You are on page 1of 21
© Copyright by Editorial IDEARIUM de la Universidad de Mendoza Director: Ing. Salvador Puliafito Impreso en la Argentina Printed in Argentina Cheques, giros y correspondencia a Editorial IDEARIUM de fa Universidad de Mendoza Boulogne Sur Mer 665 5500 - Mendoza - Repitblica Argentina Queda hecho el depésito que marca la Ley 11.723 ISBN - 950 - 624 -018-3 PERSPECTIVAS DEL DERECHO AMBIENTAL: INDUSTRIAS CONTAMINANTES EN EL DESARROLLO AMBIENTAL Dr. AMILCAR MOYANO . DESARROLLO DEL DERECHO AMBIENTAL 1. Ostensiblemente, la dinémica y equilibrada realidad de la vida del hombre en su ambiente, fue regulada -como dice Toynbee- por la religién, y hoy por Ia moral objetiva y el derecho. Porque el derecho es s6lo sancién de los hechos, y la moral objetiva, la norma del orden jurfdico que permite discurrir -racionalmente- el bien que persiste como derecho Vélido_y eficaz. Sin embargo, esta cancepoién de la ecologla humana evalutiva y coevolu- ionista implica més cambios que los referidos para el derecho ambiental, limitado a la contaminacién (degradacion de la calidad) y al deterioro ambiental (degradacion de la cantidad) de los 6 recursos naturales bésicos, que conforman el soporte del hombre en la tierra, Ha sido el profesor de la Universidad de Indiana, Lynton K. Caldewell quien ha puesto de manifiesto Ia trayactoria de esta concepci6n filos6fica que hoy es recibida por el derecho en general. En tal sentido, Caldewell remonta la concepcién ambiental a los estudios del francés Lamarck, al gedlogo austrfaco Suess, al mineralogista ruso V.I. Vernadsky, y la integra en la teorfa biof{sica del paleontdlogo jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin.1 De este modo, se pone énfasis en la emergencia, existencia y extincién de la vide humana, equilibrada dinémicamente por el soporte fisico y por la libertad que el hombre aplica para conservar el pasado, desarrollar el presente y proyectar el futuro de su cultura. En rigor, esto seria materia de un derecho totalizador, que podria llamarse derecho del desarrollo am- biental, pero que -précticamente- ya existe reglado -conforme se lo describe en el Cuadro |-, en un derecho ambiental para el soporte fisico del hombre, y en las demas ramas del derecho en general, para el soporte de la cultura humana 2. Sobre bases similares a las de Caldewell, Guillermo J. Cano ha sefialado que la concepcién ambiental deriva del 6ptimo uso de la energia -que como decia Albert Einstein es la unidad explicativa de la totalidad de los fendmenos de la naturaleza-, y al respecto, sefiala que -por aplicacién del principio de entropia- el hombre debe conservar su vide en el planeta, fa través de gastos de energia minima, preservando la calidad eneraética de si mismo y de su entorno, como una forma razonada de la autaconservacién. Y ello porque -segtin la segunda ley de la termodindmica- todo gasto de energfa libera a su vez energfa de calidad inferior. Y si la accién del hombre interdenende con la del ambiente, el desorden energético que provoca su existencia, revierte en sf mismo, y en sus instituciones3. Por su parte, Joaquin 1 Lynton K, Caldwell, Concepts in development of international environmental policies, en “'Conser- vation for Development”, de la “International Union for Conservation of Nature and Natural Resources" IUCN, 12% Technical Meeting, IUCN Publication New Series N° 28, Meeting in Banff, Alberta, Canada, 12 to 15 September 1972, ed. Hugh F. |. Elliot, published by Unesco and Canadian Government, Morges, Switzerland, 1973, p, 91 a 102 y sus citas 10, 11, 12 y 15, 2 Ursula Brandt, Et tiempo como cuarta dimensién, en “Scala, ed. Repdblica Federal de Alemania, N° 4, 1985, D 20029 E, p. 46, 3. Guillermo J. Cano, Entropia y politica, on diario La Prensa, del 14 de enero de 1981 y Manuel A. Séez ¥ @l derecho de Ios recursos naturales, Discurso de Incorporacién, como Miembro de Numero, a la Academia de Ciencias Sociales de Mendoza, pronunciado el 14 de octubre de 1983, p. 9. 180 AMILCAR MOYANO Lbpez explica esta concepcion citendo al Deuteronomio -30, 12 a 14-, en cuanto dice Este mandamiento que hoy prescribo, no es superior a tus fuerzas, ni esta fuera de tu alcance, la palabra esta cerca de ti, en tu boca y en tu corazén, para que la practiques*, advirtiendo -como Toynbee-, que el orden natural y cultural del hombre responde a un juicio ético, que valoriza @ la norma juridica, en funcién de la persecucién del bien y la armonia, que las religiones primitivas reconocieron por primera vez. 3. Estas argumentaciones se concretan en 8 conceptos socioecolégicos, que ha regulado © deberé regular la moral objetiva y el derecho: a) Unidad de la biosfera, advertido y conceptualizado por la Conferencia sobre la Bigsfera realizada en Paris el 4 de setiembre de 1968, a instancia de la UNESCO, y que diera lugar al programa MAB. Ello implica que, si la Tierra es un complejo biofisico, sus problemas deben ser resueltos bajo la misma Optica universal, en donde los individuos y sus formas de organizacién estén incluidos -como participantes- de los esfuerzos por preservarse y preservarla. b) Naturaleza Gnica de la Tierra, advertido en sus draméticas implicancias luego del Programa Apolo, que probd, que el proceso de evolucién de vida sobre la Tierra es irreversible, que una especie que se haya extinguido nunca més retornaré, y que la vida en ella es -en extremo- un raro fendmeno en el universo, y por ende, de igual cuidado extremo. c) Limitacién natural a la pol/tica basada en la soberan{a absoluta del Estado sobre su territorio, advertido ya, en jurisprudencia como la de Trial o del Canal de Corfu, que como se ha resefiado- ha dado lugar a normas ‘consuetudinarias en el orden juridico internacional. d) Obligacién del hombre como custodio de la Tierra, derivada de conceptos ambientales basicos, como que el hombre no es -2n rigor: el ndicleo de la Naturaleza, sino que precisamente depende vitalmente del soporte que de ella obtiene, y de la cual forma parte su libertad y cultura.Ello no importa desvirtuar elimandato del Génesis, sino asumir la responsabilidad de preservar la propia vida, al caer en la cuenta de que -merced a la ciencia5- el ambiente humano es consecuencia de! cuidado de las relaciones con su entorno fisico y cultural, De ahi que, en la Convencién interamericana del 12 de ‘octubre de 1940, suscripta en Washington, se regule la proteccién, no sdlo de flora y fauna {ambiente natural) sino también de las bellezas escénicas (ambiente cultural). e) Universa~ lidad de la herencia natural y cultural del hombre, que ostensiblernente es consecuencia del concepto anterior, e implica que, si bien existen diferencias étnicas y politicas, biolégica- mente existe sdlo una especie humana.6 4, Peso a que la cultura humana -aparenternente- se desenvuelve bajo estos 5 conceptos socioecolégicos, en la practica, no se ha integrado, la ciencia, a la cultura yacente sobre el contexto evolutivo de la especie. Adin existe divorcio entre los conceptos ecol6gicos y los culturales. Y ello, porque ain no hay conciencia universal de qué la vida humana -por su solo ciclo vital- es la causa de la contaminacién y del deterioro ambiental, y no su consecuencia, 4 Joaquin Lépez, Aspectes juridicos © institucionalos on ol ambito municipal de ta disposicién de efiuentes y aguas pluviales, en "Primer Simposio lberoamericano sobre Medio Ambiente y Municipio", ed. Fundacién A y RN, !guazd, p. 2, pérrafo 2 in fine. 5 Mario Bunge, Le ciencia, su método y su filosofia, cd. Siglo Veinto, Bs. As., 1975, p. 6 en que recuerda que “la ciencia, coma actividad, pertenece a la vida social, y en cuanto se fa aplica al mejoramiento del medio natural y artificial, se convierte en tecnologia.”” 6 Lynton K. Caldwell, ob. cit. en nota 1, p. 26. Dasmond Morris, E! mono desnudo, ed. Plaza y Janes, Barcelona, 1977, p. 15, 17 y 257. Gordon Rattray Taylor, El gran misterio de la evoluci6n, ed ‘Sudamericana Planeta, Bs. As., 1984, p. 224 y 225 en que sefiala que, Ia tendencia de la evolucién de la especie humana, es su necesidad inherente de persistir, su flexibilidad y su aumento continuo de complojidad. JORNADAS SOBRE MEDIO AMBIENTE 181 Y, que juridicamente, la Gnica forma de evitarlo o reducirlo, es obligando al que degrada el ambiente a cargar con el costo resultante (principio contaminador, pagador), imponiéndole obligaciones, de hacer actos que contrarresten su deteriora, de ne hacer actos que superen un nivel minimo de contaminacién (teorfa de! dafio permitido), 0 eventualmente de resarcit compensar © indemnizar pecuniariamente a la comunidad 0 al individuo afectado. Y ello sobre la base de la unidad (natural y cultural del hombre) en su Tierra (ambiente natural) y en su Mundo (ambiente cultural). Lo que provoca que la relaci6n interdependiente (tanto natural como cultural) origine una responsabilidad objetiva para el individuo 0 persona juridica causante de un deterioro ambiental, que supere los niveles permitidos por la comunidad, en base a la seguridad de vide admitida para su existencia y a la transigencia consentida de los riesgos, que involucran su voluntad de desarrollo. De tal forma, la persona es responsable, por actos culposos, y por actos simples reconocidos como parte del nexo causal, que superen los niveles consentidos de deterioro ambiental, que la legislacién civil recept como abuso de derecho en el art. 1071, y que -segtin lo sefialado en el pérrafo 14- existe en funcién de una causalidad que se presume. 5. La responsabilidad objetiva -en los términos expresados- es derecho positive a través de la teorfa del riesgo creado, que dispone el art. 1113 del cédigo civil”. Ahora bien, esa unidad del ambiente natural y cultural, implica la necesidad que la comunidad tome conciencia de que, toda existencia humana -que no es més que desarrollo- tiende o debe tender a armonizar el equilibrio dinémico del ambiente natural con el cultural, y que el funcionamiento de este ultimo exige la continua, creciente y cuidada explotacion del primero. De ahi que pueda hablarse de desarrollo ambiental. Y que, los economistas adviertan que, hoy sea el patrimonio (sociocultural, natural y construido), con su perspectiva de mediano y largo plazo, y su enfoque de desarrallo sostenido, el que posibilite el progreso que el hombre necesita.8 En fin, no caben dudas acerca de que el ambiente -que el hombre 7 Roque F. Garrido, Responsabilidad objetiva y riesgo creado, on Rev. de “Jurisprudencia Argentina”, T. Doctrina-1974, p. 809 3 812, Jorge Bustamante Alsina, El dafio causado en la cosa y por la cosa, en Boletin “Le Ley”, Bs. As.,del 1 de octubre de 1986, p. 2. La Convencidn de Viena de 1963 sobre responsabilidad civil por dafios nuclesres sprobads por la ley 17048, y en vigencia a partir de 1977 responsabiliza objetivamente al "explotador nuclear" 8 Osvaldo Sunkel, ob. cit. en nota 18, p. 14 y 18. Juan Antonio Window, Primer Foro Emprosarial Iberoamericano, organizado por e! Consejo Coordinador Empresarial de México, marzo de 1987, sefialé en forma similar. que ante el hecho comprobado del fracaso de las ideologias, es necesario Volver a un sistema basado en la naturaleza del hombre y Ia sociedad, para aleanzar | desarrollo de Latinoamérica. Pablo Cappana, Las eco-ideologiss, on “Rev, Criterio”, ed. Paulinas, Bs. As., aio LIV, NO 1871, 12 de noviembre de 1981, p. 666 2 673, coincide con los autores anteriores, al seMalar que debe prescindirse de las ideologias y de entender que los problemas ambientales deben ser objeto de un estudio racional, ya que inciden en la vida humana, tanto o més, que las formas de gobierno. En una Vision més cireunseripta del desarrollo ambiental, en ""Eco-development news’ de febrero de 1977, se intenta definir al eco-desarrollo como a la constante de un pafs, que haciendo hincapié en su émbito interno, tiene en el cambio tecnolégico Ia variable multidimensional de la planificaci6n por excelencia. En contra de este Gitimo concepto, Saburo Ikita, Informe al Gobierno Argentino, Ed. Centro de Desarrollo internacional de Japén, 1986, sefiala que la realidad argentina, si bien debe contemplar que, 8 la competitivided de sus mercados internos, la que mejoraré la tecnologfa de su industria, reduciré sus costos y mejorard la eficiencia de la produccién; an definitiva, seré su competitividad en los ‘mereados exteriores, la que le permitiré el crecimiento, y en ese sentido aconseja exporter en base a las Industrias orgentinas que tengan una ventaja comparativa, como son los recursos naturales y su procesamiento (ambiente natural y cultural), sobre todo en productos agricolas. Guillermo J. Cano, Progress in the development of natural resource legislation in Latin América, en “Natural Resources Forum’, ed. United Nations, New York, 1984, en p. 243 y 247 literal d, advierte la necesidad de 182 AMILCAR MOYANO degrada y controla a través de su desarrollo- es el resultado de interrelaciones complejas entre factores naturales y culturales. Y que, por ende, involucra a todas las ciencias, en una estructura Unica que cambia incesantemente, y cuyo equilibrio dinémico el hombre debe aprender @ gobernar, responsabilizandose por el riesgo 0 vicio de seguridad consentida por la comunidad -ya sea respecto de una cosa, un bien, un recurso, del ambiente en si-, y no por la intencionalidad del culpable 6. Parece evidente que el desarrollo ambiental no debe ser a expensas del desarrollo econdmico y social de los pueblos. La cuestién no es desarrollo econdmico versus conser- vacién ambiental. La cuestidn es como ese desarrollo econémico puede adoptar vias que no degraden -mds alld de los pardmetros establecidos por la autoridad- los sistemas de soporte ecolégico, garanticen el progreso individual, la dignidad de la persona y la armonia social 9 Entre las leyes que promueven el desarrollo ambiental se pueden mencionar: a) En Argen- tina, el proyecto de Guillermo J. Cano de eédigo sobre los recursos naturales para la provincia de Jujuy de 1959. Del mismo autor, la ley 3607 da obligatoriedad al eédigo de recursos naturales de Corrientes de 1981, precedido del dec. 736 de 1979 estableciendo las politicas bésicas sobre recursos naturales, También en Corrientes la ley 3574 protege el suelo, aguas y atmésfera de las industrias. En Cordoba el proyecto de los diputados Rubén Martin y Alfredo Orgaz, se convirtié el 29 de agosto de 1985 en la ley 7343, cuyo objeto es imponer principios rectores para la preservacion, conservacién, defensa y mejoramiento de ambiente en todo el territorio de la provincia, referida anteriormente, Por otra parte, leyes como la 5589 que aprueba el e6digo de aguas de Cordoba, seguido por Sgo. del Estero 4869 y 4939, y por La Rioja 4295 -debidas a Joaquin Lopez y resefiadas con anterioridad-, se cocupan especialmente del desarrollo ambiental. Y en el dmbito nacional, el dec, 4868 del 23 de mayo de 1973 de polftica nacional de preservacion del medio ambiente contempla la promocién de! desarrollo ambiental nacional y provincial. b) En el resto de Latinoamérica puede recordarse a la ley orgdnica del ambiente de Venezuela del 15 de junio de 1976, complementada por la ley organica de la administracion central del 28 de diciembre de igual afio. Colombia tuvo el primer cédigo ambiental, proyectado por Guillermo J. Cano y aprobado por el dec. 2811, como e6digo nacional de los recursos naturales renovables y de proteccién del ambiente -que Kleber Kriiger ha propuesto para Uruguay7®-, con vigencia 2 partir del 8 de diciembre de 1974, y con la particularidad de involucrar, en el concepto de ‘contaminaci6n, a la producida por hechos de la naturaleza -como el caso de inundaciones-, que metodolégicamente no se consideran en este documento. e) En el Mundo puede mencionarse a la ley de proteccién del ambiente de Suecia del 29 de mayo de 1969, ya la ley de politica nacional ambiental y ley de mejoramiento de la calidad ambiental de EEUU del 1 de enero de 1970 y del 3 de abril de igual aio. 7. Bajo el desarrollo ambiental se comprende a la proteccién del ambiente natural (regulado por el derecho ambiental} cultural (regulado por el derecho en general), integrado en los codigos y leyes ya mencionados, y que en el Cuadro | queda esquematizado. La considerar, primero Ia interdependencia entre los recursos y el ambiente, luego la necesidad de legislar len funcién de esa interdenendencia, y en fin, de basar el desarrollo en la mencionada interdependencia, 9 James AA, Loo, Environment and development: choices for the Third World, Environmental Adviser, Office of Director of Projects, International Bank for Reconstruction and Develosment (World Bank). fen la ob. cit. en nota 1, p. 103. Corte Suprema de EEUU. caso Board Barnett, on 1943. 10 Kleber Kroger, Administracion de tos recursos naturales y del medio ambiente, de ed. Amelio Fernandez, Montevideo, 1984. JORNADAS SOBRE MEDIO AMBIENTE 183 proteccién y el desarrollo del ambiente debe normarse juridicamente y hacerse, logicamente dentro de la politica de desarrollo integral del Estado o del particular. €! desarrollo econémico es complementario de la preservacién ambiental, aunque las necesidades del hombre se satisfagan de la naturaleza.!1 Debe advertirse que -antes de Estocolmo- en la reunion de expertos de Founex -en Suiza- del 4 al 12 de junio de 1971, se reconocié que, si bien existian problemas ambientales en América Latina y el Caribe ORPALC, su principal preocupacién era la pobreza, que tendfa a empeorar por el crecimiento demogréfico, sin recursos suficientes, ni industrias que permitan-el trabajo y el capital, Entre los cuatro seminarios.regionales, la ORPALC se reunion en México del 6 al 11 de setiembre de 1972 y sefialé, que era necesario un enfoque regional y no mundial, toda vez que los pafses industrializados estaban muy distantes de las necesidades de los pases de América Latina y el Caribe; reconocid que en los sistemas de mercado no se consideraban los costos sociales y ambientales; y que la regi6n no contaminaba a niveles de importancia mundial, debiendo fijar cada pais las normas ambientales minimas. La conferencia de NU sobre el Medio Humano celebrada en Estocolmo del 5 al 16 de junio de 1971, proclamé que la humanidad debfa atender a los actos que afectan al ambiente, del que depende la vida y el bienestar de las generaciones futuras. Participaron 113 Estados y de la ORPALC s6lo 10 presentaron informes nacionales, En 1973 entré en aperacién el programa de NU para el Medio Humano PNUMA, promoviendo actividades en la regién, como el simposio sobre modelos de u zacion de recursos, medio ambiente y estrategias de desarrollo del 8 al 12 de octubre de 1974, en Cocoyoe, Morelos, México, sefialando que la prioridad del desarrollo eran las necesidades humanas basicas o limites internos, y no los !mites externas definidos como los iveles maximos de explotacin del planeta; la declaracion de Cocoyoc advirtié que la ‘escagez, no era fisica, sino el resultado del desequilibrio existente en las relaciones socioe- ‘condmicas de los Estados. En la actualidad, el crecimiento econdmico y el desarrollo social han ido cada vez mas lentos, la recesiOn y la inflacién se han instalado permanentemente en Un sistema que demuestra ser inadecuado, la ayuda para el desarrollo ha decaido y la pobreza ha aumentado gravemente en los paises de la ORPALC. De ahf que, la resolucién aprobada en la reuni6n regional intergubernamental sobre medio ambiente de América Latina y el Caribe, celebrada en Bs. As. el 17 de marzo de 1983, consider como estrategia para la integracién de los asuntos ambientales -en la formulacién del desarrollo econémico y social-, la necesidad de desarrollar y aplicar metodologias que permitan la incorporaci6n de los asuntos ambientales en las estrategias politicas, planes y programas de desarrollo, tanto en los niveles nacional, sectorial, como de regiones nacionales (estatal, provincial, comunal y local); y, entre las estrategias para e! derecho ambiental, resolvié fortalecer el derecho ambiental para que se generalicen los avances que se han logrado sobre la materia y congolidar una legislacion que refleje una concepcién global del desarrollo y su problemética 11 Naciones Unidas, EI desarrollo y el medio ambiente, informe preparade por el grupo de expertos convocados por el Secretario General de le Conforencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Huriano: (Informe Founex), del 4 al 12 de junio de 1971, Founex, Suiza, Doc, GE. 71-13319, primer postulado, Naciones Unidas, Doo. A/CONF 48/14, Estocolmo, 5 de julio de 1972, p. 4, principios 8. 11 y 13. Gro, Harlem Brundtland, Our common future, ed. Comision Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrallo, WCED, abril de 1987, Londres, Washington, solicita que Naciones Unidas apliquen sus resoluciones pera un desarrollo més soportable, atendiendo a que la pobreza misma contamina el ambiente para sobrevivir, y a que la sobrevivencia del planeta depende de uns reorien- tacién de actitudes, que ya no podrdn ser aisladas. 184 AMILCAR MOYANO ambiental, considerando la posibilidad de un andlisis permanente de la legislacién vigente, para obtener una mayor eficacia de la misma. Esta Ultima sugerencia sobre el derecho ambiental concuerda con las conclusiones y recamendaciones de la reunién ad-hoc de altos funcionarios gubernamentales expertos en derecho ambiental celebrada en Montevideo en 1981.12 Y con la decision 10/21 del X Consejo de Administraci6n del PNUMA, que a su vez hace suyas tales conclusiones y recomendaciones. 18 Por otra parte, la resoluci6n de 1983 de ORPALC reconoce que los programas ambientales abarcan al medio natural y cultural, y ‘enumera entre ellos, a la planificacién del desarrollo y el medio ambiente, y al desarrollo de la legislaci6n y de los marcos institucionales ambientales. 8. Como resultado de Io anterior, el derecho ambiental se concibié como una técnica al servicio del desarrollo econémica y social, en Ambito del orden juridico interno en especial. De ahi que este documento haga hincapié en el desarrollo ambiental. Pero, atin cuando se acepte este enfoque totalizador, su preponderancia econémica -si bien puede ser politica- mente justificada- no responde a la sistematizacion del derecho positive y de la ciencia juridica, Y la regla de derecho -en su descripcién- es la que equilibra en Ia realidad natural y social al progreso econémico con la preservacién adecuada del ambiente. De alli’ que se puedan admitir estas definiciones: a) Derecho ambiental es e| que regula la accién humana tendiente a prevenir, disminuir, reparar 0 compensar la contaminacién (que afecta a la calidad) o el deterioro-ambiental (que afecta a la calidad) de los 6 recursos naturales basicos espacio, suelo, flora, fauna, minas y aguas-, en la medida en que su resistencia, interde- pendencia e interferencia degrada el hdbitat humano deseado y posible en un drea determi- nada, més alld de la neutratizacién que pueda operarse en el ciclo natural; pudiendo entenderse que también comprende @ las regulaciones que tienden a prevenir, disminuir, 0 resarcir a quienes sufran todo tipo de hechos representatives de riesgos naturales. En consecuencia, se circunscribe, -conforme a lo sefialado- al ambiente natural, que comprende a los 6 recursos en funcién del hombre, 0 -lo que es igual-a la atmésfera, litésfera, hidrésfera y bidsfera a le que pertenece el hombre, b) Desarrollo ambiental, abarca al anterior y hace hincapié en todo producto de la accién humana actuando en libertad. Por ende, comprende al ambiente natural y cultural -sefialado anteriormente-, y en rigor, su regulaciOn coactiva incumbe a la moral objetiva y @ todas las ramas de la ciencia jurfdica, en la medida que las normas juridicas implicadas imputen causalmente al valor moral, social, politico, técnico, econémico e institucional que conforma al ambiente del hombre. 14 9. De la necesidad de progresar y crecer -sobre la base de los supuestos fisicos- en los campos moral, social, politico, técnico, econdmico, institucional y cultural en general, surgié el concepto de desarrollo ambiental. Y, de este tiltimo, la necesidad juridica de crear una 12 UNEP/IG. 10/5 Add 2. Gro. Harlem Brundtland, ob. cit. en nota 11, p. 380. 13 UNEP/IG. 40/Inf, 4. Gro, Harlem Brundtland, ob. cit. en nota 11, p. 380 en que la WCED opina, iguaimente, que la pobreza contamina al ambiente y que para evitar el deterioro debe promaverse el desarrollo ambiental 14 Osvaldo Sunkel, ob. cit. en nota 1, en p, 11 a 23 advierte que ef progreso humano se coneilia a través de la dimansién ambiental do la planificacién del desarrollo. CEPAL, PNUMA, Seminario regional sobre la dimension ambiental en le plenificacion del desarrollo, Bs. As. 17 al 19 de junio de 1985, en ob. cit. en nota 1, p. 289 en que entre sus conclusiones recomienda la institucionalidad piiblica y juridica en Ia gestién ambiental, aS! Brafies Ballestero, La incorporacién juridica de la dimension ‘ambiental en {a planificacion det desarrollo, en ob. cit. en nota 1, p.91 2 107. Alfred L. Malabre Jr., Bayand our means, ed. Random House, New York, 1987, comentado por Robert J. Samuelson, Cassandra Economies, en “Newsweek”, mayo 18 de 1987, p. 43. JORNADAS SOBRE MEDIO AMBIENTE 185 institucién que cuide los derechos individuales que garantiza -en Occidente- el capitulo nico de las Constituciones, y que, a su vez, es responsabilidad del Estado. De aqui que nace la Evaluacién de la Incidencia (o del Impacto) Ambiental EIA para controlar todas las ‘obligacianes -ya sean de dar, de hacer o de no hacer- que puedan degradar el ambiente natural 0 cultural deseado por la comunidad.19 Toda EIA deberia realizarse previamente ala contaminacion, deterioro o degradacién ambiental. Su objeto es estudiar o interpretar la mas correcta planificacién y formulacion del desarrollo y de la seguridad implicita o expresa- mente consentida por la comunidad, y considerar la més adecuada sincronizacién de interdependencia, interferencia y resistividad de los 6 recursos basicos y la capacidad de neutralizacién de la naturaleza frente a las formas concretas con las que opera la libertad humana; para que la autoridad que controla la evaluacion del riesgo ambiental que pueda producir cualquier acto, hecho u omisién, lo apruebe, deseche, o proponga una enmienda, modificacién o sugiera otra alternativa para no detener el desarrollo; estando en condiciones de decidir, si la degradacién del habitat humano, supera los limites minimos del ambiente deseado y posible, en un érea determinada.16 Se trata del andlisis de factibilidad -basica- mente- técnico, econdmico y legal, surgido de la comprensién del cuerpo social, que no enfrente a una economia saludable con un ambiente limpio, sino que advierta, que el ambiente es un valor en sf mismo, no s6lo por su interdependencia con la vida humana, sino también con el adecuado desarrollo econdmico del individuo y su comunidad. De ahi, que el ambiente del hombre, sea natural y cultural.17 Los métodos de EIA nacieron en EEUU, como consecuencia de la ley nacional de politica ambiental del 1 de enero de 1970. Hasta la fecha se han preparado mas de 50 metodologias de E1A, ninguna es universal, y ninguna esté sistemiatizada. Una ElA es -actualmente- un informe en el que se describe la accién, omisién u obra propuesta y sus alternativas, se predice la naturaleza y magnitud de los efectos ambientales y los aspectos humanos, se interpretan los resultados, y se previene, detiene o se tolera a los deterioros ambientales. Los métodos de EIA son: de identificacién como la matriz de Leopold, de prediccién como un modelo fisico matematico, de interpretacién o evaluacién, y de prevencién.18 10. La ElA surge porque el hombre con su libertad, es considerado como un elemento de la naturaleza, porque como dice Gordon Rattray Taylor -comentado en el parrafo 3 en la nota 6-, este mundo (y con él, el hombre con su libertad) sigue un orden nacido de la necesidad de persistir, en donde toda mutacién (variacién o seleccién) ante una presunta adaptacién al medio (de toda materia viva), es contrarrestada y estabilizada por la infor- macién genética de los gametos de las células reproductoras. Ello hace que la regla de 15 José Leal, Las evaluaciones del impacto ambiental como metodologias de incorporacién del medio ambiente en fa planificacion, en ob. cit. en nota 1, p. 111 a 153. 16 Maria Teresa Estevan Solca, Las evaluaciones del impacto ambiental, od. Cicia, Madrid, 1977. Cuaderno N° 2, p. 13 y 14. Amficar Moyano, Salinity control of interstate waters in Argentina, en "Water Scientific Technology’, ed. Pergamon Press, ed. IAWPRC. Great Britain, vol. 19, 1987, p. 833 @ 838, en analogis con IJC. “First Biennial Rep.” de 1982 sobre el acuerdo entre EEUU y Canadé del 22.de noviembre de 1978, sobre la calidad del agua de los grandes lagos, p. 30. 17 Osvaldo Sunkel, en ob. cit. en nota 1, p. 14. Joaquin Lépez, Normas Ambientales, ed. Cifea, Madrid, 1983, p. 38 y 39, y sus citas 132 y 133 de Mateo Magarifios de Mello, Isabel Boscan de Rucsta y Alberto Viladrich Morera, 18 Jos¢ Leal, Las evaluaciones del impacto ambiental como metodologias de incorporacién del medio ambiente on Ia planificaci6n, en “'La dimonsi6n ambiental en la planificacién del desarrollo”, CEPAL, ob. ILPES, PNUMA, ed. Gel, Bs. As., 1986, T. I, p. 139 a 182. 186 AMILCAR MOYANO derecho adopte el principio de causalidad imputativa -fusionando la filosoffa racionalista y fempirica del determinismo con la metafisica de la libertad- y haga que el dar, hacer o no hacer, esté condicionado parcial o totalmente por hechos ajenos al abrar del honibre en libertad (conducta) en que él conocimiento que permite la inteligencia pueda 0 no com- prender el desorden 0 degradacién ambiental (consecuencia). De ahi que si bien el efecto puede ser ajeno a quien provoca el riesgo, el nexo causal le imputa una sanci6n, que por el art. 19 de la Constitucion y el 1071 del cddigo civil, 10 hace directa y objetivamente responsable, conforme al art. 1113 de la legislacién citada. Claro esté que ello no excluye a la eventual responsabilidad subjetiva del actor, ya sea por negligencia, culpa 0 dolo, 11, Lo expuesto permite advertir que en la EIA: Primero hay que saber si existen conductas que sean consecuencia de riesgos que superen al limite de seguridad vital, implicita © explfcitamente consentide por los individuos que componen a la comunidad natural, 0 si ellas implican un dafio potencial o efectivo. Segundo, es necesario comprobar si existe un nexo causal entre la conducta prescripta por la norma, y el riesgo 0 el dafio que, ‘como consecuencia, se ha producido con el acto o la omisién del actor, de acuerdo con los efectos inmediatos, mediatos, causales o remotos que hallen un nexo adecuado en los art 901 a 906; pudiendo pedir el duefio, poseedor o tenedor de la cosa que ha sufrido el riesgo 0 dafio, la reparacién o indemnizaci6n correspondiente, conforme a los arts. 1110 y 1095 de la legislacion civil; pero también tendré ese derecho de reparacion ambiental todo individuo de la comunidad -en su nombre- conforme al derecho natural. Tereero, debe advertirse que, si bien la vida empuja de atrés, y son los dafios ocurridos los que ponen la sancidn a las puertas del responsable objetivo, es necesario que se conozca previamente el riesgo 0 el dafio ambiental de su accién u omision, y el eventual nexo causal entre esa conducta positive 0 egativa- con el riesgo 0 el dafio potencial previsto como consecuencia. Cuarto, resulta imprescindible determinar a la persona jur (dica -ideal o visible- con competencia para seftalar técnicamente cudles son las obligaciones -de dar, hacer 0 no hacer-, que puedan originar un riesgo © dafio ambiental consentido por la comunidad (Itmite de degradaci6n ambiental), y el nexo causal entre esas obligaciones activas U omisiones que son la base de aquel riesgo 0 ese dafio (perjuicio sensible al ambiente), y que a su vez, es el producto de la interdependencia del ambiente natural y cultural; en rigor, se trata de saber quién puede EIA, tanto en los modelos de identificacién, prediccién, interpretacién y prevencién, determinando -con poder vinculante- al actor de la conducta, cuya consecuencia ambiental riesgosa o perjudicial ya ha sido técnicamente prevista y advertida conforme a los arts. 901 a 906 de la legislacion civil, y ‘obligarle a cumplir la conducta que respete los standards o I{mites de seguridad los que la ‘comunidad presta su consenso; evidenternente, ese responsable es el gobierno del Estado provincial, duefio de cada uno de los 6 recursos bésicos; pero, como esta responsabilidad fexcede la representacién politica estipulada en el art, 22 de la Constitucién Nacional por no ser una atribucién delegada, por los Estados miembros a los gobernantes del Estado Federal, ni por la comunidad natural a los gobernantes de los Estados, y ostensiblemente exige que la idoneidad impuesta a quien ocupa un cargo publico en el art. 16, sea técnico-cientifica, resulta que se han dado varias soluciones: Quinto, la jurisprudencia argentina -hasta el momento- ha confirmado lo expuesto; fos jueces han admitide informes cientificos, acom- pafiados por los demandantes, como normas vélidas para determinar el I{mite entre [a seguridad admitida por la comunidad y el riesgo explicito al que se enfrentan sus miembros, [as reglas de derecho que describen al nexo causal imputativo entre las conductas y las condiciones del desorden y la degradacién ambiental; y ello porque -como lo ha sostenido la Corte Suprema de EEUU, en el caso Board & Barnett de 1943- el derecho de cada individuo JORNADAS SOBRE MEDIO AMBIENTE 187 a Ia vida, libertad, propiedad y demés derechos fundamentales, no pueden ser sometidos a votacién, nia eleccién, ya que su propésito en la Constitucién fue sustraerlos a las vicisitudes de la controversia politica, para colocarlos més alld del alcance de las mayorfas; y en efecto, asf como los jueces argentinos no son legos sino letrados -por una simple razén de sentido comiin-, parece lagico auspiciar que -ya sea a iniciativa de cualquiera de las 3 funciones de gobierno- no pueden crearse comisiones demagdgicas, bajo el eufemismo de suponerlas técnico-cientificas; sin embargo, por aplicacién del art. 902 de la legistacién civil, cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor sera la obligaciéh que resulte de las consecuencias posibles de los hechos, por lo que la responsabi- lidad de estos letrados en la E1A debe ser efectiva, directa y personal (tanto académica, civil, Penal como politica), pero también solidaria con el Estado, porque -como dice Miguel S. Marienhotf- el derecho a la vida, actia como obvia garantia constitucional innominada, fundante de los demés derechos y garantias individuales, y fundamento de la responsabilidad del actual Estado de Derecho. Sexto, sin perjuicio de lo anterior, las provincias podrian cotizar en el mercado -a través de estas comisiones cientificas y gubernamentales- los derechos de contaminar y degradar el ambiente natural (cuidando de no menoscabar la libertad del ambiente cultural y los standards de seguridad, o eventualmente, establecer limites méximos de riesgo), de tal forma, por ejemplo en el caso de aire en el recurso espacio, el gobierno provincial podria vender comercialmente los aludidos derechos, para desechar desperdicios en la atmdsfera, que saldrfan al mercado, y las industrias los comprarfan necesariamente -por haberse incluido por una norma jurfdica como complementarios del manejo equitativo de los 6 recursos basicos-, pero @ su vez se los venderian mutuamente, hasta que cada compafita Ilegue a un punto, en que sea més econémico acabar con la contaminacién restante, que comprar més derechos para seguir contaminando 0 degradando; de esta manera, la comunidad obtendria ademés de su seguridad en la eliminacion de riesgos contra su vida, la reducci6n de la degradacién ambiental al menor costo posible, y el control derivado de la competitividad en el mercado interno y aun externo. Séptimo, otro caso mas complejo es el de las Hluvias dcidas, en que -generalmente- las emisiones de azufre de las plantas de energia eléctrica generan muy probablemente- Iluvias con una gran acidez corrosiva; si por ejemplo, un gobierno provincial vendiera los derechos para contaminar la atmésfera con emanaciones de azufre, ya sea por eventuales Iluvias dcidas en el propio territorio, 0 en el de otra provincia que igualmente hubiera comercializado la venta de emanaciones, las plantas (por un lado) deberian comprarlos al efecto de continuar su explotacién -pasando sus costos a los usuarios de electricidad, que se verfan obligados a disminuir su consumo 0 @ racionalizarlo-, y por su parte, los territorios afectados por las lluvias dcidas (por el otro lado) podrfan igualmente comprar esos derechos de contaminacién Y retirarlos del mercado, obligando a las plantas @ reducir su explotacién o emisiones de azufre; esto permitir{a resolver, controlar y responsabilizar solo a los agentes contaminantes Y contaminados, sacando el tema del enfoque politico, y originando un precio marginal de los derechos, que refleje -précticamente-, a la cantidad de consumidores de electricidad que razonablemente sostengan la contaminaciOn, y a la cantidad de contaminados empefiados en no flexibilizar la seguridad y conservacién natural de su ambiente; pese a estas ventajas, las ‘comisiones cientificas y gubernamentales, previamente, deber fan haber establecido (ademas del_nexo causal y de los riesgos tolerables), que la ecuacién econémica y jurfdica en la relacién comercial de compra entre contaminantes y contaminados no afecte, desordene 0 degrade la libertad de los iguales, en iguales circunstancias- que constituye la esencia del ambiente cultural; de tal forma, el hombre en su ambiente natural y cultural (o sea en su 188 AMILCAR MOYANO desarrollo ambiental) evolucionarfa vitalmente en el orden, que es insito a la especie animal, haciendo hincapié en su flexibilided y eplicando inteligentemente los adelantos oportunistas, para mejorar ta calidad de sus exigencias bioldgicas de comportamiento (como lo recomienda en el pdrrafo 3 en la nota 6 Desmond Morris); y para progresar en su naturaleza animal, sumando a su necesidad de persistir (supervivencia), el aumento continuo de complejidad (conforme a lo expuesto por Gordon Rattray Taylor en pérrafo y nota citada); y asf en el Ampito cultural de la libertad de las partes, los particulares pueden regular y controlar la contaminacion, a través de sus propias selecciones, sin soportar modas politicas ambivelentes del Estado. 12, La exigencia de la EIA se da en los 4 ambitos territoriales de la Argentina: a) En el internacional, el Banco Mundial BIRF a través de su Departamento del Medio-Ambiente “junto a la AiD y la CF, revise y evalta desde 1970 cada proyecto de inversién en su potencialidad ambiental, conforme a las pautes de su publicacién Consideraciones ambien- tales de salud y ecolog’a humana en proyectos de desarrollo econémico. 12 b) En el nacional, el decreto 4858 del 23 de mayo de 1973 estipula en su art. 1 que, la politica nacional del medio ambiente propiciada por la comisién interministerial de preservacion del medio -integrada por Agricultura y Ganaderia, Bienestar Social, Cultura y Educacién, Defensa, Industrie y Minerfa, Interior, Obras y Servicios PUblicos, Relaciones Exteriores y Culto, y el Subsecretario de Seguridad- seré de cumplimiento obligatorio para todos los érganos y organismos de la Administracién piblica nacional, cualquiera sea su naturaleza juridica; entre las pautas obligatorias para la EIA, el art. 1 inc. 7 estipula que toda accién tendiente a la preservacién del medio ambiente seré precedida por una investigacién de los factores sociales; el inc. 10 incentiva a la industria nacional que resuelve la contaminacién del agua, aire y tierra; el inc, 11 estipula y apoya las decisiones y acciones del sector privado dirigidas al saneamiento ambiental; el inc. 13 evita la introduccién de tecnologia que contamine por encima de los Iimites permitidos por el pats; y el inc. 17 obliga a proyectar una ley que fije la responsabilidad por la defensa y mejoramiento del medio ambiente de ciudadanos, comuni- dades, empresas € instituciones piblicas y privadas; el art. 6 estipula que tado proyecto del sector pilblico o privado que el Estado Nacional deba financiar, avalar 0 autorizar y que tenga incidencia directa o indirecta sobre el medio ambiente, debe ser notificado por escrito a la Comisién con un informe y sintesis del mismo; el decreto 4858 de 1973 carece de aplicacién y la ELA no podra ser prictivamente efectiva en muchos de los casos seftalados. ¢) En el provincial, Cordoba en su ley 7343 del 29 de agosto de 1985, en los arts. 49 a 52 obliga a las personas -piblicas o privadas-, responsables de obras 0 acciones que degraden o sean susceptibles de degradar el ambiente, a que presenten un estudio e informe de EIA en todas las etapas de desarrollo de cada proyecto. En Mendoza no hay ley espectfica que evalu, estudie, tolere, autorice o rechace las acciones, obras u omisiones potencialmente degradantes del ambiente, ya que toda alteracién de la seguridad o riesgo minimo consentido por la comunidad, debe ser objeto de un nuevo consenso; y, el problema es saber si es necesario recurrir a nuevas formas de democracia participativa, o basta la autorizaci6n que determinen los representantes sobre estas posibilidaces de obtener el consenso de la EIA; la ley de obras publicas mendocina 4416 declara en su art. 5, que en tods obra publica deben 49 James A. Lee, Environment and development: choices for the Third World, en ob. cit. en nota 1, p. 109, en que sefiala que ol Banco estudia los proyectos en sus problemas ambientales desde 1971, antes de probar su funcionamiento. Raymond F. Dasmann, Ecological principles and their application to development planning, on ob, cit. en nota 1,p. 131 a 143, JORNADAS SOBRE MEDIO AMBIENTE 189 observarse los reglamentos, las normas técnicas especfficas, y los reglamentos 0 disposiciones municipales, que ostensiblemente pueden hacer mencién de ta EIA; en esto dictamina ef Consejo de Obras Piblicas conforme al art. 110 inc. 1, que puede requerir la inclusion de la EIA en el pliego basico de condiciones en el inc. n, y en fin, proponer la sancién de una ley 0 un decreto que obligue a la Ela la provincia, y a sus municipios, cuyas atribuciones surgen de la ley; la importancia del Consejo radica en su integracién gubernamental y privada, de acuerdo con el art. 7; y ello es fundamental, toda vez que el desarrollo ambiental depende de la comprensién -por parte de la comunidad- de la seguridad en los riesgos que el progreso crea, y el consenso prestado al gobierno a través de la idoneidad de representantes autori- zados, a la aprobacién que -en definitiva- otorga el Estado.20 €1 Cuadro | explica esquemd- ticamente el desarrollo ambiental del hombre y su regulacion por el derecho. d) El émbito municipal se ha excluido por razones metodoléaicas. 13, En detinitiva, el desarrollo ambiental de! hombre s6lo es posible a través de un nuewo consenso de la comunidad natural, sobre los riesgos que esté dispuesta a enfrentar, sobre la base de su propia seguridad. a) Ello implica -en un proceso de sintesis- enfrentarse a la realidad de! desarrollo ambiental, pensando globalmente y actuando de acuerdo con la jtuacién local.2! De tal forma se resume la exégesis b iblica, las leyes fisicas y los principios socioecoldgicos de la modernidad en principios politicos que tienen -o han de tener- su formulacién jurfdica. De ahi que Mark Sagoff recuerde, que los legisladores y hacedores de polfticas -policy makers- cumplen el rol de balancear el riesgo que la comunidad acepta, para permitir el crecimiento individual.22 Pero, precisamente para que ello sea posible, debe ser la autoridad local la que resuelva ese balance 0 equilibrio impl(cito en el desarrollo ambiental, tal como surge de la Constitucién. Y ello, no s6lo porque el marco constitucional argentino asi lo exige, sino porque en este proceder esté la eficacia y efectividad del desarrollo ambiental del hombre. Asf lo reconocen expresamente, Ricardo Koolen y la Fundacién de Investigaciones Econémicas Latinoamericanas FIEL. El primero seffala expresamente que, es impensable una politica de desarrollo y medio ambiente si los mecanismos institucionales no aseguran la participacién de las provincias en el proceso de toma de decisiones y de su puesta en préctica,23 Y la segunda, FIEL -fundada por la Bolsa de Comercio de Bs. As., la Cémara Argentina de Comercio, la Sociedad Rural Argentina y la Unién Industrial Argentina- advierte que corresponde devolver a fas provincias los servicios de educacién, salud y asistencia social, asi como el poder de policia y de regulacién sobre los sectores de la economia, la cultura y el medio ambiente.24 Ello coincide con el andlisis anterior, ya que si en principio- son las provincias las que detentan el dominio y jurisdiccion sobre su territorio 20 William D. Ruckelshaus, Equilibrando fos riesgos, ed. Agencia para la Proteccién Ambiental de EEUU, EPA, en “Facetes”, ed. US Information Agency, Washington, NO 77, enero de 1986, p. 8. Amilcar Moyano, La eventual responsabilidad de La Pampa por un dafio ambiental, en diario “Mendoza”, Meridoza, 8 de setiembre de 1983, en que sostiene que el riesgo creado en la degradacién ambiental -en caso de no combatir a la desertificacién- genera una responsabilidad objetiva frente a los Estados vecinos que sufren el perjuicio sensible. 21 René Dubos, citado por William D. Ruckelshaus, en ob. cit. en nota 20, p. 8 22 Mark Sagoff, Economie theory and environmental, law, on "Land use & environment law review 1982", ed. by Donald Hagman, Clark Boardman Cia Ltd, New York, 1982, p. 449. 23 Ricardo Koolen, La organizacién institucional del Estado en relaci6n con la incorporacién de la dimonsin ambiental on Ia planificacién del desarrotlo, en ob. cit. en nota 18, p. 84 y 85, 24 FIEL, El gasto pUblico: propuestas de reforma dol sactor piblico argentino, en Boletin Informativo Techint”, N° 246, Bs. As., marzo, abril, 1987, p. 29, pirrafo 4.1 190 AMILCAR MOYANO. (ambiente natural), es légico que -en principio también ostenten todo poder politico, econdmico y jurfdico en las relaciones que instaure la libertad humana sobre los 6 recursos bésicos (ambiente cultural), b) Por el art. 19 de la Constitucién de 1853 y 1860 -sequido por la totalidad de las Constituciones de Occidente- la regla jurfdica general es que toda accion humana est permitida; y la excepci6n, es que s6lo estén prohibides las acciones que ofendan al orden, a la moral pUblica y perjudiquen a un tercero. Y precisamente, la interdependencia, interferencia y resistencia entre las acciones que se ejecuten en el ambiente natural y cultural, advierten dé un juicio imputativo y causal, que ante la eventualidad de un riesgo, dafio o perjuicio sensible, responsabiliza directa y objetivamente al actor, an cuando la comunidad natural no advierta Ja degradacién ambiental. Asi lo ha sefialado Ia jurisprudencia sobre los art. 1113, 2499 y 2618 del cddigo civil, y se recuerda en los parrafos 4 y 5, Ello es precisamente admisible porque hay una relacién causal entre la conducta y la consecuencia que perjudica a la calidad de vida [ambiente natural o cultural) de la comunidad. Su base es e| mencionado art. 1925 y su expresién civil del art. 1071, al disponer que, el ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligacién legal no pueden constituir como ilfcito ningun acto; ya que la ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos cuando se contraria los fines que ella tuvo al reconocerlos, 0 cuando se exceda los limites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres. Por otra parte, la defensa s6lo cabe a Quien tiene la capacidad de percibirla, sin necesidad de que el resto de la comunidad lo consienta 0 alin cuando disienta, y su base reside -como lo dice Juan Pablo I!-en que, la verdad de una auténtica democracia no puede no favorecer el desarrollo, y si la verdad, la belleza, el bien y la libertad son valores absolutos que no dependen de la decision de las mayorias, y en cambio, si dependen de la atencién cotidiana del hombre de cultura, es un compromiso ético de estos ditimos cuidar estos valores inmutables, conforme a las exigencias de la dignidad humana.25 ¢) De lo expuesto surge que cada acto u omision del hombre es potencialmente materia de EIA, ya que toda causa que se concrete en un riesgo 0 dafio al ambiente, se convierte en un hecho juridico aunque la conducta que fa provoca no sea un acto jurfdico, De ahi que la EIA sea necesariamente una institucion jurfdica, aunque con ayuda de la técnica y de las demds ciencias empiricas positivas. El problema consiste en determinar a los representantes o miembros de la comunidad natural idéneos -conforme a la exigencia del art. 16 de la Constitucién Nacional- para sefialar la incidencia 0 el impacto. 14, La ley cordobesa 7343 de 1985 crea un Consejo del Ambiente, oficial y asesor. Mendoza creé un Comité Ecolégico por el decreto 2855 de 1986 con 4 suocomisiones por la resolucin 4 de Agriculture y Ganaderia de 1987. Misiones encargé a su Ministerio de Ecologia y Recursos Renovables la evaluacion de los mismos en el art. 4 de la ley 2200 de 1985. Por su parte, el cédiga de prevencién de la contaminacion ambiental de la municipa- 25 Amilear Moyano, Mendoza y sus eventuales aguas compartidas, en diario “Los Andes”, Mza.,del 29 de diciembre de 1985, en que se expresa que la prohibicién de degradar al ambiente surge del perjuicio que se causa indiscriminacamente a terceros, y que no constituye una prohibicién a la moral Individual © subjetiva, sino a la moral objetiva de la comunidad, como lo sefiala Kent. 26 Juan Pablo |, Discurso a los hombres de ciencia y de la cultura, Teatro Colén, Bs. As., domingo 12 de abril de 1987, en "Mensaje a nuestro pueblo”, compilados por Juan Carlos Pisano y Marcelo Murda, ‘x, Paulinas, 8s. As., 1987, p. 175. Universidad de Mendoza, Cenelusiones globales de Argentina, en “Seminario latinoamericano conjunto UM-CEPAL-UN", "Asentamientos humanes y desarrollo en ecosistamas dridos”, Mendoza, noviembre de 1983, p. 1, on que se sostiene que el desarrollo ambiental tiene que organizarse desde abajo hacia erriba y surgir del individuo, en la base comunitaria, para alcanzar insercién institucional

You might also like