la campaña del Madison Square Garden, New York, USA
Hace tres meses estaba predicando en la iglesia hispana de Boston y yo vi
grandes milagros durante esa semana, vi a una señora sufriendo porque el esposo estaba lejos de Dios, pero no estaba solo lejos de Dios sino que había perdido completamente la fe en Dios, mas que eso, se había declarado en un enemigo de Dios y hacia sufrir a su esposa, a los hijos, rebelde, no quería saber nada de la iglesia, se reía, se burlaba, escarnecía de todos los de la fe; pero la esposa fiel todas las noches a pesar de las dificultades y del sufrimiento, cada noche fiel, fiel, después fui a predicar a South Lancaster y la esposa yendo para allá y el esposo muy preocupado le reclamó: Pero, que tanto vas a escuchar a ese señor? ¿Qué sucede?, y una noche casi por curiosidad entro para ver de que habla ese hombre, si no quieres un día que Dios te agarre, entonces nunca entres donde Dios esta. Porque ese hombre, entro por curiosidad y Dios lo agarro allí en una banca. Aquella noche Dios lo sacudió ahí donde estaba, aquella noche Dios lo hundió ahí en el barro y después de aquella noche Dios lo comenzó a reconstruir, porque cuando llego el momento del llamado y comencé a llamar a las personas, ese hombre lucho y lucho. Mientras la gente venia al frente, yo veía a este hombre luchando allí, se le veía la lucha escrita en sus ojos y en su rostro, hasta que de repente se levanto y vino y le entrego la vida a Jesús y cuando llego el fin de semana dijo: Pastor, quiero bautizarme, y lo bautice hace tres meses y esta mañana me dieron una noticia muy agradable: es el campeón de la recolección de su iglesia este año y Luis esta tarde aquí y yo quiero presentarles a ustedes a Luis, un milagro del siglo XX. Un milagro que Dios es capaz de hacer ahora. Este es un sermón vivo. Un hombre transformado por Dios. Tal vez tu vida no sea como la vida de Zaqueo, o como María Magdalena, tal vez tu seas un hombre bueno, pero que sientes un vacío, has estado buscando algo y nunca has descubierto que es lo que te falta para ser feliz, yo te digo: Es Jesús, porque mientras no te encuentres con Jesús, nunca serás completo. Esta invitación también es para los que están fuera de la iglesia. Si estoy predicando para alguien que estuvo una vez en la iglesia, se aparto de la iglesia pero quiere volver a Jesús... Entonces por favor venga. Si sientes que Jesús te esta hablando, si sientes la voz de Dios que te llama, por favor levántate. Gracias a Dios por estas decisiones. Si no tienes fuerza para venir, entonces por favor levántate ahí donde estas y entrégale tu corazón a Jesús. No importa si eres un niño, un adulto, un joven, un anciano, ven por favor, no te quedes sentado, deja que el espíritu de Dios te traiga.