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~~ ~~ Aung lourelw Word. ‘ sw) Ay Suplementin hunts pas w Boecelona , A2AA. Autobiografia y conciencia historica* Karl J. Weintraub ‘Aunque el instinto autobiogréfico puede que sea tan an- tiguo como la escritura, el hombre occidental empezé a valorar la autobiognafia solo a partir de 1800. Asi, una bi- bliografla de todas las obras autobiogrificas anteriores a sa fecha se reducir‘a a un breve fascfcul; por el contrario, una bibliografla posterior a la misma podria componer un grieso tomo. Lo anteriormente afirmado, que tiene un fundamento meramente cuantitativo, no puede justificarse solamente por una ficil referencia a la cultura de masas 0 a las failidades de publicacién del mundo moderno. Se trata tanto de un hecho que se deriva de unas determina- das condiciones culturales como de la significativa rela- cién entre la retbrica y la conciencia piblica del hombre clisico, la relativainsignificancia dela tragedia vista desde la perspectiva de un mundo completamente cristianiza- do, la desaparicién de la épica del mundo no aristocréti- co, 0 la importante afirmacién de la novela en la era de Ja burguesia. El uso del término «autobiografia» es en si mismo sugerente, aunque este modo de explicacién histéri- as siempre injustificado dado que existen otros términos més antiguos, tales como «hypomnemata», «comentarii, «vitas, «confesiones» o «memoriase, que podrfan cubrir sin mayor problema todas las funciones que se encuentran, englobadas en el término autobiografia, més novedoso. En el idioma alemdn este término aparece por primera vez poco antes de 1800 mientras que el Oxford English Dictionary atribuye a Southey su primera utilizacién en un articuio del aio 1809 sobre la literatura portuguesa. “Tein de Aas M. Downe 8 es [Bi objetivo de este articulo es Ie exposicién de los fun- damentos de la tesis que considera que el género autobio- ficativa alrededor del afio 1800. Ta creciente importancia de la autobiografia es, entonces, wo pre de la gran revolucién intelectual caracterizada ‘surgimiento de una determinada forma moderna de conciencia | nck historic ala que. denominamos historicismo._ yricismo. criticos literarios sean mis rigurosos y sistemdticos, ten- derin a pensar que estas consideraciones no son més que Jas reflexiones de un historiador ingenuo. Estas reflexio- ‘nes se apoyan en el trabajo de varios afios sobre la histo- ria de la autobiografia considerando ésta como la forma de expresién que mejor revela el desarrollo de la concep- cién que de si mismo tiene el hombre occidental. En el jor de los casos esas reflexiones sirven para estimular la discusign sobre un género que necesita clarificacién.' L Problemas del género Si partimos de que la palabra autobiografi, que por su ‘origen solo significa que la vidaide la que se da constan- ciaes la vivida por el propio esctitor, entonces el aleance del vérmino es bastante amplio. La poesia lirica raramen- te puede lberarse de fuerte elementos autobiogrificos. Sin embargo, no tiene sentido dejar que este gran género pottico sea absorbido por la expansién imperialista de un término vagamente definido. El elemento autobiogrifico de esa poesia raramente tiene como referente toda «una vida» sino que generalmente se centra en un momento de esa vida y sélo en escasas ocasiones se trata de un mo- ‘mento significativo que resuma la verdadera esencia de la significacién de la vida. Un individuo puede resumir su propia vida en una Igpida pero, de hacerlo as, Ja inter- pretacién de su vida se haria increfblemente breve. Sin em- SUPLEMENTOS ANTHROPOS20 moisorcina | bargo, cuando es mis larga tiende a convertirse en un do- cumento de estado mas que en uno privado. A pesar de (que este criterio pueda parecer excesivamente dristico, por lo menos es razonable exigir que la autobiografia defina su Smbito con precsién. Asi, se supone que en la auto- biografa se ememoran aspectossignificativos de la vids, partes importantes de la experiencia. Memorias En las ves gestae, memorias y recuerdos tenemos siempre tun conocimiento de la identidad del escritor asi como in- formacién sobre sus propias experiencias, que son tam- bin elementos caracteristicos de la autobiografia. Con “> mayor frecuencia de la debida las memorias son conside- radas como autobiografias. Antes de continua, es conve- niente que nos detengamos en una serie de consideraciones importantes, El tema esencial de toda obra ausobiogréf- * ca son realidades exper de una forma concreta Seals que rma pare dl bio de Ls ee riencias cons eirat mismas con Independencia ‘sie gues la Tada s bo Evidememene le reali- dad externa forma parte de fz experiencia pero ésta se ve ‘modificada por la propia vida interior. Todo ello confor- ‘ma nuestra particular experiencia personal. Asi, todo he- cho exerno alcanza un determinado grado de valor sintomitico que se deriva de su absorcién y reflejo inter- nos. Por otra parte, en Ia biograffa este proceso se encuen- tra invertido ya que una persona ajena a la vida que se ‘narra intenta averiguar la estructura interna de la misma tanto a través de una serie de datos extraidos de una con- ducta y comportamiento externos y reales como por medio de afirmaciones sobre su propia vida intima exter- nalizadas por el sujeto de la misma. La autobiografia, sin embargo, parte del supuesto de que es el propio escritor el que est tratando de reflexionar sobre el Ambito de ex- periencias de su propia vida interior, 0 sea, que el autor esalguien para quien ésta vida interior es importante. En cia consciente, fel escritor se dirige m: ia mbito de los 95 EXTErNOS QUE los interiores. Sa jrs del certo de memoria sia en eLnu- do de los acomtecimientos externos y busca dejar cons: tance de Tes ecueiog is Sinise ‘recuerdos mis significatives. Su aspiracion @ Poder verlo todo tal como lo ve Dios. Es signifi- cativo que el historiador ame al sujeto de su biografia y que, cuanto mis confie en él, mas desee ser un testigo «ob- jetivor de su vida, Los hechos autobiogrificos de perso- naj histricos se centran, y de forma similar ocurre en las res gestae, en las hazafias por estos realizadas. El conte- nido reside asi ms en ls hazafias realizadas y menos en tuna reflexin consciente del significado interno que esas acciones tienen para la propia personalidad. En la Res ge- tae, el Emperador Augusto le presenta al mundo las hax ‘zafas historicas por él realizadas pero apenas nos dice nada cde su propia experiencia interior. Asi, esta importante ins- ‘Autoblogrtia y conclenciahltitea. cripci6n histérica forma casi un «tipo ideal» que se sitéa fen uno de los extremos de un espectro de obras que ten- dria en su otro extremo el «tipo ideal» de autobiografia ‘en el que un escritor como por ejemplo san Agustin se explaya casi exclusivamente sobre la reflexin interna de su propia vida en la que los hechos externos slo han te nido un significado interno. El lenguaje qui utilizado ferenciacién entre la era Los tipos ideales,entendidos endl sent son como mecanismos he risticos, como meros instrumentos conceptuaes, sempre ‘mds puros que la compleja realidad que se supone que de- ben explorar. Si estos tipos ideales se demuestran tiles en la clasificacién de las diversas complejidades del mun- cdo real entonces es correcto seguir utilizindolos, pero, si se tratan como algo concreto, se comete un pecado inte lectual de primer orden. Asi, no es sorprendente encom trar en tina zona intermedia del espectro muchas obra «que son un hibrido entre las memorias y la autobiogre fia, En las Mémoires del cardenal Retz la autobiografia y las memorias se entrelazan, aunque las memarias pare cen dominar. Por el contrario, en las Mirnoirgs dioutre tombe de Chateaubriand, el peso de la mezcla recae cor mayor fuerza en el polo de la autobiografia. Por otra par te, una valoracién sobre Ia intencién y perspectiva de autor puede ayudar a precisar el criterio de clasificacion sel libro un intento, preferiblemente consciente, de pre sentar una vida y una personalidad a través de los acta. ppblicos 0, de otra forma, es la historia de un hombn para el que la actividad pablica lené su exstencia la auto biografia de un homo politicus? o, ges la obra un inten de presentar hazafas y hechos por lo que son en si mit ‘mos?, ges, entonces, memorias o res gestae? ¢Se centra | atencién en la coherencia interna de la experiencia 0 e1 el momento y la trascendencia de los acontecimientos de los logros dignos de mencién? El objetivo de la autc biograffa es dejar constancia de toda una vidal y no sim: pplemente de aquellas cosas que han marcado su existencis ‘Sila vida es una interaccién entre el «yo y sus circunstar cas entonces su historia deberfa ser algo més que el mer relato de unas circunstancias. De esta forma, parece qu la autobiograffase acerca mis al verdadero potencial dt pee cemo nite nese ree ae nnalidad, o la concepcién de uno mismo, es decir, tode sos temas de dificil definicidn que en ultima instanc: determinan la coherencia interna y el sentido de una vid La verdadera autobiografia, que es un tejido en el que autoconsciencia se enhebra delicadamente a través de periencias interrelacionadas, puede tener funciones tan d vversas como la autoexplicacién, el autodescubrimiento, autoclarificaciSn, la autoformacién, la autopresentacié la autojustifcaci6n. Todas estas funciones se entrelazs ficilmente aunque todas ells se centran sobre el conoc miento consciente de su relacién y sus experiencas. eeu TT yr Tr rrr rrr ww www wwwcwwcuceusse EsTuoI0s El punto de viea necesario El autéatico y genuino esfuerzo autobiogrifco se encuen tra guado por el deseo de percibi 2. [a vida. Ese esfuerzo se ve dominado légicamente por 1 epunro de vista del escrtor, entendido éte en el sentido smds literal, el de las coordenadas espacio-tm las que el autobidgrafo contempla su propia vida[La cues- ‘Won esencial reside en que ese momento en el Geno ej situado en un lugar de la vida del escritor mds. alld de un imomenio de cus o mls ali de ana Spuieste ‘ult Conjunto de exy i Rincon de una cre Este aspecto destaca enormemente eAraquel tipo de autabiografia gue ee conse en tro, “sconversion»: las Conjesiones de san’ una experiencia gunn y le ctne defen de agosto del afio 386; el Discours de la méthode de Descartes (una obra que merece ser leida como autobiografia) y la noche del 10 al 11 de no- viembre de 1619 «dans une poélens las Confessions de Rousseau y un momento de aquella tarde de octubre de 1749 en la carretera a Vincennes; 0 la Autobiography de Gibbon y la escena en las escalera del «Capitoline Hills 115 de octubre de 1764(n momentos tales de crisis vital ‘iene lugar una experiencia de choque en la que se clarifica ‘una cuestién personal que tenia un cardcter difuso y por Ja que la personalidad adquiere una mayor solides. Es ‘como si se corriera un velo y ahora se comenzasen a ver con claridad aquellos propésitos que antes eran confusos) As, el curso de la vida se ve como si estuviera forma" do por una serie de Tineas conectadas entre si que previs- ‘etlewe ceontbar lar ae eee una direccién en la que anteriormente fan im Bubs eindiona dscoorinaaae Tse ee ‘mostrar sus. de forma gradual. Asi, once afios de cambios lenos de incidentes azarosos transcurren en la vida de san Agustin entre la escena del jardin y la compo- sicién de las Confesiones, y, por su parte, Gibbon dejé pa- ‘sar vari antes de dedicarse a la creacién de Decline ‘cuestién importante aqui es que el autor re- conoce con posterioridad el significativo papel de la cri sis en su vida e iluminado por la introspeccién que favorecen los momentos de lucidez, percibe un orden y tun sentido en la vidaJSan Agustin, que se sentia tan asom- brado ante su vida de iluminado, convirtié todo el relato de la misma en una oracién, un himno al poder divino ue guiaba su vida cuando ésta parecta no tener direccién, alguna y que secretamente dirigfa a un ser errante para que retomara un camino que al final se estrecharia en una senda claramente definida que le dirigirfa a la peregrina- ‘to, Por el contrario, en otras vidas ese momento decisivo 0 crucial no tiene lugar, pero en estos casos se puede ob- tener una determinada panty sigfcado de tos ‘Tiavés de tor efector de otras experiencias que han 1d Heal leaner Cu jando, ala edad de sesenta™ aos, Goethe comend a escribir Dichtung und Wabrheit xno encontré en su vida ninguna experiencia iluminadora © decisiva sino experiencias similares que se repetfan (al- ‘Autoblogratiay conclenia atria ‘gunas de las cuales, como el viaje a Italia entre 1786 y 1788, se sitdan incluso fuera del frea que debe cubrir lo «esencial en un relato autobiogrifico) y que formaban un determinado modelo de experiencia desde el que la per- sonaldad sug con uno Comornos is dete © 52, lun momen dado ev odbiedeonio os armonia ésencial dentro de la complejidad de la persona y de las ferences vieisitudes de una vida azarosa, y solo ‘después de ese momento es posible presentar esa vida con la su- prema imparcialidad «del inds elevado sentido de la iro- nia». Vico, quien redujo todo el significado de su existencia la autorfa de la Nueva Ciencia, relata su vida como el desarrollo de la secuencialidad ldgica de las diferentes y fandamentales experiencia intelectuales en las que no exis ten momentos claves o decisivos y en ningiin momento una crisis de conversién, Cuando el esfuerzo aurobiogrifico carece de esos mo- forma autobiogrdfica, st no se panliza, se encuentra on. ‘wases poco desarrollada. Tras 1 coronacin como pos ta Taureado en 1341 Petrarea regresé a Vaucluse donde comenz6 a sentirse intensamente preocupado por conilic- tos internos y por la direccién que su vida debfa tomar. En su Secretum se explota el gran potencial que tiene la forma del dislogo en esa bisqueda autobiogrifica del sen- tido, el fin y la direccién de la vida. El mismo acto de escribir supone en s{ mismo un intento de encontrar un ‘Buevo marco para el Zmbito a cubrir. Por otra parte, la ‘Miqueds de pate margoa el inate sree de pre- sentar un modelo de vida con un desarrollo significativo. El viejo Cardano, levado por la esperanza de descubrir que el vasto conjunto de detalles que conformaban su vida ‘encontraba su nexo de unin en unas causas determinan- tes, dei 2x con la tarea de realizar ¢] andlisis individual de cada uno de los hech. el casi le una personalidad y una linea vital coheren- {5 Por su parte, un Montaigne ya anciano recoge, de n= we un variado conjunto de experiencias concretas, una cualquiera y, sosteniéndola en alto ante la luz de su mara- villosa y vital mente, es capaz de distinguir en ella los re- flejos cambiantes de su yo miltiple en el acto mismo de entenderlo, Sopesa, examina, experimenta, ensaya y, par- tiendo dela actividad misma que indica el verbo essayer, crea un género literario que él mismo llené de contenido aurobiogrifico creando la impresidn de que su libro for- ma parte consustancial de si mismo. Asi, la forma ensz- yistica en sf sugiere que escribir es solo una de las maneras de poder encontrar y luego situarse en el lugar estratég- co desde ef cual poder tener una visién totalmente coor- dinada.de una vida que pueda representar la estructura csencial de la misma Por consiguiente, alli donde predo- mine el fenémeno autobiogrifico de autodescubrimien- ‘toy autoorientacién, se impide que el arte autobiogrifico pueda presenta la totldad esencial dela vida] SUPLEMENTOS ANTHROPOSI28 ESTUDIOS Interpretacién retrospectiva Cuando el autobidgrafo logra situarse en ese lugar estra ‘égico desde el que es posible una vision iva ‘otal de la vida, consigue imponer el orden del presente sobre el pasado, Un acontecimiento, que en su momento se vio cuando estaba teniendo lugar, puede verse ahora en funcin de sus resultados.(Al sobreponer esta visién presente y consumada de un acontecimiento pasado éste cobra un significado distinto que en el momento en que estaba teniendo lugar no poseia EI sentido del pasado es inteligible y significativo en furicién de su comprensién en el presente, As{ ocurre también con todo intento de comprensién histérica: alos hechos pasados se les sitda de forma que se establece entre ellos una relacién retroac- tiva de la que carecfan en el momento en que tuvieron lugar. No obstante, esta situacién hace que el lector se plantee la siguiente cuestibn: ¢Cudl es la verdad del rela- ‘to? Cuando Rousseau narra en sus Confessions (Libro 1) ‘cémo, cuando era un joven aprendiz, al volver de un pa- sco en las afueras de Ginebra, se encontré la puerta de entrada cerrada y el puente levadizo en alto, ve en este acontecimiento el momento decisvo de su vida. Pero solo podré otorgar este significado a ese acontecimiento aos ‘mis tarde cuando tome conciencia dl sentimiento obse- sionante de estar destinado a ser un hombre que ha per- dido su hogar y a quien le est vedado encontrar otro el resto de su vida. En relacin al significado que Rousseau le asigna a ese acontecimiento el hecho de que esté en lo cierto o no es una cuestién aparte. De hecho, él mismo dificulta la comprensién del lector al afirmar exactamen- telo mismo cuando abandona a madame de Warens y se marcha de Les Charmettes puesto que este hecho supuso ‘un momento decisivo en su vida (asf como otros que ofre- ce en una lista), Rousseau tenia la marcada tendencia de dotar a cada momento pasado con una gran pasién y sen- ‘ido dramético debido a que cuando acometié la tarea de escribir un texto autobiogréfico afirmé Ia intencién de arevivie» cada momento del pasado al mismo tiempo que se escribfa sobre ellos. De abi que, al evaluar la signi- ficacin de cada momento, vistos desde la perspectiva de acontecimientos producto de su lucha contra el destino, pusiera de relieve el impacto dramético de cada aconte- cimiento de una forma exagerada. De esta forma, el Rous- seau que revive ese momento y el Rousseau que le oto al mismo un determinado valor se encuentran condicio- nados entre sf, aunque es claramente el segundo el que dirige todo el proceso de escritura, puesto que es él quien sin duda alguna toma la decisién de seleccionar el inci- dente del puente levadizo y no otro. Y lo hace porque percibe este suceso como un incidente significativo en re- lacién a todo el modelo de su relidad vital (Los elemen- tos de Ia experiencia pasada, que han sido extraidos del ‘contexto en el que se situaban con anterioridad, han sido cescogidos porque abora se cree que tienen un sentido sin- tomitico que podfan no haber tenido antes)Las lineas de conexién entre elementos de la experiencif y otros ante- ‘Autoblograta y conclenciahietétes. riores © poseriores cobran, de esta forma, mayor impor- tancia que las lineas de conexién con el context temporal * en el que esos elementos tienen lugar. Esta reordenacién j © feorganizacidn de la vida pasada se debe a que ésta esd | siendo interpretada en funcién del sentido (0 sentidos) {que ahora se cree que posee. La verdad autobiogrifica que domina es, de esta forma, la vison d= un modelo y ue do de Ia vida que el autot ‘tiene en el momento ‘mismo en que-escribe si autobiografa. Asi si el lector no puede o no quiere volver a tomar el punto de vista del autor como autobiégrafo, no es posible llevar a cabo una lectura correcta 0 apropiads. Diario : Ene proceso esencial de buscar el fundamento de la di- reecién que toma el relato de una vida, en el significado ‘que tiene la misma en el momento presente, es precise mente lo que diferencia la autobiogg i cha d Fand un diario reside en el hecho mismo de que el dia tiene unfin,Tnclso en el caso de un persona yamadun,cuyo 4 criterio de selecciSn estédirigido por una mayor concien- cia de sus propios valores, cada apunte diario sigue siew. de el resultado final de cada da. Cada anotacin en el» diario tiene el valor en af mismo de sere refjo de un, momento breve de determinadsssituaciones vitalesa as? 4 {que se les atribuye una importancia primordial. Aunque indudablemente un diario extenso revelar el desarrollo. { de la persona del escrito, Jo hard de forma muy diferente a la autobiograffa. Por otra parte, de la misma forma que la alteracidn del espfritu y de la navuraeza de la crénica de uma vida a la luz de la introspeccién posterior es un pecado, también es un pecado contra el diario imponer @ el orden del dia siguiente en el registro del dis previo. Tan, @] poco como se puede obtener de sisori al esonar dg ferentes trozos de crénicas se obtiene de autobiograffa al incluir en la misma secciones de las hojas de un di El valor tanto de la historia como dela autobiograia se deriva del hecho de que, en su interpretacin del pasado, ambas presentan como significaivas determinadas partes de ese pasado. En ambos casos los diferentes frgmentos que conforman el incoherente conjunto de a realidad de |a vida han sido previamente clasificados y, posteriormente, seleccionados algunos de ellos alos ques les ha asignado ua ugar apropiado en un modelo de sgnfiador mis completo, El diario, la carta, la crénica y los anales ad-/ quieren valor en el hecho de no ser més que interpreta? , ciones momenténeas dela vida. Su valor reside en ser un / | recuerdo fiel del pasado y no en el hecho de asignaile a ? 4 éste un significado de mayor alcance. En cierto seritido son una ayuda pues traen, por medio de una mirada re- ‘trospectiva, el pasado al presente En la historia y la auto- dentro de una visién desde el presente. No es fil com- 4 / @ VPUUCCUCUUUCUUULUETELECEUERUUEECESEEEEEEELELUES ESI paginar la autobiograffa y el diario pues, al ser ambas formas compuestas, es mis dificil que vayan juntas in- cluso si se las compara con el caso de la epistola den- ‘wo dela historia, como son, por ejemplo, la Vida y cartas/epistolas, esa forma literaria predilecta del si- glo xix. La introduccién de secciones o partes de un diario en relatos autobiogrificos suele tener un efecto ad- verso, Sin embargo, una de las combinaciones mis logra- das es la que se encuentra en la Autobiografia de Gibbon en la que ése introduce, aunque en pocas ocasiones, par- tes desu diario para probar de hecho cémo hubo un tiem- po en que él buseé un tema histérico apropiado para su talento en el que el tema de Decadencia y caida no apare- cla en absoluto. Asf, ls dos formas tienen propésitos cla- ramente distintos y le otorgan un peso diferente a los diversos elementos formales, El caso de un eseritor al- tamente autobiogréfico como es André Gide, que nos hha dado tanto sus diarios como su autobiograffa formal (or no hablar también de novelas de marcado cardcter autobiogrifico), pone en evidencia el hecho de que am- bas formas lterarias no se pueden sustituir entre si. De Ja misma forma, de la lectura de los diarios y anales de Goethe no conseguimos llegar por medio de ningin proceso de recomposicién a la maravlla de Dichtung und Wabrheit. El autorretrato literario Partiendo de que la autobiografia propiamente dicha yt form litera en Ja que un yo rememor sida, €S obvio que esta forma se encontrar condicionada por la concepcién de «vida» que predomine en la misma. Lo ‘que distingue a la vida es el hecho de ser en sf misma ‘un proceso y también el hecho de que, como dijo Georg Simmel, la vida quiere mas vida. Sila vida es un proceso, entonces debe ser entendida como tal. Asi{fz autobiogra- fia, en virtud de sus indicios sobre la experiencia interior, puede verdaderamente tener una funcién especial como ayuda para entender la vida como proceso. Es necesario una vez mas establecer las diferencias en- te las obras auténticamente autobiogréficas y aquellas que pertenecen a géneros que poseen cierto matiz autobiogré- fico, como el autorretrato literario en el que el mero afin de autodescubrimiento y de autoafirmacién da lugar aun retratofijo 0 estitico. Aquellas obras en las que el autor cd intensamente preocupado por explorar el estado pre- sente de su yo 0 en las que se detiene para confirmar la condicién de su yo para asi poder decidir en qué sentido quiere dirigir su vida, como ocurre en el Secretum de Pe- ‘trarca, en su carta Ascensién al Monte Ventoux, o su carta Sobre su propia ignorancia, obras que tienden hacia el auto- rretrato literario. En la autobibliografia, una forma que ha tenido un papel significativo en el desarollo dela auto- biografia, encontramos una tendencia similar: el autor (amenudo a modo de prefacio) desea situar su trabajo ac- tual dentro del contexto de su otra oewvre y busca hacer Jo sin que su relato actual se refiera a su evoluciSn sino, por el contrario, concentrindose en el carcter general de su obra, revelando axel carfcter del escritor en si mismo. ‘A medida que nos acercamos al siglo XVII esta tenden- cia va desapareciendo pues Vico, describiendo al autor de Ja Nueva Ciencia, o Gibbon, repiesentando al creador de Decadencia y caida, presentan sus relatos como «una cevolucién», Cuando la intencién predomins ie sara ys uct a de Bae autor [mente tender4 hacia al autorretrato tng Eee pao a destacar en el autoestudio de Cardano pues, bajo el en- cabezamiento de categorias a las que cree estar refirién- dose, lo que lleva a cabo es la diseccién de los aspectos de mayor interés, Esto deja al lector con la impresién de que el autor estd menos seguro de la configuracidn total del yo que de los detalles con los que debe componerse el retrato, Los Ensayos de Montaigne son, desde esta pers- pectiva, una grandiosa manifestacién de la incesante bis queda del autor por entender y captar con fidelidad la naturaleza de su propio yo, lo cual le otorga una mayor comprensién de sf mismo como un ser variable y cam- biante, Montaigne ve al ser «en un proceso de trinsito» y estd impaciente por registrar todos los cambios y fluc- tuaciones pero, y este es un «pero» importante, Estd mis interesado en conocer el propio yo, y asi vivir y morir fiel a &, que en averiguar el camino por el que ese ser vino a ser Io que Asi lo sugiere el modo en que intro- duce refleriones posteriores en los ensayos previamente escrito (y ya impresos) que son las denominadas seccio- nes By C (afadidas) del manuscrito de Bordeaux. El gran ‘escritor del siglo diecisete, Richard Baxter, escribié su vida ‘como una narracién franca y sencilla pero sintié la nece- sidad de describir su carScter a modo de un autorretrato estitico. El autorretrato se corresponde con Ia larga sec- cién sobre el «Autoandlisi» en la que parece decir: pue- do ver cbmo y de qué manera he cambiado, pero ni sé cebmo ni por qué deberia tener que averiguar dénde sur- gid este cardcter Los impresionantes intentos autobiogré- ficos de Rousseau empezaron con su propio autorretrato en Retrato de bombre (un texto dificil de fechar), en las cuatro cartas a Malesherbes, en las Ebatiches des confesions, y continuaron, después de las Confessions, con los tres dis- logos Rousseau juge de Jean-Jaques,e incluso con Les réve ries du promeneur solitaire. Es esta una de las maneras de leer las Confessions, como el complejo esfuerzo de retra- tar la naturaleza original inmutable y la sensibilidad mo- ral como los bienes iltimos que se encuentran tras las cambiantes aventurs de su vida. En tales obras, la preo- cupacién de fondo relacionada con el autoandlisis y auto- rrepresentacién hace que el autor caiga ficilmente en el ‘autorretrato, Esta prictica se ve reforzada por el dilema de toda tarea gemuinamente historia: la necesidad de equi- librar los elementos diacrénicos y sincrSnicos, la interrup- cién en cualquier momento del tiempo es necesaria para el desarrollo del entendimiento a través del tiempo. No SUPLEMENTOS ANTHROPOS29 -esTuoKs cobstante, en la verdadera autobiograffa los inevitables in- dicios de autorretrato deberfan ser: deentender Ta vida como un proceso. Las dimensiones temporales: , Ad, x todo va bien, la bellota se convierte en el Toble-La vida es el proceso por el cual los seres exponen o revelan su naturaleza. Lo que se en- cuentra presente en un principio se ird revelando progresivamente a través de una secuen- cialidad nécesaria y predeterminada. De esta forma una potencialidad especifica se convierte en una realidad. ‘A medida que se aplica esta forma de pensar a la aurobio- ¢grafla, la pura naturaleza biol6gica del hombre (ji tal rea lidad pudiera ser definida!) se va convirtiendo en una cuestién mucho menos signficatva dela que podria cons- tituir la quintaesencia de la naturaleza en una concepcién del hombre. Si, por ejemplo, el hombre es considerado principalmente como un ser racional (partiendo de una determinada concepcién de lo que es la racionalidad), el objetito de la vida se convierte en un esfuerzo gradual por transformar el propio yo en un yo racionalmente co- herente. Por muchos aspectos «accidentales» que se inclu- yan, el proceso bésico de la tarea en la vida asi concebido estaré dirigido por una l6gica «inherente» que determina 2aSUPLEMENTOS ANTHROPOS En la medida en que el peso resida més en los proce. ‘Astoblogratay conctancla hires ¢l significado dltimo de la historia de esa vida. Ademés, ' ‘es necesario puntualizar que todos los rasgos situados al_| ‘margen de esa secuencialogica estin considerados como algo accidental y no se ponen de relieve para poder reafir~ mar as el significado del todo. «Las vida de ls filésofos, que son esas autobiografias de los hombres sabios, tien- ¢ dena tener la uniformidad moral en el modelo bisico de 4 vvida que se espera de una concepcién de la quintaesencia de Ja naturaleza que se expone a s{ misma bajo el 4 convincente de a coherenciaracional, Pero tambiénlexine el mismo tipo de modelo autobiogrifico formal cuando la concepcién, bisica del hombre es la del «z00n politi- kone, la del chomo fabers o lade la critura ala que su ccreador le otorga una forma y un destino, esa criatura que ‘ se halla a s{ misma como parte de un proceso histérico predestinado y disefiado por un creador omnisciente para lograr darle la capacidad de recuperar una relacidn apro- 4 iada con su creador. San Agustin quiso describir los ele- ‘mentos de este regreso ascendente de la criatura en la vida @ ‘como la peregrinacién cristiana hacia la vita beata. El mis mo descubrié este modelo en su propia vida y, por esa « razén, lo establecié como el modelo para todas las con- cepciones cristianas de la forma esencial de la vida. En @ el relato de esa autobisqueda y autoencuentro (a través @ del aprendizaje de cémo buscar y encontrar a Dios) el én- fasis cae fuertemente en la descripcién de esa nectsidad @ {ntima de la direcci6n que toma la criatura voluntariosa @ la cual, se resiste a dejarse llevar de la mano de upa in- ‘ in. Una vez que para san @ Agustin se hace la luz se enrquece con lt marwilla del q orden inherente en a vida, Es importante sefalar que para san Agustin la vida es un proceso y no una forma estitica @ del ser (aunque este sea su final en la eternidad). También @ ¢s igualmente importante el que exista un orden creado (no determinado) dentro del cual la tarea de la vida sea @ recobrar un lugar apropiado. El proceso principal es el @ de revelacién interior que le asgna a factors y aontecs ‘mientos externos una significacién «catalitica». El:mun- do de los hechos externos es importante slo en la medida @ en que consiga «liberar» en san Agustin un movimiento interior. Asi, esa precisa constelacin historica del mun- doen la que el drama cristiano tiene lugar et de poto va- lor © significacién en si misma. Para la concepciin @ agestnian del orden desu propia vida el haber nacido. en el aio 354 después de Cristo y no en el 344 0 364 tie ne, en Ultima instancia, una menor relevancia. El drama @ interior se sittia al margen de lo que constituia el <{nun- do» de san Agustin y en una relacién més imprecish con A que la relacidn que, por ejemplo, se establecerfa entre @! Goethe y la concepeién de su propia vida. La Vide de Giambattista Vico nos ofrece, a comienzos del siglo die- e ciocho, otro tipo de aurobiograffa (aunque en ella se hace eco de la vida del filésofo elisico) que ilustra ls con @ secucncias de un extenso proceso de descrpcin en re- gq ferencia a la nocién de revelacibn. Vico encontré la significacién de su vida en el hecho de ser el autor de @# / @ 2 a“

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