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Teodor Shanin* La medicion del capitalismo campesino La operacionalizacion de los conceptos de la Economia Politica: Los aos 20 en Rusia Los anos 70 en la India I. UN PROBLEMA Y UNA HISTORIA La operacionalizacién de los conceptos encuentra su sig- nificado y sus limites en la propia problematica planteada. De acuerdo con ese criterio, nuestro problema (la medicién del capitalismo campesino) se sittia en el nticleo de las cues- tiones mas importantes de la ciencia social contemporanea Se relaciona con el capitalismo como proceso; conexiona la comprensi6n de los origenes de nuestro tiempo con la carac- tetizacidn de los principios basicos del sistema global en que vivimos (1). Es tan central como controvertido, ya que las diferentes escuelas, pese a multiplicar sus argumentos y la ter- minologia, no han consepuido eludir el problema de la dife- renciacion campesina y del cambio estructural. Los concep- tos bisicos de la economia politica clisica, los de la marxista, y los de la mayoria de la neoclasica (Ia disciplina académica 7 Departament de Sociologia Facliad de Emudioe Eeonmicosy Sociales Universidad de Mancheser (1) Puede verse una elaboraci6n en sThe Thied Seage: Marsst Hixoriography and te Origins of Out Times, Joural of Contemporary As, vo. Vi, n? (1976) ng. Soc. a? 28 Guliosept. 1983) 0 sm ua oe TRU PRLS contemporinea), se han creado para poder explorar y expli- cat el capitalismo. Todos ellos se fueron perfilando al mar- gen de las economias y sociedades campesinas. Las diferentes escuelas aceptaton, al menos en un principio, la audaz afir- maci6n de Plekhanov de que, de las notas de campo o de las estadisticas de los censos, Geveraa, es en el mojor de los casos la principal dificultad de las ciencias sociales (especialmente cuando existe una pro- blematica caracterizada por la ambivalencia conceptual y por tuna situaci6n politica tensa). Las diversas estrategias de esca- pe sefialan estas dificultades, por ejemplo, en la tendencia Rida ver mayor a salpicat los conceptas «puross con unos cuan- tos ejemplos eempiticose, Los problemas centrales en este con- texto son los que se derivan de una cuantificacion y compa- racién significativa de la diversidad existente en el camy esi- nado, que puede expresarse por la riqueza, la movilidad, los frones de explotacién, la formaci6n de capital y la trans- LL (EI debate entre Kautsky y David ete. en el Partido Socialdemscrata Alemén. Fue en Alemania donde por primera vez los lideres del movimiento de masas socialistas tuvieron que enfrentarse al hecho de que el campesinado constituia un importante sec- tor de su sociedad, lo que era de la maxima importancia para cualquier tipo de estrategia politica posible. Por tanto no es sorprendente el lugar donde comenzaria a tomar forma el de- bate sobre la diferenciaci6n. Rusia era el siguiente lugar na- tural, formando la diferenciacion campesina las lineas divi- sorias entre los principales movimientos revolucionarios y entre las principales fracciones de cada uno de ellos (5), Rusia eta también el lugar donde aquellos que estaban comprometi- dos en mayor medida tenfan la oportunidad de utilizar no solamente los datos estadisticos recopilados por los funciona- tos € institutos oficiales, sino también de emprender estu- dios de campo propios (6). Estas oportunidades florecieron plenamente en los afios 20 al estimular el nuevo cégimen tevolucionario los estudios masivos representativos de la diferenciacién campesina, abriendo el campo lo suficiente como para dar cabida a los pattidarios de los diferentes enfoques para facilitar de esa for- ma el debate. Consecuentemente, mientras que en Alema- nia el interés por los problemas de la operacionalizaci6n se estaba reduciendo, en Rusia alcanz6 una importancia capi- tal. Continuando lo anterior, el siguiente pais y movimiento de masas socialista en importancia donde se establecetian unos anilisis originales sobre la diferenciacion del campesino seria China, en su PC y en los escritos de Mao. Su conceptualiza- ci6n encontr6 un apéndice operacional algo primitivo en los trabajos de Chen-Bo-ta (futuro director de fx Academia de Ciencias de la China post-revolucionatia (7). Més recientemente los investigadores radicales de la In- dia iniciaron su cutno en el debate sobre la diferenciacién. Es ocioso decir que no se reclama ningtin «descubrimiento de un problemas; los marxistas de todos los matices y otros (5) Véase la discusi6n en T. Shanin, The Awkward Cass, Political Sociology of Pea: santry in & Developing Society: Russia 1910-23, Oxford, 1972, capitulo 3. (© Por ejemplo, Khryashcheva, un bolchevique, Groman, un meachevique, y Kush- chenko préximo al punto de vista populist, dirgieron antes de la revolucisn censos rurales del Zemstvo en Tula, Mokshan y Sutazh tespectivamente (1) Chen Pota, A Study of Land Rent in Pre-Revolution Chins, Pekin, 1966. 8 erm eaua Eres vsRE TAOS HYCO estudiosos del campesinado ya han discutido todo bastante (la dispersion del debate existente en la Tercera Intetnacio- nal seria suficiente). No obstante se hizo evidente a partir de 1970 una «rotura en la continuidad> al intensificarse el deba- te, con las nuevas sugerencias que se oftecian y, hasta cierto punto, también con la nueva terminologia que se aplicaba. EL problema se planteé en términos de los modos de produc- cion caracteristicos de la agricultura india (8). Forman parte de esta discusi6n una serie de problemas «especificos» de la India tales como el Modo de Produccion Colonial. Con to- do, aunque ningiin debate del pasado, la estructura y la pro- blematica esencial en la diferenciaci6n campesina. Al agudi- zatse cada vez mas la polémica, se centran en cada ocasiOn mejor las consideraciones y reconsideraciones sobre los datos EI debate sobre la diferenciacién se esta convirtiendo en un debate sobre la operacionalizacién. Una fase tal de desarrollo offece una opottunidad para mejorar nuestro conocimiento sobre el problema que tene- mos entte manos, aunque también existe la posibilidad de entrar en un callej6n sin salida en el cual unos cuantos inves- tigadores se disputan las palabras y el prestigio. Una forma de compensar estas desventajas es ampliando el debate, esta- bleciendo una comparacion cuya potencialidad ya se ha de- mostrado en repetidas ocasiones (9). Me estoy refitiendo a los éxitos de la comunidad crudita tusa a finales de los afios 20 y ala forma en que sus anilisis se relacionaron con la India a mediados de los afios 70. Il, LOS ANOS 70 EN LA INDIA Las comparaciones siempre son delicadas y para que esta sea més concreta permitanme hacer referencia a un texto con- creto. «Class Differentiation within Peasantrys (La Diferen- (8) D. MeEachern, «The Mode of Production in Indias, Joumal of Contemporary Asia, vol. VI, a° 4 (1976) (6) la infivencia de una sola traduccin de Chayanoy al inglés ha sido lo suficiente mente importante desde que Daniel Thorne la iniid. Vease A.V. Chayanov, The Theory of Peasant Economy, NEA, 1966. 4 ammpeniaaniN ciaci6n de clases en el campesinado (10) de Utsa Patnaik puede tomarse como un intento importante de operacionalizar el desarrollo capitalista y Ia divisi6n de clases consecuente en el campesinado indio. Aunque en este articulo se abarca un cam- Bo mas amplio, nos centtaremos solamente en el tema eleg- 0. Recapitulando la parte que nos interesa, el trabajo pro- pone una raz6n E —que mide la explotacion de la mano de obra— a la vez como una apfoximacién y una hetramienta metodolégica empirica para poder plantear y cuantificar el anilisis de clase del campesinado. Segiin el autor, la «utiliza- cién de mano de obra externa relacionada con Ia utilizacién de mano de obra familiars es «el indice individual mas fiable para clasificar a los campesinos» (p. A-84). Se dice que exis- ten dos métodos fundamentales para explotar la mano de obra en el contexto del campesinado indio (similares a los de Chi- na en los afios 30 pero diferentes a los, digamos, Rusia en los afios 10). Estos son la contratacién directa de trabajadores y la explotacién indirecta a través del artendamiento de la tie- tra (p. A-87). Esta ecuacién de explotacién mano de obra- tierra «no ofrece una cobertura exhaustiva de todas las rela- ciones agratias, sino que por el contrario se limita a aquellas que surgen directamente del proceso de producci6n» siguiendo Ia base logica de que «otras relaciones como pueden set las existentes entre el comerciante y el prestamista por una parte y las diferentes clases del campesinado dependen en si mis- mas de la existencia de la diferenciacion de clases que surge del proceso de produccién» (p. A-90). Sin embargo, la no in- clusi6n no se detiene ahi. No hay forma posible de calcular a equivalencia del arrendamiento en dias laborales y, por con- siguiente, la E misma sc limita al equilibrio de la mano de obra contiatada oponiéndola a la man» de obra empleada (pp. A-92, A-84). En otras palabras, mientras que el arrendamiento. de la tierra se considera un componente importante de la ca- racterizaci6n de clases y asi se tipifica en las Tablas 3, 3A y 4, no se incluye en la escala de cuantificacién, aunque si se menciona la posible comparacién contradictoria de ambas ca- tegorfas. A continuacién hay una sola escala de grupos mu- (10)U, Patnaik, «Class Differentiation Within the Peasantrys, Economic and Polit cal Weekly, Sept. 1976 8 cease epvpsenneeen act ruamente excluyentes que se basan en el equilibrio de la ma- no de obra en toda unidad familiar especifica (Tablas 2, 6), y.que se localizan en clases bajo el supuesto de que «desde cl punto de vista estadistico, el criterio E representa Gnica- mente la clase econémica en ia agricultura de una forma em- piticamente aplicable> (p. A-91). Tal como se presenta, Ia discusién de Patnaik es impor- tante y significativa aunque, al mismo tiempo, resulte insu- ficiente 0 poco apropiada. Su importancia radica en el pro- pio tema que analiza, que se embellece con Ia dscusin so- isticada de las relaciones existentes entre la teoria y las cate- gotias operacionales. Es significativa porque el indice de ex- plotacién de la mano de obra es indudablemente de capital importancia para cualquier intento de entender la estructura y la dinamica del capitalismo en la agricultura campesina. En este sentido indudablemente «funciona», es decir, ofrece un método para identificar a las clases campesinas de una forma relacionada con los principales problemas planteados. Pero, al mismo tiempo, es insuficiente 0 poco adecuada por las si- guientes razones: 1) Carece de un denominador comin utilizable para cuan- tificar las razones de explotaci6n, incluso en lo que se refiere a los dos componentes que considera fundamentales. El tiempo-mano de obra no puede operar como un denomina- dor tan comin, a pesar de la serie de intentos que se han Ile- vado a cabo en el pasado. Tampoco ofrece una forma alter- nativa de integrar inequivocamente los principales aspectos empiticos de la explotaci6n rural. La relacin E interpreta «las clases en la agricultura» pero no de una forma «sencilla». De hecho, la reducci6n resultante en un s6lo indice ya necesaria- mente conlleva un considerable error. Para evitat lo anterior setian necesarios una multiplicidad de indices, 0 bien indi- ces compuestos, formados por varios componentes. Cuando se contradicen estos indices o componentes, necesariamente se obtienen soluciones arbitrarias 2) Omite importantes causalidades en los procesos de ex- Jlotacién rural, fa acumulaci6n de capital y la desintegraci6n lel campesinado (denominados de una forma poco precisa como «telaciones agrarias»), Tal como se expone, una estra- tegia como la anterior parece particularmente insatisfactotia pata delimitar el extrema empresatial reg de la escalaen la que se ptopone. Estudiar una comunidad campesina sin tun prestamista y sin un comerciante, con su impacto, no solo significa ignorar lo que todo campesino sabe que es funda- mental, sino también omitir algunos de los propios resorces del cambio que se trata de comprender (y que s6lo se pue- den omitir una vez que se haya establecido su caracter secun- dario o de dependencia). No hacerlo en un anilisis marxista porque es marxista me parece una caricatura del marxismo como herramienta importante del pensamiento y de la ac- cién, Aquéllos que pongan en duda la oportunidad de un realismo tan ecléctico deberian volver 2 leer las primeras pa- ginas (ademas de muchas otras) de La /ucha de clases en Fran- Gia, La naturaleza primaria de las relaciones de producci6n, en contraste con las de citculacion, afirmada por Marx, no se interpreta como que se ignoren estas tiltimas a la hora de considerar las relaciones de clase. Es «insuficiente» 0 poco ade- cuada una operacionalizaci6n en la cual el comerciante-usurero mis rico del pueblo (zy algan afio agricultor capitalista?) sea definido como campesino medio. Acepta por defecto el nticleo de la metodologia existente en lo que se refiere ala recopilacién y analisis de datos, aun- que se introduce y cristaliza a una considerable distancia con- ceptual de cualquier preocupaci6n por la diferenciacién y ex- lotacién campesina. Parece imposible que la problematica Sela diferenclacion y explotacion campesina se pueda diseu tir detalladamente sin relacionarla con los métodos alternati vos de estudios empiricos. Lo menos que se puede hacer es dejar implicita tal postura, El hecho de que la teoria del valor trabajo forme el na- cleo de la teorfa econdmica marxista no significa necesaria- mente que el tiempo-trabajo sea suficiente para indexar las clases y la explotacién en un contexto especifico. Tampoco es suficiente estudiar la acumulaci6n de capital, a pesar de su indudable relacién con lo anterior. Y asi sucesivamente Evidentemente, aun queda mucho mas por resolver en el es- fuerzo de operacionalizar, incluso en lo que se refiere al te- ma concreto de los indices de la explotacién. En lugar de preguntarse si existe algo stil que se pueda ” extraet de los andlisis puros de problemas similares realiza- dos hace medio siglo y después de cinco décadas acumulan- do datos y experiencia, nos vamos a centrar en aquellos auto- res a quienes los propios rusos aceptarian como expertos en tuna época en la que el andlisis operativo alcanz6 su apogeo, es decir, a finales de los afios 20. II. LOS ANOS 20 EN RUSIA El «debate sobre Ia diferenciaci6n» habia comenzado en Rusia a mediados del siglo XIX ¢ iba a alcanzar una nueva etapa durante el debate populista/ marxista a finales de si- glo. El transcurso del tiempo no hizo disminuir el interés, sino que por el contrario increment6 répidamente la sofisti- cacién hasta alcanzar un nuevo y definitivo esplendor en el debate oficial de 1926, llevado a cabo en la Academia Sovié- tica de Agricultura. Fue esta la dltima ocasion en la que los méximos exponentes de las principales escuelas teéricas de la URSS (economistas neoclasicos, neopopulistas y marxistas de todos los matices) cruzaron sus espadas en un intento de lle- gat a comprender los procesos de diferenciacion en el cam- soviético. La discusién no se limit6 a ese debate y se pue- len encontrar docenas de libros y articulos relacionados pu- blicados a finales de los afios 20 (11). El debate sobre la operacionalizacién comenz6 en Rusia a finales del siglo XIX. Participaron fundamentalmente los lamados estadisticos rurales (que en realidad también eran economistas y sociélogos segtin nuestras actuales pautas dis- ciphinatias), en su mayoria empleados en los Zemstvos, di siones administrativas regionales rusas establecidas en 1861. El claro compromiso y la heterogencidad de este grupo faci lit6 que el debate fuera animado, gran parte del cual tuvo lugar en los congresos nacionales de estadistica rural, desbot- dandose con bastante frecuencia hacia la prensa y hacia las discusiones de partido, especialmente en Ia izquierda. Un con- junto de interrogantes metodol6gicas encontraron solucién (li) Unacta de los debates se publics en Pati Sel'shogo Kbozyaistra, n? 49 (1927) Un gran niimero de arcculos elevantes se publicaron cambién en Ne agrarnom front cen el period considerado, 8 pnp ay naeaeca Sees definitiva mediante el consenso de este complejo grupo. Por ejemplo, se acept6 la unidad familiar campesina como prin- cipal unidad de anilisis, una resolucién que fue mucho me- nos evidente de lo que hoy nos parece. También surgieron alli otros temas mas reemplazado en la mayoria de los escritos marxistas cada vez con mayor frecuencia por los «proletatios rurales»), aquellos que estaban «en el campo» adoptaton Ia tierra cultivada y los ca- ballos poseidos como los indices mas importantes de la dife- renciaci6n por la tiqueza de la unidad familiar campesina Los analistas marxistas, Lenin incluido, solian aceptar estas categotias empiricas (a veces «con protestas», sefialando sus limitaciones). La base légica de estos indices la constituia el hecho de que la agriculeura estuviera muy centrada en los ce- reales, con ningiin tipo de mecanizacién de la que hablar, y también porque la contabilidad era mis facil con estas cate- gorias. Sin embargo, las limitaciones eran bastante conside- rables. Algunos aspectos importantes de la producci6n y de la expiotacion se dejaban fuera de la principal escala tipol6- gica de los estudios empiricos. Se hizo un gran esfuerzo pot enfrentarse a estas cuestiones y para comprobar doblemente los resultados mediante la multiplicaci6n de los indices para incorporar algo mas que dla tierra y los caballos». En esa linea se experiment tanto con los indices cuantitativos como con los cualitativos, alcanzandose aproximadamente en 1910 una nueva etapa de sofisticacién. Por ejemplo, el trabajo de Khryashcheva, realizado en Tula en 1911, emplea cinco in- dices simulténeamente, complementando los «dos grandes» con la mano de obra familiar, el ntimero de vacas propias po- seidas y la extensiékn de la tierra propia (14). cnegt Baskin, realizado en 1913, introdujo Tes categorias cualitati- vas de empleo de mano de obra asalariada, ingresos no pto- venientes de la agricultura, y empresas poseidas conjuntamen- te con la tierra cultivada, para establecer una escala de cate- (14) A. Khryashcheva, Krest'sanshoe kbozvaistvo po perepisyam 1899-1922, Tula, 1916, gorias mutuamente excluyente de las unidades familiares cam- pesinas: (1) empresarial; (2) parcialmente explotadora; (3) agricultuta familiar; (4) comercial y artesanal; (5) pobte y pto- letaria (15). La revolucién de 1917-21 y la Guerra Civil dieron lugar a.una considerable nivelacién en los pueblos campesinos ru- sos. También agravaron los problemas operacionales de los estadisticos rusos. Se abolié la propiedad privada de la tierra, las propiedades inmobiliarias se redividieron de forma masi- va, los «caballos excedentes» fueron requisados por el ejérci- to, etc. Las nuevas politicas igualitarias del Estado y sus re- caudadores de impuestos hicieron que los antiguos indices, segin estaban registrados, se hiciesen menos flables. Bajo es: tas circunstancias, las categorias de la tierra cultivada y el ndi- mero de caballos ‘poscidos que eran utilizadas en la planifi- caci6n estatal y por la administracion estadistica llegaron 2 resultar sospechosas de ocultar en lugar de revelar ef estado real de diferenciacién. Peor atin, incluso la extensi6n de la mano de obra asalariada ya no expresaba la diversidad de for- ma clara, ya que dentro de ese contexto era cada vez més fre- cuente que un campesino rico fuera contratado con su equi- po y su caballo por un vecino pobre El hecho de que la diferenciacién campesina se escapara del examen con las hertamientas operacionales empleadas era algo que se debatia principalmente entre los marxistas. El de- bate algo amargo entre dos bolcheviques, Khryashcheva y Kritsman, podria proporcionarnos un ejemplo. Era imposi- ble solucionar los temas con la usual referencia a los escritos de Lenin, que ofrecian pocos consejos en cuestiones de ope- racionalizacién, Mientras que la falta de conocimiento del idioma ruso en el ambito del mundo anglosajén y en sus po- sesiones de ultramar convertian el volumen III de las Obras Completas de Lenin en una fuente inagotable de citas tefe- rentes a la diferenciacién campesina en Rusia, las fuentes uti lizadas en este dltimo pais, p.e. Postnikov, eran metodol6gi camente prehistoricas. Cuando el debate de la operacionali zacion en Rusia alcanz6 su definitivo cenit, Lenin ya llevaba mucho tiempo fuera del reino de los vivos. (15) V.S. Nemchinor, Isbramnve protvedeniya, vol. 1, Moxa, 1967, pp. 71-72, 2 a Durante los afios 20, Kritsman, del Sector Agrario de la ‘Academia Comunista, fue un duro y persistente ctitico de los ‘métodos operacionales empleados por la Junta Central de Es- tadistica. En 1920 publicd con su equipo un nuevo estudio masivo de las unidades familiares campesinas siguiendo si- multéneamente tres indices comparativos: (a) la tierra culti- vada, (b) la de la unidad familiar, definida por la importancia del ganado propio y por el tipo de equipo em- pleado, y (c) la utilizacion de mano de obra asalariada. Ex- plicitamente el propésito de ese andlisis era identificar las clases entre la mayoria de las unidades familiares campesinas «seu- doneutrales» 0 y aplicacién al estudio de las unidades familia- tes fueron realizadas entre 1887-91 por Shcherbina en el Zems- wo de Vorenezh. Considerando la familia como unidad familiar campesi- na, es decir, como una unidad de produccién y consumo y no s6lamente, como se hacia anteriormente, como una uni- dad de consumo, se transformé el caracter total de esta me- todologia. Se redujo a un andlisis input-output sistematico de muestras representativas de los hogares campesinos a lo largo de un afo agrario. Esta informaci6n, junto a la canti- dad de mano de obra, tierra y equipo disponible en cada uni- dad familiar campesina, se presentaba y analizaba estadisti- camente mediante estratos definidos en términos de rique- za. Un estudio de este tipo permitia explicar las caractetist cas especificas de los diferentes estratos y categorias de las uni dades familiares campesinas en tétminos de las técnicas de producci6n tipicas, la productividad, los modelos de consu- mo, los ingresos, la acumulaci6n, etc. A pesar de las conside- tables dificultades técnicas y metodol6gicas que presentaban, los académicos rusos desartollaron tenazmente los Estudios Presupuestarios, convirtiéndolos en una herramienta funda- mental para controlar y revelar los procesos reales en lugar de suponerlos solamente en base a estudios empiricos de sus resultados cuando mucho (20) El considerable éxito conceptual de estos académicos ru- sos no se puede entender en absoluto sin conocer sus hazafias metodologicas mas importantes que les situaron por encima de todos fos demas en lo que se refiere a la disponibilidad de datos empiricos y a su andlisis. En palabras de uno de ellos, los estadisticos de Zemstvo construyeron una herramienta nica en su especie para estudiar la forma de vida del campe- sinado, hetramienta que ningin otto pais tenia a su dispos- cién», También sefialé que

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