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uarulds Caitiurauys/ anima y ¥ onan todo lo judicial se disuelve en politica Uno de Los protagonistas historicos del museo de la injusticia. Un cuerpo que siempre toma decisiones politicas y busca imponer una correlaci6n de fuerzas. El poder judicial es una instituci6n Llena de privilegios y la justicia es un campo de batalla. Pasado, presente y futuro de la corporacién que caga mas alto. . por Lucas Arrimada itustracién Daniela Kantor ta Justicia es un espacio social de wha politica El poder judicial es una institucién poli- tica. La Justicia es un valor crtico, no uns institucién. Ese valor, ese horizonte, nos permite siempre crcicar, exigir reclam: protestar, denunciar, construir ideales, sgulas, razones para la accién. Ninguna persona ni institucién es la justicia. La jus- ticia en Argentina es un espacio de lucha social, un eampo de batalla, de discursos y de acciones, de derechos e interpretacio- nes, de memoria, de verdad, de construc cién colectiva horizontal El poder judicial es la insttucién que hist6ricamente legitimé las injusticias més atroces. Famosas decisiones que defendie ron golpes de Estado, esclavitud, segre- gacién, subordinacién femenina, racial ‘oclasismo puro y duro, Una tradicién de notables silencios que justificaron perse- cuciones politicas, torturas,terrorismo de Estado, negocios privados bajo el terrory la desaparici6n forzada. ¥ que hoy permiten ccrceles atroces yla violencia institucional de las fuerzas represivas del Pstado. Una insensibilidad social que contrasta con la ‘especial sensibilidad frente alas corpo- raciones econémicas bajo dictaduras y democracias. Excepcionalmente, el poder judicial se ‘comprometié con el ideal al que se le suele vinculat, Decir Justicia’ para aludir al poder judicial puede ser mera ingenuidad de la practica periodisticao estrategia de legitimacién, de persuasién. Cuando una decisién del poder judicial afecta cierto interés se usa “un Juez” no “la Justicia El poder judicial es uno de los prota- .gonistas histéricos ~con escasas y dignas cexcepciones- del museo de la injusticia, el libro de las complicidades historicas con dictaduras e intereses concentrados, conlas peoresinjusticias de la democracia, que tenemos, que defendemos, que ejer- ‘cemos. Su sensibilidad hacia el capital ye! establishment es solamente superada por ladefensa de sus propios interesesy de sus miembros para mantenerse en pie més allé de toda crisis, tormenta politica o contexto hist6rico, Paps Noel son los padres. Los jueces son los estrategas del derecho, una casta politica con ropajes téenicos perfu- ‘mados por los ritos del derecho. os jueces son camaleones conscientes Sele atribuye al uez supremo Enrique Petracchi la frase: “Los jueces son politico: Tes guste o no. A lo sumo, les vaa pasar logue al cangrojo, que es crusticeo pero no lo sabe” Mas que cangrejos, los jueces son camaleones yo saben. Son politicos yo saben. Toman la decisién y después ‘buscan la teorfa interpretativa que les da apoyo. Desde su seleccién como candi- datos a jueces hasta sus decistones estin mediadas por lo politico y por estracegias, ccostos y beneficios, céleulos y alianzas. Més alld de as formas legales, debajo de la vestimenta del derecho, el cuerpo de la decisién es siempre politico y es el resul tado de una correlacién de fuerzasen el ‘campo de la politica a gran escala, la polt= tica nacional ola interna de la corporacién judicial y sus circulos de operadores. el poder judicial como institucién politica Histérieamente, la Constitucién establecta un sistema de seleceién y remocién de jueces puramente politico. El presidente clegfa un candidato/a con acuerdo del Senado. Eso lo convertia en un sistema ‘de elecci6n carente de eximenes, sin evaluacién publica de antecedentes, sin concursos ni audiencias, sin publicidad ni entrevistas; esto es, pura discrecién politica, con poca deliberacién publica sobre el rol de Ios jueces. De este modo los candidatos salfan de la misma clase politica y de sus adyacencias. As{ fueron conocidos los jueces que no poselan titulo de abogados y los ueces que contrataban estudiantes de derecho para redactar sus sentencias. No es extrano quede ese sistema de seleccién haya surgido un po- der totalmente dependiente (en el peor de los sentidos), clasista elitista, auortarlo, hermético y poco transparente, compro: metido siempre con el poder de turno y ‘con hist6ricas muestras de parcislidad, {inercias, corrupcién y pasividad a la hora de proteger derechos bisicos. Elmodelo anterior era, en todos los sentidos, un antimodelo para un poder judicial moderno en una democracia. Con ese sistema cada gobierno elegia los ean didatos afines.a sus intereses, sin tener que considerar méritos sino cercanta ideoldg cay disciplina, En el peor de los escenatios debian negociar con la oposicién en el senado para lograr los acuerdos. Eso hacia que las grandes fuerzas politics negocia- ran evertualmente algunas candidaturss, lo que dopendia dela composicién del senado. Eno respectivo ala acusaci6n y la remocién, el Congreso tenfa que iniciar un juicio politico alos jueces que incurrieran ‘en mal desempefo. Rara vezlo hizo, lo {que generd incentivos para abusos en la ‘magistratura y llevé a que el control sobre Jos magistrados después de su designacién fuera virtualmente inexistente. El Consejo de la Magistratura, incorpo: rado en la eforma de 1994, con todos sus efectos, algunos més que preocupantes y con algunas continuidades con el anterior sistema, fue un avance. Su principal obje- tivo era seleccionar candidatos a jueces a través de un proceso hfbride meritocritico yy politico. Su ventaja fue armar un espacio politico propio y plural integrado por un cuerpo colegiado: senadores, diputades, jueces, abogados y académicos. Més allé elas composiciones y sus diferentes intexpretaciones este drgano deberia ser celespacio para hacer politica en el poder judicial y debatir con los diferentes sec- ‘ores la polftica institucional, Bsa politica ‘mulkisectorial, devarios estamentos.es parte dela politica de la burocracia judicia yydeberia colaborar incluso ampliada ‘a mds actores sociales y comunitarios para un gradual y consistente mejor funcionamiento. propuestas muy defectuosas para un mu: criticable poder judicial Lamentablemente las reformas judiciales fueron 0 insignificantes 0 contraproducen: tes. Muy atrés del debate politico, social y académico que les precedi6. De todas las reformas judiciales impulsadas por el oft cialismo, las que fueron positivas fueron de baja intensidad y no pudieron impactar en el poder judicial. Por ot lado, las reforma del Consejo de Ia Magistratura -asf como las de cautelares-tuvieron varios defectos ccentrales que hacen que un sistema que ‘empeoré considerablemente en el aio 2006, entrara en una etapa todavia mnds de fectuosa. No hubo cambios drasticos, ylos. ‘que hubo fueron negativos. El Consejo tal cual existe actualmente funciona muy mal Es muy probable que hubiese empeorado yylos resultados de las reformas menores fuesen neutralizados, Los defectos corporativistas y burocra- tizantes del Consejo se podrian resolver con audiencias piblicas, participacién social y ms apertura para profundizarla que la composicin del poder judicial es- pecialmente en la ciudad de Buenos Aires, Incluye sutiles formas de discriminaciin de género y clficultad para los ascensos de fas mujeres, especialmente de las mujeres pobres. Las mujeres son mayoria en ¢l poder judicial pero amedida que ascende- os en a jerarquia tenemos menos mnuje- res en lugares jerarquicamente relevantes ‘yde poder. Un analisis de clase y degénero refuerza la impronta de ghetto judicial Tindogamia judicial Enla seleccién de magistrados, os fun cionarios judiciales tienen prioridad frente a abogados, profesores y otros miembros dela comunidad legal. Fse elemento endogdmico impide romper con practicas ytradiciones de la “familia judicial; que suele esconder nepotismos, conflictos de interés, corrupci6n y una organ mas tribal que institucional. yacién

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