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26 (CATALOGACION DE MONOGRAFIAS IMPRESAS Cantruvo 4. ORaANIRACGH De LA FORMACION 2 ‘acceso, y determinar y representar en el catSlogo todas las relaciones nece- sarias con otras formas variantes del mismo nombre o concepto y de otros nombres 0 conceptos relacionados, a través de referencias que gufen al usuario en la consulta del catélogo. El control de autoridades permite al catalogo cumplir con el objetivo de localizacién de grupos de recursos segtin criterios tales como el autor, la cobra que contienen, o la materia, al asegurar que estos elementos se repre- senten siempre de la misa forma, y por lo tanto los registros que los con- tienen se recuperen juntos como respuesta a una basqueda. Cuando se crean registtos para catélogos automatizados, a estos tres procesos debe agregarse un proceso de codificacién. Para que la informa- ci6n recogida mediante la catalogacién y el andlisis temético, y normaliza: da mediante et control de autoridades, pueda ser ingresada y luego recu- perada, en un sistema automatizado, los datos deben ser identificados mediante cédigos que el sistema pueda teconocer e interpretar. La codif- cacion permite que un sistema almacene los datos y pueda luego recupe- rar aquellos registros que respondan a una consulta especfica. La codifica- clén es provista por normas denominadas formatos bibliograficos, que esta- blecen de qué forma se deben presentar los datos para que el registro sea centendido por un sistema automatizado. 42 Catélogos La organizacion de una biblioteca implica la creaciin ¥y mantenimiento de una herramienta de control biblografico: el catélogo. ‘Michael Gorman® afirma que el catélogo, que es la arquitectura de control bibliogrtico de ura biblioteca, es uno de los tres pilares en los que ésta s¢ asienta, junto con la coleccién en sf misma y el personal. aaa Concepto y objetivos Un catélogo es un conjunto organizado de registros bibliogrfcos, creados segin normas uniformes y bajo control de autor 5. GORMAN, Michael. 199, "Metadata ocatalogng? false choice. oumal of Internet Cataloging, wlan psa dad, que representa los fondas de una o varias colecciones. Una coleccién puede consistir de cualquiera o de muchos tipos de materiales, como libros, publicaciones periédicas, mapas, grabaciones sonoras, partituras musicales, por nombrar s6lo algunas. Tradicionalmente la coleccién repre- sentada por un catélogo ha estado ubicaca en un solo lugar, 0 al menos en diferentes localizaciones dentro de una misma institucién, Sin embar- go, cada vez mAs los catélogos representan los fondos de mas de una biblioteca, ya que las bibliotecas forman consorcios, 0 unen sus catélogos con el propésito de utilizar sus recursos de manera compartida, y crean para ello catélogos que representan el cosjunto de sus colecciones, a los que se denomina catélogos colectivos. Ademés, los catélogos incluyen cada vez més recursos electrénicos de acceso remoto, como recursos de Internet, que no se encuentran fisicamente reunidos con los demas recur- 508, ¥ que la biblioteca no posee, pero alos que puede brindar acceso. ‘Siempre que una colecciGn de recursos bibliogréficos crece tanto que se hace imposible recordar cada recurso que la compone y su ubicacién, es necesario desarrollar algin tipo herramienta de control bibliogréfico. Cuando se trata de colecciones reducidas, puede ser una lista sencilla, bajo un solo ordenamiento, que oftezca para cada recurso unos pocos datos identificatorios y su localizacién, Peto cuando la coleccién se vuelve demasiado grande para un planteo tan simple, es necesario un crear una hetramienta més elaborada, un catélogo. Crear el catélogo de una colec- ci6n responde a dos necesidades principals: la recuperacién de los recur- 0s bibliograficos que forman la coleccién, y su inventario. No s6lo es imposible recordar qué hay en una coleccién de cierto tamafio para poder acceder a su contenido, también se vuelve imposible recordar qué ha sido adquitido, perdido, reemplazado, etc. Desde el punto de vista del usuario, cl catalogo es la clave para utilizar una colecci6n; desde el punto de vista del bibliotecario, es la clave para administarta El catélogo es el intermediario entre el usuario, que tiene una nece: dad de informact6n, y la coleccién de la biblioteca. Es un elemento funda- ‘mental en la constitucién de una biblioteca: sin catélogo, no hay bibliote- «a, sino simplemente un depésito de recursos bibliogrficos. Es el catélo- go el que permite identiicar y recuperar los recursos que contienen le informacin que necesita el usuatio. A través del catélogo puede determ!- nnarse que, en una coleccién de cientos, miles o millones de recursos bibliograficos, sélo un pequefio grupo tiene relevancia para responder a ‘una necesidad de informacién concreta. 8 ‘CaTaLORACION DE MONOGRATAS IMPRESAS Usuario 4 Catalogo 4 Las funciones de identificacién, reunién, y evaluacién, comunes a todas las herramientas de control bibliogréfico, han ido evolucionando en los catélogos desde la antigledad hasta nuestros dias, a medida que las nece- sidades de organizacién de recursos bibliogréficos aumentaban, y también ‘a medida que nuevas tecnologias permitian introducir cambios en la estruc- tura y presentacion de los catélogos. Hasta el siglo XVI, los catdlogos cum- plian una funcin de inventario: el registro de las piezas fisicas que inte- graban una coleccién, con la finalidad de ofrecer una lista del patrimonio de la biblioteca. Estas listas en tabletas de arcilla,rollos de papiro, perga mmino o libro, en un principio ordenadas segén la localizacién fisica de los recursos, fueron adquiriendo con el tiempo arregios mas elaborados, incor- porando criterios tales como orden de acceso, perfodo del autor o fecha de publicaci6n, Pero el objetivo era invartablemente patrimonial; apuntaban a registrar qué posefa una biblioteca, pero no a la recuperaci6n de informa- ion sobre los recursos que componfan la coleccién, | ‘A partir del siglo XVII, los catélogos comienzan a convertirse en verda- deras herramientas de control bibliogréfico, pensadas para facilitar et acce- 50 a los recursos de una colecci6n, y no solamente para registrar un patti- monio. A través de elementos tales como indices por autor y por materia, y una mayor preacupacién por la descripcién, tanto en su contenido como fen su forma, comienzan a apartarse de las limitaciones que impone la fun- én de inventario para tratar de oftecer un medio de recuperacién, El caté- logo se convierte asi en una lista de localizacién. El catélogo de la iblioteca Bodleiana de Oxford de 2620 es considerado el primer catdlogo general de una biblicteca que funciona principalmente como una lista de localizacién, con los registros ordenados por el apeliido del autor, por palabras significativas del titulo en el caso de los anénimos. La evolucién del catdlogo de lista de inventario a lista de localizacién fue un paso muy importante, pero los catélogos presentaban atin muchos ‘CaPfruto 1. OnGantzaci6n 0¢ LA WFORMACION 2» problemas, debido principalmente a que no existian principios de acepta- cién general para su compilacién. En el siglo XIK comienzan a buscarse ‘enfoques mas sistematicos en la compilacién de catdlogos, y también comienza a plantearse de manera explicita la discusi6n sobre cual es la fun: cién que debe cumplir el catélogo. En 2843, Anthony Panizzi, bibliotecario jefe del Museo Briténico, redact6 junto con un comité un conjunto de reglas para la compltacién del nuevo catilogo de la biblioteca del Museo. Las Rules for the Compilation of the Catalog, conacidas como “91 regias de Panizzi", estaban disefiadas para la confeccién de un catélogo que permi- Fano $610 Ia localizacién facil y répida de un recurso bibliogréfico (fun- ci6n que ya cumplian los catélogos), sino también la agrupacion de las obras de un mismo autor con sus diferentes ediciones y traducciones. Panizzi sostenfa que un usuario puede conocer la obra que busca, pero no. puede pretenderse que conozca todas las ediciones de esa obra. El catélo- 0, por lo tanto, debia no s6lo informar sobre la existencia de un libro en particular, sino también reunir las diferentes ediciones y traducciones de tuna obra. Esta concepci6n llevaba al catalogo més allé de la funcién de lista de tocalizacién. La distincién entre el recurso bibliogréfico y la obra que contiene, que hemos mencionado como una de las furciones det control bibliogréfico, es de capital importancia para lograr que los catdlogos sean eficaces en la organizacién y provision de acceso al universo bibliografico. El primero en enunciar explicitamente tos objetivos del catélogo fue el bibliotecatio estadounidense Charles Ammi Cutter, que en 1876 publicd un cBdigo de para la compilacién de catalogos de tipo diccionario. Cutter, que habia observado que la catalogacién no se realizaba en forma sistematica, y no habia principios que la guiaran, comienza su cédige estableciendo qué es lo que un catélogo debe poder hacer, como paso previo a determinar cOmo deben redactarse y ordenarse los registros que compongan ese caté- logo. Segtin Cutter, los objetivos de un catétogo son: Permitir a una persona encontrar un libro del cual: ) el autor, @) el titulo, © ye conocido. © eltema 2, Mostrar qué posee la biblioteca: (©) por un autor determinado. (© sobre un tema determinado. ( en un género literario determinado, 30 [CaTALOGACION DE MONOGRASTAS IMPRESAS 3 — Ayudar en la elecci6n de un libro: () por la edicién (bibliogréficamente). (H) por su cardcter (literario 0 tematic)’. Los medios que deben aplicarse para conseguir estos objetivos son pun- tos de acceso por autor (para A y 0), con referencias desde distintas formas del nombre cuando see necesario; puntos de acceso por titulo (para B); pun- tos de acceso por materia, con referencias que permitan conectar materias relacionadas, y un sistema de clasifcacién por materia (para C y E); puntos de acceso por géneroliteario y por tengua (para F}; datos descriptivas (edicién, pie de imprenta, y notas cuando sea necesaro, para G); y notas (para H). Cutter plantea en su enunciado tres objetives: localizacién o identifica- ci6n (a), reunién (2), y selection o evaluacién (). El primer objetivo es el del catélogo como lista de localizacién, que responde a la bisqueda de un recurso conocido. El usuario, que conoce la existencia de un recurso biblic- srffico, trata de determinar si forma parte de la coleccién de la biblioteca buscéndolo por su autor, su titulo 0 ta materia de la que trata. En realidad, muchas veces es necesaria una combinacién de al menos dos de estos ele- mentos pata localizar un recurso; la conjuncién “o” se transforma en “y". Un catélogo como lista de localizacién en general enfatiza mas la identiicacion de recursos que la identiicacién de obras, y contiene descripciones breves. El segundo objetivo de Cutter es la respuesta a otro tipo de bGsqueda: la basqueda por categorias. Un usuario puede querer conocer todos los recursos de un autor, o sobre una materia, 0 en un géneto literatio, que integran una coleccidn. Para responder a esa consulta, es necesario que los registros que represertan recursos de un autor, un tema, etc., queden reu- nidos de alguna manera en el catélogo. Esto implica establecer qué rel nes existen entre recutsos, y conectar fos registros de acuerdo con ellas.. Los mecanismos necesarios para cumplir con el objetivo de reunién son, por una parte, una descripcign mas detallada de cada recurso que incluya informacién sobre relaciones con otros recursos, y por otra parte, el uso de formas normalizadas ce los nombres como puntos de acceso, esto es, que ‘el nombre de un autor aparezca siempre de la misma manera, sin importar si en cada recurso aparece con alguna variante. Esta necesidad es opuesta a la de representar los nombres tal como aparecen en el recurso que impli- ‘ala funci6n de identficaci6n. Al requerir medios muchas veces contrapues- tos, las funciones de identiicaci6n y de reunién entran en conflicto, y una de ellas tiende a prevalecer sobre la otra. {6 CUTTER, Chares A. 1876. Rules for printed dlicionary catalogue, Washington: Government Priming Ofce 9p (Canfruto 1. ORGANIZACION DE LA IFORUACION 3 Eltercer objetivo del catélogo, segiin Cutter, es ayudar al usuario a deci cir si le interesa 0 no consultar un recurso, o Seleccionar, entre varios recur- 505, cudl es el que mejor responde a sus necesidades. Este objetivo de seleccién o evaluacién se cumple a través de los datos que describen al recurso en el registro. Para ayudar en la selecci6n en cuanto al carécter (ite- ratio 0 temético), Cutter establece en sus regtas el uso de anotaciones (notas de resumen, por ejemplo). Esta practica, que se habla perdido para tos materiales impresos, estd resurgiendo en la actualidad aplicada a los recursos electronicos. Los objetivos de Cutter representan la vision de las funciones det caté- logo en un tiempo y con una tecnologia determinadas. El enunciado men- ciona un solo tipo de recurso bibliogréfico: los libros. Desde la segunda imitad del siglo XIX hasta nuestros dias, muchos otros tipos de recursos se han sumado a las colecciones de bibliotecas, desde los mismos libros que menciona Cutter pero en versiones microfilmadas, hasta recursos audiovt suales y electrénicos. Los criterios de reunién que establece Cutter se limi+ tan a autores, materias y géneros literarios (aunque este dltimo nunca fue aplicado tan ampliamente como los otros dos), porque ia tecnologia predo- minante en los catélogos en el siglo XIX y primera mitad del XX ~las fichas— imponta testrcciones a las posibilidades de establecer relaciones. AGn con ‘estas limitaciones, los objetivos de Cutter fueron el enunclado fundamental sobre las funciones del catélogo por més de un siglo. El aspecto mas conflctivo del enunciado de Cutter, que puede observar- se como un retroceso en la evolucién de los catélogos, es que el segundo objetivo no contempia la reunién de distintas ediciones de una misma obra por la que abogara Panizzl. El uso del término “libro” acota ta aplicacién del enunciado a los recursos bibliogréficos como entidades portadoras de informacién, pero ignora la distincién entre la entidad portadora y su con- tenido, ia obra. Esta distincién tiene gran importancia para la compilacién de los catélogos, porque implica el uso de diversos mecanismos que per- mitan identificar y reunir las diferentes publicaciones que representan una mmisma obra, como por ejemplo el uso de titulos uniformes. Disminuye ade- imas ta importancia del segundo objetivo, acentuando las caracteristicas del ‘atélogo como lista de localizacién. ‘A mediados del siglo ¥X, Seymour Lubetzky, un catalogador estadount- dense a quien Se habia encomendado revisar los cédigos de catalogacién fen uso en los Estados Unidos, hizo signifcativos aportes a la concepcién de los catélogos imperante en esa época, que se verian reflejados en enun- iados posteriores de los objetivos del catélogo. Para Lubetzky, el catélogo no debe ser una mera recopilacién de registros que representan entidades 2 CATALOGACION DE MONOGRATIAS INFRESAS ‘Capfruto 4, ORaANIZAC16n OFLA INFORMACION 3B individuales, sino un Instrumento disefiado de manera sistemética on el que los registros deber estar integrados, como partes componentes del todo. Plantea, como interrogante fundamental, si el catélogo *... debe ser un registro de los materiales de la biblioteca, de las obras que ellos represen- tan, 0 de ambos"’. En un proyecto de cédigo de catalogacién que no lleg6 1a publicarse, Lubetzky establece que el catilogo debe cumplir con los siguientes objetivo: +1) Fecttar a lecaaacén de una pubcacén en particu y 2) Relacionar y runes ediciones de una obra y las obras do un autor, El reconocimiento de la dicotomia librofobra y la necesidad de atender ‘a ambos aspectos es uno de los planteos fundamentales de Lubetzky, que tetoma la concepcién de Panizzi de mostrar una publicacién no como una entidad aislada sino en el marco de sus relaciones con otras entidades, par ticularmente con aquellas con las que comparte su contenido intelectual (la ‘obra) y su autor. Aqui aparecen nuevamente las funciones de localizacién (de las ediciones » publicaciones) y de reunién (de las ediciones de una obra, y de las obras de un autor). El énfasis es diferente al de Cutter: el segundo objetivo adquiere mucha mayor relevancia. La funcién de setec- cién, si bien no aparece mencionada en esta enunciacién, es contemplada ‘por Lubetzky como funcidn de la descripcién en varios de sus escritos. En 1961, la Federacién Internacional de Asociaciones de Bibliotecas (Gnternational Federation of Library Associations, IFLA), organizé6 en Paris ta Conferencla Internacional sobre Principios de Catalegaci6n, con el objetivo de establecer principios que pudieran servir de base para la redaccién de cédigos nacionales de catalogaci6n en materia de eleccién y forma de los puntos de acceso por autor y por titulo. Las conclusiones y acuerdos alcan- zados quedaron plasmados en un documento conocido habitualmente como os Principios de Paris. Los Principios, que deben mucho al trabajo de Lubetzky, comienzan fijando los objetivos del catélogo, de los que se derivan los restames principios. En la seccién 2 del documento se estable- ce qui 2. Eleathlogo debe ser un inerumonto forte para averquar: 7. LUBET2R, Seymour 20031960. Fundamentals of cataloging” En: SVENONIUS E, MCGARRY . {eds Seymour Lubetzy writings on the classical eof cataloging. Englewood: baie Utinited. 199205. 2.4 Sila biblioteca contiene un Hiro en pareular especiicado por: 8) su autor y tuo, 0 ) sl autor no es nombrado en libro, solamente pore tito, ©) autor y thulo son inaprorlados oinsufciontes para la donticacéa, un ‘sustuto adecuado para etl: y 2.28) qué obras de un autor en gaicuar, y ') qué eaicionos do una obra on particular hay on la bksoteea Esta enunciacién, que fue la primera ampliamente reconocida y acepta- da desde la de Cutter en 1876, reafirma las funciones de identificacién (2.3) y de reunién (2.2a) del catdlogo. Dado que el tema de la conferencia fue- ron los puntos de acceso de autor y titulo, no se hace referencia al acceso por materias. Tampoco se menciora expifcitamente la funcién de seleccién, cumplida en general por la descripcién bibliogréfica; s6lo aparece de mane- ra implicita en la mencién de las ediciones de una obra, que de alguna manera deben ser diferenciadas (2.26). El primer objetivo es basicamente igual al primer objetivo de Cutter, con la excepcién de la mencién de ta materia como ctiterio de bisqueda. El ele- mento a recuperar es el libro, ura publicacién en patticular. El segundo objetivo, si bien es en general el objetivo de reunl6n, presenta una diferen- ia notable con el segundo objetivo de Cutter, porque establece como cri= terio de reunién no soto al autor, sino también a la obra, reflejando la pos- tura sostenida por Lubetzky y otros expertos. El catilogo debe, entonces, identificar libros/publicaciones, y reunir obras. Tanto en la edicién preliminar de los Principios de Parfs?, como en la ed- ci6n defintiva®, las anotaciones al texto hacen mencién a otra funcién que debe cumpli un catélogo: la de proveer la localizaci6n de los recursos registra- dos en él. La ausencia de mencidn a esta funcién en el texto de los Principios ‘se debe a que no corresponde a los puntos de acceso de autor 0 titulo, sino @ otros elementos del registro que no fueron objeto de estudio en la reunién 6. reyanonat conrERENG CALOGANGPRNGPLS opr ers et Seaton of Library Associations. 293. ‘sia zor lode 5 NTERUANAL CONFERENCE ON CHALEUING PRPS. 9, Secenent of prc: scoped by the iterate! confor on Cato Pepi Pate Sieber et fev eh comerny and wages AR Gap eed 0 Doty Ran Provan Sos Wa Scei, {0 nieRaonA CONFERENCE On CSALOGUNG PRN. Staten of pce: oped atte naraona Cnn on Ctogung Pinel, PS Oaee e ‘reteset sey eae ed yo ase 2 ti opr fart bet one ean een ery cases, 34 CCATALOGACHON DE MONOGRAYIAS IRFRESAS, de Patis. De todas maneras, es importante el reconocimiento de su existencia, ya que se trata de una funcién esencial, que distingue a los catélogos de otras tipos de herramientas bibliogréficas como bibliografias o indices. - ‘Los Principios de Paris fueron la base para la creacién de un buen nime- ro de cédigos de catalogecién en los siguientes treinta afios, que asumie- ron, aunque no de manera explicita, tos objetivos del catélogo all enuncia- dos. Durante ese periodo, se produjeron significativos cambios en el area de la catalogacion, muchos de ellos originados en la aplicacién de nuevas tecnologies de la informaci6n, La automatizacién de los catélogos, el desa- rrollo de sistemas cooperatives de catalogacion, una creciente convergen- da de las normas de control bibliogrAfico, y fa aparicién de nuevos tipos de recursos, como los recursos electrénicos de acceso remoto, generaron diversos planteos sobre la vigencia y necesidad de revisién de los objeti- jel catdlogo. ‘cords de le década de 2990, la Secciin de Catalogacion de IFLA ‘encomendé a un grupo de trabajo la realizacién de un estudio que propor- cionara un marco de referencia para lograr una comprensién clara, precisa 'y compartida por todos sobre qué informacién debe proporcionar un regis- {ro bibliografico y cusles son las funciones de debe cumplir en respuesta a las necesidades del usuatio, Este estudio, titulado Requisitos Funcionales de los Registros Bibliogréficos (Functional Requirements of Bibliographic Records)" , y conocido por su sigla en inglés, FRBR, ha tenido un impor- tante impacto en la comprensién del universo bibliografico y la concepcién del catlogo como herramienta de control bibliografico. Los FRBR definen los objetivos del catdlogo desde un nuevo enfoque: la perspectiva del usua- rio, lo que el usuario quiere o puede querer hacer con la informacién biblio- gréfica contenida en un catélogo. Definen una setie de tareas del usuario, como marco pata lo que debe ser o permitir hacer un registro bibliografico, y por ende un catélogo: + encontrar materiales que se correspondan con los criterios de biisque- da establecidos (por ejemplo, todos {os recursos sobre un tema, © un recurso publicado bajo deterninado tla); | «+ identifcar una entidad (confirmarfdistinguit) (oo ejemplo, confirmar que el recurso que se describe en un registo es el que busca el usuario, © para distinguir entre dos recursos que tienen el mismo titula); eee = emin an sps ROR CSTE caesar ee ae ms eg Meni airs eaten et ee ‘carfro 3, ORGANIZACION OE LAIMFORUACION 35 + seleccionar una entidad adecuada a las necesidades (por ejemplo, selecclonar un recurso en un idioma que el usuario comprenda, 0 en un formato par el que el usuario dispone del equipo adecuado). '* adquirir u obtener acceso a la entidad descrita (por ejemplo, solicitar un recurso en préstamo, © acceder aun documento electrénico en internet). Las tareas del usuariofobjetives del catélogo: de los FRBR presentan varios avances sobre los enunciados anteriores. Hay una generalizacion del vocabulario, mas adecuado a las caractersticas actuates del universo biblio- aréfico; no se habla de “libros”, sino genéricamente de “entidades", englo- bando todo tipo de recursos de informacién a los que pueda dar acceso un catélogo. Por otra parte, no se mencionan bibliotecas y colecclones, situan- do al catélogo en un plano de instrumento de acceso a recursos més alla de cuestiones de propiedad de los mismos. También desaparecen las resticciones a los criteros de bisqueda que establecian enunciados anteriores: autores y titulos en los Principios de Paris, autor, titulo y materia en el enunciado de Cutter. Los FRBR ya no limi tan los eiteros de busqueda a los que debe responder un catélogo, pues- to que en los catélogos automatizados, cualquier elemento incluido en el registro es potencialmente un criterio de basqueda. El objetivo de seleccién o evaluacién aparece nuevamente en forma explicita. La seleccién es una las funciones de la descripcién bibliografica; a partir de los datos incluidos en una descripcién, el usuario puede cono- cer las caracteristicas del recurso registrado y determinar en base a ellas la utlidad que reviste para ét consultaro, Las tareas del usuario resuelven ademds una ambigiiedad en el objetivo de identifcacién o localizacién presente desde Cutter. El primer objetivo de Catter puede interpretarse de varias maneras: localizar un recurso (0 mejor, ro) en el catélogo, identifcar el recurso, o incluso determinar si el recurso esta disponible. Los FRBR distinguen estas acciones separdndolas como tareas diferentes. Se separa la accién de localizar un registro en el

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