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Ramiro Salinas Siccha bajos, con alevosia, o cruelmente, o con medios que constituyen un peligro piblico, o para facilitar otro hecho o para encubrirlo, mata a un ser fue mano”; en tanto que en el articulo 212 C.P, los alemanes sancionan coms autor de homicidio a “quien mata a un ser humano sin ser asesino (..)» Las caracteristicas o circunstancias particulares que especifican al ase. sinato y, por ende, le dan fundamento y autonomfa frente al homicidio ‘simple en nuestro sistema juridico, son las siguientes: 3.1. Porferocidad El asesinato por ferocidad se define como e! Fealizad6 Con absoluts: in doctrina existe aceptaci6n ma. yoritaria en afirmar que en la realidad se presentan hasta dos modalidades ‘que dan a entender el actuar por ferocidad, a saber: 4 — Cuando el sujeto activo concluye con la vida del sujeto pasivo tin \ 1 agente demucstra per- versidad al actuar sin tener un objetivo definido. Aqui falta un movil externo, Al final, cuando cualquier persona ya sea operador juridico 0 comin, pretenda encontrar una explicacién sobre los motivos y mé- viles que hicieron nacer en el agente la intencién de poner fin ala vida de una persona incluso desconocida para aquel, no puede encontrarlo razonablemente, sino recurriendo a pensar que aquel sujeto muestra un fore is la vida humana. Nada le = ni le inmutad Leda | b Cuando el agen i agente, es decir, abe hacer la anotacién de que no se trata de la ferocidad brutal, cruel e inhumana en Ia ejecu- cién del homicidio, pues este vendria a constituir una modalidad mas del asesinato como es el matar con crueldad, sino que la ferocidad se cevidencia en la determinacién del agente para poner fin a la vida del sujeto pasivo, Aqui se trata de una ferocidad cruel entendida desde un aspecto subjetivo. Respecto de este punto, el desaparecido Raiil Pefia Cabrera ense- faba certeramente que es menester no confundir el homicidio perpetrado por ferocidad con la ejecucidn cruel o brutal, pues no es lo mismo la bruta- lidad en la ejecucién que la perversidad brutal de la determinacién. Delitos conta ta vida EI mévil por lo exiguo, mezquino y sd lascin homicid, desconcerandoaeansues ses anaiente tidos normale. El mévil inhumano solo denots wsomibader oe cuyo grace méximo lo constituye la maldad perversa, Elasesie eo Seausas futles y nimias que desconciertanttl, Ls Erect PO “rl de zs can"(8). La Ej toria Sur a Ziel 9S ddd mugen : “constnye delito de homed ci ene arcul 108 del Clio Penal lhcb de babe ae one com su arma de fuego contra la aga echo de no baberlerespondiderl ah el poco valor y sentiicnta pola eda fe ee bins demostrando as fe ahi la diferencia entre amb: i "a entre ambas modalidades, aun cuané sel agente demuestra perversidad en su actuar. ‘wn ctande Los dos supuestos que con fines d he i fine hemos explicado por se- farado, tanto en ta doctrina como en las diversas egisaciones som waa: i como aspectos parecidos cuando no sinénimos, pues al final de cuen. tas, seafirma, muestran la perversidad con que acta el asesino. en aml La jurisprudencia peruana pareciera que tiene claro estas modali del scwuar por ferocidad como Son: mats con nacre de moc ne, por mévil {util e insignificante; no obstante, al aplicatlos al caso concrete los utiliza como imos. Asi tenemos que nuestro alto Tribunal por Ejecutoria Suprem: del 27 de mayo de 1999, para descanat la apravante, sentenci6 que en la ferocidad: “se requiere que la muerte se baya causade or un instinto de perversidad brutal o por el solo placer de matar exo es, ‘que el comportariento delictivo es realizado por el agente sin ningiin motivo ni mévil aparente explicable; que, en el caso de autos si bien el acwsado y el sagraviado aparentabun una relacién producto de parentesco de caractersticas ‘normales, esta no era ta, puesto que entre ambos existian desavenencias en razén a qe oe tino apis fcamente de man conan a po y hermana de aquel (..), lo que origins que por tales bechos se le instaurard un ‘Proceso penal por el delito de lesiones graves, el cual se encuentra acompariada al presente proceso, sitmacion que ha motivado la reaccién del acusado, aun ‘que no se pustifica de ninguna manera", [gual argumento se esgrime en la (Bran ARASTORAS/GARCA CTZANG, 1987, 83 "© Exp. 3456-9¢-Lima, en ROWS VARGAS, 1999p. 286 | RAL 1425.99-Cusco. em ROXAS VARS. 2002 p.396 72 amino Salinas Siccha ey es Eecutria Suprema del 17 ds novice ehomicidi como simples Juy6 al asesinato por f . ie la sentencia del 7 de abril de 2009, Ja Sala Penal Especial de hk le Barrios Altos y la eee ‘Suprema argumenté que en el so de ios Anes ia a os cus COME dio fee Come a smicidio tiene como element re edema seit csentia de objetivo definido~ o despreciable -feracidad brutal en ly inacién-, El motivo en cnestin no es atendible o signiticarivo”, situa. are 1 dio en el citado caso por lo que se concluyé que no existe Cees a estimar que el homicidio tuvo un mévil feroz. “No slo ye agers rnasde wn objeivedefinido, mas alld desu intrinsec ilepalidad yy aa cece eco, injusifcable desde todo puntode vista, sino que el méeil eal nsigifcante. La conideraciono coariada antiterorista, mag LL de ser repudiable en atencién alo exigido a funcionarios pblicos respecto “de sn comportamiento ante quien se entiende son delincuentes terrorists, no ‘xpresa un mévil desproporcionado, deleznable o bajo. Se matd en funcién de tox plan previamenteelaborado, y la ejecucion del crimen siguid, por lo menor texternamente, pantas propias del desarrollo de operaciones militares, aunque lal margen y en contradiccién con la propia normatividad castrense. La con- iin que se asuonié se bas, sin duda, en el desprecio a la vida humana y en ras abso rebeldia alas reglas bésicas de una sociedad civilizada, a a sen ‘ia misma del honor military de ls lineamientos que rigen el enfrentamiento {y mato al enemigo vencido o desarmado. Esto ilo, pese a su dramétice y ‘scandalosa ilegslidad, no puede reputarte como actuacién precedida de un movil fero2"®), Roy Freyre(¥),citando al italiano Francesco Carrara, sostiene que frense al individuo que mata sin odio, sin pasién, sin provecho, por la sola 5 , pueda considerarse seguro, pues no basta evitar fa brutal agresién con ser pobre, o ser prudente, o no tener Cccaigse Ea ene hopicldin, caste alsin: geile Sinclen St dafo mediato y también el infimo grado de defensa de la victima. Carece de im- 60 3p. 2343-99-Ancash, an CHOCANG/VALLADOLD, 2002p. 174. Igual positon adoptala ‘ecutra Suprema de 17 de etiembe de 2008 en Exp.1658-2004-Cono Nore de Lima, id CASTLD ‘Ava 2006820. \t1 ap N*AV. 18.200, Sala Penal Especial del Corte Suprema, sentencia de 7 de abr de 2009, confmada por a Primera Sala Penal Tamora dela Corte Suprema en eIRN NM? 19-01 2009 AY- uma ROPER, 19885134 mse IES E'™'S”..__ OO la vida portancia que este malvado nada tenga que ganar con sv delito y también que nada tenga que le impulse a su comisign con vehemencia, El fundamento pars su mayor reprochabilidad radica en la circuns- tancia que el sujeto activo se desenvuelve frente 2 su victima sin tener un interés sdentificable y razonable 0, mejor dicho, sin tener como objetivo clobtener alguna ventaja cierta con su actuar homicida. La Suprema Cor. te en la Ejecutoria del 25 de octubre de 2011 ha precisado que: “del relato {factico contenido en la acusacién y en la sentencia, seapreciaque el acusado Jorge Luis Estrada provisto de un ‘cuchillo' le incruste seis punaladas a la victima..., sin causa o justificacién alguna; que, esas circunstancias son re- prochables, pues denotan la realizacién de actos mortale: sin razén alguna y con total desprecio del derecho fundamental ala vida humana reconacida constituctonalmente en el inciso uno del articulo dos de la Constitucién Politica del Peri se desprecia el bien jurdico protegido y la dignidad dela ‘victima—"*), 3.2. Porlucro Se configura esta cal ante cuando el agente produce la muerte de su | patina porque recibié o recibird en un futuro, dinero de un tercero para poner fn la vida desu victima, 0 porque espera obtener una ganancia o provecho econémico con su actuar ilicito al heredar los bienes del sujeto pasivo o cobrar un seguro de vida por ejemplo. En la doctrina peruana generalmente aceptada, el asesinato por lu- cro es entendido ¢ interpretado en forma restrctiva como lo hace un gran sector de los tratadistas fordneos. En efecto, Bramont-Arias(#); Ro yrel®; Pefia Cabrera); Bramont-Ariss Torres y Garcia Cantizanot Javier Villa Stein, comentando el cédigo derogado de 1924 los primeros J Jos otros haciend6 doymitca del actual cSdgo sustantivo ensefan que la {6rmula es de cardcter restrictive y solo comprende, en realidad, el ho- micidio por precio, hal dose tomado esta expresiGn en su neto sentido ‘2% RN.N1807-2011-Umatort. Sala Pena Tanstova dela Cort Suprema ela Repubica, (m8 peawonr Anas, 19908 p 44 Rov Free, 1989,0.139 %Penacannens 1992.0 92, 1) RAMON ANAS TORES/GARCA CANR2ANO, 997,953. 7 vuaston 1997, 9.77 som Ramiro Salinas Siccha econémico, ya sea como precio recibido o solamente estipulado. Incluso, Bramont-Arias Torres y Garcia Cantizano son mucho mis explicitos al de. cir que el homicidio por lucro consiste en matar a otra persona a cambio de alguna compensacién econdmica, que generalmente proviene de otro su. jeto. Es més, Vila Stein, siguiendo al legendario e ilustre penalista italiano Carrara, afirma categéricamente que en este tipo de homicidio existen dos sujetos: el mandante y el ejecutor que actiia motivado por una recompensa, Consideramos que tal forma de entender ¢l asesinato por lucro no motivé al legislador en el momento histérico de legislar. En efecto, si esa hhubiese sido la intencién legislativa al redactar el contenido de esta moda- liad, en lugar de indicar “por lucro” hubiese vuelto a la fSrmula del viejo Cédigo Penal de 1863 que en el inciso 1 del articulo 232 prescribia “por io recibido o recompensa estipulada”. Formula que dicho sea de paso, ‘ido recogida en el inciso 2 del ariculo 139 del Cédigo Penal espafiol de 1995 que prescribe “por precio, recompensa 0 promesa”, Interpretar restrictivamente el homicidio por lucro o codicia lleva a serios equivocos al juzgador que denotan injusticia a los ojos del conglo- sereti dock, deandode lade conductas homicdasefectuadas por codica ‘que demuestran mayor peligrosidad en el agente. En efecto, segan aquella respetable posicin siempre sera necesaria acién de una ercera persona para que se evidencie la modalidad de asesinato por lucro, No to- man en cuenta el supuesto en que perfectamente aparece tal circunstancia ‘cuando el sujeto activo, por sf solo, hace nacer la intencién de poner fin a la vida de una persona con el tinico propésito de obtener algin provecho patrimonial futuro. Aqui, lo fundamental es identificar en el sujeto activo el hecho concreto de si dio muerte a su victima orientado guiado por la codicia (apetito desordenado de riqueza), la misma que se constituye en ccaracteristica trascendente de la modalidad de homicidio por lucro. Bien sefiala Hurtado Pozo) que la culpabilidad y el caracter ilicito del acto se acentia por la disposicién del agente para matar a una persona por un mévil bajo e innoble: obtener una ganancia o provecho econdmico. El autor —continia Hurtado manifiesta asi un deseo desmesurado de enriquecerse, cel mismo que le conduce a tener en mayor estima sus intereses econémicos que la vida del préjimo. Parecida posicién adopta Felipe Villavicencio™. ‘También Castillo Alva se adhiere a esta posicién afirmando que con est 19 Hymaoo Pozo, 1995, p56. (96 VLLAVCENCO TeRREROS, 197, p.300. (= CAsTaxo Aw 2000, p. 170. moo Delitos conta ta vida agravante més que prohibir la produccién de . pacto, precio 0 promesa remuneratva, prohibe matte ea perenne oe mévil vil y bajo como es el que busca una utilidad ectnonere Lee oe tenderesatar no tanto la muerte fiada en un convenio oncrose teen hecho de matar por un mévil bajo, como seria of ne onerose> sino el basically jos como seria el obtener dinero u otra De modo que para nuestro sis hasta dos formas de vrficarse el scsi juridico aparecen perfectamente 0 por lucro: a Precio o la promesa nerat deben ser efetivos no presutosoespernds por else Sededa mandante o inductor, al tener desde el inicio del acto homicida el dominio del hecho, se le aplicars lz misma pena que al sicario, pues ambos son autores del asesinato, Asi lo ha establecido la Corte Su rema en la Ejecutoria del 16 de julio de 1999, al sostener que “de la revisiin de lo actuado se desprende que el encausado Julio César Benits Mendoza, si ben, noe quien ecu lato homicide, in embargo, se ha acreditado que fue quien ‘autor material al escenario del (rimen, esperando con este que se presenten las circunstancias comisivas 4 tego de ejecutado el crimen, ayudé en la fuga a bordo de «x motoct. lets al homicida’(..); siendo esto asi el encausado Benites Mendoza ‘hs tenido dominio funcional del hecho, presando aports exenciales, en tanto y en cuento ha podido impedir la comisién del mismo, asin mds si todo esto fue ejecutado por un méril de lucro, al haber recibido de su «coencansado Santos Antonio Alzamora Palomino la suma de trescientos délares; por lo que la condicion jurtdica que le corresponde es de coautor 3 no de cémplice"0n, Cuando el s: 10 act tro entender, es posible que al momento de individvalizar la pena, el iuegador se decida por una pena mis alta a la que corresponderia de evidenciarse la primera modalidad. Ello debido a que la mayoria de las (90 FN. 878-99-Lia, en ROIAS VARGAS, 202.407 . os Ramiro Salinas Siccha veces, la victima tendrd vinculos sentimentales de parentesco natural, jonticooamedes on u vrdago, presentiadose ms reprochabs conducta delictiva. ; En el derecho penal comparsdo, observamos que el Cédigo Penal liza la formula del matar “por precio, recompensa 0 promesa”, Sagat eal fartculo 104 en el inciso 4 del Cédigo Penal colombiano se templea a férmula de matar “por precio, promesa remuneratoria, dnimo de lucro 0 por otro motivo abyecto 0 fail”. a dalidad, interpretat ginal del arviculo 108° esta modalidad, interpretativa- Tare cee td aeaaans par rode sin embargo, con la pro- mulgacién del Decreto Legislative N° 896 en el periodo fubernamental é ingato recverdo democrtc, se independix6 y adquirg vids props En numa sain goed despues del Ley N? 27472 del 5 de junio de 2002, gue mosis e ado decret legiativoy te pretend vole l exo on inal del tipo penal en interpretacién, es decir, actualmente el matar por pls- fer constituye una modalidad de asesinato que perfectamente puede presen. tarse por si sola sin que sea necesario la concurrencia de otra circunstancia. Se configura cuando En esta modal Pk {que mueve © motiva al agente es el deleit, ia satisfacci6n de dar muerte a la victima ya sea por lujuriao eee re eee de su ocasional vietima. Nadie puede explicarse como una persona puede legara divers ycelebrar con regoci el dar muerte ana persona cuan, do lo normal y natural ¢s sentirse mortificado y arrepentido. Sin duda, svito que leg ests extemos, no sent frenosinhibitorios pra espe siquiera la vida de sus congéneres y, por ende, se constituye en un peligro cconstante para cualquier persona. Este tipo de sujetos presentan la mayor de las veces una personalidad desviada que se expresa en una anomalia psi- quica 0 enfermedad mental que el juez al momento de calificar la pena a imponerle no puede dejar de observar. Castillo Al, en poscion parecda al expuest,sostiene que em el asesinato por placer el homicida siente una satisfacci6n y gozo especial (9% Casio AWA, 2000p. 181 mez Delitos contea la vide fete a un semejante, concretando un fin mér- ¢ ial pa ‘manera grifica se afirma que el asesino por placer en la ejecucién de su accién demuestra tener “rede sangre” y "deseos de muerte”. No se mata por un propéuito expectfico o gan un fin determinado y reconocible, sino en virtud del simple pose 9 disfrute que provoca la causacién de la muerte al otro, En doctrina, se pone el ejemplo de la enfermera que dia a dia va sus- tituyendo la dosis terapéutica por un Iiquido ineficaz, sin causar dolores ni molestias al paciente, por el placer de verlo morir de modo lento, no acta por un impulso, ni con ensafamiemto. Esté matando porque ceasar esa muerte le produce tna sensacién agradable™, 3.4, Para facilitar otro delito Esta modalidad se configura cuando el sujeto activo pone fin ala vida de una persona para facilitar 0 favorecer la comisién de sero diva inde, pendiente, Ficilmente se identifica la existencia de un delito-medio (ases ato) yun delito-fin (cualquier otto delito), Con Roy Freyre(™, podemos sostener que aqui aparece el agente causando la muerte de una persona (delito-medio) con el objeto de has cer viable otro hecho delictuoso que puede ser de naturaleza idéntica al precedente 0 distinta (delito-fin). De ese modo, el homicidio representa ¢! medio para lograr 0 consumar el delito fin, Por ello, la conexién es nex éesaria entre uno y otro tramo entre lo que el autor hace (mata) y lo que persigue (cl otro delito). Debe existir conexidad subjetiva o ideologica cue funciona como un eslabén que une el homicidio con el otro deli, ‘Aqui no estamos ante un concurso real de delito como sostiene Cas- tillo Alva, sino frente a una sola conducta punible, el asesinato para facilitar a comisién de otro delito, Hay conexién subjetiva entre el hemin

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