CAPITULO 1°
De donde ae soapechn que som log indios do estas Indins y Talay y tierra firme
dol Mar Oesano,
Para tratar de Ia eiexta y verdadera relacion del orfgen y pri
cipio destas naciones indianas, & nosotros tan abseondido y dadoso,
que para poner Ia mera verdad fuera necesaria alguna revelacion
divina 6 espiritu de Dios que lo ensefiara y diera & entender; empe-
1, faltando esto, serd necesario legamos 4 las sospechas y conje-
turas, & In demasiada ocasion que esta gente nos da.con su bajisimo
modo y manera de tratar, y de su eonversacion tan baja, tan pro-
pia 4 la de los judfds, que podriamos ulfimadamente afirmar ser
naturalmente judios y gente hebrea, y ereo no ineurriria en capital
error el que lo afirmase, si considerado su modo de vivir, sus ce-
rimonias, sus ritos y supersticiones, sus agiieros y hipocresfas, tan
emparentadas y propias de las de los judfos, que en ninguna cosa
differen; para probacion de lo qual seta testigo Ia Sagrada Eserip-
ture, donde clara y abjertamente sucaremos ser verdadera esta opi-
nion, y algunas razones bastantes que para ello daremos.
Quanto & lo primero, tendremos por principal fundamento el ser
esta nacion y gente indiana advenediza, de estratias y remotas ro-
giones, ¥ que en su venida & poseer esta tierra, hizo un largo y
prolijo camino, en elcual gastd muchos affos y meses para Negar &4
ella, como de su relacion y pinturas se eolige, y como de algunos
viejos ancianos, de muchos dias, he procurado saber para sacar ex
ta opinion en limpio: y dado el caso que algunos cuenten algunas
falsas fibulas, conviene 4 saber: que nacieron de unas fuentes y
manantisles de agua; otros que nacieron de unas cuevas; otros que
su generacion es de los dioses, ete; lo cual clara y abiertamente
se vee ser fibula, y que ellos mesos ignoran su orfgen y principio,
dado caso que siempre confiesen auer venido de ticreas estratins,
y asf lofhe ballado pintado en sus antiguas pinturas, donde senalan
grandes trabajos de hambre, sed y desnudez, con otras innumera~
bles aflicciones que en él pasaron, hasta Ilegar 4 esta tierra y po-
lalla, con lo qual confirmo mi opinion y sospecha de que estos
naturales sean de aquellas diez tribus de Israel, que Salmanasar,
Rey de los Asirios, cautivé y trasmigré de Asiria en tiempo de
Oseas, Rey de Israel, y en tiempo de Ezequias, Rey de Jerusalem,
como so podri ver en el cuarto Libro de tos Reyes, cap. 17, donde
dize que fué trasladado Israel de su tierra & los Asitios, hasta el
dia de hoy etc., de los quales dize es tierra remota y apartada que
nunca habia sido anitada, A la qual auia largo y prolijo camino
de afio y medio, donde agora se hallan estas gentes de todas las
islas y tierra firme del mar Océano, hfeiala parte de Ocidente.
Otra autoridad de la Sagrada Escriptura se puede traer para pro-
bar esta opinion, y es que 4 estos diez tribus, que abajo dejo di-
cho, tenia Dios prometido por Oseas, c 1 y 2, ¥8 hasta el 13, que
lostauia Dios de multiplicar como las arenas dela mar, lo qual
clara y manifiestamente se vee qudn grande aya sido el multiplico,
pues an ocupado gran parte del mundo; pero dejando Io demas
y viniendo 4 lo que vimos en esta tierra quén espantoso y de gran
admiracion fué el nfimero de gente que en ella se hallé, como al
principio vieron los que antes do aquella gran mortandad quel alo
tres‘ uvo, donde murié tanto niimero de gente, que no qued la
1. La indicacion do esta. focha es efectnoss en todos sentidos; fltale, euando mend,