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Ignacio Martin-Baré ACCION E IDEOLOGIA Psicologia Social desde Centroamérica UCA Editores OPUAAEION 4 0000 00131473 3 CAPITULO PRIMERO ENTRE EL IN DUO Y LA SOCIEDAD 1. {QUE ESTUDIA LA PSICOLOGIA SOCIAL? ‘A juzgar por el nimero de ediciones masivas lanzadas al mercado en estos titimos alles, Ids obras de psicologia han gozado de gran populari- dad y acept io apareritemente esclarecedor para uso cotidiano y una las tendencias més individualistas de las personas como. ficado ayer de idealista se- 9 las aspiraciones insolidariamente de quien no quiere renunciar a sus privi lor paraguas d les mas qu leamientos se repi presentado por la may. dos Unidos, sobre todo el con sus problemas de identidad sexual y su capacidad para entrar quicra donde se han recortado las aris- {as hirientes y se han eliminadolos contextos de significacion comprome- tedora. Lo grave de este nuestros paises y la realidad tal Psicologia ue produce la impresion de completar un universo de senti- incluso experimentar una confianza puestos le Hlevan las mas de las veces a aplicar prismas asépticos, que im- ponen camisas de fuerza y barbarismos presuntuosos a los hechos, perso- nas y procesos de la realidad social. El mundo de estos textos de Psicologia social ¢s un mundo percibido, ¢s decir, donde la realidad coti- diana parece depender mas de los propios esquemas perceptivos que de los procesos objetivos de produccién y reproduccién social; las personas se guian por pequenos iridicadores estimulantes que observan en el am- biente o en las demas personas, y no por las necesidades fundamentales de lograr un trabajo, una tortilla y un techo en una sociedad opresiva € inhéspita; los grupos parecen elaborar sus normas de convivencia a fin de que cada cual encuentre su funcién social en un universo armonioso, en lugar de soportar los embates de una estructura social discriminadora nes y aplica represiones desde las exigencias insaciables la.el poder. psicologia social, uuniversitarios 0 “dinamicos” empresarios capitalistas. Por desgracia, para muchos ésta es la psicologia social. En nuestra opinion, ni es ta dinica ni es la mejor —al menos, para nosotros— ni en modo aiguno el quehacer del psic6lo- 0 social tiene que asumir sus lineamicntos. El problema central de la psicologia social en uso no esté tanto en al- ‘gunos de sus hallazgos o en algunas de sus proposiciones especificas, cuanto en el enfoque global que adopta sobre el objeto de su estudi Dicho de otra manera, el problema se cifra mas en sus presupuesto: mas de las veces implicitos, que en sus logros finales, cuya valoracion objetiva s6lo puede realizarse desde una perspectiva historica y no ap! 2 cando los mismos esquemas que los generan. Examinemos est cidn de una forma concreta. La mayoria de los autores de textos de social apenas dedi- ca uno 0 dos parrafos a definir la psicolog y prefiere precisar su objeto enumerando los temas que de hecho se han estudiai examinar en su obra (ver, por ejemplo, la interesante discu: Brown, 1972, pags. 1-5). Esta postura recuerda la respuesta de Binet pregunta de qué era contemporaneo habia dado definiciones més erudi se cuenta que preferia definir la inteligenci test”. El problema de estas defi Jo conocido y confunden rma. €s definida por aquellos que han dispuesto del pod: para determinar los problemas que debian ser estudiados y las formas co- mo debian resolverse. En ien sabido que los proble- tratados por de psicologia social son fundamen- los problemas que los centros de poder de la sociedad norteame- ricana han planteado a sus académicos, y las respuestas que los psicdlo. 1203 sociales norteamericanos han proporcionado a estos problemas para afirmarse al interior del mundo Danziger, 1979). Estas respuestas, claro esta, son logicas ene de este sistema s« ira productora de conocit tan determinados earlas. El proble- Sin embargo, el alcance y sentido de las preguntas por los intereses de la clase que ma no hay que buscarlo tanto en respues! en el sentido de la pregunta; no hay que (0 si la solucion es ¥ da al interior del esquema, cuanto si el esquema es historicamente acep- table. El caso de la llamada ica de grupo’ varios lugares de esta obra, es paradigmatico (ver Deleu! todo pags. 104-123). El mismo nombre traduce el habla de grupo se esta entendicndo quefio (microgrupo), no @ los grupos veremos en 1972, sobre lerzas y procesos que se lucen al interior del grupo, e de sus miembros, como si el grupo pequefio fuera una entidad cerrada ¢ independiente del mun- do. No es que vestigadores de la 10s de los procesos d ‘amica de grupos" carezcan de validez, al menos lestos para el trabajo en grupos pe- ‘quefios no produzcan los efectos buscados, Como os logros la Vez que se penetra en la logica de sus (0s. El problema se cifra en el enfoque que pretende tual de estos grupos, var al grupo a que tes a quienes tienen el poder social (ver Le- interior del grupo tensiones 0 conflictos cu- I(ver Moreno, 1962) nse iban a dedicar en su integridad ino de los pai La experiencia me dice —seflalaba— que '4 mas atento a no herir w ofender a los los problemas reales dk 0s impuestos desde los centros de pot ciertamente nuestro punto de par es vivida por la mayoria de la poblacion centroamericana y, més par larmente, salvadorefia, No pretendemos tampoco:ser imparciales en la y enfoque de los temas, con esa pretendida aseps iercia, sin examinar los criterios que, consciente 0 fe, estén determinando la elecci6n. Elegimos precisamente aquellas situaciones, procesos y fenomenos que nos parecen refle} social. ,Cual es la éptica part aspecto de esa realidad social icologia social? ;O la psicologia social estudia los mismos fendmenos s ciencias, pero desde una perspectiva propia? Examinemos esta 4 partir de tres situaciones coneretas, ial? ;Existe algun de estudio para la logré escapar de la ci salvajismo ¢ i manos (ver Recuadro 1; ver, jumanidad a que puede llegar la relacion entre seres también, Carpio, 1979). atencion margit fa desde la perspectiva del c itico. zQue sis- imbien puede estudiar la tortura y, en general, las formas de represién social como aspectos del conflicto de clases en una sociedad internas a que puede |» Por otra par- estudiar la tortura como una for- :0 que pueda aparecer este calificat enel presente caso) y, por tanto, como un proceso que no puede ex; se simplemente a partir de la realidad de los individuos que en él p pan. ,Cémo puede mentalmente una persona llegar a convertirse en tor- turador? {Cual es el i reaccionan las personas nentes produce en los grupos soci cio, seguridad, sei vienda popular en ma de la migrator econémicos y laborales vinculados con ella. También estudiaria las formas de organi ¥y comunitaria que se pro- ducen en estas circunstancias,las clases sociales involucradas, la emer- gencia de economias marginales, y los procesos de delincuencia y anomia que aparecen vinculados a esta forma de vida. RECUADRO 1 TORTURA “Cuando ingresamos en el citado cuerpo de seguridad de in- mediato me arrancaron a tirones la ropa hasta quedar desnudo y siempre vendado y esposado fui sometido a un interrogatorio... Ta- errogatorios duraban desde dos horas y media hasta seis horas seguidas, sintiendo el calor de presumiblement reflectores y temblores ‘Cuando me veian des! sangrentado y entumeci tirar como si fuera un fardo a I la cual las cucarachas, los mosq) ralas y gran cantidad de otros insectos pululaban entre los excrementos y ines, ya que la celda carecia de algiin orificio en el suelo para que ir... Cuando llegaban a buscarme para otro ertogatorie 9a podia moverme de debilidad por el hambre y la me en la que habian unas cucarachas, pero et me devoraba, que como pude, tomé e1 ‘ese bote y bebi avidamente su contenido, inclusive la cucaracha, cu- ya existencia dentro del agua comprobé hasta que la tuve en la bo- ca; ese hecho me produjo un vmito inmediato, expulsando de nuevo el agua sucia que acababa de ingerir, indo peor que antes. Asi era la rutina durante los primeros veintiséis dias’ (Testimonio del re0 politico Reynaldo Cruz Menj 3460, 850-858), por muchos fa mas pat én humana, miembros dan sentido a los conflictos y a la estructuracion de las rela- ciones y comportamientos. 1 s trabajadores de una ron a un buen nime- sin mayor jentras el gerente de la de acceder a las demandas de los huelguistas y ocu- dos. Los dias empezaron a pa- izara su postura. Tras un mes de 1s antes de que fuerzas de seguridad recupera- ica, los obreros la abandonaron y —no se sabe yente— la Fabrica fue incendiada, quedando total- {ve pueden allerar un ordena se interesa, sobre todo, por produce en el desarrollo del proceso confi Jas que no existen claras prescripciones, ic cision? Como y por que Ilegaron los trabajador de declararse en huelga, sino de extremar su postura mediante la ocupa- cidn de la fabrica? {Cémo y por qué la dirigencia de la fabrica decidié adoptar una postura totalmente intransigente, y, a pesar peligtos, la mantuvo hasta el final? ;Cémo intervinieron las personalidades y factores en juego en el proceso de adoptar esas siones que condujeron a consecuencias tan desastrosas? {Hubo algiin ti- n las decisiones de trabajadores y propietarios? {Qué jerazgo y como fue ejercido? Un examen de los tres casos presentados —tortura a un prisionero, la vida diaria en un mesén urbano, y el desarrollo y resolucién de una huelga— y el tipo de preguntas que ia psicologia social se formula, nos 10 se llega a adoptar una de- a la decision no solo RECUADRO 2 LA VIDA EN EL MESON ‘Angela se encarga de atender las necesidades familiares. A las seis de la mafiana se levanta y va ala tienda a comprar las cosas pa- ra el desayuno, Cuando se va Carlos (su esposo), lava en el patio y atiende al desayuno del nifio. Después, desayuna clla, arregla la pieza y se queda alli, leyendo el periddi po. Hacia las on a salir a la tienda, a comprar las cosas pa- ra el almuerzo. Después, descansa en la pieza, leyendo el peri inar por el pa- © dormitando. Hacia las tres, sale con tio. A veces le compra una paleta donde la Ni tardes se quedan en la pieza de ella, viendo television. al parque con el nifio; pero desde que oi como la Ana Mat {que la sefiora de José Luis habia salido toda una mafiana para irse a 1un hospedaje con otro hombre, ya no me gusta salir. Unicamente salgo los domingos con Carlos’ Angela es bien consider cinos, trata de eludi el conversar frecuentemente con otras mujeres para evitar Ia acusacién de “‘chambrosa”” (murmuradora). (Herrera Morin, A. y Martin-Bar6, 1. Ley y orden en la vida del meson. ECA, 1978, 360, 803-828) Social no es lo ‘mano es obviamente de naturaleza s amplia que con perfecto derecho se aplica tam! manos (personas sociales). La constante de la inados, es decir, lo espe /iduos 0 grupos en cuanto viduos o grupos. En la medida que una ‘ion no es algo que se puede 9 licar adecuadamente a partir del sujeto mismo, sino que, explicita 0 cial y cae bajo la consideracién de la psicol Las personas no somos seres arrojados al vaci re de una historia, nos movemos en una situacion Kes vinculaciones si medida la accién es so- que formamos rcunstancii : fa en una historia, ligada a una referida al ser y actuar de unos y otros. La pregunta central ces hallar en qué medida una determinada accion ha sido configurada influjo de otros sujetos, de qué manera su sentido total le viene ser y hacer de los demas. Tene- nal objeto de estudio de la psicologia 11 grupal, en cuanto referida a sobre la psicologia social - ciales consideran que su es unt intento por comprender y expli- car la manera en que los pensamientos, sentimientos y comportamientos de los individuos so cuanto dicho comportamiento requiere de las necesidades individuales y del grupo". jo a sus minimos elementos? Esta pregunta ha sido una de las primeras en formularse experimen- talmente. Ya en 1897 N. Triplett trataba de averiguar qué influjo tenia en ciertas competencias ci rcicios de ritmo la preser servadores. De alguna manera, todos hemos tenido la experiencia de sen- tirnos espoleados a correr mas o a desempeharnos mejor cuando sabe- ‘mos que alguien nos esta observando. Sin embar : bién habremos experimentado ci Se ecm sor). ;Como influyen los demas en nuest t0? LES la presencia de espectadores o compaferos un, positive o un obstéculo para el desempeflo de la actividad humana? En otras palabras, zhay alguna diferencia entre realizar una accion en solita- rio y realizarla ante otros? {La ejecucién de esa accion mejora, empeora oes igual? ‘Muchos autores han investigado estas cuestiones experimentalmen- {e, En 1920, Floyd Allport publicé los resultados de una serie de experi- mentos en los que comparaba los resultados entre realizar una serie de (a- reas en solitario o en companiia de otros. Las tareas examinadas eran re~ RECUADRO 3 UNA MANIFESTACION POPULAR Contra la voluntad de la extrema derecha y dé ‘girquico de la Fuerza Armada, a pesar de la supresion te piblico, a pesar de los retenes.en las ciudades del pais, a pesar de las amenazas,-los rumores, a pesar de la agresion abierta a comunidades rurales para impedir su asistencia, se yen las voces de los organizadores, la cabeza de manifestantes da los jo! Hacia el oriente, sobre la-calle Rubén Dario, de si ies y_observadores se agolpan para ver pasar y saludar a las organizaciones. El espect- culo es eponéyico. Una verdadera verbena popular, con colores, proclamas y canciones. ;Pueblo que lucha, triun! a El pueblo unido jamas sera vencidi El primero en avanzar es el partido UDN que, movi ,000 personas, pasa entre banderas ro} van mantas con inscripciones alusivas a la Unidad, con sobre el cese de la represién y la libertad para los reos politicos. Enormes carteles, sobre armazones de madera y rodos, avanzan lu ciendo proclamas de solidaridad. Entre los grupos que desfilan ba~ jo las banderas del UDN van el Partido Comunista Salvadoreito, la Juventud Comunista, la Asociacion de Estudiantes Salvadorefios, el Frente de Acci6n Universitaria y una delegacion de la Confedera~ cién Unitaria de Trabajadores Salvadorenos. ;Pueblo: Gnete! ;Pueblo: iinete! ;Pueblo: tinete! (Francisco Andrts Escobar. En a inea de la muerte (La manifestacion del 22 de ene to de 1980). BCA, 1980, 375-6, 21-35). jvamente sencillas, como asociar palabras, realizar ciertas operaciones, iimeticas, o tratar de distinguir entre pesos y olores. Aliport hallo que, Ja fuerza del hdbito y la pulsion: én general, la presencia de otras personas influia positivamente en las ta- E = £(DxH) E = Potencial de reaccién (energia) reas, con la excepcion de la solucion de problemas y ciertos juicios. Por a Pulon (ive i por sehal6 qu la presencia de los otros constitula un el ea ¥ calific6 este influjo como una “facilita- Re Aree Ciertamente, estos resultados parecian conformarse al mo- Lehipiaoy et patel teri ap edad ‘propuesto por Watson para la psicologia segiin el cual \denamiento de En’ 1928, L. E. Travis repiti6 algunos de fos experimentos de All- port, pero con sujetos tartamudos. Los resultados obtenidos fueron ya que la presencia de otros le leva a ant 3 a ipar las eve- ort, es decir, las personas lograban un rendimien- tuales consecuencias negativas que su conducta le puede acarrear. En este En general, una de las caract la presencia de otros se convierte en una seflal desencadenante de incremento pulsio: izeados. De alii que si la pablico. Tratanido de encontrar un ‘que pudiera dar cuenta de unos 171, pig. 80) propuso en 1965 ‘espuestas bien apren- dos negativos. ; S respuestas”; en ott Estos autores confirman en lo fundamental la solucién de Zaj icion y obstaculiza mantienen los supuestos del modelo de Hi ‘la presencia de esp. , Segin Zajone, as personas €s Un inte, que excit quiere, mas humano. Lo que se pone en cuestién és que la presen: incrementara la emisién de la respuesta dominante a la situacion en otras personas tenga un efecto de orden mecénico 0 automatico sobre el {Que se encuentra. Por tanto, sila respuesta dominante del sujeto es la res- comportamiento de un individuo. De hecho, dos aspectos parecen me- puesta correcta (como sucede en tareas bien aprendidas), obviamente diar el efecto de la presencia de otros: la conciencia de esa presencia, y su mmejorard la ejecucion; pero si la respuesta dominante es una erronea (co- Ly mo sucede cuando aiin no se ha aprendido a ¢jecutar un ejercicio 0 a de- sempefiar una tarca), la mayor excitacion incrementara la emi puestas erroneas. ‘La solucion de Zajone al problema de la facilitacion social se cen el modelo sobre aprendizaje de Hull (1943), segiin el cual el potene 2 B Dicho de otra manera, el influjo de la presencia de los otros pasa por el ‘0 del propio individuo, que cae en la cuenta de esa presencia. Por lado, la conciencia siempre es una conciencia de algo; los otros pre- valora positiva 0 ne- 5 consecuencias buenas o malas ‘otras personas pondra nerviso le estimulara o le sera indiferente, le de una ‘mera presenci que no existe en la realidad. En la vida, do, por minimo que sea, y ese ser Sin embargo, Zajonc ma Con todo, la postura de Zajone sigue siendo insatisfactoria, no por- {que se niegue el influjo activador sobre el sujeto de la presencia de otros, sino porque ese influjo se produce necesariamente en un contexto mas Et taguema de Zajone despoje sl proceso de seaciéa 6 infty 0 en el caso de una me- pasiva en la que no hay lujo que se produce es pre- ignificado que unos sujetos tienen para otro. Mas atin, si se acepta que la mera presencia es una abs- traccion que nunca tiene ‘gar en la realidad, es porque se reconoce tam- bién que la activacion mutua de las personas se produce a través de la conciencia que las unas tengan de las otras, es decir, de las significaciones ue las vinculan siempre sobre presencia pasiva de | sible de su propio comportar este esfuerzo por lograr una evaluacién Optima ser tanto mayor cuanto fs importante o significativa socialmente considere el sujeto que es su (CSUCIEPAD ) (SRODERNA® } GZOOCIEDAD ) 3} MODERNA ? S| quizé el dominio no sea ni siquiera la principal variable en juego. A un .cion el tipo de tarea que se esta reali- presentes (el actor y los ob- ‘estoy representando una obi itando de resolver un complicado problema de umente, todas estas tarcas suponen un aprendizaje de una manera mucho mas importante, estas tareas fieacion social, aparte de que su producto tiene efectos jsmo y en la sociedad en la que vivo. Toda tarea, 1s como social y que est conexién externa entre un minada sociedad 0 grupo social en un determinado momento historico y para una determinada persona, Solo en segundo lugar interesa pregun- {arse como, a través de qué procesos y mecanismos concretos, este influ- 1¢ lugar. Cuatro elementos son ese un sujeto, los otros, una terpersonal, la relacion del quehacer de una pe ¢s algo genérico o abstracto en la conduct afadido a la accion ya constituida. Se tra y algo constituyente, Concreto, ya que es a grupo en tal o cual intrinseco al acto —su significacién jeto trata de actuar. Una accion humana no es una la puesta en ejecucion de un ‘un subversivo, o darle una ‘mi superioridad’a esta alimafia socialista. estudia pues al comportamiento humano en la medida en que es sis fcacion y valora- cion vincula a la persona con una sociedad concreta. Se trata de en- contrar las referencias concretas entre cada accién y cada sociedad. En icologi cia bisagra, cuyo obj ‘mostrar la conexin entre dos estructuras: la estructura personal (la per- sonalidad humana y su consiguiente quchacer concreto) y la estructura (cada sociedad 0 grupo social especifico). En otros términos, la ppretende examinar la doble realidad de la persona en y concrecion de una sociedad, y de la sociedad en cuan- to totalidad de personas y sus relaciones. La psicologia social examina ‘ese momento en que lo social se convierte en personal y lo personal en so- 16 cial, ya sea que ese momento tenga cardcter individual o grupal, es decir, que la accion corresponda a un individuo o a todo un grupo. Ala luz de este andlisis, podemos proponer una definicion mas sig~ I como el estudio cientifico de la accion en nificativa dela cuanto ideoldgi idea de influjo 0 relacio pero estamos afirmando también que la a dad y subjetividad, de conocimiento y de valoracién, no necesariamente consciente, es decir, que la accion esta signada por unos contenidos valo- rados y referidos historicamente a una estructura Puede sorprender esta definicién, ya que el término ideologia es us: do de muy diferentes maneras para expresar realidades a veces muy di mnerales, hay dos concepciones fundame! ‘que cumple uni fembros de esa sociedad. La concepciOn marxsta (que ices en Maquiavelo y Hegel) entiende la ideologia como una falsa conciencia en la que se presenta una imagen que no corresponde a la ad, a la que encubre y justifica a partir de los imtereses de la clase social dominante. Estas dos concepciones parten de presupuestos diferentes acerca de la sociedad y del ser humano. La vision funcionalista supone que la so- rio, regido por un esquema i de valores y normas, en el que el sujeto actita principalmente como in La vision marxista encuentra que la sociedad se cor ‘entre grupos con intereses contrapuestos yactia a través de los inc ideologia. Se trata de una . comprendida en )» pasa por la ideologia, mas a . pag. 193). Lo interesante de este enfoque es que, asi concebida, la ideotogi jo a la accion (individual o grupal). La i nto esencial de la accion humana ya que la accioni se constitu- ye por referencia a una realidad significada y ese significado esta dad por unos intereses sociales determinados. La ideologia puede ser asi desde la totalidad de los intereses sociales que la generan, pero también en cuanto dota de s a la act cuanto esquemas cognoscitivos y valor tos esquemas son personales y es el indi explicacidn adecuada no se encuentra en de la que es miembro y en los grupos en Esto parece absurdo y mi: iduo actéa en el medio de la ideologia, pero otra manera, la persona no se reduce @ la 0 puede trascender mediante una toma de con- una clase social y a ses gruupales respecto de irse a le huelga, trans- fo 0 torturar a una persona, ia cumple una serie de funciones: ofte- dad, sumigistrar esquemas practicos de | stente, legitimar ese orden como vali- | _pectiva del dominado —es dei dar categoria de natural a lo que es simplemente | Cambio social (ver Moscovi uso el temario de la psi responde parcialmente al enfoque que cer accion humana en cuat fn gran parte, la dispersion que hoy se da en 1a psicologi de un marco conceptual adecuado que per ‘mitir un rumor acerca de un Se ha afirmado que la ‘cer una interpretacion de la la pers. 1972), ducir el sistema social establecido, Jo que hay de psicoldgico en todas gico en estas fun- leva al desarrollo de | ales se convierten poner que la psi ‘en formas concretas de vivir, pensar y sentir de las personas, es decir, ofrece un marco objetividad social se convierte en sut lual y, al actuarla, la ¢jal_ una profun ido, un temario conser- la ideologia las fuerzas \dor que ademas, exige a la psi jn historiea y conceptual mucho mayor que Ia (a) Ante todo, el tema de la percepcidn mecanismos me los cuales se capta e interpreta la real cialmente las relaciones interpersonales y los procesos de car: Rara vez la psicologia social profun causas hay que buscarlas @ nivel s percibir es configurar de alguna ma 18 w Igo, y este produc- ma de decisiones en un un mesén entendemos la im- de un esquema de estimulos y respuestas al . Los influjos sociales no son estimula: wos de acuerdo a la juego. Si la presencia real o imaginaria de otros excita o inhi del sujeto es porque de los demas proviene y se espera una val adecuado ni completo , el determinismo select s mecanismos parciales de ial. Asi, un problema como cado a procesos concretos com terior de un mesén, adqu ubica en el contexto de sempleo, el problema de la , el problema de la repro- duccién social de la fuerza laboral, el problema de la organizacion social, el problema de los conflictos y luchas de clase (ver Cuadro 1), el problema del de- 20 CUADRO I COMPARACION DE DEFINICIONES DE PSICOLOGIA SOCIAL Objeto de Especificidad psicosocial ( La conducta Respuesta nV: Es seguida por refuerzos agrupados en clases mec del poder supone que puede exi aparentemente con vineulo geal es ocultado por el vinculo aparente. ? ‘Culmina en un producto 2. PERSPECTIVAS Y MODELOS. 2. 1. Orientaciones en psicologia soci Precisamente porque la psicologia social es una ciencia bisagra, a lo entre lo que compete a la sociedad com iduo en cuanto persona, corre siempre s, tamente, muchos temas que ho ulos obligados de la sociologia son claros estudios de psi fe som tratados desde la per tender a ser psicologia en ‘a tomar al individuo como nos como titulo genérico el de psicologia social no presupone de arte nuestra una opcién por la perspectiva mas psicologica. Lo usamos to de hecho como nombre comin en nicias sociales sca cual sea la perspectiva adoptada (ve Rosenberg y La vida coti uede ser examinada desde ambas ia probablemente del pres gulados por psicologia social examinaria el comportamiento de los individuos a ide sus necesidades, su percepcion y su conciencia de la situaci ‘de examinar los aspectos mas importantes de la i como los habitos personales reforzados 0 castigados vas son aceptables como y hasta enriquecedor el fas diversas, aun cuando jades de comprension no sean las mismas en cada caso. Bl problema surge cuando la perspectiva pierde su caracter de relatividad y se absolu- tiza, Es el peligro del reduccionismo, psicol6gico 0 socioldgico. D: los psicologos sociales suelen incurrir més frecuentemente en el reduc cionismo psicoldgico 0 psicologismo que en el sociologismo. Podriamos brevemente definir el psicologismo como aquella ‘comprensién de los fendmenos y procesos sociales que los reduce y exp! ca como la simple adicin de procesos puramente psicologicos. Al igui que otros “‘ismos” el psicologismo se expresa por el empleo de la fori “sno es mas que”? con la que se transforma una categor Ia social) en otra (aqui, de orden psicoldgico). Un ejemplo duccionismo psicologista se encuentra cn Peter Homans (1967) q afirma que cualquier proceso histérico y social puede ser explicado con las categorias y principios enunciados en el conductismo operante de Skinner. 1 psicologismo es una de las tendencias culturales mas acentuadas actualmente en los paises capitalistas y sus zonas de influencia (ver Lasch, 1978). Ricardo Zaniga (1976) sefala tres graves errores psicolo- gistas en Jos que suelen incurrir los psic6logos sociales al ui sis “‘centrado en las personas”: (a) La transformacion del objeto de estudio. Al redefinir un pro ma 0 proceso social con variables psicolbgicas se produce una alteracié esencial en el objeto de anilisis. No es lo mi que de cambio de actitudes, de ideol cidn que de imagenes del yo. (b) La abstraccion de los problemas sociales analizados respecto a los pracesos hist6ricos concretos que los producen. "Un analisis centra- icativo efecto de descontex uego de las fuerzas so ciales en un momento (Zaniga, 1976, pag. 36) (©) En tercer lugar, el andlisis centrado en la persona tiende a atri- buir la causalidad de los hechos a los individuos y sus caracteristicas, lo parti ia que de motivacion, de aliena: B que en el fondo es consec sociales se liberal-burguesa, ten asi en problemas dé tos estructurales de fondo. De este modo as recomendadas por este tipo de andlisis cientemente los factores personales y sut en el periodo del desarroll vuel se dicen dialécticos haya -ologismo 0, sobre todo, mutua negacion de pol el caso conereto de la ‘quiere decir que al ividuo es persona porque ce persona; pero la sociedad /iduos (negacion de la sociedad) due la plas- man y dan realidad. En la practica, el método dialéctico va que no podemos entender los procesos ide der como parte esencial a su estructura ciedad porque existen lidades, sociedad y person: tiempo hacerse y ser hecho (ver, también, Cas La psicologia social no puede abstraer s1 ¢ la historia social concreta la que da sentido a la activi “4 ideoldgica, no puede evitar (precisamente para ser ria referencia a un contexto y situacion coneretas. En buena part iste precisamente en la organizacion de ‘ricas de los distintos comportamientos sociales; bargo, las mas de las veces estas referencias son desfiguradas convirtién- dolas en simples “‘condiciones”” asépticas para que se produzca 0 no un Proceso o para que una forma de comportamiento social aboque a uno t otro resultado (ver Holland, 1978). Examinemos estas tres perspectivas con un ejemplo concreto. ;Como analizarian el fendmeno de la t sista, una psicologista y una di los aportes de cientos autores, intentemos aplicar a este caso tudios bien conocidos. 7YO HACER DE POLICIA SI, ‘PERO DE BANDIDO NO/ ZESOSI QUE NO’ 7ADEMAS QUE GNALVILER DARK LAS TORTURAS ¥ TODO! Desde una perspectiva de corte sociologista, podria de la tortura una vision puramente sistémica: es la estructura de una determinada organizacion penal y la adopcién de unos roles ya prefigu- rados lo que hace posible que una persona pueda atormentar fisicamente studio de Philip Zimbardo (1973) sobre la fuerza con- ser extrapolado a la condicion de jertamente, la forma en que un sujeto desempefie su papel rcelero 0, para el caso, de torturador, puede depender en gran medi- da de las ideas que en un determinado grupo hay sobre lo que es ser car- celero o torturador (Banuazizi y Movahedi, 1975). Pero que el papel imada tiene una gran principios éticos personales, ctc.), asi como la conci ‘go plazo en cosas fundamentales, y no simplemente una si- razones de su comportamien- to como tal. En otras palabras, no seria el rol el que crearia al sujeto y su comportamiento, sino que seria el sujeto el que de una u otra manera terminaria ocupando aquel rol que se adaptara a sus necesidades profun- ticas de su personalidad. Esta ha sido la vision de al- - que han explicado la accién del torturador como un \jetos profundamente sadicos, y de sistemas so- ‘estructuras" como respuesta estas necesidades sin ver que el contenido doa determinadas fuerzas sociales, so de los estudios sobre la * del torturador de devaluar a su de su conciencia ‘Un enfoque Fa como un proceso. tura sociopoliti jor de una determinada estruc- Igram (1980) seria parcialmente 26 aplicable, en Ia medida en que se enfatizara mas el papel de la persona su conciencia ética y politica, asi como las caracteristicas especificas de la situacion que desencadena la tortura —no las carac- 0s podrian ofrecer yente el fendmeno de los analisis fueran elaborados valor ni a las conclusiones a s observaciones en que busca- menos a las preguntas que originaban su reflexion, No deja de sorprender penosamente el que, tras haber despre- ciado una larga y rica tradicion de filosofia psicol6y sunos psicdlo- 180s (sociales y generales) lleguen con dificultad a conclusiones mucho mejor formuladas en tiempos pasados por la filosofia (ver Chi gan modo justi y tras rechazar filosofia casera rio, tafisica”” tebrica, se nos ofrecen pobres recetas de jo la apariencia de sofisticados productos de laborato- ‘Aunque no ¢s éste el lugar para recuperar explicitamente la tradicin filos6fica de psicologia social (ver Lana, 1969), es necesario mencionar al ‘menos algunos autores cuyos planteamientos siguen vivos de una forma u otra en la reflexion contemporanea sobre la accion social de los seres humanos. Una de las tradiciones de pensamiento mas rico sobre la rela- cién entre hombres y sociedad comienza con los clasicos griegos. Socra- accién de las luo separado de que una persona jue esa persona hace. Nadie puede resistir ite. O el hombre conquista al mundo 0 el iewood, 1956, pag, 40) es s6lo explica parcialment las fuerzas de su. medio ai mundo le conquista a Platon desarrolla est tura de su Repiiblica (que no es concebida como la forma absoluta de un estado ideal, sino como la mejor forma de estado en un periodo de, social), asigna diferentes tipos de personas a diversas funciones en el tema social. El hombre necesita de la estructura social; pero qué clase de sociedad se egue a formar depende del tipo y caracter de los hombres que la rigen. De ahi que el problema nuclear de una educacion. El ser humano es perfectamente maleable, y es funcion de! sto que carece de la atadura interna, interpretada istema de normas de la sociedad en cuyo seno vive” social del ser humano, Ni mana es mucho mas fija y qi vos y las mismas pasiones, iImente el ansia de poder y el ansia de seguridad. Como todos t isfacer sus deseos, las leyes no bas- tan para regular la convivencia social y los jefes politicos tienen que acu- dir a la fuerza y ala violencia. Aunque separados por muchos siglos, es interesante subrayar que tanto Platén como Maquiavelo enfrentan mo- mentos de grave crisis politica en sus respectivas sociedades. Sin embar- 0, proponen soluciones muy diversas a la pregunta de como integrar al individuo en la sociedad. Mientras Platon piensa que el individuo puede Hegar a interiorizar la ley que lo vincula a los demas y asi ‘mente por conviccion personal, Maquiavelo piensa que, en ley comin por e! medio 0 la coaccién fis tarde a una conclusion parecida. Para Hobbes isocial por naturaleza y, como todos los hombres tienen las mismas apetencias, cada semejante ¢s un ri ‘bo para los demas (homo homini lupus), contra el que hay que luchar en guerra de todos contra todos (bellum omnium contra omnes). Por la nica forma de convivir sin destruir unos a otros es media pacto 0 contrato social que regule de alguna manei ca de las necesidades de todos. Este contrato soci ‘servado por una autoridad fuerte, sea el estado o un soberano absoluto: Leviatdn. Leviatén es asi el poder comin de la sociedad, surgido de 1a re- nuncia de cada individuo a sus tendencias de aniquilar a los demés miembros de la sociedad. Es interesante que, un siglo después, Juan Jacobo Rousseau postula también la necesidad de un contrato social, pero a partir de unas premi- sas diferentes. Para Rousseau, el hombre es fundamentalmente bueno (el mito de “buen salvaje"), pero la sociedad corrompe sus sentimientos bondadosos al tiempo que induce la emergencia de la raz6n y de la con- ciencia. A fin de hacer posible el que los hombres desarrollen en comin sus mejores potencialidades, hace falta establecer un contrato social, por 28 el que los individuos renuncian a actuar de una forma respetar los derechos de los demas. Mediante este cot hombres se vinculan a una sociedad concreta, en la que el do por las leyes de Ia voluntad general hace precisamente posi tad de cada persona Para Karl Marx (Marx y Engels, 1848/1969) la idea de un contrato social es una ficcion engafiosa que oculta la verdadera relacién de fuerzas existentes en una sociedad concreta. Lo que hay son grupos con intereses contrapuestos, una sociedad esc surgida por el con- 1puesta por la clase domi naliza sus intereses, ejecuta su control y reproduce su situa Los hombres son forjados por aquellas fuerzas que actiian sobre el punto en el que tan socialmente, principalmente el entor- no de su propia clase social. Los hombres llevan interiorizada esa norma social que responde a los intereses de la clase dominas ‘mo una estructura no consciente y guia el proceso de alienacion y deshu- manizacién de las personas. tores el individuo y sus necesidades determi- 1 ienderlo desde la Opti- duo, para otros qué sea el individuo s6lo se r ica de lo que es cada sociedad historiea. En va, la misma dualidad de perspectivas que encontramos en la psico social contemporanea ha dividido a los filésofos en su reflexion sobre relaciones entre individuo y socied: dicional y ta moderna psicologia social hay tar tantes. Cuatro hechos historicos son necesarios para comprender estas ferencias y el nacimiento de la psicologia social asi como de las ciencias sociales en su acepcion moderna: una mayor conciencia sobre las diferen- s humanos, una concepcién secularizada del ser hu- ‘mano, la re industrial y el desarrollo de una nueva metodologia __ Seria ingenuo pensar que s6lo el hombre moderno ha tomado con- ciencia de las diferencias existentes entre los diversos grupos humanos. shan viajado y emigrado de un lugar a otro y iad de lenguas, razas, costumbres y estos de torre de Babel expresa literaria y teold conciencia de esta diversidad de pueblos y los problemas que de pueden segui 29 Por supuesto que se trataba de una vision etnocéntrica, muy enraizada en +s de la conquista. Pero el hecho es que ésa era la 1s pueblos europeos. fencia recibe carta de ciudadania . Cuando Rousseau proyecta su imagen del “buen salvaje’ hombre no corrompido por la sociedad egoista, de alguna manera esta id . La biisqueda ro- 1po —mediados del siglo XIX— jeza a ser aceptada en 10s medi . queria decir que el }0 que era un animal 0. los influjos y tuales. Si las teorias evolu hombre no cra un ser absolut la mayoria de los principios del moderno funci ‘encuentran ya formulados en los eseri una antropologia teacéntrica, cristiana 0 no. Cierto, nite los se ‘humanos, pero era diferencias produ si, el hecho de la diversidad humana no planteaba una cues- providencia. Pero la sociedad moderna poco a poco abandond humanas tenian que ser respondidas en ibres. En parte la ‘ming en el enfoque posi probablemes adecuado para resolver fa, tendria que asumir la tarea ciencia, en un sentido posit 30 imiento de las ciencias sociales ismo. El proceso de industrializa- Un tercer factor crucial para el fue la revolucion industrial del ca ion conrhovié hasta sus raices todo el orden social occidental, juntando verdaderos rebanos de seres humanos en condiciones de gran misetia, ando poblaciones enteras, minando todo tipo de estructura co- iar, y alterando profundamente costumbres, tradiciones y de comportamiento (Castells, 1976). De hecho la revolucién in- produjo una nueva forma en la que los les nlameros al servicio de un sistema productivo in- explotacién humana y los cor por supuesto, siempre habian sido grandes) adquit ssiones exasperantes. La conmocion radical producida por la revolucion industrial surgi y separacin de los La maquina de vapor representa como la partera 's occidentales para enfrentar y para resolverlos también icacion de las ciencias a los problemas, sin nueva de problemas vicjos. Frente a mo razonai cia, sino que representaba un nuevo enfoque metodoligico en terna tarea de resolver los problemas humanos. Fue precisam: nueva metodologia la que hizo posible que los estudios soci quirieran aquella consistencia formal que los hacia candidatos al grado icos, al menos en la aceptacidn positivista en boga. Ciertamen- iales adquirieron unas herramientas de trabajo que les permitié enfrentar con alguna confianza (quizas un tanto ingenua) cues- tiones sociales tanto antiguas como nuevas. Las que hasta entonces habian sido ramas peculiares del gran Arbol de la filosofia, empezaron a actuar con una creciente independencia y a reclamar una autonomia que u 50s. Fuera lo que fuera de estas pretensiones y lo cuerio es que una nueva metodologia, requerida y promovida por los avances tecnologicos, permitié a los ‘iales formular importantes preguntas antropologicas a niveles del meramente filoséfico. : Posiblemente se podrian sefialar otros antecedentes histéricos de las ciencias sociales ademas de los cuatro aqui indicados. Sin embargo, estos cuatro hechos —la nu cepcin secularizada d nuevo enfoque metodol aparicion de la moderna ciencia s No es que estos cuatro hechos yyen los Factores crucial F supuesto, de la ps a finales del Psicologia soci Edmund A. Ross, son dos académicos norteamericanos que muestran ya fad de poner el énfasis en lo psicologico (Me- :n buena medida, el texto de McDougall texto de psicologia general més que de ne que todos los hombres nacen con intos y que es tarea de la psicologia como izando"” al individuo, 3 de ‘como va configurando las tendencias egoistas de la persona en tenden- izadas. Por su parte, Ross afirma que la psicologia social debe teracciOn entre los seres humanos, Iment 508 a través de los cuales unos seres influyen a los demas. par entre las influencias racionales y constructivas y los influjes y socialmente desintegradores. De ahi que Ross, con un prejuicio muy Comin a los socilogos de su tiempo, se muestre enemigo —al menos {ebrico— de la vida urbana, en la que los individuos se verian afectados por todo tipo de influjos masificadores ¢ irracionales. A fin de abarcar significativamente la evol cial contempordnea, podemos sintetizar su historia en tres periodos correspondientes a tres preguntas o perspectivas fundamentales: (1) ,qué i orden social estab se trata de tres periodos sucesivos, sino de t les que toman cuerpo en un momento y en unas determinadas, pero que permanecen junto a los otros co- ‘mo alternativa académica. 2 (1) Primer periodo. ___ El primer periodo corresponde a la pregunta pr ias sociales acerca de que es lo que nos mantiene unidos en una sociedad mas especificamen n determinado orden social. Como pregunt ara la moderna psicologia social, surge en Europa sis social desencadenada por el proceso de industrializacion capi Es una pregunta de tipo funcional que se plantea desde una perspectiva filos6fica y que exige ser respondida como parte de una visin antropold. ica global En general, la respuesta va a consistir en alguna variante sobre ma central de miembros de una misma sociedad partici es material sino espiritu: rencias e intereses in : Este tipo de respuesta se encuentra ya en Wilhelm Wundt, a quien la Psicologia experimental reconoce como fundador y a quien sus jetudes intelectuales Je llevaron a escribir una volui icologia de los pueblos”. Para Wund (1904/1926), la psicologia popular consiste en aquellos Productos mentales creados por una comunidad humana que no se pueden reducir a la concienci jgenia en las cien luos. Esta accion reciproca es historica y, por de los pueblos tiene una génesis que cn cada condiciones particulares. Serian estos productos de la interaccién colectiva los que van dando caracter a un pueblo y mantienen, @ sus miembros vinculados entre si La respuesta que da Emile Durkheim (198: lar: . La conciencia col iembros de una sociedad e irredi luos, ya que constituye un hecho s un fendmeno colectivo, sino que trasciende a los in pone desde fuera como una fuerza coat En tanto Durkheim se esfuerza por dejar en claro el caracter social de la conciencia colectiva, Max Weber su naturaleza psicologica. Para Weber, social actitan en los in« tereses en valores y objetivos do es el de la ética protestante, . Segin Freud (1921/1972), lo que mar miembros de una misma sociedad o grupo son los lazos afé vos que los a n mismo dirigente o lider en un proceso de identificacion co- la medida en que el objeto de la identificacion de todos los. 5 uno mismo, hay entre ellos una comunidad de lazos afectivos jportancia que el psicoanalisis con- cede a la cabeza politica como punto esencial en el que reposa la solidez de las estructuras sociales, conjunto, esa linea de pensamiento psicosocial presupone el dato de la sociedad como un todo comin y unitario, al que la evolucin iad que postulan una “personalidad de 1959), un “earacter social acién de la psicologia y, en general, de las icias sociales, cuyos centros rectores pasan de Europa a Estados Us de la sociedad como un todo homogéneo, este segundo periodo da un paso mas y asume la incuestionabilidad del orden social bajo el que el todo social se encuentra. La pregunta funcional primera de qué es lo que mantiene unidos a los miembros de una sociedad se transforma en una pregunta sobre qué hay que hacer para que cualquier individuo 0 grupo se integre armoniosamente en el orden social dado. No se t Por tanto, de examinar qué funcién pueda cumplir determinado indi duo o determinado grupo al interior de una sociedad dada; se trata de ver cuales son las necesidades del orden social establecido, cuailes los req) tos para su supervivencia, a fin de ayudar a los individuos y grupos a tisfacer esas necesidades y requistos adaptindose a ls formas exstentes le vida, Sin duda alguna, esta reorienta ponde muy estrechamente a su ameri de la psicologia social corres- izacion. El que los dos primeros fueran elaborados por acadé- ice de que tomar su M cons tuye casi en su totalidad un produc- to tipicamente nortes ‘A comienzos del como psicologia social cons ricano. \s Bstados Unidos enfrentaban dos grandes exigencias del smo industrial y las presiones que esas exigencias imponian a la vida y comunitaria. Laavalancha de grupos con lenguas, diciones y formas teaba problemas inmensos a ta conviven lo de lograr un esquema comin lo suficiente- nas muy diferentes, pero lo suficientemente unitario como para que la di sion no impidiera el progreso social. A los sar que su sociedad fue y sigue siendo una ‘‘mezcladora’” (melting po aunque hoy ya no estén tan seguros de que ése fuera el ideal y de que en el proceso no hayan perdido una gran riqueza de tra sy diversidades culturales, El hecho es que, en el momento de la avalancha inmigratoria, la exigencia inmediata cra la de integrar a los recién llegados al orden y tema establecidos, la de adaptarlos a la cult tes, es decir, el aculturamiento primero, la s iegradora del indivi sma de la integracion de grupos nuevos a la sociedad 1s Estados Unidos se encontraban también con el icin cial. Si los origenes de la indu: yeron a la aparicin de las ciencias sociales, en Estados Unidos el acelera- miento y volumen de este proceso planted problemas muy ct Jos individuos como a las comunidades de vida que obligé a las ciencias 3s prontas y practicas. La basqueda ‘en el que lo eliminado es precisamente lo social en cuanto tal, mientras que la busqueda de respuestas pragmatics a los problemas de podia contribuir eficazmente la psi individuos mas adecuados para (én) como ayudando a los individuos a adaptarse a las exi- jones de esas tareas (procesos de formacion, mediacion norante de sus propios presupt 4 humanos y, por consis de conflictos, “relaciones humanas"). brocesos , Bor consigi Estas necesidades sociales de los Estados Unidos determi universal elementos © procesos esencialmente el pai yeccion de psicologia social que Skinner plasma en su “Walden dos” harika pee 976), donde describe lo que, segiin los presupuestos conductistas, seria tuna sociedad ut6pica, refleja caricaturescamente el mecanismo y la ideo- s a los problemas concretos planteados por la estructura lopizacion que impregna la mayor pate del trabajo prcosoc | dominante. La teoria es en buena parte relegada al ambito de la ica, que pasa a ser un término despectivo en el gremio de los psi- Ls Seganeia: Guerca Mis ‘producto prototipico de esta concepcion pragmatica en psicologia (aunque todavia no especificamente en psicologia soc ye la obra de John logia y metafisico y adoptar con ri cas, Ahora bien, esta reduecion metodol6gica trae de la psicologia, de ° ese modo limitada a estudiar la “'conducta”, entendida todas: 9.6! estado Ge fs Berean mente como las respuestas 0 movimientos externamente observables de tun organismo, Watson no niega la existencia de la su iad y de la in- terioridad de las personas, las intenciones buscadas o el sentido pues smo algo indivi- ‘ vinculado a las necesidades y exi 2 Watson | cone de aparecen particularmente significat pales, sobre todo en grupos pequetios y a 1e5 del individuo con los al interior de los pe- 0 nacion y cambio de ati ; ‘en cuanto reflejo y motor, al mismo tiempo, del caracter de una sociedad. i f El estudio de los grupos era part teamericanos precisamente por su grupos étnicos en una sola y misma sociedad. La guerra planteaba problemas muy particulares sobre Jindviduos en a unidades militares y las consecuer Jos actos; pero opta por ignorar todos estos aspectos dual que son y, por tanto, inétil para la ci Floyd Al 1924) Se encarga de t ‘enfoque conductista propugnado consideran el padre de la moderna psi tea con toda claridad que su trabajo eficiencia se la habian formulado repeti- de modo que habia una convergencia de primeros grupos. ‘a, J.L. Moreno (1962) ya ponia et io hay psicologia de los grupos que no sea una psicologia individu: -esenc ent una psicologi de los individuos”’ (1924, pag. 4) y, por consiguiemte, ‘la conciencia y la conducta, colee vo escondidas bajo la aparente unidad de un grupo social; por su lado, simplemente la suma de los estados y reacciones de | iduos" (PAs. Muzafer Sherif (1936) mostraba experimentalmente el origew de aquel * ” mismas normas sociales que, como Durkheim habia indicad duo esperimenta posteriormente como externas y ol 4 Estados Unidos, Kurt Lewi al estudio de los grupos, fuerzas que configuran lar a como los fisicos habian dirigido la atencién hacia las que confi- guran la estructura y cardcter de la materia (ver Lippit, 1969; Deutsch y Krauss, 1970). Desde 1945, Lewin dirigio un programa de investigacion sobre la dindmica de los grupos pequeiios que tuvo una gran importancia te6rica y empirica. Lewin no solo desarroll6 un rico arsenal de concep- tos, principios y datos empiricos, sino que supo generar un notable entu- siasmo entre sus discipulos quienes han continuado su trabajo y prolon- gado su vision hasta este seagts = em tenciOn de los it ior del ejército, su jones y frustraciones. De estas inves- Los modelos y datos acerca de los grupos empezaron a abundar (ver Cartwright y Zander, 1971; Sha metodoldgico, llevé a la reduc POS pequetos, de que, con pequefias variantes, los grupos de los grupos pequenios y las macroestruc- turas sociales reproducian a gran escala las microestructuras grupales. Por otro lado, el haber adoptado desde el principio (aunque no necesa re de una forma consciente) la perspectiva del poder establecido, la dinamica de grupos como fuerzas y procesos que producian la integracién de los individuos en grupos, y no como las fuerzas y procesos que podian llevar a los indi- a to era que, en modificacién corrrespondia al individuo no al gru- isis precisamemte en los mo- ‘amica de grupos” logré su maximo de es decir, durante los aflos sesenta. Por todas partes brota- tados Unidos y otros paises europeos multitud de grupos trataban de aplicar los métodos y recomendaciones de la dindmica de mayoria de las organizaciones sociales norteamericanas, sobre todo las mas importantes (industriales, estatales, militares 0 edi problemas de fondo mejoraban a pesar de los esfuerzos in mostrar comprensién y aceptacién incondicional de los demas. Asi, mientras la psicologia social centraba sus esfuerzos en desarrollar las po- tencialidades del individuo y la comunicaci6n interpersonal, socialmente seguian aumentando las diferencias intergrupales, la falta de comunica- cidn y los controles totalitarios sobre las diversas comunidades. Una segunda drea de estudio impulsada por las necesidades y los problemas planteados por la Segunda Guerra Mundial fue la del cambio de actitudes. Ya en 1918, dos autores norteamericanos, W.I. Thomas y F. Znaniecki (1918-1920), habian indicado que la psicol tudes no estarian mas profundamente enraizadas en las personas y gru- pos de lo que se habia creido hasta entonces. Un grupo de psic6logos sociales, bajo la direccién de Carl Hi integrar los principios de la teoria de la forma (Gest del aprendizaje, sobre todo como habian sido 13). Desde entonces y hasta mediados de los afios sesenta, cl arca de ides ha florecido como uno de los pilares basicos de la psicologia liendose los modelos y acumulandose los datos empiricos. Sin embargo, no sélo ha faltado quien lograra una que el estudio de las actitudes ha ido mostrando también serias deticien- cias. El problema mas insistentemente seftalado por los psicologos al mo- delo de las actitudes es su limitacion respecto a la prediccién del compor- tamiento especifico. Pero probablemente un problema mas grave ha sido su tendencia a ignorar la vinculacién entre las estructuras personales uesto en buena medida el anal n-grupo particular. personas en el sistema social. La preocupacién surgia del hecho de que 39 uno de los pucblos mas ct 10s, como el pueblo aleman, hubiera podido is arocidades a que le habia condeldo Como era posible que el nazismo hubi tal manera en la patria de Goethe y de Beethoven? La fa se centraba en | eau de ltos y democr: expuesta por inte poca fortuna, replanteaba el problema de las re- a social y personalidad. Con todo, el enfoque en- imente los aspectos psicol c lusion de que la transicion entre regimenes politics pouia ser entendida con categorias psicol El segundo periodo en la historia de la moderna psicol sido el de mas vigor y entusiasmo. Sin embargo, a la hora de se puede apreciar que los errores originales de enfoque, imy pregunta con que hemos cal su segundo mente hacia la s sta, segun la cual Juo como Unidad’ de ar smo, en el que mas de un autor y un icologismo ha abocado en los ulti- la dinamica de grupos como en la con- ion de las actiludes, Todo esto resalta mas la tercera constante periodo, es decir, la vision desde el poder: el presupuesto ‘es que la sociedad constituye un dato previo, un punto de parti- |,no se cuestiona. Es el individuo el que debe adaptarse a la 10 la estructura la que debe cam- F de la Escuela de Frank- No toda la psicologia social de este periodo ni todos los psicologos so- ciales pueden ser acusados de haber sido instrumentalizados por el po- der; pero el predominio de esta perspectiva ha marcado sin duda la linea central de su quehacer tedrico y empirico. jonarse el poder establecido y la su smenes e intereses de ese poder, se abre una nueva pers: izada en la pregunta con la que enmarcamos este periodo: samente un dato dades sociales di criterio normativo respecto a las personas y grupos. portante saber qué integra a las personas al orden soci importante es saber como las personas pu rarse de sus exigencias ¢ imposiciones y con: te, mas justo y humano. je no desplaza de los enfoques de orientacién marxista que de los de 1a, No es por tanto de extraflar que la Incluso estudios como el de Sherif (1936), que apuntaban al caracter, a rnamico de los grupos sociales respecto al orden social, constituian 1a ex- cepcién a la vision imperante de cardcter reactivo y adapta El influjo de una serie de autores curopeos, muchos de dos a Estados Unidos a causa de la guerra mundial, prepara el terreno para la critica a esta vision imperante. El marxismo y la fenomenologia son las dos corrientes cuyo influjo se siente con mas claridad, aunque los i icblogos a la segunda, ulados por una obra iedad, cada sociedad conc! los grupos y personas. La sociedad aparece asi , como producto de un proceso hui de transformacion y cambio. La dial hombre es un producto aden Berger y Luckmani ia del conocimiento ha sido recogida, aun- | enfoque conocido con el término de (Turner, 1974). La etmometodel ividuos aprenden a co raves de etnometodologi ne que la realidad social dad de las personas y, adoptar una postura subjetivista. En cl fondo late el desencar co frente a la inca ; asi mismo sirve para deshacer el engafo de la unidad cial, como si las fuerzas sociales funcionaran uniformemente para todos los sectores, los intereses fueran los mismos para todos los grupos, y las mismas normas y valores rigicran el comportamiento de todas las perso- realidad social es una y miltiple, y existen contradicciones y dife- ‘a uniforme y Fencias que no pueden asimilarse sin mas a una estr unitaria, segunda perspectiva critica que aparece en este tercer periodo de la realidad social como grupos de individuos se iad social empieza a ser visth co- mo el producto de una confrontacién de fuerzas sociales y el orden Social imperante como el resultado d ion de unas fuerzas sobre otras. La sociedad no albers fda a lo largo de un continuo de caract de grupos enfrentados entre si La visién confli rantemente man de abrirle campo en I. Pero en este caso no se trata de autores que emigren a Estados s, cuanto de autores que tienen que enfrentar los problemas de sus propias sociedades europea, Una larga experiencia historica y aun la simple evidencia de la realidad conflictiva en que viven les hace sentir con mas agudeza las teOricas y practicas, de una psicologia social basada en la concepcién de la sociedad como un todo armor les lleva a afirm: ragrupal mientras no se I. El punto central no consiste F del grupo, cuanto en examinar las uc la sociedad se compone les y que incluso se: 4B der ejercido totalitariamente (Goffman, 1970), hayan generado el mal ‘que supuestamente pretendi jos margenes del método experimental, ya -a que la ubicaba por encima de s de la vida social, ahorrand. OF unos u otras vi en una rama de las ciencias jamente los modelos de corto. pretender una asepsia aciones y conflictos concré g0 la dolorosa necesids La psicologia mo de que los autores de textos llegen a asumir como algo norm: ni siguiera puedan ofrecer una definicio las personas y grupos. Como escribe un agudo ngl que a psicologia social deberia explicar de algin modo nuestra propia como por los instrumentos que habia elegido. Se estudiaba la sumi el conformismo, no la independencia y la rebeldia. No es de extrafiar asi que se haya llegado a pensar que la psicologia sox ido, enfoque genético de la necesidad urgente de vol nce (Moscovici y las técnicas a contrario, Por otro lado, aparece la necesidad de que el icdlogo social, “4 (A FAMILIA ES 1A BASE De'tA"SOcieDAD de la intencién subjeti A pesar de que muchos psicdlogos 5 jidad de que la ci hecho a aquellos bajo cuyo pode cada sociedad, sino, mas fur operar cientifico. 45 |, cl proble- ividuo y sociedad, pperspectiva puede atin incurrir en alguna forma de psicologismo i dualista o subjet i jetivos y las fuerzas grupales. Fi sible que algiin psicoldgo social opte por ponerse al servicio. tablecido, ya sea por interés de clase, por conviccién o simplemente por personal. Sin emba por la postura opuesta queda ¥ no S610 a ni subjetiva o de las aplicaciones Practica, sino también del configuracion misma del saber y hacer cien- tifico. 3. OBJETIVO DE LA PSICOLOGIA SOCIAL. rocesos no es cambiada infierno esta lleno de buenas tante subrayar que la naturaleza_ a voluntad y que, como se suele deci incion entre la naturaleza objetiva de iva del individuo que la realiza ha os- iscusiones sobre problemas éticos en icamente aceptable © rechazable del la gran mayoria de asi como el carécter fender, predecir y controlar”” ta conducta de cl objetivo de la psicologia social 'y controlar” la conducta en cuanto “Entender” suele definirse operativamente como el encontrar la causa de alguna conducta. Ahora bien, la causalidad en cuanto determi- nacion de algo a partir de algo no puede entenderse en el mismo sentido cuando se trata de los fendmenos naturales estudiados por las ciencias intencién subjetiva de la persona asi como jcular que un comportmiento pueda tener en determi uacion para cada sujeto. De hecho, esta vision del “entender” sucle ‘quedarse en una descripcién, mas o menos precisa, de la conducta asi co- mo de sus antecedentes y de sus consecuencias externamente observables. Esto supone un empobrecimiento inadmisible de la realidad psicologita, ¢ {que se ve limitada a considerar conductas intranscendentes 0 a considerar’ de un modo intranscendente conductas (acciones) importantes en la vida humana. « Al quedar en cuestion la pai quirir sobre la conducta, por to mi le pueda dar a los términos “pred -ontrolar’”. La prediccién se basaria, precisamente, en el conocimiento de la causa de una conducta, en el supuesto adicional de que, puesta la causa, tendrét lugar la conduc: ta. Pero si esa causa encontrada es s6lo un antecedente mas, ya que se ig- sular comprension que se puede ad- entra en cuestién el sentido que se fucen por lo general tambien aspes- fanscendentes. ppende de que se haya sido capaz de ademas la capacidad.de influir en el wuladas en la comprensiin y pre- entenderla y prede: proceso. Por tan diccion de la condi de hecho no se ha: ratorio 0 en ul de controtes, ajena a una f ‘Entender, predecir y control resenta un objetivo compren- sible en el marco de una psicologia social cuyo objeto lo constituya una teraccién abstraida de los determinismos macrosociales y de las concre- cciones hist6ricas, o de una psicologia social conductista que trate la con- ducta como una ““cosa" mas de estudio experimental. Pero ése no puede ivo si la psicologia social, como se ha expuesto aqui, debe es- tudiar la accion humana en cuanto ideoldgiea. Y no puede serlo precisa- ite como consecuencia del mismo abismo conceptual que separa a la caciones y procesos de tOricas hace del entender te aproximativo y parcial; la sujeto historico, que produce y se de los actores sociales a los grandes intereses de clase hhace del control un ejercicio de falsa conciencia en el mejor de los casos, cuando no un instrumento de politicas de dominacién soci debe buscar comop nla medida en que en cuanto determinada por factores sociales vinculado: clase de los diversos grupos, se pretende que el sujeto en muchos casos, un verdadero proceso de liberacion social. Por eso se presenta como objetivo el hacer posible la libertad, ya que actuarla €s por principio una praxis social en la que no s6lo interviene el conocimiento. Pero ello mismo muestra la distinta comprension que desde esta perspec- iva adquiere el “entender” o el “predecir". No se trata de anticipar me- cénicamente el futuro; se trata de pons ciales los conocimientos que les perm fen cada circunstancia, en funcion de unos valores y principios sociales. Cuanto mejor es el conocimiento, con mas claridad se abre al sujeto el mbito para su decision y accion consciente, es decir, mas campo se pre- senta a Sida Tiberi socal Este ulffmo punto esta ya indicando que un objetivo como el aqui postulado supone una opcion axiologica y un rechazo de la pretendida asepsia cientifica. A la psicologia social corresponde desenmascarar los vineulos que ctores sociales con los intereses de clase, poner de manifiesto las mediaciones a través de las cuales las necesidades de tuna clase social concreta se yuelven imperativos interiorizados por las personas, desarticular el entramado de fuerzas objetivadi social que manipula a los sujetos mediante cia.\La psicologia social como ciencia, y no ico, debe tomar una postura ante esta 48 principios y conceptos van a estar condicionado: se que el psicdlogo, como actor social que es taml quehacer. Si las ciencias naturales son o no son ajenas a una discusién que aqui no nos concierne; ciertamente, ciales no son ajenas a los valores ya que el propio quehacer son parte de su mismo objeto de estudio. imbricacion de sujeto y objeto, siendo el sujeto ala vez sujeto. Por comprensién en la vez objeto y decisiones con mayor ck se engahar por espejismos o resa- bios de su conciencia tradicionalmente manipulada, No se trata de indi- al pueblo lo que tiene que de incorporar el queha- ‘@ una praxis social liberadora, que desenmascare y destruya ién, promoviendo una sociedad basada en la solidaridad y RESUMEN DEL CAPITULO PRIMERO 1. La psicologia social que se refleja en los libros de texto presenta una realidad muy diferente de la latinoamericana y tiende a ignorar el pa- pel de la estructura socioeconémica en la determinacion del ser y ac- tuar de personas y grupos. Los enfoques mas comunes de psicologia social parten de algunos datos de la realidad, pero presci do inida por los grupos que detentan el poder, ignorando asi su idad hist6rica, 3 individual o grupal, no pueda ser suficientemente explicada por factores del sujeto, sino que deba hhacerse referencia a sus relaciones con las demas personas para en- nder su sentido total, en esa medida la accién es social y debe ser lacion mecénica de estimulos y iva de la accion, a la que da sociedad concreta, Se puede definir la psi aceién en cuanto ideoldy ‘quemas cognoscitivos y val ivos producidos por los, vos de la clase dominante en una sociedad determina: {os a las personas que los asumen como propios. Las personas materializan en forma concreta las fuerzas sociales que configuran una realidad. Por tanto, para entender la accién de las personas se debe recurrir a sus raices sociales. ‘Se usa el térinino accion en lugar de conducta ya que la accién no s6- lo supone una serie de movimientos observables, sino también un lo y un producto historic = Dos peligras de jas de_reduccionismo. la historia y los re 1s, el sociologismo reduce to- 'as a variables sociales, negando la participacion acti- len de si esa realidad factual ha si-- icologismo y el sociolo- ~ |. Un tercer periodo se caracteriza por la siguiente pre imponia sobre ef otr 10S a sus propios cial y de las demas ciencias sociales haci ‘una mayor conciencia sobre las diferencias ent ) la concepcién secularizada del ser humai du 4) el desafrollo de una nueva met ia . Un primer periodo en Ia historia de la psicologia social se caracteriza por una visibn de la sociedad como una realidad homogénea. Esta sign queda planteada en la pregunta fundamental de este per qué nos mantiene unidos en el orden so Un segundo periodo arranca d La pregunta fundamental es: cau Se parte de la necesidad de adaptar al sriodo son: los tudes y la relacion darlas y sus contenidos smo, el psicologismo y la era del desorden establecido? Supone ya un cues lados de este nuevo peri jal como una construccion nm humana; yc) el papel politico de la El aceptar como objeto de estudio de la psicologia s -ldgica lleva a buscar un objetivo que supere las inten- grupal mediante la toma de cor de la accién. Un mayor conocimiento de esos determi lidad de opciones mas personales y una a consciente.

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