66 EL EVANGELIO SEGUN ROMA José no lo podfa creer. {Eso es todo?, pens6 para sus adentros, ,Eso es todo lo que va a decir? Aliviado de que lo peor habfa pasado, José comenz6 a orar El Acto de Contricion: © Dios mfo, me arrepiento sinceramente por haberte ofendido. ¥ de- testo todos mis pecados debido a tu justo castigo, pero més que nada porque te ofenden a ti, mi Dios, quien eres todo bien y merecedor de todo mi amor, Resuelvo firmemente con la ayuda de tu gracia confesar ‘mis pecados, hacer penitencia, y enmendar mi vida, Amén Levantando un brazo, el sacerdote Sweeney comenz6 a orar en voz litdrgica: Dios, el Padre de misericordias, mediante la muerte y resurrecci6n de su Hijo ha reconciliado et mundo a sf mismo y enviado el Espfritu Santo entre nosotros para el perdén de los pecados; mediante el minis- terio dela Iglesia, que Dios te otorgue perdén y paz y te absuelva de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo, Con esas palabras, José podta ver por la sombra del brazo del sacerdo- te Sweeney que estaba haciendo la sefial de la cruz. José respondié con un suave «Aménn. El sacerdote concluyé el rito con una oracién: Que la pasién de nuestro Seftor Jesucristo, la intercesién de la Bendita Virgen Marfa y de todos los santos, que cualquier bien que tu hagas y suftimiento que soportes, sane tus pecados, te ayude a crecer en santi- ad, y te recompense con vida eterna. Ve en paz. José salié del confesionario sin demora y se dirigié al frente de la iglesia. Alli se arrodill6 ante el altar e hizo su penitencia, Diez minutos més tarde terminaba con las oraciones. La conciencia de José se habfa callado. Una nube negra comenzaba a levantarse. Salié de Ia iglesia y se dirigi a la casa, Pero mientras se iba, un pensamiento comenzaba lentamente a formarse en su mente: Eso no fue tan mato. Diez minutos de penitencia, Quizds el pecado no era tan malo después de todo. ;Casi valia la pena! Bueno, quizés sf, quizas no, porque, segin la Iglesia Catdlica Roma- na, José podria haber perdido mas que su virginidad el sfbado en la no- che. Podria haber perdido su alma, puesto que el pecado de José era un Saami teal La RETUSTIFICACION 67 PECADO MORTALY VENIAL [1849-1876] La Iglesia Cat6lica Romana enseffa que hay dos categorfas de pecado [1854]. La primera es mortal [1855, 1874]: Cometemos pecado mortal cuando transgredimos tun mandamiento de Dios en una materia grave, con pleno conocimiento y deliberado con- sentimiento de la voluntad. Un materia grave es, por ejemplo, incredu- lidad, odio al préjimo, adulterio, robo de cuantia mayor, asesinato, etc. —Dogmatic Theology for the Laity Ast como el pecado original destruyé la vida de Dios en Adén, asi también el pecado destruye la vida de Dios en los catélicos bautizados [1855]. Por eso, la Iglesia Catdlica lama a este pecado mortal, de la palabra latina para muerte. El pecado mortal destruye el alma y, sino hay arrepentimiento, trae el castigo eterno [1033, 1861, 1874] La segunda clase de pecado, segiin la Iglesia Cat6lica, es el pecado venial (1862, 1875]: ‘Cometemos un pecado venial (un pecado que puede ser perdonado fuera de la confesién) cuando transgredimos un mandamiento de Dios, ya sea en un asunto que no es tan serio, o sin el pleno conocimiento, 0 sin pleno consentimiento de 1a voluntad ... por ejemplo, distraccién deli- berada en la oracién, robo de menor cuantfa, holgazaneria, mentiras piadosas, falta de amor y generosidad en cosas pequefias, etc. —Dogmatic Theology for the Lai La Iglesia Catélica llama a estos pecados veniales de la palabra latina venia, que significa perdén. Dios perdona al pecador de estos pecados de menor importancia si se confiesan a Dios en oracién y sincero arrepenti- miento. Los pecados veniales debilitan la vitalidad espiritual de La perso- nay la hacen individualmente més susceptible a pecados mayores. Pero a diferencia de los pecados mortales, 1os pecados veniales no destruyen la vida del alma ni acarrean el castigo eterno [1855] Los teélogos catolicorromanos comparan la manera en que los pece- dos mortales y veniales afectan al alma con la forma en que las enferme- dades afectan al cuerpo. La mayorfa de las dolencias son menores. El