleza de
Jas preguntas, la forma en que estin redactadas, el orden en
que se suceden, tienen gran importancia para los resultados
de la encuesta,
A) Las clases de preguntas
‘A este respecto, Ja distincién fundamental descansa en
el grado de libertad de las respuestas. La summa divisio es
Ja distincién entre preguntas abiertas y preguntas cerradas,
si bien existen categorias intermedias. Otra distineién im:
portante es Ia que se basa en la propia naturaleza de la res-
puesta que se pretende obtener,
4) CrastricaciOn sEGGN LA LIBERTAD DE RESPUESTA. —To-
das las preguntas son libres en el sentido de que el individuo
interrogado no esti obligado a responder, pudiendo siempre
negarse a hacerlo o declararse sin opinién, Pero si accede a
dar una respuesta su libertad puede ser més o menos grande
227in de su respuesta puede ser mayor 0
1° Preguntas abiertas y preguntas cerradas. — Una pre-
gunta se llama “cerrada” si el individuo al que va dirigida
no puede responder ms que “si” o “no” (o “sin opinién*) 0
si se encuentra ante una altemnativa de igual naturaleza, Al
contrario: la pregunta se lama “abierta” 0 “libre” si el
individuo no se encuentra en la alternativa de tener que
escoger entre dos respuestas concretas, sino que puede con-
testar a su manera, Por ejemplo, la pregunta: “Qué piensa
usted de la politica del partido socialista francés r
de los comunistas?”, es abierta. La pregunta: “Esté usted de
acuerdo con la politica del partido socialista francés respecto
de los comunistas?”, es cerrada,
Las preguntas abiertas y las preguntas cerradas tienen
ventajas e inconvenientes respectivamente inversos. Las pri-
meras permiten efectuar una encuesta mucho menos super-
ficial; mediante ellas se perciben mds fécilmente la actitud
y las opiniones del individuo, su motivo y significado. Por
otro lado, las preguntas cerradas tienen la gran ventaja de
ser faciles de examinar; la interpretacién de las respuestas
no plantea ningin problema y la “codificacién” (cfr, pi-
gina 263) es automitica, Por el contrario, las preguntas abier-
tas ceden mucho terreno a lo subjetivo, primero en la trans-
cripcién de la respuesta por el indagador y después en su
interpretacién por el codificador. Por otra parte, las pre-
guntas abjertas desconciertan a veces a los sujetos de la
encuesta, a quienes cuesta trabajo responder porque no ven
claro en si mismo, siendo preciso que el indagador les ayude
y dando lugar a fenémenos de sugestién particularmente
peligrosos.
En la prictica, un buen cuestionario debe incluir pre-
guntas de ambas clases para todos los problemas esenciales
a lo que se refiere la encuesta, Los resultados de unas podrin
ser completados y corregidos por los de las otras, en cuyo
caso sera preciso precaverse de que la pregunta abierta y
la cerrada relativas al mismo problema, no se contaminen.
2° Las preguntas en abanico de respuestas.—En este
tipo de pregunta se pide al individuo interrogado que escoja
228
entre un determinado niimero de respuestas posibles. Por
ejemplo, la pregunta siguiente: “En su opinién, gqué es lo
que caracteriza a un hombre de izquierdas: el anticlericalis-
mo, la inquietud de defender las libertades individuales, el
anticapitalismo, Ia atencién prestada a los problemas del
proletariado, la oposicidn al racismo, el anticolonialismo, la
voluntad de cooperacién internacional, el pacifismo?”. es una
pregunta en abanico de respuesas, Las de est tipo también
se llaman “preguntas-cafeteria”, porque en la respuesta se
utiliza, en cierto modo, un procedimiento andlogo al em-
pleado por los clientes ‘de los restaurantes de self-service.
Hay que advertir que el abanico de respuestas propuesto
al individuo interrogado puede ser abierto o cerrado. Es
abierto s| después de las Uiferentes respuestas sugeridas, se
ofrece al individuo la posibilidad de dar otra distinta, Por
ejemplo: en la pregunta precedente se afiadiria “gu otro
carécter distinto de los que acabamos de enumerar?” Por
el contrario, el abanico es cerrado si el individuo debe ate-
nerso a las diversas respuestas sugeridas. Por Jo general se
prefieren las preguntas en abanico abierto, pues ofrecen me-
hos inconvenientes que las simples preguntas abiertas y tien-
den a disminuir la proporcién de abstenciones. También se
admite, de ordinario, que el individuo interrogado pueda
escoger varias de lag respuestas sugeridas y no una sola
(pidiéndole a veces que indique cual es desde su punto
de vista la principal).
Las preguntas en abanico ofrecen grandes ventajas. Per-
miten un profundo examen, casi tan bueno como el de las
abiertas y enttodo caso mucho mis serio que el de las pre-
guntas cerradas. Por otro lado, aseguran una codificacién
Y una interpretacién casi tan féciles como las de Jas pre-
guntas cerradas, reduciendo al minimo los riesgos de inter-
pretacién personal. Por otra parte, ayudan al individuo a
responder, proporcionndole unos puntos de partida que le
permiten elucidar su pensamiento; ya hemos visto cémo en
las preguntas abiertas a menudo le es dificil hallar una res-
‘Pero este tipo de preguntas presenta un grave incon-
uu tendencia a sugerir unas respuestas determina-
das, El individuo interrogado elige a menudo una respuesta
299gn Is que no habia pensado antes de la enouesta; la actitud
e los indagadores puede agravar este peligro de sugestién,
Una apropiada formacién Ee tos indagadores puede dismic
nuirlo, pero no es posible eliminarlo por completo.
32" Las preguntas de estimacién.— En cl fondo se trata
de una variedad particular de las preguntas en abanico ce-
rrado en la que, en vez de un abanico cualitativo que pre-
senta_unas respuestas de diferente naturaleza, se ofrece al
individuo un abanico cuantitativo, clasificindose las res-
puestas por el grado de intensidad, Las preguntas de este
género introducen un elemento de medida, de cuantifica-
clén, en Is actitud o en Is opiniones del individuo intrro
gado,
Un primer tipo, un tanto burdo, lo ‘cionan las pre-
guntas Cerradas én las que la alternative “sino” se reemplaza
Por un abanico mds matizado. Por ejemplo, la pregunta:
“Cul es su opinidn respecto de la politica del partido socia-
lista frente a los comunistas?: 1° gde aprobacién total?;
2° gde aprobaciin matizada?; 3° ede neutralidad (ni apro-
bacién, ni desaprobacién)?; 4.° ade desaprobacién matiza-
da?; 5° gde desaprobacién total?”. De este modo los indi-
viduos sometidos a la encuesta pueden elegir, con las
categorfas “sin opinién” y “abstencién”, entre siete posi-
ciones, cinco de las cuales corresponden ‘a diferentes inten-
sidades.
«qi pregunta de estimaciin puede plantearse de forma
avin més fina y matizada si se pide al sujeto de la encuesta
que defina su posicién sobre una regla graduada, un ter-
mémetro, ete; es decir, respecto de un instrumento de me-
dia, El procedimiento mis utilizado en Francia consiste en
pedir a Ja persona interrogada que sefiale su respuesta con
una cru sabre una linea graduada (eft. ifr, pligina S11)
Pero nunca hay que olvidar que. la estimacion asi alec:
tuada por el sujeto constituye una simple indicacién sin
ningin valor como medida, porque es esencialmente subje-
tiva, Dos individuos de idéntica opinién pueden clasificarse
en diferentes grados de la escala, por apreciar de distinta
forma la significacién de tales grados, Es ible medir
las actitudes o las opiniones con este procedimiento; més
230
adelante examinaremos las diversas téenicas existentes para
la medida objetiva de las opiniones o de las actitudes (pa-
gina 813).
1b) CLASWICACION SEGUN LA NATURALEZA DE EAS RESPUES-
sas. —Se puede pedir a la persona interrogada que propor-
cione unos datos sobre un hecho 0 sobre una accion, que
indique sus opiniones o incluso que dé una respuesta aparen-
temente desprovista de interés, pero en realidad eargada de
sentido: en cierta manera, una respuesta con valor do “test”.
1° Preguntas de hecho 0 de accién.—Las preguntas
de hecho son muy numerosas en las encuestas de censo por
sondeos, en las que se pide a los individuos interrogados la
superficie de su explotacién agricola, el némero de habita-
ciones de su vivienda, el nivel de sus ingresos, etc. En las
encuestas de opinién son indispensables para la clasificacién
de las respuestas cierto mimero de preguntas de hecho:
edad, sexo, profesién, domicilio, nivel de vida, etc, Las res-
puestas a las cuestiones de hecho son féciles y precisas, por-
que al individuo se le pregunta algo tangible, que puede
apreciar facilmente. En principio, la sinceridad de las res-
uestas es grande y las abstenciones son poco numerosas,
pero este principio tiene sus excepciones, como en el caso de
que el individuo tema que su respuesta pueda perjudicarle.
En Francia, por ejemplo, la desconfianza hacia el fisco hace
que sea dificil obtener una respuesta a preguntas sobre el
nivel de vida, el total de sus ingresos, el némero de habita-
ciones del apartamento, etc.
Las preguntas de hecho pueden compararse con las pre-
guntas de accién, en las que se inquiere del individuo si ha
realizado tal o cual acto y en qué sentido. Por ejemplo: se le
pregunta si ha votado en las iiltimas elecciones y por qué
partido, En este caso la respuesta también puede ser pre-
cisa, porque la pregunta se refere a algo concreto; Ia im-
precisién sélo puede provenir del alejamiento del acto res-
pecto del momento de la encuesta. “gPor qué partido voté
usted el 28 de noviembre de 1958?” obtendré respuestas mas
precisas que “gpor qué partido voté usted el 21 de octubre
de 1945?”, Sin’ embargo, como la pregunta se refiere a un
hecho que compromete personalmente al individuo interro-
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