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LE CORBUSIER MODULOR 1 MOl HACIA UNA ARQUITECTURA LOS 'TRES: Fs’ TARLECIMIENTOS HUMAN , 1955 (LOS USUARIOS TIENEN LA PALABRA) CONTINUACION DE “EL MODULOR” "1949" TDITORIAL POSEIDON BUENOS AIRES Adquiridos fos derechos exclusivos para tn ed Queda hecho el depésito que previene la ley argentina n 11,723. © Copyright 1962 by Editorial Poseidon, $. RL. Pert 973, Buenos Aires. IMPRESO EN LA REPUBLICA ARGENTINA Titulo del original: “MODULOR Traduceién por Avent Juxyent iin en castellano. CONTENIDO ADVERTENCIA PRIMERA PARTE EN LA PALABRA Los usv.anios ‘t1 Caviruto 1 —~ Preiun anes GariruLo 2—Trstimonios 1. Comprohaciones 2, Discusion 3. Aplicaciones materiales del Modulor Caviruto 3— Divi SEGUNDA PARTE IxsthUMENTO. Cavireto 4— REervexid: . Lejos de los Tabiies . Sobre tierra firme 1 2. 3. El hombre, aun mirando, sufria de ceguera... 4 . Volvamos a elevarnos 9 139 Cariruto 5— Carte pr Sve 207 1. Espacio y mimeros 2. Discriminacion: a) Aritmética b) Texttrica 6) Geométrica 3. Arquitectura 4. Acercarse al hombre 5. Arte libre > Cariruo 6.—Numeraciox 295 Evinoco 301 ApiNDICK: SOLILOQUIO DE BUEN HUMOR 307 ADVERTENCIA Las tiltimas pdginas del “Modulor I” dectan asi: “Desde este fin de aito de 1948, fecha en que se termind la redaccién de este libro, hasta hoy, 23 de septiembre de 1949, en que se da el «imprintase> del presente ensayo, se ha operado una fermentacién en torno al Modulor. Por infiltracién, por simple porosidad, la idea ha llegaclo a personas y medios tanto de Europa remo de América provocando curiosidades, inquictudces, preguntas e inter- tenciones. Desde hace un aro se acumulan los documentos en mi expediente del Modulor. Este libro sirve de respuesta. “Después, jbien se vera! Yo sé que quienes han tacado con este instru- mento afinado, ya no lo pueden dejar. “Ellos tienen la palabra: ellos y todos los demds a quienes ensayard, se obstinard, discutird, corregird, propondrd.” LOS USUARIOS. TIENEN LA PALABRA Capitulo | Preliminares nel transenrso de estos dltimos aitos surgié mm ditlogo con Tos usuarios. Sefialo tres puntos esenciules: un trazado goométrico exacto del Modulor deseubierto en comunidad de trabajo por dos jévenes arquilectos, el uno uruguayo y el otro francés; Un antiguo alumno de la Escucla Politécnica, ingeniero de minas retirado en Paris, propone una explicacién algebraica del Modulor; Un gran matemiatico declara: “Hacer un Tlamado simultinco a la geome- tria_y a los ntimeros. es la verdadera meta de nuestra vida...” Scis afios de aplicacion del Modulor, un poco en todas partes del mundo entero, ha puesto en marcha una primera cra de experimentacién. afios de aplicacién del Modulor en mi taller del n° 35 de la calle de Sévres, nos han conducido, en ocasién de las mas grandes como de las més pequeiias tareas, a una seguridad extraordinaria en el momento de la com- posicién, a una apreciable liberacién del espirity en el momento de la invencidu. Se ha conquistado terreno firme. Adquiridse en él certidumbre. Se esté mas seguro de si mismo, Con todo, algunos puntos de la escala del Mo- dulor acusan todavia vacfos demasiado grandes, suscitando tal vez (?) una cierta pobreza. Varios corresponsales lo han sefialado, proponiendo rellenar es- tos vacios mediante series complementarias. Algunos manifiestan el deseo de disponer de un instrumento material: re- glas graduadas; unas a la escala de la arquitectura, otras a la escala del urba- nismo, De una cinta de bolsillo y que contenga a tamaiio natural Jos escalones de Ja estatura humana de 0 a 2,26 m. Estas sugerencias podrian referirse a una “numeracién” del Modulor, problema delicado. La puesta en practica ha conducido a una simplificacién significativa y alentadora: un pobre cuadro numérico cn una media hoja de papel de ma- quina de escribir facilita lo esencial de las medidas utilizables en la vocacion del arquitecto. Serie roja y serie azul. Pero hay algo mejor todavia: algunos, con las meninges sélidamente asentadas, han conseguido alojarse en la cabeza los valores numéricos, y trabajan sin utillaje material. A través del eje rectilineo de una doctrina posible, surgen después los fest fae zigzags de la discusién, el meandro de lo aleatorio y Jas dudas poniendo en tela de juicio hechos materiales, y asimismo dando libre curso a las divaga- ciones metafisicas 0 esotéricas. Pretiles 0 abismos a uno y otro lado. Asi ocurre en la vida, jes la ley de la vida! 5 No se ha manifestado oposicién al Modulor. Existe la aparicién de un sistema no dimensionado por la estatura humana, y al cnal sus inventores han adjudicado extrafiamente un nombre muy parecido a nuestra propia de- signacién, Parece ser, en definitiva, que el Modulor Tama la atencién por su ajuste fundamental a la estatura humana, cosa que no se habia propuesto el Renacimiento con su “Divina Proporcién”. Por cl contrario, este dimensio- namiento del Modulor por ajuste a la estatura humana nos empareja con los grandes medios de mensura de Ia tradicién, y muy particularmente con el “Codo egipcio”, que en este dominio alcanza la cumbre. ¢Cdémo el Modulor fue conocido en el mundo? Por cl libro “El Modulor”, acabado de redactar en diciembre de 1948 y publicado on 1919, Ta francesa, con un tiraje de 6.000 ejemplares, pronto cstave agotada, Segunda edicién en 1951. Después vinieron las traducciones al inglés, japonés, aleman, espafiol. Desparramése por doquier una fermentacién entre la juventud avida por emplear un instrumento liberador, jo considerado como eapaz de darles talento 0 imaginacién a los que no los tienen! Dejemos de lado a esta tiltima categoria de curiosos. Grandes revistas profesionales publicaron vastos estudios. Varios Congre- sos han discutido el asunto. De esta agitacién han surgido, fuera de las brumas y humaredas, algunas ideas constructivas. El misterio del primer descubrimiento del Modulor ha desaparccido para nosotros. Entendiase por misterio la dificultad que existié para explicar un hallazgo que fue una intuicién, ella misma fruto de una larga atencién dedi- cada a las cosas de la proporcién. Atribuydése el milagro, en esta circunstancia, no a los hombres sino “a los nimeros”, que son asunto de los dioses. Habiase 6 declarado desde un comienzo: “Los dioses acttian detrés del muro; son los ntimeros, constituyentes del imivcrso.” Habiase entreabierto la puerta, se vio actuar a los dioses: se “hipotesizs” y se tuyo la suerte de dar con un némero favorable, Habfase percibido la utilidad de concordar aquella actuacién con la escala humana. ;Por qué tal diligencia, tal decisién? Desde siempre, la armonia constitufa para nosotros el pretexto de una investigacién apasionada. En el transcurso de cincuenta aitos, una vida himana habia reunido un stock tal vez muy rico en observaciones, en todo Ingar y en toda ocasién, Una experiencia personal variada, extendida a trabajos que son de la misma indole: urbanismo, arquitectura, escultura, pintura, tipografia, ete... , habia hecho recorrer, y recorrer de mievo, los mismos caminos, planteando Jas mi mas cuestiones, proponiendo las mismas soluciones. Esta exploracién de una antena buscadora hci todos los horizontes, puede muy bien haber sido el acto de un hombre portador de ma de estas antenas. Cuando cincuenta afios de una pasién acumulan las observaciones de cada minuto de una vida activa, es perdonable, explicito, posible, que en ciertos virajes se produzca un escla~ recimiento: un hombre vio claro, jdescubre! Y ahi esta: Hegan ecos, voces que interpelan; im acnerdo bastante conmo- vedor queda proclamado por correos venidos de todos los horizontes. Henos aqui impacientes por entrar en conversacién con los demas. Henos aqui auto- rizados, segin parece, a hacerlo sin poder ser acusados de pretensién o de locura obsesiva. Y he aqui hasta ciertos frutos de la biisqueda que tomd pie de una profesidn, la de un hombre animado del sentido poético y que practica las artes plasticas: el suceso deshorda a la especializacién y a'la es- pecialidad. Por qué no se podria pasar de Ia disciplina de las artes a la dis- ciplina de la ciencia? Son los interlocutores los que nos lo sefialan, los que nos proponen ciertos medios, Nos hemos aferrado enteramente a la idea de no desbordar los limites de un simple instrumento de trabajo. No hemos querido entrar cn el juego de las verdades posibles, pero también de las pretensiones frecuentes, no de Ja metafisica, sino de los metafisicos. .. —17— ee El Modulor ha abierto las puertas delante de sf, on imantencrnos en la modestia de nuestra investigacién, citemos esta carta de Le Lionnais, matemitico y hombre de alta cultura: “Paris, el 12 de febrero 1951, ”... Como usted ya sabe, reprocho a ciertos autores —do los cuales me apresuro a decir que usted no forma parte— un uso del mimero de oro que Supone y alienta a un punto de vista mas o menos emparentado con el ocul- tismo. Cada vez que se habla del nimero de oro, me parece necesario pre- cisar bien la propia actitnd personal sobre este pinita, Pero es inutil insetiy puesto que, desde este prnto de vista, nuestras actitides concuerdan, En el plano de la téenica, considero que el ntimero de oro no representa una nocién particukurmente excepcional 0 privilegiada; pero puede constituir tuna convencidn titi y, tal como sucede en muchos casos, la adopeién de wna convencién, por arbitraria que sea, puede representar tim yolummoso. pros greso si se le permanece fiel, porque se convierte cn principio de seleceign y de orden. El orden alfabético, que no descansa on ninguna base nateral resulta bien cémodo y serfa erréneo criticarlo, Claro osti que acaho de cedex a un vieio de matemiitico, “pasando al limite” y cindole a usted um ejemplo ue exagera mi pensamiento para hacerlo compronder. Yes ovidente. que si el Modulor no tiene un caracter de unicidad que lo autorice a imponer una especie de dictadura en las artes plasticas, no por eso deja de tener algunos caracteres naturales que lo hacen recomendable, junto con otros mimeros, a Ia atencién del artista y del téenico.” : Tal es la puesta cn guardia del matemitico, He aqui el rectifieativo del arquitecto, urbanista, pintor, cte...., que yo Soy: ... el matematico acttia con los mimeros, es mensajero de los “dioses” Por definicién, el hombre no es un dios. Y el poeta que yo soy declara: para tomar contacto con el universo, el hombre mira, empleando sus ojos que se — 18 — encuentran “a 1,60 m”, aproximadamente, sobre el suelo. Sus ojos miran hacia adelante (Perogrullo). Para ver a izquierda y a derecha, necesita volver la cabeza, Su vida, pues, sdlo esta formada de una hilera incansable, de una sucesién, de una acumulacién de visiones. El hombre tiene un “cuerpo mate- rial’; ocupa el espacio mediante el movimiento de sus miembros. El espacio humano no es el del pajaro ni el del pez (Perogrullo). Sé muy bien que con la aviacién ha adquirido la vista del pajaro, pero aqui sélo se incrimina a su espiritu; su cuerpo permancce con sus funciones y sus limites. Es posible que el nimero de oro sea de una trivialidad aplastante para los matematicos de los tiempos actuales. Con el auxilio de sus maquinas de calcular, han inven- tado combinaciones sensacionales (para ellos, mas no para nosotros, incapa- ces de comprenderlas ). Mientras que el nimero de oro rige una parte de las cosas que constituyen nuestro espectaculo exterior —por cjemplo, la ramifi- cacién de una hoja, la estructura de un érbol gigante o de un zarzal, la osa- menta de una girafa o de un hombre— cosas que son cl pan cotidiano 0 excep- cional desde hace milenios y millones de milenios. Cosas que constituyen nuestro medio (mientras que las altas matemiticas no Io constituyen). Obreros de tareas que proceden del medio Inmano, ocupados en conser- var, cuidar y modificar este medio, nosotros no nos sentimos nada entristeci- dos por una trivialidad matematica del ntimcre de oro, sino que, en tanto que gentes de oficio (edificar, esculpir, pintar, organizar el espacio), nos senti- mos deslumbrados por la riqueza de las combinaciones que proporciona el namero de oro, consideradas aqui como materiales que hay que poner en accién. .. ° ee Un nuevo trazado geométrico del Modulor, esta vez exacto, confirma la hipotesis de 1942: “Tomad al «hombre-del-brazo-en-alto» de 2,20 m de altura, instaladlo dentro de dos cuadrados superpuestos de 1,10 m de lado; tantead, a caballo sobre estos dos cuadrados, un tercer cuadrado que debe proporcio- nar la solucién. El lugar del Angulo recto debe ayudaros a situar el tercer — 19 — cuadrado, Con esta cuadricula de campo de trabajo regnlada segin el hom- bre instalado ext cl interior... vais adr com anu serie de medidas ajustadas a Ta estatura humana va lec atemitioa. 7 | Modulor” 1945. pig. 34. (1) Este trazedo face descubierto en 195%, cu el tiller de La calle Sevres por Justine Serralta, uruguayo, y Maisonnior, francés Proporeione sma plena sa- tisfaceién intelectual y artisties, Instalado on buen sitio ca Tt Exposicién de La “Divina Proportione”, de la Trienal de Milan. 1951 en compaitin de los §xuuseritos o de Tas ediciones principes de Vitruvio. Vi Piero della Francesca. Alberti. cte., ete, a Andréas Speiser, matemiitico de la Universical de Basilea. qie ha consa- grado una gran parte de sus trabajos a ki matemdtica on lw artes pkisticas y en la musica: “;Cuan bello es este trazade!” ° Hars de Honnecourt, este trazado de obligaba a decir Por fo demas, he aqui expnestas a continnacion algunas voces del exterior, El senor Gabriel Dessay, ingeniero. Director de Explotucion en el Servicio omereitl Nacional de la Mectricidad de Fratieit, eserihe ef 29 abril de 1950- Aeabo de Toor el «Modulors, Creo, como usted, que os indispensable tener una gama, a falta de To cual cl ojo se ahoga en’ un occani de dimensiones arbitrarias. Esta game debe ser una serie geometiea, « lin de que el ojo apr cie las relaciones, “La prietica de Tos siglos ha mostrade que he rel ion annnere de ores era kx mis agradable, Por otra parte, fi relacion dos ex indispensable, aameque s6lo fuera a para las puertas y ventanas de doble hoje. “Las proporcioncs de si’ Modulor tienen, mi ve *Por otro kido, como Ix arquitectura esta hecha p bres, es necesario que I destinados a ser vistos ciones estéticamente « fas bases midis sélidas, ara albergar a los hom- as dimensiones de los clementos de Ta constraceién, al mismo tiempo que el hombre. se encnentren en relae corrects» cou éste —y por tanto que Ia serie elegida 1) Las paginas de “EL MODULOR 1948” que se eitan. cdicién de ese libro hecha por POSEIDON en 1961 + 200— corresponcen a Ia segunda contengat kis principales dimeusiones de au hore emediano». Taw que tomar almisue ids alto o mas bajo que cl temado por usted? ¢Pu 7 et nase de un conjunts arquilecténice a otre? Piensa que este ne suscita if wrandes difereucias de resultado estético: asi, Ta mas simple, Aa a” ats at lit racionalizacion de los elementos prefabricacos, consiste si duda cu fimitarse nao dos series. = Me ‘aqui vétno ve reconstitaye para ui la encvesicad a su sat intelectual, y he aqui por qué ereo en ef éxito de su iniciativaa y el por ae ty doy las gracias de penuitirme colocar en mi biblioteca un libro que contara cionales en Paris, ¢s- EL Sr. Germain Bazin, Di 3 de di 2 195 cribe eL 3 de diciembre de 195¢ f — ict “EL hombre que hit encontrado bi comin medida cutee el sistema deci! vel pic-pulgada trabaja para una sola causa, fa de lo nniversal: kr causa justa. ctor de los Museos EL Sr. Pierre Girard, Directer del fnstit Paris, de hi calle Picrre-Gurie, eseribe cl f F “Hay cu la presencia de todas estas frases rennidas cosas que me coumiuc ven extraordinariamente, pues la obra humart, tanto sies edifieada como es crit © pintada, debe estar hecha de la misnut substancia que nos constituye, v Tas frases antedichas Io expresan. . . ; a La coprebacion del Sr. P. Girard, que es un sabio, me halaga, y es Hea lisonjera que no puedo reproducira, Por To demas, en el decurso de este obra yo suprimiré los cumplides cosechados por el camino. Mi corresponsal ter- wiina asi si carta: : 7 ; i “| Después de haberlo leido (el libro «El Modulor»), pienso que. cl nombre de usted quedara como el del mas grande iniciador del arte de vivir en el mmndo de mafiana.” : ao . Ta expresién que me concieme es desmesuradas pero es Io cierto que el mundo de mafiana vivira de otra manera. Y es importante que un gran bid- logo venga a afirmarlo. y de Biologia Psice- Quimica de ~ 21 — 3 ol tees - 041 FOS 2° 244 G4 ! 2st 7 44 os SF a Comunicaré mas tarde, en “Testimonios”, la carta del sefor Guettard, arquitecto en Paris. Una vez remitida su carta, vino a visi- tarme. Pareciéme ver en él un hombre curioso, repleto de ntime- ros. Tal vez, en la Edad Media, podido encarnar a un monje ico fandtico. Druidas, Pita- gotas, Platon, la Cabala, ete....5 parece encontrarse en contacto con todas estas cosas de otros tiempos mantenidas subyaccntes en ciertos lugares de la sociedad contempo- rénea. Declara; “Su Modulor esté bien porque, venido del exterior, ha da- do con el ntimero clave. El 113 es el numero clave, etc, ete...” Mientras él lo celebra, yo me digo: mis 113 no son mas que cen- timetros, no otra cosa; y traduci- dos al anglosajén ya no son més que pies, en numero de casi cua- tro, y nada mas..., y nada de esto os sagrado... Volviendo a la tierra, intercalo Fic, 3 aqui con malicia mi tabla personal de Modulor, perforada por agujeros de alfiler provinentes de clavarla y des- clavarla en una esquina de mi biblio- teca, en mi taller privado. Me da gus- to mirar este trozo de papel: jme tranquilizal * i a slo: la mi 2 ita a maquina (clavada, He aqui a su hermano gemelo: fa misma tabla esctit esta tee en cada una de las mesas de los dibujantes del Taller de la calle de Sévres). i‘; oo8 aqui, ademas, la pagina interior de la cubierta de “Plan”, periddico de poceaaaes de Ratudiasites Arquitectos de Inglaterra. Estos jévenes son encantadores, amigos sinceros y apasionados. Respetan al Lae en bres ane didura, tienen gracia. Al modo de los patos cuando se sacuden_ sD a - salir del agua, han publicado, junto con los nombres de los aes ros de comité, la imagen de un Modulor invertido que no carece de sabor. — 2B u : Seen Seneca Seta publicara, mas lejos, cl del Sr. Alfred ann, de Jerusalén, y Jos del Sr. Neroman, Los dos tiltimos sefalan vaci entre ciertos éscalones del Modulor. eS aces Esta fa intermedio ie Esta falta de esealones intermedios afecta a la regidn que se avecina al 113, bor arriba ¥ por abajo. Fstas sugereneias provienen de mentes diversamente adas. las acojo con la mayor simpatic spliqué i re : ma patia. Me expliqué: temitien sino un artista, y en fin de cuentas un pocta, Creer eel 01 iguict . 7 sista ™ consiguiente, homer dedicado a la busqueda “de lo mejor de todo”, these A ee para ser a intenso de todos. Un snjeto con la a a ciones, posefdo por el deseo de ar fi i weuparse de espacio, de vol I seo de armonia. TMamado a cio, de volumen, de relaciones: cosas. eee ¢ ; 1. de relaciones: cosas, todas ella im- pie Ns enone una matemitica, El centelleo, la brillantez, Ja tue a eee oe itu a ponder al jespacio indecible, que es de la naturaleza Eee igico. En lo magico, el diablo ti ocho a inter: : edo ' gico, el dia iene dere inter- th ea gentil y brillantemente, En lo sacro, no ticne tea ee n 1¢ iqué ii , : eee erate pablus una primera redaccién de “EL FsPAcio INDFCIBLE”: hombres : : a Pe test espacio es el primer acto de los sores vivientes, de los y ‘acién. La primera de ; sep es ocupar ¢) espacio. a primera de las pruchas de existencia La flor, la pk: 4 ai un melin i 8 planta, Saree la montafia, estan de pie, viviendo dentro de qquilizadora if Raia dia Ja atencién con su actitud verdaderamente tran- enscinindoticagnanciad! es porque aparecen destacados en sus contornos pero tanta trabazon Denia pen itode en derredor. Nos detenemos, sensibles a al. Y miramos, emocionados por tanta concordancia que orquesta a tanto espacio. Y medimos, mientras qu que e mira orque a pacio. eae > mit que Io que estamos mirando *La arquitec' 2 7 dependientes del es} ne escultura y Tx pintura se encuentran espeeificamente segtin sus medios apropi mecis a la necesidad de regir el espacio, cada una apropiados. Lo que aqui se dird aCe eee ve o1 Mts Age io ira Com E clave de la emocién estética es una emocién espacial. Saeeerah | ae a — 2 —~ escultura 0 pintira) sobre su alrededor Acrépolis de Atenas). trazos raje » accion de la obra (arquitectura, ondas, gritos 0 clamores (cl Partendn sobre ta que surgen como en un centelleo, como accionados por un explosive. ET ps aa causa de cllo sacudido, afectado, dominado 0 aca- Tas paredes del aposento, sus dimensiones: Ta gus fachadas: las extensiones 0 Jas pen es desnnidos de la Hanura 0 los cris: concutre a ejercer sti peso sobre este proximo o lejano qued riciado. Reaceién del medio: pluza piiblica con el peso diverso de dientes del paisaje y hasta los horizont pados de las montafias, todo el ambiente punto en qne se encuentra una obra de arte, signo de una yoluntad de hom- bre: Ie impone sus profundidades 0 sus salientes. sus densidades duras 0 Dlandas. sus violencias 0 sus suavidades. Preséntase un fendmeno de concor- dancia, exacto como una matematica —v erdadera manifestaci6n de actistica plastica: De esta suerte, quedard permitido referirse a uno de Tos fenémenos vas sutiles, portador de alegria (Ja misiea) o de opresién (la batahola). *Sin pretensién de clase alguna, hago una declaracién relativa a la “mag- nificacién’” del espacic que abordaron Tos artistas de mi generacion en las impulsiones tan prodigiosamente creadoras del cubismo, alld por el 1910. Tablaron de la cuarta dimensién, con mayor o menor intuicién o clarividen- cia, poco importa. Una vida consagrada al arte, y muy particularmente a la Iisqueda de una armonia, me permitid, mediante el cultivo de tres artes: arquitectnra, escultura y pintura, observar a mi vez el fendmeno. "La cuarta dimension parece ser el momento de evasién ilimitada, produ- cida por una consonancia excepeionalmente justa de los medios plisticos pues- tos en accién y animads por los mismos. No se trata del efecto de un tema escogi poreionamiento en todo orden de cosas: fisica de la obra, asi como también eficiencia de las intenciones, controladas 0 no, asidas 0 inasibles, existentes sin embargo y emanando de la intuicién, este milagro catalizador de las sapiencias adquiridas, asimiladas, aunque tal vez olvidadas. Porque, en una obra lograda y feliz, figuran enterradas masas cnteras de intenciones, un do, sino de una victoria de pro- verdadero mundo que se le revela a quien tiene derecho a ello, lo cual quiere decir: a quien Io merece, "Entonces, una profundidad sin limites se abre, borra los muros, expulsa a las presencias contingentes, realiza el milagro del espacio indecible. ..(+)” Hecha esta cita, con el retroceso de los afios me doy cuenta de que toda mi actividad intelectual or ientése hacia la manifestacion del espacio. Soy un hombre de espacio, no sélo mental sino fisicamente: me gustan los aviones, los Duaues. Me gusta el mar, Ia playa, y la Ianura mas que el monte, El nie de los Alpes, el interior de los Alpes, me aplastan, Mas arriba, hacia las Cumbres tanto en los iiltimos pastos como en lis cine cl espacio renace, Pero los materiales puestos en juego manifiestan lo salvaje de los elementos Gesencadenados, la catastrofe de las Tupturas gcolégicas. jCuanto mas sen sible no me siento ante el reloj admirable del ree con shs mareas, sus equi nexios, sus variaciones de cada dia segtin Ia mis implacable de las leyes, Pero también Ia mas imperceptible, la més interna que cxista! (2) Estos conceptos nacieron de um cxperimento. Tengo en casa un yestibulo de dos metros de lado. Una le las paredes se encuentra enfrente de ama gran vidriera norte ame da al techo-jardin. Esta pared se encuentea pues bajo una ilummacién constante, eas te ‘a. Es la nica que se encuentra iluminada en tales condiciones, dado que mi aparta- mulento tiene Ta orientacién este-ocste, Yo habia tomado Ja costunbre de usar esta pared como banco de ensayo para mis cuadros durante su ejecucién: cnadritos o euadiey muy grandes. Un dia (en una ocasién bien precisa) Pude ver con inis propios ojos cémo se rea- lizaba el espacio indecible: aquella pared, con su cuadro, se expandia sin limites, Someti a la misma pricha a amigos, a visitantos. Tomaba el cuadro colgado ylo retiraba de sopetén. Ya no quedaba mas, entonees, que un pequciio muro de dos metros, una pared misérrima, Este hecho se prestaba a refle: ‘in, Capitulo 2 estimonios {. Comprobaciones 2. Discusién 3, Aplicaciones materiales del Modulor fs mad, cher ai, gram) yrwne Oo seSater™ (mas Serpe 9 Slormesks ails pelrmien chy Bnd consti Some chagus cite © ER par vous ee puss K(X etait olowe pant. bie D etnanherer oaths 0 Vid 1. COMPROBACIONES team faulhow go que trabaja en Nueva York desde antes de ka guerra, fue cneargado por John Dale (v. "EL Modulor”, pigs, 56-59) de preparar Ja fubricacién en los Estados Unidos de ka cinta del Moduler, cosa que se desbaraté ante la negativa de ka industria americana de correr el menor riesgo en este asunto. Habia sido el primer pionero del Modulor, o sea cl primero en absorberse, desde 1946, en el analisis de este invento y en lu indagacién de sus aplicaciones materiales posibles. Por el momento, anoto aqui el subtitulo que él Je da al Modulor: “A scale ‘ol armonious measurements of space”. En castellano: “Una escala (o una sama) para la medicion arménica del espacio.” tamo Papadaki, arquitecto grie — 99 — Alfred Neumann, i de Jerusalén, ti S| i Humauisaiee of Jerusalén, titula su estudio (comentado més lejos): ace” (“Humanizacién del espacio”) ° eo 8 grafia mostrando a L. C. en el terreno del C: al Himalaya, en 1951 (véase el “Archi a, el “Architect's ¥: 65): Le Corbusier sostiene en uma saa feets Ye Una foto garh, frente Drew, pag ‘apitolio de Chandi- car Book 5”, de Jane a mano el plano de nrbanizacién i. Ris 0p ea e Ta nueva ciudad acaba d mpreso. En la o statuit 7 a uc acaba de ser imp 7 q preso. En Ia otra, una p madera del Modulor tallada por uno de los arquitectos de la Oficina del PI a Plan (éstos en aquella épuca, 3 (est ella época, acampaban en tiendas de lonas Jn ciudad recientemente construidas) ecards — 30 — Este documento fotografico atestigua que Chandigarh, nueva capital del Punjab, de 500,000 habitantes (primera etapa, 150.000 habitantes), se en- cuentra construida por medio del Modulor, suceso de mayor cuantia en el plano de las realidades. HI documento siguiente muestra la primera cinta del Modulor (véase EI Modulor”, paginas 45-46) expuesta, en el momento de aparecer el libro, vn la librerfa Vega, del bulevar Saint-Germain de Paris, en 1950. Esta librerfa se consagra muy particularmente a las publicaciones esotéricas y a Jas cien- cis metafisicas, El Modulor recibié por parte del Sr. Rouhicr, su director, ana acogida sumamente amistosa. Le fueron prestadas al autor mil intencio- — 31 — Alfred Neumann, de Jerusalén, titula su estudio “Humanisation of Space” ("Humanizacién del espacio”). ° eo 6 Una fotograffa mostrando garh, frente al Himal Drew, pag. 65): Le a L.C. en el terreno del aya, en 1951 (véase el “ Corbusier sostiene en ur Capitolio de Chandi- “Architcet’s Year Book 5”, de anc na mano cl plano de urbanizacion “7 Ey Fic. 1 at de ser impreso. En la otra, una estatuita de la por uno de los arquitectos de la Oficina del Plan » acampaban en tiendas de lona; hoy ocupan casas de a ciudad recientemente construidas ). de la nueva ciudad, que acab madera del Modulor tallad (éstos cn aquella época, 1 a0 (comentadu més lejos): Shandi, ‘a capital del Este documento fotografico atestigua J oa G0 habitantes). eee : itantes (primera etapa, 150. rabitantes), : ra te bts (ea ae ta uel a plano de las realidades. Fie, 5 eee (véase “El L:] documento siguiente muestra Ia primera cinta del Modulor ( cl libro, A ‘ ie paginas 45-46) expuesta, cn el momento de an Esta ibrerfa oder’) paginas 7 ‘aint-Germain de Paris, en 1950. fr \Incrie Vega, del bulevar Saint-Germain de Paris, en 16 sateen seen ae panticularmente as. publicaciones esotériens y a Jas cien- soon titisicas, EL Modulor recibié por parte del Sr. Rouhier, ainiencin: aooennessnnamente aunistosa, Le fheron prestadas al autor mi — 31 — nes que él no tuvo jamds, cien capacidades que de cierto él no posee y con- tactos con el pasado eterno que él nunca tuvo Ia dicha de materializar. Seme- jante cquivoco no resulta desagradable, pues demuestra que “las cosas. se cacnentran entre sf o vuelven a ser encontradas”; viielven a ser cncontradas a través de tiempo y espacio, prueba de la imicidad de las preocupaciones humanas que animan al pensamiento de abajo a arriba, de izquicrda a dere cha y de derecha a izquierda, Esti cinta de Modulor se encontraba en mi bolsillo, dentro de una cajita de pelicula Kodak, desde 1946, Le sucedié una aventura, y ésta es tan linda que puede narrarse aqui con este titulo: “Nacimiento de la Leyenda”, “EL 28 de marzo de 1951, en Chandigarh, a Ia puesta det sol, habiamos salido en jecp a través del territorio todavia vacto de la capital, Varma, Fry, Pierre Jeameret y yo. Nunca Ja primavera fue mas bella, el aire tan’ puro después de la tormenta de la antevispera, los horizontes tan claros, los man- yos asi de gigantescos y magnfficos. Nos encortribamos al final de muestra tarea (de la primera): habiamos creado la ciudad (el plan de urbanismo). “Me di cuenta entonces de que habia perdido la caja del Modulor, de la tinica cinta del Modulor existente, fabricada en 1945 por Soltan y la cual, desde hacia seis afios, no habfa abandonado mi bolsillo (excepcién’ hecha de los quince dias de exposicién en el escaparate de Ja Libreria Vega, en 1950, al publicarse cl libro “E] Modulor”). Grasicnta y clandicante, En aquella ul- tima visita al paraje antes de mi retorno a Paris, ol Modulor cayé del jeep ala gleba de los campos que van a difuminarse delante de la capital. Ahor se encuentra alli en pleno corazén, e integrada en el suclo. Pronto florecerd en todas las medidas de la primera ciudad del mundo organizada de una sola pieza segtin esta gama de armonfa. Cuando uno se encuentra sentado en cl jecp, las rodillas quedan mis altas que la pelvis; los bolsillos se vacian. De nada sive estar vigilante. Aquella vez el Modulor me abandond.” (Extracto del Album de viaje, India, 1951.) ote — 32 He agui 5 portadas de ediciones extranjeras del Modulor: Paris, Buenos Aires, Tokio, Londres, Stuttgart, el aiio 1954. eo FLMODULOR| a -~hogul jer i tes Pet Le Corbus: Francés Espaiiol Juponés Inglés (Buenos Aires) oe Carta del 24 de noviembre de 1952, de J. "Tyrwhitt, declarando: “EL trabajo en cl Canada continta siendo interesante, por mas ane se eneuentre todavia en el estadio de los pioneres, Yo me sitvo de “Propos @Urbanisme”, que es un manual indispensable para los urbanistas, y del *Modulor” para el quinto aio de los estudiantes de Arquitectura (sélo tengo relacién con los estudiantes de quinto aio). Jacqueline Tyrwhitt fue la organizadora del 8° Cougreso CLAM de Hoddes- don, Londres, 1951. y del Symposium sobre “Los Principios cientificos v su aplicacién en las Edificaciones, Planos y Construcciones de los paises tropica- les”) on Nueva Delhi, el afio 1952. a8 E130 de marzo de 1953, Justino Scrralta, antiguo cofrade del taller del 35 de la calle de Sevres, de regreso cn Montevideo, escribe: BH pee “En la Facultad de Arquitectura, soy profesor adjunto de proyectos de arquitectura, En mi clase, donde el trabajo en equipo ex cosa basica, es obligatorio utilizar cl Modulor y la Cuadricula CIAM. ° ee El Ministro de la Reconstruceién y del Urbanismo, Sr. Claudius Petit, me escribia el 23 de marzo de 19: Fue a bordo del buque de carga “Vernon S.-Hood”, Tendiéndome uno de estos dibujos de los cuales usted tiene el secreto, con cl brazo alzado junto a curvas que se desarrollaban, emanando Ia uz de Ta otra, naciendo de nada, dirigiéndose al infinito, participando de wma escultura de Brancusi y de una Hama ideal, usted me dijo: “Ya esta; ahora todo queda clare, expli cable; cl Modulor est al punto.” “Una cinta de papel recio, enrollada dentro de una cajita, graduada on uma forma inesperada para el profano, puntuada de rojo y azal, cifrada en milimetros, y también en pies y pulgadas, representaha el trabajo de varios aiios. Un nuevo medio de dimensionar Jas cosas habia nacido, ”:Con qué obstinacién, con qué objetividad puso usted a prucba a aquel Modulor de sus pensamientos! Todo cuanto en cl buque parecia ser armo- nioso, feliz en sus dimensiones, agradable a la vista, adaptado al cuerpo, y asimisino todo cuanto era incémodo o feo, servia de banco de ensayo, Las confirmaciones se acumulaban, preparando les aprobaciones y las utilizaciones. *:Cudl no debe ser su alegria al ver ya al Modulor utitizado en todos los paises por numerosos arquitectos, urhanistas, ingcnieros, y para trabajos de toda especie, la tipografia de una edicién modesta o rica, el plano de una ciudad o de una vivienda, la arquitectura o cl mobiliario!” Antes de publicar en su pais Ja traduceién del primer libro sobre e] Mo- dulor, los japoneses lo habian discutido previamente en sus periddicos. ;De- jamos al Iector la satisfaccién de descifrar el documento! Llega un dia ur telegrama al n? 35 de la calle de Sévres, redactado asf: “Town Planning Associates, 17 de noviembre de 1950. “Ha sido creada la orden del Modulor en Medellin (1), y Ia ir Modulor, en metal precioso, le sera remitida por correo separado.” Un inglés leno de eonvieciéu me manda sus votos de Navidad. Refiérese ol primer Modulor establecido sobre la estatura francesa de 1m 75 (véase “EL Modulor”, pags. 52-53), ignia del Fic. 7 ee La Srla, Simone Prouvé, hija de Jean Prou- vé me regala un chal de lana tejido por ella misma (esperaré a la proxima angina para po- nérmelo). Este chal esta formado por dos fran- jas, tna roja y otra azil. Su longitud sélo es de 140m (jsnficiente para Jas anginas!). Contione las graduaciones de Jas series rojas y las series azules. Jean Prouvé es un ingeniero ym industrial dela plancha de aluminio plegada, por medio de Ta cual ha construido cosas excepeionalmen- te ingeniosas, proporcionadas, clegantes: escue- lus. casas, mucbles. Su padre, Victor Prouvé, alla por cl 1900 fue el instigador, jimto con Gallé, del movimiento de “Arte Nucyo” Hamado “de iL gee (') Colombia. , eno de originalidad, de savia, pero aplicado a cosas menores. Aquel movimiento fue mal estimado, acosado, y sus creacioncs se encontraron des- trnidas por el encono académico, Sdlo quedan cristalerias admirables on el Museo de Artes Decorativas de Paris y algunas “entradas de metro” por Guimard, respetadas aqui y alla, dentro de Paris, por Ia piedal de un con- servador intcligente. Simone Prouvé ha manifestado su adhesion amistosa al Modulor que su padre aplica siste- maticamente a todas sus construcciones, He aqui la carta de los estudiantes ingleses Adaden a su envio cl n' 7, 1950, de su rev: ta, con un Modulor vuelto al reves, a ta gloria def mono (ya anunciado). “Prax. — Architectural Assoviation Jounal — School of Architecture Margaret Strect -- Bir- mingham 3. "17 de julio de 1951. “Estimado setiov Le Corbusier, acogemos con alegria su proyecto de Modulor 2 y Modulor 3 — 36 — Fic, 9 que mereceré, sin duda alguna, una acogida entusiasta en ef mundo entero ¥ probard que cs de una importancia fundamental. "Como, por desgracia, no hemos teuido atin la ocasién de construiz, no podemos pucs aportar nuestra contribucién a su obra. vez podamos hacer mas dentro de algunos aiios, pero debe perdonarnos nuestra actual incapacidad de ayudarlo, “Le ofrecemos, a guisa de compeusacién, una pagina de Prax que esti dimensionada a la escala Modulor, Jo enal usted tal vex ye havae abserviedes (vase aqui, bajo la cifra 27), “Deseamos un gran éxito a su obra F] 30 de junio de 1948, el Sr. Val. Karschbaumer, arquitccto tirolés, se- tiakt que, ocupado en indagaciones similares, encuentra puntos comunes con cl Modulor, Me interesé por la antigiiedad griega y Ja Edad Media apoyandome cn las tradiciones y en la literatura de los viltimos cincuenta afios, siempre cn Insea del problema de las proporciones, y de ello conchii que el siglo xx no sbe qué hacer con los procedimientos “histérico-tradicionales. Esto. quiere decir que los viejos procedimientos —puesto que ya no. satisfacen— ya no son aplicables hoy en dia. “Encontré otra solucion: observando el hecho de que aquel sistema de proporciones se encucutra en la propia naturaleza (especialmente en la for- iacién biolégica de Jas células de una planta o de un animal, y forzosamente tumbién en el cuerpo humano), me dediqué a la indagacién del principio haciendo toda una serie de medidas y de cdleulos. Hace dos aiios comprobé que una relacién entre la «Seccin de Oro» y la «Serie Geométrica> actia decisivamente sobre el proporcionamiento dé las formas en la naturaleza, mientras que, hasta el presente, nos hemos contentado con una sola funcién 37 — + ’Seccion de Ore”, Con gran sorpresa, al comparar mis conclusiones con su “Modnlor”, vi que los resultados de los dos sistemas eran parecidos. Ni la cifra nile medida pueden dar, en la practica, un método utilizable (los sa- hios alemanes se perdieron buscandolo, jay!). En consecuencia, he puesto al punto mm procedimicnto geométrico apto para verificar y corregir todo pro- yecla, Los valores preporcionales pucden ser manifestados por una simple constrncecién geométrica, ste trabajo se encuentra practicamente terminado. Un procedimiento xeométrivo sencillo, sin céleulo y sin tradnecién de medidas, es suficiente, Haciendo aparecer a la «Seceién de Oro» y a la «Serie Geométrica» de un niodo parecido a su Modulor, ; * 8 En Lansana, un grupo que se intitula “Les Etudes de !Homme” anuncia mcurso sobre el Numero de Oro en 12 lecciones, en ¢] Hogar cooperative de tt Casa del Pueblo. La 7 leccién esta dedicada al Modulor. Los Estupios ver Hompne NUEVOS CURSOS SOBRE EL NUMERO DE ORO por el Sr. Th. Koelliker, ingenicro nso wrenior. 12 lecciones, todos los lunes, del 27 de octubre al 2 de diciembre de 1952 y del 12 al 26 de enero de 1953. 14 leccién: Justificacién del simbolismo en arquitec- tura; 2 : Establecimiento matemiatico del Numero y de Ja sece. de Oro; — 38 — 3%, El Niimero de Oro, mimero de Ia vida. La serie de Fibonacci; ra La armonizacidn lincar, Teorfa de los rit- mos; 5, El ritmo binario. Superioridad del ritmo terciarios 62, Elritmo ternario y los ritmos multiples; 7! El Modulor; St | La armonizacién cuadratica. El Plano de Oro. Rect. 1: 2 EL Plano de Oro y Jos poligenos de Oro: lot Los reetingulos de encuadramientos. Las 25 estructuras de Oro; 1. Unainctodo grafico de armonizucion: Met de Hambidges 12 Hanibidge. La armonia por la sinilitud, B,-Cunso screnion, 12 lecciones (se fijard Ta fecha ulteriormente). Estos dos cursos forman tn todo, y dan una base solida a to- dos los que descen adquirir la ciencia del mimero. 4 Un ingeniero del pueblo de La Sarraz, eu Suiza, canton de Vaud (donde fucron fundados, en 1928, los Congresos CIAM), sefiala que el trazado Mai- Ihwd-Le Corbusier no es matematicamente justo, (“El Modulor”, pagina 39.) De acuerdo; cl caso se examinart cn seguida. -- 39 — Gerald Hanning escribe en octubre de 1950: “En cuanto al Modulor..., en lo que concierne a sus aplicaciones, debo sin embargo decirle que lamento ver a este sistema de dimensionamiento arménico quedarse limitado al papel de “metro”. A mi ver, cllo iba impli- cado en su propia existencia, Por mi parte, veia en el mismo, dentro del plane de la disciplina de sintesis de los conocimientos Hevados al nivel de una disciplina de sintesis de los conocimientos humanos y de los conocimientos técnicos, y basado en un sentimiento plistico y en conocimicntos estéticos —el medio de hacer que la industria produzca clementos acabados para la cons- truccién moderma, especialmente en materia de habitat: cl sistema de las “es- teras japonesas”, como nsted me habia indicado al comienzo, aplicade a todo cuanto es construccién, “Tal vex, eso fuera ambicioso, pero la evistencia de pancles de WAcHSMANN, y sobre todo la existencia de los prefabricados Gunissox, de Louisvinus, en Jos U.S. A.. que componian plinos impresos con timpones y eneargaban por teldfono sus casas, infinitamente diversas, con cl simple enunciado de los: distintos clementos claborades, muestra que cllo no es ninguna utopia. Lo que ha podido ser prdcticamente realizado por una firma puede serlo por toda una industria, y eso internacionalmente, si se consigue hacer que se admitan formas reglamentarias. ‘Supongo que no ha Hegado la época todavia, pero es cosa cierta que el porvenir de su Modulor esta en esto, si se le quiere utilizar como otra cosa que como receta estética.” E] subtitulo del primer libro de “El Modulor”: Ensayo sobre una medida armonica ala eseala humana, aplicable amiversalmente a la Arquitectura y a Ta Mecdnica, debia sin embargo haber tranqnilizado a Gerald Hanning. e 0 EL Sr. Joan-Clande Mazet, arquitecto, observa uma grave falta debida a ini ignorancia (que, por desgracia, jse extionde a todos los dominios!) ~~ 40 "Una nueva Jectura de < eX ¢ Se obtendra, evidentemente, multiplicando por ¢ los tres mimeros de lt vie De c c oxox Te enal dards 1615 2.618 4.236 Laltimo seré. naturalmente, la suma de los dos precedentes. ~- 59 — A partir de aqui, la trama prosigue su Gunino, perfectanente indicado: punto de partida mimero fundamental 3) suma de 1) y 2) 4) suma de 2) ¥ 5) sama de 3) y 1) ; 6) suma de 4) y 5) 11,090 1 1.615 18 y asi sucesivamente sin detonerse. Es la serie roja del Medulor, 4 La urdimbre. ras es necesario el hilo de Ta hicnto de las cifras prece- mismas pro- términos que 4°) Pero no hay solamente el hilo de la tran ardimbre. EL Modulor lo define por ct desdobk dentes, Huelga decir, pues, que la nucvat serie aul teudra porciones que Ta serie roja, Cada término es ka suma de dos preceden punto de partida timero fundamental: 2 summa de 1") y suma de 2%) 4 suma de 3’) suma dey) i.61S rd Qauwwvion y asi sucesivamente sit fin La entretejedura de las tramas. 5°) Queda por ver como se entretejen la urdimbre y Ja tama, La entrete- jedura es satisfactoria, puesto que, dentro del orden de los némerns crecientes, se encuentran sucesivamente al uno y después al otro. 60 -— tlias puostas on diagonal. ROJA AZUL 2 + 0.618 ——— 2.618 ° Oo" 0.618 18 5,036 tee oqo 618 — a 54296 6.654 “61g i: 11.090 era ate wen’ 13.708 17.944 Dejemos de kido, por cl momento, los primeros témminos (que son como bow hordes de la tapiceria}; me ocnparé de ellos a no tardar. “chase de ver que la alternancia roja, azul, roja, es completamente re- wolar Se notin igualmente las diferencias entre nn término y el otro; son las ‘Tienen propicdades importante la término rojo se encuentra exactamente en medio de dos términos tos. cl ano inferior y el etre superior a és Pav separacién entre im término rsjo y sus dos vecinos azules va eu @umente y reproduce a la serie roja inicial. 12 1.618 ~ 2.618 — 4.236, ete. ... Vatas propiedades no tienen nada de misterioso; se demuestran facilmente; ten Les consecuencias directas ¢ inmediatas de la propiedad fundamental del tan tae (por 2). le gout 1 anihio de sentido de la trama. 6 Volvamos al punto de partida, la sucesién de los ntimeros 1 y ¢ iguala — 61 — a 1.618. Eu lugar de correr hacia la derecha y construir el niimero siguiente por adicién de estos: 1 }- ¢ = 2.618, podemos construir hacia la izquierda, y por tanto construir el mimero que, atiadido a la unidad, daria c, Este seria evidentemente, C1 = 0.618, y de esta suerte se tendrian Jos tres nitmeros C--1 1 c que valen: 0.618 1 1615 De acuerdo con lo que sabemos del ntimero ¢, puede preverse que, mul tiplicando por (¢) el primero de estos términos, se reproduce el segundo Efectivamente, 0.618 \< 1.618 = 0.999924, 0 sea pricticamente 1 (riguro v5 samente 0.618 es 4°. 3 2°73 Asi se inicia una nueva construccién, de derecha a izquierda, donde cad: término nuevo (a la izquierda) es la diferencia de los dos que Jo preceden. De esta forma Ia trama so cnenentra de nuevo puesta en marcha y da: 1) punto de partida . E 1 2) ntimero fundamental . . 0.618 3) exceso de 1) respectoa 2)... » 0382 4) exceso de 2) respecto a 3) 0.236 5) exceso de 3) respeetoad) . : . 0.146 6) exceso de 4) respectoad}. . 0... 0,090 7) exeeso de 5) respectoa6). . . . 0.056 El cambio de sentido mediante la urdimbre y la entretejedura, 7°) La serie azul es doble de Ja precedente, y la entretejedura queda respetada; -- 62 — 6c 0.616 Ose TG aig Las misinas propiedades que mas arriba on Ty que respect a las dife. feneias (por 5} Fa acordancia del trabajo en Tos dos sentidos. 8") Kchase de ver ahora cémo Jos dos bordes estin err concordancia Lamitindose a los términos que se les avecinan, se obtione: fie TT me 00472 0.146 —— 0-618 mn 0.146 0.764 1 0.236 0.236 1.256 0.382 —— 1,618 = 0.8 0.618 —— La sutura es perfecta. Todas las reglas son walidas de im extromo al ott y nada queda ya visible del borde que nos habia servide de punto de ps tida a derecha e izquierda, ues son las bases fmdamentales de lo que podria Hamarse la teari Modulor cu toda su parte avitmeética (7). Covresponde al gedmetra y al artista nirar el anverso. Para la sintesis de los dos aspectos, la plena comprensiin séla viene dk pués de practicadas las dos operaciones P-S,—Para no embrollar las cosas, acantono enw PAS, una cuestir particular, que podria Tameuse la de ka relacion entre la trama y la urdimb En la proximidad de la sutura, tomemos, cn Ia serie roja, los térmvine cousecutivos ce 1 2 e-l 1 c 0.618 1 1.618 Cada uno, naturalmente, es Ia snma de los dos que To preceden: pe: de afiadidura, la suma de los dos extremos (1! y 2) es dos, 0 sea el debi () En una exposicida completa. cesta teuria seria. si se quiere, el primer capite! — 64 del tercero 0 el punto de partida de la serie azn). Por tanto, puede constrnir nada mas que con los elementos de la serie roja, la serie azul, pero atia~ diendo dos elementos no consecutivos, es decir, renunciando a lo que cons- titnye el fundamento y la originalidad de la regla constructiva del parrafo 3. Ks como si, en la operacién de tejer, se saltara un hilo intermedio. Bajo Ia forma despojada y pura que reclaman las cifras, recondcese aqui et célebre problema del cnadrado doble. Lo que precede muestra que es perfectamente soluble y con todo el rigor, pero al costo de una operacién complicada, Partiendo de um cuadrado (1) se aplicard por tres veces couseentivas Ja en conocida construccidu del niuncro de oro, El lado del cuadvado final ana- dido al del cuadrado inicial es el doble del segundo intermedio. La figura adjunta es la traduccién geométrica de esta propiedad que es rigurosa. » podrfa buscarse una solucién rignrosa mis sencilla; el cdleulo prece- dente es la demostracién de ello. Voda tentativa de construccién mas sencilla (solucién palladiana, solu- tin Maillart) sélo puede aspirar a ser mits o menos aproximativa. La palla- 5 zp v5 +3) ee ( va-1) as 32, o sea un error de 16%: Mana da ( Vac solucién Maillart da = 2.0124, 0 sea un error 2 V5 Whe 06%, Se encuentra 2,5 veces mis aproximada quo ka palludiana, Pero tini- tamente ey rignrosa la construceién adjnnta: — 6 — ABCD cnadrado de partida. Construccién clisica del cuadrado DEFG y después del cuadrado GHI], y luego de TK. Porte de AB on HL. travando Al y despnés la paralela BL. Se vera que KL 2CHL Particndo de GH seria pues nece sario 1") subir a DE y después a AB mediante Ja construcci6n inversa a da habitual; 2!) desconder a KI mediante la coustrnecién habitual La suma de KI y de AB da Ia so- lucion Duscada, El Sr. Crussard nos aporta ka solcion por medio del algebra, 0 sea la seguridad matemitica, “ Como continuacién, he aqui mi carta al Sr. Crussard acusindole rectbo de sus comentarios, El recorre su camino, que es el de las matematicas, pero que no es cl mio, Su testimonio vino a reconfortar al buscador, cuya vida no se encuentra pavimentada tinicamente de certidumbres, | ate “Paris, cl 24 de abril de 1951, Querido setor, _ “Emery, de Argel, me transmitié ayer su nota sobre el Modulor, Me senti vivamente interesado, deslumbrado por el esplendor de tos mimeros, Claro ~~ 66 — esti que los respeto y que admito sv poesia. Como heocio, digo que son los dioses que hablan, Y aun cs necesario encontrarse en cl lugar cuando ellos toman la palabra, y mantener el ofdo alerta. Su exposicién es de una nitidez notable, Los dos procesos que usted aimite como anverso-reverso, constituyen una buena y bella explicacién de las cosas que se saben, que se sienten, pero que no pueden verse a un tiempo. ({Un truco mis de Dios para divertir a los hombres! ). “El librito Modnlor ofrece al final (pagina 216) an grafico que es expre- sin del “lugar del angulo recto” Heno de indecisién. Figinese que, en no- viembre de 1950, dos de nis dibujantes descubrievon el trazado mas: pro- pio, limpio, exacto y encantador, que expresa sin la menor imperfeccion el postulado de 1942 (que era intuicién): “Tomad dos cuadrados de 1,10 m © instalad un tercer chadrado cn cl lugar del «ngulo rector... Aquellos dos muchachos, cuyo espiritu es libre, disponible, observaron no pocas cosas en cl Modulor. _ »Para mi, que soy un asno, la sorpresa proviene de haber podido apostar por una causa justa y tal vez productiva, gPor qué y cémo® Por prurito de Ta proporcidn, por intuicién de que la arquitectura es proporcién, y de que Ta luz y el espacio estallan y se extienden cnando se da en el blanco del mo- mento matemdtico. Sov, como usted ha dicho, geémetra-plasticista y poeta (sin cabcllos largos). la poesfa inmanente la dicha inmanente los ojos para ver las manos para asir. 1 es la confesion de un antodidacta. acias por su gesto en pro del Modulor. Me gustaria mostrarle las apli- mo w la arquitectura y el urbanismo (construyo la nueva G eaciones del mi ~ 67 eapital del Punjab con el Modulor). Descarfa que el arte del ingeniero k sacara provecho, *Crea, estimado sefior, en mis mejores sentimientos. “Le Corsusisn.” eo 8 De Jean Dayre (Ascoral) de la Secretaria de Estado en Jos Asuntos Eco némicos, en Paris: “Paris, 31 de agosto de 1950, ...Probé de dirigir mis pensamicntos de acuerdo con las perspectivas que usted abre en las paginas 42 y siguientes (de “El Modulor’, 1948) prok tizando la medida armonica universal. Deseo contfiarle cuatro reflexiones: 1, Usted puede establecer un sistema de medidas logaritinicas sobre Ix base del Modulor. 2. Este sistema permitiria simplificar la expresion numérica de las gran des y las pequeias dimensiones. 3. Usted puede explotar sus propiedades multiplicativas mediante el edleu lo simplificado de las superficies y de los volimenes 4, Pero habré que ver hasta dénde Iegan sus propiedades editivas. 1. — Posibilidad de un sistema de medidas logaritmicas basado en el Modulor 145 2 o= G178.~ 1.62 razon de la serie de Fibonacci, puede ser tomada como base de un nuev: sistema de logaritmos, concurrente del sistema neperiano (base €) y del sis tema decimal, — 68 — Si le parece bien, Hamaremos a estos logaritmos los logaritmos dureos (de la srecién de oro) 0, mas scncillamente, los logor. (5). Kl logaritmo anureo de un mimero N es >< tal que: by = N.o bien: L.6LTS = N, Asi: logor 1,62" o logor 1) = 0 logor 1,62 =1 logor 1,622 ete. Para ajnstarse a ha eseala humana, usted propone una unidad de medida waviliar 0 complementaria~- que es la altura del atleta de 6 pies: 1,83m. Lhunemos a esta unidad megalantropo (pues este hombre es verdadera- mente grande por su talla) © bien, por contraccién, cl megan. 1 megan = 1,83 m. Obtienc usted asi el cuadro de equivalencias adjunto, que puede extra- poluse a volintad Convirtamos en logors. Podemos tomar como unidad logaritmica el logaritmo dureo de ® ine- yon 1.62 megan. Llomemos a esta unidad el almegan (de algoritmo). De donde se desprenden las equivalencias indicadas por el cuadro, por ejeuiple 2.96 metros = 1,62 megan == 1b almegan 070. =0, _ » 366 . =2 7 45, Vara la serie roja, cuenta usted con almegans fraccionarios.) He Bg 4 2.— Las medidas en almegans (como toda medida logarttmicas son cémodas para expresar las muy pequeias 0 muy grandes dimensioncs, Expresan cl ntimero de escalones que es necesario franquear © bajando) en ki serie de base (serie roja), partiendo de la altar lantropo, para aleanzar la dimensién buscadi, Ejemplo (salvo error de cilenlo): 1. Distancia de Paris a Marsella: (subiendo del mega- 800.000) megans $00,000 ma, 1 == 28 abn Dizimetro de una gota de agua: ins aprovinacdzeinente, Z 0.005 megan 5mm, a - Ls: == +15 almegans aprovimadamente 3. Didimetro de la Via Lactea: IU! inegan, 5.000 afios-luz == LO"! metros i . 100 almegans aprovinadamente. 1. Longitid de onda de la luz en el vacio: G metros 6 0.0006 nm, io vy WE almegans 107 1.83 BE almegans aprosimadamente. De esta forma, todos los tamarios, desde los mis grandes a los nas peaue- fics, se expresan, en almegans, mediante ntuneros a la escala humana. Claro que se encontrarfa est misma propiedad tomando el metro cone unidad de longitud. Las Jongitudes, expresadas en logaritmos del nime de metros 70 thee he ale eae Cage ‘ # fern fewe Fic. 24 todavia serian itimeros a la cseala humana, su magnitud. De Ta longitud de ond slo hay: que franquear 13 3, =: Explotacion de la. Ja de Ta luz al didmetro de 1 peldaios de In escala Modulor, fuere cual fuese cl order de la Via Lactea propiedades multiplicativas del Modulor mediante el caleulo de superficies y volinnencs. sto cs uma aplicacién muy simple de las propicdades logaritnic Calenlomos, por ejemplo, superticies en metros cuadracos: - cuadrados, — 71 - en megans: (1 megan cuadrado = 1,822 metros cuadrados, = 3,35 metros cuadrados). Supongamos un aposento de 4,79 < 7,74 metros oO: 2,62 64.24 megans. EI caleulo aritmético daria: 37 m* 11 megans cuadrados, Utilicemos los logaritmos ureos 0 logors: logor 2.62 megans = 2 almegans logor 4,22 megans ==3 almegans. El logor de la superficie en megans enadrados gerd: 5 Q4 0 sea, segin Ia tabla de correspondencia extrapolada: 11 megans cuadrados } Io cual confirma cl resultado del o: 113,35 = 37 in? J caleulo aritmético. Una tabla de correspondencia bien graduada permitirfa efectaar ripida- mente los caleulos mediante las magnitudes on almegans fraccionarios, 4,— Extensién de las propicdades aditivas del Modulor. Aqui nos encontramos con Ia nis 4 Modulor como sistema de medida. La primera cualidad de un sistema de medida es la de permitir la suma de las magnitudes. De una manera gencral, Ios sistemas logaritmicos no tienen propiedades aditivas, we difienltad para la utilizacién del “a vw ( Entiendo por ello que el logaritmo de una suma de dos mimeros no puede deducirse directamente de los logaritmos de estos mtumeros Supongamos, en cl sistema decimal: log. 10 = 1 log. 1000 =3 Sabemos que log. (1000 4-10) = Jog. 1010 = 3.0043. Pero es la tabla de logaritmos la que nos da esto. No existe relacién directa entre log. 1010 (3,0043), log. 10 (1) y log. 1000 (3). Pues bien, resulta que el sistema logaritmico durco posee ciertas propiedades aditivas, cn cuanto que, para ciertos nimeres, contiene una relacién directa entre los logaritmos de estos ntimeros y el logaritmo de su suma. Esto cs consecuencia de la pro- piedad fuudamental del Medulor dentro de la serie de Fibonacci: D4 bett ~het2, Dediicese de ello que si consideramos tres términos consecutivos de la serie roja, el logaritmo dureo del 3° (que es Ja sama de los dos primeros) se encuentra en una relacién simple con Jos logaritmos durens de los dos primeros. Sines el logaritmo durco del primero, como n 4-1 es el logaritma durco del segundo, el logaritmo dureo de la suma sera n-- 2, Tenemos asi im medio de sumar cicrtas magnitudes utilizando Ja pro- piedad de sus logaritmos surcos. Pero —y en esto radica Ia dificultad esencial— no es evidente que esta propiedad sea extensible a todas las magnitudes, Supongamos dos ntimeros cualesquicra (y no privilegiados) cuyos loga- ritmos Aureos sean 1,83 y 2,67 (tomados al azar). ¢Puede obtenerse con fa- cilidad el Togaritmo de su suma a partir de 1,83 y 2.67? Parece que no. Tae 6 obstante, sila posibilidad de ello estuviese demostrada, entone Modnlor triunfaria en toda la linea, y verdaderamente podria ser, no sola- mente en su escncia, sino en su practica, la medida armdnica universal. La cnestién es de importancia, y pienso que podrfa ser sometida a im matematico. Sea como sea, el descubrimiento cs hermoso y, fuere integra o parecial- mente aditivo, cl Modulor constitnye perfectamente el instrumento que Tes ha faltado a Tos normalizadores oficiales para armonizar rigor y plistica. Jean Davin.” eo Llegado a tiltima hora, he aqui cl testimonio del profesor Siegfried Gie- dion, que ocupa alternadamente ima catedra de teoria arquitectnica en la Escucla Politécnica de Zurich y cn la Facultad de Arqnitectura de fa Uni- yersidad de Harvard (Boston). “Silvaplana, 25 de agosto de 1954. “Conserve en los ojos Ia luz y el despliegue de un insigne paisaje alpina: tres pinimides blaneas de anil quinientos metros, con sus crestas irguiéndose sobre los vastos glaciares surgidos del Piz Paln y de Ja Bernina, Y veo otras pirdmides, las de Cheops, Chefren y Micerino, que esta primavera me conmo vieron tan profundamente, Altura: un centenary de metros. gPor qué estos monticulos de picdras ajustadas nos impresionan mas que Ta inmensidad de las piramides de nieve y pefiascos? "Es que aqui cl espirity humano intervino, Su necesidad de crear su iniverso propio, contrapeso del de los planetas con sus Teyes cternas. En Tas Pirdmides, nacidas de una cultura solar, eterno asiento’ del rey-faradn, el hombre utiliz6, por primera yez a gran escala, medidas y proporciones en relacion con las leyes césmicas, “EL Modulor esta basado en los grandes sistemas de proporciones. Sabe —Aa- alcanzarlos, Uno de estos sistemas es mis bien de orden matematico: la sec- cién de oro. Tiene ciertas relaciones con el tridngulo pitagdrico que se ex presa cn utimeros entcros. Los teéricos de los siglos x1x_y xx (Pfeiffer, Ghyka v otros) demostraron como Ta naturateza construye plantas, moluscos yv las proporciones del cuerpo humano segim la seccién de oro, Enenéntrase a ésta en ta arquitectura de todas las épocas. El Renacimiento Ia empled en todas partes, “EL otro sistema nacié del espiritu: gotico. Lo creo Fibonacci, mt profesor de Bolonia del siglo xiv. Reduciendo su principio al extremo limite, aparece como de erden geomctrico, pues no se expresit ch autimeros enteros sing «i fracciones. Tats escakis rojas y azules del Modulor combinan estos dos sistemas. “Lconardo y sus contemporaneos —pensando en Vitrnvio— habfan pre sentado Tas proporciones del hombre inseribiendo su cuerpo, con los brazos abiertos, dentro de tm circulo, Es el hombre estatico, correspondiente a una arquitectura estitica. "A Ja entrada de su Unidad de Vivienda, cn Marsella, Le Corbusier pro- pone como ejemplo su sistema mediante un chombre-del-brazo-en-alto». Es ef hombre que camina a través del espacio. Eis el hombre dindmico, correspon diente a una arquitectura dinamica. “Las proporciones se encuentran regidas por leyes que sobrepasan a las épocas. Pero las posibilidades de combinarlas son’ inntancras, como lo sou también las posibilidades que ligan a las palabras de mm pocma. Cada genc- racién puede integrarlas a su manera, Pero las bases subsisten como las gran des constantes del mundo, "Nuestra época no ha dispuesto de mucho ticmpo para ocuparse de cosas que no pueden tocarse directamente con las manos. ~ -«gLas proporciones?. . .» Qué representa, a decir verdad, la opinién del 95% de Jos arquitectos? Un hombre serio tiene otras cosas eu que oeuparse «gLas proporeiones? . Un arquitecto es im artista... [Eleva su propia medida en st mismo! Después de todo, jlas cosas estéticas son asunto personal... Ete... 75 *Para sentir que la época que hoy en dia se esta forjando con nuestras ma- nos sobrepasara Ja indigencia de Io puramente funcional, hay que ser un genio o hay que ser joven. "En lo que respecta a los jévenes, yo he realizado algunos experimentos en la Escuela Politéenica de Zurich. La joven generacién toma una nueva actitud frente a las cosas tangibles, Por Jo tanto, frente a las properciones. Cuando hemos estudiado los distintos sistemas, desde Pitgoras hasta. Lamb- doma y desde el doctor Kayser hasta cl Modulor, los jévencs han incorporado al Modulor en su conciencia como clemento fundamental: aparccera cn sus trabajos futuros "Otros grandes arquitectos —como Mies v. d, Rohe — tabajan con me- didas standard para auimar cou relaciones sus constrnceiones. Pero no ha que olvidar que Le Corbusier fue cl tinico, desde el comicnzo de su obra, en sentir la necesidad de reinstalar cn nuestro tiempo [a ne zados reguladores, aportando finalmente el Medulor. her sable para cl porvenir, ion de los trae venta indispen- “Garmin.” 8 Del matematico doctor Audreas Speiser, de Basilea: “Basilea, 13 de jimio de 1954, "Estimado amigo, gracias por su carta y sobre todo por su magnifico li- bro sobre cl Modulor, Lo he leido con un verdadero placer, como testinio- nio de un artista que siente entusiasmo por las matemniticas. Se encuentra us- ted, por lo demds, en la mejor compaiia, pues todos los grandes artistas han sucumbido al hechizo de los ntimeros. "En su carta, usted me pregunta en primer término: ¢Sera cierto que es posible hacer un llamado simultaneo a la geometria y a los ntimeros? Yo le daré esta respuesta: ”Tenemos dos medios de comprender 2] mundo este! ete —Los mimeros. Por efecto de ellos, “situamos” a las otras personas ~-la simpatia, el orden, la armonia, la belleza, etc....; en uma palabra, todo cuanto es espiritual; ”2, El espacio. Este nos facilita los objetos cualesquiera, sin vida, sin Delleza, pero «extensos» (acostados, de pic, extendidos, presentes, ay En cl mundo espacial se proyectan imagenes del mimdo numérico, en primer término por parte de Ja propia naturaleza, y nego por parte de Tos hombres y sobre todo de los artistas. Puede deeirse que nuestro deber en la tierra y durante nuestra vida consiste en esta proyeecién de las formas surgidas de los riimeros y que vosotros, los artistas, prodneis en obras de alta moralidad, No solamente cs posible hacer 1m Hamado simultineo a la geo- metria y a os néimeros, sino que esta cs la yerdadera meta de nesta vida. *Vuelvo ahora al Modulor. Usted sabe que Luca Paccioli escribié un libro magnifico sobro Ia divina proporeién. Nos da en el misino 13. «efceto milagrosos de la seceién de oro porque tubo 12 apéstoles y Jestis. Les da hombres grandiosos, y nos cnenta cl placer que Leonardo tomé en ellos, Lo que usted ha hecho, es descubrir um catorceavo «ctecto». Usted intereala dos series de Fibonacci, ua de ellas doble de la otra, y ha Ieido cl teorema siguicnte: se toman cuatro mimeros sucesivos de esta serie, por ejemplo 5, 8.13 y 21. Entonces. la suma del priniero y cl iiltimo, 0 sea 5 4-21, es igual al tercero, 13, tomado dos veces: 3+} 21 == 26. Y si tomamos Ta diferencia entre el cuarto y el primero, obtenemos el doble del segundo: 215 = == 28, Quiero demostrar este teorema de una manera general, que. por lo de- mds, usted puede hacerse explicar por un buen colegial. Sean a, b, ¢, cua- tro mimeros sucesives. Entonces, tenemos que ¢ == a+b y que d == a + 2b. Por tanto, tenemos que a-+ d = 2a-+ 2b = 20, y nego d-——a= 2b "De esta sucrte encontrara usted las relaciones de su seric roja vy azul sefialadas, por ejemplo, en la carta del Sr. Crussard, hoja 3, en lo alto, Esta carta es perfectamente sana, y contiene esta claridad que parece ser privi- legio de los franceses. "En cuanto a Ia carta del Sr. Jean Dayre, es justa, pero yo deheria decir que en el dia de hoy los logaritmos casi no se emplean. Todo se realiza con mAquinas de calcular que operan veinte veces mas de prisa y con mayor seguridad, Admito muy bien que usted desee disponer de midades bien adaptadas a las necesidades de la arquitectura y que exija mimeros enteros para introducir la armonia, Asi pues, creo que su unidad es verdaderamente prictica para el artista, Pero finalmente, cnando se trata del obrero, usted ten- dra que dar las medidas en nictros, lo cual, por Jo demas, no encierra nin- guna dificultad, A usted Je bastard con realizar la multiplicacion de sas nit- meros por su unidad, dada en metros. "En cuanto a las distancias interplanctarias, soy bastante eseéptico, Se estan buscando Jeyes desde hace siglos; Kepler y Titius dieron algimas, v en Ja actualidad el profesor Weitzsiicker, de Gotinga, se ocupa de ello de rina manera encarnizada. No creo mucho que lt seecion de oro pueda resolver este enigma. *Crea, estimado amigo, en mis devotos sentimicutos. “AL Spriskn.” Como quiera que esta ciurta contiene algunas expresiones obseureeidas por una traduccién demasiado directa del aleman, el doctor Speiser tiene in- terés en precisar el sentido cn estos términos: “Basilea, 10 de julio de 1954. "Estimado amigo, gracias por su carta del 24 de junio, Ta expresién eposer» (1), en aleman eselzen», es un vocablo lécnico de la filosotia: Die Zahlen setzen dic geistige Aussenwelt, niimlich dic andern Meuschen, dic Proportionen und allgemein die Schénheit. Hay que comprender esta pala __ () En el testo de la versién castellana de la carla del doctor Speiser, hemos tradu cido el témino francés “poser”, no en su acepeidn mis Titeral, que seria “posae”, sino por el vocablo “situar”, ques acerca nmicho mis al sentido inteneional de la “frase. (N. del T.) 7s toe bra en el sentido de «posicion», Del mismo modo que suele decirse: estamos snjetos a la tierra por la fherza de la gravitaciin, podria decirse también: existe una pluralidad de individuos por ciecto del namero. "De igual mancra podemos decir que cs cl espacio lo que proporciona los objetos «extensos» (liegend). Pero, como el inimero les falta todavia, estos objetos estin faltos de belleza, "Va a continuacion una traduccién en alemin de kt tercera frase: "In dic Raumwelt werden die Bilder aus der Zahlenwelt projiziert (der Ranm wird mit diesen Gestalten gepriigt), zuniichst durch die Natur selber, alsdann durch den Menschen, vor allen durch die Kiinstler, Ja man kann sa- gen, dass unsere Pflicht auf der Erde und wihrend unseres Lebens geradezu in der Projektion der Formen, die aus des Zahlenwelt stammen, besteht, und dass Sic, dic Kistler das Gebot der Sittlichkeit im hichsten Sinne ausfihren. is ist also nicht nur méglich, gleichzeitig Zahlen und Raum zu beanspruchen, sondern in dieser Verbindung besteht der wahre Zweek unseres Lebens.” Nos hemos clevado al propio nivel del verdadero debate: mny arriba. Pero los usuarios tienen la palabra... No hay cosa qne sea pequefia, on ninguna parte -—jni en pintnra, ni en arquitectara, ni en Ja vidal ‘Ast pues, proseguimos: El Sr. Bernard Hoesli, joven arquitecto suizo, actualmente profesor de arquitectura en una universidad amcricana, eseribe un s6lido articnlo. sobre cl Modiulor en Ia revista “Werk”, de Zurich, n’ 1, correspondiente a encro de 1954. Pienso que su director, 0 su redactor cn jefe, al reproducir horizontal mente cn el encabezamiento de capitulo el trazado armonioso de Serralta- Maisonnier, cometia un crimen de “lesa naturaleza de las cosas”. Porque cl Modulor proviene de un hombre perado sobre sus pies; tiene un arriba -- 79 — y un abajo y no una izquierda y una derecha (por lo menos en su sign simbdlico), [Figs. 25 y 26]. Esto justifica unas pocas palabras: el hombre es una estatara. El orden de sus sensaciones es de una naturaleza vertical. Aprecia todas las cosas, la Fic. 25 Pic, horizontal inclusive, por el hecho de su posicién de pie, El que no haya comprendido que aqui se trata de um postilado fundamental de kt arquitee- tura, no sabré james orgamizar una sinfonia de voliinenes y de espacio des- tinada a los hombres. Su clocuencia sera vana, Bernard Hoesli publica mas Iejos una espiral arménica distinta de la que yo dibujé en cl buque de carga “Vernon-S.-Hood” durante Ja tempestad de diciembre de 1945-cnero de 1946, via Nueva York, y la cual produjo irresis- tiblemente una sensacién de vida cquilibrada, concisa, verdadera, organica, coherente (véase “El Modulor”, pag. 49). Las dos espirales, roja y azul, de Hocsli quedan reguladas por los mismos escalones que las mfas, mas su destino es inconsistente. Pequefia querella que le entablo a Hoesli; jque él me lo perdone! Me conoce, sabe muy bien que contra viento y marca mi marcha no se detendré hasta el momento de la solucién, 0 sea cuando un cierto absoluto sea aleanzado (jaunque fuese mortal!) [Fig. 27]. Otra chicana: Un ingeniero de Paris, cl Sr. Cardot, amigo de un escritor de vanguardia que figura entre mis amistades, le ha tomado gusto al Modulor, Después de hojear albumes de arte —arquitectura, escultura, pintura—-, me escribe: “Probé a ver si las bases del Modulor se encuentran en los objetos pri- mitivos Hegados (en reproduccioncs) de tres continentes distintos. *Compruébase, en efecto, que las bases del Modulor: V541 ® y el «lugar del Angulo recto» se encuentran presentes de wna manera bastante evidente en aquellas piezas, Me permito pues introducir on el expediente estos pocos trazados, a los cnales, como provinentes de un ingeniero, usted les excusara la indigencia urifica.” Puede admitirse la certidumbre de una relacién arménica de seccién de eee gee ore (o bien otra) entre los elementos esenciales de obras de arte de todas las épocas y civilizaciones. Pero esto es una perogrullada que nada aporta al molino del Modulor. Cuando la fe les pega fuego a los fieles, se corre el riesgo de pegarle fuego al edificio (de las mas hermosas teorfas). Pero le agradezco a mi interlocutor, que es ingenicro de Correos, Telégrafos y Te- léfonos, que sea uno de esta masa atenta al desarrollo de una idea que cs tan cientifica como artistica, Asi es como pueden formarse, algtin dia, una opinién y un juicio. Los célebres tapices de Bayeux nos merecen también entusiasmos acele- rados. En un croquis, los 113. y los 226 aparecen por todas partes. Mi pregunta insidiosa al autor de este trabajo: “:Los tapices de Bayeux no tienen acaso una altura de 60 a 70 cm.?”, constituye asimismo mi res- puesta a tantas formulaciones apre- suradas, Mi interlocutor me habia es- crito: “Sucedid anoche, hacia las 11 ho- ras... "Desde las 8 de la maiiana, lef y relefa su gran obra “El Modulor sin poderla dejar de mano. Habria podido repetir las palabras del. Sr. Mougeot, quien, ya en 1946, tenia el honor de adiirar sus legajos del Mo- dulor: «Me puse a calcular, a dibu- jar, En suma, a las 6 de la tarde me di cuenta de la fuga maliciosa del tiempo.» — 82 — "Admirado por sus grandes hallazgos, hacia las 11 de la noche me n= contré, fatigado, en la cama. "Yahi surge el Milagro de la vida, cl Destino fatal, cl Azar, Al cacrse Ge Jo alto de ini biblioteca un libro sobre la «Tapiceria de Baveny> se abrid sobre el suelo por el punto donde habia una serie de imagenes y figuras. "Y alli desenbri la concordancia con sus armonias admirables. "Pero me detengo, Maestro. Los dibujos que hice aoche serin iis elo- cuentes que yo mismo, “Charles Sanat, “Ingenioro y Arquitecto diplomado.” Llegamos poco a poco a zonas en que me siento privado de buen juicio. Picrdo los estribos, Expongo de nuevo mi profesion de fe: soy un constric- tor, edificador de casas y palacios para hombres que estén en ka tierra, con materiales terrestres. Soy lo suficientemente artista para sentir que existen prolongaciones a todas Jas cosas materiales, pero me detengo en cl umbral de las inetafisicas v del simbolismo, y no por desdén, sino porque ka naturaleza de ini espiritn no me impele a pasar muds alli, “Los dioses actiian detras del muro...” Yo no tengo medio de hacer como cllos, puesto que por definicién no soy més que un hombre. Veremos a nuestros interlocutores buscando prolongaciones: indefinibles © misteriosas evocadas entre iniciados. Toda esto fie demasiado importante en el pasado (tal vez. lo sea hasta en el presente) para que mnestras: investi- gaciones en torno al Modulor no hagan caso de ciertos testimonios. El Sv. Henri Gucettard me escribe en Paris, cl 9 de noviembre de 1950; “Los anglosajones no han necesitado adoptar medidas; no hicieron mas que utilizar las que encontraron a sn THegada al pais que convirtieron en el snyo. Por otra parte, aquellas medidas, y mds especialmente aquella en que se basa el Modulor, vuelven a encontrarse en algimos de los monnmentos megaliticos de nuestra Bretatia, Ho 83 poe “El hecho de haber esengido, para el Modulor. ta altura de un hombre de seis pies. es completamente arbitraria. Esto no le mmde presentar ven- tajas practicas incontestables, pero tiene tambien sus inconvenientes, Estos guedin por lo dems sefialades al final del articule (4), “EL valov 113 que caracteriza ala «Cuadriculay, es en cierto modo tradi cional. Caracteriza, particularmente. af famoso ecirculo tipos del dendrdfore eduano que rigid al urbanismo y a ka arquitectura de ka autigna ciudad de Autun, “En custo a los mumeros 6, 10, 16, que se cucuentran on ke serie «rojas se sabe que Vittuvio no Jos ignoraba: y algunos deploran que éste no die sobre Tos mismos ninguna explicacion. *Sélo puede causar sorpresa la relacidn motro-pie-pulyada. gue no covs: tituye mas que um artificio, eémodo tal vez, pero un artificio con todo, que no se encuentra rigurosamente conforme con Tas cosas euande se Jas mira a foudo, “La apreciacién del profesor Albert Binstein deja suponer qre él conacés el findamento de Tas admirables relaciones que se eon en los inonumentos. de Ta antigiiedad. Parece encontrarse covea de comprender dos mos de la materia, seeretos ti “Si cl Modulor no constitaye un insirumento perfecto, en tate que obra humana, es susceptible de perfcecionamiente, "Son los mimeros, precisamente, los que pueden cory nizar su crecimiento en el canino de Ta perfeccidn. “Estas son Tas erfticas que tenia que formular. Pienso que usted no me ccharé en cara esta incursion répida en el dominio del Modulor y mis apre ciaciones perentorias, sir, Airigir. ong *Tenga la bondad de indicarme Jos pantos acerca de los cuales a usted le gustaria tener algunas precisiones, tal vez hasta justificaciones. Estoy dis (9 Parece ser que el Sr, Guettard ha Teido un articulo sobre “EL Modulor?. — 84 puesto a darlas; en la medida, sin embargo, en que sean susceptibles de ser asimiladas por algunos...” Del arquiteeto Josef Peller, de Wurzburgo. tenemos ni extense comimi= cado que contione. texto, planos. series matemiiticas yo ardificos cstrell: (por ejemplo, el plano del castillo de Wurzburge o el pliue on alvado de una tumba moderna). El todo acompafiado de cuadros numéricos couside- rables que ofreeen combinaciones, no arquitcetonicus, sino combinaciones wu- méricas profusas (Fig. 29. A. B.C). os Tnfinitas algebras, runrGn. reartii, trazades reguladeres consolantes BUESr. Alfred Neumann. de ferusalér, conoce bicu toda esta cue stion. Cree en ol valor ®, Ha creado una linda expresién: “Hamanisation of Space”. Pose vistas gonerales: “Mientras un punto de vista sobrepasada consideraha al fendmeno maqainske Como un conjfunto, la biotogia presente recanoce Ta plenitud de las Teves de la vida” EE Sr. Neuman me la habkelo del co- mienzo de la era bioldgica. de las tendeneias que hay que insertar eu ke técnica dentro dem pensainicnto bioldgico, de una tendencia general que ispira a un cquilibrio hiologico, cle... Después, como hombre alieior Laremos, cifras, similitudes y combinaciones de toda especie, cl S multiplica los cuadros en una danza del nimero @. De estos cuadros emergen distintos valores: 0.1n. 462, por ejemplo, que #1 emparenta con el codo untigny 0.46, A partir de este punto, por aplica- cién del namero de ore, el codo antigno se cmpareja con el sistema mé- trico, “To cual explica el notable hecho de anticipaciou de las medidas mé- tricas del Partendn, cuyas coliminas acs exactameute he altura de LO me- udo a cummin — 8 — noes tros (1), El codo (real) exipcio es de 0.524: ef enadro del Sr, Nenmann da 5,236... (Fig. 30). E] Sr. Neumann prosigue: “Para ver cktro en la meta de crear una hase objetiva de proporcionamiento y de dimensionamiento, es necesario asociar la «Unidad Geométrica» con Ja «Antropométricas. El metro es todavia Ta ede Ja mensuracién cientifica, y por consiguiente de la civilizacién téc- 1, Es curioso e} hecho de que ef metro sea al mismo tiempo uma medida «Antropométrica». Encontré que debe existir en este hecho ima relacién entre (1) Fai yo quien hizo la observacién (véase 87 el metro, Ia medida terrestre y la dimensién humana, La aplicacién del me- tro como base de un sistema de dimensionamiento es criticada (por ciertos autores) a causa de no tratarse de una medida antropométrica, sino de una abstraccién cicntifica. Semejante opinién carcce de fundamento. E} metro no representa mas que una renovacidn de la vieja medida tumana, el doble codo que, mas tarde, fue dividido en tres pies y que es, por cl momento, el sistema eyarda-pie» inglés... “La mas antigua de las medidas de longitud conocidas cs el doble codo de Gudea, rey de Babilonia, 22 siglos antes de Jesueristo, déndonos la cifra de 990-996 mm., 0 sea casi un metro. *La relacién entre las medidas de tiempo y espacio era ya conocida en una de las civilizaciones mis antiguas. La unidad de peso era aproximada- mente un kilogramo. En Ja antigua Grecia, una unidad modular muy cercana a un metro era a menudo escogida para cl didmetro de las cohmmas, por ejemplo en el Teseion de Atenas (1,004m.) 0 en el templa de Egina (1,01m.)... "En este momento, el Instituto inglés de los Standards ha aprobado una unidad modular de 101,6mm., mientras que Ja unidad modular americana es de 10,16 em....” EI Sr. Neumann concluye: “Las razones que hemos dado nos conducen inevitablemente a una sintesis del sistema decimal m y de la proporcién de la seccién de oro ©, Llamaremos a este sistema m , Em-Fi, sistema.” Bravo por nuestras buenas relaciones, y hasta por la alianza, Pero en la esquina del razonamiento tropiezo con una piedra embarazosa, que es la unidad modular americana de 10,16 centimetros. El Modulor posee este va- lor en la serie roja: 10,2, Pero de esto a componer “el envoltorio humono” a base de Ia suma incondicionada del valor 10 centimetros (o bien 10,16) media un abismo. jE] abismo del tedio! E] Sr. Neumann encuentra al Modulor interesante, si bien basado en una estatura que é] denomina “arbitraria” (jclaro que lo es!) de 1m. 83; se halla encantado de comprobar que los cuadros de combinaciones numé- — 88 — ricas del sistema m © contienen las series del Modulor con una desviacion imperceptible, y de que este hecho constituya una confirmacién sin equi- voco de la “intuicién de Le Corbusier”. « e 8 Del Sr. Wendell Brazeau, profesor de Arte en kt Universidad de Seattle, U.S. A. “gHa observado usted —nos dice— la similitud impresionante que existe entre Ia progresién del Modutor expresada on pulgadas y las series aditivas expresadas en porcentajes con relacion a la escala de los valores Ostwald qne esta basada en Ia «Ley Fechner?” Cito sin poder juzgar. He aqui ‘el cuadro: fig. 29 F, Termina asi: “Me senti impresionado por una frase de la ‘iltima pagina de su libro: «Yo sé que cuando se toca por nna vez ima nota de este instru- mento afinado ya no se pucde prescindir de él.» {Cudn cierto es esto! Per- sonalmente, trabajo desde hace ocho aiios con estas ideas, y cuando intento deshacerme de las mismias, encontrandolas demasiado constrifientes, ter- mino siempre por volver a ellas.” Del sefior Neroman, tomado en su texto. Fig. 29D. * a 6 - Después sobrevienen inquietudes relativas a Jas estaturas de hombre, de mujer y de nitio. Preocupacién que aparecer’ en mumerosos corresponsa- tes. Fig. 31. — 89 — Fie. 3 — 90 - Fn un recodo, jana puerta de salida! Airc! (Rabelais. Edicion de “ba Pléiade’, odds. SSO-SS1 )+ “los grados tetridivos... 1234 =W 1 200 30040 100 ayuntides el cubo primero § total 108 encontranis Ta puerta del tenplo, --psicogonia de Platon Lon colebrada por los acadéimicos 1 2y3 al cuadvado 400 9 al cubo S27 Tora 5L (mitad de 108) (después, terror de Panurge, SSI. hajo de ka pagina 882) :Volvimonos!” Esta cita sibilina no es mas que una anticipacidn a la conclusion que yo aportaré a este trabajo, dando da palibra a cn autor para siempre formidable v... clarividente: Paciencia, lector: eeris, a su dehide tiempo, el oriculo.. e 8 91. jPero los usuarios tienen todavia la palabra! El Sr, Beothy envia la conferencia que dio en la Escucla de Bellas Artes de Paris en la ie de estudios sobre el niimcro de oro. Para la aplicaciéau practica del ntanero de oro, él reclama la insercién de valores intermedios Demuestra Ia necesided de los mismos mediante series cifradas Atiade: “Notemos de paso este progreso de que Le Corbusier, en su libro pu- blicado este aio, adopte el principio de una gama, La sohicién que él pro pone se sitia entre mis dos primeras sobre-mencionadas. Su “Modul-Or combina dos series de Oro, de las cuales la secundaria es el valor doble que corresponde a la quinta. Esto no permite el pasaje. Se puede, en rigor, hacer un acompafiamiento primitivo utilizando a Ja tereia completamente sola, Pero esto no es posible con Ja quinta solamente, Entonces, a interpolacién deble crearfa menos confusidén. Sin embargo, el hecho en bruto me demucstra que mi idea hace lentamente su camino. Esto me complace, por mas que él no cite la fuente.” Estimado sefior Beothy, los dos nos hemos encontrado en una pista, s« sucede en tantos lugares y circunstancias, Yo no tenia el gusto de conocerle ¢ ignoraba que usted se Ocupara de proporeiones, Marquemos pues con uns piedra blanca este encuentro milagroso... de Ana y Joaquin cu... {la Puerta de la Seccién Dorada! a8 El Sr, Liegois, ingeniero electricista que se encuentra terminando sus es- tudios en Bélgica, se sicnte molesto por el hombre de 6 pies. Piensa que las duefias de casa cn su cocina sélo tienen 5 pies (jlos erfos son todavia mas pequeiios! ). 92 — “La condicién cconémica de un sistema de medidas y de proporciones apli- cado a la escala universal. a) Es evidente que, desde el punto de vista estrictamente econdmico, existe una infinidad de “Modulor” admisibles. Dentro de esta infini- dad de gamas, hay un sistema que es el mas simple: el Modulor pro- piamente dicho. Todas las otras gamas son mas complicadas y menos manejables, b) Pero como sistema de medidas aplicable a las construcciones “hyma- nas”, no hay otra solucién que el Modulor propiamente dicho. c) gCual serd la unidad que escogeremos? En este punto, la respuesta cs clara: a la escala miversal, no puede haber mais que tn solo sistema de medidas. Por tanto, aplicando el Modulor tendremos un solo canon, una sola tala, Concluimos en que: La condicién puramente econdmica de un sistema de Medidas y de Proporciones aplicada a la escala universal reclama: 1. Que éste sea pues cl Modulor. 2. Que una sola talla defina al canon... Condicién antropométrica de un sistema de medidas aplicables a la comu- nidad universal. En esto, no hay mas solucién que definir otros cdnones. Hay en !a tierra personas bajas y altas de estatura y, para ser universal, un sistema de medi- dus debe tener en cuenta este hecho... La condicién antropométrica de un sistema de medidas aplicable a la comunidad universal reclama que éste ofrezca varios cénones de tallas dis- tiitas juiciosamente repartidos. .. Roig ic Sintesis: Para que sea universal, un sistema de medidas y de proporeiones debe ee Ter te wena Sn mantle Goewaate tt aN ates Go a . Ce pumnpce ch tains sect pit he tne Catan it ae de fa wane Poaceae oF favs ey Rupeaat a fou! j tn deans ole wu Taba Wa Anda, ate ggnne Lai nk pare arar eel nies Yee oF Le ae mae beter Hes te ten a $01 ote, CRE). fo 960s wre 4780 oy te tes ms Tas 1, RY 2 Lin veqons yu nll, ae wh tae te dene we five eens dean ster oat Hwee ch de mF] ge6 wine a oan dow Pineda oh eben oO, a nat oats es eu mmastetien er teen | we inlet pe eee eet bee a eu nea ow elas Lene te fae faa! gone ce sear tye latins # low hace he LOA eo 2D. no oe eae tras hid mth Lines Pine aul opine ah ware pine Rh era nk ee atauiee fae wt Fane oe pues ofrecer ke Usipan de an sistema de medidas convertibles raLwap de ciinones diferentes. El Modulor, gracias condicién dacroniana de ser UNIVERSAL. — 94 — en una Por a su Flexibilidad combinatoria, puede realizar esta EI Sr. Liegois concluye a través de consejos practicos: “Las consecuencias précticas de esta propicdad debida a la gran riqueza combinatoria del Modulor son importantes. "Gracias a este hecho, puede insertarse im mobiliario conveniente a to- das las tallas en un edificio concebido segtm una altura universal. "Puédese de esta forma, en ma gama de longitudes dadas, aportar wm poco de flexibilidad alrededor de un valor normalizado, etc...” Los oficios, desde siempre, lan tenido cn cuenta la necesidad de. satista 0s “ednones”. Los sastres, a la medida o de confeccién, trahajan para los altes. para los gordos y los delgados. Pero el arquiteeta hace puertas para que los altos pucdan pasar. En las carrocerias de antomovil se pusca um sensato término medio... cte., ete, Nablando de pintura, Nicolas Poussin habia escrito: “{Y disec en todas partes!” {That is the question! cer a vari los hajos nimicnto 2° Lega de Roma un Modulor “para vitios”. Completando la fi arriba, afiado: cl constrictor de mobiliario escolar hace lo mismo que el sastre at la medida oa de confeccién. EL Sr. Michel Bataille me propone entabkar rckiciones con um personaje metido ew indagaciones acerca de los miimeros: Fste hombre parece ser mo de los mas avisados sobre estas cuestiones jue pueda encontrarse en Francia, y ha establecido especialmente nna table 93 — de convertibilidad de las medidas antiguas, tratese del pie asirio, de! chine 0 del pie francés romanico, entre los cuales ha comprobade siempre relacio- nes simples. Esta tabla parece ser unica.” Fic. 33 Amigos lectores, si hay entre ustedes uno a quien apasionen esta clas: de indagaciones, no vacilen, “jsigan al guia!” Mi vida entera estd dedicad: — 9% — a edificar casas (jy otras cosas todavial...); y cl olfato juega un gran pa- pel en este asunto, lo mismo que el seso. Durante veinte aiios, antes de Ja guerra de 1939, Pierre Jeanneret y yo hemos quebrado las imposiciones métricas 10 25 50 100-150-200 que, en el dominio del “habitat”, 0 sea del contacto humano, nos parecta que no estaba de acuerdo con los movimientos del hombre, calificadas por la di- mensién de sus miembros: la rodilla, el plexo solar, los hombros, la cabeza, el brazo en alto. Sin ninguna inquictud matematica, mds por simple pragma- tismo, habiamos fijado dimensiones viables, despertando a priori inquictu- des parecidas a las que, legitimamente, hostigan a varios de nnestros corresponsales. Un ingeniero mecinico del Instituto de Mecanica de los Fitidos, de Lille, querria que el Modulor pudiera concordarse con Ja “seric Renard” utilizada cn mecanica. He aqui su carta, eserita a mi anyiliar André Wogenscky, des- pués de una conferencia sobre el Modulor dada por este Ultimo en Lille “5 de julio de 1951. *Sefior, *Lamentando no haber podido asistir a su conferencia del 18 de enero on Lille, por lo menos puedo leer el texto que ine ha remitido el Sr. Maurice, ¥ me siento en seguida impresionado por cl cuadro de la pagina 4, titulado Moculor, “Usted va a decir que mi observacién de mecinico puede ser imutil pa un arquitecto. Pero opino que convendria adoptar, en lugar del nimero de ero cxacto Eee gy ee el valor muy aproximado de 1,585= V/10 de la serie «Renard», El error relativo entre 1,618 y 1,585 es de 2 por ciento. gEs apreciable desde ¢' punto de vista de la armonia de las proporciones? "Las series se transforman como sigue: 1 2 5 7 4 6 9 14 11 18 45 71 22 36 56 89 141 112 178 2 «447 708 224 355 562 Sa] 1412 1122 1778 «= 9818 4467-7079 2239 35485623 S912 14125 etc... . (con decimales por lo demas imatiles: basta, me parece, con retener la se gunda linea). "EI hombre tiene asf 1,80 m.; la altura de su silla es de 0,45 y Ia de su mesa 0,71, la de sus puertas 2,20, la altura de im sillén bajo es de 0,36 m.. los ladrillos hacen 11 >< 22 em las baldosas 11 em... "Las dos series, la roja y Ia azul, caben dentro de 10 ntimeros de dos © tres cifras, y son precisamente 10 ntimeros de la serie Renard R20, base de la normalizacién mecdnica, Como los arquitectos construyen con mate riales que les facilitan Jos industriales, gno habria cn ello una simplificacién *Cuando, en su conferencia, usted habla de la comparacién con los pies y las pulgadas de nuestros amigos los britinicos, pensé primeramente en una simplificacién todavia mayor mecanicamente: en la seric P10 de los 10 nt meros intermedios con relacién a los precedentes, a saber: qd 4 18 22 28 36 45 56 7 89) 10 12.5 16 20 25 315 40 50 63. 80. amente, 100, 125... mientras que las dos series del Modulor 10 me pareccn ser mniltiplos: sim: ples del pie y de la pulgada. *Pero esta serie pasa bruscamente de 1,60 a 2,00m.. sin pasar por una dimensién «humana». Debe, pues, ser rechazada. Begg ee “Qné pensaria usted del reemplaze de fa tabla del Modulor por Para recordar el cuadro, se parte del hombre, 1.800 mm., y se multiplica 0 se divide por dos, conviniendo en no conservar més que las dos primeras cifras: 14400 se sonyierte en 14000 —----——--——---——~ 7200 3600 ~ 1.800 900. 450 225 5¢ convierte en 220 112» se convierte en 110 56 { 28 i 14. _—---- las mismas cifras que | acion puede ser pre- “Usted hace fa comparacién con una gama: la compa cisa en cuanto que Jos intervalos entre J) 14. -18 -- 22 -— 28 — 36 -— 45 --56 —72—90 tercia mayor S i , 0 bien de la tercia se aproximan todos mucho a 1.2% 9 10 mayor atemperact 1.2589 75 - — 99 — “Todo esto equivale a hundir una puerta abierta —pero me satisfaria sa ber por qué usted parece desdefar esta puerta, A, Mantixov-Lacanpr.” Se nos habian hecho ya proposiciones de este género al objeto de redon dear los datos del Modulor para ponerlo en contacto con otras series (véase “El Modulor”, pag. 44). Me hace el efecto de que cl Modulor es uma herria mienta de seguridad total en cl momento de la invencién y de la composi cién. Lo que hoy es justo, volvera a encontrarse justo dentro de seis meses de seis aiios o de seis dias en cl tablero de dibujo del mismo dibniante « bien de otro dibujante o de otro taller de dibujantes en otro pass. Los inter valos entre los valores del Modulor permiten matizar a voluntad, de igual modo que cn cl violin el vibrato proporciona wn sonido mas arriba o mas abajo, sucesivamente, para dar la sensacién del tono justo al oyente. Existe de cierto, a este respecto, materia a reflexion, y los Iectores podran encoun trar en ello acuerdo 0 desacuerdo y discutirlo libremente. © e 8 La danza de las cifras Heva lejos. He aqui una esquela dirigida al sefior Labhardt (y que quedé sin respuesta), relativa a las investigaeiones inter planctarias: “Paris, 5 de junio de 1950. A su debido tiempo (hace dos meses), puse una dedicatoria en mi libro “El Modulor” para “Constellation”, su revista. Todo ello en el término febril propio a esta clase de asuntos. Ni un solo dia me he ocupado en hacer tejemanejes alrededor del “Mo- dulor” (inventado en 1942 y puesto al punto durante ocho afios), Pero sus investigaciones interplanetarias atrapadas en cl film de Nicole Védres mc han hecho cosquillas cn un rincén de mis meninges, Ahi tiene: - 100 15 Entre cl ~~ 1000, tierra hay 270 (aprosimadamente) intervalos de Modulor, Por tanto: el nt 1 15,000": de milimetro; n® 270 == 40.000 kilémetros; n? 300 sera ya ima medida interplanctaria, Se podrfan pues cilrar los horarios y calenlur los tiempos, los abastec micutos, ete: distancia Tierra) - fama ~ = Modular 283 (anreximadamente) 4-41 4 9 a bog (quince milésimas) de milimetro y el contorno de he nos da dos distancias cnormes: AL nos pone cerca del kilémetro 0 del metro: 9 nos instala en la medida microseépica. © sea que (Estas designaciones de escalones son, aqui. perfectamente arbit esto podria escribirse MOD 285, AL. M 9. MOD 285-41.9. » permitir citleulos rigurosos. Pienso en ello desde hace algtin tiempo, pero es la primera vez que es- eribo MOD. Yodo eso queda por ver, EL Modulor va de jo infinitamente pequetio a lo ilimitado, Serie reen- trente en todos sus puntos. Algin dia podria cifrarse MOD 47.3, cte., ete...., liquidarse el pie-pul- vada y el metro y utilizar la decimal (por todo el mundo). Ksa historia interplanctaria no es la razin que ha motivado la bus Modulor, » del - 101 — (Nota. — El] 30 de agosto de 1950, Jean Dayre me habia escrito sobre este tema. Pero su carta habia sido clasificada automaticamente en la ga: veta del futuro “Modnlor 2°. Solo fue extraida de alli, y lefda, en mayo de 1954, en ocasién de este segimdo libro.) ° a 8 Para terminar, he aqui otra clase de intervalos. Es cl Sr. Rothier, arqui- tecto de Paris, quien sefiala cud satifactorio resulta crear de una manera perfecta superficies 0 voltimenes moduléricos labitables, Como arquitecto, se plantea la cuestion del espesor de los materiales y también !a de los tres hombres de 1.73 m., 1,83 m. y 1,93 m. suscitando escalones intermedios en el interior del Modulor. Como provinentes de un profesional, sus observaciones son justas. Sucede aqui lo mismo que con los trazados reguladores en la pintura: équé parte del cuadro debe quedar implicada en el trazado regulador? Qué — 102 — elemento constructivo de Ja arqnitectura debe estar regido por el trazado regulador 0, en la cireunstancia, por los intervalos del Modulor? El problema esté en tomar en consideracién lo que se ve. Se ven longitudes, superficies © yolimenes que reclaman la sutileza de la proporcidn, gDinde esti cl asumto y quién es el asimto? zLos vacfos de um aposento o cl grosor de una pared? Qué debe ser apreciado en una ventana: la vidriera 9 cl contornio del marco de la ventana? Aqui se trata, en cada circnnstancia, de wi caso de apreciacién. Resumamos: los amigos empiczan a mirar a su derredor, a medir, a des- velurse por la nocién de un proporcionamicnto que no sca simple efecto de un “toque habil’, sino cnestion de alta poética, Llama la atencion el hecho crocl de que edificanos al azar total, fuera de ima gama coordinada y afi- nada. Por razén de economia, los ingenicros han tranqueado un cierto paso para normalizar, Han sentado normas, probando de lanzar puentes a través de los mares, ya que los productos industriales necesitan viajar, Su orma- lizacién es un poco simplista y no confiere libertad total a Ja imaginacion. Pues bien, ningtin progreso humano, ningana regla humana tienc cl derecho do proscribir y ni siquiera de limitar [a imaginacion Nuestros amigos abricron el ojo y miraron a su derredor en su propia vivienda, A menudo, por ejemplo. en las viejas moradas, donde antafio actia- ron albaiiles, armazoneros, carpinteros, cncuentran respuesta a su examen: regis de gremio transmitidas al oido a través de los siglos y pronto atibo- rradas, hinchadas, abotagadas de esoterismo, de metafisica de bolsillo para cousumidores corrientes. Subyacente, en trama tenue, parece que legue hasta nosotros una sapiencia vulgarizada: “aplicada”, De tanto en cuanto (y exis- ter cntre los correspensales aqui citados), intervienen “portavoces” qne su- wicren, dejan suponer, una ciencia milenaria, Esta es de naturaleza_histé- riea, sin acuerdo ni concordancia con Ia neta v veal palpitacién del dia de ~~ 103 “portavoces” se pavonean un poco, dejan sobreentender que son bios ¢ iniciados. A veces deben “oficiax”... Usan un vocabulario oculto. Os dicen: 8 por 108 = 864; 108 y 7 constituyen Jos 108 ntimeros del paricli- to; y 216 = dos por 108... Personalmente, cn este perfodo de mi vida en que me encuentro tomando parte en este orden de indagaciones, la danza de las cifras me hace cosani- Tas por un instante: des por 54 == 108; ocho por 10: 64, te... Y me respondo, todavia y siempre: se trata de 108 centimctros que nada tienen de comin con el udimero 108, del cna) ignoro el sentido y el alcance. $i traduzeo 108 cn pies. va solo tengo delante de mi 26 pulgadas, v el 26 va no es cl sa grado 108, ote... EL 108 cia, alla por 1945, la clave de mi primer Modulor basado en un hombre de 1m, 75 de altura, Por consignicute, estas coinci- dencias de cifras no significaban nada, Yo no niego ai negaré mae que existe ima ciencia metalisica ligada a mil y un simbolos y a una y mil signi- ficacioncs. Pero yo soy un hombre del ramo de la constraecién Me parece necesario insistir aqui, en este punto de la discusién, sobre Ja importaneia decisiva de Ja frase impresa en la pagina 100: SEL Mo- dulor es um util de seguridad total... Lo que hoy es justo, volverd a _en- contrarse justo dentro de scis meses, de seis afios o de seis dias en cl tablero de dibujo del mismo dibujante o bien de otro dibujante o de otro taller de dibnjantes en otro pais...” ;Lo que es justo es justo! Nos encontramos en cl dominio de los nime- ros, gAccederiais a “redondear”, a aceptar compromisos? gEn nombre de qué? ZEn nombre de quién? La clave se encuentra aqui: en la verdad. — 104 — 3. APLICACIONES MATERIALES DEL MODULOR El Sr. André Sive, arquitecto de Paris, escribe: “Va adjunto mi criterio sobre el Modutlor. “Es, ante todo. un instrumento, “Cada une de mis dibujantes fija obfigatoriamente en su tublero las dos progresiones (yo las sé de memoria}. SE] Modulor no nos hard hacer arte, pero climinard. automaticamente, en ci transeurso del trabajo, cl canis o menos» de las proporciones, las hotas desafinadas om Ia composicién arqnitecténica, en el detalle y cn cl conjunto de las relacion "La normalizacién de los clementos de la arquitectura, si ésta se caenentra basada en cl Modulor, evitaria el desorden de las proporciones, la escala arbitraria, y se harfa, al fin, utilizable, “Desearia que el Modulor fuese impuesto en las construceiones eseolares, a fin de introducir en el espiritu de los nijios cl sentido de — 105 — la armonfa phistica: condicién esencial de un futuro en que edificar volviera a ser la expresién misma de Ia civilizacién.” Adjunta una aplicacién urbanistica para Meuclon-le-Village. (Fig. 35). El Sr. Mareel Rouy, urquitecte consejero del M.R.U. en Paris, declara: “Me interesa confirmarle, después de dos aiios de trabajo, que aplico y hago aplicar alrededor de mi Jas rekiciones de proporciones que usted pre- coniza. Los reglamentos y kis admiuistraciones imponen a veces, por desgracia, cotas proscritas por su libro. pero sin embarge siempre es posible, con un poco de imaginacién y de trabajo, velverse a encontrar con sus preciosas relaciones armoénicas. "Estoy persuadido de que ef empleo gencralizado del Modulor conduci- ria a una evolucién particularmente interesante de la urquitectura.” El Sr. Van der Mecren ha instalado cn cl interior de un volumen de 167 m*. un habitaculo completo comprendiendo cinco aposentos, cocina, ba- jios, garaje y tienda, Dice haber superado magistralmente las dificultades sala aplicacion del Modulor, — 107 — « Thuan rér r a ion del Modulor en el fo? Riboulet, Thumaucr y Véret muestran la aplicacion cel M lor ¢ Anwendung der Methode « Modulor ». Lepomler] proyecto de aposento-tipo de estudiante para la Ciudad Universitaria de Der belgische Architekt Willy Van der Meeren, der * Fez, bajo la impulsién de Ecochard en Marruecos. (Fig, 37). Schiler von Le Corbusier war, hat auf dem beschriakten Raum von 169 m? einen Wohnblock errichtet, welcher eine vollstindige Wohnung darstellt mit 5 Zimmern, Kiche, (y |f_ cingerichtetem Bad, Garage und Laden. Er hat die Schwic. rigkeit des Raumes meisterhaft aberwunden durch die An wendung der Methode « Modulor », d. h. er hat, um Proportionen richtig aufzustellen, als MaBeinheit den Men schen selbst genommen. Er soll weder durch die Enge des Raumes noch durch die dbermiBige Hohe der Zimmer ich bedriickt fihlen. nv cy_ctwas zu reparicren’ gibt. ° ed heres Rowell { fete eo 8 Jean-Claude Mazct envia cl documento de una tienda hecha con el Mo- dulor eemerig ania occa Candilis, en Casablanca, ha hecho los planos de un edificio conforme al clima marroqui, El Modulor le ha permitido regular todos Jos volimenes habitables. Escribe: “En alguna parte usted ha escrito que los que han tocado este instru- mento afinado que es «el Modulor», ya no pueden preseindir del mismo. "Es absolutamente cierto, — 109 — Fic. 37 ter "De dos afios a esta parte, Woods y yo trabajamos en Africa. Nuestra actividad es varia: estudios, concursos, campos de trabajo, investigaciones. ‘Hemos adquirido la costumbre del Modulor, que se ha convertido en instrumento inseparable de nuestros estudios, “Antes de Hlegar a ello, hemos pasado por momentos de vacilacién, de incertidumbre y de mala utilizacién. “Con el tiempo, todo se ha convertido en neto y seguro. En las mesas de dibujo, nuestro pensamiento se ha expresado con traza- dos familiares; cada medida ha expresado una funcién, «una justa medida», y nada de notas desafinadas ni de arbitrariedad. "Y cl conjunto cn armonia esté a Ja escala humana. .. ” MEDICIONE: >Medir: es inclinarse a la ccouomfa, es aleanzar «la justa medida» (L. C.). “Aqui, es el Modulor lo que nos ha guiado: en las distancias, las super- ficies y los volimenes. Lo misino en lo que respecta al equipo, las abertu- ras y las funciones: medidas cxactas y disciplinadas.” (Figs. 37 bis y 37 ter.). ° e 8 Amancio Williams, de Buenos Aires, ha hecho los pkanos de dos hospita- les empleando el Modulor, (Detulle de una béveda, fig. 38). Fic. 38 — U1 — Y he aqui al Sr, Jean Prouvé, quien representa de una manera singular mente clocuente el tipo del “constructor” —escalén social— todavia no acep- tido por Ta ley, pero que se encuentra reclamado por Ja época en que vivi- mos, Quiero decir con eso que Jean Prouvé es indisolublemente arquitecto « ingenicro, A decir verdad, ingenicro y constructor, pues todo cuanto él loca y concibe toma inmediatamente una eclegante forma plastica al mismo Hiempo que realiza brillantemente las soluciones de resistencia y de puesta cn fabricacion. (Fig. 39), Su obra de la postgucrra ofrece testimonios decisivos. — 12 — Testimonio de los Sres. Ogé, padre hijo, arquitectos cn Paris, con los cuales hice los planos de un Club de yuclo a yela en Lorena. i “Gracias al Modulor, exclamaba cl hijo el otro dfa, podemos trabajar eada uno en nuestro gabinete con muy raras entrevistas, Hemos tomado del catélogo de Jean Pronvé una de las techumbres standard. Usted dibujé el maar Fre. 40 — 113 — plano orgénico del club, Por nuestra parte, nosotros dibujamos los planos de ejecucién con una extrema facilidad, pues todo el proyecto se encuentra animado por el Modulor, que realiza automaticamente el acuerdo entre nos- otros, puesto que los tres tocames en el mismo teclado afinado.” ° eo Nuestras gentes de Barranquilla, de Colombia, en el inar Caribe, estudian el gran problema moderno de las “Unidades de Vivienda”. Han adoptado, (he Fie. 41 a Fie. 41 b — 114 — ‘o mismo que nosotros, este voeablo: “volumen habitable” (el nuestro era “volumen alveolar habitable”). Empleando el Modulor, han establecido cé- lulas de habitacién capaces de satisfacer a diversos programas y, lo mismo que nosotros en Marsella, han creado un recepticulo de estos voltimenes ha- hitables, y este receptaculo es un inmenso casillero de cemento que comporta 18 pisos y mas de cien compartimentos, dentro de los cuales quedan inser- tas otras tantas viviendas, Una vez realizado esto, en lo sucesivo ya no se trata mas que de una cuestion de aplicacién. de eleccion de materiales. pro- cedimientos técnicos. modos de habitacion. ete.. ete. Fic. 41 ¢ Fic. 41 d — 5 — Su estudio va acompafiado de es Es evidente que, para la aplicacién de semejante plan, se hace necesa ria una base tinica eu las medidas, en los volimenes y en Ja armonizacion de tas unas y los otros con el hombre; El «Modulor», uniendo al metro yal pie-pulgada, permite la prefabricacién de elementos de construccién (a un precio relativamente bajo) con una infinita varicdad de formas, de propor- ciones y de soluciones ‘La _prelabricacion modulada pondra kt casa al aleanve de cada quien, y conducird a una arquitectura que, al mismo tiempo que se extienda al plano universal, conservara las caracteristicas bien definidas de cada individuo y de cada region.” (Fig. dla, b, c, d). declaracién: Contribucion de José Lais Sert, pre sidente de los CLAM, y de Paul-Lester Wiener, ambos encargados de graudes trabajos de urbanismo y arquitectura er Venezuela, Pert y Colombia, Sert escribe (24 de marzo de 1953): “El Modulor funciona a maravilla Ultimamente, hice la adaptacidn al Mo- dulor de les standards americanos de hospitales. para ima clinica en Mara- caibo, ¢ igualmente para otros trabajos en Venezuela.” - iE =a mat rer “3 clisés: 1° Urbanizacién de Lapomona (fig, 43); 2° Hospital clinico de Maracaibo (la maqueta de conjunto’ [fig. 44], ? Iglesia en Puerto Ordaz (fachada del campanile en cemen to moldeado) [Fig. 42].” Mi auxiliar en el Taller del ne 35 de la calle de Sévres, André Wogenscky. termina actualmente la construccién de su propia casa. Le ha tomado gusto a hacer intervenir el Modulor. Precisa: “Hizose el estudio de Ia casa aplicando sistematicamente el Modulor, no sdlo en cuanto a los planos y cortes de la construccién, sino también en cuanto al estudio de los detalles de ejecucién, como por cjemplo en lo que concierne a la eleccién de cicrtos grosores (acrotera, peldaios de escale- s, ete.), incluso si estos grosores no son directamente visibles para el es- pectador. El Modulor fue asi cmpleado para mucbles, eyuipos, como por ejemplo piezas de ferreteria o de cocina eléctrica, mas y otras especial- mente estudiadas para esta casa. Pero el empleo del Modulor no fue nunca una constriccién ni una servidumbre. Intervenia con posterioridad, como una especie de puesta al punto, o mejor dicho, como una ultima regulacién de los tamafios y de las proporciones. "EI conjunto del plano quedé establecido en una especie de trama repre- sentada en el esquema n? 1, El esquema n? 2 muestra cémo el plano de la planta baja fue trazado sobre esta trama. Pero hay que observar que esta trama no fue escogida arbitrariamente antes del estudio del plano. Mas bien fue el resultado de la misma, Es de una busqueda de la organizacién inte- rior, de un justo dimensionamiento, de un justo emplazamiento, que esta trama sc desprende poco a poco. Su adopcién fue entonces el ultimo toque dado a los emplazamientos y a las dimensiones. ~- U8 -- Este estudio del piano nunca estuvo disociado del de los cortes vy de tas fachadas. E] empleo de esta trama no debe pues permitir la creencia de que el Modulor fue aplicado separadamente a superficies de dos dimensiones (pla- nos, cortes, fachadas). Al contrario, su aplicaciéu fue siempre realizada eon wna preocupacién por los volimenes (tre dimensiones), cuyos planos, cor- tes y fachadas, y por consigniente aquella propia trama, sélo son proyeecio- nes ortogonales arbitrarias. "Una arquitectura esta vista por 1m espectador, quien percibe cl espacio, la profundidad de Jas cosas, y el cual, de apadidura, es mévil, se desplaza mientras mira y, por consigniente, ve a la arquitectira desenrollarse de- te de él, en derredor de él (el croquis n® 3 representa la fachada Este, y muestra al mismo tiempo las divisiones empleadas para las alturas = 2,26 hajo techo [dividido en 86 y 140] y 33 de grosor de pavimento). “En fin, puede ser interesante notar que, sin que Imbiera alli una idea preconcebida, se utilizaron casi exelusivamente tamatios de la serie azul. Esta formula —que, una vez nds, diremos que solo fue wn resultado com- probado tras estudio— da verosimilmente mis unidad que la mezcla de ta- maios de las dos series...” (27 de septicmbre de 1954) [Figs. 45 y 481. Personalmente, yo no me sentiria tan scguro de semejante conclusién. .. Todavia no sé... Espero que se me revele una verdad de esta naturaleza. Pienso en la espiral azul y roja del Modulor, tan tranquilizadora y animadora, {Me darfa mucho miedo meter tan pronto a la hermosa espiral en el desvan! En Chandigarh, Pierre Jeanneret confecciond para los argnitectos v los ingenieros ocupados en Ia realizacién de Ia capital del Punjab (casas, escuc- lus, hospitales....), una tablita de los valores del Modulor comunes al metro y al pic-pulgada, Pero una tercera columna proporciona los escalones m: pré- simos calenlados segyin las dimensiones de los ladrillos, Esta aproximacidn es tinta que, para la construccién corriente, las diferencias no Henen importancia (véase precedentemente la comunicacién Rothier). —W-— were Ira for Chay, pos foe ec) Wie AT aad — 122 - Esta tablita, que mide 27 cm. por 43 em., est en ma- nos de cada uno de los téenicos (fig 47). Stamo Papadaki, en Nueva York, da, a titulo demostrati- vo, una puesta en proporcién modald- rica del volumen de tma “sala de honor” establecida segtin las series de Palla- dio 1, y 6,0. De Ja comunica- cidn de Papadaki e: cojo, en ja euartilla 4. una numeracién 1136, m34, m32, et- edtera +e) que anti- cipa respecto a und de los problemas que quedan por re- solver: una nume- racién racional. ca- paz de designar los escalones extendidos desde las medidas microscépicas « las astrondémicas; pre- ocupacién que parecerfa superflua, tal vez, para el} corto escalonamiento que Interesa a la edificacion (tema ya evocado en las paginas 70 y 101). Pierre Jeanneret, en Chandigarh, habia pensado que serfa suficiente bau- tizar, con letras 0 con cifras, Ja breve serie de los valores moduléricos afec- tables a la habitacién, Yo me sentfa inquicto al ver entrar cn wna primera utilizacién una numeracién precaria y no cientifica. esperando que en un viraje cualquiera estas medidas apurecerian como insuficientes, habiendo cortado Ia ruta hacia Jos esealo namientos dirigidos al eer y al infinito que cs necesario, Con todo, tomar en cuente en unt investigacion cicntifica. “Al llegar a Chandigarh —es- cribia Picrre Jeanneret—. come yo no tenia la menor costum- bre de servirme de los inches y de los feet, y ante 1a urgenciit de hacer ejecutar planos por ini equipo de arquitectos, yeempli- 6 con letras las cifras del Mo- dulor, Habia comprobado que von once letras cn serie ro} y once Tetras en serie azul yo po- dia regular todas mis constene- ciones. Partiendo de A183 (al- DC Rad tura de un hombre), descendia ce a hasta H == 6 centimetros, y par- preter aw aaa tiendo de A’ 226 (continente de un hombre) descendia hasta W =8 centimetros.” Ce eee One a od Fic, 48 — 123 — ” Fie. 49 No obstante, él completaba con otras tres Tete Cohimma roja Columna azul M = 9,58 K = 3,66 Le = 5,92 Este instrumento de trabajo cra, en Jo sucesivo, puesto al panto en Chan- digath bajo Ja forma de Ta tablita publicada en la pagina 122 — M4 Capitulo 3 Divergencias 114 por 1940, en la derrota, a fin de afrontar los problemas modernos in- dustriales fue creada, muy legitimamente, la AFNOR - Asociacion Fran- cesa de Normalizacién—. Y fueron Hamados ingenicros de gran catego- ria, arquitectos, mecdnicos, etc... No fui invitado, pues en aquella época yo era nal considerado. Durante cinco afios no tuve oeasién de edificar ni un centimetre citbico ni de urba- nizar un solo centimetro cuadrado, Por mi propia iniciativa, cred, en 1942, la ASCORAL, presidiendo a las discusiones de sus subeomisiones, algunas: de las cuales, durante la Liberacién, facilitaron libros utiles al pais, a sa- ber: “Manera de pensar cl urhanismo”, “Los tres establecimicntos humaros”, “El Modulor”. A la ASCORAL Ie quedan por publicar las obras siguientes: “Saber habitar” y “Urbanismo y medicina”, Durante este mismo: periodo, yo habia personalmente publicado: “Sobre Tas cuatro ritas”, “Destino de Pa- ris”, “La Carta de Atenas”, “Pliticas con los estudiantes de arguitectura”, Hacia 1920, aparecié una serie de doce articulos con mi firma en “L’Es- prit Nouveau”. El capitulo “Casas en serie” suseité uma gran indignacién, por cuanto en él se consideraba a Ja casa como una “maquina de habitar”, Haciase un Hamado a la industria para realizarla, En otvo capitulo, el Partenén era tomado como testigo, junto con cl automdvil, para demostrar las virtudes del standard: eficiencia, quintaesencia, normalizacion previa, objeto de arte. Otro capitulo, consagrado a los trazados reguludores, pretendia poner en primer plano, desde 1920, la nocién del proporcionamiento cu las obras edificadas. En 1925, el “Pavillon de PEsprit Nouveau”, en Ja Exposicién Internat nal de las Artes Decorativas, en Paris, dirigia un Hamado a la ind reclamandole que “se apoderase de la edificacion”, En 1948, como miembro del Consejo Econémico de Francia (a titulo de la Pensée Francaise), reci- bia esta carta: — 127 - Asociacién Francesa de Normalizacion calle de Notre-Dame-des-Vietoires, 23 - Paris, Ohjeto: Correo n° $0. Nu Mef, FM/Tr. Nu 4421. “Paris, 15 de jumio de 1948. “Sefior Consejero, “Siguiendo con atencién los trabajos de su asamblea, es para nosotvos un placer remitirle con este pliego un miuncro especial de nuestra revista EI Correo de la Normalizacion», que le proporcionara una documentacion (til sobre el problema de interés nacional que es la normalizacion, puesta Palcance del gran publico, ‘Dignese aceplar, sefior Consejero Ia significacién de nuestros senti inientos mas distingnidos EL Director General Auviliar J. Bre Di respuesta a la carta del Sr. J. Birlé cl 4 de noviembre de 1948. $./Ref. Correo n? 80. FM/fr, n® 4421, “Senor, “Recibi a su debido tiempo, y como miembro det Consejo Econémico, su cart del 15 de junio de 1948, acompaiiando el envio del nimero especial del Correo de la Normalizacién». Los problemas evocados me interesan en cl mayor grado, tanto del punto de vista tedrico como del practico, Es un tema que he desarrollado en mis primeros libros, desde 1920, y que he procurade recmprender en mi Tabor de campo de trabajo y de taller, Llegué a conclu- siones que me condujeron a la ercacién de ma gama arménica de dimen- siones que pongo en prictica en mis campos de trabajo desde hace tres afios He terminado la redaccién de nna obra sobre este tema: «El Modulors. “La falta de tiempo no me ha permitido tomar contacto titilmente con su organizacién. Si usted quicre permitirmelo, lo haré im poco mas tarde, en cnanto pueda soimeterle trabajos definitivamente puestos al punto. Piense — 198 - que un dia u otro nuestras inyestigaciones realizaran su encuentro en un te- reno amistoso, 7 ey >A In espera de ello, le ruego se digne aceptar, scior, la manifestacién de mis mejores sentimientos.” Seis meses mas tarde escribf al Sr, Caquot, presidente de Ta aor . al mismo tiempo presidente mio cn la Comisién de la Reconstruccion Ce Consejo Econémico, la siguiente carta: “Paris, 6 de abril de 1949, "Sefior Caquot "Presidente de la Comisién de la Reconstruceién en el Consejo Econémico calle Montpensicr, Paris. "Mi querido presidente: *Volviendo al problema de los proporcionamientos y medidas evocadc esta manana ante nuestra Comisién del Consejo Econémico, y acerca de los trabajos emprendidos por Ja AFNOR por una parte, y por kis gentes de mi equipo por la otra, necesito decirle cusinto me satisfaria que pudiera tomarse im contacto util, Yo habia recibido un optisculo muy interesante: «El Hem- bre de la Calle», que procedia de la AFNOR; y habia acusado el golpe in- mediatamente escribiendo a su director, cl Sr. Birlé, para indicarle que me gustarfa, en cl momento que se me sefialara, dar fe de vida del «Modulors ante quien correspondiese. E] «Modulors, creado a partir de 1942, fue puesto al punto en el trans- curso de sicte afios y sometido a prucha durante tres afios en todos mis trabajos: construcciones arquitecténicas y urbanisticas, trabajos tipogti cos, mobiliarios y equipos domésticos, cte.... Poco a poco ha sido adopt 0 por diversos arquitectos que hacen por si mismos sus descubrimientos. En Ainérica del Sur, los Sres. Sert y Wicner (José Luis Sert, presidente de los CIAM), han establecido los planes de urbanizacién y construccién de dos — 19 — cindades, en cl Perd y en Colombia, con aplica las reglamentaciones edilicias, ”En medio de estos hechos cidn del «Modulory hasta or reales y de las verificaciones incesantes qt yo tenia ocasién de practicar en Jas obras del pasado, decid, el aiio iiltim escribir un libro sobre este tema: El «Modulors, ensayo sobre una medid arménica a la escala del hombre, aplicable unicersalmente ala arquitectu: y ala mecdnica, a fin de ir al fondo de la cuestion, de vaciw Jes gavetas saber cual podria sor la meta de Ta carrera. Fue en 1948 (diciembre) que kk matematicos me proporcionaron una respuesta, y le aseguro que se trata « una linda respuesta. Me halagarfa poderle explicar todas estas cosas; quisiera mostrarle hk cien dibujos (de manipulacion poco eémoda) que serviran para ilistrar « libro, ef cual seré publicado cn francés, en inglés, en espanol, Yme sentir: igualmente encantado, después de haberle mostrado los planos que se expr san mejor que todos los discursos, confiindole cl manuserito de unas 1.1 paginas mecanografiadas, “Detesto acaparar la escena con mi persona, Me consagro. en lo posible a mis trabajos de laboratorie, pero pienso que seria rtil que la cnestion de «Modulor» fuese evocada cu cl Congreso mundial deb cual usted hahld est mafiana. Le sefialo que, cu 1946, Ta «American Designer Associations, qui tenia su congreso, me pidié uma explicacién del «Modulor» que yo die cl gran anfiteatro del Metropolitan Museum de Nucya York. Aquella mism noche fui nombrado miembro de dicha Asociacién, De regres aqui, conti nué mis investigaciones, tranqiilamente. “Una Ikamada telefinica me complaceria imicho Una visit: a mi taller on la calle de Sevres, le permitiria a usted ver en veinte tableres de dibuj« las aplicaciones del «Modulor>. “Crea, mi queride Prosideute, en iis mejores sentimicutos.” Me dijeron por teléfone que inseeibir una comunicacion obre cl “Mo — 130 -- 1y oportme y que, por lo dulor™ en cf Congreso dela AFNOR no eran demds, cra demasiado tarde, o i : Un aiio después pnblicabase cl libro de “EL Modulor™. y_yo recibia, el 6 de junio de 1950, una carta del Sr. Kerisel. Director de la Construccién en cl Ministerio de la Reconstruceién y de! Urbanismo: “Paots, 6 de junio de 1950. "Ministerio de la Reconstruccién y del Urbanismo: “EL Director “Estimado sefior: ; “Antes de darle lay gracias por el envio del «Moduler», he querido asir todos los secretos que usted me habia ya reveludo a medias cn Royaumont, Creo que Einstein, al decir de su descubrimientor «Lis uma gama de re. porciones que convierte al mal en dificil ysl bien en facil», dijo To que cabia pensar del mismo. ; “Pienso sobre todo en Tos arqnitectos, que no siempre son artistas natos, y sobre todo en nnestros ingenieros, a quienes cl caélculo deja a menudo Ja ilidad de varias soluciones, ‘Pero Imelga decir que. para guardar enteras La calidad y la pureza, su «Modular» debe Timitarse a dos series, ya que exti demostrado que cualquier serie de nameros dada pacde ser enconteade cu La continnaeia de los nime- ros resultantes de una serie original, como por ejemplo una serie de Fibo- nace’ multiplicada por ntimeros apropiados. ; : Mi propio suegro, el Sr. Caquot, se ka complacido mucho con su envio. “Dignese aceptar, estimado sefor, ky manifestacién de mis sentimientos muy simpaticamente devotos y de mis tclicitaciones por esta obrz FI Sr, Kerisel reconoce que lay que limitarse al uso de dos series. por nxis que iimimeras series matematieas queden disponibles, Noto, de paso, — 131 — que uno de los valores practicos decisivos del “Modulor” es su concordancia directa con la estatura de un hombre de seis pies, e 8 Reproduzeo aqui un comunicado a la prensa hecho por cl ISOR -~agru- pacién apendicular de la AFNOR— en ocasién de su ultima asamblea gene- ral. E] lector apreciara que las ideas van hacia adelante, inevitablemente, en lucha contra el desorden y en favor de una organizacién de la produccidn: “En la asamblea general de la Organizacién Internacional de Normaliza- cién ISO, que ha tenido lugar recientemente en Nueva York, Francia estaba representada por una dclegacién regida por los Sres. Albert Caquot, Presi dente de la AFNOR e igualmente Presidente del ISO, cl Ingeniero General Pierre Salmon, Comisario en la Normalizacién, y Jean Birlé, Director Gene- ral de la AFNOR, Corio el mandato trienal del Sr, Albert Caquet como Pre- sidente del ISO debia expirar al final del afio, uno de Jos primeres cuida- dos de la Asamblea fue la designacién de su sucesor, El doctor Hilding To: nebolm, Presidente de la Asociacién Sueca de Normalizacién y director téc- nico de la firma SKF en Goteborg, fue clegido Presidente del ISO por un periodo que va del 1° de encro de 1953 al 1 de enero de 1956. “Aprovechando la presencia en Nueva York de numerosos delegados, un niimero bastante grande de comités técnicos se reunieron en la Asamblea General. Todas las informaciones accrea de los trabajos de estos comités reuni dos en Nueva York, asf como, de una mancra general, acerca de los trabajos de 76 comités técnicos del ISO, pueden ser solicitados a la Asociacién Fran- cesa de Normalizacién, calle de Notre-Dame-des- -Victoires, 23, Paris (2°). e 8 1 1953 lanzabase en Londres la revista “Prefabrication”. La redaceién me pedia uma nota sobre el “Modulor” para su primer mimero. — 132 — Pero este mismo nimero contiene un comunicado de la organizacién Ma- mada “The Modular Society”. El 1° de abril de 1953, encontrandome en Londres en ocasién de la entrega de la “Gold Medal” de arquitectura que tan gentilmente me habia otorgado Ja Reina de Inglaterra, un estudiante me remitié dos paginas policopiadas de la “Modular Society”, donde se abria tina encuesta cuyo punto csencial se redueia a fijar standards dimensionales a base del pie y de la pulgada, Algunos meses mas tarde el tema resurgia en la revista “Prefabrication’, con motivo de un voto de la ULA (Unidn Internacional de los Arquitectos ) en su congreso de Lisboa y de un Jlamado a Ja UNESCO en favor de la fija- cién de un médulo de base aplicable a Ja edificacién, Este médulo de base seria de 4 pulgadas, 0 sea 10 centimetros, y serviria de escalén de crecimiento ilimitado. Aqui no abro discusién alguna. Pero me interesa hacer notar: 1° El deseo de disponer de medios de normalizacién. 2° La necesidad de un entendimiento internacional. Fie. 50 3° Lo arbitrario, so pretexto de urgencia o de circunstancias, que resulta de adoptar una normalizacién indigen- te cuyo cfecto seria el de cerrar Ja puerta a la imaginacién (la « cidn). Por cl contrario, se trata, al fin de cueu- tas, de descubrir y pro- clamar caracteres co- munes tanto a los téc nicos de realizacién como a las prerrogati- vas ilimitadas del espi- ritn, No existe el dere cho de bloquear las co- sas mediante um tope tan apresirado y de cllo Hacer apchiecion cou ligereza a las enti dades internacionales. Afiadiré que los promotores de esta ges tidn habrian sido mis respetados de no ha ber crigido en grito de enganche la palabr: “Modular” (y Hamado a su agrupacién “Modular Society”), término verdadcramente préximo en exeeso de “Modulor”, Siempre senti horror por la confusion y disgusto por el equivoco. El mundo modemo se encuentra prisioncro de una tenava de reclamen- tuciones “democraticas” nacidas de compromisos y de piczas cortadas manga por hombro, impidiendo pura y simplemente de “bien hacer”. Yo sé algo de ello, pues construs en Marsella (la Unidad de Vivienda) fuera de toda re- glamentacidn, ja favor de una derogacién valientemente conseguida y man tenida en plena tempestad! Asi se termina la primera parte de este libro, Se coneedié Ja_palabr lox usuarios, mn la segunda parte intentaré, como hice ya en el ensayo de 1948, des- Josar, no una filosofie matematica, sino esta nocién fundamental de vitali- dud: “EL Modulor, instrumento de trabajo universalmente aplicable a la ar- quiteetura vy a la mecdnica, DESPPJA V1, CAMINO DE LA IMAGINACION.” ASSOCIATION FRANCAISE DE NORMALISATION 23, RUE NOTRE-DAME DES VICTOVRES, PARIS (7) Fic. 51 bis — 136 — MOD 2 INSTRUMENTO Capitulo 4 Reflexion |, Lejos de los Tabues Il. Sobre tierra firme Ill. El hombre, aun mirando sufria de ceguera... lV. Volvamos a elevarnos I. LEJOS DE LOS TABUES j Convegno | internazionale . su te os * proporztoni” yellerast aa Fic. 52 En la novena Trienal de Mi- kin, los dias y 29 de sep- tiembre de 1951 marcan una fe- cha: “De Divina Prorontionr”, “Primo Convegno Internazionale Sulle Proporzioni nelle Arti”. Ci- tar esta fecha equivaldria, por cjemplo, a mencionar Ia existencia de una estacién de ferrocarril pro- vista de un empaline hacia terri- torios ilimitados y de otro dirigido a una via muerta, La Tsienal de Milan me servira pues de obertura para esta segun- da parte del libro: INstrumMen‘to. — M1 — 4 a r TRIER Bidea nese Payverta ext at was cotsemine FV 4, Moperrreme poner Ira FRCP LURE spew rier miticbs @ arte, | Ze EEE eee Bien a pesar mio. estive obligade : tomar parte en da misma en e] Ultimo minute, por la invi tacion couminateria de sur Presidente. E] profesor Witt kewer, de Londres. subrayé alli, en su comunicacion, que el cnadrade es une de Tos clementos fundamentales del empleo de la pro pareién. Muchos ar tistas de Ta Eclad Me- dia lo deblaron (do- ble cuadrado). La concepeidn eurepea de kv proporcién, se adapta, hasta el pro- sente, a ta tradicidn Pitagorico-Platénica. Feta tradicién pre sentiun doable as- pecto, v consiste en rekiciones numéricas Cintervalos arnéni- ces de la gama nu sival griega: 1, 2" wd) y en figne tay geomeétricas per- fectas: el tridngulo equilatero, el 1 tangulo, cl tridngu- lo isdsceles, el cua- sudo, ch pentigono (elementos de los emco sélidos regu- hares)... En cl din de hoy, ala hora de wn “gcometria ne idiana y de la eturta dimension, ke concepeion del tiem poy del espacio es furzosimente distin tude la de los siglos pasados... Las dis- wusiones que ten- n lagar darante este Congreso ayu- sur_tal vez a ver + problema bajo un nuevo aspecto, re KI Profesor Sieg- fried Giedion, de Zuvich-Boston: fe 20 oot 195 wlle ot tee te at sesame SUagraction sawsiecte! vance do ia Wracent je Je toate sano dune Mesporr que sous sarap senmoiy & La era Tryencade, {Ivan tavteo boctarso) ee Fie. 54 — 143 — “.. Actitud del siglo xix: «La parte se hace ducfia del todo» (Nietzsche, ISS4).. La seccién dorada parece mantenerse a través de Ja historia human: (pintura de las cavernas prehistéricas). La seecién dorada tuvo aplicaciou cn las épocas mas diversas y segiin métodos siempre particulares, *En oposicién al proporcionamiento estitico del pasado, nosotros nos in clinamos a un proporcionamiento mas dindmico: Ejemplo: la diferencia sig nificativa entre la representacién de un «hombre vitruviano» y la del «hom Ie-del-brazo-en-alto» de Le Corbusier... ; Nos llega de los Estados Unidos de América la advertencia de que si nuestra época se revela incapaz de concretar el proceso de standardizacién de tal forma que las dimensiones de los diversos clementos estén en relacién con el hombre y sean capaces de adaptarse entre ellas y dentro del todo, el caos sera inevitable...” Matila Ghyka evoca la simetrfa pentagonal. El pentigono, el dodectigono, con sus secciones de oro resultantes. El 120° y sus submiltiplos, 60°, 90° pertenece a los cristales... 6.000 cristales de hielo son exagonales... Pen tagono, flor pentagonal, scccién dorada, simetria pentagonal, el lirio, ef as fédelo... Seis: judio, justicia... Cinco: Pitagoras, amor, salud, vida. . Paccioli inscribié la seecién de oro en el dodecaedro... Boca de erizo de mar: pentagono... Concha: espiral logarftmica, seccién dorada... Serie do- rada: geométrica mds adicién a dos tiempos. Serie Fibonacci... Fibonacci en botanica, Intuicién de Pitdgoras, Platon y Paccioli conduciendo al mismo resultado... Principio de Einstein, de Broglie y Leonardo da Vinci... jOyense rumorear palabras y nombres tabis! Y es natural que existan sabios, exegetas con gran rumoreo de palabras (v de palabras tabs), jcomo es natural que el albafil, el cementero y el cerrajero (acompafiados del arquitecto) edifiquen casas! — 14 — Pero aqui tenemos al Doctor Hans Kayser con su doctrina del sonido en el mundo: “la Arménica”. Paréntesis: (Les debo tal vez ami madre y a mi hermano mitisicos, el ir siempre a la zaga, a la conquista de la musica, pero extravasada, transpor- tada fuera del ruido, en el plano del silencio interior, gozo -—efusién— ple- nitud... “beatitud”, si ustedes quieren.) Kayser declara: “La Armonia es una doctrina de correspondencias. (A vés del galimatias de las traducciones, propio de los Congresos internacio- nales poliglotas, se discicme cl pensamiento del Doctor Haus Kayser)* la sociedad actual se encuentra sittada delante de la inexorable fatalidad de un colectivismo que, cada vez mas, amenaza sumergitla. Vamos a la absor- cién total del individuo por su profesiéu, por sus deheres para con la colec- tividad, por las dificultades siempre crecientes que entorpecen toda tenta- tiva de sosegada reflexién. En esta ensordecedora batahola de nuestra época, es hora de oponer potentes contrapesos si se quiere evitar que el azote del antipersonalismo haga naufragar a la humanidad entera en una existencia de termita. Uno de estos contrapesos podria ser cl trabajo tranquilo, apar- tudo de Jos importunos y sin comunicacién con el exterior: el estudio de la armonia, Un pequetio estudio, una mesa, una silla, un monocordio al alcance de la mano, y a hundirse en los problemas «armonicales», en la noble medi- tacién de log diagramas y de las tablas; y ali tenéis que el aire se Nena de amas ligeras, casi imperceptibles, de melodias, acordes y ritmos. Los pro- fanos se convierten en creadores de una musica sin notas, al lado de la cual In mayor parte de lo que se Jama mtsica moderna ya no es mas que un clamante anacronismo. “Es por eso que la Arménica... es wna voluntad de ofr, de percibir inti- mamente la realidad y la esencia de todas las cosas sumergiéndose en sus lentros. Quienquiera actie de esta suerte, podra respirar libremente un aire sano y puro, Sabra que la Humanidad, la Tolerancia y la Reverencia son Jas tres grandes conquistas que é1 puede hacer mediante su trabajo.” En el caos invasor, Kayser ofrece un santuario al hombre. Y, puestos en — 165 — tal dircecién y sobre tal terreno, henos aqui lejos de los tabs y ana vex mis vueltos a ser hombres, felizmente El Congreso se separd después de haber nombrado un Comité para la prosceucién de las indagaciones acerca de las proporciones cn kis artes. Trenar. de Milan de 1951, “Di Divina Prorortion:”, clogio de la See- cién de Oro, viejo sendero de los hombres... Pikigoras Fl Sr, Le Lionnais me habia escrito: “En cl plano de la técnica, considero que cl niimere de ers ne representa mis que una nocidn particulirmente excepcional o privilegiada... (véas mis atras, pagina 18), anadiendo: “Como sneede en tantos casos, a adopcidn de una convencion, por arbi- traria que sea. puede representar un gran progreso si se le permanece fiel, pues se convierte cn un principio de solucion y de orden...” Ni lo arbitrario ni cl privilegio no me parece que scan tan fligrantes como eso en cl asunto de que aqui se trata, Poco importa que las fSemulas de Ja secciin de oro scan consideradas, en las matemiaticas modernas, como una Wivialidad! jEh, cht, la trivialidad es tal vez la cosa en cuestién que se trata de redescubrir, 0 sea la cohabitacién armoniosa “hombre-medio’, v no cl hom- bro planctario 0 el hombre especulativo. Aqni se rata de cdificar cindades, casas, equipos, de los cuales cl hombre es cl d&tinatario. cl manipulador, ei usuario. Pues bien, el hombre procede de ta fancidn @, cn su cuerpo, en La dimensién de sus miembros, es decir, dle las cansas decisivas de ocnpacién del espacio cn cl transcurso de sus actividades cotidiana: 1 cabeza interior escapa a todo dimensionamieuto, y henos aqui pletamente de acuerdo. Sé, por lo demas, cud gran conocedor es el Sr. Le Lionnais on materia de arte, y por tanto no le cntable aqui ningima querclla, En este pequeiio libro, ¥ con razin, no cesaremos de repelir que no estudiamos cl fendémeno creador, sino uno de los soportes mate del pensamiento creador. iales posibles — 47 —

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