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G O B I E R N O D E L A P R O V I N C I A D E S A LTA
Coordinación General
Plan de Desarrollo Territorial de Políticas Púbicas en Seguridad, Justicia y Derechos Humanos
Comunidad Penitenciaria y Discriminación
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Plan de Desarrollo Territorial de Políticas Púbicas en Seguridad, Justicia y Derechos Humanos
Comunidad Penitenciaria y Discriminación
Sobre la capacitación.
El enfoque con el que se aborda la temática ‘discriminación’ no tiene como objetivo trasmitir
valores morales sobre la ‘no discriminación’. Tampoco intenta marcar culpables ni víctimas, sino
centrar el análisis en los efectos de la discriminación en toda la Comunidad Penitenciaria, específi-
camente en lo que produce sufrimiento y degrada la vida institucional. A partir de ello se plantea
una revisión de las condiciones cotidianas de trabajo, no con el fin de producir fracturas en el or-
den establecido, sino intentando fortalecer y optimizar los recursos institucionales.
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Comunidad Penitenciaria y Discriminación
Contenido
Discriminación 11
Intolerancia y prejuicio ............................................................ 11
Ciudadanía ............................................................................... 12
Consideraciones generales sobre la discriminación................. 14
Situación actual de la discriminación ....................................... 16
Bases socio-culturales de la discriminación ............................. 17
Tipos de discriminación ........................................................... 19
Los ámbitos institucionales en los que se produce y desarticula la
discriminación .......................................................................... 20
El racismo ................................................................................. 20
Para reflexionar. Racismo ........................................................ 23
Actividad práctica .................................................................... 24
Para reflexionar. La portación de rostro .................................. 26
La pobreza y la exclusión social................................................ 27
Discriminación social ................................................................ 27
De la ‘exclusión social’ ............................................................. 27
Historizando la situación de pobreza estructural discriminativa 30
La relación entre el Estado y la sociedad Civil ......................... 31
Acciones Positivas por la equidad sobre grupos vulnerabilizados por
discriminación 33
Sobre la necesidad de una discriminación positiva.................. 33
Derechos de la mujer (equidad de género) ............................. 37
Para reflexionar. Mujeres ........................................................ 38
Discriminación de Género ........................................................ 40
Los usos de género .................................................................. 40
El rechazo de la noción de género ........................................... 41
Para reflexionar. Si él hubiera nacido mujer ........................... 41
Fuerzas de seguridad y derechos de la niñez .......................... 42
Fuerzas de Seguridad y pueblos indígenas .............................. 43
Discriminación étnica............................................................... 44
Para reflexionar. Discriminación étnica y cultural ................... 45
Poblaciones migrantes ............................................................. 46
Xenofobia................................................................................. 47
Sobre la ley de migraciones .................................................... 48
Institución penitenciaria frente a grupos de diversidad sexual50
Para Reflexionar. La Jueza que perdió a sus hijos porque era
lesbiana. ................................................................................... 53
Actividad práctica. Diversidad sexual ...................................... 54
Ejercicio de aplicación práctica. Mujeres y menores ............... 54
Discriminación religiosa ........................................................... 55
Para reflexionar. Carta Pública de la Confraternidad de Líderes
Cristianos de la Provincia de Santa Fe ..................................... 57
Discriminación política ............................................................. 58
Para reflexionar. Señores Jueces. Nunca Más ......................... 59
Documentos sobre discriminación ........................................... 60
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Comunidad Penitenciaria y Discriminación
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Plan de Desarrollo Territorial de Políticas Púbicas en Seguridad, Justicia y Derechos Humanos
Comunidad Penitenciaria y Discriminación
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Sobre adaptaciones del texto ‘Construir la Igualdad. Por una ciudadanía sin exclusiones’
Lic. María Julia Palacios y Violeta Carrique; y sus colaboradoras Lic. Luz del Sol Sánchez y
Lic. Ángeles Urrizaga. Editorial EUNSa. Salta. 2008.
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Ciudadanía
El respeto a los
Si la democracia no comienza a existir en la familia, jamás existirá demás, la igualdad
de verdad en el Estado… La democracia en la familia es el derecho
distribuido entre todos sus miembros pro igual. Todos iguales quie-
de todas las creen-
re decir, todos libres, el padre, la madre y los hijos… cias y opiniones, la
Juan Bautista Alberdi convicción de que
Tradicionalmente la ciudadanía fue entendida como el status
nadie tiene la ver-
jurídico y (político de los integrantes de una comunidad polí- dad ni la razón ab-
tica, determinado por el reconocimiento constitucional de solutas, son el fun-
derechos civiles, políticos y sociales. La condición de ciuda- damento de esa
dano comporta el derecho a participar en las diversas ins- apertura y genero-
tancias sociales y políticas y conlleva la obligación de cumplir
sidad que supone el
con las leyes y disposiciones del Estado. La obligación de
acatar las normas que hacen al ordenamiento social, debe ser tolerante. Sin la
corresponderse con el derecho a participar en su formula- virtud de la tole-
ción y en la toma de decisiones que afectan a la comunidad. rancia, la democra-
La democracia es un proceso de toma de decisiones públicas cia es un engaño,
en la que participan los ciudadanos ejerciendo el autogo- pues la intolerancia
bierno. A fin de q estos puedan tomar decisiones, deben conduce directa-
conocer la mayor cantidad de perspectivas y visiones posi- mente al totalita-
bles acerca de los temas sobre los q van a decidir. Deben
además, desarrollar la capacidad de entender a los demás y
rismo.
sus puntos de vista y hacer el esfuerzo de interpretar de Victoria Camps.
modo más empático posible las posiciones de aquellos que En Virtudes Públicas 1990:
73.
disienten, no con la finalidad de cambiar de opinión, sino de
comprender la complejidad del problema en análisis y reco-
nocer q la necesidad de tomar una decisión colectiva presu-
pone el imperativo de lograr acuerdos y realizar concesio-
nes. E l verdadero problema q subyace cuando hablamos de
discriminación, es el de la exclusión de aquellos que resultan
ser diferentes desde el punto de vista de la mayoría o cultu-
ra dominante. Un argumento fundado solamente en la posi-
bilidad de goce igual de los derechos individuales no logra
dar respuesta al objetivo central de las cláusulas antidiscri-
minatorias que consiste en la necesidad de inclusión de los
grupos minoritarios en la discusión política. De esta manera
las diferencias no serán causa de segregación sino que las
practicas antidiscriminatorias resultaran ligadas al igual
goce de los derechos en un contexto de integración en aque-
llos ámbitos donde resulte posible.
Nuevas posiciones teóricas conciben a la ciudadanía como
un proceso, como un continuo y renovado esfuerzo por ac-
ceder a esa condición. Esta noción (de ciudadanía va asocia-
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Tipos de discriminación
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El racismo
Las problemáticas del racismo y los procesos de discriminación
pueden ser abordados desde múltiples puntos de vista.
El término ‘raza’ predominante en los siglos XVIII y XIX ha sido
abandonado, tanto por su inconsistencia científica, ya que la
biología nuca ha podido demostrar la existencia de estructuras
genéticas de raza; como por razones políticas, por los efectos
de terror y muerte colectiva a que ha llevado.
El racismo es un fenómeno fundamentalmente social y moder-
no; un conjunto de ideologías, pre-conceptos, estereotipos y
prejuicios que tienden a segmentar al conjunto humano en su-
puestos grupos que tendrían características comunes entre sí y
jerarquizables, cuya explicación radicaría en una supuesta
herencia genética que impondría la posibilidad ineludible de
ciertos comportamientos en detrimento de otros.
Es posible distinguir dos modalidades básicas en el funciona-
miento de la ideología racista2: 1.- el racismo evolucionista, que
opera por inferiorización de sus víctimas y 2.- el racismo dege-
nerativo, que opera por degeneración de sus víctimas conside-
rando que las mismas constituyen un peligro. Estas dos formas
de racismo se articulan con dos maneras de negar las diferen-
cias del otro para producir discriminación y exclusión social: 1.-
el modo liberal, que tiende a homogenizar la figura del otro en
la imagen de un ciudadano ideal, produciendo la negación de la
propia identidad personal. Es el aniquilamiento de la diferencia
del otro negando su lenguaje, su cultura y sus costumbres. 2.- el
modo nacionalista, que tiende a igual a la población a partir de
la eliminación del cuerpo de los diferentes.
2
Eugenio Zaffaroni. Criminología. Aproximaciones desde un margen. Temis. Bogotá. 1998.
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RACISMO
- Papá, ¿qué es el racismo?
- Es un comportamiento bastante extendido y común a todas las sociedades. Desafortunadamente se
ha convertido en algo trivial en algunos países, pues hay mucha gente que no presta atención a es-
te fenómeno. Consiste en desconfiar de las personas con características físicas y culturales distintas
de las nuestras e incluso también en despreciarlas.
- ¿Cuando dices común, significa que es algo normal?
- No. Que un comportamiento sea habitual y corriente no significa que sea normal. En general, el
hombre tiende a desconfiar de los que son diferentes a él, de los extranjeros, por ejemplo. Es una
actitud tan antigua como el propio ser humano. Es universal. Afecta a todo el mundo.
- ¡Pues si afecta a todo el mundo, yo también puedo ser racista!
- Para empezar debes entender que lo espontáneo en los niños es no ser racista. Los niños no nacen
racistas. Si sus padres, o sus familiares, no le han inculcado ideas racistas, no hay motiva para que
lo sean. Pero si te convencen de que las personas de piel blanca son superiores a las que la tienen
negra, si tú crees esa afirmación, podrías tener un comportamiento racista hacia los negros.
- ¿Qué se siente cuando uno se siente superior a los demás?
- Sentirse superior es, por ejemplo, pensar que, por el hecho de tener la piel blanca, eres más inteli-
gente que otra persona con la piel de otro color, negra o amarilla. Pero los rasgos físicos del cuerpo
humano, que nos distinguen unos de otros, no implican ninguna desigualdad.
Ami, Maalouf
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Actividad práctica
Diario El Tribuno, 27 de abril de 2005
Cantitos e insultos definen el segregacionismo'a
la argentina'
Fútbol. Apenas un espejo de la discriminación
racial
Referencias burlonas al origen de las personas o
al color de su piel entrañan un racismo que aún
no se supera.
José Marta Pano Director de TEA
"Ya todos saben que la Boca está de luto que son todos negros
putos de Bolivia y Paraguay". El cantito de los rivales de turno de
Boca, un clásico del folklore futbolero, es un extraordinario com-
pendio de segregacionismo, discriminación y xenofobia y un
símbolo casi perfecto del peor costado del ser nacional. Sólo
faltaría que se caracterice a los hinchas boquences como judíos y
comunistas para llenar el cartón.
De hecho, en los partidos en los que juega Atlanta, ocurre muy
frecuentemente que los rivales arrojen jabones desde las tribunas
mientras se canta que "ahí vine Hitler por el callejón / matando
judíos para hacer jabón".
No están demasiado lejos en su filosofía de los fanáticos de la
Lazio de Italia que en uno de sus últimos partidos llevaron bande-
ras con cruces esvásticas para responder a los estandartes comunistas que suelen enarbolar los hinchas del Livorno.
En España, mientras tanto, al arquero del Español, el negro camerunés Carlos Kameni, los hinchas del Atlético Madrid le
tiraron una banana (negro es iguala mono, se desprende) cuando fue a ocupar su lugar en el arco. En todos lados se cuecen
habas, pero las que se vienen calentando a fuego alto en el fútbol argentino huelen demasiado mal.
¿Zona liberada?
El incidente, protagonizado en Brasil por el jugador de Fútbol argentino Leandra Desábato, con el delantero brasileño Grafi-
te, más allá de que aún no ha sido plenamente esclarecido, y que sea la justicia del país donde ocurrieron los hechos quien
tenga la última palabra, pone en evidencia que los episodios de discriminación son demasiado frecuentes en el ámbito del
fútbol.
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Es importante tomar conciencia de la gravedad de esta situación, no sólo porque estos hechos están condenados por la Ley
nacional de actos Discriminatorios la respectiva convención de la las Naciones Unidas que en la Argentina cuenta con rango
constitucional, sino también porque en nuestro país el fútbol es un espectáculo masivo y popular, "pasión de multitudes".
Estos hechos de discriminación y violencia protagonizados por jugadores, miembros de la hinchada y hasta por algunos
periodistas deportivos adquieren, con el efecto multiplicador de los medios de comunicación, una resonancia negativa para
la formación del sistema de valores, especialmente de los niños y los jóvenes que los presencian.
Macabro "folklore”
Estas conductas y ejemplos no deben ser naturalizados, tomándolos como componentes intrínsecos del deporte. No hay
ninguna duda en cuanto a la responsabilidad de la dirigencia de los clubes y de la AFA para que estos comportamientos
degradados se exhiban como pertenecientes a una suerte de folklore, que habría del mundo del fútbol algo así como una
"zona liberada", en la que las leyes de aplicación universal no tuvieran vigencia.
El fútbol como emergente pone en evidencia las diversas formas de discriminación que se perciben en nuestro país, y que
en el INADI -Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo- se ven reflejadas a través de las denun-
cias que se recibe todos los días.
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Adaptado del documento ‘Discusiones en torno a las categorías exclusión y de lo construido en común desde la Psicología Comunita-
ria’; de Silvia Plaza, Inés Díaz y Omar Barrault. Presentado en el II Congreso de la Facultad de Psicología. U.N.C. 2008.
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Sin embargo, los discursos muchas veces pueden encerrar una trampa no voluntaria, cuando
se habla de la consecuencia pensando que es la causa. Hablar en términos de exclusión-
inclusión, muchas veces implica una sustitución de la investigación de las causas por lo de los
efectos, y de esta manera queda protegida la verdadera realidad de las relaciones de poder y
de las maneras de producir bienes y riquezas sociales y sus formas de reparto. Por otro lado,
hablar de la consecuencia como si fuera la causa, desplaza cuestiones que son políticas hacia
cuestiones que se presentan como morales, dejando de hablar de la responsabilidad de
quienes tienen herramientas para producir cambios necesarios, y puntualizando en cambio,
la culpabilidad de quienes supuestamente deberían cambiar siendo ‘más responsables’, pero
que sin embargo no cuentan con herramientas para poder hacer ese cambio.
Cuando se habla de las consecuencias como si de las causas se tratara, no se piensa en la
acción de excluir, sino en el hecho de ser excluido. Así es que, se afirma una situación insta-
lada en sus efectos culpando al excluido, y no a la sociedad en un proceso de exclusión. En
nuestro tiempo, la exclusión es un fenómeno social y una cuestión política; económicamente
negativa, socialmente corrosiva y políticamente explosiva.
Entender la exclusión y la manera en que la discriminación actúa para producirla, requiere
conocer dos principios fundamentales. Por un lado revisar las verdades casi absolutas en las
que las personas basan su vida, y también, ser capaces de percibir y entender el dolor, los
desgarros y los traumas que amenazan a los excluidos sociales. Las creencias a cerca de ver-
dades sociales tomadas como absolutas marcan gran parte de la manera como funciona una
sociedad; produciendo actualmente exclusión debido a: 1.- la persistente y creciente des-
igualdad social en cuanto a insuficiencia de recursos básicos y la dificultad de encontrar tra-
bajo, lo que fragiliza la seguridad; 2.- la fragmentación social y el desarraigo; 3.- la desestruc-
turación personal que se expresa en la más profunda impotencia personal, alimentada y for-
talecida por la desconfianza de los vínculos.
Actualmente y ya desde hace tres siglos, la exclusión está ligada a un estilo de gobierno que
regula las relaciones entre la gente mediante la aplicación y el impacto del poder político en
todos los aspectos de la vida.
Es el resultado de una forma de funcionamiento de la sociedad basada en un poder llamado
‘biopolítico’4; mediante el cual los gobernantes construyen e imponen las normas que hacen
posible la coexistencia social de cada vez más grandes poblaciones de seres humanos. La
exclusión se inserta en las estrategias históricas de mantenimiento del orden social, trans-
formándose en el movimiento de reconstitución sin cesar de las formas de desigualdad.
La exclusión también refiere a la ‘descalificación social’, un proceso gradual de expulsión de
ciertos sectores de la sociedad, lo cual pone en relación a la población denominada ‘discri-
minada’ con el resto de la sociedad. Esa relación entre discriminados y la sociedad total se
caracteriza por: 1.- la estigmatización de los discriminados: 2.- las circunstancias y fenóme-
4
Se trata del conjunto de saberes, técnicas y tecnologías que convierten la capacidad biológica de los seres humanos en el medio por el
cual el Estado alcanza sus objetivos. Desde que comienzan a surgir en la historia de la humanidad los actuales estados nacionales, el Estado
y los elementos económicos que lo apoyan -o que lo utilizan con intereses particulares- se esfuerzan por potenciar las capacidades físicas e
intelectuales que consideran valiosas en las personas, ya que éstas constituyen el instrumento gracias al cual las mismas lograrán sus
propósitos, para bien de todo el Estado. Anteriormente, los Estados preindustriales gestionaban unos hechos que consideraban naturales,
como el número de habitantes de un territorio y su estado de salud. En cambio actualmente en nuestra era industrial y postindustrial;
cuando la industria ha dejado de ser la fuente principal de generación de riqueza y puestos de trabajo, porque esta función recae en el
sector terciario -los servicios- o cuaternario -la investigación científica y tecnológica-; las vidas de las personas que deben gobernar los
poderosos ya no parten de realidades naturales, sino de realidades creadas y desarrolladas por los mismos Estados. Frente a unos seres
humanos dejados a las fuerzas del azar y el medio ambiente anteriormente, en la era biopolítica actual encontramos una biología distinta,
disciplinada y sometida a las capacidades de las autoridades para intervenir a favor o en contra de la expansión de las personas.
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nos que hacen posible un grado de integración de los discriminados con el resto de la socie-
dad, 3.- los medios de resistencia colectivos e individuales al descrédito y a la desaprobación
social que padecen lo discriminados y excluidos; 4.- el debilitamiento y la ruptura de los
vínculos sociales, incluidas las relaciones solidarias y familiares.
Los mecanismos de exclusión y discriminación traen aparejado situaciones personales co-
mo: ausencia de afecto y amor, falta de comunicación, ausencia de expectativas que debili-
tan y erosionan los dinamismos vitales como la afectividad, la confianza, la identidad, la reci-
procidad y la autoestima. Como consecuencia, se pierden las significaciones y el sentido de
la vida; y las expectativas a futuro. Se trata de una situación que genera y acentúa las estruc-
turas de impotencia que derivan en desestructuración, pasividad, abandono de todo intento
de superación, y apartamiento de los procesos de socialización que mantienen a los seres
humanos unidos en sociedad. Domina en el imaginario colectivo, la ideología de ‘lo inevita-
ble’, no sólo entre los excluidos, sino también entre los incluidos; experimentado la impo-
tencia decretada por los centros de poder. Los impactos son muy profundos y destructores
desembocando fácilmente en múltiples situaciones de riesgo: desestructuración personal,
familiar y comunitaria.
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Basulado, C. y Lozano, C. A 25 años del golpe. La economía argentina luego de la dictadura. Instituto de Estudios y Formación. CTA.
Buenos Aires, 2001. En Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación… p 38. Ver cita completa en bibliografía.
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de habitantes, de los cuales menos de 2 millones eran pobres, actualmente sobre una pobla-
ción de 38 millones, más de 17 millones se encuentran en situación de pobreza. La indigen-
cia también aumentó. En 1974, el 2 % de la población era indigente; actualmente el 15 % de
la población lo es, de los cuales más del 50% son menores de 20 años6.
Al lado de la pobreza estructural han ido surgiendo nuevas formas de pobreza. Se trata de
hogares que a veces no se ubican en el grupo de necesidades básicas insatisfechas, pero que
han sufrido una baja importante en los ingresos medios. Estos nuevos pobres se tornaran en
pobres estructurales si no se modifica la desigualdad distributiva de un modelo que permite
que más de la mitad del ingreso total sea concentrado en apenas el 20 % de la población.
Las transformaciones económicas de los últimos treinta y
cinco años han cambiado parte del mapa productivo del
país, con una extensión significativa de la frontera agro- Existe una relación es-
pecuaria7. Esta transformación se basó muy a menudo en tructural entre la trans-
la explotación destructiva de los bosques, la vida silvestre formación de la base
y los suelos o en proyectos de desarrollo de corto plazo, productiva, el medio
abandonados después de destruir los recursos vírgenes.
ambiente, la pobreza y
En términos sociales este fenómeno creó una tendencia
creciente a la venta y sesión de grandes extensiones de la exclusión en el país.
tierra a empresas agro-exportadoras. La consecuencia ha
sido la profundización de la concentración de la tierra en
pocas manos.
Hay acuerdo sobre los principales problemas ambientales en el país: degradación de los sue-
los y avance de la desertificación; pérdida de la diversidad biológica, incremento del nivel de
vulnerabilidad ante eventos naturales extremos; altos índices de contaminación hídrica por
la disposición sin tratamiento de residuos líquidos domiciliarios e industriales, inadecuado
uso del espacio, desequilibrio territorial y crecimiento urbano desbalanceado. En este senti-
do, la población pobre argentina se encuentra particularmente expuesta a diversos riesgos
ambientales. Ello obedece a diversos factores que la convierten en una población vulnerable
a las alteraciones del ambiente por falta de infraestructura sanitaria, por exposición a la po-
lución del aire y la contaminación de ríos, por el uso intensivo de agroquímicos en las zonas
rurales, por la exposición a residuos urbanos e industriales y por la vulnerabilidad ante los
desastres naturales.
El modelo económico – social vigente en las últimas décadas agudizó las desigualdades so-
ciales como nunca antes en la historia del país produciendo un gran aumento en las formas
tradicionales de discriminación existentes entre los argentinos: las mujeres, indígenas, ne-
gros, migrantes, discapacitados y viejos, además ahora son pobres. El modelo acentuó tam-
bién la relación entre racismo y pobreza; convirtió al pobre en sujeto de discriminación es-
pecífico y criminalizó la pobreza asociando al pobre con ciertas denominaciones como ville-
ro, negro, ladrón, prostituta, drogadicto, travesti.
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Sobre adaptaciones del texto ‘Construir la Igualdad. Por una ciudadanía sin exclusiones’ Lic. María Julia Palacios y Violeta Carrique; y sus
colaboradoras Lic. Luz del Sol Sánchez y Lic. Ángeles Urrizaga. Editorial EUNSa. Salta. 2008.
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Con esa finalidad, se han desarrollado ‘excepciones’ que no solo deben ser permitidas por
ley, sino por la necesidad de justificación moral y solidaria para que ciertas personas o gru-
pos que se encuentran en una situación especial, ya sea de discriminación por cualquier
razón o por exclusión y vulnerabilidad, gocen de ciertas ‘ventajas’ u oportunidades que se
justifican por el principio de equidad. Esta es la diferencia clásica entre lo justo y lo equitati-
vo: justo es que todos seamos iguales ante la ley, pero ante situaciones disímiles, equitativo
sería darle a cada quien lo que le corresponde.
Al no ser absoluto, el principio de igualdad requiere de este tipo de relativización. La manera
de lograrlo es mediante lo que se conoce como ‘acción afirmativa’, que no es otra cosa que
generar mayores oportunidades a personas y colectividades que no disfrutan del mismo ni-
vel de ventajas que el común denominador de las personas. Grupos de personas que son
excluidas por su condición étnica (indígenas y afro-descendientes); de género (mujeres, gays,
travestis, bisexuales, etc.); de edad (niños, niñas y adolescentes y adultos mayores); o por
algún tipo de reto especial (discapacidad), requieren de un trato equitativo para compensar,
de manera temporal, esa circunstancia.
La manera de proyectar la acción afirmativa es mediante leyes que promuevan la igualdad y
equidad de esos grupos (conocidas como leyes de igualdad real), acompañadas de políticas
públicas, planes o programas dirigidos a la sociedad civil para sensibilizar sobre la realidad
discriminatoria que por razones y patrones históricos ha estado incrustada en la cultura de
los países.
Siendo que no todos somos iguales, ni tenemos las mismas
necesidades, la verdadera relevancia del principio de igual-
dad es equiparar y ponderar conforme a las distintas cir-
cunstancias y condiciones en que debe resolverse una si-
tuación determinada, en particular; utilizando criterios de
razonabilidad y proporcionalidad.
Cuando nos encontramos o somos parte de un grupo al
cual se ha discriminado por cualquier razón, debemos tener
claridad de que se ha vulnerado un derecho en función de
pertenencia a ese grupo, lo cual implica una afectación, no
sólo para la persona, sino para todo el grupo. Sin embargo,
no es suficiente que el Estado se abstenga de violar dere-
chos a las personas que pertenecen a un grupo en situación
especial: por el contrario, se requiere que les otorgue una
protección mayor que la simple consideración en términos
de igualdad.
La primera consideración es reconocer que esos grupos han
sido objeto de múltiples discriminaciones por razones
históricas, sociales, económicas o culturales, lo que los ha
marginado o excluido de derechos o beneficios que tiene el
resto de la población, razón por la cual se les debe otorgar
más ventajas para compensar, de alguna manera la discri-
minación de la que han sido objeto. De ahí, que por la vía
de la acción afirmativa sea común implementar medidas
que garanticen un número determinado de cuotas de parti-
cipación o de acceso de esas personas para la obtención de
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...mucho más que determinaciones biológicas, los mensajes sobre cómo es y debe ser una mujer o cómo
es y debe ser un varón son creaciones humanas. En este sentido, están relacionadas con la cultura pre-
dominante, las formas de producción económica y la distribución del poder social en un espacio y un
tiempo histórico. El conjunto de las expectativas y valores sociales establecidas para" lo femenino" y "lo
masculino" constituye el "sistema de relaciones de género". La carga biológica que mujeres y varones
traemos en los cuerpos y que nos ubica en diferentes roles en la reproducción de la especie humana -el
"sexo"- no puede comprenderse sin el género.
Graciela Morgade (2001)
Hay dificultades serias para reconocer la discriminación contra las mujeres, y esto se expresa
en las diferentes prácticas y discursos sociales. Por ejemplo el chiste -además de ser objeto
de estudio del psicoanálisis- ha sido analizado desde una perspectiva de género, y se ha con-
cluido que en aquéllos que se refieren a las relaciones entre varones y mujeres, la mayoría
da por supuesta una mujer propiedad de un varón, que tiene sobre ella derechos naturales,
lo que le sirve de argumento para descalificar constantemente todo lo relacionado con el
mundo femenino.
En el caso específico de la discriminación de género, las mujeres, excluidas de la igualdad
durante largos siglos, son el ejemplo paradigmático de un prejuicio que se consolidó en las
leyes, en las normas, en las costumbres, en el sentido común que no detecta acciones dis-
criminatorias dirigidas a mujeres, aun cuando se expresen de manera casi explícita. Una gran
parte de la sociedad está acostumbrada a considerar de poca importancia las violencias ejer-
cidas contra las mujeres -salvo los casos de trascendencia policial o política- que se manifies-
tan fundamentalmente en una educación que repite estereotipos sexistas, no en los discur-
sos pero sí en las prácticas.
La discriminación contra la mujer viola los principios de la igualdad de derechos y del respeto
de la dignidad humana, que dificulta la participación de la mujer, en las mismas condiciones
que el hombre, en la vida política, social, económica y cultural de su país, que constituye un
obstáculo para el aumento del bienestar de la sociedad y de la familia y que entorpece el
pleno desarrollo de las posibilidades de la mujer para prestar servicio a su país y a la huma-
nidad (Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mu-
jer).
En el caso de las mujeres, su situación de desventaja ha sido por motivos culturales y patro-
nes históricos, incluso por la desidia del Estado para modificar esos patrones -a todas luces
injustificables- que las han relegado a papeles dentro de la sociedad que le limitan sus op-
ciones de desarrollo como personas, dificultándoseles el acceso a la educación, al trabajo y a
ocupar cargos y puestos públicos. Pero quizás la afectación más grave que afrontan las muje-
res es la violencia doméstica o intrafamiliar, donde son las principales víctimas de agresiones
físicas y psicológicas por parte de sus compañeros en el hogar que las conducen hasta la
muerte y, en el mejor de los casos, a problemas de autoestima que las mantiene en situación
de constante vulnerabilidad.
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La mujer es más débil que el hombre. Fue lo último que hizo Dios, cuando ya estaba mesada; así es que se
nota en ella la fatiga del Autor del Universo. Alejando Dumas
El empellón me hizo saltar del asiento: nos habían chocado desde atrás. El ómnibus se detuvo, y en el in-
terior de este animal mecánico se aplacaron los temores que provoca el excesivo apego a la existencia.
-Tenía que ser una mujer! -dijo un anciano
-Tenía que ser una mujer! -dijo un hombre joven.
-Tenía que ser una mujer! -dijo una criatura de pecho.
Incuestionablemente, tenía que ser una mujer. El anciano era a todas luces un distinguido terrateniente;
el joven era un obrero, y el bebé aguardaba con impaciencia su ubicación social. El choque produjo de-
ntro del ómnibus una curiosa unanimidad de las clases sociales argentinas: (para qué manejarán las muje-
res, si no saben manejar!
Yo mismo, a pesar de que llevaba en el portafolios un voluminoso estudio sobre las actitudes irracionales
en la especie humana, observé de repente (no sin algo de horror) que estaba gritando como un desafora-
do "¡Tenía que ser una mujer!". El animal racional que llevo dentro fue derrotado por el homo qualunque,
que es el animal dominado por los prejuicios de la sociedad en que vive. Sin duda alguna, yo también hab-
ía perdido el dominio del volante.
Pero ¿por qué tenía que ser una mujer?
Este grito apasionado no era el corolario sutil de una investigación; venía más desde el fondo de las vísce-
ras que desde la corteza cerebral; procedía de la emoción en acecho, no del pensamiento reflexivo y la
experiencia. Prueba de ello es que el bebé ya sabía, a pesar de ser un recién venido que las mujeres no
saben manejar seguramente porque se lo oyó decir s su padre. Y un bebé confía generalmente en su pro-
genitor, lo que le ahorra el trabajo de consultar las estadísticas.
Confieso que en ese momento carecía de información en cuanto al porcentaje de mujeres que chocan, y
sin embargo grité como un desaforado. La intuición me susurra que los restantes ciudadanos del ómnibus
estaban en la misma situación.
No es extraño: hasta hubo filósofos que negaron a la mujer la posesión de un alma, de la que estaba do-
tado e! más idiota de los hombres. En una época en que un marido ahorrativo podía vender a su mujer,
decía el Times de Londres (22 de julio de 1797) "El incremento en el precio del bello sexo... habla de un
progreso del refinamiento"
Para llegar a ser un verdadero animal racional es una buena práctica preguntarse todas las mañanas
"¿Por qué creo esto y qué pruebas tengo?" Según me ha dicha Bertrand Russell, Aristóteles creía con fir-
meza que las mujeres tienen menos dientes que los hombres. Observa Russell que el filósofo griego podía
haber evitado caer en este error mediante el "sencillo recurso de pedirle a la señora Aristóteles que tuvie-
ra la boca abierta mientras él se los contaba. Pero no lo hizo porque le pareció que sabía".
En síntesis lo mejor es el método experimental: abra la boca, Señora Aristóteles, que le voy a contarlos
dientes. (...)
1
Simpson, Tomó, Moro (1999) Dios, el mamboretá y la mosca. Bs. As., Ed. Sudamericana, pp, 23-25
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Discriminación de Género
Lo más importante de comprender es que una perspectiva de género impacta a mujeres y a hombres, y
beneficia al conjunto de la sociedad, al levantar obstáculos y discriminaciones, al establecer condiciones
más equitativas para la participación de la mitad de la sociedad y al relevar a los hombres de muchos su-
puestos de género que son también un peso y una injusticia.
Marta Lamas
Las investigaciones en ciencias sociales realizadas por las Paul Broca, antropólogo y ci-
teóricas del feminismo, permitieron constatar que a lo rujano francés (1824-1880),
largo de la historia mujeres y varones fueron socializa- afirmaba la superioridad de
dos con valores diferentes, en virtud de modelos este- los varones apoyándose en la
tesis de que su cerebro era
reotipados de masculinidad y feminidad, sostenidos en de mayor dimensión y peso
el prejuicio de la superioridad física e intelectual de los que el de las mujeres. Inves-
varones, lo que dio lugar al reconocimiento de derechos tigaciones posteriores de-
diferentes, a una distinta exigencia moral para unos y mostraron el error de su te-
otras, a prácticas culturales y a políticas públicas discri- sis.
minatorias que signaron de desigualdad la vida social y Para Aristóteles, el gran filó-
política, en detrimento de las mujeres. sofo griego (484-'22 aC) la
mujer es un "varón incom-
pleto".
Los usos de género
1. Muchas veces género es usado como sinónimo de Tomás de Aquino (1225-
1274) adhirió a esta idea,
mujeres. Si bien el término aparece en el ámbito de los afirmando, apoyado en el
llamados "estudios de la mujer", esta identificación de Génesis, que la mujer fue
género con mujeres no responde al sentido específico creada por Dios para ayuda
que el término tiene en Ciencias Sociales. Por esta mis- del varón. En ese texto sa-
ma razón, no se trata de lo mismo cuando hablamos de grado se lee "no es bueno
que el hombre esté solo,
"estudios de mujeres" o de "estudios de género". hagámosle una ayuda seme-
2. Muy frecuentemente también, se usa indistintamente jante a él". Tomás interpreta
género y sexo... Cuando género se confunde con sexo es que esa ayuda es en orden a
la procreación, pues "para
porque con ese concepto se está pensando en "conjun-
cualquier otra cosa le sería
to de individuos" que tienen las mismas características más útil la ayuda de otro
sexuales. Tampoco es éste el sentido apropiado de su varón" (Tratado del hombre,
uso en Ciencias Sociales. Q. 92, S. T.)
3. Pero, otras veces, género se opone a sexo. Esto ocu- ` San Pablo dice en la carta a
rre cuando con sexo se hace referencia a las caracterís- Efesios (5, 22-23) "Las casa-
ticas biológicas, anatómicas y fisiológicas, ligadas fun- das estén sujetas a sus pro-
pios maridos como al Señor,
damentalmente con la reproducción, que distinguen a porque el marido es cabeza
los miembros de la especie y con género se alude a lo de la mujer así como Cristo
"masculino" y lo "femenino", es decir, al conjunto de es cabeza de la Iglesia" y en
cualidades, aptitudes y roles que se consideran "pro- la carta a Timoteo (2,12) "...
pios" de cada sexo. En este caso, "sexo" resulta ser una no permito a la mujer ense-
ñar, ni ejercer dominio sobre
categoría biológica y "género" una categoría cultural. el hombre, sino permanecer
en silencio"
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9
Una expresión extrema de este pensamiento la ofreció el obispo Aguer, de La Plata, quien en un texto titulado "La promoción social de la
mujer y la perspectiva de género”, que reproduce una conferencia ofrecida a profesionales católicos- sostuvo que "la perspectiva de géne-
ro sirve para "los designios" del feminismo que, según él, son "preconizar la homosexualidad, el incesto y todas las perversiones sexuales'.
Estas afirmaciones son falaces y constituyen una gran difamación.
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Discriminación étnica
La discriminación étnica o por el color de la piel es la Entre los derechos que se reconocen especial-
forma más corriente del racismo, que se manifiesta mente a los pueblos indígenas por parte del
Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indíge-
de muchas maneras en diversas partes del mundo. nas y Tribales, están los siguientes:
Nuestro país no es una excepción. En nuestra socie- • Gozar plenamente de los derechos humanos
y libertades fundamentales sin obstáculos ni
dad hay muestras permanentes de intolerancia étni- discriminación.
co-racial a pesar de las condenas efectuadas por las • Salvaguardar sus costumbres, instituciones y
Naciones Unidas en numerosas declaraciones y con- cultura que le son propias, sus bienes, el tra-
venciones internacionales, a las que Argentina ha bajo y el medio ambiente que habitan.
• Derecho a la posesión y propiedad de tierras
adherido. Por ejemplo, se usa como insulto, de una y territorios que tradicionalmente ocupan
manera totalmente naturalizada, en grafittis, chistes por la importancia y valor que se atribuyen a
y discusiones el término "negro" haciendo alusión a su cultura.
10
Ver Isabel Zacca, Matrimonio y mestizaje entre los indios, negros, mestizos y afromestizos en la ciudad de Salta (1766 – 1800) en ANDES
Antropología e Histoira. Nº 8. CEPHIA. Salta. Argentina, 1997.
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color, poniendo en la escala más alta al blanco (...)". La discriminación y el trato que le die-
ron los colonizadores a nuestros antepasados en cierta manera perduran en Salta, donde el
silencio del mestizaje se rompe -sin querer con la coloración parda, la sonrisa amplia y los
ojos oblicuos de muchos de los salteños ya que "el mestizaje será pues su signo, antropológi-
co y cultural y también la marca de la discriminación cultural e institucional todavía vigente".
A partir de esto podemos suponer que en parte la construcción de la identidad de los salte-
ños es un segmento de un proceso histórico de disputas simbólicas entre diferentes sectores
sociales que han pretendido imponer sentido y valores a los elementos culturales que hoy se
muestran. Sabemos que los pueblos aborígenes han sufrido durante siglos la exclusión y la
discriminación basada en el desprecio por el "otro" racial que no es blanco y, además, es
pobre.
11
Oficial Principal de Asuntos de Población de la Comisión Económica para América Latina y eI Caribe (CEPAL-Naciones Unidas) - Directora
del Proyecto Regional de Bi-alfabetización en Temas Productivos, de Medio Ambiente, Género y Salud Comunitaria (en especial, Salud
Sexual y Reproductiva).
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Poblaciones migrantes
"La gente se va porque no están las condiciones necesarias, nadie quiere irse del país donde ha crecido,
nadie se va porque quiere. En el mundo no se ocupan de las causas de la migración, solamente piensan
los efectos".
12
Natividad Obeso
vitud.
La falta de respeto, aunque menos
En Argentina la ley de migraciones13, establece en los agresiva que un insulto directo,
artículos 6 y 7, que a ninguna persona extranjera se le puede adoptar una forma igual-
puede negar el acceso a la salud o a la educación, aun mente hiriente. Con la falta de
si su situación fuera irregular. respeto no se insulta a otra perso-
Especialmente es preocupante la situación de las per- na, pero tampoco se le concede
sonas en situación irregular, ya que por su condición reconocimiento; simplemente no
migratoria, temen reclamar sus derechos como habi- se la ve como un ser humano inte-
tantes, lo que los excluye del acceso a la salud, la gral cuya presencia importa.
educación y, especialmente, de las garantías laborales Cuando la sociedad trata de esta
y sociales, lo que los victimiza aún más al no poder manera a las masas y sólo destaca
reclamar salarios mínimos y seguridad social. a un pequeño número de indivi-
duos como objeto de reconoci-
miento, la consecuencia es la esca-
sez de respeto, como si no hubiera
suficiente cantidad de esta precio-
sa sustancia para todos. Al igual
que muchas hambrunas, esta es-
casez es obra humana; a diferencia
del alimento, el respeto no cuesta
nada. Entonces ¿por qué habría de
escasear?
Richard Sennett (2003).
12
Inmigrante peruana. Presidenta de la Asociación civil de Derechos Humanos Mujeres Unidas Migrantes y refugiadas (AMUMRA).
13
Pude leerse el texto completo en http://www.gema.com.ar/ley25871.html Vínculo activo enero 2010.
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Xenofobia
La xenofobia es el temor y la hostilidad irracional hacia los extranjeros. Es una forma de ra-
cismo, muy relacionada con el etnocentrismo, ya que el desprecio por el "otro - extranjero"
se magnifica si la persona no es blanca y migra desde países con mayor población indígena,
afrolatina o afrocaribena. Esto se evidencia, por ejemplo, en la percepción que los argenti-
nos tenemos de los bolivianos, los chilenos de los peruanos, los venezolanos de los colom-
bianos, los norteamericanos de los centro y latinoamericanos, los europeos de los que per-
tenecemos al tercer mundo.
En la actualidad nuestro país recibe inmigrantes de
países limítrofes (Bolivia, Chile, Paraguay). En Salta la Población extranjera empadro-
mayor inmigración proviene de Bolivia y aunque esta nada en la provincia de Salta en
población, que viene a realizar todo tipo de trabajo, 2001.
Lugar de nacimiento Total
está amparada por nuestra Ley Fundamental, sin
embargo conforma el sector más afectado por con- Bolivia 23292
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El régimen anterior al creado con la actual ley de migraciones es recordado como la era de la
‘ley Videla’. Sobra la base de la ideología de la ‘Seguridad Nacional’, esa antigua ley suponía
que habría grupos de personas que son peligrosas y riesgosas para la seguridad de la pobla-
ción argentina. Uno de esos grupos eran los inmigrantes. En parte, la tradición argentina
sobre migraciones, responsabilizó a los migrantes de cuestiones que el Estado no pudo ni
puede resolver. Se estableció que el inmigrarme por ser peligroso tenía que ser controlado,
observado, vigilado.
Había obligación de actores que debían denunciar a la oficina de Migraciones cuando detec-
taban migrantes en situaciones irregulares. Esto generaba temor infundado en los migran-
tes que no querían acercarse a los servicios del Estado por temor a ser denunciados.
Paralelamente, si la persona quería arreglar su situación en el país, no podía, los Ministerios
eran cerrados. Solo podían regularizar su situación las personas que tuvieran hijos, trabajo o
estuvieran casado/as con argentinos/as. Si no cumplían con el requisito era imposible obte-
ner documento argentino porque se ponían muchas trabas burocráticas para acceder a la
residencia. Esta situación generó que los inmigrantes –pobres sobre todo– no pudieran ob-
tener documento y fueran objeto de abuso, por parte de los emperadores bajando salarios,
y por algunos integrantes de las fuerzas de seguridad que hacían razias, secuestros, expul-
siones, coimas.
No existía control judicial de los actos de la Dirección Nacional Migraciones. En la Constitu-
ción Nacional, el principio básico es que el derecho a la libertad solo puede ser restringido
por un juez que garantiza algunas situaciones al detenido/a. Se supone que el juez tiene in-
terés distinto a la administración pública y que entonces la Justicia es imparcial. Ocurría que
Migraciones directamente expulsaba a la persona que detenía, la cual no tenía oportunidad
14
Intervención del abogado Dr. Darío Abdala, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en la Mesa de trabajo en zona de frontera
convocada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en San Salvador de Jujuy; coordinada y organizada por la Fundación
de abogados y abogadas del noroeste argentino en derechos humanos y estudios sociales (ANDHES), en el salón de actos de la Universidad
Católica de Santiago del Estero en Jujuy.
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alguna de defenderse.
La actual Ley de Migraciones Nº 25.87115; sancionada en diciembre de 2003 y promulgada en
enero de 2004 reformula algunas situaciones. La misma permite obtener una carta de po-
breza para tramitación del DNI. Desde la nueva perspectiva, el Estado ya no es persecutor de
migrantes, sino por el contrario tiene que acercarse a los migrantes. La responsabilidad de
no tener DNI no es solo del migrante. Esto reconoce la Ley. Obliga a los establecimientos a
ayudar a los migrantes. El supuesto implícito ahora es que ninguna persona quiere vivir en la
ilegalidad.
Actualmente, la Dirección de Migraciones da un plazo para regularizar su situación a los mi-
grantes. Existen convenios con Consulados para facilitar las partidas de nacimiento a un co-
sto menor. Argentina ya no exige las legalizaciones.
La Ley establece que debe haber compromiso de terminar con la discriminación hacia mi-
grantes. La discriminación no es solo de los funcionarios sino de la sociedad, y trabaja con la
idea implícita que es la educación la herramienta para disminuir la discriminación, cambian-
do programas para trabajar en la diversidad, ya que los migrantes son parte de un problema
que trasciende las fronteras.
Al amparo de la nueva Ley de Migraciones, las personas que no tienen DNI pueden acceder
igualmente a todos los derechos. La idea contraria proviene de las prácticas de la última dic-
tadura cuando únicamente se reconocía el DNI como documento de acreditación de identi-
dad. Posteriormente ser firmaron acuerdos muchos internacionales, por ejemplo con Mer-
cosur, que establece que todos los documentos tiene las misma fuerza probatoria en todos
los países. Sin embargo es problemática aún hoy la situación de las personas que no tiene
ninguna documentación ni en Argentina ni en su país de origen.
Bajo la nueva modalidad, las Es regular cuando la persona cuenta con autorización.
Es irregular cuando el plazo del permiso se encuentra
personas no pueden ser ile- vencidos; situación en la que Migraciones da plazo de
gales, sí los actos. La Ley es- regularizar, lo que no configura ilegalidad en su situa-
tablece tres tipos de situa- ción. Luego es irregular ó ilegal. Es indispensable que
ciones migratorias: regular, exista una orden de Migraciones que dictamine la
irregular e ilegal. ilegalidad, sino es solo irregular.
En relación a las zonas de fronteras la Ley trata sobre
los lugares habilitados para el ingreso - egreso. Establece impedimentos para la radicación,
uno de los cuales es haber ingresado por lugares no habilitados. Una situación común en las
zonas de frontera es que la personas al no tener tarjeta de ingreso, pueden ser pasibles de
una orden de expulsión. Es necesario que Migraciones pruebe que la persona ingresó por
lugar no habilitado, así la carga de la prueba no queda solo en la posibilidad del migrante.
Existe asesoría pública para trámites de expulsión a aquellos migrantes que Migraciones ex-
pulsará. Si la persona no cuenta con dinero para abogado, migraciones no puede expulsar a
la persona.
15
Pude leerse el texto completo en http://www.gema.com.ar/ley25871.html Vínculo activo enero 2010.
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16
Mientras que en el resto del mundo la noción de travesti fue reemplazada por la transgénero, en Argentina, el término fue politizado y
usado como modo de acción y de demanda de derechos.
17
En la dictadura militar de 1976-1983 se sucedieron asesinatos de personas gays en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, que
nunca fueron esclarecidos. También se persiguió a los centros culturales y artistas que fueran gay. En junio de 1982, un autodenominado
‘Comando Cóndor” envió a todos los periódicos un comunicado en el que advertía su intención de acabar con los teatros de revistas y con
los homosexuales. Rapisardi F. y Modarelli A., Fiestas, Baños y Exilios. Los gays porteños en la última dictadura, Editorial Sudamericana,
Buenos Aires, 2000. En Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación… p 107. Ver cita completa en bibliografía.
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Puede verse el texto completo de la misma en el anexo de documentos al final.
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Explicar la homofobia19
Marta Lamas
(..) La homofobia es miedo irracional -la fobia- a personas con práctica sexual
homosexual. A veces el miedo se manifiesta como rechazo, otras se expresa
como agresión; unas pocas más implica disgustos ante mujeres "masculinas" y
hombres "femeninos", aunque éstos puedan tener una práctica sexual hetero-
sexual. En la homofobia se juegan cuestiones subjetivas, pero básicamente su
carga negativa tiene que ver con la concepción dominante que la cultura tiene
de la sexualidad.
(...) En nuestra cultura judeocristiana la libido se encauza a la reproducción, por
lo tanto cualquier búsqueda de placer en sí mismo es condenada. Para no en-
trar en abierto conflicto con su cultura, con su entorno, con su familia y con ella
misma, la persona homosexual suele negar u ocultar su orientación.
(...) Es muy importante explicar cómo ha llegado nuestra cultura a valorar nega-
tivamente la homosexualidad. Los nuevos trabajos históricos-deconstructivistas
han ido mostrando la existencia de una sexualidad "natural". El escándalo que
generó el primer volumen de "Historia de la Sexualidad" de Michel Foucault ra-
dica justamente en el planteamiento de que los seres humanos no siempre vi-
vimos, comprendimos y asumimos la sexualidad como lo hacemos actualmente.
(...) La lucha por redefinir una nueva legitimidad sexual, en la que participan ac-
tivistas gays, lesbianas y feministas, tiene que difundir una explicación sobre la
homofobia. No basta con denunciar los discursos que imponen significados ne-
gativos a las identidades homosexuales. Para enfrentar la homofobia hay que
mostrar la genealogía de los arreglos sexuales vigentes y entender cómo opera
el sexismo que regula socialmente la vida sexual. Hay que saber que la libido es
idéntica en hombres y mujeres y que es la cultura -y no la "naturaleza" - la que
impone restricciones a las exigencias pulsionales.
(..) ¿Qué hacer para combatir la homofobia? Antes que nada, hay que com-
prender cómo nos estructuramos psíquicamente, cómo opera la cultura como
una mediación y, sobre todo, comprender el proceso de la lógica del género por
el cual se ha "naturalizado" la heterosexualidad. Hay que aceptar la calidad indi-
ferenciada de la libido sexual y reconocer una multiplicidad de posiciones de su-
jeto y de identidades de las mujeres y los hombres. Sólo así podremos cuestio-
nar el pensamiento fundamentalista y aceptar como legítimas, como "natura-
les", las relaciones sexuales que no son heterosexuales. Laplantine dice que en
la medida en que una sociedad es intransigente en sus aspiraciones, condena a
algunos de sus miembros a conductas marginales. Debemos aspirar a alcanzar
una situación en la que la llamada sexualidad desviada deje de ser marcada co-
mo diferente.
Debemos proponernos alcanzar relaciones sanas, respetuosas, libres, satisfac-
torias, gozosas, responsables, solidarias, independientemente de si se dan en-
tre personas del mismo sexo o de sexos distintos.
19
en Revista Letra S www.orgullogay.cl
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Para Reflexionar. La Jueza que perdió a sus hijos porque era lesbiana.
SOCIEDAD
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Esos son los motivos por los cuales los jueces deciden darle la tenencia definitiva de las nenas al padre.
“Es un fallo muy grave –sostuvoEstévez–. Karen Atala está muy afectada, muy dolida. No entiende por
qué se produjo este acto de injusticia tan grande. En este momento ella está evaluando su vida profesio-
nal y personal. Nosotros la estamos acompañando en su dolor: ya habrá tiempo para construir una estra-
tegia de reparación y si no es posible aquí habrá que recurrir a instancias internacionales. Desde ya, es
fundamental la solidaridad de organizaciones de América latina y Argentina.”
1) Indique razones por las cuales la mujer puede y debe participar en las Fuerzas de Seguri-
dad.
a) ¿Porqué la participación de la mujer debe ser en igualdad de condiciones que los hom-
bres?
b) ¿Cuáles serían las razones para establecer un régimen excepcional para la mujer?
2) ¿Qué medidas pueden tomar el Servicio Penitenciario para evitar la victimización de los
menores?
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Discriminación religiosa
Como hostigamiento
Constituyen hostigamiento religioso los comentarios mali-
ciosos o crueles, los chistes ofensivos sobre la religión, las
creencias o las prácticas religiosas de una persona.
El hostigamiento puede llegar a grados extremos. En la
actualidad, la enorme migración ocurrida en los últimos años ha producido en diversas par-
tes del' mundo actitudes xenófobas que, entre otras cosas, se manifiesta en intolerancia
religiosa. Intolerancia que muchas veces llega a situaciones dramáticas, como la deportación
de protestantes en Azerbaiyán, las condenas a muerte de cristianos en China o la cárcel para
Testigos de Jehová en Coreas.
En nuestro país, la mayor intolerancia religiosa se manifiesta contra los judíos: desde expre-
siones descalificadoras hasta la profanación de tumbas, Aunque en muchos casos resulta
difícil, determinar si se trata de discriminación religiosa, racial o política.
En la enseñanza
Las Naciones Unidas reafirman en ese documento el derecho de los padres a proporcionar a
sus hijos la educación religiosa y moral de acuerdo a sus convicciones y el derecho de los
niños a no ser obligados a recibir una instrucción religiosa no acorde con lo que su familia
desea.
Esto significa que los niños no deberán ser objeto de discriminación por motivos religiosos y
que todos por igual deberán recibir una enseñanza fundada en la tolerancia y el respeto por
las creencias de los demás. La educación formal es el ámbito más propicio para ello. La es-
cuela debe ser un lugar de aprendizaje de la paz, la tolerancia, la comprensión, el respeto del
pluralismo y la no discriminación en materia de religión o de creencias.
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Para reflexionar.
Carta Pública de la Confraternidad de Líderes Cristianos de la Provincia de Santa Fe
CARTA PÚBLICA DE LA CONFRATERNIDAD DE LÍDERES CRISTIANOS DE LA PROVINCIA DE SANTA FE
Ratificada en el 2° Foro Nacional sobre Religión y culto (2005) y III Foro Nacional Derecho Eclesiástico, De-
rechos Humanos y Ciudadanía (2006)
Las Iglesias Evangélicas... siempre sostuvieron que la concepción de un estado maduro, de una sociedad
pluralista en !a cual se encuentran insertas diversas religiones, concepciones filosóficas, ideológicas y sis-
temas de valores que encarnándose en diferentes movimientos históricas se propongan construir la Ar-
gentina del futuro reclama la toma de decisiones trascendentales. Esas decisiones deben apuntar no so-
lamente a la separación de la Iglesia y el Estado, sino también a una sociedad pluralista donde las diversas
religiones convivan en libertad e igualdad y con autonomía, y donde se tome decisiones que no reivindi-
quen privilegios ni menciones especiales para Iglesia alguna, que no se transgreda la neutralidad necesa-
ria del Estado, que se respeten los derechos de todos y la sinceridad de todas las convicciones, que no
existan discriminaciones de ningún tipo y menos aún, de tipo religioso y, finalmente, que ninguna Iglesia o
comunidad religiosa, mayoritaria o minoritaria, sea privilegiada o coaccionada con aportes económicos.
Esto última implicaría la victoria de la fe sobre la debilidad que significa el apoyo gubernamental y el for-
talecimiento de las conciencias de los fieles en la cooperación económica para su culto. La libertad religio-
sa no debe ser vulnerada respecto de ningún culto sometiéndola al Estado, ya que todos los ciudadanos
deben gozar de igualdad religiosa, evitando la existencia de ciudadanos de segunda categoría, estable-
ciéndose que las relaciones del Estado y todas las Iglesias deberán basarse en los principios de autonomía
y cooperación social en libertad e igualdad. No podríamos entender aquel derecho constitucional de "pro-
fesar libremente su culto", acuñado sin duda por luan María Gutiérrez y plasmado en el artículo 14 de la
Carta Magna, sin la libertad y sin la igualdad a las que hacemos referencia. (...)
Por eso terminamos con el pensamiento de Lavaisse, expresado en el seno de la Convención Constituyen-
te de 1.853: "... La libertad de cultos es un precepto de la caridad cristiana..." . Nosotros decimos: la
igualdad también. (...)
E1 Estado no puede menos que hacerse cargo del pluralismo religioso existente en la sociedad. Es un
hecho que muchos argentinos profesan una fe religiosa distinta de la mayoría (y otros no profesan ningu-
na) y ellos deben tener derecho a vivirla y practicarla con libertad y dentro de los cauces jurídicos ade-
cuados. La presencia en el seno de la sociedad de distintas iglesias y confesiones religiosas es una riqueza
y no un disvalor. La dimensión religiosa del hombre es lo que hace a la sociedad verdaderamente huma-
na. Por eso, interesa al Estado promoverla y rodearla de las mayores garantías. (...)
Pero la religión no es ni una pura creencia, ni un asunto individual e interior a la persona, sino que tiene
una dimensión necesariamente social. Las creencias religiosas de las personas individuales se expresan
también colectivamente, dando lugar a Iglesias, comunidades, confesiones o colectividades religiosas. Y
en esta expresión colectiva y pública de la religión u registran nuevamente deferencias que son objetivas
y que no tienen que ver ni con la dignidad de las personas individuales que integran cada grupo, ni con el
acierto o error de las creencia; que profesan.
Lo que la ley debe hacer entonces es tutelar de modo absoluto la libertad de conciencia, garantizar la
igualdad entre las personas evitando o sancionando cualquier discriminación por razones religiosas y re-
glamentar razonablemente el ejercicio colectivo de la libertad religiosa. Esa racionalidad incluye la aten-
ción a las realidades propias de cada tiempo y lugar. (...)
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Discriminación política
La intolerancia proviene de la ignorancia, que es causa del miedo, el cual, a su vez, conduce
a la obcecación. La tolerancia, en cambio, es resultado del conocimiento que lleva a la acep-
tación del otro.
Umberto Eco
Sin embargo, los gobiernos suelen reiteradamente incurrir en incumplimiento de esas dispo-
siciones. Como es fácil de suponer, los lugares donde se producen y circulan ideas son los
blancos de la discriminación ideológica: las instituciones educativas, en particular las univer-
sidades y los centros de investigación, el periodismo y el ámbito de la cultura. Con diversos
pretextos, de variadas formas y en distinto grado, restringen el derecho de opinión: dejan
cesantes o no renuevan contratos sin motivos justificados; cierran periódicos, censuran noti-
cias o "castigan" a los medios que no les son adictos con medidas que los ahogan financie-
ramente.
En las décadas de los '60 y '70 del siglo pasado, en ... cuando la desaparición y la tor-
nuestro país la discriminación ideológica alcanzó nive- tura son manipuladas por quienes
les dramáticos: cesantías masivas en las universida- hablan como nosotros, tienen
des; listas "negras" en diversos ámbitos de la educa- nuestros mismos nombres y nues-
ción y la cultura, lo que implicaba no sólo el impedi- tras mismas escuelas, comparten
costumbres y gestos, provienen
mento para educadores, investigadores, artistas y del mismo suelo y de la misma his-
periodistas de trabajar en sus áreas y lugares de com- toria, el abismo que se abre en
petencia, sino silenciar sus voces, privados como que- nuestra conciencia y en nuestro
daban de toda posibilidad de acceder a los medios, de corazón es infinitamente más
expresarse libremente aun en reuniones privadas. La hondo que cualquier palabra que
pretendiera describirlo".
persecución ideológica alcanzó también, como puede
suponerse, al sindicalismo. Julio Cortázar. Negación del olvido
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Iniciados con Rafael Videla en 1976, a quien le sucedieron los generales Viola, Galtieri, y Bignone, quien fregó el gobierno a Raúl Alfonsín
en diciembre de 1983.
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Señores jueces: la comunidad argentina en particular, pero también la conciencia jurídica universal, me
han encomendado la augusta misión de presentarme ante ustedes para reclamar justicia.
Pero no estoy solo en esta empresa. Me acompañan en el reclamo más de nueve mil desaparecidos que
han dejado, a través de las voces de aquellos que tuvieron la suerte de volver de las sombras, su mudo
pero no por ello menos elocuente testimonio acusador. Empero, ellos serán mucho más generosos que
sus verdugos, pues no exigirán tan sólo el castigo de los delitos cometidos en su perjuicio. Abogarán, en
cambio, para que ese ineludible acto de justicia sima también para condenar el uso de la violencia como
instrumento político, venga ella de donde viniere; para desterrar la idea de que existen "muertes buenas"
y "muertes malas". Si de ese modo logramos sustituir aquel fanático <¡Viva la muerte> con que Millán de
Astral reivindicaba su perversa doctrina, por un <¡Viva la vida> en rescate de los valores éticos sobre los
cuales esta Nación fue fundada, habremos de damos por satisfechos.
Julio César Strassera
Alegato acusatorio en el juicio a las juntas, 1985
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Integraron la CONADEP reconocidas personalidades de la ciencia y la cultura, Su informe Nunca Más recoge miles de testimonios que
sirvieron para la investigación llevada a cabo por la justicia.
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Decreto 7086/2085
Apruébase el documento titulado "Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación La Discriminación en
Argentina. Diagnóstico y Propuestas" y encomiéndase al INADI la coordinación de la ejecución de las pro-
puestas contenidas en el documento mencionada
Bs. As.. 7/9/2005
CONSIDERANDO:
Que en virtud de la Resolución citada en el Visto la Asamblea General de la ORGANIZACIÓN
DE LAS NACIONES UNIDAS hizo suyas la DECLARACIÓN y el PROGRAMA DE ACCIÓN de la III
CONFERENCIA MUNDIAL CONTRA EL RACISMO, LA DISCRIMINACIÓN RACIAL, LA XENOFOBIA
Y LAS FORMAS CONEXAS DE INTOLERANCIA, aprobados en la ciudad de DURBAN -REPUBLICA
DE SUDAFRICA-el 8 de septiembre de 2001, recomendando a los Estados que adopten las
medidas necesarias tendientes a implementar los objetivos propuestos en los referidos do-
cumentos.
Que mediante dicha DECLARACIÓN y el PROGRAMA DE ACCIÓN se establecen un marco
común de principios que debe orientar la acción de los Estados en la lucha contra los flagelos
del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Que en el Punto 3 de las Cuestiones Generales de la mencionada declaración se reconoce
que la lucha global contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas co-
nexas de intolerancia, así como también otras manifestaciones en constante evolución,
constituyen una cuestión prioritaria para la comunidad internacional.
Que, asimismo, en las citadas Cuestiones Generales de la referida declaración se asume que
la formulación y aplicación de estrategias, políticas, programas y acciones orientadas a la
lucha aludida en el considerando anterior deberán ser llevadas a cabo eficiente y rápidamen-
te y son responsabilidad de los Estados, con plena participación de la sociedad civil en los
niveles nacional, regional e internacional.
Que por su parte en el Punto 10 de la resolución citada en el Visto se insta a los Estados a
que formulen y apliquen sin demora políticas y planes de acción nacionales para luchar con-
tra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
incluidas sus manifestaciones de género.
Que rige en la REPUBLICA ARGENTINA un plexo de normas de derechos humanos y de ins-
trumentos internacionales universales y regionales en la materia, a los que nuestro país ha
reconocido jerarquía constitucional o supralegal.
Que la promoción y la protección de los derechos humanos es un pilar fundamental de la
actual gestión de gobierno y forma parte de la consolidación del Estado de derecho y de la
gobernabilidad democrática.
Que con fecha 25 de octubre de 2001 se firmó un MEMORÁNDUM DE ENTENDIMIENTO EN-
TRE el GOBIERNO DE LA REPUBLICA ARGENTINA y LA OFICINA DEL ALTO COMISIONADO DE
LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS HUMANOS SOBRE EL ACUERDO MUTUO DE
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Por ello,
EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA DECRETA:
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