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Interlibrary Loan Request Form TransactionNumber: 1024643 III call #: D017888852 Location: Article Information Journal Title: Boletin latino-americano de musica. Volume: I Issue: Month/Year: 1936Pages: 253-257 Article Author: Gonzalez Bravo, Antonio Article Title: Sicus’ Loan Information Loan Title: Boletin latino-americano de musica. ‘Sicus’ Loan Auth« jonzélez Bravo, Antonio Publisher: Rio de Janeiro [ete., Editorial Cooperativa Intera Place: Date: 1936 Imprint: Customer Information Username: NDD NDD User 423123123 None - None Article Delivery Method: Loan Delivery Method: Electronic Delivery? Gonzatez Bravo: Sicus 253 Cerro Sante Barbara, Huaneavelicn Joss Sabogal, 1928 sicus Antonio Gonzalez Bravo La Paz casi en todo el mundo, desde la mas remota an- Grecia, pasando después al centro del continen- Li Siringa 0 Flauta de Pan conocida ddida_en Oceania (Islas de Tonga, Nueva iedad, primero en China y en te europeo y hallindose atin hoy muy exten! Zelandia y Nueva Guinea, formando en esta sltima verdaderas orquestas como emse nosotros)» merece. un comentario preferente, por ser uno de Tos instrumentos principe: les de nuestra misica indigena, donde se conoce con el nombre de Sicu, desempefiando ‘un papel importante desde antes de la conquista, y 90 se sabe desde qué -oscuras edades. Gonzavez Bravo: Sicus 253 Gero Santa DArbera,, Huancavelicn Joa Saborsl, 1985 sICUS Antonio Gonzalez Bravo La Pez en todo el mundo, desde la mas remota an- ja, pasando después al centro del continen- ida en Oceania (Islas de Tonga, Nueva ‘iltima verdaderas orquestas como entre pot ser uno de los instrumentos principa~ ce con el nombre de Sicu, desempefiando sta, y no se sabe desde qué oscuras [oStinrs 0 Fisnea ce Pan conocida casi tigiedad, primero en China y en Gree te europeo y hallandose ain hoy muy extendit Zelandia y Nueva Guinea, formando en esta osotros), merece un comentario preferente les de nuestra misica indigena, donde se cono in papel importante desde antes de la conaui edades, 254 Botetin Latino Agricano pe Musica __II/2 (Abril 1936) eo: En el Atlas de Antigiiedades Peruanas, (lamina XXXIl) de Rivero y Tschudi (Viena, 1851), figura un Sicu ornamentado, de piedra de talco, encontrado en una tum- ba. Existe una copia en yeso, de este hermoso ejemplar en el American Museum of Na« tural History de Nueva York. La linda ornamentacién, del aguamanil de barro cocido, encontrado en Trujillo (Coleccién Macedo. Cerémica chimi- Actualmente en uno de los museos de Berlin), y gue muestra dos hombres tocando Sicus de seis tubos el uno y de cinco el otro, ¥ que, ademas, leva el asa formando una mano que sostiene una huancara (tambor), mientras la otra tafic el instrumento; aguamanil que figura en varias obras que tratan de historia de América. Es un valioso documento, para el Arte, y el uso de los Sicus, cn la América precolombina, fuera de otras Siringas de barro cocide y de cafia, encon- tradas en las excavaciones arqueolégicas realizadas en el Pert. Es muy conocido el Capitulo XXVI del Libro Segundo de la Primera Parte de Los Comentarios Reales, de Garcilaso de la Vega, en que habla, “de algunas conso- nancias, los cuales tafian los indios collas, o de stt distrito en unos instrumentos he~ chos de cafiutos de cafia, cuatro 0 cinco cailutos atados a la par: cada cafiuto tenia un punto mas alto que el otro, a manera de érgano. Estos cafiutos atados eran cuatro, diferen- tes unos de otros. Uno de ellos andaba en puntos bajos, y otro en mas altos, y otro en mas y mas: como las cuatro voces naturales, tiples, tenor, contra alto y contra bajo. Cuando un indio tocaba un cafiuto, respondia el otro en consonancia de quinta, o de otra cualquiera, y luego el otro en otra consonancia, y el otro en otra, unas veces su- biendo a los puntos altos, y otras bajando a los bajos, siempre en compas”. Absoluta- mente lo mismo que en Ja actualidad. Ludovico Bertonio en su Vocabulario Aimara (Juli-1612), y en los parrafos res- pectivos, nos dice: ““Sico: Unas flautillas atadas como a la de érgano”, “Sicona aya- richi phufatha. Tafier las dichas flautas, cuya harmonia fe Hama Ayarichi". “Ayarichi: Inftrumento como organillos, que hazen harmonia”. “Ayarichi phufatha: Tafierle. Sico es inftrumento mas pequefio”. Y, basta, como ilustracién histérica. Imitando el dicho antiguo de Herodoto: “Egipto es un don del Nilo”, podria- mos decit nosotros, respecto de los pueblos aimara (kolla) y quechua que se extienden en el Altiplano y regiones vecinas, que son “producto de los Andes”, puesto que, dan- donos agua en sus trios y sus lagos, con el deshielo de sus nieves, y regularizando la temperatura atmosférica con las Iuvias, hacen posible la vida, en estas naciones. Siendo el antiguo imperio de los Incas (nos referimos a este, por ser en lo re- moto lo mas conocido), esencialmente una nacién formada de agricultores que vivian en contacto intimo con la tierra-madre, y en contemplacién perenne del Universo con el Dios Sol y la Diosa Luna, cuyos aspectos y situacién respecto de la tierra, en el correr de los meses y los dias del aiio, reglaban su vida agricola y civil, forzosamente iba a for- mar una civilizacién de caracter panteista. Y la vida sigue el ritmo césmico, matcado con la sucesién de las estaciones, igual que hoy, mafiana y quizas siempre. Y las grandes palpitaciones de la vida colectiva, se producen en harmonia intima con los aspectos de la Naturaleza, que también de- termina los nombres de los meses: Ja gran fiesta del Khapak Raimi (Gran Danza So- lemne), en el Solsticio de Diciembre, el mes del Raimi (Danza solemne); Enero, el Pe- quefio Madurar de las mieses (Huchuy pokoy): Febrero, el Grande Madurar (Hatun pokey): Marzo, Pafial florido, Prado hermoso (Paucar huaray), con la fiesta princi- pal de la ceremonia del Fuego Nuevo (Mosok nina), en el Equinoccio; Abril, el de las Mazorcas de Maiz (Ayrihuay); Mayo, el de la Cosecha (Aymuray); Junio, el del Inti Gonzatez Bravo: Sicus 255 Raimi (Danza Solemne del Sol), con la gran fiesta en el Solsticio; Julio, el de la Dan- za grande del cobre (Anta asitua), que tiene un significado algo oscuro, pata nos- otros; Agosto, el de Ja Gran Danza Principal (Khapak asitua), con el comienzo de la Siembra; Setiembre, el de la Danza de las Princesas (Koya raimi). con la fiesta prin- cipal del Asitua Raimi, en el Equinoceio; Octubre, el de los Difuntos (Ayamarca), también con su fiesta de conmemoracién: y, por ultimo Noviembre, simple transicién al mes de Khapak raimi. Ademas, como se forma un pueblo comunista, y por circunstancias impuestas por la vida misma, todo se realiza colectivamente, ayudandose unos a otros, desapare- ciendo casi por completo el individualismo, Pues bien. {Qué instrumento miisico, era el mis apropiado para expresar mejor la vida espiritual de un pueblo que vivia en plena Naturaleza, y en una regién terrestre tan amplia y tan abierta ante el Universo, y en que las células-hombres estaban muy ligadas entre si? G7 Sada gue fue al Siew, o la Antara, como también le Maman en el Pert. La so- noridad amplia, vigorosa, lena, noble y de timbre que casi tiene acentos humanos, especialmente en los bajos, del instrumento que también se ejecuta (salvo tocando muy suave, en voz baja), siempre acoplados de dos en dos (un solo hombre no puede to- car cémodamente), que ejecutan alternativamente y por lo general, en sus cuatro re- gistros (sicus muy grandes, grandes, medianos y pequefios, cuyos nombres indigenas, se hallarén en otros escritos del autor de estas lineas), constituyendo tropas de muchos tafiedores, que forman un verdadero érgano de imponente harmonia de octavas, cu- yos fuelles son pulmones humanos, el Sicu, era el que mejor hablaba, entre aquella Na- turaleza la voz de los hombres que la poblaban. La preferencia del Sicu como instrumento colectivo, dié también lugar a muchas afinaciones, y a muchas clases de agrupamiento de cafias. Sicus de quince tubos (8 en uno y 7 en otro), que son los mas completos, mas grandes y por lo mismo, los mas usados entre los indios: de trece (7 y 6): de once (6 y 5); atin de siete (4 y 3); y de ocho, y de doce sonidos (escalas seguidas, en un solo instrumento, sin alternar soni- dos): y formando escalas Diaténicas, de solamente notas naturales, de MI (Déri- cas); de SOL (Hipofrigias); de DO (Lidias 0 Mayores Modernas), como en los Si- cus de doce tubos que encontramos cerca de Ayata, en la provincia de Mufiecas, es- pecialmente utilizados en los Bailes de matrimonio, y que nos dijeron que se lamaban Kalla-Machu (en quechua Guia Viejo), y no pudimos averiguar si asi se lamaban, por ser grande el Sicu que examinamos, 0 por ser muy antiguo en su especial afinacién y construccién, Los indios estaban demasiado chispos. Ejemplares andlogos de ocho tu- bos, de escala continua en un solo instrumento, y de afinacién en DO Mayor, encon- tramos, aunque de factura muy imperfecta, en las tiendas de la ciudad del Cuzco. Y, por tiltimo, tenemos Sicus de afinacién Pentatonica (de Chisca en Viacha y de Chiri- wano en Umala). Hemos sintetizado aqui, lo que mas extensamente se ha tratado en otros trabajos, en obsequio al lector que no esta en antecedentes, pero si ya lo esta, le pedimos disculpa por la repeticién, Esto en cuanto a detalles técnicos. ila parte viva de la funcién del instrumento en las regiones andinas? Para el gue tiene la suerte de viajar, por el Norte de Bolivia, y, quizés por el Sur del Pera, especialmente en el tiempo en que se efecttian las cosechas, y el completo beneficia~ miento y recojo de éllas, y en los meses comprendidos entre Abril y Octubre, en las fies- tas principales, y en los dias anteriores y posteriores a éllas, para el viajero decimos, tt 26 Boren Larixo Amenicano pe Musica __II/2 (Abril 1936) a ———— constituira siempre una fuente de recuerdos imperecederos y de hondas sensaciones y emociones, el efecto producide por ef timbre de los Sicus. cuanto mas grandes y comple- tos, mas indios (los mestizos y eriollos usan Sicus relativamente pequefios, y de trece tuhos, que no son de sonoridad tan bella como la de aquellos), que se diluye en los ciclos Iimpidos, perdiéndose en las pampas inmensas de la Puna, 0 repercutiendo en los Valles yen los Yungas, frente a los Andes, haciendo perfecta harmonia con el pai- yen cuanto a la misica que ejecutan los Sicuris (tafedores de Sicus. siendo ; famosos los de Italque), Laquitas, Mimulas. Chieiwanos, Arachis, etc., inspitada en el contacto intinio con ky Natuealeza, generalmente muestra gran potencia de creacién (lo | que no ecurte, con ka de los Sicuris mestizos 0 criollos, cuyo poder de invencién lo ha- liame:, debilitado), y estara impregnada de la honda melancotia de los tiempos anti- | vero de Ia Puna en Inviemo, usando los Modos Pentaténico 0 Eé- quos, ¥ del paisaje lio, alentido en ella un soplo heroico (cielos infinitos, montaiias enormes, vuelo de cindores, anbelos inefables de grandeza), aunque frecuentemente matizado, con pince- Iadas de ternura. Mas, como también hay ciclos matinales, brillar de nieves andinas, correr de aguas fluviales, azular de ondas lacustres, reverdecer de campos en primave- ks y sonreir de almas jubilosas, ahi estan las misicas frescas, rutilantes y jugueto- rans en Modo Mayor Moderno, pudiendo obtenerse felices resultados y conseguirse, atin on los Sicus pequefios, acentos dignos de las Siringas de los pastores, de las Eglogas de Teserito y de Virgilio, como los que hemos percibido a orillas del Tamampaya, © del rio de Suri, en Yungas ¢ Inguisivi, en sélo dos instrumentos, ejecutados jovial- mente por dos mozos despreocupados. Asi son los Sicus y asi el caracter de sus misicas, en los que es imposible tam- bien pretender hacer giros melosos, o inoportunamente sentimentalistas, con cromatismos extrafios, ya que no existen en los instrumentos, sirviendo éstos de diques protectores contra la introduccién de musiquillas inconvenientes. La fabricccién de los Sicus, por los indios habiles de Wealatta, en la compren- sién de Achacachi, consulta todas las condiciones de la buena aciistica y de la estética, y se han propagado mucho y los hemos encontrado hasta en el Peri (en Lampa y en Santiago de Pupuja, del departamento de Puno) en las comparsas de Sicuris, indios que por ahi llaman Ayarachis (recuérdese a Bertonio), y nos dijeron que los instrumen- . tos los compraban en Copacabana. Los fabricados en Apolo (provincia de Caupolicén) ¢ Italaque (provincia de Camacho), utilizando caiias mas delgadas, son de timbre mucho \ mas dulce y harmonioso, aunque también se usan en estas regiones (como en la mi- , sica de los Pallapallas), los Sicus corrientes, de cafia mas gruesa. Y, nuestra miisica Orquestal, Coral y Coreografica del porvenir, tends que ins- pirarse en gran parte, en el caracter de la mtisica de los Sicus, que en sus aspectos mas esenciales, se halla contenida en la de los Sicuris y de los Chiriwanos. Me Los Pincollos, Tarkas y Kenas (flautas de pico y rectas), también usados en las regiones andinas, nos darén material para otro estudio préximo. La Paz, Diciembre de 1935. Quituis Junrtlen Brose i

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