CAPITULO III
MARCO TEORICO
3.1 Antecedentes histéricos de la justicia de paz en el Pert
Los antecedentes de la justicia de paz se remontan a la época pre-
incaica, en la cual los ancianos (curacas) ejercfan la direccién del
pueblo y por ende administraban justicia; en otros casos lo hacian los
guetreros més sobresalientes, quienes adquirian el poder mediante la
fuerza y la coaccién. Posteriormente, durante el imperio de los incas,
la administracién de justicia estaba a cargo de los caciques.
Durante la conquista, la comunidad de Chuschi estaba poblada
por Mitimaes, Antas y Orejones provenientes del Cusco, mientras al
lado se asentaban los Quispillacctas, también del Cusco. Ambas co-
munidades han estado tradicionalmente enfrentadas por problemas
limitrofes y en sus alegatos sefialan que estaban allf desde la época del
Inca Huayna Cépac.
En la época republicana, el 8 de octubre de 1821, el generalisi-
mo don José de San Martin promulgé el Estatuto Provisorio donde
se crearon formalmente los juzgados de paz. Luego, la Constitu-GENTE QUE HACE {USTICIA
eign de 1826 dispuso que en cada pueblo se establecieran los juzga-
dos de paz para fomentar las conciliaciones. Hasta 1936, estos fun-
cionarios trabajaron al interior de las municipalidades, para luego
pasar al Poder Judicial.
En 1854, durante el gobierno de José Rufino Echenique, se dicté
el Reglamento de Jueces de Paz. Este ha sido modificado por las leyes
del 17 de abril de 1861 y del 4 de diciembre de 1900, y por el Texto
Unico de la Ley Orgénica del Poder Judicial, (Decteto Supremo Ne
017-93-JUS), promulgada el 2 de junio de 1993. Estas modificacio-
nes se refieren a la eleccidn, subrogacién, requisitos y competencias
de los jueces de paz.
De acuerdo a la informacién histérica recopilada en la Corte
Superior, en enero de 1910 en la ciudad de Ayacucho existian siete
(7) jucgados de paz, mientras que en la provincia de Cangallo habjan
veintiséis (26), correspondiendo al distrito de Chuschi sdlo uno. En
marzo de 1913, en la provincia de Gangallo, se ctearon dos juzgados
adicionales, con los que fueron veintiocho (28) los juzgados corres-
pondientes a esta zona.
El cjercicio del cargo de juez de paz es de cardcter honorario,
obligatorio y gratuito; quien accede al mismo es un miembro de Ia
comunidad nombrado en atencidn a los méritos de “hombre justo”.
‘Actualmente, se trata del vecino probo, a quien la ley no le exige
titulo de abogado, debiendo administrar justicia en forma cficaz,
oporeuna y accesible para amplios sectores sociales de zonas alejadas
de las ciudades, aplicando preferentemente la conciliacién, las cos-
tumbres locales y st leal saber y entender.
Durante la década del 80 y parte del 90, nuestro pais suftié los
efectos de un conflicto interno generado por el accionar subversive
de grupos politicos insurgentes, principalmente Sendero Luminoso.
Este grupo de orientacién maofsta se originé en el departamento de
Ayacucho, realizando su primera accién armada en el distrito de
W2LA JUSTICIA DE PAZ EN EL DisTRITO DE CHUSCHI
Chuschi el 18 de mayo de 1980, fecha en la cual se desarrollaban las
elecciones generales que marcaban el retorno a la democracia del pais
y donde se produjo la quema de las anforas y del local electoral de
este distrito. Es a partir de ese momento que el pais suftié un proceso
de generalizacién de la violencia politica trastocando el modo de
vivir y pensar de las personas, situacién que impidié el normal desen-
volvimiento de las instituciones, y entre ellos el servicio de adminis-
tracién de justicia. Por estos motivos, los jueces de paz se vieron
obligados a abandonar sus cargos y comunidades.
Luego de aplacado el fenémeno subversivo, se ha recuperado en
cierta medida el funcionamiento de las instituciones y los servicios,
reinicidndose las actividades de la justicia de paz, como agente indis-
pensable en la composicién de la vida social y la solucién de los
conflictos que surgen al interior de la comunidad.
3.2 La justicia de paz
El funcionamiento de la justicia de paz ha demostrado la existen-
cia de un desfase entre los planteamientos tedricos y la realidad con-
creta, reflejando lo inadecuado del marco normativo vigente sobre
este tipo de justicia. Al ser confrontados con la realidad, los preceptos
exptesan setios problemas de aplicacién y eficacia del derecho, que
son asumidos creativamente por los jueces encargados de administrar
justicia. Esta situacién obliga a realizar una revision y andlisis deteni-
do de ciertos pardmetros tedricos que definen la justicia y la actua-
cién de los jucces de paz.
La justicia de paz en el Peri ha logrado Henar satisfactoriamente
los vacios dejados por el Estado y las instituciones oficiales en la
prestacién del servicio de administracién de justicia. Desde su surgi-
miento ha cumplido un papel restaurador de la paz social, mediante
la aplicacién de la costumbre y la conciliacién, contando con la
usGENTE QUE HACE JUSTICIA
aceptacién y el cumplimento de sus resoluciones por parte de sus
usuarios. Por estas razones, el marco normativo de la justicia de paz
no ha logrado Ienar todas sus expectativas a pesar de los esfuerzos
desplegados y el tiempo transcurrido desde su nacimiento, siendo en
algunos casos un factor de contencién de su desarrollo y retardo en fa
expansion de sus competencias; esto debido al predominio al interior
del sistema judicial, de una mentalidad positivista y apegada a los
procedimientos y rigideces propios de la justicia ordinaria.
Una de las condiciones que ha marcado el éxito de la justicia de
paz pata la resolucién de la controversias en el seno de la comunidad,
es su gran familiaridad con los hdbitos y costumbres locales, debido a
que esta justicia es ejercida por un ciudadano con las mismas caracte-
risticas y problemas que los justiciables. El juez de paz pertenece ala
comunidad donde ejerce sus funciones, incorporando en la adminis-
tracién de justicia los valores populares comunes de su localidad, con
criterio de equidad y con la tnica finalidad objetiva de solucionar el
conflicto sometido a su arbitrio.
Resulta importante destacar que la eleccidn de los jueces del paz en
algunas zonas del pais posee ingredientes altamente democriticos,
debido a que estas autoridades son elegidas popularmente por la co-
munidad. En otros lugares, sélo pueden acceder a este cargo personas
vinculadas a los grupos de poder o clases dominantes de la localidad.
Lamentablemente, la eleccién popular de los jueces de paz atin no
es una realidad, salvo situaciones excepcionales donde las Cortes
Superiores de Justicia refrendan las propuestas que la comunidad
organizada les hace llegar.
El ordenamiento normativo vigente, en su afan de dar coherencia
al sistema, reconoce implicitamente el mismo régimen juridico gene-
ral para todos los jueces y magistrados de la Reptiblica, quienes inte-
gran la estructura orgénica del Poder Judicial. Esto ha generado in-
convenientes a nivel de la justicia de paz. Asf, durante afios se ha
heLa justicia De PAZ EN Et DISTRITO DE CHUSCHI
tratado de incorporar a la justicia no letrada, los valores y técnicas
propias de la justicia profesional, a través, de cursos y programas de
capacitacién dirigidos a los jueces legos.
Sin lugar a dudas, la realidad ha superado ampliamente las estre-
chas previsiones de la normatividad vigente, denotando un retraso
legislacivo en matetia de justicia de paz. Asf, tenemos que este tipo de
justicia ha excedido el émbito de sus competencias, surgiendo como
fenémeno alternativo y espontneo de resolucién de conflictos, fren-
tea la justicia ordinaria.
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