La ubtce feuteste
a Arche .
Traterd Gira hace
(Ebickse relate)
Ea: CeO 4 Temin wh
Deecke -
Reb. West
Boqets’, Si eflo clot Hehe Ear hw]
Be & Delo & bo Un. a Be
Ack, Ed. Unierdien Tak tte
Porter, 2200
-ntendilo como el conjunto de institu:
les que regulan la
ser uno de los prEl propésito de
LAs DISTINCIONES
Sexo y género
La primera distincion que cabe hacer, también la mas
basica y la que cuenta con el mayor consenso en la
literatura, es la que se reflere al uso de las palabras
‘sexo y género.? Sexs es la palabra que generalmente
‘se usa para hacer alusién a las diferencias biolégl
relacionadas con 1a reproduccién y otros rasgos fisi-
cos y fisiolégicos entre los seres humanos. El
machos y hembras de la especte humana. Género,
por el contrarto, se rellere a las caracteristicas que
sociaimente se atribuyen a las personas de uno y otro
‘sexo, Los atributos de género son, entonces, femen!-
areas domést-
cas y manuales, la menor capacidad de abstraceién,
Ja belleza. Como mascullno, por oposicién, s¢ const
dera la brusquedad en las actuaciones, Ia violencia,
el egoismo, la competitividad, una mayor capacidad
de abstracetén, la fealdad,
2 Véase Cyinia Fucha Epstein, Decepio Det Gender
fan the Socal Order New Haven nd Landon,las practicas culturales en el discur-
Bia? y, sobre todo,
-nle no es el sexo, sino el género. Distingulr
ero también se mostré como lnpor-
teorias socto-biologicas que pre-
asiinto de los comportamtentos
res y mujeres a variables blolégl-
ia fuera una condena.*
jean las mujeres las encargadas
les del culdado y la crianza de los nifos.
Pero este hecho biologico ha sufiido importantes
‘modifica: con la Introduccion de las teenolo-
Y Procreacién artificial. Hoy
Mujeres son reproductoras y
momento puede ser que nl siquicra se
de una mujer para la reproduc
Los cambi
cho de que se haya ntrodi
ion de reproduccién ya son algo
‘nen atin la dimension
y género resultaba importante no sélo para socavar
la tendencia conservadora de los socio-biol
das por su sexo, de género
sis en las cuestlones relacionadas con el
4 Yeas, por slemplo, Shulaith Firestone, The Dialect of Sex
New York, Wiliam Morrow1 ferainlamo
A pesar de Ins discusiones recientes y de las confusio-
‘es inlefales en tamo al uso de este término (feminis-
mo}, es importante para los propésitos de este escrito
tualmente dos posiciones: la de
culinistas mitopoléticos” y la de
rofeministas
{ras socledades son patriarcales, es decir, aquellas en
las que existe una supremacia de lo masculine
La utllidad de asignar este referente
feminismo radica en que, por un lado. hace posible
reunir un conjunto de teorias y pracileas politicas
bajo un denominador comin, y, por el otro, permite
dis tinguir unas practicas teéricas y politicas de otras,
‘Sin embargo, el asunto del uso de esta etiqueta no
ha estado ex« bate. *
interior del femintsino mis-
pa
or otra parte,
st bien comparten la preocupacion por la construe,
fide dela idenudad masculina, no creen que los pro.
blemas se deriven de una “her! padre” sino de
tuna “herlda de madre", un ret
vi
‘no son una categoria itil para comprender
The Fltics of Montood, Philadelphia, Temple Universty ress,
1896: alice Jardine y Paul Selh (eda), Men it Feranter, New
‘de hombves puede encontrarse en Deborah Rhode, op. pp.
e290,
4H Véase Patrica Seth, “introdution’, en: Patrcta Seth fe
emit Jurspradence. pp. 0-16.
33dad social." Sefalan que bajo esta idea se esconde
una Intene!
tantes del feminismo cuando de hecho ellas,
Gnicas que tienen acceso realmente al debat
démico."* Por su parte, quienes deftenden I
Del mismo modo se expresan criticas a la
‘lén de agrupar tos distintos movimientos de
una Idea de lo “comin”. La eritica a
al hecho de que este interés
“unidad”, por resaltar lo “comin”, sirve para encu-
brir y proteger el poder adquirido de estas mismas
mujeres biancas y de clase
Ajacton de la agenda en la
nalmente se sefiala que este interés por Ia "Unidad"
Puede ir en desmedro de la necesidad de establecer
Puentes con otros movimlentos politicos que tienen
intereses comunes a los de los movimientos de mu-
Jeres y que comparten algunos miembros con estos
12. Como se verb mas adelante, eto als Wea de que sciaimente
l.gtnero es el principal acior de confguracion deb soa he
venido tanto de las mujeres negra y llinas, come del no
‘oderalame.
19. Martha Mahoney, Wheneas and Women tn Practice snd Theo-
"Reply to Catharine MacKinnon” en-Yale dour of Cave
and Feminism vol. 5, 1989, pp. 217-281
14 ease, por lemplo, Naney Fraser, susie Interupta, Bogotk,
‘Sisto del Hombre Eatoresy Universidad de low Andes, 1967,
‘The Combahce River Caletve, "A Black Femunce’
{Linda Nicholson, The Second Wave London, fo
p. 63-70: Patricia Hill Colina, “Defining Black
‘Thought, en: Md. pp. 241-259: Kimberle Grenatane, Den
-Aplracat Poli". en: The Unversty of Cheapo Lage Pcon,
1988. pp. 139-167.
mos." Las defensoras del uso del término “fet-
in el valor que tiene la
cuando se esta ubica-
poderoso dentro de la
edad. Ademas, ponen en evidencia el efecto per-
30 que podria tener sobre la organizacion de mu-
res el subrayar excesivamente la diferencia y no lo
: st cada mujer resulta eer en ultimas esen-
demas, sus problemas no
por la via politica sino que exigen res-
{duales. Seria el fn de los movimlentos.
iqueta tendré siem-
Lo importante es
108 pueden evitarsebies,
En segundo gar, se discute sobre e uso de
jetiqueta desde e] at et
cardiacas atributbies al:
mas del homteidio en la
hombres?"
clon at
Producto de sus decisiones Ind
fener hijos temprano, ella preflere eduscas a
MS cue Selaries con alguien que los cuide, ella pre
i ser secretarla cuando decidié no estid
«lla decict no obtener el ascenso al deelir a
18 Una presentacion exhas
1 gtneros pede enconi
clin de a desiguatad
oral io, ope
38
tanto tempo a sus his, ella decidié ser madre sol-
tera cuando tuvo relaciones con un hombre trres-
Ponsable, ella prefirié quedarse y aguantar los gol-
pes de un marido violento, ete.
elresentimien:
(o. Personal, por no tener un hombre
querer tenerlo, como en el caso de las lesbianas.
‘grupal, por no tener privilegios que las soctudades
‘gualltarias no pueden conferirle a ninguno de sus
‘grupos de poblacién. La consecuenela clara de este
Upo de argumentos es una nueva marginacién del
feminismo y las feministas, una marginacién que se
‘agrega a la marginacién que es propia del pensa~
miento y las luchas de los habltualmente excluidos,
luna doble marginacion. Ser feminista, pues, ¢s mu
‘cho mas dificil ahora que hace algun tiempo." Aho.
Fa, no sélo hay que convencer a los otros, hay que
convencer a muchos de los que hasta hace poco apo:
yaban al feminismo,
Asi, lo que involucra en Glumas este segundo \
fe en el debate es una nueva necesidad de justifl.
mica ¥ para ye necestaba un
‘curso verdadero: 1 me sugitio transactions comerciales
(Traduccion lel, Deborah fede: ep el
37
eeecacién del feminismo a Ia luz de los cambios en las
sociedades contemporamens-Posiblemente ia alta
ja de Ta prueba sea un argumento mas para
dcsalentar el uso de una etiqueta que para muchas
no solo esta desgastada, sino que tlene problemas
Pero, nuevamente, los argumen-
8 de! “feminismo” parecen més,
sélldos: st desaparece el feminismo como tal, ya no
quedara nadie que se encargue de correr el velo de
ta negacion de la desigualdad entre los géneros.™
En tercer y ulti
Somme Se exp
litico. Una
6n de este tipo no puede ser mas que un
0 politico.” Las feministas que se han dado
tarea de de rescatar a la “teoria feml-
contradictores, sin embargo se han
las mas aceptadas teorias sobre la
clencia y el conocimlento” para mostrar que lo
nico que distinguiria s feministas de
otras es su aceptacién ita del compromiso
politico que subyace a toda explicacion concep-
tual y a toda empresa de conocimiento, y su for-
20 mut
21 Veose Katherine Bart, “Feminist Leal Methods’en: Harvant
‘aw Redes vl. 105, No.4, 1980, pp 829-888 aire Seth,
opt.
122, Tren autores centre en cata “relic aon Netzache, Foust
1 Kuhn. Véanse.F. Sictzche. Fropmentos Potumes, Bogut
Norma 1997: F. Metache, La gonealogia de a oral Mec
‘Alanoa Earl, 1089; F. Melasche, La cerca oud Caracas
Monte Avia Edtores, 1985, F. Metesche, “Sobre verdad y men
lua en sent extramoral. en an Linares [ed Mlasces
38
feoria representa un comp!
lores y creencias sobre el modo en el que
organizado el mundo. La teoria feminista no
ino una teoria mas honesta que las demas.
quedaria més que in-
juaje en el sentido de
intentar mostrar que es posible const r-
pos de conceptos que no estén vinculados a una
clerta manera de v
que enfrentarse a
cla y no al uso del
particular,
‘Tipos de feminismos
Una vez delimilado el campo de las pricticas teérl-
Esta diversidad es el resulta-
7 iculdad del feminismo y de las
istas: hay leoria polilica feminista, teorfa Juri-
‘arcelona. Peninsula, 1988: Michel Foucault, The History of
‘Sesualty, New York,
Revolutions, Chicago, University of
op, esata Smt, op.
39dica feminista, teoria cient
coldgica feminista, teoria
social y natural, movimii
camente cada
Ja mujer en,
las Contempordneas, tanto en abstracto
como en concreto. Estas diferencias en la compren.
sion de la opresién se reflejan a su vez en las trans-
tende. Ast, para algunas fe
ser igualdad en cuanto a
al acceso a los recursos (fe
‘A estos dos grupos se agi
muntstas radicales, que sostienen que e|
social predominante y que
Jeres es un problema de falta,
0 tlene sus raices en
las relvindieactones
de la revolucion francesa
's obras de Mary
40
Wollstonecraft y John Stuart Mill Fue el prinet-
Pal apoyo teérico de los movimtentos sufragistas de
los sigios XIX y 4 Ubledndose en general dentro
el paradigm liberal de la época, lo que se exigia
ra Incluir a las mujeres como ttulares de los dere.
chos que disfrutaban los hombres, El argumento
Dara excluir a las mujeres era el de st menor capa.
‘ldad racional y por lo tanto su necesidad de protec.
ta educacién, al empleo formal y a la politica. Habia
ues que ellminar las barreras formales (legales) que
disminuian fa capacidad civil de las mujeres, su
autonomfa, que les impedian entrar en las éreas men_
clonadas. Este fue su objetivo politica y a pesar de la
demora, podria decirse que se vio satistecho.
Si bien los logros del feminismo liberal clsico no
pueden considerarse menores, empezaron a hacer.
se evidentes sus insufictencias, asi como las defl-
clencias de su sustento tedrico. Por un lado, y como
bien lo sefiala Betty Friedan en su ya clasieo libro
‘The Femenine Mystique,” a pesar de que las muje-
es norteamericanas tenfan acceso a la educacion y
al empleo, seguian relegadas a la esfera doméstica,
atrapadas por la mistica femenina de la mujer her.
‘mosa que vive en una casa en los suburbios, que
ene tres nos y que dedica su vida al “hogar”. Por |
otra lado, el feminismo liberal clasico fue victima delos ataques lanzados contra el liberalismo clasico en.
do por acoger clegamente los parémetros soclales
vigentes en cuanto a lo que debe ser un ser huma-
no, parémetros que reflejaban el punto de vista mas-
culino y no tenfan en cuenta las capacidades y ne-
especifieas de las mujeres.
lal aparece entonces como
iva que intenta superar las deficlencias ano-
Teoricamente se sittia dentro del liberalismo
que recoglende fos planteamlentos marxis-
tas, sostlene que la lbertad no puede ser efercida si
no Se cuenta con los recursos materiales necesarios
y por lo tanto propone entender la libertad en rela-
‘clén directa con la Igualdad de recursos. La rein-
terpretacién feminista del liberalismo social enfatiza,
en Ja desigual distribucién de recursos de acuerdo
pide entrar a clertas dreas.del mercado y ascender;
en fin, Las feministas liberales sociales, ademas, re~
28 ala ex undamenlalmente Ia criti de las feminstas de
ccogen el reclamo del desconocimiento de la diferen-
cia femenina para exigit que las mujeres reciban tra:
tamtento especial er lonado con sus funcio-
nes de reproduccton, particularmente en ta forma
de apoyo a las mujeres embarazadas y desempleadas
¥en la proteceion laboral dePidndose de manera
nista Incipiente que
Engels.” De acuerdo con
cién de las mujeres a es y su correlaliva
comodificactén es propia del modo de producclén
ta, en tanto éstos requleren de la repro-
de la mano de obra para seguir vigentes.
Esta reproduceién de la mano de obra comodamente
‘se ublea en el espacio de Ia f
debe generar nuevos individ
‘compromise con la teoria
embargo, el género como estru
social. Lo que proponen es que
capitalismo sean vistos como sie!
te dependientes. En este sentido, distingue
slén de la explotacion pero
Felacién, La opresién se ent
ara Feiner’
fen: Linda Nicholson [ed op.
92. Frederic Engels, Orgen dei fonda, prope prod y
Estado, Bucios Alves, Editorial Clarkod, 1o48.
44
trabajo. La explotacién es una forma de opresién,
pero no Ina de las mas d
Esta afirmacion de la dependencia mutua de!
Patriarcado y el eapitalisme no s6lo asume la ma-
Jeabilidad del patriareado frente a las necesidades
del capitalism, sino que asume la maleabilidad del
capital frente a las necesidades del patriarcado,
Cuando uno sefala que el eapitalismo necesita dei
‘A pesar de que tanto el feminismo liberal social
como el feminismo socialista, superan de manera
importante los planteamlentos del feminisme liberal
eldsico, su tender
mente (ante el desp
ral)
Jfeminismo los femintsmos I\-
berales y soc! Isamente en su relvind!-
cacion de la diferencia de las mujeres y en su re~
30 la Eten “Deeg a her of Capt Pata
Sn Scat Fenian lah Ecce ccnp ope
Richy ante Cas Scat emia oe thao
‘34 Vea Nancy Fraser, op. et: Rosemarie Tong. op
45
poem |Game Por el reconocimiento de esta diferencia. El
untsmo es la obra de Carol
de Nancy Chorodow”* y lo
u Identificacién. La consecuencia
mientras las mujeres pereiben el
como un conjunto de relaciones de
's son parte y que merecen su aten.
Jos hombres perciben el mundo como
individuos cuya autonomia debe ser
rincipal valor de las mujeres, en este"
el culdado, y su mayor temor, el als,
hombres, por el contrario, valorarian
bridge, Harvard Univeraty Freee
er Li or
Setar eco ae
coerce nae
‘rer genera
Shen agra
y ésto como algo vailoso, se olvida de que lo fement-
no ha sido construido soctalmente y que las socie-
dades en las que nos enconte
Conve el ese de amas socto bolo
cosy las tendenciaa patermallaaa-* ¥ cate ceric:
mente no ea un resgo pequeno, menos ahora cua.
dolas explleacones Blololees han ganado un sero
"El Jentitamo radical) por ultimo, encventza au
mejor“EXpreston en Ia obra de Catherine Mac-
Kinnon.® MacKinnon sostiene que la eatruclra
fundamental dela socledad es el genero, slend eats
laiinea que determina primeriamente Ie distribu,
fen virtad de que loa hombres tes
jue 9e manifiesta en su bre aces.
‘op. eit. pp. 110-198; Deborah
op et
fo sgutentes términoe: lfm
dl poder: la exualldad ent determined
a7tent lag Temntatasposrvorerean
oF Gintercan por ou auheae ee Were
Sujeto no ea mas que una construccion sacl, Sore
Aue no puede tener en si mismo ninguna eseact,
hinguina caracteristca que fo defina y que le pest
hezea por ser exe sufeto'y no alg ote’ Low thogoo
{que se le atribuyen, su ismo Seer indivicual Son
resultado de nteraccones sociales que se reigon
Y¥ se crean dentro del lengua, conatucctn seed
Por excelencta,
Tipos de retacion entre el feminlamo y el derecho
Tal y como se afirmé en la tntroduceién, ta relactén
entre el feminismo y el derecho asume muchas y
variadas formas. Para entenderla mejor vale la pena
introducir algunas distinciones. La primera distin-
cion y la mas simple es la que puede establecerse
entre el feminismo como critico del derecho y el de.
echo como herramienta del feminismo. A su vez,
dentro de la critica ferninista al derecho pueden dis.
Unguirse la critica que se hace a los presupuestos
del derecho y a sus noctones:
que se ubicaria por esta razén en el ambito de la
teoria del derecho, y la critica a lag instituciones Ju.
ridicas actualmente existentes, Y dentro de los us0s
46 Dentro e a trga Ista de eminiatas poamodernas se destacan,
‘dualih Butler, op. zis Maren Young, on al: Jane Flax
“Fostmaderiam and Gender Relations in Feminist These
‘Signe. PP. G21 y ss. Jame Flax, Thinking
‘cuentran sustento para usar de modo estratégico el
derecho. La posibilidad de entreeruzamiento F)
de, pues, en ulllmas, de la manera en la que cada
uno de estos feminismos entiende el derecho y la
relacion de éste con otras esferas de la vida social
LA CRITICA FEMINISTA AL DERECHO
Pueslo que hacer una presentacion compreherisiva
de ta critk sta al derecho rebasa las inten-
ides de esta tntroduccién, vamos a
una presentaclin muy general de
en tres de sus aspectos. Primero,
iclo de socledades patriarcales,
de el punto de vista masculinose reducen a la aproy
sexualldad femenina y por esta via 8 lo
| modelacton del ser y el deseo femenino.™ las fom
En seg se
cuando el derecho protege
de las mujeres ¢ introduce su punto de vista,
aplicacton por Inaituciones ¢ indlviduos moldeados por
{a \deologia patriarcal, ha desfavorecido a las mujeres,
El trabajo de Susan Estrich® sobre la violacton marco
lun verdadero hito al respecto al demostrar que a pesor
de que la violacién esta penalizada y de que los niveles
de impunidad son bajos segtin las cifras offclales, las
‘Ideas de los jueces, Ascales
47 Sohn ea Jur ae: UerstyefCnee
(ge Law Reviews, vol. 56, 1988, p. 1 i
418 Gana Maccmen, Tol a Fenest Toy fe Sue
ope.
48 Carol Gitigan. ma Dyer Voc. op
50 Susan Etrich, Rel fope, Cum arvard Unters Pres,
1987.
82
lado Caring
Jor Justice.* En este libro, West contintia el esfuerzo
de la ética del culdado.
Instituciones jurfdicas sometidas
ain critica feminista
‘Al contrario de lo que ocurre en el plano d
abstracta, en el plano de las instituciones
Los esfuerzos de las feministas Uberales clasicas
se dirigleron prineipalmente contra las normnas juri-
que excluian a las mujeres como destinatarias
contra las regias que preveian el derecho ai
‘lo para los varones, contra las que estable-
ian la potestad marital y contra las restriceiones en.
educacion superior que impedian a las mujeres
sntrar a las universidades de los hombres, y contra
la normas laborales que impedian a las mujeres ac-
ceder a ciertos empleas u horarios. En general, sus
tharine Mackinnon, Toward a Rent Theory ofthe State
Robin West, Caring fr Juste op. ot
53criticas fueron exitosas. Las normas juridicas fue-
ron transformadas para proveer formalmente igua-
Jes derechos a hombres y mujeres.
que los hombres, debian tener derecho a controlar
‘su proplo cuerpo y que este derecho, que hace parte
det derecho mas general a la autonomia, debia pre
valecer sobre la proteccién a la vida en gestacién.
Tambien en e
volo sino cl derecho a una tgual participacién en el
Estado para garantizar una igual representacién.™
53 Una presentaclén de los lojros de la feminisias tberates
«fleas en os Estados Unidos pusde encontrar en Johan
‘Univeraty abl 90-maye 2, 1998 main pubieare.
54
‘Al igual que en los casos anteriores, sus peticiones
wn tendo b to.
as liberales soclales y socialls-
in directamente ligad:
las mujeres cuenten co
-claman normas que garanticen la no di-
(én de las mujeres en razén del embarazo,
wwjeres la posibilidad de emplearse siendo ma-
dres (guarderias) y sistemas de seguridad social que
protejan a las mujeres contra los riesgos particula-
res derivados de su situacién como productoras-
a"
Las critieas de las feministas culturales 0 de la
diferencia contra instiluciones juridicas vigentes se
lay depende de a aprobacion
13 de le Conaitaclon Plea)mujeres
los hombres y de Introdueirlas en el mundo de la
‘any valoren
el punto de vista y las practica particulares de las
mujeres.
Las criticas de las feministas radicales, por
‘mo, se ubican en el campo de los derechos sexu:
Sus esfuerzos se han dirigide a mostrar cémo la:
normas juridicas existentes garantizan a los hom-
‘bres un “derecho de acceso" a la sexualidad fement-
na. Sus exigencias también se han visto amp
reflejadas en transformactones de las normas lego
les. La penalizacion de la violacién entre cényuges,
a regulacién del acoso sexu
normas procesales que pi
los procesos por violaciot
clon de tos coneeptos dé
y la viol
. La ordenanza cuya aprobacion
\apolis, en la que se est
iibucion de pomografia (entendl-
da como las reproducciones graficas de Imagenes
lograron en
como delito I
en las que aparecen mujeres 0 nifios sometidos
‘sexualmente y disfrutando del sometimlento), fue
declarada inconstitucional por la Corte Suprema de
los Estados Unidos.”
Los métodos feministas
Sigulendo a Katherine Bartlett® podria decirse que
métodos feministas en el andlists juridico son
primero es el de Ia pi
plo, se ha exigido releer las normas que consagran
‘el derecho a no ser sometida a torturas, tratos crue-
les, inhumanos y degradantes, habitualmente liga-
do a la regulacién de la potestad sanclondjoria del
jolencia doméstiea como
to cruel y reforzar la ne-
El segundo método al que se reflere Bartlett es el
de la “razin prictica femenina”. Partiendo de la dea
aristotéliea del razonamiento contextual en materia
50 Amertzan Bookselers Asset & Hudeud. 771 F-24929 (7th
‘Ci. 1980); alfa. Mem. 478 U.S. 1001 (1066) Las Lerminospréctica, varias feministas han senalado que no s6lo
la forma de razonamiento especificamente femenina
8 contextual, sino que el andlisis tépico debe ser
Introducido para dar cuenta de la diferencia de las
jeres en la aplicacton de las normas juridieas, Bl
‘método del razonamlento practico aflrma que lo
Portante es considerar las miltiples variables para
lograr “integraciones y reconciliaciones creativas". no
¢! pensamiento dlcotémico ni la ponderacton de prin.
8 estindares, aunque no 3
nlega la Importancia de las reglas en la toma de der
clstones.**
El tercer método de anallsis Juridiéo al que se
reflere Bartlett es el de la “creacion de conciencia™,
ue por estar dirigido mas a la WenUMleacton de los
Problemas de las mujeres, la autora preflere cons
derarlo un “meta-método”. Este método tmplica is
reaction colectiva de conoctmiento a partir de ls
puesta en comun de las expertencias de vida de las
‘mujeres. A partir de este conocimiento, ae hace po.
sible la movilizactén en tomo a la modificacion de
Ja legislacién vigente, ya sea en el escenario de In
legistacion o en el de la adjudicacion, Peros aden
mds, la creacién de conclencia tiene un electe de
empoderamtento respecto de las mujeres que parti
elpan.®
Martha Minow y Blrabeth Spelman. op ct, podria careiceser
de este tipo.
(63. Como ya se dijo antes, una de las grandes defensoras del mélo-
do de ereacén de conciencta ex MacKinnon. Vease Cathecioe
MacKinnon. Teweard a Femist Theory ofthe Sate op. ok
5B
‘A modo de conclusion
omo expligué en Ia introducelon, el propéstto de
tate loi ers presenta de manera snl pera con
Sulelentes mates ef context en el Que e uble
texto de Robin West que se duce acontinae
roncgteamente et ariculo de West ce ater
figunae docuolones que sere
particular en au
lla autora ademés da el
ropontendo una
querré conocer esté
después de recorrer
sale por su claridad
tamente no los hace trrelevantes. El reto, sin embargo,
fs aprender sin allenarse, producir conocimlento pro-
plo sobre la experiencie propa. Eapero que eats tex
{os sean una Inspiracton para un aumento en la pro-
ducelén de teoria feminista colomblana sobre el
derecho colombiano.: BIBLIOGRARIA
-minist Theory in
Columbia Journal
BARLETT, Katharine, “Feminism Legal Methods", en:
Harvard Law Review, vol. 3, No. 4. 1980,
+ "Gender Law", en: Duke Journal of Gender Law
. Thinking Academic Freedom tn Genderect Post-
‘colonialiy, Capetown, University of Capelown Press,
1999,
60
CHORODOW, Nancy, The Reproduction of Mothering:
Psychoanalysis and The Sociology of Gender,
Berkeley, ity of Califor
CIGARINI, Lia, “Apasiohadas por
Joanne, “The invisibility of Women in
ww: Gender Neutrality in Model-bull-
-mationall Journal of the Sociology of
sity of Chicago Legal Forum, 1989.
DIGBY, Tom (ed.). Men Doing Feminism, New York,
ea, Intercourse, London, Secker &
Warburg, 1987,
EISENSTEIN, Zillah (comp). Capttalist Patriarchy and
‘he Case for Soctalist Feminism, New York, Monthly
Review Press, 1979,
ENGELS, Frederich, Origen de la familia, 1a propie-
dad privada, fado, Buenos Alres, Editorial
Claridad, 1946,
ESTRICH, Susan, Real Rape, Cambridge, Harvard
University Press, 1987,
FIRESTONE, Shulamith, The Dialectic of Sex, New
York, William Morrow, 1970.
FLAX. Jane, “Postmodernism and Gender Relations
in Feminist Theory”, en: Signs, vol. 12, 1987.
+ Jane, Thinking Fragments: Phychoanalysts,
Feminism and Postmadernism in the Contemporany
West, Berkcley. University of California Press,
1990,
61
oeFOUCAULT, Michel, The Archaelogy of Knowledge, New
‘York, Pantheon Books, 1982.
—— « The History of Sexuality, New York, Pantheon
Books, 1978.
—~, The Onder of Things: an Archaelogy of the Human.
‘Sclences, New York, Vintage Books, 1973,
FRASER, Nancy, Justia Interrupta, Siglo del Hombre
Editores-Universidad de loa Andes, 1997,
FRIEDAN, Betty, The Feminine Mystique, Hardmonds-
worth, Penguin Books, 1963,
don, Yale University Press, 1988,
GILLIGAN, Carol, In a Different Volce: Psychologteal
‘Theory and Women's Development, Cambridge,
Harvard University Press, 1982.
HARRIS, Angela P., “Race and Essenttalism in Feminist
Legal Theory", en: Stanford Law Review, vol. 42,
1990.
HARTMANN, Held! y AARONSON, Stephanie, “I
IRIGARAY, Luce, Speculum of the Other Women. IUsaca,
‘Comell University Press, 1985.
Luce, This Sex Which ts Not One. ithaca, Cornell
University Press, 1985.
: YARDINE, Alice y SMITH, Paul feds), Men in Feminism,
KHUNS, Thomas, The Structure of Scientific Revolutions,
Chicago, University of Chicago Press, 1996.
2
KOHLBERG, Lawrence, The Philosophy of Moral
Development, San Francisco. Harper and Row,
1981
LEON, Magdalena (comp:), Mueres y participacién
politica. Avances y desafios en América Latina,
Bogota, Tercer Mundo Edilores, 1994.
LICKONA. T, (ed.), Moral Development and Behavior:
Theory, Research and Social Issues, New York,
Inchart and Wiston, 1976.
, Helen y FOX KELLER, Evelyn (eds.),
1996,
ine. Derecho y pornografia, Bo-
de los Andes y Siglo del Hom-
7,
af the state,
-w York, Routledge,
Cambridge, Cam-
9,
beth, "In Con-
Patriarchy and
Positions at the
63
eae—T-
End of the Twentieh Century, Oxfor
of a 7 uy. Oxford, Claredon
MORAGA, Cherrie, “From a
Line of Venda:
Aine Herman
Theor Femhism. Peale
nantes ct Sate Sdences,
roline, Gender ly and Decelopmen
Theory. rats and Tan, London, Rowe.
NIETASCHE, Frederich, Fragm
gotd, Norma, 1997.
» La etencia Jovtal, Ca: font
ee wracas, Monte Avila
. Compu
and Lesbian Existence, Loni
sexually,
RORTY, Amelia, Mind in Action, Boston, Beacon Press,
1988,
SAPORTA, Naney y otras, “Feminismo en América
Latina: de Bogota a San Bernardo”, en: Mujeres y
partiipactén politica, Bogot4, Tercer Mundo Edl-
tores, 1994,
THREFALL, Montea (ed.)
Mapping the Women’s
1998.
Women
. Oxford
University Press, 1990.
TONG, Rosemarie, Feminist Thought, San Francisco,
Westview Press, 1989.
‘TUANA. Nancy y TONG, Rosemarte (eds.), Feminism
‘and Philosophy, Oxford, Westview 1985.
VELASQUEZ, Magdalena y otros (eds.), Las mujeres
‘de Colombia, Tomo 1, Bogota.
Norma, 1995.
VILLARREAL, Norma, "Bl camino de la utopfa femt-
‘nista en Colombla, 1975-1991", en: Mujeres y
articlpacién politica, Bogota. Tercer Mundo Edl-
tores, 1994. .
VISVANATHAN, Nalin! (co-ordinator); DUGGAN,
‘Lynn, NISONOFF, Laurie and WIEGERSMAN. Nan.
1997.
WEST, Robin, Caring of Justice, New York, New York
University Press, 1997.
Jurisprudence and Gender”, en: University
of Chicago Law Review, vol. 85, 1988.
WITTIG, Monique, “One Is Not Born a Woman", en:
Feminist Issues, vol. 1, No. 2. 1981.
__" Monique, “The Mark of Gender”, en: Feminist
‘Issues, vol. 1, No. 2,
WOLLSTONECRAFT, Mary, A Vindication of the Rights
‘of Woman, London, Penguin Books, 1972 (1992).
WOOLF, Virginia, A Room of One's Own, London,
Hogarth Press, 1929.
6s.
——_—