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JORGE LUIS GAMARRA Ilicitud. Abuso de derecho, Nexo causal. Daiio JORGE GAMARRA Proteccién extracontractual del crédito. El affaire arol vs. Casal RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL PROLOGO El origen de estos trabajos se encuentra en el intento, conjuntamente con mis amigos Carlos de Cores y Rail Gamarra, de elaborar unas guias de clase que facilitaran a los estudiantes el seguimiento del curso. Como suele suceder en estos casos, la enorme cantidad de informacisn que se recoge y la variedad de temas y cuestiones que se plantean, se constituyen eh el obsté: ‘culo més poderoso y dificil de sortear: una seleccién ajustada a las necesida- des de j6venes que cursan el segundo afo de Facultad. En esa tarea me encontraba cuando algunos preliminares fueron (intencionalmente) a dar a manos de mi padre, quien seguramente movido por sus lazos de sangre, y su conocida insistencia, me alenté a realizar un trabajo de una profunidad mayor al proyectado, Sin su consejo, como tantas otras cosas en mi vida, esta obra no hubiera nunea visto la luz, Apreciard entonces, quien tenga la paciencia de sumergirse en las pagi- nnas que siguen, el cambio de enfoque entre el primer capitulo dedicado a la icitud (que tiene las caracteristicas mas propias de una guia de clase) y los restantes, en los que también se abordan otros temas més complejos que aque- los que conviene ofrecer a quienes se estan inciando en el estudio del dere. cho. Complementa el trabajo un capitulo sobre la induccién al ineumplimien- to, de autoria de Gamarra, que formaba parte de una consul estudio evacus al Club Atlético Penarol sobre el affaire Bueno-Rodriguez. Finalmente, deseo agradecer también a mi amigo Luis Larranaga quien, con la paciencia y humildad que lo earacterizan, no pocas veces interrumpié sus estudios matinales para enfrascarse en una provechasa dilaéetica sobre el tema que en ese momenta estaba yo elaborando, Tonge Luis Gawanrs ILICITUD SUMARIO: 1, Planteo. No es exagerado ~como dice Gamarra- hablar de un verda- dero problema de Ia ilicitud. Se trata de un coneepto euya ubicacién y aleance cen la responsabilidad extracontractual ha sido legislado de distinta forma en los diversos ordenamientos: asi por ejemplo, en algunos easos se lo identifica con el hecho que retine todos los requisitos necesarios para configurar un delito o cuasi-delito civil (‘Dei fattiillecti” es el titulo que el Cédigo italiano la responsabilidad extracontractual),’ en otros est ausente del tex- 382 C, Franeés),* mientras que nuestro Cédigo lo integra expresa ‘mente como requisito en su art, 1819: “Todo hecho ilicito del hombre...” EI panorama en jurisprudencia y doctrina no es menos complejo, no solo los diversos textos legales hacen necesarias soluciones propias,’ sino que atin *-Tedo hecho del hombre, que eauss a otro un dao. ok swcedido, a reparario’. IN" 180, p. 291) considera al art. 2043 como ints constitutivos serian el hecho eometido, el impiden, al menos a priori, una solucién tinica del tema del abuso, por lo que las analizaremos por separado, 4. El abuso de derecho en la responsabilidad contractual. En el campo contractual, como ya adelantamos, contamos eon la ventaja de un contacto voluntario de las partes que justamente busean a través del contra~ intimidad) y no través de vn an interés perseguidoy et En la responsabi ivo “por la notable desproporcion” entre el tor (p93, lencontramos dos sujetas que no solo se han ideo el concepto de quiere de derechos) deber ‘causa, por lo que Ia solucin dol eonflieto de intereses ( hecesariamente tener en cuenta los aspectos sealados, aspoctos que estan por ‘ausentes en Jos eases de responsabilidad aquiliana 27 [RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL, to una composicidn de intereses opuestos; de aqui que la causa del contrato constituya un elemento de primer orden a fin de individualizar, valorar y comparar los intereses en conflict. Por otra parte en esta zona de la responsabilidad est expresamente con- sagrada la obligacién de ejecutar el contrato de buens fe (art. 1291) que es el otro instrumento que complotaré Ia guia a seguir. Comeneemos por la buena fe Hay acuerdo en que la disposicidn de! 1291 c.. con respectoa la buena fe 8 una “norma en blanco sin un contenido especifico a priori, eoncretada en tun comportamiento honesto, escrupuloso, leal, since, fil ala palabra em- Penida, solidario con los intereses de los restantes sujetos con los que se entr6 ‘en una determinada vineulacign’. Dentro de las funciones otorgadas al principio de la buena fe sobresale su consideracién “como limite al ejercicio de un derecho derivado del contrato” No es casual que este principio sea rectamado prevalentemente en la fase de ejecuclin del contrato, ya que ésta constituye, al decir de Di Majo, una “zona franca’ “en ocasin de la cual el comportamiento incorrecto puede causer gra. ve perjuicio a lx otra”. . La conerecién del principio toma en euenta no la posiién de cada parte ingularmente considerada, sino especialmente la relacién creada, Ia posi- on de ambos sujetos “en el significado mas general de dirigir el eomporta- riento segiin el sentido ~Sinn- y fin ~Zweck- del particular vinculo que los e":" comportamiento que en definitiva debe orientarse a la proteceion de {a propia funcién econdmieo-sovial del acuerdo.” VIM, p. 250 contratto, p, 270; en igual sentido se ha expresado que: cuando el jee examine la a contratto, p, 494% se trata de proceder “de for bona. no se verifiquen atropellos o abusos por abra de una parte y ‘MaJo, Contenuto del eonteatto,p, 603), DiMaso, ob cit. loc. cit. Basco, Le obbligazioni,p. 363, *® Bence, comentando una sentencia del Tribunal de Mildn que sastiene que “la obligacién debe cumplirse en vista del fin reeiprocaniente persezuido por las partes’ (iigenza e buona fede nell'atuazione del raportaobbligatori, p11); xistoncia de una “ave ‘ontractus* cuando el negoeio esta ‘omiin que delimita la direeeion que debe presidit el eomporta- Iionto (de buena fe)en la ejecucién del contrato(TexkE-SisLet LeQuerte, Lesbligations, 498), También nuestra doctrinaafirma que la buena fe se canereta“en un deber positive 28 JORGE LUIS GAMARRA ia de la diligencia, que debe ser observada en el cumplimiento in, la buena fe hace referencia inmediata al vinculo que se instaura entre dos sujetos, “relacién que puede hacer necesaria la adopcién de comportamientos solo mediatamente ligados con Ia ejecucién de la presta- cién”" Se trata de un instrumento que debe ser utilizado con el fin de que el comportamiento “realice plenamente los intereses perseguidos por las par- tes",” y por ello sanciona o neutraliza cualquier conducta que bajo la apa- riencia (formal) de un correcto comportamiento solo persiga la obtencién de tuna ventaja con dao a 1a otra parte,®* o la de aquel sujeto que estando capacitado para satisfacer, 0 no perjudicar, el interés de su contr: njogue a ello atrincherandase en una pretendida la ley o de las disposiciones contractuales.*' En def de la buena fe objetiva es {a de “hacer provalecer, eventualmente, sobre el formalismo del derecho, la sustancia de Ia finalidad y de los intereses perse- guidos por las partes" La sucinta exposicién anterior merece dos comentarios brevisimos: 1°) nos permite apreciar la utilidad que presenta el principio de la buena fe en la zona del abuso, desde que “considera, siempre en una perspectiva relativa y comparativa, ya el periil del interés ya el de la modalidad de la conducta",* 2°) rovela la importancia que tiene la causa del negocio en la individualiza- ign y comparacisn valorativa de los intereses que debe cumplirse para deter- minar la existencia o no del abuso de derecho." En efecto, la tutela que el ordenamiento juridico otorga a la autonomia privada en materia contractual no esta dirigida al sacrificio de una de las partes en beneficio de la otra, sino a la realizacién del vinculo creado, de los intereses de ambas partes, de la funcién econémico-social del contrato (su causa). Es esta ultima la que se juzga merecedora de tutela jurfdiea y recibe el amparo del ordenamiento juridieo; por consect a condueta de los contratan ican el fin comiin perse, Si bien Gavatea recurre ala idea de “justa causa eomo eriterio para apreciar si iS 0 no abuso, aclara que esa nocion “Coincide con el eoncopto de causa, elomento tesencial de los contratos, que desempena una funcién de control, ejercitado por el ordena- tiento juridice, respecto del ejercieo de la autonomia de la voluntad..."(t XIX, p, 210) RESPONSAMILIDAD EXTRACONTRACTUAL, 29 buena fe objetiva (on sus diversas variantes) es el instrumento adecuado para medir y sancionar las conductas que se apartan del designio legal recién mencionado, tornando ineficaz (0 imponiendo Ia obligacién de reparar los darios causados) todo acto o comportamiento inspirado en fines egoistas, par- ticulares, ajenos a la busqueda del cumplimiento de la causa del contrato (razén de ser del negocio y de la tutela juridica acordada). Otros datos normativos permiten corroborar Ia solucién apuntada* El art. 1999 exige que la renuncia del socio “se haga de buena fe y en tiempo oportuno”; en caso contrario “queda obligado alos dafos y perjucios® (1935). Y esta tltima norma aclara que “renuneia de mala feel sacio que lo hace para apropiarse de una ganancia que debe pertenecer la sociedad”, hecho que se conecta directamente con la causa del eontrato.” De la misma forma es abusiva “la renuncia del mandatario, cuando el mandante no estd en condiciones de atender por si mismo el negocio enco- mendado";® también aqui las herramientas para valorar los intereses de las partes son la causa y la buena fe in executivis: In ventaja o provecho que el mandante espera del contrato se ve perjudicada por la conducta del manda- tario, aiin cuando éste estaba eapacitado para obrar de forma tal de que el perjuicio no se produjera (inciso 2" del 2093). Finalmente resulta por demés interesante analizar desde esta perspecti- va el instituto del plazo de gracia legislado en el art. 1431. Cuando el juez otorga al demandado un plazo de gracia est controlando el ejercicio del dere- cho potestativo de que es titular el actor (pedir el cumplimiento o Ia resol ign) y resolviondo la cuestion mediante una comparacién valorativa de los, intereses de las partes a través del prisma de la causa (el plazo se otorga porque atin es posible que ésta despliegue su funcién)." tablecidos por lt propia legisla «@ prior (se trata de derechos cuyo “esc art 1875 nos dice que la soe ponen algo en comin eon ia mis Gaauans, t XIX, p. 209 ‘Igual fundamentosostiene la facultad del jue de homotogarel cumplimientotardio; {yan poiria encontrérela en el rechazo dela resolucidn del contrato por incumplimen tos leves ode obligaciones accesorias, 30 JORGE LUIS GAMARIRA Dentro de las leyes especiales que recogen y saneionan casos de abuso de dorecho™ cabe destacar la facultad acordada al fiador del arrendatario de promover el desalojo en caso de incumplimiento en el pago de los al (ley 15.799). Bsta disposicién neutraliza el comportamiento de m: arrendador que, a pesar de no la renta pactada, mantiene contractual porque cuenta con un fiador solvente que hard frente que se genere hasta la expiracién arrendamiento. contrato de garantia) y buena fe en la ejecueién del contrato son los el tos que permiten detectar el abuso de derecho del arrendador (frente ,contando este caso ademas con la particularidad de poder cons tesis de abuso por “no uso” del derecho. hha abordado el tema del abuso especial- eral aplicando en general el concepto de “justa causa” preconizado por Gamarra.®* También en jurisprudencia puede considerarse que “buena fe” y "justa causa” son los elementos orientadores,” aunque es comtin que a ellos se agreguen otros referidos al eje cho: contrario a la moral, las buenas costumbres y fines que tuvo en cuenta Ja ley para reconocer los derechos; con intencién de daar, en forma desvia- da, con designio torcido, avieso, implementado para la causacién de un dao injusto®” “contra la buena fe, la moral, las buenas costumbres, o inclusive La moderna doctrina uruguas iad (y otros requisitos et tedela ley 14.500 sobre los jana, 15 noviembre 1960, resolvis pos puede eonstituir uso anormal del derecho el no iso, 0 el ionar en defensa propia para remover une por su no vs” re iritto abuso del diet 887-388; FeRNANDEZ- ,p. 572; Bexbacuer, La “justa caus” de receso en LIU, 129, 14.856) © Sentencias 12490 y 36897 de Ia Suprema Corte (cit. en'en LJU, 129, 14.856). radica justamente en la construccién de la leva a juagar el ejereicio del derecho en su valoracién “aislada” contrario, de regla integrardn e! an: en un examen integral y valorativo de los Por otra parte las bondades de las “guias” propuestas otorgan grandes ventajas frente a otros posibles eriterios. En efeeto, el pri suma a la elasticidad y adaptabilidad propia de las cla generales una abundante elaboracién doctrinaria y jurisprudencial que per- miten su empleo en condiciones de “seguridad”; por su parte la eausa actiia cn cierta forma como cantrapeso dada su relativa rigidez y conerecién. abuso de derecho. 5. El abuso en la responsabilidad aq recho ZEs una causa de justificacién? Para que pueda atribuirse a un debe revestir éste Ia doble caracteristica de ser con. Juridicamente protegida) y tra jonar un derecho, interés o situaci rnon iure (no estar justificado por el derecho), 32 JORGE LUIS GANARRA 1ud se hace referencia soloala in exclusivamente a la carac- ubieada por do primera de ell teristica contra in que elimina la antij Esta perspectiva so: el actor afirma Ia ilicitud de un hecho (se invadio mi esfera juridica) y el demandado opone a esa pretensién la circunstancia de que esa losin se pro- dujo como consecuencia del ejercico de un derecho del que es titular (causa de culacién cuando embistié al demandado). Sin embargo la doctrina moderna es conteste en que para determinar la, existencia de lailicitud no solo debe identificarse la lesién de un interés mere- cedor de tutela o juridicamente protegido (caracteristica contra ius) sino que ademas debe procederse a una comparacién valorativa de éste con el que est presente en la accién del ofensor* (caracter para calificar como valorativa: antes que nada, interés lesionado, en sf considerad subyacente en el hecho agresivo, Podemos ahora apreciar Ia improcedencia conceptual del desmembramien- too independizacién de ambas notas, confiriendo a una de ellas el earicter de Navarre ta p EXTRACONTRACTUAL necesarias para calificar el acto cor suma sino s{ntesis de los dos per una causa de justficacién en debe considerarse, coneretame: esta comparacién es justamente la segunda faze que integra el juicio de antijuridicidad Cumplida esta preeisién debemos ahora retomarel eamino interrumpido xy buscar las guias que nos permitan realizar la comparacién valorativa que ‘efinira cual de las intereses en conflicto debe predominar y por ende si se configuré o no un hecho ilicito. 6. El abuso de derecho en Ia responsabil limites internos. La precisién anterior permite ubicar la cuestién del abuso de derecho en Ia responsabilidad aquiliana en su exacto punto: se r si el hecho imputado al demandado reviste la ito ono. La disquisicién no es antojadiza; si bien préic- ticamente no existen ya discusiones en doctrina y jurisprudencia sobre la Ja figura del abuso a ia culpa y filiarla exel ud, en los hechos, cuando se fandamenta la ti del abuso en un caso concreto se introdueen, no pocas veces, claras refe- rencias a la eulpa, , por abuso del poder Nus0 refiere tinicamente a uno de los requisites dé por lo que en puridad seria correcto referise a la respons: wvés de la prensa, o de Ia id por el ejercicio de la libertad de fe. No es el abuso (0 no lo es conjuncién del abuso facultad de denuneiar pen: jue genera la responsabilidad sino 1ud) con Jos otros elementos necesarios para que la responsabilidad naz. Bt sor Estamos entonces situades en el éste en el segundo paso que debe cumplirse:"” el de la compar 4 posteriori, de los intereses en contlicto (perspectiva relacional ‘No contamos en esta zona de la responsabilidad con el auxilio de los ins trumentos que nos acompaiaron en el eampo contractual (buena fe y causs) sustancial con respecto al interés del que ‘omo parametro de referencia, puede per se por medio del anélsis de la justifieacién o razén por la ‘ico ha atribuido ese derecho (para la s ). En Ia medida en que, como esta dicho, su adjudiea interno en el eanflieto que puede sucitarse, in de su ejer- cicio, con otras esferas jurfdicas, se obtiene ast Ia perspectiva relacional desde la que el abuso debe juzgarse. En cuanto a la modalidad de la condueta en oci son predi buena fe en la zona contractual, euyo fi 1 Ya sefialamos reside en “ha- cer prevalecer, eventualmente, sobre el formalisio del derecho, la sustancia de la finalidad y de ke lenamente compart iin directa de la buena fe que en la zona abuso hace nuestra juirisprudencia, en tano éste “hunde sus raices en el io de la buena fe, con el cual deben ejercerse todos los derechos” Sin encuadrarlo de la forma que viene de hacerse, nuestra doctrina y jurisprudencia recurren en general a la comparacién valorativa de los in tereses en conflicto a través de la “causa” del derecho o interés que comportamiento del ofensor persigue y de Ia modalidad de ese comporta miento (buena fe) libertad de prensa nuestra jurisprudencia erés gener: teria de abuso de | identifica el interés de que es portador el ofensor eon el Danios por sentado que previamente se identifi Ia lesion de un derecho interés o situacs licamente protegida del damnificado (primer paso). pat Responsabilidad civil de los medios ¥ se resuelve cl posible abuso compardndolo con el interés lesionado (imagen, honor, privacidad, ete.): en reproduceién fotogréfica de “Mama redomina sobre el interés del sujeto a la imagen el interés general de la colectividad”;" Ia condena a la emisora de TV por la difusién de imagenes de un sujeto detenido en averi guaciones toma en cuenta “los derechos y libertades del Sr. T., que no on ser comprometidos como lo fueron, por cuanto no exisitia bienestar general que lo justificaren’ ayosto 2002, rativa al seftalar que “En el conflicto “debe asignarse preeminoneia o maj ia tutela del salud” “por sobre el derecho al trabajo del cirujano acc La expulsisn del socio por parte del Bigua sin cumplir las diligencias probatorias minimas es jurgada abusiva por el TAC 6°, 28 marzo 2003, “en ateneidn a los dafios que podria producir y que resultaban totalmente previsibles”: Fuera de la zona de la expone el criterio de comparacion entre peso espe ientas. 7. Apreciacién practica de la comparacién valorativa de los in- tereses en conflicto. Libertad de prensa y derechos de la personal dad.®* Tratandose de un area del abuso donde existen mt Mos, ello permite ir deduciendo los parsimetros que cuenta al momento de proceder con la te: reses en conflicto que en el caso son, por: jertad de prensa y por el lad, imagen, reserva, ete.) cacion, En Italia fue la propia Corte de casacién quien definié el “decdlogo del periodista” que establece las exigencias para que una erdnica” pueda consi: derarse licita y no importe responsabilidad por lesién al honor,” se trata en realidad de una “tipificacién” de la ilicitud que expone con eardcter general el resultado de la comparacién de intereses (esto es, cuando el derecho a infor- mar prima sobre el del honor y ewando no). Las condiciones son tres: 1) utilidad social de la informacién (“pertinen- cia”); 2) verdad objetiva o putativa (fruto de un diligente trabajo de bisque da); 3) forma civilizada de la exposieién de los hechos y de su valoracién que hho exeeda el fin informativo perseguido y que sea expuesta con leal claridad (contineneia”), Un rapido y necesariamente incompleto repaso de los fallos Judiciales uruguayos permite comprobar que sus fundamentos pueden in. cluirse en el decslogo reseaado,"" En cuanto al requisito de la perti idad social de la informa cidn ya hemos visto que resulta una exigencia undnime de nuestra jurispru- dencia cuya ausencia tipifiea el abuso La “verdad objetiva” es calificada por nuestra Suprema Corte como “un elemento constitutive que debe cumplir toda informacién”, admitiéndose tam- bien la “putativa” siempre “que existan bases objetivas que induzean al in- formador ex ante que la informacién es verdadera, aunque ex-post se de- ™muestre el hecho como objetivamente falso”,"* En lo que refiere al tercer requisito, la Corte italiana identifica cuatro formas de comunicaciin que de ser empleadas excluyen la “eal claridad”:* a) el sobreentendido (uso de palabras 0 expresiones que se sabe el publico las ® Nos referiremos exclusivamente 0 rrequieren otras previsiones que no nos es pos © Corte de Casacisn, 18 oetubre 1984, informador) y externos 2 confunsién con idénticas expresiones empleadas res 9 en general perv cuyo contenido es diverso supra N23) Por lode Ja construccin italiana aporta una mayor seguridad en su aplieaeion por ser més 4, Bn otro caso secondena a dos diatis por informar quelaactora sido procesada por estafa en concurso real suee lolera ni més ni menos n tarjetas" (LIU, 101, 11.523), in de transmitir noticias indinectamente iad que generarfa su exposiein franea y honest, RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL 37 entenderé en forma diversal:** b) la vinculacién sugestiva (los hechos del ofendido son vinculados a otros hechos negativos a los que es totalmente ajeno, creando la impresién de que esta envuelto en esos sucesos negatives); ¢.) tono desproporcionado, desdeniso o escandilazador (uso de expresiones de particular efecto “no claro’, “extrano”, o de una titulacién para capturar la atencidn del lector) d.) insinuaciones (siendo In més tipiea *no se puede cexcluir que Como vinculacién sugestiva puede calificarse el titular de un diario que rezaba “Diputado Nicolini reclama la propiedad de un avin utilizado en el nareotrafico”, cuando si bien era cierto que el Diputado se interesé por la forma de recuperar la acronave, ésta era utilizada por un tercero que la ha- bia adguirido del padre de Nicolini (propietario) e incumplido su ol de pagar el saldo de precio (razén por la argé Ia avionetal Supone, 2 nuestro juicio, un tono desproporcionado el titular “Fraude por USS 2.000.000, estin faltando 3.000 vacas” que precede Ia informacién sobre una denuncia entre socios que no derivé en procesamiento al ser recha- zada en dos instancias la solicitud del Fiscal, habiéndose ademas identificado al denunciado; no existe tampoco en el easo coherencia entre cl titular y la informacién que luego se desarvolla.” Finalmente se condené al diario demandado que en sus titulares calificé como “allanamiento” de la sede judicial y “secuestro” de expedientes ala me- dida administrativa de retiro de expedientes tomada por la Suprema Corte, {érminos que conllevan necesariamente a cualquier lector medio, a la supo: sicién de Ia existoncia de delito y/o gravisima infraceién".® La hipétesis pue- lector eomprenda que la expresién ‘nun sentido bien diferente (bien noes mas que un eufemi notoria) al que tendri segundo requis LIU, 18.724, Pa grandes letras on grave, ds. “LIU, 1.025. El hecho de queen la letra chica se antepusiora la exprosién "virt carece de ineidencie para el tribunal “porque en lati ‘Ao, lisa y lanamente se difunde un a Capital 38 JORGE LUIS GAMARRA verdad objetiva y también de encuadrase como violatoria del requisito de lar y la informacién, incluirse en la de falta de eoherencia entre el Este breve repaso permite concluir que nuestros jueces no solo recurren a la técniea de la compara: samente. La identificacién conereta de los pardémetros dentro de los cuall se resuelve el conflicto presta una gran utilidad al magistrado, otorga mayor ‘seguridad al titular del derecho y minimiza el temor al poder arbitrario de los Jjueces que se esgrime como critica a la teoria del abuso de derecho, echo, contemplado desde la éptica de Principio general aplicable a todas las ramas del derecho, comporta las mas variadas respuestas de parte del ordenamiento uridico.” Asf, pore, la coin Petencia desleal puede dar lugar tanto a una pretensidn resarcitoria (por los dans sufrides) como a una inhibitoria (por e}., cese del uso de marea que eva a confusidn o de la publicidad comparativa que no resine los requisitos del art. 25, ley 17.250); en materia procesal ademas del abuso de las vias rocesales que da lugar a la reparacién de los dais y perjuicios (art. CGP) puede individualizarse un caso de caducidad del derecho par abuso en art. 115.3 del CGP (que establece un plazo de 20 dias para reelamar la nulidad por via incidental)" Igual remedio prevé la ley para el arrendador que ne comuniea al fiador el ineumplimiento del arrendatario ara el acreedor que no promueve las acciones contra su deudor! De aveptarse que la facultad de conceder un plazo de gracia se funda en abuso de derecho del actor, estariamos frente a una hipdtesis de ineficacia (temporal) del derecho ejercido. tades del magistrado cuando no existe una dis- Posicién expresa como en los casos recién sefialados? Excluyendo la tutela Tesarcitoria, que iad contractual come aquiliana es- istas en forma genérica (y en Ia segunda expresamente para el abu- RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL, 39, , sntendemos que de los datos normativos referidos en el parrafo anterior, a los cuales pueden agregarse otra cantidad muy superior, queda en evidencia que el tribunal esté facultado para aplicar cualquiera de los remedios ya senalados. Asf como es imposible prevér a priori todos los casos ‘queda en manos de los magistrados la determinacion concreta de Jos mismos, de igual forma el remedio correspondiente solo puede ser definido irticulares circunstancias del easo, ya que es el propio ordenamiento juridico quien ha establecido la pluralidad de re- medios. del proyecto del mo XXXIV ner en aecién esos principios, ramifie aplicacién prudente y razonada a los casos privades”, Doscientos aiios mas tarde, refiriéndose al problema del rol del juez y de la certeza del derecho (vinuclado con la tearia del abus que su solucién como problema institucional depende “de! cin de los jueces, de las garas cultura y organizacién di influeneia es muy superior generales. Como prueba de ello senala que el abuso de derecho no esta pre- visto en el cédigo francés pero les jueces hacen una extensa aplicacién del mismo, mientras que en Suiza, que cuenta con una norma expresa, las ma- gistrados recurren a 61 en forma “modestisima”."* NEXO CAUSAL SUMARIO: causas, 11 Interrupein del nexo causal. 12. Causalidad y dao. 18, SJurisprudencia nacional 1, Planteo, “A” hiere a "B” que es internado en un hospital donde se recupera; dado de alta, a pooos metros del nosocomio es embestido por un auto y faltece; “C” maltrata a su esposa obligandola a regresar a la casa de sus padres donde resbala en una escalera y se lesiona; "D” se dirige al aero- puerto y es chocado por "B’; pierde el vuelo y toma el siguiente que sufre un accidente en el cual fallece. EBs responsable “A” de la muerte de “B”? gLo es “C" de las lesiones de su cesposa y "E’ dela muerte de“D"? ‘Todas estas interrogantes pueden resumirse en una sola “aguién ha co metido el ilicito?” y su respuesta solo puede lograrse examinando el nexo causal, cuya funcién es justamente In de imputar un evento a un sujeto (por cllo se dice es un puente entre cl evento daiioso y su autor). Para que exista responsabilidad es necesario que la conducta del demandado sea la causa de la lesién que sufrié el actor; sin nexo de causalidad no habré responsabilidad (hecho ilicito del hombre que causa un datio a otro"; por cuyo dolo, culpa o nogligencia ha sucedido”, art, 1819). EI nexo causal tiene caracter material (objetivo, externo); se trata de la imputacion material, la unica imputacion que se requiere cuando la respon- sabilidad tiene naturaleza objotiva."

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