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La ubtce feuteste a Arche . Traterd Gira hace (Ebickse relate) Ea: CeO 4 Temin wh Deecke - Reb. West Boqets’, Si eflo clot Hehe Ear hw] Be & Delo & bo Un. a Be Ack, Ed. Unierdien Tak tte Porter, 2200 -ntendilo como el conjunto de institu: les que regulan la ser uno de los pr El propésito de LAs DISTINCIONES Sexo y género La primera distincion que cabe hacer, también la mas basica y la que cuenta con el mayor consenso en la literatura, es la que se reflere al uso de las palabras ‘sexo y género.? Sexs es la palabra que generalmente ‘se usa para hacer alusién a las diferencias biolégl relacionadas con 1a reproduccién y otros rasgos fisi- cos y fisiolégicos entre los seres humanos. El machos y hembras de la especte humana. Género, por el contrarto, se rellere a las caracteristicas que sociaimente se atribuyen a las personas de uno y otro ‘sexo, Los atributos de género son, entonces, femen!- areas domést- cas y manuales, la menor capacidad de abstraceién, Ja belleza. Como mascullno, por oposicién, s¢ const dera la brusquedad en las actuaciones, Ia violencia, el egoismo, la competitividad, una mayor capacidad de abstracetén, la fealdad, 2 Véase Cyinia Fucha Epstein, Decepio Det Gender fan the Socal Order New Haven nd Landon, las practicas culturales en el discur- Bia? y, sobre todo, -nle no es el sexo, sino el género. Distingulr ero también se mostré como lnpor- teorias socto-biologicas que pre- asiinto de los comportamtentos res y mujeres a variables blolégl- ia fuera una condena.* jean las mujeres las encargadas les del culdado y la crianza de los nifos. Pero este hecho biologico ha sufiido importantes ‘modifica: con la Introduccion de las teenolo- Y Procreacién artificial. Hoy Mujeres son reproductoras y momento puede ser que nl siquicra se de una mujer para la reproduc Los cambi cho de que se haya ntrodi ion de reproduccién ya son algo ‘nen atin la dimension y género resultaba importante no sélo para socavar la tendencia conservadora de los socio-biol das por su sexo, de género sis en las cuestlones relacionadas con el 4 Yeas, por slemplo, Shulaith Firestone, The Dialect of Sex New York, Wiliam Morrow 1 ferainlamo A pesar de Ins discusiones recientes y de las confusio- ‘es inlefales en tamo al uso de este término (feminis- mo}, es importante para los propésitos de este escrito tualmente dos posiciones: la de culinistas mitopoléticos” y la de rofeministas {ras socledades son patriarcales, es decir, aquellas en las que existe una supremacia de lo masculine La utllidad de asignar este referente feminismo radica en que, por un lado. hace posible reunir un conjunto de teorias y pracileas politicas bajo un denominador comin, y, por el otro, permite dis tinguir unas practicas teéricas y politicas de otras, ‘Sin embargo, el asunto del uso de esta etiqueta no ha estado ex« bate. * interior del femintsino mis- pa or otra parte, st bien comparten la preocupacion por la construe, fide dela idenudad masculina, no creen que los pro. blemas se deriven de una “her! padre” sino de tuna “herlda de madre", un ret vi ‘no son una categoria itil para comprender The Fltics of Montood, Philadelphia, Temple Universty ress, 1896: alice Jardine y Paul Selh (eda), Men it Feranter, New ‘de hombves puede encontrarse en Deborah Rhode, op. pp. e290, 4H Véase Patrica Seth, “introdution’, en: Patrcta Seth fe emit Jurspradence. pp. 0-16. 33 dad social." Sefalan que bajo esta idea se esconde una Intene! tantes del feminismo cuando de hecho ellas, Gnicas que tienen acceso realmente al debat démico."* Por su parte, quienes deftenden I Del mismo modo se expresan criticas a la ‘lén de agrupar tos distintos movimientos de una Idea de lo “comin”. La eritica a al hecho de que este interés “unidad”, por resaltar lo “comin”, sirve para encu- brir y proteger el poder adquirido de estas mismas mujeres biancas y de clase Ajacton de la agenda en la nalmente se sefiala que este interés por Ia "Unidad" Puede ir en desmedro de la necesidad de establecer Puentes con otros movimlentos politicos que tienen intereses comunes a los de los movimientos de mu- Jeres y que comparten algunos miembros con estos 12. Como se verb mas adelante, eto als Wea de que sciaimente l.gtnero es el principal acior de confguracion deb soa he venido tanto de las mujeres negra y llinas, come del no ‘oderalame. 19. Martha Mahoney, Wheneas and Women tn Practice snd Theo- "Reply to Catharine MacKinnon” en-Yale dour of Cave and Feminism vol. 5, 1989, pp. 217-281 14 ease, por lemplo, Naney Fraser, susie Interupta, Bogotk, ‘Sisto del Hombre Eatoresy Universidad de low Andes, 1967, ‘The Combahce River Caletve, "A Black Femunce’ {Linda Nicholson, The Second Wave London, fo p. 63-70: Patricia Hill Colina, “Defining Black ‘Thought, en: Md. pp. 241-259: Kimberle Grenatane, Den -Aplracat Poli". en: The Unversty of Cheapo Lage Pcon, 1988. pp. 139-167. mos." Las defensoras del uso del término “fet- in el valor que tiene la cuando se esta ubica- poderoso dentro de la edad. Ademas, ponen en evidencia el efecto per- 30 que podria tener sobre la organizacion de mu- res el subrayar excesivamente la diferencia y no lo : st cada mujer resulta eer en ultimas esen- demas, sus problemas no por la via politica sino que exigen res- {duales. Seria el fn de los movimlentos. iqueta tendré siem- Lo importante es 108 pueden evitarse bies, En segundo gar, se discute sobre e uso de jetiqueta desde e] at et cardiacas atributbies al: mas del homteidio en la hombres?" clon at Producto de sus decisiones Ind fener hijos temprano, ella preflere eduscas a MS cue Selaries con alguien que los cuide, ella pre i ser secretarla cuando decidié no estid «lla decict no obtener el ascenso al deelir a 18 Una presentacion exhas 1 gtneros pede enconi clin de a desiguatad oral io, ope 38 tanto tempo a sus his, ella decidié ser madre sol- tera cuando tuvo relaciones con un hombre trres- Ponsable, ella prefirié quedarse y aguantar los gol- pes de un marido violento, ete. elresentimien: (o. Personal, por no tener un hombre querer tenerlo, como en el caso de las lesbianas. ‘grupal, por no tener privilegios que las soctudades ‘gualltarias no pueden conferirle a ninguno de sus ‘grupos de poblacién. La consecuenela clara de este Upo de argumentos es una nueva marginacién del feminismo y las feministas, una marginacién que se ‘agrega a la marginacién que es propia del pensa~ miento y las luchas de los habltualmente excluidos, luna doble marginacion. Ser feminista, pues, ¢s mu ‘cho mas dificil ahora que hace algun tiempo." Aho. Fa, no sélo hay que convencer a los otros, hay que convencer a muchos de los que hasta hace poco apo: yaban al feminismo, Asi, lo que involucra en Glumas este segundo \ fe en el debate es una nueva necesidad de justifl. mica ¥ para ye necestaba un ‘curso verdadero: 1 me sugitio transactions comerciales (Traduccion lel, Deborah fede: ep el 37 eee cacién del feminismo a Ia luz de los cambios en las sociedades contemporamens-Posiblemente ia alta ja de Ta prueba sea un argumento mas para dcsalentar el uso de una etiqueta que para muchas no solo esta desgastada, sino que tlene problemas Pero, nuevamente, los argumen- 8 de! “feminismo” parecen més, sélldos: st desaparece el feminismo como tal, ya no quedara nadie que se encargue de correr el velo de ta negacion de la desigualdad entre los géneros.™ En tercer y ulti Somme Se exp litico. Una 6n de este tipo no puede ser mas que un 0 politico.” Las feministas que se han dado tarea de de rescatar a la “teoria feml- contradictores, sin embargo se han las mas aceptadas teorias sobre la clencia y el conocimlento” para mostrar que lo nico que distinguiria s feministas de otras es su aceptacién ita del compromiso politico que subyace a toda explicacion concep- tual y a toda empresa de conocimiento, y su for- 20 mut 21 Veose Katherine Bart, “Feminist Leal Methods’en: Harvant ‘aw Redes vl. 105, No.4, 1980, pp 829-888 aire Seth, opt. 122, Tren autores centre en cata “relic aon Netzache, Foust 1 Kuhn. Véanse.F. Sictzche. Fropmentos Potumes, Bogut Norma 1997: F. Metache, La gonealogia de a oral Mec ‘Alanoa Earl, 1089; F. Melasche, La cerca oud Caracas Monte Avia Edtores, 1985, F. Metesche, “Sobre verdad y men lua en sent extramoral. en an Linares [ed Mlasces 38 feoria representa un comp! lores y creencias sobre el modo en el que organizado el mundo. La teoria feminista no ino una teoria mas honesta que las demas. quedaria més que in- juaje en el sentido de intentar mostrar que es posible const r- pos de conceptos que no estén vinculados a una clerta manera de v que enfrentarse a cla y no al uso del particular, ‘Tipos de feminismos Una vez delimilado el campo de las pricticas teérl- Esta diversidad es el resulta- 7 iculdad del feminismo y de las istas: hay leoria polilica feminista, teorfa Juri- ‘arcelona. Peninsula, 1988: Michel Foucault, The History of ‘Sesualty, New York, Revolutions, Chicago, University of op, esata Smt, op. 39 dica feminista, teoria cient coldgica feminista, teoria social y natural, movimii camente cada Ja mujer en, las Contempordneas, tanto en abstracto como en concreto. Estas diferencias en la compren. sion de la opresién se reflejan a su vez en las trans- tende. Ast, para algunas fe ser igualdad en cuanto a al acceso a los recursos (fe ‘A estos dos grupos se agi muntstas radicales, que sostienen que e| social predominante y que Jeres es un problema de falta, 0 tlene sus raices en las relvindieactones de la revolucion francesa 's obras de Mary 40 Wollstonecraft y John Stuart Mill Fue el prinet- Pal apoyo teérico de los movimtentos sufragistas de los sigios XIX y 4 Ubledndose en general dentro el paradigm liberal de la época, lo que se exigia ra Incluir a las mujeres como ttulares de los dere. chos que disfrutaban los hombres, El argumento Dara excluir a las mujeres era el de st menor capa. ‘ldad racional y por lo tanto su necesidad de protec. ta educacién, al empleo formal y a la politica. Habia ues que ellminar las barreras formales (legales) que disminuian fa capacidad civil de las mujeres, su autonomfa, que les impedian entrar en las éreas men_ clonadas. Este fue su objetivo politica y a pesar de la demora, podria decirse que se vio satistecho. Si bien los logros del feminismo liberal clsico no pueden considerarse menores, empezaron a hacer. se evidentes sus insufictencias, asi como las defl- clencias de su sustento tedrico. Por un lado, y como bien lo sefiala Betty Friedan en su ya clasieo libro ‘The Femenine Mystique,” a pesar de que las muje- es norteamericanas tenfan acceso a la educacion y al empleo, seguian relegadas a la esfera doméstica, atrapadas por la mistica femenina de la mujer her. ‘mosa que vive en una casa en los suburbios, que ene tres nos y que dedica su vida al “hogar”. Por | otra lado, el feminismo liberal clasico fue victima de los ataques lanzados contra el liberalismo clasico en. do por acoger clegamente los parémetros soclales vigentes en cuanto a lo que debe ser un ser huma- no, parémetros que reflejaban el punto de vista mas- culino y no tenfan en cuenta las capacidades y ne- especifieas de las mujeres. lal aparece entonces como iva que intenta superar las deficlencias ano- Teoricamente se sittia dentro del liberalismo que recoglende fos planteamlentos marxis- tas, sostlene que la lbertad no puede ser efercida si no Se cuenta con los recursos materiales necesarios y por lo tanto propone entender la libertad en rela- ‘clén directa con la Igualdad de recursos. La rein- terpretacién feminista del liberalismo social enfatiza, en Ja desigual distribucién de recursos de acuerdo pide entrar a clertas dreas.del mercado y ascender; en fin, Las feministas liberales sociales, ademas, re~ 28 ala ex undamenlalmente Ia criti de las feminstas de ccogen el reclamo del desconocimiento de la diferen- cia femenina para exigit que las mujeres reciban tra: tamtento especial er lonado con sus funcio- nes de reproduccton, particularmente en ta forma de apoyo a las mujeres embarazadas y desempleadas ¥en la proteceion laboral de Pidndose de manera nista Incipiente que Engels.” De acuerdo con cién de las mujeres a es y su correlaliva comodificactén es propia del modo de producclén ta, en tanto éstos requleren de la repro- de la mano de obra para seguir vigentes. Esta reproduceién de la mano de obra comodamente ‘se ublea en el espacio de Ia f debe generar nuevos individ ‘compromise con la teoria embargo, el género como estru social. Lo que proponen es que capitalismo sean vistos como sie! te dependientes. En este sentido, distingue slén de la explotacion pero Felacién, La opresién se ent ara Feiner’ fen: Linda Nicholson [ed op. 92. Frederic Engels, Orgen dei fonda, prope prod y Estado, Bucios Alves, Editorial Clarkod, 1o48. 44 trabajo. La explotacién es una forma de opresién, pero no Ina de las mas d Esta afirmacion de la dependencia mutua de! Patriarcado y el eapitalisme no s6lo asume la ma- Jeabilidad del patriareado frente a las necesidades del capitalism, sino que asume la maleabilidad del capital frente a las necesidades del patriarcado, Cuando uno sefala que el eapitalismo necesita dei ‘A pesar de que tanto el feminismo liberal social como el feminismo socialista, superan de manera importante los planteamlentos del feminisme liberal eldsico, su tender mente (ante el desp ral) Jfeminismo los femintsmos I\- berales y soc! Isamente en su relvind!- cacion de la diferencia de las mujeres y en su re~ 30 la Eten “Deeg a her of Capt Pata Sn Scat Fenian lah Ecce ccnp ope Richy ante Cas Scat emia oe thao ‘34 Vea Nancy Fraser, op. et: Rosemarie Tong. op 45 poem | Game Por el reconocimiento de esta diferencia. El untsmo es la obra de Carol de Nancy Chorodow”* y lo u Identificacién. La consecuencia mientras las mujeres pereiben el como un conjunto de relaciones de 's son parte y que merecen su aten. Jos hombres perciben el mundo como individuos cuya autonomia debe ser rincipal valor de las mujeres, en este" el culdado, y su mayor temor, el als, hombres, por el contrario, valorarian bridge, Harvard Univeraty Freee er Li or Setar eco ae coerce nae ‘rer genera Shen agra y ésto como algo vailoso, se olvida de que lo fement- no ha sido construido soctalmente y que las socie- dades en las que nos enconte Conve el ese de amas socto bolo cosy las tendenciaa patermallaaa-* ¥ cate ceric: mente no ea un resgo pequeno, menos ahora cua. dolas explleacones Blololees han ganado un sero "El Jentitamo radical) por ultimo, encventza au mejor“EXpreston en Ia obra de Catherine Mac- Kinnon.® MacKinnon sostiene que la eatruclra fundamental dela socledad es el genero, slend eats laiinea que determina primeriamente Ie distribu, fen virtad de que loa hombres tes jue 9e manifiesta en su bre aces. ‘op. eit. pp. 110-198; Deborah op et fo sgutentes términoe: lfm dl poder: la exualldad ent determined a7 tent lag Temntatasposrvorerean oF Gintercan por ou auheae ee Were Sujeto no ea mas que una construccion sacl, Sore Aue no puede tener en si mismo ninguna eseact, hinguina caracteristca que fo defina y que le pest hezea por ser exe sufeto'y no alg ote’ Low thogoo {que se le atribuyen, su ismo Seer indivicual Son resultado de nteraccones sociales que se reigon Y¥ se crean dentro del lengua, conatucctn seed Por excelencta, Tipos de retacion entre el feminlamo y el derecho Tal y como se afirmé en la tntroduceién, ta relactén entre el feminismo y el derecho asume muchas y variadas formas. Para entenderla mejor vale la pena introducir algunas distinciones. La primera distin- cion y la mas simple es la que puede establecerse entre el feminismo como critico del derecho y el de. echo como herramienta del feminismo. A su vez, dentro de la critica ferninista al derecho pueden dis. Unguirse la critica que se hace a los presupuestos del derecho y a sus noctones: que se ubicaria por esta razén en el ambito de la teoria del derecho, y la critica a lag instituciones Ju. ridicas actualmente existentes, Y dentro de los us0s 46 Dentro e a trga Ista de eminiatas poamodernas se destacan, ‘dualih Butler, op. zis Maren Young, on al: Jane Flax “Fostmaderiam and Gender Relations in Feminist These ‘Signe. PP. G21 y ss. Jame Flax, Thinking ‘cuentran sustento para usar de modo estratégico el derecho. La posibilidad de entreeruzamiento F) de, pues, en ulllmas, de la manera en la que cada uno de estos feminismos entiende el derecho y la relacion de éste con otras esferas de la vida social LA CRITICA FEMINISTA AL DERECHO Pueslo que hacer una presentacion compreherisiva de ta critk sta al derecho rebasa las inten- ides de esta tntroduccién, vamos a una presentaclin muy general de en tres de sus aspectos. Primero, iclo de socledades patriarcales, de el punto de vista masculino se reducen a la aproy sexualldad femenina y por esta via 8 lo | modelacton del ser y el deseo femenino.™ las fom En seg se cuando el derecho protege de las mujeres ¢ introduce su punto de vista, aplicacton por Inaituciones ¢ indlviduos moldeados por {a \deologia patriarcal, ha desfavorecido a las mujeres, El trabajo de Susan Estrich® sobre la violacton marco lun verdadero hito al respecto al demostrar que a pesor de que la violacién esta penalizada y de que los niveles de impunidad son bajos segtin las cifras offclales, las ‘Ideas de los jueces, Ascales 47 Sohn ea Jur ae: UerstyefCnee (ge Law Reviews, vol. 56, 1988, p. 1 i 418 Gana Maccmen, Tol a Fenest Toy fe Sue ope. 48 Carol Gitigan. ma Dyer Voc. op 50 Susan Etrich, Rel fope, Cum arvard Unters Pres, 1987. 82 lado Caring Jor Justice.* En este libro, West contintia el esfuerzo de la ética del culdado. Instituciones jurfdicas sometidas ain critica feminista ‘Al contrario de lo que ocurre en el plano d abstracta, en el plano de las instituciones Los esfuerzos de las feministas Uberales clasicas se dirigleron prineipalmente contra las normnas juri- que excluian a las mujeres como destinatarias contra las regias que preveian el derecho ai ‘lo para los varones, contra las que estable- ian la potestad marital y contra las restriceiones en. educacion superior que impedian a las mujeres sntrar a las universidades de los hombres, y contra la normas laborales que impedian a las mujeres ac- ceder a ciertos empleas u horarios. En general, sus tharine Mackinnon, Toward a Rent Theory ofthe State Robin West, Caring fr Juste op. ot 53 criticas fueron exitosas. Las normas juridicas fue- ron transformadas para proveer formalmente igua- Jes derechos a hombres y mujeres. que los hombres, debian tener derecho a controlar ‘su proplo cuerpo y que este derecho, que hace parte det derecho mas general a la autonomia, debia pre valecer sobre la proteccién a la vida en gestacién. Tambien en e volo sino cl derecho a una tgual participacién en el Estado para garantizar una igual representacién.™ 53 Una presentaclén de los lojros de la feminisias tberates «fleas en os Estados Unidos pusde encontrar en Johan ‘Univeraty abl 90-maye 2, 1998 main pubieare. 54 ‘Al igual que en los casos anteriores, sus peticiones wn tendo b to. as liberales soclales y socialls- in directamente ligad: las mujeres cuenten co -claman normas que garanticen la no di- (én de las mujeres en razén del embarazo, wwjeres la posibilidad de emplearse siendo ma- dres (guarderias) y sistemas de seguridad social que protejan a las mujeres contra los riesgos particula- res derivados de su situacién como productoras- a" Las critieas de las feministas culturales 0 de la diferencia contra instiluciones juridicas vigentes se lay depende de a aprobacion 13 de le Conaitaclon Plea) mujeres los hombres y de Introdueirlas en el mundo de la ‘any valoren el punto de vista y las practica particulares de las mujeres. Las criticas de las feministas radicales, por ‘mo, se ubican en el campo de los derechos sexu: Sus esfuerzos se han dirigide a mostrar cémo la: normas juridicas existentes garantizan a los hom- ‘bres un “derecho de acceso" a la sexualidad fement- na. Sus exigencias también se han visto amp reflejadas en transformactones de las normas lego les. La penalizacion de la violacién entre cényuges, a regulacién del acoso sexu normas procesales que pi los procesos por violaciot clon de tos coneeptos dé y la viol . La ordenanza cuya aprobacion \apolis, en la que se est iibucion de pomografia (entendl- da como las reproducciones graficas de Imagenes lograron en como delito I en las que aparecen mujeres 0 nifios sometidos ‘sexualmente y disfrutando del sometimlento), fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de los Estados Unidos.” Los métodos feministas Sigulendo a Katherine Bartlett® podria decirse que métodos feministas en el andlists juridico son primero es el de Ia pi plo, se ha exigido releer las normas que consagran ‘el derecho a no ser sometida a torturas, tratos crue- les, inhumanos y degradantes, habitualmente liga- do a la regulacién de la potestad sanclondjoria del jolencia doméstiea como to cruel y reforzar la ne- El segundo método al que se reflere Bartlett es el de la “razin prictica femenina”. Partiendo de la dea aristotéliea del razonamiento contextual en materia 50 Amertzan Bookselers Asset & Hudeud. 771 F-24929 (7th ‘Ci. 1980); alfa. Mem. 478 U.S. 1001 (1066) Las Lerminos préctica, varias feministas han senalado que no s6lo la forma de razonamiento especificamente femenina 8 contextual, sino que el andlisis tépico debe ser Introducido para dar cuenta de la diferencia de las jeres en la aplicacton de las normas juridieas, Bl ‘método del razonamlento practico aflrma que lo Portante es considerar las miltiples variables para lograr “integraciones y reconciliaciones creativas". no ¢! pensamiento dlcotémico ni la ponderacton de prin. 8 estindares, aunque no 3 nlega la Importancia de las reglas en la toma de der clstones.** El tercer método de anallsis Juridiéo al que se reflere Bartlett es el de la “creacion de conciencia™, ue por estar dirigido mas a la WenUMleacton de los Problemas de las mujeres, la autora preflere cons derarlo un “meta-método”. Este método tmplica is reaction colectiva de conoctmiento a partir de ls puesta en comun de las expertencias de vida de las ‘mujeres. A partir de este conocimiento, ae hace po. sible la movilizactén en tomo a la modificacion de Ja legislacién vigente, ya sea en el escenario de In legistacion o en el de la adjudicacion, Peros aden mds, la creacién de conclencia tiene un electe de empoderamtento respecto de las mujeres que parti elpan.® Martha Minow y Blrabeth Spelman. op ct, podria careiceser de este tipo. (63. Como ya se dijo antes, una de las grandes defensoras del mélo- do de ereacén de conciencta ex MacKinnon. Vease Cathecioe MacKinnon. Teweard a Femist Theory ofthe Sate op. ok 5B ‘A modo de conclusion omo expligué en Ia introducelon, el propéstto de tate loi ers presenta de manera snl pera con Sulelentes mates ef context en el Que e uble texto de Robin West que se duce acontinae roncgteamente et ariculo de West ce ater figunae docuolones que sere particular en au lla autora ademés da el ropontendo una querré conocer esté después de recorrer sale por su claridad tamente no los hace trrelevantes. El reto, sin embargo, fs aprender sin allenarse, producir conocimlento pro- plo sobre la experiencie propa. Eapero que eats tex {os sean una Inspiracton para un aumento en la pro- ducelén de teoria feminista colomblana sobre el derecho colombiano. : BIBLIOGRARIA -minist Theory in Columbia Journal BARLETT, Katharine, “Feminism Legal Methods", en: Harvard Law Review, vol. 3, No. 4. 1980, + "Gender Law", en: Duke Journal of Gender Law . Thinking Academic Freedom tn Genderect Post- ‘colonialiy, Capetown, University of Capelown Press, 1999, 60 CHORODOW, Nancy, The Reproduction of Mothering: Psychoanalysis and The Sociology of Gender, Berkeley, ity of Califor CIGARINI, Lia, “Apasiohadas por Joanne, “The invisibility of Women in ww: Gender Neutrality in Model-bull- -mationall Journal of the Sociology of sity of Chicago Legal Forum, 1989. DIGBY, Tom (ed.). Men Doing Feminism, New York, ea, Intercourse, London, Secker & Warburg, 1987, EISENSTEIN, Zillah (comp). 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