iM
ret)
Ta
s
Pa
I
Zz
a
es
aXV. Educacién indigena
del siglo xx en México
Maria BeRTELy BusoueTs
Det olvido en que se encontraban los indigenas mexicanos en-
tre 1824 y 1917 —cuando el término “indio” desaparece de los
documentos oficiales (Aguirre Beltran, 1971)— al recon
miento de la pluralidad linguistica y ética del México del
X%, se vive una profunda revolucién politica y paradigmética,
En términos politicos, este reconocimiento se inaugura con
las preocupaciones antropolégicas de Manuel Gamio acerca
de los grupos indigenas de nuestro pais, preocupacién subor-
dinada durante décadas al impulso de proyectos politicos que,
de modo sistemético, pretenden homogeneizar los rasgos ma-
teriales e intelectuales de la poblacién mexicana. En cuanto a
a educacién, estos proyectos transitan por los senderos teéri-
cos del positivismo, la antropologta aplicada, el pragmatismo
anglosajén, el estructuralismo antropolégico y el sacialismo po-
pulista. Derrotero que culmina con la institucionalizacién del
indigenismo y provoca, a finales del siglo Xx, intensas criticas
centre quienes comulgan con los nuevos enfoques interculturales.
En las postrimerfas del siglo xx se fortalecen categorias de
ican un cambio sin precedentes en el modo
de entender la relacién entre los pueblos indigenas, el Estado-
Nacién y la sociedad envolvente. Se abre una ruta critica cuyo
eto es promover el transito de una nacién fundada en la ex-
clusion de amplios sectores de riuestra sociedad, a una nacién
incluyente apuntalada en Ia pluralidad y respeto a la otredad.
capitulo da cuenta de los efectos de estas transformacio-
la :
EDUCACION INDIGENA DEL SIGLOXX EN MEXICO 75
que sustentan las politicas indigenistas, 2) los aportes tedricos
al interior y mas alld de las politicas educativa
3) el impacto y costo social del modelo de educacién indigena
v4) las nuevas rutas en torno al enfoque intercultural en edu-
‘cacién. Rutas abiertas, en parte, por las demandas planteadas
por distintas organizaciones y movimientos indigenas latino-
americanos. De hecho, los pueblos indigenas organizados,
desde la década de los afios treinta, insisten en la apertura de
distintos foros de discusién y en la creacién de las nuevas de-
pendencias estatales, impulsando mas tarde las eriticas a la po-
ica educativa indigenista, a las nuevas propuestas educati-
vvas yaa las ineludibles reformas del Estado.
POLITICAS EDUCATIVAS INDIGENISTAS
YY SUS REFERENTES PARADIGMATICOS,
Durante la postevolucién, el cardcter sistematico que van ad=
quiriendo las politicas educativas dirigidas a las poblaciones
indigenas de México es similar al que rigié las acciones educa-
tivas de la administracién colonial, periodo en el que se tendié
a la conformacién de identidades indigenas locales y regionales
especificas, mediante la influencia de las érdenes religiosas y
las escuelas eclesidsticas dedicadas a evangelizar y castellani-
zar a los indios (Medina, 1992; Pérez Rivero y Maurer, 1997).!
Lejos de configurar un discurso coherente, las politicas edt-
cativas estatales para los indigenas del siglo xx constituyen
‘un campo lleno de fisuras y contrastes. Influidas en principio
por el intelectualismo latino de José Vasconcelos al frente de
la recién creada Secretaria de Educacién Publica, intentaron
Fecuperar a los indfgenas de su estado de barbarie y consol
dar la identidad nacional mediante la fusién de las herencias
es impulsadas en last STEMA EDUCATIVO
culturales
das por las
¥ espafola, Las primeras acciones desplega-
jas normales rurales, las escuelas rurales 0
casas del pueblo y cuiturales, asumieron un ca:
vrécter fuertem Jo por su humanismo literario,
Como responsable del Departamento de Educacién y Cul
tura Indigena (1921), Manuel Gamio alteré ese cardcter. Alum-
ino del antropélogo estadunidense Franz Boas, Gamio se ads-
cribja a suconcepto dé éri
de considerar el cambio cultural como sintesis irrepetible de
adaptacién, difusién y creacién (De la Peita, en prensa). Des-
de su perspectiva, el México mestizo y el indfgena debian re-
conocerse y aceptarse como no excluyentes, ediante acciones
relativas al ambito legislative qué influyeran en la autonomia
de los pueblos, el respeto y vigencia del derecho tradicional,
la restitucién de las tierras comunales y la preservaci6n y cul-
tivo de sus lenguas (Le6n-Portilla, 1997). A pesar de su corta
estancia en la secretarfa, los aportes de Gamio al proyecto re-
sional del valle de Teotihuacan —cuyo mayor éxito se da en el
plano educativo— y su experiencia como promotor de la an-
tropologia aplicada en México, mostraron la importancia del
objeto sustantivo de la antropologia —Ia cultura indigena—
ta posrevoluciona-
ia antropologia se
asume desde entonces como una estrategia que conduce’al
cambio integral de las relaciones sociales y los sistemas culeu-
les, influyendo en la integracién de las poblaciones indfgenas
a la sociedad nacional. Esta tesis est4 enmarcada en el popu-
de Ricardo Flores Magon y de Emiliano Zapa-
vis tarde, seré recuperada por Lazaro Cardenas (Agui-
rre Beltran, 1990).
Durante el periodo callista, bajo la gestién de José M. Puig
Casauranc al frente de la sep, el subsecretario Moisés Saenz
tendié a consolidar la obra vasconcelista desde un enfoque
distinto, Dejando atras el intelectualismo latino de Vasconcelos
y las preocupaciones de Gamio por conformar un estado in-
luyente, Saenz funda una veta social y populista sustentada en
definida por Aguirre Beltran como “socio-
Desde la perspectiva de Saenz,
EDUCACION INDIGENA DEL SIGLO XX EN MEXICO 77,
és cuya industria bdsica se encuentra en manos ex-
tranjeras, la construccién de la soberanfa nacional implica no
integrar al indio a la civilizacién, sino poner en practica
acciones inmediatas y coordinadas en los campos econdmico,
de la salud, educativo y del esparcimiento, que promuevan el
mestizaje éconémico, étnico y cultural, sobre todo en las
as rurales y campesinas.
En el discurso populista de Séenz, el indio, su lengua y cul-
tura se subordinan a la consolidacién del “espiritu rural”,
ya la produccién de nuevas formas de organi-
que deberan actuar contra el poder de los curas
aciques locales, los terratenientes y la burgue-
sia capitalista. Promover las comunicaciones, el trabajo social
y comunitario, asi como acciones aculturativas mediante el apa-
rato escolar, convierten al indigena en un campesino que, in-
tegrado a la clase rural, tendr acceso al estado positivo augura-
do por Augusto Comte. De ahi que Séenz, a diferencia de
Gamio, niegue la existencia del indio en México, tal como lo
muestra Aguirre Beltran (1990).
Al lado del positivismo comtiano, el pragmatismo social es-
tadunidense de John Dewey —importado por Sdenz— sub-
sume del mismo modo las expresiones culturales, incluida la
lengua indigena, al concepto de clase social. El pragmatismo
ysu idea de democracia sustraen las preocupaciones en torno
a la cultura, lo cual repercute en los modelos edugpitivos
rurales. El trabajo desarrollado por las misiones cultur:t:s, en
las escuelas centrales agricolas, las normales campessinas y
las escuelas rurales, se identifica con la escuela de la “accién’”,
fundada en la motivacién, el respeto a la personalidad, la auto-
expresi6n, la vitalizacién del trabajo, el método de proyectos,
el aprender haciendo y la democracia en la educacion (Agui-
re Beltran, 1990).
La Casa del Estudiante Indfgena —catalogada como el “expe-
psicol6gico” desarrollado por Sienz en la capital de
a— intenta demostrar que los indios, no obstante sus
diferencias raciales con los europeos, pueden superar la dis
tancia cultural evolutiva que los separa de la civilizacién occi-
dental. Los pocos internos que resisten tanto a las precarias
condiciones institucicnales, como a las escuelas convenciona-Con objetivos similares, la escuela rural considera la “obje-
indio” como la materia etnografica de sus propé=
(0s integralistas y populistas. Documentar la cultura, las prc-
les rasgos por pric
Las fiestas, la musica
1s danzas regional
entre otras expresioi
iguno, como tareas escolares de sustitucién linguistica inme-
diata?
A pesar de que el indigenismo populista del primer tercio del
siglo tendié paulatinamente a relegat
cen favor del agrarismo y de la promoci6n del progreso,
la antropologia social de Gamio com
de Séenz modiicaron el paradigms pl
ideracién a los tus relaciones con el Estado
icos, como ciudadanos con
izante y, en eonsecuens
izulares, de la costumbre particular
Jugar secundario el idioma vernéeulo"
EDUCACION INI
GENA DEL SIGLO XX EN MEXI
les derechos frente a los intereses naci
Jes (Aguirre Bel
el abogado so-
cin Pablica entre
yensamiento educative mexicano
igma product ado en
egraci6n socioeconémica (Ibarrola, 1995). Desde la pers-
iva de Bassols, la Revolucion mexicana se en
cada en relacién con el logro de sus id
las regionales campesinas —creadas en
30s afios mediante la fusién de las escuelas centrales agrico-
inter-
snas regionales —creados en sustitucién de la Casa
del Estudiante Indigena, clausurada en 1932— y el resto del
aparato escolar se subordinan al desarrollo econdmico y trans-
formacién de las relaciones productivas en el medio rural
La integracién socioeconémnica es llevada al ambito de los
preceptos constitucionales, y Bassols, ratificado como secre-
tario del ramo por Abelardo L. Rodriguez, propone modificar
articulo 3° para que la educacién que imparta el Estado ten-
cardeter soci el contexto en que Moisés Séenz,
experiencia en la Estacién Experimental de
corporacién del Indio de Carapan, Michoacan, envfa al pre-
sidente Lazaro Cardenas su propuesta para crear el Departa-
mento Auténomo de Asuntos Indigenas, destacando su fincién
coordinadora (Medina, 1992). Esta propuesta incide en la crea-
cion de dicho departamento, pero, ante la muerte de Séenz,
queda en manos de los idedlogos socialistas
escuela socialista, aprobada al inicio de la presidencia car-a0 FL SISTEMA EDUCATIVO
de muchas comunidades, agudizando los conflictos previamen-
1997).3 Ademas d
tado interventor emprende un intenso proce
corporativa, Se crean nuevos departamentos, inst
ganizaci6n e instituciones oficiales que actiian como los érga-
nos de representacién de los sectores obrero, campesino y
popular frente al Estado y el partido oficial institucionaliza-
dos.$ Se crea, de este modo, una nueva comunidad nacional
imaginada (Anderson, 1983).”
En el contexto del “socialismo mexicano”, representado en-
tre otros por Genaro Vazquez y Vicente Lombardo Toledano,
Jos indigenas son convertidos formalmente en ejidatarios y
pequefios propietarios, siendo las ligas campesinas y los comi-
integrados en la Central Nacional Campesina y
parte de la necesidad de “mexicanizar” a los indfgenas me
te la reforma agraria, el acceso a nuevas tecnologias y su in-
clusién corporativa. Esta incorporacién a la sociedad moderna,
in menospreciar la importancia que jerementar la auto-
‘como actores potencia-
ta, asimilandolos —por
dad linguts
nada a los obj
afios veinte, mantiene tal estado a partir del marxismo difun-
dido durante la etapa cardenista.
EDUCACION INDIGENA DEL SIGLOXXEN MEXICO 81
Las acciones de las escuelas rurales se articulan también al
de la reforma agrari
control ideolégico sobre maestros y di
muchos de los casos originarios de I
reo. Se les exige identificaci6
garse al "Plan de Accién de la Escuela Soci
vista El Maestro Rural (el drgano de difusién de la secretarfa)
y renunciar a sus tradiciones, creencias y “fanatismos”. De lo
contrario, agentes del control politico e ideol6gico, como los
egran las uniones de maestros socialistas (UM
ando sus practicas y discursos com
1996b). La vida cotidiana de las escuelas y
comunidades se ve afectada por duccién de nuevas for-
mas de organizacién administrativa (regiones escolares), so-
(uniones, comités y campafias) y productiva (cooperativas,
bes y cajas de ahorro),” y se promueve la castellanizacion
con el método fonético de Torres Quintero."
Con la creacién del Departamento Auténomo de Asuntos In-
digenas, la antropologfa adquiere el status de “ciencia oficial”
irre Beltran, 1990), inangurndose también el “indigenis-
mo off La inclusion de los indios en el sector campe-
+ Al respecto se establocenuniones de maestros socialists; comités de eluea-
ia. deportivos y de protecctin a la infaneta: cappanas
‘urbanizacin y refotestacién, construccign y mejora
fad, ast como bri
3s, pero un obstacule siempre muy. cor
Similares son compartidos
jos del ejreito, el
subsecretario|
van a cabo en
Pélzcuare ¥,EL SISTEMA EDUCATIVO
1 Othén de Men-
vento de las po-
tas hacia esta poblacién. La dependencia, que
administrativa, ya que “no es posible defi
al accion le segreparia de la sociedad
(Aguirre Beltrén, 1990: 266), trabaja de acuerdo con
ieras discusiones sistemati-
cas en torno a la ensenanza bilingie, asociadas con la presencia
en el pais del Instituto Lingiifstico de Verano y con las discu-
siones derivadas de la Asamblea de Fildlogos y Lingiistas que
zacién de Mauricio Swadesh, cuyo objetivo es alfabe
zar en lengua nativa para garantizar tanto el desarrollo cul
de los grupos étnicos, como la castellanizacién.
A pesar de la influencia de organizaciones étnicas en las ac-
ciones coordinadas por Othén de Mendizbal —como la que
ejercen los maestros tarahumaras para realizar en 1940 el Pri-
mer Congreso Indigenista Interamericano en Pétzcuaro, Mi
* la discusion de las especificidades éinicas y de la
relacién que éstas sostendran con el proyecto de integracién
nacional es subordinada a la basqueda de alternativas educa-
explotacion en las que se encuentran soi
indfgenas (Medina, 1992)
No obstante esta subordinacién, el aporte invaluable del in-
digenismo oficial cardenista —como el de su similar en los atios
veinte— radicé en el reconocimiento de los indigenas en su
relaci6n con el Estado nacional, en este caso, interviniente. Este
reconocimiento subordinado, en ambos casos, a los paradig-
" De acuerdo con Metin Ia initia dels masts trahumaas en
durante el Primer Congreso de la Raza Tarahumara, cc * sti
de representacion
Consejo Supremo Tarahumara, cayo fi
|
|
1
EDUCACION INDIGENA DEL SIGLOXXEN MEXICO 83
mas cientificos y politicos que, imbuidos por el racionalismo
modemno, establecen de antemano las etapas y vias por las
cuales es necesario transitar para llegar al estado positivo 0,
més alld de él, a una sociedad sin clases. Los indios se sub-
sumen, por ello, al concepto de “clase indigena” (Aguirre Bel-
‘ran, 1990)
Al frente del Departamento Auténomo de Asuntos Indfge-
nas en 1942 —durante la presidencia de Avila Camacho—,
Gonzalo Aguirre Beltrén analiza la influencia de la formacion
estatal y la colonizacién en los procesos de aculturacién,
dirigiendo su interés a las regiones interculturales. La confi-
guracién regional abarca tanto a indios como a ladinos,
reproduciendo el colonialismo y las relaciones de trabajo pre-
capitalistas. En este sentido, Aguirre Beltran rompe con la
concepcién atomistica y folk de la aculturacién que sostenfan
Ja antropologia funcional briténica de Bronislaw Malinowski
y la antropologia social estructuralista de Jules Henry, Robert
Redfield y Elsie Parsons,”” produccién de la que deriva su
aparato critico, ademés de interesantes teorizaciones acerca
del cambio cultural en las regiones interculturales de México
(De la Pefa, en prensa).
Hacia la misma época, Julio de la Fuente profundiza espe-
cificamente en la dimensién educativa, influido por las céte-
dras de sus maestros Othén de Mendizabal, Robert Redfield y
Bronislaw Malinowski, y por las experiencias antropol6gicas
que derivan de su colaboracién con este tiltimo en la irivesti-
» Robert Redfi
tiene que una “tribu” es distima de un pueblo, un pueblo de una villa, yuna
inde Ia ciudad, dependiendo de su Iejania o cereania del contexto urbano,
iformidad, pureza rac
en su estudio acerca de los mayas de Yucatin— sos
ipotecas —en su estudio en Mita, Oaxaca—
las, coatraponienda el “espirity democratico” de los indios, por una parte, ala EL SISTEMA EDUCATIVO
aca bajo el auspicio del Instituto
ve Beltran, De la Fuente se interesa en los
entacién interna de las comunidades indi
sgenas, provocados por los desequilibrios sociales y econémicos
que estructuran, dentro de una misma regién, las relaciones
tro de las regiones le indican que el problema de la integra-
cidn rebasa la relacién entre las comunidades indfgenas y el
Estado nacional. Opuesto a las idealizaciones comunitarias a
las que conducen los trabajos de Redfield
cuentra que “!
indigenas, implica acciones culturales de alcance regional,
echando en los hombros de los maestros rurales tal tarea libe-
radora'® (Aguirre Beltran, 1990: 327)
Alas acciones educativas que inicta, en 194, el Instituto para
fabetizaciGn en Lenguas Indfgenas, las cuales se basan en
los aportes de Mauricio Swadesh, se agregan las que derivan
de la fundacién del Instituto Nacional Indigenista (Int) en 1948,
bajo la direccién de Alfonso Caso.!” La propuesta del presi-
dente Aleman de crear el int cuenta con el apoyo directo de
Aguirre Beltran y, tres afios mas tarde, De la Fuente se hace
cargo de la Comision Técnica del instituto. Se crea la Direc-
cién General de Asuntos Indigenas y los internados se convier-
ten en Centros de Capacitacién Econémica y Técnica (Delgado,
Paradise et al., 1993)
Alo largo de las dos décadas que siguen a la creacién d
hasta el momento en que Gonzalo Aguirre Beltran asume su
direccién, se sistematizan las tesis teéricas del indigenismo
mexicano y, en particular, aquellas que seran luego
y que darn origen al modelo de educacién
al. Fundado en sus investigaciones antropol6gic:
Michoacén y la sierra Tarahumara, Aguirre Beltrén produce
Jos textos clave del indigenismo."* Sostiene que las comuni-
del “conflicto de fuerzas’, a la légica capitalista.
Dichas tesis inspiran estudios dedicados a documentar los
‘ndices de asimilacion o mexicanizacion’”, y la “emergencia” de
la cultura “mestiza” (Aguirre Beltran, 1992, 1990, 1982). Para
Aguirre Beltran es inconceb
‘grupos lingUfsticos y culturalmente distintos. En
cidn deberfa asociarse a la dialéctica establecida entre clases
sociales estructuralmente articuladas y opuestas. Contradiccién
entre clases que, retomando al marxismo, se resuelve por medio
de “la sintesis de una sociedad sin clases” (Aguirre Beltrén,
1982:48).
En este mismo periodo, Julio de la Fuente profundiza en el
indigenismo aplicado a la educacion y sostiene que la acultu-
racién escolar “esponténea” debe sustituirse por una accién
"sistematica” que revierta las altas tasas de analfabetismo y el
jonopolio de la comunicacién intercultural en manos de los
ados e intermediarios bilingiies (1964). La consolidacién
teérica del indigenismo hace de la escuela un espacio de tran-
sicién de las culturas locales a la mexicanidad, la civilizacién
yy Ja modernidad. La alfabetizacién, la preparacién técnica y
desarrollo profesional conducen al cambio cultural y, por esa
fegracién nacional inducida. Entendida bajo esos
supuestos, la escuela bloquea el desarrollo de mecanismos con-
traaculturatives, estimula la movilidad social y facilita la trans-
formaci6n de las castas tradicionales en clases sociales.
La influencia de esta tesis se expresa en los primeros afios
del sexenio de Luis Echeverria Alvarez, cuando se crea la Di-
reccién General de Educacién Extraescolar en el Medio I
xgena, En base al concepto de “agentes de aculturacién”, acufia-
957), Regiones de re
1967) y Teorta ypromotores culturales y maestros bilin-
' extraidos de las propias comunidades.
Apoyados por
08 agentes culturales se mul
Congreso Nacional de Pueblos Indigenas re:
Michoacan, en 19
icipan en el Primer
zado en Patzcua-
¢ integran en el Consejo Nacional de
¥ partcipan en Ia redaccion de la
Indigenas. El Instituto Nacional In-
digenista la Secretar‘a de la Reforma Agraria y la Confedera.
NC) articulan las demandas de los
sestos bilingdes mediante estas accones.”
in el periodo de Echeverria se estimula una politica cultural
de carécter mitolégica, que se traduce on Ia revitalizacion de
las formas tradicionales de la autoridad indigena (consejos
supremos, consejos de ancianos, bastones de mando,
Nahmad, 1978)” que, como interés px
indigenismo de nuevo cufo sustentado por la “antropologia
is del centro y sur del cont
tales. En 1971, el Congreso Regional Indigena
le Usuarios Campesinos
EDUCACION INDIGENA DEL SIGLO XX ENMEXICO 8
(008
ponde a las dernandas de los
de Pueblos Indigenas y que con
ingte y bicultural en que se
institucionaliza el paradigma
modelo castellanizador regula
jases Generales de la Educacion
convergen en este para-
rio, y en otros expresa serias contradicci
rentes linguifsticos de la propuesta bilingtie sobresalen por
coherencia, sistematicidad y capacidad de innovaci6n. Des-
ic las teorias del “contacto” y el “con! inguiistico se mues-
iso de una segunda lengua en el proceso de
tiva y del castellano en términos
uso de la primera para estimular
‘cambio cultural reciproco (Varese, 1983; Coronado et al 1981;
‘Aubague, Dfaz-Couder, Lewin y Pardo, 1982).
Ms alld de recrear la mitologia indigenista referida, la pro-
far las lenguas indigenas abre vetas intere-
jar su espacio social de circulacién,
puesta de revi
Las categorfas deicter semistico
que la enseflanza en
gua de in
y Teberosky,
dan respuesta al
ivo y didlogo asimétrico que provoca
sua dominante con diversas lenguas st
comentes pedagezicas, sociologcas y antrop.
elo bi
Ala perspectiva dicotémica del sujeto se agrega un enfoque
dicotémico de la sociedad. El modelo recupera las teorias de
la reproduccién social, en boga durante esta década, en sus
conceptos de “arbitrario cultural” y de “violencia simbélica”
(Bourdieu y Passeron, 1977), ademas de las categortas marxis-
tas de “cotonizac ”
ir, rescatar y preservar la
ica son las reacciones ante la violencia y el con-
ACION INDIGENA DEL SIGLOXX EN MEXICO. 89
y Dfaz-Couder,
mica, en defensa de la
occidental a que conduce el estruct
primera
asociedad ispnohablantey sa cultura occidental, como
pia” (Bonfil, 1983, 1987).*" En muchas de sus
retorna a la visién
solidaria por anto-
nomasia, opuesta al progreso, la civilizaci6n y la vida urbana.
Las propuestas curriculares dirigidas a la formacién y capacita-
de maestros indfgenas, como las que se desarrollan en la
versidad Pedagdgica Nacional, nacen a partir de estos mar-
icativos (Jordé, 1991, 1991b, 1992a, 1992b, 1992c), y
plantean la necesidad de establecer escuelas normales y posgra-
dos indigenas (Lopez Mar y Cruz Martinez, 1982),iscusiones
ipacita-
APORTES TEGRICOS EN LAS FOLITICAS EDUCATIVAS INDIGENISTAS
Y MAS ALLA DE ELLAS.
de la creacién de la
aportes se di-
yn y abarcan una amplia gama de di as. Por una
parte, los responsables de poner en prictica el modelo de
educacién ie y bicultural lizan y evaltan
fuerzos realizados, incluidos
jones, funcionarios y personal técnico adscrito o rela-
cionado con el nuevo aparato administrativo (Delgado, Pa-
radise, Hernandez, Robles y Bertely, 1993). Por otro, algunos
de los portavoces del modelo, académicos que mantienen cier-
\digenas fundamentan
nuevos marcos interpretativos y de intervencin.
La década se caracteriza por una amplia discusién acerca
del caracter y los logros de la educacién bil
1982; Gonzélez Gaudiano, 1988;
1985; Mondragén et al, 1991; Stavenha-
1990). El drea de con
la se refiere a los estudios soci
cada. Los primeros esfuerzos,
motiva el
nal en que
1980)
‘A fin de profundizar en la dimensi6n bicultural del modelo
de educacién indfgena, también se realizan estudios acerca de
la socializacién primaria y endoculturacién de los
comunidades de origen (Maurer, 1985; Cisneros,
aportes, sustentados en la soci -a estadunidense, do-
los patrones de social para analizar
escolares conven
1991; Diaz-Couder y Gigante,
cionales (Paradise, 1985, 1987,
1989; Jord4, 1993).
Desde perspectivas sociologicas y antropol6gicas se critican
los provesos de ladinizacién provocados por la escuela estandar,
detiniendo al modelo de educacién indfgena como espacio de
resistencia étnica (Julién Caballero, 1982; Cisneros, 1990; Jord,
1990; Rodriguez, 1983), y se generan diversas discusiones
acerca de la recepcién comunitaria del modelo (Calvo y Do-
adieu, 1992; Majharazak, 1982; Moreno y Botho, 1982; Vargas,
ideologia
ia operacién real del programa (Maurer, 1985; Chapela,
1991), La presencia de alumnos indfgenas en las escuelas
rales y urbanas convencionales motiva, a la vez, el desar
de interesantes estudio:
social escolar se adapta a los patrones socioculturales de los
alumnos (Paradise, 1990, 1991; Bertely, 1992a, 1992b; Robles,
1996; Czamy, 1995).
logo entre los métodos antropolégicos ¢ historicos seos BL SISTEMA EDUCATIVE
estimula, con lo cual se abre una veta poco explora
dios acerca de la relaci6n entre las dinamicas
s. Por una parte se desarrollan ensayos que analizan la
\cién educativa de los indigenas a lo largo de
nacionales e internacionales que se ge-
neran (Hernéndez Heméndez, 1983; Hernandez Lopez, 1982;
1987; Nahmad, 1982; Ramos, 1982). Por otra, subrayan-
do Ja importancia de este didlogo, se documenta el peso de la
storia social de los pueblos en sus expectativas educativas, las
cuales no siempre se identifican con el modelo bilingte y bicul-
993, 1996a, 1996b),
Recientemente, las investigaciones derivadas del Programa
para Abatir el Rezago Educativo (rare) muestran las preca-
rias condiciones en que trabajan las escuelas ubicadas en las
comunidades campesinas e indigenas de nuestro pais (Weiss
y Bzpeleta, 1995), estudios que indican la necesidad de revisar
a fondo los impactos y costos sociales de las politicas educati-
vas impulsadas, sobre todo, en estos contextos.
sit
destacando las politica
IMPACTO Y COSTO SOCIAL DE LA EDUCACION INDIGENA
[A FINALES DEL SiGLO XX”
A pesar del cardcter sistematico de las politicas educativas ha-
los indfgenas y los aportes tedricos derivados, a mediados
de Jos afios noventa, s6lo dos quintas partes de los nifios que
ablan una lengua indigena saben leer y escribir a los siete
afos; de ellos, 70% en edad escolar cursa la primaria, en com-
paracién con 87% en el ambito nacional (Manrique, 1994) y,
de cada cien, aproximadamente 24 son los que egresan de
educativo (De Gortari, 1995)
Los alumnos que no asisten o desertan de la escuela lo hacen
por razones econémicas, por falta de escuelas en sus comu-
timas fechas, por I
EDUCACION INDIGENA DEL SIGLOXX EN MEXICO 93
rezago educativo, por una
extrema pobreza en que sobrevive gran parte de
s indfgenas, por otra, lleva a cuestionar el cardcter
determinante de la dimensidn linguistica en estos problemas.
Aunque 98% de los nifios mexicanos podfa tener acceso en
1980 a la educacién primaria gratuita (Schmelkes, 1993), una
proporcién de ellos fracas6 o desert6 del sistema escolar
por razones econémicas (Programa de Desarrollo Educativo
1995-2000), registrandose el mayor indice de analfabetismo y
monolinguismo en estados de extrema pobreza, como Chia-
pas, Guerrero y Chihuahua (Rosas Barrera, 1995).
resultado de las politicas educativas hacia los indfgenas del
siglo xx es paradéjico. Por un lado, se avanza en el recono-
cimiento de la diversidad lingtiistica y étnica de la nacién me-
xicana y del estado de inequidad econémica, politica y social
que padecen los indfgenas de nuestro pais. Por otro, se ins!
tucionaliza una identidad homogénea y un modelo de edu-
cacién indigena precario y segregador, que borra las diferen-
cias entre los pueblos ¢ ignora su diversidad de expectativas
en tomo a la escuela, con lo cual se agudiza la inequidad.
La escuela indfgena, antes rural, dirige sus programas edu-
cativos a un conjunto de usuarios identificados como indigenas.
Ciudadanos en potencia capaces de tener acceso a este status
politico por medio de la escuela, pero incapaces de decidir,
con sus familias y comunidades, lo que para ellos significa
tuna educacién pertinente y de calidad. A finales del siglo xx
las politicas educativas dirigidas a la poblacién indigena dis-
tan de responder a un didlogo democratico.
unque los principios tedricos de las politicas incorporati-
vas y etnicistas lo nieguen, el impacto segregador de los mode-
escolar y pone en riesgo su integridad fisica y
ey menotes debe mismo eiado qu ven en 3000 pobactones que
Ta educacion elem
* Bl precario desempenio de los alumaos
les condiciones econdmicas¥ so
vivienda digna,
lernas se crea el PASE
snzonas de méEL SISTEMA EDUCATIVE
vos “especiales” se expresa en la sim
s escuelas de “tercera clase”, a las que asistfan los
nnos indigenas a finales del siglo XIX, y muchas de las es-
siglo xx. En particular, estas
nas se caracterizan por ofreccr un servicio diferencial, pa-
jo y compensate
stalaciones; y por ficacién profesional de
los 36000 maestros del subsistema, la mitad de los cuales no
cuenta con tna preparaci6n adecuada (De Gortari, 195).
Al estructurar sus practicas, las escuelas del subsistema de
‘educaci6n indfgena enfrentan serias restricciones. Promueven
un curriculo rudimentario centrado, en muchos casos, en la
ensefianza del castellano y bajo las dificiles condiciones que
impone a la ensefianza el que muchas de ellas atiendan a gru-
pos multigrado. Operan con presupuestos inferiores a los que
se destinan a la educacién basica convenctonal, lo que se tra-
duce en carencia de material didéctico y de espacios que puedan
lograr una innovacién y sistematizacién de propuestas didéc-
ticas y pedagogicas originales. Las condiciones de marginali-
dad geografica en que se hallan demerita la calidad de sus re-
cursos docentes, que son tendencialmente reclutados en los
estratos con menor formacién pedagogica, registrandose, ade-
mas, un alto indice de rotacién de profesores durante el ciclo
El éxito en la adecuacion de los programas nacionales a las
caractertsticas lingifsticas y culturales de las comunidades
—politica actual del subsistema— no es generalizable. Por una
parte, los mazatecos de Caxaca generan adaptaciones exitosas,
intelectuales nahuas demandan la escritura en su lengua nativa
por el significado que tiene en sus reivindicaciones étnicas, y
se producen 52 libros de texto en lenguas indfgenas y algunas
de sus variantes. Por otra, “hay regiones donde ni siquiera se
elaborado el libro porque no hay maestros que tengan la ca-
racteristica de conocer la lengua a fondo” (De Gortari, 1995);
los alumnos enfrentan fuert Itades comunicativas en la
ensefianza escolar del castellano (Bello, 1995)” y no todos
los pueblos indigenas encuentran funcional la escritura de su
® Como ejemplo de este conflict,
rs de Puebla
INDIGENA DEL SIGLO XX EN MEXICO 95
jentes alfabetizadores
La insu gitimidad del subsistema pro-
voca que, del 70% de los hablantes en lengua indigena que
tea la escuela, 31% lo haga en programas paralelos" 0 en
escuelas convencionales, modalidades en cuyo conocimiento
es preciso profundizar, ya que muchos alumnos, por no de-
clarar o hablar una lengua indigena, quedan fuera de las con-
sideraciones censales y porcentuales. Aunque hacia finales de
1980 la 0GE! consideraba entre sus usuarios a 46 grupos indi-
genas de 23 estados, los 567988 nifos entre seis y 14 aftos
atendidos representan s6lo 39% de quienes hablan una len-
gua indfgena. Esta oferta aumenta a 630000 alumnos en 190
(Delgado, Paradise, Hemandez, Robles y Bertely, 1993), y su
representacién porcentual disminuirfa al considerar los rasgos
extralinglifsticos que intervienen en los procesos identitarios.”
Los alumnos indigenas que asisten al sistema convencio-
nal reciben una educacién de mejor calidad, pero pierden su
derecho a ser respetados en sus particularidades linguisticas,
culturales e identitarias. Los libros de texto, las précticas esco-
Jares y la ideologia nacionalista que comparten la mayorfa de
Jos maestros y alumnos no indigenas, niegan la diversidad
€tnica o la asocian con un pasado arcaico. Al desatenderse “la
cuesti6n indigena como algo viviente, algo de aqui y ahora”
(Tello Macias, 1995), los alumnos no indigenas deforman su
percepcién del mundo social y cultural, al no ser respetado
su derecho a ser formados integra y éticamente en un ambiente
de respeto a la diferencia.”
SERRATE ca RRS gO SES ES EES%6 EL SISTEMA EDUC
DUCACION INDIGENA DEL SIGLO XX EN MEXICO 97
. 191),
's $7000 menores atendidos en los albergues esco- menores callejeros (Beciez y Pérez, 1994; Bazi
io Nacional Indigenista merece atencién espe. | ue no asisten
basica, y una minorfa que
Se trata de los nahuas, mazahuas,
cos y mixtecos,
vo es el de las epee
indigenas, cuyo género las coloca en una disyuntiva muchas ve- sobreviven en espacios urbanos margi
iable: o asisten y se promueven en la escuela, 0 Por un lado hay migrat
aprenden a desempeitar las funciones relativas a su papel y sta- zapotecos, ni
Tanto la escuela indigena como la
y, con ello, les niegan tambi
El incremento de la migracion
rama y muestra la insuficiencia del olo hacen eventualmente
indigena para atent grama Area Metropolitana 1
nes étnicamente distintas. Un gran mimero de indigenas viven Yen debajo del rebozo de una madre que ext
en ciudades donde no funciona el subsistema, por lo cual acu- ir una limosna, con el consecuente atrofiamiento de
den a las escuelas urbanas y de curriculo estandar. Aunque el irbana que coin-
Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000 considera, por los indigenas del campo.’
primera vez en nuest
indigenas migrantes asentados tempo
zonas urbanas, y a
les y otoms
casos, de monol
Jurbana agrava el pano-
definitivamente en
mn de programas
ina del int y de Atencién a Nifios Ind!
genas en la Ciudad de la seP representa serios esfuerz0s insti
tucionales, las acciones son insuficientes.*
Las familias indigenas asentadas en contextos wi
las del campo, diversas y heterogéneas, tanto en sus ex-
ivas hacia la escuela, como en términos lingiifsticos, cul-
les y socioeconémicos. Entre los hijos de familias asentadas
en un gran niimero de delegaciones y municipios de la zona me-
tropolitana de la ciudad de México —1600000 habitantes para
1985, pertenecientes a 39 grupos étnicos—, podemos ubicar a
de los pre-
1997).
como sujetos de preservacién y folclore nacional, y padecen
una politica que les niega su derecho a ser tratados como fu-
turos citudadanos indigenas, diferentes pero iguales en derechos
ano. En las escuelas convenciona-
108 se autoperciben de manera
es que ss hijos cubran sé los primeros grax
fad convencional para que despues trabajen enISTENA EDUCATIVO
La solucién es ofrecer un modelo de educacién indigena espe-
cial que segregue a los alumnos a partir de su identificacién
Stnica? 0, al contrario, ¢se trata de proporcionar una educa-
lanizadora que niegue su especifici-
En México, el concepto de interculturalidad en educacién co-
mienza a ser abordado, entre otros, por Elba Gigante. Desde
identificada con los conceptos de reproduccion
cultural ampliada y apropiacion cultural (Mosonyi y Rengifo,
1983; Varese et al, 1983) se rompe con la dicotomia que plan.
tea el biculturalismo, e introduce una concepcién interactiva de
itura. Tal concepcién considera el contexto de la glob:
zaci6n y la articulacién entre lengua, cultura y etnicidad en el
con las posturas que con-
frontan lo “propio” con Io “ajeno” como categorias excluyen-
tes— y busca que se complementen los saberes, creencias y
conocimientos locales, regionales y universales: el sustento de
un pluralismo incluyente. A diferencia de la ensefianza de la
lengua nativa como preémbulo al castellano, la propuesta sub-
0 semantico. En términos de prospectiva, el carde-
ter pluricultural de las sociedades complejas y la nec
estimular el respeto y la atencién a la diversidad,
reto de extender Ia educacién
y modalidades del sistema edu
ligena o estandar podria re-
solverse a partir de planteamientos como éstos;
r
. Preocupada por esti-
je y la integracién nacional
ze
;
|
|
JCACION INDIGENA DEL SIGLO XX EN MEXICO 99)
la superacién de wrencias, Jorge Gasché —an-
francés que trabaja en un programa de
\digenas amazénicos del Peri— in-
troduce la dimensién politica del problema intercul
Gasché, interesado en el di
yersificadas y la sociedad envolvente o, en otras palabras,
tr Tos pueblos amazénicos y la sociedad nacional, desarol
Jos conceptos de pueblo, territorio y autonomia para incidir
sn nacional. Se trata de un discurso politico que
lar las reivindicaciones nacionales con las con-
ioculturales locales y, a la vez, reconstruir dis-
as lenguas y saberes indfgenas —desde un en-
foque seméntico— en funcién de su explicitacién cientffica y
universal, La interculturalidad, para Gasché, se construye a par-
tir de lo politicamente significativo para los actores, dejando
atrds las preocupaciones centradas en expresiones propiamen-
turales”
te
En México, Guillermo de la Pefia articula aportes interesan-
tes en esta nueva produccién discursiva. Desde su perspectiva,
rompe con las comunidades nacionales
mo modo que éstas nunca llegan a desplazar totalmente a las
culturas étnicas. La legitimidad comunitaria depende no sélo
del reconocimiento que de ella hagan los estados nacionales,
sino de un proceso de “etnogénesis” que circunscribe a un
grupo y lo convierte en portador consciente de un
‘a cultura emblematica (De la Petia, en pren
‘omo reto para el siglo xt, estos aportes indican la necesi-
mn pervanoy a ental pedagogicn
et acceso a la acreditacién escolar ofEL SISTEMA EDUCATIVO
dad de modificar las concepciones tradicionales en torno a lag
escuelas indfgenas y convencionales, y construit nuevas mo.
dalidades educativas que permitan articular la igualdad con
la diferencia (Villoro, 1995) y estimular un didlogo intercul-
tural permanente.
Considerando que la interculturalidad se expresa en la re-
\cién entre las etnias y el estado nacional en el marco de la
lobalizaci6n de la economta y la cultura, no basta con atender
la dimensién pedagégica del problema. En el siglo xxt, la in-
terculturalidad debera ejercerse a partir de un dialogo demo-
eritico que garantice a todos una educacién relevante y de
calidad, adecuada a sus perfiles lingtifsticos y culturales y a
sus necesidades y expectativas como ciidadanos mexicanos.
De acuerdo con el proceso etnogenético sostenido por De la
Pefia (en prensa), es posible imaginar una educacién construi-
daa partir de las demandas de los pueblos y las organizaciones
étnicas, garantizando el Estado nacional un estado de dere.
cho y la vigencia de una educacién pablica de excelencia y no
de deficiencia (Hamel, 1995).
Algunos de los retos de la escuela pitblica del siglo xxt im-
plican: equiparar la calificacién profesional de los maestros,
igualar la infraestructura material con que cuentan las escue.
las, y estimular la produccién de estrategias didacticas y pe-
dagégicas diversificadas, El didlogo entre los pueblos indigenas
yun Estado-nacién incluyente implica que los nifios linguist
cay culturalmente distintos sean tratados de manera diferente,
pero al mismo tiempo como iguales a cualquier otro nifio me.
No es la escuela convencional estdndar o el subsistema de
educacién indigena lo que puede garantizar la ciudadania ple-
na a los indigenas del siglo xxt a diferencia de la ciudadania
truncada que tendrian, de mantenerse la dicotomfa entre el
status de ciudadano y el ser indfgena (Ets, 1996). En paises
como Bolivia, Colombia, Pert, Nicaragua, Chile, Paraguay y
los Derechos de los Pueblos consagrada en
Ja Carta de la Organizacion
‘wesco, han generado un ei
fe einieos ingresan a la estera de la gh
EDUCACION INDIGENA DEL SIGLO XX EN MEXICO 101
jco, el debate intercultural remite al lugar que ocupan los
ees las legislaciones nacionales (Gigante, 1995). Tal
tomo se lo propuso Manuel Gamio a principios
SP gue esté por venir tendré que avanzar en la
‘ema hist6rico entre igualdad y diversidad. Tal sol
ica, para las politicas educativas estatales, promover la cons:
Bruccién de una educacién publica intercultural desde abajo.
BIBLIOGRAFIA
4 sacién, México, CIESAS,
‘Aguirre Beltran, G., El proceso de aculturacién,
[982 [1957] (Ediciones de la Casa Chata, nim. 15)
——, Regiones de refugio. El desarrollo de la comunidad en
‘mestizoamériea, México, Instituto Indigenista Interameri-
‘Conferencia con motivo del primer aniversario de la
muerte de Lézaro Cardenas", en Obra antropolégica, xt,
Obra polémica, México, Universidad Veracruzana/iNuFce,
1971 : ;
Teoria y prictica de la educacién indigena, México, UNAM,
1973,
Obra antropolégica, xv, Critica antropoldgica, México,
ince, 1990. :
—, “El indigenismo y la antropologia comprometida”, en
Obra antropolégica, x1, Obra polémica, México, Universidad
Veracruzana/iNvFce, 1992. ;
Anderson, B., Comunidades imaginadas, México, Fce, 1983.
enicanay el de
* Ladlvesdad como elemento constatvo del asin mexicana 3
recho de los pucblos# decidir de modo autanemo acerea dea educa
rans hijo, es us recente hallazgo politeo, ms que ct
J adadana'y desi ®cateyortas historic
de los protagonisas directo, sus expec
as mts demands eats gene estan en
})organizaciones indigenas independiertes. S6l0 at se
afro, en la urgent rforma del Estado102 EL SISTEMA E:
arwvo
Anthochiw, K. M., ";Ser4 posible una educacién bicultural2",
en A. P. Scanlon y J. Lezama (comps.), Hacia un México
pluricrdtural. De ta castellanizacién a la
bicultural, México, Porrtia, 1982.
Aubague, L., E. Diaz-Couder, P. Lewin y T. Pardo, Dominacién
y resistencia lingitstica, México, 6RO-SvABIO, 1982.
Baia, S. Demogafiadigena en el Disino Federal, Mesico,
‘ograma Area Metropolitana), 1991 (mecanograma).
coord), Stematzacin del Conso 1990, vos ry ¥
(primera y segunda partes), México, int (Programa Area Me-
tropolitana), 1994 (mimeografiado),
Beciez, D. F. y C. M. Pérez, Una experiencia en la atencién edu-
cativa a nifios indigenas en el Distrito Federal, México, Se-
cretarie de Educacion Piblica, Subsecretarta de Servicios
lucacion bilingite y
Entre ‘castilla’ y popoloca, la escuela indigena atra-
Educacion 2001, México, niim. 7, 1995.
, “Adaptaciones escolares en una comunidad maza-
en M, Rueda y M. A. Campos, Investigacién etmogréfica
en educacién, México, CISE-UNAM, 1992a.
——, "Adaptaciones docentes en una comunidad mazahua”,
Nueva Antrop México, mim. 42, 1992b.
El uso social de la lengua escrita y la escolarizacién
entre los vecinos ‘abiertos’ de Yalalag, Oaxaca (1939-1948)",
ponencia presentada en el II Simposio de Investigaci6n Edu.
cativa: Escuela en la Cultura, Cultura en la Escuela; México,
CiESAS, 1993.
——, Aproximacién histérica al estudio etografico de la re-
lacion indtgenas migrantes y procesos escolares: familias
yalaltecas asentadas en la periferia metropolitana, Toluca,
México, isceem (Serie Avances de Investigacion, ntim. 5),
1996a, :
‘tulos 1 y 1, tesis doctoral en proceso, México,
lad Autonoma de Aguascalientes (inédito), 1996b.
—— Pluraldiad cultural y politica educativa en la zona metro-
politana de la ciudad de México, Seminario sobre Politica
Fundacion sre para la Cultura del
Maestro Mexicano, 1996c.
sas aca
\CACION INDIGENA DEL SIGLO XX EN MEXICO 103
,, documento presentado en reunién convocada por el
Colectivo Mexicano de Apoyo a la Nifiez. (Comexani), 1997.
Bertely, M. y A. Robles (coords.),
xico, Consejo Mexicano de Investigacion Educativa, 1997.
Bleger, J., "Grupos operativos en la ensefianza’,, Temas de psico-
logia. Entrevista y grupo, Buenos Aires, Nueva Visién, 1977.
Bontil Batalla, G., “Lo propio y lo ajeno, una aproximacién al
problema del cont
colonizacion en Am
——, México profundo, México, cNcNGrijalbo, 1987.
Bourdieu, P. y J. C. Passeron, La reproduccion. Elementos para
una teoria del sistema de enseRanza, Barcelona, Lara, 1977.
Bravo AhGja, G., La enserianza del espariol a los indigenas mexi
canos, México, El Colegio de México, 1977.
"Reflexiones sociolingtifsticas sobre la ensefianza-apren-
dizaje del espafiol como segunda lengua”, en A. P. Scanlon y
J, Lezama (comps.), Hacia un México pluricultural. De la cas-
ellanizacin a la educacién bilingtie y bicultural, Mexico,
Pornia, 1982
Buenfil, R. N., Cardenismo: argumentacién y antagonismo en
educacién, México, DIE-Cinvestav-tPNiConacyt, 1994a
identidad indigena y el discurso revolucionario me-
, Documentos bie, niim. 35, México, pie-Cinvestay,
1994b,
Calvo, B. y L. Donadieu, El dificil camino de la escolaridad. El
‘maestro indigena y su proceso de formacion, México, DGEL-SEP,
1992.
Cisneros, E., “El proceso de transmisién cultural y educacién
formal en las comunidades indigenas mexicanas”, Cuader-
nos de Cultura Pedagégica, México, UPN-SEP, 1990.
Coronado, G., V. Franco y H. Mufioz, Bilingiiismo y educacion
en el Valle del Mezquital, México, ciesas (Cuadernos de la Casa
Chata, nim. 42), 1981
Czarny, G., "Diversidad, invisibilidad y escolaridad”, Revista
Basica, México, Fundacién snte para la Cultura del Maestro
Mexicano, nim. 8, 1995.
Chapela, L. M., “Acerca de la educacién indigena’, en Primer
Encuentro de Innovaciones en Educacién Basica, México, Es-
finge, 1991.os EL SISTEMA ZDUCATIVO
De Gortari, L., “Politica educativa. Educacién indigena”, en-
twevista de Isaura Hemndez, Educacién 2001, México, ném.
7, 195.
De la Fueate, J., Educacién, antropologia y desarrollo de la co-
munidad, México, INI, 1964.
-, Yalalag, una villa zapoteca serrana, México, aH, 1949,
De la Pefia, G., “Articulacién y desarticul culturas”,
Enciclopedia Iberoamericana de Filosofia, Madrid, Consejo
Superior de Investigaciones Cientificas (en prensa).
De Leén, I, "Politica educativa, Educacién indigena’, entrevis-
ta de Isaura Hernéndez, Educacién 2001, México, nim. 7,
1995,
Delgado, G., R. Paradise, J. Hernandez, A. Robles y M. Bertely,
westigacién educativa en los ochenta, perspectiva para
los noventa”, Estados de Conocimiento, niim. 24, Comuni-
cacién y Cultura, IT Congreso Nacional de Investigacién
Educativa, México, sre (Programa Editorial swe), 1993.
Diaz-Couder, E. y E. Gigante, “Discontinuidades lingitisticas y
culturales en la educacién indfgena”, México, UPN (proyecto
de investigacion), 1989.
rsa, “Los alcances de la nocién de ‘cultura’ en Ja educacién
intercultural. Exploracién de un ejemplo: sociedad y cultu-
ra bora’, en J. Godenzzi Alegre (comp.), Educacién e inter-
culturalidad en los Andes y la Amazonia, Pert, Centro de
Estudios Regionales y Andinos “Bartolomé de las Casas’
1996.
Ferreiro, E. y A. Teberosky, Los sistemas de escritura en el
desarrollo del nivto, México, Siglo XXI, 1980.
Gigante, E,, "La educacién bilingie intercultural en algunas
politicas, Bésica, México, Fundacién sNTE para
wra del Maestro Mexicano, ntim. 8, 1995
‘Educacién y pueblos indigenas en México. Aportes a
la construcci6n de una educacion alternativa’, en A, Warman
yA. Argueta (coords.), Nuevos enfogues para el estudio de las
as en México, México, Centro de Investigacio-
inarias en Humanidades, uNaM, 1991
mnzilez Gaudiano, E., "La educacién indigena en México: un
balance’, Cero en Conducta, México, afio 3, ntim. 11/12, mar-
70-junio de 1988
EDUCACION INDIGENA DEL
OXXEN MEXICO 105
Guzik, R., “La aplicacion de un modelo curricular para la edu-
cacién bilinge-bicultural en la zona mazahua del Estado de
México”, Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, Mé-
xico, CEE, vol. Xvi, nim, 2, 1985.
"Politica educativa. Educacién indigena’,
ntrevista
El cor
cién del espaitol en escuelas indigenas
Mezquital”, Estudios de Lingtitstica Aplicada, Méxi
UNAM, ntimero especial, 1983.
—— "Socio-Cultural Conflict and Bilingual Education. The
Case of the Otomf Indians in Mexico”, Interaction through
.age, nétn, 36 (1), 1984,
Determinantes sociolingutsticos de la educacién indf-
gena bilingie’, en Signos. Anuario de Humanidades, México,
1988.
Bilinguismo, educacién indigena y con-
ica en comunidades otomies del Valle del Mez-
" Estudios Filolégicos, Valdivia, Chile, nim.
El conflicto lingtifstico en una zona bilingtie de Méxi-
0, México, ctesas (Cuadernos de la Casa Chata, ntim. 65),
1982
Hernandez Hernandez, N., “Hacia el rencuentro con la educa-
i6n india”, en Educacion, etnias y descolonizacion en Amé-
rica Latina, vol. 1, México, UNESCO, 1983,
Hernandez Lépez, R., La educacién indfgena en la educacion
nacional, México, SEP/DGEI-INt, 1982.
Ibarrola, Maria de, “Editorial”, Basica, México, Fundacién
swTE para la Cultura del Maestro Mexicano, nim. 8, 1995.
Jorda, J, "Tres décadas de politicas educativas internacionales
y su influencia en la politica educativa’, Pedagogia, México,
px, niim, 10, 1987,
, "La escuela como espacio de resistencia en las comu-
nidades indias de México", ponencia presentada en la Déci
ma Conferencia de Estudiantes sobre América Latina, Uni-
versidad de Texas en Austin, 1990.
Papel de la historia en la fe
Nuestro Saber, México,
iacion de los docentes in-
-SEP, afto 2, ndrn. I, 199]a,EL SISTEMA EDUCATIVO
Jorda, J., “La extension universitaria y la formacién de do-
centes en el medio indfgena”, Nuestro Saber, México, DGEE-SEP,
afio 2, ntim, 4, 1991b.
‘Una experiencia en la formacién y actualizacion de
los docentes en el medio indigena’, conferencia dictada en
Ja Unidad upw-Mérida, Yucatan, México, 1992a.
Una reflexién sobre la experiencia de formaci6n do-
cente en la Universidad Pedagégica Nacional’, ponencia pre-
sentada en la Mesa Redonda en la Semana de la Escuela
Publica Mexicana, México, UPN, 1992b,
a investigacién sobre la préctica docente en el me-
dio indigena”, conferencia dictada en la Unidad upn-Teziu-
tlén, Puebla, México, 1992c.
iscontinuidades lingiisticas y en la practica docente
ena en dos regiones de los estados de Guerrero
y Oaxaca”, México, UPN (proyecto de tesis de maestria), 1993,
ian Caballero, J., El papel del maestro en el etnocidio en San
Huitepec, Oaxaca, México, SEP/INI, 1982.
Educacion, etnias y descolonizacién en América
México, uNEsco mt, 1983.
Leén-Portilla, M., "Pueblos originacios y globalizacién’, confe-
rencia dictada en El Colegio Nacional, México, primer se-
mestre de 1997,
Lopez, A. y N. Cruz Martinez, "El posgrado en educacién bilin-
gle y bicultural para maestros bilingties en la UPN: un pro-
‘ecto impostergable”, en A. P. Scanlon y J. Lezama (comps.),
Hacia un México pluricultural, De la castellanizacion a la
educacién bilingie y bicultural, México, Porria, 1982
Lopez Carrasco, F., Enrique C. Rébsamen. Orientador de la edve
cacién nacional y su influencia en Oaxaca, México, Publicacio-
nes del Museo Pedagégico Nacional, 1957.
Lépez, G., “Castellanizaci6n y practica pedagégica en escue-
las bilingues del Valle del Mezquital”, en A. P. Scanlon y J
Lezama (comps.), Hacia un México pluricultural. De la cas-
llanizacion a la educacion bilingive y bicultural, México, Po-
mia, 1982,
Loyo, E., “La empresa redentora, la Casa del Estudiante Indige-
, Historia Mexicana, México, El Colegio de México, vol.
1m. 181, 196.
EDUCACION INDIGENA DEL SIGLO XX EN MEXICO
Majharazak, 1, Cartas a Salomén: reflexiones acerca de la edu-
cacién indigena, México, DGEL-SEP, 1982.
Manrique, L., La poblacion indigena mexicana, México, INEGU
INAH/LS-UNAM, 1994,
Maurer, E., “zAprender o ensefiar?: la educacién en Takinwits,
poblado tzeltal de Chiapas”, Revista Latinoamericana de Es-
ludios Educativos, México, CEE, vol. vit, niim. 1, 1985,
Medina, A., "La educaci6n indigena: una reflexién antropol
gica y una propuesta etnogrdfica’, México, A-UNAM, 1992
(mimeografiado),
Medina, P,, "Mensajes de la tierra fragmentada: caracterizacién
del conocimiento jornalero migrante y supuestos sobre el
proceso pedagégico de aprendiz: ", ponencia pre-
sentada en el IIT Congreso Nacional de Investigacion Educa-
tiva, México, UPN, 1995.
Meyer, J., La cristiada, México, Clio, 1992.
Mondragon M. et al,, "La apli
tro de Innovaciones en Educacién Bésica, México, Esfinge,
1991.
Moreno, G. y M. Botho, ¢Qué somos los maestros bilingties en
el Valle dei Mezquital?, México, SEP/INI, 1982.
Mosonyi, E. y F. Rengifo,
ticos de la educacién bilingte intercultural
guez, E. Masferrer y R. Vargas (comps.), Educai
y desarrollo en América Latina, MExico, UNESCO
Mufioz Cruz, H. “gAsimilacion 0 igualdad lingufstica en el Va-
Nueva Antropologia, México, mim. 22,
Mufioz, Hamel ef al, *Castellanizacién y conflicto lingifsti-
co", Boletin de Antropologia Americana, nim. 2, 1980.
Nahmad, S. icacién bilinge y bicultural para las re-
"en INT treinta arios des-
pués, Revision critica, México,
. “Indoamérica y educacién: getnocidio 0 etnodesarro-
lo?", en A. P. Scanton y J. Lezama (comps.), Hacia un Mé-
pluricultural, De la castellanizacién a la educacion bi-
wral, México, Pormia, 1982.——, Learning through Social Interaction: The Experience and
Development of Mazahua Self in the Context of the Market,
de doctorado, Department of Anthropology, University
Pennsylvania, 1987
'Pasos hacia la comunicacién intercultural: las adap-
taciones de nifios mazahuas y sus maestros en la préctica
dentro del aul nicia presentada en el simposio “Cul.
tora y Educ i6n Actual en México. Seminario
de la Cultura’, México, cwca, 1990,
——. “El conocimiento cultural en el salén de clase: nifios
indigenas y su orientacién hacia la observaci6n”, Infancia y
Aprendizaje, Madrid, Espaita, nim. 55, 1991
Parsons, E., Mitla, Town of the Souls and Other Zapoteco-Speak-
1g Pueblos of Oaxaca, Mexico, Chicago/Londres, University
of Chicago Press, 1936.
Pérez Rivero y R. Maurer, "Rompiendo paradigmas: un apor-
te te6rico-metodol6gico para el estudio de la religiosidad
popular latinoamericana”, ponencia presentada en Coloquio
al de Sociologfa Clinica e Investigacion Cualitati-
‘as Sociales, Cuernavaca, Morelos, México, 1997.
Pérez Sanchez, S., La escuela: lugar de encuentro y articulacion
de la identidad émica ante procesos de cambio religioso en una
comunidad mazahua del Estado de México, tesis de maestria,
ca, MExico, 1scEEM, 1996.
Pineda, 0., Caciques culturales, El caso de los maestros bilingiies
de los Altos de Chiapas, México, Altres Costa-Amic, 1993,
Podesta, R.,"{Cual es el aprovechamiento escolar de los nitios
indigenas nahuatlacos del estado de Puebla?”, México, var,
1989-1992 (mimeografiado).
Puiggros, A., Imperialismo y educacion en América Latina, Mé-
xico, Nueva Imagen, 1981
Ramos Villarroel, M., "Trazos indigenistas en la politica e
en A. P. Scanlon y J. Lezama (comps.), Hacta un Me
co pluricultural. De la castellanizacién a la educaci6n bilin-
sie v bicultural, México, Porria, 1982
ACION INDIGENA DEL SIGLO XX EN MEXICO 109
Redfield, R., Yucatdn. Una cultura de transicién, México, Fc,
1944.
Robles, A., "Diélogo cultural: tiempo mazahua en un jardin de
, Tesis Dre, México, Die-Cinvestav, ntim. 22, 1996.
La dindmica cultural en la escuela: gsistemdtica
‘o historica?, México, Die-Cinvestav (documentos Die), 1990.
_—, Hacer escuela. Transformaciones de la cultura escolar.
Tlaxcala, 1910-1940, tesis de doctorado, México, pié-Cinves-
tav, 1996.
Rodriguez, M. B., Los mazahuas de San Felipe del Progreso, Es-
tado de México. Educacion e ideologia en las escuelas-albergue,
tesis de maestria, México, uta, 1983.
Rosas Barrera, F., “México indfgena: un perfil estadistico", Edu-
cacién 2001, México, niim. 7, 1995.
tegro, Lima, Imprenta Torres Aguirre, 1939.
reve balance de la modernizacién educati-
tuplemento Educacién en el Mundo (primera parte), La
Jornada, México, 6 de julio de 1993.
Stavenhagen, R., “México: minorias étnicas y politica cultural”,
Nexos, México, ntim, 19, 1979,
Tello Macias, C., "Politica educativa, Educacién indigena”
entrevista de Isaura Hernandez, Educacién 2001, México,
ngim, 7, 1995,
‘Tenti Fanfani, E., "La educacién como violencia simbélica: P.
Bourdieu y J. C, Passeron”, en Psicologia de la educacién,
México, CEE, 1981
;ruccién rudimentaria en la reptibli-
a, México, Museo Nacional, 1913.
Valentinez, M. L., La persistencia de la lengua v cultura purépe-
cha frente « la educaci6n escolar, México, INI, DGEI, SEP, Co-
leccin Etnolingutstica, nim, 24, 1982.
Varese, S., "Apuntes para la historia de una etnia zapoteca”
Guchachireca, Juchitan, Oaxaca, México, nim. 11, 1982.
‘Challenges and Prospects for Indian Education in Me-
xico”, Prospects, xx (3), 1990.
et al,, Indigenas » educacion en México, México, cee,
1983.
Vargas, M. E., Educacién y cultura. La educacién bilingute y bi
cultural en comunidades purépechas, México, ncer-seP, 1982.10 EL SISTEMA EDUCATIVO
Vargas, M. B., Educacién e ideologia. Con
tegorta de intermediarios en la c
caso de los maestros bil
ciesas (Coleccién Miguel Othén de Mendizabal
‘Igualdad y diferencia: un dilema politi
Weiss, E. y J. Ezpeleta, Evaluacion cualitativa del impacto. In-
forme final, Programa para Abatir el Rezago Educativo (Pane),
1a, vol. Il, México, UNESCO IH, 1983.
‘Estado del arte de la educacién indigena en el 4rea an-
Consejo Nacional de Pueblos Indfgenas (cn
politica educativa y cultural del cvet y de la Alianza Nacional
de Profesionales Indigenas Bilingtes, A. C. (aNPrBac) para el
nuevo régimen de gobierno”, México, 1982.
“Convencién sobre los Derechos del Nifio”, Ginebra, Suiza, 1989,
‘onvenio 169 de la ort”, 1990.
‘Panoramica socioeconémica del Estado de México", Gobiemo
del Estado de México, Secretarfa de Finanzas y Planeaci6n,
México, 1993.
rrograma Area Metropolitana del int", México, Nt
rrograma de Alimentacién, Salud y Educacién (PaSE)", México,
sep-Sedesol-int, 1997.
Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000", México.
“Proyecto de Atencién a Nifios Indigenas en la Ciudad’, México,