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CAPITULO OCHO Fatiga 8.1 INTRODUCCION Hasta la mitad del siglo XIX los ingenieros todavia trataban las cargas fluctuantes o repetidas en la misma forma que la carga estatica, excepto que utilizaban factores de seguridad mayores. El uso del término fatiga en estas situaciones aparentemente fue introducido por Poncelet en Francia en un libro publicado en 1839. Las autoridades modernas sugieren que el término fractura progresiva seria més apropiado. Las fracturas por **fatiga’’ principian con una grieta diminuta (por lo comtin micros- pica) en una dtea critica de alto esfuerzo local. Se presenta casi siempre en un elemento geométrico que eleva el esfuerzo. Ademis estén implicadas las fallas diminutas del material © las grietas preexistentes (recuerde que en la seccidn 6.3, la mecdnica de las fracturas supone grietas preexistentes en fodos los materiales). Al inspeccionar las superficies des- pués de la fractura final (como en la figura 8.1) con frecuencia se observa donde se agrand6 gradualmente la grieta partiendo desde una “‘rizadura"’, marca semejante a las que forman en la arena de las playas, a la siguiente hasta que la seccién se debilit6 lo suficientemente como para que ocurriera la fractura final en una aplicacién maxima de carga. Lo anterior Puede suceder debido a que e! esfuerzo excede la resistencia final, presentdndose la fractura ‘como en una prueba estdticaa la tensién. Porlo comin, la fractura final es principalmente como si el material fuera **fragil’’. y tiene lugar seguin los conceptos de la mecanica de fracturas tratados en las secciones 6.3 y 6.4. (Recuérdese que la fractura del material como si fuera fragil la favorece una alta concentracién de esfuerzo y una aplicacion rapida de la carga, estando ambas presentes normalmente cuando ocurre la fractura final por fatiga). En la figura 8.1, la curvatura de las “*rizaduras” sirve para indicar el origen de la falla. E} drea con marcas se conoce como zona de fatiga, Tiene una textura lisa y atercio- pelada desarrollada por la presién repetida de juntar y separar las superficies que encajan en la grieta. Esto contrasta con la fractura final relativamente aspera. Una caracteristica distintiva de la fractura por fatiga de un material diictil es que hay poca, en caso de que la haya, distorsién macroscépica ocurrida durante todo el proceso. en tanto que la falla debida a sobrecarga estética produce una gran distorsién. 237 238 FATIGA Zona de la fractura final (por lo comin como si fuera material fragil (superficie éspera) Rizaduras"’ en la Zona de la fatiga (superficie lisa, “atercio: pelada"") Figura 8.1 Falla a la fatiga originada en el filete de un eje del cigtiefial de avién (Acero 4340 SAE, dureza 320 Bhn). 8.2 CONCEPTOS BASICOS La extensa investigacién en el siglo pasado ha hecho que se entiendan parcialmente los mecanismos basicos asociados con las fallas por fatiga. La referencia 3 contiene un resumen de gran parte del conocimiento actual tal como se aplica a los objetivos ingenieriles. Los siguientes son algunos de los conceptos fundamentales y elementales que ayudan a entender el patrén del comportamiento observado en la fatiga 1. La falla por fatiga la provoca la deformacidn plastica repetida, como cuando se rompe un alambre doblandolo hacia atrés y adelante en forma repetida. Sin ceden- cia plastica repetida. no pueden ocurrir fallas por fatiga. CONCEPTOS BASICOS cd 2. Mientras que un alambre puede romperse después de unos pocos ciclos de totales cedencias plasticas, las fallas por fatiga se presentan en forma tipica después de miles 0 aun de millones de ciclos de cedencia diminuta que con frecuencia existe s6lo aun nivel microscépico. Puede ocurrir a niveles de esfuerzos muy por abajo del punto convencional de cedencia determinado 0 limite eldstico. 3. Debido a que la cedencia plastica local puede ser el principio de una falla por fatiga, es necesario que el ingeniero enfoque su atencién a todos los lugares po- tencialmente vuinerables, como barrenos, esquinas marcadas, cuerdas, cufieros, raspaduras en la superficie y corrosin. Uno de tales lugares se muestra en el fondo de una muesca en la figura 8.2. Reforzar estos lugares vulnerables, con frecuencia, es tan efectivo como hacer la parte entera de un material mds resis- tente. 4. Sila cedencia local es suficientemente pequefia, el material puede reforzarse para evitar la deformacién, haciendo cesar la cedencia. Entonces, la parte en realidad se beneficia con esta leve sobrecarga. Pero si la cedencia local es un poco més, la carga ciclica repetida causard una pérdida de la ductilidad local (segtin los conceptos expuestos en la seccién 3.3) hasta que la deformacién ciclica impuesta en el punto vulnerable en cuestién no puede soportar mas y sobreviene la fractura. 5. La grieta inicial por fatiga provoca por lo comin un aumento en la concentracién local de esfuerz0. Conforme evoluciona la grieta, el material en el fondo de la misma en cualquier momento en particular esta sujeto a cedencia destructiva, in- versa y local. En la medida en que se hace mds profunda la grieta, reduciendo por lo tanto la seccién y ocasionando que aumenten los esfuerzos, la velocidad de propagacién de la grieta aumenta hasta que la seccién remanente ya no es capaz de soportar una sola aplicacién de carga y ocurre la fractura final, por lo comin, segtin los principios de la mecénica de las fracturas. (Hay casos donde la grieta por fatiga se desarrolla en una regién de mas bajo esfuerzo, mayor resistencia del material 0 ambos y la grieta ya no aumenta, pero estos casos no son comunes.) La prictica presente de la ingenieria se apoya en el acervo de informacién empirica que se ha acumulado mediante las pruebas de fatiga de numerosos materiales, en diversas formas, y sujetos a diversas clases de carga. El resto de este capitulo se basa principalmente en esta informacién. El articulo siguiente describe la prueba estandarizada a la fatiga de R. R. Moore, la cual se usa para determinar las caracteristicas de resistencia a la fatiga de mate- riales bajo un conjunto de condiciones estandarizadas y muy restringidas. Después de revisar el patrén de los resultados obtenidos con esta prueba, las secciones subsecuentes tratan sobre la influencia de la desviacién de la prueba esténdar en formas diferentes, de tal manera que se Ilegue al caso completamente general de la fatiga, en forma ordenada. Regién pequefia de comportamiento pldstico El cuerpo principal tiene ‘comportamiento eldstico Figura 8.2 Vista amplificada de 4a regidn de la muesea 240 FATIGA Las generalizaciones de os patrones de comportamiento a la fatiga desarrollados en el resto de este capftuzlo capacitan al ingeniero para estimar el comportamiento a la fatiga de combinaciones de materiales, geometria y carga para las cuales no hay informacion de prueba. Esta es una practica extremadamente importante en la ingenierfa moderna. El disefio preliminar de partes criticas implica normalmente este procedimiento. Luego se construyen prototipos del disefio preliminar y se sujetan a pruebas de fatiga. Los resul- tados proporcionan una base para mejorar el disefio preliminar y llegar a un disefio final, id6neo para la produccién. 8.3 RESISTENCIAS ESTANDAR A LA FATIGA POR ROTACION-FLEXION (S,) La figura 8.3 representa una maquina esténdar de R. R. Moore para probar a la fatiga una viga giratoria. El lector debe verificar que la carga impuesta por los cuatro cojinetes Jocalizados en forma simétrica ocasione que sobre la porcién central del espécimen actie una fuerza de flexién pura (es decir, cortante transversal igual a cero), y que el esfuerzo en cualquier punto pase por un ciclo de tensién-compresién-tensién con cada rotacién de la flecha. El nivel més alto de esfuerzo esté en el centro, donde el didmetro es de 0.300 pulg EI gran radio de curvatura evita la concentracién de esfuerzo. Se escogen diversos pesos para dar los niveles deseados de esfuerzo. La velocidad det motor por lo comin es de 1 750 rpm. Cuando falla el espécimen, el peso cae, desconectando los puntos de contacto C, con lo que se detiene el motor. El ntimero de ciclos hasta el momento de la falla lo indica un contador de revoluciones. Una serie de pruebas hechas con diversos pesos y usando especimenes de prueba hechos con cuidado para que sean tan idénticos como sea posible, dio los resultados que se grafican en las curvas $-N. Como se ilustra en la figura 8.4, las curvas S-N se grafican ya sea en coordenadas semilogaritmicas o log-log. Obsérvese que la intensidad del esfuerzo invertido que causa la falla después de un niimero dado de ciclos se lama resistencia a la fatiga correspondiente al ntimero de ciclos de carga. Numerosas pruebas han establecido que los materiales ferrosos tienen un limite de resistencia a la fatiga definido como el nivel mis alto de esfuerzos alternantes que pueden soportarse indefinidamente sin falla. El simbolo usual para el limite de resistencia a la fatiga es S,. Se indica como S; en la figura 8.4, donde la prima indica el caso especial de la prueba estandar ilustrada en la figura 8.3. Las Acoplamiento Ciara flexible de prusba g Contador de reve- luciones (tacémetro) Pesos” 0 vAC Figura 8.3 Maquina de R. R. Moore para probar a la futiga una viga giratoria RESISTENCIAS ESTANDAR A LA FATIGA POR ROTACION-FLEXION (S’y) 241 8 £ = S (kib/pulg’) S 5 5 5 : : 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Vida a la fatiga, N (ciclos x 10%) 4) Coordenadas lineales (no 86 usan por razones obvias) ‘ndby/pulg®) & s 78 maximo. 8 3 Hesistencia a la tatiga 0 estuerzo 10% 10° 10° 10” 10° Vida a la fatiga, N {ciclos (log)) +b) Coordenadas semilogaritmicas a3 3 ie 32 Eo 22 a2 Es 38 10° 10" Vida a la fatiga, N (ciclos (log)). ) Coordenad: log-log ra 8.4 Tres graficas S-N de valores representativos de la fatiga en acero de 120 Bhn. 242 FATIGA S = 0.95, (en kibipulg?, $ = 0.45 * Bhn; en MPa, S = 3.10 * Bhn) $5, (09) Vida W [ciclos (log)! Sin = 0.85, (en kib/pulg?, S, = 0.25 * Bho; en MPa S‘, = 1.73 * Bhn) 10 2 4 6810 2 4 6B 2 4 GBP 2 4 rrr Figura 8.5 Curva S-N generalizada para acero dulce con informacion sobrepuesta [7]. coordenadas log-log son particularmente convenientes para graficar las curvas ferrosas S-N debido a la relaci6n lineal mostrada. La figura 8.4c ilustra el cambio brusco en la direccién de las curvas S-N para materia- les que tienen un limite de resistencia a la fatiga claramente definido. Este cambio brusco se presenta normalmente entre 10° y 10” ciclos. Es costumbre hacer la suposicién moderada de que los materiales ferrosos no deben someterse a esfuerzos arriba del limite de resis- tencia a la fatiga si se requiere una vida de 16° 0 més ciclos. Esta suposicién se ilustra en la curva generalizada $-N para el acero de la figura 8.5. Debido a que las fallas por fatiga se originan en puntos locales de relativa debilidad, los resultados de las pruebas de fatiga tienen mayor dispersién que los de las pruebas esté- ticas. Por esta raz6n, el enfoque estadistico para definir la resistencia (véanse las secciones 6.13 a 6.15) tiene mayor importancia. Las desviaciones esténdar de los limites de resis- tencia a la fatiga estén por lo comin en el rango de cuatro a nueve por ciento del valor nominal. En forma ideal, la desviacién estdndar se determina experimentalmente a partir de pruebas que corresponden a la aplicacién especifica implicada. Con frecuencia se usa el 8 por ciento del limite de resistencia nominal a la fatiga como un cdlculo moderado de la desviacién estandar cuando no existe informacién mas especifica. La dispersién de la informacién ilustrada en la figura 8.4 es tipica para pruebas controladas cuidadosamente. La banda de dispersién marcada en la figura 8.4 ilustra un punto interesante: es pequefia la dispersién en la resistencia a la fatiga correspondiente a una vida dada; la dispersién en la vida de fatiga correspondiente a un nivel dado de esfuerzo es grande. Aun en pruebas cuidadosamente controladas, estos valores de vida pueden variar en una gama de cinco o diez a uno. Se han llevado a cabo en las tiltimas décadas una multitud de pruebas estndar a la fatiga (figura 8.3) con resultados que tienden a conformar ciertos patrones generalizados. Las que tienen uso mas comin de éstas se muestran en la figura 8.5. Tan s6lo conociendo la resistencia tltima a la tensin se puede hacer répidamente una buena aproximacién de la curva completa S-N para el acero. Ademés, la resistencia a la tensién puede estimarse mediante,una prueba de dureza no destructiva. Para los aceros, la resistencia a la tensién en Ib/pulg? es alrededor de 500 veces la dureza Brinell; entonces, una estimacién moderna del limite de resistencia a la fatiga es casi 250 Hy. La tiltima relacién se puede hacer RESISTENCIAS ESTANDAR A LA FATIGA POR ROTACION-FLEXION (S“,) 243 Dureza (Hs) 285 375 140 klb/pulg! 100 8 8 & Limite de resistencia a la fatiga S, (MPa) 2ob Limite de resistencia a la fatiga S$”, Dureza (Rockwell Ci Figura 8.6 Limite de resistencia a la fatiga comparado con la dureza de c tro aleaciones de acero. (De M. F. Garwood, H. H. Zurburg y M. A. Erick- son, Interpretations of Test and Correlation with Service, American Society for Metals, 1951, p. 13). sélo hasta valores de dureza Brinell de alrededor de 400. El limite de resistencia a la fatiga puede o no continuar aumentando para durezas mds altas, dependiendo de la compo- sicién del acero. Esto se ilustra en la figura 8.6. Aunque se calcula que la resistencia a la fatiga de 10° ciclos en la figura 8.5 sea el 90 por ciento de la resistencia final, la resistencia real no es tan alta, La razén es que los valores de resistencia a la fatiga correspondientes a los puntos de prueba de la figura 8.4 se calculan con la férmula elastica, ¢ = Mc/I. Las cargas lo suficientemente grandes para causar falla en 1 000 ciclos por lo comdn ocasionan cedencia significativa, que pro- vocan esfuerzos reales que son mas bajos que los valores calculados. Este punto se ilustra en la figura 8.7. Maximo esfuerzo realy Maximo esfuerzo calculado Figura 8.7 Representacién del maximo esfuerzo a la fle en vida corta a la fatiga (1000 ~) (Nota: El esfuerzo maximo calculado se usa en tas grificas S-N). g 80 70 60. 50 35 25 18 16, 14] 10 Estuerzo @ Ia flexion alterno maximo, S (kib/pulg’ (log)) 8 g ove 10° 10* 10° 10° Vida a la fatiga, WV (ciclos (log) Figura 8.8 Bandas S-N para aleaciones de aluminio representativas excluyendo aleacio- nes dulces con 5, < 38 kib/pulg?. Dulce 10? 10° 400 300 250 200 150 100 75 50 108 5 (MPa (log) FATIGA Las caracteristicas de resistencia a la fatiga del hierro fundido son similares a las del acero con la excepcién de que el limite de resistencia a ta fatiga corresponde a casi 0.4 (y no a 0.5) veces la resistencia final. Las curvas representativas S-N para diversas aleaciones de aluminio se muestran en la figura 8.8. Obsérvese que, en la direccién, no hay cambio brusco que esté definido claramente ni un verdadero limite de resistencia a la fatiga. Esto es tipico de los metales no ferrosos. Aleaciones representadas: 1100-0, H12, H14, H16, H18 3003-0, H12, H14, H16, H18 5052-0, H32, H34, H36, H38 ala fatiga a 5 x 10° ciclos 20 30 L 1 L L L 1 0 50 100 150 200 260 Resistencia a la tensién, Sy (klb/pulg’ L 300 5, (MPa) 2014-0, 4, ¥ 16. 2024-3, 736, y T4 6061-074 y TE 2 ) 400 480 500 742, 15,76 7075-76 1 560 Figura 8.9 Resistencia a la fatiga a 5 x 10° ciclos, aleaciones dulces de aluminio comunes. (MPa) s, RESISTENCIAS A LA FATIGA POR CARGAS AXIALES INVERSAS. 245 Estuerzo alterno maximo, $ (kib/pulg? (log) 'S (MPa (log}) 10° 4 68108 92 4 6810" 4 6 810® Vida a la fatiga, N (ciclos (log) Figura 8.10 Rangos generales de curvas S-N para aleaciones de magnesio. Si no existe limite de resistencia a la fatiga, se utiliza con frecuencia la resistencia a 10°, 0 bien, 5 x 10°. (Para dar una idea clara del tiempo requerido para acumular esta cantidad de ciclos, tome en cuenta que un automsvil puede recorrer, en casi todos los casos, cerca de 400 000 millas antes de que cualquiera de sus cilindros haya completado 5 x 10* veces). Para las aleaciones tipicas de aluminio dulce, la resistencia a la fatiga de 5 x 108 ciclos estd relacionada con la resistencia a la tensién estética como se indica en la figura 8.9. Las curvas S-N tipicas para aleaciones de magnesio se muestran en la figura 8.10. La resistencia a la fatiga de 10° cicios es casi 0.35 veces la resistencia a la tensién para la mayoria de las aleaciones dulces y fundidas. Para las aleaciones de cobre (incluyendo latones, bronces, cuproniquel, etc.), fa razon de resistencia a la fatiga de 10° ciclos respecto a la resistencia estética a la tensién varia entre 0.25 y 0.5 en la mayoria de los casos. Para las aleaciones de niquel, la razén de estas resistencias, por lo comtin, estd entre 0.35 y 0.5. EI titanio y sus aleaciones se comportan como el acero, ya que tienden a exhibir un verdadero limite de la resistencia a la fatiga en ef rango de 10° a 10’ ciclos, con dicho limite entre 0.45 y 0.65 veces la resistencia a la tensién. 8.4 RESISTENCIAS A LA FATIGA POR CARGAS AXIALES INVERSAS Y A LA FLEXION REVERSIBLE Si un espécimen de prueba, similar al usado en la maquina de pruebas de R. R. Moore, no gira pero esté montado horizontalmente con un extremo fijo y subiendo y bajando alterna- damente, se producen esfuerzos de flexién inversos. Estos sélo difieren de los esfuerzos causados por la flexi6n rotatoria en que los esfuerzos méximos estan limitados a la parte superior y la parte inferior, en tanto que aquélla produce esfuerzos maximos en toda la circunferencia. En la flexién rotatoria, fa falla a la fatiga se originard desde el punto més débil en ta superficie; en la flexién reversible hay una alta probabilidad estadistica de que 246 FATIGA, el punto més débil no esté exactamente en la parte superior o en la inferior. Esto significa que, por lo comtin, la resistencia a la fatiga en la flexidn reversible es ligeramente mayor que en la flexi6n rotatoria. La diferencia es pequefia y. generalmente, no se considera. Enton- ces, cuando se trata con problemas que implican flexién reversible, se introduce en forma deliberada un pequefio error, desde un punto de vista moderado. Un razonamiento similar indica que una carga axial inversa, que sujete la seccién transversal completa al maximo esfuerzo, darfa resistencias a la fatiga menores a la fle- xi6n rotatoria. En verdad éste es el caso, y esta diferencia debe tomarse en cuenta. Las pruebas axiales o de compresi6n y traccién alternadas dan limites de resistencia a la fatiga de casi el 10 por ciento mas bajos que la flexién rotatoria. Ademas, si la carga supuestamente axial est4 un poco desplazada del centro (como en pastes imprecisas con superficies tal como quedan después de ser fundidas 0 forjadas), se introduce una ligera flexién que ‘ocasiona que los esfuerzos en un lado sean ligeramente més altos que P/A. En forma ideal, se podria determinar la excentricidad de la carga y calcular el esfuerzo maximo alterno con P/A + Mcil, pero con frecuencia no se conoce la magnitud de la excentricidad inde- seable. En tales casos se acostumbra considerar lo anterior usando solamente el esfuerzo PIA, y reducir el limite de resistencia a la fatiga por flexién rotatoria un poco mds de 10 por ciento (tal vez 20 a 30 por ciento). Ya que esta reduccién del 10 por ciento o mas en el limite de resistencia a la fatiga por flexién rotatoria se asocia con diferencias en el gradiente de esfuerzo, se considerara lo anterior multiplicando ef limite basico de resistencia a la fatiga, Sj, por un factor de gra- diente 0 una constante de gradiente, Cg, donde Cg = 0.9 para la carga axial pura de las partes precisas y Cg varfa desde 0.7 a 0.9 para la carga axial de partes imprecisas El gradiente de esfuerzo también hace que la resistencia a la fatiga de 10° ciclos sea més baja para la carga axial que para las cargas por flexidn. Considerando la figura 8.7. la resistencia 0.9 S, para la flexin rotatoria fue, en la mayoria de los casos, un valor artificialmente calculado que no toma en cuenta el efecto de cedencia en la superficie. La cedencia no puede reducir el esfuerzo en la superficie en el caso de carga axial. De acuerdo con esto, las pruebas indican que la resistencia de 10° ciclos para esta carga es s6lo alrededor de 0.75S,. Los puntos anteriores se ilustran en la figura 8.11. Las dos curvas S-N superiores son similares para la flexién y la carga axial. 8.5 RESISTENCIA A LA FATIGA POR CARGA TORSIONAL INVERSA Como las faltas a la fatiga estan asociadas con cedencia en puntos muy bien delimitados y ya que se ha encontrado que la cedencia de materiales dtictiles correlaciona bien con la teoria de la energia de distorsién, tal vez no sorprenda que esta teoria es titi para pronos- ticar el limite de resistencia a la fatiga de los materiales diictiles bajo diversas combinaciones de carga inversa biaxial, incluyendo la torsiGn. Lo anterior se ilustra en la figura 8.12. Por lo tanto, para metales diictiles, el limite de resistencia a la fatiga (o resistencia a Ia fatiga de larga vida) en la torsion inversa es casi del 58 por ciento del limite de resis- tencia a la fatiga (0 resistencia a la fatiga de larga vida) en la flexion reversible. Esto se incluye multiplicando el limite bisico de resistencia a la fatiga, S,, por un factor de carga, C,, de 0.58. RESISTENCIA A LA FATIGA POR CARGA BIAXIAL INVERSA 247 (log) 6 0) 03 esfuerzo alterno maximo, So bien, Ss Su 108 10° 10° 10? Vida a la fatiga, N {ciclos (lal) Razon Figura 8.11 Curvas S-N generalizadas para especimenes de acero pulido de 0.3 pulg de didmetro (basadas en esfuerzos elisticos calculados, ignorando la cedencia posible). Ya que los esfuerzos a la torsién implican gradientes de esfuerzo similares a la fle- xin, no es sorprendente que, como en la flexién, la resistencia a la fatiga de 10° ciclos por lo general sea 0.9 veces la resistencia Ultima apropiada. Por lo tanto, para la torsién inversa, la resistencia de 10° ciclos es aproximadamente 0.9 veces Ia resistencia ultima al cortante. Si existen valores experimentales para la resistencia torsional al cortante méximo, deben usarse. Si no, deben aproximarse en forma poco elaborada con: Sys = 0.85, (para acero) Sy; = 0.75, (para otros metales diictiles) La curva inferior de la figura 8.11 muestra una curva S-N para la torsién estimada del acero con base en las relaciones anteriores. Existe muy poca informaci6n que respalde un procedimiento generalizado para elaborar las curvas torsionales S-N para materiales fragiles, lo cual hace que sea necesaria la infor- macién experimental real de la fatiga para el material especifico y la condicién de carga que hay en el problema que se presente. Si no se tiene dicha informacién, algunas veces se elaboran las curvas torsionales S-N para materiales frégiles baséndose en a) la suposi- cién de un limite de resistencia a la fatiga, a 10° ciclos, de 0.8 veces el limite estandar de resistencia a la fatiga por la flexién reversible (esto se correlaciona en cierta forma con el uso de la teorfa de las fallas de Mohr para relacionar la flexién y la torsién en la misma forma que la teoria de la energia de la distorsion se aplica en materiales diictiles), y b) la suposicién de una resistencia a 10° ciclos de 0.9S,,, la misma que para materiales diictiles. 8.6 RESISTENCIA A LA FATIGA POR CARGA BIAXIAL INVERSA La figura 8.12 ilustra la forma en que coinciden la teorfa de la energfa de distorsién con el limite de resistencia a la fatiga (0 resistencia a la fatiga en larga vida) de los materiaies 248 FATIGA Nota: La parte con linea dis continua es superfiua para esfuerzos inversos total- mente Flexién inversa Teoria E.M.D. Torsion inversa Flexién inversa =1.2! Figura 8.12 Gritica 0,—o» para carga completamente invertida, mate- les dtictiles. [Datos de Walter Sawert, Alemania, 1943, para avero suave recocido: y H. J. Gough, “Engineering Steels under Combined Cvelic and Static Stresses””, J. Appl. Mech. T (Marzo de 1950). pp. 113-125]. diictiles sujetos a todas las combinaciones de carga biax ail inversa. Para resistencias a la fatiga de vidas mas cortas de materiales ductiles y frdgiles, uno no est en muy buena posicién para hacer pronésticos de resistencia a la fatiga si no se cuenta con informacion experimental directamente aplicable. Tomando en cuenta lo anterior se recomienda en forma tentativa el siguiente procedimiento: 1. Para materiales diictiles se debe utilizar la teoria de la energia de distorsién (por lo comtin, la ecuacién (6.8)) para convertir los esfuerzos reales de carga a un es- fuerzo equivalente que se considera como un esfuerzo flexionante inverso. Luego se procede a relacionar este esfuerzo con las propiedades de fatiga del material (es decir; la curva $-N) en la flexién alterna. 2. Para materiales frdgiles, se debe utilizar la teoria de Mohr para obtener un esfuerzo inverso equivalente, el cual se considera como un esfuerzo flexionante inverso. y relacionar éste a las propiedades de fatiga a la flexion (es decir. curva S-N) del material. (Un procedimiento grafico conveniente para determinar el estuerzo de flexién equivalente es dibujar una grifica 0, — 0; como la de la figura 6.9 para el material; entonces se grafica el punto correspondiente a los esfuerzos inversos reales. A continuacién se dibuja una linea que pase por este punto y que sea para- lela a la linea de falla. La interseccién de esta linea con el eje 0, da el estuerzo a la flexién equivalente que se desea.) 8.7 INFLUENCIA DE LA SUPERFICIE Y LAS DIMENSIONES SOBRE LA RESISTENCIA A LA FATIGA Hasta este punto, en todo el estudio de resistencia a la fatiga se ha supuesto que la superficie tiene un acabado especial “*pulido como espejo"’. Esto implica un procedimiento costeso de INFLUENCIA DE LA SUPERFICIE Y LAS DIMENSIONES SOBRE LA RESISTENCIA Dureza (He) }20_160_200_240_280_320_360_400_440_480_520 Factor de superficie, Ce 60 80 120 140 160 180 200 220 240 260 Resistencia a la tensién S, (kib/pulg”) 04 06 08 10 12 14 16 18 Sy. (GPa) Figura 8.13 Reduccién en el limite de resistencia a la fatig debida al acabado de Ia superficie. Partes de acero, 249 laboratorio, pero sirve para minimizar a) estrias en la superficie y otras irregularidades geo- métricas que actéan como puntos de concentracién de esfuerzos, b) cualquier diferencia en as caracteristicas metaltirgicas de la capa superficial del material y el interior. yc) cualquier esfuerzo residual producido por el procedimiento de acabado de la superficie. Los acabados comerciales de superficie que son comunes. por lo general. generan puntos localizados de mayor vulnerabilidad a la fatiga: por lo tanto, las partes con acabados comerciales tienen resistencia a la fatiga mas baja. La cantidad de “daiio a la superficie" causado por los Procesos comerci les depende no s6lo del proceso. sino también de la susceptibitidad al daio del material. La figura 8.13 da valores calculados del factor de superficie. Cs, para diversos acabados aplicados a los aceros de diversas durezas. En todos los casos. el limite de resistencia a la fatiga para la superficie pulida en laboratorio se multiplica por Cs para obtener el limite correspondiente al acabado comercial. Es practica comtin no hacer nin- guna correcci6n a la superficie para la resistencia de 10° ciclos. La raz6n es que ésta estd cercana a la resistencia para cargas estaticas: ademds, a la resistencia estitica de las partes dtictiles no la afecta en forma significativa el acabado de la superficie. El factor de superficie para el hierro gris fundido comin es aproximadamente i. Li raz6n es que aun las muestras pulidas ai espejo tienen discontinuidades superficiales debido a las hojuelas de grafito en la matriz de hierro fundido. y que agregar estrias ms bien grandes a la superficie no cambia la situacin. Infortunadamente. hay poca informa- ci6n publicada sobre los factores superticiales de otros materiales. Para partes eriticas, deben Hevarse a cabo las pruebas reales a la fatiga en el material y la superficie en cuestidn. 250 FATIGA, Estuerzos (6) d<(03" 6 7.6mm) Figura 8.14 Gradientes de esfuerzos con rela flexién y torsién. in al didmetro en la En la secci6n 8.4 se puntualizs que el limite de resistencia a la fatiga para la carga axial inversa es casi el 10 por ciento més baja que para la flexidn inversa debido al gradiente de esfuerzo. Para la muestra a flexion de 0.3 pulg de didmetro, la caida rapida del nivel de es- fuerzo abajo de la superficie es en cierto modo benéfica. La muestra de 3 pulg de didmetro, la cual esta sujeta a esfuerzo axial, no disfruta de este beneficio. Comparando los gradientes de esfuerzo en las figuras 8.14a y 8.14b se observa que los especimenes grandes a flexién © a torsién no tienen los mismos gradientes favorables como la muestra estandar de 0.3 pulg. Los experimentos sefialan que si aumenta el diémetro a mds de 0.4 pulg, se pierde la mayor parte del efecto benéfico de gradiente. Entonces, las partes de didmetro mayor de 0.4 pulg (10 mm) que se sujetan a flexion o a torsion inversa deben llevar un factor de gradiente, Cg de 0.9, al igual que las partes sujetas a carga axial. La figura 8.14¢ muestra que las partes muy pequefias tienen un gradiente adn mds favorable que el espécimen estandar de R. R. Moore. Por lo tanto, se puede esperar que el Ifmite de resistencia a la fatiga para tales partes sea mayor que para las partes con didmetro de 0.3 pulg. Se ha observado que, algunas veces, éste es el caso, pero a menos que esté disponible infor- maci6n especifica para respaldar este incremento, es mejor usar un factor de gradiente de la unidad para estas partes pequefias. Considérese~el punto: qué factor de gradiente se usa con la flexién de una seccién rectangular de 6 mm x 12 mm. Si la flexién actiia con respecto al eje neutro que separa las superficies a tensin y a compresién 6 mm, tisese Cg = 1; si las superficies a Ja tensién y ala compresién estan separadas 12 mm, utilicese Cg = 0.9. Por lo tanto, el factor de gradiente se determina basandose en una seccidn circular equivalente que tiene el mismo gradiente de esfuerzos que la parte real. Recuerde que se especificé un factor de gradiente de 0.9 (o menor) (seccién 8.4) para todas las partes con carga axial debido a que el gradiente de esfuerzo es desfavorable, independientemente del tamano. Por lo general, se observa que las partes con secciones mayores de 50 mm de diémetro equivalente tienen limites de resistencia a la fatiga menores que los calculados usando los RESUMEN DE LAS RESISTENCIAS A LA FATIGA ESTIMADAS. 251 factores de gradientes recomendados arriba. Esto se debe en parte a factores metaltirgicos como templabilidad, cuando el interior de las partes con secciones grandes por lo comin es diferente metaltirgicamente del metal de la superficie. La cantidad a la cual se reduce el limite de resistencia a la fatiga de partes muy grandes, varia en forma substancial, y las generalizaciones son dificiles de garantizar. Si la parte en cuestidn es una pieza principal s6lo se debe utilizar la informacion obtenida de pruebas. Como una guia muy burda, se dan indicaciones de valores, que algunas veces se usan, en la tabla 8.1. Las dimensiones de la muestra, aspecto recomendado antes, se analizaron en cuanto a su influencia sobre el gradiente de esfuerzos. Debe tenerse en cuenta que el estudio mas extenso de este tema puede considerar otras facetas. Por ejemplo, mientras mayor sea el es- pécimen, mayor serd la probabilidad estadistica de que un defecto de severidad dada (con el cual se puede originar una falla por fatiga) existe en algtin lugar cercano a la superficie (sujeta a fuerzas de flexién o torsiGn) o en alguna parte dentro del cuerpo entero de! mate- rial (sujeto a cargas axiales). Asimismo, el efecto del proceso sobre los factores metalirgicos es con frecuencia mas favorable para las partes mas pequefias, hasta las menores 50 mm de didmetro equivalente. 8.8 RESUMEN DE LAS RESISTENCIAS A LA FATIGA ESTIMADAS CONSIDERANDO CARGAS TOTALMENTE INVERSAS Las secciones anteriores han remarcado la conveniencia de obtener informacién real a partir de pruebas de fatiga que correspondan tan cerca como sea posible al uso propuesto. TABLA 8.1 Factores generalizados de la resistencia a la fatiga para materiales diictiles. Flexién Axial Torsion a. Limite de resistencia a la fatiga” S, = SiCiCGCs. donde S; es el limite de resistencia a la fatiga de R. R. Moore, y C, (factor de carga) 1 1 0.58 Cg (factor de gradiente) dim < (0.4 pulg 6 10 mmy 1 Tad 1 (0.4 pulg 6 10 mm) < diam < (2 pulg 6 50 mm)" 09 Tad 09 Cs (factor superficial) ver figura 8.13 b. resistencia a 10° ciclos' 0.95, 0.755, 0.95," Nota: 1, Para toda carga biaxial. excepto la torsional. convigranse los esfucrz0s reales a un esfuerco de flevion equivalent usando la teoria de la energia de distorsidn. Luego relacidnese este esfuerzo con la resistencia 2. Para confiabilidad distin del SO por ciento, multipliquese 5, por Cp {la resistencia a 10° ci se multiplica por Ca). la fatiga por flexion. los por lo general no Para materiales que no tienen un Limite de resistencia ala fatiga apliquense los factres para la resistencia @ 10% 0 a S x 10° cielos *Para (2 puly 6 S0 mn) < dim. < (4 pulg 6 100 mm) redizeanse lo Factores en 0.1, Para (4 pul @ 100 mn) < dim < (6 pulg 6 150 mm) reduzcanse esos Factores en 0.2 Normalmente no se hacen correveiones por el gradiemte a la superficie. pero el valor experimental de 5, 0 Sy. debe corres. ponder a tamaos razonablemente cercanos a los utilizados. = 0.85, para el acero: Sy. = 0.7 S, para otros metales diitiles 252 FATIGA, as oe Figura 8.15 Dos ejemplos para ilustrar la notacién de esfuerzos fluctuantes. Cuando se tienen dichos datos se dan factores empiricos generalizados. Estos factores se pueden aplicar con mayor confianza, a las piezas de acero debido a que la mayor parte de la informacién se basa en pruebas realizadas con especfmenes de acero. Tres de dichos factores intervienen en la estimacién del \imite de resistencia a la fatig: Sn = SiCrCoCs (8.1) La tabla 8.1 da un resumen de todos los factores que se utilizan en el cdlculo de la resistencia a la fatiga de materiales ductiles (cuando se sujetan a cargas inversas totalmente). También se usa como referencia conveniente para resolver problemas. 8.9 EFECTO DEL ESFUERZO MEDIO EN LA RESISTENCIA ALA FATIGA Las partes de maquinas y estructuras rara vez encuentran esfuerzos completamente inver- sos; més bien, encuentran casi siempre un esfuerzo fluctuante, el cual es una combinacién de esfuerzo estatico mas el esfuerzo completamente inverso. Un esfuerzo fluctuante por lo comtin se caracteriza por sus componentes media y alterna. Sin embargo, se usan tam- bign los términos esfuerzo meiximo y esfuerzo minimo, Las cuatro cantidades estén definidas en la figura 8.15. Obsérvese que si se conocen dos de ellas, las otras pueden calcularse facilmente. En este texto se usan principalmente las componentes de esfuerzo medio y alterno, como en la figura 8.17. La misma informacién puede obtenerse en forma grafica combinando cualquier par de las componentes del esfuerzo mostradas en la figura 8.15. Por ejemplo, en las publicaciones especializadas se encuentran con frecuencia las coorde- nadas 4,,—4,,,. Por conveniencia, en algunas gréficas se usan las cuatro cantidades, como en las figuras 8.18 a 8.20. Si existe el esfuerzo estatico a la tensidn, se reduce la amplitud de los esfuerzos alter- nos que pueden sobreponerse. En la figura 8.16 se ilustra este concepto. La fluctuacién (a) es un esfuerzo completamente alterno que corresponde al limite de resistencia a la fatiga, el esfuerzo medio es cero y el esfuerzo alterno S,. La fluctuacién (b) implica un esfuerzo medio a la tensidn. Con objeto de tener una vida a la fatiga igual (en este caso, EFECTO DEL ESFUERZO MEDIO EN LA RESISTENCIA A LA FATIGA 253 Esfuerzo axial fluctuante calculado {no se considera la cedencia) Figura 8.16 Esfuerzos uniaxiales fluctuantes diversos. los cuales corresponden a vidas iguales a la fatiga. “‘infinita’’), el esfuerzo alterno debe ser menor que S,. Al pasar de (b) a (c), (4), (e) y (f) el esfuerzo medio se incrementa en forma continua; por lo tanto, el esfuerzo alterno debe disminuir en forma correspondiente. Obsérvese que en cada caso se indica que la fluctuacién de esfuerzos principia desde cero, y que los esfuerz0s son valores calculados de P/A. Hay cedencia microscépica aun a (a), como se ha observado previamente. Al alcanzar (d), principia la cedencia macroscépica. Aunque las fluctuaciones de carga (e) y (f) dan vida finita’’, la parte cede en la primera aplicacién de carga, La figura 8.17 es una representacién grafica conveniente de las diversas combinaciones de esfuerzos medio y alterno en relacién a los criterios tanto por cedencia como por diver- sas vidas a la fatiga. Con frecuencia se llama diagrama de vida a la fatiga constante debido a que tiene lineas que corresponden a una vida constante de 10° ciclos (0 “‘infinita’’), vida constante a 10° ciclos y asi sucesivamente. Para principiar la elaboracién de este diagrama. se localiza primero fa informacién que ya se conoce. El eje horizontal (a,, = 0) corresponde a fa carga estitica. La cedencia y las resistencias finales o tiltimas son los puntos A y B. Para los materiales diictiles, la resistencia a la cedencia por compresién es menos S, , y esto se indica con el punto A’. Si el esfuerzo medio es cero y el esfuerzo alterno es igual a S, (A’’), el esfuerzo fluctua entre +5, y —S,. Todos los puntos a lo largo de la linea A’A’’ corresponde a las fluc tuaciones que tienen un maximo a la tensién de 5,; todos los puntos en AA’ ' corres- ponden a la compresién maxima igual a —S,. Todas las combinaciones de 4, yo, que no ocasionan cedencia (macroscépica) estén contenidas dentro del tridngulo 44’A’'. Todas las curvas S-N consideradas en este capitulo corresponden a ¢,, = 0. Por Jo tanto, pueden Ieerse en esis curvas los valores de puntos como C, D. E y F para cualquier vida a la fatiga de interés, Al unir estos puntos con B se obtienen las lineas estimadas de vida constante. Este procedimiento empirico para obtener lineas de vida constante se debe a Goodman. por lo que las lineas por lo comiin se conocer como lineas de Good:an. 254 FATIGA : ~ Om (compresién) Om (tension) Ss, Sy Figura 8.17 Diagrama de vida constante a la fatiga. Materiales ductiles. Cargas de flexion: Elaborar el diagrama como se muestra, tomando los puntos C, Dy los siguientes de la curva S-N para la flexidn inversa, Cargas axiales: Elaborar el diagrama como se muestra; t6mense puntos C y los sucesivos de la curva S-N para cargas axiales inversas, Cargas torsionales: Omitir la mitad izquierda del diagrama (cualquier esfuerzo torsional se considera positivo); tomar los puntos C y los siguientes de la curva $-N para torsibn inversa; disense 5,, y S,, en lugar de S, y S,. (Para acero, S,, ~ 0.8 S,, 5, = 0.58 S,.) Cargas biaxiales generales: Dibujar el diagrama como si fuera para las cargas de flexién y utilizarlo con esfuerzos equivalentes de carga, calculados como sigue. (Obsérvese que las ecuaciones se aplican al caso general. donde a, ¥ 0,, existen en una sola direccién. Las ecua- ciones correspondientes para el caso general mis elaborado también pueden aplicarse en for- ma provisional.) 1. El esfuerzo equivalente alrerno de flexion, o,,, s€ calcula mediante la teoria de la ener- gia de distorsion hacigndolo equivalente a la combinacién de los esfuerzos alternas exis- tentes: 4,, = Voz +373 (a) El esfuerzo medio de flexién equivalente a,,. s¢ toma como el mdximo esfuerzo princi- pal que resulta al sobreponer todos los esfulerzos estiticos (medios) existentes. Utilizar el cérculo de Mohr 0 a+(%) (b) V (En jas publicaciones especializadas se encuentran otras ecuaciones sugeridas para 4,,,-) Las pruebas de laboratorio han indicado en forma consistente que los esfuerzos me- dios de compresién no reducen la amplitud del esfuerzo alternante permitido: por lo contrario. lo aumentan ligeramente. La figura 8.17 es. por lo tanto, conservadora porque Jas lineas de vida constante son las horizontales a la izquierda de los puntos,C, D, y asf EFECTO DEL ESFUERZO MEDIO EN LA RESISTENCIA A LA FATIGA 255 Esfuerzo maximo ema (%6 de Su) Figura 8.18 Diagrama de resistencia-fatiga para aleaciones de acero, S, = 125 a 180 klb/pulg*, carga axial. Promedio de los datos de pruebas en especimenes pulidos de acero AISI 4340 (también aplicable a otras aleaciones de acero como AISI 2330, 4130. 8630). (Cortesia de Grumman Aerospace Corp.) sucesivamente. (Las lineas aparentemente se prolongan en forma indefinida en lo que respecta a la fatiga, la limitacién es solamente la falla a compresién estatica). Las modificaciones detalladas del diagrama para los diversos tipos de carga se dan en la figura 8.17. Obsérvese ahora la importancia de las diversas dreas en el diagrama: 1. Si se requiere una vida de cuando menos 10° ciclos y no se permite cedencia (aun en las fibras extremas en flexién o torsién, donde puede ser dificil detectar una ligera cedencia), se debe permanecer dentro del érea A'HCGA 2. Si se requiere que no haya cedencia, pero con una vida de menos de 10° ciclos, entonces se puede trabajar también dentro de alguna parte o en toda el drea HCGA''H. 3. Si se requiere una vida de 10° ciclos, pero se acepta que haya cedencia, puede usarse el drea AGB (y el drea a la izquierda de A’ H), ademas del area A’ HCGA. 4, El drea arriba A’ ' GB (y arriba de 4’ ' HH’) corresponde a la cedencia en la pri- mera aplicacién de carga y fractura por fatiga antes de 10° ciclos de carga. Debe reconocerse que el procedimiento para cargas biaxiales generales que se da en la figura 8.17 es una simplificacién substancial de una situacién muy compleja. Se aplica mejor a situaciones que implican vida larga, donde todas las cargas estan en fase. donde los ejes principales para los esfuerzos medio y alterno son los mismos. y donde los ejes estén fijos con respecto al tiempo. Para ilustrar dénde se cumplirian estas condiciones. considérese el ejemplo en la figura 4.25 con la flecha estacionaria. y cambiando la carga 256 FATIGA 40 of 3 2 3 & i i Ss Esfuerzo minimo om (kib/pulg”) Figura 8.19 Diagrama de resistencia-fatiga para aleaciones de aluminio 2024-T3, 2024-T4 y 2014-T6, sometidas a carga axial. Promedio de los datos de pruebas en especimenes puli- dos sin revestimiento de acero inoxidable de laminas y barras roladas y estiradas. Propieda- des estiticas para las 2024: S, = 72 kib/pulg”. S, = 52 klb/pulg’; para la 2014: §, = 72 kib/pulg’, S, = 63 klb/pulg’. (Cortesia de Grumman Aerospace Corp.) aye 5 See 4 Esfuerzo maximo osx (kib/pulg”) Esfuerzo minimo omin (kib/pulg?) Figura 8.20 Diagrama de resistencia-fatiga para aleacién de aluminio 7075-T6, carga axial Promedio de los datos de las pruebas en especimenes pulidos (sin revestimiento de acero inoxidable) de hojas y barras roladas y estiradas, Proptedades estiticas: 5, = 82 klb/puly’. 75 klb/pulg®. (Cortesia de Grumman Aerospace Corp) EFECTO DEL ESFUERZO MEDIO EN LA RESISTENCIA A LA FATIGA 2387 estética de 2 000 Ib a una earga que fluctia entre } 200y 2 500 Ib. Los esfuerzos estdticos en el elemento 4 permanecen sin cambio, pero se agregan esfuerzos alternos. La flexién alterna y la torsidn alterna obviamente estarfan en fase, los planos principales para los esfuerzos medio y alterno _serfan los mismos, y permanecen sin cambio mientras fluctia la carga. Las figuras 8.18 a 8.20 dan las resistencias constantes de vidas a la fatiga para ciertos materiales de acero y aluminio. Difieren con respecto a la figura 8.17 en los siguientes aspec- tos: 1. Las figuras 8.18 a 8.20 representan la informacién obtenida de experimentos reales con los materiales estudiados, en tanto que la figura 8.17 muestra relaciones empiricas conservadoras que, por lo general, son aplicables. 2. Las figuras 8.18 a 8.20 se “giran 45°”, con escalas agregadas para mostrar dyn Y Onin AS1 COMO Oy Y Oy. 3. La informacién de cedencia no se muestra en estas figuras. 4. Las lineas experimentales de vida constante tienen cierta curvatura como indicacién de que la figura 8.17 tiene un poco de error en el lado conservador tanto en las “‘lineas de Goodman”’ rectas y tas lineas horizontales para el esfuerzo medio a la compresién. Este criterio conservador por lo comtin existe para los materiales dtictiles, pero no para los frdgiles. Los puntos experimentales para los mate- riales frégiles se localizan en o ligeramente abajo de la linea de Goodman. Si se tienen, son preferibles los datos de experimentos como los presentados en las figuras 18 a 20 a las curvas calcutadas de vida constante a la fatiga elaboradas en la figura 8.17. El lector encontrard que la figura 8.17 y la tabla 8.1 proporcionan informacién resumida y Util que ayuda a la solucién de diversos problemas de fatiga PROBLEMA RESUELTO 8.1 Elaboraciéi de las curvas S-N y de vida constante a partir de los datos de pruebas a la tensién Mediante el uso de las relaciones empiricas dadas en esta seccién, obténgase la curva S-N y una familia de curvas de vida constante a la fatiga relacionadas con ta carga axial de partes de precision de acero que tienen S, = 150 kIb/puig”, S, = 120 klb/pulg? y super- ficie con pulimento comercial. Todas ias dimensiones de las secciones transversales estén abajo de 2 pulg. Solucién La solucién completa esté dada en la figura 8.21. PROBLEMA RESUELTO 8.2 Determinacién de las dimensiones ecesarias de un eslabén tensor sujeto a carga fluctuante Un eslabén redondo a la tensién con concentracién insignificante de esfuerzos se sujeta a una carga fluctuante de entre 1 000 y 5 000 Ib. Es una pieza de precisién (por lo que 258 FATIGA Esfuerzo alterno maximo, S (log) -120 -100 -80 ~60 -4@ -20 0 2 40 60 8 100 120 150 om (Compresién) +om (tension) — Sy S Figura 8.21 Problema resuelto 8.1. Obtener las curvas S-N y 6,,—0, para acero, S, = 150 kib/pulg*, carga axial, superficies pulidas comerciales. esté justificado el uso de Cq = 0.9) con superficies de pulimento comercial. El material es acero, S, = 150 klb/pulg?, S, = 120 klb/pulg. Se usa un factor de seguridad de 2, aplicado a todas las cargas. a. Qué didmetro se requiere si se necesita vida infinita? b. {Qué didmetro se requiere si sdlo se necesitan 10° ciclos de vida? Solucién 1. Las propiedades de resistencia a la fatiga del material se ajustan a las representadas en la figura 8.21 siempre que el didmetro que resulte sea menor de 2 pulg. 2. A la sobrecarga de disefio: 0, = 6 OOO/A, 0, = 4 OO0/A. Por lo tanto, indepen- dientemente del area, o,/0,, = 0.67. Esto se representa con Ia linea OA en la figura 8.21. Obsérvese la interpretacién de esta linea: si el drea A es infinita, tanto EFECTO DE LA CONCENTRACION DE ESFUERZOS POR CARGAS INVERSAS 259 4, como 9, son cero, y los esfuerzos se representan con el origen, el punto O. El desplazamiento a lo largo de la linea OA corresponde a valores progresivamente decrecientes de A. Para la parte a del problema es necesario determinar el érea correspondiente a la interseccién de OA con la linea de vida infinita (en este caso, la misma de 10° ciclos), que tiene el nimero (1) . Eneste punto, 6, = 57 klb/pulg?; mediante o,, = 6 000/A, A se determina como 0.107 pulg?. Mediante A = xd?/4, d = 0.369 pulg. Esto por supuesto queda dentro de los rangos de tamafio para el valor Cg = 0.9, el cual tiene que suponerse cuando se construye ¢} diagrama. En muchos casos, la respuesta final puede redondearse ad = 3/8 pulg. il 3. Para la parte b, donde se requieren solamente 10° ciclas de vida, se puede recorrer a lo largo de la recta OA de la figura 8.21, aparentemente hacia el punto (2) , donde la recta corta la I{nea de vida de 10° ciclos. Sin embargo, siel punto (3) se cruza, la sobrecarga maxima de disefio de 10 000 Ib impone esfuerzos excesivos de la resistencia a la cedencia. En una barra sujeta a la tensi6n, sin muescas, los esfuerzos son uniformes de modo que puede haber cedencia elevada en el eslabén entero. Suponiendo que esto no se permite, debe escogerse un diémetro basado en el punto @) , no en el punto () . Por Io tanto, o, = 71 klb/pulg?, por lo que A = 0.086 pulg? y d = 0.328 pulg. Tal vez redondeado, d = 5/16 pulg. Este didmetro corresponde a una vida estimada mayor que la necesaria, pero si se hace algo menor puede causar cedencia general en la primera aplicacién de sobrecarga. ll Es probable que el uso mas comtin de las relaciones de la resistencia a la fatiga sea en relacién con el disefio de partes para vida infinita (5 x 10° ciclos), 0 con el andlisis de partes que van a tener vida infinita a la fatiga. En estos casos no se requiere la curva S-N. Sélo es necesario calcular el limite estimado de resistencia a la fatiga y graficar la linea de Goodman de vida infinita. 8.10 EFECTO DE LA CONCENTRACION DE ESFUERZOS POR CARGAS TOTALMENTE INVERSAS QUE PRODUCEN FATIGA La figura 8.22 muestra las curvas tipicas S-N para a) especimenes sin muescas y b) espe- cimenes idénticos excepto por un elemento que eleva los esfuerzos. A diferencia de otras curvas S-N que se usardn, los esfuerzos graficados son esfuerzos nominales; es decir, no se toman en cuenta concentraciones de esfuerzo. Las dimensiones del espécimen en la seccidn donde ocurren las fracturas por fatiga son las mismas para (a) y (b). Por lo tanto, cualquier carga dada causa el mismo esfuerzo calculado en ambos casos. Como se muestra ena figura, la razén entre el limite de resistencia a la fatiga sin muescas y con muescas es el factor de fatiga por concentracién de esfuerzo, designado como K, Tedricamente, puede esperarse que K,sea igual al factor geométrico tedrico K,, estudiado en la seccién 4.12. Afor- tunadamente, las pruebas muestran que K,con frecuencia es menor que K,. Parece que se debe a las irregularidades internas de la estructura del material. Un material ‘‘ideal’* tendria es- fuerzos internos exactamente como lo sefiala fa teoria tica; los materiales reales tienen irregularidades internas que ocasionan que puntos tengan esfuerzos més altos. Asi, hasta las muestras sin muescas tienen estas “‘muescas”’ internas. Afiadir una muesca geométrica 260 FATIGA a) Espécimen sin muesca ("u") ‘b) Espécimen con muesca (‘'n"") Esfuerzo nominal calculado, S 108 10* 10° 10° 10° Vida a ta fatiga, NV (ciclos, M) ©) llustracién del factor de fatiga por concentracién de esfuetzo, K; Figura 8.22 Pruebas con carga inversa a la fatiga, comparacién entre es- pecimenes con muesca y sin muesca. externa (ranura, cuerda, agujero, etc.) al material no puede hacer mucho dafio adicional como lo haria si el mismo material fuera “‘perfecto”’. Un caso extremo en este punto es el hierro fundido gris comiin (no de “alta resistencia’’). Los elementos que elevan los esfuerzos internos, los primeros generados por las hojuelas de grafito en la matriz, son tales que la adicién de un elemento geométrico que eleve los esfuerzos tiene poco o ningiin efecto. Esto significa que si el material en la figura 8.22 fuera de uno de los grados més bajos de hierro fundido gris, casi coinciden las dos curvas $-N. Un material con una matriz uniforme de grano fino es muy sensible a las muescas (es decir, K; ~ K,); el hierro fundido es insensible a las muescas (es decir, Ky ~ 1). Por lo comin, la situacién anterior se soluciona utilizando un factor de sensibilidad a la muesca, q, definido por la ecuac Kp=1 + (K, = Dg 6.2) donde q varia desde cero (lo que da K, = 1) y la unidad (lo que da Ky = K,). Por lo tanto, para determinar los factores de fatiga por concentracidn de esfuerzo por medio de los factores tedricos (0 geométricos) correspondientes, es necesario conocer la sensibilidad a las muescas de! material. La situacién es un poco més complicada de lo que parecia antes, debido a que la sensibilidad a las muescas depende no s6lo del material, sino también del radio relativo de la muesca geométrica y de las dimensiones de las impertecciones caracteristicas internas. La sensibilidad a las muescas es cero si los radios de éstas son tan pequefios que se aproximan al tamaiio de las imperfecciones. Es una gran fortuna; de otra forma hasta rasguiios dimi- nutos (que dan valores extremadamente altos de K,) sobre lo que podrfa Ilamarse en forma general una superficie tersa pulida debilitarfan en forma desastrosa la resistencia a la fatiga. EFECTO DE LA CONCENTRACION DE ESFUERZOS POR CARGAS INVERSAS 261 Acero Estos valores se usan con cargas de flexién y axiales |S, (kibipulg) Estos valores se usan con Ia torsion [ Y Bhn como se indica 006 = 0.08 O10 0120.14 0.16 Radio de la muesca, r (pulg) ° 05 1.0 18 2.0 25 3.0 35 4.0 Radio de la muesca, r (mm) Figura 8.23 Curvas de sensibilidad a la muesca (segiin la referencia [9]). (Nota: 1) res el radio en el punto del origen de la grieta por fatiga potencial. 2) Para r > 0.16 pulg, extrapolar o utilizar q ~ 1.) La figura 8.23 es una gréfica de la sensibilidad a las muescas comparada con el radio de las mismas para algunos materiales comunes. Obsérvese que, en todos los casos, la sensibilidad a las muescas se aproxima a cero a medida que el radio de aquéllas se aproxi- ma a cero. También, obsérvese que los datos de los aceros ilustran la tendencia fundamental en los materiales mas duros y resistentes de ser mds sensibles a las muescas. Esto significa que el cambio de un acero suave a uno més duro y resistente normalmente aumenta la resis- tencia a la fatiga de la parte, pero no es un aumento tan grande como podria esperarse, debido al aumento en la sensibilidad a la muesca. Finalmente, en la figura 8.23 se indica que un acero dado es un poco més sensible a las muescas bajo carga torsional que bajo cargas biaxial y a la flexién. Por ejemplo, en una parte de acero con dureza 160-Bhn, hay una muesca de radio de 0.04 pulg que tiene una sensibilidad a la muesca de 0.71 si la carga es a la flexién o axial, y casi 0.76 si la carga es torsional. La figura 8.22 muestra que el efecto de Ja muesca a 10° ciclos es considerablemente menor que a 10° ciclos. Algunas referencias aconsejan no tomar en cuenta la influencia del elemento que eleva los esfuerzos a 10° ciclos. Aunque ciertos datos apoyan esta reco- mendacién, un estudio profundo indica que esto es valido sélo para un metal relativamente suave (acero, aluminio, magnesio y, probablemente, otros); pero que para aleaciones relativamente puras y resistentes de esos mismos metales, el efecto de las muescas 2 los 10° ciclos puede ser casi tan grande como a 10° ciclos (véase [6], figura 13.26). Hay una dificultad fundamental al analizar los efectos de las muescas en el extremo de las curvas de bajo ciclaje como en la figura 8.22c. Esto se debe al esfuerzo nominal 262 FATIGA calculado que se usa en la gréfica, el cual no se relaciona en forma estrecha con las condi- ciones reales de carga impuestas en la regién local en el fondo de la muesca donde se inicia una grieta por fatiga. La figura 8.2 muestra una vista amplificada de la regién de la muesca en un espécimen como el de la figura 8.22b. Bajo carga inversa suficiente para causar la fatiga después de, supéngase, 10° ciclos, ocurrird la cedencia plastica en la totalidad de alguna regiGn pequefia en la base de la muesca. Esta regién contribuye poco alla rigidez de la parte considerada como un todo; por lo tanto, las deformaciones dentro de esta zona estén determinadas casi por completo por la resistencia eldstica estable de la gran masa de material fuera de esta zona. Esto significa que durante una prueba a la fatiga con carga maxima constante, la maxima deformacién dentro de la zona “‘vulnerable”’ permane- cera constante de ciclo a ciclo. El esfuerzo real dentro de la zona puede variar amplia- mente con el tiempo, dependiendo del endurecimiento por deformacién o ablandamiento por deformacién especificos del material. Por lo tanto, un estudio valido sobre la fatiga a bajo ciclaje debe estar relacionado con la deformacién teal local y con esfuerzos locales, nominales y calculados. Este enfoque de “‘ciclos de deformacién’” esta fuera del alcance de este libro. (Véanse referencias como [3]). Para nuestros fines, se recomienda que se use en todos los casos el factor de concentracién para fatiga total. Para situaciones de corta vida relativa, puede ser bastante moderado (es decir, el efecto de la concentracién de esfuerzo puede ser substancialmente menor que K,). Se debe considerar aqui otra pregunta: {Es mejor tratar Ky como un factor, de con- centracién de esfuerzo 0 como un factor de reduccién de resistencia? Los especialistas en la materia difieren en este punto, pero en este libro K se consideraré como un factor de concentracién de esfuerzo. Al ver la figura 8.22 es facil considerar K como un factor de reducci6n de resistencia y calcular un “limite de resistencia a la fatiga con muesca’” que serfa igual a S;C,CgC,/K,. Serfa correcto, pero tiene la desventaja de implicar que el material mismo se ha debilitado por la muesca. No es asi por supuesto; la muesca simplemente ocasiona esfuerzos locales més altos. Asimismo, el usar K, como un multi- plicador de esfuerzo (en lugar de un reductor de resistencia), las curvas S-N y las curvas de resistencia constante de la vida a la fatiga son independientes de la geometria de la muesca, y se pueden usar en forma repetida para miembros con diversos elementos que incrementan los esfuerzos. Finalmente, cuando se consideran los esfuerzos residuales cau- sados por las cargas maximas (como en la figura 4.43), es necesario que K, se considere como un factor de concentracién de esfuerzo. 8.11 EFECTO DE LA CONCENTRACION DE ESFUERZOS CON CARGAS MEDIAS MAS CARGAS ALTERNAS Se ha mostrado en las secciones 4.14 y 4.15 que las cargas méximas, al causar que los esfuerzos elésticos calculados excedan la resistencia a la cedencia, provocan cedencia y esfuerzos residuales resultantes. Ademés, los esfuerzos residuales siempre sirven para reducir los esfuerzos reales cuando se aplica otra vez la misma carga maxima. Para ilustrar el efecto de los esfuerzos residuales en la vida a la fatiga donde intervienen esfuerzos medios lo mismo que alternos, considérense los ejemplos de la figura 4.43. Supéngase que la barra con muesca sujeta a la tensiGn esta hecha de acero, con S, = 450 MPa, S, = 300 MPa, y que su tamafio y superficie son tales que las curvas esti- madas de vida constante a la fatiga se muestran en Ja parte inferior de la figura 8.24. La parte superior de la figura 8.24 muestra una fluctuacién del esfuerzo calculade para la muesca EFECTO DE LA CONCENTRACION DE ESFUERZOS CON CARGAS MEDIAS 263 Estuerzos -aleulados (P/AIK; (MPa) 8 Esfuerzo calculado en la muesca Esfuerzo real en la muesca 200 300 Om. tensidn (MPa) Figura 8.24 Estimacion de la vida a la fatiga por aplicacién repetida de los esfuerzos mostrados en la figura 4.43; con acero, S, = 450 MPa, S, = 300 MPa. sin tomar en cuenta la cedencia. Los primeros tres ciclos corresponden a la aplicacién y al retiro de la fuerza en la figura 4.43a. Los siguientes dos ciclos (con linea discontinua) Tepresentan el incremento progresivo de la carga con respecto a la implicada en Ja figura 4.43b. Obsérvese que los ciclos con linea discontinua muestran un esfuerzo calculado elas- ticamente en el fondo de la muesca de casi 7/6 S,. En forma correspondiente, los tres ciclos dibujados con lineas continuas en (b) en la figura 8.24 muestran los esfuerzos cal- culados que fluctian entre cero (cuando se retira la carga) y 400 MPa, lo cual es 4/3 S,, Este procedimiento contintia a lo largo de la parte superior de la figura 8.24 hasta que 264 FATIGA se alcanza la condicion mostrada en la tigura 4.43d. Ast, el esfuerzo caiculado aqui es cero cuando no esta la carga y 2S, cuando est puesta Precisamente en la parte inferior de la figura 8.24 estd una grafica correspondiente a los esfuerzos reales en el fondo de la muesca. Se basan en la suposicin de que el com- portamiento de! material diictil utilizado puede aproximarse (dentro de un margen limitado de deformacién implicada) a lo indicado por una curva idealizada de esfuerzo-deformacién plana, como la dibujada en la figura 4.42e, No hay cedencia durante los primeros tres ciclos en (a), pero si la hay en ei fondo de la muesca cuando el esfuerzo calculado excede 300 MPa durante el primer ciclo marcado con Ifneas discontinuas. Aumenta ligeramente la cedencia durante cada ciclo en que la carga exceda las anteriores. Cuando la carga acta durante uno de los ciclos en (b), la distribucién de esfuerzos corresponde a la Iinea continua en el dibujo de la izquierda de la figura 4.43, Cuando la carga no acttia, los esfuerzos no son cero perd corresponden al patrén de esfuerzo residual en el dibujo a la derecha en la figura 4.43. En la muesca, estos esfuerzos varian desde S,, cuando la carga se aplica, al esfuerzo residual de —$,/3 cuando no se aplica la fuerza. Este procedimiento con- tintia a lo largo de la grafica del *‘esfuerzo real en la muesca”’ de la figura 8.24 hasta que se alcanza la condicién mostrada én la figura 4.43d. Aqui, el esfuerzo real en el fondo de la muesca es $, cuando se aplica la carga, y un esfuerzo residual de —S, cuando deja de actuar. En la parte inferior de la figura 8.24, los esfuerzos que son el resultado de aplicar y no aplicar las cargas se representan en la figura 4.43 comparandolos con las caracteristicas de resistencia a la fatiga del material. Los puntos a, b, c y d corresponden a los esfuerzos calculados en el fondo de la muesca (os cuales, debido a la cedencia y al esfuerzo resi- dual, tienen poca importancia). Los puntos a, b’, c’ y d’ corresponden a los esfuerzos reales (con base en una curva ideal de esfuerzo-deformacién) y son aceptablemente rea- les, Obsérvese que en cada caso, la cedencia ha reducido el esfuerzo medio; no cambia el esfuerzo alterno. Con base en la gratica de la figura 8.24, las vidas estimadas a la fatiga correspon- dientes a la aplicacion repetida de diversos niveles de carga a la tensién varfan de 10° ciclos para la carga (a), tal vez 1 1/2 6 2 veces 104 ciclos para la carga (b), alrededor de 6 X 10° ciclos para (c) y casi de 2 1/2 x 10° ciclos para (d). Estas estimaciones representan interpolaciones visuales aproximadas entre las lineas adyacentes de vida constan- te. La linea discontinua que pasa por el punto c’ ilustra un procedimiento mejor. Esta linea es una “‘Iinea de Goodman"’ correspondiente a cierta vida desconocida. Todos los puntos en la linea corresponden a la misma vida; en particular, el punto c’ corresponde a la misma vida como un esfuerzo completamente inverso de 280 MPa. Ahora, se puede pasar a la curva $-N (no mostrada) y tomar de ella la vida correspondiente a 280 MPa. Para mantener el prondstico de vida en el rango adecuado, recuérdese que dichos pronésticos son inherentemente sdlo aproximados, excepto cuando se basan en la estadistica, como se ilustra con la banda de dispersién de la curva $-N en la figura 8.4c. También, no se deben olvidar las limitaciones previamente mencionadas del procedimiento para hacer pronésticos cuando el ciclaje es bajo. En el ejemplo anterior, el factor de concentracién de esfuerzos de 2, usado original- mente en la figura 4.43, se tomé como un factor de concentracién de esfuerzos de fatiga en la figura 8.24. Suponiendo que el material tiene una sensibilidad a la muesca, q, un poco menos que la unidad, el factor tedrico de concentracién de esfuerzos, K,, seria mayor de 2. EFECTO DE LA CONCENTRACION DE ESFUERZOS CON CARGAS MEDIAS 265 Los pronésticos de vida como e1 anterior pueden hacerse en forma adecuada por medio de los diagramas de resistencia a la fatiga en la forma de las figuras 8.18 a 8.20. En estos diagramas, los puntos a, b, c y d estarfan sobre el eje vertical (es decir, din = 0), y los puntos b’, c’ y d’ quedarian sobre la Ifnea horizontal, omix = Sy. Al principio, uno puede tener la inclinacién a alarmarse si aparecen puntos como b, cy dena gréfica o,,—0,. jAun el punto c dejando solo el punto d, muestra un esfuerzo maximo que excede la resistencia final! Se debe recordar que éstos son esfuerzos calcu- lados ficticios, y que el grado de cedencia que representan, por lo comtin, es muy peque- jo. Con la barra a la tensi6n en este ejemplo, no hay forma de que haya cedencia alta en el fondo de la muesca sin que ceda la seccién transversal entera, esto est4 a punto de suceder en el punto d. En resumen, el procedimiento recomendado aqui para predecir Ja vida a la fatiga de partes con muescas sujetas a las combinaciones de esfuerzos medios y alternos es: Todos los esfuerzos (medios y atternos) estén multiplicados por el factor de con- centracion de esfuerzo a la fatiga, Kj, y la correccién se hace por cedencia y por esfuerzos resultantes si el esfuerzo maximo calculado excede la resistencia a la cedencia del material. El procedimiento algunas veces se llama método del esfuerzo residual debido a que se toma en cuenta el desarrollo de esfuerzos residuales. Un procedimiento alternativo que se usa algunas veces es aplicar el factor de concentracién de esfuerzo sdlo a los esfuerzos alternos y no tomar en cuenta los esfuerzos residuales. Se puede observar que, en al- gunos casos, esta reduccién en ef esfuerzo medio debido a que no se multiplica por Ky puede ser igual a la reduccién en el esfuerzo medio lograda con el método del esfuerzo residual, tomando en cuenta la cedencia y el esfuerzo residual. Debido a que no se multiplica el esfuerzo medio por el factor de concentracién de esfuerzo, este procedimiento alternative algunas veces se designa como método del esfuerzo nominal medic PROBLEMA RESUELTO 8,3 Determinacién del didmetro necesa de una flecha sujeta a torsién media y alterna Una flecha debe transmitir un par de torsin de 1 000 N-m, con una vibracién torsional sobrepuesta que ocasiona un par de torsién alterno de 250 N-m. Se aplica un factor de seguridad de 2 a ambas cargas. Se usa un acero aleado con tratamiento térmico, que tiene S,, = 1.2 GPa, y S, = 1.0 GPa (infortunadamente, no hay datos de pruebas para S,, 0 S,,). Se requiere que la flecha tenga un hombro, con Did = 1.2 y rid = 0.05 (como se muestra en la figura 4.35). Por especificacién, se requiere un acabado comercial esme- rilado de buena calidad. {Qué didmetro se requiere para vida infinita a la fatiga? Solucién 1. Antes de empezar a resolver un problema como éste, un ingeniero debe revisar cuidadosamente el disefio con respecto al filete o entalle. ;Es realmente necesario que el radio sea tan pequefio? Si es asf, :el control de calidad de los departamen- 266 FATIGA 100 200 300 400 Syq * 0.58(1000) = 580. Sy, * 0.8(1200) = 960 Esfuerzo torsional medio (MPal Figura 8.25 Diagrama de resistencia-fatiga para el problema resuelto 8.3. tos de produccién ¢ inspecci6n es tal que la parte se hard simplemente con una muesca pronunciada? ,Cudl seré el control del acabado de la superficie? En lo que se refiere a la resistencia a la fatiga de la flecha es muy importante un acabado de alta calidad en el entalle. ;Los departamentos de produccién e inspeccién estén conscientes de esto? El otro 99.9 por ciento de la superficie de la flecha no presenta problemas a menos que se necesite un acabado de alta calidad por otras razones (como proporcionar una buena superficie de apoyo o un ajuste de tolerancia redu- cida). Si la calidad del acabado no es importante en estas partes de la flecha, puede reducirse el costo maquinando en forma comin la superficie. Para este ejemplo, supOngase que la flecha deberd ser y se hard como se especifica. 2. Elaborar el diagrama de resistencia a la fatiga mostrado en la figura 8.25. (Como se requiere vida infinita, no hay necesidad de una curva S-N). Al calcular un valor estimado para S,, es necesario suponer que el didmetro quedaré entre 10 y 50 mm. Si no es asi, la soluci6n tendré que repetirse con un valor mas apropiado de Cg. 3. Los esfuerzos calculados en el fondo de la muesca (es decir, sin tomar en cuenta todavia cualquier posible cedencia) son: Tm = (16T pl 7d?) Ky Ta = (16Ty/ md?) Ky Con objeto de encontrar Ky mediante la ecuacién (8.2), se deben determinar pri- mero K, y q. Por medio de la figura 4.35¢ se abtiene 1.57 como el valor de K,. Pero la determinacién de q por medio de la figura 8.23 requiere otra vez suponer el didmetro final. Sin embargo, esto presenta poca dificultad, ya que la curva para la carga torsional del acero de esta resistencia ($, = 1.2 GPa = 174 klb/pulg”, © muy cercana a la parte superior de la curva en la figura) da q ~ 0.95 para r = 1.5 mm, lo cual corresponde en este caso ad = 30 mm. Con la carga dada, la intuicién (0 el cdlculo subsecuente) dice que la flecha debe tener cuando menos EFECTO DE LA CONCENTRACION DE ESFUERZOS CON CARGAS MEDIAS. 267 este largo. La substitucién de estos valores, junto con los dados para la sobrecarga de diseno (carga nominal multiplicada por el factor de seguridad), da: Kyp= 1 + (K, — 1)q = 1 + (1.57 — 190.95 = 1.54 Tm [(16 X 2000 N-m)/xd*] 1.54 = 15,685/d? 1 — = 0.25 [(16 X 500 N-m)/xa?] 1.54 = 3922/4 | tm Ta 4. Si se inicia en el origen de la figura 8.25 (el cual corresponde a hacer infinito al didmetro) y se desplaza uno a la derecha a lo largo de la linea con pendiente = 0.25, tentativamente se hace alto en el punto A. Si no se permite cedencia, los esfuerzos no pueden ser mayores que éste. En A, 7, = 116 MPa 6 0.116 GPa. Por lo tanto, 3 922/d? = 0.116 y d = 32.2 mm. 5. En la mayoria de los casos, tal vez pueda permitirse una pequefia cedencia en la zona del entalle bajo las condiciones de ‘“‘sobrecarga de disefio’’. Si es asi, el didmetro se puede reducir atin mas, hasta que los esfuerzos calculados alcancen el punto B en la figura 8.25, debido a que la cedencia y los esfuerzos residuales llevan los esfuerzos reales al punto B’, el cual esté exactamente sobre la linea de vida infinita. La cedencia no afecta la magnitud del esfuerzo alterno, de modo que la ecuacién para el esfuerzo alterno puede igualarse a 150 MPa, lo que da d = 29.7 mm. Antes de aceptar alguna de las respuestas, d = 32.3 mm od = 29.7 mm, es importante regresar y ver si los valores supuestos para Cg y q son consistentes con el diémetro final escogido. En este caso lo son. Antes de terminar con este ejemplo, es interesante observar en la figura 8.25, los esfuerzos que actian durante la operacién normal (es decir, T,, = 1 000 N-m, T, = 250 N-m). Si se selecciona el punto A como el punto requerido de sobrecarga, entonces la operacién normal implica la aplicaci6n en el punto N, (punto medio entre O y A). Si se selecciona B’ como el punto de sobrecarga, la operacién normal quedaria en Ng, el punto medio entre O y B. Pero si se opera la maquina a la sobrecarga de disefio y, subsecuente- mente, se opera en forma normal, esta implicado un esfuerzo residual, representado por O’. Con este esfuerzo residual presente, los esfuerzos estén en O’ cuando la carga no acttia, en Nj cuando la carga es normal y en B’ con la sobrecarga de disefio. PROBLEMA RESUELTO 8.4 Calculo del factor de seguridad para una flecha para lijadora de disco La figura 8.26 muestra la flecha de una lijadora de disco, hecha de acero, que tiene S, = 900 MPa y S, = 750 MPa. La carga mds severa ocurre cuando se aplica un objeto cerca de la periferia del disco (radio de 100 mm) con fuerza suficiente para desarrollar un par de torsi6n de friccién de 12 Nm (el cual se aproxima al par de torsién cuando se para el motor). Se supone un coeficiente de fricci6n de 0.6 entre el objeto y el disco. ;Cudl es el factor de seguridad con respecto a la falla final a la fatiga de la flecha? 268 FATIGA 50 1 = 5mm, superficie maquinade = 18 mm (diémetro del cojinete) 16 mm{diametro de la flecha) 100 200 300 400 500 Esfuerzo de flexién medio . Figura 8.26 Problema resuelto 8.4. Lijadora de disco. Solucion 1. Observando primero los detalles de disefio relacionados con la fatiga del eje 0 flecha, el radio relativamente muy-grande de 5 mm es excelente para minimizar la concentracién de esfuerzos en este escalén necesario en la flecha. Podrfa ser favorable la reducci6n de la saliente de 50 mm del disco, pero se supone que para esta aplicacién particular es necesaria 2. La especificacién del par de torsién de 12 N-m requiere que la fuerza tangencial, F,, sea de 120 N. Con un coeficiente de friccisn de 0.6, se requiere de una fuerza normal de F,, de 200 N. 3. Las dos componentes de la fuerza producen la siguiente carga en el filete o entalle de la flecha: Par de torsién: T = 12 Nm = 12 000 N-mm Carga axial: P = 200 N Flexién: En el plano horizontal, M, = 120 N x 50 mm en el plano vertical, M, = 200 N x 100 mm La resultante es M = VM? + M? = 20900 N-mm 4. Por medio de la figura 4.35, se obtienen los factores geométricos de concentra- cin de esfuerzos para las cargas por torsién, axial y flexién: Ky) = 110, Kyqy = 1.28, Ky) = 1.28 PREDICCION DE LA VIDA A LA FATIGA PRODUCIDA POR VARIACION ALEATORIA 269 A partir de la figura 8.23, las sensibilidades estimadas a las muescas, g, son 0.93 para la torsi6n y 0.91 para las cargas de flexi6n y axial. Por medio de la ecuacién (8.2), se calculan los valores de K, como 1.09, 1.25 y 1.25 para las cargas tor- sionaies, axiales y de flexiGn, respectivamente. $. Las tres componentes del esfuerzo en el entalle son: 16T 16(12 000) = = Kp = (1.09) = 16.3 MPz T= Tp Mo (16)? (1,09) a P —200(4) = — Kya) = —— > (1.25) = 1.24 MP: Fa) = |G Kw 716)? (1.25) a 32M _ 32(20 900) Om) = ae Kr = (1.25) = 65.0 MPa 7(16)> 6. Se aplica el procedimiento especificado para las **cargas biaxiales generales"’ de la figura 8.17 para trazar, en la figura 18.26, una linea de Goodman de vida infi- nita estimada para las cargas de flexién. A continuacién se localiza en el diagrama un “punto de operacién”” que corresponde a los esfuerzos equivalentes medio y alterno a la flexidn. De las tres componentes def esfuerzo determinadas arriba, los esfuerzos torsional y axial son constantes para las condiciones de operacién en es- tado estacionario; el esfuerzo a la flexin se invierte por completo (el esfuerzo a la flexién en cualquier punto de entalle pasa de la tension a la compresién y a la tensién durante cada revolucién de la flecha). Se usa el procedimiento reco- mendado para determinar los esfuerzos equivalentes medio y alterno: = on + \/e a (2) oot WAU ( eq = Vox + 373 = (65.0)? + 0 = 65.0 MPa 1.24 z ) = 15.7 MPa ~ Si se traza una recta por el origen y el “‘punto de operacién’’, se observa que todos los esfurerzos tendrian que incrementarse en un factor de cerca de 4 para alcanzar el “‘punto de falla"’ calculado donde las condiciones estarian a punto de causar la falla final por fatiga. Entonces, el factor de seguridad estimado es 4. 8.12 PREDICCION DE LA VIDA A LA FATIGA PRODUCIDA POR CARGAS CON VARIACION ALEATORIA El pronéstico de la vida de partes sujetas a esfuerzos arriba del limite de resistencia a la fatiga es, en el mejor de los casos, un procedimiento aproximado. Este punto se ilustra mediante la banda de dispersidn tipica de la raz6n de vida de 7:1 mostrada en la figura 8.4c. Para un porcentaje mayor de partes mecdnicas y estructurales sujetas a un ciclo de esfuerzos 20 FATIGA de intensidad que varfa en forma aleatoria (por ejemplo, las partes de suspensiones automo- trices y de aviones), se complica mas el prondstico de la vida a la fatiga. El procedimiento que se utiliza en este texto para tratar con esta situacin fue propuesto por Palmgren de Suecia en 1924 e, independientemente, por Miner en los Estados Unidos en 1945. El procedimiento con frecuencia se llama regla lineal del dao acumulativo, con los nombres de Miner, Palmgren o de ambos. Palmgren y Miner en forma muy ldgica propusieron el concepto simple de que si una parte se carga ciclicamente a un nivel de esfuerzo que causa la falla en 10° ciclos, entonces cada ciclo de esa carga consume una parte en 10° de la vida de la parte. Si se interponen otros ciclos de esfuerzo correspondiente a un vida de 10° ciclos, cada uno de éstos consumen una parte en 10* de la vida y asf sucesivamente. Cuando, con esta base, se ha consumido el 100 por ciento de la vida, se predice la falla por fatiga. La regla de Palmgren o Miner se expresa por la siguiente ecuacin en ta cual 1), ny, ... , mg Tepresentan el ntimero de ciclos a niveles especfficos de sobreesfuerzo, y Nj, Na, . . . » Ng representan la vida (en ciclos) a esos niveles de sobreesfuerzo, que se toman de Ja curva apropiada S-N. La falla en la fatiga se pronostica cuando ee obien, >~ fe = (8.3) Ny MMM EI uso de la regla lineal del dafio acumulativa se ilustra en el siguiente ejemplo. PROBLEMA RESUELTO 8.5 Prediccién de la vida a Ia fatiga producida por esfuerzos de inversién total que varfan en forma aleatoria Los esfuerzos (incluyendo el factor de concentracién de esfuerzos, Ks) en la muesca cri- tica de una parte fluctiian en forma aleatoria como se indica en la figura 8.27a. Los esfuerzos pueden ser por flexién, torsiGn 0 axiales y hasta esfuerzos por flexin equiva- lentes que resultan de la carga biaxial general. La gréfica mostrada representa lo que se cree es una operacién caracteristica de 20 segundos. El material es acero y la curva apro- piada S-N esta dada en 8.276. Esta curva esta corregida por carga, gradiente y superficie. Estimese la vida fatigada de la parte. Solucién En la figura 8.27a hay ocho ciclos de esfuerzo que sobrepasan el limite de resistencia a la fatiga de 60 klb/pulg*; cinco a 80 klb/pulg?, dos a 90 klb/pulg?, y una a 100 klb/pulg?. La curva S-N muestra que cada ciclo a 80 klb/pulg? usa una parte en 105 de la vida, cada ciclo a 90 klb/pulg? usa una parte en 3.8 x 10*, y el ciclo a 100 kib/pulg” usa una parte en 1.6 x 10*. Agregando estas fracciones de vida usada se obtiene mi mim Ss 2 Nt ON, tN, 108 * 38x 108 * 16 x 108 = 0.000165) PREDICCION DE LA VIDA A LA FATIGA PRODUCIDA POR VARIACION ALEATORIA 2m Esfuerzo (kib/pulg”) | Prete representative de 20 ————v} (a) Gréfica esfuerzo-tiempo N (ciclos(log)) (o) Curva S-N Figura 8.27 Problema resuelto 8.5. Prediccién de vida a la fatiga, es- fuerzos inversos. Para hacer que la fraccién de vida consumida sea la unidad, el tiempo de prueba de 20 segundos debe multiplicarse por 1/.0001651 = 6059. Esto corresponde a 2019 minutos, 0 cerca de 30 a 35 horas. . La regla lineal del dafio acumulativo se puede generalizar fécilmente a problemas que implican esfuerzos medios lo mismo que alternos. Los siguientes ejemplos ilustran e| caso de esfuerzos fluctuantes a la flexidn. El procedimiento seria el mismo para esfuerzos equi- valentes fluctuantes a la flexién, calculados de acuerdo con las instrucciones para las ‘“cargas biaxiales generales’’ en fa figura 8.17, e ilustradas en el Problema resuelto 8.4. PROBLEMA RESUELTO 8.6 Prediccién de la vida a la fatiga. Esfuerzes fluctuantes a la flexién que varian aleatoriamente La figura 8.28a representa la fluctuacién de esfuerzos en el lugar donde se localiza la muesca de una parte durante lo que se cree son 6 segundos de operacién tipica. Los am FATIGA Esfuerzo de flexién IMPa) Esfuerzo de inversién S (MPa) 10° 19° N (evcies) to) curva S-N Curva esfuerzo tiempo 0, (MPa) 200 300 m (MPa) (o) Grafica om ~ 0» Figura 8.28 Prediccién de vida a la fatiga, esfuerzos con variacién aleatoria, (Problema resuelto 8.6). esfuerzos flexionantes graficados incluyen el efecto de la concentracién de esfuerzo. La parte esta hecha de una aleacién de aluminio que tiene S, = 480 MPa y S, = 410 MPa. La curva S-N para la flexién esté dada en 8.28c, Esta curva se corrige por el gradiente de esfuerzos y superficie. Estimese la vida de la parte. Solucién 1. El periodo de prueba de 6 segundos incluye, en orden, dos ciclos de fluctuacién “‘a’’, tres ciclos de fluctuacién *b”’, dos ciclos de *‘c’’, un ciclo de ‘*d’” y uno de “*b’*. Cada una de estas fluctuaciones corresponde a una combinacién de esfuerzo EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS DE LA SUPERFICIE EN LA RESISTENCIA A LA FATIGA 273 medio y alterno graficada como un punto en la figura 8.285. Por ejemplo, “‘a’” consiste de 0, = 50 Mpa, o, = 100 MPa. Los puntos de ‘a’ al ‘*d’” en la figura 8.28b estan unidos por lineas rectas con el punto 0, = S, en el eje horizontal. Esto da una familia de cuatro ‘‘lineas de Goodman’, correspondiendo cada una a cierta vida constante (pero todavia no conocida). 3. Las cuatro Ifneas de Goodman intersecan el eje vertical en los puntos a’ hasta d’. De acuerdo con el concepto de Goodman, los puntos a a d corresponden exac- tamente a las mismas vidas de fatiza que los puntos a’ ad’ . Estas vidas se determinan con la curva S-N de la figura 8.28c. Obsérvese que la vida correspondiente a las condiciones a y a’ se puede considerar como infinita, 4. Sumando las porciones de vida consumidas por los ciclos de sobrecarga de b, c, y d se obtiene Pr My Me, Ma 4 2 I REI IRERET TIERS on aa ovOSOESTEROET0S 20S ees eee tere ee ote N,N. Ny 33K 10° 72x18 * 25K 10 Esto significa que la vida estimada corresponde a 1/0.0005011, es decir, 1996 periodos de duracién de 6 segundos. Esto equivale a 199.6 minutos o cerca de 3.13 horas. s 8.13 EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS DE LA SUPERFICIE EN LA RESISTENCIA A LA FATIGA DE UNA PARTE Como las fallas por fatiga se originan en zonas limitadas de relativa debilidad, que por lo comtin estén en la superficie, la condicién local de ésta es muy importante. Se ha tratado ya con la constante de superficie Cs, para diversas categorfas de operaciones de acabado. En ésta y las dos secciones siguientes se estudian diversos tratamientos superficia- les, considerando especificamente su influencia sobre 1) la resistencia de la superficie, en comparacién con la resistencia del material que estd bajo ella, 2) el esfuerzo residual en la superficie. Las tres consideraciones de superficie: geometrfa (tersura), resistencia y esfuerzo residual, estan interrelacionadas en alguna forma. Por ejemplo, los valores bajos de Cs mostrados en la figura 8.13 para superficies roladas en caliente y las obtenidas con forja se deben parcialmente a la geometria de la superficie y, en parte, a la descarburizacin (por lo tanto, debilitamiento) de la capa superficial. Elefecto de reforzar la superficie y de la formacién de un esfuerzo residual favorable a la (compresién) en la superficie se ilustra en la figura 8.29. La curva a) muestra el gradiente de esfuerzo en la vecindad de una muesca, debido a una carga a la tensiGn. La curva b) muestra un gradiente de esfuerzo residual excelente, que comprime la superficie de la ranura. La curva c) muestra el esfuerzo total, la suma de a) y b). La curva d) muestra un gradiente de esfuerzo deseable, resultante de un método que refuerza la superficie. Ob- sérvese que 1} ef reforzamiento superficial y los esfuerzos residuales a la compresién han incrementado en forma substancial la carga que puede soportarse, y 2) el punto de origen de la falla potencial se ha desplazado bajo la superficie al punto J, donde las curvas c) y d) son tangentes, Esto significa que la superficie de la ranura podria deteriorarse un poco durante el servicio (como por corrosién, estrfas en la superficie, etc.) sin que se reduzca la 274 FATIGA — 7" Resistencia ~~~ = (c) Estuerzo total, (a) > bi (a) Estuerzo de carga Esfuerzo a la tensién y resistencia (kib/pulg‘) 5 5 Figura 8.29 Gradientes de esfuerzo y resistencia, super- ficie reforzada de parte con muesca sujeta a carga axial. capacidad de la parte para soportar carga. Un beneficio mds en cuanto a la resistencia alla fatiga que no es evidente en la figura 8.29 es que los esfuerzos residuales a la compresin recorren a la izquierda el “‘punto de operacién’” en el diagrama de esfuerzo medio-esfuerzo alterno (como los puntos a-d en la figura 8.28b), lo que aumenta la vida a la fatiga. Al comparar los gradientes de resistencia con los gradientes de esfuerzo total se tiene una explicacién sencilla del hecho de que las partes que tienen gradientes pronunciados de esfuerzo por carga y superficies inadecuadas (valores bajos de Cs) se benefician més con el tratamiento superficial. Las partes sin muescas con carga axial se benefician muy poco, a menos que tengan inicialmente acabados inadecuados en la superficie. Las partes con muescas grandes sujetas a flexién o a torsiGn se benefician mas. Como précticamente todas las par- tes tienen zonas criticas con concentracién de esfuerzos, los procedimientos para reforzar a superficie por lo comtin son bastante efectivos. Por ejemplo, la figura 8.29 ilustra cerca de un 60 por ciento de incremento en el esfuerzo permitido por carga debido a la combinacién del reforzamiento superficial més esfuerzo residual. Para aplicaciones en las que intervie- nen cargas a la flexién o a la torsién, no es extrafio que la capacidad de carga a Ja fatiga sea superior al doble. En las dos secciones siguientes se exponen procedimientos para reforzar la superficie. También es importante conocer los procesos que ocasionan la debilitacién de la superfi- TRATAMIENTOS MECANICOS DE LA SUPERFICIE (GRANALLADO, ETC.) 2715 cic. El esmerilado, por ejemplo, si no se realiza con cuidado y con alimentacién moderada puede causar esfuerzos residuales a la tensién que dafien las superficies, y hasta diminutas grictas superficiales. El cromado y el niquelado, aunque son buenos para la superficie, ya que protegen contra la corrosién, pueden reducir en forma substancial el limite de resis- tencia a la fatiga de las partes de acero porque provocan la absorcién del gas hidrégeno. Esto se conoce como fragilizacion por hidrégeno. El dafio se puede reducir tomando medidas especiales, como son usar bajas densidades de corriente en el proceso electrolitico y hornear las partes (por lo comtin a 600° 6 900° F) después del revestimiento electrolitico. Realizado adecuadamente, el revestimiento electrolitico de partes de acero con metales suaves como el cobre, cadmio, zinc, plomo y estafio, ocasiona poco debilitamiento, en caso de que lo haya, ala fatiga. Hay relativamente poca informaci6n sobre el efecto del revestimiento electro- litico y anodizado de Jos metales no ferrosos. Se ha informado de efectos tanto benéficos como perjudiciales en usos especificos. Las operaciones de soldadura y corte con flama tienden a producir esfuerzos residuales a la tensién que dafan la superficie, a menos que se tomen precauciones especiales (como la supresién térmica de esfuerzos posterior). La lista siguiente con algunos principios basicos puede ayudar a que se valore ade- cuadamente el tema de los procedimientos para reforzar la superficie contra la fatiga. El ingeniero responsable del disefio y mejoramiento de las partes para méquinas y estructuras sujetas a cargas dindmicas debe: 1. Tratar de identificar todas las zonas limitadas de concentracién de esfuerzos donde, razonablemente, pudieran iniciarse fallas por fatiga. 2. Revisar las posibilidades de modificar el disefio para reducir las concentraciones de esfuerzo y colocar el elemento que aumente los esfuerzos en una zona de esfuerzo nominal mas bajo. 3. Dar atencién particular al acabado de la superficie (Cs) en dichas zonas. 4. Considerar qué puede hacerse en la manufactura de la parte para reforzar la capa superficial y proporcionar un esfuerzo residual a la compresién en los elementos que incrementan los esfuerzos potencialmente criticos. 8.14 TRATAMIENTOS MECANICOS DE LA SUPERFICIE (GRANALLADO, ETC.) En los tratamientos mecdnicos, el material de la superficie se trabaja en frio de tal manera que se generen esfuerzos residuales a la compresiGn y, dependiendo de las propiedades del material, con frecuencia se produce refuerzo por deformacién. También, se modifica Ia geometria de la superficie (tersura), por lo comin para bien, a menos que la superficie estuviera inicialmente pulida o con esmerilado fino. EI mas comin y versatil de los trabajos en frio es el granallado. Tiene amplio uso en resortes, engranes, flechas, bielas de conexién y muchas otras partes estructurales y de méquinas. El granallado implica bombardear la superficie lanzando a alta velocidad granalla de fierro o acero disparada por medio de una rueda giratoria o una boquilla neu- matica, El martilleo o picado ligero resultante tiende a reducir el espesor y, por lo tanto, aumenta el drea de la superficie expuesta. Ya que el aumento de drea lo resiste el material que esté abajo de la capa superficial, ésta queda sujeta a compresién residual. El espesor de la capa comprimida es por lo comtin menor de un milimetro. Los mayores esfuerzos 276 FATIGA a la compresi6n se presentan ligeramente abajo de la superficie y, por lo comin, son del orden de la mitad del esfuerzo de cedencia. Algunas veces se obtienen esfuerzos residuales a la compresién mas grandes svjetando la parte a la tensién mientras se aplica el picado. Esto se lama granallado con deformacién. En las partes de acero, el granallado es mas efectivo con los aceros més duros, por- que fa resistencia a la cedencia es un porcentaje mayor de la resistencia final. Esto sig- nifica que los esfuerzos residuales resultantes son menos facil de ‘‘barrer”” por los subse- cuentes esfuerzos de carga que ocasionan que el esfuerzo total (la carga mds el residual) exceda la resistencia a la cedencia. Con referencia a la relaci6n ilustrada en la figura 8.6, a resistencia a la fatiga aumenta con la dureza hasta valores substancialmente més altos con el granallado. Se benefician en forma particular las partes de maquinas hechas con aceros de muy alta resistencia (resistencia a la tensién arriba de 1 400 Mpa a 200 klb/pulg”). Un procedimiento mecénico relacionado de la superficie es el rolado en frio. Por 10 comin, implica girar la parte mientras rodillos contorneadores apropiados presionan la superficie que se va a reforzar, como el filete o ranura de una flecha. Esto puede crear esfuerzos residuales a la compresin a una profundidad de un cm o més. El rolado en frfo se ha aplicado a partes de todos tamafios, incluyendo grandes mufiones de cigiiefial y ejes ferrocarrileros de didmetros hasta de 400 mm. El rolado en frfo es particularmente efectivo para reforzar flechas contra la fatiga usadas con cubos de ajuste forzado (esto ayuda a compensar Ia alta concentracién de esfuerzos de la flecha en la arista del cubo). Las ventajas de reforzar contra la fatiga con el rolado en frio se obtienen algunas veces como un subproducto de la operacién de conformado por rolado. Bajo suficiente presién y con un material adecuado se pueden formar por rolado en frfo las cuerdas de tornillos, ranuras de flecha y aun los dientes finos de engrane. Las propiedades del material reflejan entonces el severo trabajo en frfo. También, por lo comin se forman esfuerzos residuales a la compresién. El acufiado es otra operacién de formade en frfo que aumenta la resistencia a la fatiga: Un ejemplo es presionar un cono o una esfera mayor que un agujero en Ia boca de éste, dejando un esfuerzo residual a la compresién en la interseccién vulnerable del agujero y la superficie. Otro ejemplo es imprimir en frfo ranuras redondas en una flecha en ambos lados de un agujero transversal. A falta de informacién especifica, una prdctica moderada que es comtin, es tomar en cuenta la influencia del granallado u otros procedimientos de trabajo en frio usando un factor superficial Cs de la unidad, independientemente del acabado previo de la su- perficie. 8.15 TRATAMIENTOS TERMICOS Y QUiMICOS PARA ENDURECER LA SUPERFICIE (ENDURECIMIENTO POR INDUCCION, CARBURIZACION, ETC.) Por lo comtin, el objetivo de tales tratamientos es lograr superficies cuya resistencia al desgaste aumente; sin embargo, también sirven para incrementar la resistencia a la fatiga Y, Por esta raz6n, se estudian aqui. Los procesas estrictamente térmicos de endurecimiento por flama ¢ induccién de partes de acero que contienen suficiente carbono producen esfuerzos residuales a la compresién en la superficie (debido a una transformacién de fase que tiende ligeramente a incrementar REFERENCIAS 27 el volumen de ta capa superficial), asi como endurecimiento superficial. Como se espera, se obtienen beneficios maximos en las partes con muesca que tienen gradientes pronunciados de esfuerzos aplicados. En dichos casos, las resistencias a la fatiga con frecuencia se pue- den incrementar a mds del doble. La carburaci6n y el nitrurado son ejemplos de procesos quimico-térmicos que agregan carbono © nitrégeno a la capa superficial, junto con un tratamiento térmico apropiado. La capa resultante endurecida (0 cubierta), junto con los esfuerzos a la compresién resi- duales en la superficie, pueden ser muy efectivos para incrementar la resistencia ala fatiga. De hecho, con la nitruraci6n es posible hacer que las partes sean casi inmunes al debilitamiento por los elementos que aumentan los esfuerzos. Este punto se ilustra por el siguiente ejemplo dado por Floe (parte 2, seccién 8.6 de la referencia [5]). Limite de resistencia a la fatiga (klb/pulg*) Geometria Nitruracion Sin nitruracion Sin muesca 90 45 Muesca de medio circulo 87 25 Muesca en V 80 24 REFERENCIAS 1. American Society for Testing and Materials, Achievement of High Fatigue Resistance in Metals and Alloys (Symposium), American Society for Testing Materials, Filadel- fia, 1970. 2. Boyer, H. E. (comp.), Metals Handbook No. 10: Failure Analysis and Preveition, 8a. ed., American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1975. 3. Fuchs, H. O. y R. I. Stephens. Metal Fatigue in Engineering, John Wiley & Sons, Ine., Nueva York, 1980. , 4. Graham, J. A. (comp.), Fatigue Design Handbook, Society of Automotive Engineers, Inc., Nueva York, 1968. 5. Horger, O. J. (comp.), ASME Handbook: Metals Engineering—Design, 2a. Ed. McGraw-Hill, Nueva York, 1965. 6. Juvinall, R. C., Engineering Considerations of Stress, Strain, and Strength, McGraw- Hill, Nueva York, 1967. Lipson, C. y R. C. Juvinall, Handbook of Stress and Strength, Macmillan, Nueva York, 1963. 8. Madayag, A. F., Metal Fatigue: Theory and Design, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1969. a 9. Sines, G. y J. L. Waisman (comp.), Metal Fatigue, McGraw-Hill, Nueva York, 1959.

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