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NORMA IRAM 2281-1 Junio 1996 ICS 29.020; 13.260 *CNA 0000 PUESTA A TIERRA DE SISTEMAS ELECTRICOS CONSIDERACIONES GENERALES Cédigo de practica cy INSTITUTO ARGENTINO DE NORMALIZACION Corresponde a la Clase Nacional de Abastecimiento asignada por el Servicio Nacional de Catalogacién dependiente del Ministerio de Defensa. PREFACIO NORMA IRAM 2281-1 1996 - El estudio de esta norma estuvo a cargo de ios organismos respectivos, integrados de la forma siguiente: Subcomité de Procedimientos para puesta a tierra Integrante Ing. J. C. Arcioni Ing. A. Benvegnit Sr. G. Biasi Ing. B. Copa Ing. R. L. Fracchia Ing. D. Galinovie Ing. J. Grimberg Ing. H. Gomez Ing. R. Grunaver Ing. C. G. Hold Ing. C. A. Liguori Ing. R. Lupo Ing. R. E. Miller Ing. R. A. Melo Ing. E. J. Niesz Ing. D. F. Pepe Ing. E. G. Rodriguez Ojeda Sr. R. A. Ruiz Sr. J. Teplitzky Ing. N. D. Vicioli Sr. J. R. Zabale Ing. S. D. Carmona Comité General de Normas (C.G.N.) Dr. V. Alderuecio Ing. J. Arcioni Ing. J. V. Casella Dr. E. Catalano Ing. D. Donegani Lic. C. A. Grimaldi Dr. A. Grosso Ing. S. Ituarte Ropresenté a: BA S.A. y A.E.A. a 4 a -C. .B. S.A. DE AHORRO Y SEGURO S.A. B.A. LABORATORIO MERCEDES arb BEE nf a BS $ g ICA DE ARGENTINA S.A. BRICACIONES MILITARES 2 S.A. bo a Om we aE OF e :B. S.A. ICA DE ARGETNINA S.A. ZavE> 8 g & Z IN. “AD! 8.E.B.A. E.PLE, SANTA FE EXOAL S.A. GAS DEL ESTADO ACYEDE TRAM rugnergrgscar nore Ing. J. Kostic Ing. J. Magnosio Ing. S. Mardyks Ing. R. Martinez Ing. N. O'Neill Dr. A. F. Otamendi Sr. F. R. Soldi Prof. M, P. Mestanza NORMA IRAM 2281-1: 1996 INDICE Pég. 1 OBJETO ¥ CAMPO DE APLICACION » 6.2.2 eee ee 4 2 NORMAS PARA CONSULTA 2... eee eee eee eet 4 3 DEFINICIONES 2... ee ee ee eee 4 CONDICIONES GENERALES .. 0-2... -. SESE eee aE 4.1 Genevelidades ... 2.2 i iiiit caer 4.2 Resistividad del suelo Sl penne fill 413 Aspectos practicos cree 4:4 Caracteristicas eléetricas de los electrodes de tierra. - peas 4.5 Diversos tipos de electrodes de tierra y valor de sus resistencias ‘de dispersion o difusion oe. re 4.6 Modos de construccién de las tomas de tierra |. 22. 2D ID! 20 5 MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES DE PUESTA A TIERRA ...... 22 ANEXO A + MEDICION DE LAS RESISTENCIAS DE LAS TOMAS DE TIERRA... 28 ANEXO B - RESISTIVIDAD DEL SUELO... 0... 2. ee eee 28 ANEXO C - INTERPRETACION DE LAS MEDICIONES DE RESISTIVIDAD DEL SUELO settee eee ees eH rarer ctetel aera ora ANEXO D - ESTRUCTURA DE HORMIGON ARMADO . 2.2... 620 ee 40 ANEXO E - GENERALIDADES SOBRE LA CORROSION DE LOS METALES NO FERROSOS EN EL AIRE... te eee eee a ANEXO F = RESISTENCIA DE DISPERSION DE UN ELECTRODO DE TIERRA .. . 52 ANEXO G - RESISTENCIA DE TIERRA CON CORRIENTES DE IMPULSO ..... 68 ANEXO H - UTILIZACION DE JABALINAS VERTICALES DE GRAN LONGITUD PARA LA PROTECCION CONTRA ELRAYO ....-..-. 0+ 69 ANEXO I - SELECCION DE LA SECCION DE LOS CONDUCTORES DE UN ELECTRODO DE TIERRA EN FUNCION DE LA INTENSIDAD DE CORRIENTE 0 ee eet tees 1 ANEXO J - CALCULO DE LAS TENSIONES DEL PASO Y DE CONTACTO... .. 73 ANEXO K - DIMENSIONAMIENTO Y CONSTRUCCION DE LOS ELECTRODOS DE PLACAS eee ee ee Peer erate tae ee ANEXO L = ANTECEDENTES 0.00. c eee eee eee 79 NORMA IRAM 2281-1: 1996 PUESTA A 'TIERRA DE SISTEMAS ELECTRICOS CONSIDERACIONES GENERALES CGdigo de practica ICS 29.020; 13.260 *CNA 0000 INTRODUCCION Los problemas de puesta a tierra ban sido objeto de multiples investigaciones, cuyos resultados se han publicado en diversos documentos técnicos. Aunque hay distintas opiniones y précticas, existe tambien una gran coincidencia en algunos aspectos. Esta primera parte del Cédigo de Préctica, constituye una tentativa para establecer los principios sobre los que ya se ha logrado cierto acuerdo y comparar los respectivos méritos en los casos que existen varias posibilidades. Se sefalan ademas, los factoros que deben examinarse atentamente al estudiar los problemas de puesta a terra. Esta primera parte no pretende ser completa ni responder a todos Ios problemas que pwedan plantearse y debe ser complementada con las demis partes de esta norma, donde se dan recomendaciones para ciertos casos particulares. 1 OBJETO Y CAMPO DE APLICACION 1.1. Objeto Dar una guia sobre los métodos por adoptar para poner a tierra un sistema cléctrico, con el fin de proteger la vida humana y la vida animal, los bienes y los sistemas eléctricos, en ese orden de prioridades. 1.2 Campo de aplicacion 1.2.1 Las prescripciones de esta norma alcanzan a la puesta a tierra de conductores, equipos, y sparatos cléctricos conectados a la red eléctrica y otras instalaciones eléctricas fijas terrestres. 1.2.2 Las precripciones de esta norma no aleanzan a los barcos y a los aviones. 2 NORMAS PARA CONSULTA Los documentos normativos siguientes contienen disposiciones, las cuales, mediante su cita en el texto, se transforman en prescripciones validas para la presente norma IRAM. Las ediciones indicadas ran las vigentes en el momento de su publicacién. Todo documento es susceptible de ser revisado y las partes que realicen acuerdos basados en esta norma se deben esforzar para buscar la posibilidad de aplicar sus ediciones mas recientes. Los otganismos internacionales de normalizacién y el IRAM, mantienen registros actualizados de sus normas. Corresponde a la Clase Nacional de Abastecimiento asignada por el Servicio Nacional de Catalogacién dependiente del Ministerio de Defensa. IRAM 2281-Parte 11:1986 - Guia de mediciones de magnitudes de puesta a tierra. IRAM 2281-3:1995 - Instalaciones industriales y domicilierias (Inmuebles) y redes de baja tension. IRAM 2281-Parte 1V:1989 - Centrales, subestaciones y redes de M.T. y A.T. IRAM 2281-5:1995 - Puesta a tierra de sistemas de telecomunicaciones (telefonia, telemedicién y equipos de procesamiento de datos). IRAM 2281-6: (en estudio) - Vocabulario de puesta a tierra. TRAM 2309:1989 - Jabalina cilindrica de acero-cobre y sus accesorios. IRAM 2310:1990 - Jabalina cilindriea de acero cineado y sus accesorios. IRAM 2315:1988 - Soldadura cuproalumicotérmica. IRAM 2316:1984 - Jabalina perfil I de acero cincado y sus accesorios. IRAM Jabalina perfil cruz de acero cincado y sus accesorios. IRAM 2466:1992 - Alambres de acero recubierto de cobre trefilado duro. IRAM 2467:1992 - Conductores de acero recubiertos de cobre cableados en capas coneéntricas. IRAM 2568:1962 - Tubos de cobre sin costura, para usos gonerales. TRAM §082:1991 - Tornillos, bulones, esparragos y tuercas de metales no ferrosos (cobre 0 aluminio y sus aleaciones) con rosca métrica ISO. TRAN-IAS 500-14:1987 - Barras de acero de seccién circular. IRAM-IAS 500-43:1987 - Chapas de acero lisas. Cincadas por inmersién en caliente. IRAM-IAS 500-85:1989 - Alambros y barras macizas de scero, laminadas en calionte. IRAM-IAS 500-558: 1985 - Perfiles éngulo de acero de alas iguaies; laminados en caliente. COPANT 412:1972 - Cobre y sus aleaciones, soleras y perfiles. Requisitos gencrales. COPANT 413:1972 - Cobre y sus alesciones, soleras y perfiles. Requisitos generales. COPANT 418:1972 - Cobre y sus aleaciones, ‘soleras y perfiles. Requisitos particulares. COPANT 429:1972 - Cobre y sus aleados. Barras soleras y perfiles para usos eléctricos. Requisitos particulares. ISO 8839:1986 - Mechanical propertis of fasteners. Bolts, screws, studs and nuts made of non-ferrous metals. 3. DEFINICIONES 3.1 sistema o instalacién de puesta a tierra. Conjunto de elementos, unidos eléctricamente @ la masa de Ja tierra, con la finalidad de proteger personas, animales y bienes de los efectos dafiinos de la corriente eléctrica, o de fijar un potencial de referencia o de conducir a tierra las corrientes de rayos’u otras descargas eléctricas atmosféricas. 3.2 conectar o "poner" a tierra. Conectar eléctricamente con la tierra ‘conductora (suelo), mediante el sistema de puesta tierra, un punto del circuito de servicio 0 una parte conductora no perteneciente a él. 3.3 puesta a tierra. Conjunto de todos los medios y disposiciones para conectar a tierra. 3.4 electrodo dispersor o de puesta a tierra o "toma de tierra", Conductor introducido en el suclo y conectado eléctricamente a éste mediante una union intima, conductora de corriente, 6 embutido o embebido en el hormigén que esté en contacto intimo con el suelo en una superficie grande. Las partes desnudas (no aisladas) de las conexfones enterradas, se consideran como parte integrante del electrodo dispersor. 3.5 conductor de puesta a tierra. Conductor que esté fuera del suelo 0 colocado aislado dentro del suelo y que comunica una parte de una instalacién que debe conectarse a tierra con un electrodo de tierra. NORMA IRAM 2281-1: 1996 3.6 tierra de referencia. Zona del terreno, en particular de su superficie (suelo), tan alejada del electrode de Uerra que no existen diferencias de potencial medibles o apreciables entre distintos puntos en esta zona (suelo eléctricamente neutro). 3.7 potencial eléctrico de un punto. Diferencia de potencial entre dicho punto y la tierra de referencia. 3.8 gradiente de potencial de un punto. Diforencia de potencial por unidad de Jongitud medida en ta direccién en que es maxima. Cuando Ja energia oléctrica se debe a la diferencia de potencial, la energia por unidad Al * [eure de carga eléctrica es igual al gradiente de potencial. Unidad a el gual al gr potencii ee 3.9 resistividad o resistencia especifica de la tierra (suelo). Resistencia eléctrica especifiea de la tierra. Casi siempre se indica en Q.m'/m = Q@.m y equivale a la resistencia de un cubo de 1 m de arista medida entre dos caras opuestas del cubo. 3.10 resistencia de dispersién de un electrodo de tierra. Resistencia de la tierra entre el electrodo de tierra y la tierra de referencia, os practicamente una resistencia efectiva. 3.11 impedancia de un electrodo de tierra. Impedancia de corriente alterna entre el electrode de tierra y la tierra de referencia. 3.12 resistencia (impedancia) de puesta a tierra de impulso. Resistencia que actia durante el paso de corrientes de rays u otras descargas cléctricas transitorias entre un punto de una instalacién de puesta a tierra y la tierra de referencia. 3.13 rea de resistencia (para electrodos de puesta a tierra solamente). Area de la tierra (alrededor del electrodo) dentro de Ia cual se localiza précticamente la totalidad de la diferencia de potencial entre el electrode y la tierra de referencia cuando se produce una falla o bien circula una corriente de prueba (medicién). 3.14 tensién de puesta a tierra, Aquella que se produce entre una instalacién de puesta a tierra y la tierra de referencia. 3.15 tensién de contacto. Diferencia de potencial (parte de la tensién de puesta a tiorra) @ la que puede quedar sometide el cuerpo humano entre la mano y el pie o entre una mano y la otra (distancia horizontal de aproximadamente 1m entre partes afectadas) 3.16 tensién del paso. Diferencia de potencial (parte de la tension de puesta a tierra) ‘que aparece entre dos puntos separados por una distancia igual al paso normal humano (aproximadamente 1 m) sobre la superficie de apoyo de los pies (tierra, eésped, suelo, vereda, pavimento, ete.). 3.17 puesta a tierra de proteccién. Puesta a tierra de un punto no perteneciente al Circuito de servicio u operacién, que es necesaria para proteger personas, animales y bienes de los efectos dafinos de la corriente eléctrica, o para fijar un potencial de referencia. 3.18 puesta a tierra de servicio. Puesta a tierra de un punto del circuito de servicio u operacién, que es necesaria para el funcionamiento normal de aparatos, maquinas e instalaciones. NORMA IRAM 2281~ 3.19 puesta a tierra contra descargas atmosféricas. Puesta a tierra de una parte o pleta conductora destinada a conducir a tierra corrientes de rayos w otras descargas atmosféricas. 4 CONDICIONES GENERALES 4.1 Generalidades El factor principal para Ia realizacién de un sistema de tomas de tierra es la resistividad del suelo en la regién considerada. Tal resistividad depende esencialmente de factores comunes a vastas regiones, pero ciertas particularidades locales pueden inducir a elegir ciertos puntos para el establecimiento de sistemas de tomas de tierra, por su vesistividad de tierra mas favorable. Atn asi es dificil conseguir los valores de resistencia deseables en numerosos puntos del globo terréqueo donde el suelo estd constituido por una delgada capa de roca o de arena, 0 donde las precipitaciones son poco abundantes 0 estén concentradas en cortos periodos. Cuando hay cierta libertad en la eleccién del emplazemiento, se pueden aprovechar las variaciones locales de la resistividad para establecer un sistema de tomas de tierra de resistencia suficientemente reducida. 4.2 Resistividad del suelo 4.2.1 La resistividad de Ia tierra o de las rocas depende sobre todo del tamafio de las partfculas que las componen, de la proporcién de materias solubles y de su grado de humedad. £1 suelo se compone princfpalmente de éxido de silicio y de 6xido de aluminio, que son buenos aislantes. La presencia de sales en estos dos 6xidos reduce la resistividad. En la tabla 1 se dan valores representatives de la resistividad para diferentes tipos de suelo, 4.2.2 La resistividad so debe por una parte al proceso clectrolitice y por otra, a la resistencia de contacto entre un gran ntimero de finas particulas. Si el contenido de agua 0 de sales es clevado, el fendmeno predominante sera probablemente el proceso electrolitico; en cambio, si él proceso, es seco, los factores esenciales serén el tamafio de las particulas y el volumen de aire retenido on sus intersticios. 4.2.3. El tamafio del grano, su distribucién y Is compactacién, son también factores influyentes, dado que controlan el modo en que la humedad se mantiene en el suelo. Muchos de estos factores varian loculmente y algunos también varian con las estaciones, de modo que la tabla 1 debe tomarse tinicamente como gufa general. 4.2.4 Se pueden mejorar los suelos que contienen pocas sales agregdndoles sustancias quimieas, pero este método no es muy recomendable, ya que hey que repetir periddicamente la operacién debido a Ia accién disolvente de la Iluvia. 4.2.5 Existe una correlacién indudable entre Ie naturaleza del suelo y su resistividad, aunque la primera varia considerablemente en una misma regién. La resistividad del suelo tiende a corresponder a le de las rocas madres. 4.2.6 Los valores locales se verifican mediante mediciones "in situ", siendo especialmente importante en lugares donde el suelo esté estratificado, dado que, debido a las dispersiones de la corriente de tierra, la resistividad efectiva depende no s6lo de Jas capas superficiales sino también de la formacién geolégiea subyacente. NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.2.7 La resistividad de las rocas es tanto més elevada cuando mayor es su edad geolégica. La resistividad del granito dolomitico y do la pledra arenisca cuarzosa es generalmente mayor que 1000 Q.m, La del gres y la del esquisto sucle estar comprendida entre 10 y 1000 O.m. Los suclos arenosos absorben mas agua que los arcillosos, pero retienen menos; asi, ademas de su resistividad intrinseca, los suelos arcillosos serén, en general, mas htimedos y deberan, por lo tanto, preferirse a los suelos arenosos. El grado de humedad del suelo se reduce cerea de los Arboles, por lo que conviene evitar estos al elegir una ubicacion para el electrodo dispersor o de puesta a tierra. 4.2.8 Dado que no se pueden modificar las propiedades ni la naturaleza fundamental de un terreno en un area dada, es posible utilizar las condiciones puramente locales para elegir lugares adecuados para el electrodo y los métodos de preparacion del sitio seleccionado, para asegurar una resistividad éptima. 4.3. Aspectos précticos 4.3.1 Cuando se pueda, se elegiré el sitio de puesta a tierra en uno de los siguientes tipos de suelo, en el orden de preferencia indicado a continuecién: 1) Terreno pantanoso fimedo; 2) arcilla, terreno arenoso, tierra arable, suelo arcilloso, o limo mezclado con pequefias cantidades de arena; 3) arcilla _y limo mezclado con proporciones variables de arena, grava y piedras} 4) arena mojada y himeda, turba. 4.3.2 Se evitarén la arena seca, la arcilla pedregosa, la piedra caliza, la roca basilica, ol granito, y todo suelo muy pedregoso; también todos los lugares donde Ia roca virgen esté muy cerca de la superficie. 4.3.3. Se elegiré un suelo que no tenga buen drenaje. Sin embargo no es esencial que el terreno esté empapado de agua, a menos que sea arena o grava, dado que por lo general, no se tiene ventaja alguna aumentado el contenido de humedad por encima del 15 % al 20%. (Ver tabla B1 y figuras B1 y B2). 4.3.4 Se tendré cuidado de evita los sitios que se mantienen hiimedos por que fluye agua sobre ellos, por ejemplo: el lecho de un curso de agua, dado que las sales bencficiosas pueden ser totalmonte extraidas del terreno en dichos sitios. 4.3.5 Los electrodos dispersores superficiales se usan en suelos de textura fina y que han sido compactados, apisonados y mojados tanto como sea posible. El suelo se zarandea, los terrones se rompen y las pledras se remueven en la vecidad de estos electrodes. 4.3.6 Cuando sea posible las jabalinas se hincarén directamente, esto hace que la resistencia de contacto tierra-electrodo sea Ia minima desde el momento mismo de la instalacién. Donde ello no es posible, por ser el terreno excesivamente duro, primero se lo perfora, y luego se va rellenando el agujero con tierra zarandeada que se va apisonando bien y recién después de rellenado se hinca el electrodo. En todos los casos se recomienda el hincado con inyeccién de agua para evitar oquedades, facilitando la salida del aire. Ademas es aconsejable, verter agua lentamente alrededor de la jabalina (por ejemplo: por goteo) para permitir una mejor compactacion del suelo. Esto Se logra cuando el agua vertida liega al extremo inferior de le jabalina. 8 NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.3.7 Coneretamente; para construir una toma de tierra, hay que instalar en un lugar adecuado, a una profundidad apropiada, un electrodo metdlico o un sistema de electrodos interconectados, y conectar ese sistema de electrodos a la instalacién de puesta a tierra del edificio, establecimiento, estructura, etc. Aunque este método parece muy sencillo, la construceién de una toma de tierra plantea numerosos problemas que hay que toner en cuenta si se quiere obtener una resistencia de tierra aceptable, es decir, suficientemente reducida, con un minimo de csfuerzo y de materiales. 4.3.8 La resistencia eléctrica total de una instalacién de puesta a tierra es la suma de las tres resistencias, a saber: a) a resistencia dhmica de los coductores que constituyen la instalacién de puesta a tierra; b) Ia resistencia de contacto entre el sistema de electrodos de puesta a tierra y el suelo cireundantes c) In resistencia del suelo que rodea al sistema de electrodos de puesta a tierra (resistencia de disporsin). 4.3.9 A condicién de que la toma de tierra se utilice para la tierra de servicio o para Ja tierra de proteccin, puede despreciarse la resistencia a), pore ésta puede constituir el factor esencial en caso de fenémenos de descarga répida o cuando el sistema de electrodes esta considerablemente alejado por razonos estructurales, naturales u otras. 4.3.10 Puede también despreciarse Ia resistencia correspondiente a b) si el sistema de electrodos esté en contacto suficientemente intimo con el suelo circundante. De no ser asi, la contribucién de la resistencia de contacto al valor total de la resistencia de puesta a tierra, puede elevarse notablomonte (10 % 6 mucho més del valor esperado). Sin embargo, hay que tener en cuenta que puede reducirse por la formacién de arcos eléctricos en casos de sobretensién de valor suficiente. 4.3.11 La resistencia c) depende de Ja extensién lineal del sistema de electrodos y, en menor grado, de su forma y superficie. 4.3.12 Como la densidad de 1a corriente disminuye en funcién de Ia distancia al sistema de electrodos, la mayor parte de la resistencia se encuentra localizada en el suclo mas préximo al sistema. Por ello, en el caso de un suelo estratificado, los electrodos deben instalarse en las capas que ofrezcan menor resistividad. 4.3.13 Este hecho (4.3.12) explica igualmente que desde hace tiempo se apliquen diversos métodos para disminuir la resistividad del suelo en las inmediaciones del sistema de electrodos: utilizacién de coque, escorias de hierro eplastadas e incluso polvos metélicos, riego de la zona que rodea a los electrodos con diversos electrolitos, (por gjemplo, cloruro de sodio, sulfato de magnesio o sulfato de cobre). Se utiliza bentonite de baja resistividad obtenida mezclando bentonita pulverizada con agua, sales y otros componentes. En aquellos suelos rocosos en los que haya filtraciones entre las rocas, previamente se hace un sellado con cemento para evitar el lavado de la bentonita. Con este procedimiento el incremento de la resistencia permanece dentro de los limites tolerables durante un periodo de tiempo mayor que con los métodos descriptos anteriormente. Vertiendo de nuevo bontonita coloidal, se puede mejorar el efecto reduetor. 4.3.14 Antes de aplicar cualquier tratamiento quimico, se debe verificar que no se ocasione un efecto perjudicial al material del electrodo (corrosién, falso contacto, etc.). Por ejemplo, el cloruro de sodio o sal comin mencionado en 4.3.13, si bien es el mas facil de conseguir, es también uno de los productos que més corroe al alectrodo, en especial si éste es’ de acero cincado. NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.3.15 El tratamiento quimico es efectivo tnicamente en terrenos de muy alta resistividad y se realiza tinicamente en aquellos casos en Jos que no se pueda disminuir la resistencia por los medios normales (electrodos en paralelo, profundos, cte.), ya que la ofectividad del tratamiento disminuye con el tiempo por el lavado paulatino del terreno. 4.3.16 Al aplicar estos métodos que tienden a disminuir la resistividad del suelo, hay que tener en cuenta que su eficacia esté limitada por el transcurso del tiempo. 4.3.17 En todos los casos, deben adoptarse medidas especiales para asegurar un buen contacto entre los electrodes y el suelo reconstituido. 4.3.18 Un ejemplo de la influencia de Ia estratificacién del suelo puede verse en la figura 1; las curves a), b) y ¢) muestran los resultados de mediciones de le resistividad aparente del suelo para tres tipos de suelos estratificados obtenidos por el método de Wenner descripto en el capitulo 6 de la norma TRAM 2281 - Parte II y teniendo en cuenta las consideraciones del anexo A de esta norma. La curva "a" muestra que para utilizar un suelo que tiene una capa de baja resistividad @ gran profundidad, hay que instalar jabalinas de 35 mm de longitud o mayores introduciéndolas verticalmente, mientras que la curva "b" muestra que la longitud éptima de las jabalinas a introducir, en este caso, seré de 10 m. La curva "o" indica que los electrodos de tierra han de colocarse préximos a le superficie del suelo, es decir que deben utilizarse jabalinas cortas, de 1,5 m de longitud aproximadamente, ¢ introducirlas verticalmente, o bien utilizar un electrodo de tierra superficial horizontal. 10 NORMA IRAM 2281-1: 1996 000 1000 500 100 Resistividad aparente del suelo (Py) so 1 rT) 30m Distancia (2) Figura 1 - Ejomplos de resistividad aparente en funcién de la distancia "a" entre las sondas, segin el método de Wenner a) Suelo estratifiendo, con buena conductividad a gran profundidad; b) Suelo estratifieado, con conductividad a media; ©) Suelo apenas estratificade. uw NORMA IRAM 2281-1: 1996 soperopysuos zeFn] Jo us vn ap [eau je unBag yg seurres seoupsaaqns sendy 2 (oue aod um 09g op sotton) seon.4980P souoPrptco A seswose soucper diag € (owe aod um og ap syu) soquepunge £ sopmmiou soUoPMIdpaLE v SVOLLYWI'IO SANOIOIGNOD | oor ¥ of 000 1 < 000 t < 00 soysinbye “Sunpefa sector oot & Of 000 1 < 000 £ B 00E 000 T oumeaD ool ® OF 000 1 < 000 © oof 000 £ iemibestatamsciisee tere Core “jouagar oor 8 OF 000 1 < 000 T ® OOT 008 ‘soaegTuogs “fe aod) wuyeysr19 moeduios experd & soztung, © Fer ore | me vee om Se oe 8 Or og ¥ og ool 8 of os «fp 20d) weosod voayooqeo Sater or ee ‘008 # 0g 0% BOT 0 (aedney epeu8 “fe aod) sepoap or ee oor ® oF 8s or (eANTe Te opuadnloxe) seTTOTy © et 7 : ¢ SeueTAH sumo A ToTANLy wee wo we wy sopipaui sopjpow sopjpau soaojea ap vmen | soaorea ap vay | soaorea op wurey | arqeaoad smu sore, OTaNS 4d OaIL wagon op PepLansisox oxqos soferowed sowed - 1 VIG’, 2 NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.3.19 La resistividad del suelo sobre el cual esté creciendo vegetacién seré generalmente menor que la del suelo en ausencia de vegetacién debido a que los Vegetales para su sostenimiento necesitan de la presencia de humedad y sales minerales. Sin embargo habra que estudiar la estrificacion del terreno para saber a que profundidad estén las capas de menor resistividad. 4.4 Caracteristicas eléctricas de los electrodes de tierra 4.4.1 Resistencia En corriente continua y en corrientes alternas de frecuencias industriales, lo importante es la resistencia eléctrica del sistema de tomas de tierra, conjuntamente con las tensiones del paso y de contacto personal y animal que dependen de la configuracién geométrica y fisica del sistema. 4.4.1.1 Resistencia eléctrica del material constitutivo de tos electrodes Las conductividades de los metales constitutivos de las tomas de tierra cumplen una funcion secundaria. Con corrientes muy intensas, como las que producen los rayos, la intensidad del campo en la superficie de los clectrodos es tan grande que los materiales magnéticos de los electrodos de tierra se saturan y su. permeabilidad relative alcanza un valor igual a 1. Entonces puede despreciarse la resistencia longitudinal de los electrodos de tierra de dimensiones normales (ver informe técnico e IRAM 2281 Parte IV), ‘comparada con la resistencia del volumen del suelo que rodea al electrodo. 4.4.1.2 Resistencia de contacto entre la superficie del electrode y el suelo La resistencia de contacto, entre la superficie del electrodo y el suelo circundante puede aumentar la resistencia efectiva de Ia toma de tierra en una proporcién considerable (ver 4.3.10), Esta resistencia de contacto puede reducirse por los arcos eléctricos que se producen en caso de descargas, y puede también derivarse por la admitancia cepacitiva entre el conductor y el suelo. Esta resistencia no sucle tenerse en cuenta en los ciloulos © proyectos porque es de muy dificil evaluacién pero es necesario considerarla dado que puede convertirse, en Ia préctica, en un término preponderante. 4.4.1.3 Resistencia del volumen del suelo que rodea al electrode La resistencia del volumen que rodea al electrode es, sin duda, el factor més importante. Este volumen varia segun la forma y el tamafio del electrode. Una toma de tierra que permita le difusién de la corriente en un gran volumen de suclo tendré una resistencia menor que otra toma de tierra que difunda la misma corriente en un volumen de suelo menor. Las formas especiales que se den al clectrodo, distintas de la circular, tienen poco 0 ningiin valor, hecho que es esencial tener en cuenta. El valor de la resistencia depende de la naturaleza del suelo y del volumen de difusién de la corriente en este suelo. 4.4.2 Impedancia de las tomas de tierra La impedancia de una toma de tierra frente a In onda de corriente de un rayo puede ser considerablemente mayor que su resistencia on corriente continua, en particular si el electrodo es largo. Es preferible, entonces, prever varios electrodos cortos mis bien que uno solo largo (Vor Anexo F). 13 NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.5 _Diversos tipos de electrodos de tierra y valor de sus resistencias de dispersion o difusién Si bien los clectrodos de ticrra utilizados para los edificios, centrales, subestaciones, estructuras, etc, son a menudo complejos, conviene distinguir los cuatro tipos siguientes: 2) electrodos superficiales en zanjas: son electrodos horizontales enterrados cerca de la superficie del suelo, @ una profundidad que minimice los riesgos de datos mecdnicos, de las heladas’o de la desccacién estacfonal de ins capas superiores del suelo; b)_electrodos de tierra de cimientos: se podrén utilizar solamente si cumplieren con los requisitos establecidos en el Anexo D. ¢) Jabalinas cortas (1,5 m) o largas (3 m 6 més), enterradas verticalmente a profundidades convenientes sogin Ia estratificacién y las resistividades del terreno (ver 4.3.18); 4) clectrodos en forma de placas, enterrados a profundidades comprendidas entre imy 4m. Se trata de electrodos hoy practicamente en desuso por ser la forma més ‘antieconémica de puesta a tierra y haber sido superados por electrodos sefialados en a), b) y c). (ver Anexo A). En ios puntos siguientes se indican formulas simples que permiten estimar con buens eproximacién el valor de la resistencia de dispersion a tierra de diversos tipos de eleetrodos. En estas f6rmulas intervinienen los pardmetros siguientes: profundidad, forma y scccién de los clectrodos y resistividad de suelo circundante que, por razones de orden practico, se supone uniforme. 4.5.1 Electrodes de tierra instalados en zanjas 4.5.1.1 Deseripcion Estos electrodes, consisten en conductores enterrados horizontalmente a una profundidad minima de 0,50'm. Tales electrodos hacen intervenir un gran volumen do terreno. Cuando se conoce ia resistividad del suelo se pueden determinar el largo del conductor necesario para obtener wna determinada resistencia de difusin e tierra segin lo indicado en 4.5.1.3 y la figura 2. Para los electrodos de tierra en zanjas, de forma radial no mallada (distintos de un ‘simple conductor cilindrico rectilineo), ver tabla 2. 4.5.1.2 Instalacion Los alambres , los cables o las cintas (o planchuelas) pueden tenderse en zanjas abiertas con maquinas, los alambres pueden ser enterrados también mecénicamente. Al instalar estos electrodos se deberan prever los posibles dafios futuros por trabajos y zanjeos posteriores. uM NORMA IRAM 2981-1: 1996 4.5.1.3 Resistencia de dispersién a tierra La resistencia de dispersion a tierra de un conductor (alambre 0 cable) de didmetro d y longitud L, enterrado horizontalmente a una profundidad h en un suelo de resistividad @, puede calcularse mediante Ja formula siguiente: =c. 28 Rec. 22 donde el factor C se toma de la figura 2, siguiente: “ aan etree i} telacicn (+) eet = HI acing) 5 ea ae 1000 PS eee ee seet T os 7 ow se Retacicn () ; Figura 2 - Valores del factor C para el calculo do la resistencia a tierra o de dispersion La misma formula se puede aplicar a cintas o planchuelas enterradas, sustituyendo el diametro d por la mitad del ancho de la cinta o de la planchuela. Si por el valor de la resistividad del suelo es necesario utilizar un conductor de gran longitud, puede ser preferible sustituirlo por varios conductores més cortos dispuestos en estrella (ver tabla 2), por las razones siguientes: - Ia resistencia 6hmica propia de un solo conductor de gran longitud puede ser considerable; = frecuentemente es més fécil enterrar varios conductores de pequefia longitud que uno s6lo més largo; = In impedaneia de impulso de dos 0 més conductores radiales es menor que la de uno solo. Sin embargo, hay que sefialar que el empleo de cualquiera de las disposiciones enumeradas en Ja table 2 aumenta el valor de Ja resistencia de dispersion a tierra que se podria obtener con un solo conductor de una Iongitud dada. El aumento porcentual es aproximadamente el indicado en Ia tabla 2. 15 NORMA IRAM 2281-1; 1996 ‘Tabla 2 - Valor de Ia resistencia de dispersion a tierra correspondiente ‘a varias disposiciones de conductores horizontales, con relacién al valor obtenible con un solo conductor rectilineo de igual longitud L 7 RESISTENCIA DE] [ DISPOSICION DESCRIPCION DISPERSION A. TIERRA ‘ Conductor rectilineo | horizontal ROY a Angulo recto p+ 3k 5 100 wats Estrella de 3 puntas n+ SR z 100 Estrella de 4 puntas p+ 22k Estrella de 6 puntas p+ 42R Estrella de 8 puntas . 85K “* “r00 * 1X | + al (*) Valor calculable segun 4.5.1.3 0 el Anexo F punto c) del apartado F.1, 16 NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.5.2 Jabalinas instaladas verticalmente 4.5.2.1 Descripeién Las jabalines hincadas verticalmente constituyen un tipo conveniente de electrodos de puesta a tierra y, de ser cortas, son relativamente ficiles de instalar. Cuando se trata de jabalinas cortas, es poco frecuente que una sola proporcione una resistencia suficiontemente baja; por consiguiente conviene utilizar varias jabalinas interconectadas (ver 4.5.2.3). Con respecto al valor de la resistencia (impedancia) de impulso, las mediciones efectuadas con un clectrodo vertical de corta longitud hundido en el suelo, han demostrado que el valor de esa "resistencia" para un electrode puede reducirse al 70% © menos atin, del valor de la resistencia de dispersién a tierra, medida en corriente continua, a causa de las descargas disruptivas de impulso que pueden producirse en el suelo cuando se dispersan las corrientes de impulso. Si es necesurio enterrar varias jabelinas adecuadamente separadas y conectadas en paralelo, pueden requerirse conexiones de gran longitud que introduzcan fuertes impedancias inductivas. Se puede perder asf la "mejora" de la resistencia (disminucién de la resistencia) debida a los arcos eléctricos en la tierra y la resistencia de impulso global puede ser mayor que la resistencia medida en corriente continua. Para lograr menores resistencias de puesta a tierra de impulso, hay que tener en cuenta la naturaleza del sistema de electrodos de puesta a tierra y su disposicion, incluyendo los conectores de conexién. 4.5.2.2 Comparadas con otros tipos de electrodes de puesta a tierra, las jabalinas tienen las ventajas siguientes: - exigen, generalmente, menores trabajos de instalacin, por lo que son mis baratas desde el punto de vista de la mano de obra; - si Ja capa superficial del terreno es arenosa, y la capa de menor resistividad esté a mayor profundidad, pueden’ introducirse hasta una profundidad tal que se reduzca mucho la resistencia de dispersion a tierra; - las posibilidades de variacién de Ia resistencia de puesta a tierra debido a los cambios de temperatura y de humedad son mucho menores en el caso de jabalinas situadas a suficiente profundidad que en los electrodos enterrados cerca de la suporficios para un mejor aprovechamiento de un estrato 0 capa poco profundo con una resistividad relativamente baja, pueden introducirse oblicuamente una o més, jabalinas en un mismo lugar y'conectarlas en paralelo; = In conexién entre una jabalina y el conductor al que esté conectada es sencilla y muy facil de inspeccionar cuando es accesible (ver 4.5.2.3); - permiten (en dltima instancia) un tratamiento quimicos = si la reparacién o reconstruccién de la capa superior del piso es costose (por ejemplo: pavimentos de hormigén), convione horadar esa capa ¢ introducir jabalnas en los agujeros hechos, con lo cual pueden disminuirse los costos de las reparaciones; - pueden emplearse también si el suelo esta formado por rocas compactas, practicando un orificio adecuado con una perforadora, ete. 1 NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.5.2.3 Instalacion Generalmente las jabalinas de hasta 3 m pueden introducirse en el suelo con gran facilidad utilizando simplemente una maza. En el caso de jabalinas cilindricas, que son las més aconsejables, se ha desarroliado un método que utiliza un martinete manual colocado sobre el electrode, de forma tal que los trabajos puedan efectuarse a un nivel ‘eémodo para el personal sin necesidad de escaleras ni de plataformas auxiliares. Las jabalinas acoplables pueden introducirse a gran profundidad, si la naturaleza del suelo se presta a ello. Cuando se dispone de energia es posible utilizar martillos eléctricos 0 neuméticos. A fin de mejorar la distribucién de las tensiones del paso,la parte superior de la jabalina (cabeza) debe quedar aislada hasta cierta profundidad (por ejemplo: proteccién contra el rayo 0 instalaciones de media tensién). Para ello gencralmente se cava una fosa de 0,50 m como minimo de profundidad, de forma tal que la parte superior de la jabalina sobresalga aproximadamente 0,30 m del fondo de 1a fosa En este caso, se recomienda marcar la posicién exacta del electrode para inspecciones posteriores.. Al instalar el conductor correspondiente también debe seguirse el mismo oriterio que para la jabalina con respecto a su dispersién de corriente para controlar las tensiones del paso. Por razones de transporte y de manipulacion, las jabalinas no tienen mas de 3 m de largo. Si es necesaria una longitud mayor que 3m, se utilizan jabalinas ecoplables (ver norma IRAM 2309/2310) . La instalacién de jabalinas mas largas es a menudo dificil y obliga @ utilizar martillos mecdnicos. La fuerza que hay que aplicar aumenta répidamente con la seccién del electrode. Por consiguiente, Ia seccién del clectrodo debe ser Ia estrictamente necesaria para esegurer su rigider durante un hincado en la tierra. 4.5.2.4 Camara de inspeccion Se recomienda la instalacién de cémaras de inspeceién de material plastico o de hormigén armado, cuando la parte superior de la jabalina (cabeza) deba quedar aisiada 4.8.2.5 Resistencias a tierra o de dispersion La resistencia a tierra de las jabalinas hincadas en el suelo puede calcularse con suficiente exactitud aplicando las formulas siguientes, en funcién del valor de la relacién J > donde Fes el largo, d el ditimetro exterior y p es la resistividad del sue R= 0,75 £ si 2s < £ < 100 rae si 100 (2 « 600 Rei,2 2 a 8 si 600 ( 4 « 3000 18 NORMA IRAM 2981-1: 1996 Pueden aplicarse estas mismas férmulas si los electrodos no son de seccién circular. En este caso se sustituiré el didmetro por el valor de Ja dimensién mayor de la seccién de que se trate (0 bien el diamotro circular equivalente correspondiente al perimctro, cuando pueda verificarse un contacto intimo entre el metal y el suelo). Cuando la parte inferior de una jabalina incada verticalmente en la tierra alcanza una capa cuya resistividad es menor que Ja de la capa superior, esta parte del electrodo tiene entonces una importancia tal, en el cdiculo de la resistencia a ticrra, que se puede considerar casi como la longitud eficaz del electrodo. Como Ins jabalinas de gran longitud suele atravesar y penetrar en capas de distintas resistividades, se recomienda medir la resistencia a tierra durante su colocacién, (por ejemplo: cada 1,5 m) comparando los valores medidos con los calculados previamente, hasta alcanzar el valor deseado de ia resistencia de puesta a terra. Cuando se conectan varias jabalinas en paralelo se observa que la resistencia a tierra del conjunto es mayor que el valor tedrico ealculado como un simple paralelo de las resistoneia de cada una de ellas. Esto se debe a la influencia de los campos eléctricos de la corriente de cada una de las jabalinas. El aumento depende de la distancia entre jabalinas y del numero de ellas que componen un sistema de puesta a tierra. El empleo de conductores desnudos enterrados para la interconexin de las jabalinas, puede disminuir el valor de la resistencia a tierra total. La figura 3 da una idea del aumonto (porcentual) de la resistencia a tierra con respecto al valor tedrico. Esté basada en Ia hidtesis de que la resistividad de suclo es uniforme en todos los puntos de Ia zona considerada y en que entre todas las jabalinas de un sistema existe la misma separacién. 200 £ 100 = 9 Be £2 2 ay ae) bes we ef jababinas 282 1 0s 1 2 5 0 Distancia entre jabalinas /longitud de ia jabatine Figura 3 - Interaccién de varias jabalinas en paralelo regularmente separadas entre si 419 NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.6 Modos de construccién de las tomas de tierra 4.6.1 Consideraciones generales Para proyectar una toma de tierra hay que tener en cuenta, los factores siguientes: - el tipo de suelo, su estratificacién, sus variaciones estacionales y su accion corrosiva sobre los metales$ = los riesgos de corrosion; - el peligro de averfas mecénicas; - las normas, especificaciones técnicas y reglamentaciones vigentes; - la disponibilidad de materiales ndecuadoss - la existencia de herramientas y méquinas apropiadas; - Ia necesidad de mano de obra calificada. 4.6.2 Materiales apropiados para la construccién de las tomas de tierra El material mas apropiado para Ia construccién de las tomas de tierra es el cobre que resiste muy bien la corrosién. En este aspecto, los electrodos de acero revestidos de cobre se comportan exactamente igual que los electrodos de cobre puro. El acero puede servir para la construccién de electrodes de puesta a tierra si se Io recubre con una capa de cine suficientemente gruesa para evitar su corrosin prematura. Se recomienda eplicar una capa de cine de 100 wm como minimo (ver norma TRAM 2310; apartado 2.3). La conductividad del cobre, mucho mayor que la del acero, hace que su empleo sea especialmente indicado en el caso de conductores y de electrodes de gran longitud, a fin de que sea suficientemente baja la parte de la resistencia de puesta a tierra que depende de la resistencia eléctrica propia del electrodo. Debido a la corrosién galvanica, en lo que respecta a la puesta a tierra, se recomienda evitar la conexidn o proximidad al cobre de otros metales con diferente potencial electroquimico (por ejemplo acero de cafierfas, armaduras, etc.) en el suelo. En los casos en que sea inevitable realizar una conexién del cobre con el acero (por ejemplo armaduras, estructuras) deberdn tomarse los recaudos necesarios para evitar la corrosién galvénica. Teniendo presente ol elevado riesgo de corrosién, se desaconseja el acoro sin revestimiento para los electrodos de tierra. Fn el caso de utilizar acero con revestimiento de cine deberd tenerse especial cuidado en el hincado de jabalinas debido a que puede desprenderse el recubrimiento de cinc, acelerando el proceso de corrosién (ver norma IRAM 2310, apartado 2.4). ; 20 NORMA IRAM 2281-1: 1996 4.6.3 Valor minimo de la seccién de los electrodes de tierra Dada la rigidez mecénica necesaria y la capacidad de descarga de corriente que ha de preverse, para la seccién de los electrodos de tierra, se recomiendan los valores minimos siguientes: 4.6.3.1 Electrodos instalados en zanjas a) Electrodos de cobre: - Cable 35 mm? (Diémetro minimo del alambre 1,8 mm) (ver la norma TRAM 2004) = Fleje de 50 mm? (ver las normas COPANT 413 y 418) = Pletina de 50 mm* (ver la norma COPANT 412 y 429) b) Electrodos de acero recubiertos de cobre: - lambre de 35 mm? (Corresponde a © = 6,67 mm) (norma [RAM 2466) = Cable de 35 mm? (Diémetro nominal minimo del alambre @_,, = 2,52 mm) (norma TRAM 2467). ¢) Electrodos de acero cincado (ver Anexo E): = Fleje 6 pletina de 100 mm*, de espesor minimo 3 mm (ver norma TRAM-IAS U 300-43 & 85) - Barra redonda de 78 mm*; corresponde a 9 = 10 mm (Ver norma IRAM-IAS U 500-14 u 85) 4.6.3.2 Jabslinas enterradas verticalmente a) Jabalinas de cobre - Barra redonda de 35 mm’, corresponde a g = 6,7 mm (ver norma COPANT 412 y 429). - Canto de 113 mm, de espesor minimo 2mm y de diémetro oxterior 20 mm (ver aleaciones Cu BF 6 Cu LO de la norma IRAM 2568). b) Jabalinas de accro recubierto de cobre = Jabalina redonda de 64 mm? (corresponde a 9-9 mm) Jabalina JL 10 x.....(ver la norma IRAM 2309) NOTA: Para centrales, subestaciones y redes, los valores minimos recomendados para cl olectrodo son los siguiontes: - Jabalina redonda de 124 mm? (corresponde a 6 = 12,60 mm) Jabalina JL 14 x .... (ver la norma TRAM 2309) Jabalina JA 14 x .... (ver la norma [RAM 2309) ai NORMA IRAM 2281-1: 1998 ¢) jabalina de acero cincado (ver Anexo E): = Jabalina redonda de 165 mm* (corresponde a 6 = 14,50 mm) Jabalina JL 16 x (ver la norma IRAM 2310) Jabalina JA 16 x .... (ver la norma TRAM 2310) 50 mm x 5 mm (corresponde al perfil segan la norma TRAM 558) = dabalina perfil L Jabalina JPNL ~ 50 x .... (ver Ia norma IRAM 2316) + Jabalina perfil cruzi JPC - 50 x .... (ver la norma TRAM 2317) 4.6.4 Conexiones Para obtonor las resistencias de contacto reducidas y durables, que exige la técnica de Ja puesta a tierra, es esencial que las conexiones entre Ios electrodos y los conductores (0 entre estos entre si) sean resistentes a la corrosion y a las tensiones mecdnicas debidas, por ejemplo, a las variaciones de temperatura. Ademis, siempre que sea posible, se recomiendan las uniones soldadas; solamente mediante soldadura cuproaluminotérmica (termoquimica, ver la norma [RAM 2315/89) 0 en su defecto, por soldadura aut6gena. Cuando las uniones sean del mismo material y Ja misma seccion, so pueden realizar por compresién con deformacién plastica en frio (hexagonal, redonda y oval, no por indentacién). Para las conexiones, tanto enterradas como sumorgidas, se exchiyen expresamente de esta norma las uniones roscadas, abulonadas o remachadas porque éstas no ofrecen Ia confiabilidad requerida. Para evitar toda corrosién de las conexiones, cuando se trate de distintos metales, se recomienda aislarlas convenientemente del suelo circundante. Esta aislacién se puede realizar preferentemente, con una cimara de aire estanca al agua. Si esto no es posible dicha aislacion podré efectuarse mediante un compuesto aislante a hidrofugo apropiado. 5 MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES DE PUESTA A TIERRA 5.1 Necesidad de hacer mediciones periddicas en las instalaciones de puesta a tierra La experiencia mundial confirma la necesidad de verificar periédicamente el estado de Jas instalaciones de puesta a tierra. Estas verifieaciones periédicas comprenden el examen del estado de conservacién del sistema de puesta a tierra y de sus puntos de unién, teniendo particularmente en cuenta las eventuales corrosiones y las mediciones de la resistencia de las tomas de tierra. 5.2 Poriodicidad de las verificaciones La periodicidad adoptada internacionalmente oscila entre uno y cinco afios (ver apartado 7 de la norma IRAM 2281-Parte IV). 22 ANEXO A (Informative) MEDICION DE LAS RESISTENCIAS DE LAS TOMAS DE TIERRA NOTA: Esto anexo tiene el caracter de introductorio a Ia norma IRAM 2281~Parte Il. Guia de mediciones de magnitudes de puesta a tierra. A.1 La resistencia de puesta a tierra de un electrodo dispersor (toma de tierra) es la resistencia Shiica entre el electrodo y el suelo circundante. Teniendo en cuenta que el suclo so extionde sobre una distancia précticamente infinite, es imposible medir esta resistencia con exactitud pero, es sabido que, la mayor parte (el 98 % aproximadamente) de la resistencia corresponde 2 una distancia Iimitada medida desde el electrode en cualquier direccién. A.2 Para que circule por el electrodo dispersor Ia corriente necesaria para las mediciones de la resistencia de puesta a tierra, hay que introducir en el suelo un electrodo de corriente auxiliar C (ver figura A1) a una distancia L, tal que se puoda despreciar la resistencia mutua entre los dos electrodos. Casi siempie es dificil prever la distancia necesaria L,, por lo cual, se recomienda aplicar el método llamado de "caida de potenciai" cuando sé procede a esta modicién. A.3_ Este método se representa en la figura A.1 en donde: X es el electrode dispersor © de tiorra cuya resistencia se quiere medir y C el electrodo de corriente auxiliar colocado # una distancia L, suficiente con relacién a X. Entre los electrodos X y C se hace circular una corrienté I de valor conocido y se mide la diferencia de potencia U entre X y una zona o electrodo de potencial P. Con mediciones sucesivas, aumentanda la distancia entre X y P, puede establecerse una curva de potenciales como la que se indica en las figuras. La resistencia de tierra del electrodo es la relacién entre U e I, siendo U, la diferencia de potencial correspondiente a la parte horizontal de la curva de potencial (curva L., figura Al). Esto sucede, generalmente, cuando L es aproximadamente 67 % dé L,. A.4 En Ia figura A2 la curva de trazos muestra el efecto de una distancia I", demasiado pequefa entre X y C que generalmente da lugar a mediciones erréneas. Cuando se da el caso de que la tangente en el punto de inflexién es casi horizontal, el error al emplear la relacién U,/I sera despreciable y la medicion valida. 23 24 NORMA IRAM 2281-1: 1996 CF Tim} Figura Al - Método de caida de potencial NORMA IRAM 2281: ui Figura A2 25, NORMA TRAM 2281~ 1996 A.5_ Existen en el mercado eléctrico instrumentos que permiten medir directamente, la relacién U/I en términos de resistencia (Ilamados telurimetros). Teniendo en cuenta que para una distancia L dada la corrionte 1 puede considerarse constante, las curvas "telurimétricas" R =f (L) serén homélogas a las de las figuras Al y A2. En conscouoncia para los tolurimetros son apllcables las considoraciones antes enunciadaa en Ala Ad. A.6 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA EXACTITUD DE LAS MEDICIONES A.6.1 La conduccién en el suclo es esencialmente un fenémeno electroliticos por lo tanto, el paso de la corriente continua de medicién al suelo provoca la aparicién de una fuerza contraclectromotriz, susceptible de motivar corrientes en el circuito de medicién y de provocar errores de 'medicién, si no se toman precauciones. A.6.2 Hay que tener en cuenta la presencia en el suelo de corrientes vagabundas de origen teltirico o industrial. Dado que la tensién a medir es generalmente pequefta, las tensiones debidas a estas corrientes son perturbadoras. A.6.3 Los aparatos comerciales de medicién de la resistividad del suelo y de la resistencia de dispersién incluyen normalmente un dispositive que permite reducir al minimo el efecto de las corrientes clectroliticas y vagabundas. El procedimlento habitualmente utilizado consiste en colocar un rectificador en el circuito de potencial, que funcione en sicronismo con le corriente de medicién, a fin de rechazar las corrientes que no tengan la misma frecuencia ni la misma fase. Es conveniente variar la frecuencia de la corriente de medicién, modificando, por ejemplo, Ia velocidad de rotacién de la manivela si se utiliza un generador manual como fuente de corriente. Para disminuir el acoplamiento inductivo entre conductores de alimentacién y conductores de medicién de tensién, se recomienda alejarios al maximo unos de otros y elegir de forma apropiada la frecuencia que se ha de utilizar. A.6.4 La inductancia de los conductores de alimentacién y de los de medicién de tensién debe ser la menor posible; para ello, se desarrollarén por completo los cables Y se separarén de sus tambores, rrollos 0 carretes durante las mediciones. Para disminuir el acoplamiento inductivo entre conductores de alimentacién y de medicion de Ia tensién, se recomienda alejarlos al méximo unos de otros. Hay que tener también en cuenta la posibilidad de los ofectos peliculares en el suelo. En particular, si la resistividad del suelo es pequefia, las medictones efectuadas cuando las sondas de alimentacién estén muy alejadas entre sf pierden exactitud debido al efecto pelicular en el suelo. A.6.5 Si las mediciones se hacen aplicando una corriente continua de inversion periédica, y si las inversfones se hacen a un ritmo répido, puede inducirse en el cireuito de medicién de tensién, una tensién pardsita debida a las inversiones de la corriente; esta tension puede ser particularmente importante si las sondas estén alejadas unas de otras, puesto que la resistencia mutua entre el circuito de medicién de tensién y el circuito de alimentacién de corriente disminuye en funcién de la distancia entre sondas, en tanto que aumenta el acoplamiento inductivo. Cuando le resistividad del suelo es pequefia el efecto inductive se aprecia también mas que cuando ella es grande, ya que la resistencia mutua es proporcional mientras que el acoplamiento inductive depende en menor grado de la resistividad. A.6.6 Para solucionar el problema, los telurimetros incluyen un dispositive que introduce un retardo en el circuito de tensién, de modo que la tensién transitoria inducida (pardsita) desaparezea cuando el instrumento mide la tensién. 26 NORMA IRAM 2281-1: 1996 A.6.7 La resistencia de los cables de alfmentacién y la resistencia de tierra de las sondas de alimentacién, s6lo afectan a la tension de alimentacion necesaria para encaminar por el suelo la corriente de medicién deseada. Sin embargo, en el circuito de medicién de tension, y segin el principio adoptado para las mediciones, una resistencia de tierra demasiado grande de las sondas obliga a aplicar tediosas correcciones o a utilizar equipos de medicién mucho més complejos (y por lo tanto mis costosos) si se requiere obtener mediciones precisas sin precauciones suplementarias. A.6.8 La prosoncia de estructuras metdlicas enterradas en las cercanias (por ejemplo: cafierias, cubiertas de cables), disminuye la resistividad y Ia resistencia de puesta a tierra aparentes medidas en funcién de su posicién (paralela o perpendicular) a la linea de sondas con relacién a las caiierias oa los cables, slendo mayor la disminucién cuando son paralelas. Esta disminucién se debe a que la corriente de medicién encuentra caminos de menor resistencia eléctrica a través de dichas estructuras metilicas. Cuando el mamero y, sobre todo, Ja longitud de las estructuras metdlicas enterradas os considerable, como ocurre en las aglomeraciones urbanes, el valor de Ins mediciones de resistividad es dudoso. En este caso se requiere una vasta experiencia de las personas que realizan las mediciones de este tipo. a7 NORMA IRAM 2281-1: 1996 ANEXO B (informativo) RESISTIVIDAD DEL SUELO B.1 CONSIDERACIONES GENERALES La resistividad del suelo se define como la resistencia que se mediria entre dos caras opuestes de un cubo de volumen unitario. Q. ni Se mide on = Q . m6 en algunos casos en su submiltiplo: Ella depende esencialmente de la cantidad de agua retenida en el suelo. En otros términos, [a conduccién del suelo es, en su mayor parte, un proceso electrolitico. B.2 FACTORES QUE DETERMINAN LA RESISTIVIDAD DEL SUELO Entre los numerosos factores que determinan la resistividad del suelo cabe citar los siguient el tipo de suelo; = la composicién quimica de las sales disueltas en el agua contenida en el suelo; = Ia concentracién de las sales disucltas en el suelo; = el nivel de las aguas subterréneas; = la temperatura (congelacién del agua contenida en el suelo); - la granulometria del suelo; = le compactibilidad y las presiones a las cuales esté sometido el suelo; el efecto corona (en el caso de grandes densidades de corriente). B.3 RESISTIVIDAD DE DIFERENTES TIPOS DE SUELO B.3.1 El tipo de suelo desempefla un papel muy importante en fo relativo a la rosistividad. Por desgracia, los tipos de suelos no esta definidos muy claramente. Por ejemplo, el término "arcilloso" se aplica a una gran variedad de suelos. Hay que limitarse pues, a decir en forma muy general que un tipo cualquiera de suelo arcilloso tiene una resistividad de tantos Q. m . Ademés, se encuentra el mismo tipo general de suclo en ubicaciones diversas y a menudo se comprueba que la resistividad difiere de un lugar a otro. El nivel de las aguas subterréneas ejerce gran influencia en la resistividad (ver la tabla B1 y Jas figuras B1 y B2). 28 NORMA IRAM 2281-1: 1996 Tabla B1 - Influencia de Jas aguas subterréneas en la resistividad del suelo (Contenido de agua (% en masa Valor general de Ia resistividad en? Q. m lde_volumen unitario del_suelo)[Mezcla arcilla-arena ‘Arena, 0 ‘10 000 060 = 2,5 1 500 3 000 000 5 430 50 000 10 185 2 100 15 105 300 20 63. 90 30 42 20. 29 wee mes we enews 0 3 Resistividad eléctrica de suelos en funcién de la humedad. El valor de reterencia es Pree ~ PAHS = 10 8) 30 ‘ov i Humodad del suelo (% 29 nasa del voumen nitarig del suelo} bseram 2 3 4 Seraow Bb Sereou SUELO rat CURVA @) Arcilla y arena 185 9 m @) ‘Arena 2100 2 m () Seguin Hummels 14,5 pas * * pas: p (AGUA SUBTERRANEA) Figura BI we ome Nw Proms wf now NORMA IRAM 2281-1: 1996 4 Resistividad eléttrica de un suelo referida a (2 de su agua subterrénea,en funcich de (a humedad Hs (*% en masa} del suelo segin ta formula de Hummels, e P= Pes(22,-05) wv 0 Hs 001 04 1 0 100% 7 2 3 456780 2 3 bS6TED 2 3 USED 7 3 45S7EI0 Figura B2 31 NORMA IRAM 2981-1: 1996 fo eorx sete 8 Oa Dd eore ate ,orxs)0 I= dm = (en6e) 9,070 taesto- creo "d= dm (OT@TH) 9,0 = 5 @ isepeurrorde somnuzog (LL199 19P (9)Z oxpeno *Jou) enbe/2,0/u'B Bet = youarayad eseq ep aoqEA +(esew ue pepouny 9p 4 ST un wo0) sues & vipers dod oysendwoo opens un 9p PEPIAASISAL BL UP (9o)O weanqeasduar ef ep Bjouenijuy eg wang 32 NORMA IRAM 2281-1: 1996 La temperatura del suclo influye también en la resistividad, segiin se muestra en la tabla B2 y en la figura B3. Tabla B2 - Influencia de la temperatura en la resistividad de un suclo compuesto por una mezcla de arcilla y de arena (Contenido de agua, aproximadamente un 15 %) Valor general de la resistividad en o.m 72 99 138 0 (hielo) 300 “5 790 15 B.3.2 De la tabla B2 y mejor ain del nomograma de la figura B3 se desprende que la resistividad aumenta bruscamente a 0°C de temperatura, al transformarse cl agua en hielo; se observa también un aumento muy fuerte de ia resistividad con el descenso de la temperatura. Por lo tanto, hay que colocar los electrodos de puesta a tierra a una profundidad en que no haya peligro de que se produzca hielo. En ciertas regiones (Patagonia, Antértida, ete.) ello resulta a veces muy diffeil. B.3.3 Algunos investigadores han medido la resistividad de diversos tipos de suelos sacando muestras y midiéndolas con aparatos especiales, o bien recurriendo a mediciones "in situ" en la masa del suelo virgen. Ninguna de estas mediciones es fécil, pero el segundo método proporciona indudablemente resultados més precisos, pues es dificil garantizar que en el momento de la medicién, una muestra esté en las mismas condiciones en que se encontrabe antes de traerla. Los valores de la tabla B3 pueden servir para evaluar la resistencia a tierra de cualquier sistema de puesta a tierra. Ademés, los valores indicados en la tabla demuestran el enorme interés que tiene colocar los electrodes de tierra en un suelo apropiado cuando ello es posible. ‘Tabla B3 - Valores tipicos de 1a resistividad de ciertos tipos de suelo y agua Tipos de suelo 0 agua ee tipica a a Agua de mar 2 0,10 a 10 Arcilla 40 Ba 70 Aqua oublerroncs, agua de poze 50 10a 150 [Mezcla de arcilla y arena 100 4a 300 Pizarra, onquisto, gros, ote, 10 Toa 1000 urbe, Tino ¥ Todo 150 ca 250 Agua de lago y de torrente 250 100 a 400 Arena 2 000 200 a 3 000 Grava de morena 3000 40a 10-000 Grave maritina 15-000 3000 a 30 000 |Granito 25 000 10 000 a 50 000 Hielo 100 000 10 000 a 100 000 33, NORMA IRAM 2281-1: 1996 B.3.4 Para el territorio de la Republica Argentina los valores tipicos de la resistividad del suelo se indican en el mapa orientativo de la figura B.4. Analizando la distribucién geografica de los valores de la resistividad se observa una correlacién entre estos y los de las tablas 1 (ver 4.2) y B3 junto con las isohietas del mapa de la figura B.5. Debemos advertir que los valores de resistividad sefialados en el mapa de la figura B.4 son solamente orientativos y no deben ser utilizados para el célculo ni para él disefio del sistema de puesta a tierra. Para ello se deberdn realizar las correspondientes medicfones en el lugar previsto para la instalacion de puesta a tiorra. NORMA IRAM 2281-1: 1996 REPUBLICA ARGENTINA Mapa orientetivo de resistividades eléctricas de suelos Referencias: Tonas geogréticas ‘P= Resistivdad e profunddades O F< S00m de hasta Sm zproxmedanente @ Span 100m Bi) vaeres pronatic tpias locles «© P3100. en am Figura B4 - Mapa orientativo de resistividades oléctricas de suclos 35 36 NORMA IRAM 2281-1: 1996 Precipitacih Media Anval ; Las isohietas se expresan en milinetres ( recverdese que Tam de agua aida equvale 2 Titro de agua por metro cuadrado de terrenc ) Figura BS - Precipitacién media anual NORMA IRAM 2281-1: 1996 ANEXO C (Informative) INTERPRETACION DE LAS MEDICIONES DE RESISTIVIDAD DEL SUELO C.1 El método de cuatro electrodos (ver 6.1.2 de norma IRAM 2281-2) da un valor de resistividad en ol que dentro de ciertos limites de profundidad de hincado las resistencias de tierra de las sondas de alimentacién influyen levemente, puesto que en el cociente U/I ellas figuran tanto en U como en I. Si por ejemplo, las sondas de alimentacién se introducen més profundamente en el suelo, lo que aumenta la corriente de alimentacion I, también aumente proporcionalmente la diferencia de potencial U entre las sondas de medicién de tensién y, por consiguicnte, la relacién U/I permanece variable. Las resistencias de las sondas de medicién de tensién determinan, por otra parte, la resistencia interna més baja aceptable del volt{metro (0 del telurimetro) utilizado. €.2 A condicién de que el suelo sea homogéneo, la configuracién de las sondas no influye en la resistividad medida. En el caso de un suelo no homogéneo, la corriente I no se difundira uniformomente, sino que fluira preferentemente por las capas de baja resistividad y, por consiguiente, el potencial no correspondera ya a la formule del método. La resistividad medida dependeré entonces de la configuracién de les sondas, y se designard normalmente por el término de resistividad aparente p,. €.3. Aunque la corriente la medicién penetra on teoria a una profundidad infinite, puede admitirse en la practica que la profundidad efectiva de penetracién de la corriente es igual al tercio de la distancia entre sondas de alimentacién 0, dicho de otro modo, que ia resistividad aparente medida depende solo de la resistividad y del espesor de las diversas capas del suelo por encima de una profundidad correspondiente a un tercio de la distancia entre sondas de alimentacién: C.4. La resistividad aparente p, en funcién de la distancia "a" (que es igual a un tercio de la distancia entre sondas db alimentacion), se representa en la figura C1 en dos casos de suelos estratificados distintos A y B. En ambos casos se encuentra a una profundidad de 90 m una capa que presenta una resistividad précticamente infinita; en el caso A esté recubjerta con una capa cuya resistividad es igual a 75 M.m, en el caso B, por tres capas de igual espesor, pero cuya resistivided es, respectivamente, de 73 Q.m, de 105 Q.m y de 17,5 O.m a partir de la superficie de! suelo. La forma de las curvas A y B de la figura C1 permite sacar las conclusiones siguientes: a) En el caso A le resistividad aparente aumenta un 54% con relacién a la resistividad de la capa superior cuando 1a distancia "a" es igual al esposor de la capa superior, Jo que significa que la penetracién efectiva sobrepasa una profundidad igual a la distancia "a"; b) Aunque las capas de resistividad practicamente infinita estén situadas a profundidades iguales en los dos casos A y B, el aumento de la resistividad aparente debida a esas capas empieza en el caso B a una distancia "a" que es el doble que la del caso A, debido a la presencia de una capa arcillosa de resistividad relativamente pequefia. Se puede pues, concluir en que no es posible determinar profundidades de penetracién por la simple lectura de las curvas de resistividad aparente, puesto que tal resistividad s6lo da una imagen aproximada del subsuelo. 37 NORMA IRAM 2281-1: 1996 As Profundidad 0 on 200 T a |e | | / / 50 g = 7 = oe 1 = 9 I i I ae ime | protunacad ||| 150 ned a SN | eee 0, = nr) a = Won Distancia "2" Figura Cl ~ Resistividad eparente on funcién de la distancia entre sondas €.5 Tomando como base los valores de Ja resistividad aparente del suelo, medidos por el método de los cuatro electrodes, debe establecerse un diagrama (por ejemplo en papel Jogaritmico doble); donde las absisas representan la distancia "a" y las ordenadas la resistividad aparente p,. Es necesario poser clertos conocimientos para poder interpretar estas curvas,"deda la diversidad de sus formas. Si existen m capas de suelo con diferente resistividad que afectan a Ja curva, ésta seré una de las 2°* posibles. C.6 La figura C2 muestra un posible ejemplo de las cuatro formas de curvas diferentes para un suelo estratificado con tres capas. Segiin dicha figura, se vé que sélo con cierto ntimero de mediciones a diversas distaneias "a" se pueden obtener informaciones suficientes sobre la composicién del suelo; por ejemplo, en el caso de un suelo de tipo IIT. Si se efectiian solamente dos mediciones dejando una distancia "a" de 2 ma 50 m, respectivamente, puede pensarse que el suelo tione una resistividad que aumenta con la profundidad, perdiéndose asi toda informacién sobre la existencia de una capa intermedia de resistividad reducida. Ia misma figura muestra que, en ciertos casos, son necesarias mediciones en grandes distancias "a": por ejemplo para distinguir un suelo de tipo IT de un suelo de tipo IV es necesario realizar las mediciones con distancias "a! mayores que 10 m. 38 Resistividad aparente dbl suela (Po) 1m Suelo 1: py>p> pg Gy m0 Distancia’'a"" Avena/arena debajo de la capa freatica/arcilla a 1, Resistividad aparente cet suelo (Po) oy 1 Arcilla +m Suclo IT: py> pz p3 103 é r & I g ' a ' 3 = i 2 10 & é 7 wy 0 = 0 Distancia'’2" Mezela arcilla-arena/grava de morena/arcilla Rem Suelo IV: py < py Cobre’ aagnesto | ala a | » | c tiagnesto ~ Crom ats a |. B | s Aluminio = Magnesto - ip 2 : ‘ aan s ee NOTA: Las clasificaciones relatives a la corrosién de los metales en contacto con el agua de mar estén sujetas a variaciones, que deponden de la corriente y de la contaminacién del agua en las bahias. Tas clasificaciones asignadas para aplicaciones al agua de mar deben considerarse como suplementarias, y no en substitucién de otros medios para Hlegar a le eleccién del material apropiado. 43 44 ‘Tabla E3 - Clasificaciones relativas a Ia corrosién en el aire del cobre y algunas aleaciones de cobre comerciales (ver Tabla El) NORMA IRAM 2281-1: 1996 asaaaaal BES Fei Te en eee ee BAlvodadabanal (GTR HOSTAGES DOPECIPTCO (RENEDCS) ‘moms | umanvo | wane | avcwtaco RE RCGRION Ee cRNA seat NORMA IRAM 2281-1: 1996 E.3_ CORROSION RESULTANTE DE LOS PARES O CUPLAS GALVANICOS. La serie electromotriz (electroquimica) E.3.1 Cuando dos metales estén en contacto a través de una solucién conductora (electrélito) se establece una diferencia de potenciales eléctricos, entre ellos (fuerza electromotriz electroquimica) (FEM). Por ejemplo si el magnesio y la plata estén ambos en un mismo electrolito existira entre ellos una FEM de mis de 1 V. Analogamente, si se ponen en contacto diferentes metales y aleaciones con plata o cualquier otro motal, se pondrén de manifiesto fuerzas electromotrices caracteristicas de cada par metalico. E.3.2 En la conduceién eleetrolitica la circulacién de corriente va siempre acompaiiada de un movimiento de materia. La energia necesaria proviene de las reacciones quimicas. Cuando la corriente electrénica sale del electrélite no puede Mevar Ja materia consigo y por Jo tanto la deja en libertad. La conduceién de corriente cléctrica a través de conductores metilicos se realiza sin acompaflamiento alguno de cantidad ponderable de materia (masa metalica). 3.3 Cuando dos metales diferentes estan en contacto oléctrico y se intreducen en una solucién salina corrosiva, goneralmente, el metal "anddico" sufre més la corrosion que el “catédico". Este efecto corrosivo es mucho mis pronunciado que si ambos metales se colocaran separadamente, sin contacto oléctrico entre ellos y en la miama solucién. En Ja tabla E4 se indican las posiciones relativas de varios metales y aleaciones en la serie electromotriz. E.3.4 Es peligroso emplear metales del extremo superior de la serie electromotriz {anédicos) en contacto con los de la parte inferior de Ia serie electromotriz (catédicos), sin alguna proteccion para el contacto eléctrico, como puede ser un revestimiento que impida la formacién de un par electrolitico por una solueién conductora. En el agua de mer, que es un electrélito de gran conductividad, deben evitarse los potenciales galvénicos (véase Ja tabla E5). Sin embargo, si la zona del metal corroible (anédico) fuera grande en comparacién con Ia del metal ‘catédico, la corrosién se extiende sobre aquella gran superfiele y puede resultar mitigado e! daiio real E.3.5 En los casos de circulacién de liquidos conductores, debe considerarse el orden de ubicacién de los metales con respecto al sentido de circulacién de liquide. El metal "anédico" debe estar aguas arriba del metal catédico. En efecto, los iones del metal "catédico” arrastrados por el liquide y depositados sobre el otro metal pueden generar pilas, celdas 0 células macroseépicas de corrosién. Por ejemplo una caiieria de cobre que conduce agua hacia un tanque de acero podré corroerlo aunque el empalme sea aislante. Por igual motivo no es conveniente colocar un catio 0 canaleta de cobre que vierta agua sobre un techado inferior de aluminio, hierro o cine aunque estén separados por mamposteria que impida su unién metélica. E.3.6 En todo par galvdnico, generalmente, el metal anddico sufre una corrosién acelerada hasta el punto determinado por Ia ‘corrosividad del medio circundante, la extension superficial del metal catédico y la resistencia del circuito galvanico (los dos metales y Ia solucién). Sin embargo, los pares galvénicos no siempre ocasionan el ataque corrosive del metal anédico como haria suponer la posicién relativa de los metales en la serie electromotriz. El estado que impide el ataque separado se flama "pasividad", no pudiondo darse ain una explicaci6n satisfactoria de su existencia. Las aleaciones que contienen cromo poseen pasividad més acentuada; de alli el generalizado empleo del cromo en las aleaciones resistentes a la corrosion. 45 NORMA IRAM 2281-1: 1996 E.3.7 La pasividad depende también de Ia naturaleza de la solucién. Si ésta es de las que inhiben la pasividad, puede decirse que la aleacién se ha hecho activa y se veré atacada por los efectos corrosivos. En la serie electromotriz (véase In tabla FA) estas aleaciones activas y pasivas ostin clasificadas en tres grupos: a, 8 y y que, bajo determinadas circunstancias, se hacen ectivas y son colocadas més arriba en la serie electromotriz. Antes de utilizar un metal o aleacién del tipo pasivo (por ejemplo a, &, 7) hay que investigar las condiciones de su utilizacién. Cuando se dudara de la verdadera naturaleza de un material, es decir, si ha de resultar activo o pasivo, debe suponerse que se haré activo si su extensién superficial es relativamente pequeria, y pasivo si su extensién superficial es relativamente grande. Las tablas deben servir solamente como guia. 46 [Leste anénrc0 (4) connosi6x ~ Magnesia = Aleaciones de magnet = tine = Aluminio al 99% = Cadmio © Aluminio aleado = Acero al carbono = Acero al cobre = Fundicion de hierro = Acero al 4-68 do cromo [ = Acero «| > Reero | = Acero: ~ Niguel | ~ Acero | — Acero 1 = Acero | = Acero | = acero ~ Soldadura de plone = Plone a al ar al al al al al NORMA IRAM 2281-1: 1996 Tabla E4 ~ Serie electromotriz 12-148 de cronol 16-18% de crome} active 23-30% de cromol 7% niguel y 17% crono 8% niguel ¥ 188 crono 14% niguel y 238 cromo 20% niquel y 258 cromo 12% niquel, 18% cromo y 3% molibseno = Botan - 1 See Ee | active = Latones = Cobre = Bronce = Plata alemana y metal bianco Cuproniquel ~ Metal Monel = Niguel 1 = 60% niguel y 15% cromo y | = Metal Tneone2, | Pasive = 80% miguel y 208 crono | {- Acero al 12-148 ceomo |= Reero al 36-18% crono a |= Acero al 7% niguel y 178 cromo (= Acero al 8% niquel y 18% crono y |= Acero al 148 niquel y 238 crono |= Acero al 23-308 de crono 5 = Acero al 20% niquel y 25% crono = Acero al 12% niquel, 18% cromo y 3% molibdeno ~ Plata ~ Grafito = Platine LADO CATODICO (=) NO CORROSION active Pasivo ar NORMA IRAM 2281-1: 1996 E.3.2 Diferencias de potencial electroquimico entre algunos metales (mv) por efecto de cuplas o pares galvénicos, electrolito: HO con 2% de CINa. En la tabla E5-1 se indican tres "zonas" en donde, si la d.d.p. entre metales del par excede de 300 mV, se puede producir una corrosién en uno de los metales (el anddico) tal como se aprecia claramente en esa tabla. Se dan también los potenciales electroquimicos preseriptos por la norma IEC 950, en la tabla E5-2. 48 NORMA IRAM 2281-1: 1996 + ,Qp8S8Te 83, squeyeduooe Te30u TH :HOTMGINT-WOVEIND WHOZ | “SWORE TPUT, eqvewwsyzo~Ad so oaseauoo 14! TWAINAD VOVOWISIT Vi - *,OPWOeIE 88, OpezepTsucs Teyeu TX !xOTEsaAS WS THD WHOZ WOR = TR SER op oon THe eS aot aed at ae a -aureeaooy Tom |_tters upton Seege #5 "aeo0 Sra CON 19 9 % & GOO O'H :ooNMONO0Io) ,soopTvaTE soaud 0 sujdno ep o1eyo dod sououoyy & sojwou soungye enue (Au) SoofMNbNDeo soypuaod op suouaraG - (-sd MIGeT, 50 oursetavozo corazimsane exeeprxcur oxeoe rd 0p WaEPTOR Tabla E5-2 - De potenciales electroquimicos (segin J.1 - ANEXO J -IEC 950) Suree wproverw ‘orroatee op eeustavere “oreoubin NORMA IRAM 2281-1: 1996 Basgeenea place, acero tnaxteable th notre Ag actee 1, ateackée plata/ore NORMA IRAM 2281-1: 1996 ‘Tabla ES - conductividades eléctricas estimadas de los materinles base cobre y aluminio conbucTIViDAD| MATERIAL ELECTRICA A 20°C RELATIVA ALA DEL NORMA ‘COBRE . DESIGNACION INTERNACIONAL Simbolo RECOCIDO APLICABLE AL LICABLE AL | PATRON IRAM Sogn IRAM 782/90 2002 (ACS) ara Cue TRAM (VALORES Seguin 150 cae SOLAMENTE eae ORIENTATIVOS) i100 cul oo Iso 1337 97% al 1008 cuz [cu zn 37 27200 180 426/1 21% cus [cu Zn 39 Pb 3 carzi0 180 428/2 26% #1 27% cua [cu sn 6 51900 180 427 208 cus |cu Nii si (aprox.) C81540 Iso 1187 Tee €86400 cus |cu znd Ovni Pb Biaty - 25% al 26% cu7_|Cu All ONi EFe4 95520 1S0_428 8 ALI_|[Al Me 3 3754 TSO 209 388, AL? [Al Mg 5 5056 A) 180 209 27% al 29% ALS [Al Si 1 MgMn 6082 180 209 46% Ald [Al Cu 4 Mgsi 2017 ISO 209 Ge ALS [Al Zn Mg Cu 0,5| (aprox.) 7023 a 35% AL6 Al Zn 5,5 MgCu 7075 ISO 209 aa 51 NORMA IRAM 2281-1: 1996 ANEXO F (Informativo) RESISTENCIA DE DISPERSION DE UN ELECTRODO DE TIERRA ADVERTENCIA: Se transcribe a continuacién el concepto de Pierre G. Laurent sobre la aproximacién al valor verdadero o exactitud de las formulas en el célculo de la puesta a tierra, que dice: "las incertidumbres sobre la resistividad del suclo y sus variaciones estacionales, las heterogeneidades de los terrenos y Ia calidad mis o menos buena de los contactos electrodos-terreno hacen que, en la préctica, no se pueda pretender calcular las tomas de_ticrra. A lo sumo, cuando se tiene una {dea de las resistividades, se puede predeterminar el orden’ de magnitud de sus resistencias y sus gradientes de potencial en su proximidad 0, inversamente, evaluar el orden de megnitud @ darles para montener resistencias y gradientes dentro de los limites aproplados" . Es decir que las férmulas dadas a continuacién no deben utilizarse para el célculo de la puesta a tierra y tienen solamente cardcter oriontativo debiendo verificarse mediante mediciones "in situ". Esta nota es vélida también para los anexos G, H, 1, J y K- F.1 Para la corriente continua o la corriente alterna a las frecuencias de la red, la resistencia de dispersién R (en )seré: a) En el caso de un disco circular de diémotro D (en metros) colocado horizontalmente y situado a una profundidad h (en metros), cuando h < D/2, 0 de una red de malla cerrada de dimensiones equivalentes (en un érea horizontal): =P (: -8h R 2D (i D ) b) En el caso de una barra vertical de longitud L (en metros) y de didmetro (en metros), cuando L >> d/2 (por ejemplo jabalina) se pueden aplicar cualquiera de las formulas siguientes: 1 ~ hipotesis cilindro-esférica. = Po rn 22. R= of In) 2 - hipétesis elipsoidal. 52 NORMA IRAM 2281-1: 1996 4 - hipétesis de corriente uniforme a Io largo de la jebalina. Re of. BL phy tne ) En el caso de un conductor enterrado horizontalmente de didmetro d (en metros), y de longitud L (en metros), tendido a una profundidad bh (en metros), cuando h'< L: Re | a) profundidad h (en metros): En el caso de una red radial de tierra de n rayos, separados por éngulos iguales, de didmetro d (en metros), y longitud L (en metros), enterrada a wna vmtn)) Con los siguientes valores para N(n): eee eae ea ee 12 N(n) 0,7 1,59 2,45 4,426,511 e) cuando d Resistencia (R) on 0 30 00 3 Dm Resistividad del suele () Figura F 3 - Resistencia de electrodos de tierra de placa a frecuencias industrials, en funcién de la resistividad del suelo para una toma de tierra de placa a 1 m de profundidad 57 NORMA IRAM 2281-1: 1996 F.2 RESISTENCIA DE DISPERSION DE UNA RED DE MALLAS (*) Como una primera aproximacién, la resistencia de dispersién de una red de mallas en suelo uniforme se puede estimar como la resistencie de un disco circular de igual érea que la de la red de mallas. Para obtener una mayor exactitud se puede utilizar la aproximacién de Sverak: nell aal*rsaaall donde: A. es el dvea de la red de mallas en metros cuadrados; h es la profundidad de la red de mallas en metros; L es Je longitud total de conductor enterrada en metros. En el caso de una red de mallas combinadas con jabalinas, L es la suma de la longitud de los conductores horizontales y de la longitud de las jabalinas. Esta es una estimacion conservadora de L porque las jabalinas son usualmente més efectivas por unidad de longitud que los conductores horizontales. Para algunas estimaciones mejores de la resistencia de dispersion se pueden utilizar ecuaciones como la formula de Schwarz que se describe en el punto F.3. F.3 FORMULA DE SCHWARZ (*) La resistencia de dispersién total de un sistema combinado de electrodos horizontales (zed de mallas) y verticales (jabalinas) es menor que la resistencia individual de cada componente, pero es mayor que la combinacién en paralolo de dichas rosistencias. La resistencia total es: R, - Rb RvR Ry: donde: es la resistencia de la red de mailas; R, es la resistencia de todas las jabalinas; es la resistencia mutua entre el grupo de conductores horizontales y el R, grupo de jabalinas. (*) Parvafo extractado de la norma ANSI/IEEE Std 80-1986 58 NORMA IRAM 2281-1: 1996 Estas resistencias se puaden estimar mediante las ecuaciones siguientes: Ja resistividad del suelo encontrada por los conductores de la red de malies enterradas a la profundidad h, en ohm.metro; Ja_resistividad del suelo aparente vista por las jabalinas en ohm.metro; el espesor de la capa superior del suelo, en metros; la resisitividad del suelo a partir de la profundidad H hacia abajo, en ohm.metros el largo total de los conductores de la red de mallas, en metros; el largo promedio de una jabalina, en metros; la profundidad de la red de malles, en metros; (a, para conductores onterrados a una profundidad h, 0 h’= 0,5.d, para conductores sobre la superficie del terreno (h=0). el drea cubjerta por la red de mallas de dimensiones a.b, en metros; el mimero de jabalinas ubicadas dentro del drea A; constantes relacionadas con la geometria del sistema (ver figuras B4 y BS); el didmetro de los conductores de Ja red de mallas, en metros; el didmotro de las jabalinas, on metros; 59 NORMA IRAM 2281-1: 1996 fa es el lado corto de la red de mallas, en metros; ‘bes el Indo largo de la red de mallas, en metros. Las ecuaciones para calcular R,, R, y R,, son validas para un suelo formado por dos capas, donde H es el espesor de ld capa superior y en el cual las jabalinas penetran hasta la capa inferior de menor resistividad. En este caso p, 2 p, y la red de mallas esté enterrada en la capa superior de la resistividad p,, mientras que Jas jabalinas estén enterradas parcialmente en la capa superior y paréialmente en la capa inferior de resistividad p,. R, y R,, se calculan utilizando una resistividad del suelo aparente vista por las jabalinas p. definida de la manera siguiente: a) En el caso en que la parte superior de cada jabalina esté al nivel de Ie superficie del suelo: 4, (Ps + Pa) p,- He, Uy b) en el caso, mis usual, en que la parte superior de cada jabalina esté a le misma profundidad que la red de mallas: 4, + (Pp, - P2) Pa” SHH) +p, ; +h Para suelo uniforme, p,= p, = 6, De las figuras B4 y BS se pueden obtener graficamente los coeficientes K, y K,. No obstante, teniendo en cuenta Ins caracteristicas casi lineales de dichas curva’, es posible obtener los valores de K, y K,, dentro de los limites mostrados en las figuras B4 y BS, utilizando ccuaciones Iinealeé del tipo y = px + q. 60 NORMA TRAM 2981-1: 1996 10 1 sa 1B 120) 8) 410 105} 190) 055 090 Pe caesar Steel baa Cooficiente k Curva A - para profundidad h = 0 Y= 0,04 x + 1,41 Curva B ~ para profundidad h = A/10 y, = 0,05 x + 1,20 Curve C - para profundidad h = 3/6 ¥, = - 0,05 x + 1,13 Figura Fa - Coeficiente k, de la formula de SCHWARZ 61 NORMA IRAM 2281-1: 1996 Cooficente Kp REESHSRS ba Curva A - para profundidad h = 0 ¥, = 0,15 x + 5,50 Curva B - para profundidad h = 4/10 Y, = 0,10 x + 4,68 Curva C - para profundidad h = 4/6 Y, = 0,05 x + 4,40 Figura FS - Coeficiente K, de la férmula de SCHWARZ 62 NORMA IRAM 2281- ANEXO G (Informativo) RESISTENCIA DE TIERRA CON CORRIENTES DE IMPULSO G.1.1 Consideraciones generales Cuando se descargan a tierra corrientes de impulso, el factor mas importante es la impedancia a la onda de impulso del electrodo de tierra, (que depende, entre otros factores, de la forma do la onda) y le sigue en importancia la resistencia de dispersion en corriente continua o alterna a las frecuencias de la red. G.1.2 Esto se desprende de las indicaciones ya dadas en 4.4.2 y por el hecho de que el espectro de la onda de impulso es muy rico en componentes de alta frecuencia. Se podria determinar a partir de ose espectro una frecuencia equivalente de la corriente del rayo y la resistencia efectiva del paso a tierra para esa frecuencia. Sin embargo, habida cuenta de Ja distribucién de In corriente en las descargas atmosféricas, a cada intensidad de corriente del rayo debiera asociarse un cierto ancho de banda para obtener el balance analégo de la energia. Seria, pues, necesario un anélisis particular de la relacién: frecuencia/ancho de banda/energia, para cada forma de onda. Por ello, a continuacion se considera primeramente el caso mas desfavorable, que es ol de la aplicacién brusea de una corriente (escalén), y después se supone que se trata de la forma de onda més usual. G.1.3 La resistencia de dispersion depende también de la intensidad de campo eléctrico en la superficie del clectrodo. Cuando esta intensidad de campo eléctrico excede el gradiente de disrupcién del suelo, la tierra cireundante deja pasar Ia descarga hasta un radio critico r, , més alla del cual ta intensidad del campo eléctrico es menor que la rigidez dieléctfica del suelo. Por lo tanto, el didmetro eficaz del conductor de tlerra aumenta al valor 27, y , en consecuencia, ‘Ia resistencia de la toma de tierra se reduce on un grado comparéblo a la do un conductor metdlico de didmetro 2 f.- A continuacion, se examinan por separado estos dos casos: con y sin arcos eléctficos en la tierra alrededor del electrodo. 63 NORMA IRAM 2281-1: 1996 G.2.1 Sin areos eléctricos en la tierra circundante Con conductores de tierra de corta longitud (y también en el caso de corrientes de impulso), la resistencia de tierra es casi iguai a la correspondiente a una corriente continua’o a una corriente alterna a frecuencia industrial. Con conductores de tierra de gran longitud (por ejemplo, cables enterrados) Ja resistencia varia mucho durante el paso de la corriente de impulso. A modo de ejemplo, la figura G1 muestra la variacion teérica calculada de a resistencia de tierra R(t) en funcién del ticmpo t a la entrada do un conductor de longitud infinita de 1 cm de diémetro, enterrado a una profundidad h = 0,3 m, para diferentes valores de la resistividad del suelo y para une onda de impulso del tipo de escaién unitario. Para los valores de p distintos de los indicados en la figura G1, los valores de R (t) pueden calcularse en forma aproximada a partir de Ia curva p = 1000 9.m, multiplicando ias ordenadas por el factor: Tho donde p se expresa en 2.m. G.2.2 Suponiendo una corriente del rayo de 1kA de cresta y un tiempo de duracion del frente de 3 ys, en las mismas condiciones de puesta a tierra que en la figura G1, la tensién con respecto a tierra varia sogiin ol grafico de la figura G2. La tensién méxima se alcanza a un tiempo t, antes de que la corriente pase por su valor de cresta. Sin embargo esto sélo ocurre con conductores de tierra de gran longitud. La resistencia efectiva se calculé en base a la relacién U(t)/ I(t). Difiere poco de la correspondiente aplicacion instanténea de la corriente (escalén unitario) como lo confirma la comparacién de la figura G2 con la Gi. Con una toma de tierra de longitud infinita en ambos sentidos en Ia que Ia corriente se aplica en el punto medio, la tensién y la resistencia total se dividen por dos. G.2.3 La figura G3 muestra la resistencia a la onda de impulso de un sistema de tierra de conductores cortos dispuestos radialmente, de una longitud total n.=100 m, cuando ia corriente se aplica instanténeamente (siendo n el ntimero de rayos del sistema). Para una toma de tierra constituida por un solo conductor longitudinal, esta longitud de 100 m no se considera "corta”. También aqui la resistencia a la onda de impulso es andloga fa la representada on la figura G1. Para cada toma de tierra con cuatro rayos, la resistencia a la onda de impulso es casi igual a la que se produce en corriente continua, es decir, unos 24 9. Con una corriente de impulso con un tiempo de duracién del frente de 3 ys, la tension y la corriente maximas de impulso coinciden con el tiempo de tal modo que, en este caso, el factor més importante es cl valor de la resistencia en corriente continua. En ef caso de electrodes de tierra de corta longitud, la onda de impulso aplicada se refleja en el extremo del electrodo y la onda reflejada se superpone fa la onda incidente. Sin embargo, el efecto resultante es despreciable, salvo cuando la resistividad del suelo es elevada. En la préctica, con ondas de impulso de frente muy abrupto, hay que tener en cuenta la componente capacitiva de la admitancla del conductor con respecto a tierra que reduce el valor maximo de la resistencia de dispersion de impulso. NORMA IRAM 2281-1; 1996 G.3.1 Con arcos eléctricos en la tierra circundante En el caso de arcos eléctricos en la terre, hay que distinguir entre la intensidad de campo eléctrico E, que produce una descarga disruptiva en la superficie del suelo, en Ja Interfase electfodo-suelo (1 a § kV/em), y la que produce una descarga disruptive a mayor profundidad, alcance o extension (10 a 20 kV/cm). Alrededor de un electrodo de longitud L, por el que pasa una corriente I a un suclo de resistividad p, so forma un "cilindro" de tierra conductora de radio r,. El campo eléctrico en Ia superficie de este cilindro viene dado por la formula siguiente: = oe a 2nrL Cuando E(r) es igual a lo rigidez dieléctrica E, del suclo, el radio correspondiente viene dado por: Lp °° Babe, G.3.2 Por ejemplo, en el caso de una toma de tierra con un cable de diémetro d'="1 om, da longitud L = 100 m, enterrado a una profundidad b = 0,3 m, en el supuesto de un valor medio de B, ='10 kV/em, una resistividad del suelo p = 1600 0.m y una corriente del rayo = 50 KA de crests, se deduce, de la formula precedente, un radio r, = 8 cm. La resistencia de la toma de tierra calculada para corriente continua es: en tanto que para un conductor de radio r, = 8 om e R,= 19,6 9 Asi pues, los arcos eléctricos en Ia tierra circundante reducen el valor de Ia resistencia de la toma de tierra segun la relacién: 19,6 9 23a 0,85 65 66 Resistencia (R) NORMA IRAM 2281-1: 1996 la w5 OF of ar) 0 ps Tiempo (+) Figura G1 - Resistencia de dispersién de un conductor horizontal de fongitud infinita, en el caso de una onda de impulso de corriente del tipo escalén unitario, en funcion def tiempo kV 500] & S Resistencia (RI y tensisn (U) 4 aot NORMA IRAM 2981-1: 1998 R para Ps {000 am Corriente (1) R para P= 100 om U para P1000 am 02 04 Tiempo it) Figura G2 - Resistencia de dispersién y tensién de impulso de un conductor horizontal de longitud infinita para una onda de impulso de corriente 3/65, en funcién del tiempo 67 68 Resistencia (R) NORMA IRAM 2281-1: 1996 3 ‘0 ca 005 at ot Tiempo (ti Figura G3 - Resistencia de dispersién de un conductor horizontal de 100 m de longitud, para una onda de impulso de corriente de tipo de escal6n unitario en funcién del tiempo (para una resistividad del suelo p = 10002. m) NORMA IRAM 2281-1: 1996 ANEXO (Informative) UTILIZACION DE JABALINAS VERTICALES DE GRAN LONGITUD PARA LA PROTECCION CONTRA EL RAYO H.1 Las jabalinas de gran longitud y pequefio diémetro (unos 20 mm), enterradas verticalmente en el suelo a una profundidad de 15 m a 20 m (cuando el suelo no es rocoso) pueden ser mis apropiadas que otro tipo de electrodos pare descargar las corrientes producidas por los rayos. Se consideran interesantes por las razones siguientes: 1 - La eficacia de los electrodes profundos no varia con Ia estacién del afio, ya que entre los 15 m y 20 m de profundidad la temperatura del suelo es prdcticamente a misma en verano y en invierno. En cambio, los electrodos verticales poco profundos (1,3 ma 3 m) y sobre todo, los electrodos horizontales que se instalan siempre cerea de la superficie (0,50 ma 0,75 m), tienen durante los periodos de prolongada sequia o de helada una resistividad mayor, que puede exceder de 20 a 30 veces el valor normal; 2+ dada su profundided, la eficacia de las jabalinas de gran longitud no suele depender, en condiciones ‘hidrolégicas medias, de las fluctuaciones del nivel de la capa freditica; 3 - estos electrodes pueden instelarse cerca de los edificios, ya que a esa profundidad ni las estructuras de distintos tipos que protegen los cimientos contra las filtracfones de agua, ni la sequedad del suelo cerca de los cimientos influyen en el suelo; 4 - para comprobar Ia seccién eficaz de los electrodos frente al recalentamiento y a la consiguiente desecacién del suelo alrededor del electrodo, cuando este conduce corrientes de intensidad elevada debidas a descargas atmosféricas, se puede utilizar Ia ecuacién diferencial de la conductividad del calor alrededor de una esfera en la direccién de sus radios: ew B®. 2 od) at” x ae dxt donde: J es la densidad de 1a corriente; @ es la resistividad del suelo; W es el calor especifico del suelo (por unidad de volumen); © es la temperatura; 69 NORMA IRAM 2281-1; 1996 tes el tlempo; A es la conductividad térmica, yy x es la distancia al electrodo (radial). Dada la brevedad del flujo de corriente durante las descargas utmosféricas, se puede despreciar el segundo término de esta ccuacién (que determina la conductividad calérica), ya que la constante de tiempo (perfodo necesario para la estabilizacion de le temperatura) de la tierra es relativamente larga. En tal caso, Ia ecuscién diferencial adopta la forma siguiente: a Loew Or eetreae! Suponiendo que la resistividad p (media para el suelo a Jo largo de Ia toma de tierra) sen igual a 1000 G.m y que la constante W (calor especifico medio de la tierra) sea igual 01,75 x 10° (J/m.°C), se comprueba que el aumento de la temperatura en funcién del tiempo tiene una caracteristica lineal, de modo que la densidad de corriente admisible es: a ee Suponiendo que © = 60°C (podria ser incluso mayor para electrodos muy profundos) y t = 50 us (duracién reconocida de la cola de la onda) se obtiene: J = 46 kA/m? La superficie de una jabslina de 2 cm de diémetro y de 20 m de longitud es igual a nedile = 1,25 m. Asi, tedricamente, una jabalina de este tipo puede conducir 57 kA con un recalentamiento de 60°C para el suelo det ejemplo (1000 A.m). En consecuencia, dos electrodes son suficientes para conducir en este suelo la totalidad de ta corriente de una descarga atmosférica de 100 kA de cresta. 10 NORMA IRAM 2281-1: 1996 ANEXO I (Informativo) SELECCION DE LA SECCION DE LOS CONDUCTORES DE UN ELECTRODO DE TIERRA EN FUNCION DE LA INTENSIDAD DE CORRIENTE (*) 1.1 La intensidad de corriente admisible por un conductor de un electrodo de uerra esta dada por Ja formula siguionte: I siendo: 1 la intensidad de corriente admisible, en kiloampere; S Ia seccfén del conductor en, milimetros cuadrados; T, Ja temperatura maxima admisible, en grados Celsius; T, Ia temperatura ambiente, en grados Celsius; T, Ja temperatura de referencia para las constantes del material, en grados Celsius; a, el coeficiente térmico de la resistividad a 0°C; 4, el coeficiente térmico de Ia resistividad a la temperatura de referencia Tr; ©, Ia resistividad del conductor del electrodo de tierra a la temperatura de referencia T,, en microohm.centimetro; K, = 1/a,, 0K, = (a) = 75 t, el tiempo durante el cual fluye In corriente I, en segundos; K,, _ el factor de capacidad térmica en Joule por centimetro ciibico.gradios Celsius (ver apartado Y.2). NOTA: a, y p, ostdn dadas para la misma tomporatura de referencia T,. En la tabla I.1‘se dan los valores de a, y p, para 20 °C. 1.2 Ta ecuacién del apartado 1.1 se basa en dos hipétesis: a) todo el calor seré retenido por el conductor y b) el producto entre el calor especifico (ec) y la densidad (5, vulgarmente llamada peso especifico**), K., es aproximadamente constante; dado que ¢ se incrementa en le misma proporcién en Gue 6 disminuye. Para la mayoria de los metales, estes hipétesis se aplican @ una razonablemente amplia gama de temperaturas, siempre que la duracién de la falla sea de unos pocos segundos. (*) Extractado de la norma ANSI/IEEE Std 80-1986. u NORMA IRAM 2281-1: 1996 El factor de capacidad térmica se define com wate] “| I.3 La ecuacién del apartado I.1 se puede modificar para dar la seccién requerida del conductor en funcién de Ia intensidad de corriente que debe conducir: (**) El peso especifico p (peso por unidad de volumen) es igual a la densidad multiplicada por la aceleracién de la gravedad p = g.6, sin embargo a menudo se utiliza la denominacién de peso especifico como sinénimo de densidad. En la norma ANSI/IEEE Std 80-1986 se utiliza la denominacién peso especifico para referirse a la densidad. ‘Tabla 1.1 - Constantes de materiales Vaterial | Conductividad | a %|renperature|p, «20 "CK, ad te | 17% Jae fusion - 4s) garec) | (ref (°c) (y a.cm) |(a/en'. *c) cobre cere 30,0 | 0,00393| 234 1083 x72. [3,422 Cobre dure 37,0 0 ,o0sEr | “347 FLY Ta 3 Reero-cobre 300 0,00378 | 245] 1084/3300 | — 3,862 3846 ea 1,0 | 0,00803 | 22 687 2eez | 2,586 ‘leacin yhleasién | 53,5 0.00383 | 263 60 3.2226 | 2,598 ‘Aleacién ae 52,8 0,00347 | 268 660 3.2840 | 2,598 pera 20,3 (0,00360| 258 | 660/1300 | 6.4805 | 2,670 ero cincad: zs 9.00500 | 793 | -ais7i309_|-— 70,7 353i ‘Reoro imoxidable 24 0,030 | 749 1400 72,0 4,032 “soa 2 NORMA IRAM 2281-1: 1996 ANEXO J (Unformativo) CALCULO DE LAS TENSIONES DEL PASO Y DE CONTACTO (*) J.1 Las tensiones del paso y de contacto méximas que pueden aparecer en una red de mallas se pueden calcular como el producto de Je resistividad del suelo, de un factor geométrico, de un factor de irregularidad (que tenga en cuenta la mayor densidad de corriente en Ins mallas de los extremos) y de la densidad de corriente por unidad de conductor enterrado. J.2 La ecuacién de la tensién de contacto es Ia siguiente: U,= eK. Ky. U/L donde: os la resistividad de suelo en ohm.metro; K, es el factor geométrico de la red de mallas para la tensién de contacto (ver TB); K, es el factor de irregularidad (ver J.2.2); 1, es la corriente dispersada por el electrodo de tierra (red de mallas), en amperes Le la longitud total de conductor enterrado en metros (ver J.2.3). J.2.1 Fl factor geométrico se calcula mediante la ecuacién siguiente: uf D? « (D+ 2h)? | [itv r a 8D. donde: D 8 la separacién entre los conductores paralelos de la malla, en metros; es el didmetro del conductor de la malla, en metros; h es la profundidad de los conductores de la malla, en metros; nes ef ntimero de conductores paralelos en una direcciéns K, para redes de mallas con jabalinas en el perimetro o en los vertices; ‘0 para redes de mallas con jabalinas en el perimetro y en el interior. (*) Extractado de la norma ANSI/IEEE Std 80-1986 3 NORMA IRAM 2281-1: 1996 1 K, para redes de mallas sin jabalinas 0 con pocas jabalinas lejos del (@ny™™ perimetro 0 de los vertices; Ky =I > W/E, + 1 m (profundidad de referencia para Ia malla). 4.2.2 Bl factor de irreguleridad se calcula mediante la ecuacién siguiente: K, = 0,656 + 0,172 n 4.2.3 La longitud total de conductor enterrado se calcula como: L=L,, + 1,15.L, para redes de mallas con jabalinas en el perimetro 0 en los vértices. L L, + L, para redes de mallas sin jabalinas o con pocas jabalinas lejos del perimetro 0 de tos vértices. J.3 La ecuacién para la tensién del paso es Ja siguiente: donde: K, es el factor geométrico de In red de mallas para la tensién del paso (ver J.3.1.). 4.3.1 El factor geométrica se calcula mediante Jas ecuaciones siguientes: + $(2-0,5"%)] para 0,25 m( hl 25m para h (0,25 m donde: o para n 2 6 1 ” Sa + In(n-1) - 0,423 4 La utilizacion de ecuaciones diferentes para calcular K,, dependiendo de la profundidad h, refleja el hecho de que la tensién del paso decrece Tépidamente con el incremento de la’ profundidad. J.4 Las ecuaciones de los puntos J.2 y J.3 se basan en algunas hipétesis simplificadoras. En algunos casos estas simplificaciones pueden conducir a restiltados inexactos de céleulo, pero para la mayoria de los casos précticos la inclusion de los factores de correccién ha eliminado practicamente las inexactitudes. Para redes de mallas cuadradas o rectangulares con igual cantidad de conductores en ambas direcciones, se recomiendan las siguientes limitaciones: n $25 0,25 m 2,5 m Para n>25 los resultados obtenidos han sido suficientemonte exactos, pero las pruebas no han tenido le extensién suficiente como para obtener conclusiones sélidas. J,5 Para redes de mallas con conductores igualmente distanclados (es decir con mallas cuadradas) el valor de n a utilizar en la determinacion de U_, tanto para K, como para K,, debe ser Ia media geométrica del numero de conductores en ambas dinéeciones: n= fi,-B, para calcular U, donde n, y n, son los ntimeros de conductores en ambas direcciones. J.6 Para las redes de mallas del punto J.5, el valor de n a utilizar en la determinacién de U,, tanto para K, como para K,, debe ser cl ntimero maximo de conductores en una direceion: : n= méx (n,, n,) para calcular U, 5 NORMA IRAM 2281-1: 1996 ANEXO K (informativo) DIMENSIONAMIENTO Y CONSTRUCCION DE LOS ELECTRODOS DE PLACAS K.1 ELECTRODOS DE PLACAS Estén constituidos por una plancha de cobre o de acero cincado enterrada directamente en el terreno de una fosa excavada a tal efecto. K.2 DIMENSIONES El anche de la chapa debe ser elegido de modo de obtener una superficie igual a la definida en el cfloulo de Ia resistencia de dispersién (ver K.9). Se debe tener on cuenta que las causas de incertidumbre son muchas y no siempre so vorifica, on instalaciones terminadas, la resistencia calculada, El espesor de las placas no debe ser menor que 3 mm. K.3. MATERIALES Se utilizan el cobre o el acero cincado con cierta preferencia por este tiltimo que puede resultar més econdmico. K.4 CINCADO Se utilizan placas de acero, siempre que el cincado se realice exclusivamente por inmersion en calionte y cuidadosamente. La proteccién del electrodo contra la corrosion del terreno y por lo tanto la duracién de Ja cficiencia de la toma, depende exclusivamente de las bondades del cincado y de las caracteristicas corrosivas del terreno. K.5 CONEXION El conductor que conecta el electrodo de placas a la red de tierra debe ser soldado a la superficie de la placa mediante una soldadura fuerte, bien robusta en toda su seceién, utilizando todo el conductor porque se asogura asi, la continuidad eléetrica y porque la conexién soporta las solicitaciones mecénicas derivadas de eventuales movimientos de asentamiento del terreno, Hay que proteger, en modo particular, el punto en el cual el conductor sale del terreno porque esta sujeto a alta corrosion. K.6 VENTAJAS Las ventajas de este tipo de electrados se reducen pricticamente a la obtencién de una gran superficie de contacto entre el electrode y el terreno con respecto @ la obtenible con un electrodo cilindrico. 6 NORMA IRAM 2281-1: 1996 K.7 DESVENTAJAS = Alte costo de colocacién (instalacién) debido a Ia necesidad de realizar un pozo de grandes dimensiones. En efecto: para una placa rectangular de ancho a y alto b, colocada verticalmonte (ver figura K1) habré que excavar un pozo de 1 m de ancho por 1,3 a de largo por 3'b de profundidad. De esto se deduce que el volumen de suelo @ excavar es del orden de 1 x 1,3 a x 3b = 4 ab, es decir 4 m/m? de érea de una cara de la placa; = dificultades para asegurar Ja estabilidad en los valores de ls resistencia de dispersién por las variaciones considerables de Ia temperatura y de la humedad de los estratos superficiales del terreno; - dificultades précticas para minimizer la resistencia de contacto eléctrico entre ambas caras de la placa y el suelo circundante; ~ probabilidad de que se tornen peligrosos los gradientes de potencial en Ia zona del terreno que cubre al electrodo. K.8 UTILIZACION Este tipo de electrodo Gnicamente podria utilizarse en los casos en los que no es posible adoptar los electrodos cilindricos y/o 1a realizacién de los electrodos horizontales de cintas o de cables. Figura KI - Electrodes de placa 7 NORMA IRAM 2281-1: 1996 K.9 RESISTENCIA DE DISPERSION: La resistencia de dispersién de una placa puede estimarse mediante la formula siguiente: = 2 R= 0,258 p es la resistividad del suelo (12.m); D es Ia dimension mayor de la placa considerada, en metros. Cuando Ia resistencia de una sola placa es mayor que el valor requerido, se pueden usar dos o més placas en paralelo, y la resistencia total es entonces inversamente proporcional al ntimero de placas empleado, previendo que cada placa se instale fuera del rea de influencia de las otras. Esto normalmente requiere una separacién de 10 m, pero para cada tamaiio de placa empleados generalmente, es suficiente una separacién de 2m pare asegurar que el valor total de resistencia no exceda del caiculado anterformente en mas de un 20 %. 78 NORMA IRAM 2281-1: 1996 ANEXO TL (informative) En el estudio de esta norma se ha tenido en cuenta el antecedente siguiente: ceirr - COMITE CONSULTIVO INTERNACIONAL TLEGRAFICO ‘TELEPONICO) 1976: Puesta @ tierra de Ins instalaciones de telecomunicacién. ANSI/IEEE - AMERICAN NATIONAL STANDARIZATION INSTITUTE/INSTITUTE OF ELECTRONIC AND ELECTRICAL ENGINEERS 80:1986 - AC Substation Groundings, Safety in. IRAM ~ INSTITUTO ARGENTINO DE NORMALIZACION Esquema 1 de norma IRAM 2281-Parte I, de noviembre de 1981. DATOS Y BIBLIOGRAFIA aportados por los miembros de la Comision. 79

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