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42, CASO RELATIVO A LA BARCELONA TRACTION, LIGHT AND POWER COMPANY, LIMITED (EXCEPCIONES PRELIMINARES) Fallo de 24 de j Las actuciones en el cago relat a a Barcelona ‘Traction, Light and Power Company, Limited (Belgica Contra Espada) se habla ncando mediante una soi {ud de 19 de unio de 1962 en [a que el Gobierno de Belgica pedis eparacitn de dos qe, sein alega ta, abit ocasonado a naconales belgas, aeconistas An empresa canadiease Barcelona Traction, Light Sh Power Company, Limited, a conducts de vastos Stganos det Esta taf. El Gobiemo espaol op So cao excepelonesprlimnares a Corte rechaz6 Ia primera exoepeén peliiaa, por 12 votes conta 4, la sgunda, por 10 wots con: ie becdio examina jot con el Tondo del asunto Ins excepclonesprelimnaestrcrs, por 9 vols con tra 7. y cura, por 10 vols conra 6 abit iPr Spender» ns Magis piropoulos, Koresky y Jessop agregaon declracio- esa allo del Tribunal Ei Vceprestdente Wellington Kooy lo Maisrados Tanaka y Bustamaate y Rivero 2eregatonopitiones separadas. El Magistado Morelli $c agistado ad hoe Armand-Ugon agregar op Bionesdsdentes. Primera excepcién preliminar En su fallo, la Corte recordé que Bélgica le habia presentado el 23 de septiembre de 1958 una solicitud Anterior contra Espaiarespecto alos mismos hechos, y ‘que Espaia habia interpuesto entonces excepciones preliminares. E123 de marzo de 1961, el pais deman- ante, invocando el derecho que le conferia el pirrafo 2 del Artculo 69 del Reglamento de la Corte, habia {nformado a ésta de que desistia del procedimiento; hhabiendo notificado el pais demandado que no se opo- nia al desistimiento, la Corte habia sobreseido el asun- to-el 10 de abril de 1961, En su primera excepcién prelimina, el pais demandsdo sostenia que ese desst- mento impedia al demandante promover el actual pro- cedimieato y aducia cinco argumentos en apoyo de su (esis, [La Corte acept6 el primer argumento, a saber, que el esistimiento consttuia un acto puramente procesal ‘euyo significado debia determinarse segin las circuns- tancias que concurrian en é. En cambio, la Corte desestims el segundo argumen- to, a saber, que en todos los casos debia entenderse que ef desistimiento suponia la renuncia al derecho de pro- ‘mover nuevo procedimiento, a menos que se hici reserva expresa de él. Como, al notificar su desis ‘miento, el demandante no habia indicado motivo algu- no, ¥ 1a notificaciéa estaba claramente circunserita al ppoceimintopromovid ena primera demand, a rte considerd que cortespondia al pals demandado la ‘carga de probar que el desistimiento significaba algo 93 de 1964 de poner término a ese procedi- En su tercer argumento, el demandado sfirmaba que habia habido un acuerdo’ entre las partes, recordaba aque los representantes de los intereses privados belgas Hablan hecho una gesti6n con miras a iniiar negocia- clock y qu os representantes de sinters ena Tes hablan exigido como condicién previa que se retira- se dfinitivamente la demanda. Segin el pais emandado, 30 Significaba que el desistimiento excluira la posibil- ddd de ejercitar nuevamente la accia pero el demandan- te negé que hubierahabido otra intencion que la de poner fin al procedimiento entonces en curso. La Corte no pudo nconar el plano guberancatal ninguna posta de fn existencia def acuerdo aducido por el demandado; al pareoer, se habia eludido el problema deliberadamente para evitar que se malograran las bases sobre las cuales fe efectuaban las conversaciones. Ademés, et pais deman- ado, al que cortespondia establecer claramtente su posi ‘ida, no habla expresado condici6n alguna al indicar que ‘nos oponia al desistimiento. El Gobierno demandado resent entones wn custo axgunnt, qu tea el eared una pesca de pre {resin ex seni de qc indopendentemente de que hubiesebabido un ace emanate con 0 coe Gheta tabla induio a etr al demandade acerca dela Siniecion desu destninty sno etal demand ‘io hubera consent en 1 no hui suo, co fonsecuenci, un pfu. La Corts estind que ose iia pobado gue Belgica hira presenta su desist Inen de mods gue ideas, us wovela que foie ptr esa nr oe Bast dun snp denisimsno, Stel pas demandado tp hbiese admit el desisiiento, habia continua Sinplente el prosedonento snr, mints que as iacions olan una poslidad de sole defi nvamente el gio, Adem, a as negblaciones no tela toy spe maevameat cl ato sempre Abia la pooiidad de volver a present as excepciones Prclmiures que sehabaninerpuesoantetormente Era Er au rt acta haba ors sounds do manda previndo y toma eb coeata el acter che protacment ead contestcin de ape demand: pero, haber continuo el rcs erie ‘krnandt bara posio palent mdifcar 5 ep EL timo argument era de oro orden El demands- do alegaa gest procedimiento en cus ra contario a1 capt de Trado. de Coneiaion, Avreglo Jude Gal y aritaje ene Espasa y Begin de 19 e jlo 1327 gue, sepun I pate demandate, cote ju Giccon als Corte Habendo tanscurio ya, en fl lun con el procedmiento original, las etapa peli fhres prevists ee aado, no pod nvocase Exe th puna ver au oe Cone coc de is Imsmag peticoues La Core considers que a0 podla Feputarse extinguido el procedimiento previsto en el ‘Tratado mientras subsistiese el derecho & promover un huevo procedimiento y mientras no se hubiese sustan- ado ef asunto hasta recaet un fallo, Por esas razones, la Corte rechaz6 la primera excep- cin preliminar. Segunda excepcién preliminar Para fundamentar la competencia de Ia Corte, la par- te actora se habla basado en la aplicacién combinada del parrafo 4 del articulo 17 del Tratado entre Bélgica y Espaiia de 1927, segin el cual, si fracasaban los de- ins procedimientos de asregl provisos en el Trtado, cualquiera de las partes podia plantear el ltigio ante Ia Corte Permanente de Justicia Internacional, y del Ar- ticulo 37 del Estatuto de la Corte Internacional de Jus- ticia,cuyo texto es el siguiente: ““Cuando un trtado 0 convencién vigente dispon- ‘ga que un asunto sea sometido a una juisdiccién que debia instituir la Sociedad de las Naciones, 0 8 1a, Corte Permanente de Justicia Internacional, dicho asunto, por lo que respecta alas partes en este Esta- tuto, serd sometido a la Corte Internacional de Justi cia Como aspecto principal de su segunda excepcién imina, la parte demandada sostenia que, aunque el ratado de 1927 estuviese ain en vigor, se habian ex- tinguido los efectos del parrafo 4 del articulo 17 en abril de 1946, al disolverse la Corte Permanente men ‘ionada en est articulo. Antes de producirse esa disoli- in, no se habia hecho sustituciOn alguna en ese at- ticulo de aquel tribunal, pues Espaia no era entonces arte en ol Esttuto, por consiguiente, el Tato de 1927 habla dejado de’ contener una clausula jurisdic- cional valida cuando Espaia fue admitida en lis Nacio- nes Unidas y adquirié ipso faco la calidad de parte en el Estatuto (diciembre de 1955). Dicho de otro modo, el Articulo 37 se aplicaba solamente entre Estados que hhabian adguirido la calidad de partes en el Estatuto antes de la disolucién de la Corte Permanente, y esa disolucién habia llevado consigo Ia extincién'de las cldusulas jurisdiecionales que preveian el recurso a la Corte Permanente, a menos que esas cliusulas se hu- biesen convertido previamente, por aplicacién del Articulo 37, en cldusulas que previeran la competencia, 4e la Corte actual La Corte seialé que esa argumentacién la habla adu- cido por primera vez el demandado después de la deci- sin pronunciada por la Corte el 26 de mayo de 1959, en el asunto del Incidente aéreo del 27 de julio de 1953 (rae! contra Bulgaria). Sin embargo, en ese caso se ttataba de una declaracién unilateral de la jurisdiceién obligatoria de la Corte Permanente, no de un tratado. Por tanto, no guardaba relacién con el Articulo 37, sino com el pirafo 5 del Articulo 36 del Estatut, En lo que respecta al Artculo 37, la Corte records que quienes en 1945 lo redactaron’habian tenido el propésito de evita, en todos los casos en que fuera Posible, que las clausulas jurisdiccionales quedaran sin efecto con motivo de la proxima disolucin de a Corte Permanente, Por tanto, era dificil suponer que hubiesen Previsto deliberadamente que ese mismo acto, cuyos ‘efectos el Articulo 37 estaba destinado a evitar,trajera consigo la anulacién de las eldusulas jurisdiccionales cuya vigencia se queria preserva, En el Articulo 37 slo se establecian, en efecto, tres condiciones: qu hubese un tatado en vigor, que ese tado contuviese una disposicion en la que se previe~ Ta jurisdiceién de la Corte Permanente, y que el liti- 94 gio estuviera planteado entre Estados partes en el Esta- tuto, En el presente caso, estando en vigor el Tratado de 1927, conteniendo éste una disposicion en la que se ‘estipulaba la juriadiceiSn de la Corte Permanente, y siendo las partes en el litigio partes en el Estauto, se ‘mponia la conclusién de que se trataba de un asunto que debia someterse a la Corte Intertacional de Justi- cia, que era el Srgano competente. Se adujo que ese crterio conducts a una situacién en la que la cldusula jurisdiccional de-que se tataba dejaba de surtir efecto y Iuego, al cabo de algunos aos, volvia a surtr efecto, y se preguntaba si en tales circunstancias el pais demandado podia haber dado un verdadero consentimiento a Ia jurisdiccion de la Corte {a orte seal que In nocon de derechos y oblgaci- res en suspenso, pero no extinguidos, no era ula no- cidn fuera de lo comin; era de presunir que los Esta- dos que habian pasado a ser partes en el Estatulo después de la disolucion de la Corte Permanente sabian ‘que uno de los efectos de su admisién era la reanuds- cidn de ls efectos de ciertascldusulasjurisdiccionales ‘en virtud del Articulo 37. La posicién contrara, soste- ‘ida por el demandado, crearia una diseriminacién en- iados segin que los mismos hubiesen adquirido la calidad de partes en el Estatuto antes o después de la disolucién de la Corte Permanente. Refiriéndose mis concretamente al pirafo 4 del ar- ticulo 17, la Corte considers que ess disposicién era parte integrante del Tratado de 1927. Sera dificil sos- fener que la obligacién basica de someter un asunto a la jurisdiceiGn obligatoria prevista en el Tratado depea- is echtremons ol erect em Goeriato rgano. En caso de desaparecer ese drgano, la obliga- cidn dejaba de tener efectivida, pero segui existiendo sustantivamente y podia recobrar su eficacia cuando la aplicacin automidtica de otro instrumento offeciera un nievo tribunal. Tal era precisamente el efecto del Arti- culo 37. Por consiguiente, donde se hablaba de “Corte Permanente de Justicia Internacional”, debia entender- se ahora “Corte Internacional de Justicia. ‘Como argumento subsidiario, sostenia el demanda- do que, si la aplicacién del Articulo 37 del Estatuto hubiese restablecido la efectividad del parrafo 4 del articulo 17 del Tratado en diciembre de 1955, lo que se hhabria originado en esa fecha era una aueva obligacion centre las Parts, y que, del mismo modo que la obliga- cidn original se aplicaba solamente a litigios suscita- dos después de la fecha del Tratado, la nueva ot cidn s6lo podria aplicarse a los litigios suscitados después de diciembre de 1955, En consecuencia, el ac- tual litigio estaba excluido por cuanto se habla do antes de diciembre de 1955. En opinién de la Corte, cuando setae a efeciviad dea olgacin someterse a la jurisdicci6n obligators, esa obligacion sélo podia ejecutarse con arreglo al Tratado que habia Drevisto tal jurisdicciOn y seguta refiriéndose a todos ios que se suscitaron después de la fecha de ese ‘Tratado, Por esas razones, la Corte rechaz6 Ia segunda excep- cién preliminar tanto en su aspecto principal como en el subsidiaro, Excepciones preliminares tercera y euarta Las excepciones prel parte demandada se referian a la cuestion de la admi bilidad de ia reclamacin. El demandante habla pedido que esas excepciones, de no ser desestimadas por Ia Corte, se unieran al fondo del asunto, En su tercera excepcién preliminar, el demandado negaba la personalidad juridica de Ia parte actora para proteger los intereses belgas en cuyo nombre habla presentado su demanda. Los actos objeto de la recls- {nacion hablan ocurrido no en felacion con una persona natural o juridica de nacionalidad belga, sino en rela- ‘dn con fa Barcelona Traction Company, entidad juri- dica registrada en el Canadé, y los intereses belgas de ‘que se trataba consistian en acciones de esa compat. El demandado sostenfa que el derecho internacional no reconoce, con Fespecto a dais causados por un Estado ‘una compa extranjera, una proteccién diplomatica de los accionistas ejercida por un Estado que no sea el Estado de que es nacional la compatia. La parte de- _mandants impugné ese punto de vista. La Corte determiné que Ia cuestin del jus standi de ‘un gobierno para proteger los intereses de accionistas plantesba una cuestion previa: la de la situacién juid fa de los intereses de los accionstas en derecho inter nacional. Ea efecto, el demandante habia invocado ne- ‘esariamente derechos que, sein sostenia, le estaban reconocidos respecto de sus navionales por normas del ‘derecho internacional relativas al trato de los extranje- tos. Por consiguiente, st la Corte llegaba a la conclu- 95 sibn de que Ia parte demandante no tenis Js stand, Sera tanto como consi qu tals derechos m0 exis: thn que ls peenion dl emanate ne etaba fa: Gat et cuanto foo La teeta excepcn, aunque presents ciertos as- pecios de cardi preliminar, faba. vos puntos ists de derecho y'de hecho tan entrechumente fla ‘lonadoe bie a qu ia Cote podia en sla fase Dronunclarse al respecto con laconvcein de contr Roa tor ls elementos de Juco perinetes- La sus SS 6 ane una odo art a a Corte en mejores condiciones pars prenunclars con plenoconocimienta dees hechos Las consideraciones precedente se plan for tiori ala cuata excepcign prelimina, en la que la par- te demandada alegaba que no se habian agotado todos ls recursos que ofrecta su ordenamientojuridico inter- no, En realidad ese argumento estaba ligedo indisolu- Dlemente a la cuestion de a denegacién de ustcia, que constitula la parte principal del fondo del ssunto. En consecvencia, la Corte resolvié exaninar las ex. cepciones preliminares tercera y cuarta junto con el fondo del asunto.

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