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iogna pare de ea pb include dato de a cabier pret ser repodieda JUAN COLOMBO CAMPBELL ae et umn porangin eto es ceeecy unten orogens ae guts ie faccopa porno eis LOS ACTOS PROCESALES TOMO IL (© EDITORIAL JURIDICA DE. CHILE JUAN COLOMBO CAMPBELL Av. Ricardo Lyon 946, Santiago Tasaripein NY 90.282, io 1997 "Santiago “Chile ‘Se terming de imprimir esta primers edicion 401500 ejemplaresen el mes de marzo de 1997 IMPRESORES: Salesianor S.A. IMPRESO EN GHILE / PRINTED IN CHILE. 1 ee ISBN s36-10:1580 EDITORIAL JURIDICA DE CHILE primera parte de este trabajo y pueden producir clas dentro o fuera del proceso, segiin el equivalente de que se wate, En el préximo capitulo nos refcriremos a ellos por Ia impor. tancia que revisten en el contexto de la teorfa de los actos proce- sales. 10. LOS EQUIVALENTES JURISDICCIONALES 10.1. CONCEPTO ¥ PRESUPUESTOS Los equivalentes jurisdicctonales son actos procesales destinados a resolver ciertos conflictos de intereses de relevancia juridica con efecto de cosa juzgada Equivalen a jurisdiceién porque sustituyen legitimamente al proceso como forma natural de solucién de conflicto. Su denominacion se debe a Carnelutti, quien en su clasica obra Sistema de Derecho Procesal Civil introdujo los por él denomina- dos “equivalentes jurisdiccionales”, que no son sino cualquier me- dio, diverso de la jurisdiccién, como él dice, apto para la legitima composiciGn del jitigio. Esta idea es tan clara y precisa, que e: mamos innecesaria toda acotacién a ella; nos sugiere que, siem- pre que no haya ejercicio de jurisdiccién y con tal que se resuelva un conflicto por medios licitos, estaremos frente a un equivalente jutisdiccional, que no quiere decir sino que se trata de algo que, sin ser jurisdiccién, equivale a ella.” Del propio concepto antes formulado aparece, sin mas, cudn iada es la naturaleza de los diversos instrumentos aptos para Ia icin acecuada del litigio, susceptibles de ser englobados en la rabrica o etiqueta “equivalentes jurisdiccionales”. En nuestro sistema procesal, la mayor parte de las catedras de la Universidad de Chile enseiian los equivalentes jurisdiccionales en el primer curso de derecho procesal, en el capitulo relativo al 2S CARNELUTTE: Sistema de Derecho... Op. cit, tI pag. 183 y sgt. conflicto y sus formas de solucién. Estos conceptos han sido reco- gidos en el libro de Francisco Hoyos Zmas Fundamentales det Dere- cho Procesal. Este autor sostiene, en relacién a los equivalentes, que hay declaraciones unilaterales de voluntad, contratos, hechos, ne- gocios y actos juridicos, susceptibles de reputarse por igual equi- valentes jurisdiccionales, porque permiten resolver 0 poner t€rmino 2 un litigio, fuera de sede jurisdiccional, presupuesto negativo y tinico de la institucién. De aqui que no pueda predi- carse una comin naturaleza juridica a las diversas especies com- prendidas en el género que califica, salvo en cuanto concierne a su objeto. Los equivalentes jurisdiccionales se presentan asf como los medios autorizados por el sistema procesal para la solucién de ciertos conflictos de intereses de relevancia juridlica con efecto de cosa juzgada. Por lo tanto, deben considerarse como presupuestos necesa rios para que existan los equivalentes jurisdiccionales los siguien- a) La existencia de un conflicto de intereses de relevancia juridica que surja de la infraccién de normas legales que contem- plen derechos disponibles. Ha quedado demostrado en este libro que los equivatentes son formas de solucién de conflictos y que sin étos no pueden existir aquéllos. Si no hay conflicto, no hay cquivalente posible b) Que exista una declaracién de voluntad de los sujetos en conilicto tendicnte a ponerle fin. También hay equivalentes que solo requieren la concurrencia de la voluntad de uno de los suje- tos del conflicto, pero en todos los casos la voluntad deberd for malmente expresarse en el acto procesal. Las razones ya las comentamos al inicio de este libro cuando inchiimos a los equiva- lentes jurisdiccionales entre los actos procesales. ©) Que el sistema procesal positive autorice expresamente la sohucién término del conflicto por medio de estos equivalentes jurisdiccionales, El proceso es la forma normal de solucién de los conflictos de intereses de relevancia juridica prevista por el articulo 76 de ta Constitucién Politica y su legislacién complementaria. Por lo tan- to, solamente podran usarse los equivalenics jurisdiccionales para resolver conflictos en los casos expresamente autorizados por Ia normativa procesal. Para determinar sit procedencia, la ley dist gue claramente entre conflictos de intereses de relevancia juridi- {LOS LOUIALENTES JURISBIECIONALES vo ca que versen sobre derechos disponibles por las partes y entre aquellos que involucren el orden piiblico o un derecho piiblico comprometido, Solo los primeros podran solucionatse a través de los equivalentes jurisdiccionales. Todos los demas deberin em- plear el proceso jurisdiccional como forma de solucion, 10.2, CARACTERISTICAS DE LOS RQUIVALENTES JURISDICCIONALES 1. Los equivalentes jurisdiccionales son actos juridicos procesales. En la primera parte de este libro, al definir y precisar cusles son los actos jurfdicos procesales, seftalé que los equivalentes ju- risdiccionales tenian tal cardcter y por esa razdn los incorporé a la definicién bisica. Con ello, desde el inicio de este libro, dejé en claro que el concepto de acto procesal comprende tanto a aque- los que producen efectos en el proceso camo a los que config. ran los eqnivalentes jurisdliceionales legitimados. Los equivalentes, como actos procesales que son, deben re unir todos los requisitos de existencia y de validez que la ley procesal que los regula exige para que puedan producir vélida- mente sus efectos como medio de solucién. Por lo tanto, todo lo que hemos sostenido a propdsito de los actos procesales que pro- clucen sus efectos en el proceso, es igualmente vilico, en cuanto a sus conceptos generales, para estos equivalentes, sin perjuicio de las normas especiales que deben cumplir. Es por este motivo que sul estudio se valora en este capitulo. 2, Segiin el equivalente de que se trate, el acto procesal que lo contiene puede ser bilateral o unilateral. En efecto, los hay como la transaceién, la conciliacién y el avenimiento, que son por natu- raleza bilaterales, pero hay otros, como el desistimiento y la re- nuncia, que son unilaterales. Mas adelante, a propésito de las clasi sobre el tema. 3. Para que exista o nazca un equivalente jurisdiccional a la vida del derecho, es un presupuesto necesario, como ya se dijo, que exista un conflicto de intereses de relevancia juridica que verse sobre derechos disponibles. Si no hay conflicto, entraremos al émbito contractual o extracontractual, pero, como repito, el punto previo para que el equivalente tenga el earacter de fal es la existencia de un conflicto, puesto que aquél esta precisamente creado y autorizado para resolverio. icaciones, volveremos Debe versar sobre un cevecho disponible, si el comprometia en el conilicio no Gene tl caricter, Tas partes deben recurir ence al proceso, siendo ineficaces los equivalentes, A propésita de esta caracivristica, resulta necesarig comentar que desde que’ Carmelite juisdiceionales, se mareé un Fuerte movimiento en el Ambito de! derecho procesal tendiente a activar o incentivar la creacion de estos mecanismos paralelos de solucién de conflicies como una forma de descongestionar ts labor de los eibunales, En nues pais se han realizado seminarios ¥ profunday investigaciones que punts juseunente a este objetive, Existe, por lo tente, ae co: rriente doewinaria tendiente x ampliar el mbit de los equiva. lentes juriscliceiouales a ta solucion de otros contlictos ya impulsar especialmente el empleo de puvticipacidn activa, comp ocurre con ky coneitiacién, Dentro de esta Lendlencit esti ef deber que tiene el juez, hoy dia reconocido por el Codigo de Procedimiento Civil. de lamar en forma obliga forks a lis partes a estas componer el conflict durante Ia secuencia del proceso evieando, asi la dictacion de la sentencia definitiva y sus eventuales recursos, lo que evidentemente facilitaria su labor 1. Los equivalentes jurisdiccionailes producen como principal efecto procesal, la accion y la excepcidn de cosa juzgacla. Los lextos que los reconocen, ¥ q& min mis adle- hord Ia weoria de lus equivalentes wntellos er que el jucz tiene un icliencias dr comeiliacién part lager lante, indican especiaimente que los equivalentes generan [x cosa jugada, como ocurre en ta transaccién, ke conciliacion y el aveni- micnto, Los equivalentes jurisdiccionales pueden impugnarse sola- mente por los mecanisinos procesales que Ia ley seal para cada cular, Le correspondersi al juez, en definitiva, preci sar si cl equivalente adolece de algtin defecto que lo haga inefieax (si produtcira sus consecuencias normales, 6, Los equivalentes estin compuestos por los mecanismos au tocompositivos de solucién de conflicto y otros que no tienen tal cardcter. entre fos cuales se encuentra In renuncia y el desisti- 7. La regulacién de estos mecanismos pertenece al derecho procesal, puesta que son actos procesales que sirven plaza als jurisdiecin generando el efecto de cosa juzgada que ¢s propio y privativo de las resoluciones judliciales cuando se en- cuentran firmes o ejecutoriadas, Los equivalents legitimados tam- bign producen el efecto de cosa juzgada, sores ke cudn por ke cual Carnelati lox denoming equiv jentes jurisdiccionales. porque justamente reemplazan ia volume de los drganes jumisdiccionales en los casos en que. come repite, ce siseema procesal asi lo 8. Los efectos derivaclos del equivalente jurisdiccional pueden hacerse valer en un proceso a uavés de Ia excepeion de cost juagada cuando se trate de renovar la solucién de un conllicto afinado. Igualmenie son tilos ejecutives que dan efiencia a la aceidn de cosa juzgnda, Jo que permite el cumplin dle su contenido, 10.3, CLASIFICACION DE. LOS EQUIVALENTES. JURISDICCIONALE Los equivatentes pueden clisificarse desde dlistintos puntos de A. Equivalentes aquellos urisdiccionales en que participan la o las partes y 1 que, aclems, tiene participacisn el jue, Esta clasificacion la plantea Carnelutti al sefalar que “basta alguna experiencia en el mundo de los negocios o en el de los juicios. para saber que muchas veces son Iss propias partes quie- hes proven 1 composicidn del litigio. Ello permite distinguir I composicion del litigo que efecttien las partes, 0 autorompasicidnn de la que lleve a cabo el juer. 0 lieterocomposiciin” Pero también la autocompos nes uN genus, en el que cabe reconocer varias especies. El eriterio fundamental de distinei6n ation de a la suficiencia cle la voluntad dle uma cle las partes o a la necesi- dad del consentimiento para determinar la composicién, En owas, palabras: que la autocomposicin pucde devivar de un acto sinypleo de un acto complejo, A la primera cle estas categorias corresponsien Ta enuncia y el weonocimiento, ya fa seguncla, ka hansareién. La autocomposicién es, én cada una de sus formas, expresién del poder reconecido a la voluniad de los interesados para la tutela de sus intereses. El hecho de que el litigie pueda ser com- puesto por las propias partes sin intervencién del juez, significa que la ley se remite a la voluntad de ellas en lo que concierne a la tutela de los interescs reeipracos. No es preciso agregar mas para CARNELUTTI: Sten de Bete Op Cet comprentler que I acon la composicion judicial ha de ser limitada. De ella cleben ser exclu dos necesariamente todos los conilicias en que ki voluntad de las partes no es trascendente. Segtin la rerminologia por mi adop da, donde ao existe derecho subjetivo sino sélo interés protegido, no hay terreno propicio para la antocomposicién, En la wansaccién participan los sujetos del conflicto © cel proceso. segtin el momento en que éta se perleccione: en la coneiliacion se requiere ta expresién de la voluntad de las partes del proceso » del juez: e0 el avenimicnto, ja conformiciad de las partes yl autorizacion del jucr; en el desistimienta y la renuneia, la volumtad del sujeto que se desiste o renuncia ¥ In det jnez quien. eu definisiva. es llamado a ponderar su eficacia, guivalencia de ia ‘omposi B, Ena se valentes jurisdiccionales que se realizar en el proceso ¥ aquellos que son netamente extraprocesiles. Entre fos primeros figuran la coneiliacién y el desistimiento. Entre los segundos figuran la tansaecién, el avenimiento y ka “ quivaicntes unikuterales y autocompositives bila Equicalente autocompositivo es aquel que a plean para solucionar su conflicto, Requiere necesariamente la yoluntid de los sujetos involucrados en cl. qu un acto procesal bilateral o convencisn procesal. come también, se le denomina, Dentro de esta categoria destacan la wansaccisn, la conciliae cidn y el avenimiento, Los clos titi eren, adennis, de la voluntad del tribunal Equivalente unilateral es aquel en que se requiere fa voluntad de un sujeto del conificto o del proceso, segiin corresponda, ¥ eveptualmente fa del jtez que lo apruebe. Estos son equivalentes jurisdiccionales, pero no tienen el caracter de mecanismos auto- compositivos de solucidn. Es el caso cle ka renuncia y del desisti= miento, a los que me referiré mas adelante, Clasificados los equivalentes corresponde ahora entrar a exa minar cada wno de ellos en particular Antes de analizarlos, debe precisarse que hay algunos autores que consideran otros equivalentes dlistintos a los que vamos a plantcar en esta obra, Por ejemplo, el propio Carnelutti, que ¢s su pater, comienza su ani anjera a ta que le is con la sentencia ex dx espresamente exe caricien, y ag tre ots, all proceso, eclesiistico y al compromiso. Este diltimo debemos expresamente exeluirio por razones de texto, puesto que los arbizros en Chile fienen el caracter de jueces por expresa disposicién det articu lo 222 del Cédigo Orginico de Tribunales. La sentencia extranje va, una vez nacionalizaca a través del mecanismo que establece el Parrafo Il del Titulo XIX del Libro 1 del Cédigo de Procedimien- to Civil, tiene la misma eficacia que la sentencia dictada por tribu nales nacionales. La sentencia eclesidstica no decicle un conflicto de intereses de relevancia juridica de orden temporal, por lo que se encuentia expresamente excluida de In jurisdiccién, por nan cauo del articule 5? del mismo Cédigo. Efectuaclas estas precisiones, entramos al andlisis en particular de Jos equivalentes jurisdiccionailes, comenzande por los bilawera- les, que se denominan uadicionalmente mecanismos auLacompo: sitivos de solucién de conflictos, 10.4. ANALISTS EN PARTICULAR DE LOS PRINCIPALES. EQUIVALENTES JURISDICCIONALES RECONOCIDOS COMO, TALES POR LA LEGISLACION CHILENA 104.1, LA TRANSAGCION 1041.1, Consideraciones generates en tomo a ta transaceiin La transacci6n es un equivalente jurisdiccional contemplado por nuestra legislacidn. Es la mas pura de las frmukas auttocompositi- \as reconocidas por nuestro sistema. En efecto, estamos en pre- seni de un contrato regulado por el Cédigo Civil, pero que, en esencia, ¢s una convencidn procesal que produce los mismos efce- tos que una sentencia ejecutoriadla, esto es, la cosa juzgada. Esti definida por él articutlo 2446 en Jos siguientes términos: “La transacci6n es un contrato en que las partes terminan extrajue dicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual No €s transaccion el acto que s6lo consiste en la renuncia de unt derecho que no se dispute Se explica su origen en cl Cédigo Civil, puesto que a la fecha de su promulgacién no existian los textos procesales que pod contemplarla, a fausurciin es, ave teria. Un acura. es de yo. El hecho de que sex ademés. un anfrade, un neguciv complejo bilateral, deriva de fa posicidin en que se encucnuan los dos agentes. pucsto que los intereses que los determinan a ebrar se hallan en conflict. La transaccidn es no s6lo un contrato, sino un contrato bilan val. mediante el cus! cada uno de les contratantes dispone de Is propia siuacion juridiea. Para que medie transac Cédigo Civil que cada una de Tas partes dé 0 prometa y. a su ver retenga algo (aliquid datain aliquid retention), por lo que los limites de [a bransacricin son justamente la renuneia a ka pretensién pro: pia © cl reconochniento de fa preier halla, pues. cn uiedio de estas dos figuras. Constituye presupueste comnatiiral de la uauisaccidn. ky exis ia furielien, que de forks vesolverse pa 9 ajena, La teansaccién se tencia de un conflicw de innereses de rele ho mediar esie mecanisme estraprocesitl, de lio cel proceso, ho lay Conflict ne puede existir transaceién. yx que le que se transige és precisamente el conilicto existente entre las partes. “Es claro que no puede caber cn buena Iégica una wansaccién sobre diferencias mantenidas arbitrariamenze. al margen dle toda ereenciat cn sus apovos leyales. La doctriny ycome punto de awsangute, que con posterioridad confirmare- mos, el que In transaccién exige siempre unt comtroversia entre Ins partes. um estado de gue qué signifi caci6n tiene el Kérmino de dudose que un inmenso sector de lt docurina cree necesirio cn aquella controversia para tener aptitud al abjeio de wansigi” Nuestra legislacién positiva introduce un elemento que apa rentemente dlstorsiona ef cumplimicnto de este presupuesto, al sehalar que mediante la transiccién se pone fin 2 un fitigio per diente ose precare um litigio eventual Hay quiencs entienden que si hay litigio eventual no hay com fico pendiente que decidir, No obstante, una interp rrecta de la disposicién nos Meva a concluir que la expresién “Yitigio” estarfa bien empleada en unc de los casos ¢ incorrect mente en el otro. de fa res dubia, toman- enive ells. vamos av " CARNELUTDE: Sistema de Deira oP. cits 1 pag © GULLON: Tiatedo Prictin y Coitca de Drvvho Cell, SLAM, vol Le Lransaceidn. pig. & efecto. cuando ef artictle 2H16 se vefieve al tig twa. debe emtendetse que fo asimila al prov ine es el mecanismo juvisdiccional. En otros m1 opera siempre después del couilicta y puede tincerlo antes de que se inicie proceso pain resolverlo, o durante su tvamitacion y hasta suntes que la decisién quede ejecttoriada, Me pennitiré graficar la sittacion por ta importancia procesal que tiene. ov $0. ¥ To que se previee rmninos, la wransace igio cventual Litigio pendiente CONFLIGTO «:-——— PROCESO. +-————» SENTENGLA, Transaceisny Transaeciéin Readeculo el eriterio del articulo a fo expresado a propésito del conflicto, In disposicién, en su contenido, deberi decir to siguiente: Ia wansaccién es un contrato en que kis partes ponen tétmino extrajusticinimente un conflict sometide a proceso 0 lo vestielven antes de que se haya inieiado, con el objeto de evita log prevenirto. Nuestia afirmacién implica que en toda transaceién siem- pre debe existir un conflicto, Al emplear el legislador en am- os casos la palabra “itigio™. da a entender que por medio de la Gansaccién se puede precaver un conflieto. lo que no €s asi por las razones ya expuestas en la primera parte de esta obra La imtexpretacién arménica de las disposiciones det Codigo Givi, apoyada por la doctyina sobre la materia, nos permite con clair que, en st contexto, la tansaceién es una forma autocompo sitiva de solucién y, por lo tanto, no puede solucionarse lo que no existe, Una transiecién sin conflicto es procesaimente inexisten- te. ya que no hay “cosa que juzgar” Como argumentos de texto que van en abono de lo €; dennis del ya expresado, puede recordarse que por una parte el mismo articulo 2446 del Cédigo Civil, que define el contrato, nos indica que no es transaceisn el weto que consiste en la renuncia de un derecho que no se disput. Derecho disputado es aquel en cuya aplicacién ha surgido un conflicto de intereses de relevancia Junfdica que es precisamente al que se pone témino mediante la ‘wansaccion. El profesor Hoyos coneluye, en el mismo sentido, que elimi- nando el error conceptual en que incide el legislador chileno, podriamos decir que la wansaccidn es un contrato por el cual las conegsiones rectprocas, terminan extrajucicial mente in litigio pendiente o preeaven uno eventual Ta tanssecién ha sido una materia ampliamente debatida desde siempre en el mundo juridico ¥ ello se debe a stt aparente cara ter contractual, que la ubiea en el campo del derecho privad, ¥ a sui efecto de cosa juzgada. que la asta al derecho piiblico, La definicién del Codigo Civil esti comacta del Codigo fran cés: esta parte, a jugar por los comentarios de Planiol, es una de las mis débiles ¥ peores del texto de Napoledn. No obstante, nuestro Cédigo Ie agrega clos ideas que recoge de ke docurina de Pothier: su canicter extrajucicial y kv afiemacion de que la simple renuneia no importa wansacel Taran ef sentido de ~ kas que esta forma autocompositiva : Sin embargo, el texto no recoge uni de Tas ideas que apumtan al fondo de la institucisn, esto es, a fa existencia previa de un derecho dudoso. que se hace indubirable por la via de las conce: eneraran, cn cuanto a ellas, el efecto de siones reefprocas. que cosa juzgada, Nuestra doctrina y jurisprucencia, como fuentes subsidiarias, Henan este \acfo legal incorporando dicha exigencia, ampliando asi su radio, para Hegar a lo que realmente es ka wansaccién en el mundo del derecho. Entre los distingutidos profesores ¥ abogaclos que han watade el wma, debe destacurse al deeano Darfo Benavente Gorrie, que escribid la obra Udgusas consideraianes sobar ob cantrate de trare sacviin a Sergio Gutiérrez Olivos, que le destiné an andilisis en EZ eantrato de transacciéin ante ka dortrina y lw jurisprudencia: ya Juan Bautista Rossetti. cuya memoria vers6 sobre La transaccién Luego transcurrieron muchas décadas sin que nadie yolvie~ ra a retomar el andlisis de la transaccién hasta ahora, en que existe una fuerte tenclencia doctrinaria y legislativa pata incen= var la solucin de conflictos a través de los equivalences ju diccionales Antes de plantear un concepto final de tansaccién, corres: ponde examinar algunos de sus presupuestos y sus principales caracteristicas, * HOYOS: Temas Fundamentales de Divcho Prevsal, op. cit. pig 6. 1O.AL.2, Blesnentas de ter iransccciin Para que exista tansacci n deben coneurrir los siguientes presi putestos procesales: 1. Bxisteneia de vencka de un co { canflrto, Bs Ia es flicto de intere- ses de relevancia juridica lo que justifica Ia institueién. Por las razones que en este trabajo han quedado ya expresa- das y lemostradas, sin conflicto no hay wansaecién. No obstante, con et objeto de sistematizar su ansilisis, haré un uento de los motives que abonan esta afirmacién, los que s fn alos va expuestos en fas consideracion En primer 1rmino, debe estarse a ka detinieidn de wansac- ontenida en el articulo 2446 del Codigo Civil. No obstante que kas expresiones lel tegislador son poco felices. lo que. como yatse explicd, es debido a su origen derivaclo del Cédigo francés. debe entenderse que, para que s€ (ransija, es necesario un con- ficto pendiente de solucién © un proceso judicial en que se discuta, Como jurisprudencia en apoyo de lo afirmado puede mencio narse Ia sentencia de ka Corte Suprema de 29 de mayo de 1911 que sent6 doctrina, que expresa que sélo pueden ser materias de Ja transaccién las que son objeto de un juicio © sobre las cuales pueda recaer la litis. La misona Gs de 25 de mayo de 1909, sevala- ba que es nulo el contrato de transaceéén por falta de objeto y de causa, cttando se celebra sin haber juicio pendiente 0 temor de que se inicie sobre la materia en que recae. Este fallo, sin duca, exige la preexistencia lel conflicto subjetivo de intereses que de- nomina “temor cle que se inicie” La posterior jurisprudencia reiterada de nuestros tribunales confirma esta posicién. Finalmente, en este orden de ideas, debe agregarse que el articulo 2460 seala que “la transaccién produce el efecto de cosa juzgada en diltima instaneia’ El efecto de casa juzgada que Ia citada disposicién otorga all contrato mencionado, es ef que da a Ia transaceién la calidad de equivalente jurisdiecional en nuestro ordenamiento juridieo. Re- cuerdo que la cosa juzgada es un efecto privativo de las sentencias gjecutoriadas y de’ los equivalentes jurisdiccionales reconocides como tales por el sistema procesal, Le, en sentene vistensia dv we dleweio dudes, Nuestros truadiss sobre te materia alirman que es de kr esencia de ke wansacciGn la existen- cia de un derecho dudoso 0 de una relaciGn juridica incierta, E tal sentido las obras de Sergio Gutiérrez Olivos v Darfo Benaven te, entre otras, coinciden con esti alirmacion. Este tltimo sostie- ne: “fundiindonos en It opinion de la mayoria de los autores. especialmente Laurent, creemox que no es la justicia fa Hamada resolver sobre la calidad de dudoso que puede tener un dereeh sino que debe estarse exclusivamente al concept que tal dere~ cho merezca it las partes interests. Si ellas lo reputan dudoso, la transaceidn seni vilida, va que propkumente es el concepto de kas partes v ste apreciacion subjetiva lo que hay que consider sicmpre. maturilmence, que produzca 0 puerta producir efectos hogales Lic luda ~dice Ricei= no tiene nada ce objetivo, es exclusis mente subjetiva, de modo que pari decidir sila duda existe o 10 en cl momento del contraio, ks cosa o la cuesti¢n no debe consi- cerarse en sf misma, sino que es preciso tener en cuenta ef anime, de los contratantes. Ent efecto, lo que para uno es dudoso, para el otro puede parecer cierto: zc6mo es posible. pues. considerar la Suda en si misma y objetivamente, becha absteacciéy del snime ciel que duda? Por ou parte, kr duca, segtin se forma en el ‘nimo de los conuratuntes es lo que prolongs ef litigio 0 Te da vida: ahora bien, si la transaccién ata de resolver @ prevenir el juicio. es naneral que su fancamento se deba encontrar no et la duda absoluta, sine en ta duda como exista en el animo de los contratantes. Basta gue exista cn el momento del contrato: 10 se debe atender al tempo ulterior que pueda aclararla, porque el peligro del Titigio existe en virtudl de la duda, y los eontratantes, quetiéndolo prevenir han wansigido, De tal manera es evidente esto de que la siitacién de dudla 6 eventualidadl es in vequisito indispensable para la existencia cle la liansaccién, que la wansaccidn que cutidos en un juicio en que ya se hubiese dictado sentencia de término, lo seria solo en el nombre y no en su esencia, puesto que le faltaria uma de las condiciones prescritas por el articulo 240 como indispensable para su valicez, y tendria, ademis, aplicacién en ella lo dispuesto & Lieuto 2445, puesto que los derechos declarados por la sentencia ya no serfan dudosos, sino que han pasado a sey firmes en virtud de Ia resolucién del wibunal que conocié del juicio. Asi lo ha declarado la Corte de Apelaciones de Santiago en el siguiente considerando: "3®, Que en consectencia, cayese sobre derechos dis- 4 conveniv contenido en el escrito de &. 7 na jude estimars como Uansaccidn, si se toma en cuenta fa épocn en que se cel br6 por los respectivos apoderactos, esto es, después de devneitos os para ka ejecacin de ta sentencia Eu Tas Teves romanas la incertidumbre gue hace posible una nsaccién podia resultar de numerosas ¢ diversss civeanstiuncias, Asi, se podia wansigir no sélo part precaver un juticio 0 para Terminar tn litigio ya empezado, sino también para cambiar en tun derecho cierto v determinade otro condicional ¢ incierto. No ocuive lo mismo en el Cédigo Civil chileno, segiin el cual los derechos dudosos sobre los cunles puede recacr la transaccion, se en tnicamente a derechos litigiosos’ La doctrina se ha orientado generalmente a exigiv fa incert= bre subjetiva, 21 I Exposicién de Motives del Cécligo francés, BigatPreame naw decia: “Un derecho dudoso ¥ la certeza de que kis partes han querido equilibrar y reglamentar sus intereses, tales son os caret res que disting existina’ Uansacci6n si no tiene por objeto un derecho dudoso’. La doctrina francesa, en su mayor parte, sobre este prececiente atrtori= Abort bien, constitnyen la nauuaten de este contrato; ne: zaddo, requiere que Ia cuestion imusigida sea duce dluda pucde apreciarse de una manera subjetiva u objetiva. D este tiltimo punto de vista, se manifiesta la necesidad de que la controversia entre las partes tenga por base wna diuka seria, rele hal. tomandy como tipa de comparieién la ‘erainte peudente de Hhomme qui juge de sang froid et qui sait aprécier se qu'il v a de Fort et de faible dans une prétention: En la doctrina italiana, bajo la vigeneia del Cédigo de 1865, Ja opinién en general se inclinaba por [a incertidumbre subjetiva como requisito cle 12 transacci6n. El autor mas representativo de esta tendencia, Butera, escribe: “Para la validez de la basta, pues, que la duda esté en el pensamiento de las partes que Ja hacen, aungue no aparezca como tal a los ojos de persona desinteresada y competente, y también aunque no sea realmente fundada en derecho. De ello resulta que el Juez, llamado a exami- nar el valor legal de la transaccién no debers averigaar si el dere- cho sea ducloso a stis ojos 0 a Jos de un jurisconsulto 0 en general de persona versida en la disciplina jurfdlica, sino si era tal pars kas partes en el momento en que coneluyeron la transaccién’. " BENAVENTE, Dario: Alguues Considerariones sobre of Contato de Trnsae iin, pige. 3233, Asi, pues, en los supuestos en que falte toda controversia en- te las partes, aunque exista una incertidumbre objetivamente, no propiamente jurfdica, sino de hecho, la transaccién falta también. Si no hay controversia o ~lo que es la misma cosa discordle valo- raci6n de Ia situacién juridica por parte de los sujetos interesados ~dice Capresi-, no puede existir transaccién; en particular, no es transaccidn el acuerdo mediante e] cual el acreedor, frente a la actitud del deudor que declara no estar en dlisposicién de cumpli la obligacién o también para evitar los gastos y dilaciones de un proceso (proceso sin itis, es decir, por pretensi6n insatisfecha, pero no negada), consiente en recibir del deucor o de un tercero por él, una suma inferior una diversa prestacién de la debida."" “A los efectos de precisar desde qué momento se puede transi- gir un litigio pendiente, es indispensable determinar desde cudn- do se entiende haberlo en el sistema de nuestro ordenamiento juridico. La respuesta a esa cuestién es sencilla, sise tiene presen- te lo que disponen los articulos 1551 del Cédigo Civil, que nos dice desde cuando. por regla general. se encuentra en mora el deucor; 1911 del mismo eédigo, que resuelve desde cuando se reputa litigioso un derecho para los efectos de su cesion; 2455 del mismo cuerpo de leyes, relativo al contrato de que tratamos; y 2503, también del Codigo Civil, que nos revela cémo se inter pe civilmente la prescripcién en Chile, normas todas que coinci- den en estimar iniciado un juicio desde que Ia demanda ha sido legalmente notificada al demandado. Consccttentemente, se puie- de transigir en Chile desde que haya litigio pendiente, esto es, desde la notificacién de la demanda hecha en forma legal, sin perjuicio de que pueda haber una transaccién preventiva, es de- Gir, destinada a prevenir aquél.”""* En sfntesis, habra que estarse al nacimiento del conflieto, ya precisado en esta obra, para saber a partir de cudindo puede cele- brarse la transaccién. 3. Las concesiones reciprocas. Las concesiones reciprocas constituyen renuncias parciales que ambas partes hacen de sus aspiraciones procesales. “La doctrina estima que por reciprocas concesiones se ha de entender el que una parte saerifica el derecho afirmado con la 38 GULLON: Tratado Précicn.. op. cit, pigs. 1, 12y 26. 5! HOYOS: Pemaz Fundamental... Ops elt pigs, 69-70 10S BQUINALENTESJURISDICCIONALES wt pretensién 0 negacién, 0 en otras palabras, que la exigencia de la subordinacién total del interés ajeno afirmada en la pretensién se sacrifica parcialmente, y viceversa, también se sacrifica la exigen- cia de la total libertad de cualquier obligado, afirmada en la nega cién de aquélla,”*"” Es de la esencia de Ia transaccién que ambas partes cedan en sus posiciones frente al conflicto. No obstante que el Gédigo Givil no incorpora este requisito a su definicién de transaccién, las opiniones doctrinarias y jurispru- denciales han sido undnimes en torno a que sin la concurrencia de éste no hay tansaccién. Esta definicién ~ley formal, porque no es justiciable~ adolece de un defecto capital, ya que omitié un elemento esencial del contrato aludido, esto es, la existencia de concesiones reciproc: que la doctvina, a la cual compete légicamente el oficio de de! nit, que rebasa los limites naturales de la potestad legislativa, seh la uniformemente como tal En apoyo de esta tesis cito nuevamente la ilustrada opinién del profesor Dario Benavente, quien sostiene que “la reciprociclad de ios ¢s indispensable también, como hemos visto, pues esta- blece la diferencia entre este contrato y otros conyenios que tienen gtan afinidad con é1”. Agrega, “pero no es indispensable que estas prestaciones mutuas que se hacen las partes sean equivalentes, pom que no hay que considerar s6lo el valor comercial o material de las ventajas reportadas por cada parte, sino que tales ventajas pueden ser de otro orden inapreciable comercialmente, no obstante ser de utilidad manifiesta para la parte que contrata. Se desprende de lo anterior que no puede haber lesién enor me en este contrato. Nada dice nuestro Cédigo Civil sobre este particular, pero don Andrés Bello lo consignaba expresamente en el articulo 2650 de su Proyecto. Probablemente fue suprimido por innecesario, ya que la lesion s6lo es causa de rescision en iertos y determinados casos, expresamente sefialados por la ley”. Segtin esto, mas clara hubiese quedado la definicién de este contrato que da nuestro Cédigo si, en vez del segundo inciso, de cuya inutilidad ya hemos hablado, se hubiese consignado esta cuali- dad esencial de que en él hay una renuncia reciproca de derechos, como lo hace la casi totalidad de los c6digos modernos.** 3 GULLON: Tratado Pritico... op. cit. pig. 48. * BENAVENTE: Algunas Consideracionss sobre of Contrato de Transocibtan Op. Git, pigs. 5B. “El elemento de las reciprocas concesiones tiene enorme im- portancia en conexién con dos temas que mas adelante tratare- mos, y que aqui s6lo apuntamos: 1°. Si por el hecho de la limitacion de los derechos afirmado en la controversia se produce una modi- ficacién de Ia situacién juridica existente entre las partes, 0, lo que es lo mismo, si Ia wansaccién puede concebirse como un negocio de declaracién o fijacién que sefiala de un modo unéni- me por las partes cul es la solucién juridica de Ia controversia entre ellas existente, zno sera un obstdcutlo a ello la necesidad del aliquid datum y aliquid retentum, que conduce a buscar aquella solucién por un camino obligado, una via media, incompatible con Ja pura declaracién, que por el contrario, no esté stijeto a esas limitaciones en cuanto a su formulacién? zO es que precisamente Por esta necesidad la fijacién que se realiza en la transaceién tiene unos caracteres propios y especificos que la constitnyen en una variedad de los negocios declarativos? 2° E] hecho de que se exija en la transaccién reciprocos sacri- ficios no debe Mevarnos a la ereencia de que tiene que existir una equivalencia en los mismos, una proporcién suficiente, de la mis- ma forma que la reciprocidad en las prestaciones en una compra venta, no implica, en nuestro sistema positivo, equivalencia objetiva entre ellos." Niceto Alcalé-Zamora afirma que “La tansaccién supone sa erificios © concesiones mutuas: si es uno solo de Ios litigantes quien cede o accede, habra desistimiento o allanamiento, parcia- les 0 totales, pero no transaccidn. Pero reciprocidad no quiere decir igualdad en los sacrificios consentidos" Una idea muy precisa sobre el particular la piantea Carnelut- ti, cuando expresa: “pero la composicién o la prevencién del Titigio no constituyen por sf solas la causa de la transaccién: hace falta, ademas, que la composicisn o la prevencién tengan lugar con sacrificio recfproco, que es precisamente el que expliea, como ijimos, su naturaleza de contrato bilateral. Por tanto, la transac- j6n obedece a una cauisa compleja, que participa, a la vez, de la causa de la renuncia o del reconocimiento y de la causa del contrato”.*! 3 GULLON: Fratado Prietic op cit, pig. 44. 2" ALGALAZAMORA: Proceso, Autocomposicin y Aulodefonsa, pig. 01 * CARNELUTTE Sistema de Derecho... op. cies, pag. 200 LOS EOLIVALENTESJURISDICGIONALES a Guasp. mento sostiene Ja Igual pred : : Este requisito ha sido expresamente reconocido por la jurispru- dencia uniforme de nuestros tribunales, como ya se coment6."* 10.4.1.8. Concepto Para un mejor estudio de este interesante acto procesal analizare~ mos su concepto comtin, para luego referirnos a su concepto procesal. L. Coneepto contin. El Diccionario de la Real Academia define ta transaccién como acciGn y efecto de wansigir. Por su parte, expre- ‘sa que transigir es “consentir en parte con lo que no se cree justo, razonable o verdadero, a fin de legar a un ajuste o concordia, evitar algtin mal o por mero espiritu de condescendenci La segunda acepcién que recoge el Diccionario nes dice que transigir os “ajustar agin punto dudoso 0 litigioso conviniendo las partes voluntariamente en algsin medio que componga y parta In diferencia de la disputa’. Resulta evidente que el segundo concepto que da el Dicciona- es el que se acerca al concepto procesal de la transacci6n. En el primero, se refiere al acto de transigir cualquier contravencién generada en nuestra actividad, ya sea ésta extrajuridica o juridica n cambio en el segundo ya se marca el concepto de punto liti- gi0so, el cual mediante acto de voluntad de las partes se compone © soluciona, atrayénciolo asi al campo del conflicto de intereses de relevancia juridica, : En todo evento debe ienerse presente que la voz “transac: i6n” es un vocablo técnico definido tanto por el legislador proce- sal como civil, y siendo asi debe serle aplicado el artfculo 20 del Cédigo Civil, que expresa que las palabras de la ley se entenderin en su sentido natural y obvio, segiin el uso general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido expresamen- te para ciertas materias, se les dard en éstas su significado legal Escriche en su Diccionario Razonado de Legislacién y Jurispra- dencia ta define como “un contrato voluntario en que sé convie- nen y ajustan los litigantes acerca de algtin punto dudoso 0 GUASP: Derecho Procesal Cll, pig. 85. 2 Véase su jurisprudencia en el Repertorio,, lo 2446 del Codigo Civil, litigioso, decidiendo mutuamente @ sut voluntad. La transaccién debe recaer sobre cosa dudosa, de modo que sera nula si cal- guicra de los contrayentes sabe que no tiene ningiin derecho, como igualmente si haciéndose sobre cosa puesta en litigio, se habia ya dado y pasado en autoridad de cosa juzgada la senten- cia; ha de ser, ademas, onerosa y no gratuita, de manera que los transigentes se den, retengan 0 prometan mutwamente alguna cosa, sin Jo cual no seria transaccién sino renuncia, transactio enim, nullo dato, vel retento aut pormisso, minimé procedit: tiene fuerza de cosa juzgada y produce excepcidn de pleito aca- ado” En conchisién, podemos observar que el concepto de transac- cién comin es interesante para precisar su marco de referencia, pero que debemos estarnos para su andlisis al concepto legal, debidamente establecido por el Codigo, y ajustado ¢ interpretado por la docirina, 2. Concepto procesal. La transaccién es un mecanismo autocomposi= tivo de solucién de conflictos que versan sobre derechos disponi- bles, en virtud del cual las partes, mediante concesiones reciprocas, Te ponen término con efecto de cosa juzgada. En nuestro sistema juridico, la transacci6n se encuentra regla- mentada como contrato en el titulo XL del Libro IV del Cédigo ivil en forma independiente y con autonomia frente a los demas contratos. Como ya se dijo la define el artieulo 2446 como un contrato en qute las partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual, Agrega que no ¢s tran- saccién el acto que sdlo consiste en la renuncia de un derecho que no se disputa. Examinaremos ahora algunas normas en el derecho compara- do que nos permitiran formarnos uma concepeién més exacta de la transaccién. El Cédigo Civil espaiiol, al definir la transaccién expresa que es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o rete- niendo cada una alguna cosa, evitan la provocacién de un pleito 0 ponen término al que habia comenzado. Esta disposicién considera en ambas tesis el presupuesto del conflicto para la procedencia de la transaccién. Pero quizaés donde estd ms claro el Ambito de ella es en la historia del Cédigo de Napoleén, que la consideraba como un convenio no gratuito sobre cosas dudosas que puede ser hecho antes o después de haberse promovido pleito sobre ellas. Los EQUIVALEIETESJURISDICCIONALES 13 En sintesis, la dliscusin se centra en saber si la transaccién sirve para resolver conflictos de intereses cle relevancia juridica existentes a la época en que se celebre o si ademas se empiea para dar certidumbre a relaciones juridicas inciertas pero no contro- vertidas. Sobre este particular, tenemos Ia misma problematica que se nos presenta en el proceso con las acciones de mera cecla- racidn de certeza, y el camino que se tome sobre unas nos servira para explicarnos las otras. “Moxé define la transaccién como contrato consensual, sina- lagmitico, con causa subjetiva, de eficacia determinativa o decla- rativa, por el que las partes actualizan su poder dispositive para. mediante mutuas renuncias y liberaciones, y a veces prestaciones complementarias, decidir una controversia juridiea litigable.”"™ Gulla en su obra sobre la transaccién, discurre en torno a las, opiniones de especialistas espafioles como Albaladejo y Pérez Gon- zlez Carresi, en que se plantea algo que ya hemos nosotros re- suelto en el sentido de estimar que hay conflicto civil cuando se dé una controversia objetiva 6 si basta que ella sca subjetiva para el actor En Ia primera parte de este trabajo quedé expuesta mi opi: nidn, en orden a estimar que resulta suficiente que el actor esti- me que existe conflicto, requisito este que aplicaco a las dos partes, puesto que la transaccién es un contrato bilateral, debe ser de similar naturaleza, Pero la doctrina aun va més lejos fijando su ambito negativo, al sefialar que si el conflicto esti ya resuelto, tampoco cabe la transaccin, la que careceria de objeto. Volveremos sobre este interesante tema al examinar sus elementos. 10.4.1.4. Naturaleca juritica de la transaccién Uno de los aspectos mas discutidos de 1a transaccién es su natura- leza juridica, Recuérdese que recién en este siglo se ha logrado decantar qué es el proceso, existiendo cientos de teorias sobre su calidad juridica. Pedro Aragoneses, en su obra de derecho proce- sal ya citada, las sistematiza logrando darnos una visiGn precisa de lo que es. SS GULLON: Ttade Pico. op ci, pig 2. Si Jama a ducas la calificacién juridica del proceso. con ma yor razén lo sera lo de la transaccidn, que es uno de stis equiva- lentes autocompositivos. Ello marca una complejidad para su calificacién. Por ello es que trataremos de sistematizar las ideas ms impor. tantes vertidas sobre la materia, iniciéndolas con un planteamien- to acerca de la naturaleza declarativa de la transaccion, Al igual que la sentencia, la transaecién se limitara en la parte que transige el conflicto, a declarar el derecho preexistente de las partes, Esta opinién, no obstante, queda desde ya controvertida cuando analizamos que en la transaccién pueden incluirse ¢ invor lucrarse derechos que no han sido objeto del conflicto, toca vez que, a diferencia del juez, que estd limitado por su competencia especifica, las partes por la via de las concesiones reciprocas pue den atraer a la convencién a otros derechos que no son ni han sido litigiosos. Por ejemplo, para resolver un conflicto sobre la propiedad A, puedo quedarme con A y entregar a mode de con cesién reciproca la propiedad B. Por lo tanto, la entrega por la via de la concesién de un derecho ajeno al proceso rompe el esque- ma del efecto declarativo de la wansaccién. Oua corriente doctrinaria postuia que la transaccién ¢s cons Gitutiva de derechos. Esta, al resolver el confflicto, estableceria una situacién juridica nueva diferente a la existente y cuestionada en el condlicio, Esta tesis también puede ser debatida, toda vez que cn la parte en que sc resuelva el conflicto derechamente hay como es obvio una cleclaracién de los derechos de la parte. ‘Quizas si en este orden de ideas lo mas relevante es considerar la intencién, la voluntad de las partes en la celebracién del acto procesal que genera el efecto de cosa juzgada. Siguiendo In doc ina de la sustitucién, elaborada por Chiovenda en su concep- cién de la jurisdiccion, es el juez en la sentencia el que se sustituye ala voluntad de las partes én conflicto, resolviéndolo, En Ja wan- sacci6n se produce un fenémeno semejante, con la diferencia de que son las propias partes las que forman el acuerdo y decision de poner término al conflicto, fijando su marco en el propio conve- nio procesal Por lo tanto, la gran diferencia en este sentido radica en la formacién de la voluntad del acto decisorio. En el proceso, es la sentencia, acto juridico tipicamemte unilateral. En la tansaccién, mecanismo autocompositivo, bilateral por definicién, se requicre la voluntad conjunta de todos los sujetos del conflicto que deci- 10S EQUIVALENTESJURISDICLIONALIS " den ponerle fin de esta manera y para siempre con efecto de cosa juzgaca, i Estas ideas, indudablemente ubiean a la transaccién en el cam- po de los actos juridicos procesales y, en lo que a su efecto se refiere, como eqiivalente jurisdiccional 10.4.1.5. La transacctin como forma autocompositiva de solucién de conflictos Esta tesis saca a la transaccién del Ambito del derecho privado ‘contractual para ubicaria en el campo del derecho procesal. En efecto, al datsele a este acuerdo el efecto de cosa juzgada, ello impide que, decidido, pueda ser revisado judicialmente. ¥ es pre- cisamente aqui donde se produce la gran diferencia entre los contratos comunes y la transaccién ‘Todo contrato, ordena el articulo 1545 del Gédigo Civil, es una ley para las partes contratantes. No obstante, todas las dudas 6 conilictos que deriven de su interpretacién, aplicacién 0 termi- nacién, deben ser resueltos mediante un proceso, cuya sentencia los dilucidars. En cambio, transigidos los derechos litigiosos, ya ningiin tribunal puede revisarlos, no porque no pueda revisar un contrato, sino porque este contrato es slo la forma de instrumen- talizar un equivalente autocompositivo autorizado por la ley, que se asimila 2 la sentencia y que, por lo tanto, produce sus mismos efectos. Ya los romanos consideraban la transaccién como equivalente asentencia equiparando sus efectos a la res iudicata. Resulta también curioso observar la concepcién de diversos autores que tratan de concordar los contratos con los efectos de la sentencia, Garcfa Goyena la asimila a una “sentencia dic- tada por las mismas partes -agregando que-, cuando elias se han hecho justicia, no deben ser admitidas a quejarse de sf mismas”. Merle en su obra Ensayo para Contribuir a la Teoria General del Acto Dectarativo, al analizar la transacci6n, fa conside- ra “como un resultado jurisdiccional obtenido por un proceso convencional’” La transaccién no es sentencia, es su equivalente, es un meca- nismo expresa y excepcionalmente autorizado por la ley para solver determinados conflictos en que se autoriza a las partes para ponerle fin con los mismos efectos de Ia sentencia. El hecho de ubicar a Ia transacci6n en el ambito del derecho procesal obvia la antigua y ardua polémica de precisar los elemen- tos objetivos o subjetivos necesarios para su procedencia. to, efec- al establecer como presupuesto de la transaccién ia existencia de un conflicto de intereses de relevancia juridica ~al igual que se requiere para el proceso-, situamos a este instituto en su exacta climensién y tal come podemos usar el proceso en forma fraudu- Jenta para resolver un conflicto que no existe, podtiamos emplear Ja wansaccién con el mismo propésito. Bien vale entonces detenernos a recapitular un tanto en tor- no a las polémicas que ha provocado cl enfoque netamente con- tractual de la transaccién amparado por el marco del derecho civil Antonio Guillén Ballesteros, al referirse en su obra a la tran- saccién, en el capitulo I, que denomina “los elementos estructura. les de la transaccidn”, analiza su presupuesto bisico, que denomina la res dubia ~relacién juridica dudosa— cxpresando 2 continuacién textualmente: “es claro que no puede haber buena légica en una transaccién sobre diferencias mantenidas arbitrariamente al mam gen de toda creencia en sus apoyos legaies”. En efecto, el apaya legal, cualquiera que sea, es el que transforma el simple conflicto de intereses en conflicto de intereses de relevancia juridica. Sin 41, tal como no podra haber proceso vilido que lo solucione, tampoco tendrd cabida la transaccién. Luego, los autores que se han preocupado del tema, como Capograssi, Furno, Rocco, Carnelutti, discurren en tornd a los presupuiestos ce la transaccién, Para nosotros, ellos han quedado ya determinados con pre- cisién. Son la existencia de un conflicto de intereses de rele- vancia juridica que sélo podra transigirse cuando dicho mecanismo autocompositivo esté permitido 0 autorizado por el sistema, segiin ya se comenté. Sin conflicto no hay transaccién posible. ‘xigir para la validez de la transacci6n la incertidumbre obje- tiva que precisa Windscheid, es, en paralelo, definir a la accion procesal como el derecho puesto en eercicio. No existiendo ya duidas en el mundo procesal en cuanto a que la accién no es eso, igual forma debemos aceptar que para que exista la transac. cién basta que los derechos que se transigen sean subjetivamente conflictivos. Los cédigos de Francia ¢ Italia se basan, para la elaboracién de la transacci6n, en el concepto de litigio 0 incertidumbre subje- tiva, {LOS EQUNALENTES JURISDICLIONALES 10.4.1.6. Caracteristicas de la transaccién 1. La transacci6n es una forma autocompositiva de solucién de conflictos que se materializa en un acto juridico procesal que responde tipicamente a su concepto. Existen autores, como Jaime Guasp, que niegan a la transac. ci6n el cardcter de acto procesal.*® La posicién que se sostiene en esta obra es que es un acto procesal bilateral Ella esta reglamentada como contrato en los articulos 2446 al 2464 del Cédigo Civil. Mediante dicha convencién, las partes po- hen término extrajudicialmente a un litigio pendiente sometido a la jurisdiccién © precaven un litigio eventual sobre un conflicto existente entre ellos. Por lo tanto, puede transigirse en el lapso comprendido entre el conflicto y el proceso, en cuyo caso se precave un litigio even- tual, o durante el desarrollo del proceso. De lo expuesto se deduce, entonces, que en su esfera de apli- cacién, el contrato de transaccién es una forma tipica de anton Bentro de las manifestaciones de la autocomposiein, la tan- sacci6n es la més claramente reglamentada y la que responde mejor 2 sus elementos. En efecto, la autocomposicisn se produce cuando las partes, por su propia voluntad, deciden poner término extrajudicialmente a un conflicto existente entre ellas. “Por su naturaleza, la transaccién entra en la categoria de los actos procesales que producen efectos inmediatos sobre el dere- cho material, y le es aplicable 1a doctrina que se expone al tratar del allanamiento y la de los llamados negocios juridicos procesa- Tes." En su andlisis se dan los rasgos procesales y contractuales de este instituto, pienamente compatibles si se considera desde el ngulo de observacién que planteamos. En efecto, como acto procesal bilateral debe existir un acuer do de voluntades, un objeto y su causa, la cual es siempre la solucién de un conflicto sobre Ia base de las concesiones recipro- cas de las partes. Sin ellas estarfamos en presencia de una simple Tenuncia, cuyos efectos procesales veremos més adelante. 25 Véase GUASP: Derecho Proce! Gil, op. cit, pigh. 551-554, 25 PRIETO-CASTRO: Davcho Procesal Ciel, op. lt, tI, pag. 538, Ademas, los sujetos deben tener plena capacidad p. tes de Ia transaccién, como lo indica expresamente el articulo 2447 del Cédigo Civil, La raz6n de esto est en que la transaccién, en cuanto a sus efectos, puede considerarse como equivalente a una enajenacién, puesto que hay en ella renuncia de determinadas pretensiones por parte de ambos contratantes.”” Como consecuencia de esta caracteristica y frente a las clasifi- caciones de los medios de solucién de conflicto, la uwansaecién es un medio pacifico de soluci6n, Esto significa que las partes volun- tariamente y por propia decisién arreglan st conflicto. El empleo de la fuerza en cualquiera de sus manifestaciones vicia el acto y, por lo tanto, lo hace anulable, como lo preseribe el artfculo 2458 del Codigo Civil, que establece que es nula la transaccidn obte da por dolo o violencia. En general, los conflictos se resuelven unilateralmente por la voluntad del juez. En este acto se requiere de una convencion ¥, por lo tanto, de wn acto procesal bilateral. Precisamente Ia tran- saccién se coloca como ejemplo clisico de los escasos actos proce- sales de esta naturaleza, Finalmente, la transaccién es un medio de solucién limitado 0 restringido a los casos en que la ley lo autoriza. Recordemos lo dicho @ propésito de estos mecanismos y del proceso, en que sostuvimos que, de acuerdo a nuestro sistema jurisdiccional, salvo que la ley indique otra forma de solucién, s6lo se admitira el proceso, Por ello su aplicacién es restrictiva’y debe sujetarse a la hormativa legal. En nuestro pats, en general, son susceptibles de wansaccién todos los asuntos que versen sobre derechos disponi bles. 2, La transaccién es un cquivalente jurisdiccional. Esta carac- terifstica ya quedé expuesta y demostrada y s6lo se anota como una medida de buen orden en el desarrollo del tema, 8. Esta regulada por la ley. En efecto, el Cédigo Civil -en sus articulos 2446 a 2464 es el texto positivo que establece su regla- mentacién general. No obstante, en otras multiples disposiciones de nuestra ley se encuentran menciones a esta forma autocompo- sitiva Desracaremos aquellas reconocidas por el Cédigo de Procedi- mienio Civil. par ” BENAVENTE: Algunas Consideracones sabe of Contralo de Transaesion, op. cits pag 18 [LoS HQUIVALENTES JURISDICGONALES. ws 1) Mandato Judicial. Entre las menciones especiales contem- pladas por el a‘ticulo 7* inciso 2" del Cédigo de Procedimiento Civil figura la de transigir. Por una interpretacion extensiva, dicha facultad se aplica actualmente a los avenimientos y conciliaciones, toda vez que Ia referida disposicién no contiene otras que se refieran a Ia facultad de conciliar ni a la de avenir, sino que se . como ya se dijo, a consignar la de transi 'b) Excepciones perentorias que pueden oponerse y tramitarse como dilatorias. El articulo 304 del Cédigo de Procedimiento Ci- vil seitala, entre ellas, ala excepcién de transaccién. ¢) Excepciones anémalas que pueden oponerse en cualquier estado del proceso. Se encuentran contempladas en el articulo 310 y entre ellas figura la transacci 4d) Por su propia naturaleza es una excepcién perentoria que puede ser puesta cada vez que Ia cosa juzgada sea admisible y procedente. €) Excepciones en el juicio ejecativ contempla la transaccién como excepcién posible de oponer en eljuicio ejecutivo, 4. Es un contrato procesal. Los actos procesales, atendiendo al ntimero de voluntades que concurren en su nacimiento, pueden clasificarse en unilaterales y bilaterales. Como se expresara, entre los casos tipicos cle actos procesales bilaterales 0 contratos 0 con- venciones procesales figura la transaccién y es en tal sentido que se contempla su reglamentaci6n en el Cédigo Civil. Ello explica su ubicacién en dicho texto en el Titulo XL det Libro IV, separada de los demas contratos y considerada en las disposiciones finales del Cédigs ‘Como contrato, a la transacci6n se le aplican todas las normas procesales y, supletoriamente, las del derecho comin, Podemos sefialar también que la transaccién es un contrato consensual, ya que al no haber texto expreso que diga lo contra: rio, le son aplicables las reglas generales. No obstante, como tanto ella y su contenido se enmarcan en los efectos de la cosa juzgada que produce, lo que deberd acreditarse eventualmente en un pro- ceso, en el hecho y por razones esencialmente probatorias la tran- saccién normalmente se hace constar por escrito. almente es conmutativo, sinalagmdtico y oneroso ya que por su naturaleza las partes se hacen concesiones reeiprocas que- dando obligadas a cumplirlas. Esto tiltimo lo confirma Gullén al expresar que “la transact cién tiene también cardcter bilateral y sinalagmatico. Una parte a Los acTosrnoursaLes renuncia a su pretensién total o parcialmente a cambio de la entrega de una suima de dinero u otro objeto o la asuncién de otras obligaciones por parte del contradictor, 0 a cambio de un reconocimiento parcial de la pretensién” Las partes pueden incorporar a las concesiones, materias que no estan controvertidas. Hay que advertir la posibilidad de que las partes sacrifiquen algo distinto de sus pretensiones. Asi, cuando se entrega, por ejemplo, a cambio del reconocimiento de la de una de elias, una suma determinada de dinero, 0 se le reconoce a su vez la propie- dad de una cosa, aunque esto no haya sido objeto de discusién. Con perfecta precision técnica, el Codigo Civil italiano recoge expresamente esta modalidad en el articulo 1965, parrafo 2": “con le reciproche concessioni se possono creare, modificare 0 estin- guire anche rapporti diversi da quello que ha formato oggetto della pretesa o della constestazione delle parti". ‘También se ha de indicar cémo la tansaccién soluciona fit gios que rebasan con mucho ese marco estrecho de las renuncias y reconocimientos, es decir, que incide en unas relaciones juridi- cas controvertidas que no son simplemente de fijacién de deudas © de derechos reales. Asi, por ejemplo, las controversias surgidas entre las partes relativas a la ejecuci6n de un determinado contra- to, Podemos, pues, decir que la transaccién es una especie de forma para contoner las més variadas prestaciones. Su. naturaleza juridica, en ia, no puede ser unitaria Se sale del marco de la competencia especifica. Las partes pueden atacar, al convenit, otros derechos que no forman parte del conflicto. 6. Produce cosa juzgada. La ley chilena reconoce a la transac- cién el efecto de autoridad de cosa juzgada. Sin embargo, un anilisis del precepto, una interpretacién del mismo que no se apegue a lo superficial, nos permite descubrir varios significados. Al decir el legislador que la transaccién tiene la autoridad de cosa juzgada, zdénde se inspira? En el derecho romano, evidentemen- te, En cfecto, en las fuentes se equipara repetidamente la transac. ci6n a la res iudicata, Con ello se expresaba, dice Peterlongo, que se conferia a la decisién alcanzada mediante el acuerdo amigable una autoridad ¢ inderogabilidad igual a la que tenia la decision ® GULLON: Tretedo Practice. op. eit. pig. 47, * Ibidem, pigs. 44954, 108 EQUIVALENTESJURISDICCTONALES ses judicial. Se queria inculcar a las partes que debfan acatar el acuer- do lo mismo que si hubiese emanado del juez. La observancia de la ves iudicata era garantizada por una accién propia. La de la transactio, que por s{ misma y como simple pacto no seria coactiva, cra impuesta por una razin practica y por las constituciones y senadoconsultos, precisamente porque mullus... ert litium finis, si a transactionibus... coepere facile discedi, Para Stolfi io que se proclama con ese acercamiento ¢s reforzar atin mas la obligatoriedad del negocio." ‘Sin embargo, recientemente Camelutti ha negado la contrac- tualidad de la transaccién. Y ello porque no existe duorum in idem placitim consensus, Pero las dos partes en Ia transaccién, renun- ciando parcialmente a la pretensi6n, y parcialmente reconocién- dola, no quieren la misma cosa; los dos negocios son heterogéneos, no homogéneos. Hay, en realidad, dos negocios coligados, pero no fundidos. La renuncia y el reconocimiento y el reconocimi toa la renuncia Si pasamos al campo de las recfprocas concesiones ~-dice el maestro italiano-, que crean, modifican 0 extinguen relaciones distintas de aquella que ha formado objeto de la pretensién y negacién de las partes, la tesis se vera mas claramente. Ticio recla ma en juicio a Cayo el pago de un crédito; Cayo resiste; después transigen con la renuncia de Ticio 2 la pretensién, ya que Cayo renuncia a su vez a la pretensién de pago de un crédito contra Sempronio. No hay consensus in idem. O bien, Ticio renuncia a la pretension de pago de un crédito contra Cayo, a condicién de que Cayo le done su casa. La transaccién, pues, consiste en la combinacién de dos negocios reciprocamente condicionados, de los cuales uno en todo caso es la remuncia total 0 parcial a la pretensin sustentada en la litis, o el reconocimiento total 0 par cial de la misma pretensién. “La autonomia de la compraventa nos muestra dos promesas reciprocas, pero también dos aceptaciones: el vendedor promete la cosa y acepta el precio, el comprador promete el precio y acep- ta la cosa. El contrato unilateral resulta del entrecruce de dos negocios reciprocos: propuesta y aceptacién. En el esqema de la transacci6n nos encontramos con dos negocios unilaterales, pero no dos contratos unilaterales como en ia venta. Tanto la renuncia como ¢l reconocimiento son un negocio, pero no un contrato. La * GULLON: atado préctca.. op. cit, pig. 59. promesa del vendedor tiene necesidad ce ser aceptada, como la del comprador: pero la renuncia de quien pretende, como el reconocimiento de la otra parte, opera ex se, sin necesiclad cle aceptacién, Por ello Ia transaccién no es contrato bilateral. Tam- poco unilateral, porque falta el duorunr in idem placitum consensus. EL donante y el donatario quieren la misma cosa, cs decir, la transferencia del uno al otro de la cosa donada. Pero las dos partes en la transaccién no, segtin hemos visto.”*" 10.4.2. CoNcHNCION La conciliacién es un acto jurfdico procesal bilateral en virtud del cual las partes, a iniciativa del juez que conoce de um proceso, logran durante su desarrollo ponerle fin por mutuo acuerdo. Esta forma autocompositiva se diferencia fimeamentalmente de la tran- saccidn en que es siempre judicial; en cambio, la extrajudicial; en igual forma, en la conciliacién el juez tiene u participacin activa impulsando a las partes a Hegar a una solu cién de su conflicto antes de ia sentencia y, en cambio, en Ia, génesis de la wansaccién el juez no participa. “La comparacién entre las dos clases de solucién revela ia conveniencia de promover una composiciin contractual jusia, obte- niendo, a la vez, ef menor costo de la solucién contiactual y el mayor rendimiento de la composicién justa. Esa conveniencia ex: plica la institucién de la conciliacién. La conciliacién tiene Ia estructura de la mediacién, ya que se uaduce en la intervencién de un tercero entre los portadores de los dos intereses en conflicto, con objeto de inducirles a la com- posicién contractual. Cuando la teoria del derecho privado ense- a que el mediador aproxima a los contratantes, afirma sustancialmente lo mismo que acabamos de exponer, puesto que Jos contratantes no son sino los dos sujetos de un conflicto de intereses, y el contrato no es ms que la composicién del mismo. El concepto de mediacién no desaparece por ef hecho de que el conflicto de intereses asurma la fisonomia de un verdadero litigio, }6n det mediador no queda en manera algu puesto que la fun: a excluida del campo de la transaccion, antes bien, es sobremanera activa. Asi pues, la dlistincin entre conciliacién y mediacion no po GULLON: Tiatado priatin... op cil. pag. 45. divia encontrarse en la naturaleza det conilicto, asignando a la mediacion el conflicto de intereses en general (litigio econémica) y a la conciliacién el litigio en estricto sentido (0 sea el juridico), ya ea porque, como veremos, la mediacién actiia también frente a éste, bien porque la conciliacién funciona también, a su vez, para la composicién de conflictos que no son verdaderos litigios. La nota diferencial, fragil y valiosa entre las dos formas de actividad se refiere, por el contrario, a la finalidad, puesto que la media- cién persigne una composicién contractual cualquiera, sin preocupar se dle su justicia, mientras que la concitiacién aspira a la compasicién Justa. En este sentido, la conciliacién se encuentra en medio de la mediacién y de Ia decisién: posce la forma de la primera y la sustancia cle la segunda. Este concepto de Ia conciliacién no esti en pugna eon ka regulacién positiva dle Ia institucién y no esta prejuzgado por sit degeneracién prictica. En realidad, sucede que el drgano juris: diccional encargacio del oficio conciliador ve en él mas bien un medio para librarse del estudio de la controversia, que de obtener a través de la voluntad de las partes Ia justa composicién del Titigio. y por ello ejerce con frecuencia, incluso sin habilidad, simple oficio de mediador. Este hecho no enturbia la nocién de la institucién en mayor medida que el deficiente ejercicio de la fun- jurisdiccional pueda oscurecer la finalidad del proceso. Que. a diferencia de Ia mediaci6n, la conciliacién tienda a Ia justa composiciGn del litigio es afirmacién no generalizada en ta ley." Por tal motivo, puede afirmarse que la conciliacién no es un mecanismo autocompositivo puro, ya que precisa la existencia de tun proceso y, en stt momento, de la actividad personal det juez de Ta causa. La conciliacién es, pues, Jo que en doctrina se Hama un eu valente jurisdiccional o procesal, en cuanto evita fa continuacién del juicio, ‘sustituyendo a la sentencia que necesariamente deberia recaer en el juicio en caso de no producirse el avenimiento.* Efectuados estos comentarios, debemos sefialar que la conci- liacién se encuentra reglamentada en términos generales por el Titulo I del Libro If det Gédigo de Procedimiento Givil, y en forma especial por otras disposiciones contempladas en los proce- dimientos laborales, de menores, de policia local y otros que no es lel cas6 entrar a detallar en estos momentos. S CARNELUTTE Sistema de Doe ~ Conte de Apelaciones de La Se op. cit t 2.9'de junio d ig. 205. 1978, LOS ACTOS PROCESALES Examinemos sus principales caracteristicas 1) Requiere Ia existencia de un proceso. Sin proceso no pue- de existir conciliaci6n, aun cuando ésta se verifique antes dle Ia contestacién de la demanda, como ocurre en procedimientos es- peciales en que la propia ley la establece como tramite obligatorio a fin de dar efectividad y, especialmente, oportunidad a la inter- venci6n del juez. en la solucién de los conflictos sometidos a su conocimiento y decisién. Es por ello gue el articulo 262 del Cédi- go de Procedimiento Civil inicia la normativa sobre conciliacién ando que “en todo juicio civil..”, 0 sea, exige, como es obvio, que se haya trabado la relacién procesal miiltiple, y lo reitera al expresar que el juez citaré a una audiencia para conciliar y que podra, ademas, en cualquier estado de la causa, llamar a las partes a conciliacién, una ver. evacuado el tramite de contestacién de la ciemanda. 2) Para lograrla debe obtenerse acuerdo de las partes. Es esta caracteristica la que nos conduce a sostener que, pese a la inter vencién del juez en labor de mesiaciéin, es el acnerda de volunta- des de los sujetos del proceso el que, en esencia, pone término al conflicto, considerandosele, en consecuencia, como una forma autocompositiva. Puede afirmarse, como conclusién, que sin acuere clo no hay conciliaci6n. Niceto Alcalé-Zamora niega el cardcter de mecanismo auto- compositivo a la conciliacién, manifestando que si ella fracasa no produce efecto y si se logra es un avenimiento, que si consticuiria el equivalente jurisdiccional, agregando que el juez actuara en este trimite como amigable componedor y tratara de obtener un acuerdo total o parcial del conflieto. 3) En Ia conciliaci6n participa activamente el juez de la causa. Para emplear la terminologia del Cédigo de Procedimiento Civil, debe senalarse que el juez lamaré a las partes a conciliar propo- niendo bases de arregio. Fl juez obraré como ainigable compone- dor y trataré de obtener un avenimiento total o parcial en el litigio (articulo 263 Cédigo de Procedimiento Civil) ‘La conciliacién esté encomendada a un érgano del Estado. En ocasiones es el propio juez: asi, el articulo 417 del Cédigo de Proce- dimiento Civil italiano dispone que ‘el pretor, teniendo en cucnta los actos antes indicados y ofdas las razones y excepciones ulterio- res producidas por las partes en persona, procurart conciliarlas’ La ley no indica qué hayan de hacer para componerlas; pero si la experiencia enseha que el hecho de que se utilice como conciliador a un juez, revela que debe procurar no una composi- {LOS EQUIVALENTESJURISDICCIONALES wr cidn cualquiera, sino la que sea justa. La degradacién de aquel papel al de meiador que presciide en su esfuerzo de la justicia de la composicién, seria una verdacera anomalia, pricticamente inds grave en los casos en que el propio jue, fracasado el intento conciliatorio, pasa a la decisi6n.""* 4) Limita en la competencia especifica del tribunal. Ello signi- fica que las partes s6lo pueden autocomponer, por la via de la conciliacién, las pretensiones y contrapretensiones debatidas sin poder hacer concesiones ajenas 2 los sustentos del proceso. Esta posicién puede resultar discutible, pero en opinién de quien Ia sostiene se ajusta exactamente a la reglamentacién que de ella formula el Cédigo de Procedimiento Givi Si se desea Iegar a una solucidn sobre la base de prestacio- nes no discutidas, deberd recurrirse a la transaceién que, para tal efecto, no tiene limites. Debemos recordar que los acuerdos a que se Megue son cqui- valentes a sentencia y, por lo tanto, se enmarcan en los elementos de ta cosa ju7gadla, lo que es natural en los mecanismos legitimos de solucién de conflictos; mas debe agregarse que por la misma raz6n ni los sujetos ni el tribunal pueden incorporar a dicho acuerdo elementos ajenos a la competencia especifica que se ver {ila en el proceso donde la conciliacion se verifica. 5) El acto que lama a la conciliacién, por regla general, es obligatorio en todo juicio civil en que legalmente sea admisible la transaccién. Con excepcién de los juicios 0 procedimientos espe ciales de que tratan los Titulos I, If, Ll, V y XVI del Libro III, una vez agotados los tramites de discusién y siempre que no se wale de los casos mencionados en el articulo 313, el juez Hamara a las partes 2 conciliacién y les propondra personalmente bases de arze- glo (articulo 262 del Cédigo de Procedimiento Civil) 6) Fl acuerdo conciliatorio produce el efecto de cosa juzgada, El articulo 267 del Cédigo de Procedimiento Civil sefiala que las especificaciones del arreglo, que constarén en un acta, se estima Fin como sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales, 7) La conciliacion sélo puede referirse a litigios en que sea procedente la autocomposicin, o sea en aquéllos en que los inte~ rreses discutidos sean disponibles. Precisadas sus principales caracteristicas, debemos sefialar que, de acuerdo a nuestro sistema procesal, la conciliacién podra pro- SY GARNELUTTE: Sistana de Derecho... op. City ty pigs. 204208. vocaise de oficio 0 a peticién de parte, siendo ésia una de las escasas disposiciones de nuestro procedimicnto civil que aplica el principio inquisitivo o de la oficialidad. Ello se explica perfect mente, incluso dentro del contexto eminentemente dispositivo que lo inspira, ya que es precisamente este tipo de facultades las que cl legislador otorgé al juez para impulsar y agilizar, por esta via, la solucin del conflicto cuando a su juicio hubiere mérito para ello. A propésito de este comentario, resulta pertinente re- cordar que el primitivo texto del Gédigo de Procedimiento Civil de 1903 no establecfa la conciliacién procesal, la que fire incorpo- rada posteriormente. En el mensaje que envio el Presidente Juan Antonio Rios, éste expresaba que cumpliendo su promesa de hax cer mas expedita la administracién de justicia, presentaba al Con- greso un proyecto de modificacién al Cédigo de Procedimiento Gil que, en lo que nos interesa, decia “Se ordena que todo juicio ordinario 0 sumario empiece por un intento de coneiliacién en- tre las partes” Como consecuencia de las sugerencias del Ejecutivo, se aprobé el actual Titulo I del Libro Il del Cédigo de Procedimiento Civil que reglamenta la conciliacién y que, en virtud de lo dispuesto por su articulo 3°, es de aplicacién general a todos los procedimientos nas especiales sobre el particular. acién introducida al Cédigo de Procedimiento vil por la Ley N® 19.384, de 7 de octubre de 1994, Ia conciliacién, en los procesos a que se refiere el articulo 262 ¢s un tramite obligatorio. Antes Jo era sélo en el procedimiento ordinario de minima cuantia. Por otra parte, debemos destacar que en diversos procedi- mientos especiales se ha incorporado la coneiliacién como trémi- te obligatorio. Asi, por via de ejemplo, podemos sefialar la Ley sobre Juzgados de Policfa Local, que, al tratar del procedimiento para la sustanciacién de los procesos de su competencia, sefiala ‘en su parte pertinente que el juez lamard a las partes a conci cién después de ofrias sobre todo aquello que mire a su interés patrimonial, sin perjuicio de que pueda promover nuevamente la conciliacién en el curso del proceso. En la ley sobre organizaci6n, atribuciones y procedimientos de los Tribunales del Trabajo se refleja la actual tendencia sobre conciliacién, al estableceria como trimite obligatorio y esencial, reguldndola de tal manera que le exige al juez que presente bases para conciliar. Sélo si no se produjese acuerdo en la audiencia de estilo, continuard desarrollandose el procedimiento. nan aan 1.05 EQUIVALENTES /URISDICKIONALES ws Por tiltimo, podemos recordar el articulo 573 del Cédigo de Procedimiento Penal, que, refitiéndose al procedimiento por ce litos de accién privada por injurias o calumnias, contempla un \er comparendo destinado ‘inicamente a provocar una conci- liaci6n de las partes, que el texto denomina avenimiento. Concor- dante con lo expresado precedentemente, el articulo 575 del mismo cuerpo legal sanciona con la preclusidn maxima al querellante que no concurra a lz audiencia, considerandosele por desistido y, por ende, sin derecho a renovar su accion, Como ya lo dijéramos, el juez, en Ia fase conciliatori un rol activo, primando en tal quehacer el principio inquisitive que lo autoriza para proponer bases de solucion del conflicto. “En este orden de ideas debe ser también tenida en cucnta la estrecha conexién practica existente entre la actividad de conci- liacién y la de decisién. Cuando, como sucede por lo general en el arbitraje, el juez se halla muy préximo a las partes, el mecanis- mo de decidir es sobremanera andlogo al de contratar; concili du y devisiéu teuuiuan enwnces Casi pur confundirse, en ef sentido de que Ia decisién es una conciliacién impuesta a las nes una decisién aceptada por Las partes pueden conciliar 0 no hacerlo. Silo hacen, pueden lograr un acuerdo total o parcial en torno a sus pretensiones. En ambos casos el acuerdo, llamado también avenimiento por la ley, se hard constar en un acta cuyo contenido produce la misma eficacia que la sentencia firme y ello es asf precisamente porque la ley autoriz6 esta forma autocompositiva y le dio el efecto de cosa juzgada propio de Ia sentencia. Finalmente, podemos decir que el acta donde se expresa la voluntad de las partes Ia suscribiran el jue, ¢l secretario y los sujetos procesales si lo desean. Siendo asi, es la voluntad libre- mente expresada al tribunal en orden a conciliar la que produce Ja autocomposicién del litigio con los efectos de cosa juzgada. 10.4.3. AVENIMIENTO Es el acuerdo que logran directamente las partes de un proceso, en virtud del cual ponen término a su conflicto pendiente de % CARNELUTTI: Sistema de Derecho. op. eit, pi. 205, sia Losacros mocesies resolucién judicial, expresindoselo asf al tribunal que est4 cono- ciendo de Ta causa. Dentro de nuestra legislacidn, el término avenimiento tiene dos acepciones, que distinguen situaciones diferentes que resulta necesario aclarar para una acertada comprensién del tema. En efecto, en su primera versiGn el término avenimiento responde la definicién que recién hemos sefalado. En cambio en la segun- da, se emplea el vocablo para referirse al acuerdo mismo a que Megan las partes en la conciliacién. EI problema se presenta debido a que en nuestro sistema procesal, y a diferencia de la conciliacién, el avenimiento no se encuentra sistemdticamente regulado y, cuando la ley se refiere 2 1, generalmente lo hace para describir una conciliaci6n, lo que confunde arin més los términos. No obstante, existen en nuestra legislacién algunas normas que sustentan este mecanismo autocompositivo. Destacaré sélo la més importante, el articulo 484 N° 3 del Cédigo de Procedimien- w Givil, que owiga el inéritu de tituly ejecutive pesferte al “acer de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por un ministro de fe 0 por dos testigos de actuacién”. Esto se traduce en que el legislador asimila “acta” a sentencia, dandole asi directa- mente accién de cosa juzgada. El problema mas importante que presenta el avenimiento fren- te a nuestro ordenamiento procesal radica en saber cwindo se per- fecciona y, por ende, precisar el instante en que el acuerdo genera €l efecto de cosa juzgadia. Cabe preguntarse si ello se produce cuando se presenta al tribunal, cuando se suscribe; en la oportuni dad en que cl tribunal dicta sentencia autorizando su proceden o si resulta suficiente con que, presentado por las partes, lo tenga presente como forma extraordinaria de poner término al proceso. La expresién “pasada ante tribunal competente” que emplea el articulo 484 no nos dice mucho en torno a esta interrogante. A nuestro juicio y siendo coincidentes con la tesis que postula al proceso como la forma general de solucién de conflictos auto- rizada por nuestro sistema procesal constivucional, y en la que Ia autocomposicién y la autotutela slo pueden emplearse cuando hay norma expresa que las autorice, debe necesariamente con- cluirse que el juez debe tener el control sobre lo que las partes avienen en el proceso sometido a su competencia. Recordemos que éstas s6lo pueden avenir en proceso en que se ventilen dere- chas disponibles y que es al juez.a quien le corresponde controlar y decidir si el contenido del avenimiento resulta juridicamente {LOS EQUIVALENTESJURISDICCIONALES a procedente en la especie. Si Io es, lo aprobard y, por el contrario, si versa sobre derechos no disponibles, seguiré adelante con la sustanciacién del proceso Precisado lo anterior, debemos expresar que, analizado en el Ambito general de los actos que pueden realizar las partes y el juez en el proceso, el avenimiento debe considerarse como un ‘acto procesal bilateral en que ambas partes piden al juez que lo tenga por tetminado sobre la base de los acuerdos que ellas le expresan, El juez, conociendo del contenido del avenimiento, debe dictar una resolucién al respecto, aceptindolo o rechazéndolo, facultad que miramos como inherente al ejercicio de su funcién jurisdiccional, Si las partes no desean que el juez. intervenga y controle la legalidad de sus acuerdos, tienen’ el camino de Ia transaccién, legislado minuciosamente por el Cédigo Civil. Luego de estos comentarios, me referiré a las principales ca- racteristicas del avenimiento como equivalente jurisdiccional au- tocompositivo, 1) Es un acto procesal bilateral que debe presentarse y produ- cird siempre efectos en el proceso donde se ventilan las pretensio- nes y contrapretensiones que se avienen. Sélo el juez del proceso tiene competencia para conocer y pronunciarse sobre el conteni- do del avenimiento. 2) Contiene el acuerdo de las partes en orden a poner térmi- no al proceso. Salvo el limite de la cuestién contradictoria, las partes tienen libertad de avenirse como les parezca. lin este caso la ley no exige que se hagan concesiones reciprocas. 3) No se encuentra reglamentado como forma de solucién de conflictos por la ley procesal, como ya se mencionara. No obstan- te, es aceptado jurisprudencialmente como un mecanismo auto- compositivo general que produce los efectos propios de la cosa Juzgada a base de lo que prescriben los articulos 434 N*3 y 711 ‘del Cédigo de Procedimiento Civil 4) Es un equivalente jurisdiccional, puesto que sirve para po- ner término al proceso con efecto de cosa juzgada y es un meca- nismo autocompositivo, porque requiere de la concurrencia de la voluntad de ambas partes del proceso. 5) En nuestra opinién, para que se perfeccione el avenimien- to se requiere de un pronunciamiento expreso del tribunal acep- tando sus términos. 6) Séio puede versar sobre derechos disponibles, lo que ya qued6 expuesto precedentemente. 10.4.4, DesistintENTO El desistimiento es el acto procesal en virtud del cual el sujeto activo de un proceso manifiesta su decisién de no continuar en él, renunciando a las pretensiones deduciclas en su demanda, Algunos autores, como Niceto Alcalé-Zamora, incluyen al cle- sistimiento entre las formas genuinas de autocomposicién, siendo su posicién que ésta puede tener cardcter unilateral o bilateral. En efecto, expresa que “Ia primera especie de autocomposicién con que hemos de enfrentarnos es la unilateral del atacante, 0 sea el desistimiento, Por tal, debe entenderse la renuncia a la preten- si6n litigiosa deducida por la parte atacante, y, en caso de haber promovido ya ¢l proceso, la renuncia a la pretensién formulada por cl actor en su demanda o por el demandado en su reconven- Gi6n. El desistimiento es un acto unilateral del actor, y no requie- re la aquiescencia del demandado, si bien éste tiene derecho a impugnar los vicios que afecten a su validez” He planteado que pueden existir equivalentes unilaterales, pero que Ia autocomposicién debe ser bilateral y, por lo tanto, prima facie excluiria el desistimiento como una de sus formas de expresién, No obstante, siendo una institucién regulada, antes de Uegar a una conclusién al respecto, resulta titil referirse a su nor mativa, Jaime Guasp ha sostenido con torla claridad cuales son los requisitos necesarios para que exista desistimiento, Expresa que ellos, en todo caso, s¢ limitan al proceso al que ponen término y son los siguientes: a) El desistimiento ha de proceder del actor 0 demandante, puesto que se trata de retirar la pretensién que él interpuso ante el Organo jurisdiccional, y agrega que el problema radica en de- terminar los requisitos necesarios para ello. En esta parte nuestra legislaci6n lo regula especialmente, como se diré mas adelante. b) El objeto del desistimiento esta constituido por la preten- sién procesal, y por lo tanto para que ponga término al proceso debe ser total. ©) En cuanto a su oportunidad procesal, el desistimiento debe deducirse después de producido el emplazamiento y hasta antes que la sentencia quede ejecutoriada.®” 5° ALCALAZAMORA: Proceso, Aulocmposiciin y Autdefnsa, pag. 8. ®” GUASP: Derecho Procesal Civil op. cit, pigs. 46547. LoS EQUINALANTESJURISDICIONALES as El Cédigo de Procedimiento Civil lo contempla y reglamenta como incidente especial en el Titulo XV del Libro I, entre las disposiciones comunes a todos los procedimientos, siendo, por ende, de aplicacién general, El articulo 148, en su parte pertinente, expresa que el actor podri, en cualquier estado det juicio, después de notificada la demanda ~0 sea, producida la relacién procesal compleja-, desis- tirse de ella ante el tribunal que conoce del asunto, peticién que se someterd a los trdtmites establecidos para los incidentes, Las disposiciones siguientes distinguen si hay 0 no oposicién al desistimiento; cn otros términos, si ¢l demandado esta de acuerdo con la renuncia formulada por su contraparte o no. Sino hubiere acuerdo, el juez resolverd si contintia 0 no el juicio o Ia forma en que debe tenerse por desistido al actor. Sino hubiese oposicién, en silencio del demandado, el tribunal deberd dictar sentencia, acepténdolo. ‘Como puede observarse, no ¢s claro que el desistimiento sea, en nuestro sistema, un acto puramente unilateral. Mas bien po- dria decirse que ¢s bilateral, ya que en su tramitacién puede la contraparte manifestar su oposicidn. Es en este sentido que po- dria estimarse como mecanismo autocompositivo de solucién. El Cédigo de Procedimicnto Penal lo establece en sus articu- os 80 al 36, indicando, el primero de ellos, que ¢1 querellante podra desistirse de la accién penal, sea ésta ptiblica o privada, Si laacci6n fuere puiblica, el juicio seguira adelante. En los delitos de accién piiblica el efecto del desistimiento se traduce en que el querellante desistido deja de ser parte en el proceso penal. El desistimiento de la accién privada se rige por Jas mismas reglas del desistimiento civil El desistimiento presenta las siguientes caracterfsticas: 1) Es un acto procesal del sujeto activo. La ley otorga este derecho sdlo al que inici6 el proceso 0 dedujo ~en su caso~ re- convencién. Como consecuencia de ello, el objeto del desistimiento gira en torno a las pretensiones deducidas en el proceso. 2) Contienc un mandato. Asi esta regulado por el Gédigo de Procedimiento Civil y el juez tiene competencia especifica para resolverlo en virtud de la regla de la extensién contemplada por el articulo 112 del Cédigo Orgénico de Tribunales, que en su parte pertinente expresa que el juez puede conocer de todo inci- dente que se promueva en el juicio. 8) El sujeto pasivo debe ser ofdo en el incidente en virtud de! presupuesto informador de la bilateralidad. u Los Acros PROCESS 4) Bl juez esta facultado para decidir acerca del desistimiento en caso de oposicién 5) Es un equivalente judicial, porque termina el proceso con efecto de cosa juzgada. Asi lo expresa cl articulo 150 del Cédigo de Procedimiento Civil, que dice: "La sentencia que acepte el desistimiento, haya o no habido oposicién, extinguira las acciones a que él se refiera, con relacién a las partes a todas las joa que se ‘igante: afectado la sentencia del j personas a quienes hi pone fin” 6) Es un acto formal unilateral que debe ser puesto en conoci- micnto de la parte contraria. En este predicamento el desisti- miento es un mecanismo autocompositivo. 7) Genera especialmente la excepcin de cosa juzgada, que impediré a quien se desiste renovar sus pretensiones salvo en aquellos casos en que la ley expresamente lo autoriza, como suce- de con la reserva de acciones y derechos contemplados en el procedimicnto ejecutivo. 10.4.5. LA RENUNGIA La renuncia es un acto procesal en virtud del cual una 0 ambas partes del conflicto se obligan 2 no promover la actividad jurisdic- cional para resolverlo. En el caso de que Ia renuncia provenga de ambas partes esta- ‘mos frente a lo que se denomina el pactum de non petendo, que se define como un negocio juridico extraprocesal, ya que celebran- dose fuera del proceso, y, mas ain, cuando éste no ha sido todavia entablado, tiene contenido procesal, mediante el cual dos o mas sujetos se obligan a no promover la actividad jurisdiccional para la declaracién 9 la realizacién coactiva de algunas relaciones juri dicas, relativamente a una o mas controversias actuales y futuras; esto importa la renuncia preventiva al derecho de accidn frente al Estado, con relacién a una o més controversias, actuales o fatu- Asi es que la existencia del pactum de non petendo se invoca siempre, en via de excepcién, cuando en desprecio del pacto se inicia un proceso, y constituye una verdadera excepcién procesal ®* ROCCO: Teoria General del Proceso Gil, op. cit. pag 465, {LOS EQUIVALENTESJURISDIOCIONALES a que tiene Ia eficacia de precluir la posibilidad de obtener la pres- tacién de la actividad jurisdiecional. La renuncia también puede ser unilateral, en tal caso s6lo el renunciante se verd impedido de abrir um proceso para la solu- Gién de su conflicto, ya que manifest6 vélidamente su voluntad de no hacerlo. La renuncia despliega su eficacia jurfdica desde el momento en que llega a conocimiento de los érganos jurisdiccionales, que la integran desde el punto de vista puramente formal del acto, Es fo que Rocco denomina Ja renuncia preventiva, tipico pac to de non petendo y que define como “la declaracién de volun tad, mediante la cual un sujeto privado se obliga frente a otro sujeto privado a no promover la actividad jurisdiccional para la declaracién de las relaciones juridicas concretas, relativamente tuna més controversias actuales 0 futuras, 9 para la realizacién de relaciones juridicas ciertas. Y puesto que el contenido de la prestacién consiste en un non facere, esto es, en no demandar la prestacién de Ia actividad juriediccional, ya que el rendimiento de Ja prestacién jurisdiccional misma est4 subordinado a una peti- cién del particular, la obligacién de no pedir importa el no ejerci cio del derecho de accién, y por lo tanto indirectamente la renuncia del mismo”. La renuneia presenta las siguientes caracteristicas: 1) Es un acto procesal. Este puede ser unilateral o bilateral. Segiin ya quedé expresado en esta parte del capitulo, debe ser siempre pre y extrajudicial. 2) Es un equivalente jurisdiccional, porque en la esfera donde la renuncia produce sus efectos propios no puede posteriormente abrirse proceso. 8) La renuncia deberd asumir una forma procesal que permi- taacreditaria, 4) Sélo produce consccuencias cuando se trata de derechos disponibles. 5 ROCCO: Teoria General del Proceso Cit, op. cit, pag. 471

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