You are on page 1of 8
Los Titulos Siempre Mienten Titles Always Lie ‘Alejandro Lépez.y Cristién Cortés Pontificia Universidad Catélica de Chile "present ariculeconsttye una revisin del concepto de pad. Se sbre con un dilogo como intoduccién diction yy lida an denominada“paradoja det mentirowo” originalmentesebuida al idsfo griego Eubslides. Su contenido ‘ropiamente al incluye dstintas varaciones de esta paradja Su forma, sn embargo, también incluye algunas variaciones ‘desta parade con To call dilogo no slo representa una desripigntemstica del paradoa del menos sino que ‘la ver consituye un ejemplo particular dele misma, El articulo se cit con un post scrptum en qos cl concepo de paradoj extend para incu las paradojs rages su eaci6n con la psicogia en cuanto a psicopatclogia, Ja psicoterapia y In experiencia ranspersonl “Thisancle ie revision ofthe concep of paradox. Itopens witha dialogue a a didactic and playful introduction tothe so called “a's paradox” orginally atributed to the Greck philosopher Eubulides. Its content includes dierent variations ‘ofthis prado. form, however, ls inclades Some vations oF this paradox, and thus the dialogue mot nly represents ‘them description ofthe irs paradox, ba ia the same ine a particular example oft. This ale ends witha post {crpt tat extends the concep of paradox to include pragmatic paradoxes and tei elation to psychology regaing psychopathology, psychotherapy and tanspersonal experince Aguiles (et guerrero griego, el mis répido de todos Jos mortales) se ha bajado de la caparazn de la muy tolerante Tortuga (lamésenta ent loslentos)y ambos ddescansan junto aun laurel en la antigua Grecia” Aquiles, el guerrero: Las ortugas siempre terminan mintiendo. ‘Tortuga: {Decia usted, Aquiles? Aguiles: Sélo pensaba en voz alta, Sr. Sucede que desde nuestra titima carera no han dejado de darme vuetas ciertas ideas en la cabeza. ‘Tortuga: {Ciertas ideas? Aquiles: Si, por ejemplo, no he podido quitarme de la cabeza Ia idea de la carrera perpetua. Tortuga: ;Carrera perpetua? ‘Aquiles: Claro, una carreraen La que uno no pudiera dotenerse una vez que ya ha partido, Tortuga: ;Qué sugerente! Aguile: El problema es que una carrera perpetua requerixfa una recta infnita. Por supuesto, a estas alturas hasta el obstinado de Zen6n debera aceptar ‘yao s6lo el hecho de que el movimiento es posible, sino también el hecho de que no hay distancia alguna -porinfinita que parezea- que yo no puoda recorrer ‘Atesndro Lope y Citin Conds, scuela de Paco ‘La comespondenci rativa acts anculo debe ser did & (Cisida Cont, Escuela de Psicologia, Pontificia Universidad ‘Cates de Chile, Avda Vicuda Mackenna 4860, Santiago, Chile {Lo ejemplos de paradojs inclidos ea este diflogo fueron adatados de Carel (1972, Gardner (1983); Hotsadter (1987 per, Prada, & Simonet (1991; y Shah (1972) de unos cuantos saltos. AI menos asf creo habsérselo ‘demostrado en nuestra primera carrera, ,recuerda’? ‘Tortuga: Por supuesto que recuerdo. Lo que no entiendo es por qué su carrera perpetua requiere una, recta infinita cuando bastarfa con correr en efreulos. Aquiles: Brillante! Le juro que no se me habta ocurrido. Tort i No necesita jurdrmelo. Aquiles: Pero me temo que hay otro problema. Una carrera perpetua requeriria mantener el impulso inicial cternamente. ‘Tortuga: Hum, déjeme pensar... jEuclides—quiero decir, Eureka! ;Ya lo tengo! ;Bastaria con cambiar el lienzo! Aguiles: Creo que no entiendo. ‘Tortuga: Déjeme explicarle. Como sabré, en una pista de carreras circular el punto de partida y el ‘punto de llegada de los corredores es el mismo, s610, ‘que para distinguirlos se emplea un lienzo que por delante dice “Partida” y por detrés dice “Meta”. Aquiles: Hasta un nifio sabe eso. Tortuga: Bueno, bastarfa entonces con cambiar ese lienzo por otro que por ambos lados dijera “Partida” De este modo, cuando los corredores hubieran dado tuna vuelta completa a Ia pista y creyeran estar egando a la meta se encontrarfan con la sorpresa de estar aleanzando recién la partida; y dando centonces otra vuelta completa a la pista volverian a cencontrarse con la sorpresa de estar alcanzando recién la partida; y no pudiendo detenerse sino hasta 56 LOPEZ Y CORTES egara la meta seguirfan asi corriendo eteramente cn circulos infinitos en una. Aauiles: (Carrera perpetual Tortuga: Exactamente, Aquiles: Pero eso de cambiar el lienzo seria introducie una pequeita trampa en el asunto. Tortuga: No veo por qué Io Hama “trampa”. Se trata ‘mis bien de introducirlos en una gran paradoja légica Aauiles: (Oh, esa maldita manfa suya de Hevarlo todo a un plano légico, Sr. T! ‘Tortuga: Sélo pretendia solucionar su problema pedestre, Aquiles. ¥ a propésito de logica, le gustarfa oir una paradoja que la mayorfa de Ia gente cree resolvera diario y que sin embargo no tiene solucién’? Aguiles: Me encantarfa. ‘Tortuga: Bueno, se trata de la denominada “paradoja de! mentiroso” atribuida al poeta Epiménides de (Creta quien viviera en el siglo VIA.C. Aquiles: Antes de quién? ‘Tortuga: Oh, no importa, ée es ya otro cuento. (En ese momento aparece Epiménides de la nada.) Epiménides: jHola, hola! {Qué pasa? ;Qué hay de ‘nuevo? {Me buscaban’? Aquiles: {Si acaso lo buscébamos? {Es usted por ccasualidad el poeta Epiménides de Creta? Epiménides: Ciertamente, ‘Tortuga: (Qué coincidencia! Justamente estaba por ccontarle a Aquiles su famosa paradoja, Epiménides: {Mi famosa paradoja? Pero sino soy mas ‘queun simple poeta dedicado aescribirsimples versos. ‘Tortuga: No sea modesto, Epiménides. En Creta es usted todo una leyenda. Por ejemplo, cuentan los ccretenses que en cierta ocasién estuvo durmiendo durante {57 afios! Epiménides: 57 afios? Ah, pero si siempre lo he dicho— Aquiles: {Qué cosa?” Epiménides, el cretense: Todos los cretenses son ‘mentirosos, ‘Tortuga: jlmposible! Aauiles y Epiménides (al unfsono}: ,C6mo? Tortuga: Digo que lo que acaba de decir es imposible. Epiménides: ;Me esta tratando acaso de mentiroso? Tortuga: {Oh no! No soy yo el que lo trata de mentiroso. Usted mismo lo hace. Bpiménides: ;Creo que cada vez empeora més la situaein, Sr Tortura—quicro decir, Tortuga! “Tortuga: Déjeme explicate, Pero antes permitame preguntarle algo, zaceptaria el hecho de que los mentirosos siempre micnten? Epiménides: Sin duda, ‘Tortuga: ZY el hecho de que los no mentirosos 0 voraces siempre dicen la verdad? Bpiménides: Por supuesto, ‘Tortuga: ¥ para no dejar ningdn cabo sin atar digame, ces usted eretense de verdad? Epiménides: Cref que ya me habsa presentado. piménides, el eretense, para sevires (En ese momento Epiménides desaparece.) Tortuga: Me aguf la paradoja del mentiroso! Bpiménides, el cretense, ha dicho ‘Todos los eretenses son mentirosos”. Aquiles: {Claro, si lo que el cretense Epiménides dice es verdad, entonces es mentira que todos los cretenses son mentirosos! ‘Tortuga: jBrillante! Siga explicando la paradoja. Aquiles: De qué paradoja me habla? Si s6lo se trata de un eretino mentiroso. Tortuga: Cretense, querré decir. Pero nuevamente se ha quedado a mitad de camino. Aquiles: ;A qué se refiere? Tortuga: Déjeme explicarle. Tiene razén, si lo que cl crotense Epiménides dice es verdad, entonces es ‘mentira que todos los cretenses son mentirosos. {Pero luego si lo que el cretense Epiménides dice es ‘mentira, entonces es verdad que todos los eretenses ‘son mentirosos! Aquites: :Me quiere decir acaso que la afirmacién, de Epiménides es falsa cuando es verdadera y es verdadera cuando es falsa? ‘Tortuga: Exactamente. Aquiles: Debo confesar que no lo pensé asf. ‘Tortuga: {No es una joroba? Es mi paradoja favorita, Aquiles: ¥ a prop6sito de jorobas, me recuerda un ‘cuento persa que nunca he podido entender acerca de un mulé que queria aprender a leer. ‘Tortuga: Bueno, una mula leyendo serfa— Aquiles: {Una anomalia, por supuesto! Pero no dije “nula’, sino “mula” que es algo asf como un maestro spiritual, Tortuga: En ese caso me encantarfa escuchar su cucnto. PARADOJAS 37 Aquiles: Bueno, cuentan que un famoso fakir Heg6 un dia‘a una aldea jacténdose de poder ensefiar a leer instanténeamente a cualquier persona analfabeta. El mulé de la aldea que era analfabeto se present6 ante 61 dicigndole "Muy bien, enséfiame a leer ahora mismo", El fakir toc6 entonces la frente del muléy le dijo *Vete ahora a tu casa a leer un libro”. Después de un rato, el mulé regres6 al lugar blandiendo un libro, pero el fakir ya haba continuado su camino. “Puedes leer ahora, mula?” le pregunt6 la gente. “Si puedo ler, pero no se trata de eso. {Dénde esta ese embustero?”. “{Cémo puede ser él un embustero si te ha enseflado a leer instanténeamente?”. “|Porque este libro autorizado en la materia dice que todos los fakires son embusteros!”. ‘Tortuga: {Maravilloso! Aquites: Patético, dirfa yo. ‘Tortuga: ;Dénde lo aprendi6? Aquiles: Bueno, la verdad es que me lo ensei6 un fakir muy famoso. ‘Tortuga: jBrillante! Le juro que no se me habria ocurrido, Bs usted un excelente alumno, Aquiles: 2A qué se refiere? ‘Tortuga: Me refiero a su exquisita manera de aludit ‘la paradoja del mentiroso. Lo curioso es que cada vez que decimos "Estoy mintiendo” parafraseamos sin darnos cuenta esta misma paradoja. Aquiles: ;Oh no, por favor, no me diga eso! ‘Tortuga: :Pero de qué se preocupa? Siempre lo he considerado un caballero muy vera Aquiles: Este... claro, Es s6lo que estas paradojas Tégicas me confunden un poco, Me complica esto de no poder decidir de una vez por todas si algo es verdadero o falso. Es como un cuento de nunca acabar... jYa sé! Como una carrera perpetua. ‘Tortuga: Tiene raz6n. Las paradojas légicas son las carreras perpetuas del pensamiento, Aquiles: Ya prop6sito de paradojas, ¢dénde se metis Epiménides? ‘Tortuga: ;Epiménides? Aquiles: Si ef autor de la paradoja del mentiroso. ‘Tortuga: El autor de la paradoja del mentiroso es el fil6sofo griego Eubilides. Aquiles: ;Pero si me acaba de contar que es el poeta Epiménides de Cretal ‘Tortuga: {Epiménides de Creta? Ah, pero si siempre Io he dicho— Aquiles: {Qué cosa? ‘Tortuga: Todas las tortugas son mentirosas (£n ese momento aparecen Sécrates y Platén.) Sdcrates y Plan (al untsono):jHola, hola! {Qué pasa? {Qué hay de nuevo? Aguiles: ,Y de dénde sais este par? S6erates y Platén (al un(sono): Permitame presentarme, Sécrates/Plat6n, para servrle ‘Tortuga: ;Pero por qué hablan al mismo tiempo? Séorates y Platén (al untsono): Para evitar contradieciones ‘Aquiles: 2Para evitar contradieciones? ‘erates y Plat6n (al untsone): Bxacto. Verd, antes si yo decta algo, entonces Sécrates/Platn decfa cexactamente lo contrario para ridicularizarme ante Jos demés. Por eso ahora repito al mismo tiempo todo lo que dice Sécrates/Platén para que asf no pueda contradecirme. Aquiles: {Pero qué poco original esto de repetir Siempre lo que el otro dice! Sécrates y Platn (al untsono): Imaginese, si desde que tengo uso de razén no he podido resolver el eter dilema de “,Quién habl6 primero, Séerates o Platon? ‘Aquiles: Qué le parece el problema de estos pobres caballeros, St. T? ‘Tortuga: Ah, pero si justamente pensuba en una posible solucién, Aquiles. Sécrates y Plat6n (al untsono}: 10h, por favor, diganos la soluis ‘Tortuga: Est bien, pero so se trata de una posibildad cuyas consecuencias debo revisar. Pensaba que si Se ‘umaran para hablar y cada uno dijera algo declarando primero que lo que el otro acaba de decir es verdad, enlonces se solucionarfa el problema. En vez. de contradecise ve confirmarfan mutuamente quedando ‘como uns sabios ante los demas. Aquiles: Ah, pero si justamente pensé en la misma. solucién. {Oh, esa maldita mania suya de adelantérseme, St. T! {Por qué no lo intentan, caballeros? ‘Tortuga: No se apresure, Aquiles. Yale dije que ain ‘no revisaba todas las posibles consequencias légicas de esta solucién, Aquiles: No se preocupe. Yo me hago responsable de todas las posibles consecuencias logisticas det asunto, Socrates y Plat6n (al unésono): {Si sf, Aquiles, aytidenos a intentarlo! 58 LOPEZ Y CORTES Aauiles: Est bien, Yo seré el dbitro que velar por el cumplimiento de la regla. ‘Socrates y Plat6n (al untsono): Correcto. Aquiles: Una moneda decidira quién serael primero en hablar. Elijan, ,cara o sello? ‘Sécrates y Plat6n (al unésono): Cara, Aquiles: jNo no, caballeros, asf no se decidiran nunca! ,S. T, podria elegir por ellos? Tortuga: Es que revisando las posibles consecuencias ldgicas de esta solucién df con un aso en que provocaria otro problema y— ‘Aguiles: {Un caso! ;Un caso de los miles de casos posibles! ;Acaso prefiere que estos caballeros se ‘pasen Ja vida hablando al mismo tiempo, porque ha dado con un solo caso en que la solucién provocaria, otro problema? ;Basta ya de exquisiteces légicas! Dado que se resiste a colaborar,eligiré yo por ellos. ‘Sécrates serd cara y Plat6n serd sell. ‘Sécrates y Plat6n (al unfsono): Perfecto. (Aquiles lanza la moneda al aire.) Aguiles: ;Cara! Bueno, entonces Sécrates hablaré ahora y luego hablaré Platén, pero declarando primero que lo que acaba de decir Sécrates es verdad, Entonces hablaré Sécrates nuevamente, pero

You might also like