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38 La geometria de la gran plaza de Monte Alban. Una exploracion aproximativa con rectangulos V5. ‘Arg. M. Alejandro Sifuentes Solés 1. INTRODUGGION Quien ha visitado la Gran Plaza de Monte Albin, ‘no deberia sorprenderse de que ésta hay Namado por afios tan poderosamente la atencién de Propios y extraiios, de profesionales de diversas disciplinas, y de arquedlogos y arquitectos principalmente. Y no es para menos. El fascinante centro zapoteca, que casi consumié més de un milenio en sus sucesivas etapas constructivas ),emanaen susolitaria solemnidad de las alturas una extrafia “magia” que entreteje una linea de continuidad transhistorica y espiritual de sus constructores con quienes contemplan, admiran y gozan su imponente y pétreo hieratismo, Sutirénico, pero armonioso, sentido asimétrico del espacio ha sido el motivo de algunos estudios, siendo ésta una de las caracteristicas que mas ha ‘ocupado la mente yla plumade mésde un investigador; si bien, acaso no se tenga atin la respuesta categérica que permita desentrafiar el misterio de esa rara sinfonia espacial, como llamara P. Westheim a la imponente cumbre terraplenada en la “Montafia inca” (Reed).o del “Tigre” (A. Caso), sacro emplazamiento de la “primera necrdpolis mesoamericana” (2) Este es precisamente el punto de partida del presente estudio: el} por consenso, de la armonia que guardan el todo y las partes en el conjunto sagrado.de aquellos que se decfan descendientes de los arboles y las grandes rocas:(3)los rapotecas de Monte Albin. ePuede la Geometria, y en el fondo las Matematicas, resolver el supuesto de armonia de la Gran Plaza montealbanesa? Nuestro propésitoes demostrar que s{es posible lograr un acercamiento al problema de armonia a través de la geomettia, y esperar con ello resu:tados promisorios, en orden a desmarafiar este enigma sin, fin. Cuando menos, por un elemental sentido de hhumildad intelectual, debiéramos decir que: fundadas esperanzas de mostrar que al menos. sefalarse una tendencia ala solucton postiva de este problema, en la medida que avancemos en la indizacién de los estudios aplicados sobre la rcién, y més particularmente en el estudio aplicado de las Progresiones Geométricas como base y fundamento matemdtico de la belleza de las formas, es decir, de toda configuracién formal de elementos sensibles del espacio o de las estructuras arquitecténicas. Pretendemos, pues, explorar las posibilidades de la determinacién matemstica de la Gran Plaza de Monte Alban, a través de un primer ‘acercamiento geométrico. Evidentemente, por su brevedad y limitados alcances, este pequetio estudio es en sentido estricto un ensayo de gabinete, dado que nos es imposible conta com los mediosy condiciones para un mayor rigor en el andlisis. De ahi que tengamos que aprovechar los medios a nuestro alcancesa saber Ia Uulilizacién, para el anilisis geométrico, de croquis y dibujos de Monte Albin que diversos autores han Publicado en diversas fuentes, con el riesgo que ello. implica, esto es, la fidelidad en la jn, la fidelidad misma de laescala y el dibujoen la fuente de origen, los eventuales errores de los autores en el levantamiento arquitecténico del conjunto y, desde Tuego, Ja, desventaja que supone rescind de la verificacién en campo de los resultados de este andlisis, yde los conocimientosarqueolégicos: fundar cualquier tipo de inferencia. Limitaciones todas que han de ser ponderadas en su exacta paraevaluar objetivamentelasaportaciones que este trabajo pudiera alcanzar. Eltextose epapenieenenciice después deestaintroguccisn, un trata ia chant eniateedis skies ce score Alen ubicar en sus coordenadas hist6ricas al Gran tro Zapoteca. Asimismo, se sefialan consecuentes sobre algunos estudios que en términos geométricos te han emprendido pare, en ta. caan, ponderar out oon eee este apartado se plantea la hipstesis cesta ioineaigane ae ane El apartado siguiente trata de sentar los fundamentos tedricos y metodolégicos que avalan el adie griicoefectundo, on jcuerpo del trabajo reine Finaliza el texto muy brevemente con el recuento de algunas delnsaportacionesofteckas por rabaj. Agradecemos encarecidamente al M. en arcia Rubalcava el habernos facilitado la Mitograia de apoyo para su realizacién. I. GEOMETRIA DE MONTE ALBAN: ANTECEDENTES Y¥ CONSECUENTES. Una ciudad que se construyé por mas de mil aiios, con distintas etapas constructivas en ese decurso, tan dilatado, éacaso podré sugerirnos algunas pistas enrelaciénasi sera te posible, masallide toda especulacién, que sus constructores originales hhayan preconcebio la ubicacién, de futuras estructuras enele , 2400 m. sobre el nivel del valle y a 1540 m. sobre el nivel del mar? hipétesis respecto a la posible del sitio, desde sus primeros momentos, no tener éxito sin conocer al pueblo que hizo: tamafia Evidentemente nosotros no pretendemos alcanzar esta -colosal tarea, pero porlo menos si hay que sefialarunoscuantosaspectos que contextualicen nuestra posicién. Con matices, los autores consultadosadvierten sin excepcién la influencia olmeca en el desarrollo de laculturazapoteca, Hartung,(4) porejemplo, laubica, en su punto de mayor contacto en el Formative ‘Temprano, en la llamada Fase San José (hacia el 1150- 850 a.n.e.), mientras que Prem (5) la sefiala en el Formativo Medio 0 Preclisico Medio (hacia el 400 a.nce,, coincidiendo con la actividad constructiva en Monte Albin). Sin pretender detenernos mucho en esto, aceptaremos que la evidencia arqueol6gica da suficientes elementos para confirmar esa influencia ‘olmeca sobre los antiguos zapotecas. respon situacién, del Cerro del Tigre, pivoteando los Valles de Eula, ‘Tlacolula y Zim: x bores al sitio un caracter hha motivado la polémica en torno a su raz6n. rem ‘cree que “tensiones militares” entre| pgs oege Monte Albsin y los pueblos a su alred constituir una alianza cuyo micleo ae intersectaba los territorios en conflicto, siendo este niicleo, precisamente, la Montafia Blanca. El edifico de Los Danzantes, una de las estructuras-mas tempranas (Periodo Monte Alban I, hacia el 700-300 a.n.e.) (6), con su representacién de enemigos inmolados, significaria, al decir de Prem, *..la clara existencia de un orden politico basado en el poder militar, El hecho -continiia-de que esta representacion del tema sélo exista en Monte Alban parece coincidlir con al suposicién que desempefiaba un importante papel como centro de una alianza militar”(7). corse eo nventigadores le otorgan ala cudad un car potcnadminitati, re jonado con la tributacin; asf, Hartung sostiene que el emplazamiento debié responder solo a un ‘ifetadal tan lens enc conseguir, por el convecimiento 0 por Ia tributos, agua y alimentos adicionales destinadosa sostener un: ree organizativo y una creciente poblacién que: ‘ocupar las laderas de la colina..."(8). Contquiera que saa respuesta paralacidad ues de | anc ceamaalenat Crane seek Saco Cea ee Ya None Raven eligieron como tinico marco digno de sus dioses *...un sitio mucho mas dramatico, atin a costa de un esfuerzo humano considerable"(9). Laexistenciade numerosas yriquisimas tumbas jaa su vez Ia existencia de una poderosa clase Ne, religios ov mailing euyo siento. por excelencia seria el recinto en la alta plataforma de la montafia, Lo cierto es que son varios los autores que sostienen que los constructores de Monte Alban, insertos en una estructura clasisia en la que los excedentes de produccién -via tributos- permitia a Giertas capas de la sociedad asumir funciones de administracién y direccién -como resultado de la imposicién de otros del trabajo para la reproduccién de todo el conjunto- tuvieron desde el principio una idea preconcebida -un plan- del crecimiento de las ‘estructurasarquitecténicas. Las funciones de direccién cspiritual, asimismo, liberadas del yugo del trabajo, 39 40 pudieron entonces alcanzar el conocimiento especulativo y desarrollar un extraordinario sentido de la ordenacin del cosmos, basado en su secular ‘observaciGn, No es gratuito que se crea que algunos delos edificios dela Gran Plaza mantengan relaciones asociadas a una *astronomia posicional”, si bien no hay ala fecha una certidumbre total sobre este punto. Marquina, por ejemplo, al describir la orientacién del edificio “J", con un angulo entre 30° y.45® respectoal eje longitudinal de la plazay desviado 12" del norte magnético (10), afirma que todas estas direcciones *.. pueden estar relacionadas con la situacién de otros monumentos en la misma plaza, con el objeto de hacer observaciones astronémticas"(11), Hartung ubica el arranque de esta “curiosa” orientacién en la Fase San José del Formativo ‘Temprano (12), aunque, segtin sus propias palabras, “atin no se*ha determinado con claridad dénde se establecié inicialmente”. Este autor incluso afirma, sin mostrar fuente, que se ha comprobado que la puntade la Estructura’J", en formade flecha (citamos en forma extensa): indica hacia la direccién en la que, en la época del trazo del basamento, cinco de las veinticinco estrellas mas brillantes ‘bajaban en el horisonte en un lapso de pocas horas (...) Mas importante parece el lado contrario (..) donde una visual desde el centro de la puerta del tempo, a excwadra con el pao de la escalinata, se dirige al punto donde la estrella Capela, {a sexta estrella mds clara, salié sobre el horizonte (13). Elhecho de que saquemosacolacién el aspecto de la orientacin viene determinado por las implicaciones sobre nuestro objeto de estudio, En efecto, parece ser que las orientaciones de algunos cedificos, cierta o falsamente astronémicas -ya que la evidencia arqueolégica no permite pronunciarse categdricamente sobre esto tiene un papel clave en el trazo general,coincidiendo sorprendentemente con laslineas rectoras sefialadas por Villalobos(14),aspecto ‘que tendremos ocasién de mostrar mas adelante con nuestro propio andlisis. De hecho son varios los autores que se inclinan, porun plan preconcebido en Monte Alban. Prem por ‘ejemplo hallegado aafirmar que duranteel Horizonte Clasico (250 a 650 d.nce., para ser precisos) fueron construidos los monumentales edificios de la Gran Plaza. “..cuyo diseio habia sido concebido hacia muchisimo tiempo” (15). Hartung mismo opina que Monte Albin fue una fundacién “creada con toda intencién” (16). Estas opiniones no contrastan demasiado con asustentada por Villalobos, para quien lasestructuras monumentales del conjunto zapoteca, ovbien se habrian corregido empfricamente en el curso de sus diversas etapas constructivas, 0 bien se habria concebido tuna planeacién previa a la edificacién, El autor pareceria cefiirse a una segunda hipétesis, ya que laprimeraimplicarfa, en su opinién, "movimientos considerables” de material y mano de obra (17). Cualquiera que sea el caso, lo mas plausible es jue la respuesta a este asunto tendra que depender der dato arqueotdgtco, como ef mismo Villalobos lo sugiere. Pero atin mas importante que este tpico, dado nuestro objeto de estudio, es el resultado final del esquema organizativo de la Gran Plaza Central, en presencia 0 en ausencia de una planeaciGn previa de por medio. Como se apunt6 en la Introduccién, el ‘enigma que todavia sigue sorprendiendo a propios y cextrafios es el de la extraordinaria armonfa que todos las estructuras guardan entre sf y en su relacién con el conjunto. Asi, Gendrop y Heyden opinan que a pesar de las sucesivas transformaciones de Monte Albin, la resultante “es deun equilibrioasombroso (...) ademas de su excepcional emplazamiento, el principal valor de Monte Albin reside en su calidad de conjunto” (18), en donde la unidad en a diversidad seforea bajo la premisa de un “alarde de asimétrica armonia’, como dijera Flores Guerrero (19), ausente de ejes rigidos y cuya composicién es “flexible pero ‘equilibrada” El encanto, pues, de Monte Albin quiza resida en €1 dislogo que se establece entre las estructuras: esto ¢s, no tanto en la composicién focal cuanto en sw» disposicién cuasiasimétrica, de manera tal que”...no existe un arreglo formal con ejes de simetria (...) lo Ell de haberlo deseado, se hubierapodido aearvar sin grandes dificultades. En cambio, sus constructores cligieron una solucién mucho mas compleja y, al mismo tiempo, més dificil de obtener: una composicién de equilibrio de masas y de nexos sutiles| centre las diversas estructuras” (20). De este modo, tenemos que, a diferencia de ‘Teotihuiacdn, cuya composicion esta fundada en el tirinico e imponente dominio ortogonal del ee Norte-Sur (Calzada de los Muertos) y sus correspondientes ejes Oriente Poniente, queotorgan alconjunto un eardcter fuertemente ritmico y de una naturaleza focal que deriva en una monotonta llana, Monte Albin, en cambio, basa su organizacién en ese juego constrastante de luz y sombras gracias al equilibrio de masas y a esos “nexos sutiles” de que habla Hartung. En Teotihuacdn el ritmo esta dado por las masas, siendo unificadas por el caracter horizontal del tablero-talud;en Monte Alban, elritmo proviene del tablero-talud zapoteca, sobre masas que establecen una armonfa enigmatica. En opinién de Prem, no habrfa otra manera de cexplicarselaexcentricidad ola composicisnasimétrica de Monte Alban, si no es que por una decision conciente, de forma tal que los intentos de ‘compensacidn, no siempre felizmente resueltos sein ‘lautor, *..permiten reconocer con gran claridad los principios de orden que imperaban, mucho més que aquellos complejos que presentan una axialidad ‘conscientemente realizada” (21). Quien ha realizado un interesante intento de “aproximacionalas elaciones geométricas” de Monte Albin es Villalobos (22), con el que compartimos la idea de que el dato arqueoldgico es el punto de partida no para reproducir el proceso de disefio, sino para alcanzar aquellas relaciones geomeétricas, asf sea de manera aproximativa. Sin pretender reproducir su estudio, para lo cual remitimos a la fuente, nos parece que en lo general ha encontrado relaciones verdaderamente sorprendentes, Quiz4 nuestraduda se concentre en la falta de sistematicidad de dichas relaciones: 2 6nde los hallazgos del autor han constituido felices coincidencias y hasta dénde se sustentan s6lidamente enel fundamento tiltimo dela armonfa, es decir en las ‘matemiticas?: es algo que no sabemos, dado que no oseemos mas que un breve reportey una explicacién de viva vor del autor. Ello no demerita en modo alguno st valioso andlisis. Por el contrario, a partir de é/ha nacido la inquietud de este trabajo. Nosotros creemos que independientemente de 1a opinién que se tenga de los constructores de Monte Albin, buena o mala; desi puede hablarse ono de un componente astrondmico en el diseno, de si las orientaciones respondian a un patron ritual, de sila topografla y el paisaje fueron o no los determinantes del conjunto, et hecho es que el extraordinario complejo esta ahf con su austera y bella soledad, para deleite de todos. En el fondo, nuestro cuestionamiento del problema de armonfa no es si efectivamente los constructores de Monte Albin tenfan 0 tuvieron conocimientos del trazado geométricode los edificios, O's fueron construyendo.conforme aun plan preconcebido, nuestra pregunta essi la evidencia tangible del conjunto, aceptado por muchos como arménico tal cual hemos tratado de esborar parrafos arriba- responde o no a alguna clase de ordenacién geométrica o matemdtica Esto es, sila Geometria y las Mateméticas pueden resolver el supmesto de armonéa. De ahi que nuestro objetivo en este anlisis es determinar un posible fundamento geométrico de dicho supuesto, como acercamiento a win posible fundamento smatemstico. Nuestra hipétesis de partida, sugeridaa partir de 41 ION Y CIENCIA 42 la proporcién constante encontrada por Villalobos (23) pare varios de los elementos o estructuras de a Gran Plaza -una proporcién establecida a partir de recténgulos tes cuya relaciGn de base a altura ces de 1:2.15-es que dicha armonta podria ser resuelta con tun modelo de trazo abstracto basado en rectdngulos semejantes V5, que se acercan en sus relaciones base- altura a la proporcién encontrada por Villalobos, construccion esta iiltima que responde sélo parcialmente al problema de armonia porque se ha aislado del conjunto y, por tanto, del nexo que la une a éste, Nuestra propuesta, en cambio, pretende restablecer ese nexo perdido para reconstruirlo en dicho conjunto aunque, eabe aclarar, no aspiramos més que arealizar un primer acercamiento geométrico como acercamiento, repetimos, a su. posible determinacién matematica. La premisa fundamental para la construccién de este lo de trazo es que los los semejantes ¥5, en su miiltiple subdivision y multiplicacién, presumiblemente resolverian la disposicién armoniosa de las estructuras dentro del conjunto, debido a que las relaciones entre sus lados que mostrar el anslisis, ‘asabiendas que es, [roblenn Ya teste quan podenoce esses a -queno, aleanzar {odavia wu flndamento matematiee polos limites de este trabajo y por los propios en cuanto a

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