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RES CLASICOS DE LA NOVELA FRANC sencia, cémo él lucha con fuerzas sobrehumanas para ocultar sus celos ante ellos a sabiendas de que no ha- a sino acelerar en la Duquesa el proceso de crista- acién secretamente iniciado y cémo, por ultimo, con un Namamiento alegre a ambos, llega a la puerta cxiando ya estaba tan cerca de la indignacién que con su cuchillo habrfa atravesado el corazén de Fabrice. “,Acaso mi alegria no es siempre vecina de la ironia?", se habia preguntado poco antes, Tal como aguf estd vista la Duquesa, que ya no presta atencién a Mosca sino que es toda oidos para Fabrice: este rigor de visién es la venganza de Stendhal contra una mujer que ya no cede al encanto espiritual sino solamente al erético, ‘venganza tanto mds amarga cuanto que ni siquiere hizo una excepcién con la soberbia figura de la Sanseverina. La novela termina con el resignado casamiento de Ja Duquesa con Mosca, pues Fabrice, después de la muerte de su Clelia, se retira a la Cartuja de Parma. inguna de las personas de esta novela alcanzé Jo que queria, En el émbito de una amplitud universal-huma- | ma, Stendhal desarollé una ver mis e] destino bajo cuyo poder entiende él que todo esfuerzo humano carece « de sentido, Todo eso, naturalmente, dicho sin amar- gura. Lo que les queda a los personajes es la com- prensidn. El autor repitié su esbozo de las “naturale- zas superiores” en medio de una época de mediocri-’ dad ampliada en mundo y dotindolo de conocimientos que luego habfan de hacer pronunciar a Nietzsche la frase: “Ahora, como queda dicho, de los mas selectos.” nanda él, el jefe 96 BALZAC La Comédie humaine de Balzac consta de unas noventa novelas; una cuaria parte de ellas se desarro- Hla antes de 1815, y €l resto en el lapso que va desde ia caida de Napoleén hasta muy cerca de la Revélu- cién de Febrero (1848). Balzac es el mds grande so- cidlogo de la epoca de la Restauracién y de la Mo- narquia de Julio, La realidad de sus:novelas est prin- cipalmente en las cixcunstancias econdmicas, politicas y sociales existentes en los dos perfodos a que esas Thovelas se refieren, Mas esa realidad es mucho més amplia atin: con arreglo al audaz plan del autor, pre tende coincidir con Ja totalidad de lo existente. La obra de Balzac abarca por lo menos la realidad de todo lo aparente y material, en un grado que parece scpresar la diferencia esencial con respecto Stendhal. Pasando de Stendhal a Balzac, aparece primero como “mundo” lo que uno encuentra en el iiltimo. En rear lidad, la novela de Stendhal es un ensamblaje de si sntido estriba en el modo de reaccionar cua tuaciones cuyo se ‘ de quienes las atraviesan; Io inventado de ests 7 66 ap asieyanpe 4 opo [a zapuayarde esarsimb anb ounuak ord ostaduy avuauyediourid $9 08> ‘seuel -af SPU zaa eped semnypay woe apsord as epeuus ns £ ‘opnuaur e wer axin20 af owos ‘wBeatp oez[eq OpueRD “oe7{tq ap ejaaou ef dp eanunsip pepleuepunut eganbe sonpord 0s opor ssepeiuaaut 9 sepeumue ‘seyanur seo) UD oUEUMY KoLa2e ap OVLQUIY Jap OUaT]aL fa ‘SPUE ape ‘4 soxoioe sof ap souruiope 4 windy ef uo 9jqisuas of po: ap soradaiad ef “Hqsiou| PP seprpe stuns A epta 8] ap Souorenits ‘s9[z208 sovENs> sof sopor ap spaen & oumugy s299e2e Jap pepIenjd ey 4o9l [ap yseUey ef ua sopequsd uep b as sozaiua sounsop 2p 210989 oto anb sorpens uuos sepppased seno sesoo sesa “{a}piy 2yprata v7) 21 fuas asieptniasep ‘sapeiuourpzzeue saueyd sus ap ose2 4 [9 sent ‘ofany esed uowLLO:) vijs0yas Bj v xastE[ES sovund sor] "uaSeut wp ta reaturna anb auan anb ours ‘yerou: A orefooorsd uawinsas [> uo svucwijn> uapand ow 19 sns 9p ounsap > A upta eT awisn8 4 42]0 yo ‘x aiomnb oe7peg “aquyzp 4 sesuod wi b jeypuaig “saua8putt > sopnapraSdsa soy ap artst2z09 wsomiadwiy ej ua asiypuny ¥ zasyoa A sofagar saqqssod sopnu Sof ap oun o[gs 19s ried osd ‘seotBojorsd sauojsuaidutos upiquiey epnp wis wapes [en> ey ap ‘ret OvZIVE eal 35 sage uts epta ef ap voids paardure ey suara 9s.2u7 eq uo ‘oaquioy {9p OruaTUHDOUOD [9p a[qeioBeut opnuat e uorsuaidio> van wusodop wa uo < eiopapue ua opor eiaaiqe of anb jeypuag ap epuaayp y “uaSean so opor ‘ug [eX ordpoured [e ‘soyja uo ‘se[anou sesa ua es auaiuy amb oxounad of $9 perazeur Jop ajqndaouad ugts -uayaide vy -eouarstxa ey ap eombysd aqqysuas Depry -eanjd vj 10d prayidure esorpuerS ua apusnxa as anb ous ‘iquoy jap peprpunzord of us volun erudyunid ugwenils wos eu sEE suaIEp as OU Deze ‘OIqUIED Gq ‘suetieauoout aiusiqu: opunu un e BUR 2x a00y0 amb jeuorsdsaxo ssqmoy [ap uppeMstRo, -ne Bf feypuarg uo via ,erueSrund uorenns, ey ‘ugiouau Bf ap ourayu BP fie spur whee onb eisuasta zum ‘realo & ojop “UR{AfOA ‘OINDI Jo UD PIEIENG OURA TD S9[END SO] 9p S91 oliaiut 0 sajje2 ‘safested opnuai & apranyax [2qpERg ap dorey |p za [er & ‘ajquidsosad sraarqure pe opmes -a>au spur of ons ap apeue ejsruey xy 2 anb eum wer s9 ueigeq anb sop epey toma [ap uoLue ey ‘sujaaou sus 9p 292982" Jap S9TUBURLOP seulio} se] uCs ‘sono uo> ore [9p Boxee OMIsTUT JS gue ONPIAIPUL pp siuana 9p uopepuar et { sono woo onprarput [ap oven [q “Bypnas> 194 ou Teypung “sfenBua] BP oper sqiqisuasap opjduia ns x epeafo asasq rua waD a19H: -anuayoyns ek suatape as featupwoWes uoPrsodxa run aonpord ou anb A ‘osndyosap ou ‘oapesofes s919pne ap ‘jeypuarg od yerateur Jap worsuayade ey “sora RS t JOUDIXD ns op syusmepidyr essouad sofeuosiod sng Wo owed Jse ‘aqqisuDs ONQUIZ [9 SoqJa UD ayuoUIEp cdpx wes ro19s9 9 A ‘owun{uoa Wo of¥es> 59 s9u0; YSINVME VIGAON ¥T IC SOOISHIO SREL $ GLASICOS DE LA NOVELA FRANCESA tencis, més no en Ja seleccién sino en et lenguaje vigor'xo, 2 menudo brutal, de la totalidad. Pero es también la busqueda de conexiones que enlacen inti mamente lo préximo con lo temoto y sélo asi organi- cen en la unidad de un “mundo” el juego entero de lo gronde y lo pequefio. Y es que el individuo se in- fiere dg la unidad inmediaiamente superior. Cuando Eugénie Grandet pone azticar en Ia mesa, es un hecho de su amor; éste, en su forma oculta, esta configurado de tal 9 cual modo por el orden moral de la casa; ésta pettenece al dominio de accién del avaro, y ese domi- i, «su ver, esta configurado de tal o cual modo por las formas del cardcter de su dueio como asimismo por las condiciones sociales de la provincia. Por su intencidn, esos encadenamientos van aumentando hasta llegar a una cosmologia general. No importa que esa inter idn degenere en babel de filosofastro: es préciso tomaila en serio como intento de Balzac de justificar ae su sentimiento del mundo. Este mismo, einbargo, en el obrar artistico, produjo aquella'to- talidal perfectamente organizada que afticula las dis- uintas novelas en el ciclo de Ja Comédie humaine: la primera obra de esta indole en la literatura europea, supervivencia de la idea de la Enciclopedia en el ma- terial y procedimiento del arte narrativo, 11 temperamento de escritor que se puso de ma- nifiesto en esa obra —en veinte afios, unas noventa no- velas y numerosas narraciones mas breves~ tenia que ser diferente de] de Stendhal. Si se indica que la capa- cidad de produccién de la que salié la Comédie huimai- ‘ne silo en parte obedecia a impulsos artisticos y que 100 oO BALZAC Ja ovra parte se debia a Ja necesidad de ganar dinero que tenia un hombre constantemente endeudado, el temperamento de Balzac se divide en dos mitades: una humana (0 practica) y otra artistica. Pero ese tempera- mento, inclinado en el fondo a ser productivo, era una unidad, tanto si s¢ presentaba con fantésticos planes de empresario como si se descargaba en Ia furia del es- cribir. Si las deudas impulsaban aun mds el escribir, expiaba asi Balzac el error de su temperamento que le- vantaba castillos en el aire en el duro mundo de Ja practica —pero Ja expiacién, a pesar de que Io hacia gemir mucho, cra una satisfaccién'de ese hombre que sélo podia vivir en eterna actividad y desasosiego. Asi resulla comprensible que, en sus novelas, las escenas de Ia felicidad idilica parezcan tan falsas, coloridas y febriles: son torcidas imagenes de suefio de un. hombre en cuya vida falta el estado de un sosiego natural. Su inquietud productiva lo era de la fantasia y del comn nicarse. Las especuilaciones pricticas de Balzac (im- prenta, explotacién de minas de plata romanas, cult Yos de anands, etc.) , fallaron precisamente a consecuen- cia del don que en el arte es requisito para acertar: una fuerza de imaginacién que no se atiene a la medida de a realidad. En cambio, en el arte, ni siquiera hallé la vasija capaz de contener el torrente de ideas y proyec- tos: de ahi, ademas de las novelas, la gigantesca corres- pondencia, que ocupa cuatro tomos de seiscientas ginas cada uno. La actitud literaria de Stendhal era esponi En el concepto que Balzac tiene del escribir se encui tran, como en Victor Hugo, r:presentaciones platoni- 101 sor suo upQuaiur ajquanupe Bind ‘suspuny appu0D Bf 2p wunparmbse dead 2] ua wepquiesua 9s sopeprun A sot28 se] ‘opeusuua eh peor ued ye uO ‘s9j0:20F sopmNT jesoue’ ordaruon [> ‘gee Ud if ‘susow ap Sapnrg) $92 ypeprun us giusnsax set o8n euywousp 2 oanery: yA: (one “sancbiydosopys! 59 -opradns aquaurererpawuu Weck 1a v, ap sapnag ‘aujnoudd 2p 210 Y ap sopmig ‘2paiud aun vj ap sapreg) SaUs9s WO FeppAou ses ouapio orauing ‘solig somiqlre sus wpBos saruezuasaidor ns A pepsio0s 2] ap sorense sopeatizsp We;GLOSp 3 anb yj a ‘seSojodny ap apadsa zum culo szjanow st aptep Bg “ZFgi owe [ap oRopord ey 03 U2 BLEIYIDOP 38 21 anb ap sa1ue nb $10 Ee ap oF saaapour es92uNIs F200 & 20109 9p 491 copie je [eoodss opow 2p aippuio’) Bap peplurr ef ap tapt 12ouo> {ap etpadoppus ean 3p ua sapeys souquyy sus A seme 8 rope ‘ous osa aruauntjos ou 4 ‘sacoroo 4 seso> 3p sor ap 10/24 [> 3d 3p ad ajdax saruaiquie va sowwumny saf {9p ug}oean ap exon P| UIpse ‘OUNTEqRED O BqEr|[sop 25 aTUaTA[LIFT nb “ostlogy opnuati © opuauesoduct aso uo SEY sojesrvad $9 0 sojeuruaa somatuoane ap pepymasortuas ee ‘soaeiuoUlap sopLoy ¥ A9zL0Y ‘upysedinoD ‘uoredno0axd fugisuo ‘opaia ‘ontedsa :sa[zweuroy soruaunuas aajanaat ‘so2iSpas sonuaze sus ap osed fo woD saxor29y sus ovaqva, zor ap voruare yf ¥ 2uadwr 2g ‘ospsspurdedosd s0 ae ng vagnsisoxtt cugajodeyy op euedures vun owo> wunyd ns ap oraja [9 asreureur epoub ovzyeg -,soperBoita said soaod soy e,, o[gs eyBtutp as jena of ttod ‘sous sezq seed seunS2 pop eyroyard anb < ssuoreaqiutis sey snut ap ‘oxjuoit ‘opanb arquiose 9p opow ms uo> [eyp suaig dub suamepidys spur soxor29] Sof 9p souoTEL09 sof equ8ndqns sezjeg 3p “wi Is QlaNpe ef da opt 8 gaipap Jeqeg anb of oueieut eyo sounds upisasdxa 9p so x yanby ‘sauoissaaio seaanct ap ors{go aidutars seucyszasi09 se wa owe? 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El nuevo siginificado descubre en la sociedad una analogia con el reino animal: sé éntiende como una de las formas de diferenciacién de la crea- cidn, 0 sea que reemplaza la significacién juridico-po litico-filantrépica por otra naturalista-biolégica, La so ciedad, de modo zndlogo al reino animal, se descom- pone en “especies”, es decir en grupos de hombres, cu- yos modos de obrar y manifestarse son distintos segiin las especies y poseen una eventual adaptacién y este bilidad en su esfera vital como las criaturas zoolégicas. Todo tipo de actuacién y manifestacién corresponde a un rango social, y viceversa, y todo rango es anilogo a Ja “especie” 2oolégica. Mas sobre esa analogia funda. mental se eleva lo distintivo que convierte por vez pr mera en humana la sociedad. Es eb principio de los 1i- mites méviles o abiertos entre las especies. En el reino animal, la especie esta fijada dentro de los limites que se le pusieron, En el 2mbito humano, todo esta en mo- vimiento, toda especie puede transformatse en otra, En medio de sa juego de analogia introduce Balzac, pues, una experiencia directa de Ja historia de la época y la eleva a principio de la observacién sociolégica: la del 104 BALZAG movimiento de deslizamiento social procedente de los principios de la Revolucién y del nuevo orden econé- rico, enyo juego de fuertas de ascenso y descenso es el contenido de Ia época y el contenido de las propias novelas de Balzac, “El Estado social tiene azares que la naturaleza no se permite, puesto que es la naturaleza més la sociedad” (I, XXVII) : de esta suerte se preserva Ja originalidad del espectéculo social y se restituye su derecho especial al objeto del arte épico. En ese pasaje del prélogo de la Comédie humaine figura luego la fra. se que al propio tiempo es el ultimo miembro del jue- go analdgico asi como Ia formula més gréfica para la \, historia de Ja sociedad del siglo xix: “El droguero Hega a ser ciertamente par de Francia, y el noble desciende / a veces al wiltimo rango social.” Balzac indica que para esa nueva concepcidn de la sociedad se inspiré en los zodlogos y bidlogos de! siglo xvut y principios del xix. El principio de la unidad, segiin el cual todas las especies son diferenciaciones de un protoser, procede en parte de aquéllos y en parte de literatura teos6fico-iluminisia del siglo » vés de toda la Comédie humaine cabe observar cuan intimamente hermanado est el elemento cientifico fon el especulativo-mistico, No vamos a estudiar aqu ant ne conexiones, Lo importante es que las fuentes de Balza sienen en comiin la idea determinante de que la orga nizacién de Ia creacién es uniforme. Mas frente al todo de la obra, lo que importa no ¢s tanto Ja critica de las fuentes de la obra sina poner de relieve lo nuevo que contienen en materia de ubservacién de Ia socieda humana y Jo relativo a la funcién de la novela. Con Ia 105 Lol so vppaow et anb ye aq *(XIXX ‘T) .o1terpnasa anb Avy, ojgs ‘opunsay tas exed sopunar Jap erstfororr apuese spur [a so 2928 [a openoape uoratsodxo ap oruorturpo> oid ostun owoo woIezeU yy aBExe onb 4 ouvuanuE 2p demjanjea opand ow anb of ‘oorsjdueo “2Iqisuas of opor ‘ager, [9 59 ORNWOP Ng -a[geDunuaT ugparpstinl dun efanou Bf # anGioi0 as anb winoosd oe7peg ap BIL vont ef upiquier jse PEpILeNplarput ef 9p “OwAUIpUI, 19 pout om ap Ou A yse 10s yo aidwors easasuo9 artes saodwwy 0] opo: 2z[eg ap sure Jo wa OtKOD IY * (07:89 fowos 4 aoifojoasd) osusruTI0uea OAs J2 asiouodxa anb us ossae ostan Jo Owls “oW!D}ETDONOD 2p oipaur un siusmiefor 59 ou B[aaot ef ‘jepuars eased out uesexe ‘sezpeg vaud oxag “seppaow sus ap 0218 UDF SeaAOu sis ap UPLDe YI 9p OTB:QUO OTOLIEP [2p ord 108 1a ap eproed Bj enTOD oonspze owe ns sod op!Bor oid wei 9359 9vz[vg “sisal ap A yDPuspusr ap eL2dcu va ‘ooidy I0Sia Jap ugLONMsap vy ua PrEsaua¥ep “SaliapP sur sorusje) U2 ‘shuepape spur ‘anb uoDezgnuay et cnbr opteistur vjaaou e] ap wusey vf EAULApOFY PezLE 9p eiqo xf ap ,somped,, [9 so 2opeBtsoaty 9p UAE Iz peIuN]oA ef E Opfensms ewss3sIs uM 2p orarsEL Jap sod ud ea oraiqo ns ap uoroesofdxe ey ua anb eistpeimen [pp pepwouins e] o219j0120s zopeaiosqo [> ua zaiaidsap 3s upiquies se ‘odn ye offaxe uoS ugozear ap opout ns ua ,sotvadsy,, ta einionnsa as ‘[eumue ourer fe woo eSopeue 10d ‘pepayoos vy ¥xqo Fs9 UD OOD |S +(90/s08 ‘I 's227197)_,ojopursytdn onpeatpur je 4 ojopupayenprarpur odi qe :upza ef opep OvZIvE sor epiqey of ‘soured sepor uo ‘Jsy,, :98e45 Bf UoD sorsaIue odesua un vo osszdxa ef ef oeqeg “[eOYNIe ow ‘ee -2810 59 “aISojoor u!eDgruBls ns 9p A TsayrueMT 38. anb of ap tonptio epuosoid ap ‘emdaouoo of & eum “oide ag anb uorseaqidy 4 enpiarpst worsta ap peprun ey ‘tya Baed ontsinbas so 1 ‘oqeosouat ays ou sejaa, -ou'seiunsp se 3p eousce pepourmodss FI ‘ouppumny aippwiog PF opesoqz[> By 28 onb ua waiSpjapos waren Py “pepHEMpiaper ajquiedwoouy ap sarquiog & exw -inbie ns op so[znsdo0uo> soup Sof ts 1290102 op zeae eas anb ap opay j2 |p voD unutos ap saan ared ‘one jp woo oeajeg v assereduio> aqap ou ‘ourmuny aIppw07 ¥] 9p O12 [ap uorsnpe e[ ap qesad e ‘ond pepraa so aig “Z9pyos BueUpIONNNe EU uo aws[xD ‘oLLENvOD [Pp 20g “2e212g ap Bug B Us aTHaIERSODYLHE eafonsep 3s onpiaipuy [9 anb ‘uaoszed eprpod aab of exuos ‘of “uequid UIs ‘oyrusis ou Msg “YS 9p SrusuLEOpsFURIAN ap aeajuop 9084 o[ A epeurpzowsdns soyea A wun0y op pepiun ean e (ourwny oxquip [2 ua ops ou 4) onp: opor @ e1sos2 aeqjeg aub je woo “rejdwala 494 un up ‘weoijda un ua ‘sand ‘eqinse oansjzaizese> Oo i. eave e{ arueanp “anb solaia sos9 ap wxst[3a0u 959 2p esoud e] op sey noad vom yj Bun z98 e O8ay, anb ‘sod ap somnqee a5 aiusueind peptandssar ns up upigie? agop -uppunj) derjeg owed opow [> yye op ‘odn un ‘aad -s9,, BUN $9 ONDLArpUE [gy “PEUNjOA z] ap sefy seagge -aq ssuozaminsur ap soronposd sozaur ontos anb sepuoy syur oysnur saseiede aay se] anb sepepos souoreyaz sv] ap peptpunjozd eun oxarqnasap qe osnd sezpeg ‘Tet en outed yo & peparoos z[ op owls > anua eBopeue VSIONVYA VIBAOS VT Sq SODISYTO STL TRES CLASICOS DE LA NOVELA 1AANCESA criba “la historia olvidada por tantos historiadores: la de les costumbres”. Aguf hay que entender por “las costumbres” lo que, por debajo de los grandes aconte- imientos politicos, 0 al lado de ellos, se vive en el ano- nimato de individuos o de grupos humanos, todos aque- los pormenores y acaecimientos personales que no tran en la gran historiografia y solo de modo incom pleto en Ia historia de la cultura: lo privado cotidiano, cuyo valor de postulacién para el sentimiento de la época fue descubierto por Balzac. De esta suerte, la no- vela se convirtié en una empresa gue contribuye a la disolucién de una imagen de Ja historia vista exclusi- vamente desde lo pitblico. Si Balzac ~que sin duda no fue el primero en proceder asi, aunque si por ver pri mera come programa— coloca en vez de lo iiltimo la intimidad de los caecimientos personales, es porque Hene Ja intencién, no de Himitarse acaso a poner al des. cubierto Ia poesia de? corazén, sino una historicidad que no suele transmitizse a la poseriad y que consiste cn la repercusién que en Ja vida del individuo tienen las grandes instituciones y procetos pol Los objetivos que Balzac se fijé para su obra, apun- tan sin embargo, en mis de un aspecto, més alli de lo por él alcanzado. El prélogo no se limita a proyectar ~Lel plan del sistema de conocimiento sociolégico. s {que establece ademas las normas para valorar el juego de los acaecimientos sociales y privados y, si cabe, mojorarlo, El objeto de Balzac es la reotientacion de Nee democriticas, cuyo dinamismo excita su afin 05 0 sociales. configuracién mientras que la fatalidad de su efecto sobre los valores morales y religiosos provoca su re- 108 as BALZAC pulsa, que recomienda la herencia cat6lico-monérquica como sistema de seguridad social para todos los casos en que el desenvolvimiento técnico-econémico del hombre rebasa sus limites y origina una disolucién de Ja familia, el Estado y la fe. Si nos atenemos a su con- fesién, Balzac es hostil a la cemecracia, El prélogo de la Gomédie huthaine y algaras novelas lo exponen en forma teérica. A este efecto adopta las demostracio- ‘Nes antirrevoltcionarias de de Maistre y de de Bonald y tata de incorporarse 21 sempiterno catolicismo de las clases rurales y burguesas francesas. La Comédie ine vive del afin de comprender las consecuen-\ lemoledoras de la transformacién democratica de Ja sociedad. Mas las propuestas de salvacidn solo existen en teorfa, no Hegaton a ser fecundas artisticamente. En efecto, la relacién estética de Balzac con los materiales es mis furerte que st actitud moral y de juez. Su vol tad épica se inflama por el dinamismo de las Iuchas y monomanias humanas. Estas existen a modo de fend- menos saciados en si mismos, con desbordante vitali dad, no como figuras demostrativas de una ense moral. $u valor critico —como testigos del nuevo siglo trasformador— apenas necesita del subrayado morali- zador, Tal ver el propio Balzac se pudo engaiiar a si mismo cuando escribié que, en su obra, toda falta en- cuentra su castigo. La lista en Que, en el prélogo, resu- we los personajes “morales” de sus novelas, contiene precisamente las més pélidas de sus figuras, y asimismo las novelas tendenciosas que preconizan una marcada doctrina del orden de la sociedad, son Ias menos nota bles que prodnjo ese escritor, de modo semejante 2 las 109 mt -oad sopod vied sounuyy soy ay PII spur oypnus exunde anb ucjd un ousooou ove a1sa ua upiquie ‘[9 ua opntt atu & Ue} a14n20 OWED “wed? B ap TrINQUOI EpLA y 3p ejuowap euspour ef ua ‘soprour epta ns ua sopze(d saiaivor 4 souauipuay so] xwuapio ap zedv2 ordroutid ‘owoo ovjeg ap wonpSiou9 ey oupane os ovat 4 OUST auua sopipuasdaioa soue soy ap Bugsy BBopOOS =] ud oj9§ “zI@IDUOD UproIsodxD B ap PONY B{ guOIszod -oad e[ ag “siuauivonspre ome [vapy ower “exgo ef ap uopeaes E[ ise wou] we ue A -o_nf ap eMbmeE (ugpemersay ey ap "0d ey ap wauery ey spar sa opunur ng ‘sexjodoursoo wzamnbrs tu e[anou sus ‘soMsalunpaeze So] ap vuap or viseq ainSas eyaodod as oezpeg anb g sapnig sos ‘aie ou ‘upioesnSyuo> 2 a> “OWN A Op ap seaqo 0u09 K “won e Ua opunsoy x98 ofa] 0 ~ea oquoutsred ofn3 10 vsop [op SoTwowNSs? ours oub spur asreoasde ueXpoA & Sesnguoo 4 auero[tp 9p wos seo1Bojous09-094 P ¥[ 9p UPIDesUapUOD OLED OF225 UD IsseUIO? 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Se ha investigado exactamente el nimero de pro- fesiones y estamentos que estén representados en la Co- médie humaine, Segun esa investigacién, Ja aristocra- cia va a la cabeza; el mimero de sus representantes du- plica el de los representantes de la burguesia que, a su Yer, iplica el de los representantes del “pueblo”, es decir (para el pensamiento de esa clase), del proleta- riado urbano y de la poblacién rural. La predileccién. por Ja aristocracia se debe al interés despertado por los sintomas de su decadencia y por su creciente acerca- miento 2 la burguesfa, mds poderosa financieramente. Esta es la clase que asciende y posee, dividida en va- tias subclases y, por consiguiente, no muy diferente del proletariado, de los no poseedores, porque también cesta clase sentia crecientes aspiraciones de ascenso, De todas estas clases se compone el colorido cuadro de las profesiones, en las que tienen la mayor representacién numérica los comerciantes, los militares y los:artistas; Jes siguen muy de cerca los funcionarios piiblicos, po- liticos, abogados y nocarios, luego los eclestisticos,’ ban queros, médicos ¢ inventores y, por tiltimo, los vsure- os profesionales, las merettices y rameras, los delin- -cuentes y los policias; ademds se unen 2 éstos todos los que carecen de profesion y aquellos tipos de ““jévenes' ‘que representan el verdadero estrato de Jos ascendentes y aspitantes y cuya sustencia no gastada, heredada de Ja antigua nobleza o de la pequefia burguesta, prospere 2 = Preston, op. cl. 0 en la lucha cconémica de la nueva época o se hunde, fegiin su disposiciSn. En la Comédie humaine, qe se compone de unas noventa novelas, viven unos dos mil personajes de esta indole *, Una cuarva parte de ellos Ton Tos que vuelven a aparecer varias veces en distin: tar novelas y constituyen, por consigziente, el aglati: mmte interno digecto de todo el edificio social. Es sevmbroco el vigor con que Balzac domina el panorama erenay masas de su mundo inventado. En sus papeles posminoe se encontraron sélo simples lists, no apuntes sotlados sobre sus personajes. El mérito corresponde ce xuaordinaria memoria que siempre tiene pre- a ane ca obra, sin que al reaparecer los personajes se Shuerven imposibilidades dignas de mencién en lo que scopeets al eiempo, a la pscologia 0 2 ors factores. Repusite ideal de esa memoria es, navuralmente, que fos personajes de la obra no son craturas cualesquiera Ging que, como “especies” del Bénero “humanidad’ mo ae oulgrse socioldgica y_cavacterolégicamente. sere emallas se colocan luego, en todo caso, aquellos anes", aquellos, rasgos individuales del fendmeno y ‘esting, que, como prueba de vida, s6lo pueden ser creados por la fantasia del arte. al Ta ploralidad es en absolute una categoria de le vision ex Balvac, lo cual lo hace muy diferente de Sten- Ghal Este se complacia en aistar el acaecer en. el did Togo o mondlogo. Balzac escribe raras veces didlogos sin ponerlos ante el fondo de un grupo , por To menos, cométie + ct cerfvesrchrinophe, Repertoire de le sine tone se ee ten acs y eon ve Funan Sestino. 113 su -quos9 sase[o ap UaplO 2 A BDeDOU!p zB :x20d2 eT ap eousgusty peprfeas e v orsadsox uo vanisod ajqop Lun ssand “uprquiva tarasqo 98 ose 2189 Uy “eaxD~I { e>TUUOU 1002 wenI0} Ns ODtOqEIP OpeY Un ap OU e BART 2”zTeET ugiquien jse ‘e1ueuoronjoaas woods ef ap wotayfod vucz0y mf woes ON Ud YordTULALOD ayftaanbs0]_ { enstepy ap owwo> woredeas Aey ou TEN> B] 9p pepsferys van Sq SonpIatpUy so] B OpUEse ‘sompratput soy Uo =: as anb eannoajo> vfisue arqepraios Bun ap onseu29s9 Jp So urea ey -uS19Ga vp uo[s9suT oud “TeITA, eUNtoT UT uD ‘Epa e] ap eLOULISNS BP ese 2s anb [Uo osnndux osouspod an 9p ojnayizads> 19 99940 ‘sase|> 2p ff Out. “Tees EULIOG ns Ga ‘anb eauosKD ef 10d eupuy e ep edjno xod ezayaq ws ap 4 epta ef 2p OD ESIp BUN OapEnd 989 To eoyTUBts “wodp BL ap [REIS varwiguens woes ef ua uvsoudxe as salzivere? 3 eropenyrio epser avy eT aURERMREIP UIST seinjd ugista wyjanbe wisagrrea: as anb uo> aaatiar yo ws omuyn aod A ‘exen as anb ua cemano osey et ap osiSojared oanspuferp ya uo ‘peparsos e] ap oy po [ap opemsnnss swoutere[> ould ja w2 WsIsu0> (ope seuiap of sod) owjas oyanbad yop seared seso 2p Jo[es fq "woedisip x] ua soprumsaos A oxn{ yep E1¥9 ¥SO{SUE E] Ua SopeOFE soT[a sopor :sesTIE SOL ap i] astj9 ey A wrajqoe ef “esanfung eye e| A xuonb J ¥/-94 & ‘opmeratord jp :sa[ei90s sonmurop sopues$ so; ua <1 epuncqezeq ef auodutoasop Sezjeg ‘ny ven e opuarndis ~ ouros,, ‘soja ap sod ug ~sa0efd Ja A o10 Ja ssoredrouted sosqudust sop so] eanuanoua 4 ‘souozer op wsnq uo tper aw eB Enduod epunexeq x op pepyemnyd a ua” (aE “TTEX) ,soxBou sopsnupert ap arqarefua,, un ua o8any ovrive Tt 080k ap Baal wei8,, een ua e1arauo 26 amuarnis wud spd xy uo A aruourepidys aiqures anb ye ag “eistyexnyd Teme ouaupuay wea un Ga pepny | ap uororpunzor Bua usp oxpend jap opnuas fg “unBenxe A seam ceadsnp ‘aqaisy ‘sapre ‘reaumy osoxo8ta un ap open BP ‘pepnp wed x ap owsmemp ja sapusyaide ap ug © ‘urzoqsa A syzeg ap ootfojoved jexou ougjd ap a9 vadsp wun wauanuog “eisiemjd uorsta ap opou: oustp oustunse & oezjeq ap [EOS opunu [ap UoDEIMIRASe Yy oegiueut op ust Anw auod as and sey ua seusSyd seunSje uo eiorur as ‘auusineod axa 2 ap sopmiz so ap ,f0,p xnad xnv aye PT, uormiee eusnbad 7 “B{gISEA O[Lo2ey ‘eUENZ’sLOD La “]u Opor 289 12201 apand ou ‘Tenpiatpur agpemary ns ap wsUInDasHOD & ‘mistuedeioad yo onb ua sosea sojjanbe wa .opo2,, [2 Ue] soaoa A ‘so[e1o0s sasepp seusato ap saxejdumals outoo ‘epta { epueuoduy ususn “ugiooe vj ap ofjosiesap qa ua 22 -wanguy ese9s2 ap anbune ‘sorepunaes safeuosiad soy #2 -sey ‘sopeuruunyt upisa ou anb salpuosiad dey ow 2eeieg ug ‘auraur a visensqe anb spur eaas ou esp “eyianbe ig epiysio; 9p vapr ey e apucdsaizoa ayuaureanstze anb of $9 UgISTA T] ap exOBa1e9 Owed pepifemmjd eT -sewwans ay Seiofpiaut wos ,oxsmBmz04,, "aiquielua,, « euour -f03,, :seBrani0y ap ugrucu uno selagz op azquiefua un uo exeduios anb ‘peparsos vy op winqpar ey derpEq 2a pepyremnyd v9 ug “0139 Jo 10d sexo seno & sopep Ua SOLEETT BY] 0198 sazoime sono ua anb ozz0%s9 < ugrsasd eden vy ua asortde ejanou eBsey er] epor ua A ‘aarorse9 ns ap ouxwouiowr [9 s9 oats 198 Oo “aUDIsUOD UOISUEL ELE eun Aoy stuosiod se[ ua oulos souo!eays se] wo OIUET ‘opsenuos [2 204 “oUNIPAO? of ap PPA, Up B UpIquIED TA}Ly CoD Jee ‘orpaucrd opesspowR Ua TELE duos i anb * 02x14 ‘puzpeg opor u owor e] uo “Dez[aq op sefaAoU suf ap esosoBeA spur Ey Hd ant 2 9p safeuosiad ap pnynjnar veuap Pup, 004 un ap s2qus [9 gyeBax ay ow anb uop u ap uomoesiuas rmssur eA up{sDsqo ap zy 3 nig “opeaiasqo [ets gtoanposdat asieaBop ap. 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Sin asombrarse, y hasta sin acusar, Balzzc maneja las peores depravaciones. Lleva el mal hasta Ia monumentalidad, con el impetu del artista de no detererse antes de haber realizado hasta el fin una forma humana de existencia. Se aduefia entonces de él el entusiasmo, como le ocurre a la meretriz Josépha ante Ia catdstrofe humana y financiera de Hulot: ‘Pues diea! |Esto es lo que me gusta! jEs un incendio general! |Es Sardandpalo! js grande! jEs completo! (382). Asi, pues, en toda la novela no impera un sélo momento la tranquilidad, sdlo hay seudaidilios, pro- ducto a veces del pavoroso “ritardando” del inforcunio. EI hecho ~favorable al peso artistico— de que en esa obra no se hable de condenar el terreno en que se for~ 6 esa ciénaga humana, no impide que esa poesta in- fernal sdlo fuera posible en una época en que, en el caos de la transformacidn, se desperiaron en el hombre todas las fuerzas del mal: Cousine Bette es la’ thas té- ica creacisn de ese mito del siglo xx, - En Ia obra de Balzac, el ver tiene preeminencia, y en un doble sentido: como creaciéa visualizadora de Personajes y destinos y como percepcidn visual de sus caracteres de manifestacién, como funcién intwitiva y como funcién sensible, A la preeminencia de la per- cepcién sensible ante toda abreviacién conceptual, y ¢s- pecialmente 2 Ja preeminencia de la percepeién visual, comesponde la preeminencia del lenguaje. Esto signi. fica que el material dado por la naturaleza de Ja novela, aga BALZAC pasa de un rol subalterno a un rol dominante: no sélo con respscto a Ia finalidad y contenido de lo dicho, ega a ser una forma de manifestacién del tempera: mento artistico mismo, Ya vimos que la pluralidad es Ja categoria del mado de vision de Balzac, Es natural que haya una conexién entre Ja plaralidad material y Ja plétora visual, por una parte, y Ja pluralidad del vo- cabulario, por otra. Mas la pluralidad del vocabulario, Ja superabundancia de sindnimos, pardfrasis y meté: foras, que es lo primero que Jama la atencién a todo Jector de Balzac, no es s6lo esclarecimiento de una per- cepcién visualizadora o vidente, sino una postura, que tiene por fin a si misma, del temperamento que lz pro- duce, que no puede agotarse en Ia sola exposicion épica, El mero Hamamienco del macerial lexicogritico signi. ‘ca ya en este caso una parte esencial del acto de arte. Esa complacencia sensual y retérica en la palabra, ex- plica que en la Comdédie humaine se ofrezca un voca- bulario tan extracrdinario, tanto que ya no bastaba ancés moderno y, por consiguiente, adoptd en los Contes drolatiques~ el lenguaje de Rabelais y de oél du Fails, ademds de todos los lenguajes especia- zados y del argot, Como ejemplo de la riqueza de vocabulatio cabe mencionat Ja fiesta de la cosecha de Le Lys dans la ua- Wlée (SXVI, 116/116), donde no s6lo campea el con- cepto de “abundancia” sino que se hace sensiblemente presente Ja superabundancia del otofio en el delitio de un diluvio de imagenes bilateral, Otro ejemplo se en- cuenta en el César Birotteaw (XIV, 157-158): Bie rowteau dicta 2 su hija Ja lista de los huéspedes que invi- 121 x k war © ‘opor uod opeiazediia £ oprun piso opor ‘oiuaindss uo 104 ‘nya v none 4 voruso eziony e{ 3p peprun eruaSturid ey ap orBins asa opor sey “orTUIS99 seziany ap anBardsep un op aied eunsoy oso202d opor ‘sez[2q 2G91] opunu [op aonb osdsouoa js unBas ‘uaiq toyy M0 Jap 734 Ud sidoureapeeduio asivayduia apand oun ‘auowertor 0 esoadxa ‘nb auons ap ‘oso A seso> ap opeyso un 92149 eSopeue ajqisod ef Ud epung 2s ‘sosn dr v wold os anb eouoyar exndiyy easy “ezoy [ap ouswousy ono u { ueo opRuoIEp: SuoMeMIET 1c Boosdyoax axquanp Tea s1x9 uperueBi0 wa}Bojous0> Tuas Jo Us PIUaUTE[OS f aeUOpLO BL UD OU “DHISUREZOIOR equnsa aseyj vy 9p varsyuduios exionj vy “sepeogap spur ov2ive zat seuosiod op seatnistas saprynoey sey azqos souorzearas -qo se ‘sepeniasut sorzed ouos ‘ueums a8 olf & ‘ese BL 9p aoe[u ap viL2]28 v] 9p uoTDLoIqn wisexD ET A sosed sot ap wordaoied ef ‘s9uID erouas ef ap eonbysdorene 05 woronipsuad ef vareqe ~oeZ[eg ua afOpUT FIs ap oT seurpioennxe oie un Aey — aseyy vpos wisg | E19 en B Uo eqrotuntios wiarurfap sumed ey [en B aod A ‘sw 2p ap ormiaigs ye sepeunsap sezoid sey ap 4 sem -09 Se] ap TUTDUD EpMsuOD eapeH EUR Ud axqmoYy un ap osed [9 opio eiqey rafnur esa “oamauresofexaa spur sopearue3:o epuaured: us seas v amb sepeoap sem sauoresuas 2[OpugD seats svrseaBsap smuer opesied -wio9 BaIgnY eraPeIIeE BY amb uatq o ‘oiuaurEaya we Ng souranNe somorwtauss 3p ward seu sono tied saiqdaosadutt sonaya 5 oan e233 seu3;op apuop esto eso ue ua Ja;00, uauay, (qo Soy 9p ror9pie2 A b ey sns ap parydwe ey obsay so seqjeg ap afenfual ap emypay x] 2p WHE ouswoUay UA nemoxig sugod T= Preiqo$e fon; anb osad oxen PP ouamensyfeqies exTtqystas 98 saaquiou ap e810 152 9p erouos ApEALpur wol3et ‘ouop etn Bose as yen> Te ‘axquiow ns uo own ep2> ‘oyjgnbe sopor jse ueyusop opeisp ja uz uopzjout & sopaaine ‘08 jtuaua ns o89n; gas settosiad sexpep ap ven epeo ‘pieumace of ‘o3rpp29 ns por guo8e Tend ]2 ezed O18 cisoad ap ovses aso anb aqus ag “ese ns ue ajteq un v en YSIONVEL VITAON VI ad S0OKYID SRL RES CLASICOS DE LA NOVELA FRANCESA sea que todo esté en una relacién de analogia, y, en consecuencia, es comparable, con todo. Sin duda, el ver en analogia es el ver originariamente poético, en que lo en apariencia impropio, 1a metéfora, pasa a ser lo podticamente propio y revelador; pero la desenvoltura de la metafdrica de Balzac no surge de la comparabi- Hidad poérica sino de la real por él acentuada, de todo con todo. En esa attibucidn de sentido cosmologico de Ja metaférica de Balzac se anuncian las propensiones del futuro simbolismo ea el que el reino de los fend- menos se espiritualiza en un miscerioso eutretejido de correspondencias de concordancias psiquicas. Mas la metdfora concuerda asimismo con aquella aprehensiéa visual de lo dado y con aquella categoria de le plura- lidad que pueden observarse también como caracteres del modo de visién de Balzac aun sin tener en cuenta las premisas especulativas, En efecto, debido 2 que la metifora “compara”, incorpora a un estado de cosas otro que en muchos casos condensa de modo sensible- visible Jo universal, pero en la mayor parte de los ca- s0s no significa un esclarecimiento sino que’ expres simplemente la incesante ocupacién de Ja fantasia con Ja plenitud, la continuada asociacin de una mirada que divaga por todos los rincones y detalles del uni verso, y en la que la productividad, constantemente ex citada, de una memoria enorme, impide la tranquila, real, retencién de un objeto. Y¥ no solamente en el sentido de que la voluntad de imaginacién de Balzac cite metaféricamente todos los dmbitcs del universo, sino que la plenivad de Jos objetox misma se convierte en accidn, El prélogo de 124 BALZAC Ja Comédie humaine habia afirmado que la aprehen- sién de toda especie del sistema “zoolégico” de Ja so- Giedad, tiene que ser también una aprehensién de las coxas con las que el individu esté en contacto, Esa re- solucién tuvo repercusiones favorables para el desarro- Ho que condujo‘al posterior realismo y naturalismo; Flaubert legard al extremo de apagar al hombre ante el mundo de las cosas. Balzac va todavia en pos de elles con Ja aficién a los fenémenos propia de su sentido césmico y forma con ellas el Ambito prefiado de signi- ficado del obrar humano. Si a veces se emplea el con- cepto de realismo en aquellos casos en que un texto expone la cosa, el objeto desprendido de la mano del hombre (0 no creado por ella) en su puro ser-asf, sin tener en cuenta ninguna evaluacién estética ni moral, esa aplicacién no puede hacerse en la obra de Balzac. ste, como sus personajes, vive en intima familiaridad con el mundo de las cosas, Para él, la cosa es parte de Ia fisonomfa humana misma. Tiene un valor expresivo que repite una ver més la forma psiquica y el destino de] hombre, Herramientas, vestidos, habitaciones, pa- tios, casas, calles, aldeas, ciudaves: no son objetos, co- 525, medios inertes ni marcos dscorativos, sino testigos, testimonios, expresiones, indicios, por los cuales pasa- yon otrora la voluntad y la aflicciin humanas, de suerte que remiten 2 ellos, Son los andnimos que convivieron con los protagonistas o los a menudo tenazmente su pervivientes del destino de los muertos y que en su significado de signos de un clima psfquico o social son para el que los entiende de una exactitud como sdlo puede poseerla un documento humano, Y sobre todo: Lat suodsa , nuuo2Kif 22An90,py349 FT, Oren TH “TERA Ag qBojoratens wen ap aeiqen 9qeo Dezqegt uy “sopesed oS) s2so) ap SOprwss ap asopupien une z9qus JP WOLDS ey auimse 194 1g ‘alqisia ofje ua wpion afeuosiad oarna [pp eHoisiy eT USS s2 Ou axsp ouad ‘orenaz,, Un ous ip ap oapwoydxa ores un ou ‘eXnjour a8 afeuosiad caanu un euasead as anb asdways anb azatmbas yensta vowed ey “sofeuosiad sus ap soznar so] wats as anb aod 3 ef upiquinn so Suzeg ap somo Je ua avarede oiuens opoi ap vpuredut ap uppeasssuo> eT s9]sss0y wos a] ou A ‘uomromTze UI Ua saaaa set ap spur set anbune ‘uauodxa of sep ‘50500 set woD A sesoo sey uo aszessady'a apand oeqjeg ap arquoy up) epizend ns u9 sojvmurut soy outos uxlope as anb ja ua sepeas o sapanieu seso- se] ap orurwop un uo sopered sue we;ey 9s oualuas We ‘euoWap rdord ey A pepaD 03 2] 40d sopiuido aeisa op aesad v ‘nb ows ‘s250> se{ uo> uo;rejar HL raed eso.su anbune (eBay ‘muaq, -tue opunut § aqtoy ap wOUaRARKODUE EU CA UEpsE as oN vuaqnely A eupuag ap safeuostod soy ups of ouiod ap saiuaiajtp aivaurpesor Sauorszodord ua oanialqo opuna: [9 wa sopeiedwe upisa ‘woody ns ap sovorens -apouy svt ap auautauazpuadapur ‘emptor woe laf P| 9p soz8tjad soj ua soperzaaind weas 2ezyez ap safeuoszad soj anb spuz sog -1quioy, [e [soy < Opn Pe wyense 89 ‘su2Wweanalgo wpeuede siuaurea[duo> pepyear BL anb soy ua soruswed aa0eq exed oyuoures sjaid ouad ‘so1upai X sesoo epnp Uys wou09 uaqnety ‘gPouod o| ot [eypUarg “seso2 su] ap ¥2!T9IO!03 vIsa0d ns uo mide oeqjeg anb of ayuanredoad Anu: s9 ‘soup spyat & soso v-vueuiny peprunrsoad ey ap OfqIstas 495 ur 35 get J aisg ‘omy opray fap oquiy odue spus [> sopuayaide vied omaurparoad um vas ,,uotodiosep, as anb sye aq “sotaua soygand A ssdinso ‘suorsesau a8 9p opnusur t fouruiny wpta wun ap so1aisod & 2012 -DiUe ELLOISsTY ef ‘oITDso4e pepriqystA uoD A zperassge USUDHIUOD $us0D SET “oUDMAY LEIgO fap OWIo BUEN Pepatiza ey ap) onuaraponcs jap crue uoreDLnus 9p OTA o1fe UN spuspe uossog “eangIs9 peprjerodussr tr Eun uatian ePuatrede ud ojos A aiquioy [apt oun sep jap orquiy [2 wa uerraes8 ef anb sesoo se] 9p set yuioiaed sz] uos:‘epeiquy ugromuasaxdas 2] v oadsex too seupuroiued se] owo> jsP o8fe ugia9e ef F o1ed sat uo uos arb ott ‘soyenxs soduond aos ou “S23 ow sns aydumziai; © aezustaos ajans 2e7j2q anb tos siuarquie opunus [ap sauopdrzsep seBzey sey ‘sese> 0 saqqes sus ap sopnay:sadso so] Ua $9 sopea ap vioueisuio> eo onseytueut ap suod oy ayusueelD: spur apuog ‘Bigo nis ap saje{oussD spi sofsex soy ap oun vsaidxa as onb Jp wo ‘DezIeq ap ses02 se] ap opunur Jap ouzamy sopea 9p BouersuoD wun ap asieiqeey apong ‘siuasard omjwouosty opzogiugts suen owawou! opor ua ‘epedor any opmy odno op ‘eiquioy Je axcwars Rima: © aajona wo Be anb v opiqag ‘sazoiaaur sas Sp soccoresoquy sor ap X sessrize sus ap seqprEyNG sey ap “epepnyo 4 seapie sus ap seseo set ap somed { sousai 9359 ap voune ares ou 2e7[eg “eure { eDuapessp op sodnses wos anb us sose9 soyauby ua une ouarurnuss > uesaxdxa 119 op erony UpIse ov ‘ouEEENY Of ap JOP! ;e ouOI wa UETALIE YSSONVYE VIEAON FT BC SODISYTD STULL RES CLASICOS DE LA NOVELA 1RANCESA también algunos principios tesricos sobre el particular. Mencionaremos sélo algunos con toda brevedad: “La misién del arte no consisce en copiar la naturaleza, sino en expresarla... Tenemos que aprehender el espititu, el alma, Ia fisonomla de las cosas y de os seres. Ung ‘ano no solamente es del cuerpo, shio que expres y tina un pensemiento que e3 preciso captar y te. producir. Ni el nintor, ni el poeta ni el escultor deben separar el efecto de la causa, que estin ineluctable- sente uno en el otro" (XVIII, §). El propio Balzac hace hincapié en lo que de esta faena es comiin a todas Tas artes, De Io que se trata es de que “efecto” y “ca. 2" no pueden separarse, lo cual exige, segiin entiende Baleac, que sean mostradas todas las fuerzas, relaciones y Ordenes hasta el wltimo fendmeno que adoptan, ¥ viceversa: que en todas los fendmenos se hagan visibles las fuerzas, relaciones y érdenes que llevaron z ellos, Es 1s ides de conexién de toda ia Comédie humaine. Se sa. be que Balzac se interesaba vivamente por la frenolo- Bi, puesto que se funda en el valor de expresidn del fenémeno humano, Mas las cosas de esta indole 10 quedan en él en pura teoria. Ese arte de Ia expresién visidn directa 0 creacién directa de personajes. Bal- zac descubre o crea la constancia de valor en lo visible mismo, no en ha ampliacién por medio de concepto 0 teorfa, El retrato, la mano, tiene que seguir teniendo Visibilidad, aunque el euadro no sea sélo apaticién sino gue contiene también "el pensamiento”, es decir la re- ferencia a la organizacién psiquica. Esto signified, pues, que el caracter de constancia de significado del cusdro nyo puede destruir su cualidad visual, y al propio tiem- : | BALZAC po: el cuadro no debe limitarse a lo visual, sino que debe tener valor expresivo, o sea remitir a la corriente de la vida de Ja cual surgié, No importa si el retrato habla solamente desde el rostro o desde todo el perso- naje con toda su indumentaria: lo que resulta, se funda en Ia unidad psiquigo-material, que no es mds que un caso particular, principio de Ja todo-unidad de todas las fuerzas y {enémenos, en virtud del cual —como en Ja metdfora y ¢n 1a cosa~ Io uno eri siempre expresado también en lo otro. Lo asombrosc de Balzac no es que sustente una teoria de esta indole, por la que acaso se dirija una vision, sino que lo asombroso es la fuerza Ge esa vision, que ve en lo que aparece una riqueza de relaciones a Ja que la teorfa de la conexién cosmologica se incorpora de modo tan natural porque pracede del dinémico ver como evidentisima consecuencia. La caracterologia estd especialmente al servicio del esquema de dos épocas, en el que Balzac clasifica todo el mundo de la sociedad, esquema que consta del auge de Ja época burguesa-econémica, por una parte, y del descenso de las formas aristocraticas de vida, por o:ra parte, o también, colocando la cesura en el afio 1815, de Ia distincién entre ‘las épocas napolednica y postnapo- leénica, La manifestacion rerratista de una persona contiene a menudo atributos que expresan, con pureza tipolégica, la generacién y la época a que percenece el representado. La dinamizacién del retrato —como de todo lo visible ea general~ se inserta de esta suerte en la problemitica de la historia de la época, en la que se halla toda la obra. “Las épocas dejan su tinte en los hombres que las atraviesan”, dice en una ocasion en Ia os | 6i epeyvan ap oped tpnbe aasod “sean 7p & souotsiodosd ap oussyjeat un PAH ‘geaqeg PAGO UL SUN “seoqussoo seziony $2 9P oxpeda yp epiquaer pe ‘ONE Un P vssood ej t exodio> 7 Saad varias pepa{o0s US ap oxpend [9 OWOD SY LOPES tepor e sopytunsns sound & soranase Soon, jp [et tod apaanias ofgs ath & xix offs ayeme Bf 9p P seniany 3) ow ‘2{9 wa opuyns UNE sopep ogunut yp aa eiodioad onjsapns of u2 anb pepyteat 22 oxdaax0> ndaoo> b epeu auata ou PEpIEDE ap pnbe uo 130 > 7 My anb woqnuds owg. ‘asresed asuipou pruamupouoo ap ors{qo wos aUpe sod fap asopupyes seasqmDEs 53 ‘3p ‘Ts19A9Its ‘OU su ey ap euIapow & prea sey EP! sip 98 ol Seog! 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En la lucha econdmica de las clases por su exister.cia descubrié Balzac el cardcter de su siglo. Ya en una coleccién de maximas del afio 1825, el Code des Gens honnétes (KXXVIII, 6: pronuncia la for- mula enfitica: “La vida puede considerarse como un perpetuo combate entre los ricos y los pobres. Unos es ‘dn atrincherados en wna plaza fuerte de murallas de bronce; los otros dan vuelta 2 las murallas, las viran, atacan, roen y, a pesar de los hornabeques que se cons: truyen, a pesar de las puertas, Jos fos0s, las baterias, ¢s raro que los sitiadores, esos cosacos del estado social, no consigan alguna ventaja.” Entendie que esa situacién de su época era an hado histézico y consideraba que sus circunstancias eran uno de los factores determinan- tes del destino de sus personajes. Mas éstas son criacuras en decadencia, Sin duda se asen —como su propio crea- dor= al presente como si fuera una infinita oportuni- dad de Ja voluntad; pero su colapso es una acusacién precisamente contta las circunstancias en que estin en- vueltos. Del deleite artistico por el especticulo de fuer~ zas de los desplazamientos de clase y de ia aniquilacién de Ja vida humana en el reino de dominio del dinero, queda el resabio de una negacién, La contraimagen que al presenté contra su época, se nucria del monar- quismo catélico de pensadores como de Maistre y de Bonald y de los razonamientos de un Lamennais. Mas su negacién de la gran disolucién de valores que el si- glo xtx empezé a poner en prictica con sus principios de democracia, no los tom6 de esos autores, sino que eran resultado de una experiencia elemencal. 182 En esto estriba el mérito ¢ importancia de Balzac con respecio a st época. Es asi como se enlaza con Stendhal y Flaubert. Mas su obra, naturalmente, ert macho mis que mera sociologia y critica de Ia époce. Si vo hubiece sido ero, en Ja actualidad Unicamente ten ‘cl historiador. Asi como la observa: tron de cualesgitiera detalles impulsaba a su fantasia, nde alld de todos los pormenores observados, a la crea. tion de personajes enteros, asi también el contacto con Is cireunstancias de la historia de la époce impulsd a fen podevosa fantasia 2 crear, no sélo el hombre del sk tx, sino el hombre en ¢l todo de su realidad, que svacn cs capaz de vida y manifestacién ni puede aprchenderse nama sino en su vinculacién a una €or apr suelo. En la nueva revelacion del potencial inf Tito que se llama “hombre”, Balzac supers los clisés de ia nevela anterior, especialmente de la racionalista sentimental p romantica. Por su capacidad de creacion aventaja a Stendhal y Flaubert; en inteligencia es infe tior al primero, y en disciplina al dlsimo. gio 138

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