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La geometria de la gran plaza de
Monte Alban. Una exploracion
aproximativa con rectangulos V5.
‘Arg. M. Alejandro Sifuentes Solés
1. INTRODUGGION
Quien ha visitado la Gran Plaza de Monte
Albin, ‘no deberia sorprenderse de que ésta hay
Namado por afios tan poderosamente la atencién de
Propios y extraiios, de profesionales de diversas
disciplinas, y de arquedlogos y arquitectos
principalmente.
Y no es para menos. El fascinante centro
zapoteca, que casi consumié més de un milenio en sus
sucesivas etapas constructivas ),emanaen susolitaria
solemnidad de las alturas una extrafia “magia” que
entreteje una linea de continuidad transhistorica y
espiritual de sus constructores con quienes
contemplan, admiran y gozan su imponente y pétreo
hieratismo,
Sutirénico, pero armonioso, sentido asimétrico
del espacio ha sido el motivo de algunos estudios,
siendo ésta una de las caracteristicas que mas ha
‘ocupado la mente yla plumade mésde un investigador;
si bien, acaso no se tenga atin la respuesta categérica
que permita desentrafiar el misterio de esa rara
sinfonia espacial, como llamara P. Westheim a la
imponente cumbre terraplenada en la “Montafia
inca” (Reed).o del “Tigre” (A. Caso), sacro
emplazamiento de la “primera necrdpolis
mesoamericana” (2)
Este es precisamente el punto de partida del
presente estudio: el} por consenso,
de la armonia que guardan el todo y las partes en el
conjunto sagrado.de aquellos que se decfan
descendientes de los arboles y las grandes rocas:(3)los
rapotecas de Monte Albin.
ePuede la Geometria, y en el fondo las
Matematicas, resolver el supuesto de armonia de la
Gran Plaza montealbanesa?
Nuestro propésitoes demostrar que s{es posible
lograr un acercamiento al problema de armonia a
través de la geomettia, y esperar con ello resu:tados
promisorios, en orden a desmarafiar este enigma sin,
fin. Cuando menos, por un elemental sentido de
hhumildad intelectual, debiéramos decir que:
fundadas esperanzas de mostrar que al menos.
sefalarse una tendencia ala solucton postiva de este
problema, en la medida que avancemos en la
indizacién de los estudios aplicados sobre la
rcién, y més particularmente en el estudio
aplicado de las Progresiones Geométricas como base
y fundamento matemdtico de la belleza de las formas,
es decir, de toda configuracién formal de elementos
sensibles del espacio o de las estructuras
arquitecténicas. Pretendemos, pues, explorar las
posibilidades de la determinacién matemstica de la
Gran Plaza de Monte Alban, a través de un primer
‘acercamiento geométrico.
Evidentemente, por su brevedad y limitados
alcances, este pequetio estudio es en sentido estricto
un ensayo de gabinete, dado que nos es imposible
conta com los mediosy condiciones para un mayor
rigor en el andlisis. De ahi que tengamos que
aprovechar los medios a nuestro alcancesa saber Ia
Uulilizacién, para el anilisis geométrico, de croquis y
dibujos de Monte Albin que diversos autores han
Publicado en diversas fuentes, con el riesgo que ello.
implica, esto es, la fidelidad en la jn, la
fidelidad misma de laescala y el dibujoen la fuente de
origen, los eventuales errores de los autores en el
levantamiento arquitecténico del conjunto y, desde
Tuego, Ja, desventaja que supone rescind de la
verificacién en campo de los resultados de este andlisis,
yde los conocimientosarqueolégicos:
fundar cualquier tipo de inferencia. Limitaciones
todas que han de ser ponderadas en su exacta
paraevaluar objetivamentelasaportaciones
que este trabajo pudiera alcanzar.Eltextose epapenieenenciice
después deestaintroguccisn, un trata
ia chant eniateedis skies ce score Alen
ubicar en sus coordenadas hist6ricas al Gran
tro Zapoteca. Asimismo, se sefialan consecuentes
sobre algunos estudios que en términos geométricos
te han emprendido pare, en ta. caan, ponderar out
oon eee
este apartado se plantea la hipstesis cesta
ioineaigane ae ane
El apartado siguiente trata de sentar los
fundamentos tedricos y metodolégicos que avalan el
adie griicoefectundo, on
jcuerpo del trabajo reine
Finaliza el texto muy brevemente con el
recuento de algunas delnsaportacionesofteckas por
rabaj. Agradecemos encarecidamente al M. en
arcia Rubalcava el habernos facilitado
la Mitograia de apoyo para su realizacién.
I. GEOMETRIA DE MONTE ALBAN:
ANTECEDENTES Y¥ CONSECUENTES.
Una ciudad que se construyé por mas de mil
aiios, con distintas etapas constructivas en ese decurso,
tan dilatado, éacaso podré sugerirnos algunas pistas
enrelaciénasi sera te posible, masallide
toda especulacién, que sus constructores originales
hhayan preconcebio la ubicacién, de futuras estructuras
enele , 2400 m. sobre el
nivel del valle y a 1540 m. sobre el nivel del mar?
hipétesis respecto a la posible del
sitio, desde sus primeros momentos, no tener
éxito sin conocer al pueblo que hizo: tamafia
Evidentemente nosotros no pretendemos
alcanzar esta -colosal tarea, pero
porlo menos si hay que sefialarunoscuantosaspectos
que contextualicen nuestra posicién.
Con matices, los autores consultadosadvierten
sin excepcién la influencia olmeca en el desarrollo de
laculturazapoteca, Hartung,(4) porejemplo, laubica,
en su punto de mayor contacto en el Formative
‘Temprano, en la llamada Fase San José (hacia el 1150-
850 a.n.e.), mientras que Prem (5) la sefiala en el
Formativo Medio 0 Preclisico Medio (hacia el 400
a.nce,, coincidiendo con la actividad constructiva en
Monte Albin). Sin pretender detenernos mucho en
esto, aceptaremos que la evidencia arqueol6gica da
suficientes elementos para confirmar esa influencia
‘olmeca sobre los antiguos zapotecas.
respon situacién,
del Cerro del Tigre, pivoteando los Valles de Eula,
‘Tlacolula y Zim: x bores al sitio un caracter
hha motivado la polémica en torno a su raz6n. rem
‘cree que “tensiones militares” entre| pgs oege
Monte Albsin y los pueblos a su alred
constituir una alianza cuyo micleo ae
intersectaba los territorios en conflicto, siendo este
niicleo, precisamente, la Montafia Blanca. El edifico
de Los Danzantes, una de las estructuras-mas
tempranas (Periodo Monte Alban I, hacia el 700-300
a.n.e.) (6), con su representacién de enemigos
inmolados, significaria, al decir de Prem, *..la clara
existencia de un orden politico basado en el poder
militar, El hecho -continiia-de que esta representacion
del tema sélo exista en Monte Alban parece coincidlir
con al suposicién que desempefiaba un importante
papel como centro de una alianza militar”(7).
corse eo nventigadores le otorgan ala cudad un
car potcnadminitati, re jonado con la
tributacin; asf, Hartung sostiene que el
emplazamiento debié responder solo a un
‘ifetadal tan lens enc conseguir, por
el convecimiento 0 por Ia tributos, agua y
alimentos adicionales destinadosa sostener un: ree
organizativo y una creciente poblacién que:
‘ocupar las laderas de la colina..."(8).
Contquiera que saa respuesta paralacidad
ues de |
anc ceamaalenat
Crane seek Saco Cea ee
Ya None Raven eligieron como tinico marco digno
de sus dioses *...un sitio mucho mas dramatico, atin a
costa de un esfuerzo humano considerable"(9).
Laexistenciade numerosas yriquisimas tumbas
jaa su vez Ia existencia de una poderosa clase
Ne, religios ov mailing euyo siento. por
excelencia seria el recinto en la alta plataforma de la
montafia, Lo cierto es que son varios los autores que
sostienen que los constructores de Monte Alban,
insertos en una estructura clasisia en la que los
excedentes de produccién -via tributos- permitia a
Giertas capas de la sociedad asumir funciones de
administracién y direccién -como resultado de la
imposicién de otros del trabajo para la reproduccién
de todo el conjunto- tuvieron desde el principio una
idea preconcebida -un plan- del crecimiento de las
‘estructurasarquitecténicas. Las funciones de direccién
cspiritual, asimismo, liberadas del yugo del trabajo,
3940
pudieron entonces alcanzar el conocimiento
especulativo y desarrollar un extraordinario sentido
de la ordenacin del cosmos, basado en su secular
‘observaciGn, No es gratuito que se crea que algunos
delos edificios dela Gran Plaza mantengan relaciones
asociadas a una *astronomia posicional”, si bien no
hay ala fecha una certidumbre total sobre este punto.
Marquina, por ejemplo, al describir la
orientacién del edificio “J", con un angulo entre 30°
y.45® respectoal eje longitudinal de la plazay desviado
12" del norte magnético (10), afirma que todas estas
direcciones *.. pueden estar relacionadas con la
situacién de otros monumentos en la misma plaza,
con el objeto de hacer observaciones
astronémticas"(11),
Hartung ubica el arranque de esta “curiosa”
orientacién en la Fase San José del Formativo
‘Temprano (12), aunque, segtin sus propias palabras,
“atin no se*ha determinado con claridad dénde se
establecié inicialmente”. Este autor incluso afirma,
sin mostrar fuente, que se ha comprobado que la
puntade la Estructura’J", en formade flecha (citamos
en forma extensa):
indica hacia la direccién en la que, en la época del trazo
del basamento, cinco de las veinticinco estrellas mas brillantes
‘bajaban en el horisonte en un lapso de pocas horas (...) Mas
importante parece el lado contrario (..) donde una visual
desde el centro de la puerta del tempo, a excwadra con el pao
de la escalinata, se dirige al punto donde la estrella Capela,
{a sexta estrella mds clara, salié sobre el horizonte (13).
Elhecho de que saquemosacolacién el aspecto
de la orientacin viene determinado por las
implicaciones sobre nuestro objeto de estudio, En
efecto, parece ser que las orientaciones de algunos
cedificos, cierta o falsamente astronémicas -ya que la
evidencia arqueolégica no permite pronunciarse
categdricamente sobre esto tiene un papel clave en el
trazo general,coincidiendo sorprendentemente con
laslineas rectoras sefialadas por Villalobos(14),aspecto
‘que tendremos ocasién de mostrar mas adelante con
nuestro propio andlisis.
De hecho son varios los autores que se inclinan,
porun plan preconcebido en Monte Alban. Prem por
‘ejemplo hallegado aafirmar que duranteel Horizonte
Clasico (250 a 650 d.nce., para ser precisos) fueron
construidos los monumentales edificios de la Gran
Plaza. “..cuyo diseio habia sido concebido hacia
muchisimo tiempo” (15). Hartung mismo opina que
Monte Albin fue una fundacién “creada con toda
intencién” (16).
Estas opiniones no contrastan demasiado con
asustentada por Villalobos, para quien lasestructuras
monumentales del conjunto zapoteca, ovbien se
habrian corregido empfricamente en el curso de sus
diversas etapas constructivas, 0 bien se habria
concebido tuna planeacién previa a la edificacién, El
autor pareceria cefiirse a una segunda hipétesis, ya
que laprimeraimplicarfa, en su opinién, "movimientos
considerables” de material y mano de obra (17).
Cualquiera que sea el caso, lo mas plausible es
jue la respuesta a este asunto tendra que depender
der dato arqueotdgtco, como ef mismo Villalobos lo
sugiere.
Pero atin mas importante que este tpico,
dado nuestro objeto de estudio, es el resultado final
del esquema organizativo de la Gran Plaza Central, en
presencia 0 en ausencia de una planeaciGn previa de
por medio. Como se apunt6 en la Introduccién, el
‘enigma que todavia sigue sorprendiendo a propios y
cextrafios es el de la extraordinaria armonfa que todos
las estructuras guardan entre sf y en su relacién con
el conjunto.
Asi, Gendrop y Heyden opinan que a pesar de
las sucesivas transformaciones de Monte Albin, la
resultante “es deun equilibrioasombroso (...) ademas
de su excepcional emplazamiento, el principal valor
de Monte Albin reside en su calidad de conjunto”
(18), en donde la unidad en a diversidad seforea bajo
la premisa de un “alarde de asimétrica armonia’,
como dijera Flores Guerrero (19), ausente de ejes
rigidos y cuya composicién es “flexible pero
‘equilibrada”El encanto, pues, de Monte Albin quiza resida en
€1 dislogo que se establece entre las estructuras: esto
¢s, no tanto en la composicién focal cuanto en sw»
disposicién cuasiasimétrica, de manera tal que”...no
existe un arreglo formal con ejes de simetria (...) lo
Ell de haberlo deseado, se hubierapodido aearvar
sin grandes dificultades. En cambio, sus constructores
cligieron una solucién mucho mas compleja y, al
mismo tiempo, més dificil de obtener: una
composicién de equilibrio de masas y de nexos sutiles|
centre las diversas estructuras” (20).
De este modo, tenemos que, a diferencia de
‘Teotihuiacdn, cuya composicion esta fundada en el
tirinico e imponente dominio ortogonal del ee
Norte-Sur (Calzada de los Muertos) y sus
correspondientes ejes Oriente Poniente, queotorgan
alconjunto un eardcter fuertemente ritmico y de una
naturaleza focal que deriva en una monotonta llana,
Monte Albin, en cambio, basa su organizacién en ese
juego constrastante de luz y sombras gracias al
equilibrio de masas y a esos “nexos sutiles” de que
habla Hartung. En Teotihuacdn el ritmo esta dado
por las masas, siendo unificadas por el caracter
horizontal del tablero-talud;en Monte Alban, elritmo
proviene del tablero-talud zapoteca, sobre masas que
establecen una armonfa enigmatica.
En opinién de Prem, no habrfa otra manera de
cexplicarselaexcentricidad ola composicisnasimétrica
de Monte Alban, si no es que por una decision
conciente, de forma tal que los intentos de
‘compensacidn, no siempre felizmente resueltos sein
‘lautor, *..permiten reconocer con gran claridad los
principios de orden que imperaban, mucho més que
aquellos complejos que presentan una axialidad
‘conscientemente realizada” (21).
Quien ha realizado un interesante intento de
“aproximacionalas elaciones geométricas” de Monte
Albin es Villalobos (22), con el que compartimos la
idea de que el dato arqueoldgico es el punto de
partida no para reproducir el proceso de disefio, sino
para alcanzar aquellas relaciones geomeétricas, asf sea
de manera aproximativa.
Sin pretender reproducir su estudio, para lo
cual remitimos a la fuente, nos parece que en lo
general ha encontrado relaciones verdaderamente
sorprendentes, Quiz4 nuestraduda se concentre en la
falta de sistematicidad de dichas relaciones: 2
6nde los hallazgos del autor han constituido felices
coincidencias y hasta dénde se sustentan s6lidamente
enel fundamento tiltimo dela armonfa, es decir en las
‘matemiticas?: es algo que no sabemos, dado que no
oseemos mas que un breve reportey una explicacién
de viva vor del autor. Ello no demerita en modo
alguno st valioso andlisis. Por el contrario, a partir de
é/ha nacido la inquietud de este trabajo.
Nosotros creemos que independientemente
de 1a opinién que se tenga de los constructores de
Monte Albin, buena o mala; desi puede hablarse ono
de un componente astrondmico en el diseno, de si las
orientaciones respondian a un patron ritual, de sila
topografla y el paisaje fueron o no los determinantes
del conjunto, et hecho es que el extraordinario
complejo esta ahf con su austera y bella soledad, para
deleite de todos.
En el fondo, nuestro cuestionamiento del
problema de armonfa no es si efectivamente los
constructores de Monte Albin tenfan 0 tuvieron
conocimientos del trazado geométricode los edificios,
O's fueron construyendo.conforme aun plan
preconcebido, nuestra pregunta essi la evidencia tangible
del conjunto, aceptado por muchos como arménico tal cual
hemos tratado de esborar parrafos arriba- responde o
no a alguna clase de ordenacién geométrica o matemdtica
Esto es, sila Geometria y las Mateméticas pueden resolver
el supmesto de armonéa.
De ahi que nuestro objetivo en este anlisis es
determinar un posible fundamento geométrico de dicho
supuesto, como acercamiento a win posible fundamento
smatemstico.
Nuestra hipétesis de partida, sugeridaa partir de
41
ION
Y CIENCIA42
la proporcién constante encontrada por Villalobos
(23) pare varios de los elementos o estructuras de a
Gran Plaza -una proporcién establecida a partir de
recténgulos tes cuya relaciGn de base a altura
ces de 1:2.15-es que dicha armonta podria ser resuelta con
tun modelo de trazo abstracto basado en rectdngulos
semejantes V5, que se acercan en sus relaciones base-
altura a la proporcién encontrada por Villalobos,
construccion esta iiltima que responde sélo
parcialmente al problema de armonia porque se ha
aislado del conjunto y, por tanto, del nexo que la une
a éste, Nuestra propuesta, en cambio, pretende
restablecer ese nexo perdido para reconstruirlo en
dicho conjunto aunque, eabe aclarar, no aspiramos
més que arealizar un primer acercamiento geométrico
como acercamiento, repetimos, a su. posible
determinacién matematica.
La premisa fundamental para la construccién
de este lo de trazo es que los los
semejantes ¥5, en su miiltiple subdivision y
multiplicacién, presumiblemente resolverian la
disposicién armoniosa de las estructuras dentro del
conjunto, debido a que las relaciones entre sus lados
que mostrar el anslisis, ‘asabiendas que es,
[roblenn Ya teste quan podenoce esses
a -queno, aleanzar
{odavia wu flndamento matematiee polos limites de
este trabajo y por los propios en cuanto a